Sei sulla pagina 1di 5

Intervención neuropsicológica en pacientes con agnosias.

a agnosia es la incapacidad para identificar un objeto mediante un sentido o


varios. Su diagnóstico es clínico, a menudo incluye la realización de pruebas
neuropsicológicas, con imágenes cerebrales (p. ej., TC, RM) para identificar la
causa.

El pronóstico depende de la naturaleza y la extensión de la lesión, así como


de la edad del paciente. No existe ningún tratamiento específico, pero la
terapia del habla y la ocupacional pueden ayudar a los pacientes a compensar
sus déficits.

Es difícil imaginar la vida de una persona que no reconoce objetos de uso


cotidiano, que no se ubica en el espacio, que percibe el mundo que le rodea en
constante movimiento o que vive en un mundo sin olor.

Sobre estas alteraciones de la percepción o agnosias vamos a hablar en las


próximas líneas pero antes vamos a repasar algunas nociones básicas.

- Sensación y percepción
La sensación es un fenómeno psíquico elemental resultante de la acción de los
estímulos externos sobre nuestros órganos de los sentidos.

Las sensaciones pueden ser exteroceptivas, propioceptivas e interoceptivas.

Las funciones exteroceptivas, son aquellas que proceden del exterior o entorno
que nos rodea a través de los sentidos: sensaciones auditivas, visuales,
gustativas, olfativas y táctiles.

Las funciones propioceptivas, son aquellas que nos permiten conocer el


estado, situación y posición de nuestro cuerpo y las sensaciones interoceptivas
provienen de los órganos internos del cuerpo humano, como las vísceras, y
que nos dan información acerca de las mismas (sensación de dolor, hambre,
sed, etc).
A diferencia de la sensación, la percepción constituye un proceso constructivo
en el que el sujeto desempeña un papel activo y, en función de su experiencia,
estado físico y afectivo, interpreta y da forma a las sensaciones procedentes de
los órganos de los sentidos.

Esto explica el por qué aunque los estímulos sensoriales sean los mismos para
todas las personas, cada una ellas percibirá cosas distintas.

Se podría decir de forma simplista que las sensaciones se transforman en


percepción cuando cobran un significado para el individuo.

En general, el proceso sensoperceptivo se da de la siguiente forma:

1. El estímulo externo es captado por distintos receptores sensoriales


(oído, ojo, nariz, piel, papilas gustativas).

Estos receptores convierten la expresión física del estímulo (sonido, luz,


olfato, calor, presión, gusto) en potenciales de acción, que lo transforman en
señales eléctricas que son conducidas a las áreas de procesamiento primario
del SNC. En éstas se elaboran las características iniciales de la información de
acuerdo con la naturaleza del estímulo original.

2. Posteriormente, la información ya elaborada, pasa a las áreas de proyección


sensorial secundaria que se encargan del reconocimiento de los estímulos.

3. A continuación se activan las áreas de asociación, que calibran la


información recibida en función de los datos almacenados previamente en la
memoria, del estado afectivo, de experiencias pasadas similares, etc.

4. Por último, entran en acción las áreas de representación. A ese nivel, se


produce el proceso de identificación consciente al que denominamos
percepción.

Pero además, la percepción es todavía más compleja, los diferentes órganos


deben funcionar íntegramente.
Los sentidos funcionan juntos y se complementan es por ello que si estamos
constipados y nuestro olfato no funciona correctamente nuestra percepción del
sabor también puede cambiar.

Esta integración sensorial es tanta que a veces, a pesar de las discrepancias en


la situación física real, nuestro sistema sensorial aporta ciertas "ilusiones",
para que la realidad de alguna manera se acomode.

Denominamos agnosia al “fallo en el reconocimiento de estímulos que no


puede ser atribuido a defectos sensoriales elementales, deterioro mental,
trastornos atencionales, falta de denominación de tipo afásico o falta de
familiaridad con el estímulo presentado o el canal sensorial a través del cual se
presenta”.

De esta definición deducimos que para realizar el correcto diagnóstico de


agnosia, debemos excluir otras causas que puedan explicar los síntomas que el
paciente aduce: por ejemplo, tenemos que descartar que exista un trastorno
afásico que impida nombrar correctamente un objeto que se reconoce bien o
que exista un problema de visión grave, etc.

Las agnosias son específicas para cada modalidad sensorial. De todas las
modalidades las tres que han recibido mayor atención han sido: la visual,
auditiva y táctil.

El término agnosia fue introducido por Freud en 1891. El primer autor que
realizó una descripción detallada de un trastorno del reconocimiento en un ser
humano fue Lissauer en 1890 y sus observaciones han tenido gran importancia
en el estudio sobre esta materia ya que fue el primero en diferenciar una
agnosia asociativa y otra perceptiva.

En resumen, las características generales de toda agnosia son:

- Incapacidad para reconocer estímulos presentados a través de un canal


sensorial concreto.

- La familia o el paciente referirá quejas diferentes según el tipo concreto de


agnosia (ej: dificultad para reconocer caras, problemas de visión en general,
etc).
- Algunas agnosias pueden pasar desapercibidas al inicio principalmente
cuando la interferencia en la vida diaria es nula o escasa.

- Los síntomas de algunas agnosias pueden ser atribuidos a otras patologías


(ej: sordera en el caso de una agnosia auditiva) principalmente cuando
coexisten problemas sensoriales con el déficit puramente agnóstico.

En la exploración neuropsicológica podemos encontrar los siguientes signos


y/o síntomas:

1. El paciente tiene dificultad para reconocer objetos ya sea a través del tacto,
de la visión, auditivamente, según la modalidad sensorial de que se trate.

2. El reconocimiento de dicho objeto puede hacerse mediante otra modalidad


sensorial. Es decir, si tiene una agnosia visual, el objeto no reconocido
mediante la vista, es fácilmente nombrado mediante al explorarlo
manualmente.

3. La falta de reconocimiento no puede ser atribuida a déficit amnésico. El


paciente tiene información sobre el objeto presentado en su almacén amnésico
y es capaz de decir para qué sirve sin dificultad.

4. Además, la agnosia no es debida a problemas de lenguaje. Si en la


exploración se ofrecen datos sobre el objeto no reconocido, el paciente es
capaz de nombrarlo sin dificultad.

5. No existen déficit sensorial elemental y si existen no son suficientes para


explicar la falta de reconocimiento.

6. Por último, el déficit agnóstico no se puede explicar por problemas


atencionales ni por falta de familiaridad con el objeto.
Bibliografía

https://www.msdmanuals.com/es-do/professional/trastornos-
neurol%C3%B3gicos/funci%C3%B3n-y-disfunci%C3%B3n-de-los-
l%C3%B3bulos-cerebrales/agnosia

https://xn--daocerebral-2db.es/publicacion/proceso-de-rehabilitacion-
neuropsicologica-y-areas-de-trabajo-en-el-dano-cerebral/

Potrebbero piacerti anche