Minga, pueblos indígenas y
9
El Observatorio Indígena de Políticas Públi-
cas de Desarrollo y Derechos Étnicos es un
espacio intercultural de investigación y de
formulación de propuestas políticas, orien-
tado a sistematizar, producir y difundir
de manera regular y permanente conoci-
mientos pertinentes y especializados sobre
las problemáticas políticas, culturales,
económicas, territoriales y de exigibilidad
de derechos más relevantes para los pue-
blos indígenas de Colombia, a la vez que
busca generar propuestas de políticas y
estrategias para el movimiento indígena
sobre dichos aspectos. La divulgación de los
resultados del Observatorio se recogen en
la revista Etnias & Política y otras publica-
ciones tales como boletines, libros y otros.
ISSN 1900-1673
¡La Minga VIVE, QUE VIVA LA MINGA!
Por una Colombia de los pueblos sin dueños, todo el saber, todo el dolor, toda la experiencia,
todas las palabras, todas las abuelas y los recuerdos. Vamos a vivir porque nos cansamos
para siempre del dolor, de la muerte y de la codicia de quienes se nos roban la paz.
Presentación
La siguiente es la propuesta de seguimiento pre-
sentada en la Plaza de Bolívar de Bogotá el viernes
21 de noviembre como clausura de la Marcha que
llevará a la Minga de los Pueblos hasta Bogotá. Esta
propuesta de seguimiento expresa la decisión de
acompañar la Minga Social y Comunitaria en el
camino de convertirse en compromiso y respon-
sabilidad de todas y todos en Colombia, para que la
Minga camine con libertad desde los pueblos por el
país posible que necesitamos construir.
La palabra: el desafío que
enfrentamos y compartimos
Hoy, 21 de noviembre de 2008, la Minga Social
y Comunitaria tiene vida propia, pero quienes la
propusimos y la proclamamos tenemos que com-
partir el trabajo de su crianza para que llegue a su
edad madura y camine sus propios pasos que son
de todas y todos.
Asumimos con estas palabras el compromiso doble
y simultáneo de proteger la Minga siendo parte de
ella, pero también el de dejarla en Libertad para
que camine en la dirección que le demos nosotras y
nosotros, porque lo que ya exige ese ser que nació y
que quiere vivir, esa Minga de los Pueblos, es mucho,
pero mucho más de lo que podemos ofrecerle desde
nuestras capacidades particulares. Nos desborda y
es eso lo que nos entusiasma y nos preocupa. No hay
costumbre de Minga. Esa es una verdad y un desafío.
Desde la Minga de los Pueblos, es una hora de la
verdad. Convocamos la movilización consciente y el
aporte generoso de nuestras capacidades y trabajo
para proteger y promover la lucha por la vida y la
dignidad en Colombia. O confrontamos un orden
establecido para ponerlo en evidencia y resistirlo, o
09
9 771900 167001
Planes de vida
actuamos dentro del mismo y ayudamos a conso- El Centro de Cooperación al Indígena (Ce-
lidarlo. El orden no cambiará con esta movilización coin) es una ONG indígena adscrita a la
que hoy culmina una etapa en un largo camino, Organización Indígena de Antioquia (OIA),
pero esta Minga de los Pueblos sí es para cambiarlo. que tiene como finalidad primordial de su
Hoy, desde la Plaza de Bolívar en Bogotá, procla- acción aportar al conjunto del movimien-
mamos y entregamos la Minga de todas y de todos
to indígena colombiano herramientas
para confrontar el modelo de desarrollo que nos
investigativas y analíticas para la profundi-
impone la codicia, para derrumbar leyes que nos
zación de sus procesos de construcción de
despojan y nos roban, para establecer la resisten-
cia y la solidaridad como mecanismo concreto
autonomía territorial, al tiempo que con-
para defendernos de un Estado secuestrado que tribuye con el conjunto de la sociedad en
ISSN 1900 1673
nos persigue, para hacer cumplir la palabra que la producción de conocimiento cualificado
ha costado sangre, para tejer un camino en que que permita apuntalar los principios de la
todas y todos dejamos de ser nadie al servicio de diversidad étnica y cultural que promulga
esos pocos para convertirnos en gestores de so- la Constitución Política colombiana.
ciedades donde la justicia, la libertad y la defensa
de la Madre Tierra sean realidades y principios.
Proclamamos ahora nuestro compromiso de tejer
por toda Colombia una jigra de unidad. La de todas
y todos en Colombia, así:
Convocamos el Congreso de la Minga
de los Pueblos para que lo realicemos
a más tardar el 12 de octubre de 2009.
¡LA MINGA VIVE, QUE VIVA LA MINGA! Por una
Colombia de los pueblos sin dueños, todo el saber,
todo el dolor, toda la experiencia, todas las pala-
bras, todas las abuelas y los recuerdos. Vamos a
vivir porque nos cansamos para siempre del dolor,
de la muerte y de la codicia de quienes se nos roban
la paz.
Minga Social y Comunitaria
$15.000
Santafé de Bogotá. Bakatá.
Plaza de Bolívar
Noviembre 21 de 2008
Bogotá D. C., Colombia, DICIembre de 2008
9
En este número
Minga, pueblos indígenas
y Planes de vida
 contenido

3 Editorial

Actualidad
8 Movilización y dignidad:
Minga de resistencia social y comunitaria
Diana Granados

12 Desde la Sierra Nevada de Santa Marta:

un mensaje de solidaridad
a los pueblos indígenas de Colombia
Cayetano Torres

22 La huelga como economía política

de los trabajadores azucareros
Héctor Mondragón

36 Algunas reflexiones frente al Plan Nacional

de Acción de Derechos Humanos
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo

50 Campaña por el referendo del agua

Carlos Gómez

Planes de Vida
56 El “Pensamiento Salvaje” del “Indio Moderno”: los
planes de vida como proyecto político y económico
Mauricio Caviedes

80 Sobre los Planes de Vida de los Pueblos Indígenas

de Antioquia: Una perspectiva étnica y zonal
para vivir bien
Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos Agudelo

102 De la soberanía a la autonomía alimentaria:

el aporte de los planes de vida de los pueblos
Diana Granados

indígenas a los procesos populares

Juliana Millán
 114 El Plan de Vida: un arma de doble filo.
Revista del Observatorio Indígena de Políticas Públicas
El caso Caño Mochuelo
de Desarrollo y Derechos Étnicos
Valentina Villegas Arias
ISSN 1900 1673
140 Nuestra economía
Formas de produccion y distribución
de la economia nasa
Ezequiel Vitonás T.

154 El proyecto del maíz como alimento

en la cultura nasa
Consejo editorial
Abadio Green, Camilo Castellanos, José Roberto Chepe
Carlos Andrés Zapata, Héctor Mondragón,
José Domingo Caldón, Juan Houghton. 166 Manejando la brujería del blanco para manejar
Editor el dinero y defender el territorio
Mauricio Caviedes
Diana Rosas Riaño
Fotografías
Cubierta: Diana Granados 190 La relación entre economía indígena y economía
Archivo Cecoin, Archivo OIA, Archivo ONIC, Liliana Múnera,
Diana Granados, Berenice Celeyta, Diana Rosas, nacional en el resguardo de Cristianía,
Valentina Villegas, Ricardo Rojas, Geovanny Martínez,
Carlos Gómez Ariza.
en el suroeste antioqueño
Grupo de Trabajo Estudiantil Rexisitiendo
Divulgación
Hernán Molina Echeverri

Revisión de textos
María José Díaz Granados Internacional
Diseño y diagramación
Martha Gómez
208 Los derechos territoriales indígenas a la luz
Producción editorial
del artículo 62 de la Convención Americana
Marta Rojas de Derechos Humanos
Impresión Mikel Berraondo López
Ediciones Antropos

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solo comprometen a sus autores.
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Esta publicación es posible gracias al auspicio de:
ALMÁCIGA
GRUPO DE TRABAJO INTERCULTURAL
222 El proceso de adopción del nuevo mecanismo de
expertos sobre derechos de los pueblos indígenas
del Consejo de Derechos Humanos
Patricia Borraz
250 Los pueblos indígenas de la Sierra Nevada
de Santa Marta y la cooperación internacional
en derechos humanos
Liliana Múnera Montes
266 Ciclo y crisis: una explicación marxista
de la crisis económica mundial
Héctor Mondragón

Documentos
290 Comunicado
 A
hora, justo cuando el movimiento indígena en Colombia

EDITO R I A L

Diciembre de 2008
parece más visible y fuerte que nunca, que se permite dejar
hablando solo al gobierno, que se permite liderar una movi-
lización popular, que aglutina a diferentes sectores sociales;
ahora que Chomsky escribe correos electrónicos saludando la min-
ga indígena en Colombia; ahora que, a la par con los movimientos
indígenas más fuertes de América Latina, el movimiento indígena
en Colombia, a través de la minga devela las debilidades del go-
bierno colombiano; hoy, que el movimiento indígena en Colombia
se muestra en su esplendor político, al mejor estilo de los nuevos
movimientos sociales que apasionan a los investigadores sociales de
Europa, y se ubica a la vanguardia del movimiento popular en Amé-
rica Latina... Justo ahora, parece ridículo querer asumir una posición
crítica ante el movimiento indígena.

Pero, ¿qué solidez tiene un gran movimiento popular que lidera a

los demás sectores populares, si ese movimiento es el resultado de
una apuesta ciega y no de la convicción surgida del debate entre los
diferentes sectores sociales? Y ¿qué sentido tiene apoyar un proyecto
político, como resultado del optimismo y la embriaguez del triunfo
aparente de la movilización y no de la reflexión política al interior del
movimiento indígena y frente a otros movimientos populares?

El equipo de trabajo de Cecoin que

se reunió para elaborar los nú-
meros 4 a 9 de la Revista Etnias &
Política, entendió que su compro-
miso con el movimiento indígena
era justamente aportar una visión crí-
tica del papel del movimiento. Enten-
dimos la crítica como una postura en
un momento de crisis, de ruptura, un
momento que buscaba trascender
la situación actual para contribuir a
una nueva sociedad. Pensamos que
nuestro papel debía ejercerse desde
dentro del movimiento indígena, y
que valía la pena un debate con los
líderes a quienes consideramos

Diana Granados
 iguales a nosotros, con capacidad para cuestionar nuestros cuestionamientos, reba-
ETNIAS & POLÍTICA

tir nuestras ideas, o enseñarnos una realidad que nos era desconocida. Y en muchos
casos, esa relación de debate entre iguales surgió de manera espontánea, en especial
alrededor de preguntas centrales para este equipo de trabajo e investigación: ¿cuál es
el rumbo del movimiento indígena hoy? ¿Se trata de un movimiento para la articula-
ción al sistema político actual e imprente? ¿O se trata de una lucha por construir una
sociedad nueva sobre la base de la solidaridad y el ejercicio de la autonomía?

En este ejercicio conjunto, con aquellos líderes indígenas que entraron en el debate, ha-
ciendo parte del equipo y de la reflexión, planteamos de manera discreta lo que debi-
mos haber dicho de manera más enfática: el movimiento indígena de hoy se encuentra
fragmentado en dos corrientes: una de ellas dirigida hacia la construcción de gobier-
nos autónomos indígenas a partir de la construcción de una nueva sociedad, fundada
sobre la base de relaciones sociales solidarias; la otra corriente del movimiento indíge-
na se propone legitimar el régimen político social y económico vigente, a cambio de la
participación de líderes indígenas en cargos de representación política en el gobierno.

Esta segunda corriente del movimiento no existe para alimentar un proyecto de ejerci-
cio de autonomía dentro del proyecto político indígena, pues sería incompatible con el
control hegemónico de los sistemas políticos que sostienen el capitalismo. Por ello, su
búsqueda de una autoridad política indígena no se encuentra en el proceso de consoli-
dar formas de gobierno propio, jurisdicción propia, fortalecimiento de las lenguas indí-
genas, del conocimiento tradicional, del ejercicio del gobierno en sus territorios; el éxito
de este proceso político se encuentra en el reconocimiento de su condición de autorida-
des fuera de su territorio, en el sistema político nacional. En otras palabras, en la lógica
de este proyecto, es el régimen el que legitima al líder indígena y no su propio pueblo.

Esta disyuntiva del proyecto político indígena está presente en uno de los procesos más
ambiciosos que se han propuesto los pueblos indígenas: los planes de vida, o los proyec-
tos para pervivir como pueblos. Los planes de vida parten de la suposición según la cual,
la aceptación del desarrollo, entendido como crecimiento económico a partir de la acu-
mulación de capital, hace parte del proyecto de desaparición de los pueblos indígenas.
Por el contrario, su búsqueda es aquélla de la pervivencia de las sociedades indígenas
a partir de su propia historia. Pero esta búsqueda de un rumbo histórico propio está
limitada por los esfuerzos de las economías nacionales y la economía del capital, de
alimentarse de esas economías y formas de organización social periféricas. Por tanto,
la pervivencia de las formas de vida indígenas sólo puede suceder por fuera de la domi-
nación, si su proyecto político incluye la transformación del sistema social que oprime
las formas de vida indígenas. Y esto quiere decir, transformar el sistema económico

4
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
que oprime a otros sectores sociales. Si los planes de vida no se proponen ese proceso

Diciembre de 2008
de transformación, su objetivo es la subordinación a la caridad y la aceptación de la
pervivencia de un sistema económico que se alimenta de la explotación de la fuerza de
trabajo indígena y de su subordinación política, junto con la de otros sectores sociales.

Dicho así, estos argumentos suenan sin duda “panfletarios”. Pero esta postura es
compartida, no sólo por nosotros como equipo de colaboradores indígenas y no indí-
genas del movimiento, sino por numerosos estudiosos de los movimientos indígenas
en América Latina. Antropólogos como Alcida Rita Ramos en Brasil, Christian Gros
en Francia y Herinaldy Gómez en Colombia, han señalado que las transformaciones
provocadas por los nuevos regímenes constitucionales, a la vez que han potenciado
la visibilidad del movimiento indígena han transformado a sus líderes, marginando
a los tradicionales para legitimar a los jóvenes que buscan articularse al sistema.
Investigadores norteamericanos como Wolf y Wallerstein, indios como Asad, fran-
ceses como Robert Jaulin y colombianos como María Teresa Findji, François Correa y
Roberto Pineda, han señalado el usufructo que el capitalismo extrae de las economías
indígenas, al mismo tiempo que promueve el etnocidio.

Tendríamos que reconocer, si la humildad nos lo permitiese, que nuestras ideas críti-
cas no son tan originales. Y en virtud de su poca originalidad tendremos que compar-
tir el título que nos han atribuido de “personas no gratas” con los más importantes
investigadores sociales del mundo (habrá que hacer para ellos unas resoluciones
adicionales condenando su trabajo y algunas otras más, para proscribir a las univer-
sidades en las que trabajan, prohibiéndoles que opinen sobe la legitimidad de las
organizaciones indígenas). Pero originales o no, hemos tratado de argumentarlas,
elaborarlas y explicarlas a lo largo de estas últimas cinco ediciones de la revista, desde
puntos de vista políticos, académicos e, incluso, desde la vivencia personal de varios
líderes que accedieron a hurgar en su propia experiencia la realidad del movimiento
indígena, porque no temían perder su legitimidad en el debate. Guillermo Tascón fue
quien aceptó este reto con mayor vigor, siendo parte de este equipo, alimentando las
reflexiones desde una perspectiva nacional, e iluminando con lucidez el trabajo y las
posibilidades de este grupo. Pero también, enfrentando desde su posición de líder
indígena a aquellos que quisieron evadir el debate con el argumento de que los no
indígenas no pueden opinar sobre el movimiento. Lo hizo incluso cuando su postura
llevó a otros a cuestionar su liderazgo.

En particular, el liderazgo que se reúne en la actual consejería de la ONIC nunca

entendió que el trabajo de este equipo buscaba alimentar los procesos políticos del
movimiento indígena. Entendió nuestro análisis del movimiento indígena como una

5
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
 amenaza a su legitimidad, justamente porque su proyecto no estaba en la construc-
ETNIAS & POLÍTICA

ción de una autoridad desde las bases y los pueblos indígenas, sino de una autoridad
cuya legitimidad emana del reconocimiento que le atribuye el sistema político hege-
mónico y la financiación de algunos proyectos. Interpretó que la capacidad de pensar
de los líderes indígenas críticos y los colaboradores no indígenas, era una actitud que
amenazaba su “autoridad”, y decidió resolver los cuestionamientos a través del auto-
ritarismo, aplicando en el movimiento indígena las mismas artimañas que utiliza el
uribismo para resolver las críticas que surgen de los movimientos sociales: resolvió el
debate con una “resolución” (la Resolución No. 001 de la Autoridad Nacional Indíge-
na de Colombia) que condenó el análisis crítico, la formación política de los líderes, el
debate y la reflexión, porque le resultaron “no gratos”.

Además, consideraron que, si la Organización Indígena de Antioquia (OIA) no se

encargaba de callarnos la boca, la Organización Nacional Indígena, que afirma ser
representante de las organizaciones regionales, prohibiría a las demás organizaciones
cualquier relación con Cecoin y desconocería la legitimidad de la OIA. La lógica de este
tipo de “autoridad” resulta incomprensible, pero con este argumento se firmó una “re-
solución” más (Resolución No. 003 de la Autoridad Nacional Indígena de Colombia).

Por defender nuestra postura, miembros de la actual “Consejería” de la Organización

Indígena de Antioquia afirmaron que el equipo de Cecoin estaba en la “izquierda”. Lo
cual no permite pensar sino que la consejería actual de la OIA se encuentra a la “dere-
cha”. Pero el equipo de trabajo de Cecoin que asumió la edición de la Revista Etnias &
Política números 4, 5, 6, 7, 8 y 9 no se avergüenza de su postura política. La izquierda es
el lado en el que se encuentra el corazón. Y las convicciones políticas no son un motivo
para avergonzarnos. El papel de los colaboradores, solidarios y asesores del movimiento
indígena ha sido tradicionalmente el de plantear cuestionamientos, preguntas y deba-
tes. Su papel no puede sino ser un papel crítico, justamente porque el interés de quienes
colaboramos con el movimiento indígena no es el de usurpar el lugar de los líderes. Sólo
quienes creen que la autoridad del líder proviene de la sociedad no indígena, pueden
temer que los colaboradores arrebaten al líder indígena legítimo su lugar. Opinar públi-
camente, de manera acertada o equivocada (y nosotros creemos humildemente haber
opinado de manera acertada), sobre actos y decisiones públicas de las organizaciones
indígenas, es un derecho de cualquier ciudadano, pero es un deber de quienes ejerce-
mos el papel de colaboradores del movimiento indígena. Más aún, porque somos parte
de dicho movimiento (aunque a algunos indígenas no les resulte “grato”).

La derecha en cambio, se encuentra del lado opuesto del corazón. El periodista es-
pañol José Antonio Pérez explica que, por un convencionalismo histórico originado

6
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
durante la Revolución Francesa, en la asamblea nacional, los nobles y terratenientes

Diciembre de 2008
ocuparon los escaños situados a la derecha, mientras el pueblo llano, defendiendo las
posturas progresistas, ocupó los asientos que se encontraban a la izquierda. Históri-
camente se entiende entonces que quienes están a la izquierda defienden los princi-
pios de fraternidad, igualdad y libertad. La derecha, en cambio, se asocia a la defensa
de la gran propiedad, que se sostiene en la desigualdad y la explotación.

Muchos autores han señalado cómo la propuesta de una reforma agraria, la defensa
de la propiedad colectiva y las formas de producción colectiva, la reivindicación de la
diferencia y la diversidad, la demanda del reconocimiento de culturas tradicionales,
de formas de producción no capitalistas, de una economía no capitalista, son pro-
puestas políticas del movimiento indígena que se encuentran, sin duda, en un lugar
inconveniente para el capitalismo y la gran propiedad privada. Así lo han argumen-
tado Juan Friede, Guillermo Bonfil Batalla, Yvonne Le Bot, Christian Gros, François
Correa. Muchos autores debaten aún si las propuestas indígenas por sí solas pueden
desestabilizar al capitalismo (por ejemplo, León Zamosc), pero no cabe duda de que
las reivindicaciones históricas del movimiento indígena no legitiman la gran propie-
dad individual, ni la explotación de la fuerza de trabajo.

Por eso, aunque muchos autores constatan que un sector importante del movi-
miento indígena puede tomar rumbo hacia la derecha (y lo ha hecho), la mayoría
de nosotros prefiere, a veces, seguir viendo sólo a aquel sector que se moviliza con
una propuesta emancipadora, que convoca a otros sectores sociales, caminando la
palabra para desafiar al poder establecido despóticamente, al ritmo de las chirimías,
aunque sea un sector minoritario del movimiento indígena (mientras parte impor-
tante del liderazgo se quedó en un hotel de cinco estrellas, pagado por el gobierno,
esperando a que este les diera permiso de negociar). Nosotros celebramos que eso
ocurra y por eso seguimos siendo colaboradores y lo seguiremos siendo, después de
la publicación de este número 9 de Etnias & Política, en otros lugares.

Pero seguiremos recordando también que los pueblos indígenas aún están pen-
dientes de discutir con otros sectores sociales cómo será aquella nueva sociedad
que buscamos construir en conjunto, cómo se construye la legitimidad dentro de
las comunidades sin subordinarse a la dinámica del clientelismo electoral nacional
o indígena, dónde están los elementos para una propuesta de paz con el resto de la
sociedad. Y sobre todo, cómo consolidar un movimiento indígena que permita la
participación de la mujer indígena y no indígena en las comunidades y fuera de ellas,
debatiendo, participando, proponiendo y criticando, pues sin ellas, el movimiento
indígena no irá a ningún lado.

7
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
ACTUALIDAD Movilización y dignidad:
minga de resistencia social
y comunitaria

El 26 de octubre los pueblos indígenas y demás sectores sociales, reunidos

en la minga de resistencia social y comunitaria, esperaban al presidente
Álvaro Uribe en la plazoleta del CAM en la ciudad de Cali, después de ha-
ber marchado cuatro días desde el territorio de diálogo, convivencia y ne-
gociación de La María, Piendamó, que ahora se encontraba invadido por
la fuerza pública tras los violentos enfrentamientos entre el Esmad y
las comunidades que se movilizaron a partir del 12 de octubre en
diferentes puntos de la vía Panamericana, entre Calí y Popayán.

Hasta las cinco de la tarde se habían congregado más de 20.000

indígenas, corteros de caña, mujeres y campesinos, con el objeti-
vo de dar un debate público donde pudieran exponer los puntos
que los llevaron a movilizarse y solicitar por parte del gobierno
nacional, en cabeza del presidente, explicaciones frente a los gra-
ves hechos de violación de derechos humanos de los que vienen
siendo objeto los sectores sociales.

La minga desarrolló la audiencia pública denunciando el in-

cumplimiento por parte del gobierno nacional de Acuerdos
firmados años anteriores con las comunidades (el más im-
portante de los cuales es el Decreto 982 de 1999, que decla-
ra la emergencia social, económica y política de los pueblos
indígenas, la entrega de tierras por parte del Estado a los
pueblos indígenas Nasa como resultado de la sentencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
sobre la masacre de la hacienda El Nilo, perpetrada en 1991),

Diana Granados
la tercerización laboral a la que son sometidos los
corteros de caña, los excesos de la fuerza pública
contra la protesta social, y el trato de “terroristas”
que hace el gobierno como mecanismo para
deslegitimar la movilización. El presidente llegó
al término de la audiencia, cuando la mayoría de
manifestantes se retiraron hacia la Universidad
del Valle, donde se encontraban desde hacía dos
días. Uribe afirmó que había estado esperando
a la comisión de los indígenas en la sede del canal
de televisión Telepacífico, y que eran los líderes
los que no querían propiciar el espacio para el
diálogo.
Muchos de los manifestantes escuchábamos por
radio en la Universidad del Valle las intervencio-
nes desesperadas del presidente desde un puente
peatonal, y los gritos de algunos manifestantes
que aún se mantenían en la plazoleta, que re-
sumían en una sola palabra lo que había sido la
actitud del presidente y su gobierno frente a la
movilización: “¡Mentiroso, mentiroso!”
¿Qué busca la minga?
La minga de resistencia social y comunitaria se
suma a la cadena de protestas sociales de distin-
tos sectores, como los camioneros, Asonal judi-
cial, los destechados, los corteros de caña, que
ha enfrentado el país en lo corrido de este año.
Además, es la continuidad del congreso indígena
y popular que recorrió las vías desde el Norte del
Cauca hasta la ciudad de Cali en el 2004, la con-
sulta popular al Tratado de Libre Comercio (TLC),
la Cumbre itinerante de organizaciones sociales
en el resguardo indígena de La María Piendamó
en el 2006, el parlamento indígena y popular, las
acciones de Liberación de la Madre tierra, la mar-
Diana Granados
Trabajadora social, Universidad Nacional,
Programa de educación bilingüe del Consejo Regional Indígena del Cauca
cha contra el hambre. Esta vez, miles de indígenas
Diciembre de 2008
se movilizaron desarrollando distintas acciones
en los departamentos del Valle del Cauca, Cauca,
La Guajira, Risaralda, Chocó, Córdoba y Caquetá.
Los motivos que sustentan la minga y el proceso
de movilización han sido sintetizados en cinco
elementos centrales, concertados por las orga-
nizaciones sociales que hacen parte de la minga,
retomando el Mandato Indígena y Popular que se
defendió en la marcha desde La María Piendamó
hacia Cali en 2004:
1. Rechazo a los tratados de libre comercio incon-
sultos que amenazan la cultura, el territorio, la
soberanía. No son tratados entre los pueblos
sino contra los derechos de los pueblos.
2. Rechazo a la política de seguridad democráti-
ca, el Plan Colombia, la parapolítica, la guerra
sucia, la represión, la militarización de la vida
social y la criminalización de la protesta. Ver-
dad, justicia y reparación integral frente a los
crímenes cometidos.
3. Derogación de toda la legislación de despojo.
Es decir, las reformas constitucionales y lega-
les, y las leyes que privan a los pueblos de sus
derechos y libertades, entre ellas el Estatuto
Rural, Ley 1152 de 2007, el Código de Minas y
los Planes de Aguas.
4. Cumplimiento de acuerdos y convenios. Entre
los más importantes está el resarcimiento
al pueblo Nasa por la masacre de El Nilo, y el
Decreto 982/99. Acoger e implementar la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los
derechos humanos de los pueblos indígenas
del 2007.
5. Creación de mecanismos de soberanía, paz y
convivencia de modo que podamos elaborar
 Hasta las cinco de la tarde se habían
ETNIAS & POLÍTICA
congregado más de 20.000 indígenas,
corteros de caña, mujeres y campesinos,
con el objetivo de dar un debate público
y hacer realidad nuestra agenda a través del Con-
greso permanente de los pueblos.
La María, la historia se repite
En marzo de 2006, el CRIC, organizaciones campesi-
nas, sindicales, estudiantiles, indígenas, afrodescen-
dientes se congregaron en La María, sitio declarado
en 1999 como territorio de diálogo, convivencia y
negociación, en la Cumbre de organizaciones socia-
les. La cumbre fue reprimida violentamente por la
fuerza pública, ocasionando destrozos en la infraes-
tructura del lugar, daños a varias casas del resguar-
do, heridos, y la muerte de Pedro Pascué, integrante
de la guardia indígena.
En esta ocasión, las comunidades salieron a distintos
puntos de la vía Panamericana, como resultado de
la negativa del presidente Álvaro Uribe a hacerse
presente a la cumbre, que lo había citado a través de
una carta de la Minga de resistencia social y comu-
nitaria dirigida al presidente Álvaro Uribe Vélez, para
el día 14 de octubre en el territorio de convivencia,
diálogo y negociación de La María, Piendamó.1
Mujeres, hombres, jóvenes y mayores se opusieron
con sus cuerpos, sus bastones, pero sobre todo con
su dignidad, a las represivas respuestas de la segu-
ridad democrática. Más de 96 heridos por parte
de los indígenas fueron atendidos en el puesto de
salud ubicado en el resguardo de La María, y algunos
[1] www.cric-colombia.org septiembre de 2006.
10
Editorial Actualidad
[ Movilización y dignidad ]
fueron trasladados a los hospitales cercanos, dada la
gravedad de las heridas.
Esta vez en el marco de la minga la historia no fue di-
ferente, la protesta social fue nuevamente reprimida
por parte del Esmad, que tal y como lo demuestran
las filmaciones difundidas por importantes medios
de comunicación como CNN, no solo se utilizaron
gases lacrimógenos, sino balas recalzadas con ta-
chuelas, puntillas, tornillos, y en varias ocasiones las
imágenes no dejan mentir sobre el uso de armas de
fuego. Así mismo, la muerte de Taurino Ramos, co-
munero del resguardo indígena de Toribío, por arma
de fuego como lo ratificó inicialmente el dictamen
médico en el hospital de Piendamó, es una lamenta-
ble prueba de los excesos de la fuerza pública.
En la mañana del 15 de octubre, más de 500 hom-
bres del Esmad arremetieron contra los indígenas,
ocuparon violentamente el sitio de concentración
colectiva conocido como el Cilo, desalojaron a ocho
familias indígenas y campesinas destruyendo bru-
talmente sus casas y enseres, y robaron sus alimen-
tos y algunas de sus pertenencias.
Mientras tanto, miembros del gobierno nacional y
de la fuerza pública dijeron a los medios de comuni-
cación que la minga estaba infiltrada por grupos ar-
mados ilegales, calificando a las comunidades como
“terroristas”. Afirmaron que varios miembros del Es-
mad habrían sido atacados con explosivos utilizados
por los manifestantes. Todas estas versiones fueron
nuevamente desmentidas por las organizaciones
presentes en la minga, a través de registros audiovi-
suales y testimonios de heridos y manifestantes.
El debate continúa, la minga continúa
Ante la ausencia del presidente en la ciudad de Cali,
se acordó un encuentro para el 2 de noviembre.
Esta vez, la minga lo esperaba nuevamente en el
Planes de vida Internacional Documentos
territorio de diálogo, convivencia y negociación Mujeres, hombres, jóvenes y mayores

Diciembre de 2008
de La María, Piendamó. Durante casi cinco horas se opusieron con sus cuerpos,
intervinieron tanto los voceros de la minga como
sus bastones, pero sobre todo
el presidente, algunos ministros y funcionarios del
con su dignidad, a las represivas
gobierno departamental, en torno a tres grandes
temas: territorio, derechos humanos y acuerdos in-
respuestas de la seguridad democrática.
cumplidos. Al final del debate el resultado no podría
haber sido otro: no hay acuerdos. Y es que no puede
haberlos con un gobierno que da un trato de conflic-
comunidades, y que se niega a acoger la Declaración
to armado a la protesta social pacífica, que se opone
de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas, que
al derecho al subsuelo por parte de los pueblos
reconoce estos derechos. No puede haber acuerdos
indígenas en sus territorios, que se opone a la des-
con un gobierno que reclama a los manifestantes
militarización de los resguardos de propiedad colec-
respeto por no ponerse de pie cuando suena el
tiva y a los procedimientos de consulta previa a las
Himno Nacional, después que ese mismo gobierno,
por medio de su fuerza pública, quemó las banderas
del CRIC y de Colombia izadas en el resguardo de La
María. No podría haber acuerdos con un gobierno
que se limita a resaltar los logros de la seguridad de-
mocrática frente a las demandas estructurales que
están planteando los sectores sociales.

A pesar del reto y las dificultades que supone cons-

truir la unidad entre los sectores sociales, se acordó
que la minga continuaba hacia Bogotá. El objetivo,
más que sentarse con el presidente, es recorrer las
vías, encontrarse con otros sectores sociales, sensi-
bilizarlos sobre la situación e inconformidad con las
políticas del gobierno nacional, sobre los impactos
del modelo de desarrollo, es hablar y encontrarse
entre pueblos, caminar la palabra y continuar en
minga porque ante la mano dura y la mentira, la
“movilización es y será siempre nuestro camino de
esperanza, resistencia y dignidad”.

“El objetivo de la minga ya se cumplió. El encuentro

entre indios, negros y mestizos, entre obreros “cor-
teros” de caña y pequeños productores del campo,
es uno de sus importantes logros. La multitud
Diana Granados

coreaba: “Un sólo pueblo, una sola lucha”, y ello es

todo un mensaje”. Comunicado ACIN

11
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Diana Granados ]
A CTU A LID A D Desde la Sierra Nevada de Santa Marta:
un mensaje de solidaridad
a los pueblos indígenas
de Colombia

Razón y enfoque
Con el presente manifiesto no pretendemos responder ingenuamente a
las intervenciones presidenciales orientadas a deslegitimar las demandas
de los pueblos indígenas del sur del país, sino afirmar al mundo que las
bochornosas y deplorables escenas de ofensa e irrespeto “democrático”
cometido a nuestras raíces culturales no son nada nuevo en Colombia.

Ante el manto de la preocupante incertidumbre generada en la opi-

nión pública nacional, entendemos que nuestra voz serrana no es
la solución mágica del problema indígena del Cauca. No obstante,
en atención a las diversas formas y dinámicas internas de nuestras
comunidades, consideramos que los pueblos indígenas de la
Sierra Nevada de Santa Marta debemos manifestarnos con
relación a los recientes hechos escenificados por los medios
oficiales, para ofrecer al país propuestas y perspectivas de lar-
go aliento, encaminadas al logro del entendimiento y el respeto
en la futura convivencia multiétnica colombiana.

A pesar de que habitualmente los pueblos indígenas de la

Sierra Nevada no usamos estos medios para hacer protestas,
somos conscientes de la obligada presión externa, y llegó el
momento para echar a rodar a nivel nacional e internacional

Liliana Múnera
nuestra problemática indígena en Colombia. Esta
es la razón del presente manifiesto.
Algunos antecedentes
Como lo ocurrido con nuestros hermanos, los
pueblos indígenas del sur de país, no responde
a las apetencias de los medios periodísticos o el
gobierno nacional, no se da la justa dimensión a
los deplorables hechos acaecidos recientemen-
te. Esto resulta tan similar a otros momentos
históricos en los que se quiso mostrar al mundo
externo, sin estigmatizaciones, qué es lo que
realmente acontece con el destino cultural de
los pueblos amerindios de Colombia, una nación
que se da el lujo frente a otros Estados de ostentar
la más avanzada filosofía del derecho de la diver-
sidad consagrada desde la Constitución Política
de 1991.
En atención a la realidad cultural de los pueblos
indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta,
que se sostiene sobre sus principios, en contraste
con la ignorancia y la estupidez sin fronteras de
las tribunas de opinión, que nos tratan de deslegi-
timar en estos días, categóricamente afirmamos
que desde siempre todos los pueblos indígenas
poseemos un mismo Mandato de Origen, que
parte de las entrañas naturales de la Madre Tie-
rra, como centro del universo de vida y existencia.
Por historia y tradición somos primigenias insti-
tuciones ancestrales en este planeta. Óigase con
mente democrática: desde aquel entonces somos
naciones de pensamientos orientados y regidos
por unos mismos principios universales. Nues-
tros preceptos de identidad tangible e intangible
son inalienables. No hay distancias de tiempos ni
diferencia de espacios espirituales. Todos somos
Cayetano Torres
Indígena Arhuaco. Miembro de la junta directiva de la organización
Gonawindúa Tayrona.
los pueblos indígenas de la Sierra Nevada
Diciembre de 2008
de Santa Marta debemos manifestarnos
con relación a los recientes hechos
escenificados por los medios oficiales,
para ofrecer al país propuestas
y perspectivas de largo aliento
hijos de la tierra, desde cualquier punto de ella
estamos unidos con el lenguaje de su espíritu,
de tal manera que los pueblos indígenas de la
Sierra Nevada, por principio y dignidad cultural,
no somos ajenos con el sentir físico y espiritual de
nuestros hermanos del sur colombiano.
No importa que la ingenuidad del atravesado
“ciudadano moderno” diga que es una “carreta”
más de los indios soñadores, pues esa ha sido la
miopía perversa que identifica la visión civilizada
externa, que ni siquiera sabe dónde está parada.
Y como si fuera poco, para nuestros pueblos
indígenas es evidente ver cómo diariamente el
origen, presente y futuro del mundo se repite con
el amanecer y anochecer de cada día. Así queda
reflejado en los ciclos evolutivos del progreso so-
cial y humano de cada individuo. Así también ve-
mos que el aborrecible pasado de sometimiento
de la colonia hispánica y el exterminio étnico de
los territorios ancestrales, iniciado desde aquel
lúgubre 12 de octubre de 1492, ahora, aunque
resulta deplorable decirlo otra vez –pongan cui-
dado–, se está repitiendo la nefasta historia en
el año del 2008. Con la cínica diferencia de que
hoy nos “matan” con declaraciones oficiales de
micrófonos y prensa de extenuante volumen, y
mañana nos “re-viven” diciendo que respetan y
apoyan los pueblos indígenas. Y con esto creen
ETNIAS & POLÍTICA

14
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Mensaje de solidaridad a los pueblos indígenas ]
 los pueblos indígenas de la Sierra Nevada,

Diciembre de 2008
por principio y dignidad cultural, no somos
ajenos con el sentir físico y espiritual de
nuestros hermanos del sur colombiano.

que se arregló el problema, que los indios quedamos

felices y contentos como niños. ¿Ustedes creen que
eso demuestra responsabilidad democrática?

Ante el show político

Para entendernos con respeto, exigimos al Estado y
la sociedad nacional: piensen en nosotros, los pue-
blos indígenas, como sociedades naturales de pensa-
miento y espíritu, cuyo origen está en la naturaleza,
mas no como simples organismos de carne y hueso.
Por dignidad académica y profesional de su parte,
no cualifiquen ni califiquen tanto nuestros errores
humanos y físicos, que son de menor magnitud que
los de la arrogante civilización, siempre pregonada
con afán y sutileza mercantilista. Por nada olviden
que todo mortal de este mundo posee defectos
innumerables. No se ufanen ingenuamente de ser
generosos y permisivos con nosotros al reconocer
nuestra identidad, cobijados por el espectro de la
ciega modernidad que no sabe para dónde va.

Sí, los pueblos indígenas a través del tiempo no

solamente luchamos por la legítima reivindicación
territorial, sino vamos más allá de la inmediatez
conformista, vamos más allá de ese fondo espiritual
que Occidente no entiende ni entenderá. Porque de
acuerdo con nuestro mandato dejado por la Madre,
Ati Seynekun, luchamos por la permanencia de los
principios originales que alimentan la integridad de
la vida colectiva de nuestra cultura propia. Para cla-
ridad de lo que manifestamos, los indios sabemos
Liliana Múnera

que antes de los tiempos modernos todos éramos

indios, y vivíamos solamente indígenas en estas

15
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Cayetano Torres ]
 nuestras demandas son distorsionadas
ETNIAS & POLÍTICA

utiliza términos incriminatorios, genera infames

en boca oficial, lo cual ya es un problema suspicacias contra la identidad cultural indígena,
bastante serio en contra convirtiendo nuestros principios ancestrales en una
postura de peligrosa tendencia. Entonces nuestras
de los indios en Colombia.
demandas son distorsionadas en boca oficial, lo cual
ya es un problema bastante serio en contra de los
indios en Colombia.
tierras. Por eso nosotros no nos creemos que seamos
invasores de ninguna propiedad ajena, sólo creemos
Liliana Múnera
que reclamamos lo que es nuestro, con derecho de
posesión. Lo que exigimos es el reconocimiento y la
protección real y efectiva de nuestro territorio an-
cestral, para el logro de nuestra subsistencia cultural
en el tiempo.

El Estado colombiano y sus gobiernos de turno no

deben olvidar que no todo está arreglado en un sim-
ple papel lleno de promesas mesiánicas. Con sobra-
da claridad deben saber que los pueblos indígenas
no hemos sido la causa de la subversión guerrillera
ni de otras formas de luchas generadas en Colom-
bia, que durante lustros vienen desangrándonos,
con mayor crudeza desde los inicios del siglo XX para
acentuarse con pavor en las décadas de sangre y
muerte de los últimos tiempos de la democracia del
tercer milenio.

Las fuerzas políticas en el poder no deben olvidar

que esa degeneración social de sangre y muerte no
la hemos producido los indios de este país, ni hemos
alimentado su tenebrosa aparición en la sociedad.
Por ello, la historia describe que más bien los indios
(forma despectiva con la que nos denomina la civili-
zación occidental), hemos sido las víctimas pacíficas
de sus actos de terror. Es necesario que se entien-
da claramente (o que, al menos, lo recuerden de
nuevo) que los indios jamás hemos solicitado a las
guerrillas, a los paramilitares o a los narcotraficantes
que se metan a nuestros territorios, ni que nos ayu-
den a solucionar nuestros problemas internos y que,
cuando la posición política del gobierno nacional

16
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Mensaje de solidaridad a los pueblos indígenas ]
Para nadie es un misterio que nuestro territorio an-
cestral, y los mandatos definidos en la Ley de Origen
(o Derecho Mayor), constituyen nuestro sistema
tradicional de procedimientos, bajo la orientación
y administración de nuestros Mamos, de nuestros
Mayores y Ancianos, que estructuran la autori-
dad representativa de nuestras comunidades, en
procura de la permanencia de nuestros principios
consuetudinarios que sustentan la vida individual y
colectiva de las culturas indígenas en el mundo.
Con toda razón, entonces, una voz de solidaridad de
los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa
Marta para el pueblo indígena caucano y el resto
de poblaciones agredidas por el sistema, es una voz
de reafirmación de la presencia de los principios
espirituales, es ponderar la dignidad y la fortaleza
colectiva indígena en la búsqueda pluricultural de
una Colombia diversa de pensamientos, donde es-
tán inmersas las voces sabias de los Mamos y de los
Ancianos del territorio nacional, donde están sem-
bradas las voces de dignidad de los Cabildos, de sus
Consejos y Organizaciones de base social, nuestra
legítima cuna retrospectiva.
Está claro que lo central del problema es lo que
significa la tierra para los pueblos indígenas. No es
problema de hectáreas, de títulos, de producción, de
cifras y números en pesos o dólares. Es la exigencia
por la vida misma, la cultura, el cuerpo, la mente
individual y colectiva. Sin territorio no hay nada. Esa
es la esencia misma de la existencia cultural de nues-
tros pueblos indígenas para un mundo con medio-
ambiente y agua, y no de trivialidades mediáticas de
entretenimiento publicitario en los medios.
Ruta preventiva
Para no empeorar la actual confusión democrática
colombiana, es profundamente didáctico recordar
17
Editorial Actualidad
[ Cayetano Torres ]
Diciembre de 2008
que la Presidencia de la República es una institu-
ción pública de orden nacional en cabeza del señor
presidente en ejercicio. Sabemos que el presidente
debería representar la unidad nacional. Pero es evi-
dente que la actitud de la persona y el carácter de su
investidura constitucional difieren sustancialmente.
Es así de simple.
Pero resulta extremadamente ingenuo cuando
quieren mostrar las acciones políticas de obliga-
torio cumplimiento del sistema gubernamental
como si fueran favores o bondades prodigiosas de
tipo personal. Peor aún, es hacerlo a través de los
orquestados montajes y , para mostrarlas como
dádivas nunca vistas en la historia de la República de
Colombia.
Es pertinente insistir entonces en que, entre los ar-
gumentos justificatorios de las políticas de Estado
y los programas asistencialistas de gobiernos, o
de instituciones públicas y privadas, no se pueden
esconder las profundas diferencias de fondo en las
lógicas y los principios con que se busca afrontar las
problemáticas de una sociedad diversa.
Lo central en esta situación es el cumplimiento
pleno de las obligaciones de la autoridad de Estado,
aceptando el principio fundamental del mandato
soberano del pueblo. Seguro que, logrados los pro-
cedimientos formales de cómo aplicar esa transpa-
rente doctrina de normatividad en la vida social de la
nación diversa, comenzaría a aplicarse en la práctica
el artículo 7° de la Constitución de 1991. Así se haría
realidad el reconocimiento al derecho al territorio,
fundamento del reconocimiento de la diversidad
étnica y cultural en Colombia.
Por eso, cuando se presenta algún tipo de cuestio-
namiento al gobierno o a funcionarios públicos del
Estado, quienes adolecen de esa elemental noción
cívica de una vez brincan y patalean, diciendo escue-
Planes de vida Internacional Documentos
 tamente que eso es hablar mal del presidente de la
ETNIAS & POLÍTICA
República. Incluso argumentan que es irrespeto a las
instituciones democráticamente establecidas.
Merece precisar con sabiduría ancestral de indio,
que una cosa es respetar, valorar y reconocer digna-
mente las acciones de gobierno, cualquiera que sea,
cuando este cumple con sus obligaciones constitu-
cionales (a través del tiempo las organizaciones in-
dígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta lo tienen
claro), pero otra cosa diferente es incentivar la idola-
tría hacia las personalidades cuyo verdadero papel
es hacer cumplir tales obligaciones. ¡Qué vergüenza!
Se supone que en el año 2002 y el 2006 los siete
millones de votantes eligieron a un presidente para
una Colombia de cuarenta y tanto de millones de
habitantes. Hasta ahora, luego de seis años de go-
biernos consecutivos, el residente de la República,
de conformidad con su Programa de Gobierno de
100 puntos, ha logrado mantenerse en el poder con
altos niveles de popularidad. Pero eso está bien, por-
que la verdad tiene límites y la estupidez no. ¿Quién
no desea la paz en Colombia y la liberación de todos
los secuestrados? Sin embargo, parece que la socie-
dad nacional todavía no entiende: ¿cómo que los
únicos que tienen derecho de decir y hacer lo que
les dé la gana, son “los siete millones de votos”? ¿Y,
entonces el resto de los treinta y tanto de millones
de colombianos qué? Ahí está la hecatombe de ter-
quedades en las tribunas de libre opinión.
En línea consecuente a las apocalípticas hecatombes
de opinión sobre la marcha indígena en el Cauca,
en la Sierra Nevada estamos recordando aquel día,
cuando a partir de las 6:00 p.m. del 7 de agosto de
1982, el pueblo arhuaco inició una toma pacífica de
las instalaciones del vetusto orfelinato de “Las Tres
Ave Marías”, para exigir y presionar la salida defini-
tiva de los Misioneros Capuchinos de Nabusímake,
después de casi un siglo de permanencia.
18
Editorial Actualidad
[ Mensaje de solidaridad a los pueblos indígenas ]
Resulta una aborrecible ironía de la vida que, duran-
te la protesta indígena del Cauca, luego de 26 años
de aquel proceso de reivindicación en Nabusímake,
los mismos indios arhuaco de la Sierra Nevada de
Santa Marta, encuentren que una periodista del
talante de María Isabel Rueda (pero no solamente
ella, sino muchos otros, sólo que su actitud ofensiva
e irrespetuosa se evidencia más) haya escrito un
novedoso artículo, casi al pie de la letra para no decir
igual, con el mismo cuento y con el mismo lenguaje
de aquellos que contra los indígenas arhuacos se es-
cribieron en 1982, salvo que conociéndola, no podía
esperarse de ella una opinión civilizada y democrá-
tica, como dice la doctrina de Occidente. ¡Qué ver-
güenza deshilvanar detalles de su irónico artículo!
Pero que no olvide que el árbol cultural ancestral de
los pueblos indígenas siempre brindará sus frutos
espirituales a la humanidad y al universo.
Radiografía en proceso
El problema indígena en Colombia no está en la si-
tuación coyuntural de los acontecimientos del 2008.
No pensamos ni hablamos solamente por reacción
de los lamentables hechos ocurridos en las comuni-
dades indígenas del sur del país. Actuamos también
con una visión política más profunda, enmarcada
en los preceptos reales de la doctrina que funda la
democracia en el mundo, buscando desarrollar y
respetar con dignidad la relación entre pueblos in-
dígenas, Estado, instituciones y sociedad nacional,
para que en el futuro las deplorables escenas aún
frescas en la memoria local no ocurran más bajo
el rigor de una política de seguridad democrática
nacional.
El problema no es porque la Constitución de 1991
quedó bien o mal redactada, o porque la prodigio-
sa solución del problema sea redactar otra nueva
Constitución, según criterios de algunos respetables
Planes de vida Internacional Documentos
analistas de opinión. El problema de fondo de la
nación colombiana es de tipo histórico y político,
de tipo social y humano. No es un problema trivial
para ocultarlo, frente a más de cuarenta millones
de colombianos, tal como viene intentándolo una
desgastada y obsoleta dirigencia política.
El problema real de los noventa y dos pueblos indí-
genas de la República de Colombia no se puede mi-
rar desde la arrogancia despectiva e irrespetuosa del
poder de Estado, como si el problema territorial fue-
se únicamente para satisfacción de “los huesitos y la
carnecita” individual y colectiva de los indios. ¡No! El
problema debe dimensionarse desde la magnitud
de los problemas ambientales y los derechos cultu-
rales, con relación a la salud natural y la pervivencia
del planeta y la humanidad.
El problema de fondo no es sobredimensionar de
forma despectiva las características específicas de la
Liliana Múnera
19
Editorial Actualidad
[ Cayetano Torres ]
Sabemos que el presidente debería
Diciembre de 2008
representar la unidad nacional.
Pero es evidente que la actitud de la
persona y el carácter de su investidura
constitucional difieren sustancialmente.
condición indígena de un país, aduciendo aberran-
tes adjetivos (como “subdesarrollados”, “lombri-
cientos”, “mujeres semidesnudas”, o “niños y niñas
desnutridos o sucios”, en el vocabulario de María
Isabel Rueda), como el mejor medio de orquestar
y esconder el meollo del problema del derecho al
territorio. El asunto va más allá.
No negamos la complejidad de la problemática in-
terna. La caótica situación indígena de cada pueblo
en Colombia (pero también la problemática terri-
torial de la población de las negritudes y los cam-
Planes de vida Internacional Documentos

ETNIAS & POLÍTICA
pesinos y campesinas de base), es una agenda de
discusión intercultural de antaño, aún no entendida
en terreno práctico por la falta de voluntad política
del Estado, para fundamentar bases de ordenamien-
to territorial que desarrollen y respeten la diversidad
étnica y cultural de la nación colombiana.
La persistente problemática indígena en Colombia
desde 1492 hasta 2008, es la falta de una política
estatal responsable y efectiva de fondo en el corto,
mediano y largo plazo, que reconozca las verdaderas
causas de las desigualdades, para identificar una
solución digna. Nada de eso se resuelve a punta
de improperios a micrófono de un jefe de Estado
diciendo que los indígenas somos latifundistas, que
somos una minoría de tan sólo el 2,2% de la pobla-
ción nacional, que somos dueños de un tercio de
20
Editorial Actualidad
[ Mensaje de solidaridad a los pueblos indígenas ]
115 millones de hectáreas del campo colombiano,
intentado desvergonzadamente deslegitimar ante
el mundo la protesta indígena, diciendo que somos
mentirosos, que no tenemos argumento legal en lo
que exigimos. No olviden que el derecho humano de
los pueblos indígenas es el territorio.
El problema indígena colombiano, a pesar de toda
su extensión y complejidad cultural y territorial, es
solamente una ínfima parte de la extravagante pro-
blemática de orden ideológico y psicológico de una
sociedad estigmatizada con agravios y prejuicios. La
dimensión de esta problemática es aún intangible
en Colombia. Los problemas de los pueblos indíge-
nas y la negación de sus demandas son una contra-
dicción al logro del ideal de esa nueva sociedad y de
esa nueva Colombia aún soñada, pero pisoteada por
Liliana Múnera
Planes de vida Internacional Documentos

las doctrinas de micrófono y el papel autoritario.
¿Dónde está entonces el futuro y la esperanza de los
niños y niñas? ¿Sin estigmatizar al otro, qué huella
de principios humanos estamos dejando las nuevas
generaciones de nuestra sociedad?
Al oído de Colombia y el mundo
Para oponernos a los improperios compulsivos, ca-
tegóricamente los pueblos indígenas manifestamos:
n No somos enemigos de la democracia que busca
nuestro país. Somos parte de la sociedad de base
que el Estado aún no conoce a profundidad.
n No somos culturas de “partidos” entre la proli-
feración de partidos que polarizan ideas y pen-
samientos, y profundizan la enigmática “guerra
de la locuacidad frentera” entre los estamentos
democráticos del país.
n No somos “terroristas, latifundistas, infiltrados,
terratenientes”, por decir lo que sentimos y recla-
mar nuestros derechos originarios. Somos hijos e
hijas primigenias de aquella Colombia ancestral y
milenaria en el tiempo.
n No somos quienes diseñamos o reproducimos
mecanismos y estrategias sofisticadas para soca-
var los últimos refugios naturales y ambientales
de un país cuya naturaleza ha sido agredida, de-
generando la integralidad de un universo de vida
y de reciprocidad natural.
n No somos quienes periódicamente formulan
diseños y esquemas desarrollistas de planes
insostenibles, motivados por afanes e intereses
turísticos, en beneficio de sectores económicos,
sin importar los principios inalienables y los dere-
chos.
n No somos quienes fomentamos complejas
industrias extractivas por encima de cualquier
costo, incluso, deslegitimando áreas legalmente
21
Editorial Actualidad
[ Cayetano Torres ]
No somos “terroristas, latifundistas,
Diciembre de 2008
infiltrados, terratenientes”, por decir
lo que sentimos y reclamar nuestros
derechos originarios.
constituidas sin importar la destrucción de los
pocos recursos que aún brindan respiración na-
tural a un planeta en agonía.
n No somos quienes elaboramos negligentes
normas académica y políticamente transitorias,
rebosadas de apetitosos vacíos para rellenarlos
con los caprichos de los gobiernos de turno, “por
primera vez en la historia colombiana”.
Las personas, el territorio y la dignidad
Exigimos que el Estado haga realidad la obligación
de resarcir los daños y perjuicios ocasionados al Te-
rritorio Ancestral y a los pueblos indígenas de la Sie-
rra Nevada de Santa Marta, por efecto del conflicto
armado, en el siguiente orden:
a) Asesinatos de indígenas de las diferentes etnias
de la Sierra Nevada.
b) Prohibición de los paramilitares para la compra
de las tierras y protección al principio constitu-
cional, legal e histórico de saneamiento de los
territorios ancestrales indígenas truncado hasta
ahora. Protección y reconocimiento de la Línea
Negra, el acceso a los Sitios Sagrados y la imposi-
ción de mega proyectos.
c) Protección del buen nombre y la dignidad
de los pueblos indígenas (por las estigmatizacio-
nes y señalamientos riesgosamente difundidos).
Estas exigencias son justas y van en consonancia con
la defensa del Derecho Mayor de los diferentes pue-
blos indígenas.
Planes de vida Internacional Documentos
A CTU A LID A D La huelga como economía
política de los trabajadores
azucareros

“Esta lucha por la limitación legal de la jornada de trabajo se hizo aún más
furiosa, porque –dejando a un lado la avaricia alarmada– de lo que se tra-
taba era de decidir la gran disputa entre la dominación ciega ejercida por
las leyes de la oferta y la demanda, contenido de la economía política bur-
guesa, y la producción social controlada por la previsión social, contenido
de la economía política de la clase obrera, por eso, la ley de la jornada de
diez horas no fue tan sólo un gran triunfo práctico, fue también el triunfo
de un principio; por primera vez la economía política de la burguesía ha-
bía sido derrotada en pleno día por la economía política de la clase obrera”
Karl Marx
Manifiesto Inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores

La ganancia máxima de dinero para los empresarios, el

capitalismo salvaje puro y simple, es el que se impuso a
los trabajadores de la caña de azúcar, y es precisamente
lo que a partir del 15 de septiembre de 2008 la huelga
de los trabajadores cuestiona. No hay jornada máxi-
ma de trabajo, cada obrero gana a destajo por
tonelada cortada y mal pesada. Mínimo labo-
ran 10 horas, generalmente 14 ó 16 al día, no
se reconocen vacaciones, si llueve mucho o
el trabajador se enferma no hay pago.

Berenice Celeyta
Así, algunos perciben a veces menos del salario
mínimo legal y todos tienen que soportar que sus
familias vivan en condiciones inhumanas, desnu-
tridas, hacinadas y sin derecho a la recreación.
Todo lo que edificó el movimiento sindical inter-
nacional fue demolido, usando y abusando del
nombre de una conquista de los obreros como
las cooperativas, que habiendo sido concebidas
para producir en común, asociativamente sin
necesidad de patrón, han sido convertidas por los
empresarios en disfraces que ocultan la existencia
de una relación laboral y que, por consiguiente,
hacen inaplicable el derecho laboral, despojando
al trabajador y permitiendo que se le explote al
extremo.
El sistema de contratación de los obreros de caña
desconoce completamente su condición de tra-
bajadores. Para ser contratados son obligados a
conformar “cooperativas de trabajo asociado”,
organismo de bolsillo de los empleadores que
son utilizados para disfrazar la relación laboral
como si fuera un contrato entre dos empresas,
por lo cual los trabajadores no tienen reconocidas
cesantías, primas u otras prestaciones laborales,
ni descansos o vacaciones remuneradas.
La huelga ha sido en primer lugar una protesta
clara contra este régimen de nueva esclavitud al
que los descendientes de los esclavos coloniales
se ven sometidos ahora. Pero además, en la huel-
ga se entreteje la historia de lucha de los obreros
azucareros, con un despertar del movimiento
huelguístico de los trabajadores colombianos,
con las luchas regionales de los indígenas y otros
sectores populares, y con las contradicciones
propias de la industria del azúcar y con la crisis
capitalista internacional como marco.
Héctor Mondragón
Investigador Cecoin
Breve reseña histórica
Diciembre de 2008
Las huelgas de los trabajadores del azúcar han sido
generalmente tratadas con represión oficial y pa-
tronal. Desde la primera en 1936, cuando la policía
desalojó violentamente a los huelguistas (Buena-
ventura 1970, p. 30). En 1956 toda una junta di-
rectiva sindical estuvo presa por 83 días (p. 31). En
1959, una asamblea obrera del ingenio Mayagüez
fue dispersada violentamente por guardias de la
empresa y civiles armados (Delgado 2008); du-
rante el paro general del azúcar en que cesaron las
actividades 14 ingenios y además seis fábricas de
Cali, los trabajadores realizaron una marcha hasta
el paso del Comercio, pero fueron abaleados y dos
obreros murieron (Sánchez, 2008).
La huelga que comenzó el 14 de noviembre de
1975 contra las violaciones de la convención
colectiva fue tratada con la declaratoria de ile-
galidad y con bala. El 19 de enero de 1976 los
trabajadores fueron abaleados con saldo de dos
muertos y ocho heridos, y fue reprimida una ma-
nifestación solidaria de los estudiantes de Tuluá.
Tres mujeres dirigentes del Comité femenino
fueron encarceladas. Un consejo verbal de guerra
fue convocado para juzgar a varios líderes el 16
de febrero de 1976. Desarticulada la huelga, “la
desbandada fue terrible” (Sánchez, 2008), quedó
abierto el camino para el capitalismo salvaje en la
industria azucarera.
En el año 2003 estalló un paro de corteros en
el ingenio La Cabaña. Mil seiscientos hombres
bloquearon las carreteras internas y obligaron a
la administración a sentarse a negociar (Triana,
2005). Esta huelga triunfó y un nuevo movi-
miento obrero nació en los cañaduzales; 2.700
corteros bloquearon la entrada del Ingenio Cauca
 algunos perciben a veces menos
ETNIAS & POLÍTICA
del salario mínimo legal y todos tienen
que soportar que sus familias vivan
en condiciones inhumanas, desnutridas,
hacinadas y sin derecho a la recreación.
(Incauca), el 25 de mayo de 2005 y presentaron
un pliego de peticiones con el apoyo de la CUT y
Sintraicañazucol y, contando con la simpatía de la
población, lograron un triunfo (Triana, 2005). Entre
mayo y julio de 2005 los corteros de la agroindustria
azucarera, en un número cercano a once mil, reali-
zaron una serie de paros escalonados en ocho de los
trece ingenios vallecaucanos (Aricada, 2007).
Lo particular de estas huelgas, relativamente exi-
tosas, estuvo en que no fueron realizados por tra-
bajadores sindicalizados sino por los corteros de las
24
Editorial Actualidad
[ La huelga como economía política ]
cooperativas de trabajo asociado, como una forma
de protesta contra estas cooperativas y sus adminis-
tradores. Los atropellos e injusticias de estas coope-
rativas contra los trabajadores eran de tal magnitud
que se sublevaron de manera espontánea y genera-
lizada en casi toda la zona azucarera. En un ataque
de la fuerza pública contra los huelguistas en Puerto
Tejada resultaron heridos 17 obreros (Aricada,
2007). Lograron ciertos acuerdos, pero la mayoría
fueron incumplidos, por lo que los trabajadores del
ingenio La Cabaña se lanzaron espontánea y aislada-
mente a la toma de las instalaciones de la empresa
el 27 de septiembre de 2005, movilización que fue
duramente reprimida por la policía y mediante el
despido de 900 trabajadores, y significó una derrota
temporal de los corteros.
Los obreros de las llamadas “cooperativas” lograron
sin embargo reorganizarse y los integrantes de las
Berenice Celeyta
Planes de vida Internacional Documentos
“cooperativas de trabajo asociado” conformaron el
“Movimiento de trabajadores de la industria de la
caña de azúcar 14 de junio” (por la fecha de la gene-
ralización de la huelga de 2005) (Aricada, 2007). Su
objetivo principal es lograr un contrato laboral y el
reconocimiento de su condición como trabajadores
asalariados de los ingenios.
La industria del azúcar
y la configuración regional
La crisis agrícola de los años noventa prácticamente
eliminó los cultivos temporales y dejó el campo a
la ganadería y la caña, la cual se ha expandido casi
por todo el valle a partir del surgimiento de la pro-
ducción de alcohol carburante o etanol en el último
lustro. Esta es la causa de fondo del conflicto que
enfrenta a ingenios y corteros de caña por el salario
Berenice Celeyta
25
Editorial Actualidad
[ Héctor Mondragón ]
La firma LMC International
Octubre de 2008
realizó un estudio que demostró
que en Colombia se paga uno
de los precios más altos del mundo
por hectárea de caña cosechada,
y las condiciones de vida, y a ingenios y a indígenas
por la tierra.
La Organización Ardila Lülle, propietaria de Incau-
ca, es uno de los principales grupos económicos
que operan en el país. Se originó en la industria
de bebidas gaseosas (Lux, Postobón, Colombiana,
franquicia de Pepsi), de la cual controla cerca de la
mitad del mercado, alcanzando un alto grado de in-
tegración vertical, al extenderse a la producción de
envases, tapas, líquido carbónico y azúcar, y a partir
de ésta, alcohol, etanol y electricidad. Además, tiene
Planes de vida Internacional Documentos
 importantes inversiones en los sectores de comu-
ETNIAS & POLÍTICA

nicaciones (RCN), disquero, textil y agropecuario

–Agroindustrias de Urabá, Bananal, Ganadería Hip-
sala, Ganadera Seguros, Cipreses, Forestales Doña
María– .

El 20% del consumo de azúcar en Colombia corre

por cuenta de las bebidas, por lo que Ardila Lülle de-
cidió adquirir el 15% de Manuelita , en 1981 se sepa-
ró con su propio ingenio (Incauca) y actualmente se
precia de ser “el productor individual de azúcar más
grande del mundo”, pues controla más del 33% de la
producción y del mercado. Además de Incauca, tiene
el 52% del Ingenio Providencia y al menos el 35% del
ingenio Risaralda, con la Federación de Cafeteros,
el estado y la Corporación Financiera de Occidente,
controlada por el Citibank.

El oligopolio azucarero es completado por los gru-

pos Caicedo (ingenios Riopaila y Castilla) y Manue-
lita, y los aliados de éste, los ingenios Mayagüez y
La Cabaña. El grupo Caicedo liga su producción con
la empresa Colombina, productora de confitería
(Espinal et ál., 2005). Manuelita es la principal pro-
veedora de Coca Cola, y expandió sus actividades a
la palma aceitera en el Meta y otros lugares de los
Llanos orientales, en donde promueve un proyecto
de producción de biodiesel.

Ardila Lülle es el principal promotor de los proyectos

de alcohol (Sucromiles), producción de etanol o
alcohol carburante. Sus ingenios Cauca (Alcoquí-
mica), Providencia y Risaralda producen el 65% del
etanol colombiano a partir de azúcar, en tanto que
Manuelita produce el 20% (posee además en Perú
la empresa Laredo y participa de la empresa Valle de
Paraná en Brasil), y Mayagüez, de las familias Hol-
guín, Correa y Hurtado, el 15%.
Berenice Celeyta

Los ingenios pagan a los empresarios productores

de caña 55 mil pesos colombianos por tonelada “si

26
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ La huelga como economía política ]
 Octubre de 2008

27
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 es para azúcar”, y 45 mil pesos “si es para etanol”.
ETNIAS & POLÍTICA
Este precio, arbitrariamente fijado valiéndose de su
condición de monopsonio, así como las crecientes
divergencias de intereses entre los ingenios y los
empresarios productores de caña, causó la salida de
estos de Asocaña y la fundación de la Asociación de
Productores y Proveedores de Caña (Procaña), así
como de Azúcar, que agrupa a los proveedores del
Ingenio Risaralda. El gremio patronal se encuentra
pues dividido.
La firma LMC International realizó un estudio que
demostró que en Colombia se paga
uno de los precios más altos
del mundo por hectárea
de caña cosechada, 82%
más que China, 75%
Berenice Celeyta
28
Editorial Actualidad
[ La huelga como economía política ]
más que en Brasil, 63% más que en Guatemala, 42%
más alto que en Tailandia; 28% más que en Australia
y 6% más que en Sudáfrica. El presidente de Proca-
ña, José Vicente Irurtia, informó que los precios de
la tierra y particularmente en el Valle del Cauca, son
de los más elevados del mundo (El País, 2007). Los
grandes terratenientes se embolsillan, pues, una
buena tajada del negocio del etanol.
La estrategia del grupo Ardila Lülle para proveerse
de caña más barata, dentro de su tradición de inte-
gración vertical, ha sido la de ampliar su capacidad
para producir directamente caña de azúcar, arren-
dando tierras y enfrentando así a los empresarios
agrícolas. No ha comprado tierras, porque
sabe que este negocio no será de largo
plazo. Y es en este plan que ha ingresado
Planes de vida Internacional Documentos
 surge en medio del terror característico del actual

Octubre de 2008
al norte del Cauca aprovechando el incumplimiento
del gobierno con los indígenas que debían ser repa- contexto en Colombia, y junto a otras movilizacio-
rados por la masacre de El Nilo. Incauca ha arren- nes de los sectores populares de la región, como los
dado varias de las fincas ofrecidas a la venta por sus trabajadores asalariados del país.
propietarios, fincas que tenían estudios técnicos
La minga indígena de septiembre de 2004, la con-
favorables: San Rafael, en Santander de Quilichao;
sulta popular que rechazó el TLC en seis municipios
García Arriba, en Corinto; y La Elvira, en Miranda.
del Cauca en 2005, la liberación de la Madre Tierra
Además, Incauca arrendó La Laguna, de Santander;
en veinte haciendas caucanas entre septiembre y
y la finca más disputada durante el conflicto recien-
noviembre de 2005, y la cumbre contra el TLC en
te, La Emperatriz.
mayo del 2006, que paralizó el Cauca y Nariño du-

Movilizaciones regionales y ascenso

huelguístico nacional
La huelga de los corteros en 2008 no solamente es el
resultado de las condiciones internas de la industria,

29
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 rante cinco días y se expresó también en marchas en
ETNIAS & POLÍTICA
el Huila, Valle, Yolita, Caldas y otros lugares, fueron
masivas movilizaciones que cambiaron la configu-
ración de la región y sacudieron las mentes popula-
res que volvieron por los caminos de sus tradiciones
de paros regionales, marchas y recuperaciones de
tierra. El 19 de agosto en Popayán la marcha en so-
lidaridad con los lecheros afectados por medidas
oficiales fue una fiesta popular.
En cuanto al movimiento obrero, también desde el
2004 se producen huelgas de importancia. El 2004
fue testigo de las huelgas de los obreros petroleros
contra la privatización de Ecopetrol, la huelga de los
obreros bananeros de Urabá que lograron renovar
su convención colectiva, y del reprimido movimien-
to de los trabajadores de Emcali.
Las huelgas de corteros durante el 2005 siguieron
a la de los trabajadores de palma aceitera de San
Berenice Celeyta
30
Editorial Actualidad
[ La huelga como economía política ]
Alberto (Cesar), también enfrentados a las supues-
tas “cooperativas” de trabajo asociado, que aunque
reprimidos, hicieron saber que también vendrían
protestas contra los patronos palmeros, a pesar del
clima de terror absoluto que se vive en varias de las
regiones productoras. El 30 de enero de 2008 estalló
la huelga de obreros de la palma en Puerto Wilches
(Santander) que fue acompañada por un paro cívico
de toda la población desde el 14 de febrero, reprimi-
do por el Esmad, cuatro días después. El 14 de abril
de 2008 en Yarima, San Vicente de Chucurí (San-
tander), se registró otra huelga de trabajadores de la
palma que se prolongó dos meses y obtuvo algunas
reivindicaciones.
Un sector obrero que ha registrado éxito en sus mo-
vimientos huelguísticos durante el último periodo
es el de los mineros, a pesar del asesinato de varios
de sus dirigentes sindicales. Las huelgas en las minas
Planes de vida Internacional Documentos
 Octubre de 2008

31
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
ETNIAS & POLÍTICA

32
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ La huelga como economía política ]
 de carbón y níquel han sido victoriosas. El 22 de ju-

Octubre de 2008
nio de 2006, tras 32 días de huelga, los trabajadores
de Drummond conquistaron un acuerdo. La huelga
en Cerromatoso, que duró 33 días a partir del 27 de
febrero de 2008, triunfó a pesar de la intransigencia
patronal inicial, gracias a la solidaridad internacio-
nal que determinó una huelga mundial en todas las
minas de la transnacional Billiton si no se solucio-
naba el conflicto en Colombia. Como en los casos
de la palma y el azúcar, en la minería del carbón los
obreros han conjugado su lucha con la del resto de
la población: en La Jagua de Ibirico (Cesar) un paro
cívico conmovió la región por una semana desde el 8
de febrero de 2007.

Otros trabajadores han cesado actividades con éxi-

to, como los del banco HSBC en octubre de 2007,
trabajadores de la salud y el magisterio en varias
partes del país, así como los empleados de la rama
judicial, cuyo último paro coincidió con la huelga de
los corteros.

A pesar de que este año ya han asesinado a 41

sindicalistas y continúa corriendo la sangre de los
luchadores obreros, la lucha huelguística ha vuelto
renovada. Como arroyuelos las huelgas se van re-
uniendo para conformar un movimiento cada vez
más continuo, masivo y sólido, donde la solidaridad
se deja ver, y se construye la articulación con las
luchas indígenas, campesinas y de los sectores po-
pulares urbanos.

La huelga azucarera del 2008

Una vez reorganizado el movimiento obrero azuca-
rero, debe considerarse como un hito la realización
de la audiencia pública en Pradera (Valle) el 11 de
junio de 2008. Allí, además de los corteros, participó
Berenice Celeyta

masivamente el pueblo indígena nasa, así como el

movimiento ecologista, sectores campesinos, diver-

33
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 sos sindicatos de la región, la representante afroco-
ETNIAS & POLÍTICA

lombiana María Isabel Urrutia, y los senadores del

Polo Democrático Alexander López y Jorge Robledo.

La audiencia hizo un estudio a fondo de la situación

de la industria de la caña, sus implicaciones ecoló-
gicas para la región, su impacto negativo sobre la
producción de alimentos y la soberanía alimentaria,
sus características económicas y laborales. Allí se
aprobó el pliego de los corteros, con estos puntos
principales:

1) La contratación directa con las empresas y

estabilidad laboral, el pago de los días perdidos
por paradas de la empresa, el pago de los días
que vamos al médico y los tres primeros días de
incapacidad por enfermedad que no pagan las
EPS, auxilios para educación, vivienda, primas
de antigüedad, de vacaciones, etc. Berenice Celeyta

2) El control efectivo al peso de la caña con

mecanismos concertados que eliminen las
dudas (báscula móvil, etc.) y la terminación del
sistema global regresando al mecanismo del terroristas, somos trabajadores honestos que
peso por uñadas. reclamamos nuestros derechos.

3) Que se respete nuestro derecho al trabajo,
ante la creciente mecanización del corte de
caña.
4) Que las empresas de salud resuelvan el
problema de los más de 200 compañeros que
se incapacitan anualmente y que mandan a
reubicar, y los de incapacidad permanente total
a quienes se les niega la pensión.
5) Un aumento salarial que compense el altí-
simo costo de vida, las extenuantes jornadas
de trabajo y la rudeza de las labores del corte
de caña.
6) No represalia para los compañeros que
participen de esta justa y pacífica protesta.
Los corteros de caña no somos delincuentes ni
Ante la intransigencia de los ingenios y su entidad
gremial, Asocaña, la Comisión Negociadora del Mo-
vimiento de Trabajadores de la industria de la Caña
de Azúcar decidió iniciar a partir del lunes 15 de sep-
tiembre a las 3 de la mañana una asamblea perma-
nente con cese de actividades en siembra, campo,
cosecha y fábrica en todas las empresas azucareras
del Valle geográfico del río Cauca (Valle del Cauca,
Cauca y Risaralda), dada la negativa de la Asociación
de Cultivadores de Caña de Azúcar (Asocaña) para
negociar con los trabajadores el Pliego Único de Exi-
gencias presentado el día 14 de julio de 2008. El cese
de actividades fue acatado masivamente por cor-
teros en toda la región y nueve ingenios quedaron
totalmente paralizados. La respuesta de Asocaña
fue agresiva al desconocer los derechos humanos y

34
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ La huelga como economía política ]
laborales e intimidar con la militarización de los in-
genios y las permanentes amenazas de suspensión
y despido.
Los señalamiento que el ministro de la Protección
Social Diego Palacio, y el presidente Álvaro Uribe,
tratando de vincular la huelga con imposiciones de
la guerrilla, resultan pues ridículas y no han podido
ser sustentadas en forma alguna. Es claro que el cese
de actividades resulta de condiciones objetivas y de
la superexplotación de los obreros, y que los corteros
simplemente han logrado organizarse a pesar de las
enormes dificultades impuestas por sus patronos y
por el régimen político antisindical.
La CUT, la Central Sindical de Tabajadores y Traba-
jadoras de las Américas (CSA) y la Confederación
Sindical Internacional (CSI), se solidarizaron con el
cese de actividades de los corteros. Las esposas de los
trabajadores, sus familiares, los sindicatos de Cali, los
indígenas, los pobladores de los barrios populares de
Popayán, han apoyado a los huelguistas. Columnistas
y aun editoriales de los propios grandes medios han
manifestado la justicia de las reivindicaciones de los
corteros. Merecen justicia social, se la han ganado.
Los trabajadores de siembra, campo, cosecha y fá-
brica al servicio de la industria azucarera exigen una
negociación unificada con Asocaña y el conjunto de
los ingenios, con el fin de que toda la patronal reco-
nozca su calidad de trabajadores asalariados, y acep-
te condiciones de trabajo dignas, porque no pueden
seguir esclavizados bajo el sistema de contratistas y
cooperativas con más de 14 horas de trabajo diarias
para recibir un salario miserable que no alcanza a los
400 mil pesos mensuales; exigen un contrato formal
de trabajo, plenos derechos laborales y sindicales
en la industria azucarera, un medioambiente sano,
35
Editorial Actualidad
[ Héctor Mondragón ]
La respuesta de Asocaña fue agresiva
Octubre de 2008
al desconocer los derechos humanos
y laborales e intimidar con
la militarización de los ingenios
y las permanentes amenazas
de suspensión y despido.
salud, vivienda y educación para sus familias, dere-
chos consagrados en los Convenios de la OIT, en la
Constitución de Colombia y en la ley.
Esta huelga reclama otra economía política, que cese
el imperio de la economía del mero lucro de unos
pocos grandes empresarios y comience la economía
de la solidaridad social, de la dignidad humana y de
la calidad de vida.
Referencias
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Flexibilización, o ¿salvajización laboral? Caja de Herramientas
virtual 54.
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Cauca. Estudios Marxistas 3, p. 648.
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Herramientas virtual 130.
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febrero.
 Espinal, C. F., H. J. Martínez. L. S. Beltrán (2005). La
agroindustria del azúcar en Colombia. Documento de Trabajo
80. Bogotá, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,
Observatorio de Agrocadenas.
 Sánchez Ángel, R. (2008). Las iras del azúcar: la huelga de
1976 en el Ingenio Riopaila. Historia Crítica 35, Universidad de los
Andes, pp. 34-57.
 Triana, G. (2005). El proletariado agrícola señala el camino.
Tribuna Roja 100.
Planes de vida Internacional Documentos
A CTU A LID A D Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Algunas reflexiones frente
al Plan nacional de acción
de derechos humanos

¿La política de seguridad democrática

como política de derechos humanos?
En lo que va corrido de los dos periodos de gobierno de Álvaro Uribe Vélez
se ha insistido en señalar que la política de seguridad democrática es la po-
lítica nacional en derechos humanos, bajo la premisa de que “la seguridad
democrática es lo que se requiere para garantizar la protección de los ciuda-
danos”. En consecuencia, más que una política gubernamental, la política
de seguridad democrática “es una política de Estado”, “que involucra a las
demás ramas del poder” con una aplicación prevista para el periodo 2002-
2012, e incluso con la perspectiva de convertirse en el eje de una política de
seguridad permanente y de más largo plazo.

De acuerdo con estos planteamientos, la plena garantía de los dere-

chos humanos depende de la aplicación irrestricta de la política de
seguridad democrática, y esto sería válido tanto para los derechos
civiles y políticos como para los derechos económicos, sociales y
culturales.

El Ministerio de Defensa publicó un documento titulado “Política de

consolidación de la seguridad democrática”, que marca los objetivos
estratégicos prioritarios del sector defensa al menos hasta el año 2010
a través de lo que llaman doctrina de acción integral (DAI), de la

Diana Granados
que hace parte una “política integral de derechos
humanos”. En dicho documento se da por hecho
que el paramilitarismo ha dejado de existir; y que
los “enemigos se refugian y camuflan entre la
población civil”.
Lo anterior indica que el Estado no está escu-
chando las recomendaciones de la comunidad
internacional, ni los planteamientos de las orga-
nizaciones de la sociedad civil y de derechos hu-
manos, sino que, de hecho, y de forma unilateral,
viene formulando documentos y “políticas” en
derechos humanos que no precisamente están
dirigidas a superar la masiva y sistemática viola-
ción de los mismos.
Si la “doctrina” de seguridad democrática deter-
mina la política de derechos humanos y aquella
es inmodificable e innegociable, entonces por
lógica consecuencia no hay posibilidad alguna de
concertar un plan nacional de derechos huma-
nos y derecho internacional humanitario (DIH)
con las organizaciones sociales y de derechos
humanos.
Lo cierto es que en aplicación de la llamada “polí-
tica de seguridad democrática” hemos asistido en
este periodo (2002-2008) a la violación masiva y
sistemática de los derechos humanos concebidos
integralmente.
En este contexto, una de las preguntas obligadas
es: si la política de seguridad democrática, cuya
aplicación es la antítesis de una política de dere-
chos humanos, es innegociable y su aplicación se
proyecta por lo menos en el plazo de cuatro años
más, ¿qué posibilidad real existe de concertar con
el gobierno una política en derechos humanos
denominada plan nacional de acción en derechos
humanos y derecho internacional humanitario?
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
Organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos
humanos en Colombia.
Sobre el Plan nacional de derechos
Diciembre de 2008
humanos y DIH
La Conferencia Mundial de Derechos Humanos
celebrada en Viena del 14 a 25 de junio de 1993
subrayó “la responsabilidad de todos los Estados,
de conformidad con la Carta de las Naciones Uni-
das, de fomentar y propiciar el respeto de los dere-
chos humanos y las libertades fundamentales de
todos, sin hacer distinción alguna por motivos de
raza, sexo, idioma o religión”. Llamó igualmente a
los Estados a adoptar las medidas necesarias para
dar cumplimiento a la declaración y programa de
acción de Viena acogidos en dicho evento, entre
ellos, la puesta en marcha de un plan de acción
que sentara las bases para una real y efectiva pro-
moción y protección de los derechos humanos.
Conscientes de la necesidad de que el Estado
cumpliera con este compromiso internacional,
desde entonces, el Colectivo de Abogados José
Alvear Restrepo (Cajar), junto con otras organi-
zaciones de derechos humanos, en diferentes es-
cenarios reclamó durante varios años la adopción
del Plan nacional de derechos humanos y DIH
(PNADH), exigencia que finalmente la otrora Co-
misión de Derechos Humanos de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) convirtió en una
de sus más importantes recomendaciones al Es-
tado colombiano, la cual aún no ha sido atendida.
El plan nacional de acción en derechos humanos
(PNADH) es un instrumento para coordinar, arti-
cular y planificar programas, políticas y acuerdos
estables y adecuados para la promoción, protec-
ción y defensa de los derechos humanos. La Ofici-
na de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los derechos humanos ha insistido desde
1996, en recomendar al Estado colombiano la
 adopción de un plan nacional de acción en derechos
ETNIAS & POLÍTICA
humanos y derecho internacional humanitario.
Sobre la base de que la adopción del PNADH es un
compromiso internacional adquirido por el Estado
colombiano desde 1993, y que existen continuas
recomendaciones de la ONU en este sentido, orga-
nizaciones de derechos humanos colombianas ar-
ticuladas en las plataformas de derechos humanos,
vienen reclamando desde hace más de un lustro la
necesidad de la adopción de este instrumento con
las características tanto formales como materiales
en las que ha insistido Naciones Unidas.
En abril de 2004, a través del Programa presidencial
de derechos humanos y derecho humanitario de la
Vicepresidencia de la República, el gobierno nacio-
nal convocó a las redes de derechos humanos: Alian-
Diana Granados
38
Editorial Actualidad
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
za de Organizaciones Sociales y Afines, Plataforma
Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y
Desarrollo, y Coordinación Colombia-Europa-Esta-
dos Unidos, manifestando la intención de iniciar el
proceso de formulación del Plan Nacional de Acción
en Derechos Humanos y Derecho Humanitario
(PNADHDIH). Posteriormente, se vinculó al proceso
la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la
Paz (APSCP).
En desarrollo de discusiones y acuerdos logrados en
el proceso de interlocución con el gobierno nacional,
y con el acompañamiento de Naciones Unidas y los
gobiernos de Suecia y España, se creó una instancia
de coordinación con el propósito de definir la meto-
dología de concertación del PNADH a nivel nacional.
Este espacio se dio su propio reglamento.
Planes de vida Internacional Documentos
 el Estado no está escuchando
las recomendaciones de la comunidad
internacional, ni los planteamientos
de las organizaciones de la sociedad civil
y de derechos humanos,

Estamos convencidos de la necesidad de la adopción

de un PNADH, pero consideramos que en el momen-
to presente no existen las condiciones ciertas que
garanticen la elaboración concertada de dicho Plan,
que oriente las políticas públicas en materia de dere-
chos humanos y derecho internacional humanitario.

Razones por las cuales consideramos

que no hay voluntad política del
gobierno para concertar un PNADH
El gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a través del Pro-
grama presidencial de derechos humanos y derecho
humanitario, convocó en abril del 2004 a las plata-
formas: Alianza de Organizaciones Sociales y Afines,
la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo, y la Coordinación Colom-
bia-Europa-Estados Unidos, entre otros sectores de
la sociedad civil para iniciar el proceso de formula-
ción del Plan Nacional de Acción en Derechos Hu-
manos y Derecho Humanitario (PNADHDIH).

Después de cuatro años de iniciado el llamado pro-

ceso de concertación, como organizaciones y como
movimiento de derechos humanos, debemos eva-
luar y reflexionar sobre los siguientes aspectos:
n ¿Habrá contribuido la interlocución para que el
gobierno nacional reconozca la legitimidad de
los defensores de derechos humanos y de las
plataformas que los aglutinan, esto es, la gene-
Diana Granados

ración de un clima de confianza, respeto por la

diferencia, simetría en el proceso de diálogo,

39
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
 garantías para expresar sus planteamientos y la de violaciones de derechos humanos por parte de
ETNIAS & POLÍTICA

superación de prácticas reiteradas del gobierno la Fuerza Pública?

de considerarse el depositario de la verdad bajo el n El Estado colombiano ha adquirido obligaciones
errado presupuesto que “el que no está conmigo de respeto y garantía de los derechos humanos
esta contra mí”? La garantía de estos mínimos que emanan de varios instrumentos interna-
elementos permite validar la interlocución; su cionales. Tales obligaciones le imponen, por un
ausencia, en cambio, se traduce en la existencia lado, el deber de abstenerse en todo tiempo de
de un mero espacio de representación formal acciones u omisiones con las cuales los derechos
donde no se logra incidencia en la formulación sean violados y, por el otro, le asigna el deber de
y ejecución de políticas en materia de derechos
humanos y derecho internacional humanitario.
n ¿Ha sido útil la interlocución para influir y presio-
nar la adopción de políticas públicas del gobierno
colombiano dirigidas al respeto, garantía, satis-
facción y protección de los derechos humanos,
así como para tomar las medidas necesarias a fin
de prevenir la violación de los mismos?
n ¿O la interlocución simplemente se ha consti-
tuido en un mecanismo para que el gobierno
colombiano muestre ante la comunidad nacional
e internacional su “voluntad” de “concertar con
la sociedad civil” un plan que contribuya al mejo-
ramiento de la situación de derechos humanos y
derecho internacional humanitario para generar
“confianza y legitimidad ” con el fin de atraer con
el apoyo de la sociedad civil la cooperación inter-
nacional y la inversión privada para el desarrollo
del programa llamado de “fortalecimiento de la
democracia y desarrollo social”, o Plan Colombia
II, cuyo eje es la instauración de un modelo cívico-
militar que vulnera principio de distinción esta-
blecido en el derecho internacional humanitario
y genera las condiciones para agravar la comisión

¿qué posibilidad existe de concertar

con el gobierno un plan nacional
Diana Granados

de acción en derechos humanos

y derecho internacional humanitario?

40
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
 asegurar el pleno ejercicio, goce y disfrute de esos
bienes jurídicos, y tomar todas las medidas nece-
sarias para impedir que estos sean afectados.
En estas circunstancias, nos preguntamos:
¿Tiene sentido continuar con un proceso de interlo-
cución que lejos de cumplir con sus objetivos estaría
contribuyendo a legitimar políticas preestablecidas
y orientadas al autoritarismo, al unanimismo y en
41
Editorial Actualidad
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
contravía de las propuestas civilistas, democráticas
que abogan por la paz, el respeto de los derechos hu-
manos y las reformas estructurales que beneficien
a las mayorías excluidas de las decisiones políticas,
económicas y sociales?
¿Acaso el marco internacional y nacional acompañado
de los procesos de organización, movilización social y
exigibilidad de derechos no han contribuido a gene-
rar transformaciones sociales y la adopción de políti-
cas públicas de respeto y garantía de los derechos?
Consideramos que no existe voluntad política real
por parte del gobierno para avanzar decididamente
en la construcción del PNADH, entre otras razones,
por las siguientes:
n El asesinato o la desaparición fuera de combate
de por lo menos 3.040 personas a manos de gru-
pos paramilitares, pese al proceso de negociación
y aplicación de un marco jurídico que los bene-
ficia con penas mínimas, y en detrimento de los
derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y
reparación integral.
n El no reconocimiento de la existencia de un con-
flicto armado estimula la inaplicación del dere-
cho internacional humanitario y del principio de
distinción en particular, lo que se ha traducido
en el incremento sustancial de violaciones de los
derechos humanos cometidas directamente por
la fuerza pública. El subregistro de 955 personas
que han sido víctimas de ejecuciones extrajudi-
ciales, presentadas “positivos” de guerra, indica
un incremento del 65,51% en relación con las
ocurridas entre 1997 y mediados de 2002.
n Las violaciones de la vida, la libertad y la integri-
dad de los sindicalistas que alcanzan las cifra de
2.402 violaciones. El asesinato de más de 430 sin-
dicalistas en lo que va corrido de los gobiernos de
Diana Granados
Álvaro Uribe Vélez, lo que corrobora que no existe
un cambio estructural en la violencia antisindical.
Planes de vida Internacional Documentos
 Estamos convencidos de la necesidad
ETNIAS & POLÍTICA

contra la oposición o disidencia política en gene-

de la adopción de un PNADH, pero ral, lo que ha generado un ambiente hostil para
consideramos que en el momento o el ejercicio de las libertades y los derechos funda-
mentales.
existen las condiciones que garanticen
n La ausencia de investigación y sanción a los res-
su elaboración concertada .
ponsables de graves violaciones de los derechos
humanos y crímenes de lesa humanidad, y la
n La continuación del desplazamiento forzado que impunidad que ha caracterizado el proceso de
durante el presente gobierno arroja la cifra de negociación con los grupos paramilitares quienes
1.750.000 más de desplazados, para un total de han sido favorecidos con medidas económicas
más de 4 millones de desplazados internos. La y judiciales. Al mismo tiempo que se brinda un
impunidad ha favorecido a sus perpetradores, tratamiento en extremo generoso con los victi-
mientras se legalizan millones de hectáreas usur-
padas por las estructuras paramilitares, y se in-
cumplen los fallos de la Corte Constitucional por
parte de las entidades responsables de atender a
la población desplazada, lo que ha mantenido y
profundizado el estado de cosas inconstitucional.

n La preocupante violencia política contra pueblos

indígenas, la cual ha afectado a más de 1.700
miembros de sus comunidades. Las condiciones
de exclusión y marginamiento en que se encuen-
tran; el incumplimiento constante de los acuer-
dos suscritos; la instalación de bases militares
dentro de sus territorios, vulneran su autonomía.
Adicionalmente, el gobierno no respaldó la De-
claración de derechos de pueblos indígenas del
mundo.

n El agravamiento de la injusticia económica y

social. La situación de pobreza que afecta el 66%
del total de la población colombiana, y la indi-
gencia que afecta a otros 8 millones de personas.
Colombia ocupa el tercer lugar en los índices de
mayor desigualdad en América Latina, después
de Haití y Brasil.
Los señalamientos, la descalificación y la estigma-
Diana Granados

tización del alto gobierno contra organizaciones

sociales y defensores/as de derechos humanos, y

42
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
 marios, a sus víctimas se les estigmatiza, se les
persigue y se les desconocen sus derechos a la
verdad, la justicia y la reparación integral. Tampo-
co se toman medidas serias para garantizar la no
repetición de esta tragedia.
n Las estructuras paramilitares no han sido des-
montadas. A cambio, presenciamos la reingenie-
ría, reestructuración y rearme de estos grupos; la
profundización del control político, económico y
social, así como la continuidad de la sistemática
comisión de crímenes y violaciones de los dere-
chos humanos.
43
Editorial Actualidad
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
n La paramilitarización de la sociedad y las institu-
ciones del Estado. La permanencia de los vínculos
históricos entre agentes del Estado y paramilita-
res a muy alto nivel, se confirma con el elevado
número de importantes servidores del Estado
comprometidos con las estructuras paramilitares
que están siendo procesados, de los cuales más
del 90% pertenecen a los partidos y movimientos
de la coalición de gobierno.
n Los reiterados señalamientos estigmatizadores
por parte del presidente de la República contra
las altas cortes de justicia. Para resaltar, la censura
pública contra magistrados y colaboradores de
la Corte Suprema de Justicia que pretende des-
legitimar su labor, generar desconfianza de sus
actuaciones como administradores de justicia,
vulnerando los principios de independencia y se-
paración de poderes, poniendo incluso en riesgo
la vida e integridad de los funcionarios judiciales.
n La promulgación de legislación contraria a los
derechos de las comunidades: Ley de aguas, esta-
tuto de desarrollo rural, ley para el saneamiento
de la propiedad inmueble, etc.
n La negociación del Tratado de Libre Comercio
(TLC) que está encaminado a dejar en mayor
desprotección a sectores agrícolas e industriales,
y que condenara a cultivadores y pequeños em-
presarios a unas quiebras seguras, afectando la
seguridad alimentaria.
n La implementación de Plan Colombia que bajo
el argumento de la lucha contra el narcotráfico
y el “terrorismo”, ha servido para encaminar la
intervención extranjera, estigmatizar y perse-
guir a comunidades enteras, y criminalizar al
campesino cultivador. Las fumigaciones, por su
parte, han generado impactos negativos para el
medioambiente y la salud humana, mientras el
narcotráfico no se debilita, sino que se fortalece.
Planes de vida Internacional Documentos
 La polarización con los países vecinos y la con-
ETNIAS & POLÍTICA
minación que lanza el propio jefe del Estado a
raíz de la reciente crisis diplomática bajo el lema
unanimista “o se está con Colombia o se está con
el terrorismo”.
n La negativa a buscar salidas ciertas y humani-
tarias a la crisis de las personas privadas de la
libertad en razón del conflicto, bajo el sofisma de
que se “debilita la seguridad democrática”, desco-
nociendo el clamor social por el acuerdo huma-
nitario y priorizando las supuestas “necesidades
militares” y estrategias de guerra.
n La institucionalización de la guerra y el incumpli-
miento del Estado de sus obligaciones de garanti-
zar los derechos humanos de todas las personas,
en particular la vida e integridad personal y la
libertad individual. La falta de voluntad para bus-
car alternativas ciertas a fin de lograr, en satisfac-
torias condiciones de seguridad, la liberación de
las personas privadas de la libertad en razón del
44
Editorial Actualidad
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
conflicto a través de un acuerdo humanitario, el
cual se ha convertido en un clamor de la sociedad
colombiana.
n La estigmatización del alto gobierno a la marcha
del 6 de marzo de 2008, convocada por las vícti-
mas de crímenes del Estado y del paramilitaris-
mo. Varios de los convocantes y las organizadores
han recibido amenazas, sufrido atentados y ase-
sinatos, lo que devela ausencia de garantías para
las víctimas y las organizaciones sociales.
Componentes para un plan de acción
en derechos humanos
El siguiente decálogo conforma el conjunto de
componentes mínimos de un PNADH que esté
formulado seriamente para enrumbar el país hacia
la superación definitiva de la masiva y sistemática
violación de los derechos humanos, así como de las
graves infracciones al DIH.
Diana Granados
Planes de vida Internacional Documentos
 1. Impulsar y desarrollar una política pública seria y
tangible dirigida a dar cumplimiento a todas las
recomendaciones que han formulado la Oficina
del Alto Comisionado de Naciones Unidas y la Co-
misión Interamericana de Derechos Humanos. El
Estado debe, además, abstenerse de impulsar
acciones que vayan en contravía de las referidas
recomendaciones.
2. Impulsar y desarrollar una política pública y
tangible dirigida a asegurar la satisfacción de los
derechos civiles y políticos, así como los derechos
económicos, sociales, culturales y del medio
ambiente. Ello implica acometer planes de de-
sarrollo que estén basados en los principios a la
autodeterminación y soberanía de los pueblos,
y que estén dirigidos a superar la pobreza, y a
materializar la concreción de un Estado
social de derecho, garante de la
justicia social. Significa
también, abstener-
se de adelantar ac-
ciones y firmas de
tratados que vayan
en detrimento de tales
derechos.
3. Impulsar políticas so-
beranas en relación con la
protección de los recursos na-
turales y el aprovechamiento de
los mismos en favor del bienestar
de toda la población colombiana.
Implica no legislar en su detrimento y
no celebrar contratos o tratados con-
trarios a este propósito.
4. Impulsar y desarrollar una reforma agraria
integral que beneficie al campesinado colom-
biano, que desconcentre la propiedad de la
Diana Granados

tierra y permita el retorno con garantías de

los desplazados a sus territorios. La reforma

45
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
 ¿Tiene sentido continuar con un proceso comprometidos con el paramilitarismo deben ser
ETNIAS & POLÍTICA

de interlocución que lejos de cumplir ejemplarmente sancionados.

con sus objetivos estaría contribuyendo 8. Debe impulsar una reforma democrática y pro-
a legitimar políticas preestablecidas y funda de la administración de justicia que contri-
orientadas al autoritarismo? buya en la superación definitiva de la impunidad
que ha favorecido a los responsables de la masiva
y sistemática violación de los derechos humanos.
debe constituirse en el pilar que garantice la se-
Esto implica tomar todas las medidas para ase-
guridad alimentaria de la población colombiana.
gurar la independencia e imparcialidad del poder
5. Impulsar y desarrollar políticas dirigidas a superar judicial y la no intervención de las demás ramas
de forma definitiva el conflicto social y armado del poder público en el sistema judicial.
por la vía de la solución política y negociada. Los
9. Impulsar políticas públicas que aseguren los de-
acuerdos humanitarios deben ser abordados sin
rechos de las víctimas y la sociedad a la verdad, la
dilación porque estos están dirigidos a impedir o
justicia y la reparación integral. Ello implica dero-
limitar la afectación de la población civil, y pue-
gar todas las normas que faciliten o aseguren la
den allanar caminos que conduzcan a una paz
impunidad que ha favorecido a los perpetradores
duradera basada en la justicia social y el irrestric-
y fomentadores de crímenes de lesa humanidad,
to respeto de los derechos humanos.
así como la sanción efectiva y drástica de los
6. Abstenerse de impulsar tratados o de desarrollar
victimarios. Este compromiso implica derogar
planes de intervención extranjera que afecten la
las leyes 975/05 y 782/02, así como sus decretos
soberanía nacional o incrementen los niveles del
reglamentarios; no impulsar ni sancionar leyes de
conflicto. La política internacional debe buscar
amnistía e indultos en relación con los crímenes
la cooperación para la paz con justicia social, y no
contra la humanidad, y adelantar acciones que
favorecer la intervención en favor de la guerra. Se
garanticen la no repetición de los mismos.
debe romper todo lazo de sumisión a las políticas
impuestas desde los Estados Unidos para Colom- 10. Impulsar una profunda reforma que reoriente la
bia. formación de la fuerza pública y los organismos
de seguridad del Estado con fundamento en el
7. El Estado debe reconocer públicamente que el
respeto de los principios democráticos, de los
paramilitarismo no ha desaparecido, y en conse-
derechos humanos y del derecho internacional
cuencia, proceder a desmontarlo de forma real y
humanitario. Esto implica la eliminación de doc-
efectiva, pues el mismo está vigente y mantiene
trinas que han animado la comisión de crímenes
incólume su infraestructura política, económica
de lesa humanidad, así como la depuración de
y militar, así como su capacidad de intimida-
todos los organismos de seguridad del Estado
ción. Debe además investigar y sancionar a los
comprometidos con la guerra sucia y el parami-
máximos responsables de fomentar y apoyar la
litarismo.
estrategia paramilitar hasta hoy favorecidos por
el anonimato. La responsabilidad del Estado en En el marco de la discusión del PNADH, el Estado
el fomento de estas organizaciones debe ser re- debe garantizar que las organizaciones sociales y de
conocida públicamente, y los principales agentes derechos humanos tengan espacios en los medios

46
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
masivos de comunicación para difundir sus pro-
puestas y preocupaciones.
Condiciones para
la concertación del PNADH
Por las razones expuestas, considera el Cajar que ac-
tualmente no están dadas las condiciones para man-
tener la interlocución en relación con el PNADH, por
lo que en adelante el Cajar se abstiene de tal partici-
pación.
Sin embargo, dejamos constancia de que el Cajar
de manera permanente ha hecho, hace y seguirá
haciendo interlocución permanente con diferentes
entidades del Estado en el marco de nuestro tra-
bajo por la exigibilidad y justiciabilidad de todos los
derechos humanos. De manera permanente nos re-
unimos con funcionarios de Presidencia, Vicepresi-
dencia, instancias de FiscalÍa (incluye fiscal general,
directores de fiscalía de derechos humanos, de jus-
ticia y paz, seccionales), con tribunales y juzgados;
con la Defensoría del Pueblo a niveles nacionales y
departamentales; con la Procuraduría en diferentes
instancias; en los casos internacionales y de medidas
cautelares con los ministerios de Relaciones Exterio-
res, Interior y de Justicia, Defensa, entre otros; con la
Fuerza Pública en sus diferentes niveles siempre en
el interés de asegurar la realización de los derechos
humanos de las víctimas, organizaciones y comuni-
dades en las cuales somos sus poderdantes a nivel
nacional o ante instancias internacionales.
El Cajar deja claro que en temas diferentes al
PNADH, mantenemos la interlocución con el Estado
y sus diversas entidades, conforme lo exija el marco
de nuestro mandato y nuestra actividad como de-
fensores de derechos humanos.
Tampoco renunciamos a nuestra tarea de levantar
e impulsar propuestas en favor de los derechos hu-
47
Editorial Actualidad
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
actualmente no están dadas
las condiciones para mantener
la interlocución en relación
con el PNADH, por lo que en adelante
el Cajar se abstiene de tal participación.
manos y del DIH, así como para la superación del
conflicto armado y la solución política al mismo.
Consideramos que la reactivación de un diálogo
para la concertación del PNADH debe estar precedi-
da por lo menos de las siguientes condiciones:
1. El Estado debe reconocer públicamente la legiti-
midad de las defensoras y los defensores de dere-
chos humanos. Así como brindar garantías para
el ejercicio de su labor y el goce de sus derechos
fundamentales.
2. El Estado debe reconocer públicamente que es
su obligación brindar garantías a la oposición y la
disidencia política, lo que implica abstenerse de
estigmatizar a las personas y organizaciones por
el mero hecho de disentir de las políticas oficiales
o del establecimiento.
3. El Estado debe reconocer públicamente la legi-
timidad de las organizaciones sindicales y sus
integrantes. Brindarles garantías para el ejercicio
de su labor, absteniéndose de hacer pronuncia-
mientos públicos que afecten sus derechos fun-
damentales o que pongan en riesgo la vida de los
sindicalistas.
4. El retiro y la suspensión de toda vocería pública
o papel de asesoría de José Obdulio Gaviria. Este
ciudadano oficia como asesor presidencial, y
prevalido de su privilegiada condición realizó de
forma reiterada pronunciamientos públicos es-
tigmatizadores contra las organizaciones de víc-
timas y sus voceros, y contra los convocantes a la
marcha del 6 de marzo de 2008, que tenía entre
Planes de vida Internacional Documentos
 Convocamos a la construcción de un
ETNIAS & POLÍTICA
plan alternativo de derechos humanos
y derecho internacional humanitario,
elaborado y propuesto desde las bases
y con la participación de las regiones.
sus objetivos rechazar y condenar los crímenes
de Estado y del paramilitarismo. Tales señala-
mientos quieren deslegitimar las organizaciones
de víctimas y ponen en riesgo inminente la vida
de sus miembros. El retiro del señor Gaviria debe
estar acompañado de un pronunciamiento pú-
blico de parte del gobierno nacional rechazando
48
Editorial Actualidad
[ Plan nacional de acción de derechos humanos ]
y desautorizando las intervenciones públicas que
este asesor emitió contra las organizaciones de
víctimas y sus voceros.
5. La expedición de una directiva presidencial pú-
blica que condene y prohíba todo señalamiento
contra las organizaciones sociales, sindicales, de
víctimas y de derechos humanos, así como contra
cualquiera de sus integrantes. Tal directiva debe
hacer referencia a la expresa prohibición de iden-
tificar su labor con el terrorismo, con actividades
apátridas, o con cualquier otra actividad de natu-
raleza ilícita.
6. El Estado se comprometerá a no ampliar los al-
cances de la ley de justicia y paz, ni a impulsar o
Planes de vida Internacional Documentos
 crear legislación para beneficiar a los servidores
del Estado. Deberá derogar las resoluciones y
los decretos que limitan los alcances del fallo de
la Corte Constitucional en relación con la ley de
justicia y paz. Así mismo, se abstendrá de emitir
resoluciones, decretos o leyes que limiten los de-
rechos de las víctimas, conforme a los pronuncia-
mientos de la Corte Constitucional y los tratados
internacionales de derechos humanos y derecho
internacional humanitario.
Propuestas
1. A partir del contenido de este documento, el Ca-
jar invita a las plataformas de derechos humanos,
49
Editorial Actualidad
[ Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo ]
de desarrollo y de paz; a las organizaciones socia-
les; a las diferentes organizaciones de víctimas, a
las organizaciones de derechos humanos a ade-
lantar un debate en cada organización, así como
entre ellas, sobre la conveniencia o inconvenien-
cia de mantener una interlocución con el Estado
para un PNDADH.
2. Convocamos a la construcción de un plan alterna-
tivo de derechos humanos y derecho internacio-
nal humanitario, elaborado y propuesto desde las
bases y con la participación activa de las regiones.
Diana Granados
Planes de vida Internacional Documentos
Actualidad Campaña por
el referendo del agua

El quince de septiembre del año en curso la Avenida El Dorado en Bogotá se

vio envuelta por un enorme telón azul. Los y las navegantes de este río ur-
bano eran no menos de trescientas personas que jubilosas caminaban hasta
la Registraduría; en sus manos llevaban más que rúbricas, planillas, cajas y
carpetas… en sus manos estaba la confianza de dos millones de compatriotas
que asumieron la defensa del Referendo por el Agua como una lucha por la
vida. El eslogan que decía “una firma puede cambiar las cosas… la suya”, tuvo
acogida a lo largo y ancho del territorio.

Basta con ver la procedencia de las planillas para saber que la propuesta tuvo
acogida y respaldo nacional: firmas provenientes de Bella Vista La Nueva, de
La Primavera en el Vaupés, de San Andrés de Sotavento en Córdoba, de San
Andrés Islas, de las fronteras del país, de múltiples territorios indígenas, de los
barrios marginales al sur de Bogotá, de las comunas nororientales de Medellín;
firmas procedentes de sitios que no aparecen en los mapas, ni en los medios de
comunicación, de la selva profunda, de la ciudad abrupta, del páramo silencio-
so. ¿Hace cuánto tiempo nosotros, los del común, los de harapos, de palabras
sencillas, los rurales, ambientalistas, marginados, los sindicalistas, indígenas,
afrocolombianos, universitarios, intelectuales, artistas y otros tantos no dába-
mos una pelea al unísono? ¿Hace cuánto tiempo no ganábamos una?

En tres semanas, y antes de expirar el plazo, la Registraduría reportó que tan

solo veintiún mil firmas fueron anuladas lo que representó menos del uno
por ciento. Con este total, y luego de que el Comité Nacional en Defensa del
Agua y de la Vida asimiló lo sucedido se presentaron las firmas al Congreso
el pasado 14 de octubre; a partir de este momento la ponencia se someterá a
debates en ambas cámaras como preámbulo a la votación: en caso de que sea
aprobada se decide una fecha en la que el pueblo colombiano será invitado

Geovanny Martínez
a las urnas, un día para recoger siete millones de
votos. En caso de que la votación sea adversa la
ley concede otros seis meses al Comité promotor
para que recoja las firmas faltantes hasta comple-
tar el diez por ciento del censo electoral (dos mi-
llones ochocientas mil rúbricas), con ese monto
pasamos por encima del prurito del parlamento
y nos vamos directamente a las urnas. Ahora que
todo está en manos del Congreso viene una eta-
pa de cabildeo, sin olvidar que la mayor presión
debe provenir de las regiones. En esa medida, en
la provincia las comunidades se han venido re-
uniendo con el fin de hacer concienzudos análisis
de lo que pasó y lo que viene.
Pero, ¿quiénes somos? Podríamos decir en pri-
mera instancia que representamos una iniciativa
ciudadana que responde a una aguda problemá-
tica nacional que ha congregado a mil doscientas
organizaciones de la sociedad civil colombiana,
que desde hace más de dos años nos venimos
reuniendo teniendo como coyuntura el tema
del agua. Indígenas, afrodescendientes, ligas de
usuarios, ambientalistas, docentes, universita-
rios, gente del común, unos y otros, aquellos y
los de más allá, todos y todas hemos venido en-
tendiendo que las coyunturas son oportunidades
para que comiencen a vislumbrarse otras posibi-
lidades, otros imaginarios, diferentes propuestas.
Lo que comenzó como charlas informales, como
álgidas tertulias, poco a poco fue tomando forma
y cuerpo hasta mutar en una propuesta de Refe-
rendo por el Agua.
El referendo es un mecanismo de participación
establecido en la Constitución de 1991 y desa-
rrollado por la Ley 134 de 1994. Aunque las exi-
gencias legales para su ejercicio son elevadas, la
Carlos Gómez
Comunicador campaña del Referendo por el agua
EL ESLOGAN ERA “una firma puede cambiar
Diciembre de 2008
las cosas… la suya”. Basta con ver
la procedencia de las planillas
para saber que la propuesta
tuvo acogida y respaldo nacional.
sociedad civil viene acudiendo a él para oxigenar
la democracia colombiana como lo demuestran
los referendos relativos a restaurar el monto de
las transferencias del Gobierno Nacional a los
municipios en salud, educación y agua potable;
el relacionado con el desarme de los menores; el
de la cadena perpetua para los violadores, y el de
la reelección presidencial. Vale la pena anotar que
este instrumento de participación ciudadana se
ha disparado: de no tener cultura alguna sobre el
particular hemos pasado a los referendos arriba
mencionados, todo lo cual pone en entredicho a
la dirigencia colombiana que, por lo visto, no res-
ponde al sentir del pueblo que justamente tiene
que acudir a estas instancias para hacerse sentir
y saber.
¿Y para qué el Referendo? Básicamente se persi-
guen cuatro puntos. Primero, que los acueductos
sean manejados por el Estado o las comunidades
organizadas.
Las políticas de privatización y mercantiliza-
ción del agua, amparadas en el artículo 365
de la Constitución Nacional y en la Ley 142
de 1993, permiten al capital privado prestar
el servicio de acueducto y alcantarillado y
obligan a las empresas que aún son públicas
a regirse por criterios de eficiencia econó-
mica en detrimento de su vocación social. El
resultado es un creciente número de fami-
lias ‘desconectadas’ del suministro del agua
 Lo que comenzó como charlas
ETNIAS & POLÍTICA
informales, como álgidas tertulias,
poco a poco fue tomando forma
y cuerpo hasta mutar en una propuesta
de Referendo por el Agua.
por incapacidad económica de pagar las tarifas
que se incrementan a ritmos endemoniados.
Según la Contraloría General de la Nación los
aumentos entre 1995 y 2000 oscilaron entre
el 38 y el 226% en las 18 principales ciudades
del país y no han cesado hasta la fecha. Por ello
el promedio de desconectados en solo Bogotá,
entre 1998 y 2005, ha sido de 236.754 usuarios
que equivalen a un millón de personas” (Expo-
motivos, www.ecofondo.org)
Hace veintitrés años las comunidades de ocho
veredas construimos con mucho esfuerzo un
acueducto comunitario, pero ahora resulta
que a la Superintendencia de servicios públicos
se le abrieron los ojos, hace poco la Goberna-
ción del Tolima nos citó a una reunión en las
oficinas de Aguas del Huila, esa empresa quiere
apropiarse los acueductos comunitarios del
Tolima. Nos dicen que tenemos ocho meses
para hacer plantas de tratamiento y estratificar
a las comunidades. Dicen que si no cumplimos
nos multan y el acueducto pasa a manos de
Aguas del Huila. Eso dicen ellos, pero lo que de-
cimos nosotros es que no lo vamos a permitir.
Y eso no es todo, hay diecisiete veredas en la
zona de explotación petrolera, Petrobrás tiene
las vías destruidas, en ocasiones no respeta
los cien metros que se exigen alrededor de las
explotaciones, queman gas todo el día dejando
lleno de hollín todo a su alrededor…ese gas de-
berían dárselo a la gente antes que quemarlo,
es tanto el hollín que los frutales se están aca-
bando, las naranjas ahora son más pequeñas,
52
Editorial Actualidad
[ Campaña por el referendo del agua ]
también en ocasiones se sabe que han vertido
residuos químicos al Magdalena (palabras de
don Efraín Aguilar, habitante de una vereda del
municipio tolimense de Purificación, quien fue
rotundo al hablar).
Segundo, preservar las fuentes hídricas.
Los ecosistemas esenciales para el ciclo hidro-
lógico ostentan en Colombia diversos pero
avanzados grados de deterioro y contamina-
ción, todo lo cual ha llevado al Ideam a advertir
sobre el grave riesgo de desabastecimiento de
agua que amenaza al 69% de los colombianos
a la vuelta de solo 17 años, es decir en el 2025
(Expomotivos, www.ecofondo.org).
De ser la segunda potencia hídrica en el mundo pa-
samos al número once, todo lo cual ha repercutido
en la calidad de vida de los y las colombianas, con tan
solo decir que ríos como el Magdalena han dejado
de producir bocachico (que ahora importamos del
río Mekong de Vietnam o de Argentina) sabremos
los resultado del deterioro de las fuentes de agua.
La gente ha dejado de comer pescao y eso re-
percute en problemas de salud, yo fui criado
con pescao, con el cachaco que se da en las
orillas pero hoy en día el pescaíto es muy po-
quito, llega sin alientos y no trae la misma pro-
teína de antes y los hijos se crían descalcificaos,
mientras que a nosotros que nos criaron con
buen pescao no nos duele nada. Si estuviera
frente a Uribe le exigiría que nos diera herra-
mientas de trabajo, no para destruir sino para
construir, a nosotros los ribereños nos hacen
falta más conocimiento, si nos capacitan, si
nos dicen miren no haga esto porque el río se
acaba… pues ayudaríamos a protegerlo, hemos
abusado del río por ignorancia y es el Estado el
encargado de sacarnos de ella. Si el gobierno
olvidó a las comunidades cómo no iba a olvidar
Planes de vida Internacional Documentos
 Diciembre de 2008
al río (palabras del pescador Miguel Ángel Yara
a orillas del otrora río Grande de la Magdalena
y a la altura de Flandes).

Tercero, darle categoría constitucional al agua como

derecho fundamental de las y los colombianos.
“Que la vida es un derecho fundamental y acá ma-
tan a diario”, dicen unos y en parte tienen razón. En
esa medida es importante que al Referendo “se le
meta gente”, lo que significa que el asunto vaya más
allá de la sumatoria de firmas. La apuesta debe ser
que con esta coyuntura que no tiene distinción al-
guna se teja un movimiento social nuevo, renovado,
sin los vicios de las viejas dirigencias apoltronadas
en el poder. Empero, es importante distinguir entre
“cosas que se mueven” a tener un movimiento, so
pena de terminar viendo lo que aún no tenemos o,
como dice la sabiduría popular tan venida a menos
últimamente, “montar la bestia antes de ensillar”.
Entre otros, el gran reto es “blindar” el Referendo de
cualquier intento de usufructo por parte de actores
políticos, sociales o de cualquier otra índole. Así, y
en la medida en que siguen llegando y sumándose
intenciones frescas e ideas renovadas el Referendo
será propiedad de las bases. Visto así, este ejercicio
se convierte en un reto para la sociedad civil colom-
biana, más aún cuando la coyuntura actual deman-
da ideas creativas y propuestas ágiles que tendrían
muy buena acogida. Propuestas que no sonaran a
nada y lo fueran todo; inodoras pero oliendo a lo
bueno del jardín. En un país polarizado el ejercicio
desde las organizaciones debería ser también el de
preguntarse qué han hecho hasta ahora y al cabo de
tantos años de existencia, de recursos, de posibilida-
des, qué hemos construido, qué estamos haciendo

Vengan y firmen acá, no pierden nada. Yo soy

viejo, soy don Chucho y me tomé el micrófo-
Marta Rojas

no para invitarlos a que firmen el referendo

por el agua y la vida. Como ven soy viejo así

53
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Carlos Gómez ]
 que es por sus hijos. Este referendo no es para
ETNIAS & POLÍTICA

molestar a alguien, es para salvarnos todos.

Si la gente firma es que quiere un precio justo
del agua, que se comprenda eso, vamos a pa-
gar porque hay que transportar el agua y eso
necesita gente, pero no vamos a pagar por el
agua. ¡Venga y firme compañero, aquí hay in-
genieros, abogados, vendedores ambulantes,
mucha gente… aquí estamos todos! ¡Vengan,
firmen este referendo, dejen de pelear en su
casa, dejen de quejarse, acérquese señor con
cariño y firme. ¡El agua no es para que se enri-
quezca alguien, no, los que le quieren quitar el
agua a los pobres son diablos y nosotros debe-
mos protegerla! Esos muchachos que están re-
cogiendo firmas son valientes, son necesarios,
hay que felicitarlos y agradecerles por luchar
por la comunidad. Son gente sana. ¡Vengan se-
ñores y firmen este Referendo que es de suma
importancia (palabras de un transeúnte por las
calles de Neiva que se sumó a una jornada de
recolección de firmas).

Cuarto, garantizar un mínimo vital gratuito para

toda la población y con equidad de género. Según
Naciones Unidas, el mínimo de agua que demanda
cualquier ser humano para poder subsistir oscila en-
tre los veinte y cincuenta litros día. En la actualidad
más de 10 millones de colombianos y colombianas
no toman agua potable, así lo ha constatado la De-
fensoría del Pueblo en su segundo informe sobre el
tema dado a conocer el año pasado.

Soy habitante de Granjas Comunitarias, es-

tos son terrenos propios, no somos invasión.
Nosotros no tenemos el precioso líquido en
nuestras casas, aquí hay una quebrada cerqui-
tica se llama El Venado y nos sirve para lavar la
ropa. En tiempo de lluvia una sale a lavar allá,
Archivo Cecoin

el problema es que mucha gente hace ahí sus

necesidades y entonces… imagínese, arriba hay

54
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Campaña por el referendo del agua ]
 unas marraneras y todo eso baja a la quebrada.
He visto mujeres embarazadas caminar con
toda esa ropa al hombro y subir. Antes no se
secaba pero ahora tenemos el problema que
cuando deja de llover queda totalmente seca,
pura piedra. Algunos habitantes de la comu-
nidad tienen aljibes, tienen su agüita, pero no
todos como en mi caso. Entonces le colaboro
a los señores de enfrente con la luz porque
deben bombearla con energía, me colaboran
llenándome el tanque para bañarnos, para el
lavadero. Cuando va a llover con ese pedazo de
canal ahí recojo agua lluvia en aquella alberca
grande y cuando veo que ha llovido harto re-
cojo agua en esas albercas y de esa agua lluvia
es de la que tomamos. Pero a veces hay unas
sequías impresionantes. Al agua lluvia le ex-
primo limón porque la loza me queda oliendo
a rico y segundo no voy a gastar tanta agua. Lo
otro es que aquí tenemos puro pozo séptico, yo
creo que eso puede contaminar los aljibes de
donde suplimos el agua para las necesidades”
(palabras de la señora Rosalía a los delegados
del Comité en Defensa del Agua y de la Vida
que la visitaron en su barrio en Neiva).
Es necesario atender las lecciones que a diario se
repiten. Es importante parar un segundo y, como
diría el poeta, “contemplar el pasado etapa por
55
Editorial Actualidad
[ Carlos Gómez ]
De ser la segunda potencia hídrica
Diciembre de 2008
en el mundo pasamos al número once,
todo lo cual ha repercutido
en la calidad de vida
de los y las colombianas,
etapa, baldosa por baldosa, y no para decirnos las
mentiras sino para cantarnos las verdades”. ¿Qué
se quiere decir con esto?… que el ejercicio del Refe-
rendo permitió vislumbrar un sinnúmero de líderes
y lideresas, de procesos e iniciativas invisibles e
invisibilizados en buena parte por nuestra arrogan-
cia; personas de aquí y de allá que no responden a
nuestra lógica organizativa. Nuestro reto es el de
poder asimilar este potencial que sin duda alguna
fue el éxito del Referendo, asimilarlos antes que
cooptarlos, aprehenderlos antes que incorporarlos,
entenderlos antes que nos entiendan.
Enhorabuena se oxigena la sociedad civil colombia-
na organizada. Ésta es una muy buena oportunidad
para que todas y todos salgamos del ostracismo
organizativo en el que estamos imbuidos y con hu-
mildad entendamos que el pueblo colombiano está
afuera… más allá de las propuestas discursivas que
nos han acorralado, encarcelado y asfixiado.
Planes de vida Internacional Documentos
P La n e s d e v i d a El “Pensamiento Salvaje” del “Indio Moderno”:
los planes de vida
como proyecto político
y económico

Hablar sobre los planes de vida de los pueblos indígenas en Colombia de

manera analítica y crítica resulta problemático, por una razón simple: los
planes de vida buscan la permanencia de la tradición indígena a través de
formas alternativas de economía basadas en tal tradición, pero sin ignorar
que existe una economía nacional capitalista y moderna, que afecta la
vida económica indígena, y aceptando la necesidad de interactuar con
esa economía nacional. Así que señalar sus problemas (como han he-
cho varios autores como Acosta, 2003; Gow, 1998; Vasco, 2003; Pa-
dilla, 1996) resulta “no grato” (por buscar alguna expresión), pues
parecería que la crítica no quisiese reconocer que la búsqueda
de esa economía alternativa es el resultado de un esfuerzo
actual e histórico de los pueblos indígenas. Y resulta bastante
“antipático” porque puede interpretarse como una forma
de nostalgia por el indio vestido de guayuco, encerrado en
su resguardo, que no reconoce el derecho de los pueblos in-
dígenas de tener acceso a los bienes de la “mo-
dernidad”, sea en forma de mercancías
o en forma de pensamiento, ejercicio
de derechos ciudadanos o capacidad de
acción política.

Aun así, creo necesaria una reflexión crí-

tica sobre los planes de vida, que al abrir

Diana Granados
preguntas sobre estos, permita fortalecer la bús-
queda de los pueblos indígenas por la permanen-
cia y el ejercicio de su autonomía. Pero el logro de
esa permanencia no puede limitarse a la búsque-
da de formas alternativas de economía o desa-
rrollo que interactúen con el capitalismo, pues el
capitalismo se alimenta justamente de esas eco-
nomías periféricas (como explican Wallerstein,
1979; Escobar, 1998; Comas, 1998; Mintz, 1996;
Wolf 1982, para mencionar a algunos autores).
¿Y esto quiere decir que los indígenas han hecho
un esfuerzo incompleto o insuficiente? ¿Que su
lucha es ilegítima? ¿Que es necesario llevarles la
“buena nueva” que anuncia la llegada de una eco-
nomía que trascenderá y superará el capitalismo,
para que ellos se subordinen a la vanguardia de
otros sectores sociales que les conducirán hacia
allí, porque ellos son incapaces de lograrlo?
No.
Pero los pueblos indígenas se han planteado
una reflexión que, de una manera u otra, les ha
conducido a entender aquello que, de manera
enredada, plantean los investigadores o analistas
que han escrito sobre la relación entre la econo-
mía “moderna” del capitalismo y la permanencia
de las culturas de los pueblos indígenas. Y esa re-
flexión puede verse en la ejecución de los planes
de vida de los pueblos indígenas, en las meto-
dologías de trabajo para su elaboración, y en los
textos que los sistematizan, donde los hay.
Lo que no está claro aún es si la solución a esa
encrucijada está más cerca. Si la búsqueda de una
economía alternativa puede lograr una relación
con la economía capitalista nacional que no impli-
que la autodestrucción de la propuesta alternativa.
Esta es una pregunta necesaria para la búsqueda
Mauricio Caviedes
Antropólogo, Universidad Nacional de Colombia. Investigador de Cecoin.
de propuestas de nuevas economías, indígenas o
Diciembre de 2008
no. Pero los planes de vida pueden brindar pistas
para el análisis crítico de este problema.
Kuwai y Ñapiríkuli
Existe una respuesta de bolsillo a la pregunta
planteada: los pueblos indígenas tienen la tradi-
ción, que es propia; pero tienen derecho también
al mundo “occidental”, aunque eventualmente
el mundo occidental puede afectar de manera
negativa la vida indígena; por eso los indígenas
pueden mantener la tradición y tomar algunas
“cosas buenas” de Occidente. Y esto, en principio
parece irrefutable. Los pueblos indígenas pueden
ir y venir del mundo indígena al mundo del blan-
co y tienen derecho a hacerlo, sin duda.
En el río Guainía escuché alguna vez una narra-
ción de la tradición curripaco. He buscado esta
narración y la he encontrado de manera frag-
mentada en algunos textos (en especial en Rojas,
1997), pero difieren de aquella que yo escuché.
Quisiera narrar aquí la versión que registré en
mis notas de campo en 2001, para plantear mi
interpretación de ella y su relación con la encru-
cijada de los planes de vida. Espero no tergiversar
su contenido al tratar de resumirla.
La historia cuenta el origen y muerte de uno
de los personajes centrales de la mitología del
pueblo curripaco: Kuwai, quien se convierte en
la flauta que lleva su nombre, y con la cual se
celebraba en la tradición el paso de la infancia a la
vida adulta de los hombres curripaco.
Kuwai, en la historia, nace de una relación sexual
incestuosa y prohibida entre Ñapirríkuli (héroe
mitológico de los curripaco, que defiende al ser
ETNIAS & POLÍTICA

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
 La permanencia no puede limitarse

Diciembre de 2008
a la búsqueda de formas alternativas
de economía o desarrollo
que interactúen con el capitalismo,
pues el capitalismo se alimenta
justamente de esas economías periféricas

humano pero también lo reprende a la manera

de un padre protector) y su tía Amaru. Por ser el
fruto de una relación incestuosa, Kuwai nace con
un cuerpo monstruoso. Su cabeza y su cerebro son
descomunales y su voz retumba. Ñapiríkuli decide
esconderlo de su madre, enviándolo al cielo, a ser
criado por los gavilanes. Sin embargo, en la tierra,
los jóvenes conocen su historia y piensan en él, ela-
borando artefactos con tambores y cucarrones para
simular su voz.

Al escuchar que esto sucede, Kuwai baja a la tierra, se

presenta ante los jóvenes y les promete prepararlos
para adquirir los conocimientos divinos que posee.
Destapa entonces sus sesos y extrae parte de ellos,
para que cada uno los consuma. De esta manera los
convierte en sus discípulos e inicia con ellos el ritual
de transmitir su conocimiento, para lo cual los jóve-
nes deben someterse a una estricta dieta.

El encuentro entre Kuwai y sus discípulos sucede a

escondidas de los padres, cuando estos abandonan
la comunidad para trabajar en el conuco o para pes-
car y cazar. Pero al volver, en la tarde, los jóvenes se
niegan a comer, excusándose en que van al río a ba-
ñarse. Los padres preocupados deciden preguntarle
a Ñapiríkuli qué ocurre y Ñapiríkuli decide escon-
derse en la comunidad, adquiriendo la forma de un
pájaro, mientras los padres se van a trabajar.

Descubre entonces lo que ocurre entre los jóvenes

Diana Granados

y Kuwai y decide presentarse ante ellos en forma

humana, desafiando a Kuwai. Ante el desafío,

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
ETNIAS & POLÍTICA
Archivo Cecoin
Kuwai destapa sus sesos y le da de comer de ellos a
Ñapiríkuli, convirtiéndolo también a él, su propio
padre, en discípulo de su conocimiento. Ñapirikuli
se ve obligado entonces a seguir la dieta que Kuwai
le ha impuesto, pero fragua un plan para obligar a
Kuwai a abandonar la tierra y su influencia sobre los
jóvenes.
Estando sólo con los jóvenes, los engaña, tentándo-
los a comer frutos de la selva junto a una piedra, para
luego advertir a Kuwai de tal desobediencia. Kuwai
enfurece y conduce a los jóvenes hacia una piedra
con una gran abertura, que es su propia boca, donde
los engulle. Ñapirikuli prepara mientras tanto una
hoguera con maderas de todo el bosque y, con ayu-
da de los animales, engaña a Kuwai embriagándolo,
para luego obligarlo a vomitar a los jóvenes que ha
engullido y a bailar toda la noche, cantando el cono-
cimiento que posee. Es entonces cuando Ñapiríkuli
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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
lo desafía y lo lanza a la hoguera que ha preparado,
quemándolo vivo en ella.
Kuwai se convierte en humo y cenizas, y su padre se
inclina sobre ellas para llorar, pero justo entonces,
crece un árbol gigantesco de las cenizas de Kuwai.
Ñapiríkuli busca ayuda de las ardillas para cortar
el árbol, del cual elabora una gran flauta, que al
sonar retumba, pues su sonido es la voz de Kuwai
y el conocimiento que hay en ella. Pero Amaru, la
madre de Kuwai, escucha el sonido de la flauta y con
ayuda de otras mujeres la roba, escondiéndola en su
vagina.
Al hacerlo, las relaciones entre el hombre y la mujer
cambian, pues ellas adquieren los conocimientos
que el sonido de la flauta contiene. Las mujeres po-
seen entonces el poder político, se dedican a la caza,
la pesca y la medicina tradicional, mientras los hom-
Internacional Documentos

Archivo Cecoin-OIA
bres sufren la dura carga del trabajo agrícola. Por ello
Ñapiríkuli se propone recuperar la flauta y en una
dura y larga lucha contra Amaru, la flauta vuelve a
su poder, restableciendo el equilibrio del mundo.
Según la tradición, la flauta no puede ser vista por
las mujeres y éstas están obligadas a esconderse en
el bosque durante la ceremonia de paso a la vida
adulta de los hombres jóvenes, en la cual los hom-
bres bailan y escuchan consejos de los ancianos
mientras retumba la flauta, para luego ir al bosque
a realizar una serie de pruebas (de cacería y también
de recolección de frutos) y demostrar su virilidad, en
la medida en que logran realizar aquellas actividades
económicas atribuidas al hombre según la tradición.
Con la llegada de las misiones protestantes de las
iglesias norteamericanas, como la “Misión de las
nuevas tribus”, el Instituto Lingüístico de Verano y la
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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Mauricio Caviedes ]
Diciembre de 2008
misión de Sofía Müller (misionera norteamericana
que logró el control religioso de varios pueblos indí-
genas de la Orinoquia-Amazonia), la gran mayoría
de los curripaco se convirtieron a la religión “evan-
gélica” (como la llaman en la región). Ayudaron a
los misioneros a traducir el nuevo testamento a su
propia lengua y aceptaron el dictamen de los mi-
sioneros, que prohibía la práctica de ciertas formas
de medicina tradicional y del ritual de paso a la
madurez de los hombres, porque estaba asociado
con Kuwai, a quien asimilaron en la prédica a una
versión indígena del “diablo” cristiano. Ñapiríkuli, en
cambio, fue representado como una versión indíge-
na del Jesús cristiano (una estrategia evangelizadora
similar se dio en otros pueblos indígenas por parte
de las misiones católicas, como lo registran Pineda
Giraldo y Gutiérrez de Pineda en el caso de los Em-
bera [1998]).
Internacional Documentos
 La relación entre el mundo indígena
ETNIAS & POLÍTICA
y el mundo no indígena
en el mito de Kuwai
Al satanizar literalmente a Kuwai y las prácticas
tradicionales asociadas a él, los misioneros no sólo
lograron el abandono de una práctica tradicional o
de un ritual indígena. Al hacerlo cerraron un espacio
fundamental para la educación propia: el ritual de
paso a la madurez, que implicaba la preparación del
joven indígena desde su niñez. E implicaba también
la preparación del niño en los conocimientos del
bosque, de la pesca y de la recolección de frutos. Pero
también del lenguaje de la mitología, que es diferen-
te al lenguaje cotidiano del idioma curripaco. Y tam-
bién, naturalmente, el uso de la flauta tradicional.
En otras palabras, condenaron espacios importantes
de educación propia en los que el pueblo curripaco
educaba a sus hombres jóvenes. Condenaron las
formas indígenas de trabajar y relacionarse con la
selva, con la pesca y con la caza.
Archivo Cecoin
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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
En el mito, Kuwai no representa simplemente un ene-
migo de Ñapiríkuli. Representa también el conoci-
miento de la selva y el conocimiento para la madurez.
Su voz transmite ese conocimiento que se materializa
en el sonido de la flauta. Los misioneros interpretaron
con agudeza el mito y convirtieron al héroe trágico de
la narración en el villano de Occidente.
Kuwai es, en el mito, el pensamiento tradicional.
Quien lo posee, posee el poder. Por ello los hombres
y las mujeres luchan por conseguir el conocimiento
de Kuwai, a través de la posesión de la flauta, pues
entre hombres y mujeres hay una tensión por el po-
der a través del conocimiento.
Pero Kuwai representa el paso a la madurez también
en otro sentido. Al luchar contra su propio padre, al
tratar de liberarse de su control, utilizando el cono-
cimiento, Kuwai busca lograr su propia madurez,
su lugar en el mundo “terrenal”, fuera del control de
Ñapiríkuli, quien lo desterró desde su niñez, conde-
nándolo como consecuencia del incesto que el mis-
mo Ñapiríkuli, su padre, había cometido.
Internacional Documentos
 Las mujeres poseen el poder político,

Diciembre de 2008
se dedican a la caza, la pesca
y la medicina tradicional,
mientras los hombres sufren
la dura carga del trabajo agrícola.

Kuwai representa también la capacidad de liberarse

de la dominación a través del conocimiento tradi-
cional: la dominación del hombre sobre la mujer, la
dominación del padre sobre el hijo. Kuwai represen-
ta la independencia del pensamiento.

Al condenarlo imponiendo la representación de

Cristo y el diablo, la religión “evangélica” convierte
al pensamiento libre e independiente del pueblo
curripaco en un motivo de vergüenza en el mundo
occidental. Mundo que, en la década de los cincuen-
ta llegaba al río Guanía y al río Inírida a través de
los misioneros, junto con las mercancías que ellos
traían: linternas, machetes, botas de caucho, moto-
res fuera de borda, radios de telecomunicaciones,
gasolina, motosierras y, naturalmente, capital en
forma de dinero. Mercancías que cambiaban por
fuerza de trabajo indígena.

Planes de vida, mitos, mercancías

y dominación económica
En el plan de vida del pueblo curripaco, publicado
por la ONIC, no aparece el mito de Kuwai. Aparece
el mito del origen del ser humano y el origen de los
indígenas y los blancos. Allí se narra cómo el dios
creador de la humanidad, Dzuri (Yuuri en algunas
versiones) hermano de Ñapiríkuli, sopla sobre el ser
humano el tabaco para darle vida. Y entrega desde el
primer momento a los indígenas el arma más pode-
rosa: el rifle. Pero los indígenas, al recibirlo, no logra-
Diana Granados

ron sostenerlo por su peso y no pudieron disparar. Al

ver que los indígenas habían fracasado en el uso el

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
 imponiendo la representación de Cristo
ETNIAS & POLÍTICA

y el diablo, la religión “evangélica”

convierte al pensamiento del pueblo
curripaco en un motivo de vergüenza
en el mundo occidental.

arma de fuego, les entrega el arco y la flecha y los ve

salir “contentos a flechar”. Pero el dios creador que-
da triste, porque los indígenas han perdido el arma
más poderosa, mientras que los blancos la toman en
sus manos y la dominan de inmediato, garantizán-
dose el lugar del poder en el que hoy se encuentran
(ONIC, 2002).

No queda duda de que esta versión del mito creador

muestra cómo las herramientas manufacturadas,
adquiridas a través del dinero y el comercio, apare-
cen como más efectivas, más útiles y más poderosas
que aquellas creadas y elaboradas por los mismos
curripaco para su trabajo. Por eso el creador de los
curripaco vive triste, porque los indígenas han perdi-
do las herramientas más poderosas, que pertenecen
(¡por decisión divina!) al “blanco” (ONIC, 2002).

Lo que importa aquí es lo que el mito significa, lo

que expresa y explica sobre la relación entre las for-
mas de vida “propias” y las formas de vida no indí-
genas. Sin duda los mitos reflejan el sincretismo y el
encuentro entre la cultura occidental. Tal vez antes
de la llegada del hombre blanco hubo “otros mitos”,
pero lo que importa es lo que estos nos dicen hoy
sobre la relación entre indígenas y no indígenas.

Posiblemente la cultura Tukano, o Murui, o Nasa, o

Guambiana, igual que la cultura curripaco, no son
una unidad completa y articulada, un todo sistémi-
co, como propone el concepto clásico de cultura en
antropología (Malinowski, 1949, 1948; Carrithers,
2000; Comas, 1998). Sin duda está permeada, cru-
zada con la occidental. Es difícil poner esto en duda y

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
 Por eso el creador de los curripaco

Diciembre de 2008
vive triste, porque los indígenas han
perdido las herramientas más poderosas,
que pertenecen (¡por decisión divina!)
al “blanco”.

carece de sentido esperar que los pueblos indígenas

“extraigan” lo occidental que ya está incrustado en
los mitos, la vida diaria, la vida cotidiana. Pero esto
no impide señalar que, en el encuentro entre el
mundo indígena y el “mundo blanco”, se desencade-
nan fuerzas que permiten la dominación de aquello
que se representa como proveniente del mundo
“blanco”, mientras que subordina lo que proviene
del mundo “indígena”. Aunque la diferencia entre
“blanco” e “indígena” no sea una realidad objetiva.
Pero sí es una categoría que aparece en la manera en
que los mismos pueblos indígenas explican sus for-
mas de vida y su relación con la sociedad nacional.

Lo que en estos mitos se narra sobre la dependencia

de las mercancías manufacturadas y la relación entre
el conocimiento y el poder económico, así como su
manifestación en la relación entre hombre y mujer,
es cuidadosamente descrito por Gros (1991) para
explicar cómo la introducción de las herramientas
occidentales en las formas de producción indígenas,
y la división sexual del trabajo entre el hombre y la
mujer tukano conducen a la sobreexplotación de la
fuerza de trabajo de la mujer y la dependencia indí-
gena del capital.

Correa explica, por su parte, cómo la dependencia

del capital y de las mercancías manufacturadas en
el Amazonas son resultado de un proceso históri-
co cuyos inicios se remontan hasta la época de la
explotación de la mano de obra indígena a través
Diana Granados

de la economía del endeude para la extracción de

caucho. Este proceso se extiende a lo largo del siglo

65
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
 XX, reproduciéndose en la economía de los cultivos
ETNIAS & POLÍTICA

de coca y el control ilegal de la fuerza de trabajo

indígena en la segunda mitad del siglo XX. Y sus con-
secuencias permanecen hoy en las formas de vida
de los pueblos indígenas del Vaupés, que buscan
estrategias en las formas de organización social para
resistir la imposición de Occidente (Correa 1996).

Uno de los argumentos importantes que propone

Correa es que la dependencia de la economía capi-
talista entre las comunidades indígenas amazónicas,
al hacer parte de una transformación histórica de
largo plazo, se ha convertido en un factor estructu-
ral de la vida indígena (Correa, 1996) y no consiste
simplemente en la búsqueda caprichosa de prestigio
en la comunidad a través de las mercancías, como
algunos antropólogos han sugerido; crítica que
elabora Correa (1996). En ello coincide con Gros,
quien sugiere que en la división sexual del trabajo
hay también una influencia estructural sobre la vida
indígena (Gros, 1991).

Capitalismo frente
a economía indígena: versiones
pesimistas y versiones optimistas
La introducción de la lógica del endeude y la intro-
ducción de las nuevas herramientas, las mercancías,
la transformación del ritmo y el nivel de producción,
se convierten en cambios que pueden ser vistos des-
de una perspectiva que reivindica la “apropiación”
de lo occidental por parte de los pueblos indígenas
(varios de los artículos publicados en este volumen
coinciden con esa mirada: Villegas, 2008; Rosas,
2008; Múnera, 2008; Millán, 2008; pero también
es posible encontrarla en Gow, 1998; Gros, 2000;
Laurent, 2005), o desde la perspectiva que ve allí for-
Diana Granados

mas de articulación y subordinación al capitalismo

(Findji, 1977; Vasco, 1975 y 2002; Acosta, 2003).

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
La perspectiva con la que se aborda la idea de cultura

Diciembre de 2008
juega un papel central en la manera en que se analiza
este fenómeno en favor de la hipótesis de la “apro-
piación” de Occidente y su economía por parte de los
indígenas, o en favor de la hipótesis de la articulación
de las formas de producción indígena por parte del
capitalismo “occidental”. Las teorías antropológicas
oscilan por ello entre las dos opciones. Por un lado la
tradición funcionalista, en su concepto de “cambio
cultural”, o a veces “aculturación” o “transcultura-
ción” (Malinowski 1949), sugiere que en el encuen-
tro entre dos culturas, entendidas como formas de
pensamiento ligadas a la organización social y las
estructuras sociales y económicas, Occidente tiende
a insertarse en la cultura indígena, obligándola a
cambiar, aunque este cambio ocurra en un contexto
de tensión, en el cual la cultura indígena no es del
todo pasiva. Otros autores analizan la cultura como
una superestructura que se deriva del modo de pro-
ducción; para ellos, la cultura es una manifestación
en la ideología, el pensamiento y la cosmovisión, de
una forma de organización social para el trabajo. En
esta perspectiva, si cambia la base de la producción
económica (las formas de división del trabajo, la
tecnología, las herramientas, la relación de propie-
dad de los medios de producción), cambia también
la superestructura que se deriva de ella, es decir, la
cultura (ver, por ejemplo Godelier, 1974). Esta mira-
da clásica acepta la idea de cultura como un sistema
estructurado que abarca el pensamiento y las formas
de organización social, y supone que la inserción de
herramientas o formas de producción “occidental”
de la sociedad mayoritaria capitalista resulta en un
deterioro de la cultura indígena que la subordina.

En contraste, algunos autores influidos por la mira-

da estructuralista, por una parte, o por las interpre-
taciones semiológicas de la cultura, aunque aceptan
Diana Granados

la idea de cultura como un todo que permite inter-

pretar el mundo, suponen que esta no depende de

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
 las formas de organización social política y econó-
ETNIAS & POLÍTICA

mica, sino que es el filtro con el cual esas relaciones

estructurales se interpretan. Es decir, las formas
de producción y las estructuras de poder pueden
cambiar, pero la cultura, como instrumento inter-
pretativo de la realidad, permanece. De esta mane-
ra, al introducir mercancías no indígenas o formas
de producción no indígena, en la cultura indígena,
esta permite entender esas nuevas herramientas
y relaciones económicas desde la lógica indígena y
no desde la lógica occidental. Allí habría una “apro-
piación” o, en otras palabras, una interpretación y
un uso indígena de lo occidental (por ejemplo, en
los análisis de Wachtel 1976; en Caviedes [2007] se
intentan clasificar los debates de la literatura antro-
pológica en Colombia sobre el tema).

Pero una corriente más contemporánea piensa en

las relaciones económicas entre el capitalismo y los
pueblos indígenas o las “sociedades no occidentales”,
intentando renunciar a la idea de culturas separadas,
para sostener que la cultura, especialmente la “cultu-
ra no occidental”, es una ficción del proceso colonial
de Occidente hacia los pueblos indígenas y no occi-
dentales, con la cual se legitima el usufructo que el
capitalismo obtiene de las economías no capitalistas
(ideas críticas propuestas por investigadores como
Wallerstein, 1979; Wolf, 1982; Mintz, 1996 entre los
autores norteamericanos). Visión crítica que enfati-
za en la condición de dependencia de las economías
indígenas o no occidentales en el capitalismo.

Algunos autores parten de esta crítica al concepto

de cultura para señalar que, lo que se busca enfatizar

la perspectiva “optimista”
enfatiza la búsqueda de la perviviencia
de los pueblos no occidentales
contra la imposición capitalista.

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
 con la idea de cultura es justamente la diferencia

Diciembre de 2008
entre aquellas comunidades indígenas y no occi-
dentales, marginales al capitalismo, diferencia que
construye identidades en esas comunidades que el
capitalismo está dispuesto a reconocer y celebrar,
pues esta ficción de la diferencia le permite sostener
una relación de explotación hacia ellas. Ejemplifican
sus hipótesis en las experiencias de pueblos indíge-
nas que conservan la apariencia de una tradición
fuerte y arraigada (en su vestimenta, en su lengua
propia, etc.), pero mantienen relaciones económi-
cas de desigualdad y explotación en la lógica capita-
lista al interior de sus comunidades y en su relación
subordinada con Occidente (Comas, 1998, defiende
esta mirada desde un análisis de las teorías de la an-
tropología económica).

Argumentando también la relación desigual entre

Occidente y sus colonias, y la promesa del desa-
rrollo como una trampa política que reproduce la
dominación, algunos investigadores, especialmente
investigadores de origen latinoamericano y asiático,
pero formados en academias norteamericanas,
han utilizado el análisis del discurso para señalar
una postura política crítica explícita según la cual,
la aceptación del discurso del desarrollo legitima la
relación de explotación desde Occidente hacia las
antiguas colonias, que hoy lo siguen siendo bajo la
denominación de “tercer mundo”. Estos autores ar-
gumentan que el surgimiento de nuevos movimien-
tos sociales y búsquedas por el reconocimiento de
autonomías territoriales e identitarias, al renunciar
a la promesa del desarrollo, se convierten en pro-
puestas para superar las relaciones desiguales entre

Se trata de una mirada “pesimista”

en tanto enfatiza la consecuencia
Diana Granados

de la pérdida de las tradiciones indígenas

o la explotación económica de éstas.

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
 La participación de la producción
ETNIAS & POLÍTICA

indígena y campesina en la economía

cafetera muestra claramente que
la fuerza de trabajo indígena alimenta
el capitalismo, subordinándose a él,

Occidente y sus colonias (ver, por ejemplo, Escobar,

1998; Asad, 1987).

Finalmente, autores franceses, en especial Theret

(2007), han retomado el análisis de Marcel Mauss
y las influencias de Braudel para alimentar una re-
flexión según la cual la cultura y la economía están
relacionadas a través de formas de intercambio en
las cuales la moneda representa la aceptación de
una subordinación a cierto orden político, articu-
lado al Estado-nación y a la economía mundial. La
moneda, en otras palabras, materializa la acepta-
ción cultural de una jerarquía política (esta última
mirada ha tenido poca influencia en el análisis de los
procesos económicos indígenas en Colombia, tal vez
porque sus defensores se asocian más a la historia y
la sociología que a la antropología).

La relación de las culturas o sociedades indígenas

y no occidentales con el capitalismo moderno, ha
sido explicada, entonces, desde dos miradas. Una de
ellas es la mirada de la apropiación, según la cual los
pueblos indígenas y no occidentales toman la lógica
de la economía capitalista y la ponen a jugar a su
favor, para pervivir como pueblos y culturas. Sugiero
llamar a ésta la perspectiva “optimista”, porque en-
fatiza la búsqueda de la perviviencia de los pueblos
no occidentales contra la imposición capitalista. La
segunda mirada sugiere que, en la relación con Oc-
cidente, los pueblos indígenas son atrapados por la
subordinación al capitalismo y obligados a abando-
nar sus culturas o a poner su pensamiento y formas
de organización social al servicio de la economía,
Liliana Múnera
perdiendo su sentido tradicional, desnaturalizándo-
se para desaparecer o pervivir en la aceptación de la
explotación y la dominación. Se trata de una mirada
“pesimista” en tanto enfatiza la consecuencia de la
pérdida de las tradiciones indígenas o la explotación
económica de éstas.
Planes de vida en Colombia
y versiones pesimistas y optimistas
Sería difícil presentar una visión totalmente esque-
mática donde los diferentes analistas puedan ser
clasificados de manera definitiva, pues quienes han

70
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
escrito sobre el tema, en general, admiten que un
fenómeno complejo, como la relación económica
de la sociedad nacional con los pueblos indígenas,
implica tanto apropiación como explotación y, en
sus análisis, han contribuido a entender la historia
y los procesos de los planes de vida. Pero es posible
identificar algunas tendencias sin caer en una clasi-
ficación estereotipada.
Entre los pioneros de la antropología que se refieren
al tema, Reichel-Dolmatoff (1968), y Dussán de
Reichel (1961; 1965), al sostener que en el proceso
de desarrollo de la economía latinoamericana no
hay más alternativa que la desafortunada desapari-
ción de la cultura indígena, se encuentran sin duda
en la perspectiva “pesimista”. De la misma forma
pueden entenderse las afirmaciones de Pineda
Giraldo y Gutiérrez de Pineda (1998), cuando obser-
van el miedo del pueblo embera a la relación con la
sociedad nacional y la transformación del mito, así
Carlos Gómez
71
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Mauricio Caviedes ]
se trata de una lucha contra el tiempo,
Diciembre de 2008
donde los pueblos indígenas tienden a
desaparecer, Porque entre la economía
nacional y la economía indígena hay una
relación de jerarquía política.
como de las formas de organización social y paren-
tesco tradicionales, como resultado de la imposición
misional. El análisis de Friede de los motivos de la
lucha indígena por la tierra tiende a complejizar el
tema, pues muestra cómo los pueblos indígenas
han apropiado el cabildo, que les fue impuesto du-
rante el dominio colonial para el control político y
la imposición del tributo, para convertirlo en instru-
mento de organización social y política en el periodo
republicano en la defensa de la propiedad colectiva
de sus territorios y las formas colectivas de produc-
ción económica. Propiedad y producción colectiva
Internacional Documentos
 La permanencia de los pueblos indígenas
ETNIAS & POLÍTICA

puede darse como una explotación

y un sometimiento (a la marginalidad y
la pobreza) a muy largo plazo
en el tiempo, como ha ocurrido durante
500 años.

que permiten su permanencia como pueblos, y su

autonomía política y económica frente a la sociedad
nacional, de la cual no pueden separarse, pues su
surgimiento como pueblos está ligado a las leyes de
la Colonia y al surgimiento de la República (Friede,
1976). Friede se encontraría en una perspectiva “op-
timista” en tanto resalta la capacidad de los pueblos
indígenas de apropiar los elementos económicos,
culturales y políticos para la permanencia. No obs-
tante, Friede señala la marginalidad de la economía
indígena, la miseria de la situación que resulta de la
usurpación de sus resguardos, y la indolencia de los
legisladores en Colombia, que se niegan a reconocer
el derecho al territorio.
En un lugar intermedio, pero con tendencia al “op-
timismo”, encuentro los análisis de Findji (1977),
Rappaport (1991) y Bonilla (1982). Findji señala de
manera directa el usufructo que la economía nacio-
nal obtiene de las formas de producción indígena y
la explotación de la fuerza de trabajo indígena por
parte de la sociedad nacional en la región del Cauca.
Findji señala una situación paradójica: mientras la
producción colectiva y de autoconsumo indígena le
permite a los pueblos indígenas en los resguardos
cierta independencia económica de la sociedad
nacional y un mayor bienestar, también permite
que su fuerza de trabajo en la producción de café
sea pagada por menor valor, pues los indígenas no
dependen de ese pago para el consumo de sus pro-
Archivo Cecoin

pios alimentos (Findji, 1977). Pero al mismo tiempo,

Findji señala, en la misma dirección de Friede, cómo

72
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
los cabildos pasaron de ser una imposición de la
Colonia y parte de la República, a un instrumento de
lucha y de organización política y económica, para la
recuperación de lo resguardos y la permanencia de
una economía comunitaria y colectiva, al ser apro-
piados como instrumento de acción política autó-
noma de los pueblos indígenas del Cauca.
Rappaport se remonta al periodo colonial para
señalar que la condición de pueblos indígenas que
hoy reivindican estas comunidades no es natural,
ni previa a la colonización, sino por el contrario, es
el resultado de decisiones políticas de diferentes co-
munidades que no se identificaban como una uni-
dad, pero que, en un momento histórico, decidieron
construir una alianza para evitar la imposición del
gobierno colonial español y defender el territorio en
el cual estaban asentados y que se veía amenazado
por la confrontación militar con los españoles. De
esta alianza política surge un proceso histórico que
se materializa en documentos coloniales escritos,
que adquieren valor político para quienes hoy habi-
tan los territorios indígenas del Cauca alrededor de
la identidad política construida en aquel territorio.
Esta identidad se revela en la memoria construida
por aquéllos alrededor de un héroe mitológico que
representa aquel momento de unión: Juan Tama.
La identificación con la lucha política que encarna
en Juan Tama aquel acuerdo por la defensa del te-
rritorio se convierte en la base que une la identidad
de quienes hoy se reconocen como parte del pueblo
nasa en el Cauca, alrededor de uno o varios cabildos
y organizaciones políticas como el Consejo Regional
Indígena del Cauca, surgidas mucho después, pero
apropiadas en favor de la defensa legal y política del
territorio indígena nasa (Rappaport, 1990).
Bonilla, en sintonía con la perspectiva de la apropia-
ción, retoma las figuras que perviven en la memo-
ria del pueblo paez (nasa) como figuras políticas:
73
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Mauricio Caviedes ]
Juan Tama, Manuel Quintín Lame y José Gonzalo
Diciembre de 2008
Sánchez, cuyas historias narran la “historia política
de los paeces”, en la medida en que estos líderes
entendieron y utilizaron en favor del pueblo paez los
instrumentos de dominación occidentales: la escri-
tura, la ley y las estructuras de organización social y
política (Bonilla, 1982).
El análisis de Luis Guillermo Vasco se encuentra, en
mi opinión, más cerca del énfasis “pesimista”, aun-
que en su postura política él se encuentre más cerca
de la organización política indígena, la defensa de las
recuperaciones de tierra, los derechos de los pueblos
indígenas y la permanencia de la cultura (Vasco
2003), como lo han estado Findji, Bonilla y Rappa-
port. Vasco acepta, junto con Friede, Rappaport, Bo-
nilla y Findji, que los pueblos indígenas (a los cuales
Vasco se refiere con el concepto de “nacionalidades
minoritarias”), han mantenido una identidad como
nacionalidad, en tanto conciben una cultura pro-
pia, unas formas de organización política y social
propias, y una economía propia que, sin embargo,
son el resultado de la relación de estos pueblos (o
nacionalidades) con una sociedad mayoritaria. Pero
desde sus primeros trabajos, Vasco ha resaltado
la manera en que la incorporación de mercancías,
relaciones económicas y relaciones políticas, ha
conducido a ver con vergüenza la tradición indígena
y desear el consumo de mercancías occidentales,
construyendo una relación de dependencia de los
pueblos indígenas hacia la venta de la fuerza de
trabajo, subordinando la cultura propia a la cultura
occidental en un fenómeno que Vasco denominó
no todos los planes de vida tienen como
perspectiva otro proyecto de sociedad.
Algunos tienen como proyecto
la articulación al capitalismo,.
Internacional Documentos
 los cabildos pasaron de ser
ETNIAS & POLÍTICA

una imposición de la Colonia

y parte de la República,
a un instrumento de lucha
y de organización política y económica.

en ciertos trabajos la “despersonalización” de la

cultura indígena (Vasco, 1975). En sus trabajos sobre
el jaibanismo, aunque señala la situación de perse-
cusión y consecuente pérdida de la cultura embera
y del jaibanismo, analiza el ejercicio del jaibanismo
y los esfuerzos de algunos jaibanás por resistir a la
persecusión y desaparición (Vasco, 1985). También
en sus varios artículos y trabajos en coautoría, rei-
vindica los esfuerzos del pueblo guambiano (y nasa
en menor medida) por la recuperación de tierras y
la lucha por la permanencia, a través de la recupera-
ción de la tradición cultural (ver, por ejemplo, Vasco,
2003; Vasco, Dagua y Aranda, 1993). Pero en sus
textos más recientes, en especial durante la década
de los noventa, enfatiza en la aceptación de parte
del movimiento indígena de una estructura política
y económica nacional que utiliza a los líderes y las
estructuras de organización social indígena para
alimentar un Estado subordinado al capitalismo, a
través de aparentes ventajas políticas y jurídicas para
estos pueblos, que en el fondo esconden la subordi-
nación de su cultura al comprar a las organizaciones
y los líderes indígenas con capital e inversión para un
desarrollo que sólo admite la existencia de la cultura
indígena cuando ésta no se interpone en la vía del
desarrollo capitalista, limitándola a una condición
ornamental (Vasco, 2002).

También en la perspectiva “pesimista”, Acosta sos-

tiene que el impulso que dio origen al plan de vida
del pueblo guambiano pudo estar inspirado en los
Diana Granados

principios de vida de este pueblo, en una lucha por

la conservación de la cultura propia y la percepción

74
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
del tiempo guambiano que parten de una cultura
propia. Cultura que los guambianos diferencian y
distancian en su pensamiento de la cultura nacional
capitalista, aunque en su vida cotidiana se junten o
entremezclen. Pero en el desarrollo y la elaboración
del plan de vida y, sobre todo en su ejecución, éste
queda subordinado al concepto occidental capita-
lista de planeación, que percibe el tiempo al ritmo
de la acumulación de capital, al ritmo del desarrollo
y del gasto de recursos, priorizando rubros de inver-
sión identificados a través de censos y diagnósticos
cuantitativos, por encima de los principios tradicio-
nales y el significado de aquello que los guambianos
conciben como “estar bien” (Acosta, 2003).
Por su parte, Gow participa de la versión “opti-
mista”, aunque igual que otros, señala elementos
contradictorios que oscilan entre la apropiación y la
subordinación. Gow analiza cómo los planes de vida
de los pueblos indígenas del Cauca se encuentran
entre la reivindicación de la tradición y el anhelo por
la modernización. Aquellos planes de vida que más
insisten en la tradición, sostiene Gow, conducen
finalmente a una propuesta más desesperada por
la articulación al capitalismo, como en el caso del
plan de vida del pueblo guambiano. Mientras que
los planes de vida que parten de la aceptación del
deterioro de la tradición pueden llegar a conciliar
mejor su búsqueda de acceso a la “modernidad”, al
utilizar para ello la tradición. Eso es posible, porque
en último término, la suposición de una cultura
tradicional, prístina y virgen es una ficción del co-
lonialismo y, por ello, quien habla en nombre de la
tradición le habla al capitalismo occidental, con el
propio discurso del capitalismo occidental. Con lo
cual falsifica a la cultura no occidental que pretende
representar. Según Gow, los planes de vida no son
más que la única estrategia inteligente posible en
un mundo donde el capitalismo se ha convertido en
un sistema planetario que estira sus tentáculos para
75
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Mauricio Caviedes ]
los pueblos indígenas han sido creativos
Diciembre de 2008
al utilizar la tradición para entrar
de la forma menos desfavorable posible
en la modernidad (Gow, 1998).
controlar hasta el último rincón de la vida humana.
Allí dentro, los pueblos indígenas han sido creativos
al utilizar la tradición para entrar de la forma menos
desfavorable posible en la modernidad, al apropiar
la lógica de la economía capitalista matizándola con
elementos de la tradición (Gow, 1998).
Finalmente, Laurent plantea una perspectiva “op-
timista” al explicar que tanto las reivindicaciones
de autonomía política de los pueblos indígenas,
como otras demandas y estrategias de organización
indígena, en especial la participación electoral, son
formas a través de las cuales estos pueblos buscan
su inserción en la “modernidad”, entendida no tanto
como economía capitalista, sino como espacio de
participación, acción y decisión política dentro de
la sociedad nacional. Laurent complejiza su análisis
explorando tanto las dificultades como las expe-
riencias aparentemente exitosas de acción política
indígena (entre ellas las demandas de los indígenas
constituyentes durante la asamblea nacional en
1991, por un “desarrollo regional autónomo”). Pero
sostiene que es necesario encontrar un equilibrio
entre la mirada de la “cultura esencialista” (Laurent
admite que la cultura tradicional es algo más que
un discurso político oportunista y coyuntural), y la
mirada de la cultura como discurso para el logro de
objetivos políticos. Propone que, en la demanda de
un desarrollo autónomo hay algo de ambos. Pero
sostiene que, no sólo en Colombia, sino en América
Latina, los movimientos indígenas han sido exitosos,
al utilizar formas propias de organización social, po-
lítica y económica, y combinarlas con elementos to-
Internacional Documentos
 mados de la sociedad occidental y apropiados para
ETNIAS & POLÍTICA
jugar con ellos a favor de sus metas (Laurent, 2005).
Esto es algo de lo que se ha escrito en relación con el
tema de planes de vida de los pueblos indígenas.
¿Pesimismo u optimismo? ¿Al fin qué?
Dejaré en claro que me considero incapaz de dictar
lo que los indígenas deben hacer con sus planes de
vida, igual que considero que esa es una decisión
que éstos deben tomar por su propia cuenta. Pero
creo que me es posible y, al mismo tiempo, tengo
derecho a explicar mi opinión, que en el peor de los
casos se sumará a las de otras personas que han es-
crito sobre el tema. Y en el mejor de los casos, tal vez
inspire nuevas ideas a indígenas y no indígenas que
se encuentren en el camino de buscar una nueva so-
ciedad, donde las relaciones humanas no se funden
sobre la explotación del trabajo de unos por otros.
Creo, entonces, que muchos antropólogos han
mostrado cómo, en muchas sociedades, existen
relaciones sociales mediadas por principios econó-
micos diferentes a los del capitalismo occidental. Sin
duda, trabajos clásicos (Malinowski, 1961 [1922];
Mauss, 2001 [1924]) mostraron que el intercambio
entre las sociedades no occidentales estaba ligado
a relaciones políticas que la economía liberal trata
de encubrir al suponer que el valor se establece
puramente por la relación entre tiempo y fuerza
de trabajo, para cuantificarlo en dinero. Si bien es
cierto que los pueblos indígenas o no occidentales
no están ni han estado por fuera del capitalismo, al
menos desde el siglo XVI, el énfasis que puso la an-
tropología clásica en entender la lógica “primitiva”
(para usar el vocabulario antropológico en el que
escribieron los clásicos) del intercambio no capita-
lista, no necesariamente indica que estas relaciones
económicas consideradas “primitivas” tuvieran que
ocurrir por fuera del capitalismo.
76
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
La participación de la producción indígena y cam-
pesina en la economía cafetera muestra claramente
que la fuerza de trabajo indígena alimenta el capita-
lismo, subordinándose a él, permitiendo la sobreex-
plotación del trabajo de la mujer, la explotación de la
fuerza de trabajo de los hombres jóvenes, a través de
la dependencia de las mercancías occidentales para
las formas de trabajo indígena, incluso dentro de los
resguardos (como lo muestran Findji, 1977; Vasco,
1975; Grupo de Trabajo Estudiantil Rexistiendo,
2008; Gros, 1991; Correa, 1996).
Y no cabe duda de que los planes de vida son estra-
tegias que mitigan los impactos de la dominación
y explotación del capitalismo a través de la relación
entre la economía nacional y la imposición del de-
sarrollo. Y estas estrategias pueden llegar a ser exi-
tosas para mitigar ese impacto como lo argumentan
muchas organizaciones indígenas (y lo muestran
Rosas 2008, Múnera 2008, Millán 2008, Gow 1998,
Laurent 2005).
Pero se trata de una lucha contra el tiempo, donde
los pueblos indígenas tienden a desaparecer, aun-
que su desaparición no sea el resultado abrupto
de la imposición de la economía nacional a través
de la parcelación de los resguardos, sino una des-
aparición diferida con la inversión de recursos del
Éstado (“transferencias”) y nuevas formas de ciuda-
danía. ¿Por qué? Porque entre la economía nacional
y la economía indígena hay una relación de jerarquía
política. Al suponer que las sociedades indígenas
pueden incorporar “lo bueno” de la sociedad nacio-
nal, se pasa por alto que la incorporación de lo na-
cional (en mercancías, tecnología, conocimientos,
relaciones sociales) es resultado de la dominación
y la utilización de la cultura indígena por parte y a
favor de occidente, como sucede con la explotación
de la fuerza de trabajo masculina y femenina en
la economía del café en la región andina (según
Internacional Documentos
Findji, 1977; Grupo de Trabajo Estudiantil Rexis-
tiendo, 2008), así como con la sobreexplotación de
la fuerza de trabajo femenina en el Vaupés, según
Gros (1991). Por eso, cada vez que se incorpora lo
occidental, se subordina y margina lo indígena: el
machete y el hacha de hierro reemplazan el hacha
de piedra, la sierra a motor reemplaza al machete,
el motor fuera de borda reemplaza el remo, el rifle
reemplaza la cervatana y el arco y la flecha.
¿Qué quiere decir esto? ¿Quiere decir que los pue-
blos indígenas tienen que renunciar a su relación
con Occidente, esconderse en la selva y renunciar
a las herramientas occidentales, recorriendo el
resguardo vestidos con nada más que hojas y fibras
vegetales elaboradas artesanalmente?
No.
Quiere decir que los planes de vida, cuando han sido
el resultado de un debate y un acuerdo explícito de
las comunidades indígenas sobre su relación con la
sociedad occidental y la economía nacional capita-
lista, pueden ser un paso adelante para lograr la per-
manencia de estos pueblos a pesar de los esfuerzos
del capitalismo por someterlos o acabarlos. Pero la
pervivencia de los pueblos indígenas no implica la
autonomía política y económica de éstos.
La permanencia de los pueblos indígenas puede darse
como una explotación y un sometimiento (a la margi-
nalidad y la pobreza) a muy largo plazo en el tiempo,
como ha ocurrido durante 500 años en los cuales han
desaparecido algunos de ellos, otros han perdido sus
tradiciones y su conocimiento, pero no han desapare-
cido todos, tal vez porque su existencia (en la margi-
nalidad o en la pobreza) es útil para el capitalismo.
Los ejercicios de economía solidaria, de trueques, de
producción y trabajo comunitario en mingas, de pro-
ducción organizada solidariamnente y producción
para el autoconsumo, son propuestas útiles, porque
77
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Mauricio Caviedes ]
La permanencia de los pueblos indígenas
Diciembre de 2008
puede darse como una explotación y un
sometimiento (a la marginalidad y la
pobreza) a muy largo plazo en el tiempo,
como ha ocurrido durante 500 años.
se basan en lógicas no capitalistas de producción.
Pero si el objetivo de esos ejercicios es entrar al ca-
pitalismo de manera menos desfavorable, su conse-
cuencia será el fortalecimiento del capitalismo por
un lado y de su propia marginalidad, por otro.
En cambio, si otros sectores de la sociedad nacional
siguen las propuestas de los pueblos indígenas de
ejercer y crear nuevas relaciones económicas en
una lógica no capitalista, teniendo como proyecto
la transformación de la economía nacional hacia
una economía que no se funde sobre la explotación
de la fuerza de trabajo, en la transformación de la
sociedad nacional hacia otra sociedad, ocurrirá el
reconocimiento de las formas de vida de los pueblos
indígenas, aunque estás también se transformarán,
pero en un ejercicio autónomo.
Sin embargo, si los pueblos indígenas y otros sec-
tores sociales no se proponen esa transformación,
es decir, si no tienen una propuesta de sociedad
diferente, no ocurrirá nada más que la permanencia
de las relaciones de explotación que mantienen a los
pueblos indígenas, campesinos y urbanos en la mar-
ginalidad y sin capacidad de tomar decisiones sobre
su condición.
El problema está en que no todos los planes de vida
tienen como perspectiva otro proyecto de sociedad.
Algunos tienen como proyecto la articulación al capi-
talismo, el abandono de las formas de vida tradicio-
nal. Por ello, algunos planes de vida, como algunos
discursos indígenas e incluso algunas tradiciones
mitológicas plantean como natural y necesaria la
Internacional Documentos
 creo que los autores de la corriente
ETNIAS & POLÍTICA
“pesimista” tienen razón al sugerir
que la estrategia de articulación
al capitalismo conduce a la desaparición
de las formas de vida, del pensamiento
y las formas de organización indígena,
es decir, de su cultura
superioridad de las formas de vida occidental a las
formas de vida indígena. Muchos mitos explican
el presente como una consecuencia directa de los
sucesos narrados por el mito. Es decir, que entre el
presente y el mito no hay un proceso, sino una con-
tinuidad en la que el mito ocurre en el pasado pero
también en el presente. Allí estaba, para Levi-Strauss,
la característica particular del pensamiento salvaje
(1964). Desde ese punto de vista, cuando el mito na-
rra la superioridad de las herramientas y formas de
vida occidentales y la subordinación de las indígenas,
está explicando el pasado y el presente también.
En resumen, creo que los autores de la corriente “pe-
simista” tienen razón al sugerir que la estrategia de
articulación al capitalismo conduce a la desaparición
de las formas de vida, del pensamiento y las formas
de organización indígena, es decir, de su cultura.
Aunque no necesariamente conducen a la desapari-
ción de los indígenas o de lo indígena. No obstante
soy optimista, no en el sentido de mi perspectiva de
análisis, sino porque creo en la posibilidad de que,
en algunos planes de vida exista el deseo de cambiar
esta sociedad hacia otra, insisto, donde las relaciones
económicas no se funden sobre la explotación de la
fuerza de trabajo. Allí donde existe ese tipo de planes
de vida, vale la pena fortalecer su ejercicio.
78
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Los planes de vida como proyecto político y económico ]
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79
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Mauricio Caviedes ]
P L A NEs d e V IDa Sobre los planes de vida de
los pueblos indígenas de Antioquia:
Una perspectiva étnica
y zonal para vivir bien

Presentación
Desde hace unos treinta años se han logrado consolidar las
lógicas de la planeación para el desarrollo. Esta forma de
pensar la vida y ordenarla, ha copado el pensamiento y el
conocimiento en todos los sectores de la sociedad colombiana,
por ejemplo en la vida académica se planifica y desarrollan activi-
dades en función de unos objetivos, en la empresa la racionalidad
de igual manera se equipa con este saber para generar su plusvalía,
la administración pública planea gastos en función de su capacidad
de recaudo y endeudamiento, la organización social se estatiza con mi-
siones y visiones, y en medio de esta situación el manejo de lo público y la
carrera para acceder a recursos precipita a los pueblos indígenas a la pérdi-
da de sus tradiciones, sus saberes y experiencia.

En la apuesta por conservar los usos y costumbres ancestrales los pueblos

indígenas y sus líderes, con el apoyo de sectores sociales, ambientalistas,
ONG y académicos han impulsado la reflexión y el desarrollo del deno-
minado etnodesarrollo, entendido como un nuevo paradigma que busca
vías para la construcción de un poder indígena, ejerciendo el derecho a
la autodeterminación, resistiendo al poder hegemónico que impone un
solo camino para llegar a la modernidad. Esta alternativa resiste a los
procesos de desarrollo y occidentalización de las poblaciones indígenas
y propone un desarrollo alternativo (Colajanni, 2002, p. 173), definido

Archivo OIA
desde el interior de los pueblos y basado en la rei-
vindicación de su identidad cultural y el derecho a
la autodeterminación.
Esta conceptualización presentada por Bonfil
Batalla no difiere mucho de la adoptada por la
OIA en su Plan de Etnodesarrollo de 1992.1 Desde
los inicios de la OIA en 1984, ha sido fundamental
establecer políticas para el ejercicio de la auto-
nomía territorial y el control del cambio social
distanciándose de las concepciones sobre socie-
dades estáticas que se confunden con sociedades
que conservan sus tradiciones.
Una sociedad que conserva sus tradiciones, les da
sentido histórico a sus símbolos y prácticas, las
reinterpreta y actualiza en su contexto, permi-
tiéndole garantizar su continuidad en el tiempo.
En palabras de Arturo Escobar “...el resultado
de articulaciones discursivas que se originan en
prácticas culturales existentes -nunca puras,
siempre híbridas, pero que muestran contrastes
significativos con respecto a culturas dominan-
tes- y en el contexto de condiciones históricas
particulares” (Escobar, 2001, p. 26), o como pro-
motoras de modernidades alternativas.
[1] Para la OIA el etnodesarrollo excluye la vía de
la integración para las comunidades indígenas,
y se presenta como alternativa política ensayar
formas de relaciones sociales, económicas y
culturales diferentes a las dominantes. No confunde
etnodesarrollo con dogma que excluye la posibilidad
de crítica de los valores tradicionales indígenas,
ni es una propuesta que de manera romántica
prefigure las sociedades indígenas como modelo de
realización. Esta forma de conceptuar deja abierta la
posibilidad de crear cultura y de enseñar alternativas
de vida diferentes a las propuestas homogeneizantes
nacidas con el capitalismo (OIA, 1992, p. 2).
Pablo Daniel Barrios,
Mauricio Hoyos Agudelo
Asesores Área de Planeación,
Organización Indígena de Antioquia.
En este escenario, y en función del modelo de
Diciembre de 2008
desarrollo, las organizaciones y líderes de co-
munidades indígenas de Colombia se han visto
enfrentados a una tensión entre las lógicas del
modelo, la apropiación de sus lenguajes; y la po-
sibilidad de otros caminos para el desarrollo. En
el primer caso, la manera de encarar la gestión de
los procesos comunitarios está ligada a la inclu-
sión en planes, programas, proyectos y acciones,
y en el segundo caso la necesidad es conservar y
fortalecer lo étnico como lugar privilegiado de
reconstrucción de proyectos propios de vida.
Esta tensión entre lo moderno y lo étnico, repre-
sentado en el mantenimiento de la identidad
socio-cultural ancestral, se ha hecho evidente
en el proceso de construcción de planes de vida
en Antioquia. Las lógicas del desarrollo y sus
procedimientos, y las formas propias de ver y
vivir la vida en las comunidades tienen grandes
dificultades para concertar y negociar temas de
inversión y cumplimento de los derechos por
parte de las instituciones estatales. En el mejor
de los casos, las comunidades quedan sumadas
a las estadísticas e intervenciones sin enfoques
diferenciales.
Con base en este contexto, y con el compromiso
de apoyar metodológicamente el proceso de
construcción de planes de vida para las comuni-
dades indígenas de Antioquia, se hizo evidente
la tensión entre elaborar planes de desarrollo a
escala comunitaria y satisfacer las demandas con-
tractuales, o ir más allá para trazar el horizonte de-
seado y posible que sueñan los diferentes pueblos
indígenas. Entendimos que los planes de vida no
podían ser solo documentos con datos y cifras, con
metas y orientaciones generales, el plan de vida de
 Una sociedad que conserva sus
ETNIAS & POLÍTICA
tradiciones, les da sentido histórico a
sus símbolos y prácticas, las reinterpreta
y actualiza en su contexto, permitiéndole
garantizar su continuidad en el tiempo.
una comunidad, de un pueblo es una construcción
permanente, que mantiene vivo el ideal de la libre
autodeterminación, que se preocupa por la equidad
y el respeto y lo propone de manera permanente.
En este documento pretendemos describir la me-
todología de sistematización de los planes de vida
de las comunidades indígenas de Antioquia, desde
el modelo de planeación definido por la Política Or-
ganizativa Volver a Recorrer el Camino. El propósito
82
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
central de la estructura del texto es el de describir
los momentos metodológicos definidos para la
reelaboración de un plan de vida integral para las
comunidades indígenas en Antioquia. Momentos
que se estructuran a partir del reconocimiento de
las diferencias étnicas, culturales y geográficas de
las cerca de 160 comunidades. Este propósito lo
desarrollaremos a partir de tres elementos que han
estado presentes en la construcción de la propuesta
metodológica: un acercamiento a la tensión entre el
modelo de desarrollo imperante y las nuevas necesi-
dades de planeación de los pueblos indígenas como
posibilidad de generar un desarrollo con identidad;
los antecedentes de los procesos de planeación en
la OIA; y el proceso que define un nuevo modelo de
planeación y que da lugar a la propuesta de planes
de vida teniendo en cuenta las características y di-
Archivo OIA
Internacional Documentos
námicas particulares de los pueblos indígenas que
habitan la región antioqueña.
Antecedentes
Las comunidades indígenas de Antioquia han tran-
sitado por diversas experiencias en su proceso de
desarrollo. En sus inicios fue prioritaria la recupera-
ción de sus tierras y el reconocimiento de la cultura
propia por parte del Estado y la sociedad en general.
Luego la realidad social y política y la aparición de
nuevas necesidades en materia de salud, educación,
saneamiento básico e infraestructura hicieron parte
de los programas de desarrollo de las diferentes en-
tidades administrativas.
En la Constitución Política de 1991 se proclamó un
Estado social de derecho fundamentado en una
nación pluriétnica y multicultural. El país que había
negado la diversidad, la inclusión social, la partici-
pación, reconoció con la Constitución la ciudadanía
diferenciada de los indígenas y dijo escuchar el recla-
mo que hacían por el respeto de sus derechos. Se hizo
explícita la participación en la vida pública, se reco-
noció el legítimo derecho al ejercicio de la autonomía
en los territorios indígenas, denominados entidades
territoriales indígenas (ETIS); esto implicó el recono-
cimiento de las autoridades tradicionales, el ejercicio
de la justicia según usos y costumbres, y el control
sobre el territorio y los recursos naturales. Esta auto-
nomía también implicó la participación en los ingre-
sos corrientes de la nación, de manera que recursos
públicos que son parte de la inversión pública que
debe hacer el Estado en las comunidades, pasan a ser
administrados por las autoridades tradicionales.
Aparece entonces la necesidad de contar con he-
rramientas de gobierno y planeación que faciliten,
además de la conformación de las ETIS, su adminis-
tración, para determinar los factores de desarrollo
83
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Aparece la necesidad de contar
Diciembre de 2008
con herramientas de gobierno
y planeación que faciliten
su administración, para determinar
los factores de desarrollo propio.
propio dentro del territorio y las comunidades.
Como lo planteó la Constitución colombiana de
1991, para definir el funcionamiento de las ETIS
era necesaria una Ley Orgánica de Ordenamiento
Territorial (LOOT) pero esta no ha sido aprobada,
y aunque se “reconozcan” los derechos adquiridos
por los pueblos indígenas, la administración y libre
destinación de los recursos siguen amarrados al des-
conocimiento y falta de voluntad política de algunas
administraciones municipales y departamentales.
En Antioquia ya se venían titulando resguardos y
configurando territorialidades indígenas en las
zonas de Urabá, occidente, suroeste y Atrato, por
eso era necesario prepararse con herramientas que
permitieran desarrollar las ETIS. En 1992, la OIA
formuló el Plan de Etnodesarrollo de los pueblos
indígenas de Antioquia como una manera de ayudar
en el proceso de administración y gobierno de los
nuevos territorios resguardados, este entró a definir
cuatro políticas con una perspectiva intercultural
frente a los temas que clásicamente se trabajan en
las políticas de desarrollo. Una política territorial que
impulsaba la titulación de resguardos ante el Estado
y procesos de ordenamiento territorial; una política
demográfica que señalaba la necesidad de elaborar
los censos y el seguimiento a la morbi-mortalidad
en la población indígena; una política cultural que
se centraba en un proceso de educación bilingüe e
intercultural y en el control del cambio cultural; y
una política de gobierno que buscaba fortalecer a
las autoridades indígenas en la administración de
los territorios.
Internacional Documentos
ETNIAS & POLÍTICA
El Plan de Etnodesarrollo permitió a la organización
regional establecer parámetros para el relaciona-
miento con el Estado colombiano y la cooperación
internacional, y marca unos grandes objetivos para
el movimiento indígena regional. Y aunque nunca
se haya aprobado una ley orgánica de ordenamiento
territorial, los gobiernos indígenas continuaron en-
frentando administraciones municipales y departa-
mentales para hacer cumplir sus derechos.
Para el año 2000 se propone la revisión
de las políticas de la Organización
debido al recrudecimiento de la violencia
armada contra los pueblos indígenas, y
la instalación de megaproyectos
con pretensiones en sus territorios.
84
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
Archivo OIA
Después de la Constitución de 1991 las comunida-
des indígenas y sus autoridades se han visto enfren-
tadas a nuevas prácticas y a apropiar conocimientos
sobre la administración pública, el ordenamiento
territorial y la planeación en general, pero la falta
de capacidades de los gobiernos indígenas ha hecho
que en esta correlación de fuerzas nuevamente se
entre en desventaja y por ello un plan de etnode-
sarrollo no bastó. Además, en este Plan no se con-
templaba la diversidad de los pueblos y las zonas
geográficas del departamento fundamentales para
entender las diferencias en el momento de definir
prioridades en las comunidades y los pueblos.
Como una manera de responder a esta situación ad-
versa se comienzan a implementar experiencias piloto
que muestran las diferencias, posibilidades y necesi-
Internacional Documentos
dades que las zonas y las comunidades indígenas en
Antioquia pueden tener para la definición de procesos
propios de desarrollo con identidad. Casos como el
plan de desarrollo de Cristianía en 1997, el plan de vida
de Ibudó (Apartadó) y Karrá (Dabeiba) en el año 2000
fueron las primeras propuestas, uno en el marco del
proceso de urbanización de Cristianía, y el otro como
estrategia de resistencia al conflicto armado incre-
mentado en la región de Urabá y occidente.
Para el año 2000 se propone la revisión de las políti-
cas de la Organización debido al recrudecimiento de
la violencia armada contra los pueblos indígenas, y
la instalación de megaproyectos con pretensiones
en sus territorios. Al cabo de cuatro años el 7º Con-
greso de Autoridades Indígenas de Antioquia define
un nuevo modelo para el desarrollo organizativo lla-
mado Política Organizativa de los Pueblos Indígenas
de Antioquia: Volver a Recorrer el Camino, donde
se definieron cinco líneas de trabajo y un horizonte
político, luego de reinterpretar y actualizar las plan-
teadas en el plan de etnodesarrollo de 1992 y desa-
rrollar distintas consultas en las comunidades para
actualizar el contexto particular y general.
Entendiendo que no basta con una política general
para todo el departamento, se propuso como he-
rramienta de planeación el fortalecimiento organi-
zativo de las zonas con la formulación de planes de
vida zonales con perspectiva étnica. Este aprendizaje
se capitalizó con la experiencia del Atrato Medio,
en donde se desarrolló una propuesta de planes
de vida con perspectiva zonal que respondiera a la
cosmogonía de cada pueblo, sus propias realidades
y necesidades. Desde allí se buscó definir el camino
por recorrer guiado por una política indígena con-
sensuada por el movimiento indígena regional, sus
autoridades, comunidades y líderes, y unas alterna-
tivas para desarrollar acciones que son propuestas
en el ámbito regional, zonal y local.
85
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Lo indígena no puede ser asumido como
Diciembre de 2008
un universo en el que todos los pueblos
pueden ser tratados de la misma forma.
Esto, en sí mismo, constituye una especie
de discriminación.
También se planteó en la Política Organizativa que la
construcción de los planes de vida es el resultado de
la mirada crítica de las comunidades. Esto permitiría
transformar las prácticas del desarrollo convencio-
nal desde adentro, para establecer los problemas
de las comunidades y fortalecer la búsqueda de
alternativas que garanticen el bienestar de los pue-
blos indígenas. Este ejercicio parte del contexto y las
características socio-culturales de cada pueblo.
Perspectiva étnica y cultural
para la construcción
de los planes de vida en Antioquia
Lo indígena no puede ser asumido como un universo
en el que todos los pueblos pueden ser tratados de la
misma forma. Esto en sí mismo constituye una espe-
cie de discriminación porque la diversidad de más de
100 pueblos no puede limitarse en una sola dimen-
sión: lo indígena. En el caso particular de Antioquia,
existen los pueblos tule, senú, embera chamí, em-
bera eyábida (gente de montaña), y embera dóvida
(gente de río), estos dos últimos grupos también son
conocidos como catíos A ellos se suman los embera
oíbida (gente de selva) que no habitan permanente-
mente en el departamento. Cada uno de ellos posee
sus propias instituciones sociales, sus propias formas
de gobierno, metas diferenciadas como pueblo y
aún como comunidad, diferentes cosmogonías y
diferentes nociones de concebir el progreso. Por
eso, mal se haría en pretender construir un plan de
vida departamental para todas las comunidades
Internacional Documentos
 El pueblo Senú senú
ETNIAS & POLÍTICA
fue una de las grandes naciones
prehispánicas, hoy siguen en la lucha
por la vida, recuperando
y preservando su legado cultural.
indígenas de Antioquia, porque cada pueblo y comu-
nidad ha tenido su propia vida ancestral. Consciente
de ello, el 7° Congreso Departamental Indígena
definió que entre todas las comunidades asociadas
había un pacto de unidad y de desarrollo de una
plataforma reivindicativa de derechos, definiéndola
como una Política Organizativa y reconociendo así
que las comunidades y otras unidades de gobierno y
coordinación política, generadas a partir de criterios
de identidad étnica y geográfica, son autónomas en
definir sus planes de vida.
Embera chamí. La mayoría de la población se en-
cuentra ubicada en cinco resguardos del suroeste
antioqueño. El poblamiento se viene presentando
desde 1828 con la aparición de la comunidad de
Carmatarua también conocida como Cristianía. La
mayoría de los inmigrantes fundadores provienen
del departamento de Caldas y en menor medida de
Risaralda. El mayor flujo migratorio registrado fue
a finales del siglo XIX (como efecto que tuvo la ola
colonizadora hacia esa región a finales de este siglo),
y posteriormente como efecto de la introducción
del monocultivo del café que ha empleado durante
décadas a los indígenas chamí para la recolección
del grano.
Esta dinámica ha originado que los resguardos se
encuentren muy cerca de los cascos urbanos y so-
porten en mayor medida la pérdida de su cultura.
Los chamí están mezclados con prácticas y espacios
de socialización campesinos. Aspectos como la
vivienda o la economía campesina han sido apropia-
dos por estas comunidades. También se presentan
86
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
problemáticas sociales muy comunes en los me-
dios urbanos como drogadicción, enfermedades
de transmisión sexual, violencia intrafamiliar y
alcoholismo. La figura del cabildo, como entidad de
gobierno, se ha mantenido apropiada desde la Colo-
nia. Estos grupos presentan una fuerte dependencia
de la economía externa a la comunidad ya que su
principal actividad es el trabajo en el monocultivo
del café y labores agrícolas en fincas de propietarios
privados. Aunque preservan la lengua ésta viene
sufriendo un acelerado deterioro con la incorpora-
ción de un gran número de palabras del castellano.
También existen comunidades embera chamí en los
municipios de Segovia, Remedios, Apartadó, Chigo-
rodó, Nechí y Vegachí, principalmente.
Embera catío. Los embera eyábida (gente de mon-
taña) y embera dóvida (gente de río) son conocidos
como catíos. Este pueblo es el que ha sufrido más
drásticamente los cambios generados por el proceso
organizativo y el modelo de titulación de tierras.
Hasta hace treinta años no conocían la figura del
cabildo en sus territorios. Eran seminómadas, vivían
principalmente de la caza, la pesca y recolección
de frutos del bosque. Su estructura socio-política
giraba en torno a la parentela en extenso, siendo
el jaibaná (el médico tradicional) el principal líder
espiritual y social. El nokó, que era el anciano jefe
de la parentela, también tenía una fuerte figura de
autoridad. Pero con el nuevo modelo organizativo
las familias fueron obligadas a juntarse en comuni-
dades, para constituir cabildos y de esta forma ac-
ceder a la titulación de tierras para asegurar, por lo
menos, un territorio (aunque fuera muy disminuido
con relación al que sus padres solían recorrer). De
esta forma el pueblo embera catío de Antioquia se
vio obligado a sedentarizarse y asumir una nueva
institución de gobierno y control social mucho más
compleja que la familiar a que estaban acostumbra-
dos. Aun el pueblo catío no asimila completamente
Internacional Documentos

Archivo OIA
las implicaciones de este cambio, que afectó todas
sus estructuras sociales y políticas. Incluso modificó
radicalmente la economía del grupo y la forma de
ocupar el territorio. De una ocupación dispersa se
está pasando a la nuclearización de las comunida-
des, generando otro tipo de problemas de salud,
saneamiento básico, disponibilidad de recursos, vio-
lencia intrafamiliar y otros problemas relacionados
con la vida mágica y espiritual.
Lo reciente de estos procesos de transformación ha
ocasionado nuevas problemáticas sociales en estas
comunidades. Todavía se sigue pensando en una
lógica de autoridad y disposición de recursos de
acuerdo con la estructura familiar. Para las personas
y líderes que ejercen como cabildos, esto ha ocasio-
nado conflictos e inequidades muy difíciles de sor-
87
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Diciembre de 2008
tear en las comunidades catías. Al haber perdido sus
formas tradicionales de supervivencia, debido a la
sedentarización y a la presión colonizadora sobre los
recursos naturales, se les presiona para que ingresen
en actividades agrícolas y pecuarias, con proyectos
que no han generado impactos positivos debido a lo
distantes que están de su cosmovisión y prácticas co-
tidianas. Ello ha implicado que hoy tengan altísimos
niveles de desnutrición, ocasionando muchísimas
muertes infantiles al año, también se ven afectados
los ancianos y las mujeres en embarazo.
Senú. El pueblo senú fue una de las grandes na-
ciones prehispánicas, hoy siguen en la lucha por la
vida, recuperando y preservando su legado cultural
a pesar de ser una de las etnias más golpeadas por el
modelo de desarrollo imperante (es la única en An-
Internacional Documentos
 tioquia que ha perdido su lengua). Sus comunidades cidental. La vivienda tule representa su concepción
ETNIAS & POLÍTICA

habitan territorios de los departamentos de Córdoba
y Antioquia. En este último las comunidades se han
asentado en la región de Urabá y el Bajo Cauca con
una población cercana a las 9.000 personas, en te-
rritorios con graves condiciones socioeconómicas y
ambientales y con muchos tropiezos en su proceso
de reconocimiento étnico ante la Dirección de Etnias.
Una de las características del pueblo senú es el tra-
bajo con la caña-flecha, material que sirve para la
fabricación de gran variedad de artesanías, pero es
la construcción de sus casas lo que más los caracte-
del mundo y refleja su cosmogonía, ésta se inspira
directamente en sus dioses más representativos
Paba y Nana, porque son el eje central de la vida, la
alimentación y la salud. Paba creó el hábitat para vivir
dentro de la comunidad, en relación con la naturale-
za. Para los tule, entender la vivienda es como enten-
der el cuerpo, en su sistema simétrico. Incluso llega a
representar el cuerpo social, o mejor, la organización
comunitaria. El ideal es la casa de dos plantas, con
techo alto para tener buena ventilación. Igualmente,
Archivo OIA

riza, ya que la casa se concibe como un espacio que

inspira libertad, con espacios abiertos. Entre más
amplia, más tradicional es. Para el pueblo senú la
“familia” es una unidad patriarcal, y es el hombre
quién se encarga de su representación, construye la
vivienda y toma la iniciativa para elegir pareja a tra-
vés de arreglos o pedidos. La familia juega un papel
preponderante en el relacionamiento de los hijos
con la cultura y con la naturaleza. El pueblo senú se
ha caracterizado por tener un saber muy elaborado
sobre las prácticas agrícolas, sus sistemas de cultivo
siguen siendo, a pesar del tiempo y las nuevas tecno-
logías, eficientes y diversificados. Esto, sumado a sus
prácticas artesanales tradicionales, les ha permitido
mantener su lucha por el reconocimiento étnico y la
recuperación de sus usos y costumbres.
Tule. El pueblo olo tule (gente de oro) o kuna habita
además de Chocó (Arkía) y Panamá (comarcas de
Madungandi, Alto Chucunaque, Kuna Yala, Reserva
de Wargandi, Pucro, Paya y San Blas), en el Urabá
antioqueño, en donde se encuentra el resguardo de
Caimán con 1.027 personas de los 1.231 que habi-
tan el país. Anteriormente su territorio, heredado
de Paptumat (creador del mundo), se extendía por
Centroamérica y el centro andino colombiano, y su
larga lucha ha permitido que permanezcan en un
territorio disminuido por la presión del mundo oc-

88
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
deben ser dos, una hembra, pequeña y lugar de la co-
cina y otra macho, el lugar de los dormitorios.
La estructura social y política tule sigue siendo
tradicional, la máxima autoridad es el nele. Infor-
tunadamente en Colombia ya no hay más neles, los
únicos que aún viven están en Panamá, en Caimán
la máxima autoridad es el zaikla, que se apoya en
otros cuatro, también llamados caciques, en su fun-
ción de gobierno se apoyan en los arkas y en los bo-
tánicos, orientadores espirituales de la comunidad.
Hoy día uno de los mayores retos del pueblo tule de
89
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Caimán es la tensión que viven entre sus tradiciones
Diciembre de 2008
y la inclusión en la economía de mercado. Las carac-
terísticas de su territorio los han hecho aptos para
ingresar al cultivo del banano, como el resto de la
zona de Urabá. Esto ha tenido un fuerte impacto en
su estructura de gobierno tradicional y en las formas
de control social, especialmente entre la juventud y
los grupos de adultos y sabios tradicionales que ven
cómo sus jóvenes se suman a las tendencias del mer-
cado, empiezan a rechazar sus usos y costumbres, y
adquieren nuevos comportamientos sociales.
Perspectiva zonal para la construcción
de planes de vida en Antioquia
Los territorios habitados por los pueblos indígenas
de Antioquia están ubicados en su gran mayoría en
zonas de bosque húmedo tropical, en condiciones
de difícil acceso, lo que ha permitido que las comu-
nidades, gracias a sus destrezas y habilidades, hayan
vivido de la caza, la recolección y la agricultura para
el autoconsumo. Pero los procesos de colonización
y desarrollo de las zonas de Antioquia, la expansión
de la frontera agrícola para la instalación de mono-
cultivos y ganadería extensiva, y la explotación de re-
cursos naturales forestales y minerales han afectado
las economías locales, el medioambiente, y la vida
social y cultural de las comunidades.
Hoy en día, este modelo ha logrado permear el pen-
samiento indígena tradicional, las comunidades sólo
tienen como opción para el sustento diario sumarse
a este modelo extractivista y su dependencia de las
economías externas, en particular las de enclave, es
cada vez mayor y demanda mano de obra barata
para el mantenimiento de monocultivos, la explo-
tación indiscriminada de los bosques, los cultivos
de uso ilícito y la explotación minera. Todo ello ha
llevado pobreza, graves daños ecológicos y descom-
posición social y cultural a las comunidades.
Internacional Documentos
 Los territorios indígenas del Suroeste agropecuarias. La mayoría de los territorios res-
ETNIAS & POLÍTICA

se han consolidado en medio guardados de esta zona se encuentran ubicados en

la Serranía de Abibe, la explotación de madera, la
de la denominada colonización paisa
minería y los cultivos de uso ilícito han modificado
y el monocultivo del café; En el Bajo
el ecosistema que era parte fundamental del siste-
Cauca las comunidades senúes ma alimentario indígena. Con la instalación de este
no cuentan con territorios titulados. modelo de desarrollo llega el conflicto armado con
mayor intensidad. Muchos indígenas presionados
La distribución de los territorios resguardados en por las nuevas condiciones se han sumado a la mano
Antioquia es desigual. También lo es la proporción de obra o a la explotación directa de los bosques.
de tierras destinada a las diferentes zonas. La predo-
Las diferentes características de la zona de Urabá
minancia de algunos pueblos lleva a que los avances
plantean retos en el proceso de construcción de
y las experiencias en los procesos organizativos y la
planes de vida para las comunidades y pueblos
gestión de proyectos sea desigual. Existen además
que allí habitan. El pueblo tule cuenta con un res-
distintos grados de incidencia de los actores arma-
guardo relativamente amplio y su población se
dos. Los recursos naturales disponibles en algunas
encuentra concentrada allí, han desarrollado una
zonas, y la cantidad de población indígena por
economía bananera y maderera, y participan de los
municipios indican distintos retos para el proceso
ingresos corrientes de la nación. En contraste, los
de construcción de los planes de vida y esto hace
senúes cuentan con muy poca tierra titulada, y una
necesario enfoques diferenciales al interior de la Or-
población dispersa en 14 comunidades de cinco
ganización. Basta mirar la siguiente caracterización
municipios. Los tule son un pueblo con tradiciones
general de las zonas para entender la necesidad de
reconocidas y los senúes se encuentran en un proce-
un enfoque diferencial.2
so de reconstrucción de su identidad cultural.
Urabá
En contraste, los embera que habitan los resguardos
Urabá, considerada zona agroindustrial del departa-
de Turbo, Chigorodó y Mutatá participan en iniciati-
mento, marca y determina en gran medida el ritmo
vas de aprovechamiento forestal y exploran la con-
y las características de la vida actual de las comu-
servación y la venta de servicios ambientales como
nidades indígenas embera, senú y tule habitantes
una posibilidad de incursionar en nuevas fuentes
ancestrales de la zona, que hoy hacen parte de esta
de ingresos. Estos municipios, junto con Apartadó,
economía, en algunos casos como productores para
han vivido de manera abrumadora los efectos del
las empresas exportadoras y, en mayor medida,
conflicto armado colombiano. Los resguardos de
como mano de obra no calificada al servicio de la
Yaberaradó en Chigorodó y Jaikerazavi en Mutatá
producción de plátano, y algunas otras actividades
son grandes extensiones de tierra sobre la Serranía
de Abibe y tienen zonas de traslape con el Parque
[2] Los datos de población total y población indígena Nacional Natural Nudo de Paramillo lo que dificulta
son tomados del Censo DANE, 2005; la información el desarrollo de un verdadero control territorial.
territorial suministrada por el SIG-OIA y la asignación
Existe también una relativa continuidad de territorio
SGP son las definidas por el Ministerio de Hacienda
Nacional. indígena en la zona, que se ve constantemente ame-

90
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]

Archivo OIA
nazada por la presencia de grupos armados legales
e ilegales, colonos, la titulación minera que hace el
Estado, los megaproyectos para la interconexión de
las Américas (Plan Puebla Panamá), y cultivadores
de coca, y proyectos de generación de energía y agua
potable para la zona agroindustrial de Urabá.
91
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Suroeste
Diciembre de 2008
Los territorios indígenas del Suroeste se han con-
solidado en medio de la denominada colonización
paisa y el monocultivo del café teniendo un efecto
nefasto en la conservación de tradiciones y formas
ancestrales de existencia del pueblo emberá chami,
así como por la construcción de la Troncal del Café
que dividió y estrechó la propiedad colectiva, acer-
cándolos a condiciones territoriales y a las poblacio-
nes de los cascos urbanos (Rojas, 2008, pp. 18-29).
Esto disminuyó la posibilidad de la producción para
el autoconsumo e incrementando la mano de obra
por fuera de la comunidad, lo que ha afectado las
posibilidades de una economía propia y la consoli-
dación de una familia indígena con vínculos afecti-
vos y solidarios más fuertes.
El déficit de tierra que afrontan las comunidades
embera chamí que habitan esta zona es altísimo.
Esto limita las posibilidades de cultivo para el au-
toconsumo; la mayoría de familias se dedican al
monocultivo del café o trabajan como mano de obra
en la zona. A diferencia del resguardo de Cristianía
las poblaciones son pequeñas y todas participan del
SGP. La comunidad La María del municipio de Val-
paraíso viene adelantando una iniciativa productiva
basada en la floricultura y el turismo cultural. Hoy
en día estas comunidades se enfrentan a la amenaza
de la minería proyectada para esta zona.
Bajo Cauca
En el Bajo Cauca las comunidades senúes no cuentan
con territorios titulados, exceptuando el resguardo
de Pablo Mueras en el municipio de Zaragoza, en
general las familias habitan en pequeñas parcelas.
Algunas logran producir alimentos en sus patios de
cultivo para completar sus dietas básicas, pero otros
deben jornalear en las fincas de grandes extensiones
de tierra dedicadas a la ganadería extensiva, que
Internacional Documentos
ETNIAS & POLÍTICA

constantemente amenazan los suministros de agua

disponibles al ser utilizadas por los ganaderos para
sus animales. Así, dejan a la población senú y a los
campesinos sin este recurso, cada vez más ame-
nazada por el efecto que esta práctica y la minería
indiscriminada han tenido sobre el ecosistema de
la zona.

Es claro que las comunidades senú que habitan esta

zona no tienen tierra, se encuentran dispersas en 36
comunidades, en cuatro municipios. No cuentan
con recursos de SGP para la inversión; algunas admi-
nistraciones municipales no reconocen su condición
indígenas dificultando el acceso a los servicios de
educación y salud con un enfoque diferenciado.

Es importante resaltar que la zona es gran produc-

tora de hoja de coca y con gran presencia de actores
armados que involucran tanto a la población indíge-
na como a la campesina y afrocolombiana en esta
dinámica. Esto debilita los procesos de agricultura
doméstica para la subsistencia, y amenaza los pocos
reductos de bosque que aun existen en la zona. Los
embera eyábida que habitan en el Resguardo de
Jaikerazabi, en el municipio de Tarazá, han sido fuer-
temente impactados por la economía que genera el
cultivo de coca. Este resguardo, al igual que el de Jai-
dukama en Ituango y otras comunidades eyabidas
de Nechí y El Bagre, están en territorios en donde
se desenvuelven las transacciones y los procesos
productivos del comercio de la cocaína. Los grupos
a cargo de estas actividades transitan y afectan di-
Archivo OIA

rectamente la vida cotidiana de estas comunidades,

que finalmente quedan sumadas a unas lógicas de
vida subsidiadas por el terror y el conflicto armado.
Estas comunidades han vivido en el confinamiento
y están aisladas geográficamente de otras comuni-
dades indígenas y lejanas al proceso organizativo,
en parte por la poca presencia de la organización y la
debilidad de sus gobiernos.
Occidente
En esta zona se encuentra la mayor área de tierra
resguardada en Antioquia, con 136.875 ha, don-
de habitan comunidades embera eyábida. Sus
territorios se encuentran ubicados en el Nudo del

92
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
Paramillo, en esta zona de bosque húmedo tropical
se viene incrementando la tala indiscriminada de
bosque además de la aparición de minería artesanal
y títulos mineros para la explotación a gran escala
en estos territorios. Existen comunidades que no
poseen tierra apta para la agricultura, sometiendo el
medio a la degradación por el uso inadecuado de los
recursos naturales.
Los municipios de Dabeiba y Frontino tienen un
fuerte proceso organizativo que les ha permitido es-
tablecer canales de comunicación con las adminis-
traciones municipales y el desarrollo de iniciativas
propias para sus comunidades. Las comunidades de
Uramita se encuentran alejadas de estos procesos y
no cuentan con el mismo desarrollo organizativo, la
geografía de su territorio es pendiente y erosionada
por la presencia de ganadería con muchas más des-
ventajas frente a la seguridad alimentaria.
Se viene impulsando en Frontino la siembra de caña
de azúcar para la producción de agrocombustibles
que amenazan la seguridad alimentaria no solo de las
comunidades indígenas, sino también de toda la zona.
Los municipios de Dabeiba y Frontino cuentan con
alta población indígena. Es una zona montañosa con
muchas pendientes que dificultan las actividades
agrícolas y cuenta con gran cobertura boscosa.
Zona nordeste
Esta zona no ha contado con procesos de forma-
ción para el fortalecimiento organizativo. Sólo los
embera chamí de Segovia, y los embera eyábida de
Ituango, cuentan con territorios resguardados. Estas
comunidades son de muy pocos individuos, se han
visto afectados directamente por los cultivos de uso
ilícito y la minería, prácticas que degradan los suelos
y aguas aptas para consumo humano. Estas comu-
nidades no cuentan con una dinámica organizativa
zonal, como sí ocurre en otras zonas, dificultando
93
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
la posibilidad para adelantar un proceso de plan de
Diciembre de 2008
vida zonal.
Zona de Atrato Medio
El Atrato Medio antioqueño hace parte de la región
conocida como Choco Biogeográfico, juega un pa-
pel muy importante en la conservación de especies
de flora y fauna. Es además parte de las únicas selvas
que aún conserva el departamento de Antioquia,
junto con las de occidente y Urabá. La territorialidad
indígena de esta zona tiene áreas de traslape con el
parque natural Orquídeas.
Existen en la zona prácticas de aprovechamiento
forestal que son insostenibles y ponen en riesgo la
pervivencia de las comunidades. Además, en los
últimos años este territorio se ha convertido en un
escenario más de la guerra, en donde además del
control de las rutas del narcotráfico, está en juego
el control territorial. La construcción del plan de
vida para las comunidades del Atrato Medio ha
posibilitado fortalecer la vida comunitaria y organi-
zativa. Cuentan con una gran extensión de territorio
resguardado. Murindó es el municipio con mayor
porcentaje de población indígena en Antioquia con
un 42% de la población total del municipio. La zona
cuenta con grandes recursos naturales amenazados
por los megaproyectos planeados para la región.
A esto se suman los casos de minería indiscriminada
en territorios colectivos en las zonas del nordeste
y Urabá, que han traído graves daños a los suelos,
las fuentes de agua, la desintegración y la descom-
posición social. Además se suma la amenaza ya
Los planes de vida deben permitir
entender y proponer comunitariamente
el ejercicio del gobierno
en los territorios y las comunidades.
Internacional Documentos
 mencionada sobre territorios en el occidente, en los proyectos; la gestión con gobiernos municipales; la
ETNIAS & POLÍTICA

municipios de Dabeiba y Frontino, en donde se han definición de prioridades comunitarias y zonales.

concesionado más de 2.000 ha resguardadas a em-
presas mineras. Igualmente sobre los resguardos del
suroeste ya se empiezan a hacer planes de inversión
y proyectos mineros. En el Atrato Medio se sigue
trabajando en distintas fases el proyecto minero
Mandé Norte, amenazando claramente la existencia
y la función social, cultural y ecológica del Cerro Ca-
reperro, sitio sagrado para comunidades indígenas y
afrocolombianas de la zona de suroeste.
Estos son retos para ser pensados, planeados y asu-
midos desde los planes de vida zonales y los instru-
mentos que los desarrollan.
Sólo entendiendo el contexto y las características en
la que se da y construye la relación territorio, unidad
social, pluralidad cultural a través de intercambios y
comunicaciones que utilizan diferentes categorías
de expresión e identificación, de análisis e interpre-
Geovanny Martínez

Propuesta para la construcción

de planes de vida
El desarrollo de los planes de vida zonal propone ge-
nerar una dinámica organizativa más fuerte y cons-
tante. Esta dinámica debe mejorar los ejercicios de
gobierno con capacidad de administrar los recursos
propios y gestionar la implementación de propues-
tas que respondan a sus particularidades, buscando
mayores impactos en las intervenciones desarrolla-
das en las comunidades, de acuerdo con una políti-
ca indígena y sustentada en sus cosmovisiones.

Elementos como la administración, destinación y

ejecución de los recursos del Sistema General de
Participación (SGP), la conformación y el funciona-
miento de las veedurías, la presencia de equipos de
trabajo zonales, las funciones y los compromisos de
los cabildos mayores y locales, el ordenamiento de
los resguardos, el funcionamiento de los espacios de
participación, consulta, coordinación y gobierno, el
fortalecimiento y la aplicación de la jurisdicción pro-
pia, el funcionamiento de los microcentros educa-
tivos, y la definición de contenidos curriculares con
perspectiva étnica, también deben ser trabajados
dentro de los planes de vida zonales. Además, debe
fortalecerse el acceso a servicios de salud propios y
apropiados; la formulación, gestión y ejecución de

94
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
tación (Sánchez-Parga, 1997, p. 116), se construye su
identidad. Por eso esta propuesta sólo puede ser de-
sarrollada por cada zona y comunidad junto con la Or-
ganización, de acuerdo con sus contextos particulares.
No existen fórmulas ni manuales para hacer planes
de vida. Cada uno refleja una manera de ver y asumir
el mundo. Por ello, el propósito de plantear estas re-
flexiones tiene que ver más con compartir una expe-
riencia que propone, desde la vida comunitaria, una
alternativa metodológica para construir los planes de
95
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
vida en Antioquia, y que a su vez ofrece una alternati-
Diciembre de 2008
va distinta a las prácticas de planeación clásica.
En el proceso de consulta para la definición de una
metodología que facilitara la construcción de los
planes de vida en diferentes zonas y comunidades se
identificaron diez elementos básicos que se convier-
ten en diez momentos metodológicos que son útiles
para fundamentar el trabajo y orientar la construc-
ción de los Planes.
Reconstrucción y divulgación de
la memoria como pueblos ancestrales
Los planes de vida deben permitir entender y pro-
poner comunitariamente el ejercicio del gobierno
en los territorios y las comunidades. Para que esto
sea posible y consecuente con las formas de vida de
los pueblos indígenas y su proyecto político, es fun-
damental reconstruir y divulgar la memoria como
pueblos, conocer la historia propia que los define
como indígenas, conocer el origen espiritual y lo que
este saber y conocimiento le aporta y enseña a su
presente y futuro.
Es de gran importancia revitalizar las relaciones de
familia y comunidad para narrar los acontecimientos
que dieron origen a la vida, retomar los mitos hereda-
dos por los antepasados para entenderse en ellos. Es
decir, entender cómo a través de la historia han exis-
tido diferentes maneras de vivir los Planes, y cómo
esta historia recorrida los hace ser lo que son hoy.
Este elemento permite fortalecer la identidad como
fundamento para afrontar con fortaleza la realidad
presente y futura de las comunidades indígenas.
Historia comunitaria
Es un compromiso de las autoridades y los gobiernos
indígenas, las familias, los maestros, los grupos de
promotores y todos los líderes, mantener viva la me-
Internacional Documentos
 Construir un escenario deseado las parentelas tuvieron que llegar a acuerdos para
ETNIAS & POLÍTICA

es soñar con el futuro posible, con el la conformación de las comunidades y los cabildos.
Se definieron unas primeras reglas para comenzar
futuro que se pueda modelar y proyectar
a vivir como comunidades. Conocerlas, entenderlas
como pueblos indígenas ejerciendo
y reflexionar sobre sus dificultades y oportunidades
el derecho a la autodeterminación es fundamental para garantizar el funcionamiento
de estas estructuras apropiadas.
A nivel regional el pacto político acordado desde
moria del proceso organizativo y comunitario. En los
1985 para la conformación de la organización se
últimos años las comunidades han tenido que cambiar
actualizó en el año 2004 para garantizar la pervi-
sus formas de vivir y de organizarse para poder preser-
vencia de los pueblos indígenas en el departamento,
var su vida en medio del conflicto social y armado, y el
proponiendo Volver a Recorrer el Camino de los an-
modelo de desarrollo. También se han visto obligados
cestros como referente para el trabajo. Conocer esos
a ocupar tierras diferentes a las que ancestralmente
acuerdos y proponer otros o renovarlos, fortalece
han poseído, debido a la presión de los terratenientes.
los planes de vida y permiten trabajar por la unidad
Además los territorios se han visto transformados por
de los pueblos.
la explotación irracional de recursos.

Cuando se comparte y difunde la historia organiza- Nuestros problemas actuales

tiva y comunitaria se cuenta con una base social con
La vida cotidiana de las comunidades se ha venido
un conocimiento amplio y claro sobre su comuni-
transformando por las formas de relación esta-
dad, que sabe de las luchas que emprende y sobre
blecidas con la sociedad occidental, las diferencias
la reivindicación de los derechos que exige. Permite
culturales están desapareciendo por la imposición
reconocer las luchas y los logros de muchos líderes
del modelo de desarrollo dominante. Se han debili-
que han hecho parte de la recuperación de tierras
tado las formas tradicionales de autoridad y hoy en
y mantener en la memoria a los que murieron por
día son necesarios conocimientos occidentales que,
defender a los pueblos. Entender este proceso, sus
en muchos casos, han llevado al olvido de las ense-
implicaciones y las luchas que muchos han dado,
ñanzas del pasadoy limitado la capacidad para hacer
permite a las comunidades valorar y ser consecuen-
cumplir los reglamentos y las formas de justicia, por-
tes con las alternativas y acciones que son plantea-
que no se comparten con las nuevas generaciones.
das en la formulación de los Planes de Vida.
Falta mucho para avanzar en el control efectivo del
territorio, esto hace más vulnerables los recursos
Acuerdos que constituyen naturales y permite que prosperen los intereses de los
comunidades, cabildo y organización actores del conflicto armado colombiano (empresas
transnacionales, narcotráfico, ejército, guerrilla, po-
La historia reciente de comunidades indígenas está
licía, paramilitares) que vienen ocupando los territo-
marcada por el momento en que la legislación na-
rios, obligando a cambiar las formas de vivirlo.
cional le reconoce al movimiento indígena una pla-
taforma de exigibilidad de derechos. A partir de la Es fundamental que las comunidades indígenas y
adjudicación de tierras y la titulación de resguardos, sus autoridades asuman con mayor compromiso

96
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
el problema de la seguridad alimentaría como un
problema de gobierno y administración propia, y
no sólo como un problema de disponibilidad de re-
cursos. La alimentación y su calidad también es una
responsabilidad de las comunidades y es necesario
que, desde los planes de vida, se piense y se actúe
para alcanzar la autonomía alimentaria.
También se han impuesto instituciones como la
escuela, que han relevado las formas y autoridades
tradicionales en el proceso de transmisión y cons-
trucción del conocimiento. De esta manera se han
ido perdiendo los idiomas propios, se han fomenta-
do expectativas y prácticas y se han construido cono-
cimientos tan ajenos a la historia y realidad indígena
,que solo responden a un modelo de desarrollo que
pone en peligro el futuro de las comunidades.
Los sistemas de medicina tradicional se han debili-
tado por el contacto con la cultura occidental. Existe
un limitado acceso al derecho a la salud que además
carece de un enfoque de atención diferenciada.
Sobre todos estos problemas aún no hay una mayor
incidencia.
En el caso de la vida comunitaria, familiar y organiza-
tiva se deben buscar alternativas para lograr cambios
que permitan alcanzar una mejor vida, pero en el
caso de las políticas de Estado y gobierno hacia los
pueblos indígenas, han sido permanentes la vulne-
ración de derechos y la supremacía de los intereses
económicos de los megaproyectos. Esto obliga a los
pueblos indígenas de Antioquia a generar acciones de
resistencia, denuncia y exigibilidad. Para esto es fun-
damental que estas problemáticas sean documen-
tadas a fin de que puedan ser conocidos por muchos
y se den soluciones sociales, económicas, políticas y
jurídicas acordes con las realidades de las zonas.
Por todo lo anterior, es necesario conocer, estudiar
y señalar las realidades de los territorios indígenas
97
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
La conciencia histórica sobre
Diciembre de 2008
la lucha por el derecho a la tierra
y por la conquista de los demás derechos
es fundamental para garantizar
la pervivencia de los pueblos indígenas.
para definir qué se desea transformar. Para esto se
deben tener presente la Política Organizativa OIA
que orienta en los temas en los que se las comunida-
des han señalado problemáticas tanto en el depar-
tamento como en la nación, y que le dan contenido,
sentido y postura a las propuestas de los gobiernos y
líderes indígenas.
Escenario deseado
Se habla del Plan de Vida para Vivir Bien3 y para eso
es fundamental la construcción del futuro desea-
do desde el entendimiento y la interpretación del
presente. Construir un escenario deseado es soñar
con el futuro posible, con el futuro que se pueda
modelar y proyectar como pueblos indígenas ejer-
ciendo el derecho a la autodeterminación. Se trata
de construir colectivamente un ideal de comunidad
teniendo como base la política organizativa, en don-
de además se contemplan las alternativas para con-
solidar el pacto político como Organización.
En la construcción de este sueño son fundamen-
tales las enseñanzas que dan los sabios y mayores
a sus comunidades, las experiencias que la historia
cuenta para aprender de ellas y de esta forma dar
[3] La palabra embera duanaita, traduce al castellano
“para que embera viva bien”. Esta noción representa
el enfoque de derechos particular para los pueblos
indígenas con que se construyen las políticas y los planes.
Este concepto se acerca a lo que en los sistemas jurídicos
occidentales se ha definido como principio: la vida digna
desde la realización integral de los derechos.
Internacional Documentos
 pasos más fuertes y seguros. No se puede permitir
ETNIAS & POLÍTICA

que otros definan sobre el futuro y ordenen los

territorios indígenas. Se deben continuar fortale-
ciendo los gobiernos propios, hacer de la educación
la posibilidad de preservar y reconstruir la identidad
cultural, armonizar el sistema de salud tradicional
con el sistema de salud de la sociedad no indígena,
gozar del acceso libre a los recursos y territorios de
manera equitativa, vivir en familia y comunidad en
paz, con respeto y afecto entre los ancianos, niños,
jóvenes y adultos, y con relaciones equitativas entre
mujeres y hombres.

Alternativas para el desarrollo

de la política organizativa OIA
La política organizativa recoge alternativas pro-
puestas por las autoridades y los líderes de las co-
munidades.4 Su implementación le ha permitido
a la Organización orientar sus programas para
acompañar a las zonas y localidades en el desarrollo
de acciones según las prioridades definidas en los
planes de vida.

Se ha avanzado en la formulación de los planes de

vida zonales con perspectiva étnica, para responder
a las diferencias geográficas y culturales de los pue-
blos indígenas en Antioquia. Aún se continúa con su
construcción como un ejercicio permanente. Pero
todavía falta la formulación de los planes de vida Geovanny Martínez
comunitarios, y para poder completar todas estas
herramientas de gobierno y estrategias de resisten- readas las acciones adelantadas desde los planes de
cia es necesario mantener actualizadas y monito- vida. En esas acciones deben estar contempladas las
prioridades definidas comunitariamente, y deben
ser el centro de la gestión de los gobiernos indíge-
[4] Estas alternativas fueron propuestas en el marco del
proceso de Ajuste estructural iniciado en el año 2000, nas y donde se puedan definir las inversiones de los
aprobadas en el 7º Congreso de Autoridades Indígenas recursos propios y la implementación de proyectos
de Antioquia en el año 2004, y actualizadas en el Consejo de cooperación. Estas acciones deben ser orientadas
Regional de Autoridades Indígenas de Antioquia en el
2006, y se encuentran en la Política Organizativa Volver a para transformar la realidad y hacer posible el futu-
Recorrer el Camino. ro soñado y posible.

98
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]

También es necesario señalar alternativas zonales
y locales y retomar las planteadas en los espacios
políticos de la organización. De acuerdo con los
mandatos actuales, cada línea política debe ser
interpretada y contextualizada zonal y localmente
para definir planes de acción que permitan priorizar
las problemáticas y hacer seguimiento a las acciones
de los cabildos, así como a los compromisos que
se adquieren. Esta información, sus diagnósticos y
99
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
prioridades, fundamentan un instrumento de gran
Diciembre de 2008
importancia para el seguimiento a los planes de vida
que se denomina Línea de base de los planes de vida.
Allí están contemplados muchos de los asuntos que
afectan zonal y localmente5 a las comunidades.
Formación en mi comunidad
Para que la propuesta de planes de vida sea viable es
fundamental pensarlo como un proceso pedagógico
y formativo que instale reflexiones comunitarias en
todos los espacios organizativos locales y zonales.
Analizar constantemente la realidad cambiante
(que en la mayoría de los casos es adversa) y crear
espacios de comunicación entre las diferentes
generaciones, grupos sociales y géneros, son los
principales objetivos para garantizar la permanencia
del proyecto político como pueblos indígenas. Es
por esto que el Proyecto Educativo Indígena (PEI)
y el Proyecto Educativo Comunitario (PEC) deben
ser protagonistas en la divulgación y constante
construcción de los planes de vida. Los maestros in-
dígenas son hoy en día agentes de primer orden en
la conservación de las culturas y toda la comunidad
debe velar por que su compromiso con la comuni-
dad se cumpla.
Plataforma de exigibilidad de derechos
El plan de vida como ejercicio para el fortalecimien-
to de la gobernabilidad y el acercamiento a una real
autonomía indígena debe exigir el cumplimiento de
[5] El cuadro Línea Base recoge la información que es
necesario conocer y mantener actualizada para saber
cómo están viviendo las comunidades y zonas, y cómo es
posible mejorar. Toda esta información también le ayuda
a los Planes de Vida para tener mejores condiciones de
diálogo y negociación con las instituciones públicas y
privadas con las cuales se relacionan permanentemente
las autoridades indígenas.
Internacional Documentos
 los derechos frente a las autoridades y los organis-
ETNIAS & POLÍTICA
mos municipales, departamentales y nacionales.
La orientación política de los planes de vida debe
hacer seguimiento al cumplimiento de los derechos
humanos, los derechos étnicos, los derechos econó-
micos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) y
el derecho internacional humanitario. Es necesario
adelantar todas las acciones jurídicas y de hecho
que sean necesarias para castigar a los responsables,
conocer la verdad de los hechos y reparar los daños
que se causen.
Resistencia
La conciencia histórica sobre la lucha constante
por la reivindicación del derecho a la tierra y por
la conquista de los demás derechos es un hecho
fundamental para garantizar la pervivencia de los
pueblos indígenas. Es esencial generar estrategias
de resistencia a las políticas de exterminio, a la gue-
rra, a la violencia armada, a la desigualdad social, al
saqueo de los territorios. Para esto es fundamental
el fortalecimiento de los gobiernos locales y de los
mayores, los procesos organizativos zonales y la or-
ganización regional. Este momento metodológico
propone una reflexión sobre la definición concreta
acerca de los elementos que los pueblos indígenas
deben resistir de Occidente. Es necesario analizar
según la cosmovisión qué cambios provocarían que
las comunidades perdieran su condición de indíge-
nas. En consecuencia, también sirve para delimitar
las herramientas que pueden ser apropiadas a fin de
asegurar la pervivencia de los pueblos con óptimas
condiciones de vida.
Sistema de indicadores regional
La Organización Indígena de Antioquia está constru-
yendo un sistema de indicadores propios con base
en las alternativas entregadas en el mandato del 7º
100
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Una perspectiva étnica y zonal para vivir bien ]
Congreso Departamental Indígena y el trabajo per-
manente de los equipos de programa y áreas de la
Organización con las comunidades y el seguimiento
que hace la Junta Directiva de la OIA a los mandatos
del congreso. Es una manera de medir el estado
inicial de los distintos componentes que conforman
este sistema y los efectos que las acciones regiona-
les, zonales y locales tienen en estas materias. Es una
manera de hacerle seguimiento y evaluar las accio-
nes propias y las de otras instituciones, y se expresa
de manera cualitativa y cuantitativa, de acuerdo
con las alternativas. Por eso, cuando se piensa en el
futuro y la resolución de los problemas, este es un
instrumento de referencia para entender las priori-
dades y avanzar en ellas.
En la medida que se vaya recolectando la informa-
ción se tendrán datos que argumenten las luchas
por el respeto y la garantía de los derechos ante el
gobierno municipal, departamental y nacional.
Conclusiones
Los pueblos indígenas de Antioquia se encuentran
en una tensión permanente entre la inclusión total
en el modelo de desarrollo dominante y la gene-
ración de alternativas que permitan un desarrollo
propio con criterios generados desde los mismos
pueblos. La discusión y el análisis sobre esta tensión
deben continuar para poder avanzar en alternativas
que permitan a los pueblos indígenas de Antioquia
formular planes de vida que brinden posibilidades
de autonomía.
La configuración geográfica de Antioquia, las di-
ferencias en las territorialidades indígenas, sus
culturas y, en algunos casos, la dispersión de las
comunidades, hacen necesaria la formulación
de planes de vida zonales con perspectiva étnica
que hagan posible mayores niveles de autonomía
mediante alternativas de desarrollo propio. En
Internacional Documentos
particular es necesario tener en cuenta que en un
departamento donde la mayoría de la población
indígena se encuentra en zonas selváticas, con eco-
sistemas frágiles y suelos de baja productividad, es
necesario continuar con la exploración de alterna-
tivas para garantizar la seguridad alimentaria de las
comunidades mediante prácticas sostenibles que
permitan alcanzar mejores niveles de autonomía.
Para continuar impulsando las experiencias de
planes de vida en las zonas, es necesario tener en
cuenta las diferencias marcadas entre las zonas en
el acceso a tierras resguardadas y la posibilidad de
obtener recursos por el SGP y mantener ofertas que
garanticen el desarrollo permanente del proceso
organizativo en todas las zonas.
Debe existir un compromiso de las autoridades, los
líderes y las comunidades indígenas para respetar
todas las decisiones que se tomen frente a planes
de inversión, gestión y aprobación y priorización de
proyectos. Estas decisiones deben ser consultadas y
tomadas en asambleas comunitarias respondiendo
así a la construcción de los planes de vida.
El conocimiento de las zonas y la constante recolec-
ción y análisis de información, como proceso en los
planes de vida, le brinda a la Organización, las zonas
y las comunidades argumentos para la exigencia de
derechos y para determinar los logros alcanzados.
Además, garantiza la gestión de proyectos para su
sostenibilidad.
Para avanzar en el fortalecimiento de los planes de
vida zonales es necesario el impulso del proceso
organizativo en las zonas donde este ha sido débil,
pero también continuar fortaleciendo los que cuen-
tan con procesos organizativos instalados. Es nece-
sario priorizar el acompañamiento por parte de la
Organización en las zonas que tienen una amenaza
inminente frente a los megaproyectos mineros.
101
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Pablo Daniel Barrios, Mauricio Hoyos ]
Por la división territorial de las zonas y sus diferen-
Diciembre de 2008
cias geográficas, sociales, económicas y culturales,
se proponen diez elementos construidos en el
recorrido que la Organización ha hecho para la
consolidación de los planes de vida, para que estos
sean replicados en todas las comunidades y zonas
y puedan contribuir con la reflexión constante que
implican los planes de vida para las comunidades
indígenas de Antioquia.
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Internacional Documentos
planes de vida De la soberanía a la autonomía alimentaria:
el aporte de los planes
de vida de los pueblos
indígenas a los procesos
populares

Este artículo busca explicar cómo los procesos de organización popular

en Colombia han construido una nueva perspectiva que se aleja de las
propuestas concebidas desde los Estados sobre el tema alimentario,
para reivindicar y buscar la garantía del derecho a la alimentación en los
procesos de organización popular y producción comunitaria. Entre otros
procesos que han potenciado esa perspectiva, y que han adelantado es-
fuerzos en esa dirección, se encuentran los planes de vida de los pueblos
indígenas de Colombia.

El logro de esta propuesta implica también un replanteamiento del con-

cepto de “políticas públicas”, aceptando concebirlas como resultado de
decisiones formuladas desde el movimiento popular y no únicamente
como decisiones propuestas por las instituciones gubernamen-
tales. Si se traslada esa reflexión hacia el reconocimiento
del derecho a la alimentación, ésta debe ser el resulta-
do de iniciativas populares que, por una parte, reto-
man reivindicaciones de diferentes sectores sociales,
surgidas históricamente, para convertirlas en pro-
puestas conjuntas, al mismo tiempo que consolidan
procesos de organización popular que son avances en
la realización efectiva de dichas propuestas. Se parte

Diana Granados
aquí de admitir que al mismo tiempo que las
organizaciones populares demandan al Estado el
derecho a la alimentación en condiciones especí-
ficas, están construyendo alternativas organiza-
das de consumos colectivos, formas de mercadeo
alternativas e iniciativas autónomas productivas
para el logro de un mercado alimentario justo y
una producción sostenible.
La necesidad de construir esos nuevos mercados,
formas de producción y políticas públicas desde
abajo, son compatibles y avanzan en la misma
dirección a la cual apuntan las iniciativas de las or-
ganizaciones indígenas del Cauca, que promueven
planes de vida elaborados desde las comunidades,
en el ejercicio de formas de organización social
autónoma, que sin embargo tienen en cuenta la
necesidad de una articulación a mercados y redes
de intercambio no capitalista, así como la necesi-
dad de articular iniciativas populares.
La seguridad alimentaria
como iniciativa “desde arriba”
El lugar en el que se inscriben las ideas sobre la
alimentación y el derecho a la alimentación es el
punto de partida que permite entender cuáles
propuestas abarcan o no las iniciativas de los pue-
blos indígenas en materia alimentaria.
Para entender qué se ha definido como “seguridad
alimentaria” en los contextos de las instituciones
oficiales, es necesario recoger un debate que se
remonta a las crisis alimentarias del siglo XX. Un
primer momento de ese proceso está en la llama-
da “revolución verde” de la década de los sesenta y
principios de los setenta, que buscó resolver la cri-
sis alimentaria con el incremento de la producción
Juliana Millán
Antropóloga, Universidad Nacional.
Subdirectora del Proyecto Planeta Paz.
Investigadora en temas de cultura campesina y movimientos populares.
de alimentos. Sin embargo, esta mirada demasia-
Diciembre de 2008
do limitada excluía el debate sobre la circulación
de los alimentos, los mercados y el acceso de las
poblaciones a la producción, suponiendo que
estos problemas serían resueltos por acción del
“mercado perfecto”, que de manera espontánea
incidiría en los precios y la circulación, siguiendo la
inercia de sus leyes de oferta y demanda.
En 1996, esta orientación global fue replanteada
con la primera declaración de Roma (Cumbre
mundial sobre la alimentación, 1986) que, ante
el fracaso de las políticas guiadas hacia el aumen-
to de la producción para resolver el problema del
hambre en el mundo, considera que la crisis ali-
mentaria no puede resolverse simplemente con
la disponibilidad de alimentos, sino que requiere
políticas en varias dimensiones.
Esta primera declaración sugería pensar en la
“seguridad alimentaria” como la posibilidad en la
cual “todas las personas tienen en todo momento
acceso físico y económico a suficientes alimentos
inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesida-
des alimenticias y sus preferencias en cuanto a los
alimentos a fin de llevar una vida activa y sana”
(Cumbre mundial sobre la alimentación, 1986).
De esta manera, incluía en el debate alimenta-
rio elementos como el acceso y la calidad de los
alimentos. Y por acceso no solamente entendió
la infraestructura disponible para transportar
los alimentos de los lugares de producción a los
consumidores finales, sino la capacidad de estos
últimos para adquirir los alimentos. De esta ma-
nera la decalración deja señalada oficialmente
la profunda vinculación entre el hambre y la
pobreza. Esto pudo haberse convertido en una
buena oportunidad para que las naciones más
ETNIAS & POLÍTICA
Diana Rosas
poderosas del mundo atendieran una de las verda-
deras causas de la desnutrición crónica de millones
de familias: la inequidad en la distribución de los
alimentos y no la falta de los mismos.
Al término de “según sus preferencias” empleado
entonces por las instituciones vinculadas por los Es-
tados firmantes de la declaración, organizaciones de
sectores sociales en su búsqueda por la protección del
modelo campesino agrícola, plantearon la necesidad
de introducir en el debate las prácticas culturales con
las cuales se producen y consumen los alimentos.
En algunos casos, éste fue retomado para agregar la
“aceptabilidad cultural” como parte de la construc-
ción de la seguridad alimentaria, argumentando que
de nada sirve poder acceder a alimentos balanceados
y llevarlos a la mesa de algunos sectores de la pobla-
ción si esos alimentos no corresponden a las costum-
bre culturales de la comunidad en general.
Aún aceptando que se dieran las cuatro condiciones
expuestas anteriormente de la seguridad alimenta-
ria (disponibilidad, acceso, calidad y aceptabilidad
cultural) la pregunta de muchas organizaciones y
procesos populares –e incluso de los observatorios
104
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ De la soberanía a la autonomía alimentaria ]
permanentes que sobre el tema alimentario se
han instalado en varias universidades de América
Latina– es si asegurar la adecuada satisfacción de
las necesidades alimentarias de toda la población
mundial puede ser posible con el cumplimiento de
estas condiciones. Además es necesario establecer
cuáles serían los métodos adecuados de evaluación
para lograr un seguimiento detallado y progresivo
del estado nutricional.
Producción y alimentación
en los procesos de construcción
de organización popular
Muchas veces en las conversaciones con mujeres y
hombres de comunidades campesinas, indígenas y
afrocolombianas rurales y urbanas a lo largo de los
cuatro años en los que he acompañado los procesos
de encuentro de las mismas hacia la construcción de
lineamientos de política pública alimentaria desde los
sectores populares como parte del Proyecto Planeta
Paz (Correa y Millán, 2006), han surgido debates en
torno a la posibilidad de asegurar la alimentación de
Internacional Documentos
estas comunidades en los cuales se plantea la necesi-
dad de construir la solución al problema del hambre
desde la soberanía y las autonomías alimentarias.
¿Cómo lograr de manera efectiva que a la mesa
de las familias campesinas, indígenas y afro en el
campo o en los núcleos urbanos cumpla con los
requisitos de acceso, calidad y aceptabilidad cultural
en un mundo en el cual los mercados de alimentos
dependen cada vez menos de circuitos escogidos
y controlados por las comunidades y sus redes de
parentesco distribuidas en espacios y ocupando
lugares concretos de los sistemas de abastecimiento
alimentario históricamente construidos en el país?
La pregunta induce a pensar que la política alimen-
taria mundial está forzando a las economías locales
a perder la capacidad de decidir sobre sus políticas de
producción y consumo de alimentos, a proteger sus
economías locales y la sustentabilidad de sus recur-
sos. Sin embargo, el término “soberanía” no ha re-
sultado del todo contundente para muchos procesos
locales pues remite conceptualmente a la escala geo-
gráfica de nación y, por ende, a la decisión última del
Estado, que en el caso de Colombia dista mucho de
tomar partido por las producciones de pequeña esca-
la o por las decisiones ambientalmente adecuadas.
De esta manera, a pesar de que los voceros de im-
portantes organizaciones sociales mundiales, (como
105
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Juliana Millán ]
esta propuesta implica
Diciembre de 2008
un replanteamiento del concepto
de “políticas públicas”, aceptando
concebirlas como resultado
de decisiones formuladas
desde el movimiento popular.
la vía campesina) respaldan la construcción de la so-
beranía alimentaria desde alternativas locales que
partan de pensamientos, visiones y luchas globales
(Monantagut y Dogiotti, 2006), los pueblos indíge-
nas y algunas comunidades campesinas del sur del
país expresan reiteradamente en los debates regio-
nales y nacionales la necesidad de hablar también de
autonomías alimentarias. Con ello enfatizan que no
se puede asegurar la alimentación de sus comunida-
des con la toma de decisiones por parte del Estado
de proteger sus economías, sino que es necesario
asegurar el control de las primeras etapas del ciclo
productivo: desde la semilla hasta la preparación y el
consumo de los alimentos.
Esto implica que en la medida en que la circulación
y distribución de los alimentos dependa de las
grandes cadenas, de los monopolios de la interme-
diación y la transformación, será imposible pensar
que las decisiones sobre los alimentos sean las me-
Diana Granados
Internacional Documentos
ETNIAS & POLÍTICA

106
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ De la soberanía a la autonomía alimentaria ]
 jores. Para algunas comunidades es claro que a este

Diciembre de 2008
tipo de mercado no le importa saber cómo ni en
qué condiciones se produce la comida, si se compra
barato y se puede vender a precios iguales o más
altos que la comida de calidad. O que las semillas
que antes salían de la misma cosecha hoy tienen que
comprarlas en el mercado junto con los plaguicidas
y abonos químicos que aseguran una cada vez más
menguada producción.

Bajo esta lógica de control de los grandes capitales

nacionales, es imposible negar que la diversidad ali-
mentaria ha sido reducida a unos pocos alimentos
básicos producidos en monocultivos que agotan
el suelo, que la propiedad de las empresas quiebra
pequeños empresarios con competencias desleales,
y que las grandes familias terratenientes despojan a
las comunidades de sus tierras para expandir los cul-
tivos propios con los intereses del mercado de turno.

Las comunidades presumen que si estos factores no

se tienen en cuenta cuando el Estado hace referen-
cia explícita a la defensa de la soberanía alimentaria,
entonces la protección del mercado nacional resulta
perversa para la construcción de sus intereses y por
ello es preciso decir que el hambre no se combate
sin autonomías.

Además, el mismo problema alimentario se repro-

duce pues la pobreza es la razón fundamental que
dificulta el acceso a los alimentos. El crecimiento de
los índices de pobreza está ligado a las condiciones
de tenencia de la tierra en el país, al desplazamiento
de los campesinos afrocolombianos e indígenas, y a
la concentración de la tierra para la hacienda gana-
dera y el monocultivo. En otras palabras, se reprodu-
ce el problema de acceso a los alimentos.

En últimas, hablar de seguridad alimentaria sin

Diana Granados

soberanía y autonomía es para muchas organizacio-

nes olvidar otros problemas que se agudizan, de una

107
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Juliana Millán ]
 parte, con la participación de empresas propias y
ETNIAS & POLÍTICA
ajenas que no responden a los intereses nacionales y
de otra, la relación salarial desigual entre los trabaja-
dores rurales, corteros de caña, raspadores de coca,
trabajadores de las bananeras y recolectores de café,
entre otros, y los propietarios de las haciendas y las
plantaciones. En resumen, se reproduce la relación
de explotación hacia el pequeño campesino, el des-
pojo de sus tierras y el crecimiento de la pobreza.
O la expansión de cultivos de uso ilícito o lícito con
formas ilegales y brutales de reordenamiento de
territorios como sucedió con los cultivos de palma
aceitera en el bajo Atrato (Morales et al., 2008).
La inclusión de estos temas tiene que ver con las
relaciones de igualdad y desigualdad en la distribu-
ción de la tierra y las relaciones económicas; esqui-
var la relación de tales problemas con la “seguridad
alimentaria” implica esquivar el problema que se
encuentra en la raíz misma del tema alimentario. La
soberanía y la autonomía alimentaria no solo impli-
can un cambio profundo en las dinámicas políticas
de los países, sino en el replanteamiento del modelo
de desarrollo que las sustenta.
Agricultura, desarrollo y pobreza
La producción latifundista trae consigo la meca-
nización de la agricultura y ésta, a su vez, conduce
a la reducción del valor de la fuerza de trabajo en
la producción. Las lógicas de proletarización de la
mano de obra campesina y la concentración de la
tierra no generan empleo para la población. En otras
palabras, es imposible lograr el aumento del nivel
socioeconómico para el crecimiento de la capacidad
adquisitiva. Por ello, aunque un país logre producir
todos los alimentos necesarios para su mercado
interno, no existen garantías de que ese mercado
permitirá el acceso de la gente a tales alimentos.
108
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ De la soberanía a la autonomía alimentaria ]
La suposición según la cual se puede buscar el au-
mento del ingreso individual para garantizar el ac-
ceso a los alimentos al crear un mercado de trabajo
con base en el monocultivo, implica que el mercado
de cada país puede abastecerse sólo de ese produc-
to. La problemática aquí se encuentra, no sólo en la
dependencia de alimentos de otras redes mercanti-
les, sino también en las consecuencias ambientales
de esa forma de producción.
Consecuencias como el agotamiento de los suelos
por la dependencia de los insumos agrícolas, la des-
trucción de ecosistemas por la expansión de la fron-
tera agrícola o de agroecosistemas diversos basados
en las lógicas de producción campesina pueden
observarse en aquellos países con formas de pro-
ducción agrícolas mecanizadas y subvencionadas. El
monocultivo de soya en países como Argentina hace
que sus suelos dependan cada vez más de insumos
químicos prohibidos en otras partes del mundo. La
dependencia de estos cultivos es tan alta que otro
tipo de productos que abastecían los mercados
locales y regionales, como la carne, ahora deben
importarse. En palabras de Elizabeth Bravo durante
el último encuentro Nacional Crisis Alimentaria en
Colombia, “ustedes conocen la pampa, con sus gau-
chos, caballos y vacas, pues esta imagen ya no existe;
la Argentina ha dejado de producir carne, para pro-
ducir soya que va a Europa y la China”.1
Ahora bien, la dependencia de los agroquímicos im-
plica la dependencia de los precios del petróleo –in-
sumo básico para su producción– y, en este sentido,
más dependencia de mercados no controlados por
parte de las comunidades que emplean este tipo de
[1] Ponencia “Privatización de recursos naturales y
bienes comunes”, grabación obtenida en el Encuentro
Nacional Crisis Alimentaria en Colombia, Acciones
Sociales para la Defensa de la Seguridad, Soberanía y
Autonomía Alimentaria, septiembre 4-6 de 2008.
Internacional Documentos
“estimulantes” de la producción. En países como Es-
tados Unidos y otros europeos la agricultura es alta-
mente subvencionada, y parte de la incertidumbre
generada por los precios del petróleo es cubierta por
estas prebendas estatales; en países como Colombia
si el petróleo sube (porque casi siempre sube) es
problema de los campesinos, quienes deben pagar
más por cultivar y por transportar sus productos al
mercado, al tal punto que cosechar dos bultos de
papa les resulta más costoso que dejarla perder en el
cultivo. Con la situación así se incrementa la pobreza
en el campo, la migración a las grandes ciudades y,
desde luego, el círculo de miseria y hambre se cierra
en las grandes urbes con miles de familias que no tie-
nen dinero para comprar los alimentos básicos.
Redistribución de la tierra
y diversificación de la producción
La redistribución de la tierra es entonces una con-
dición necesaria para la solución del problema
alimentario. Pero ésta debe estar acompañada de la
diversificación de la producción agrícola.
En este debate es muy importante el aporte de las
organizaciones indígenas, aunque algunas comu-
Geovanny Martínez
109
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Juliana Millán ]
esta mirada demasiado limitada
Diciembre de 2008
excluía el debate sobre la circulación
de los alimentos, los mercados
y el acceso de las poblaciones
a la producción.
nidades campesinas han planteado también este
punto como elemento central. La redistribución de
la tierra por sí sola no puede resolver los problemas
de acceso a la alimentación.
Si todos los campesinos producen lo mismo se ge-
nera el mismo modelo de producción que hace refe-
rencia a: monocultivos que sobreexplotan recursos
naturales fundamentales como el agua y el suelo,
formas de trabajo ligadas a la sobreexplotación de
la mano de obra del trabajador campesino y mayor
dependencia de los insumos químicos importados.
Económicamente la diferencia puede resultar, en
un principio, alentadora; socialmente la dependen-
cia de las comunidades rurales, y por tanto de las
urbanas, de mercados cada vez más lejanos y poco
controlables sería la misma. En este sentido, valdría
la pena preguntarse si en lógicas culturales basadas
en la diversidad productiva y alimentaria, realizar
Internacional Documentos
 han surgido debates en los cuales
ETNIAS & POLÍTICA

se plantea la necesidad de construir

la solución al problema del hambre
desde la soberanía
y las autonomías alimentarias.

redistribuciones de tierra que condicionen la vida

campesina a las dinámicas de la producción “empre-
sarial” no tendría cambios sustanciales en las lógicas
identitarias, de pertenencia y relación cognitiva con
el ambiente.

El aporte de las luchas y reivindicaciones de las

comunidades indígenas a esta discusión es que no
basta con asegurar el suelo que pisan si les quitan
el control sobre el agua que lo riega, los árboles que
crecen en él, el manejo colectivo de las plantas o los
parientes que vivían al lado; todo eso junto es el te-
rritorio construido.

En estas condiciones, la reforma agraria puede re-

solver a corto plazo el problema del hambre, pero
no el problema estructural de la alimentación. Es
decir, permite el acceso a los alimentos, pero no per-
mite por sí misma el acceso a condiciones dignas de
alimentación.

Parte del problema es que la pobreza hoy en día

no sólo se resuelve en el campo, sino también en
la ciudad. Y la redistribución de la tierra rural no
puede proveer tal solución, en parte porque tanto
el problema de inequidad e injusticia como el del
reordenamiento de los territorios por parte de los
grandes capitales de inversión se presentan tanto en
las zonas rurales como en los núcleos urbanos. Pero
también porque aún manteniendo políticas asis-
tencialistas, estas están por fuera del control de las
comunidades de base; así, el problema estructural
del acceso a una alimentación digna por parte de los
sectores populares seguiría pendiente.

110
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ De la soberanía a la autonomía alimentaria ]
 la política alimentaria mundial

Diciembre de 2008
esta forzando las economías locales
a perder la capacidad de decidir
sobre sus políticas de producción
y consumo de alimentos,

Las redes de trabajo popular han planteado solu-

ciones al tema alimentario que no se limitan a la
reforma agraria. Además del problema del hambre
debe haber una transformación en las condiciones
de equidad.

Uno de los debates más fuertes que se construyen

en el país ante las propuestas de desarrollo alter-
nativo, como el Programa de Desarrollo y Paz del
Magdalena Medio, es justamente que allí se aceptó
el cultivo de palma aceitera en la lógica de produc-
ción campesina. El punto de partida de la estrategia
fue introducir el cultivo en la pequeña propiedad
campesina, es decir, en parcelas. Esto se produjo de
manera cooperativa entre varias familias campesi-
nas. La producción de palma aceitera permitiría a
estas familias una producción para el mercado y, por
tanto, cierto nivel de ingresos.

Los defensores de ese modelo argumentan que el

problema con la producción de agrocombustibles
no está en el cultivo mismo, sino en las formas de
cultivo y uso de la tierra, de tal forma que produ-
ciendo de manera cooperativa es posible cultivar
palma aceitera para el mercado, al mismo tiempo
que mantener cultivos para el autoconsumo. Así,
proponen resolver uno de los grandes problemas
del modelo: es la pérdida de seguridad alimentaria
debida al abandono de los cultivos de pancoger en
favor de cultivos extensos de palma para satisfacer
la demanda.
Diana Granados

Quienes cuestionan la estrategia del Programa sos-

tienen que a pesar del incentivo a los cultivos para el

111
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Juliana Millán ]
 La redistribución de la tierra
ETNIAS & POLÍTICA
es una condición para la solución
del problema alimentario,
Pero debe estar acompañada
de la diversificación
de la producción agrícola.
autoconsumo, las familias productoras campesinas
crean una creciente dependencia del mercado de
la palma aceitera, a la vez que se desarticulan de los
mercados locales y regionales a los cuales estarían
vinculadas. Esto impide el intercambio con otros
productos de la región que no se produzcan en el
ámbito familiar y desconoce las articulaciones a un
modelo productivo de energía medido por su efi-
ciencia, y cuestionado por ser altamente consumidor
y contaminador de las fuentes de agua que emplea
para su producción.
En suma, ya no se produciría para los mercados
alimentarios sino para el mercado de los agrocom-
bustibles. Aquí surge un nuevo debate, pues ya no
se trata sólo de la forma en la que se produce (si la
producción se diversifica o si la producción satisface
en parte el consumo familiar y en parte el mercado)
sino que importa también a dónde va lo que las fa-
milias campesinas producen.
¿Por qué generar una competencia para la producción
de energía con recursos que es necesario destinar a la
producción de alimentos? La tierra y el agua, elemen-
tos necesarios para la producción de alimentos, se
convierten en insumos para la producción de com-
bustibles. Y esta actividad reemplaza los esfuerzos
para perfeccionar tecnologías existentes y capaces
de generar energía alternativa y renovable, como la
energía eólica y la energía solar, que no están mono-
polizadas aún por los mercados internacionales.
112
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ De la soberanía a la autonomía alimentaria ]
Alternativas
El aprendizaje recogido entre las mujeres y hombres
que están construyendo alternativas alimentarias
desde sus organizaciones, sus procesos sociales, sus
comunidades y familias, y las redes que entre ellas se
han logrado construir, es que no basta con decidir lo
que se cultiva y dónde se cultiva. Tampoco basta con
controlar las formas de producción. El control que
las comunidades ejerzan sobre el proceso de pro-
ducción para la alimentación debe abarcar el ciclo
alimentario desde la producción hasta el consumo.
Esto implica crear nuevas formas de producción y
mercados alternativos sobre una lógica de redistri-
bución para que los productos de unas comunida-
des lleguen a otras. También supone acceder a los
productos de esas otras comunidades campesinas.
En la actualidad, buena parte del control de esas
redes mercantiles está en manos de los actores del
mercado internacional de alimentos, de poderosos
intermediarios regionales y locales, y de la entrada
cada vez más expandida de las grandes plataformas
comerciales, pero también continúa descansan-
do en hombros de pequeñas y medianas familias
productoras,2 intermediarias y comercializadoras
que usualmente se mueven en el mercado desde la
informalidad. La solución sostenible del problema
alimentario depende de la capacidad de dichas
redes para construir otras lógicas de producción,
distribución y trabajo, de intercambiar los produc-
tos de manera justa y equitativa, en fin, de alterar las
reglas del mercado monopólico.
[2] En registros analizados por Bladimir Rodríguez
(2005) se deduce que los alimentos que ingresaron en el
año 2002 a la central mayorista de Bogotá, Corabastos,
era, en un 55%, de origen predominantemente
campesino.
Internacional Documentos
Un elemento importante de los grandes proble-
mas del mercado alimentario es que las formas de
intermediación se concentran cada vez más. Existe
un poder que busca controlar la intermediación del
mercado de los alimentos. Las maneras de vender,
distribuir y llevar los alimentos de un lugar a otro
cada vez son más oligopólicas. Es decir, cada vez más,
la circulación de los alimentos está en manos de una
o pocas empresas comerciales.
Cambiar un solo elemento no resuelve el problema.
Es preciso que las políticas de Estado reconozcan
que las formulaciones que se construyen día a día
desde los sectores populares urbanos y rurales están
gritando que no está bien fragmentar la política,
que la redistribución de la tierra va de la mano con
las formas alternativas de producción, intercambio,
distribución y consumo; con el reordenamiento del
territorio desde las comunidades, y con la protec-
ción de los recursos naturales. Las propuestas para
solucionar el hambre de las familias colombianas
más pobres emergen en todos los rincones del país,
así como seguramente lo hacen en otras partes del
mundo; aquí la falta de respuestas la están dando los
Estados. Se necesitan formas de intercambio y dis-
tribución de los alimentos que hagan que éstos sean
accesibles a los diferentes sectores sociales, que per-
113
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Juliana Millán ]
mitan que el control de la distribución esté en manos
Diciembre de 2008
de formas de organización comunitaria para su
intercambio. Y se necesita, por supuesto, un interés
político que reconozca la posibilidad de estas otras
formas de producción y distribución comunitaria de
los alimentos, que no estén mediadas por la lógicas
de acumulación de capital.
Referencias
 Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1986).
Celebrada del 13 al 17 de noviembre de 1986, Roma, Italia.
Para leer la declaración ir a http://www.fao.org/docrep/003/
w3613s/w3613s00.htm
 Correa, H. D. y J. Millán (2006). “Mapa conceptual de la
política de soberanía, seguridad y autonomía alimentaria”.
Bogotá: Planeta Paz (documento).
 Monantagut, X. y F. Dogiotti (2006). La lucha local por
la soberanía alimentaria. En Alimentos Globalizados. Barcelona:
Icaria.
 Morales, J. C., J. A. Flórez, C. D. Millán (2008).
Agrocombustibles y violación al derecho alimentario en
Colombia. En Agrocombustibles y derecho a la alimentación en
América Latina: realidad y amenazas. Amsterdam: FIAN-TNI.
 Rodríguez, B. (2005). Nuestro pan de cada día, la huella
ecológica alimentaria de Bogotá. En Región, ciudad y áreas
protegidas. Bogotá: Cerec.
 Forero, J. (2006). Propuestas para mejorar el acceso a los
alimentos de los sectores populares por medio del sistema de
abastecimiento de Bogotá. En Bogotá: autonomía agroalimentaria,
diálogos y controversias. Bogotá: Planeta Paz.
Internacional Documentos
Planes de vida El plan de vida: un arma de doble filo
el caso Caño Mochuelo

Introducción
Es común que cuando se habla del
Plan de Vida con los pueblos indígenas,
éstos indiquen que lo tienen desde hace
mucho tiempo, que se encuentra en la me-
moria de sus mayores, que lo único que falta
es escribirlo. Pero la formulación de planes de
vida como instrumentos para la planeación del
desarrollo propio de los pueblos indígenas tiene sus
antecedentes en el país, al parecer, en la década de los
ochenta después del Seminario Internacional sobre el Etno-
cidio y el Etnodesarrollo, realizado en San José de Costa Rica
en 1981, cuando la política integracionista dirigida hacia los
pueblos indígenas empieza a ser desplazada. En dicho semi-
nario, los asistentes condenaron el etnocidio como un delito
de derecho internacional, y reclamaron el reconocimiento
de todos los derechos civiles, políticos, económicos, socia-
les y culturales de los pueblos originarios. La declaración
enfatiza en el derecho al territorio y al etnodesarrollo,
instando a las Naciones Unidas, la Unesco, la OIT, la OMS
y la FAO, así como a la OEA y al Instituto Indigenista
Interamericano, a tomar las medidas necesarias para
garantizar a los pueblos el ejercicio de sus derechos
(Declaración Seminario Internacional sobre el Etnoci-
dio y el Etnodesarrollo, 1981, p. 1).

Archivo ONIC
A nivel interno, el derecho al desarrollo autóno-
mo fue ratificado por el Convenio 169 de la OIT.
Así mismo, la Constitución Política estableció que
los territorios indígenas son entidades territo-
riales con sus propios planes de desarrollo, y que
los pueblos indígenas deberán participar en la
formulación, ejecución y evaluación de los planes
y programas de desarrollo nacional y regional.
Inicialmente se hablaba de planes de desarrollo
para los pueblos indígenas. Pero los pueblos y lí-
deres del movimiento indígena en Colombia ade-
lantaron reflexiones comunitarias que llevaron a
alejarse de la concepción del “desarrollo” ligada
al modelo económico de consumo y acumula-
ción de capital. Este análisis llevó a un cambio de
perspectiva, que desde los años noventa busca
concretarse en los llamados Planes de Vida como
herramienta para garantizar la pervivencia de los
pueblos indígenas (ONIC, 2000).
David Gow (1998) encuentra unas característi-
cas comunes en la estructura y el contenido de
los planes de vida de los pueblos indígenas del
Cauca. Éstos contemplan, a grandes rasgos, los
siguientes aspectos: reflexiones sobre la historia
de los pueblos, sus formas de vida y prácticas
culturales; un proceso de caracterización y au-
todiagnóstico de la situación en salud, educa-
ción, organización, aspectos socioeconómicos y
socioculturales (entre otros) de comunidades y
resguardos; generalmente incluyen un análisis
de debilidades y oportunidades, o de necesida-
des insatisfechas, y un conjunto de propuestas,
proyectos, programas o estrategias para mejorar,
transformar o fortalecer las situaciones que viven
los pueblos. Esta estructura tiende a generalizar-
se con la elaboración de metodologías para guiar
Valentina Villegas Arias
Antropóloga de la Universidad Nacional. Investigadora del proyecto
"Fortalecimiento del gobierno propio de los pueblos indígenas
para la ejecución de sus planes de vida" de Cecoin.
a los pueblos en la construcción de sus planes de
Diciembre de 2008
vida, formuladas por la Defensoría del Pueblo, la
ONIC, la Dirección General de Asuntos Indígenas
y hasta el Banco Mundial.
El análisis de los documentos evidencia que si
bien éstos plantean la reconstrucción de los
pueblos partiendo de una reflexión sobre la
historia y sus prácticas económicas, sociales y
culturales, los procedimientos empleados en su
formulación, así como las estrategias definidas
para llevar a cabo la reconstrucción de dichas
prácticas incluyen elementos que poco o nada
tienen que ver con las características ancestrales
de las comunidades. En estos procesos se apro-
pian elementos externos entre los que se pueden
mencionar formas de planeación, transferencias
de conocimientos y tecnologías que constituyen,
de acuerdo con el autor, formas de entrar en la
modernidad o de construir modernidades pro-
pias. Gow (2005, p. 67) invita a pensar dichos
procesos como formas de contra-desarrollo, es
decir, aquellos que contradicen el discurso y la
práctica desarrollista.
Gow también encuentra que en dichos procesos
las comunidades cuentan con el apoyo técnico
profesional de asesores externos en diversas
áreas, que cumplen un papel de dinamizadores
y sistematizadores del ejercicio realizado por los
indígenas. El autor se centra en el discurso sobre
el desarrollo producido por las comunidades y
por las instituciones del Estado, y sugiere que
mientras los discursos surgidos “desde afuera”
tienden a buscar la manera de controlar la vida
diaria de los individuos y de las comunidades, los
producidos “desde adentro” son más creativos y
visionarios (Gow, 2005).
ETNIAS & POLÍTICA
Valentina Villegas
En este artículo se comenta la experiencia de los
pueblos cuiba wamonae, sikuani, amorúa, mai-
bén masiguare, wipiwi, yamalero, yaruro, tsiripu
y sáliba, del resguardo Caño Mochuelo, que han
participado en dos procesos de formulación de plan
de vida y en múltiples propuestas para el desarrollo.
Al final se expone una nueva propuesta que resulta
de un proceso de actualización del Plan de Vida en el
componente territorial, basada en la reflexión sobre
el territorio tradicional de los pueblos y las relacio-
nes que establecieron con él y con otros pueblos;
se argumenta que el desarrollo de esta propuesta
puede llegar a constituirse en un verdadero contra-
desarrollo en el Plan de Vida de los pueblos indíge-
nas de Caño Mochuelo y de los demás dispersos por
la región.
116
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
Contexto
El resguardo Caño Mochuelo está ubicado en el
Casanare, en jurisdicción de los municipios Hato Co-
rozal y Paz de Ariporo. Con una extensión de 94.670
ha, limita por el norte con el río Casanare, por el
sur con el río Meta, por el oriente con el vértice que
forma la desembocadura del río Casanare al Meta;
su límite occidental corresponde a una línea imagi-
naria de aproximadamente 48 km que se extiende
desde caño Mochuelo hasta caño Amarillo. Actual-
mente el resguardo cuenta con 3.346 habitantes, el
60% de la población se ubica norte del río Ariporo en
las comunidades Mochuelo, Morichito y Tsamani; al
sur del río se encuentra el 40% restante en las co-
munidades Topochales, Quinto Patio, El Calvario, La
Internacional Documentos

Valentina Villegas
Esmeralda, San José del Ariporo, Irimene, El Merey y
Betania.
Siete de los pueblos indígenas que lo habitan (cuiba
wamonae, sikuani, amorúa, maibén masiguare,
wipiwi, yamalero y tsiripu) están clasificados dentro
de la familia lingüística guahíbo. Los sikuani y los
amorúa hablan variantes cercanas y presentan un
alto grado de comprensión entre sí, lo mismo ocurre
entre cuiba wamonae, maibén masiguare, wipiwi
y yamalero, este último se diferencia por múltiples
préstamos lingüísticos tomados del yaruro, clasifi-
cado en la familia lingüística chibcha. El yaruro prác-
ticamente ha desaparecido; aunque los miembros
de este pueblo perdieron su idioma pero no su iden-
tidad. El grupo sáliba es de una familia lingüística
independiente conocida como sáliba-piaroa.
117
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Diciembre de 2008
Todos los pueblos indígenas de Caño Mochuelo, ex-
cepto los sálibas, son nómadas o seminómadas. Su
economía se basa en la caza, la pesca y la recolección
de frutos silvestres, y tienen su asentamiento en el
resguardo. Sin embargo, la necesidad de renovar los
lazos primordiales con sus territorios tradicionales y
de reconocimiento recíproco con familiares ubica-
dos por toda la Orinoquia colombiana y venezolana,
implican recorridos itinerantes necesarios para la
pervivencia.
Pueblos como los amorúa y los wipiwi han salido del
resguardo por temporadas considerables; los prime-
ros lo hicieron por casi dos años a finales de la década
de los noventa hacia los territorios de familiares
ubicados por el río Meta hacia abajo en el Vichada y
Venezuela, para regresar con el tiempo. Los wipiwi
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 En este artículo se comenta la experiencia
ETNIAS & POLÍTICA

de los pueblos del resguardo Caño

Mochuelo, que han participado en dos
procesos de formulación de plan de vida

salieron en el 2003 temerosos de las amenazas de in-

greso de grupos armados al resguardo. Se trasladaron
a refugiarse con familiares en Vichada y Venezuela, y
prolongaron sus recorridos por tres años hasta que
fueron conducidos al resguardo por la gobernación
del Casanare. Muchas familias cuiba wamonae sue-
len tomar el río Casanare en dirección al nacedero,
tomar sus afluentes y llegar hasta Arauca y Venezuela
por temporadas que se pueden prolongar semanas
o meses, o estacionarse por días o semanas frente
a Cravo Norte, y si no regresan al resguardo por sus
propios medios, la Alcaldía del municipio los condu-
ce hasta allí. Igual ocurre con los maibén masiguare
que toman el río Ariporo y sus afluentes hacia arriba
recorriendo los sitios legados por sus seres creadores.
Entre los sikuani, a pesar de que se consideran seden-
tarios, existen también familias que se trasladan por
meses e incluso años a otros resguardos donde tienen
familiares y luego regresan.

Los yaruro y yamalero cambian frecuentemente

Valentina Villegas
de asentamiento en el terreno que les corresponde
fuera del resguardo los pueblos son tachados de
del resguardo. Llegaron como una sola comunidad
invasores y tratados como tales. Además, en la
en 1984 pero, a partir de 1996, se han segmentado
actualidad, estas salidas resultan incompatibles
en tres grupos que se consideran a sí mismos como
con los calendarios escolares y con la necesidad de
comunidades independientes y han establecido seis
cuidar los conucos, por lo que son más frecuentes en
asentamientos; tres de ellos están hoy ocupados. En
grupos de hombres que van de cacería o a recolectar
general, todos los pueblos del resguardo hacen mo-
frutos silvestres para llevar a las comunidades, y se
vimientos cortos por las tierras vecinas en busca de
prolongan por temporadas que duran semanas e
cacería, frutos, para pasear y visitar sitios sagrados.
incluso meses. La salida de familias enteras coincide
Las restricciones a la movilidad de los pueblos son cada vez más con las épocas de vacaciones escolares
cada vez más fuertes por los conflictos con los po- de junio-julio y diciembre-enero, o con periodos de
bladores de la sabana y los riesgos que implican; escasez de alimentos. La reducción de las posibilida-

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El caso Caño Mochuelo ]

des de uso sobre espacios más allá del resguardo, y
la disminución en la frecuencia y la extensión de los
recorridos, amenazan el mantenimiento de los lazos
culturales con el territorio y la familia, y afectan los
conocimientos asociados a sus formas de manejo
del hábitat.
El resguardo fue dividido en nueve parcialidades o
terrenos que fueron distribuidos entre los pueblos
durante el proceso de saneamiento, compra y en-
trega de mejoras, de acuerdo con la forma en que
cada uno llegó a la zona. Los pueblos cuiba wamo-
nae, sikuani, maibén masiguare y sáliba, que tenían
119
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
los indígenas de Caño Mochuelo, excepto
Diciembre de 2008
los sálibas, son nómadas o seminómadas.
Su economía se basa en la caza, pesca
y recolección de frutos silvestres
asentamientos relativamente estables cuando se
conformó el resguardo, conservaron y ampliaron
un poco sus terrenos con la compra de las fincas ve-
cinas y definieron límites imaginarios. Los amorúa,
wipiwi, yamalero, yaruro y tsiripu se ubicaron esta-
cionalmente en diferentes montes hasta culminar el
proceso de compra y recibir terrenos, cuyos límites
fueron definidos por el Incora. A cada uno le corres-
pondió una parte del terreno, excepto en el caso
de los yaruro y yamalero que llegaron al resguardo
como una sola comunidad y, en consecuencia,
comparten un terreno; y el caso de los sikuani, que
cuentan con dos terrenos discontinuos, uno a orillas
del Casanare y otro al suroccidente del resguardo en
límites con los colonos, cuya asignación está relacio-
nada con la reducida extensión del primero y con el
objetivo de asegurar la ocupación total de todas las
áreas, especialmente aquéllas vulnerables a la ocu-
pación por parte de personas ajenas al resguardo. En
cada parcialidad los pueblos se organizan en caseríos
o asentamientos y en fincas (excepto los amorúa,
wipiwi y yamalero que sólo cuentan con caseríos).
La constitución del resguardo
como reto permanente a la planeación
La constitución de este resguardo, al igual que los
otros 145 existentes en la Orinoquia, es el resultado
de un violento proceso de despojo de los territorios
tradicionales de los pueblos indígenas. La forma en
que los diferentes pueblos indígenas del resguardo
de Caño Mochuelo terminaron reducidos o “encar-
celados” en este extremo casanareño tiene un de-
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ETNIAS & POLÍTICA
nominador común, la persecución violenta. Todos
ellos reconocen el período de La Violencia como el
momento en que se consolida el proceso de despo-
jo territorial iniciado con la invasión europea, y se
transforman las relaciones históricamente construi-
das por los pueblos entre sí y con sus territorios.
Los enfrentamientos en el centro del país despla-
zaron masivamente la población del altiplano cun-
diboyacense, los santanderes y los departamentos
de Huila y Tolima hacia los Llanos. Estas personas
se ubicaron en terrenos que el Estado consideraba
baldíos y emprendieron una labor que, desde su
perspectiva, no habían conseguido las políticas de
reducción y sometimiento: limpiar los terrenos de
quienes eran considerados indígenas “salvajes” y
Valentina Villegas
120
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
ladrones. Cuando los pueblos indígenas no eran
desplazados “a bala y con perros”, los colonos com-
praban las mejoras (conucos, árboles frutales y
viviendas de moriche) y se iban apoderando de sus
terrenos. La colonización avanzó hacia el llamado
“llano profundo” a finales de la década de los cin-
cuenta cuando la conformación de guerrillas ex-
pulsó población desde los departamentos de Meta,
Arauca y el mismo Casanare (UPTC, 2007).
La persecución forzó a los pueblos a intensificar sus
movimientos y a buscar refugio en los territorios
donde se encontraban otros pueblos indígenas; el río
Meta se constituyó en la principal vía para huir de la
avanzada colonizadora, y en ese trayecto varios gru-
pos avanzaron sobre la franja entre el río Casanare
Internacional Documentos
y el Meta, que hoy corresponde al resguardo, y para
finales de la década de los sesenta todos los pueblos
que hoy habitan en él hacían presencia por tempo-
radas en la zona, lo que profundizó los conflictos
interétnicos por el control de los recursos entre los
grupos indígenas, y entre éstos y los no indígenas. En
la misma época llegaron grupos misioneros cristia-
nos como el Instituto Lingüístico de Verano (ILV), las
hermanas de la Madre Laura y misioneros agustinos
que se situaron como protectores de algunos pue-
blos y promovieron los procesos de asentamiento
de los cuiba wamonae y maibén masiguare. Una
década después se habían consolidado cuatro asen-
tamientos: Mochuelo de los cuiba wamonae, Mori-
chito de los sálibas, Tsamani de los sikuani y San José
del Ariporo de los maibén masiguare.
En el contexto nacional, los movimientos indígenas
se encontraban avanzado en la consecución de sus
reivindicaciones históricas, y en la década de los
setenta consiguieron logros parciales en el tema te-
rritorial: hicieron que el Estado delimitara terrenos
considerados baldíos destinados a ser ocupados y
adjudicados a los pueblos indígenas, pero no con
carácter de propiedad, sino para su usufructo. Éstos
fueron denominados reservas indígenas, y en más o
menos una década llegaron a constituirse 69 de ellas
(Arango y Sánchez, 2004).
Los misioneros presentes en Caño Mochuelo mo-
tivaron a los sikuanis, cuiba wamonae y sálibas a
presionar la conformación de una reserva en el área
que fue delimitada en 1974. La delimitación del
terreno no disipó los conflictos entre pueblos indí-
genas, ni entre éstos y colonos, pues la reserva no
incluyó el saneamiento de tierras y contenía más de
cuarenta familias no indígenas: el ganado destruía
los conucos que los indígenas abrían en el monte,
y los colonos atacaban a quienes salían a cazar a la
sabana acusándolos de robar y matar su ganado.
121
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Diciembre de 2008
Además, los mecanismos de integración intercultu-
ral entre los pueblos eran muy débiles debido a los
frecuentes enfrentamientos por la apropiación y el
uso de los recursos entre los pueblos tsiripu, maibén
masiguare, cuiba wamonae, amorúa y yamalero, lo
que limitó la emergencia de una forma de organiza-
ción que posibilitara apropiar y defender el espacio
asegurado a través de la reserva.
Para la década de los ochenta, el movimiento indíge-
na consiguió que el Estado avanzara en clarificar su
política de tierras y presionó para que en lo sucesivo
se constituyeran sólo resguardos y se cambiara el es-
tatus legal de las reservas a esta figura. Los sikuani de
Caño Mochuelo asistieron a las reuniones nacionales
convocadas por la ONIC y establecieron relaciones
con otros pueblos; de esta forma conocieron la Ley
89 de 1890, las garantías que ofrecía para los proce-
sos de organización y recuperación de tierras y em-
prendieron la lucha en Caño Mochuelo aplicando las
directrices propuesta por la organización nacional.
La mayoría de pueblos presentes en Caño Mochuelo
se organizaban en pequeños grupos tipo bandas que
reconocían la autoridad de médicos tradicionales;
éstos eran conocedores de sus territorios, poseían
dones especiales que les permitían comunicarse con
los seres superiores y creadores del mundo que los
facultaban para guiar sus comunidades por el te-
rritorio y mantener el orden comunitario. Algunos
pueblos también habían adoptado la figura del capi-
tán que surgió en el siglo XVI durante los procesos de
contacto con órdenes religiosas y autoridades civiles
Para la década de los ochenta,
el movimiento indígena consiguió
que el Estado avanzara en clarificar
su política de tierras y presionó
para que en lo sucesivo se constituyeran
sólo resguardos.
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 encargadas de la administración de los territorios
ETNIAS & POLÍTICA

Desde 1990 se realizaron esfuerzos de capacitación

llaneros, quienes eran escogidos por éstos por su do-
mino del español y su capacidad para relacionarse
con los no indígenas. En la década de los ochenta se
generalizó que cada pueblo reconocería un repre-
sentante a nivel interno al que denominan capitán.
El primer desafío al que se enfrentaron los pueblos
de Caño Mochuelo fue unificar los grupos y aplacar
los conflictos interétnicos. Los sikuani promovieron
encuentros y reflexiones sobre los problemas y retos
en la producción agrícola y pecuaria. Pero estos
no lograron procesos de producción estable. Esto
está relacionado con las condiciones del modelo de
producción agrícola y las formas de producción tra-
dicional de cada pueblo. Pero también con la calidad
de los suelos, el ataque de los animales a los cultivos,
y la necesidad de movilidad de las comunidades en
las épocas de siembra y preparación de los cultivos.
Valentina Villegas

que enfrentaban todos como pueblos indígenas, y

la necesidad de superar los conflictos interétnicos
para actuar conjuntamente en el proceso de recu-
peración de tierras. El proceso de organización en
sí constituía otro desafío; por un lado era necesario
identificar las instituciones encargadas de asuntos
indígenas, realizar gestiones, solicitar asesoría,
comunicarse en español, y por otro, se trataba de
adoptar un modelo de representación andino con
una autoridad centralizada que los grupos orinocen-
ses desconocían. Por orientación de la ONIC, confor-
maron una organización que representara todos
los pueblos indígenas del Casanare, la Organización
Regional Indígena del Casanare (ORIC) que inicial-
mente era regional sólo de nombre, pues agrupaba
exclusivamente los pueblos de Caño Mochuelo. Un
par de años más tarde esta organización se convirtió
en la Junta de Cabildo.

Otra dificultad en el proceso era recorrer la reserva,

reconocer el terreno, identificar el número de fincas
que estaban dentro, y avanzar en los procesos de
acercamiento; en pocas palabras, hacer lo que para
muchos parecía imposible: negociar con los colonos.
Todos los pueblos participaron de las correrías, cada
uno enviaba un número de representantes que va-
riaba según el tamaño de la comunidad. En enero de
1986 el Incora entregó a los indígenas la resolución
03 de conformación del resguardo.

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El caso Caño Mochuelo ]
En el tema pecuario y la dotación de especies a
modo de créditos rotatorios los alcances fueron
más limitados. El desconocimiento del manejo del
ganado en algunos pueblos llevó al fracaso de los
proyectos de esta índole. Sólo los sálibas, quienes
se consideran ganaderos por tradición y adoptaron
esta actividad tras su sometimiento en las haciendas
ganaderas jesuitas, lograron mantener un pie de
cría hasta hoy.
123
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Igualmente, se creó un programa de capacitación de
Diciembre de 2008
docentes bilingües a través del Centro Experimental
Piloto (CEP), instancia encargada por el Ministerio
de Educación Nacional de la etnoeducación en las re-
giones entre 1985-1995, que dio los primeros pasos
en la búsqueda de una educación bilingüe; además,
se construyó infraestructura para educación y salud
en varias comunidades, y se formaron promotores
de salud indígenas. La Junta de Cabildo acompañó a
los pueblos en la ejecución de sus actividades.
De esta forma se creó un modelo de intervención
homogéneo que no tuvo en cuenta las prácticas y
diferencias culturales en los pueblos y, en muchos
casos, las respuestas a sus exigencias fue lo que
las instituciones consideraban aportes valiosos, o
simplemente, la oferta institucional existente en el
momento.
La formulación de planes de vida para
los pueblos indígenas del Casanare
Todos estos procesos han partido de una contradic-
ción fundamental: mientras los planes de vida están
pensados para ampliar y consolidar las prácticas pro-
pias, el Plan de Vida promovido por la gobernación
del Casanare constituye un instrumento fundamen-
talmente pensado para producir unos “necesarios
cambios culturales”: la sedentarización.
La constitución del resguardo Caño Mochuelo en sí
ha sido un reto permanente para los pueblos indíge-
nas y, especialmente, para los líderes y sus acompa-
ñantes (misioneros, organización indígena nacional,
ONG internacionales). Éste es y ha sido considerado
el refugio de varios pueblos indígenas nómadas de
la Orinoquia contra el violento avance de la coloni-
zación de mitad de siglo XX que amenazaba no solo
con dejarlos sin tierras sino con exterminarlos. Por
esta razón, desde la época en que varios pueblos em-
Internacional Documentos
ETNIAS & POLÍTICA

Valentina Villegas

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El caso Caño Mochuelo ]
pezaron a ubicarse en la zona se plantearon y desa-
rrollaron propuestas con la intención fundamental
de garantizar unas condiciones que permitieran a
los pueblos permanecer en el resguardo.
En Casanare se empezó a hablar de la necesidad de
la formulación de los planes de vida de los pueblos
indígenas en 1996, cuando la Organización Regional
Indígena del Casanare, con el apoyo de Watu Acción
Indígena,1 adelantaban un proceso de identifica-
ción, formulación y presentación de proyectos para
la cooperación internacional. Un año después, la
ORIC suscribió un convenio con la Gobernación de
Casanare para avanzar en la formulación de un plan
de vida, que contó con la participación de los diez
pueblos indígenas ubicados en el Casanare: cuiba
wamonae, sikuani, amorúa, maibén masiguare,
wipiwi, yamalero, yaruro, tsiripu, sáliba, u´wa y sus
representantes y comunidades.
La intención era que estas líneas de trabajo pro-
puestas por la ORIC fuesen el punto de partida de
las demandas centrales de los pueblos y fueran
incorporadas orgánicamente por el departamento
en sus planes de desarrollo. En aquel entonces se
plantearon como principales reivindicaciones y, en
consecuencia, como el horizonte de sentido de las
acciones y políticas de la organización: la reconstruc-
ción económica y social a partir del ordenamiento
ambiental de los territorios indígenas; el fortale-
cimiento y diversificación de las economías tradi-
cionales para alcanzar la autonomía alimentaria y
el fortalecimiento organizativo. Veamos en qué se
sustenta cada una de ellas y lo que plantean.
La reconstrucción de los territorios indígenas plan-
tea la necesidad de espacios territoriales apropiados
que tengan continuidad, que cuenten con una oferta
[1] ONG española.
125
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
En Casanare se empezó a hablar
Diciembre de 2008
de la necesidad de la formulación
de los planes de vida de los pueblos
indígenas en 1996.
integral y diversificada de recursos que no compro-
metan la seguridad alimentaria y pongan en peligro
la pervivencia de las comunidades. Conseguirlo
implica asegurar jurídicamente todas las formas de
posesión, uso, manejo, acceso y administración del
territorio, considerado como propiedad privada de
carácter colectivo y, en consecuencia, indivisible,
inalienable, inembargable e imprescriptible. Con
base en ello el Plan de Vida propuso la ampliación de
los resguardos de los diez pueblos del Casanare y su
transformación a Entidades Territoriales.
El ordenamiento ambiental, social y económico
de los territorios indígenas propuso la definición
de áreas de recuperación ambiental, debido a las
condiciones que presentaban los resguardos carac-
terizadas por la pérdida de diversidad en las mantas
de monte como consecuencia de la apertura de
espacios para agricultura. El Plan de Vida de 1998
postula que una vez ordenados los territorios eran
necesarios apoyos para la constitución de conu-
cos indígenas familiares y para la cría de especies
menores como vía para la reconstrucción de las
economías tradicionales. Este programa estaría
acompañado de una investigación aplicada y un
plan de capacitación a las familias y a los miembros
de las comunidades sobre prácticas, técnicas y co-
nocimientos externos, que fuesen sostenibles y que
aumentaran sustancialmente la oferta de alimentos
de las familias indígenas.
La línea de trabajo definida como desarrollo insti-
tucional se centraba en el fortalecimiento organi-
Internacional Documentos
 Se partía de la premisa de que un gobierno
ETNIAS & POLÍTICA
autónomo fuerte es la garantía
de la ejecución del Plan de Vida.
zativo, de cara a apoyar, orientar y acompañar los
“necesarios cambios culturales de los grupos indí-
genas”. Se partía de la premisa de que un gobierno
autónomo fuerte es la garantía de la ejecución del
Plan de Vida.
Este proceso fue el primero en ponerse en mar-
cha con el apoyo de WATU; el mismo año en que
plantearon las líneas del Plan de Vida se construyó
la sede de la Organización Regional Indígena del
Casanare (Kutsikutsi), se inició un proceso de capa-
citación para el fortalecimiento y la participación
de las comunidades indígenas del Casanare para su
intervención institucional y desarrollo, y en 1999 se
dio una capacitación en gestión de proyectos de co-
operación internacional a los dirigentes y al personal
técnico de la ORIC.
A partir del año 2000 se agota la financiación exter-
na de la que disponía la ORIC y la continuidad en la
ejecución del Plan de Vida de los pueblos indígenas
del Casanare queda a merced de la voluntad política
de los gobiernos departamentales y municipales,
que se centraron en la construcción de obras de
saneamiento básico e instalaciones deportivas con
la inversión de importantes recursos económicos,
pero sin impactos reales en el mejoramiento de la
calidad de vida de las comunidades, pues la asig-
nación de contratos para la realización de activida-
des estaba más ligada al pago de favores políticos
clientelistas que a dar cumplimiento a los objetivos
planteados en el Plan de Vida por los pueblos, lo
126
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
que generó acciones desarticuladas. Esta situación
involucró también a algunos representantes de las
comunidades quienes vendían los avales para la eje-
cución de contratos, y perdieron su capacidad para
exigir la realización de las propuestas de sus pueblos,
situación que se prolonga hasta el presente.
La gobernación partió de cero, no consideró el
proceso adelantado casi diez años antes, conformó
un equipo interdisciplinario para dinamizar la for-
mulación del Plan de Vida que trabajó fundamen-
talmente con metodologías de cartografía social.
El equipo elaboró un documento titulado “Tejiendo
futuro” que plantea la visión de los pueblos cuiba
wamonae, sikuani, amorúa, maibén masiguare,
wipiwi, yamalero, yaruro y tsiripo a quince años
(2006-2021). El texto se divide en tres partes: la pri-
mera presenta algunos datos etnográficos sobre los
pueblos que habitan el resguardo Caño Mochuelo,
la segunda presenta un análisis tipo DOFA (debili-
dades, oportunidades, fortalezas y amenazas) de la
situación actual de los pueblos; y la tercera presenta
una serie de fichas de proyectos dirigidos a que en el
2021 los pueblos indígenas del resguardo Caño Mo-
chuelo se encuentren “Fortalecidos por la defensa
de nuestra identidad, autonomía, cultura propia y
un territorio unido con una organización consolida-
da con capacidad de gestión y un desarrollo sosteni-
ble que permita nuestra pervivencia” (Secretaría del
gobierno, 2006).
En cuanto a la ejecución del Plan de Vida Tejiendo
Futuro es necesario señalar que las comunidades no
conocen el resultado final del proceso, por lo que,
argumentan, no lo han apropiado y pocas personas
se aventuran a señalar lo que contiene, a pesar de
que fue formulado con su participación.
Por otra parte, desde junio de 2007 el Plan de Vida
del resguardo indígena Caño Mochuelo se articuló al
Internacional Documentos
 El Plan de Acción, al parecer,

Diciembre de 2008
reemplazó totalmente el Plan de Vida
Tejiendo Futuro.

Plan Integral de Apoyo a Comunidades en alto riesgo

de vulnerabilidad (en adelante “Plan de Acción”), de
Acción Social y el Ministerio del Interior y de Justicia,
como resultado del informe y las recomendaciones
del Relator Especial para los derechos humanos y
libertades de los pueblos indígenas de la ONU en el
2004, quien señaló que la situación de los pueblos
indígenas era de una grave crisis humanitaria y una
amenaza total a su existencia, e instó al gobierno
colombiano a tomar medidas urgentes.2

El Plan de Acción, al parecer, reemplazó totalmente

el Plan de Vida Tejiendo Futuro; el Plan de Acción no
cuenta con recursos para la ejecución de los proyec-
tos y programas, por lo que seguramente lo que las
comunidades plantearon en el Plan de Vida no será
considerado como la exigencia y el punto de partida,
sino que las actividades tendrán que adaptarse a lo
que éste “buenamente pueda ofrecerles”. Por otro
lado, las actividades que se realizan en el marco del
Plan son impulsadas por la Oficina de Grupos Ét-
nicos de la Secretaría de Gobierno Departamental
en su totalidad, mientras que los representantes
de Caño Mochuelo tienen un papel pasivo que se
limita a esperar que “los ayuden”, situación que se
ve favorecida en las debilidades de representantes y
organizaciones para la exigencia de cumplimiento,
y por la falta voluntad política para realizar acciones
Valentina Villegas

[2] Proyecto: Plan integral de apoyo a comunidades en

alto riesgo de vulnerabilidad de Acción Social. Ministerio
del Interior y de Justicia (2005).

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Valentina Villegas ]
 Las restricciones a la movilidad
ETNIAS & POLÍTICA

de los pueblos son cada vez más fuertes

por los conflictos con los pobladores
de la sabana y los riesgos que implican,
fuera del resguardo los pueblos
son tachados de invasores
y tratados como tales.

de impacto, que conduce a que los esfuerzos de pue-

blos indígenas, organizaciones e instituciones siem-
pre se quede en diagnósticos y planes. Pero además,
a través de las mesas de concertación y la ejecución
del Plan de Acción, se busca un control absoluto de
cualquier proceso que se desarrolla en los pueblos,
con el argumento de coordinar actividades.

El balance sobre la implementación del Plan de Vida

realizada con los pueblos del resguardo indígena
Caño Mochuelo es negativo, no por falta de formu-
lación, porque los trabajos evidencian que los pue-
blos han participado del ejercicio de construcción de
su horizonte de sentido, sino porque las demandas
de los pueblos y los principios fundamentales que
las orientan fueron ignorados tanto en el Plan de
Vida Tejiendo Futuro como en el Plan de Acción que
hoy está en marcha. La diferencia fundamental en-
tre ambos planes de vida es la posición con respecto
al tema de la reconstrucción del territorio: mientras
en el primer Plan de Vida ésta es fundamental y
lanza una propuesta con un programa de negocia-
ción para concertar con el Estado, en el segundo se
plantea que si bien existe la necesidad de ampliar
el resguardo y conformar la ETI, y está reconocido
por ley el derecho al territorio, dicha pretensión no
corresponde a las posibilidades reales actuales y me-
Valentina Villegas

nos en el contexto de la nueva legislación nacional

para el aprovechamiento de los recursos naturales
(Vicepresidencia de la República, 2007, p. 46).

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El caso Caño Mochuelo ]
En conclusión, los planes de vida formulados en La persecución forzó a los pueblos a

Diciembre de 2008
1998 y 2006 coinciden en la percepción de la situa- intensificar sus movimientos y a buscar
ción del resguardo indígena Caño Mochuelo y en refugio en los territorios donde se
gran parte de las actividades que plantean para su
encontraban otros pueblos indígenas
implementación. Pero se diferencian en un punto
fundamental: el documento de 2006 desconoce la
centralidad de la recuperación del territorio y de las
a las proyecciones de desarrollo que se plantean des-
relaciones de los pueblos indígenas con él en el Plan
de estos escenarios, de los cuales, por supuesto, la
de Vida de los pueblos indígenas de la Orinoquia.
Gobernación del Casanare, promotora del trabajo,
El Plan de Vida de Caño Mochuelo reconoció un es arte y parte. En consecuencia, no discutió cómo
contexto nacional y regional poco favorable a la se veían los pueblos en ese contexto que amenaza
situación territorial de los pueblos indígenas debido las posibilidades de alcanzar la pervivencia de los
Valentina Villegas

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Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Valentina Villegas ]
ETNIAS & POLÍTICA
pueblos indígenas del resguardo y la reconstrucción
territorial.
Megaproyectos y Planes de Vida
Dentro del proceso de actualización del Plan de Vida
de Caño Mochuelo realizado por las comunidades
del resguardo (ver recuadro), fue imperativo iden-
tificar las principales problemáticas externas que
En la Orinoquia se han identificado
principalmente cinco megaproyectos
que afectan la región y a los pueblos que
conviven en el resguardo Caño Mochuelo.
130
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
Valentina Villegas
afectan el ejercicio del control territorial. El objetivo
del gobierno nacional es preparar al país para la
entrada a los mercados internacionales, y promover
el crecimiento económico centrado en la captación
de inversión extranjera. Este objetivo se basa en la
idea de “capitalizar las ventajas del territorio” lo cual,
como han mostrado los estudios recientes de Ceco-
in (Houghton, 2007), describe una agresiva política
para la consolidación de una economía extractiva en
el país que avanza sobre territorios que el gobierno
considera inexplorados, vírgenes, y que correspon-
den a territorios de pueblos indígenas.
En la Orinoquia se han identificado principalmente
cinco megaproyectos que afectan la región y a los
pueblos que conviven en el resguardo Caño Mo-
chuelo: el proyecto de encauzamiento del río Meta
del Invías, el “Renacimiento de la Orinoquia” del
Internacional Documentos
Ministerio de Agricultura, la exploración petrolera
de Ecopetrol, la Agencia Nacional de Hidrocarburos
(ANH) y compañías multinacionales, y la definición
de un Área Protegida en las sabanas del río Ariporo
de la Unidad Administrativa Especial de Parques
Nacional Naturales (Uaespnn). Así mismo, todos
ellos implican una política poblacional que los
acompaña.
La recuperación de la navegabilidad del río Meta es
considerada uno de los proyectos estratégicos en la
consolidación de infraestructura física de transporte,3
su objetivo es estabilizar el cauce del río y crear un ca-
nal permanente de mínimo 1,40 m4 de profundidad,
utilizando dragas y estructuras sumergidas, de ma-
nera que el río sea navegable 347 días al año, es decir,
solo 18 días calendario de restricción en la navega-
ción. Además, construir infraestructura portuaria
para el transporte de personas y grandes volúmenes
de carga de diversos tipos: productos agrícolas (arroz,
palma africana), ganadería, productos forestales y
minerales, con una inversión aproximada de cien mi-
llones de dólares (Hidroconsulta Ltda., 2002).
El Renacimiento de la Orinoquia es un megapro-
yecto “de Colombia para el mundo” para “lograr la
conquista definitiva del Vichada” que consiste en
intervenir 6,3 millones de hectáreas ubicadas entre
los departamentos Vichada y Meta “actualmente
ociosas y casi en su totalidad deshabitadas” con cul-
tivos agroindustriales de palma aceitera y pino cari-
be tropical. El Ministerio de Agricultura argumenta
[3] Así lo sitúan el Plan Nacional de Desarrollo 2002-
2006 “Hacia un Estado comunitario”, y el documento
Conpes 3396 de 2005.
[4] La exigencia del gobierno era diseñar un canal de
1.80 m para embarcaciones de más de 1.40 m de calado,
pero los estudios técnicos recomendaron un canal de
1,40 m que reduce el número de sectores (pasos críticos)
por intervenir y los costos de la hidrovía a la mitad.
131
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
La línea de trabajo se centraba
Diciembre de 2008
en el fortalecimiento organizativo,
de cara a apoyar, orientar y acompañar
los “necesarios cambios culturales de los
grupos indígenas”. Se partía de la premisa
que un gobierno autónomo fuerte es la
garantía de la ejecución del Plan de Vida.
que el proyecto contribuye al alcance de las Metas
del Milenio tendientes a la reducción de la pobreza
en el mundo y a la consecución de la paz, porque
generará empleo en cantidades suficientes y bien
remunerado (calcula 90 empleos por cada 550 ha
sembradas); produciendo opciones de trabajo lícitas
frente a la coca, posibilidades de reasentamientos
de población víctima de la violencia y desmoviliza-
dos de grupos armados, que de acuerdo con las pro-
yecciones, elevarán la población de la Orinoquia a
cinco millones de personas en los próximos veinte
años. Además, argumenta, contribuye a las metas
ambientales del Protocolo de Kyoto sobre reducción
de las emisiones de dióxido de carbono, pues creará
una “nueva selva” capaz de captar 25 toneladas al
año de dióxido de carbono para disminuir los efec-
tos del calentamiento global y prestar otros servicios
ambientales como la venta de oxígeno.
En materia de explotación de hidrocarburos la
meta del Estado es pasar de 334.000 km² a más de
800.000 km² de subsuelo conocido, contexto que
condujo a la evaluación de nuevas cuencas y a habi-
litar nuevas zonas para la exploración, en el que se
encuentra “el más glamoroso objetivo del 2008”: el
proyecto especial Desarrollo Crudos Pesados de la
Cuenca Llanos Orientales-Área Oriental que busca
“escudriñar en el confín de Colombia, allá, donde se
extiende hasta el Orinoco” y que se superpone sobre
todos los territorios indígenas de la Orinoquia.
Internacional Documentos
 El Renacimiento de la Orinoquia
ETNIAS & POLÍTICA
es un megaproyecto
“de Colombia para el mundo”
para “lograr la conquista definitiva
del Vichada”
Así mismo, se encuentra en evaluación la propuesta
de creación de un Área Protegida en el municipio
de Paz de Ariporo, en los límites occidentales del
resguardo, ya que los ecosistemas de humedales
presentes allí son únicos en el país y de vital impor-
tancia para la regulación del régimen hídrico de los
ríos afluentes del Meta, en su cuenca media. Ade-
más, presenta una gran diversidad de vida silvestre
que permite ubicarla como uno de los ocho ecosis-
temas de importancia estratégica para la humani-
dad (Instituto Alexander von Humboldt, 2005).
Las situaciones que han generado proyectos si-
milares en diferentes partes del país no permite a
los indígenas ser tan optimistas con acerca de los
resultados. El monocultivo de la palma no presenta
características amigables con el medioambiente
porque requiere de múltiples insumos y pesticidas
que esterilizan la tierra y contaminan el agua; está
calificada como uno de los cultivos más destructi-
vos, arrasa la biodiversidad y produce el combustible
más intensivo en carbono que existe;5 la demanda
de obra se da en condiciones de trabajo con caracte-
rísticas serviles y de tipo feudal que “nos devuelven
cientos de años atrás, todo ello solo buscando la
[5] Si bien la combustión del biodiesel libera menos
partículas de carbono a la atmósfera, su producción
libera enormes cantidades de gas por el reemplazo de
selvas y sabanas, que a su vez dejan de retener por el
tiempo que tarda en crecer la nueva cobertura (Monbiot,
en The Guardian, diciembre 6 de 2005).
132
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
reducción de costos” (World Rainforest Movement,
2001). Además, no contribuye a la paz, como lo de-
muestran el Pacífico Biogeográfico y la zona Norte
del país donde se concentran los cultivos, que coin-
ciden con las regiones donde el conflicto armado es
más agudo, y donde el impulso de la palma implicó
a los pobladores y pequeños propietarios de tierra
asociarse para la siembra o desalojar. A sangre y
fuego las personas fueron desterradas (Comisión
Intereclesial de Justicia y Paz, 2007). En cambio,
sí contribuye a consolidar uno de los factores que
incide en la reproducción del conflicto interno: la
concentración de la tierra; los cultivos de tardío ren-
dimiento y grandísimas inversiones no están pensa-
dos para pequeñas economías, ni siquiera para una
agrupación de ellas, como lo evidenció la discusión
del vergonzoso caso Carimagua.6
La construcción de infraestructura, por su parte,
abre nuevos frentes de colonización y produce ma-
yor presión sobre la tierra, sin contar que la hidrovía,
a pesar de que tiene licencias ambientales por lo
menos para los primeros tramos, no cuenta con pla-
nes de manejo ambiental y carece de una evaluación
completa de los impactos que causa. El dragado del
río, que constituye una actividad permanente a par-
tir de la apertura del canal, tiene efectos significa-
tivos en la disponibilidad de la pesca, al igual que la
disposición de los residuos de dragado y la construc-
ción de estructuras sumergibles. También, elimina
las islas que constituyen espacios utilizados por
campesinos e indígenas para el cultivo, lo que afecta
las economías de subsistencia de dichos grupos. La
[6] La finca Carimagua, de propiedad estatal, debía
ser adjudicada a unas 80 familias desplazadas según
un compromiso de 2004, y tres años después iba a ser
entregada en concesión a industriales palmicultores
por 50 años porque entregarla a desplazados “no es un
negocio” (El Tiempo, febrero 9 de 2008).
Internacional Documentos

Valentina Villegas
construcción y operación de la hidrovía a través de
concesionarios implica su privatización y el costo
de la obra será cubierto por los usuarios a través de
peajes y sobretasas al transporte.
La perspectiva generada por el desarrollo de estos
megaproyectos disparó la compra venta de tierras
en la Orinoquia. Los pobladores locales señalan que
los nuevos propietarios son “gente del interior” que
compra con la expectativa de valorización de los
terrenos, que espera que “engorden” para venderlos
o asociarse en la agroindustria, generando procesos
de valorización especulativa de la tierra (Houghton,
2007). También se disparó la adjudicación de tierras
de forma fraudulenta por parte del Estado, como
demostró la investigación de la revista Semana
publicada el 21 de abril de 2007 sobre el caso de
133
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Diciembre de 2008
la titulación de tierras en el Vichada al senador ri-
saraldense David Merheg y sus allegados políticos
(Revista Semana, 21 de abril de 2007). La concesión
de tierras orinocenses a grandes empresarios para
agroindustria, agroforestería y extracción está en
auge; la empresa barranquillera Agroforestal es-
pera que el Estado le entregue por cinco años una
extensión de 8.000 ha en las Sabanas de Zafiro en el
Vichada, con posibilidades de ampliación y escritu-
ración del terreno, entre otras. A nivel internacional
La perspectiva generada por el
desarrollo de estos megaproyectos
disparó la compra venta de tierras
en la Orinoquia.
Internacional Documentos
 Las situaciones que han generado
ETNIAS & POLÍTICA
proyectos similares en diferentes partes
del país no permite a los indígenas
ser tan optimistas acerca
de los resultados.
también hay quienes están interesados de participar
de los proyecto, no directamente como operadores
o concesionarios, sino como financiadores. La JP
Morgan Chase, la compañía francesa Michelin, la
fundación Zero Emissions Research and Initiatives
(ZERI), comerciante de oxígeno, la multinacional de
alimentos norteamericana Cargill, y una de las más
importantes navieras del mundo propiedad de la
familia noruega Siem (Revista Semana, 4 de mayo
de 2007).
De esta forma, el Estado entrega las tierras y sus
recursos para que sean apropiados totalmente con
cultivos permanentes (agroforestería), también
concede el usufructo según la vida útil de la tierra y
del cultivo que produce (agroindustria), o en fun-
ción de la extracción de recursos con “totales garan-
tías para la inversión”: créditos preferenciales en la
banca adscrita al Ministerio de Agricultura, el Fondo
de Financiamiento Rural (Finagro), el Banco Agrario
y el Fondo Agropecuario de Garantías; incentivos
a la capitalización rural con subvenciones del 40%
sobre inversiones en cultivos de tardío rendimiento
y exención de impuestos, exención tributaria para
el empleo del biodiesel, exención de impuesto a
la renta y créditos tributarios sobre los cultivos
agroforestales, certificados de incentivos fores-
tal, subvenciones sobre las inversiones en nuevos
establecimientos forestales del 75% para especies
nativas y 50% para especies introducidas o foráneas;
exención de impuestos a la madera comercial y
sus derivados, exención tributaria a la producción
de alimentos y medicamentos provenientes de la
134
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El caso Caño Mochuelo ]
investigación (Ministerio de Agricultura, 2004 ). De
esto se trata el inconstitucional Estatuto de Desarro-
llo Rural.
Es muy probable que la necesidad de seguridad
jurídica para la inversión, como ha ocurrido en
otras partes del país, se acompañe del ejercicio de la
violencia y la desterritorialización de los pobladores
locales, una estrategia coherente para asegurar
efectivamente que la imagen que promueve el Esta-
do sobre la región, “deshabitada”, sea una realidad,
como al parecer muestran los actuales estudios
de la Consultoría para los Derechos Humanos y el
Desplazamiento (Codhes). sobre las tendencias del
desplazamiento en Colombia; en el primer semestre
del 2008 los departamentos de Meta y Vichada se
consolidaron como zonas de expulsión de población
a través del desplazamiento forzado (El Tiempo, 1 de
octubre de 2008).
Los proyectos de canalización del río Meta, amplia-
ción y consolidación de los cultivos agrícolas y fores-
tales, extracción de minerales como petróleo y agua,
y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad,
no están dirigidos al conjunto de la nación y me-
nos aún a los pueblos indígenas, sino a las grandes
empresas transnacionales; y mientras se brindan
semejantes garantías y seguridades a la inversión,
la nación y el país asumen los costos sociales y am-
bientales que éstas provocan, los retrocesos en los
derechos al medioambiente sano, a la alimentación,
a la diversidad, al trabajo, pues el Estado entrega el
control del territorio y todos los factores productivos
a agentes privados que funcionan solo en la lógica
del mercado y la competitividad (Houghton, 2007).
Territorio y Planes de Vida
En este contexto, la actualización del Plan de Vida de
Caño Mochuelo en su componente territorial partió
de la reflexión sobre el territorio tradicional de los
Internacional Documentos

Actualización del Plan de Vida de Caño Mochuelo
La actualización del Plan de Vida de Caño Mochuelo
en el componente territorial, realizada en el marco
del proyecto “Fortalecimiento de los gobiernos pro-
pios de los pueblos indígenas para el control terri-
torial y la ejecución de sus planes de vida” durante
2007 y 2008,* tuvo como objetivo central identificar
las principales problemáticas y factores externos que
afectan el ejercicio del control territorial; para ello se
hizo una investigación sobre los proyectos dirigidos
a la región, a partir de los análisis comunitarios rea-
lizados en el 2006 durante la formulación del Plan
de Vida y el Proyecto Educativo Comunitario, y de
la consulta documental, y se realizó una discusión
posterior de los aspectos internos señalados por los
pueblos como problemáticos o fuentes de conflicto,
se tomaron posiciones al respecto y se avanzó en la
búsqueda de soluciones.
Cada proyecto fue representado, sintetizado en un
mapa, exhibido en las comunidades para informar
de qué se trataba y analizado con los pueblos para
tomar posiciones y perfilar las estrategias frente a los
actores que reordenan el territorio. La actualización
del Plan de Vida incluye dos partes; una dedicada
a las acciones por desarrollar dentro del resguardo
para fortalecer la economía propia de los pueblos,
recuperar ambientalmente el resguardo, y ordenar
el uso y control de los recursos naturales, y otra, la
construcción de las redes sociales necesarias para
pueblos cuiba wamonae, sikuani, amorúa, maibén
masiguare, wipiwi, yamalero, yaruro, tsiripu y sáli-
ba, los caminos recorridos por éstos, y las formas en
que lo nombraron, describiendo las formas como se
relacionaban en él y con él. Los resultados de esta in-
vestigación participativa ocupan un lugar de singular
importancia en el proceso, pues evidencian que las
135
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Diciembre de 2008
adelantar la defensa del territorio. La propuesta
central para el fortalecimiento de los gobiernos
propios consiste en la conformación de una escuela
de gestión comunitaria que consolida los procesos
de organización interna que se vienen adelantando
en las comunidades, con el fin de apoyar a los repre-
sentantes de las comunidades en responsabilidades
y hacer seguimiento de las actividades y compro-
misos que se plantean en cada uno de los sectores
(salud, educación, producción, etc.). De tal manera
que quienes decidan qué se debe hacer y en qué
momentos sean las comunidades y constituyan la
instancia para coordinar con los capitanes, la Junta
de Cabildo y las diferentes instituciones del Estado.
Se trata de restablecer la participación colectiva
en la organización comunitaria y del resguardo. La
escuela de gestión comunitaria se centrará en con-
solidar la estrategia para hacer frente a los nuevos
retos que enfrentan los pueblos, pues el proyecto de
reconstrucción económica, social y ambiental que
proponen se enfrenta al proyecto de ordenamiento
espacial del capital.
* Proyecto ejecutado por el Centro de
Cooperación al Indígena (Cecoin) con el apoyo
del Grupo de Trabajo Intercultural Almáciga, con
recursos de la Agencia Española de Cooperación
Internacional al Desarrollo (AECID).
posibilidades de existencia de los pueblos que allí se
reúnen depende también de los demás de la región.
Todos estos pueblos han compartido a lo largo de su
historia un gran territorio, la Orinoquia colombiana
y parte de la venezolana, cada uno reconoce sitios de
origen en distintos puntos de la región y apropiaron
Internacional Documentos
 Aquéllos que perviven hoy
ETNIAS & POLÍTICA

han resistido los violentos procesos de

ocupación de sus territorios
gracias a la existencia de estos
mecanismos de integración social.

amplias franjas de terrenos recorriendo todos los

ríos de la cuenca: Arauca, Casanare, Ariporo, Meta,
Tomo, Vichada, Guaviare, sus afluentes, espesos
montes y amplias sabanas. Los pueblos indígenas
de la Orinoquia han utilizado los mismos caminos y
espacios en distintos momentos y de forma simul-
tánea en algunos casos. El tiempo de estadía en los
diferentes sitios podía variar entre unos cuantos me-
ses o prolongarse por años, según la disponibilidad
de recursos para la subsistencia: buenas fuentes para
la recolección de frutos silvestres y cacería, o de sitios
para cultivar yuca, maíz, batata, caña; así como de la
presencia de otros pueblos y las relaciones que esta-
blecieran entre sí.

La diversidad cultural de los pueblos indígenas de la

Orinoquia se confirma en los relatos de cronistas,
viajeros y los reportes de misioneros sobre poblados
y fundaciones, quienes llegan a mencionar más de
cuarenta y cinco pueblos, entre quienes, según los
historiadores y arqueólogos, existían unas redes de
intercambios regionales e interregionales que los
integraban a espacios lejanos permitiéndoles acceso
a diferentes recursos. Aquéllos que perviven hoy
han resistido los violentos procesos de ocupación
de sus territorios gracias a la existencia de estos
mecanismos de integración social como la comple-
mentariedad ecológica, las diferentes estrategias
de subsistencia y la especialización en la producción
y consecución de ciertos productos como base del
Archivo ONIC

comercio y las relaciones matrimoniales entre los

grupos, el multilingüismo, los intercambios rituales

136
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El caso Caño Mochuelo ]
y demás alianzas para mantener el acceso a recur-
sos (Ortiz y Padilla, 1984). Y, si bien sus relaciones
no estuvieron exentas de conflictos, en aquel mo-
mento era posible evadir o evitar confrontaciones
entre pueblos, trasladándose a otro lugar entre los
numerosos ríos y caños de la Orinoquia. Por esta
razón se puede decir que en la Orinoquia existía un
complejo manejo intercultural del territorio, que
fue desarticulado con el avance de la colonización, la
cual estableció cercos cada vez más estrechos sobre
los pueblos, desatando conflictos interétnicos por el
control de un fragmento del mismo, al tiempo que
la guerra por la pervivencia desplazó las relaciones
de intercambio históricamente construidas.
Hoy día, recuperar las redes de relaciones estable-
cidas en la historia para el manejo intercultural del
territorio es la condición necesaria para garantizar
la pervivencia de los pueblos. La realización del Plan
de Vida de Caño Mochuelo no depende solo de los
pueblos indígenas que habitan en él; es dependiente
de las redes sociales, pero no de aquellas resultado
de los procesos administrativos y económicos ac-
tuales del departamento, sino de revitalizar las que
se tejieron entre pueblos durante la construcción
territorial de la Orinoquia, y que aún se mantienen
con la movilidad de los pueblos.
En la reflexión comunitaria se concluyó que el Plan
de Vida constituye una propuesta no para discutir
en la Gobernación o la Alcaldía, para quienes pare-
ciera estar siempre dirigido, sino para discutir con
los pueblos que históricamente han compartido
la región. Para los pueblos de Caño Mochuelo sus
posibilidades de existencia como indígenas de-
pende de que los demás pueblos dispersos en la
región, con resguardo o sin ellos, se encuentren
en la misma dirección: concretando sus propios
usos y manejos del territorio y sus recursos, defi-
niendo con autonomía las relaciones que quieren
137
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Valentina Villegas ]
Hoy día recuperar las redes de relaciones
Diciembre de 2008
establecidas en la historia para
el manejo intercultural del territorio
es la condición necesaria para garantizar
la pervivencia de los pueblos.
construir sobre el mismo y las estrategias para su
defensa, y que en conjunto discutan los procesos
de conformación de las Entidades Territoriales y
sus orientaciones, pues si bien la ampliación del
resguardo propuesta en 1998 sigue vigente, correr
unos pocos kilómetros al occidente la línea del
resguardo no cambia cualitativamente las condi-
ciones de los pueblos.
La reconstrucción de las redes de relaciones sociales
propuesta en el Plan de Vida de Caño Mochuelo
implica que los pueblos de la Orinoquia definan los
procesos de reconstrucción de sus territorios y su
manejo. Este planteamiento podrá parecer a mu-
chos imposible, dado que la región no está ocupada
solo por pueblos indígenas. Pero de no plantearse
se pierde el verdadero horizonte político del cual
depende la pervivencia de los pueblos de la región.
No se trata de “sacar a todo mundo” sino de que
quienes están allí se comprometan con las propues-
tas que los pueblos indígenas discuten en sus planes
de vida centradas en la recuperación ambiental, la
construcción de economías propias y subsistencia
que, como demuestran diversos estudios sociales y
ambientales, son las más indicadas a las condiciones
de la zona. No se trata de que los pueblos indígenas
se articulen a las estrategias que promueve el Es-
tado para el ordenamiento productivo y extractivo
del territorio, sino de todo lo contrario, que sea la
propuesta de los dueños legítimos del territorio la
que articule los esfuerzos de aquellos a quienes les
preocupa el futuro de la región.
Internacional Documentos
 La recuperación de las condiciones que permitían
ETNIAS & POLÍTICA
dicho manejo –como la abundancia de recursos,
las posibilidades de implementar diferentes formas
de uso y apropiación de los mismos y de fortalecer
las redes de relaciones sobre el territorio con los
pueblos que existen en toda la cuenca, a través de
intercambios de productos, semillas, conocimientos
sobre usos, entre otros–, constituyen el punto cen-
tral para lograr una “ampliación y consolidación de
todos los ámbitos de las culturas propias”.
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139
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Valentina Villegas ]
P L A NE S DE V ID A Nuestra economía
Formas de producción
y distribución
de la economía nasa

Con la culminación del proceso amargo y contradictorio de la recupera-

ción de tierras, las comunidades han empezado a construir y recrear sus
propias formas y estructuras para la producción. El rechazo a las prácticas
y tecnologías de un desarrollo impuesto ha hecho que se mantengan
muchas técnicas, formas y valores propios, en cuanto a la visión y el ma-
nejo de la naturaleza. Por ejemplo, se encuentra que solo un 20% de los
productos cultivados en el territorio utilizan abonos químicos, y el 80%
de los productos aún se producen con abonos orgánicos o naturalmente.
Por otra parte, en este contexto encontramos los sistemas agroforestales
(tul) y sistema agrosilvopastoril (pasto en el monte), los cuales sirven de
medio para la subsistencia y para preservar los recursos naturales.

En contraste con esta situación positiva, existe gran preocupación por la

dependencia en la que se está cayendo a causa de los cultivos ilícitos y la
pérdida del gusto de los productos nativos, dada la asimilación de nuevas
costumbres de alimentos comerciales del modernismo Esta situación ha
hecho que, por el consumo de productos que nuestro organismo no ha
estado acostumbrado a asimilar, el promedio de vida de nosotros los
paeces o nasas sea únicamente de 39 años, mientras que nuestros abue-
los, consumiendo los productos propios, vivían más de 100 años.

Encontramos así una realidad compleja: por una parte, alrededor del
proceso de lucha por la tierra, y gracias a la organización, se han recreado

Diana Granados
formas de producción y beneficio que responden
a la lógica cultural del pueblo nasa y favorecen
la autonomía. Pero por otra parte, existen otras
formas foráneas de producción y distribución
que pese a presentarse con menor proporción,
también hacen parte del panorama de nuestra
economía e inciden promoviendo sus valores. Es
aquí donde se combina actualmente la economía
tradicional con la economía de mercado, y se
presentan todos los factores de explotación por
quienes manejan o monopolizan el mercado.
Analizando nuestra situación vemos que hoy
más que nunca es necesario no perder de vista
los objetivos que se trazaron cuando se promo-
vieron las primeras mingas de recuperación de
la tierra: unirse y luchar organizadamente para
lograr un mejor nivel de vida de la comunidad.
Con esta esperanza muchos aportaron mano de
obra, legumbres y verduras para los almuerzos
comunitarios, y otros hasta dieron la vida por una
esperanza que aún continúa vigente, y que debe
ser la base de las reflexiones para poder construir
una economía con justicia social.
El propósito de este texto es el de describir las
diversas formas de producción, estructura y
distribución que poseemos en las comunidades
indígenas del Norte del Cauca, prácticas que pue-
den ser propias de la cultura o foráneas. Estas pro-
puestas deben proyectarse en pro de potenciar la
construcción de un modelo de economía propio,
solidario y viable. Este documento pretende ser
un punto de partida para definir un camino que
desde la económico lleve a fortalecer la autono-
mía, la identidad y la unidad como pueblo nasa,
por eso lo ponemos a consideración pública para
que sea analizado, debatido, y hasta refutado.
Ezequiel Vitonás T.
Recopilación y redacción.
Consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca
(ACIN).
Estructura de producción
Diciembre de 2008
y formas de beneficio
La minga. Ésta ha sido una de las formas más
tradicionales de alimentación colectiva de las
comunidades indígenas. Consiste en citar una
gran cantidad de personas vecinas, el número se
define a partir de la disposición de carne animal
y también del tiempo que se debe destinar para
el trabajo comunitario. Se comparte la carne al
culminar estas labores. En esta práctica se com-
parte todo el animal ya sazonado con productos
de la región como el mote (plato típico), aquí no
se mira el valor del animal sino que lo impor-
tante es poder reunirse para compartir trabajo
y alimentos, y en la tarde chicha de maíz. Es una
convivencia tradicional. En estas labores se de-
sarrolla prácticamente todo un proyecto verbal
previo, para no quedar mal con los invitados, ya
que es un orgullo atender a la vecindad. Quien
invita es el encargado de cubrir todos los gastos
para los que trabajaban y los familiares de estos
–que van en la tarde a ayudar a cargar comida
para la casa–, y otros que en ocasiones aparecen
para tomar la chicha. Así que para todos hay sin
ninguna miseria.
El trabajo de ayuda. Consiste en un número
considerable de personas que rotan su trabajo
según la necesidad o labor de cada familia en su
huerta. En este caso la ayuda se da a la familia
que no tiene con qué atender la alimentación
del número de participantes en la tarea colec-
tiva, entonces para poder realizar la labor cada
participante lleva algún producto y así se pueden
preparar los alimentos para todos. A pesar de ser
una labor comunitaria, después de culminado el
trabajo de ayuda la producción es de beneficio in-

ETNIAS & POLÍTICA
Diana Granados
dividual, es decir, para la familia adjudicataria de esa
parcela (subsistencia en común). En este ejercicio
la familia no está obligada a compensar el trabajo
invertido; situación que sí se presenta en el cambio
de mano que es un ejercicio común entre los cam-
pesinos en el cual la familia se ve obligada a devolver
él numero de jornales recibidos, es decir, compensar
los días de trabajo que otros le prestaron con trabajo
propio.
El trabajo de rotación de grupos comunitarios.
Consiste en la rotación de diferentes números de
grupos organizados, o individualmente, los cuales
integran un conjunto sin mirar el número de jorna-
les que cada uno coloca. En esta labor cada grupo
responde por la chicha y los alimentos. Existe un
control social que realiza el comité de fincas, que
es elegido por todos los grupos comunitarios para
que ejerza funciones de organización y autoridad en
coordinación con el cabildo. Se considera el espacio
más fuerte de socialización y reconstrucción de la
identidad indígena. Es en donde se observa más
142
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]
palpable el plan de vida práctico de los paeces. Las
labores terminan tempranamente para dedicar el
resto de la tarde a una reflexión de la vida cotidiana
que vive la comunidad Allí se pueden tocar temas de
aspectos político-organizativos, etno-económicos
y socioculturales. Esto sucede después de haber
compartido un voluminoso almuerzo estilo minga,
y mientras se dialoga se bebe algo de chicha; final-
mente se concluye la labor del día en diferentes ta-
reas, entre ellas la organización del próximo trabajo
que será a los ocho días siguientes.
Grupos comunitarios contratistas. Su organi-
zación surge de relaciones familiares, amistosas,
veredales por voluntarios individuales. Su labor
consiste en vender sus jornales a interesados indivi-
duales o colectivos. Son bastante apetecidos porque
terminan las labores de una manera rápida. Aquí
cada uno responde por la alimentación o lleva su
avío. En otras ocasiones depende de lo acordado con
el supuesto patrono. Lo recaudado se lo dividen, de-
jando algo para un fondo de gestiones de la directiva
o del mismo grupo. Otras veces dedican el grupo
al trabajo de sus parcelas; quienes no tienen tierra
venden el número de jornales incluyendo el propio
para su beneficio. Algunos aprovechan muy bien lo
ingresado, mientras otros se gastan hasta el último
peso compartiendo licor con sus amistades y en
ocasiones terminan endeudados.
Es de anotar que cada uno de estos grupos tiene su
propia junta directiva o, en unos casos, tiene respon-
sables encargados. El plan de trabajo lo hacen cuan-
do terminan una labor y dependiendo del próximo
trabajo conseguido, es decir, según la demanda.
Algunos de estos grupos son los más utilizados úl-
timamente para la siembra de cultivos ilícitos. Han
llegado a esta situación por falta de tierra o por falta
de otras alternativas. Este tipo de trabajo es un espa-
cio de socialización más en el ámbito familiar. Rotan
donde les resulte buscando salida a su situación.
Internacional Documentos

Diana Granados
El cambio de mano. Este consiste en desarrollar
trabajos de mano de obra no calificada con vecinos,
familiares o entre grupos. En estas actividades se tie-
ne en cuenta el número de jornales de cada persona
o familia, y se debe devolver la misma cantidad de
jornales a quienes fueron a prestar la mano en el de-
sarrollo de la actividad. Estas actividades se realizan
con más frecuencia en comunidades campesinas
mestizas. Se puede decir que es un pago en especie
pues para el desarrollo de la actividad no se necesita
de dinero para realizar el trabajo.
Las fincas asociativas mixtas. Aquí existen dos
formas de propiedad: una es la propiedad individual.
En la misma finca se admiten tres animales indivi-
dualmente; existe un compromiso de no aumentar
más de esa cantidad. En caso de superarla la misma
143
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Ezequiel Vitonás ]
Diciembre de 2008
sociedad le compra el excedente al socio y pasa a ser
de propiedad asociativa. El ganado asociativo es de
todos los socios, las decisiones las toman éstos y las
ejecuta una directiva nombrada por los mismos,
que toma las decisiones basadas en un reglamento
aprobado después de muchas discusiones por el
total de los socios. En la mayor parte de los casos el
reglamento no ha sido convalidado por el cabildo, ni
tampoco existe una legislación propia para estos ca-
sos. El ganado asociativo es el perteneciente a todos
los socios ya que la tierra es de propiedad colectiva
(resguardo), la cual en este caso presta un beneficio
individual y asociativo. Este último se devuelve en
dinero cada año, y –dependiendo del número de
jornales– el beneficio obtenido se paga al final del
año. Con frecuencia se comparte con el resto de la
Internacional Documentos

ETNIAS & POLÍTICA
Diana Granados
comunidad invitándola a una comida y una fiesta en
la que participan socios y parte de la comunidad de
las veredas más cercanas. La forma de administra-
ción se realiza por medio de cada socio cumpliendo
anualidades o mensualidades, dependiendo del
reglamento aprobado por cada sociedad. El trabajo
puede ser comunitario o individual.
Las labores comunitarias se desarrollan en tres espa-
cios: uno es comunitario, en trabajos relacionados
con todos los socios pertenecientes a las fincas y con
labores realizadas en las mismas, aquí avanza el bien
asociativo en cada finca. Otro es el trabajo comuni-
tario relacionado con las demás fincas; en la mayoría
de los reglamentos de dichas sociedades es obligato-
rio participar. Y por último, el trabajo individual que
cumple cada socio en los días que le quedan; este
trabajo lo realiza dentro de la parcela que le ha asig-
nado la sociedad y, en otras ocasiones, en la pequeña
parcela que poseía antes de recuperar la tierra.
Empresas comunitarias del cabildo. Estas deben
producir y autofinanciar las necesidades del cabildo,
144
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]
de esta forma se beneficia la comunidad a través
de los servicios que la autoridad presta. Funcionan
con un administrador bajo la responsabilidad del
cabildo; la comunidad colabora con mano de obra y
se espera a que el cabildo invite a una buena comida
en donde haya chicha y baile. La experiencia con este
tipo de empresa no ha sido muy positiva debido a
que el cabildo es elegido para un periodo de tan solo
un año, llevando a que algunos se preocupen por
mejorar y otros por acabar lo poco que el anterior
dejó. Aunque recientemente, con la coordinación
del proyecto nasa y otros grupos comunitarios, se
han ido construyendo mejores empresas a través de
unos responsables permanentes, consolidando en
una verdadera alternativa para fortalecer la autono-
mía económica de los cabildos.
Empresas de proyección organizativa. Estas
deben producir un fondo permanente para finan-
ciar las actividades reivindicativas. Dependen de
organizaciones que han creado las comunidades y
funcionan con un administrador. Aquí el beneficio
puede ser más amplio, dependiendo de lo que se
logre en el esfuerzo de reivindicación y organiza-
ción. Dependen normalmente de los responsables
de organizaciones indígenas. Están fiscalizadas por
los cabildos y parte de la comunidad, por tanto los
informes deben presentarse en reunión o asamblea
pública según el tamaño de la empresa.
Proyectos de asociación de grupos asociativos.
En este caso se une el esfuerzo de varias fincas aso-
ciativas o individuales que aportan un capital para
el surgimiento de un nuevo proyecto bajo la respon-
sabilidad de una directiva. El beneficio se espera a
partir del crecimiento de la ganancia, que se distri-
buirá entre los asociados. También son solidarios
con personas no asociadas en proyectos como por
ejemplo la fonda y la droguería veterinaria. Pueden
encontrarse otras experiencias como resultado de
Internacional Documentos

Diana Granados
los proyectos económicos asociativos motivados por
personas desde una visión solidaria, que aportan
algo de su capital para que con el esfuerzo de unos
responsables nazcan nuevos proyectos comunita-
rios como las empresas Lechera San Luis y Truchas
Juan Tama.
Proyectos económicos comunitarios. Fueron
creados con el esfuerzo y el aporte de mucha gente,
y los logros obtenidos a través de la organización
indígena. Funcionan con trabajadores comunitarios
que buscan una economía más justa. Es decir, que no
se oriente al enriquecimiento individual ni de unos
pocos, contrario a lo que plantea la economía capi-
talista. Las ganancias de estos proyectos deben ir a
un fondo común para el apoyo a otros proyectos pro-
ductivos del mismo estilo y también debe destinarse
un porcentaje al beneficio social de la comunidad.
Estos proyectos deben ser las empresas más grandes
y que generan mayores recursos. Por ejemplo, la
145
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Ezequiel Vitonás ]
La minga ha sido una de las formas
Diciembre de 2008
más tradicionales de alimentación
colectiva de las comunidades indígenas.
lo importante es poder reunirse
para compartir trabajo y alimentos.
minería, la piscicultura, etc. Con esta visión han sido
creados. Se ha discutido que el 70% de las ganancias
se destine para el impulso de proyectos del mismo
tipo y el 30% restante se destine para el apoyo del
servicio social comunitario, que deberá ser regla-
mentado por las comisiones económicas de los
resguardos, y aprobado por asamblea comunitaria,
según el plan de vida.
Este es el espacio donde se ha podido practicar la
minga económica, ya que los cabildos, en vez de
distribuir los recursos conseguidos en pequeñas
cantidades, los han reunido y han cooperado para
así poder invertir lo más pronto posible. Este esfuer-
zo lo han realizado los cabildos en el espacio local y
en el ámbito zonal del norte del Cauca, bien sea con
recursos propios a través de la lucha, o con proyec-
tos presentados al exterior, esfuerzo que también
nos unifica con los demás cabildos del Cauca y de
Colombia. Un ejemplo de esto es el apoyo conse-
guido para el reconocimiento en la Constitución de
resguardos, las asesorías jurídicas, la zona minera
indígena, la propiedad colectiva, etc.
Este tipo de proyectos son posibles gracias al grado
de concientización de quienes allí laboran, y el fu-
turo de los mismos depende del proceso educativo
y organizativo que se logre implementar. Queda
la gran tarea de reflexionar y definir el tipo de eco-
nomía que queremos y producir derecho propio
(leyes), además de operativizar un sistema de admi-
nistración y contabilidad coherente, de tal manera
Internacional Documentos
 Se considera el espacio más fuerte
ETNIAS & POLÍTICA

de socialización y reconstrucción
de la identidad indígena, es en donde
se observa más palpable el plan de vida
práctico de los paeces.

que permita mejorar la organización y rentabilidad

de estos proyectos, y mantener a la comunidad in-
formada para facilitar su fiscalización.

Proyecto de asociación de cabildos. Surge bajo

el acuerdo de varios cabildos con recursos o aportes
del Estado y bajo responsabilidad de un administra-
dor. Estos proyectos están planteados para finan-
ciar la organización zonal, las decisiones de gran
magnitud se determinan en la junta directiva de los
cabildos y las ejecuta el presidente de la asociación
de cabildos. El beneficio se espera a partir del avance
organizativo que logre la ACIN –hoy llamada CXAB
WALA KIWE–, y el aporte de las ganancias se rein-
vertirá en un fondo comunitario según los criterios
de los proyectos económicos de la comunidad.
Asociaciones sectoriales. Éstas han surgido para
mejorar sus ingresos individuales pero dentro del
contexto del desarrollo equitativo y como alterna-
tiva a un antivalor que existe en las comunidades:
la envidia. Requiere espacios de capacitación cohe-
rente con la realidad que viven y para el manejo de
instituciones. Para su control nombran una directiva
que represente a la asociación en coordinación con
el cabildo u organización, pero la responsabilidad
del beneficio es individual, como en el caso de los
finqueros, cafeteros y ganaderos.
Economía artificial. Se trata del trabajo realizado
para el beneficio individual. Aunque resuelve el
problema del desempleo, pocos aprovechan estos
ingresos. Muchas veces los gastan en el consumo
Diana Granados
de licor que impone el comercio. Esto ha creado un
clima de descomposición social, por ser dinero que
ingresa en abundancia, volviendo a las personas
dependientes de los productos de afuera. Esto lleva
a pensar que por tener dinero es mejor comprar
todo en vez de producir lo propio. Ha ocasionado
deforestación y arrendamiento de algunos terrenos
a personas foráneas que son los que promueven
cultivos de uso ilícito más intensivos. No obstante,
las comunidades han reducido el consumo de pro-
ductos externos y han reemplazado su consumo con
el de los propios cultivos, a la vez que se mantienen
cultivos para generar ingresos. Algunas veces esto
incluye la existencia de cultivos de coca. Aquí funcio-
nan muy bien los grupos comunitarios contratistas.
Es conveniente que la organización imparta un
trabajo educativo para que las personas que allí se
encuentran reorienten sus valores y así se reduzcan
los cultivos de coca.
El trabajo en compañía. Esta práctica se ha dado
en nuestra comunidad y se ha desarrollado con
animales o con productos agrícolas. Los animales se
entregan en pie de cría al solicitante y al cabo de un
tiempo se parten las crías, pero la madre de las crías

146
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]

Falta crédito
vuelve al dueño. También se puede entregar un ani-
mal pequeño para que otro lo críe con sus esfuerzos
y cuando el animal está grande se parte el cuerpo
por la mitad, de la cabeza hacia abajo, calculando la
repartición por partes iguales; lo mismo se hace con
las vísceras. En el caso de productos agrícolas el pro-
pietario de la tierra la presta para hacer la compañía
y trabaja por igual. La cosecha se parte de forma
igualitaria, y la responsabilidad es de ambas partes,
pueden ganar o perder.
La utilidad. Consiste en que el dueño de la tierra
pone todo el trabajo material y administrativo para
obtener un resultado sobre un capital que alguien
entrega representado en especie; los resultados se
obtienen al realizar una liquidación al cabo de la
culminación de la actividad económica acordada.
En este caso, quien pone el capital no lo pierde, en
el caso de animales lo que se parte es lo que queda
después de que el dueño del capital saca lo propio.
En caso de mortalidad de animales el dueño de la
tierra queda en deuda con el dueño del capital y
debe pactar cómo será la forma de pago. Cuando
queda utilidad se parte al 50-50, es decir, mitad y
mitad; en casos de ganadería el rendimiento para
147
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Ezequiel Vitonás ]
recientemente, con la coordinación
Diciembre de 2008
del proyecto nasa y otros grupos
comunitarios se han ido construyendo
mejores empresas a través de unos
responsables permanentes
el dueño del capital es entre un 115 y un 130% cada
dos años; lo que no se sabe es cuánto gana o pierde
el dueño de los pastos. En casos de cultivos agrícolas
el dueño de la tierra recibe semillas e insumos que se
convierten también en capital por el que debe res-
ponder al socio. En este caso el trabajo del dueño de
la tierra también suma en jornales; cuando se liqui-
da, cada uno saca lo pertinente y se parte la utilidad
por igual.
Proyectos individuales. Como su nombre lo
indica, es la proyección que busca una persona
pensando en ella o su familia; normalmente este
tipo de proyectos responden al interés individual, en
algunos casos se llega a negar hasta el trabajo de la
mujer. Estos proyectos crean un perfil de personas
en la mayor parte de casos demasiado individualis-
tas, egoístas, miserables, ambiciosas, y muy poco
interesadas en el trabajo en comunidad. “Que cada
uno se las arregle como pueda”, se afirma cuando
no existe una educación adecuada en valores huma-
nos, la esencia de la vida. Cuando ya hay demasiada
acumulación los pobres son considerados un estor-
bo y son agredidos. Los proyectos individuales son la
base del capitalismo y son la fuerza ideológica para
saquear los recursos de los países pobres; en una
escala más amplia justifican las guerras para dar vía
a las transnacionales que explotan los recursos y así,
condenan a las futuras generaciones a ser simples
peones casi esclavizados.
En el caso de los nasas la proyección, o mejor el re-
busque, ha sido de supervivencia,.No se observa una
Internacional Documentos
 Pueden encontrarse Otras experiencias
ETNIAS & POLÍTICA
como resultado de los proyectos
económicos asociativos
motivados por personas
desde una visión solidaria
ambición por ser capitalistas; durante el proceso or-
ganizativo la proyección que se ha venido gestando
se observa más enfocada a un tipo de economía co-
munitaria, solidaria. Los proyectos individuales ade-
lantados en estos lugares han sido desarrollados por
personas foráneas, como en el caso de los proyectos
de extracción de la cáscara del árbol de la quina, el
comercio de carbón de madera, café, fique, gana-
dería, tiendas de suministro de productos no produ-
cidos en la región, y compras de las cosechas, entre
otros. De esta manera empobrecieron los suelos y
a nuestros abuelos; los comerciantes que supieron
pensar consiguieron plata en estos lugares, antes de
que los indígenas nos avispáramos un poquito; esta
Diana Granados
148
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]
situación hoy se está repitiendo con el avance de los
monopolios de las transnacionales que, aunque no
las vemos, sí nos han creado mucha dependencia,
al punto de que nos rebuscamos la plata para com-
prarles a ellos, pero lo que nosotros producimos
no ha tenido valor. El valor lo ponen otros y a veces
decimos que es mejor lo de afuera y mejor si está de
moda; nos falta ser más conscientes para valorar lo
nuestro y así poder tener algo para ofrecer al merca-
do y a las futuras generaciones.
¿Qué se está haciendo?
Para orientar el proceso de reflexión sobre una
economía propia comunitaria se han establecido
instancias en el CRIC, creadas por la comunidad en
asambleas y con métodos que permitan la apropia-
ción del proyecto, buscando que quienes hagan las
propuestas para el proyecto sean protagonistas y no
espectadores del desarrollo integral y del fortaleci-
miento de la identidad. Así, en el año de 1980 surgió
el proyecto Nasa o plan de vida Nasa, posteriormente
el proyecto Global, Unidad Paez, C’hac’ha Wala (la
gran fuerza), Yu’ Luc’ (hijo del agua), el proyecto Inte-
gral, y últimamente el proyecto Sat Fxinxi Kiwe (terri-
torio escrito por el Cacique). Estos han creado nuevos
procesos en la comunidad y han formado muchos
líderes en el ejercicio de la crítica y la autocrítica cons-
tructiva que se practica en las diferentes asambleas,
informes de proyectos, evaluaciones y aniversarios.
Recientemente se ha elaborado un plan de trabajo
coordinado por la ACIN como autoridad tradicional
de carácter público especial, que busca reconstruir
los usos y las costumbres propias de los paeces. En
busca de un desarrollo coordinado y planificado se
han ido detectando prioridades, se han elaborado los
planes de desarrollo como una herramienta orienta-
dora del proceso comunitario, que hacia el futuro nos
permita hacer unas buenas y puntuales inversiones.
Internacional Documentos
Estamos cogiendo impulso para que el desarrollo

Diciembre de 2008
propio no sea una ilusión sino una realidad, por eso
estamos fortaleciendo la educación propia (etnoedu-
cación) como base del desarrollo. Con este propósito
se viene impulsando la alfabetización, la profesiona-
lización de los docentes, la actualización del liderazgo
y la promoción de la formación de los jóvenes a partir
de su propia realidad (animadores comunitarios).
También se han venido impulsando centros educa-
tivos tendientes a construir alternativas a partir de lo
que somos y lo que tenemos, entre ellos:
n El Centro de investigación y Servicios Educativos
Comunitarios (Cisec), que se está especializando
en recuperación de suelos y técnicas agropecua-
rias.

n El Centro de educación, capacitación, investiga-

ción para el desarrollo integral de la comunidad Diana Granados

(Cecidic). Este Centro parte del enfoque de que el
desarrollo no lo genera únicamente el dinero, ni
el cambio de estructuras, sino que esto es posible
con el avance y la capacidad de las personas de
convivir y construir futuro en la diferencia.
para ser una fuerza económica competitiva en me-
dio de la complejidad del mercado. Los programas
que a continuación se relacionan han sido prioriza-
dos tanto en los planes de desarrollo zonales como
en el plan ambiental indígena.

También se han buscado convenios con las univer-
sidades, entre ellas la universidad del Cauca con la
licenciatura en etnoeducación, la Pontificia Boliva-
riana con una licenciatura en ciencias sociales con
énfasis en antropología, y una licenciatura en eco-
nomía. Pensamos que si no hay ninguna oposición
al desarrollo que queremos construir, dentro de
unos años estaremos observando unos fabulosos
resultados, no teóricos, sino prácticos.
Proyección económica
La economía en la zona norte de los indígenas del
Cauca se proyecta a través de nueve grandes progra-
mas, sobre los cuales las comunidades han basado
sus planes la vida, ya sea para seguir resistiendo o
1. Renovación y potencialización de la huerta tradi-
cional.
2. Manejo de la ganadería hacia la semiestabula-
ción.
3. Proyección de la tierra plana (agroindustria).
4. Impulso a proyectos productivos altamente ren-
tables (industrialización). Definición de la eco-
nomía comunitaria como la base de la propiedad
colectiva.
5. Estructuración de un programa de comercializa-
ción de doble vía.
6. Organización de un programa de administración
y contabilidad.
7. Extraer del proceso material etnoeducativo para
primaria, secundaria y la universidad propia.

149
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Ezequiel Vitonás ]

Diana Granados
8. Reestructuración de los cabildos y organizaciones
según exigencia del proceso con la participación
comunitaria.
9. Promoción del arte y los oficios a partir del cono-
cimiento y las prácticas tradicionales.
El tul. Es necesario renovar esta práctica tradicio-
nal sin desacomodar la lógica que existe sobre
el control biológico según la cosmovisión páez o
recomendación del médico tradicional. Se trata
de surtir nuevamente nuestros propios super-
mercados (la huerta) para tener de dónde sacar la
canasta familiar reorganizándola de tal manera que
pueda producir excedentes comercializables. Aquí
se deben impulsar cultivos propios con semillas de
la región producidas y conservadas en los mismos
sitios, tales como el maíz capio, fríjol cacha y otros
cultivos de sitios boscosos como las victorias, papa,
cidra, etc. Es de anotar que sobre los cultivos limpios
o semipermanentes existe una variedad de técnicas
propias que es necesario renovar en beneficio de la
comunidad. Dentro de la subsistencia también se
150
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]
hace necesario mejorar el manejo de las especies
menores o pecuarias que a la vez hacen parte de un
manejo diversificado y mitológico. Por tal razón no
se han utilizado de una forma extensiva.
La recuperación de las grandes haciendas. Con
esta recuperación se heredó la ganadería extensiva y
con ella territorios erosionados y potreros en lugares
que no son aptos para la ganadería. Actualmente,
para el cuidado del medioambiente se hace necesa-
rio la cría de ganado de forma semiestabular, aislar
los nacimientos de agua y los sitios no aptos para
el ganado con cercas vivas, o sea, sembrar árboles
sobre los cercos, en vez de tumbar árboles para cer-
car y así separar las zonas de interés ambiental del
ganado.
La tierra plana. No ha sido posible darle una
explotación adecuada a la tierra recuperada por la
falta de recursos económicos y el desconocimiento
de nuevas tecnologías. Es por eso que muchos han
arrendado lo recuperado a los mismos terrate-
nientes, y algunas familias han entrado a vivir del
porcentaje que éstos pagan y que es muy bajo. Por
esto se está planteando que en la tierra plana se
ubiquen personas de la parte alta –que son sitios de
bastante riesgo– para que se puedan proteger las
reservas, o se desarrollen proyectos productivos de
especies menores, como es el caso de la piscicultura.
Esto como una salida de corto plazo, mientras a un
mediano plazo se consiguen recursos para la agroin-
dustria y una producción escalonada con estrategias
comerciales antes mencionadas. Es de anotar que
estos programas y proyectos se encuentran plan-
teados en el plan ambiental agropecuario (PAA) del
municipio de Toribío, es decir, en los resguardos de
Toribío, San Francisco y Tacueyó, y algunos ya están
en marcha; con esta experiencia se entra a elaborar
el PAA de la zona norte, para lo cual se están ges-
tionando los recursos. La idea es no separar lo pro-
Internacional Documentos
ductivo de lo ambiental, sino que lo ambiental sea El beneficio se espera a partir del avance

Diciembre de 2008
el patrón indicador del desarrollo de los proyectos organizativo que logre la ACIN
productivos. –hoy llamada CXAB WALA KIWE–,
Proyectos productivos rentables y aprove- y el aporte de las ganancias
chamiento de los recursos naturales. En este se reinvertirá en un fondo comunitario.
espacio se encuentra un proceso de organización de
la empresa minera, la lechera San Luis, Santa Ana, y mismo, se han planteado dentro de los planes de de-
el proyecto acuícola Juan Tama. Con estos proyectos sarrollo planes ambientales y otros proyectos, como
se buscan alternativas frente al problema de la tierra microcentrales eléctricas, industrialización de peces,
y promover el trabajo de la juventud. Se plantea que industrialización de las plantas medicinales, indus-
deben ser verdaderos proyectos comunitarios que trialización de alimentos, empresas de transporte,
practiquen la solidaridad y sirvan para fortalecer la de turismo, fomento de la agroindustria (como por
unidad organizativa, generando alternativas solida- ejemplo: arroz, caña de azúcar, maíz, millo, fríjol,
rias que hagan perdurar la propiedad colectiva fren- etc.).
te al modelo de economía injusto y violento. Por tal
motivo, se plantea que éstos deben autofinanciarse, Comercialización de doble vía. Está planteada
dar una bonificación justa a quienes producen y así desde el trueque. Hay productos que se pueden
responder por el proyecto ante la comunidad. intercambiar con veredas o con otras zonas a través
de los centros de redistribución; en estos centros se
La ganancia no se debe distribuir entre un grupo seleccionarán los productos y se ubicarán según las
pequeño porque generaría diferencias sociales muy necesidades del mercado interno hacia dentro, y el
marcadas. Por esto se plantea que la utilidad de cada
Diana Granados
proyecto debe ir al fondo común o banco Nasa, y
allí será orientado por el comité económico que es
elegido por integrantes de los mismos proyectos
productivos con el aval del cabildo. Una de las prác-
ticas inicialmente propuestas es que un 70% de ese
gran total de todos los proyectos debe ir a impulsar
otros proyectos productivos del mismo estilo. El
30% restante se debe destinar a la comunidad para
servicios sociales, necesidades de usos y costumbres
que no cubre el gobierno, lo cual debe hacerse con
mucha claridad para que éste no se desprenda de
sus obligaciones. Se ha planteado este tipo de orga-
nización económica ya que se estaría apoyando al
fortalecimiento de las demás comunidades para que
también avancen y se beneficien practicando la uni-
dad, solidaridad, etc. Sobre los proyectos iniciados se
está desarrollando capacitación teórico-práctica. Así

151
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Ezequiel Vitonás ]
 En este caso, quien pone el capital
ETNIAS & POLÍTICA
no lo pierde, en el caso de animales
lo que se parte es lo que queda después
de que el dueño del capital
saca lo propio.
mercado hacia fuera de los excedentes; para ingre-
sar lo que no se produce en la región es necesario
comprar en grandes volúmenes y así lograr precios
favorables de estos productos externos que se en-
tregaran a través de la red de distribución. La ope-
ratividad de esta red será de adentro hacia fuera y
de afuera hacia adentro. Para competir es necesario
que todos los productos sean orgánicos y de buena
calidad.
Administración y contabilidad. La administra-
ción debe responder a estructuras planteadas por la
comunidad y que fortalezcan las unidades producti-
vas incidiendo pero sin imponer, en coherencia con
las necesidades del mercado y los valores culturales.
Esta administración estará dotada de su respectivo
banco de datos, sus programas y proyectos. A esta
administración está ligado el plan contable que
permitirá observar volúmenes de comercialización,
además el control de cada proyecto, para así dar una
orientación oportuna y conveniente. Este programa
será la base fundamental del banco Nasa.
Producción de material etnoeducativo de base.
En todos los proyectos será necesario que los que en
ellos laboran se cuestionen sobre las actividades y el
compromiso con la comunidad y lo que cada uno se
propone frente a la organización; se hace necesario
también orientar a los hijos acerca del proceso.
Esto se debe constituir en la base para que la etno-
educación sea más práctica y para que los jóvenes
aprendan en las escuelas, los colegios y las univer-
152
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Formas de producción y distribución de la economía nasa ]
sidades; así la educación no estaría desfasada de las
exigencias de la realidad de la comunidad, de tal
manera pretendemos que la educación sea sujeto
del desarrollo fundamentado en la investigación de
los valores comunitarios, reinsertándolos en la vida
práctica de los avances de la comunidad.
Reestructuración de los cabildos y las organi-
zaciones. Para el fortalecimiento de este tipo de
economía se hace necesario replantear o renovar la
estructura organizativa para que responda a las ne-
cesidades de la gente y no al interés de personas. Lo
que significa buscar unas conclusiones entre líderes
y, a partir del contexto, definir qué es lo mejor y que la
comunidad pueda asumir y no genere dependencia,
porque entonces nunca tendríamos autonomía como
pueblo. De esta manera es necesario apoyar lo que se
ha venido gestando a partir de las capacidades pro-
pias y buscar mejorar sin perder el sentido cultural. La
organización indígena ha crecido a partir de diferen-
tes ideas y aún se tienen muchas personas que no se
benefician directamente. Esto quiere decir que todos
no podemos pensar igual para estar organizados, sino
que debemos practicar el respeto a la diferencia pero
hay un instinto que nos une y es la identidad cultural.
Hasta ahora ha sido posible la unidad en la diversidad;
por eso pensamos que es posible hablar de una eco-
nomía diversificada que responda a los intereses de
todos. Esto es posible en el proyecto Nasa, en el que
cada programa tiene su autonomía pero existe una
coordinación político-cultural y eso no significa que el
proyecto Nasa se haya debilitado.
Promoción del arte y los oficios a partir del co-
nocimiento y las prácticas tradicionales. Este es
un trabajo que se requiere hacer para la ocupación
de personas que no tienen tierra, que no han tenido
la posibilidad de capacitarse, y que tienen una habi-
lidad artística. Con el apoyo de la comunidad muy
pronto serían altamente productivos, generando
Internacional Documentos
trabajo y produciendo ingresos adicionales para sus
familias. Los materiales en gran parte los tenemos:
el fique, la lana de ovejas, variedad de adobes, ma-
deras secas, variedad de minerales y las diferentes
expresiones artísticas. A este trabajo se le pueden
sumar otros materiales externos que ya vienen sien-
do asumidos por la comunidad.
Criterios para el fortalecimiento
del plan económico
La estructura debe ser un proceso de formación
retroalimentada a partir de las evaluaciones y estará
conformada de la siguiente manera:
Consejos económicos locales, que a su vez formarán
los zonales y las delegaciones zonales formarán el
consejo económico regional o departamental.
Se debe crear un programa de capacitación político-
organizativo retomando las conclusiones de los con-
gresos del CRIC y del proceso comunitario (modelo
solidario). Esto implica ponernos de acuerdo en un
currículo propio para la educación no formal que
debe ser aprobado en las juntas directivas zonales
para que cada zona no transmita lo que le conviene
a unos, sino lo que nos interese a todos.
Se deben hacer talleres de análisis entre los comités
económico, político-organizativo y socio-cultural
con el objetivo de construir un desarrollo integral,
ya que en la cosmovisión paez nada está separado,
cada cosa tiene que ver con todo.
Ninguna entidad, ONG o persona podrá presentar
proyectos mientras éstos no partan y respondan al
proceso comunitario o cuenten con el visto bueno
del cabildo indígena o la organización local. Si son
proyectos de gran impacto deberán ser consultados
con la comunidad implicada u organización que se
va a afectar o beneficiar.
153
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Ezequiel Vitonás ]
Diciembre de 2008
En pos de fortalecer la autonomía de las provincias,
los convenios con ONG, instituciones estatales o pri-
vadas deben firmarse por medio de la Asociación de
Cabildos Indígenas del Norte, según Decreto 1088.
Los técnicos o profesionales que tengan financia-
ción de algún proyecto administrado por personas
en el CRIC deberán hacer un plan de trabajo zonal,
con trabajo puntual, y los informes para la agencia
deberán hacerse desde cada zona; será tarea de la
coordinación de cada proyecto unificar el informe
de todas las zonas para enviar a la entidad donante.
Los integrantes de los proyectos económicos comu-
nitarios no tendrán autonomía grupal ni individual
ya que son trabajadores comunitarios; la autonomía
debe ser comunitaria, por tanto las decisiones so-
bre el fondo común las debe tomar la dirección del
consejo económico de cada proyecto comunitario
(por ejemplo proyecto Nasa, Global), basados en los
objetivos del plan de vida Nasa y el análisis político-
financiero.
Toda persona que labora en los programas y proyec-
tos debe tener suficiente claridad sobre los objetivos
del plan de vida Nasa.
Se debe crear un fondo comunitario con las ganan-
cias de los proyectos de la comunidad, del cual el
70% debe destinarse al apoyo de proyectos de ese
mismo tipo, y el 30% restante debe invertirse en
beneficio social para las comunidades, sin quitar
responsabilidad al gobierno nacional; los cabildos
o comités económicos serán los responsables de su
reglamentación en coordinación con la autoridad
tradicional y los responsables de las estructuras
organizativas; su aprobación será en asambleas co-
munitarias.
Internacional Documentos
P L A NE S DE V ID A El proyecto del maíz como
alimento en la cultura nasa

Este artículo recoge los resultados de la investigación realizada en el marco

del Programa de Educación Bilingüe del Consejo Regional Indígena del Cauca
(CRIC). El estudio, iniciado durante el año 2003, surge como respuesta a una
preocupación por la disminución del uso del maíz en la comunidad nasa del
Resguardo de La Laguna-Siberia, municipio de Caldono. Teniendo en cuen-
ta que uno de los factores fundamentales que ha hecho que el maíz pierda
importancia dentro de la comunidad es la introducción, a través del comer-
cio, de otros tipos de alimentos, entre ellos el arroz y la pasta que tienen un
valor nutricional más bajo y su importancia cultural es pobre. El objetivo del
trabajo que aquí se presenta es indagar por la importancia que el maíz tiene
como elemento nutricional, y el papel que cumple en la tradición propia de la
cultura nasa.

Para los indígenas del Cauca es importante refrescar la memoria para recu-
perar el valor del maíz en la cultura, acercarnos a las tradiciones, los mitos y la
historia, el origen y las creencias que nos rodean. En este proceso, la escuela
bilingüe ha sido el medio fundamental que ha permitido el trabajo colectivo y
la práctica de la siembra y la cosecha que se reparte entre todos, por su papel
central en la recuperación de la lengua indígena (el nasa yuwe), que a su vez
es el instrumento indispensable para la transmisión de la cultura. Allí, los an-
cianos cuentan la historia del trabajo y el origen del maíz, mientras compar-
ten la preparación del alimento con el resto de la comunidad.

En este proceso de investigación comunitaria participaron los maestros, los

niños, los cabildos y el médico tradicional, entre otros. Esto permitió integrar
el trabajo comunitario con la actividad académica, agregando a la escuela
materias como “Comunidad y naturaleza”, donde los niños investigan per-
manentemente. Pero también permitió integrar al trabajo otras materias,

Dibujos de los niños de la escuela bilingüe La Laguna- Siberia

como matemáticas y biología, que se anexan al
currículo propio para fortalecerlo. Así, gracias a
un conocimiento adquirido en las tradiciones y
luchas de la comunidad, hemos vuelto a valorar
el uso del maíz, en especial los niños, quienes
conservan la memoria y la tradición oral como
forma de resistencia a través de la cultura.
El punto de partida de la investigación fue la
elaboración de un plan para coordinar el trabajo
como un proceso comunitario en el que par-
ticiparon los líderes, los cabildos, los padres de
familia y la comunidad en general. Se partió del
“tul” (cultivo tradicional de la familia nasa) como
elemento articulador del trabajo pedagógico por
su utilidad práctica, que evita el deterioro de la
producción del alimento tradicional, necesario
para la autosostenibilidad y el desarrollo de la
agricultura propia. La investigación tuvo también
la intención de crear nuevos conocimientos sobre
la vida cotidiana de la comunidad alrededor del
tul, que contribuye a un proceso de recuperación,
conservación y defensa de las semillas nativas.
Discutiendo la articulación de la escuela con la
comunidad, y la importancia de una alimenta-
ción saludable, se planteó el tul como un sitio de
investigación donde los niños se integran a nivel
comunitario. En el plan de trabajo, acorde con el
plan de vida de la comunidad, se especificaron
cada una de las labores: la clasificación del terre-
no para el tul, el refrescamiento del lote por parte
del médico tradicional, la preparación y limpieza
del monte, la preparación del abono orgánico, el
riego de las semillas y su cuidado, el trasplante de
las semillas y la siembra de las plantas y hortali-
zas, la recolección de la cosecha y la preparación
colectiva de los alimentos. El tul, como espacio de
José Roberto Chepe
Maestro en el resguardo de La Laguna, Siberia, municipio de Caldono.
Licenciado en Pedagogía Comunitaria de la Universidad del Cauca
y el Programa de Educación Bilingüe del CRIC.
socialización, se convierte en una propuesta de
Diciembre de 2008
política educativa, coherente con el plan de vida,
enmarcada en el Proyecto Educativo Comunita-
rio, que busca mejorar la calidad de vida –no solo
de los indígenas del Cauca sino también de los
campesinos de la región, teniendo en cuenta la
interculturalidad del territorio–. Así, el proyecto
aporta, desde el aula, a la construcción de la se-
guridad alimentaria, pues el tul es una huerta de
conocimiento donde se cultivan toda clase de ve-
getales para construir una economía sostenible.
El cultivo tradicional
entre los indígenas nasa del Cauca
El maestro bilingüe Lucindo Yotengo nos contó
que antes, cuando había muchas montañas, se
daban muchos cultivos, se sembraba el fríjol, se
cosechaban muchos frutos, pero no se vendía
nada, no era necesario pues se cultivaba para el
autoconsumo; después de cosechar la tierra des-
cansaba hasta diez años y la gente trabajaba las
montañas más gachas que había en ese tiempo.
El CRIC ha experimentado la agricultura aso-
ciativa con cultivos tradicionales en las recupe-
raciones de tierra, pero durante el año de 1988
algunas entidades, aprovechándose de las nece-
sidades de las comunidades indígenas en algunos
resguardos, crearon créditos de altos intereses e
implementaron los cultivos que les convenían,
imponiendo como condición la parcelación de
la tierra. Por esta razón los diferentes cabildos,
junto con los programas de producción del CRIC,
hemos empezado a impulsar las recuperaciones
zonales. Los problemas de producción se enfren-
tan de forma comunitaria, tratando de aprove-
char de la mejor manera la tierra recuperada.
 El tul escolar nos ha brindado un proceso educati-
ETNIAS & POLÍTICA

vo que se integra a la organización política de una

manera más dinámica y práctica, conservando un
espacio vital de convivencia y trabajo con la tierra,
teniendo en cuenta la importancia de los ecosiste-
mas, su conservación y degradación, el agua y su
función dentro de la naturaleza. Los cultivos planta-
dos se han realizado con los principios de la agricul-
tura orgánica y los cultivos ancestrales, cumpliendo
la misión de la comunidad educativa de mantener la
tradición para conservar nuestra vida.

Nosotros, como indígenas, tenemos el conocimiento

de la agricultura tradicional, nuestros mayores en-
señan la forma de trabajo y manejo de la tierra con
técnicas muy desarrolladas para cultivar las plantas
alimenticias y medicinales propias de nuestra cos-
movisión. La importancia sagrada del maíz es muy
alta; sus proteínas, hierro y demás nutrientes hacen
que la savia de la planta corra por las venas mostran-
do sus señales en el cuerpo del ser humano, nos da
vida y pensamiento hasta que llega la muerte.

El maíz hace parte de nuestro origen más antiguo.

Actualmente existen muchas variedades que se dis-
tribuyen en diferentes partes del mundo y se utilizan
en diversos alimentos. Pero el maíz no sólo se rela-
ciona con la alimentación, también es un elemento Niños de la escuela bilingüe La Laguna- Siberia
fundamental de algunos rituales, y es componente
del cuerpo humano, la medicina, la naturaleza y los niños de hoy no comen productos sanos del campo,
astros. qué irán a comer durante la guerra?

Desde antes de la Conquista y la llegada de los es-
pañoles ya existía el maíz en diferentes variedades,
era el alimento más nutritivo y fundamental de los
pueblos indígenas. Sin embargo, hoy en día existen
problemas con las familias que no consumen maíz,
los adultos están olvidando su consumo y con él su
tradición. A los niños no les gusta y prefieren con-
sumir arroz. Pero ahora sabemos que la guerra y el
hambre están próximas a nuestros pueblos, y ¿si los
La comunidad y los grupos de ancianos cuentan
que antes todos éramos alimentados con el maíz y
tomábamos chicha porque era nutritiva, así el maíz
quitaba el hambre y la sed. La comunidad sostie-
ne que hemos olvidado nuestras costumbres, los
abuelos siempre nos han contado historias sobre la
importancia del mito del maíz y nosotros no hemos
tenido en cuenta nuestra historia. La gente cada vez
siembra menos maíz, nosotros no queremos consu-

156
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El maíz como alimento en la cultura nasa ]

mirlo; además, cuando lo sembramos, lo hacemos
sin abono, perjudicando al suelo que se está empo-
breciendo y ya se está erosionando.
Diciembre de 2008
plantas y con sus frutos le hacemos ofrendas y dis-
frutamos lo que nos ofrece. Allí cantamos a la tierra
las melodías con las flautas y los tambores, hacemos
ritos y hablamos con las plantas. Allí está la armonía.

EL significado de la tierra entre los
indígenas nasa, y el cultivo del maíz
Para los indígenas nasa la tierra no es un recurso
para destruir y sacar ganancias, sino que tiene un
doble sentido: por un lado es como una madre, allí
están la vida, el secreto y la armonía; de ella naci-
mos y en ella moriremos, allí vivimos y de ella nos
alimentamos. Por otro lado, en la cosmovisión indí-
gena nasa, la tierra tiene vida, allí está la convivencia
mutua, en ella aprendemos a trabajar, a cultivar las
El maíz es uno de los cultivos más antiguos que los
indígenas colombianos han tenido en su agricultu-
ra. Los antepasados, para almacenar la semilla y en
buen tiempo –luna buena o llena–, la colocaban
encima del fogón para que el humo la protegiera
del gorgojo. Cuando llegaba el tiempo de siembra
se bajaba la semilla del fogón y se desgranaba el
maíz. Según la tradición es importante no dejar la
semilla en el suelo para que las pulgas no tengan con
ellas relaciones sexuales. Después se recogen ramas

157
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ José Roberto Chepe ]
 El objetivo del trabajo
ETNIAS & POLÍTICA
que aquí se presenta es indagar por
la importancia que el maíz tiene como
elemento nutricional y el papel que
cumple en la tradición propia.
frescas de barbasco, se mezclan con achira, hojas de
arracacha, el fresco de orejuela y se dejan durante la
noche para que se curen. Después se le echa a la se-
milla y se siembra el maíz. Con esta curación al maíz,
que nos enseñan los antepasados, las plantas nacen
fuertes y no las afectan las enfermedades.
El desgranadero es para desgranar el maíz más blan-
dito y que no se ponga duro. Las hojas de barbasco
protegen las plantas para que no las persigan los
insectos, la arracacha se usa para que el maíz sea
delicioso y de mucha harina. La achira es para que el
maíz sea harinoso y sea blando de moler en la piedra
del molino.
Por su carácter medicinal, el maíz cura enfermeda-
des y es utilizado para el rito, aleja la corriente de
aire malo, apaga el trueno y alegra los espíritus del
más allá; se relaciona con otras plantas y junto con
el agua purifica el cuerpo del hombre, refresca los
cerros, las lagunas y las nubes, dando armonía a la
familia y a la comunidad. La armonía se ve en la vi-
vencia mutua, la socialización entre las familias y la
integración de la comunidad con la cosecha; la min-
ga es el espacio donde esto se demuestra claramen-
te, es un trabajo tradicional de la cultura nasa que
se destaca por ser el momento más representativo
donde se comparten el trabajo y los alimentos; en
ella se sacrifican animales y con el maíz se prepara el
mote, la chicha, los envueltos de choclo y las arepas.
La familia nasa tiene la costumbre de hacer minga
cuando hay matrimonio, en el último novenario,
158
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El maíz como alimento en la cultura nasa ]
cuando se termina la construcción de una casa, en
los tiempos de las rocerías de las montañas, en las
siembras de los cultivos de maíz y en la recolección
de las cosechas.
El tiempo y el espacio son fundamentales en la
siembra del maíz. En la comunidad de La Laguna,
donde se hacen las rocerías de las montañas gachas,
el calendario agrícola comienza desde el mes de
julio, son tres meses de verano, y es el tiempo de las
desyerbas de cañales, cafetales, yucales, la limpieza
de potreros y otros cultivos. En algunos lugares se
hacen mingas para tumbar las malezas que crecen
en las montañas.
En el mes de agosto en la región se prepara la tierra
para la quema, esto genera grandes dificultades,
pues se incendian montañas, cultivos y casas. La
quema no sólo acaba con el bosque y la fauna, sino
también con las leyendas de los espíritus como la
del duende: este es un viento que se transforma
con sus travesuras y se vuelve persona, se le aparece
a los niños como abuela o tía, y les habla en nasa
yuwe: “¿qué andan haciendo mis hijitos?” Apareció
en la tierra y vivió mucho tiempo en los llanos y en
las montañas cuando no había gente, pero cuando
empezó a crecer la población, empezaron a talar y a
quemar el bosque y los montes, entonces el duende,
aburrido y cansado porque no le gusta el humo y la
candela, se alejó por otro lado en la selva virgen.
En el mes de septiembre, cuando ha pasado la fiesta
de Santa Rosalía de Palermo, se siembra la semilla
del maíz. En el Resguardo de La Laguna, la roza se
hace faltando cinco días para el mes de septiembre.
Las comunidades del centro, occidente, nororiente
y oriente, tienen el mismo tiempo de siembra de los
cultivos. La siembra del maíz se vincula con la siem-
bra del fríjol, la arracacha, el plátano, la caña dulce, y
con la de algunos árboles frutales y hortalizas.
Internacional Documentos
Los mayores sembraban en espiral. Esta figura del
sembrado tiene una importancia particular, pues
reduce el tiempo de trabajo y da la posibilidad de
hacer los huecos para sembrar la semilla del maíz
con una buena disposición del espacio y la forma del
crecimiento de las plantas las protege del viento.
Luciana Lulico nos contó que los ancianos no co-
sechaban como hoy en día. Ellos primero curaban
la roza de maíz con plantas que llamaban teche, y
permitían que el grano rindiera. Así, en la roza, lo
mejor va quedando en el centro. Después se cose-
chaba todo el lote y de allí salía maíz para alimen-
tarse todo el año. En La Laguna las cosechas son en
el mes de abril y aunque en este mes las mazorcas
están bastante secas, son utilizadas para el consumo
159
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ José Roberto Chepe ]
En este proceso de investigación
Diciembre de 2008
comunitaria participaron los maestros,
los niños, los cabildos y el médico
tradicional, entre otros.
propio y no para llevarlas al mercado. Sin embargo,
unas pocas familias sí las venden en los pueblos más
calientes, donde el maíz se da tres meses después.
Aunque el maíz es muy barato por arroba, es un
buen producto comercial, pues tiene mucha salida
en el mercado ya que sirve para cuidar y alimentar
animales, como aves y cerdos que dan un buen ren-
dimiento.
Internacional Documentos
 Los problemas de producción se
ETNIAS & POLÍTICA

enfrentan de forma comunitaria,

tratando de aprovechar de la mejor
manera la tierra recuperada.

Los niños de la escuela bilingüe han hablado con

los ancianos y, en la investigación, han encontrado
que la semilla del maíz no se puede cosechar en luna
nueva, pues si se hace en esta época las plantas na-
cen y crecen pero no son resistentes, las semillas son
débiles y presa fácil para los gorgojos. La siembra del
maíz debe hacerse a los cuatro días de la luna nueva,
así las plantas nacen y crecen con resistencia, de
buena calidad y nutritivas.

Los ancianos han diagnosticado que, a causa de

sembrar sin tener en cuenta el tiempo, la produc-
ción y la cosecha se han debilitado. Por eso, ahora
hay muchos casos en los que se utilizan químicos
y otros productos cada día más envenenados. Las
plantas son invadidas por insectos y aparecen enfer-
medades desconocidas. El hombre blanco inventa
los productos químicos con los que se destruye a sí
mismo, olvidándose de las normas de la naturaleza,
y de lo más importante, que es el cuidado de lo espi-
ritual, las creencias sobre el planeta. El hombre tiene
avances tecnológicos pero se está alimentando con
productos envenenados y contaminados, generan-
do graves problemas de salud.
La introducción del café “caturra”
y el endeudamiento
de los productores de café
En 1973 aparecen los agrónomos del Comité de
Cafeteros orientando a la comunidad a sembrar una
cierta variedad de café llamada “caturra”, con abono
químico. Desde entonces se empezó a hablar mal
del café arábigo, que era la variedad que se había
sembrado en la región durante décadas. Se queja-
ban de que el café arábigo solo se daba cada año,
aunque tenía la gran ventaja de que no necesitaba
abono. Los agrónomos hacían recorridos por todas
las zonas del Cauca, utilizaban a los campesinos y
acabaron con los cultivos nativos de café y de maíz.
Estos agrónomos decían que si utilizaban el abono
químico para la siembra se iba a tener un buen
resultado y una abundante cosecha que traería bue-
nas ganancias.
Se vendían insecticidas, fungicidas, herbicidas, todo
para el negocio de la Caja Agraria. El campesino
obtenía un crédito y a cambio entregaba la escritura
a la misma Caja Agraria. El campesino quedaba en
deuda – si tenía mala suerte y perdía la cosecha–, la

160
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El maíz como alimento en la cultura nasa ]
Caja Agraria los amenazaba con abogados, con es-
tatutos y leyes, para cobrarles la deuda quitándoles
la tierra.
El cultivo tradicional
como alternativa a la producción
con abonos e insecticidas artificiales
La propuesta del tul escolar busca contrarrestar las
influencias externas. Antes la tecnología era muy
propia, todo se hacía de acuerdo con el tiempo y
la relación con los astros, las semillas eran nativas
y se sembraban en luna creciente. Las semillas se
refrescaban y el bosque controlaba el viento, evitan-
do que se cayera el cultivo de maíz y alejando a los
insectos. Además, el bosque permitía que las plantas
estuvieran frescas y el sol no las afectara. Por eso la
propuesta del tul se plantea desde lo orgánico, que
permite unos productos sanos y no contaminados.
La comunidad tiene que determinar el tiempo de
la siembra, pues esta se debe adelantar o atrasar
articulándola con los astros. Los cucarrones gene-
ralmente salen en el mes de octubre. Si el maíz es
sembrado en el mes de septiembre ellos logran co-
mérselo cuando está floreciendo, y de esta manera
acaban con el cultivo. Pero los cucarrones mueren
en el mes de febrero. Por eso, para cuidar el cultivo
se siembra el maíz atrasado. Para controlar las plagas
se debe sembrar en tiempo de los astros. El mes de
astro (“Hwed a´te” en nasa yuwe) es diciembre, y si
buscamos el tiempo de los astros se pueden escoger
también las fases de la luna. La siembra en el planeta
(“pusxwesx” en nasa yuwe) debe tener en cuenta el
tiempo y el levantamiento de los cucarrones en sep-
tiembre y octubre, además de las otras plagas que
afectan en el mes de febrero. En febrero abundan los
mojorros que se comen el fríjol y la yuca, y en el mes
de marzo aparecen los gusanos verdes que se comen
las matas de maíz.
161
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ José Roberto Chepe ]
El maíz es una planta del cosmos, pues se vincula con
Diciembre de 2008
los espíritus. Es como el aire, que no tiene cuerpo
material, y como el sol, la luna, las estrellas y la tie-
rra, que sí lo tienen. Así, el maíz ocupa tres espacios
en el cosmos: el subterráneo, la tierra y el universo.
Los ancianos explican que las plantas se relacionan
con la tierra por la raíz, por medio del agua se vincu-
lan con la parte de abajo, por el aire se vinculan con
el medio, y por medio del sol se desarrollan las hojas
y los frutos. El espacio de arriba se relaciona con los
astros, con el calor, con los rayos y el oxígeno, la luna
con su brillo y el reflejo en los mares hace que las
plantas crezcan de nuevo. Las plantas son tan deli-
cadas por la influencia de los astros. En ocasiones,
después del cambio de luna nueva las plantas suelen
comportarse como niños: en algunas ocasiones son
débiles y en otras fuertes, tienen buen peso o son
livianas y pueden hasta morir en el cambio de luna
si no tienen un buen cuidado.
Las variedades del maíz
en los mitos del pueblo nasa
Existen diferentes tipos de maíz: magullado, carpin-
tereño, capio blanco, de tusa delgadita, pequeño y
amarillo, pintado, rojo, llorón, yunga, redondo y de
fiesta. Unos se dan en la propia tierra y otros han
sido traídos de lugares lejanos. Pero para la cosmo-
visión nasa el maíz capio tiene una importancia
particular.
Cuentan que antes no existían piedras sino que había
un hueco, un camino para bajar a la otra tierra, y los
ancianos prohibían a las mujeres embarazadas tran-
sitar por allí. Pero una mujer caprichosa, que no oía
los consejos de los mayores, bajó por el hueco sin que
nadie se diera cuenta, pero cuando iba a salir gritó
“¿cómo ustedes me decían que no se puede salir y yo
estoy saliendo?” En ese momento una piedra saltó y
la aplastó, desde allí, el maíz crece en las piedras.
Internacional Documentos
 Los ancianos de Pueblo Nuevo cuentan que antes maíz capio, las señas de su anciano cuerpo espiritual,
ETNIAS & POLÍTICA

de esto el sabio Pedro Urdemales hizo varios viajes a los movimientos de los astros y cómo la violencia so-
donde los tápanos de debajo de la tierra. Pero siem- cial apaga su fuego en el rito con el refrescamiento
pre que iba a regresar lo esculcaban por todas partes de las plantas y el maíz capio blanco.
y no le dejaban sacar de allí la semilla del maíz capio.
La comunidad, después de esta investigación, sugie-
Pero un día se hizo el enfermo, cogió unos granitos de
re que el maíz nuevamente debe ser utilizado como
maíz y de frijol y se los amarró en el cuerpo del pene;
alimento propio; abonando el terreno con gallinaza
así logró llevar esta semilla a la gente de arriba.
de nuevo se podrá cultivar la tierra e incluso se podría
El maíz capio blanco tiene mucha importancia en la sembrar en las lomas. Además, con el maíz se pue-
medicina tradicional. El médico tradicional lo utiliza den preparar muchos alimentos y bebidas sagradas
para refrescar la casa de la comunidad y de las fami- que se toman durante los trabajos y los ritos que se
lias. Lo utiliza cuando cae un rayo en la casa de los ofrecen a los espíritus de las plantas. Los nasa tene-
trabajadores, o cuando cae un corrientazo a alguna mos muchas creencias, mitos y leyendas del maíz.
persona. El maíz capio también sirve para curar a las
Para comunicarnos con la madre tierra ofrecemos
personas que están enfermas con sarnas del rayo. El
una gota de chicha, la madre tierra la recibe y a cam-
maíz es de origen subterráneo y apaga la corriente
bio nos ofrece otros productos durante la cosecha;
de la tempestad, sirve a pacientes que sufren fiebres
además permite que los indígenas nos comunique-
concentradas, también baja la fiebre causada por las
mos, a través de los sueños, con los espíritus de las
cometas y armoniza el cuerpo de cada familia.
plantas de maíz.
Se utiliza en las quemas del rayo, cogiendo el maíz
El maíz tiene muchos significados, desde la siembra
capio y, mezclándolo con agua bien arenosa, se echa
hasta la cosecha, por eso es tan importante para la
donde esté ardiendo. También se utiliza con tierra
cultura; no causa daños ni sufre el ataque de insec-
blanca. Son dos formas distintas que usa el médico
tos durante su cultivo, y la misma tierra ayuda a que
tradicional para apagar el fuego. Los médicos tradi-
tenga una buena producción. Los abuelos cuentan
cionales también lo usan en cada refrescamiento de
que, cuando un maíz nace con las hojas blancas, sig-
las varas del cabildo, pues el maíz capio es esencial
nifica que va a morir alguien. Y cuando la mata del
para armonizar y equilibrar la naturaleza, lo cual
maíz crece larga, mirando para abajo y con las hojas
puede ayudar a la comunidad cuando hay presencia
en la punta, simboliza el cementerio y pronostica la
de conflictos internos.
muerte del sembrador o del dueño de la casa.
El pensamiento nasa plantea que el sol, masculino, y
Si un choclo tiene señas de camino en la tusa, signi-
la luna, femenina, buscaron otro espacio y empeza-
fica que el dueño de la roza va a tener una vida larga.
ron a caminar hasta alejarse y ubicarse en el espacio
Y si está cubierto de cabello de maíz, es porque una
de arriba. Y la tierra fue descendiendo hasta unirse
torcaza tiene nido cerca de la roza.
con el mar. Dicen que después volverán a unirse y la
tierra se quemará con los rayos del sol, provocando El maíz previene muchos males. Por ejemplo, para
la muerte de la humanidad. Solamente los médicos evitar que el viento tumbe el cultivo, se coloca una
tradicionales podrán dar detalles, porque son ellos tusa en la mitad del maizal y se coloca una corona de
quienes conocen el funcionamiento cósmico del gancho de guadua donde llega el viento.

162
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ El maíz como alimento en la cultura nasa ]
Resultados de la investigación 2. El médico tradicional tiene un papel fundamen-

1. Después de realizar la investigación desde la
metodología del trabajo comunitario, se ha pro-
puesto que la huerta sirva a la comunidad para
la alimentación propia, como herramienta de
autosostenimiento.
Mientas las plantas que nosotros mismos culti-
vamos son naturales y sanas, las que vienen de
afuera de la comunidad están contaminadas. Por
eso ahora la comunidad exige que la escuela ten-
ga plantas y que los ancianos acompañen los ritos
de su cultivo y cuidado.
Diciembre de 2008
tal en el tul, pues es él el encargado se buscar un
sitio donde se puedan controlar los insectos y las
enfermedades. En el cultivo también se involu-
cran los padres de familia y demás miembros de
la comunidad. El aprendizaje de los cultivos nos
involucra a todos.
3. Es prioritario tener en cuenta que, para el indíge-
na, la producción de conocimiento sobre su terri-
torio es un proceso constante. Ese conocimiento
no es sólo del interior de la comunidad, pues
también se hace necesario conocer los efectos de
los productos que se ofrecen desde afuera. En los

Niños de la escuela bilingüe La Laguna- Siberia

163
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ José Roberto Chepe ]
 La comunidad y los grupos de ancianos
ETNIAS & POLÍTICA
cuentan que antes todos éramos
alimentados con el maíz y tomábamos
chicha porque era nutritiva, así el maíz
quitaba el hambre y la sed.
comentarios de los ancianos se insiste siempre
en que lo que afecta los productos externos es
el abono químico de la tierra. El cultivo artificial
empieza bien pero luego ya no produce y necesita
cada vez más químicos. Así, la semilla se acos-
tumbra a la tierra débil y envenenada, y aparecen
en el cultivo muchas plagas que las plantas ya no
resisten.
4. Por fuera de la comunidad no se tienen en cuenta
los tiempos, y las siembras se realizan en cual-
quier momento, pues ahora se confía más en el
control químico, que en el conocimiento de los
tiempos. Y es verdad que los químicos matan
algunos insectos pero quedan otros. Las conse-
cuencias de esto son evidentes, por ejemplo aho-
ra la yuca no quiere producir.
El maíz, que ha estado desde que la comunidad
se asienta en sus terrenos, aunque se ha descui-
dado, sigue como cultivo, al igual que la caña y el
plátano. Pero se han abandonado otros alimentos
como la arracacha y el frijol. Han entrado muchas
semillas que producen poco pero producen con
orgánico, desde un punto de vista se ha perdido
mucho.
En un encuentro de semillas del año 2000 en el
que participamos, se encontraron 102 variedades
de alimentos tradicionales. Es necesario seguir
investigando sobre el tema para construir un pro-
ceso que garantice la seguridad alimentaria, y la
buena calidad de los productos.
5. El mercado es un factor importante para tener
en cuenta en la organización y planeación del
164
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ El maíz como alimento en la cultura nasa ]
tul, pues se han encontrado comunidades en las
que por este medio entran productos de afuera
que se siembran con químicos, contaminando el
territorio. Los guambianos cuentan que los pro-
ductos se pudren mucho, un ejemplo de eso es
la yuca. Pero los productos de afuera a veces son
préstamos que se imponen.
Hay muchas familias que consumen maíz y
arracacha, que son “valientes” para evitar las
enfermedades, pero hay productos que se han
deteriorado, como la caña, que antes se daba sin
abono. El monocultivo de café también trae con-
secuencias para las familias porque no se produce
para el autoconsumo y es necesario buscar la
alimentación en el mercado; así, aunque el con-
sumo es más alto afuera de la comunidad, se ha
incrementado el uso del arroz y el plátano. Hay
familias que conservan el cultivo del fríjol y del
maíz mejicano, que son cultivos tradicionales y
aportan a la seguridad alimentaria.
Es necesario que la comunidad analice qué y
cómo consume lo propio y lo externo, que se ten-
ga en cuenta que, al producir para la venta, puede
dejar de producir su propio alimento. Esto pasa
con la coca y pasó con la cebolla en 1975.
Actualmente, con los orgánicos hay producción
de alimentos tradicionales, lo que no sólo lleva
a recuperar los alimentos sino también los ritos
que los mayores nos enseñan para ofrecer a la
naturaleza, nos lleva a recuperar el conocimiento
sobre qué aves afectan y cuáles no. Nos enseña a
compartir la comida de forma comunal, a mante-
ner la minga y los otros tipos de trabajo, en donde
se ofrecen la chicha y el maíz.
Así se mantienen los lazos con los espíritus y los po-
deres, y el médico tradicional ofrece plantas a fin de
que los productos salgan para toda la comunidad.
Internacional Documentos
Aportes de la investigación
al tul escolar
Un aporte fundamental de la propuesta del tul
escolar es el papel que tienen los niños en el fortale-
cimiento y la continuidad de la cultura. La educación
nace de la comunidad e integra –a través del trabajo
comunitario– el currículo y la cosmovisión del
pueblo nasa. Desde la propuesta de una educación
donde se integren sociedad y naturaleza, el niño
conoce las plantas y los diferentes elementos que se
relaciona con la tierra. El niño relaciona la huerta, las
plantas y la naturaleza porque en la huerta observa,
ve y está sintiendo el territorio, por eso la tierra es
investigación, desde allí ven y conocen.
Mi trabajo ha sido recoger la sabiduría del anciano,
el manejo de la tierra y del medioambiente, por-
que los indígenas no buscamos destruir sino que
conocemos los lugares donde se puede producir.
Aunque la colonización en parte ha transformado
nuestras costumbres, debemos tener en cuenta que
los indios no son perezosos al no trabajar la tierra
recuperada, sino que antes de trabajarla existe un
proceso en el que hay que pedir permiso al mayor,
pues el ambiente es sagrado y hay montañas que no
se pueden tocar. Así pasa con los nasa.
El tul escolar,
la investigación comunitaria
y el logro de los planes de vida
Yo, como maestro, he seguido investigando sobre
el maíz como alimento tradicional. Pero la investi-
gación que se hizo en la escuela fue comunitaria. La
investigación comunitaria puede elaborarse, porque
la escuela bilingüe reúne a toda la comunidad para
hacer un trabajo, que necesita de la recuperación de
la lengua. Pero la comunidad promueve y participa
165
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ José Roberto Chepe ]
Cuentan que antes no existían piedras
Diciembre de 2008
sino que había un hueco, un camino
para bajar a la otra tierra,
y los ancianos prohibían a las mujeres
embarazadas transitar por allí.
del trabajo porque la recuperación el maíz y los ali-
mentos tradicionales hacen parte del Plan de Vida.
El Plan de Vida es un trabajo comunitario. Por eso, la
educación en la escuela hace parte del Plan de Vida.
Así se puede recuperar la cultura para la autososteni-
bilidad. Muchas veces la cultura se empieza a perder
por el comercio y la comunidad deja de realizar prác-
ticas de la cultura indígena. Esas prácticas tienen que
recuperarse a través de los mayores, pero deben recu-
perarse para los niños. Por eso la escuela puede reunir
a los mayores y los niños para recuperar la cultura.
Pero las familias tienen que hacer parte de la recu-
peración de la cultura para lograr el Plan de Vida.
La recuperación de la cultura dentro de las familias,
en la alimentación, en la lengua, en las formas de
organización social y política es necesaria para la
pervivencia de los pueblos indígenas, a fin de seguir
con nuestras formas de vida.
Pero a veces el comercio hace que esas formas de vida
se pierdan. Los Planes de Vida se han elaborado para
recuperar la cultura. En la recuperación de las formas
de cultivo y uso tradicional del maíz se puede recupe-
rar la autosostenibilidad y la alimentación propia que
algunos indígenas han perdido por el comercio.
Internacional Documentos
P L A NE S DE V ID A Manejando la brujería
del blanco para manejar
el dinero y defender
el territorio 1

Desde mi primer acercamiento a la Amazonia comenzó a inquietarme

la compleja y polifacética relación que existe entre indígenas y blancos,
la marcada diferenciación de valores entre estos dos universos sociales,
y la forma en que éstos se expresaban en los intercambios en que es-
taban implícitos el dinero y las mercancías. Esta curiosidad se amplió y
profundizó con el trabajo de asesoría que llevé a cabo en la Fundación
Gaia Amazonas (FGA) donde, entre otras cosas, una de mis obligaciones
laborales implicaba asesorar el cumplimiento de los acuerdos realizados
en la Asociación de Capitanes Indígenas del Mirití Paraná-Amazonas

[1] Este artículo desarrolla ideas publicadas previamente en otro artículo más
corto titulado “El dinero aguas arriba: una cuestión de líderes”, en: Amazonia desde
dentro, publicado por la Universidad Nacional de Colombia,
Sede Amazonia. En ambos artículos exploro
ideas que fueron estudiadas con mayor
profundidad en mi tesis de maestría
en estudios Amazónicos, la cual
está publicada bajo el título:
Pulsaciones y estacionalidad
del dinero y las mercancías
en el Mirití-Paraná, por
la Editorial Abya-
Yala.

Diana Rosas
(Acima)2 para el manejo administrativo del dine-
ro. De manera simultánea, veía cómo mi relación
personal con los indígenas estaba matizada por el
hecho de ser representante, como miembro de la
sociedad “blanca”, del lugar de origen del dinero y
las mercancías. Estas experiencias me llevaron a
prestar atención hacia un punto nodal y espino-
so: el papel que ocupan el dinero y las mercancías
en esta relación.
Las ideas que presento a continuación son parte
del resultado de la investigación que llevé a cabo
para estudiar esta problemática en el 2005. En
este ensayo me centraré en ilustrar la forma en
que el dinero entra al territorio del Mirití-Paraná
y las consecuencias de ello a nivel social, cultural,
político y económico.
Para comenzar a desentrañar la madeja en la
cual tambalean estas relaciones entre el mundo
indígena y el mundo blanco, propongo llamar la
atención sobre el concepto de ritmo, en el cual se
entrelazan el tiempo, el espacio y el movimiento.
En este sentido, cuando apelamos a la idea de
ritmo en la vida social, podemos decir que esta-
mos hablando de la forma en que se trenzan las
[2] La Asociación de Capitanes Indígenas del
Mirití Paraná-Amazonas y hace parte de las nueve
AATI (Asociación de Autoridades Tradicionales
Indígenas) del departamento del Amazonas que
participan en la Mesa Permanente de Coordinación
Interadministrativa con la Gobernación del
Amazonas (MPCIA). En la actualidad esta asociación
reúne a once comunidades ubicadas dentro del
Resguardo del Mirití-Paraná, reconocido como
territorio Yukuna, y donde las etnias mayoritarias
dentro de su población son la yukuna, matapí,
tanimuka y letuama. Sin embargo, también se
encuentran representantes de otras etnias como
miraña, yauna, uitotos, cabiyarís, cubeo, entre otras.
Diana Rosas Riaño
Antropóloga, Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Estudios
Amazónicos, Universidad Nacional de Colombia, Sede Amazonia.
Para comenzar a desentrañar la madeja
Diciembre de 2008
en la cual tambalean estas relaciones
entre el mundo indígena y el mundo
blanco, propongo llamar la atención
sobre el concepto de ritmo.
personas en el tiempo y en el espacio, para así dar
sentido al hecho de vivir y estar juntas. Así pues,
el interés de este ensayo es entender el acople
entre los diferentes ritmos que permiten esas
relaciones entre el mundo indígena y el mundo
blanco y en los cuales el dinero juega y adquiere
un papel significativo, de acuerdo con los valores
de cada sociedad.
El trabajo se desprende de la experiencia de
campo realizada en la comunidad Yuwinata-
Puerto Nuevo, ubicada en el Resguardo del
Mirití-Paraná, en la región nororiental de la Ama-
zonia colombiana. En este caso partiremos del
ritmo social que se genera por el interés de hacer
posible la relación con el mundo del blanco. Este
ritmo implica una organización social más amplia
en la cual se convoca una dimensión comunitaria
y regional, que entra en relación con los entes y
agentes del orden nacional y gubernamental, por
medio de un liderazgo masculino.
La propuesta es que sigamos la ruta del dinero,
para así poder establecer las formas en que éste
entra al territorio, las personas que hacen posi-
ble que llegue y los diferentes espacios donde se
decide su entrada, su distribución e inversión.
De esta manera podremos acercarnos a los usos
y significados que adquiere el dinero dentro de
la dinámica cultural, social y política de las redes
familiares que habitan en el Mirití-Paraná.
ETNIAS & POLÍTICA
Diana Rosas
Comencemos pues el recorrido haciendo alusión
a las personas que llevan a cabo las actividades y
tareas relacionadas con la consecución y la introduc-
ción del dinero al territorio, así como al contexto en
el que se inscriben sus actividades.
Los líderes:
mensajeros entre dos mundos
Obtener dinero implica saber manejar una serie de
habilidades y conocimientos que hacen parte de
las cualidades de cada persona. Cualidades que no
todos comparten. En la actualidad, la adquisición de
recursos está en estrecha relación con las diferentes
instancias gubernamentales, departamentales y
nacionales con que Acima y AATI están en relación, a
través de sus líderes.
168
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
Dentro de Acima, los líderes cumplen el importante
papel de mensajeros entre dos mundos, ya que ellos
son los delegados, por parte de las autoridades tradi-
cionales, capitanes y comuneros, de llevar a cabo las
actividades que enlazan al territorio con el Estado na-
cional y, por ende, con aquellas instancias del mundo
del blanco que tienen más impacto en el territorio. Si
bien esta serie de relaciones se basan en una apuesta
de carácter político, se materializan en dos cosas bá-
sicas: primero, los convenios por medio de los cuales
se establecen las actividades y compromisos para
llevar a cabo por cada una de las partes –entidades
estatales y autoridades indígenas–, y segundo, los
recursos económicos. Para los líderes conseguir estas
dos cosas constituye una cadena de actividades y es-
fuerzos que requieren la adquisición de nuevas habi-
Internacional Documentos

Diana Rosas
lidades y conocimientos. Implica aprender a manejar
lo más característico del blanco: el papel, el idioma,
la tecnología, y saberse mover dentro de su forma
de vida y ambiente, es decir, la ciudad. Esto en cierta
forma se sintetiza en la expresión “aprender a mane-
jar la brujería del blanco”, que se asocia con la idea de
aprender a manejar las fuerzas y los conocimientos
de donde emanan nuestras fuerzas y poderes, bue-
nos y malos.3 En ese sentido los líderes se ven en la
[3] Mahecha (2006) analiza en su artículo “Leer y
escribir ‘brujería de blanco’: proceso de escolarización en
el Bajo Apaporis”, la forma en que los conocimientos de
los blancos relativos a la escritura, la lectura, la aritmética
y su impresión en papel se entienden como brujería
del blanco. Este análisis permite concatenar esta forma
de conocimiento con sus propias concepciones sobre
169
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
Diciembre de 2008
obligación de aprender todas las destrezas necesarias
que les permitan lograr las tareas que les han sido
encomendadas por su gente. Dentro de nuestro
mundo, esto los va haciendo los interlocutores que
aseguran la introducción a su territorio de los bienes
materiales e inmateriales, ideas, políticas, proyectos,
etc., del mundo blanco hacia el territorio indígena.
Si esta interlocución tiene éxito, (lo que no siempre
el mismo, las cuales están en estrecha relación con el
lugar central que ocupa el cuerpo en la construcción de
persona. Esta estrecha relación entre el conocimiento,
el cuerpo y la construcción de persona es central en el
pensamiento amazónico. Para mayor profundidad sobre
este tema y la necesidad de explorar y tener en cuenta
las propuestas etnográficas y antropológicas de las
sociedades amazónicas ver Seeger, Da Matta y Viveiros
de Castro (1979).
Internacional Documentos
 sucede, ya que no siempre un líder logra aprender a
ETNIAS & POLÍTICA

manejar con destreza nuestra brujería) se convierte

en un mensajero entre los dos mundos. Pero esta
fortaleza para sortear el liderazgo en nuestro mundo
tiene una faceta íntima, quizás más vulnerable, en la
esfera familiar y comunitaria dentro de su territorio.
Faceta que veremos a continuación.

Detrás de todo líder

hay una gran familia
No todos los cuerpos masculinos están preparados
para el liderazgo. Se requiere haber nacido bueno
para esto, y estar bien curado y protegido para poder
hacer frente a todos los peligros y trampas que se
presentan en el camino y que no sólo provienen del
mundo del blanco, sino también de la brujería de los
tradicionales y brujos que se oponen o envidian al lí-
der, a la comunidad, o al proceso de la asociación en
general. Por eso se requiere de unos parientes, tíos o
padres, que hagan buenas curaciones y los defien-
dan, cuiden y protejan a ellos y a sus familiares más
allegados y a la vez más vulnerables.

Por lo general los líderes son hombres jóvenes, entre

los veinte y cuarenta años, edades de recibir consejo
y ser ya una persona madura.4 Usualmente tienen
mujer e hijos –niños y jóvenes– en alto grado de
vulnerabilidad frente a los diferentes peligros que
están constantemente al acecho. Éste es uno de los
factores que hace más vulnerables a sus familias, y
se acentúa durante los viajes que los líderes tienen Diana Rosas

que hacer dentro y fuera del territorio, apartándolos

[4] En el trabajo adelantado por los promotores de salud
de Acima se establecieron las diferentes categorías de
edades, dentro de las cuales la edad de consejo está
ubicada entre los 16 a 30 años; y la edad de la madurez
entre los 30 y 50 años (Dworshack, comunicación
personal). Estas son las generaciones en las cuales se
ubican los líderes.
de sus familias por tiempos indeterminados y con
dificultades de comunicación a veces extremas.
Durante el viaje de los líderes sus esposas quedan
solas con sus niños, sin la persona encargada de con-
seguir el pescado o la cacería. El trabajo de la mujer
se hace más pesado y las posibilidades de aguantar
hambre pueden aumentar. Simultáneamente, se

170
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Manejando la brujería del blanco ]
está más susceptible a la envidia y al chisme de las
otras personas cercanas, enfermedades que afectan
la vida y reproducción social. Es quizás por ello que
muchas de las mujeres reciben la noticia de que su es-
poso haya sido elegido como líder con rabia y tristeza,
amenazándolos con dejarlos o bien condicionándo-
los a aceptar el cargo por un determinado tiempo.
En ese sentido, el ser líder implica tener presente el
estado de vulnerabilidad a que están exponiendo
a sus mujeres e hijos. En efecto, mientras el marido
está ausente, la mujer asume algunas de las respon-
sabilidades de éste en las labores de la vida cotidiana,
aumentando su carga de trabajo. A su vez, se coordi-
na con algún o algunos miembros de la familia ex-
tensa la colaboración para con la mujer en tareas o
actividades que le sean muy difíciles de asumir a ella.
Es decir, que se da un proceso de reacomodación de
esfuerzos y responsabilidades en la familia nuclear y
extensa, que a su vez generan un sutil cambio de rit-
mo en la vida familiar y comunitaria y que tienden a
ser luego compensados con dinero o mercancías.
La mayor accesibilidad al dinero y a las mercancías,
al mundo del blanco en general, lo que también
implica amistades y una comunicación más cons-
tante con ese otro lado, son los beneficios que trae
el tener al esposo por líder. Eso cuando se cuenta
con un marido que las hace partícipes de ese nuevo
mundo al que él se está abriendo y si ella participa
de éste. Sin embargo, este aparente beneficio es
precisamente el objeto de la generación de los males
que más afectan la reproducción de la vida social
y que, por lo mismo, son considerados como una
enfermedad que requiere curación y prevención por
parte del tradicional o chamán. En efecto, es la en-
vidia la que hace que la gente esté constantemente
pendiente de cada acción que desempeña el líder, de
toda nueva adquisición personal o familiar, de cada
cambio material que se verifique. Y es el chisme el
171
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
sigamos la ruta del dinero,
Diciembre de 2008
para establecer las formas en que entra
al territorio, las personas que hacen
posible que llegue y los espacios
donde se decide su entrada,
su distribución e inversión.
que genera comentarios malintencionados, acusa-
ciones, descreimientos, sospechas, desconfianzas,
que enturbian el liderazgo en general y extienden
el malestar social. Esto tiende a intensificarse con
el paso del tiempo y la mayor importancia que va
adquiriendo el liderazgo en la negociación con el
mundo del blanco. Negociación que es cada vez más
necesaria y demandante.
El mundo del blanco para los líderes, representa pe-
ligro y tentaciones, que se materializan en alcohol,
dinero, mujeres, robos, corrupción. En esa medida
el ser líder está cargado de una serie de pruebas y
desafíos siempre al acecho, tanto dentro como fuera
del territorio. Por ello el ser líder no es solamente
un estado individual y personal. El ser líder, por un
lado, se sustenta sobre una fuerza que le ha sido
conferida por aquellos que lo han elegido como tal.
Por otro, se sustenta sobre el esfuerzo que hace su
familia por mantener el equilibrio que asegure el
mantenimiento correcto de la convivencia social, a
pesar de las enfermedades del chisme y la envidia
que siempre están latentes y al acecho. En ese senti-
do, sería mejor definir el liderazgo como un estado
de vulnerabilidad compartida, un sufrimiento com-
partido por el hombre y la mujer, en especial en lo
que más los une: los hijos. Es decir, en el sufrimiento
que implica cuidarlos, alimentarlos, evitar que los
coja alguna enfermedad, que corran algún riesgo.
Sufrimiento que se experimenta con mayor intensi-
dad cuando el padre se ausenta.
Internacional Documentos
 Aprendiendo la brujería del blanco
ETNIAS & POLÍTICA
Ser líder implica estar en constante movimiento,
viajando dentro y fuera del territorio, implica res-
ponder por los aciertos o desaciertos en un lado y
otro del mundo, así como por las altas exigencias
de ambos. Por supuesto, este juego de trapecista
puede fallar y cuando ello sucede las consecuencias
se hacen sentir tarde o temprano en los dos lados
del mundo, perdiendo aliados importantes, siendo
relevado del cargo, inhabilitado dentro del territorio
para llevar a cabo actividades que generen remu-
neraciones en dinero, obligado a pagar las deudas
adquiridas, asumir las pérdidas y el subsecuente
descrédito social. Lo cierto es que, en ambos casos,
las consecuencias implican profundas rupturas den-
tro de la vida social y afectan a toda la familia. En los
casos más extremos pueden significar la ruptura con
la pareja, el abandono de los hijos y el exilio del terri-
torio. Tres cosas que son altamente valoradas dentro
de lo que implica ser reconocido como una persona
verdadera en el territorio del Mirití-Paraná.
Las actividades dentro del mundo de los blancos im-
plican el manejo oral y escrito del idioma nacional,
pues el líder entabla un diálogo y la negociación de
los convenios con funcionarios públicos de diferen-
tes niveles, asesores, colaboradores, comerciantes,
entre otros. La gestión que debe adelantar el líder
apela al manejo sistemático de la escritura, cuando
se trata de llevar un conjunto de registros escritos
como censos, informes administrativos y de ges-
tión, registros de gastos, y en general toda suerte
Durante el viaje de los líderes sus esposas
quedan solas con sus niños; El trabajo
de la mujer se hace más pesado
y las posibilidades de aguantar hambre
pueden aumentar.
172
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
de papeleos y sistematizaciones que hacen parte de
la administración pública y que implican también
el manejo de la tecnología de comunicación, el
teléfono, el fax y el Internet, ausentes hasta ahora,
aunque por poco tiempo, en la vida cotidiana de las
comunidades.
El liderazgo, en la mayoría de los casos, también está
relacionado con el manejo y transporte de impor-
tantes sumas de dinero, relaciones burocráticas con
los bancos, contar y prever gastos, evitar situaciones
de riesgo y robo. Enfrentar el miedo que está latente
al cargar con altas sumas de dinero en el tránsito en-
tre estos dos mundos y ser reconocido por los demás
–blancos, parientes, paisanos y mestizos– como el
que está llevando el dinero.
El líder es una figura creada por la sociedad blanca,
buscando por medio de ella dar respuesta a la forma
diferencial del manejo de estatus y poderes entre
nuestras sociedades y las sociedades indígenas del
Amazonas. Esta figura fue creada con el fin de bus-
car la forma de hacer más eficaz la comunicación
entre las sociedades. Quizás de ahí venga la confron-
tación de nuestra sociedad con los líderes indígenas
con los cuales interactúa, ya que ellos no tienen el
poder que desde el mundo del blanco se espera que
tenga un líder, aunque se topa a la vez con una forma
de hacer política y manejar las relaciones que puede
resultar sorpresiva. Dentro de nuestro mundo de
blancos, al líder indígena se le da un estatus dife-
rente al que tienen otros indígenas, porque este está
en una posición de poder que es significativa sobre
todo en nuestro mundo; está posibilitando la nego-
ciación política y económica. Así, cuando el líder está
en el mundo del blanco entra dentro de los círculos
de poder de nuestro mundo, lo cual también lo hace
vulnerable a nuevos desafíos, personas y circunstan-
cias que pertenecen al mundo del blanco.
Internacional Documentos
Ser líder en el Mirití-Paraná Para entender el carácter del liderazgo, es decir, de

Para entender el liderazgo dentro del Mirití-Paraná
es preciso tener en cuenta la gran influencia que
tienen los tradicionales5 y capitanes sobre los líderes
y su gestión, por medio del pensamiento tradicio-
nal. Igualmente, no hay que dejar de lado la gran
influencia y control social que ejercen el chisme y la
envidia en el curso de la vida social. En el territorio
estos son los medios más efectivos de controlar los
sutiles y constantes procesos de configuración y
desconfiguración de estatus diferenciales y nuevos
poderes. La autoridad que ejercen tradicionales y
capitanes, aunque es también el resultado de varios
años de trabajo y aprendizaje en la asociación en lo
relacionado con la construcción del gobierno pro-
pio, en la actualidad resulta altamente efectiva. La
construcción de estas autoridades es el resultado de
un proceso de aprendizaje de los aciertos y desacier-
tos de diferentes líderes, del proceso de construcción
de las responsabilidades y la autoridad que tienen
los tradicionales, capitanes, comuneros y líderes en
el proceso de mantenerse unidos frente al blanco,
así como de la forma en que han logrado ir combi-
nando sus formas tradicionales de autoridad, poder,
pensamiento y manejo del mundo con los desafíos
que presenta y exige la sociedad blanca para recono-
cer los derechos a los pueblos indígenas.
En último término, es el resultado de ir definiendo el
carácter político de su lucha frente al Estado colom-
biano y la sociedad nacional, desplazando y apla-
zando sus diferencias internas a otros ámbitos, pero
manteniéndose unidos bajo un mismo fin frente al
Estado y la sociedad nacional: defender su territorio.
[5] En el Mirití-Paraná se denomina tradicional a lo que
en la literatura antropológica ha dado en llamarse al
chamán. En otros territorios vecinos o incluso en este
mismo también se les llama curadores o payés.
Diciembre de 2008
los líderes o representantes en Acima, quizás sea
más efectivo evocar las palabras del capitán Valerio
Tanimuca en uno de los congresos regionales en el
año 2004, quien les recordaba a todos los asistentes
que la elección de los representantes de Acima no es
como la de los blancos –votos por conteo–, sino que
se trata de un voto de confianza que los tradiciona-
les y capitanes de las comunidades que hacen parte
de la asociación dan en conjunto a las personas ele-
gidas. Por tanto, la elección dependía también de la
voluntad y el esfuerzo que estas personas tuvieran
de responder a ese voto de confianza y asumir esos
cargos. Recalcaba también que por esa misma razón
era necesario que las personas elegidas contaran con
el apoyo de las autoridades y capitanes, en la parte
tradicional, así como de los comuneros en general.
A su vez, que era central que tuvieran la voluntad de
cumplir con la responsabilidad que demandaba el
trabajo en todos sus aspectos.
Estas premisas y consideraciones son, efectivamen-
te, el sustento de los diálogos y las conversaciones
que se dan entre capitanes y tradicionales durante
los procesos de elección de un líder, guiando el pro-
ceso y a la vez sirviendo de base para contrabalan-
cear los diferentes poderes, voluntades, tensiones e
intereses que modelan el juego político en la asocia-
ción y, por ende, entre sus comunidades.
El proceso de coordinación y preparación de los con-
gresos, de lo cual se encargan los líderes, comienza
por una serie de visitas a cada comunidad. En éstas
Las reuniones comunitarias son,
por lo tanto, los espacios de reflexión
y toma de decisiones entre comuneros,
comuneras, capitán y tradicional
o tradicionales.

173
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Diana Rosas ]
 El tema del manejo del dinero
ETNIAS & POLÍTICA
y en especial la presencia de ese monto
en medio de la maloca, fue pues, el eje
central del congreso y la motivación
principal en las conversaciones.
se sientan en el mambeadero junto con el capitán
y los comuneros que asistan voluntariamente y se
conversa sobre los motivos de la visita, las últimas
gestiones adelantadas, los resultados del viaje, etc.
Por supuesto, no todos los líderes, ni capitanes, ni
comuneros cumplen con estas premisas, dando
con ello pie a la generación de descontentos y mal-
entendidos. Sin embargo, estos intercambios son
importantes, entre otras cosas porque las charlas
hacen manifiestos los diversos intereses, las alianzas
necesarias, las posiciones, etc. Es decir, todo aquello
que hace parte de las artes de la política, siguiendo
las motivaciones, pulsaciones y dinámicas propias
de la región. En estas charlas los líderes van comen-
tando los avances logrados en el mundo del blanco,
las decisiones que es necesario tomar, la gestión
realizada y los problemas enfrentados o por enfren-
tar. Por supuesto, uno de los puntos cruciales en las
evaluaciones periódicas al trabajo de los líderes es el
relativo al gasto del dinero y a las sospechas que se
hayan levantado en el transcurso del tiempo de ges-
tión de un líder sobre el manejo que haya hecho del
mismo en uno u otro caso.
Así, lo relativo a evaluaciones de las gestiones de los
líderes, a su elección, así como a la coordinación y
planeación de las actividades que se derivan de las
negociaciones con el Estado y que son lideradas por
los respectivos secretarios de cada área, son materia
de diálogo, discusión y reflexión de los congresos
regionales. Espacios en los cuales cada comunidad
está representada por el capitán o su secretario, un
174
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
profesor, un promotor, una delegada de las mujeres
y otros participantes, elegidos previamente en las
reuniones comunitarias.
Esta dinámica de las visitas y movilidad de los líderes,
así como de las reuniones regionales y comunitarias
que la interlocución con el Estado hace necesarias,
demandan un alto y refinado grado de organización,
coordinación y comunicación entre comunidades.
De esta manera, la política interna y relativa a las re-
laciones interétnicas e intercomunitarias dentro del
territorio alcanza una esfera más alta de interacción.
Por un lado implica una alianza y una unión de las
diferentes etnias y pensamientos que interactúan en
el territorio en relación con una entidad más gran-
de, en este caso el Estado, el cual se convierte en un
objetivo común a todos. El establecimiento de esa
interlocución con el Estado genera el surgimiento de
estos líderes: un representante legal y su secretario,
un secretario de salud y de educación respectiva-
mente, una o dos de la secretaría de mujeres. Estos
son los líderes encargados de defender el territorio
en términos políticos, generando una interlocución
con el gobierno departamental y con el Estado. Esta
interlocución se materializa en convenios a través de
los cuales entran los dineros al territorio.
Para que esa interlocución sea clara, es necesario que
en el territorio se desarrolle una movilidad social,
política y económica que garantice que se den los es-
pacios donde se tomen las decisiones, que luego van
a ser materia de negociación con el Estado. Así, en la
medida que la interlocución va haciéndose más efi-
caz, esa movilidad social interna va haciéndose cada
vez más necesaria y, a su vez, parte de la dinámica
social, convirtiéndose así en parte del ritmo de la
vida social tanto del territorio en su conjunto, como
de la vida comunitaria y familiar, entremezclándose
con los calendarios rituales y ecológicos que guían el
discurrir de la vida en el Mirití-Paraná.
Internacional Documentos
El ritmo de las decisiones en
los espacios familiares y comunitarios
Las reuniones comunitarias son, por tanto, los
espacios de reflexión y toma de decisiones entre
comuneros, comuneras, capitán y tradicional o
tradicionales –en caso de que haya varios– sobre
las actividades comunitarias relacionadas con la
escuela, el centro de salud y la organización de los
trabajos comunitarios. En ellas se deciden quiénes
son las personas que van a llevar a cabo los trabajos
de carácter comunitario que se van a adelantar, el
monto de las remuneraciones, se dirimen conflictos
y se planean tanto actividades comunitarias como
las respectivas inversiones y reparticiones de los re-
Diana Rosas
175
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
los objetivos de revertir las relaciones
Diciembre de 2008
de poder que se habían desplegado
en la región durante la época
de caucheros y misioneros a lo largo
del siglo XX, se lograron.
cursos que entran por medio del SGP a cada comu-
nidad en dinero.
Por lo general estos espacios abren la participación
a las mujeres, que no tienen acceso al espacio de
conversación del mambeadero, donde muchas de
estas decisiones son introducidas y discutidas con
antelación entre los hombres. Por supuesto, los
Internacional Documentos
 esta gestión de adquisición del dinero,
ETNIAS & POLÍTICA
implica un proceso de acoplamiento
entre un ritmo social interno y otro
externo, para generar una nueva rítmica.
hombres comentan a las mujeres las charlas que se
han llevado a cabo en el mambeadero, de manera
que éstas por lo general saben de antemano lo que
se está discutiendo y se va a discutir, e incluso con
antelación entre la pareja se conversan las cosas
que después se transmiten. En síntesis, las reunio-
nes comunitarias son el espacio donde todos los
comuneros se ponen de acuerdo para llevar a cabo
Diana Rosas
176
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
el desarrollo de sus actividades. Este proceso de
toma de decisiones incluye aspectos relativos tanto
con mingas, trabajos comunitarios y familiares que
activan su vida ritual y tradicional, como aquellos
relativos al desarrollo de la escuela y, en general, a
todas aquellas actividades en consonancia con los
estamentos de la modernidad que se han negociado
con el Estado. En todas estas instancias de toma de
decisiones, tanto la regional como la comunitaria,
e incluso la familiar, la discusión sobre la planeación
de actividades y su relación con la repartición del
dinero es central. Por eso vale la pena abordar ahora
un evento que tuve la oportunidad de asistir y en el
cual se abordó la problemática de la entrada de los
dineros de transferencias en la actualidad.
Internacional Documentos
El dinero: una presencia caliente
Mientras llevé a cabo mi trabajo de campo en la co-
munidad de Yuwinata-Puerto Nuevo, se dieron cita
en este lugar todos los representantes de las siete
comunidades y líderes de Acima para llevar a cabo el
primer congreso regional de la asociación en ese año.
Éste fue un evento histórico, ya que era la primera
vez que llegaban hasta el territorio los recursos
completos del SGP. Al rededor de 141 millones de
pesos, en dinero contante y sonante, que le corres-
pondían a la asociación por concepto de las partidas
del 2005.
Esta era la primera vez que directamente los capi-
tanes decidirían y repartirían el dinero en billetes y
monedas; en efecto, antes siempre lo habían reali-
zado los líderes fuera del territorio. Ante el asombro
de la empresa arriesgada que había asumido y los
significados a los que se aludía en términos políticos
y simbólicos al llevar a cabo esta tarea, Iván Matapí,
representante legal de Acima en ese momento,
en su discurso se esmeró en enfatizar el reconoci-
miento que se les estaba dando como autoridades
político-administrativas de sus territorios a los ca-
pitanes y tradicionales, al ser ellos mismos quienes
decidirían y asumirían la repartición del dinero.
Su discurso detalló entonces todos los cuidados y las
precauciones que había sido necesario tomar en la
ciudad. Inició su relato desde el proceso mismo de
gestión del dinero ante la Gobernación precisando
luego las transacciones llevadas a cabo en el banco,
incluyendo su conteo. La escoltada de él en Leticia
mientras era el viaje a Pedrera, y su custodia a todo
lo largo del trayecto Pedrera-Puerto Nuevo, donde
finalmente descansó el dinero hasta su repartición.
Quizás valga la pena resaltar que la decisión de Iván
de llevar estos dineros hasta el territorio, así como
la de la asociación de nombrar unos tradicionales
177
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
La principal amenaza está en el territorio,
Diciembre de 2008
el cual convoca intereses que, a su vez,
promueven la unidad de las personas
y las comunidades por medio
de la organización política.
encargados de cuidar y curar la gestión de los líderes
y el manejo del dinero, estaba inscrita en un contex-
to más amplio. A principios del mes de enero de ese
año, el representante legal de otra de las AATI del
Amazonas había sido asesinado en Leticia por una
red de ladrones, que precisamente estaban detrás
de los dineros del SGP que él había salido a recoger.
Esta muerte fue un duro golpe para el conjunto del
movimiento indígena de las diez AATI. También fue
la causa principal de que se decidiera llevar a cabo
esta hazaña y se implementara una nueva estrategia
de repartición de los dineros dentro del territorio.
El tema del manejo del dinero y, en especial, la pre-
sencia de ese monto en medio de la maloca, fue pues
el eje central del congreso y la motivación principal
en las conversaciones. De hecho, la reunión comen-
zó con las palabras de Fausto Tanimuca, quien junto
con Jairo Cubeo habían sido los tradicionales encar-
gados, desde el pensamiento tradicional, de cuidar y
curar todo lo relacionado con la gestión de los líde-
res y el manejo del dinero dentro de Acima ese año.
Su discurso comenzó refiriéndose directamente a la
presencia de ese dinero, representándolo como “un
fuego que hierve y hace hervir la sangre, generando
enfermedad”. Con respecto a esta definición del di-
nero vale la pena detenernos en lo significativa que
es la sangre en el pensamiento amazónico sobre sa-
lud y enfermedad. En efecto, en estos pueblos como
lo anota Belaúnde:
(…) la sangre es concebida como sustancia psi-
coactiva. Los pensamientos, las emociones, las
Internacional Documentos
 capacidades de acción, percepción y expresión,
ETNIAS & POLÍTICA
la digestión de alimentos y la incorporación de
poderes, de sustancias y espíritus, son estados
de la sangre. Esta sustancia es también el vín-
culo con el pasado y el medio de circulación
de la memoria. La reminiscencia de las situa-
ciones vividas y de las palabras escuchadas es
llevada a cabo por el corazón, que bombea la
sangre, afectando su volumen, su temperatu-
ra, su color, su olor y su espesor. La comida es
indisociable del flujo de la sangre, ya que los
alimentos se transforman en sangre, es decir
se transforman en pensamientos y en memo-
ria hechos cuerpo en la sangre. La actividad
física, el ritmo de la respiración, el esfuerzo y
el trabajo arduo, también son indispensables
para mantener el flujo de la sangre y la buena
circulación de los pensamientos por el cuerpo.
Recapitulando, la salud, definida por criterios
específicamente amazónicos, es el estado ge-
neral de la sangre. Cuando el volumen, la tem-
peratura, el color, olor y el espesor de la sangre
que circula por las venas están balanceados
–cuando la persona está “sentada en su ban-
co”– la persona está sana y sus pensamientos
circulan por sus venas llenándola de ánimo y
habilidades para trabajar y alegrarse con sus
parientes. Pero durante los estados de derrame
y perturbación de la sangre, los pensamientos,
los afectos, las capacidades de acción, digestión
e incorporación de poderes también se trans-
forman y deben de ser manejados con cuidado
por medio de rituales de dieta y reclusión para
poder devolverlos a un estado de fluidez (2005,
pp. 262-263).
Estas nociones nos son útiles en la medida en que
aclaran los peligros a los cuales se está aludiendo por
medio de las palabras de Fausto al definir al dinero
como una enfermedad. Pero, para continuar eluci-
dando la naturaleza de esta enfermedad, el origen
178
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
de este malestar y del peligroso calor que emana,
volvamos a las palabras del tradicional en esa velada.
Sus palabras también establecían que, aunque ya no
estuvieran entrando blancos al territorio –especifi-
cando enfáticamente “antropólogos”–, a través de
ese dinero se estaba dando la entrada de “miles de
blancos”. En esa medida, así como a los blancos que
habían entrado había sido necesario conversarles,
al dinero también era necesario conversarle para
bajarle la temperatura, para enfriarlo.
En su conjunto, estas palabras sirvieron para dar co-
mienzo al proceso ritual de enfriamiento del dinero.
A través de él se estaba haciendo evidente cómo la
relación con esa alteridad se da y se construye en los
mismos términos rituales que utilizan en sus proce-
sos tradicionales de curación y prevención del mun-
do. El hacer evidente que se trataba de una presencia
caliente nos permite también comprender esta si-
tuación desde una perspectiva más amplia y central
en el conjunto de las concepciones amazónicas sobre
la violencia, de las cuales no escapa el complejo cultu-
ral y cosmológico del cual hacen parte las etnias que
se encuentran en el Mirití-Paraná: el miedo al calor,
su influencia en el fluido de la sangre y su estrecha
relación con la rabia (Belaúnde, 2005, p. 22).
La rabia, en efecto, es considerada uno de los senti-
mientos negativos que buscan evitarse y transfor-
marse constantemente, ya que al afectar la sangre y
la conciencia de las personas, puede llegar a tornarse
destructiva en el núcleo de los parientes con quienes
se convive, pudiendo causar la muerte de una per-
sona (Belaúnde, 2000, p. 209). Por esto es uno de
los sentimientos que constantemente son fuente de
curación por parte de los tradicionales (Mahecha,
2004, p. 145).
Esto permite explicar por qué, durante la celebración
del congreso, se continuó con la curación que busca-
Internacional Documentos
ba garantizar el proceso de Acima como asociación,
específicamente en relación con el manejo del dine-
ro, tratando de enfriar el dinero mediante la palabra.
Conversando para enfriar,
para endulzar
Al dar inicio a los comentarios sobre los resultados
de la primera etapa de curación que había adelan-
tado, Fausto explicaba que era necesario, como lo
hacían cuando iniciaban una curación, ir al inicio.
En este caso ir al corazón del proceso de Acima. Para
mejorar lo del manejo del dinero, por lo tanto era
necesario hacer, construir, crear un corazón. Así en-
tonces dio un giro en el tiempo y en la conversación,
volviendo al momento en que habían llegado al te-
rritorio, hacia la década de los setenta, los primeros
antropólogos, liderados por Martín von Hildebrand,
empezando a promover procesos de autonomía
cultural indígena.6 Así continuó la historia, inter-
calando pasajes en tanimuka, propios del lenguaje
chamánico, recapitulando paso a paso lo que los ha-
bía llevado al momento político en que se encontra-
ban ahora y la preocupante necesidad de no dejarse
vencer por el calor de esa presencia y la necesidad de
manejarla bien. Esto, como se podía colegir por lo
antedicho, sólo era posible mediante la intervención
del pensamiento tradicional. Por supuesto, el saber
manejarlo no sólo hacía referencia a ese momento
inmediato, sino a un proceso más amplio en el tiem-
po, que alude a un posicionamiento político frente
al Estado y al mundo del blanco en general.
Pero volviendo a este momento en concreto, el
dinero dejó de ser dinero en el momento en que en
medio de la explicación, Fausto optó por nombrarlo
[6] Para mayor información consultar Oostra (1991,
1991-1992) y Rosas (2008).
179
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
el dinero es concebido como una
Diciembre de 2008
entidad animada, suscitadora de calor
y enfermedad que contiene amenaza y
peligro y que por lo mismo es calificada
de “bojote” o estorbo.
el bojote, haciendo con ello alusión al estorbo que
representaba para todos por el peligro, el malestar, la
enfermedad que generaba en el ambiente su calor.
Las palabras de Fausto a la vez que estaban curando y
previniendo, simultáneamente estaban llamando la
atención sobre las inconsistencias intrínsecas –perci-
bibles desde los parámetros de las relaciones rituales
y tradicionales–, a la relación que tienen con el Esta-
do y que siempre es fuente de continua negociación.
En efecto, la falta de una contraprestación clara, que
se diera a cambio del dinero que se estaba recibien-
do, hacía que ese intercambio estuviera por fuera de
los parámetros de la reciprocidad y que, por tanto,
surgiera el peligro de que se generara un desequili-
brio que podría traer consigo una enfermedad. Vale
la pena recalcar acá que la relación con el Estado no
responde precisamente a una relación equilibrada y
pacífica, sino que es una relación política basada en
la negociación constante, oscilante siempre entre la
dominación y la reivindicación. En ese sentido no es
una relación simétrica, sino asimétrica. De ahí que
sea pertinente traer a colación las observaciones
de Rubenstein (2004, p. 1063) quien al analizar la
reciprocidad en un complejo panorama de inter-
cambios con los Shuar del Ecuador, destaca cómo la
generosidad, que reconoce como un intercambio no
recíproco, puede tornarse fácilmente en dominación
cuando el intercambio resulta asimétrico.
Sin embargo, volviendo a nuestra escena de enfria-
miento del dinero, la estrategia de personalizarlo
como una presencia caliente con la cual se podía
Internacional Documentos
 conversar estaba siendo utilizada para apaciguar,
ETNIAS & POLÍTICA
por medio de una palabra que buscaba suavizar
su influjo, su entrañable peligro y enfriar su calor,
evitando así la generación de la enfermedad de la
envidia, del chisme, de la crítica. Males temidos en la
vida social por atentar contra la convivencia.
Recursos donados que se
transforman en dinero de la gente
El informe de cada uno de los líderes, así como el
proceso de planeación que estaban todos –capita-
nes, tradicionales y comuneros– avocados a asumir
en esa reunión, tanto en lo relacionado con la pro-
gramación de actividades como en la proyección y el
gasto del presupuesto, hacía evidente su condición
de sujetos ejerciendo sus derechos político-admi-
nistrativos frente al Estado colombiano, así como el
hecho de que esa relación los estaba haciendo parte
del mismo. Para entender aún más la calidad de esta
relación que se está entretejiendo y de los valores
implícitos, considero necesario enfatizar que se trata
de recursos provenientes del Estado.
Los recursos de transferencias suponen que es la
nación (a nivel central) quien recauda impuestos.
En ese sentido, el desbalance fiscal que surge de
la diferencia entre los ingresos y los gastos de las
entidades territoriales se compensa con transfe-
rencias del nivel nacional. De éstos, el 0,52% está
destinado a los resguardos indígenas. A través de
estos recursos, el gobierno transfiere a las entidades
territoriales la financiación que garantiza la presta-
ción de los servicios a su cargo en las áreas de salud
y educación. Estos recursos provienen de cada uno
de los ministerios correspondientes. Su ejecución,
para los resguardos indígenas, está reglamentada
por el Estatuto Orgánico de Presupuesto, el Esta-
tuto de Contratación Administrativa y sus decretos
reglamentarios, y en especial las disposiciones
180
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
contempladas en el Decreto 2170 de 2002. El valor
asignado a cada resguardo se efectúa en proporción
a la población de dicho resguardo, con respecto a
la población indígena del país (Ortiz, 2005, pp. 95-
105). Una de las grandes fallas, o mejor, lagunas que
presenta el manejo de estos recursos, es el hecho de
no contemplar los gastos administrativos, lo cual
pone en serios aprietos a los líderes o delegados,
en especial en lo relativo a los gastos que efectúan
mientras llevan a cabo su gestión.
El Estado transfiere el dinero bajo la condición de
que sean invertidos de manera específica en áreas
puntuales, que responden a su idea de cómo debe ser
el desarrollo para estos pueblos o sectores sociales.
Así, una relación basada en un intercambio aparente-
mente generoso y altruista, exige que el otro adopte
unas determinadas formas de interactuar y organi-
zarse. Esto implica, para los resguardos y comunida-
des, una adaptación a las exigencias y los ritmos que
impone la relación con el Estado, lo cual hace claro
que no se trata de una relación basada en la equidad.
Lo que resulta interesante de este diálogo es que a
pesar de tener que responder a unas exigencias muy
concretas impuestas por el Estado, las decisiones
continúan emanando de un proceso concienzudo
que se da a partir de las formas tradicionales de
su pensamiento. Lo que en sus palabras se puede
explicar como “retornar a los saberes ancestrales
del chamanismo que se basa en prevenciones, de-
fensas, curaciones y dietas” (Currículo Acima 2005,
inédito). Esto quiere decir que está guiado por un
pensamiento tradicional. Así, el carácter de estos re-
cursos que son alcanzados gracias a una amalgama
de esfuerzos mezclados, adquiere un valor colectivo,
que se puede ver bien expresado en las palabras de
Evelio Yucuna en la misma reunión: “Siempre hay
que tener en cuenta que esta plata es para trabajos
colectivos de la gente” (notas de campo).
Internacional Documentos
En lo que tiene que ver con los aspectos administra-
tivos que implican el manejo y gasto de estos recur-
sos, y que en gran medida son los más importantes
mediadores de esta relación, las paradojas afloran
de manera más contundente cuestionando la rela-
ción con el manejo del español, la escritura y la arit-
mética en una sociedad ante todo oral. La escritura
adquiere entonces un espacio y un valor diferente al
hecho de saber leer y escribir, en la medida que hace
parte de la forma de defenderse dentro de esa rela-
ción con esa alteridad.
Esa noción de defensa está en estrecha relación con
sus nociones de cuerpo y de conocimiento (Mahe-
cha, 2006, p. 189). Siguiendo ese hilo de ideas, desde
su perspectiva, los cuerpos de nosotros, los blancos,
181
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
La escritura adquiere entonces un
Diciembre de 2008
espacio y un valor diferente al hecho de
saber leer y escribir, en la medida que
hace parte de la forma de defenderse
dentro de esa relación con esa alteridad.
están hechos de papel, ya que éste es nuestro medio
para trabajar y producir nuestro sustento. Es por
esto que el desarrollo de nuestro pensamiento está
ligado al papel a través del aprendizaje de la lectura y
la escritura. La lectura, la escritura y todo lo que está
asociado con ellas, como el papel y la aritmética,
hacen parte de los conocimientos con los cuales no
sólo es necesario aprender a interactuar, sino tam-
Internacional Documentos
 Esta nueva fase de la relación
ETNIAS & POLÍTICA
con el mundo del blanco, el dinero
y las mercancías, los está haciendo
consumidores con un poder influyente
dentro de la economía regional
y departamental.
bién a manejar para poder defenderse de las ame-
nazas que nuestro mundo presenta para ellos.
Dentro de estas amenazas, la más latente es la que
recae sobre su territorio. Su defensa, por lo tanto,
es la motivación principal en el establecimiento y
mantenimiento de estas relaciones con el Estado.
En este caso, esta relación hace necesario seguir
esas reglas de manejo de los recursos que impone la
administración estatal y, por tanto, apropiarse de los
poderes del papel, la lectura, la escritura y la aritmé-
tica, para así mantener el intercambio que asegura
la defensa de su territorio.
Hasta ahora he hecho énfasis en los recursos que en-
tran al territorio a través de la relación con el Estado.
El énfasis surge de la certeza de que en la actualidad
esta relación es la que genera la mayor entrada y cir-
culación de dinero en el río.
Sin lugar a dudas todas las actividades personales,
familiares, comunitarias y regionales que se llevan a
cabo para garantizar esta relación están siendo per-
cibidas como trabajos personales y colectivos que
están garantizando, por un lado, una relación con el
mundo del blanco y, a la vez, la entrada de recursos
monetarios, ahora por otros medios y revestido de
nuevas formas.
Esto se puede entender mejor a través de las pala-
bras de Evelio Yucuna, capitán de la comunidad de
Puerto Guayabo: “Antes se trabajaba en la esclavitud
y primero los blancos daban el dinero y luego venía
182
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
el trabajo. Ahora con el Estado es diferente, primero
se hace el trabajo y después viene el dinero” (notas
de campo
Estas palabras ponen de manifiesto que los objeti-
vos de revertir las relaciones de poder que se habían
desplegado en la región durante la época de cauche-
ros y misioneros a lo largo del siglo XX, se lograron.
Es decir, que como indígenas ya no están siendo
integrados al mundo como esclavos, a través de
una economía extractivista, sino que se trata de un
proceso global en el que, como lo plantea Pearson
en Sahlins, las poblaciones nativas adquieren “(...)
un nuevo lugar simbólico dentro de las estructuras
estatales”, el cual les confiere “el estatuto especial de
‘ciudadanos con derechos adicionales [citizen plus]’”
(Sahlins, 1997, p. 132).
Esta nueva fase de la relación con el mundo del
blanco, el dinero y las mercancías, los está haciendo
a ellos consumidores con un poder influyente den-
tro de la economía regional y departamental, pues
estos dineros llegan al ritmo del Estado, pero ahora
en manos de los indígenas. Sin embargo, en su
forma de consumo y distribución se da una curiosa
mixtura de concepciones en el manejo, ya que al
estar en sus manos se combinan con las formas tra-
dicionales de manejo de los recursos, de propiedad y
de beneficio.
Acá no hablamos
de salarios sino de bonificaciones
Se ha llegado al acuerdo de que las actividades que
un líder desarrolla tampoco deben contemplar el
pago en dinero a cambio de una labor que están
haciendo a favor de la gente que ha depositado su
confianza en ellos. Por eso no se han establecido
salarios, ni tampoco rutinas de pago a líderes, pro-
fesores y promotores de salud. La forma en que se
Internacional Documentos
retribuye el servicio que están prestando a la gente
es la bonificación, un reconocimiento en dinero al
trabajo desarrollado. Por ejemplo, los maestros y los
promotores reciben bonificaciones, sin embargo, la
recepción de esos recursos varía para cada uno de
ellos.7 Está implícito el hecho de que el maestro o el
promotor están prestando un servicio a su gente, y
en esa medida ese esfuerzo se les está compensando
con dinero, para que compensen las actividades que
dejan de hacer y que son necesarias para garantizar
su sustento.
Además, es necesario tener en cuenta que las elec-
ciones de maestros y promotores se hacen a nivel
comunitario, y en caso de necesitar maestros de
otras comunidades se aborda en los congresos
regionales. Por otra parte, el desembolso de estos
recursos destinados al pago de personal, a pesar de
que está especificado en leyes y decretos, es demo-
rado y variable según la voluntad y las posibilidades
gubernamentales, de tal forma que a veces pueden
demorar meses sin recibir nada, lo cual genera una
gran ansiedad y malestar en el ambiente que recae
con presión sobre los líderes y su gestión.
Estas bonificaciones no son negociadas con los
maestros y promotores de salud, ya que su monto
ha sido previamente estipulado por la ley. Por el con-
trario, las bonificaciones de los líderes se negocian
entre capitanes, tradicionales y líderes en el marco
de los congresos regionales. Esto se hace cuando
llegan las transferencias, es decir, los recursos del
SGP, más o menos una vez al año. En estos casos se
[7] Las bonificaciones de los maestros y promotores
provienen de los recursos del SGP, girados directamente
por la Nación a la Gobernación, para ser invertidos
por el ente territorial en los rubros establecidos en la
Ley 715, y dadas por ellas a cada uno de los respectivos
secretarios de salud y educación de las ATTI, quienes son
los encargados de la administración de estos recursos.
183
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
Es en estos momentos cuando se
Diciembre de 2008
manifiesta el calor que trae consigo
el dinero, y por ello éstos requieren
de una buena curación,
así como de una buena palabra
y un pensamiento frío.
evalúa la gestión realizada por el líder durante un
año de actividades, teniendo en cuenta los avances
de los últimos meses después del último congreso
regional, así como de la evaluación y valoración
que hagan capitanes, tradicionales y comuneros del
trabajo desarrollado. Es en estas instancias donde se
negocian los montos, y por ende esta negociación es
uno de los apartes cruciales de cada congreso.
Estos escenarios son una de las principales causas de
tensión. Es en estos momentos cuando se manifies-
ta el calor que trae consigo el dinero, y por ello éstos
requieren de una buena curación, así como de una
buena palabra y un pensamiento frío.
Otro tipo de bonificaciones son las asignadas a los tra-
dicionales que cuidan el proceso general de la asocia-
ción. El tema de las bonificaciones a los tradicionales
ha sido de gran debate. Estos diálogos y discusiones
sobre el reconocimiento monetario al tremendo tra-
bajo que realizan estos hombres pone de manifiesto
nuestro temor a la monetarización de un saber y un
oficio que es central en el desenvolvimiento de este
modo de vida. Las oscilaciones persisten y, por ahora,
Acima ha acordado que aquellos tradicionales encar-
gados de cuidar mediante el pensamiento tradicional
este proceso reciban una bonificación anual. Igual-
mente, han definido que los capitanes reciban una
bonificación por su labor de asegurar el bienestar de
la gente que tienen a su mando, y a la cual tienen la
responsabilidad de cuidar.
Internacional Documentos
 Son las mujeres quienes deciden cómo
ETNIAS & POLÍTICA
comparten este dinero con las mujeres
que les ayudaron a cocinar y aquellos
que trajeron cacería o pescado para
ellas, es decir un hijo o el marido.
Finalmente, están los pagos en dinero que se hacen
a las personas –viejos, adultos, jóvenes, hombres,
mujeres– que trabajan temporalmente en las obras
comunitarias, garantizando con su trabajo la cons-
trucción o el mantenimiento de aquellos espacios o
establecimientos públicos que prestan un servicio
a todos, como son la maloca, la escuela, las canchas
de deportes, los caminos, el puerto, puentes, etc.
Con excepción de esta situación, es de notar que la
mayor parte de las entradas de dinero por medio de
bonificaciones quedan dentro de la población mas-
culina. En ese sentido vale la pena aclarar que dentro
de la población femenina las entradas de dinero res-
ponden a otras dinámicas iniciadas en la década de
los noventa. Estas iniciativas llevaron a un proyecto
productivo sobre tres productos: cerámica, aceite
de milpeso8 y miel de piña. El intento de fomentar la
participación en el mercado por parte de las muje-
res fue un proceso paralelo al que se asesoró con los
hombres en el área política. Estos procesos fueron
asesorados por la Fundación Gaia Amazonas.
Durante este proceso, los productos de las mujeres
lograron un posicionamiento que les permitió ac-
ceder al dinero de una forma constante y autónoma
con respecto a los hombres, maridos, padres, hijos.
Esto las fortaleció en la forma de acceder al dinero,
[8] El aceite de milpeso proviene de la palma Oneocarpus
Bataua, conocida comúnmente con los nombres de
milpeso, seje, bataua, pataúa, chapil, unguraua, turu,
kamboe, yagua, aricaguá.
184
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
así como en la forma de relacionarse con el mundo
del blanco desde lo que ellas son y producen. A su
vez, fue un proceso que permitió empoderar la or-
ganización de las mujeres, hasta el punto de llegar a
establecer una secretaría de mujeres que hace parte
de la estructura general de Acima. Aunque en la
actualidad estos proyectos productivos ya no siguen
funcionando, esta autonomía y participación de las
mujeres se mantiene aún hoy, tanto en el ámbito
político como económico. Sin embargo, sus entra-
das dependen cada día más de la gestión política, en
el exterior, de los hombres.9
Otro aspecto que genera ganancias de dinero para
las mujeres es el Restaurante Escolar, que funciona
por medio del ICBF. Estos recursos, gestionados
por el representante legal de Acima, en su mayoría
constituyen una entrada regular para las madres,
así como un motivo más de reflexión y toma de
decisiones anuales, tanto a nivel regional como co-
munitario.
Son las mujeres quienes deciden cómo comparten
este dinero con las mujeres que les ayudaron a co-
cinar, que por lo general pueden ser una o varias de
sus hijas, eventualmente una hermana, o la suegra;
y aquellos que trajeron cacería o pescado para ellas,
es decir un hijo o el marido.
Estos dineros, una vez llegan a la comunidad, son ad-
ministrados por un maestro, quien se encarga de re-
partirlos, siguiendo los registros que han elaborado
las mujeres de cada una de las comidas. Las mujeres
que los reciben tienden a guardarlo, para gastarlo en
el momento en que llegan los comerciantes.
[9] Para más información sobre este proceso, sus
diferentes etapas y significado, desde la perspectiva de
la asesora que lo lideró, ver Rivera (2004), Bermúdez y
Rivera (2005).
Internacional Documentos
Tejiendo, destejiendo, entendiendo:
dinero, liderazgo masculino
y enfermedad
Intentar entender el rol del dinero en la cotidianidad
de las comunidades indígenas del Mirití-Paraná lleva
implícito, como lo anota Rubenstein (2004, p. 1042),
analizar nuevamente el rol que han adquirido el
poder y el deseo en los múltiples intercambios que
hasta ahora han permitido acceder al mundo del
blanco. Éstos, como bien lo afirma este mismo autor,
se basan en el supuesto de que “el conocimiento de
Occidente produce nuevos deseos” (p. 1042), y los
deseos materiales y sociales del mundo indígena por
nosotros –aquellos que representamos ese mundo
generalizado como Occidente– dependen a su vez
de los propios deseos que nosotros mismos hemos
generado sobre ellos, en esta dialéctica de la historia
que nos ha llevado a encontrarnos y separarnos si-
multánea y constantemente, como iguales y diferen-
tes. De cierta forma se podría decir que la motivación
principal en esta relación es el deseo que existe entre
los dos polos de estas sociedades. Pero el deseo al
mismo tiempo nos lleva a confrontarnos con el po-
der que entraña el sentir que la satisfacción del deseo
del uno depende del otro, y viceversa. Inmediata-
mente pone de manifiesto la estrecha relación entre
deseo y poder. Ahí lo crucial no sólo es entender en
qué consiste la satisfacción del deseo del otro, sino
las facetas propiamente culturales que éste adquiere
cuando atañe a elementos como el intercambio, que
varían tanto entre nuestras sociedades. Por lo gene-
ral, para lograr entender el valor que tienen nuestros
medios de intercambio dentro de culturas diferentes
a la nuestra, nos vemos avocados a recurrir a las so-
fisticadas elaboraciones sobre reciprocidad y regalo
de dones, con las cuales la antropología ha tratado
de entender el intercambio y la reciprocidad en las
otras sociedades.
185
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
“el deseo por otro fácilmente
Diciembre de 2008
toma la forma del deseo
por los objetos del otro”
El deseo lo hace a uno vulnerable
a la explotación, incluso a pesar
de que el interlocutor sea recíproco.
Sin embargo, tendemos a quedarnos cortos en
lograr dar sentido a la forma en que se combinan
estas esferas internas de intercambio y reciprocidad,
cuando se acompasan con la complejidad del mun-
do occidental, las rigurosidades del mercado, las
abismales contradicciones y los tremendos esfuer-
zos que implica el acceder a la bien apreciada pareja:
dinero y mercancías.
Lo que intercambio y reciprocidad ponen de ma-
nifiesto al referirse al hecho básico de dar y recibir
recíprocamente, es la necesidad de mantener las
relaciones de mutualidad que nos permiten a todos
continuar manteniendo la trama de la vida.
Ver los objetos del deseo del otro como medios para
crear, formar, construir una relación. Los objetos o
cosas expresan un deseo por las personas, la cultura
y el mundo al que ellas pertenecen (Rubenstein,
2004, p. 1061). “En este eco, el deseo por los objetos
de los otros fácilmente toma la forma del deseo por
el otro, y el deseo por otro fácilmente toma la forma
del deseo por los objetos del otro” (p. 1062). “La pa-
radójica naturaleza de la reciprocidad (p. 1063)”.
Fisionomía del deseo
El deseo lo hace a uno vulnerable a la explotación,
incluso a pesar de que el interlocutor sea recípro-
co. Eso hace que la generosidad fácilmente pueda
tornarse en dominación, cuando el intercambio es
asimétrico (p. 1063).
Internacional Documentos
 El consumo inflacionario de dinero y mercancías
ETNIAS & POLÍTICA
por parte de los Xikrin no puede ser visto como un
epifenómeno de la historia de contacto, sino como
el resultado de una interacción compleja entre prin-
cipios generales de reproducción social mebengokre
y condiciones históricas particulares, sobre las cua-
les tales principios operan y se actualizan (Gordon,
2003, p. 333).
La apropiación del dinero y las mercancías por parte
de los Xikrin responde a dos líneas o direcciones de
la acción social: el proceso de fabricación de paren-
tesco y el proceso de “transformación” ritual, el cual
funciona como dispositivo reproductivo que permi-
te reponer las condiciones a partir de las cuales el
primero (la fabricación del parentesco) puede pro-
ceder. Además, la transformación ritual se vincula
con la relación predatoria hacia la alteridad, y que
las capacidades agenciales (como la belleza) que se
obtienen en la acción social extraordinaria son obje-
to de control en la sociedad mebengore (p. 333).
El incremento de objetos de Kube en la vida Xikrin
viene posibilitando ampliar la activación de relacio-
nes sociales de una manera general, ampliando así
la “producción de personas y de personas bonitas”
(p. 333).
En este caso el intercambio devela los límites entre
las culturas y sociedades. Los mebengokre no quie-
ren volverse como los blancos porque los blancos
no reconocen a los parientes, son otro tipo de gente.
En la preocupación de volverse blancos por comer
el intercambio devela los límites entre
las culturas y sociedades.
Los mebengokre no quieren volverse
como los blancos porque los blancos
no reconocen a los parientes,
son otro tipo de gente.
186
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
lo que los blancos comen, vestirse como nosotros,
viviendo en casas iguales a las de nosotros, trans-
portándose en bicicletas, motos, o carros, se percibe
constantemente el riesgo de transformarse. Esta
preocupación emerge en muchos contextos, y se
refleja en la reafirmación de los valores de fuerza y
resistencia, valentía y agencia, que se traduce en la
expresión: “todavía somos duros” (pp. 333-334). La
preocupación con el riesgo de volverse blancos se
refleja igualmente en las demandas por el correcto
cumplimiento de las obligaciones de parentesco y
reciprocidad. El cumplimiento de estas obligaciones
requiere que las mercancías, objetos y dinero de
los blancos continúen siendo traídos hacia dentro y
consumidos. Así el círculo se cierrra.
Dentro-Fuera
Para seguir siendo mebengokre, necesitan traer a los
blancos y a sus objetos para adentro. Este es uno de
los desafíos que es necesario sortear para continuar
existiendo. (336)
Esta gestión de adquisición del dinero implica un
proceso de acoplamiento entre un ritmo social
interno y otro externo, para generar una nueva rít-
mica. En este nuevo ritmo se manifiesta una coordi-
nación entre las instancias regionales, comunitarias
y personales con los ritmos propios de la burocracia
propia del Estado en sus instancias gubernamen-
tales nacionales, departamentales y locales. Este
acople rítmico denota nuevas valoraciones frente
al dinero por parte de estos nuevos sujetos de
derechos reconocidas como autoridades político
administrativas de sus territorios, y a la vez de la
relación con el Estado colombiano y con el mercado.
A su vez es a través de este ensamble –de acuerdos,
actividades, trabajos, prioridades– que esa relación
con el mundo del blanco se está dando bajo condi-
ciones que ponen en juego nuevas valoraciones, al
Internacional Documentos
ser valorados también ellos bajo nuevos criterios. En
este caso como sujetos de derechos y obligaciones,
reconocidos como autoridades político-adminis-
trativas de sus territorios. Los recursos que entran al
territorio son percibidos e incorporados bajo nuevos
criterios y valoraciones como dineros de todos, cuyo
flujo debe ser controlado para que no haga daño.
Viajes, dinero y manejo
de la brujería del blanco:
puntadas finales para reflexionar
Al buscar un acercamiento etnográfico de la rela-
ción entre blancos e indígenas, se descubre el viaje
como un elemento crucial, ya que es el que hace
posible la existencia y el mantenimiento de esta re-
lación. En efecto, son los viajes los que han motivado
el encuentro y los que, simultáneamente, continúan
motivando el cambio y las transformaciones. El
concepto de viaje incluye una gama de experiencias,
prácticas de cruce, interacción y desplazamiento, en
síntesis, procesos de movimiento y encuentros hu-
manos complejos y de larga data, por medio de los
cuales los centros culturales, políticos y económicos,
así como las regiones y los territorios periféricos a
éstos, se han ido configurando y afianzando en gran
medida debido a las interacciones propiciadas por
los viajes, movimientos, encuentros y desencuentros
entre personas y objetos (Clifford, 1999, pp. 13-14).
Así las historias regionales y transregionales, inevi-
tablemente han sido influenciadas por tres grandes
fuerzas globales interconectadas: “los legados conti-
nuos del imperio, los efectos de guerras mundiales
sin precedentes, y las consecuencias globales de la
actividad destructiva y reestructuradora del capita-
lismo industrial” (Clifford, 1999, p. 18). Procesos a
los cuales no han escapado ni siquiera las zonas más
periféricas de la Amazonia, sino que por el contrario
187
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Diana Rosas ]
han definido su trayectoria histórica y su lugar den-
Diciembre de 2008
tro de los diferentes órdenes mundiales que hemos
experimentado en el último y el naciente siglo.
El esfuerzo de este ensayo ha estado centrado en
mostrar cómo esas interacciones entre procesos
globales hacen parte de la cotidianidad de estas
comunidades y familias, principalmente a través de
uno de los elementos más característicos y represen-
tativos del mundo del blanco: el dinero. Al indagar
de dónde provienen los dineros que entran al terri-
torio, vemos que estos descansan sobre una relación
existente entre el mundo indígena y el mundo de los
blancos. Desde esta perspectiva, este mundo de los
blancos implica, para el mundo indígena, una exte-
rioridad, alteridad, que despierta amenazas de las
cuales es necesario defenderse, para transformarlas
en una alianza favorable.
La principal amenaza está en el territorio, el cual
convoca intereses que, a su vez, promueven la uni-
dad de las personas y las comunidades por medio
de la organización política. La defensa se da en-
tonces sobre la base de un gran esfuerzo y trabajo
que realiza la asociación en cabeza de un liderazgo
masculino. Estos líderes, para llevar a cabo este tra-
bajo de defensa, se ven en la necesidad de aprender
a manejar los conocimientos relativos al mundo del
blanco. Estos conocimientos que tienen que ver con
el habla, la lectura y escritura del idioma nacional se
materializan en el papel, uno de cuyos derivados es
el dinero.
El mundo de los blancos implica
para el mundo indígena,
una exterioridad, alteridad, que despierta
amenazas de las cuales es necesario
defenderse, para transformarlas
en una alianza favorable.
Internacional Documentos
 En el curso de la vida cotidiana
ETNIAS & POLÍTICA
esta amenaza se manifiesta alterando
la convivencia entre parientes y afines
en los espacios comunitarios,
familiares y regionales.
Seguir la ruta de entrada del dinero nos muestra
cómo su consecución responde a un trabajo de
defensa del territorio que se realiza en varias di-
mensiones de actividades: unas personales, otras
familiares, otras comunitarias y otras colectivas. Las
cuales, aunque están en manos de un cierto grupo
de hombres, convocan la agencia tanto de hombres
como de mujeres que las llevan a cabo de acuerdo
con el lugar que cada uno ocupa dentro de la red de
relaciones familiares, sociales, rituales, políticas y
económicas que las sustentan.
El panorama que dibuja esta ruta es el de la entrada
al territorio de unos dineros que se ganan a favor de
la colectividad, a través de la reivindicación de una
serie de políticas que favorecen a los indígenas como
autoridades político-administrativas dentro de sus
territorios. Una vez estos dineros están presentes en
el territorio, muestran entonces el calor y el peligro
que su presencia representa, en términos de enfer-
medad, para la convivencia.
En el curso de la vida cotidiana esta amenaza se ma-
nifiesta alterando la convivencia entre parientes y
afines en los espacios comunitarios, familiares y re-
gionales, ya que el calor que emana de él atenta con-
tra un estado de salud general, que a su vez amenaza
con generar enfermedad. La enfermedad se entien-
de, entonces, en un sentido amplio que comprende
la discordia social y que, por tanto, atenta contra los
principales valores de la convivencia: vivir bien, es
decir con salud, contento y tranquilo.
188
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
De esta manera el dinero es concebido como una
entidad animada, suscitadora de calor y enferme-
dad que contiene amenaza y peligro y que, por lo
mismo, es calificada de “bojote” o estorbo. Pero al
mismo tiempo, no deja de ser algo que todos desean
pero nadie quiere tener, ya que en último término
no es útil para reproducir las instituciones propias
de la vida social. En efecto, el dinero como lo plantea
Fontaine (2003, p. 191) continúa siendo marginal,
periférico para la reproducción de las instituciones
indígenas, sin embargo, no deja de ser esencial para
mantener las relaciones con el mundo del blanco, y
más aún para expresar la calidad de estas relaciones.
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189
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Diana Rosas ]
P L A NE S DE V ID A La relación entre economía
indígena y economía nacional
en el resguardo de Cristianía,
en el suroeste antioqueño

Este artículo es el resultado preliminar del análisis de la información recogida,

en el mes de abril de 2008, durante un censo realizado familia por familia en
el Resguardo de Cristianía, en el suroeste antioqueño, en los municipios de
Andes y Jardín. El censo fue realizado por el grupo de trabajo estudiantil Rexis-
tiendo, estudiantes del bachillerato de la escuela del resguardo y miembros
del equipo de trabajo del proyecto de “Fortalecimiento del gobierno propio de
los pueblos indígenas para el control territorial y la ejecución de sus planes de
vida”, como parte de las actividades conjuntas entre el Grupo de Investigación
en Problemáticas Contemporáneas de los Pueblos Indígenas del departamen-
to de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia y Cecoin.

La elaboración del censo fue una propuesta surgida de la comunidad, como

resultado de la necesidad de entender cómo la producción del café afectaba
la posibilidad de elaborar un Plan de Vida en la comunidad de Cristianía.

Las encuestas fueron elaboradas en conjunto entre líderes de la comunidad,

profesionales vinculados al proyecto y estudiantes del grupo de investigación.
El equipo encuestador realizó 284 entrevistas en el resguardo.

Los resultados fueron tabulados por el grupo de trabajo estudiantil Rexistien-

do para luego ser analizados, según indicadores elaborados en acuerdo con
todo el equipo de trabajo vinculado al proyecto.

En este texto se exponen los resultados parciales del análisis de los datos reco-
gidos. Por ahora se trata de resultados más descriptivos que analíticos. Cree-
mos que esta información permitirá profundizar en análisis posteriores. Una

Rexistiendo
conclusión que puede extraerse del análisis actual lias cultivan tierras que no están junto a sus casas.

es que los datos muestran una clara subordina-
ción de la economía indígena a la economía na-
cional, en donde la economía nacional capitalista
se alimenta de las formas de producción indígena,
la sobreexplotación de la tierra dentro del resguar-
do, la sobreexplotación de la fuerza de trabajo de
la mujer, y la absorción de la fuerza de trabajo de
los hombres jóvenes hacia las haciendas cafeteras
fuera del resguardo, impidiendo que éstas forta-
lezcan la producción interna.
Estas conclusiones son similares a las que otras
investigaciones antropológicas, sociológicas e
históricas han revelado sobre el usufructo de la
economía indígena por parte de la economía na-
cional en otras regiones indígenas (Vasco, 1975;
Findji, 1977; Friede, 1944; Gros, 1991; Correa,
1996),
Diciembre de 2008
Algunos tienen sus lugares de vivienda junto a las
tierras en las que tienen sus cultivos. Es posible
observar que las familias más jóvenes tienen sus
hogares en lugares del resguardo diferentes a los
lugares en los que poseen sus cultivos. Esto puede
deberse a que los hogares de estas familias más
jóvenes se encuentran en tierras distribuidas re-
cientemente por el cabildo, cerca de la carretera,
o a la necesidad que sienten muchas familias de
vivir cerca de la “troncal del café”, puesto que eso
hace más fácil salir hacia los cascos urbanos del
municipio de jardín o del municipio de Andes.
Esto facilitaría, por una parte, el transporte de los
niños o jóvenes que estudian el bachillerato en
estos cascos urbanos. Pero también el transporte
de la producción agrícola que se vende fuera del
resguardo, en especial la producción de café.

Las familias que poseen sus cultivos más cerca al

Propiedad territorial y uso de río carecen de medios para transportar la pro-

la tierra en el resguardo de Cristianía ducción de café hacia la carretera. Deben enton-

Uso de la tierra para vivienda y para el cultivo
A lo largo del recorrido comunitario fue posi-
ble definir lo que los indígenas del resguardo
consideran la diferencia entre dos partes del
resguardo, una llamada “Crisitanía nuevo” y otra
denominada “Cristianía viejo”. La división entre
ambas partes tiene que ver con los procesos de
recuperación del resguardo y con los efectos
causados en el resguardo por la existencia de
la carretera construida en 1991 denominada la
“troncal del café”.
Algunas familias utilizan la tierra en partes del
resguardo que están más cerca al río. Otras están
más cerca a la carretera. Muchas veces, las fami-
ces recoger el café en costales, para cargarlo a pie
hasta la carretera. Esta travesía puede tomar una
o dos horas. Algunas pocas familias poseen mulas
para llevar las cargas de café hacia la carretera. Las
familias que viven junto a la carretera no necesa-
riamente tienen mayor facilidad para transportar
las cargas de café, pues si sus hogares se encuen-
tran cerca de la carretera, sus cultivos no.
Existen familias, sin embargo, que poseen tierra
junto a la carretera, o cerca a ella. Para éstas el
transporte de la producción agrícola de café o
de plátano, resulta más sencillo. Sin embargo,
muchas de las tierras que se encuentran junto a
la carretera han sido afectadas desde 1991 por la
construcción de ésta. Algunos miembros de la co-

Grupo de trabajo estudiantil Rexistiendo

Equipo de investigación de Cecoin
El grupo de trabajo estudiantil Rexistiendo está conformado por: Catalina Caro, Alfonso Castro, Marcela Amador, Carlos Rodríguez
del Toro, Zamira Namen, Laura Calle, Laura Ramírez, Marcela Castellanos, Santiago González, Jorge Perugache y Mauricio
Caviedes. El grupo de investigadores de Cecoin en el suroeste de Antioquia estuvo conformado por: Gilberto Tascón
y Ricardo Rojas. Agradecemos el apoyo de los estudiantes del grado 11 de la escuela del resguardo de Cristianía,
y al Cabildo del resguardo de Cristianía, por su apoyo y participación en la realización del censo.
ETNIAS & POLÍTICA
Ricardo Rojas
munidad explican que durante la construcción de la
“troncal del café” fue dinamitada la tierra por la que
actualmente atraviesa la carretera. Pero después de
la construcción se han producido movimientos de
la tierra que provocan hundimientos en ciertos lu-
gares. Los cultivos y la producción frecuentemente
se ven afectados por esta situación (Gilberto Tascón,
comunicación personal).
Por otra parte, las viviendas de las personas que se
encuentran junto a la carretera han sido dañadas
también por los deslizamientos de tierra que ha pro-
ducido su construcción. Algunos indígenas poseen
vivienda en las tierras afectadas por la carretera.
Otros cultivan en tierras afectadas por ésta. Sin em-
bargo, estas tierras no son aptas ni para el cultivo ni
para la vivienda. Desconocemos cuál es la extensión
de tierra afectada por la construcción de la carretera.
Uso de la tierra para la producción de caña
Algunas de las familias han buscado una alternativa
a la producción de café, en la producción de caña de
192
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Manejando la brujería del blanco ]
Ricardo Rojas
azúcar, la cual es transformada en panela, en un
trapiche comunitario administrado por una aso-
ciación conformada dentro del mismo resguardo,
justamente para el uso del trapiche. El trapiche se
encontraba originalmente cerca de la carretera, sin
embargo, la construcción de ésta produjo movi-
mientos de tierra que llevaron al deterioro profundo
del trapiche. Por ello, el motor del trapiche fue trans-
portado por la comunidad hacia otro lugar, donde
se construyó un nuevo trapiche con recursos de la
empresa de ingenieros que construyó la carretera
(Gilberto Tascón, comunicación personal).
Las tierras dedicadas a la producción de caña se en-
cuentran hacia el municipio de Jardín. La mayoría de
los miembros de esta asociación de productores de
caña son hombres. Si bien la producción de caña se
convierte en una alternativa al café, el uso de la tierra
para dicha producción es considerablemente menor.
Esto se debe muy probablemente a la fuerte presen-
cia de la Federación de Cafeteros y la fuerza de la pro-
ducción del café y su comercialización en la zona.
Internacional Documentos

Ricardo Rojas
Propiedad de la tierra
La historia de la creación del resguardo y de la
recuperación de tierras, así como de la titulación,
muestran que la propiedad de la tierra actualmente
habitada por los indígenas del resguardo de Cristia-
nía está fragmentada y titulada de diferentes for-
mas. Parte de la tierra está titulada como propiedad
del cabildo, parte como propiedad de las familias y
parte como propiedad individual.
En general, el recorrido a través de la comunidad y el
desarrollo de las entrevistas permitió entender que,
a lo largo del tiempo, la propiedad de la tierra ha
llevado lentamente a la división de aquélla utilizada
para el cultivo. De manera similar a la división de la
tierra en minifundios excesivamente pequeños que
reporta Vasco (1975) en el caso de los resguardos
Chamí de Risaralda, en Cristianía la tierra se divide
a lo largo del tiempo cada vez más, a medida que las
familias heredan a los más jóvenes la tierra que cada
familia cultiva. Los padres, o los abuelos, entregan
193
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
Diciembre de 2008
a cada uno de sus hijos (cuando estos conforman
nuevas familias) partes de las tierras que el cabildo
les ha asignado. De esa forma logran que las tierras
asignadas por el cabildo se mantengan dentro de la
familia y continúen siendo utilizadas por ella. Pero
al mismo tiempo, la tierra asignada a las familias se
fragmenta cada vez más, llevando a la creación de
minifundios cada vez más pequeños.
Algunas familias cuyas tierras se encuentran más
alejadas de la carretera pudieron administrar un
número cercano a las cuatro hectáreas. Original-
mente, en los años en los cuales el precio del café
fue favorable, estas familias indígenas tuvieron
la capacidad de contratar mano de obra indígena
dentro del mismo resguardo para la producción.
En la actualidad, estas familias cuyas tierras, menos
divididas o reducidas, siguen produciendo café,
carecen de la capacidad para mantener el ritmo de
producción del pasado. Esto se debe a la caída de los
precios del café.
Internacional Documentos
 La elaboración del censo
ETNIAS & POLÍTICA
fue una propuesta de la comunidad,
PARA de entender cómo la producción
del café afectaba la posibilidad de
elaborar un Plan de Vida
La mayor parte del territorio está titulada como pro-
piedad colectiva del resguardo. Sin embargo, parte de
la tierra ha sido titulada por el municipio, probable-
mente como propiedad individual. Sin embargo, los
indígenas que habitan tales propiedades a través de
títulos de propiedad individual, consideran estar den-
tro del resguardo de Cristianía y no por fuera de él.
En general, las familias afirman producir en toda
la tierra que les ha sido asignada. Es decir, que la
mayor parte de la tierra cultivable del resguardo es
utilizada para la producción. Sólo algunos permiten
que algunas partes de la tierra “descansen”, es decir,
rotan la tierra para que esta recupere su fertilidad
de manera natural. Esto no se debe, sin embargo, a
que la comunidad no sea consciente de que la tierra
necesita rotación. No obstante, la escasez de ésta les
obliga a producir en toda el área cultivable. Aún así, la
mayoría explicaba no tener la capacidad de comprar
los insumos necesarios dados los bajos precios del
café. Muchos explicaron también que la mayoría de
las plantas de café sembradas, tienen ya varios años
y estando “viejas” producen mucho menos. Pero las
familias manifestaban no tener la capacidad ni los
recursos necesarios para cambiar las plantas por
otras nuevas. Por tanto, estas familias continúan pro-
duciendo en tierras desgastadas, de poca fertilidad.
La mayor parte de las familias afirmó cultivar en
menos de una hectárea de tierra. Muy pocos miem-
bros de la comunidad tenían la oportunidad de
cultivar en más de una hectárea. En los pocos casos
en los que algunos podían hacerlo, parecía ser que
194
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Economía indígena y economía nacional ]
sus tierras habían sido asignadas poco después de la
recuperación de los últimos años de la década de los
setenta y principios de la década de los ochenta.
De la recuperación de tierras a la actualidad
y los cambios en el uso y propiedad
de la tierra, en el resguardo de Cristianía
La información recogida y el recorrido por el res-
guardo muestran que, en el momento de las recu-
peraciones de tierra, algunas familias tuvieron la
capacidad para participar de una forma relativa-
mente favorable en la producción de café, incre-
mentando sus ingresos y los de otras personas del
resguardo, bien a través del jornal o bien a través de
la producción en sus propios cultivos, produciendo
más dentro del resguardo. Esto tiene que estar aso-
ciado a precios favorables en la producción de café
en ese momento histórico (1978-1982).
La recuperación permitió entonces el uso de tierras
que fueron otorgadas al cabildo. Pero a medida que
cayó el precio del café, la propiedad de la tierra em-
pezó a fragmentarse. Para mantener dicha propie-
dad dentro de las familias, ésta fue dividida entre los
hijos cuando estos conformaron nuevos núcleos fa-
miliares. Al hacerlo, las familias se vieron sometidas
cada vez más a una menor capacidad productiva, al
uso de minifundios cada vez menores, a la sobreex-
plotación de la tierra y a la incapacidad de rotarla.
La tierra es además sobreexplotada más fuertemen-
te en las que se encuentran más cerca a la carretera
y esto obliga a producir, incluso, en tierras afectadas
por movimientos que dañan los cultivos, como
aquellos que se encuentran junto a la carretera
construida en 1991. Esto es inevitable debido a la
escasez y la necesidad de utilizar toda la tierra apta
para el cultivo.
Las familias dividen cada vez más la tierra como re-
sultado de este proceso de imposición del cultivo del
Internacional Documentos
café. Pero en extensiones cada vez menores, las fami- Gráfica 1. Propiedad de la tierra

Diciembre de 2008
lias se ven obligadas a producir cada vez más para sa-
tisfacer las necesidades de los nuevos miembros de la
familia. Esta sobreexplotación hace perder fertilidad
y reduce la productividad de los cultivos de café.

Por otra parte, las familias que pueden explotar

extensiones mayores de tierra tienen menor capa-
cidad de transportar la producción hacia el pueblo.
Por ello, es más frecuente que en las tierras del
Gráfica 2. Área de cultivo por familia
resguardo que se encuentran más lejos de la carre-
tera se produzcan más alimentos (plátano, frutas,
yuca y pancoger en general), que en las partes del
resguardo que se encuentran cerca de la carretera.
Esto contribuye a la seguridad alimentaria de las
familias. Sin embargo, esto no evita que las familias
de estas zonas cultiven café. Este café, sin embargo,
no tiene la capacidad de compensar los costos de su
producción. Y de esta manera estas tierras también
resultan sobreexplotadas.

Dentro del resguardo la tierra se fragmenta enton- Gráfica 3. Propiedad de la tierra según la institución
ces cada vez más. Las familias con una extensión ante la cual se registra
mayor de tierra han perdido la capacidad de produ-
cir una ganancia con el café cultivado, dado el bajo
precio. Los cultivos de pancoger que garantizan la
seguridad alimentaria se encuentran en las partes
más alejadas del resguardo, pero la presencia del
café y la actividad comercial de este producto, diri-
gida por los centros de comercio de los cascos urba-
nos, desestimula la producción de pancoger. Allí se
encuentra la posibilidad de cierta independencia de Gráfica 4. Proporción de tierra cultivada por familia
la producción de café y la sobreexplotación del suelo
que ésta implica.

Producción de café en el resguardo

indígena de Cristianía
La actividad económica fundamental en el resguar-
do de Cristianía es, sin duda, la producción de café.

195
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
ETNIAS & POLÍTICA

Ricardo Rojas

Junto a ella existen formas de producción agrícola
de otros productos. Algunas familias cultivan frutas,
en especial banano, para la venta. Algunas pocas
cultivan guayabas y naranjas. Y suelen cultivarse,
para el autoconsumo, maíz, fríjol y yuca. Como en
las regiones campesinas, las familias poseen algunas
gallinas y cerdos.
Sin embargo, es frecuente la producción de arte-
sanías, de “chaquiras” como suelen llamarse en la
comunidad las artesanías hechas con cuentas de
plástico. Algunos autores (Vasco, 2002) sugieren
que estas artesanías fueron elaboradas en el pasado
con vidrio y, en un momento muy anterior, con oro
o plata.

196
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Economía indígena y economía nacional ]
Capacidad de producción
de café dentro del resguardo
Las restricciones de tierra en el resguardo se con-
vierten, naturalmente, en un factor que limita la
producción de café. Sin embargo, no es el único.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las
familias explicó que la ganancia en la venta del café
era insuficiente para comprar los insumos para una
nueva cosecha (especialmente el fertilizante ne-
cesario), pues el control de plagas suele hacerse de
manera manual como resultado del entrenamiento
que, sobre el control de plagas como la broca, realizó
la Federación de Cafeteros durante los años ochenta
y noventa. Sin embargo, la aplicación de fertilizantes
requiere una inversión importante que las familias
pocas veces pueden cubrir, ya que el precio de venta
del café es insuficiente. Como resultado, las ganan-
cias de la producción de café suelen invertirse en los
artículos de necesidad de las familias: vestido, uten-
silios para la escuela de los niños y otras necesidades
domésticas. Pocas veces se invierten en insumos
para la producción.
En consecuencia, la productividad depende de la
fertilidad natural del suelo y la condición del cultivo
mismo. Pero la comunidad no posee recursos su-
ficientes para reemplazar las plantas viejas, o para
sembrar nuevas plantas. El resultado de esta situa-
ción es (por supuesto) que la producción de café
gradualmente se reduce, junto con los ingresos de
las familias.
Muchas familias dependen exclusivamente del cul-
tivo del café y no poseen cultivos diferentes para el
comercio (plátano, yuca, etc.). Compensan la poca
productividad del café con los ingresos en dinero que
los miembros jóvenes de la familia obtienen del tra-
bajo en las fincas fuera del resguardo. Esto lleva a una
dependencia permanente de esa producción externa
197
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
de café por encima de la producción interna propia.
Diciembre de 2008
Es decir, la familia depende más de la producción ex-
terna que de la producción propia de café.
En otros casos, las familias compensan las escasas
ganancias del café con la producción de cultivos
propios para el autoconsumo, como yuca, plátano,
frijol y maíz. Sin embargo, esto no es suficiente para
sus necesidades, ya que algunos de los recursos del
resguardo, como por ejemplo el suministro de agua,
han sido privatizados (Gilberto Tascón, comunica-
ción personal). En consecuencia, la comunidad no
puede evitar tener que articularse a cierta econo-
mía del capital, puesto que debe pagar por estos
recursos, a pesar de que sean recursos propios del
resguardo.
Además, incluso aquellas familias donde hay un
fuerte interés por la seguridad alimentaria y donde
la familia dedica esfuerzos amplios para la produc-
ción de cultivos de pancoger, es necesario suplir
necesidades que la producción propia no suple. En
especial la vestimenta y los útiles que los niños re-
quieren en la escuela: cuadernos, lápices y libros.
La mayor parte de las familias parece estar de acuer-
do con el principio según el cual, “es mejor trabajar
en el propio café que trabajarle a los ricos”, dando a
entender que prefieren producir en sus propios cul-
tivos de café que en aquellos de las fincas fuera del
resguardo. No obstante, pocas familias ponen este
principio en práctica.
Algunas de las familias, han buscado
una alternativa a la producción de café,
en la producción de caña de azúcar,
la cual es transformada en panela,
en un trapiche comunitario,
Internacional Documentos
 Pero al mismo tiempo, la tierra asignada bildo. En algunos casos, también, los hijos mayores
ETNIAS & POLÍTICA

a las familias se fragmenta cada vez más,
llevando a la creación de minifundios
cada vez más pequeños.
Algunas familias se dedican fundamentalmente a
la producción de café en sus propios cultivos. Éstas
por lo general tienen una extensión de tierra más
amplia que las demás. Aunque en la mayoría de los
casos estas familias que se sostienen con la produc-
ción del cultivo de café, disponen de alrededor de
3 ó 4 hectáreas que, en cualquier caso, no son una
gran extensión de tierra. Además estas familias, por
lo general, poseen también cultivos de pancoger y
cultivos diferentes al café para la venta. Por decirlo
de alguna manera, combinan todas las formas de
producción. De manera excepcional, una o dos de
estas familias habían intentado con relativo éxito la
producción de peces en estanques. Sin embargo, es
importante señalar que, muy a menudo, los cabezas
de estas familias habían ejercido cargos de gobierno
en la comunidad, o cargos administrativos en el ca-
ejercían cargos de maestros en las escuelas, con lo
cual poseían un ingreso regular en capital. Ninguno
de los datos cuantitativos recogidos durante el censo
demostraría una relación entre el ingreso familiar y
estas actividades alternativas, pero vale la pena pro-
fundizar en la relación entre estos tipos de ingreso y
formas alternativas de producción.
De estas observaciones es posible especular que las
familias que han logrado una mejor apropiación de
elementos de la cultura nacional son también fami-
lias que han logrado articularse mejor a la economía
de la producción de café. Es posible que la escuela y
el ejercicio como funcionarios del cabildo haya per-
mitido esta mejor articulación. O por el contrario,
que un mejor conocimiento de la cultura “nacional”
y de la economía del capital esté relacionado con la
legitimidad de algunos miembros de la comunidad
para ejercer cargos de gobierno.
En cualquier caso, está claro que la producción ge-
neral de café dentro del resguardo es escasa, y que la
capacidad de producción de café en el resguardo es
Ricardo Rojas

198
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Economía indígena y economía nacional ]

Ricardo Rojas
limitada. Los datos del censo permiten suponer que
la producción total de café en el resguardo, al año, se
limita a 2.909 arrobas. Es decir, un promedio de 10,3
arrobas por familia al año dentro del resguardo.
Esto indica que, muy probablemente, la alimenta-
ción y los ingresos de las familias no dependen de la
producción interna del resguardo.
Producción de café por área cultivada
En promedio, según los cálculos del censo, en el res-
guardo indígena de Cristianía cada hectárea de café
produce 15,11 arrobas de café al año. Esto indica, por
una parte, que las familias disponen en promedio de
menos de una hectárea para la producción de café.
Pero además, indica que la capacidad de producción
199
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
Diciembre de 2008
del grano es reducida como resultado de la poca ca-
pacidad de inversión en insumos adecuados.
A esto hay que añadir el tiempo invertido para la
producción. Si las familias consideran que, debido
a la baja producción de café dentro del resguardo,
es necesario trabajar como jornaleros en las hacien-
das cafeteras de los alrededores, es natural que la
productividad dentro del resguardo sea reducida,
puesto que las familias invierten menos esfuerzos
manifestaban no tener la capacidad ni
los recursos necesarios para cambiar las
plantas por plantas nuevas. Por lo tanto,
estas familias continúan produciendo en
tierras desgastadas, de poca fertilidad.
Internacional Documentos
ETNIAS & POLÍTICA
Ricardo Rojas
en la producción interna que en la producción
fuera del resguardo. Esto afecta no sólo los cultivos
de café, sino también los cultivos de pancoger y los
cultivos de productos alternativos al café dentro del
resguardo.
Promedio de días de trabajo dedicados
a la producción dentro del resguardo
Las entrevistas realizadas a cada familia revelan que,
de siete días a la semana, cada familia dentro del res-
guardo dedica en promedio 2,7 días a la producción
dentro del resguardo, es decir, menos de la mitad del
tiempo de la semana.
Al año, cada familia indígena del resguardo dedica
133,95 días en promedio para trabajar en sus distin-
tos cultivos (café, plátano, maíz, yuca, etc.).
200
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Economía indígena y economía nacional ]
En resumen, la mayor parte de la fuerza de trabajo
dentro del resguardo se va hacia fuera y se invierte,
no en la producción de café o pancoger u otros cul-
tivos dentro del resguardo, sino en la producción
del café de las haciendas cafeteras de propietarios
no indígenas, o a veces en municipios por fuera de
la región (en departamentos como Tolima), a donde
algunos jóvenes se van a jornalear.
En consecuencia, el promedio de producción de
arrobas de café al día por familia en el resguardo
es de 0,077. En otras palabras, cada familia produce
0,077 arrobas diarias, trabajando 2,7 días a la sema-
na y 133 días al año.
La capacidad productiva de las familias del resguar-
do no está contribuyendo al crecimiento de la eco-
nomía en el mismo, sino que está invirtiéndose en
Internacional Documentos
la producción fuera de él, en las haciendas cafeteras
que rodean el resguardo.
Alternativas a la baja productividad del café
Aunque ninguno de los datos recogidos nos permi-
ten dar una cifra, es muy probable que los cultivos
de pancoger estén contribuyendo mucho más a la
alimentación de la comunidad que las ganancias
derivadas de la producción del mismo café.
Algunas familias han intentado cultivar y producir
aplicando métodos de cultivo “orgánico” y, en la
actualidad en el resguardo, debido a la capacitación
de instituciones del municipio, consideran que el
cultivo “orgánico” puede ser una alternativa a la
baja productividad del café. No obstante, aquellas
familias que han aplicado el uso de abonos orgá-
Ricardo Rojas
201
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
El resultado de esta situación es,
Diciembre de 2008
(por supuesto) que la producción de café
gradualmente se reduce,
junto con los ingresos de las familias.
nicos explican que, si bien el cultivo se fortalece, la
productividad del café no aumenta sino algunos
años después.
A corto plazo, sin duda, para algunas familias la
alternativa fundamental ante la baja producción de
café es la producción de cultivos de pancoger. Para
otros, la alternativa se encuentra en la práctica de
la contratación en el jornaleo, fuera del resguardo.
Esta es la razón por la cual, aunque“ la comunidad
parece aceptar como cierta la idea según la cual es
Internacional Documentos
 mejor “producir el propio café que trabajar para los
ETNIAS & POLÍTICA
ricos”, pocos parecen ponerla en práctica.
División de la producción de café
dentro del resguardo y fuera de él
La producción de café divide la actividad económica
de la comunidad entre quienes trabajan fuera de ella
y quienes trabajan dentro. Muchas familias dedican
esfuerzos a producir fuera del resguardo, como jor-
naleros en las fincas de los no indígenas que rodean
el resguardo, quienes pagan en dinero a grupos in-
dígenas del resguardo por la siembra, la recolección,
el desyerbe o roza, la fumigación de los cultivos o la
aplicación de fertilizantes.
La mayoría de las veces, algunos miembros de la
familia trabajan fuera del resguardo en los cultivos
externos, mientras otros se quedan en el resguardo
trabajando en la producción interna de café.
Esta situación lleva a una división sexual del trabajo
que puede observarse a menudo entre las familias
embera chamí de Cristianía. Mientras las mujeres
suelen trabajar en los cultivos del resguardo, los hom-
bres suelen trabajar en los cultivos externos. Con más
frecuencia, son los jóvenes quienes trabajan en los
cultivos fuera del resguardo, mientras las personas de
mayor edad, adultos y adultos mayores, se dedican a
producir en los cultivos de café y de pancoger.
Esta tendencia revela la necesidad de los jóvenes
(o al menos la expectativa) de “salir” del resguardo.
Pero al salir, sea total o parcialmente, se llevan con-
sigo la fuerza de trabajo, cuyo valor queda invertido
en las haciendas cafeteras fuera del resguardo y no
dentro de la misma comunidad.
La capacidad de producción dentro del resguardo
está entonces en manos de los jóvenes, quienes
invierten su trabajo fuera del resguardo. El capital
producido, sin embargo, no se reinvierte en el mis-
mo resguardo, por ejemplo en insumos para la pro-
202
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Economía indígena y economía nacional ]
ducción. Por lo general, se gasta fuera del resguardo,
en los cascos urbanos municipales, en mercancías
de uso para la comunidad: ropa, herramientas de
trabajo y útiles escolares.
Mientras los hombres jóvenes trabajan fuera del
resguardo y los niños asisten a la escuela, las mu-
jeres y los adultos mayores están encargados de la
producción interna de café y otros productos. La
consecuencia de ello es la sobreexplotación del tra-
bajo de la mujer en el resguardo. Sobreexplotación
que se da en las peores condiciones, pues los cultivos
de café del resguardo no son trabajados con ferti-
lizantes de ninguna clase. Y cuando son trabajados
con fertilizantes orgánicos, recogidos en el mismo
resguardo, este trabajo recae de nuevo sobre las
mujeres y los adultos mayores.
Los hombres jóvenes suelen jornalear todo el año,
mientras las mujeres, jornalean sólo algunos meses
del año, cuando la cosecha anual está lista, es decir,
entre agosto y diciembre. Pero esto no exime a las
mujeres de su responsabilidad en el cultivo familiar,
pues la cosecha propia no puede perderse. A ello es
necesario añadir los trabajos domésticos: cocinar
(para los niños y para el padre, que sale a jornalear)
y cuidar de los niños.
En general, las mujeres explicaban que ellas suelen
ser contratadas como más hábiles trabajadoras para
recoger el fruto del café que los hombres, ya que
sus manos suelen ser más delgadas, mientras las de
los hombres son más gruesas, por lo que les toma
más tiempo recoger el fruto. Debido a esta razón,
los hombres raspan el fruto del café de las ramas,
dañándolas, arrancando las hojas. Esto se debe, en
general, a que durante la cosecha (a diferencia del
resto del año, cuando pagan el día de trabajo) el jor-
nal no equivale al día de trabajo, sino al peso de los
frutos de café recogidos: a mayor cantidad de frutos
recogidos, mayor el pago.
Internacional Documentos

Ricardo Rojas
En otras palabras, la manera en que la economía
interna del resguardo se subordina a la economía
externa, está ligada al café como producto principal
que mueve la economía de la región. El precio de
venta del café impide que la comunidad invierta en
su propio café. En consecuencia, los jóvenes trabajan
para las haciendas cafeteras, la mujer trabaja en el
cafetal propio –sin insumos–, y cumple con las de-
más actividades domésticas. Las ganancias del café
y el jornal no se invierten en la nueva producción,
sino en mercancías de primera necesidad y, muchas
veces, alimentos para los mismos indígenas que no
han podido producir los propios por depender del
jornal. Así se sobreexplota a la mujer, y se explota al
jornalero, se impide la inversión para la producción
en el resguardo, extrayendo, por tanto, la fuerza de
trabajo y el capital del resguardo hacia las haciendas
cafeteras.
203
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
La única alternativa que ante esta explotación
Diciembre de 2008
económica permite la estabilidad de las familias
indígenas de Cristianía es, sin duda, la producción de
cultivos para el autoconsumo y la venta, a algunos
turistas, de artesanías de “chaquira”. Esta produc-
ción artesanal cae también bajo responsabilidad de
las mujeres y algunos jóvenes, de la misma manera
que los cultivos de pancoger.
En otras palabras, la economía, la estabilidad ali-
mentaria y las alternativas económicas del resguar-
do han estado en la fuerza de trabajo de la mujer y
los adultos mayores, mientras que los hombres, en
especial los jóvenes, son el instrumento que la eco-
nomía nacional utiliza para subordinar a la comu-
nidad a una economía que promueve la explotación
de todo el resguardo.
ACTIVIDADES TRADICIONALES
El cultivo
La influencia de la economía nacional en los campos
de la economía tradicional es casi total; sin embargo,
existen algunos casos en donde se pueden entrever
prácticas económicas tradicionales, sobre todo
aquellas relacionadas con el cultivo, en donde la
economía tradicional se relaciona con la economía
nacional desde adentro y desde afuera, es decir, con
los productos propios (que en la actualidad son de
pancoger) y con los foráneos (que son prioritarios,
pues están dirigidos al mercado).
Cultivos propios
En cuanto al pancoger debe decirse que su pro-
ducción, si bien está dada para el autoconsumo, se
encuentra combinada con la venta en los focos de
comercio foráneo y en la tienda de la misma comu-
nidad. La necesidad de adquirir dinero lleva a la ven-
ta de tales productos, cuya venta permite la compra
de alimentos como la sal y la panela.
Internacional Documentos
 La venta de este tipo de productos se da en la fonda
ETNIAS & POLÍTICA
del resguardo, donde la mayoría de los habitantes
llevan sus productos y compran otros que también
son llevados por ellos mismos. De esta manera,
muchas veces se da un producto como pago de otro,
(que puede ser más costoso) y así se empiezan a ad-
quirir deudas, de manera similar a como lo expone
Vasco (1975) para el caso de Risaralda.
Por otro lado, con la cría de animales sucede un fe-
nómeno similar, pues éstos son alimentados y cria-
dos para la venta mas no para el consumo propio:
“Gallinas y marranos son criados para el comercio.
Incluso los huevos de aquellas no se consumen sino
que se venden” (Vasco, 1975). A pesar de lo anterior,
sería erróneo afirmar que todos los productos de
pancoger son vendidos. De hecho, como se puede
ver en la gráfica 5, sólo un porcentaje muy pequeño
de estos productos se comercializa.
Con base en esto, sería acertado afirmar que en este
campo se evidencia la pervivencia de una economía
tradicional, mezclada con la economía nacional más
no reemplazada (Vasco, 1975). No obstante, insisti-
mos en la subordinación de tal economía frente a la
nacional.
Jornaleo
La evidencia más fuerte de la dominación de la
economía nacional sobre la tradicional chamí es el
trabajo de los indígenas en las fincas de los latifun-
distas, ya que implica desde todo punto de vista el
abandono de la producción propia.
Esto debilita las concepciones tradicionales como
la de pensar la tierra como una propiedad colecti-
va, debido a que la necesidad de subsistir en estas
condiciones obliga a pensar el trabajo en la tierra
no como una forma de representación ni configu-
ración de su pensamiento tradicional, sino como
un trabajo insignificante y obligado a raíz de la es-
204
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Economía indígena y economía nacional ]
casez de tierra y el aumento de la población (Vasco,
1975).
Jornaleo frente a cultivo propio del café
La “despersonalización” cultural descrita por Vasco
(1975) se evidencia en la actualidad en las dos mo-
dalidades de subsistencia más difundidas y descritas
aquí. Tanto el jornaleo, como el cultivo del café,
muestran la dominación del sistema económico de
mercado que se ha impuesto a la comunidad.
En las conversaciones con líderes y comuneros se
hizo referencia al rechazo al trabajo por jornal fuera
del resguardo como parte del proyecto político que
se defendió al iniciar el proceso de organización
política en la comunidad a finales de la década de los
ochenta. No obstante, en la actualidad el jornaleo
representa la mayor entrada de dinero de las fami-
lias (92% de los ingresos).
Gráfica 5. Promedio de ganancias1
[1] La ganancia bruta de la producción familiar de café
es el resultado obtenido al multiplicar el número de
arrobas totales anuales producidas por familia por el
valor en el mercado de café. Ahora bien, para calcular
la ganancia familiar producto del jornal, se multiplicó
el número de personas que jornalean por familia por el
valor del jornal. De esta forma se distingue la enorme
diferencia de ingresos producto de estas dos vías, en
donde la ganancia fruto del jornal corresponde al
92%. Todo ello lleva nuevamente a buscar las razones
que expliquen la “improductividad” en el caso de la
explotación familiar de café.
Internacional Documentos
El café por su parte, si bien representa tan solo un
8% de los ingresos de la familia, implica una gran
cantidad de tiempo dedicado a su producción. Al
respecto podría resaltarse su carácter articulador
en la familia, ya que en épocas de cosecha la par-
ticipación familiar es generalizada. Vasco (1975)
sostiene que es a través del cultivo familiar como
la educación tradicional se reproducía antes de la
intervención misional. Ello podría explicar cómo, a
pesar de la cantidad de dinero que dejan de recibir
con relación con el jornal en el cultivo del café, se le
dedica un tiempo considerable.
Gráfica 6. Promedio tiempo2 dedicado a la producción
Sin embargo, no debe pasarse por alto la situación
de explotación y dominación en la que se halla la
comunidad.
[2] En la gráfica se busca contrastar el promedio de
tiempo dedicado a la producción familiar de café frente
al promedio de tiempo dedicado por familia al jornal.
Para el cálculo de dicha gráfica simplemente se sumó la
cantidad de días dedicados por semana a la producción
de café y se convirtió a su equivalente anual, para luego
compararlo con los meses dedicados al año al jornal por
familia convertidos en días.
Es así como se observa que el 63% del tiempo en días
al año corresponde a trabajo dedicado al jornal. Ello es
entendible por el rendimiento económico de dicha labor
y, por consiguiente, por la insuficiente producción de
café en las tierras colectivas.
205
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
Gráfica 7. Inversión (número de días perdidos en jornal y dedicados a
Diciembre de 2008
la parcela) vs. Ganancia bruta en producción de café3
El déficit productivo al comparar las ganancias fruto
del jornal frente a las de la explotación familiar de
café puede explicarse por múltiples razones.
En primer lugar la poca cantidad de tierras para la
población actual del resguardo resulta determinan-
te. Por otra parte, la inestabilidad tanto de la pro-
ducción como del precio del café afecta la economía
familiar, dificultad que el jornal logra solventar
[3] La inversión en el cultivo propio de café fue calculada
a partir del tiempo de trabajo dedicado por familia a la
producción de café y multiplicada por el valor que dicho
tiempo tendría en términos de jornal. La ganancia bruta
en producción de café es el resultado de multiplicar la
producción total de arrobas al año por el precio en el
mercado de café en los focos de comercialización (Jardín
y Andes) sin tener en cuenta la posible inversión hecha
en términos de agroquímicos u otras inversiones. De esta
forma se resalta la cantidad de inversión con relación a
la ganancia obtenida de la misma, y se observa el des-
equilibrio existente que demostraría que el cultivo y la
explotación de café por parte de la comunidad produce
pérdidas. No se debe dejar de resaltar que los precios del
café son inestables y se hallan en permanente cambio.
Por ello, para el cálculo de la producción bruta debimos
tomar como promedio de precio por arroba $35.000 en
el caso de no identificar un precio correspondiente.
* Es importante aclarar que para obtener los datos de
estas dos últimas gráficas se tomaron sólo aquellas
familias que producían café o que jornaleaban, es decir,
no se promedió con el total de las familias para así
obtener un dato más preciso. Sin embargo, no se debe
dejar de lado el hecho de que muchas familias realizan
simultáneamente las dos prácticas.
Internacional Documentos
 superficialmente. Es decir, por poco que sea el valor Gráfica 9. relacion de familias que jornalean y cultivan
ETNIAS & POLÍTICA

del jornal, este es estable y directo, mientras que el

comercio del café se halla en un mercado que fluc-
túa permanentemente.

Lo anterior hace pensar en sistemas de endeude

que, por las dinámicas de comercio externo, crean
dependencias de la población indígena frente al
jornaleo como forma de estabilización económica.
Todo lo anterior está enmarcado en sistemas colec-
tivos de producción que no están suficientemente
consolidados (de manera similar a los problemas
descritos por Friede [1944] sobre los resguardos in-
dígenas del suroccidente de Colombia). Encontramos que la edad promedio de los jornale-
ros es de 30 años. Además, es claro que existe una
Gráfica 84. Personas en edad productiva del total gran mayoría de personas en edad productiva que
no jornalean. Sin embargo, no sería posible asegurar
que el trabajo en el jornal no esté generalizado, pues
podemos observar que la mayoría de las familias se
dedican a éste, ya sea como única práctica o como
actividad paralela al propio cultivo del café.

Gráfica 10. Personas que jornalean del total

de personas en edad productiva
Edad de los jornaleros
Debido a la escasez de tierra y de trabajo, y a la
inserción de modelos occidentales de educación,
muchos jóvenes no se quieren quedar viviendo en el
resguardo. Por otro lado, las personas más maduras
son reticentes al trabajo en el jornal por considerarlo
indigno para el indígena, así que se dedican exclusi-
vamente al cultivo de su propia tierra.
No obstante, se debe tener en cuenta que la mayoría
de las personas que jornalean son hombres, y las
mujeres también están incluidas dentro de la pobla-
[4] Se considera que una persona está en edad
ción en edad productiva. A pesar de esto, las mujeres
productiva si tiene más de 14 años y menos de 60. En el
Resguardo de Cristianía encontramos que la mayoría no representan ni la mitad del total de la población
de sus habitantes se encuentran en edad productiva. Sin del resguardo, lo que otorga gran importancia al
embargo, la mayoría de los que se encuentran dentro
papel económico de los jóvenes chamí, así como las
de este rango no jornalean, siendo el promedio de
edad entre las personas que lo hacen, 30 años y de la reticencias al trabajo en el jornal por parte de los
población total, 26. más maduros.

206
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa Internacional Documentos
[ Economía indígena y economía nacional ]
 Gráfica 11. Porporción de familias según actividades
Relación económica del sistema
productivo del resguardo
con el mercado nacional
A partir de la relación entre los indígenas y los
“blancos”, ya sean colonos o latifundistas, aparecen
situaciones de dominación que afectan todos los as-
pectos de la vida indígena, en especial el económico.
Al estar interrelacionados, el cambio de uno de estos
aspectos transforma a los otros. Por tal razón, hablar
de transformaciones en la economía de los emberá
chamí implica hablar de cambios en sus costumbres
y en sus estilos de vida.
La despersonalización cultural que se disfraza detrás
del concepto de aculturación no tiene otra finalidad
sino la de explotar económicamente y subyugar
políticamente a una cultura –en este caso, la de los
Chamí–. Tal explotación y subyugación se da desde
el interior mismo de la comunidad, pasando a un
segundo plano las costumbres propias y dando paso
a la reproducción de las no indígenas, haciendo así
que esto favorezca a la cultura dominante de la so-
ciedad nacional (Vasco, 1975).
Luís Guillermo Vasco (1975) explica tal dominación
a partir de la necesidad de las comunidades indí-
207
Editorial Actualidad P L A NE S d e V IDa
[ Rexistiendo, Grupo de investigación de Cecoin ]
Tabla 1. Participación de la comunidad indígena
Diciembre de 2008
de Cristianía en el trabajo por jornal
fuera del resguardo
Número de personas total 1297
Número de personas que jornalean 359
Número de personas en edad productiva (14-60) 758
Promedio tiempo dedicado al jornal por familia en días al año 277,81
Promedio total anual ganancia en jornal familia (pesos) 8.554.568,53
Promedio ganancia bruta de la producción de café anual 715.983,51
Promedio inversión en café anual 3.047701,86
Número de familias que producen café
Número de familias que cultivan pancoger
204
121
Total hombres 678
Total mujeres
Hombres en edad productiva
619
338
Mujeres en edad productiva 352
genas de “tener”. Esta necesidad es creada a raíz de
la “despersonalización” cultural, cuyas causas se
fundamentan en el cambio hacia la cultura nacio-
nal, creando vergüenza hacia sus propias prácticas
y privilegiando la inserción en la vida no indígena,
mostrándola como única salida para la superviven-
cia de la comunidad.
Referencias
 CORREA, F. (1996). Aldeas de Misión, en Por el camino de la
Anaconda Remedios. Bogotá: Colciencias, Universidad Nacional de
Colombia.
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indígenas del Cauca: censo indígena del Cauca 1972. Bogotá: DANE.
 FRIEDE, J. (1976) [1944]. El indio en lucha por la tierra. Bogotá:
Editorial Punta de Lanza.
 GROS, C. (1991). Introducción de nuevas herramientas y cambio
social: el caso de los indios Tatuyo del Vaupés (Colombia). En
Colombia indígena. Bogotá: Fondo Editorial Cerec.
 VASCO, L. G. (1975). Los Chamí. La situación del indio en
Colombia. Medellín: Editorial Margen izquierdo.
 --------(2002). Entre selva y páramo: viviendo y pensando la lucha
india. Bogotá: ICANH.
Internacional Documentos
Internacional Los derechos territoriales indígenas a la luz del
artículo 62 de la Convención
Americana de Derechos
Humanos

La Corte Interamericana
y la relevancia jurídica de sus sentencias
Desde la creación del sistema interamericano de derechos humanos, sus
órganos ejecutivos –la Comisión y la Corte– han contribuido enormemente
a la promoción de los derechos humanos en todo el continente americano,
a pesar de las violaciones tan graves a las que se han tenido que enfrentar, y
a pesar incluso de políticas de Estado que, en muchos casos, se han situado
claramente en total oposición a la promoción y garantía de los derechos
humanos. Para los pueblos indígenas el acceso al sistema interamericano
de derechos humanos ha significado un importante apoyo en el proceso de
recuperación de su dignidad como pueblos y de ejercicio de sus derechos
humanos, ya que desde siempre, tanto la Comisión como la Corte, se han
posicionado claramente a favor del reconocimiento de sus derechos, y a favor
de que recuperen la dignidad robada por siglos de opresión.

Sin menospreciar la gran labor realizada por la Comisión Interamericana du-

rante décadas, cuyas resoluciones también comienzan a generar obligaciones
para los Estados,1 durante los últimos años la Corte Interamericana le ha ro-

[1] Véase Pedro Nikken (2003), en el archivo del autor.

Archivo Cecoin-OIA
bado protagonismo en el reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas, especialmente
en lo que se refiere a los derechos territoriales. Le
ha robado el protagonismo gracias a la aparición
de sentencias importantes que han reconocido
derechos fundamentales de los pueblos indíge-
nas que mantienen la misma doctrina y afirman
sin paliativos los derechos territoriales indígenas.
Y le ha robado el protagonismo fundamental-
mente por el hecho de que sus sentencias, al
tratarse de sentencias de un tribunal internacio-
nal, generan obligaciones jurídicas a los Estados,
difícilmente cuestionables.
La obligatoriedad de acatar y cumplir con las
sentencias de los tribunales internacionales vie-
ne establecida por varios principios básicos del
derecho internacional. En primer lugar, viene
recogida en el principio de cumplimiento de bue-
na fe de los tratados internacionales y de cuantas
medidas haya que adoptar para realizar dicho
cumplimiento o, dicho de otro modo, el principio
pacta sunt servanda, recogido en el artículo 26 de
la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados de 1969.2 Además, en segundo lugar,
el artículo 27 de la misma Convención establece
otro principio fundamental, sobre la obligatorie-
dad de acatar y cumplir las sentencias interna-
cionales, al afirmar que ningún Estado Parte en
dicho Convenio puede invocar las disposiciones
de su derecho interno como justificación del in-
cumplimiento de un tratado.3
[2] Naciones Unidas, Doc A/CONF.39/27 (1969),
1155 U.N.T.S. 331, entró en vigor el 27 de enero de
1980.
[3] Ídem.
Mikel Berraondo López
Abogado. Coordinador del Aula de Derechos Humanos de IPES-Elkartea,
de Pamplona; miembro del Grupo Intercultural Almaciga.
La obligatoriedad de acatar y cumplir
Diciembre de 2008
con las sentencias de los tribunales
internacionales viene establecida
por varios principios básicos
del derecho internacional.
En el ámbito del sistema interamericano de
derechos humanos, la Corte Interamericana
ha afirmado en diversas sentencias y opiniones
consultivas la obligatoriedad de cumplir con
las sentencias de los tribunales internacionales,
diciendo que esta obligatoriedad constituye un
principio básico del derecho de la responsabili-
dad internacional de los Estados, respaldado por
la jurisprudencia internacional, según el cual,
los Estados deben cumplir sus obligaciones con-
vencionales internacionales de buena fe (pacta
sunt servanda), y no pueden invocar sus derechos
internos para justificar la inaplicación de un tra-
tado internacional.4
[4] Resolución de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos de 22 de noviembre de 2002,
Caso Baena Ricardo y otros (270 trabajadores c.
Panamá); cumplimiento de sentencia. Resolución
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
del 28 de noviembre de 2002, Caso Neira Alegría y
otros; cumplimiento de sentencia. Resolución de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos del 1 de
junio de 2001, considerando segundo, Caso Loayza
Tamayo; cumplimiento de sentencia. Resolución de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos del 17
de noviembre de 1999, Serie C, No. 60, considerando
séptimo, Caso Loayza Tamayo; cumplimiento de
sentencia. Resolución de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos del 17 de noviembre de
1999, Serie C, No. 59, considerando cuarto, Caso
Castillo Petruzzi y otros; cumplimiento de sentencia.
Responsabilidad internacional por expedición y
 El artículo 62 de la Convención
ETNIAS & POLÍTICA
Americana de Derechos Humanos
y el ejercicio de los derechos
territoriales
1. Todo Estado Parte puede, en el momento del
depósito de su instrumento de ratificación o
adhesión de esta Convención, o en cualquier
momento posterior, declarar que reconoce como
obligatoria de pleno derecho y sin convención es-
pecial la competencia de la Corte sobre todos los
casos relativos a la interpretación o aplicación de
esta Convención.5
2. La Corte tiene competencia para conocer de cual-
quier caso relativo a la interpretación y aplicación
de las disposiciones de esta Convención que le
sea sometido, siempre que los Estados Partes
en el caso hayan reconocido o reconozcan dicha
competencia, ora por declaración especial, como
se indica en los incisos anteriores, ora por con-
vención especial.6
El artículo 62 de la Convención Americana de Dere-
chos Humanos establece una atribución muy inte-
resante para la Corte Interamericana de Derechos
Humanos al facultar a sus sentencias de un carácter
de obligatoriedad sobre todos los Estados que han
ratificado el estatuto de la Corte, cuando estas
sentencias versen sobre casos relativos a la inter-
pretación o a la aplicación de la Convención. Dicha
aplicación de leyes violatorias de la Convención (arts. 1
y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos).
Opinión Consultiva OC-14/94 del 9 de diciembre de
1994, Serie A, No. 14, párr. 35. Disponible en http://
www.corteidh.or.cr, del 30 de diciembre de 2002.
[5] Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Pacto de San José), artículo 62.
[6] Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Pacto de San José), artículo 62.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Los derechos territoriales indígenas ]
obligatoriedad está dada en los artículos 67 y 68.1
de la Convención Americana que establecen el ca-
rácter definitivo e inapelable de los fallos de la Corte
Interamericana,7 y el compromiso que asumen los
Estados de cumplir con las decisiones de la Corte en
todos aquellos casos en que son partes. Esto signifi-
ca que las sentencias que versen sobre este tipo de
casos se convierten automáticamente en obligato-
rias para todos los Estados que han declarado dicha
capacidad de la Corte. Esto se produce a partir del
momento en que los Estados realizan una declara-
ción expresa de reconocimiento de competencia
de la Corte Interamericana en los parámetros que
establece el propio artículo.8
[7] El artículo 67 establece: “El fallo de la Corte será
definitivo e inapelable. En caso de desacuerdo sobre
el sentido o alcance del fallo, la Corte lo interpretará a
solicitud de cualquiera de las partes, siempre que dicha
solicitud se presente dentro de los noventa días a partir
de la fecha de la notificación del fallo”.
[8] La mayor parte de Estados que han ratificado la
Convención Americana sobre Derechos Humanos han
realizado la declaración de aceptación de competencia.
Hasta la fecha dicha competencia resulta aplicable
en Chile, Ecuador, República Dominicana, Uruguay,
Argentina, Barbados, Colombia, Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua,
Panamá, Perú, Surinam, Venezuela, Brasil, Paraguay,
Bolivia y Haití. Todos estos Estados han realizado
el reconocimiento de la competencia por tiempo
indefinido para ser aplicable a partir del momento de
la declaración de reconocimiento de la competencia.
De todos estos Estados, tan solo Perú trató de anular las
competencias establecidas en el artículo 62 en el año
1999, a partir de la Resolución Legislativa 27152, del 8
de julio de 1999. Con esta Resolución el Congreso de la
República aprobó retirar la competencia contenciosa
de la Corte Interamericana, pero dicha anulación
no duró mucho tiempo, ya que como consecuencia
de las sentencias de competencias núms. 54 y 55 de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos del
24 de septiembre de 1999, el mismo Congreso de
la República revocó la anulación con la Resolución
Legislativa 27401 del 12 de enero de 2000, y retiró la
210
Internacional Documentos

Archivo Cecoin-OIA
La importancia de este artículo radica en la atribu-
ción misma que establece para la Corte Interameri-
cana al poder ampliar el ámbito de aplicación de sus
declaración depositada el 9 de julio de 1999 con la que
pretendía retirar la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana.
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
sentencias en los casos establecidos por el artículo,
en la ampliación de las garantías para los derechos
humanos que supone esa atribución, y en que no
admite reservas, ya que su aplicación se realiza a
través de una declaración de ampliación de man-
dato que no da lugar a reservas, como ya ha dicho la
Corte cuando algún país ha intentado realizarlas. La
211
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
 Según la Corte Interamericana
ETNIAS & POLÍTICA
existen muchas formas de violación
de un tratado internacional por parte
de los Estados y, específicamente,
la Convención.
singularidad de este artículo cobra mayor relevancia
gracias al hecho de que todos los países miembros
del sistema interamericano de derechos humanos
han realizado la declaración de ampliación del man-
dato y, por tanto, este artículo resulta aplicable en
todos los países del sistema.
Esta obligatoriedad de los Estados por cumplir con
los tratados internacionales y con las disposiciones
elaboradas por los diferentes órganos internaciona-
les encargados de velar por el cumplimiento de los
mismos, se traduce en la asunción de una responsa-
bilidad por parte de los Estados respecto al cumpli-
miento de los derechos humanos contemplados en
la Convención Americana. Ya que, como ha afirma-
do la Corte Interamericana en lo que concierne a los
derechos humanos protegidos por la Convención, la
competencia de los órganos establecidos por ella se
refiere exclusivamente a la responsabilidad interna-
cional de los Estados y no a la de los individuos. Toda
violación de los derechos humanos por agentes o
funcionarios de un Estado es, como ya lo dijo la Cor-
te, responsabilidad del mismo.9
Ante estas reflexiones podemos hacer una primera
valoración, afirmando que el no cumplimiento por
parte de alguno de los Estados del sistema intera-
[9] Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio
de 1988, Serie C, No. 4, párr. 170; Caso Godínez Cruz,
sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C, No. 5, párr.
179. Disponible en http://www.corteidh.or.crdel 2 de
enero de 2003.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Los derechos territoriales indígenas ]
mericano de aquellas sentencias interpretativas o de
aplicación de la Convención Americana de Derechos
Humanos genera una violación de la Convención
Americana, así como de los principios de derecho in-
ternacional establecidos por la Convención de Viena
sobre el derecho de los tratados. En relación con la
Convención Americana, la falta de implementación
de la sentencia de la Corte Interamericana genera
un incumplimiento del artículo 1 del Convenio, que
establece la obligación de los Estados de respetar los
derechos:
1. “Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y liber-
tades reconocidos en ella y a garantizar su libre
y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta
a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social”.10
2. “Para los efectos de esta Convención, perso-
na es todo ser humano.”11
En los casos Velásquez Rodríguez12 y Godínez Cruz,
la Corte estableció que la responsabilidad de los Es-
tados por violaciones de los derechos humanos está
directamente vinculada con lo establecido en el artí-
culo 1.1 de la Convención Americana13 al afirmar que
[10] Convención Americana, artículo 1.
[11] Convención Americana, artículo 1.
[12] Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso
Velásquez Rodríguez, interpretación de la sentencia
de indemnización compensatoria, sentencia del 17 de
agosto de 1990 (Convención Americana sobre Derechos
Humanos, art. 67), San José, Costa Rica, 1992.
[13] Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y las libertades
reconocidos en ella, y a garantizar su libre y pleno
212
Internacional Documentos
dicho artículo contiene la obligación contraída por
los Estados Partes en relación con cada uno de los de-
rechos protegidos, de tal manera que toda pretensión
que sostenga que se ha lesionado alguno de éstos
implica, necesariamente, señalar que se ha infringido
también el artículo 1.1 de la Convención.14 Por tanto,
conforme al artículo 1.1, es ilícita toda forma del ejer-
cicio del poder público que viole los derechos recono-
cidos por la Convención. En las mismas sentencias se
destacó una segunda regla sobre la responsabilidad
genérica de los Estados Partes de la Convención, se-
gún la cual la segunda obligación de dichos Estados
es la de “garantizar el libre” y pleno ejercicio de los de-
rechos reconocidos en la Convención a toda persona
sujeta a su jurisdicción. Esta obligación implica el de-
ber de los Estados Partes de organizar todo el aparato
gubernamental y, en general, todas las estructuras
a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del
poder público, de manera tal que sean capaces de
asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de
los derechos humanos. Como consecuencia de esta
obligación, los Estados deben prevenir, investigar y
sancionar toda violación de los derechos reconocidos
por la Convención y procurar, además, el restable-
cimiento, si es posible, del derecho conculcado y, en
su caso, la reparación de los daños producidos por la
violación de los derechos humanos.
Según la Corte Interamericana existen muchas
formas de violación de un tratado internacional
ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción,
sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.
[14] Véanse sentencias. Convención Americana, artículo
1. Caso Velásquez Rodríguez, sentencia del 29 de julio
de 1988, Serie C, No. 4, párr. 170; Caso Godínez Cruz,
sentencia del 20 de enero de 1989, Serie C, No. 5, párr.
179.
Editorial Actualidad Planes de vida
el artículo 27 de la Convención de
Diciembre de 2008
Viena sobre el derecho de los tratados,
establece la imposibilidad de invocar
leyes nacionales para no aplicar
el derecho internacional.
por parte de los Estados y, específicamente, la Con-
vención. En este último caso, pueden hacerlo, por
ejemplo, dictando disposiciones que no estén de
conformidad con lo que de él exigen sus obligacio-
nes dentro de la Convención,15 u omitiendo dictar
las normas a que está obligado por el artículo 2 de la
misma16 a fin de adoptar las disposiciones de dere-
cho interno que sean necesarias para hacer efectivos
los derechos.
Si el ejercicio de los derechos y las libertades men-
cionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado
por disposiciones legislativas o de otro carácter,
los Estados Partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de esta Convención, las medidas legis-
lativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacer efectivos tales derechos y libertades.17
[15] Ciertas atribuciones de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (arts. 41, 42, 44, 46, 47, 50 y 51 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos),
Opinión Consultiva OC-13/93 del 16 de julio de 1993,
Serie A, No. 13, párr. 26.
[16] El artículo 2 dice así: si en el ejercicio de los derechos
y las libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere
ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro
carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar,
con arreglo a sus procedimientos constitucionales y
a las disposiciones de esta Convención, las medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacer efectivos tales derechos y libertades.
[17] Convención Americana, artículo 2.
213
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
ETNIAS & POLÍTICA
Archivo Ceoin-OIA
De igual forma, se incumple el artículo 25 que esta-
blece el derecho de tutela judicial efectiva
1. “Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competen-
tes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución, la ley o la presente Convención,
aun cuando tal violación sea cometida por per-
sonas que actúen en ejercicio de sus funciones
oficiales”.18
[18] Ibíd., artículo 25.
Editorial Actualidad
2. “Los Estados Partes se comprometen:
 a) a garantizar que la autoridad competente
prevista por el sistema legal del Estado decidirá
sobre los derechos de toda persona que inter-
ponga tal recurso;
 b) a desarrollar las posibilidades de recurso
judicial, y
 c) a garantizar el cumplimiento, por las autori-
dades competentes, de toda decisión en que se
haya estimado procedente el recurso.”19
[19] Ibíd., artículo 25.
214
Planes de vida Internacional Documentos
[ Los derechos territoriales indígenas ]
E incluso del artículo 68, en el que se establece la
obligatoriedad de cumplir con las decisiones de la
Corte en todos los casos en que sean partes, ya que
podríamos afirmar que para aquellas sentencias
que encajen en el contexto del artículo 62 de la Con-
vención Americana, todos los Estados que hayan re-
conocido las facultades que dicho artículo establece
para la Corte Interamericana podrán ser considera-
dos como partes en la ejecución de la sentencia. El
artículo 68 afirma que:
1. “Los Estados Partes en la Convención se
comprometen a cumplir la decisión de la Corte
en todo caso en que sean partes.”20
 2. “La parte del fallo que disponga indemni-
zación compensatoria se podrá ejecutar en el
respectivo país por el procedimiento interno
vigente para la ejecución de sentencias contra
el Estado.”21
Por otro lado se atenta directamente contra uno de
los principios fundamentales del derecho interna-
cional como es el principio de pacta sunt servanda,
según el cual, todo tratado en vigor obliga a las par-
tes y debe ser cumplido por ellas de buena fe.22
Por tanto, cuando un Estado no cumple con el fallo
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
se produce un incumplimiento de su responsabili-
dad internacional y, como consecuencia, se genera
una nueva violación de los derechos humanos
contemplados en la Convención Americana, que se
añade a la violación original que dio lugar al fallo
de la Corte incumplido por el Estado, ya que el in-
cumplimiento de una sentencia de la Corte impide
[20] Ibíd., artículo 68.
[21] Ibíd., artículo 68.
[22] Ibíd., artículo 26.
Editorial Actualidad Planes de vida
que cesen las consecuencias de la violación original
Diciembre de 2008
establecida por dicha corporación, incurriendo
además en una denegación del acceso a la justicia a
nivel tanto nacional como internacional (Quintana,
2003). Esta nueva violación se produce por omisión
de los deberes y las obligaciones contemplados en
los artículos 1, 2 y 68 de la Convención Americana, y
por denegación del derecho a la protección judicial
reconocido en el artículo 25 de la Convención Ame-
ricana. También por omisión de la obligación con-
tenida en el artículo 27 de la Convención de Viena
sobre el derecho de los tratados, cuando establece
claramente la imposibilidad de invocar leyes nacio-
nales para no aplicar el derecho internacional que
sean contrarias al derecho internacional establecido
en el Tratado ratificado por el mismo Estado.23 En
concreto, cuando un Estado incumple un fallo de la
Corte Interamericana se produce una violación de
diferentes artículos de la Convención Americana,
además de aquellos derechos reconocidos en la mis-
ma Convención que hayan motivado el fallo conde-
natorio de la Corte.
Tratando de analizar el artículo 62 de la Convención
Americana desde la óptica de los derechos de los
pueblos indígenas, a partir de la evolución que se
ha producido en las últimas décadas, tanto en la
Comisión como en la Corte Interamericana, vemos
que la invocación de este artículo puede resultar
sumamente interesante para los pueblos indíge-
nas para afianzar el reconocimiento de diversos
derechos específicos, y para aumentar los niveles
de obligatoriedad de los Estados en relación con
estos derechos. Especialmente interesante puede
resultar en relación con los derechos territoriales,
[23] Convención de Viena sobre el derecho de
los tratados, artículo 27. Naciones Unidas, Doc A/
CONF.39/27 (1969), 1155, U.N.T.S. 331.Viena 23 de
mayo de 1969. Entró en vigor el 27 de enero de 1980.
215
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
 nos encontramos con el reconocimiento
ETNIAS & POLÍTICA

de un derecho al territorio basado

en el principio de relación especial
e interdependiente que los pueblos
indígenas tienen con sus territorios.

ya que como vamos a ver continuación, la Corte

Interamericana ha generado una jurisprudencia
muy importante reconociendo estos derechos en
diversas sentencias adoptadas en los últimos años.
Su importancia radica en que una vez que se ha
generado esta jurisprudencia interpretativa de la
Convención Americana, reconociendo la existencia
de los derechos territoriales en aquellos Estados que
han sido condenados en los casos, ya no hace falta
seguir elevando quejas al sistema interamericano
para que determine la existencia o no de los dere-
chos territoriales en Estados diferentes. Esto debido
a que en virtud del artículo 62, y a que todos los
Estados han reconocido la facultad obligatoria de las
sentencias interpretativas de la Corte Interamerica-
na, todos estos Estados deberían haber incorporado
en sus sistemas jurídicos los reconocimientos reali-
zados por la Corte sobre los derechos territoriales.
Por tanto, aquellos Estados que no han realizado
esta integración de los derechos territoriales en sus
sistemas judiciales están incurriendo en una viola-
ción de los derechos previamente mencionados de
la Convención Americana, además de los derechos
territoriales propiamente dichos.

Tratando de determinar la concreción que ha rea-

lizado la Corte Interamericana en relación con la
cuestión de los derechos territoriales, existen al me-
nos cinco sentencias interpretativas sobre derechos
territoriales indígenas.24 Relacionando las cinco
Archivo Ceoin-OIA

[24] Las cuatro sentencias son: Corte Interamericana de

Derechos Humanos, Caso de la Comunidad Mayagna

216
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Los derechos territoriales indígenas ]
sentencias podríamos afirmar que la Corte Intera-
mericana se ha servido de los casos para realizar su
(Sumo) de Awas Tingni c. Nicaragua, sentencia del 31
de agosto de 2001; Corte Interamericana de Derechos
Humanos, Caso de la comunidad indígena Yakye Axa
c. Paraguay, sentencia del 17 de junio de 2005; Corte
Interamericana de Derechos Humanos, caso de la
comunidad Moiwana c. Suriname, sentencia del 8 de
febrero de 2006; Corte Interamericana de Derechos
Humanos, caso de la comunidad Sawhoyamaxa c.
Paraguay, sentencia del 29 de marzo de 2006; Corte
Interamericana de Derechos Humanos, caso del pueblo
Saramaka c. Suriname, sentencia del 28 de noviembre
de 2007.
Editorial Actualidad Planes de vida
propio proceso de maduración institucional en el
Diciembre de 2008
reconocimiento de unos derechos tan controverti-
dos como los derechos ambientales y territoriales de
los pueblos indígenas. De esta manera podríamos
afirmar que el caso Awas Tingni sirvió para que la
Corte elaborara el fundamento teórico para el reco-
nocimiento de los derechos territoriales y afirmara
la existencia de aquellos derechos que dan pie a la
existencia del derecho al territorio, como son la pro-
piedad y la relación especial. A partir de ahí la Corte
se ha servido de los dos casos contra Paraguay y del
caso contra Surinam para confirmar su doctrina
Geovanny Martínez
217
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
 la Corte reconoce el derecho
ETNIAS & POLÍTICA
de propiedad sobre los territorios
que tienen los pueblos indígenas,
a pesar incluso de que esta propiedad
no esté regulada por principios jurídicos
del derecho civil.
de reconocimiento de los derechos territoriales y
entrar en el debate sobre la garantía y el ejercicio de
estos derechos, estableciendo incluso algo así como
un reglamento de aplicación y de resolución de con-
flictos relacionados con el reconocimiento y el ejer-
cicio de los derechos territoriales a las comunidades
indígenas.
Por tanto, haciendo un análisis interpretativo de las
diferentes sentencias de la Corte Interamericana
relevantes en relación con el derecho sobre el terri-
torio de los pueblos indígenas, podemos establecer
una concreción bastante detallada de los contenidos
del derecho a los territorios de los pueblos indíge-
nas, que se acerca bastante a las visiones indígenas
sobre sus tierras, territorios y recursos.
De todo lo que hemos comentado en las páginas
anteriores podemos destacar que, a partir de la
sentencia Awas Tingni, nos encontramos con el
reconocimiento de un derecho al territorio basado
fundamentalmente en el principio de relación es-
pecial e interdependiente que los pueblos indígenas
tienen con sus territorios.
A partir de la aplicación de este principio la ocupa-
ción del territorio ancestral significa, de facto, la
propiedad de dichos territorios aunque no existan
títulos de propiedad. El fundamento jurídico de este
derecho al territorio se encuentra en el derecho con-
suetudinario de cada pueblo, que a su vez es conside-
rado como preexistente a los derechos nacionales de
los Estados y, por tanto, ajeno a las posibles limitacio-
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Los derechos territoriales indígenas ]
nes que se puedan establecer en estos marcos nor-
mativos. A partir de la sentencia del caso Awas Tingni
se disipan las dudas sobre las posibles limitaciones
que se pueden establecer por los derechos naciona-
les en el reconocimiento de los derechos sobre los
territorios, y se establece que el derecho sobre el que
hay que contemplar el desarrollo y la evolución de
este derecho es el consuetudinario de cada pueblo.
Por otro lado, la Corte reconoce de manera clara
y concreta el derecho de propiedad sobre los te-
rritorios que tienen los pueblos indígenas, a pesar
incluso de que esta propiedad no esté regulada por
principios jurídicos del derecho civil en cada país, los
extremos a los que llega este derecho de propiedad
incluyendo a los recursos naturales como parte de
los territorios y como elementos sujetos a la aplica-
ción de este derecho. A partir de la interpretación
evolutiva de las reglas establecidas en el artículo 29
de la Convención, que la Corte realiza de la Con-
vención Americana de Derechos Humanos, y muy
en particular de su artículo 21, donde se regula el
derecho de propiedad, las formas tradicionales de
propiedad indígena quedan plenamente recono-
cidas bajo la aplicación del presente artículo de la
Convención Americana, y protegida por el derecho
internacional de los derechos humanos. Este dere-
cho de propiedad se extiende sobre las tierras, los
territorios que ocupan o que tradicionalmente han
ocupado, y los recursos naturales existentes en sus
territorios. Además, abre la puerta a las reivindica-
ciones de restitución e indemnización en aquellos
casos en los que la restitución no sea posible.
Además, en virtud del artículo 25 de la Convención
Americana, la Corte establece una interesantísima
relación entre el principio de tutela judicial efec-
tiva establecido en dicho artículo y la obligación
de los Estados de demarcar y titular los territorios
indígenas como parte fundamental del derecho al
218
Internacional Documentos
territorio establecido, y como expresión empírica
del ejercicio del derecho de propiedad. Con este
planteamiento el derecho de propiedad sobre los
territorios exige la demarcación y titulación de estos
territorios, y este proceso debe ser realizado por el
Estado bajo el principio de tutela judicial efectiva y
a partir de los límites establecidos en los respectivos
derechos consuetudinarios de cada pueblo.
Así mismo, a partir de los dos últimos casos contra
Paraguay (Yakie Axa y Sawhoyamaxa) podemos
ratificar todo el contenido establecido sobre el de-
recho al territorio en el caso Awas Tingni debido a
que la Corte en ambos casos vuelve a pronunciarse
manteniendo esa línea argumental y ratificándose
de cuanto estableció en aquella sentencia. Pero lo
más interesante de estos dos casos es el gran aporte
que realiza la Corte en relación con la existencia de
límites para el ejercicio del derecho al territorio de
los pueblos indígenas, y en relación también con el
establecimiento de un mecanismo de resolución
de conflictos para aquellos casos en los que existan
conflictos de intereses entre comunidades o pue-
blos indígenas y terceras personas con títulos de
propiedad privada, teóricamente legales en el siste-
ma jurídico del Estado.
A partir de estas sentencias la Corte afirma la prima-
cía del ejercicio del derecho sobre el territorio de los
pueblos indígenas cuando entre en conflicto con el
derecho que otorga el título de propiedad legal a ter-
ceras personas. Esto lo justifica haciendo un balance
de las consecuencias que se derivan en cada caso del
no ejercicio del derecho, así como de las posibilida-
des de indemnización que existen para aquel que
debe renunciar a ejercer su derecho en beneficio de
la otra parte.
Según la Corte, en el caso de los pueblos indígenas
las consecuencias del no ejercicio de su derecho so-
bre los territorios son muy graves, dada la especial
Editorial Actualidad Planes de vida
existe un derecho sobre los territorios
Diciembre de 2008
basado en el reconocimiento
del concepto de territorio integral
que manejan los pueblos indígenas,
en el que los recursos naturales
son parte sustantiva de los territorios.
relación que une a los pueblos indígenas con sus te-
rritorios, y la relevancia de éstos en el desarrollo de
sus culturas. Por estos motivos, la Corte recomienda
dar prioridad a los pueblos indígenas en cuanto al
ejercicio del derecho de propiedad sobre los territo-
rios. Estos casos son también muy interesantes por-
que establecen la imprescriptibilidad de los derechos
de propiedad, y afirman rotundamente la ilegalidad
de las expropiaciones de territorios realizadas en el
pasado por la fuerza. Según la Corte, el derecho de
propiedad de los pueblos indígenas sobre sus terri-
torios no se extingue por el hecho de que ya no se
disfrute porque existen títulos legales de propiedad
si la expropiación de esos territorios se realizó en
contra de la voluntad de las comunidades. La volun-
tad de los pueblos indígenas de mantener la relación
con sus tierras y territorios, aun cuando hayan teni-
do que abandonarlos en el pasado, debe bastar para
mantener la plena vigencia e imprescriptibilidad del
derecho de propiedad sobre sus territorios. Además
de esto, estos casos son también muy interesantes
al afirmar y desarrollar los derechos de restitución,
de sustitución de tierras en función del artículo 16
del Convenio 169 de la OIT, de compensación y de
indemnización. La Corte realiza una concreción
muy interesante de cada uno de estos derechos, es-
tableciendo el orden de prioridades que se tiene que
producir (restitución, sustitución, compensación e
indemnización), y las condiciones que se tienen que
respetar para que efectivamente se pueda hablar del
ejercicio de cada uno de estos derechos.
219
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
 Por último, el caso de la comunidad D`Juke contra
ETNIAS & POLÍTICA
Surinam resulta también importante desde el pun-
to de vista de los derechos territoriales indígenas, ya
que por primera vez la Corte Interamericana reco-
noce los mismos derechos a una comunidad afro-
descendiente, a pesar de reconocer las diferencias
sustanciales existentes entre los pueblos indígenas y
afrodescendientes. En este caso, y sentando las bases
doctrinales para el desarrollo futuro, la Corte afirma
que cuando las comunidades afrodescendientes
demuestren los mismos usos y prácticas que los
pueblos indígenas en sus territorios, éstas tendrán
los mismos derechos que los pueblos indígenas.
Además, la Corte aprovecha este caso para vincular
el ejercicio de los derechos territoriales con el respe-
to al derecho a la integridad física y moral, y con el
derecho a la libertad de circulación y residencia.
Conclusiones
A partir de las descripciones de estas sentencias
podemos afirmar, por lo menos en el ámbito de
aplicación del sistema interamericano de derechos
humanos, que existe un derecho sobre los territo-
rios basado en el reconocimiento del concepto de
territorio integral que manejan los pueblos indí-
genas, en el que los recursos naturales son parte
sustantiva de los territorios, y en el que el territorio
significa mucho más que un pedazo de tierras y tie-
ne una conexión directa con el ejercicio del derecho
de autodeterminación basado en el reconocimiento
de la relación especial e interdependiente que los
pueblos indígenas tienen con sus territorios, legiti-
mado y regulado por los derechos consuetudinarios
de cada pueblo y no por los derechos nacionales. Así
mismo, tenemos un derecho que reconoce como
parte fundamental de su contenido el derecho de
propiedad legitimado en el derecho internacional a
través del artículo 21 de la Convención Americana
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Los derechos territoriales indígenas ]
de Derechos Humanos, que debe regularse en fun-
ción de sus derechos consuetudinarios, que incluye a
los recursos naturales entre los elementos sujetos al
ejercicio de dicha propiedad, y que no es preexisten-
te en el tiempo para aquellos casos en los que la pro-
piedad de los territorios fue arrebatada de manera
violenta o por la fuerza sin el consentimiento de las
comunidades o los pueblos. Además, este derecho
integra otros derechos como la demarcación y titu-
lación de los territorios, íntimamente relacionados
con el principio de tutela judicial efectiva; una de-
marcación y titulación que debe hacerse utilizando
como marco jurídico el derecho consuetudinario de
cada pueblo. También nos encontramos derechos
de restitución, sustitución, compensación e indem-
nización. Además, nos encontramos con que este
derecho sobre los territorios es imperecedero, in-
cluso en aquellas circunstancias en las que ya no se
disfruta, y que debe primar frente a aquellos títulos
de propiedad legales que emanan de un proceso de
expropiación forzosa e indeseada. Por último, es un
derecho que exige su aplicación y que debe impul-
sarse en su ejercicio práctico.
La obligatoriedad que emana de las sentencias de
la Corte Interamericana resulta incuestionable.
Como vemos, tanto la doctrina internacional como
la propia jurisprudencia de la Corte son muy claras
con el carácter obligatorio de sus sentencias para los
Estados sobre los que se han articulado las quejas.
Pero en el marco internacional de protección de los
derechos humanos lo que resulta ciertamente nove-
doso es el artículo 62 de la Convención Americana y
la facultad que dicho artículo otorga a la Corte Inte-
ramericana. Gracias a este artículo las sentencias de
la Corte Interamericana, cuando sean interpretati-
vas o de aplicación de la Convención Americana, se
convertirán en jurisprudencia aplicable a todos los
Estados que siendo partes de la Corte Interameri-
cana, hayan reconocido dicha facultad, que en la ac-
220
Internacional Documentos
tualidad son todos. Por tanto, dichas sentencias de la
Corte resultan obligatorias para todos los Estados y
todos están obligados a incorporar en sus legislacio-
nes las interpretaciones que haya realizado la Corte.
Ahí radica lo novedoso de este artículo, que no tiene
parangón en otro sistema regional o internacional
de protección de los derechos humanos.
Gracias a la aplicación de este artículo 62 podemos
afirmar que, en relación con los derechos territoria-
les, se han producido ya cinco sentencias de carácter
interpretativo y de aplicación de la Convención
Americana en las que se ha reconocido la existencia
del derecho de propiedad sobre los territorios, las
tierras y los recursos naturales, y en las que se han
concretado las formas de ejercicio de estos derechos.
En virtud de la aplicación del artículo 62, automáti-
camente estos derechos territoriales que han sido
reconocidos se convierten en derecho aplicable en
todos los Estados Partes de la Corte Interamericana,
independientemente de que hayan sido Estados
–Nicaragua, Paraguay o Surinam en estos casos–
condenados por la Corte. Esto nos permite afirmar
la plena vigencia del derecho al territorio y de los
derechos territoriales en el ámbito de aplicación del
sistema interamericano de derechos humanos, y
la obligatoriedad que recae sobre los Estados para
reconocer y aplicar estos derechos en sus sistemas
nacionales de derechos. Ya no habría que cuestionar
o demostrar la existencia de los derechos territoria-
les en cada Estado, sino que a partir de las sentencias
interpretativas que se han producido, deberíamos
concentrar los esfuerzos en lograr su aplicación en
todos los Estados que han reconocido la facultad
del artículo 62. Por lo anterior, sería importante
repensar muchas de las estrategias regionales de
implementación de los derechos territoriales, ya
que directamente deberíamos pasar a denunciar la
inaplicación de dicho artículo 62 en aquellos Estados
que no hayan adaptado sus sistemas nacionales de
Editorial Actualidad Planes de vida
Estas nuevas violaciones deberían
Diciembre de 2008
convertirse en los elementos centrales
de nuevos procesos, que tanto a nivel
nacional como regional reivindiquen
la vigencia de los derechos territoriales
derecho a las sentencias interpretativas de la Corte,
sin tratar de realizar procesos regionales que reco-
nozcan los derechos territoriales en cada Estado con-
creto. Además, la inaplicación de dicho artículo nos
lleva a nuevas violaciones del derecho internacional,
plasmadas en los artículos 1, 2, 25 y 68 de la Conven-
ción Americana, e incluso en principios fundamen-
tales del derecho internacional, reconocidos en los
artículos 26 y 27 de la Convención de Viena sobre
el derecho de los tratados. Estas nuevas violaciones
deberían convertirse en los elementos centrales de
nuevos procesos, que tanto a nivel nacional como
regional reivindiquen la vigencia de los derechos
territoriales y su aplicabilidad obligatoria, al menos
en todos aquellos casos que ha establecido la Corte
Interamericana en sus sentencias interpretativas.
Referencias
 NIKKEN, P. (2003). “El artículo 2 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos como fundamento de la obligación
de ejecutar en el orden interno las decisiones de los órganos
del sistema interamericano de derechos humanos”. Working
Session on the Implementation of International Human Rights
Obligations and Standards in the Inter-American System.
Washington, D.C.
 QUINTANA, K. I. (2003). La Corte Interamericana de Derechos
Humanos y la ejecución de sus sentencias en Latinoamérica.
Disponible en http://www.unicz.it/ricerca/convegni/dssd/
quintana.pdf [Fecha de consulta 3 de enero de 2003].
221
Internacional Documentos
[ Mikel Berraondo ]
Internacional El proceso de adopción del
nuevo mecanismo de
expertos sobre derechos
de los pueblos indígenas
del Consejo de Derechos Humanos

Introducción
El año 2007 marca un hito de fundamental importancia en la historia del
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en el sistema de las
Naciones Unidas.

En su primera sesión de junio de 2006, el Consejo de Derechos Humanos,

sustituto de la extinta Comisión de Derechos Humanos, adoptó la Declara-
ción de los Derechos de los Pueblos Indígenas1 y la envió a la Asamblea Gene-
ral recomendando, a su vez, su adopción. Paralizada en la Tercera Comisión a
finales de ese año por objeciones de varios países, fundamentalmente africa-
nos, que solicitaron posponerla, la Declaración, con ligeras modificaciones,
fue adoptada por votación en la Asamblea General el 13 de septiembre de
2007 con una aplastante mayoría de votos a favor.

En paralelo al difícil proceso de negociación en Nueva York, el Consejo de

Derechos Humanos (CDH) continuó durante todo ese año su proceso de cons-
trucción institucional. Desde el punto de vista de los derechos humanos de los
pueblos indígenas, dos aspectos resultaban de fundamental importancia: el

[1] Naciones Unidas, Resolución A/61/67.

Liliana Múnera
mantenimiento del mandato del Relator Especial
sobre los derechos humanos y las libertades fun-
damentales de los indígenas, y el futuro del Grupo
de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas (GTPI),
dependiente de la antigua Subcomisión para la
protección y promoción de los derechos huma-
nos, dentro de la arquitectura del Consejo.
Ambas cuestiones se resolvieron en la sexta se-
sión del CDH. Se renovó el mandato del Relator
Especial y se creó un nuevo organismo, el Meca-
nismo de Expertos sobre los derechos de los pue-
blos indígenas, como sustitución del GTPI.
Antecedentes
La quinta sesión del Foro Permanente para las
Cuestiones Indígenas celebrada en mayo de 2006
fue la primera realizada después de la última se-
sión de la Comisión y la creación del Consejo.
Bajo el punto de la agenda derechos humanos,
se debatió el impacto y significado que el nuevo
organismo podía tener en el tratamiento de las
cuestiones indígenas en el ámbito de la ONU. Las
primeras reflexiones se recogen en una declara-
ción conjunta, presentada ante el Foro Perma-
nente de las Naciones Unidas para las Cuestiones
Indígenas (FPCI) por las organizaciones indígenas
participantes en la sesión, que señala lo siguiente:
Foro Permanente de las Naciones Unidas para las
Cuestiones Indígenas
Quinta sesión
15 al 26 de mayo de 2006
Tema 6 de la agenda: derechos humanos
Declaración oral y recomendaciones presen-
tadas por el caucus indígena mundial tras su
reunión preparatoria del 13 y 14 de marzo de
Patricia Borraz
Coordinadora del área internacional
del Grupo de Trabajo Intercultural Almáciga
2006 en relación con el trabajo del nuevo Con-
Diciembre de 2008
sejo de Derechos Humanos de la ONU
Señora Presidenta y miembros del Foro Per-
manente para las Cuestiones Indígenas en su
quinta sesión:
Como representantes de los pueblos indígenas
de todas las regiones del mundo, estamos si-
guiendo con toda atención el actual proceso de
reestructuración del sistema de derechos hu-
manos de las Naciones Unidas, especialmente
la creación del nuevo Consejo de Derechos Hu-
manos por la Asamblea General de la ONU.
Somos muy conscientes de que el proceso
y estructura que establezca el Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas
tendrá un profundo impacto en la capacidad
de los pueblos y naciones indígenas para pedir
compensaciones y reivindicar las violaciones
de nuestros derechos humanos dentro del sis-
tema de la ONU.
Reconocemos los considerables avances que
se consiguieron en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU en el sentido de llamar la
atención del mundo y ayudarnos a hacer pú-
blicas las muchas violaciones de los derechos
humanos de los pueblos indígenas en todo el
mundo. Consideramos que el establecimiento
del nuevo Consejo es una oportunidad esen-
cial para continuar avanzando en este proceso
y para hacerlo más efectivo. Al mismo tiempo,
estamos muy preocupados porque quedan
muchos asuntos sin resolver en relación con su
agenda, estructura y proceso. Una especial pre-
ocupación para nosotros son los mecanismos
para la inclusión de los pueblos indígenas y el
cómo se considerarán los temas críticos relati-
vos a nuestros derechos y supervivencia.
 el CDH comenzó su camino con la adopción,
ETNIAS & POLÍTICA
en su primera sesión, de la Declaración
de los Derechos de los Pueblos Indígenas
bajo la presidencia mexicana.
En todo el mundo los pueblos indígenas siguen
siendo víctimas de violaciones de derechos hu-
manos que amenazan nuestras vidas, supervi-
vencia, subsistencia, modos de vida y desarrollo
y la salud de nuestras tierras, territorios, nuestras
relaciones del mundo natural y nuestras futuras
generaciones. Seguimos dependiendo del sistema
de la ONU para que preste su atención y apoyo
a la lucha de nuestros pueblos y comunidades
para defender sus derechos humanos y conseguir
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
compensaciones por las violaciones, y para garan-
tizar que los derechos humanos sean una cuestión
fundamental para conseguir la paz y el desarrollo
para todos los pueblos.
Por esta razón presentamos las siguientes reco-
mendaciones al Foro Permanente para las Cues-
tiones Indígenas en su quinta sesión para que las
comunique en nuestro nombre y directamente
al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en
su primera sesión, que comienza el 19 de junio de
2006.
Pedimos al Foro Permanente que recomiende
que:
1) Los derechos humanos de los pueblos indíge-
nas sigan siendo un tema separado y perma-
Liliana Múnera
224
Internacional Documentos
 nente en la agenda que establezca el nuevo
Consejo de Derechos Humanos.
2) Que las organizaciones de los pueblos indí-
genas puedan participar en el tratamiento
de este y otros temas de la agenda con inter-
venciones escritas y orales en las sesiones del
Consejo.
3) La situación de los pueblos indígenas en cada
país debe ser un punto separado en el proceso
establecido por el Consejo para evaluar el
historial de derechos humanos de cada país
miembro, incluyendo la aplicación y el cum-
plimiento de los convenios y normas interna-
cionales de derechos humanos.
4) Debe mantenerse y reforzarse el mandato del
Relator Especial sobre los derechos humanos
y libertades fundamentales de los pueblos
indígenas.
5) Debe mantenerse el papel fundamental de los
expertos independientes en todos los niveles
del sistema de la ONU para desarrollar y vigi-
lar estándares de derechos humanos.
6) Debe apoyarse a los pueblos indígenas para
que puedan tener pleno acceso a la presen-
tación de información y comunicaciones a
todos los Relatores y Comités de la ONU, y
deben también apoyarse las investigaciones
en marcha sobre cuestiones que impactan a
los pueblos indígenas, incluidas las de derecho
a la alimentación, intolerancia religiosa, trans-
porte ilegal de sustancias tóxicas, cuestiones
indígenas y otras.
7) El Consejo de Derechos Humanos debiera
incluir entre sus temas permanentes de la
agenda el impacto en los derechos humanos
de la militarización, los conflictos armados, la
emigración forzosa y el desplazamiento for-
zoso para todos los pueblos.
8) Debe asegurarse la participación plena y efec-
tiva de los pueblos indígenas cuando se dis-
Editorial Actualidad Planes de vida
cutan cuestiones que afectan a sus derechos
Diciembre de 2008
en el Consejo y en cualquier órgano o proceso
subsidiario que éste decida establecer y, final-
mente,
9) Debe fortalecerse el papel del Foro Perma-
nente para las Cuestiones Indígenas en este
proceso, incluyendo un tema de la agenda
bajo el que el Foro Permanente pueda infor-
mar al Consejo sobre los temas y preocupa-
ciones sobre los que se ha llamado su atención
en relación con los derechos humanos de los
pueblos indígenas, en particular situaciones
críticas y urgentes, y para proporcionar aseso-
ría al Consejo según su mandato.
Agradecemos su atención en este importante
tema. Pedimos respetuosamente que se incluyan
estas recomendaciones en el informe final para el
Ecosoc de esta sesión y que sean igualmente co-
municadas directamente al Consejo de Derechos
Humanos en su primera sesión.
Gracias, en nombre de todos nuestros parientes.
Como puede verse, un punto esencial de la pre-
ocupación de las organizaciones indígenas en estas
primeras recomendaciones era el mantenimiento
de un punto separado en la agenda, algo que había
costado mucho tiempo conseguir en el marco de la
Comisión. Se subraya igualmente la necesidad de
mantener el mandato del Relator Especial, de apo-
yar y aumentar la posibilidad de participación, de
tener en cuenta la situación de los derechos indíge-
nas en el mecanismo de examen por países (Examen
el Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los indígenas
era confirmado en su cargo a la espera
de la necesaria revisión.
225
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 Periódico Universal), y de establecer un nexo entre
ETNIAS & POLÍTICA
el Consejo y el FPCI.
En su informe final de la quinta sesión,2 el FPCI
adoptó las siguientes recomendaciones referidas a
esta cuestión:
Derechos humanos
67. En previsión de la celebración del primer
periodo de sesiones del Consejo de Derechos Hu-
manos, el Foro Permanente recomienda que las
cuestiones indígenas sean un tema permanente
del programa del Consejo de Derechos Humanos
y que se preste la debida atención a los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los
pueblos indígenas. La función del Relator Espe-
cial sobre la situación de los derechos humanos
y las libertades fundamentales de los indígenas
debería mantenerse y fortalecerse en el seno del
Consejo de Derechos Humanos.
68. El Foro Permanente está convencido de que
una declaración de los derechos de los pueblos
indígenas será un instrumento muy valioso para
el avance de los derechos y las aspiraciones de los
pueblos indígenas del mundo. En consecuencia,
el Foro Permanente recomienda que la Asamblea
General de las Naciones Unidas apruebe este
año, durante su sexagésimo primer periodo de
sesiones de 2006, y sin enmiendas, el proyecto
de declaración sobre los derechos de los pueblos
indígenas que figura en las propuestas del Pre-
sidente del Grupo de Trabajo de la Comisión de
Derechos Humanos encargado de elaborar un
proyecto de declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas (véa-
se E/CN.4/2006/79, anexo I). Eso constituiría un
importante logro para el Segundo Decenio Inter-
nacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo.
[2] FPCI, E/2006/43 y E/C.19/2006/11.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
70. El Foro Permanente acoge con agrado el
informe del Relator Especial de la Comisión de
Derechos Humanos sobre la situación de los de-
rechos humanos y las libertades fundamentales
de los indígenas acerca de sus visitas a Sudáfrica,
Nueva Zelandia y el Ecuador, y apoya las reco-
mendaciones contenidas en el informe (véase E/
CN.4/2006/78 y adiciones). El Foro Permanente
reitera su apoyo a la labor que está realizando el
Relator Especial.
71. El Foro Permanente alienta al Consejo de De-
rechos Humanos a que, mediante su mecanismo
de vigilancia, preste especial atención a la apli-
cación de las recomendaciones de los Relatores
Especiales relativos a los pueblos indígenas.
72. Se debe velar por la participación activa de los
pueblos indígenas y las organizaciones indígenas
cuando el Consejo de Derechos Humanos y los
órganos o procedimientos subsidiarios que decida
establecer debatan cuestiones que afecten a los
derechos de esos pueblos.
73. El Foro Permanente acogería con beneplácito
una invitación del Consejo de Derechos Huma-
nos a la Presidencia del Foro Permanente para
participar en las actividades previstas del Consejo
que guarden relación con temas de los pueblos
indígenas.
79. Recordando que el Consejo de Derechos Hu-
manos asumirá, revisará y, cuando sea necesario,
mejorará y racionalizará todos los mandatos, me-
canismos, funciones y responsabilidades de la Co-
misión de Derechos Humanos a fin de mantener
un sistema de procedimientos especiales y de ase-
soramiento de expertos y presentación de quejas;
y recordando también que el Consejo completará
dicha revisión dentro del plazo de un año tras la
celebración de su primer periodo de sesiones, el
Foro Permanente insta encarecidamente al Con-
sejo a que garantice la plena participación de los
226
Internacional Documentos
 representantes de los pueblos indígenas en dicho
proceso de revisión. El Foro Permanente insta
también al Consejo a que mantenga y mejore
mecanismos, mandatos, procedimientos especia-
les, mecanismos de asesoramiento de expertos y
procedimientos de presentación de quejas perti-
nentes y relativos a la promoción y protección de
los derechos humanos y las libertades fundamen-
tales de los pueblos indígenas.
80. El Foro Permanente recomienda al Consejo
de Derechos Humanos que, en el curso de un
examen periódico universal, se examine también
la situación de los pueblos indígenas en los países
estudiados.
Futura labor del Foro
163. El Foro Permanente designa relatores espe-
ciales para que preparen informes y formulen
recomendaciones sobre el modo en que el Foro
puede cumplir su mandato en la esfera de los
derechos humanos sin duplicar la labor de otros
órganos y mecanismos de derechos humanos, y
sobre el modo en que el Foro Permanente puede
coordinar y concluir su labor en materia de de-
rechos humanos, e informarle al respecto en el
siguiente periodo de sesiones.
Como se ha señalado, el CDH comenzó su camino
con la adopción, en su primera sesión, de la Decla-
ración de los Derechos de los Pueblos Indígenas bajo
la presidencia mexicana. Si bien el esfuerzo de las or-
ganizaciones indígenas participantes en la primera
sesión del Consejo se centró en mantener reuniones
con los países miembros y grupos regionales para
conseguir dicha adopción, se presentaron algunas
declaraciones relativas a los mecanismos y manda-
tos del Consejo:
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Primera Sesión, 19 al 30 de junio de 2006
Tema del orden del día: revisión de los mecanismos y
de los mandatos del Consejo de Derechos Humanos
Editorial Actualidad Planes de vida
El año 2007 marca un hito de
Diciembre de 2008
fundamental importancia en la historia
del reconocimiento de los derechos
de los pueblos indígenas en el sistema
de las Naciones Unidas.
Intervención oral de la International Organisation
of Indigenous Resource Development (IOIRD),
el Consejo Internacional de Tratados Indios, la
Indigenous World Association, la Foundation for
Aboriginal and Islander Research Action (Faira),
el Consejo Sami, la Comisión Jurídica para el Au-
todesarrollo de los Pueblos Originarios Andinos
(CAPAJ), y la Asociación Napguana, ONG que tie-
nen un estatus consultivo en el Ecosoc.
Presentado por Wilton Littlechild, IOIRD, miérco-
les 28 de junio de 2006
Saludos cordiales a todas las delegaciones.
Centenares de delegaciones indígenas de todas las
regiones del mundo participaron en la 5ª Sesión
del Foro Permanente de las Naciones Unidas para
las Cuestiones Indígenas que tuvo lugar del 15 al
26 de mayo de 2006 en Nueva York. Durante esta
sesión, el Cónclave Indígena Mundial se reunió
regularmente y adoptó, por consenso, dos reso-
luciones importantes con relación al trabajo, los
mandatos y los mecanismos del nuevo Consejo
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
en materia de Derechos Humanos de los Pueblos
Indígenas. Estas resoluciones se transmitieron al
Foro Permanente y al Consejo durante su primera
sesión.
Hemos presentado los textos completos de las dos
resoluciones al presidente del Consejo. Por cues-
tiones de tiempo, en ese momento presentamos
al Consejo los siguientes fragmentos, que inclu-
yen las recomendaciones principales de ambas
resoluciones:
227
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 Con la adopción de la Declaración en
ETNIAS & POLÍTICA
Ginebra se había terminado la tarea
del Grupo de Trabajo especial para la
elaboración de la misma, y no había ninguna
indicación clara sobre el futuro del GTPI.
“Como representantes de los pueblos indígenas
de todas las regiones del mundo, seguimos de cer-
ca y con toda nuestra atención el proceso actual
de reestructuración del sistema de las Naciones
Unidas en materia de derechos humanos y, sobre
todo, la creación del nuevo Consejo de Derechos
Humanos por la Asamblea General de las Nacio-
nes Unidas.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
Reconocemos los progresos considerables rea-
lizados por la Comisión de Derechos Humanos
para que el mundo preste atención a nuestra
situación y para ayudarnos a sacar a la luz el gran
número de violaciones de los derechos humanos
perpetrados contra los pueblos indígenas de todo
el mundo. Consideramos que el establecimiento
del nuevo Consejo constituye una ocasión vital
para hacer que avance este proceso y para hacerlo
más eficaz.
Presentamos las siguientes recomendaciones
para que sean comunicadas, en nuestro nombre,
directamente al Consejo de Derechos Humanos
durante su 1ª Sesión que empieza el 10 de junio
de 2006:
Liliana Múnera
228
Internacional Documentos
 1) Que los derechos humanos de los pueblos in-
dígenas continúen siendo un punto particular
y permanente del orden del día establecido
por el nuevo Consejo de Derechos Humanos.
2) Que las organizaciones indígenas tengan la
posibilidad de abordar esta cuestión, así como
otros puntos del orden del día, a través de
intervenciones escritas y orales durante las
sesiones del Consejo.
3) Que se acuerde una atención específica a la
situación de los Pueblos Indígenas de cada
país en el proceso establecido por el Consejo
para evaluar el estado de la situación de los
derechos humanos de cada país miembro,
incluyendo la implementación y el respeto de
las convenciones y de las normas internacio-
nales en materia de derechos humanos.
4) Que el mandato del Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales de los pueblos indí-
genas se mantenga y se refuerce.
5) Que el papel clave jugado por los expertos
independientes a todos los niveles del sistema
de las Naciones Unidas en la elaboración y la
vigilancia de las normas de los derechos hu-
manos se mantenga.
6) Que la capacidad de los pueblos indígenas
para poder presentar informaciones y comu-
nicaciones sin ningún tipo de restricción a
todos los relatores y a los Comités de las Na-
ciones Unidas sea fomentado.
7) Que el Consejo de Derechos Humanos man-
tenga como punto permanente del orden
del día las consecuencias, sobre los derechos
humanos, del militarismo, de los conflictos
armados, de las migraciones y de los desplaza-
mientos forzados para todos los pueblos.
8) Que la participación plena y efectiva de los
pueblos indígenas esté asegurada cuando el
Consejo, o cualquier otro órgano subsidiario,
Editorial Actualidad Planes de vida
debata sobre temas o decida sobre procesos
Diciembre de 2008
que afecten a sus derechos; y, finalmente,
9) Que el papel del Foro Permanente de las Na-
ciones Unidas para las Cuestiones Indígenas
sea reforzado en este proceso, y que se incluya
un tema del orden del día para que el Foro
permanente pueda informar al Consejo sobre
las cuestiones y las preocupaciones que se les
han presentado y que afectan a los derechos
humanos de los pueblos indígenas.
10) Que el Consejo de Derechos Humanos esta-
blezca, a lo largo del primer año, un Grupo
Permanente de Expertos sobre los Derechos
Humanos de los Pueblos Indígenas que esté
constituido por dos expertos gubernamen-
tales procedentes de los Estados miembros
del Consejo, de dos relatores especiales y de
dos expertos indígenas nombrados por los
Pueblos Indígenas según un proceso que será
determinado por el Consejo.
11) Los trabajos del Grupo de Expertos sobre
derechos humanos de los pueblos indígenas
sería coordinado por el Consejo de Derechos
Humanos en colaboración con la Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, de acuerdo con
las instrucciones del Consejo.
12) El Grupo de Expertos sobre derechos humanos
de los pueblos indígenas se reuniría de una a
tres veces por año, durante cinco días, en co-
ordinación con las sesiones del Consejo, y se
organizaría de tal forma que la participación y
la contribución efectivas de los Estados, de los
“Una especial preocupación para nosotros
son los mecanismos para la inclusión de los
pueblos indígenas y el cómo se considerarán
los temas críticos relativos a nuestros
derechos y supervivencia”.
229
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 Pueblos Indígenas, de los Relatores Especiales
ETNIAS & POLÍTICA
de las Naciones Unidas y del Foro Permanente
para las Cuestiones Indígenas estuvieran ase-
gurados. Su papel sería el de:
a) facilitar el intercambio de información y de
actualizaciones entre los participantes;
b) desarrollar un plan de trabajo para que el
Consejo pueda organizar su trabajo relativo
al tema de su orden del día específicamente
consagrado a los Pueblos indígenas;
c) facilitar la comunicación entre el Relator
Especial, sobre la situación de los derechos hu-
manos y de las libertades fundamentales de
los pueblos indígenas, y los otros relatores es-
peciales con relación a los temas de derechos
humanos que afectan a los Pueblos Indígenas;
d) proporcionar información al Consejo de
Derechos Humanos, al Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Hu-
manos (ACNUDH) y a sus relatores especiales
sobre la evolución de las situaciones;
e) recomendar y, si fuera necesario, asistir al
ACNUDH en la organización de seminarios de
expertos que traten y trabajen sobre temas y
campos relativos a los derechos humanos de
los pueblos indígenas;
f) asistir al ACNUDH en sus actividades de co-
operación técnica;
g) otras tareas que se tendrán que atribuir.
13) Que la participación de los pueblos indígenas
al Grupo Permanente de Expertos sobre los
derechos de los pueblos indígenas continúe
siendo la misma que la que tenían en el Grupo
de Trabajo sobre los Pueblos Indígenas y el Foro
Permanente para las Cuestiones Indígenas”.
Ofrecemos estas recomendaciones con una idea
de respeto y de colaboración, con el objetivo de
ayudarles en su importante trabajo. Les deseamos
un gran éxito al desarrollar métodos de trabajo
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
efectivos y mecanismos que reforzarán la defensa
de los derechos humanos para todos los pueblos
en los días, meses y años venideros.
Les doy las gracias en nombre de todos nosotros.
A esta declaración, que incorpora la cuestión de un
futuro mecanismo de expertos por primera vez,
se unió lo señalado por Victoria Tauli-Copuz, en su
calidad de presidenta del Foro Permanente, en esta
primera sesión:*
(....) 2) anticipando la primera sesión del Consejo de
Derechos Humanos, el Foro recomienda que
los asuntos indígenas sean un ítem perma-
nente de la agenda del Consejo y que se preste
la debida atención a los derechos humanos y a
las libertades fundamentales de los pueblos
indígenas. El papel del Relator Especial para
los derechos humanos y las libertades funda-
mentales de los pueblos indígenas debe man-
tenerse y fortalecerse dentro del Consejo.
3) El Foro Permanente exhorta al Consejo de
Derechos Humanos a prestar atención espe-
cial, a través de mecanismos de monitoreo del
Consejo, a la implementación de las recomen-
daciones de los Relatores Especiales de los
Pueblos Indígenas.
4) La participación activa de los pueblos y orga-
nizaciones indígenas deberá ser garantizada
cuando el Consejo de Derechos Humanos y
cualquiera de los organismos o procesos sub-
sidiarios que este establezca, discutan asuntos
que afecten los derechos de los pueblos indí-
genas.
5) El Foro daría la bienvenida a la invitación del
Consejo de Derechos Humanos al presidente
del foro para participar en las actividades del
Nota del editor: los párrafos 2) a 7) fueron traducidos
por el editor a partir de citas textuales, tomadas
originalmente en inglés por la autora del artículo.
230
Internacional Documentos

Liliana Múnera
Consejo relativas a asuntos de los pueblos
indígenas. Y nos honraría la invitación del
Consejo a su primera sesión, que entendemos
como el inicio de una estrecha cooperación
entre las dos oficinas.
6) Reiterando que, el Consejo de Derechos Hu-
manos de Naciones Unidas asumirá, revisará
y si es necesario, mejorará y racionalizará los
mandatos, mecanismos, funciones y respon-
sabilidades de la Comisión sobre Derechos
Humanos con la intención de mantener un
sistema de procedimientos especiales, con-
sejo experto y procedimientos de queja; y
recordando que el Consejo completará la re-
visión en el transcurso del primer año después
de llevada a cabo su primera sesión, el Foro
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
permanente urge al Consejo de Derechos
Humanos a garantizar la plena participación
de representantes de los pueblos indígenas en
ese proceso de revisión. El Foro además urge
al Consejo de Derechos Humanos a mantener
y mejorar mecanismos, mandatos, procedi-
mientos especiales, mecanismos de asesoría
experta y procesos de reclamación, relevantes
y relativos a la promoción y protección de los
derechos humanos y las libertades funda-
mentales de los pueblos indígenas.
7) El foro permanente recomienda al Consejo
de Derechos Humanos, que en el curso de un
examen periódico universal de un país se exa-
mine la situación de derechos de los pueblos
indígenas.
231
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
ETNIAS & POLÍTICA
En relación con los anteriores mecanismos de la Co-
misión, el CDH decidió que seguirían funcionando
según lo previsto, para evitar que se produzca un va-
cío en la protección de los derechos humanos, hasta
que se tomen las decisiones al respecto después de
su revisión en su intento de racionalización de los
mecanismos.3 Se mantuvo pues la convocatoria
[3] Naciones Unidas, A/Res/ 60/251 de creación
del CDH, pár. 6 se señala: “(...) el Consejo asumirá,
examinará y, cuando sea necesario, perfeccionará
y racionalizará todos los mandatos, mecanismos,
funciones y responsabilidades de la Comisión de
Derechos Humanos a fin de mantener un sistema de
procedimientos especiales, asesoramiento especializado
y un procedimiento de denuncia; el Consejo terminará
ese examen en el plazo de un año desde la celebración de
su primer periodo de sesiones”.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
Diana Granados
de la reunión del Grupo de Trabajo de Poblaciones
Indígenas, que sesionó del 31 de julio al 4 de agosto
de 2006, a la vez que el Relator Especial sobre la Si-
tuación de los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales de los Indígenas era confirmado en
su cargo a la espera de la necesaria revisión.
La última reunión del Grupo de Trabajo
sobre Poblaciones Indígenas
La reunión del GTPI fue la primera ocasión que las
organizaciones indígenas tuvieron para valorar con-
juntamente el nuevo marco de derechos humanos
de la ONU. Con la adopción de la Declaración en
Ginebra se había terminado la tarea del Grupo de
Trabajo especial para la elaboración de la misma, y
232
Internacional Documentos

no había ninguna indicación clara sobre el futuro
del GTPI. En aquellos momentos, la misma incer-
tidumbre afectaba a los demás organismos de la
antigua Comisión, incluida la Subcomisión para la
Protección y Promoción de los Derechos Humanos,
de la que el GTPI dependía, y se iban poniendo en
marcha los grupos de trabajo del Consejo encarga-
dos de debatir los distintos aspectos del proceso de
construcción institucional, desde el Examen Perió-
dico Universal hasta el proceso general de reforma
(futuro de la subcomisión o posible órgano de ex-
pertos, procedimiento de reclamaciones, reforma
de los procedimientos especiales), o el desarrollo
de los instrumentos básicos (agenda y métodos de
trabajo).
En la reunión de 2006 del GTPI, presidida por Yozo
Yokota, el debate sobre el futuro del Grupo fue indu-
dablemente el tema alrededor del que giraron todas
las discusiones. Desde luego lo fue en las reuniones
del caucus celebradas antes de la reunión del GTPI y
durante la semana de sesiones. De hecho, se intro-
dujo un nuevo punto 8 en la agenda del GTPI, bajo
el que se celebró un debate en torno a los dos docu-
mentos que el Consejo de Derechos Humanos había
solicitado a la Subcomisión, en los que debían refle-
jarse, en primer lugar, su visión y recomendaciones
sobre el futuro asesoramiento especializado al Con-
sejo y, en segundo lugar, una lista que explicase la si-
tuación de todos los estudios en curso y un examen
general de sus actividades. Bajo ese punto 8, Futuro
del GTPI, el caucus indígena presentó la siguiente
declaración sobre sus propuestas y peticiones en el
marco de la construcción del Consejo:
GRUPO DE TRABAJO SOBRE
POBLACIONES INDÍGENAS
24ª Sesión, del 31 de julio al 4 de agosto
Declaración del caucus de los pueblos indígenas sobre
el punto 8 del programa: futuro del GTPI
Editorial Actualidad Planes de vida
Comunicación del caucus de los pueblos indí-
Diciembre de 2008
genas al presidente del Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas sobre futuros
mecanismos de protección y promoción de los
derechos humanos de los pueblos indígenas
El caucus de los pueblos indígenas, con ocasión
del 24º periodo de sesiones del Grupo de Trabajo
sobre Poblaciones Indígenas de las Naciones
Unidas (UNWGIP) desea comunicar al Consejo
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
sus propuestas iniciales con vistas a crear meca-
nismos que en el futuro sirvan para proteger y
promover los derechos humanos de los pueblos
indígenas. Así mismo, el caucus de los pueblos
indígenas quiere manifestar su voluntad de pro-
porcionar información más detallada sobre sus
propuestas una vez que el Consejo de Derechos
Humanos haya tomado en consideración las dis-
tintas opciones en lo que respecta a la reestructu-
ración general de su trabajo.
1) El caucus de los pueblos indígenas felicita
al Consejo de los Derechos Humanos por el
éxito de su primera sesión y por la resolución
2006/2 que adopta la Declaración de los De-
rechos de los Pueblos Indígenas de las Nacio-
nes Unidas, que ha sido enviada a la Asamblea
General para su adopción final.
2) El siguiente paso necesario para asegurar es-
tos progresos es que el Consejo de Derechos
Humanos garantice que los derechos huma-
nos de los pueblos indígenas seguirán consti-
tuyendo un área temática diferenciada. Debe
además disipar las dudas que los pueblos
indígenas puedan tener con respecto a que el
proceso de reforma y la futura reorganización
de las estructuras de derechos humanos de
Naciones Unidas puedan llevar a una reducción
o desaparición de organismos cuya labor ha
sido, hasta la fecha, esencial a la hora de pro-
mover los derechos de los pueblos indígenas.
233
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 3) La resolución 60/251 de la Asamblea General
ETNIAS & POLÍTICA
establece, entre otras cosas, que el Consejo de
Derechos Humanos:
a) Promoverá la educación y el aprendizaje
sobre los derechos humanos, así como la pres-
tación de asesoramiento y asistencia técnica
y el fomento de la capacidad, en consulta con
los Estados Miembros concernidos y con su
consentimiento;
b) Servirá de foro para el diálogo sobre cues-
tiones relativas a todos los derechos humanos;
c) Formulará recomendaciones a la Asamblea
General para seguir desarrollando el derecho
internacional en la esfera de los derechos hu-
manos;
d) Promoverá el pleno cumplimiento de las
obligaciones en materia de derechos huma-
nos contraídas por los Estados, y el seguimien-
to de los objetivos y compromisos relativos
a la promoción y protección de los derechos
humanos emanados de las conferencias y
cumbres de las Naciones Unidas;
e) Realizará un Examen Periódico Universal,
basado en información objetiva y fidedigna,
sobre el cumplimiento por cada Estado de sus
obligaciones y compromisos en materia de de-
rechos humanos de una forma que garantice la
universalidad del examen y la igualdad de trato
respecto a todos los Estados; el examen será un
mecanismo cooperativo, basado en el diálogo
interactivo, con la participación plena del país
de que se trate y teniendo en consideración sus
necesidades de fomento de la capacidad; dicho
mecanismo complementará y no duplicará la
labor de los órganos creados en virtud de tra-
tados; el Consejo determinará las modalidades
del mecanismo del Examen Periódico Univer-
sal y el tiempo que se le asignará antes de que
haya transcurrido un año desde la celebración
de su primer periodo de sesiones;
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
f) Contribuirá, mediante el diálogo y la coope-
ración, a prevenir las violaciones de los dere-
chos humanos y responderá con prontitud a
las situaciones de emergencia en materia de
derechos humanos;
g) Asumirá la función y las atribuciones de la
Comisión de Derechos Humanos en relación
con la labor de la Oficina del Alto Comisiona-
do de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, con arreglo a lo decidido por la
Asamblea General en su resolución 48/141,
de 20 de diciembre de 1993;
h) Cooperará estrechamente en la esfera de
los derechos humanos con los gobiernos, las
organizaciones regionales, las instituciones
nacionales de derechos humanos y la sociedad
civil;
i) Formulará recomendaciones respecto a la
promoción y protección de los derechos hu-
manos;
j) Presentará un informe anual a la Asamblea
General;
El caucus de los pueblos indígenas considera
que las áreas de trabajo anteriormente citadas
resultan de vital importancia y pueden aplicarse
directamente a la hora de afrontar situaciones
concretas relativas a los derechos humanos de los
pueblos indígenas.
4. El nuevo Consejo de Derechos Humanos cum-
plirá mejor con el cometido de proporcionar
una protección efectiva y de promocionar los
derechos de los pueblos indígenas si reflexiona
sobre cómo puede aplicar sus diferentes áreas
de trabajo al caso concreto de los pueblos
indígenas. El caucus de los pueblos indígenas
recomienda que el Consejo de Derechos Hu-
manos cree un órgano subsidiario del Consejo
sobre Pueblos Indígenas que cubra todos los
aspectos de su mandato. Para ello, el Consejo
234
Internacional Documentos
 de Derechos Humanos deberá contar con el
consejo y la colaboración de expertos en de-
rechos humanos, entre los que se incluirá el
creciente número de expertos pertenecientes
a los pueblos indígenas.
5. El caucus de los pueblos indígenas aprecia los
programas diseñados por las Naciones Unidas
para los pueblos indígenas y sus objetivos
diferenciados, recordando que éstos constitu-
yen cometidos complementarios y que no se
superponen unos a otros. Cualquier progra-
ma que se realice en el futuro deberá apoyar y
no limitar la labor del Grupo de Trabajo sobre
Poblaciones Indígenas, el Relator Especial so-
bre la situación de los derechos humanos y las
libertades fundamentales de los indígenas y el
Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas.
La Asamblea General ha incluido la cuestión
indígena como un tema de su programa de
trabajo (A/59/500 y Res 59/174).
6. La adopción de la Declaración de los Derechos
de los Pueblos Indígenas por la ONU significa
que el Consejo de Derechos Humanos podrá
realizar un trabajo eficaz a la hora de promo-
ver su aplicación, por ejemplo, estableciendo
directrices para la aplicación de artículos o
derechos específicos de la Declaración. La
Declaración de las Naciones Unidas garantiza
el mantenimiento y la mejora de los meca-
nismos apropiados dentro del sistema de los
derechos humanos de las Naciones Unidas,
centrándose necesariamente en los derechos
de los pueblos indígenas. Además, el 2° Dece-
nio Internacional de las Poblaciones Indígenas
del Mundo (2005-2014) pide encarecidamen-
te a todos los órganos de las Naciones Unidas
y a los gobiernos que trabajen en estrecha
colaboración con los pueblos indígenas en
igualdad de condiciones, a fin de impulsar los
objetivos del Decenio, incluida la esfera de los
derechos humanos.
Editorial Actualidad Planes de vida
7. El caucus de los pueblos indígenas ha identifica-
Diciembre de 2008
do una serie de áreas en las que es necesaria la
elaboración de normas y el examen de la evo-
lución de los progresos realizados en el campo
de los derechos de los pueblos indígenas:
n Directrices para la puesta en práctica del
principio de consentimiento libre, previo e
informado de los pueblos indígenas en lo que
concierne a políticas, programas y proyectos
que afectan a sus derechos, tierras y bienestar,
tomando como referencia experiencias con-
cretas en todo el mundo;
n Derechos humanos de las mujeres, jóvenes y
niños indígenas;
n Salud, vivienda, educación y otros derechos
económicos, sociales y culturales de los pue-
blos indígenas, incluida la supervisión del
cumplimiento de los derechos indígenas en
las diferentes regiones del mundo.
n Examen de las normas internacionales que
puedan aplicarse en programas de desarrollo
y proyectos que afecten a los pueblos indíge-
nas y su adecuación con respecto a la protec-
ción y promoción de sus derechos humanos;
n Impacto de la producción, la exportación y el
uso no regulado de productos tóxicos y pesti-
cidas prohibidos en los derechos humanos de
los pueblos indígenas;
n Impacto actual de las leyes y políticas co-
loniales sobre los derechos humanos de los
pueblos indígenas y posibles soluciones;
n La marginación de los pueblos indígenas a la
hora de negociar y aplicar los acuerdos de paz
y las negociaciones entre gobiernos y grupos
En la reunión de 2006 del GTPI, presidida por
Yozo Yokota, el debate sobre el futuro del
Grupo fue indudablemente el tema alrededor
del que giraron todas las discusiones.
235
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
ETNIAS & POLÍTICA
armados, así como su impacto sobre los dere-
chos humanos de los pueblos indígenas.
n Administración de justicia y pueblos indíge-
nas.
8. El caucus de los Pueblos Indígenas apoya con
firmeza que se fortalezca la investigación
realizada en colaboración entre expertos de
las Naciones Unidas y expertos y organizacio-
nes de los pueblos indígenas sobre los temas
mencionados y otros por identificar.
9. El acceso a todos los futuros mecanismos
debe estar abierto a todas las organizaciones
de pueblos indígenas y acoger su completa
y efectiva participación a través de interven-
ciones tanto orales como escritas. El Fondo de
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
Liliana Múnera
Contribuciones Voluntarias para los Pueblos
Indígenas de las Naciones Unidas debe con-
tinuar apoyando la asistencia de los pueblos
indígenas y su plena participación en estas
reuniones, y debe permitir la modificación de
su mandato para permitir que esto suceda. 
10. El Consejo de Derechos Humanos debe dar
los pasos necesarios para fomentar el conoci-
miento, acceso y uso por parte de los pueblos
indígenas de todos los organismos de las
Naciones Unidas relacionados con los dere-
chos humanos, incluidos la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos y los órganos de los trata-
dos de las Naciones Unidas
236
Internacional Documentos
 11. El caucus de los pueblos indígenas reitera su de-
seo e intención de realizar más intervenciones
en un futuro, cuando el Consejo de los Dere-
chos Humanos haya considerado las diversas
opciones para una reestructuración general.
Gracias por su atención.
A su vez, la experta del Grupo de Trabajo, Françoise
Hampson, preparó un documento de trabajo para
guiar la discusión en el GTPI. Los resultados de dicho
documento, que se presentaron a la Subcomisión
en su última sesión, se recogen en el informe del
GTPI A/HRC/Sub.1/58/22. Las recomendaciones
fueron recogidas y presentadas por la Subcomisión
en su último informe al Consejo tras su sesión de
agosto de 2006.
Debates en el Consejo
de Derechos Humanos
En la segunda sesión del CDH, celebrada en septiem-
bre de 2006, y durante el diálogo interactivo tras la
presentación del informe de la Subcomisión, repre-
sentes indígenas presentes en la reunión hicieron la
siguiente declaración:*
Consejo de Derechos Humanos:
Segunda sesión
Informe de la Subcomisión
Diálogo Interactivo
Entrevista oral.
Sentencia Conjunta del Consejo del Tratado Indí-
gena (IITC), el Grupo Internacional para Asuntos
Indígenas (IWGIA), el Consejo Indígena de Amé-
rica del Sur (CISA) y la Red de Pueblos Indígenas y
Tribales de Asia (ITPN).
Gracias, Señor Presidente.
Nota del editor: en inglés en el original. Traducción del
editor.
Editorial Actualidad Planes de vida
Señor Presidente, damos la bienvenida al in-
Diciembre de 2008
forme de la subcomisión, particularmente a su
recomendación de establecer un mecanismo
permanente de asesoría experta ligado al Grupo
de Trabajo sobre Pueblos Indígenas por parte del
Consejo de Derechos Humanos. El caucus indí-
gena apoya enfáticamente esta recomendación.
Los mandatos de examen a los grupos de trabajo
del Consejo deben prestar atención especial a la
contribución extraordinaria que hace el Grupo de
Trabajo sobre Pueblos Indígenas, a la promoción y
reconocimiento de los derechos humanos y liber-
tades fundamentales de los Pueblos Indígenas.
El Consejo y sus mandatos de examen a los grupos
de trabajo, deben tener en cuenta que el mandato
del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas, in-
cluyendo el establecimiento standard y la revisión
de los actuales y futuros desarrollos de los dere-
chos humanos de los pueblos indígenas no están
en los mandatos de otros mecanismos, como el
Relator Especial de Derechos Humanos y Liber-
tades Fundamentales de los Pueblos Indígenas,
ni en el Foro Permanente de Asuntos Indígenas. El
Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas actual,
y cualquier grupo de expertos en el futuro, puede
promover la coherencia a través del sistema de
derechos humanos como un todo, estableciendo
una cooperación cercana y una coordinación
entre todas las partes del sistema de derechos
humanos y otras partes del sistema internacional
que resulten apropiadas, incluyendo el Foro Per-
manente para Asuntos Indígenas y la Comisión de
Derecho Internacional.
Sugerimos además, que así como el Consejo ha
tenido en consideración mecanismos futuros
sobre Pueblos Indígenas y un grupo inicial de ex-
pertos, considere incluir expertos indígenas tanto
como expertos nombrados por los Estados como
miembros.
Además de establecer un mecanismo experto
permanente sobre Pueblos Indígenas, el caucus
237
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]

ETNIAS & POLÍTICA
indígena aprecia y apoya enormemente el man-
dato del Relator Especial para Derechos Humanos
y Libertades fundamentales de los Pueblos In-
dígenas, así como la definición de un punto per-
manente en la agenda del Consejo sobre Pueblos
Indígenas.
Gracias Señor Presidente.
Las deliberaciones del Consejo en su tercera sesión
de noviembre-diciembre de 2006 fueron seguidas
por un pequeño grupo de representantes indígenas,
ya que los esfuerzos de las organizaciones indígenas
se concentraban, en aquellos momentos, en esta-
blecer reuniones y elaborar documentación que
pudiera ayudar a la adopción de la Declaración por
la Asamblea General que, como se ha comentado,
quedó suspendida por votación en la Tercera Comi-
sión, aunque se establecía la 60 sesión de la Asam-
blea como el periodo en que debía tomarse una
decisión al respecto. Este pequeño grupo participó
también, en la medida de lo posible, en los grupos
de trabajo establecidos para cumplir la resolución
60/251.
En la cuarta sesión del Consejo, en marzo de 2007,
el Relator Especial, Rodolfo Stavenhagen, presentó
sus informes,4 pero el tema de debate fundamental
en torno a las cuestiones indígenas (aparte de los
propios contenidos de los informes) siguió siendo
la situación de la Declaración en Nueva York. Los
representantes indígenas presentes en la reunión
[4] Naciones Unidas, CDH, Informe general, A/
HRC/4/32, en el que señala las prioridades de trabajo
futuro en relación con los derechos humanos de los
pueblos indígenas; comunicaciones con los gobiernos
(A/HRC/4/32/Add.1), misión a Ecuador (A/HRC/4/32/
Add.2), misión a Kenia (A/HRC/4/32/Add.3), estudio
relativo a las buenas prácticas desarrolladas para la
implementación de las recomendaciones contenidas en
los informes anuales del Relator Especial (A/HRC/4/32/
Add.4).
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
continuaron promoviendo las posiciones acordadas
en la sesión del FPCI de 2006 pero, en medio del
complejo proceso de construcción, con los distintos
grupos de trabajo en marcha, el presidente del Con-
sejo comentó que cualquier propuesta concreta en
relación con un posible mecanismo relativo a asun-
tos indígenas era “prematura”.5
Del 15 al 26 de mayo de 2007 se celebró en la sede
de Naciones Unidas en Nueva York la sexta sesión del
FPCI. En esos momentos el resultado del proceso de
la Declaración seguía siendo incierto, con continuos
rumores sobre posibles fechas para la consideración
en la Asamblea General que nunca se veían confir-
mados. Si embargo, se percibía a la vez que se había
descuidado el seguimiento y la participación activos
en el proceso de Ginebra, y la información sobre los
progresos en los distintos grupos de trabajo no era
muy alentadora. Por ejemplo, en la propuesta de
agenda para el CDH había desaparecido el punto
“asuntos indígenas”. Por otro lado, no había men-
ción de los pueblos indígenas en las discusiones en
relación con el Examen Periódico Universal, y que-
daba pendiente la revisión del mandato del Relator
Especial, sin que hubiera ninguna información clara
en relación con el futuro del GTPI.
La sexta sesión del Foro Permanente
Esta preocupación tuvo su eco en las deliberaciones
de los miembros del FPCI. Como se recordará, el
FPCI había decidido la preparación de un informe
sobre la aplicación de su mandato en el área de de-
rechos humanos evitando la duplicación con otros
mecanismos. El informe resultante plantea la com-
plementariedad del trabajo del FPCI con el sistema
[5] Reunión del presidente del CDH con el caucus
indígena durante la sesión.
238
Internacional Documentos

Liliana Múnera
de las Naciones Unidas para los derechos humanos,
y trata de la posible relación con el CDH.6
En el subsiguiente debate en la sexta sesión se insis-
tió en la necesidad de que el Consejo de Derechos
Humanos colaborase estrechamente con el Foro, y
considerase de forma específica la cuestión de los
derechos de los pueblos indígenas en su trabajo.
Existía preocupación entre las organizaciones indí-
genas y de apoyo porque el proceso de construcción
institucional del CDH no estaban siendo seguido
con la suficiente atención ni se estaba participando
activamente en el mismo, y se temía que se pudie-
ran perder los espacios específicos existentes en la
Comisión.
[6] E/CN.19/2007/6
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
En sus recomendaciones sobre el tema de derechos
humanos y en relación con el Consejo, se dice:
36. El Foro Permanente recomienda que el Grupo
de Trabajo de las Naciones Unidas sobre los Pue-
blos Indígenas, en su 25° periodo de sesiones, que
se celebrará en 2007, y en virtud de su mandato
de fijar normas, termine de formular el principio
de consentimiento libre, previo e informado de
los pueblos indígenas.
86. El Foro Permanente celebra el aumento de
la cooperación con el Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos y las liber-
tades fundamentales de los pueblos indígenas y
recomienda encarecidamente que el Consejo de
Derechos Humanos mantenga el mandato del
Relator Especial.
239
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
ETNIAS & POLÍTICA
Liliana Múnera
87. El Foro Permanente recomienda al Consejo de
Derechos Humanos que considere las siguientes
cuestiones:
a) Inclusión en el programa de un tema sobre los
derechos humanos de los pueblos indígenas en la
labor en curso del Consejo;
b) Inclusión de los derechos humanos de los pue-
blos indígenas en su examen periódico universal;
c) Inclusión de los conocimientos especializados
indígenas en el nuevo órgano general consultivo
de expertos que el Consejo de Derechos Humanos
está creando;
d) Intervenciones presentadas por un experto
miembro del Foro Permanente al Consejo de
Derechos Humanos y los grupos de trabajo acerca
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
de las reformas en curso de los mecanismos de
derechos humanos;
e) Mantener y reforzar sus conocimientos espe-
cializados sobre las cuestiones relacionadas con
los derechos humanos de los pueblos indígenas.
88. El Foro Permanente recomienda al Consejo de
Derechos Humanos que autorice como mínimo
un periodo de sesiones más del Grupo de Trabajo
sobre Pueblos Indígenas, de modo que pueda
revisar y, en caso necesario, completar la impor-
tante labor que tiene pendiente.
91. El Foro Permanente recomienda que el Con-
sejo de Derechos Humanos incluya la cuestión de
los tratados, convenios y otros acuerdos construc-
tivos cuando realice su examen periódico univer-
sal de los Estados Miembros.
240
Internacional Documentos
 92. El Foro Permanente recomienda que el Conse-
jo de Derechos Humanos actualice y complete el
estudio de las Naciones Unidas sobre los tratados,
convenios y otros acuerdos constructivos entre
los Estados y las poblaciones indígenas, incluido
el posible nombramiento de un relator que lleve
a cabo esa labor y presente informes periódicos al
Consejo de Derechos Humanos, incluido el Foro
Permanente y otros órganos competentes.
93. El Foro Permanente recomienda que el Conse-
jo de Derechos Humanos considere la posibilidad
de elaborar un marco de aplicación del artículo
37 del proyecto de Declaración sobre los derechos
de los pueblos indígenas, que habrá de aprobar el
Consejo de Derechos Humanos, para evaluar la
aplicación de los tratados, convenios y otros acuer-
dos constructivos entre los Estados y los pueblos
indígenas de todas las regiones del mundo.
150. El Foro Permanente reconoce que es impor-
tante que el Consejo de Derechos Humanos siga
abordando las cuestiones relacionadas con los
pueblos indígenas como cuestiones de derechos
humanos. El Foro Permanente decide designar a
la Sra. Ida Nicolaisen y al Sr. Wilton Littlechild para
que lleven a cabo un estudio sobre las estructuras,
procedimientos y mecanismos que existen actual-
mente y que puedan establecerse para abordar
con eficacia la situación de los derechos huma-
nos de los pueblos indígenas y para disponer lo
necesario para que los pueblos indígenas estén
representados e incluidos en dichas estructuras,
procedimientos y mecanismos y que presenten el
informe al respecto al Foro Permanente antes del
31 de diciembre de 2007.
Es decir, se señala la necesidad de que se renueve
el mandato del Relator, se solicita que los asuntos
indígenas sigan siendo un punto permanente de la
agenda del CDH, se encomienda al CDH que reto-
me asuntos pendientes (la cuestión de los tratados,
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
el libre consentimiento informado previo) y otros
nuevos (la aplicación de la Declaración), se solicita
una nueva reunión del GTPI (pese a que ya era prác-
ticamente imposible por cuestiones de calendario
y presupuesto), se subraya la necesidad de que el
CDH cuente con asesoría experta indígena dentro
del organismo asesor en creación, y se reitera la ne-
cesidad de que se tenga específicamente en cuenta
la cuestión de los derechos indígenas en el Examen
Periódico Universal.
Asuntos pendientes en el proceso
de construcción del CDH
La quinta sesión del CDH de junio de 2007 suponía
el final del plazo de un año que éste se había dado
para completar su construcción institucional. El pre-
sidente, embajador de Alba, presentó un texto que
recogía los resultados de las deliberaciones de los
distintos grupos de trabajo y que fue adoptado por
consenso. La adopción de este paquete (resolución
5/1),7 y del proyecto de código de conducta para
los titulares de mandatos de los procedimientos
especiales, establecía el marco general del CDH.
Respecto a otros asuntos pendientes se decidió su
aplazamiento a la vez que se renovaban los manda-
tos de varios mecanismos hasta que se pudiera con-
siderar su revisión, incluido el del Relator Especial,
Rodolfo Stavenhagen.
En relación con las cuestiones indígenas, las resolu-
ciones del Consejo dejaban el siguiente panorama.
1. Agenda: como se ha señalado, se solicitaba la
inclusión de un punto específico referido a dere-
chos de los pueblos indígenas continuando con
la práctica de la Comisión que tenía en su agenda
el punto “Cuestiones indígenas”. La resolución
[7] Naciones Unidas, CDH, A/HRC/5/51.
241
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 5/1 (sección V. B y C) no recoge dicha solicitud.
ETNIAS & POLÍTICA
De manera amplia, los asuntos indígenas podrían
tratarse bajo el tema 3 (promoción y protección
de todos los derechos humanos, civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales, incluido el
derecho al desarrollo), punto “derechos de los
pueblos y grupos e individuos específicos”.
2. Renovación del mandato del Relator Especial: se
decide que su mandato será revisado en la sesión
de septiembre de 2007. Se propone la extensión
del mandato del doctor Stavenhagen hasta la
elección de su sucesor.
3. Examen Periódico Universal: se solicitaba que
se incluyera específicamente la situación de los
derechos humanos de los pueblos indígenas en el
examen. No se incluye ninguna mención especí-
fica, aunque las partes interesadas pueden enviar
directamente información a la OACNUDH, que
preparará un resumen de dicha información.
4. Asesoría experta: no se contempla la posibilidad
de que haya plazas específicas para expertos indí-
genas dentro del Comité Asesor del CDH.
5. Participación: se mantienen las prácticas de parti-
cipación según la resolución 1996/31 del Ecosoc.
En relación con el futuro del GTPI, se decidió que el
Consejo “decidirá en su sexta sesión (primera sesión
de su segundo ciclo) sobre los mecanismos más
apropiados para continuar el trabajo de los Grupos
de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas; formas con-
temporáneas de esclavitud; minorías y el Foro Social”.
La sexta sesión del Consejo
de Derechos Humanos
La sexta sesión del Consejo se dividió en dos tra-
mos. La primera parte se celebró del 10 al 28 de
septiembre de 2007, y participaron en ella varios
representantes de organizaciones indígenas. Hay
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
que recordar que, a la vez que se desarrollaba esta
sesión, el día 13 de septiembre se produjo la vota-
ción y adopción de la Declaración de los Derechos de
los Pueblos Indígenas por la Asamblea General.
Dos puntos de especial interés para los pueblos indí-
genas debían decidirse esta sexta sesión: la renova-
ción del mandato del Relator Especial y la discusión
sobre el futuro del GTPI.
Los representantes indígenas trabajaron en estrecha
colaboración con varios de los Estados Miembros
del Consejo y otros Estados para analizar las posibi-
lidades de presentación de resoluciones sobre estos
dos asuntos.
Guatemala, con el apoyo de México, elaboró un pro-
yecto de resolución sobre la renovación del mandato
del Relator Especial, que fue negociado a lo largo de
la sesión con activa participación de representantes
indígenas. La resolución de renovación del mandato
(6/26) fue adoptada por consenso el 28 de septiem-
bre de 2008.
En las mismas dos semanas de sesión se adoptaron
resoluciones en relación con los Grupos de Trabajo
sobre minorías y formas contemporáneas de escla-
vitud, y sobre el Foro Social Mundial. Sin embargo,
quedó pendiente la discusión sobre el futuro del
GTPI. Guatemala y México argumentaron que era
importante garantizar primero la renovación del
mandato del Relator Especial. En el contexto de las
tensiones relativas al código de conducta de los titu-
lares de los mandatos, la elaboración y negociación
de la resolución adoptada no había sido fácil y había
dejado sin tiempo para otras discusiones.
Ante esta situación, representantes indígenas pre-
sentes en Ginebra decidieron que era importante
asegurar que en la última semana de la sexta sesión,
que iba a tener lugar del 10 al 14 de diciembre, se
tomase una decisión favorable en relación con la
existencia de un organismo especial dedicado a los
242
Internacional Documentos

Liliana Múnera
asuntos indígenas en el marco del CDH. Tras expre-
sar su preocupación a varios miembros del CDH,
Bolivia8 presentó la resolución A/HRC/6/35 que fue
adoptada sin votación y en la que:
El Consejo de Derechos Humanos:*
Teniendo en cuenta que el texto de creación de
instituciones del Consejo de Derechos Humanos
del 18 de junio de 2007 estableció que el “Con-
sejo decidirá en su sexta sesión (Primera Sesión
de su Segundo Ciclo) sobre los mecanismos más
[8] Con el apoyo de Brasil, Canadá, Cuba, Chile, Ecuador,
Panamá, Perú, España, Uruguay y Venezuela.
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
apropiados para continuar el trabajo del Grupo de
Trabajo sobre Pueblos Indígenas...
1. Decide solicitar a la Oficina del Alto Comisio-
nado para los Derechos Humanos acordar una
reunión formal en Ginebra, con participación
abierta de los Estados, pueblos indígenas y otros
involucrados previamente a la sesión resumida de
diciembre del Consejo, para discutir los mecanis-
mos más apropiados para continuar el trabajo del
Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas.
* Nota del editor: en inglés en el original. Traducción del
editor.
243
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 La adopción de la Declaración
ETNIAS & POLÍTICA
de los Derechos de los Pueblos Indígenas
por la ONU significa que el Consejo
de Derechos Humanos podrá realizar
un trabajo eficaz a la hora
de promover su aplicación
La reunión oficiosa
y la creación del nuevo mecanismo
A partir del mes de octubre de 2007, la Oficina co-
menzó la preparación de esta reunión oficiosa. Los
días 4 y 5 de diciembre, el caucus indígena celebró
una sesión preparatoria. En la misma se recibieron
las visitas de la embajadora de Bolivia, Angélica Na-
varro, y de Julian Burger y miembros del equipo de la
de la Oficina del Alto Comisionado que hablaron de
la preparación, posible desarrollo y documentación
para la reunión. El caucus solicitó que se añadiese a
dicha documentación la propuesta en la que esta-
ban trabajando, una vez finalizada, más el informe
de los miembros del FPCI, Ida Nicolaisen y Wilton
Littlechild, que la señora Nicolaisen presentó en
Ginebra. Se tuvieron en cuenta además otras apor-
taciones de organizaciones indígenas. La Secretaría
presentó la propuesta del caucus como documento
CRP.12 de la reunión oficiosa.
Tras los dos días de trabajo, el caucus acordó presen-
tar la siguiente propuesta en la reunión informal:
PROPUESTA DE RESOLUCIÓN
DEL CONCLAVE INDÍGENA
Organismo de expertos sobre los derechos de los Pueblos
Indígenas en el Consejo de Derechos Humanos
5/12/2007
Párrafos preambulares para el proyecto de reso-
lución.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
PP1 Teniendo en cuenta el párrafo 6 de la reso-
lución de la Asamblea General 60/251 de 15 de
marzo de 2006 que pide al Consejo de Derechos
Humanos “asumir, revisar, y donde fuera necesario,
mejorar y corregir todos los mandatos, mecanis-
mos, funciones y responsabilidades, de la Comisión
de Derechos Humanos con el propósito de susten-
tar un sistema de procedimiento especiales, conse-
jos de expertos y procedimientos de denuncia”.
PP2 Recordando que el texto sobre construcción
institucional del Consejo de Derechos Humanos
de 18 de junio de 2007 declara que “el Consejo
decidirá en su sexta sesión (primera sesión de su
segundo ciclo) sobre los mecanismos más apro-
piados para continuar el trabajo del Grupo de
Trabajo sobre Poblaciones Indígenas”.
PP3 Recordando, que en su sexagésimo primera
sesión, la Asamblea General adoptó la Declara-
ción de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas, estableciendo “normas mí-
nimas para la supervivencia, dignidad y bienestar
de los pueblos indígenas del mundo”.
PP4 Destacando que los derechos humanos de
los pueblos indígenas son importantes para casi
todos los mandatos del Consejo de Derechos
Humanos, y que requieren una especial atención,
pericia y conocimientos especializados debido a la
urgencia y complejidad de la situación a la que se
enfrentan los pueblos indígenas del mundo.
PP5 Reconociendo el importante trabajo llevado
a cabo por el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones
Indígenas.
Mandato:
El Consejo de Derechos Humanos:
1. Decide establecer un Organismo de Expertos
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
para:
a) Proporcionar al Consejo asesoría experta
sobre los derechos humanos de los pueblos y
244
Internacional Documentos
 personas indígenas en relación con todos los
mandatos del Consejo.
b) Identificar y recomendar al Consejo meca-
nismos efectivos para implementar, desarro-
llar e incorporar las normas internacionales
que promueven y protegen los derechos hu-
manos de los pueblos indígenas.
c) Revisar, elaborar y dar seguimiento a las
mejores prácticas así como los obstáculos,
para la promoción y protección de los dere-
chos humanos de los pueblos indígenas.
d) Examinar y realizar estudios e investiga-
ciones sobre temas de derechos humanos
relativos a los pueblos indígenas. Los Estados,
los pueblos indígenas, y sus instituciones
representativas, serán invitados a presentar
declaraciones, estudios de caso y documentos
sobre las situaciones referentes a la aplicación
de los derechos de los pueblos indígenas.
e) Cooperar para complementar, con otros
mecanismos relevantes, sus respectivos tra-
bajos sobre los derechos de los pueblos indí-
genas, incluyendo el Foro Permanente sobre
las Cuestiones Indígenas, el Relator Especial
sobre la situación de los derechos humanos y
libertades fundamentales de los indígenas y
otros procedimientos especiales relevantes, el
Comité Asesor del Consejo de Derechos Hu-
manos, los órganos de los Tratados de la ONU,
la Oficina de la Alta Comisionada para los De-
rechos Humanos, las instituciones regionales
y nacionales y de derechos humanos, así como
las instituciones de los pueblos indígenas.
f) Llevar a cabo otros trabajos a petición del
Consejo.
Ubicación dentro del sistema de la ONU:
El Organismo de Expertos estará ubicado direc-
tamente bajo el Consejo de Derechos Humanos
y presentará anualmente un informe sobre su
trabajo ante dicho Consejo.
Editorial Actualidad Planes de vida
Composición:
Diciembre de 2008
El cónclave indígena elaboró dos propuestas para
la composición del organismo de expertos, que se
presentan para la discusión:
Opción 1:
El Organismo de Expertos sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas estará formado por seis miem-
bros, incluidos un representante del Comité Asesor
del Consejo de Derechos Humanos, el presidente
del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas
o un miembro del Foro Permanente designado por
el mismo, el Relator Especial sobre la situación de
los derechos humanos y libertades fundamenta-
les de los indígenas y tres expertos indígenas que
serán nominados según el mismo procedimiento
utilizado para los Procedimientos Especiales.
Opción 2:
El Organismo de Expertos estará formado por seis
expertos independientes, tres de ellos serán no-
minados por los Estados, y tres serán selecciona-
dos por los pueblos indígenas. Un Representante
del Comité Asesor del Consejo de Derechos Hu-
manos, el Foro Permanente sobre las Cuestiones
Indígenas, el Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos y libertades fundamen-
tales de los Pueblos Indígenas y otros relatores
también serán invitados a participar.
Duración del mandato de los miembros
Opción 1:
Los expertos indígenas servirán por un periodo
de tres años. Podrán ser reelegidos para un nue-
vo periodo una sola vez. El presidente del Foro
Permanente, el Relator Especial y el miembro del
Comité Asesor servirán mientras ocupen sus res-
pectivos cargos.
Opción 2:
Los expertos indígenas servirán por un periodo
de tres años. Podrán ser reelegidos para un nuevo
periodo una sola vez.
245
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 Organización del trabajo:
ETNIAS & POLÍTICA
El Organismo de expertos dará continuidad a la
labor del Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indíge-
nas, incluyendo sus estudios y recomendaciones
para avanzar en su implementación y elaborar y
preparar nuevas normas.
El Organismo de Expertos sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas deberá determinar su pro-
pio método de trabajo.
El Organismo de Expertos celebrará una reunión
anual para contribuir al trabajo del Consejo en re-
lación con los derechos de los pueblos indígenas.
El Organismo de Expertos podrá también orga-
nizar paneles de discusión durante las sesiones
del Consejo para el intercambio de opiniones en
relación con los derechos humanos de los pueblos
indígenas bajo el punto 3 de la Agenda de trabajo
del Consejo de Derechos Humanos.
Participación:
Los Estados Miembros, los organismos e institu-
ciones de la ONU, las organizaciones interguber-
namentales, instituciones de derechos humanos
y las organizaciones no gubernamentales con
estatus consultivo ante el Consejo Económico
y Social podrán participar como observadores;
las organizaciones indígenas podrán participar
igualmente como observadores, aplicándose los
acuerdos prácticos del anterior Grupo de Trabajo
sobre Pueblos Indígenas de la ONU.
El lunes 10 de diciembre se iniciaron
las negociaciones entre Estados a partir
de una propuesta presentada por Bolivia,
recogiendo las sugerencias principales
de las propuestas indígenas.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
Los días 6 y 7 de diciembre tuvo lugar en el Palais
des Nations la reunión oficiosa organizada por la
OACNUDH. La reunión fue presidida por el em-
bajador de Bolivia ante Alemania. Además de la
documentación para la reunión preparada por la
Secretaría, se añadió la propuesta de resolución del
caucus indígena antes citada como CRP.12.
La reunión dio comienzo con una intervención del
caucus indígena que presentó su propuesta y solici-
tó que se considerase como un documento de base
para la discusión. Pidió igualmente a los Estados
presentes que colaborasen en la elaboración y adop-
ción de una resolución sobre el posible órgano de
expertos antes del final de la sexta sesión del Con-
sejo. Varias organizaciones indígenas intervinieron
completando y apoyando la propuesta del caucus.
Los Estados presentes acogieron con receptividad
la propuesta indígena y algunos señalaron (México,
Guatemala, Argentina, Noruega, Venezuela) que
aceptaban el documento CRP.12 como base para la
negociación de una resolución. Guatemala subrayó
la importancia de adoptar una resolución sobre este
asunto pendiente en la siguiente semana para poder
cerrar así el proceso de construcción institucional
del CDH. Otros Estados plantearon la necesidad de
más tiempo para realizar las oportunas consultas y
para examinar las posibles duplicaciones con otros
mecanismos existentes. India y Rusia solicitaron
aclaraciones sobre la naturaleza de la reunión infor-
mal, y señalaron que no debían adoptarse textos de
referencia en este marco.
En el debate a lo largo del primer día y la mañana
del segundo participaron también activamente Ida
Nicolaisen, Erica Irene Daes, Miguel Alfonso Mar-
tínez (ambos anteriores presidentes del GTPI), y
otros expertos y representantes de instituciones de
derechos humanos. El día 7 a las 13 horas se clau-
suró la reunión. Pese a su carácter informal, y a las
246
Internacional Documentos
reticencias de algunos países a aceptar un texto base
para una negociación inmediata, el apoyo determi-
nado de algunos de los miembros del Consejo (es-
pecialmente Bolivia, Guatemala, México y Perú por
parte del GRULAC, y Dinamarca, punto focal para
las cuestiones indígenas por la Unión Europea) dejó
clara la intención de que dichas negociaciones se
concluyeran la siguiente semana. El caucus mantu-
vo reuniones informales con varios Estados durante
el fin de semana.
El lunes 10 de diciembre se iniciaron las negocia-
ciones entre Estados a partir de una propuesta
presentada por Bolivia, recogiendo las sugerencias
principales de las propuestas indígenas. Bolivia pre-
sentó un proyecto de resolución el martes 11 (fecha
límite para la presentación de proyectos), pero en
las ulteriores negociaciones se hizo evidente que tal
propuesta no gozaba de consenso. Todas las resolu-
ciones relativas al llamado “proceso de construcción
institucional” del Consejo, es decir, el establecimien-
to de sus organismos, agenda y método de trabajo,
se habían adoptado por consenso y esa era la única
forma posible de proceder en la cuestión pendiente
de un posible mecanismo sobre derechos de los
pueblos indígenas.
Con el apoyo decidido de Guatemala, México y
Dinamarca, Bolivia continuó las negociaciones
durante toda la semana y el viernes se disponía de
una versión revisada (L.42/Rev.1) que contaba con
el consenso de todos los miembros del Consejo. La
resolución fue presentada por Bolivia, que señaló
los cambios más sustanciales de esta nueva versión
negociada en relación con la resolución presentada
el martes. Guatemala tomó también la palabra para
felicitar a Bolivia por su impulso a la creación de este
nuevo mecanismo, y agradeció el trabajo del cóncla-
ve indígena. La Federación Rusa felicitó igualmente
a los países impulsores de las negociaciones por ha-
Editorial Actualidad Planes de vida
Cuba, por su parte, expresó también
Diciembre de 2008
su decepción porque no se hubiese
aceptado un mandato más abarcador.
ber podido conseguir una resolución de consenso en
unas negociaciones que calificó de “muy difíciles”, y
expresó su esperanza de poder seguir manteniendo
un diálogo abierto con los pueblos indígenas. La re-
solución se adoptó sin votación.
En la explicación del voto después de la adopción,
Bolivia tomó la palabra para señalar que quería que
se retirase su nombre como país patrocinador de
esta resolución ya que no representaba los princi-
pios y las políticas de su gobierno. Señaló que no
se oponía, ya que eran las instrucciones de su dele-
gación, a apoyar la posición del cónclave indígena,
pero encontraba el texto inaceptable ya que no se
hablaba de la implementación de la Declaración, no
se aceptaba la transversalización de la misma en el
trabajo del Consejo, y no se garantizaba la plena par-
ticipación indígena. Pese a todo, la aceptó porque
esa fue la decisión del cónclave y afirmó su voluntad
de seguir apoyando al cónclave y el trabajo del me-
canismo. Subrayó la novedad que había supuesto la
elaboración y negociación de la resolución en la que
Bolivia había trabajado conjuntamente con los pue-
blos indígenas representados en el caucus.
Cuba, por su parte, expresó también su decepción
porque no se hubiese aceptado un mandato más
abarcador, por la focalización en estudios e investi-
gaciones, para los que el Consejo ya tiene un órgano
de expertos, y por no haberse tenido más en cuenta
las tareas del anterior Grupo de Trabajo, aunque
señaló su voluntad de colaboración y de que se
considerase prioritariamente a los representantes
indígenas.
247
Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
 Finalmente, el Consejo Internacional de Tratados
ETNIAS & POLÍTICA
Indios presentó una declaración a nombre del cón-
clave indígena en la que agradeció a Bolivia por su
trabajo, y a los demás países que apoyaron la adop-
ción por consenso de la declaración, y expresó la
voluntad de hacer que ese nuevo mecanismo pueda
ser útil para la promoción y protección de los dere-
chos humanos de los pueblos indígenas.
El texto de la resolución 6/429
Mecanismo de Expertos sobre los derechos
de los Pueblos Indígenas
El Consejo de Derechos Humanos:  pertos estará formado por cinco expertos
Teniendo en cuenta el párrafo 6 de la resolución
60/251 de la Asamblea General de 15 de marzo
de 2006 y el párrafo 84 de la Resolución 5/1 del
Consejo de Derechos Humanos de 18 de junio de
2007;  de 2007.
Recordando que en su sexagésimo primera se-
sión, la Asamblea General adoptó la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas;
Teniendo también en cuenta la resolución 6/16
del Consejo de Derechos Humanos de 28 de sep-
tiembre de 2007;
Recordando que el Consejo de Derechos Hu-
manos debe conocer el trabajo que desarrollan
otros organismos de las Naciones Unidas en rela-
ción con cuestiones indígenas;
1. Para apoyar al Consejo de Derechos Huma-
nos en la implementación de su mandato,
decide establecer un mecanismo subsidiario
de expertos para proporcionar al Consejo co-
nocimientos especializados temáticos sobre
[9] Traducción no oficial
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Nuevo mecanismo de expertos ]
los derechos de los pueblos indígenas, en la
forma y manera solicitadas por el Consejo:
a) El conocimiento especializado temático se
centrará principalmente en estudios y aseso-
ría basada en investigaciones.
b) El mecanismo puede sugerir propuestas al
Consejo para su consideración y aprobación,
dentro de su ámbito de trabajo establecido
por el Consejo;
2. Decide además que este mecanismo presen-
tará anualmente su informe al Consejo sobre
su trabajo. 
3. Decide también que el Mecanismo de Ex-
independientes, que serán seleccionados de
acuerdo con el procedimiento establecido en
los párrafos 39 a 53 de la resolución 5/1 del
Consejo de Derechos Humanos de 18 de junio
4. Recomienda firmemente que en el proceso de
selección y nombramiento, el Consejo tenga
debidamente en cuenta a los expertos de ori-
gen indígena.
5. Para que el Mecanismo de Expertos mejore
la cooperación y evite duplicar el trabajo
del Relator Especial sobre la Situación de los
Derechos Humanos y Libertades Fundamen-
tales de los Indígenas y del Foro Permanente,
invitará al Relator Especial sobre la Situación
de los Derechos Humanos y Libertades Fun-
damentales de los Indígenas y a un miembro
del Foro Permanente sobre las Cuestiones
Indígenas a que asistan y participen en su re-
unión anual.
6. Decide también que los miembros del Meca-
nismo de Expertos servirán por un periodo de
tres años. Pueden ser reelegidos para un único
periodo adicional.
7. Decide que dentro de su mandato el Mecanismo
248
Internacional Documentos
 de Expertos sobre los derechos de los Pueblos démicos y expertos sobre cuestiones indíge-

Diciembre de 2008
Indígenas determinará sus propios métodos nas, organizaciones no gubernamentales con
de trabajo, aunque el Mecanismo de Expertos estatus consultivo ante el Consejo Económico
no adoptará resoluciones ni decisiones. y Social. La reunión estará también abierta a
las organizaciones de los pueblos indígenas
8. Decide además que el Mecanismo de Exper-
y organizaciones no gubernamentales cuyos
tos se reunirá una vez al año, durante tres días
objetivos y propósitos estén en conformidad
en su primer año y durante cinco días a partir
con las normas de procedimiento del Consejo
de entonces, y las reuniones pudieran ser una
de Derechos Humanos, que se encargará de
combinación de reuniones abiertas y cerradas.
informar con el debido tiempo y consultar con
9. Decide también que la reunión anual del los Estados afectados sobre la participación;
Mecanismo de Expertos estará abierta a la
10. Solicita que el Secretario General y el Alto
participación como observadores de Esta-
Comisionado de las Naciones Unidas para
dos, mecanismos, organismos y agencias
los Derechos Humanos proporcionen toda
especializadas, fondos y programas de la
la asistencia humana, técnica y financiera
ONU, organizaciones intergubernamentales,
necesaria para que el Mecanismo de Expertos
organizaciones y mecanismos regionales en
pueda cumplir eficazmente su mandato (CHR
el ámbito de los derechos humanos, institu-
2005/51, op.19, amended).
ciones nacionales de derechos humanos y
otros organismos nacionales relevantes, aca-

249
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Patricia Borraz ]
Internacional Los Pueblos Indígenas
de la Sierra Nevada de Santa Marta y
la Cooperación Internacional
en Derechos Humanos

El presente artículo constituye un avance de investigación de un proyecto más

amplio que busca caracterizar y valorar las implicaciones de la interacción en-
tre los pueblos indígenas, representados por sus líderes y organizaciones, y las
agencias de cooperación internacional a través de sus delegados, alrededor de
iniciativas de cooperación enmarcadas en el ámbito de los derechos humanos
en la Sierra Nevada de Santa Marta. Se trata de indagar por las formas en que
se establece dicha interacción, las motivaciones tanto de cooperantes como
de indígenas; y establecer qué efectos tiene en el posicionamiento regional
y nacional de las reivindicaciones indígenas y en la garantía de sus derechos
territoriales y políticos. Los escenarios etnográficos que analizo son, en parti-
cular, los relacionados con la gestión, concertación, seguimiento y evaluación
de proyectos enmarcados en un enfoque de derechos humanos a partir de
1999, que complemento con fuentes documentales y testimoniales referidas
a los mismos procesos.

La agenda política indígena

frente al Estado y la cooperación
Los pueblos indígenas kogui, wiwa, arhuaco y kankuamo de la Sierra Nevada
de Santa Marta1 han logrado legitimarse frente al Estado colombiano en las

[1] Ubicada en la región Caribe colombiana, es el macizo montañoso a orillas del mar
más alto del mundo; sus picos nevados superan los 5.700 metros sobre el nivel del mar

Liliana Múnera

últimas décadas, al punto de ser reconocidos tan-
to sus derechos territoriales, como su autoridad y
conocimiento tradicional, como base para la con-
servación ambiental.2 La gestión de estos cuatro
pueblos respecto al ordenamiento territorial de la
región, en que se traslapan resguardos y parques
nacionales, entre otras jurisdicciones,3 ha produ-
cido avances legislativos y acuerdos políticos en-
tre los diferentes gobiernos y las organizaciones
indígenas.4 Estos desarrollos coinciden con rei-
y cuenta con un área de 17.000 km.2. Esta situación
geográfica le confiere una gran diversidad biológica y
la constituye en la principal fuente de abastecimiento
de agua de la vasta región que la circunda. En esta
región habitan cerca de 64.500 indígenas y 220.000
campesinos.
[2] El Estado colombiano ha reconocido como
entidades territoriales sus resguardos, titulados
desde comienzos de la década de los ochenta, tras
haber sido reservas a partir de los años sesenta; y así
mismo ha delimitado su territorio ancestral dentro
de la denominada “Línea Negra” (resolución 0002
de 1973 del Ministerio de Gobierno, Decreto 837 de
1995 de la Dirección General de Asuntos Indígenas
del Ministerio del Interior).
[3] Este territorio está conformado por tres
resguardos indígenas que superan las 500.000
hectáreas, los Parques Nacionales Naturales
Sierra Nevada de Santa Marta y Tayrona, tres
departamentos (Cesar, La Guajira y Magdalena), y 17
municipios, cuyas jurisdicciones se superponen.
[4] “Estos acuerdos responden al interés
demostrado por el gobierno nacional y el Consejo
Territorial de Cabildos de la Sierra Nevada, para
construir un ordenamiento del territorio tradicional
elaborado por los propios pueblos indígenas
de la Sierra, que oriente la intervención hacia la
preservación de la identidad cultural, la conservación
ambiental, el desarrollo social y económico sostenible
y la coordinación interinstitucional”. Acuerdo CTC -
Gobierno Nacional, diciembre 10 de 2003.
Liliana Múnera Montes
Antropóloga, Universidad Nacional de Colombia.
Investigadora Cinep.
vindicaciones históricas de los pueblos indígenas
Diciembre de 2008
de Colombia y de la región en particular.
A pesar del reconocimiento de múltiples dere-
chos a los pueblos indígenas a partir de la Consti-
tución de 1991, y de los avances del nivel regional,
su participación efectiva en las diferentes esferas
de toma de decisión, y su capacidad de incidencia
en la estructura de oportunidad política regional
y nacional, se enfrenta a múltiples obstáculos.
Su territorio ha sido y sigue siendo intervenido
por las dinámicas económica, política, militar
e institucional de la sociedad mayoritaria. En la
tensión entre visiones indígenas, gremiales y
gubernamentales, la participación indígena en la
definición de políticas para el manejo integral de
la región, queda subordinada.
En medio del reto de los pueblos indígenas de
hacer efectivos los reconocimientos constitu-
cionales, y ante el recrudecimiento del conflicto
armado a finales de la década de los noventa, el
discurso de derechos humanos adquiere rele-
vancia en la agenda pública nacional. Desde la
agenda del gobierno y de la cooperación este se
introduce como acción de emergencia a partir
de 1999, cuando en la región se agrava la disputa
territorial entre guerrillas, paramilitares y ejército
por el control de cultivos de uso ilícito y corredo-
res de tráfico de esta y otras mercancías ilegales.
El conflicto armado tiene complejos vínculos con
la explotación de recursos hídricos, energéticos
y turísticos, y con los intereses de los sectores
agroindustriales de la zona plana que circunda el
macizo montañoso. Su impacto entre la pobla-
ción indígena es alarmante. El Observatorio de
Derechos Humanos y Derecho Internacional Hu-
manitario de la Vicepresidencia de la República
 En la tensión entre visiones indígenas,
ETNIAS & POLÍTICA
gremiales y gubernamentales,
la participación indígena en la definición
de políticas para el manejo integral
de la región, queda subordinada.
señala que entre los años 2000 y 2005, se produjo el
asesinato de 253 miembros de los pueblos indígenas
de la Sierra Nevada de Santa Marta, principalmente
kankuamos (68%), y el desplazamiento de cientos de
familias indígenas kankuamas y wiwas (Houghton y
Villa, 2005; PGN, 2007; Defensoría del Pueblo y Se-
cretariado Nacional de Pastoral Social, 2003).
A partir de estos hechos y factores se construyen
visiones sobre la situación de la población indígena
de la región, las políticas públicas que deben imple-
mentarse para mejorarla, e incluso sobre el papel
de la cooperación internacional. En esta definición
participan activamente los pueblos indígenas a tra-
vés de sus organizaciones posicionando los intereses
que configuran su agenda política y cultural, limi-
tando o avalando la implementación de proyectos.
En los últimos diez años (1999-2008) se han articu-
lado a las dinámicas regionales, organizaciones de
cooperación internacional que proveen ayuda de
emergencia y para el restablecimiento de la pobla-
ción afectada por el conflicto. Tal tipo de ayuda se
apartaría de la visión y las políticas indígenas orien-
tadas al fortalecimiento de la organización comuni-
taria como estrategia para afrontar el conflicto. Sin
embargo en algunos casos, en particular para ciertas
comunidades de los pueblos wiwa y kankuamo, se
ha hecho necesaria por la situación de vulnerabili-
dad de las personas. En un potencial escenario de
construcción de paz en Colombia, la cooperación
contempla además el fortalecimiento de las capaci-
dades de las organizaciones sociales hacia la gestión
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
autónoma de sus derechos y frente a su responsabi-
lidad en estos procesos sociales.
Al menos durante parte del periodo señalado, la
intervención desde una perspectiva de derechos
humanos para responder al impacto del conflicto
armado parece constituir un canal relevante para la
transferencia de recursos económicos, y de apoyo
técnico y político a los pueblos indígenas de la Sierra
Nevada de Santa Marta. La cooperación en la región
se configura en un amplio espectro que abarca co-
operación multilateral de entidades como la Unión
Europea o el sistema de Naciones Unidas; bilateral,
de España, Italia y Holanda, entre otros; descentrali-
zada, proveniente de gobiernos regionales y locales
de diferentes países, y privada que es muy diversa,
pues incluye iglesias, organizaciones solidarias de
la sociedad civil, universidades y ONG nacionales e
internacionales.
Sin embargo, no está claro cuáles son las condicio-
nes que orientan ese tipo de intervención; si se trata
de acciones coyunturales o de una política estructu-
ral; o, incluso, si las acciones están orientadas en una
perspectiva de derechos humanos o apenas moti-
vadas por una preocupación en torno a la situación
de derechos humanos de los indígenas pero se con-
cretan en otras áreas. Está por establecerse de qué
manera interactúan en dichas acciones las políticas
de la cooperación y las de los pueblos indígenas.5
[5] En el protocolo de la interacción entre indígenas y
agentes de cooperación parecerían adquirir relevancia
la cosmovisión y los lineamientos políticos indígenas;
sin embargo, determinar el lugar que las políticas
de cooperación le asignan a estos requeriría valorar
aspectos como: criterios para la intervención de agencias
y organizaciones, cambios que estas incorporan en
su acción a través del tiempo, actores sociales que
incluyen como contrapartes líneas institucionales de
cooperación, estrategias de intervención, etc.
252
Internacional Documentos

Liliana Múnera
En el ámbito de la cooperación se han operado
cambios recientes que se relacionan con transfor-
maciones en el contexto internacional. Esta interac-
túa con la responsabilidad de los Estados respecto
a la promoción, respeto y defensa de los derechos
humanos, lo cual tiene implicaciones políticas y ju-
rídicas para los Estados, sometidos a las normas del
derecho internacional y a la observación de su cum-
plimiento por parte del Sistema de Naciones Unidas
y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
De esta manera, la garantía de los derechos huma-
nos se constituye simultáneamente en condición y
resultado de la cooperación para el desarrollo, en-
Editorial Actualidad Planes de vida
Diciembre de 2008
marcada además en la lucha antiterrorista y contra
el narcotráfico, y en otros intereses de gobiernos,
organismos multilaterales y organizaciones priva-
das. Las estrategias de la cooperación incluyen: la
promoción y el fortalecimiento de la sociedad civil,
la capacitación técnica, el incremento de los niveles
de exigibilidad de derechos y los procesos de descen-
tralización política.
La respuesta de las organizaciones y los representan-
tes indígenas a la oferta de atención institucional,
y de apoyo y acompañamiento de la cooperación
internacional, se ha centrado en la reivindicación
253
Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 la cooperación internacional en general
ETNIAS & POLÍTICA
y la cooperación en derechos humanos
en particular, restringen este tipo
de apoyo por motivos políticos que es
necesario explorar en profundidad.
de su derecho a la autodeterminación política y
cultural en sus territorios colectivos (resguardos y
lugares sagrados). Los indígenas demandan el re-
conocimiento de formas particulares de territoriali-
dad, gobernabilidad, espiritualidad y relación con el
medioambiente, que constituyen nociones distintas
sobre los derechos.
La gestión indígena frente los tipos de cooperación
en derechos humanos, por caracterizar para la Sie-
rra Nevada de Santa Marta, ha coincidido con esa
agenda política de interacción como pueblos con
el Estado colombiano. Se estructura a partir del eje
territorial y se concreta en la demanda de recursos
para compra de tierras en los resguardos y en zonas
de ampliación, y para procesos de ordenamiento del
territorio desde el punto de vista social, ambiental y
cultural. La demanda de saneamiento y ampliación
de los resguardos se ha incorporado incluso entre
los mecanismos de reparación por los impactos del
conflicto armado propuesto por los indígenas.
No obstante, la cooperación internacional en ge-
neral y la cooperación en derechos humanos en
particular, restringen este tipo de apoyo por motivos
políticos que es necesario explorar en profundidad.
La cooperación en derechos humanos se despliega,
en cambio, a través de estrategias que incluyen des-
de atención humanitaria de emergencia, cabildeo
político frente a instancias políticas internacionales,
asesoría jurídica en el ámbito nacional e internacio-
nal, educación en derechos humanos e incluso una
estrategia amplia de fortalecimiento de la sociedad
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
civil para superar el conflicto. En el caso de los pue-
blos indígenas esta última estrategia incluiría el
fortalecimiento de la gobernabilidad indígena en
las comunidades y en la interlocución con el Estado.
Es, entre otros, en ese ámbito que dialogan o se con-
jugan intereses comunes entre la cooperación en
derechos humanos y las políticas indígenas.
La legitimidad del discurso
de derechos humanos
Los estudios subalternos6 se han enfocado en la
redefinición de las esferas política y cultural ante
los cambios operados recientemente como el fin
de los regímenes autoritarios en Latinoamérica, el
desplazamiento de los proyectos revolucionarios,
los procesos de redemocratización y el nuevo orden
económico transnacional. En este marco el recono-
cimiento del multiculturalismo, como respuesta a
la amenaza cultural profunda que implica la globa-
lización, conlleva una compleja interacción entre el
control neoliberal sobre poblaciones y mercados, y
la capacidad de agencia y movilización internacional
de los movimientos sociales del Tercer Mundo.
Durante más de tres décadas, los pueblos indígenas
se han constituido en movimiento social para hacer
frente a la violencia del desarrollo que ha genera-
do enormes transformaciones en sus territorios.
Instrumentos del derecho internacional, como el
Convenio 169 de la OIT, ratificado en el caso colom-
biano por medio de la Ley 21 de 1991, y la recién
[6] El Grupo de Estudios Subalternos es una
organización interdisciplinaria de intelectuales
sudasiáticos dirigida por Ranajit Guha, que ha inspirado
la formación de un proyecto similar en América Latina.
Esto ha llevado a varios intelectuales de la región a
revisar algunas epistemologías previamente establecidas
en las ciencias sociales y las humanidades, entre los que
se encuentran Arturo Escobar y Gustavo Lins Ribeiro.
254
Internacional Documentos
aprobada Declaración Internacional de Derechos
de los Pueblos Indígenas de la ONU de imperativo
cumplimiento para los Estados, fundamentan sus
reivindicaciones. Sin embargo, la política cultural
de los movimientos sociales busca desestabilizar
las culturas políticas dominantes más allá de logros
materiales e institucionales, pretendiendo transgre-
dir las fronteras de las representaciones culturales y
políticas y de la práctica social. Según Dagnino:
en la medida en que las políticas culturales de
los movimientos sociales ponen en marcha
cuestionamientos culturales o presuponen
diferencias culturales, entonces debemos
Liliana Múnera
Editorial Actualidad Planes de vida
aceptar que lo que está en juego, desde la
Diciembre de 2008
perspectiva de los movimientos sociales y de
manera profunda, es una transformación de
la cultura dominante, en la cual ellos mismos
deben moverse y en cuyo ámbito buscan cons-
tituirse como actores sociales con pretensiones
políticas (2000, p. 26).
Los estudios poscoloniales señalan, “el sesgo occi-
dentalista y modernizador de los derechos humanos,
el desarrollo económico y otros discursos constituti-
vos del derecho internacional, así como la inadecua-
ción de todos ellos para responder al desafío de los
movimientos sociales que proponen concepciones
255
Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 En los últimos diez años se han
ETNIAS & POLÍTICA
articulado a las dinámicas regionales,
organizaciones de cooperación
internacional que proveen ayuda de
emergencia y para el restablecimiento
de la población afectada por el conflicto.
alternativas de los derechos humanos, la economía
y la convivencia social” (Rajagopal, 2005, p. 12). En el
análisis de los vínculos entre estos procesos de glo-
balización y la política pública, la antropología se ha
encargado de señalar las diferenciadas dimensiones
en que son expresados y experimentados por dis-
tintos segmentos de la población mundial; ha docu-
Liliana Múnera
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
mentado cómo la amplia variación en las actividades
productivas y reproductivas en contextos nacionales
particulares, cruzada con estructuras de inequidad
como la raza, clase, etnia, casta y género, actúan
para generar una diferencia radical en la realidad so-
cial, económica, cultural y vivencial de la población
(Okongwu y Mencher, 2000, p. 110).
Como producto de la internacionalización de los
derechos de los pueblos indígenas, y de su recono-
cimiento a partir de la Constitución de 1991 como
grupos étnicos, la relación de los pueblos indígenas
de Colombia con el Estado y otros actores se ha
transformado. Esto es expresión de lo que Bengoa
llama la “emergencia indígena en América Latina”,
que caracteriza como: “una realidad indígena ac-
256
Internacional Documentos
tual, que no es la de las comunidades aisladas que
estudió la antropología tradicional hace décadas,
sino una combinación cada vez más compleja de
relaciones urbanas y rurales con contactos y co-
municaciones internacionales y una permanente
confrontación entre la tradición etnocultural y la
modernidad”. En la lectura de Bengoa, los pueblos
indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta se
situarían entre aquellas sociedades indígenas que
sufren desde finales de los años sesenta la expansión
comercial y económica hacia sus territorios promo-
vida por los Estados a través de programas de co-
lonización dirigida, a partir de lo cual la defensa de
sus derechos territoriales se constituye en el eje de la
cuestión indígena en América Latina (p. 63).
Interlocutores indígenas
de la cooperación
Las organizaciones indígenas de la Sierra Nevada
de Santa Marta se configuran como movimiento
social y han gestionado espacios de participación y
construcción de política pública en el ámbito local,
regional y nacional, como la participación en calidad
de miembros del Consejo Directivo del Consejo
Ambiental Regional,7 haciendo uso de diversas for-
mas de movilización e interacción con el Estado y
una amplia gama de sectores no gubernamentales.
La teoría de la movilización social desarrollada por
Tarrow (1997), plantea cómo esto es la contribución
específica de los movimientos sociales: la de crear,
coordinar y mantener la interacción entre ciuda-
danos corrientes que se unen, y elites, autoridades
y antagonistas sociales, cuando se dan las oportu-
[7] Instancia interinstitucional (gobierno,
organizaciones sociales, ONG) encargada de orientar
y hacer seguimiento a las políticas de ordenamiento
territorial de la región.
Editorial Actualidad Planes de vida
La respuesta de los indígenas a la oferta
Diciembre de 2008
de atención institucional, y de apoyo
y acompañamiento de la cooperación
internacional, se ha centrado
en la reivindicación de su derecho
a la autodeterminación
nidades políticas para la intervención de agentes
sociales que por lo general carecen de ellas (p. 13).
En estos procesos de interrelación se recrean, re-
definen y amplían las dimensiones de su identidad
como movimiento y como pueblos. Al respecto
Ulloa (2001) plantea que: “El proceso de construc-
ción de identidad de los movimientos indígenas
ha estado basado en sus tradiciones, definiciones
legales y antropológicas, estereotipos nacionales e
internacionales y diversos ideales que responden a
situaciones históricas y sociales específicas de cada
pueblo y organización” (p. 289). Ulloa construye
su argumento planteando que: “Los movimientos
indígenas han generado unas prácticas y discursos
de identificación, relacionados con los discursos
globales y nacionales sobre el medio ambiente y la
diversidad cultural, que les ha permitido legitimar
y validar sus condiciones particulares y luchar por
sus intereses políticos frente a actores nacionales e
internacionales” (Ibid).
Haciendo una analogía del planteamiento de Ulloa
respecto a la apropiación del discurso medioam-
biental, se puede afirmar que en el diálogo político
alrededor del discurso de derechos humanos, la
identidad es también una categoría abierta, se
recrea en un proceso relacional y de negociación.
Esto se evidencia más claramente en la interacción
entre algunos sectores de los pueblos indígenas y
sus organizaciones políticas, y diversos tipos de ins-
tituciones públicas y privadas. En ella no participa,
257
Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 a partir de la Constitución de 1991
ETNIAS & POLÍTICA
como grupos étnicos, la relación
de los pueblos indígenas de Colombia con
el Estado y otros actores
se ha transformado.
ni se siente representada la mayoría de la población,
que por el contrario siente ajena a las nociones rela-
cionadas con derechos humanos. En el campo de los
derechos humanos también se negocian intereses
estratégicos, reivindicaciones históricas y represen-
taciones simbólicas que se explicitan en múltiples
formaciones discursivas.8 Por lo tanto, la compren-
sión de este proceso se enmarca en un contexto his-
tórico y de relaciones de conocimiento y poder.
Según Christian Gros (2001) para entender el desa-
rrollo del movimiento indígena desde la década de
los setenta es necesario remitirse a algunos factores
de orden estructural que afectan a los pueblos in-
dígenas y no únicamente explicar este fenómeno
como parte del debilitamiento de los proyectos de
unidad nacional y modificación de las políticas indi-
genistas.9 Entre estos factores sobresalen los efectos
[8] Allí existe una clara tensión entre derechos
individuales y derechos colectivos, en la que se
explicitan al menos dos visiones: la pretensión de
lograr la universalidad de los derechos humanos,
frente a la prevalencia de prácticas sociales y culturales
tradicionales propias de diferentes sociedades.
[9] Para analizar estos aspectos es necesario hacer
una diferenciación entre las poblaciones indígenas de
tierras altas y tierras bajas. Si bien la movilización en
las tierras altas y bajas dejaría entrever algunas formas
y contenidos diferenciados –como que en las tierras
altas el movimiento se presenta más como una lucha
contra la marginalización, mientras en las tierras bajas
aparece una motivación más como respuesta a un
rápido y traumático proceso de incorporación–, se
podría ver cómo la movilización genera en los actores la
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
de la educación sobre las comunidades indígenas,
donde el acceso a este medio ha representado el
surgimiento de una elite indígena la cual, capaz de
manejar algunas herramientas y nuevos lenguajes,
empieza a encabezar las nuevas organizaciones in-
dígenas desligándose progresivamente de algunas
autoridades tradicionales.
Por otra parte, está la acción cada vez más grande
de actores externos, entre ellos las ONG, sobre las
comunidades. Estos han actuado como portadores
de nuevos discursos, de recursos de financiamiento
importantes, y han servido muchas veces como
mediadores entre las comunidades y el mundo
exterior. Un factor adicional es la defensa y promo-
ción de las comunidades autóctonas en el contexto
internacional. En este sentido, “la cuestión de los
pueblos autóctonos se convierte en un elemento de
la globalización de las relaciones internacionales, y
ese contexto hace sentir su peso económico y políti-
co sobre la correlación de fuerzas entre los Estados y
sus comunidades indígenas”10.
Según Gros (1997), todos estos factores han inci-
dido en la definición por parte de las comunidades
indígenas de nuevas estrategias de inserción y ne-
gociación con la sociedad dominante rompiendo
antiguas formas de dominación social y regulación
política. Estrategia que Gros reconoce como: “una
voluntad de integración y modernización sin pasar
por la asimilación ni el mestizaje biológico o cultural,
sino por una instrumentalización de la identidad,
o sea, de la diferencia; todo esto con el objetivo de
construcción de una identidad genérica sobrepuesta a la
legitimación de identidades particulares.
[10] El hecho de que entre estos factores Gros no le dé
gran relevancia a los cambios constitucionales operados
en algunos países obedece a que estos han tenido un
carácter diferenciado dependiendo de la región.
258
Internacional Documentos
obtener el reconocimiento de derechos particulares
y la defensa de intereses colectivos” (p. 54).
Astrid Ulloa (2003), analiza la construcción de las
identidades indígenas ecológicas en el marco de la
relación de diversos movimientos indígenas y mo-
vimientos ambientalistas (regionales, nacionales
y transnacionales), estudiando los discursos que
asocian al indígena como protector de la naturaleza
y la legitimidad que esto les concede frente a sus in-
terlocutores en la arena política y ecológica. Este es
el escenario de la “definición, lucha e interrelación
de los significados y concepciones acerca de la na-
turaleza, el medioambiente y el manejo ecológico”.
La autora examina estas cuestiones para el caso de
la Sierra Nevada de Santa Marta, en particular de los
pueblos kogui y arhuaco, explorando la naturaleza,
dinámica y las transformaciones de las organizacio-
nes indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta en
su trayectoria de interacción con el mundo social e
institucional local, regional, nacional e internacio-
nal. Los efectos de esta legitimación respaldada por
el movimiento ambientalista podrían evaluarse
en términos de la inclusión de políticas basadas en
propuestas e iniciativas indígenas, y de los espacios
de discusión sobre sus demandas que ellos logran
gestionar; así como en las contradicciones y los con-
flictos que generan los reconocimientos que surgen
de la “alianza” entre el ambientalismo y los pueblos
indígenas en las comunidades (p. XXV).
Esta perspectiva de análisis es orientadora para el
desarrollo de mi propuesta de investigación que
busca establecer qué relaciones se tejen entre la
visión política y cultural de los pueblos indígenas
de la Sierra Nevada de Santa Marta y el discurso
de los derechos humanos, que se introduce en la
región desde diferentes esferas de poder (gobierno
nacional desde sus políticas de seguridad y acción
humanitaria, cooperación internacional en forma
Editorial Actualidad Planes de vida
en el diálogo político alrededor
Diciembre de 2008
del discurso de derechos humanos,
la identidad es también una categoría
abierta, se recrea en un proceso
relacional y de negociación.
de apoyo económico, técnico y político, demandas y
denuncias de los pueblos indígenas, etc.).
Entre las investigaciones relevantes respecto a la ma-
nera en que los indígenas recrean su identidad en la
relación con lo externo, como ocurriría en cuanto a
la apropiación y reinterpretación del discurso de de-
rechos humanos, sobresale la desarrollada por Rocío
Rubio sobre la Organización Gonawindúa Tayrona,
que representa a los pueblos kogui, wiwa y arhuaco
de los departamentos de La Guajira y el Magdalena.
Rubio considera a los kogui y demás indígenas de
la Sierra sociedades igualmente contemporáneas a
las de sus vecinos colonos o a la sociedad nacional
colombiana. En este contexto, buscan validar su lu-
gar en la región, pero a la vez su ser diferentes. Para
esto emerge la Organización Gonawindúa Tayrona
que “[…] es el resultado de las relaciones complejas
de conocimiento y poder que conectan dos socie-
dades igualmente contemporáneas, que se precisan
asimétricamente y transcurren en lógicas, tiempos
y ritmos disímiles”. El objetivo de su trabajo fue ana-
lizar cómo a través de la gestión de Gonawindúa, se
dinamiza y relaciona la organización tradicional con
el mundo externo, logrando incidir en el contexto
local, regional, nacional e internacional.
El escenario regional
En la Sierra Nevada de Santa Marta el conflicto
social, político y armado se relaciona con la apropia-
ción de los recursos naturales y económicos, entre
los actores históricos regionales, y el control de los
259
Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 espacios geográficos que posibilitan el desarrollo de
ETNIAS & POLÍTICA
actividades económicas como la producción de ener-
gía, la agroindustria y el turismo, entre otros sectores
competitivos en el mercado mundial. Es conocido
que los sectores económicos regionales dominantes
se han involucrado en una perversa dinámica de
alineamiento, confluencia y ruptura sucesiva con los
actores armados que actúan en la zona, cuyo origen
se remonta a las primeras guerras del narcotráfico
en el país, alrededor de la bonanza marimbera de los
años setenta y ochenta (Correa, 1998).
A esta dinámica que implica la ocupación por parte
de los grupos armados de los territorios indígenas, y
la operación y confrontación en los resguardos y las
comunidades, se opone la vigencia de los controles
sociales tradicionales ejercidos por las autoridades
indígenas, que de acuerdo con su cosmovisión no de-
jan de reivindicar su misión histórica de defensa de la
Sierra Nevada y de convivencia armónica con la na-
turaleza y la sociedad. Sin embargo, los pueblos indí-
genas están en el núcleo de la conflictividad regional
(Delgado, 2006), pues los espacios fundamentales
a nivel económico, ambiental y geopolítico de la
Sierra Nevada siguen ocupados y gestionados por
ellos. Esto explica las constantes violaciones de los
derechos humanos e infracciones al Derecho Inter-
nacional Humanitario, de los que son víctimas, como
el desplazamiento, el confinamiento, las masacres y
los asesinatos selectivos (Houghton y Villa, 2006).
¿Por qué derechos humanos
en la región?
La emergencia del discurso de derechos humanos
en la región ocurre hacia el año 2000 con la confor-
mación por parte de varias ONG de la Mesa de Dere-
chos Humanos de los pueblos indígenas de la Sierra
Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, que
fue legitimada posteriormente por la Defensoría
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
del Pueblo a través del informe “Situación de los
Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas de la
Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá”.
En septiembre de 2002, este informe se convierte en
la Resolución Defensorial No. 24. A finales del año
2003, tras la liberación de siete extranjeros secues-
trados en la Sierra Nevada, el Secretariado Nacional
de Pastoral Social y la Defensoría del Pueblo difun-
dieron el informe de la Comisión de Observación de
la Crisis Humanitaria en la Sierra Nevada de Santa
Marta.11 La resonancia política internacional de es-
tos hechos alertó al gobierno colombiano, preocu-
pado por su imagen y por las repercusiones que tal
situación pudieran provocar, entre otros aspectos,
sobre el turismo hacia la región donde confluían
procesos de fumigación de cultivos de uso ilícito y se
iniciaba la desmovilización y reinserción de los com-
batientes de los frentes paramilitares que controlan
la región. Dadas las características del escenario, el
gobierno colombiano decidió incorporar la región
entre las consideradas zonas de emergencia por
atender a través del Centro de Coordinación de
Acción Integral (CCAI) de la Alta Consejería para la
Acción Social.12
[11] En: http://www.defensoria.org.co/pdf/informes/
informe_99.pdf
[12] A esta iniciativa gubernamental se refieren los
pueblos indígenas del Cauca como una estrategia que
“apunta al control del territorio por el gran capital, al ser
diseñados por la Presidencia de la República y apoyados
por la Embajada USA y el Comando Sur de los EE.UU.
La estrategia consiste en la coordinación interagencial
para la recuperación social del Territorio y abarca
inicialmente 53 municipios en 9 zonas del país. Estas
zonas son: Córdoba, Sierra Nevada, Catatumbo, Arauca,
Putumayo, Sur (Caquetá, Guaviare y Meta), Tumaco,
Norte del Cauca, Medio y Bajo Atrato”. En Parlamento
Indígena Popular. CRIC. Documento Público. Territorio
de Convivencia, Diálogo y Negociación de la Sociedad
Civil, La María, Piendamó, diciembre 14 de 2007.
260
Internacional Documentos
Durante el mismo periodo se pronuncian las Los anteriores procesos evidenciaron

Diciembre de 2008
instancias del Sistema Interamericano de Dere- la baja capacidad de incidencia
chos Humanos sobre la situación de los pueblos
de este tipo de estrategias frente
indígenas kankuamo y wiwa. A finales del 2003,
al Estado, y la ausencia de resultados
la Comisión Interamericana de Derechos Huma-
nos de la OEA pide al gobierno colombiano que
respecto a la agenda política indígena.
adopte medidas cautelares en favor del pueblo
kankuamo, y en julio de 2004 la Corte Intera-
aunque mucha menor visibilidad, el informe de
mericana le exige medidas provisionales frente a la
Rodolfo Stavenhagen, Relator Especial de Naciones
misma comunidad. En febrero del 2005 la Comisión
Unidas, sobre la situación de derechos humanos de
Interamericana también exige al gobierno adoptar
los pueblos indígenas de Colombia, del año 2004.
medidas cautelares para proteger al pueblo wiwa.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Uni- Estos diferentes mecanismos de presión al Estado
das para los Derechos Humanos y la Defensoría del colombiano y de visibilización de la situación de
Pueblo han emitido múltiples pronunciamientos derechos humanos en la región, legitiman el diálogo
alertando sobre su situación en los últimos años. entre organizaciones de la sociedad civil y coope-
También tuvo efectos políticos en esta dinámica, rantes, y resultan en acciones de apoyo directo a
Liliana Múnera

261
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 La relación entre pueblos indígenas
ETNIAS & POLÍTICA
y organizaciones cooperantes
está mediada por un uso político de
discursos hegemónicos y subordinados,
que sin embargo confluyen
en un discurso compartido
para hacer posible el diálogo.
las mismas, sin embargo, esas mismas situaciones
justifican la gestión del Estado frente a la coopera-
ción internacional. Esta se dirige principalmente a
la atención hacia las comunidades de estas regiones
donde por muchos años no hizo presencia efectiva y
fue sustituido por los grupos armados y en muchos
casos es presentada como estrategia para mejorar
la situación de derechos humanos. Sin embargo tal
apoyo, que se confunde como en otras regiones del
país con el control militar de la población, ha sido
canalizado a través del Centro de Coordinación de
Acción Integral, que conforman 14 entidades del Es-
tado, entre ellas la Agencia Presidencial para la Acción
Social y la Cooperación Internacional (Acción Social).
En una primera fase su intervención se concretó en
lo que llamaron “brigadas de recuperación social”.
Esta cooperación para el control social y poblacional
implicó la reconstrucción de vías e infraestructura
comunitaria de salud y educación, donaciones de
alimentos, ropa, calzado, entre otros implemen-
tos; programas de expedición de documentos de
identidad, vinculación a servicios sociales básicos
a través de esquemas como el Sisben, apoyo nutri-
cional del ICBF y capacitación técnica del SENA. Su
coordinación e implementación ha estado a cargo
de miembros del Ejército Nacional, y la mayor parte
de los recursos para esta acción complementaria a la
política de defensa y seguridad democrática provie-
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
ne de Estados Unidos a través de la agencia USAID
operadora del Plan Colombia.
En la estrategia cívico-militar mencionada fueron
incluidas comunidades indígenas de toda la Sierra
Nevada, pues en su territorio se instalaron tropas de
la Brigada 10 en julio de 2004 y el Batallón de Alta
Montaña a partir de diciembre de 2004, que fueron
encargados de desplegar estos programas sociales.
En el mismo marco se acordó la construcción de
algunas infraestructuras como la casa indígena
wiwa de San Juan del Cesar y el centro comunitario
de atención a la niñez de Atánquez, en el resguardo
kankuamo. También en este marco se inscribe el
proyecto del Cordón Ambiental y Tradicional de la
Sierra Nevada de Santa Marta, mejor conocido en la
región como el proyecto de los “pueblos talanquera”,
iniciado en el año 2006 con la construcción de Gun-
maku, en jurisdicción del municipio de Aracataca,
inaugurado por el presidente en abril del 2007. Este
lugar, provisto de una impresionante infraestructura
educativa, comunitaria y de salud, fue resultado de
un compromiso del gobierno con el pueblo arhuaco
tras la muerte del mamo Mariano Suárez, asesinado
por las FARC en noviembre de 2004. Este proyecto
coincide con una estrategia de recuperación del te-
rritorio ancestral adelantada desde tiempo atrás por
los indígenas, en lugares de frontera como Bongá
en la zona de ampliación del territorio kogui en el
municipio de Dibulla, o el que han construido los
arhuacos en la zona en que se proyecta construir la
represa de Los Besotes sobre el río Guatapurí.
En el mes de agosto de 2008 fue inaugurado el se-
gundo poblado de los indígenas kogui, denominado
Dumingueka: siete más están proyectados, tres de
los cuales serán entregados en el año 2009.13 Esta
[13] Centro de Coordinación de Acción Integral,
Presidencia de la República (2008). Cordón Ambiental y
Tradicional de la Sierra Nevada de Santa Marta.
262
Internacional Documentos

estrategia territorial propia y adelantada en años
anteriores a través de trabajos comunitarios y apo-
yos privados, se ha convertido en el programa ban-
dera del gobierno hacia los pueblos indígenas en la
región, y al interior de los mismos se discute de qué
maneras está comprometiendo la autonomía de su
proyecto político, entre otras razones, porque cons-
pira contra la aspiración de saneamiento y amplia-
ción de los resguardos, pues una altísima inversión
se está destinando a la construcción de las infraes-
tructuras que incluso algunos indígenas consideran
“elefantes blancos”.
La ayuda de la cooperación directa a ONG y organi-
zaciones sociales que se inscribe en el fortalecimien-
to de la sociedad civil como uno de los componentes
de la consolidación del Estado social de derecho, es
también legitimada por este panorama de violacio-
nes de los derechos humanos. En algunos casos es
una ayuda complementaria y subordinada dentro
de la cooperación al Estado colombiano en materias
como la desmovilización de los grupos paramilitares
que tuvo lugar en la región entre 2006 y 2007. Un
ejemplo de este manejo fue el apoyo ofrecido por la
OEA al pueblo arhuaco para visibilizar su perspectiva
frente al proceso de paz a través de la reconstrucción
de la memoria del conflicto y generar capacidades
en materia de exigibilidad de derechos humanos,
en la línea institucional de trabajo con comunidades
afectadas por la violencia.
Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (Acnur) y el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
junto con la Defensoría del Pueblo y el Secretariado
Nacional de Pastoral Social en un proceso de diálogo
con los indígenas iniciado en febrero de 2004, deci-
dieron emprender la elaboración de un diagnóstico
humanitario con perspectiva indígena. Este se for-
malizó en marzo de 2005 y se inició con reuniones
Editorial Actualidad Planes de vida
en las comunidades kogui de Pueblo Viejo, wiwa de
Diciembre de 2008
Cherwa y kankuama de Atánquez realizadas entre
finales de 2005 y mediados de 2006. Sin embargo,
este propósito conjunto no logró concretarse en el
documento que se haría público para presentar la
visión de los indígenas frente al conflicto y respecto
a las alternativas para afrontarlo, pues no se cum-
plieron las expectativas de los indígenas en relación
con el proceso, y en particular sobre el rol de las
instituciones acompañantes. Al menos, las agencias
del Sistema de Naciones Unidas parecieron perder
interés en visibilizar y atender la crisis humanitaria
en la Sierra Nevada, para la que incluso habían he-
cho esfuerzos de coordinación interagencial, pues se
vinculó al proceso también la Oficina de Coordina-
ción Humanitaria.
Los anteriores procesos evidenciaron la baja capaci-
dad de incidencia de este tipo de estrategias frente
al Estado, y la ausencia de resultados respecto a la
agenda política indígena. Las organizaciones indí-
genas continuaron entonces una gestión paralela
frente a otras fuentes de cooperación directa, que
ha tenido resultados que se concretan en proyectos
financiados por la Agencia Española de Cooperación
para el Desarrollo, la Unión Europea y la Oficina
Contra las Drogas y el Delito de Naciones Unidas;
y de cooperación a través de ONG colombianas o
europeas como el Consejo Noruego para los Refu-
giados, Civis Mundi, Programa por la Paz - Cinep,
o incluso estadounidense como Management
Sciencies for Development (MSD). Estos proyectos
se desarrollan en las áreas de fortalecimiento del
gobierno interno, consolidación del territorio an-
cestral, protección de sitios sagrados, apropiación
comunitaria de prácticas culturales de ordena-
miento territorial, establecimiento de sistemas
productivos agrícolas, fortalecimiento político,
administrativo y operativo de las organizaciones in-
dígenas y del Consejo Territorial de Cabildos (CTC).
263
Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
 Preguntas pendientes,
ETNIAS & POLÍTICA
respuestas parciales
La relación entre pueblos indígenas y organizacio-
nes cooperantes está mediada por un uso político
de discursos hegemónicos y subordinados, que sin
embargo confluyen en un discurso compartido para
hacer posible el diálogo. La cooperación utiliza un
discurso para legitimar su intervención, ejerce una
posición de poder sobre los indígenas, pues no se es-
tablecen negociaciones en equidad de condiciones.
Frente a la agenda indígena se imponen otros intere-
ses gubernamentales apoyados por la cooperación
internacional, tan arrasadores como la política de
seguridad democrática. Sin embargo, los indígenas
logran acceder a otros apoyos, cuya motivación y
enfoque está por investigarse, así como su impacto
respecto a la garantía de los derechos humanos
civiles y políticos, económicos, sociales y culturales,
y colectivos como los derechos al territorio y a la au-
todeterminación.
En tal balance es necesario, al menos, identificar las
formas en que es reinterpretado por los pueblos in-
dígenas el discurso de los derechos humanos desde
sus propios referentes de construcción política y de
identidad cultural. Exige distinguir las modalidades
de la cooperación internacional en derechos huma-
nos con los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de
Santa Marta, los tipos de agentes y sectores trans-
nacionales que la despliegan, así como los que son
receptores de la misma. Esto implica la revisión de
sus agendas frente a las comunidades y frente al Es-
tado, áreas de atención, procedimientos, estrategias
de acompañamiento, etc.
Implica además comparar los contenidos del discur-
so sobre derechos humanos que promueven los di-
ferentes actores sociales que interactúan en la Sierra
Nevada de Santa Marta: agentes y organizaciones
Editorial Actualidad Planes de vida
[ La cooperación internacional en derechos humanos ]
de cooperación internacional, funcionarios públicos
y privados, y organizaciones de base y miembros de
cada uno de los pueblos indígenas.
Por último, requiere analizar el impacto de la coope-
ración en derechos humanos en las organizaciones
y comunidades, los cambios en las dinámicas orga-
nizativas y políticas comunitarias que estarían ge-
nerando, pues cada vez es más complejo el desafío
de articular y articularse a una acción institucional
coherente y apropiada, ante la diversa intervención
gubernamental y la de la propia cooperación.14
Con este ambicioso ejercicio de investigación se bus-
ca aportar a la comprensión de la manera como los
indígenas de la Sierra Nevada se construyen como
sujetos políticos en la interacción con la cooperación
internacional, y qué tipo de incidencia frente al Esta-
do y otros sectores sociales e institucionales, como
ONG, entidades públicas, gremios, etc., genera esa
dinámica, en términos de reivindicación efectiva
de sus derechos y mecanismos de presión frente al
Estado en sus configuraciones locales, regionales,
nacionales, etc.
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Liliana Múnera

265
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Liliana Múnera ]
Internacional Ciclo y crisis:
una explicación marxista
de la crisis económica
mundial

La bancarrota y venta a precios muy bajos, el 15 de septiembre de 2008,

de los grandes bancos de inversión de Wall Street, Lehman Brothers, Merryl
Lynch y Goldman Sachs –cuya reputación de sabios para analizar el presente
y anunciar el futuro económico de empresas y países no sirvió para advertir
sobre su propio final y la desaparición del resto de la megabanca de inver-
sión–, significaron la bancarrota de la ideología neoliberal.

Una semana antes, el 7 de septiembre de 2008, fueron estatizadas el 79%

de las acciones de las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac,
intervenidas por la Agencia Federal para la Financiación de Viviendas de
Estados Unidos. Estaban al borde de una quiebra que hubiera significado
el derrumbe del sistema hipotecario y de la industria de construcción de
viviendas. El tesoro norteamericano, que invirtió inicialmente en esta
operación 25 mil millones de dólares y podría comprometer otros
120 mil millones, argumentó que “dejar al afán de lucro” estas en-
tidades cuya misión pública es garantizar el crédito hipotecario
era un riesgo inaceptable, por lo que los accionistas perdieron
el derecho a los dividendos y a la dirección. También la más
grande compañía de seguros, la AIG, fue salvada por la
Reserva Federal el 17 de septiembre mediante un em-
préstito de 85 mil millones de dólares, a cambio de
estatizar el 79,9% de sus acciones.

Istockphoto- Narvikk
Bush logró que el 2 de octubre de 2008 el Con-
greso de Estados Unidos aprobara la destinación
de más de 700 mil millones del presupuesto esta-
tal para salvar a las entidades financieras en crisis.
El capital privado sobrevive así solamente gracias
al Estado. Aunque lo hace para socializar las gi-
gantescas pérdidas de los más ricos inversionistas
internacionales, el neoliberalismo certifica así
su propia bancarrota: el santo afán de ganancias
económicas no garantiza la felicidad de la socie-
dad, por el contrario, dejarlo sin control es “un
riesgo inaceptable”.
El afán de lucro, el apetito desmedido de ganan-
cias, la competencia, son el motor del sistema:
promueve las inversiones, las innovaciones, el
cambio tecnológico; conduce al auge económico.
Pero como bien se dice popularmente “la codicia
rompe el saco”. El mismo apetito de utilidades
económicas que ha levantado la economía ter-
mina por echarla abajo, causa las alzas de precios,
el crecimiento de las deudas impagables, los
cobros judiciales, la proliferación de las bancarro-
tas, la crisis, el desempleo, la recesión. Es el ciclo
económico.
Muchos análisis importantes enfatizan las cir-
cunstancias específicas que condujeron a la
actual crisis financiera internacional: decisiones
de política económica, comportamientos de los
gerentes y las empresas involucradas, hechos
políticos, guerras; en su visión, tanto las acciones
humanas voluntarias como los hechos fortuitos y
las interrelaciones entre unos y otros condujeron
al resultado de la actual crisis, y por tanto centran
sus alternativas en las decisiones y los hechos que
podrían conducir a salir de ella. Pero olvidan las
leyes propias de la ganancia, de la rentabilidad,
Héctor Mondragón
Investigador Cecoin
Dejar que el simple apetito de ganancias
Diciembre de 2008
de los inversionistas dirija la economía
es colocar la sociedad
bajo la ley del más fuerte,
el capitalismo salvaje.
que determinan que estos ciclos económicos y
estas crisis cíclicas ocurran necesariamente en un
sistema que se ha centrado en el afán de lucro.
Los economistas estadounidenses Carmen
Reinhart y Kenneth Rogoff demostraron recien-
temente, mediante el análisis de estadísticas
históricas, cómo la actual crisis financiera sigue
el mismo modelo de crisis anteriores. Aunque
desde luego, como escribiera Joseph Schumpeter
hace 72 años, cada ciclo económico “constituye
una unidad histórica que no puede explicarse
sino mediante un análisis detallado de los fac-
tores que concurren en cada caso”, la periódica
ocurrencia de las crisis cíclicas revela que el lla-
mado “equilibrio” de la economía no resulta de
la armonía entre el funcionamiento del sistema
económico del lucro con los intereses sociales,
sino de los propios desajustes cíclicos de ese sis-
tema y de sus inmensas contradicciones con los
intereses de la sociedad.
Dejar que el simple apetito de ganancias de los
inversionistas dirija la economía es colocar la
sociedad bajo la ley del más fuerte, el capitalismo
salvaje que lleva a millones de personas a la mi-
seria y al hambre, que sacrifica la producción de
alimentos para producir agrocombustibles, y que
convirtió el derecho a la vivienda en un jugoso
negocio, que siguiendo su propia ley quedó en
 bancarrota cuando 8 millones de familias de Esta-
ETNIAS & POLÍTICA
dos Unidos se atrasaron en sus cuotas hipotecarias
y más de 2 millones quedaron sometidas a cobro
judicial, muchas de ellas ya embargadas y sin vivien-
da. Esa codicia aplicada a la vivienda opera también
con la salud y otros derechos básicos. El genio de
la lámpara mágica del lucro se vuelve contra sus
propios amos. Es posible e indispensable, entonces,
examinar cómo funciona la dinámica económica
que conduce cíclicamente a la crisis.
El ciclo de Juglar y Marx
El médico francés Joseph Clemente Juglar publicó
en 1863 su obra Las crisis comerciales y su retorno en
Archivo ONIC.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
Francia, Inglaterra y Estados Unidos, en la cual demos-
tró, valiéndose de las estadísticas, que las crisis no
eran fenómenos extraños a la economía y al proceso
de producción vigentes, sino que eran parte de su
propio desarrollo: a la prosperidad seguía la crisis,
como fase inevitable del ciclo, y viceversa. Entre
tanto, el notable economista inglés William Stanley
Jevons, analista matemático de los mercados y los
precios, seguía atribuyendo las crisis a las manchas
solares y también a otras injerencias exteriores
que perturbaban la economía; citaba al notable
observador Hyde Clarke, quien desde 1847 expli-
caba los ciclos que encontró cada diez años y cada
periodo largo de 54 años por causas meteorológicas
(Schumpeter, 1954, p. 815 n).
268
Internacional Documentos
Jevons, mediante sus modelos lógico-matemáticos
mostró cómo el capitalismo sí puede funcionar
perfectamente; Juglar, mediante el estudio históri-
co-estadístico demostró que no funcionaba como
Jevons decía, y que engendraba periódica e indefec-
tiblemente la crisis. Mientras Jevons expuso el deber
ser del capitalismo, Juglar sentó empíricamente el
ser, la realidad. La validez concreta del estudio de
Juglar adolecía de una ausencia: la explicación teó-
rica; pero los datos estadísticos fueron la base de un
dictamen científico sobre las crisis.
Por los mismos días de Juglar, Karl Marx empren-
dió su obra El Capital. Crítica de la economía política.
Como la mayoría de los libros y artículos impor-
tantes de su época, El Capital está penetrado por la
necesidad de explicar a fondo las crisis comerciales
recurrentes. Marx desarrolló una crítica profunda
de la economía. Así, a más tardar en 1867 había
elaborado ya una explicación teórica detallada y de
fondo del fenómeno de las crisis cíclicas. Para ha-
cerlo corrigió la explicación de Adam Smith sobre el
valor de cambio de las mercancías, según la cual el
valor depende del trabajo promedio para producir-
las. Esta explicación era opuesta a la que formulaba
Jevons, quien pensaba que el valor o el precio, que
para él eran lo mismo, estaban determinados por la
utilidad adicional que proporcionaba la mercancía a
los compradores. Mientras para Jevons el trabajo es
tan solo un factor de producción retribuido según su
utilidad marginal, para Marx el trabajo es la fuente
del valor y engendra no sólo la retribución salarial,
sino la ganancia capitalista en todas sus formas:
beneficio industrial y comercial, interés bancario y
renta de la tierra.
El valor de cada producto está compuesto por el va-
lor de los medios de producción (máquinas, equipos,
materias primas), más el salario, más la ganancia
creada por el trabajo nuevo del obrero. Tanto como
Editorial Actualidad Planes de vida
cada vez que se aceleraba el crecimiento
Diciembre de 2008
de la economía capitalista,
las ganancias tendían a crecer
con menor rapidez
que el capital invertido
les interesaba a los capitalista que los economistas
ocultaran las fuentes de las ganancias, les interesaba
elevarlas al máximo con el mínimo de inversión.
Analizando este fenómeno Marx descubrió que
cada vez que se aceleraba el crecimiento de la economía
capitalista, las ganancias tendían a crecer con menor
rapidez que el capital invertido o, en otras palabras, el
rendimiento de las inversiones tiende a hacerse más
pequeño a pesar de que el total del capital aumente
y precisamente a medida que aumenta.
La causa de este fenómeno puede resumirse así: a
medida que la industria capitalista progresa, por
cada peso, dólar o euro invertido, gasta más en
máquinas y materias primas que en salarios. Esto
significa que a medida que aumenta el capital, la
proporción del valor agregado por el trabajo nuevo, con
respecto a cada dólar invertido, se hace menor.
Así, Marx descubrió que al acelerarse el crecimiento, el
rendimiento de las inversiones o tasa de ganancia llega a
ser cada vez más bajo, aunque el total de las ganancias
sea mayor y, ésta es la causa principal –no única– de
las crisis capitalistas. Al bajar la tasa de ganancia
se reducen las inversiones y por esta vía el empleo
y el consumo de maquinarias, materias primas y
artículos de subsistencia, multiplicándose el efecto
depresivo. Al bajar la tasa de ganancia las tasas de
intereses se vuelven impagables y las deudas inco-
brables, con lo que se producen quiebras. Al bajar
la tasa de ganancias los precios no responden a las
expectativas del productor y resultan muy caros
269
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]

ETNIAS & POLÍTICA
Archivo ONIC.
para el consumidor. Este conjunto de fenómenos
culmina en una recesión general.
A menudo se afirma que Marx románticamente
deducía de este análisis que el capitalismo se au-
todestruiría. Pero el anticapitalismo de Marx no se
fundaba en la creencia según la cual el capital llega-
ría a una crisis de la cual no podría salir, sino en los
sufrimientos que el capitalismo, sus crisis, recupera-
ciones y auges descargan sobre miles y millones de
seres, en la seguridad de la limitación histórica del
capitalismo, y en el análisis según el cual del propio
seno del capitalismo surgió la clase obrera, que se
vería en la necesidad de enfrentarlo y derribarlo, y
que podría adquirir la capacidad de hacerlo, sin que
pudiera esperar un “derrumbe” del sistema.
Al contrario de lo que piensan los observadores su-
perficiales del marxismo, Marx demostró, no solo por
qué el capitalismo tiene que caer en crisis periódicas, sino
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
también que puede salir de cada una de ellas y ¡cómo
sale de ellas! Explicó que la baja de la tasa de ganancia
se contrarresta mediante la destrucción de capitales,
bien sea físicamente, por la guerra, o meramente
económica por la competencia desgarradora que in-
utiliza grandes masas de capitales: la máquina sigue
siendo máquina, pero deja de ser capital pues no sir-
ve para producir ganancias, su dueño se arruina, los
obreros son despedidos y sobre las ruinas resurge la
acumulación de capital, pues para los competidores
victoriosos el aumento de la ganancia vuelve a ser
más rápido que el incremento de la inversión.
A este proceso básico de la recuperación se agregan
otros métodos, como el aumento de horas de traba-
jo de los obreros y la rebaja de salarios reales y pres-
taciones, aprovechando el desempleo; el aumento
de la eficiencia de los trabajadores; el saqueo de las
riquezas de otros países o de los campesinos e indí-
genas del propio país; la conquista y la inversión en
países o zonas atrasadas donde la tasa de ganancia
es más alta; el cobro de intereses a las empresas del
Estado o a otros Estados; o como quien dice, todas
las ruindades que caracterizan al capitalismo.
El único método “limpio” para salir de las crisis ha
sido abaratar el capital mediante los descubrimien-
tos y el avance tecnológico, pero este método a la
larga también termina en descenso de la cantidad
proporcional de trabajo agregado y de la parte de ca-
pital invertida en salarios, restableciendo al cabo del
tiempo la causa de la crisis, al utilizar menos trabajo
vivo por peso invertido y volver a incorporar menos
valor nuevo y obtener menos plusvalía con relación
a los valores viejos, al capital constante o muerto.
Un ejemplo de un descubrimiento que abarata el ca-
pital y, a la vez, aumenta los salarios con respecto al
conjunto del capital invertido puede imaginarse así:
se averigua que las hojas de los árboles sustituyen al
petróleo; esto consumiría menos capital constante,
270
Internacional Documentos
más trabajo y causaría un auge cíclico; pronto inven-
tarían máquinas para recoger hojas y, a largo plazo,
invertirían más en ellas que en contratar personas:
así, la proporción de plusvalía sobre la inversión se-
ría menor, volviendo a bajar la tasa de ganancia.
La explicación de Marx sobre las crisis estuvo lista
desde 1867, pero no pudo ver la luz hasta fines de
1894, cuando se publicó el tomo III de El Capital. El
retraso en la publicación resultó desafortunado:
el periodo entre 1867 y 1894 fue particularmente
crítico para el capitalismo y los años de rápido cre-
cimiento sucedidos desde 1848 se interrumpieron
bruscamente. Las crisis se repetían con rapidez, y
las recuperaciones conducían a ascensos muy pe-
queños de la acumulación. En cambio, desde 1896 y
hasta 1914 el capitalismo vivió un periodo de pros-
peridad relativa, en el cual si bien se presentaron
crisis (1900 y 1908), fueron de menores consecuen-
cias y sobre todo, fueron seguidas rápidamente por
auges impetuosos de la producción y la ganancia.
Ciclo largo
En 1946 un minucioso estudio de Burns y Mitchel
(Estey, 1956, p. 91) permitió apreciar los cambios
operados en la duración de los ciclos en la época de
Marx y Engels, tomando como ejemplo a Estados
Unidos. Este registro a posteriori mostró además de
lo ya encontrado por Juglar, dos fenómenos: por una
parte un ciclo más corto que el estudiado por Juglar
y Marx, con duración de unos 40 meses y que sería
demostrado estadísticamente en 1923 por Joseph
Kitchin y W. S. Crum. Pero además, y sobre todo,
pudo notarse que después del punto crítico de 1867,
los meses de contracción o depresión pasaron a ser
superiores a los de expansión. La recuperación tras
la depresión de 1867 sólo fue seguida por 18 meses
de auge: a 34 meses de ascenso, siguió una gran de-
presión de 65 meses desde finales de 1873 hasta el
primer trimestre de 1879.
Editorial Actualidad Planes de vida
al acelerarse el crecimiento,
Diciembre de 2008
el rendimiento de las inversiones
o tasa de ganancia llega a ser
cada vez más bajo, aunque
el total de las ganancias sea mayor.
Observando eso mismo, Engels hizo un importante
descubrimiento como fruto de su observación de este
periodo y logró registrarlo en una nota anexa al tomo
III de El Capital, publicado un año antes de su muerte:
Como ya hemos hecho notar en otro pasaje,
se ha operado aquí un viraje desde la última
gran crisis general [la de 1867]. La fórmula
aguda del proceso periódico con su ciclo de 10
años que hasta entonces venía observándose
parece haber cedido el puesto a una sucesión
más bien crónica y larga de períodos relativa-
mente cortos y tenues de mejoramiento de los
negocios y períodos relativamente largos de
opresión sin solución alguna. Aunque tal vez
se trate simplemente de una mayor duración
del ciclo. En la infancia del comercio mundial,
puede observarse sobre poco más o menos
crisis de 5 años; de 1847 a 1867, los ciclos son
resueltamente de 10 años ¿Estaremos tal vez
en la fase preparatoria de un nuevo crack mun-
dial de una vehemencia inaudita? Hay algunos
indicios de ello. Desde la última crisis general
de 1867, se han producido grandes cambios.
El gigantesco desarrollo de los medios de
comunicación - navegación transoceánica de
vapor, ferrocarriles, telégrafo eléctrico, ca-
nal de Suez - ha creado por primera vez un
mercado mundial. Inglaterra, país que antes
monopolizaba la industria, tiene hoy a su lado
una serie de países industriales competidores;
en todos los continentes se han abierto zonas
definitivamente más extensas y variadas a la
inversión del capital europeo sobrante, lo que
271
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 Marx demostró, no solo por qué
ETNIAS & POLÍTICA
el capitalismo tiene que caer
en crisis periódicas, sino también
que puede salir de cada una de ellas
y ¡cómo sale de ellas!
permite distribuirse mucho más y hacer frente
con más facilidad a la superespeculación local.
Todo esto contribuye a eliminar o amortiguar
fuertemente los antiguos focos de crisis y las
ocasiones de crisis. Al mismo tiempo, la com-
petencia del mercado interior cede a los cartels
y los trusts y en el mercado exterior se ve limi-
tada por los aranceles protectores de que se
rodean todos los países con excepción de Ingla-
terra. Pero a su vez, estos aranceles protectores
no son otra cosa que los armamentos para la
campaña general y final de la industria que
decidirá la hegemonía en el mercado mundial.
Por donde cada uno de los elementos con que
se hace frente a la repetición de las antiguas
crisis lleva dentro de sí el germen de una crisis
futura mucho más violenta. (Marx, 1959, pp.
459-460).
Engels reunió ahí una serie de apreciaciones valiosas
para completar la teoría del ciclo, que pueden enu-
merarse y resumirse así:
1. Podían distinguirse ya en esta época tres periodos
del desarrollo del capitalismo con respecto a los
ciclos económicos: a) 1815-1847, con crisis fre-
cuentes; b) 1847-1867, con desarrollo sostenido,
crisis alejadas y auges duraderos; c) 1867-1894,
con crisis frecuentes y depresiones duraderas.
2. Se habían creado condiciones económicas, po-
líticas y técnicas para terminar la fase depresiva
comenzada en 1867 y suavizar las crisis por un
periodo.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
3. Las mismas condiciones que acelerarían el desa-
rrollo del capitalismo lo llevarían a una crisis más
violenta que la anterior.
4. Una hipótesis: “tal vez se trate de una mayor du-
ración del ciclo”.
Si Engels deja el descubrimiento del ciclo largo a
nivel de una hipótesis no se debe a que no hubiera
reunido todos los datos en su favor, como lo de-
muestra la periodización que propuso, sino porque
era necesario que se complementaran datos de
más de uno y medio ciclos largos para que pudiera
certificarse su existencia. No obstante, formuló
dos previsiones geniales en su nota: un periodo de
estabilidad y crecimiento económico rápido y luego
una nueva gran crisis, cuyo anuncio acompañó en la
época por artículos en que denunció la necesidad en
que se verían las burguesías de los países avanzados
de adelantar una gran guerra por la hegemonía
mundial. Dos guerras mundiales y la gran depresión
económica de 1929 certificaron la precisión de las
previsiones de Engels.
Estos hallazgos no fueron casuales, sino consecuen-
cia del análisis de la ganancia y la tasa de ganancia
que hizo Marx en el tomo III de El Capital. A partir
de él se pueden comprender la necesidad del ciclo
medido por Juglar y la de los ciclos más largos que
detectó Engels.
Después de la muerte de Engels, nuevos artículos,
estadísticas y análisis aportaron evidencias mayores
para probar la hipótesis sobre el ciclo largo. Dentro
de los círculos cercanos a este autor se formularon
apreciaciones al respecto, casi inmediatamente.
En 1896 Alexander Helphand (Parvus) formuló
un esquema de “ondas” largas de expansión en las
cuales la industria capitalista se adueña de nuevos
países, zonas o ramas de la producción, seguidas de
ondas largas depresivas en las cuales se agotaba el
efecto explosivo de las nuevas conquistas. En 1913
272
Internacional Documentos
el marxista holandés Van Gelderen, a partir de las

Diciembre de 2008
variaciones de los precios, afirmó la existencia de
ondas largas y agregó a las causas propuestas por
Parvus una explicación de orden interno económi-
co: la formación de nuevas ramas industriales o su
modernización tecnológica (Mandel, 1979).
A partir de 1914 la crisis agravada del capitalismo
copó el panorama, primero por la guerra mundial
y luego de 1917 por el triunfo de la revolución rusa
que comenzó con el derrocamiento del zar y conti-
nuó con el derrocamiento del gobierno de Kerenski.
El viceministro de alimentación de ese gobierno,
Nikolai Kondratieff, fue devuelto a sus investigacio-
nes económicas por el triunfo bolchevique y se dedi-
có a acumular estadísticas entre 1919 y 1921.
Kondratieff pudo establecer con claridad, tanta
como la que tuvo Juglar sesenta años antes, que
existen ciclos de precios de cincuenta años de duración.
En un artículo posterior (1926, p. 45) sintetizó el Archivo ONIC.

curso de los ciclos largos así:

Primer gran ciclo: ascenso desde fines de la década
de los ochenta y principios de los noventa del siglo
XVIII, hasta 1810-17; descenso desde 1810-17 hasta
1844-51. Segundo gran ciclo: ascenso de 1844-51 a
1870; descenso de 1870 a 1890-96. Tercer gran ciclo:
ascenso de 1896-1914, con descenso que empezó en
1914-20.
Kondratieff pronunció así, desde su retiro inte-
lectual, el veredicto sobre una nueva fase de con-
tracción de la economía capitalista y se anticipó al
interés con que muchos economistas hurgarían en
la crisis después de la depresión de 1929. Explicó el
ciclo largo acudiendo a factores internos de la eco-
nomía, pero no enfatizó en las variaciones de la tasa
de ganancia. En cambio, destacó la parte técnica
referente a la sustitución de la gran maquinaria y
edificios, y su relación con factores que pueden estar
presentes en un sistema no capitalista: a) la abun-
dancia del ahorro; b) el crédito barato; c) la concen-
tración de la inversión; y d) los precios bajos.
Cuatro factores crean las condiciones para reponer
los grandes bienes de capital, iniciándose una fuerte
expansión larga que termina cuando la reposición
de maquinaria pesada y edificios se ha cumplido.
La progresiva inversión de los factores, a lo largo del
desarrollo del ciclo, conduce a su final, en tanto que
nuevas ramas de la producción, como la agricultura,
se industrializan como resultado de las inversiones
que atraen sus precios altos durante la expansión.
Kondratieff (1935) consideraba que era pertinente
hablar de “ciclos largos” y no de “ondas”:
Se ha objetado que las grandes oscilaciones
carecen de la regularidad mostrada por los
ciclos de los negocios. Pero esto es falso. Si uno
define “regularidad” como una repetición de
intervalos de tiempo regulares, entonces los

273
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 En Estados Unidos, la crisis que comenzó
ETNIAS & POLÍTICA
antes del 11 de septiembre de 2001
y se agravó después de esa fecha,
se resolvió con una vigorosa
recuperación tras la guerra de Iraq.
grandes ciclos poseen esta característica igual
que los ciclos intermedios. Una periodicidad
estricta en los fenómenos sociales y económi-
cos no existe del todo ni en las fluctuaciones
grandes ni en las intermedias. La longitud de
estas últimas varía de 7 a 11 años, es decir el
57 por ciento. La longitud de los grandes ciclos
varía entre los 48 y los 60 años, esto es sólo 25
por ciento.
Si por regularidad se entiende la semejanza y
la simultaneidad en las fluctuaciones de series
diferentes, entonces se presenta en el mismo
grado en las oscilaciones grandes que en las
intermedias. Y finalmente si la regularidad se
hace consistir en el hecho de que las oscilacio-
nes intermedias son un fenómeno internacio-
nal, entonces las grandes oscilaciones tampoco
difieren en este aspecto de las intermedias. En
consecuencia no hay menor regularidad en las
grandes oscilaciones que en las intermedias
y si deseamos designar a estas últimas como
cíclicas, no tenemos por qué negarle el mismo
carácter a las primeras.
Los escritos de Kondratieff sugerían que el ciclo lar-
go afectaría a la Unión Soviética. Esto lo deducía de
su explicación técnica de las causas de este ciclo. Hoy
puede plantearse la hipótesis de que efectivamen-
te la vida de la URSS estuvo marcada por un ciclo
económico largo. La fase de crecimiento acelerado
de la URSS cubrió desde 1929, a partir de la colecti-
vización y “acumulación socialista originaria” hasta
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
1956 o tal vez hasta 1962. Luego vino la desacelera-
ción y la crisis; un ciclo de sesenta años. Los hechos
obligan a replantearse este asunto. Si bien la econo-
mía interna estaba por fuera del capitalismo, seguía
las reglas de otro sistema, y escapó así a la ley de los
ciclos de Juglar, en las inversiones a mediano plazo,
las ligazones con la economía internacional hacían
que como conjunto la economía de la URSS –como
la de China y demás países llamados socialistas–, es-
tuviera sometida en la inversión a más largo plazo, a
las leyes de la ganancia. Solo la sustitución mundial
del capitalismo extinguiría los ciclos largos.
A lo expuesto por Kondratieff hay que añadir que el
economista austríaco Joseph Schumpeter continuó
y perfeccionó su obra y reunió, en su libro Business
Cycles (1939), evidencia de gran valor para demos-
trar y explicar el “desenvolvimiento” de la econo-
mía en la forma de tres tipos de ciclos económicos
básicos: a) corto, de 40 a 51 meses o de Kitchin; b)
medio, de 6 a 10 años o de Juglar; c) Largo, de 54 a
60 años, o de Kondratieff.
Este modelo coincide en general con las fluctuacio-
nes cíclicas ocurridas desde la aparición del libro de
Schumpeter hasta la fecha.
De hecho, en Colombia el ciclo de Juglar tiene una
duración promedio de ocho y medio años, el ciclo
actual tuvo su auge en 2007, y en 2008 la economía
se ha desacelerado: estancamiento industrial; caída
de la construcción; disminución de la producción
agrícola si se descuentan el café y la coca (porque
los cultivos de ésta sí aumentaron); los precios de
las acciones de la Bolsa de Valores, que ya habían
bajado en 2007, cayeron durante el año 2008 en un
15%; mientras, el número de colombianos deudores
morosos aumenta y la cartera vencida creció 25%
con respecto al 2007; el total de la deuda interna de
la nación superó desde 2006 los 100 billones de pe-
sos y duplica la deuda externa.
274
Internacional Documentos
En Estados Unidos, la crisis que comenzó antes del 11

Diciembre de 2008
de septiembre de 2001 y se agravó después de esa fe-
cha, se resolvió con una vigorosa recuperación tras la
guerra de Iraq. El auge subsiguiente terminó en junio
de 2007 cuando se hicieron evidentes las dificultades
de Beran Stearns y otros bancos hipotecarios.

El ciclo de Juglar es pues una realidad científicamen-

te incontrovertible, aunque se discuta mucho sobre
sus causas y características. El ciclo de Kitchin, así
como otras oscilaciones menores, no despierta la
atención del público y su estudio se deja a los espe-
cialistas y a los inversionistas o especuladores de las
Bolsas de Valores. Sobre el ciclo largo se mantienen
controversias. Sin embargo, la magnitud de la crisis
actual en Estados Unidos y su extensión a Europa
y otros lugares del mundo plantea evidencias muy
fuertes sobre la finalización de un periodo largo de
crecimiento acelerado iniciado a comienzos de la Archivo ONIC
década de los ochenta del siglo pasado y la perspec-
En este siglo el liberalismo ya había dejado de ser
tiva de una fase descendente del ciclo largo para los
la ideología de una clase emergente e ilusionada
próximos 25 años.
y pasa a serlo del capital financiero –fusión de los
bancos con los monopolios industriales–, que
Debates sobre las causas justificaba las alzas de las tasas de interés como
del ciclo y las crisis “correcciones automáticas” de la economía y a las
depresiones como sanadoras de “errores” anteriores
Un año antes de la primera guerra mundial la eco-
o de excesos de dinero y crédito. Así se santificaban
nomía liberal o neoclásica había expuesto una tesis
las operaciones financieras y el curso de la concen-
sobre el ciclo. Se trató de una explicación moneta-
tración monopolista de capitales. Las recetas libera-
rista, de Hawtrey, según el cual los ciclos son pro-
les fueron luego pulverizadas por el curso de la Gran
vocados por el manejo de la moneda y del crédito,
Depresión, desde 1929. El capital, como pasa ahora,
que al crecer en exceso causaban un auge artificial
tuvo que adaptarse a otras ideas y abrirse a nuevas
que se convertía después en una crisis. “El ciclo es un
explicaciones.
fenómeno monetario, porque la demanda general
en sí misma lo es”, decía Hawtrey (Estey, 1956, p. Al encontrar el origen de la prosperidad en la inno-
220). Esa concepción anunciaba el neoliberalismo, vación, Schumpeter atribuyó al sujeto empresario,
al añadir a las viejas doctrinas económicas liberales a la voluntad y la acción histórica, la fuerza desen-
la necesidad de intervenir para controlar la oferta cadenante y consideró que el ciclo se produce ante
monetaria y prescribir correcciones de la misma todo por la acción del empresario. Él veía cómo la
como política anticíclica. innovación acelera la acumulación mediante toda

275
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 En este siglo el liberalismo ya había
ETNIAS & POLÍTICA
dejado de ser la ideología de una clase
emergente e ilusionada
y pasa a serlo del capital financiero
la serie de fenómenos inducidos y movimientos
secundarios que constituyen el auge (Schumpeter,
1935, pp. 22-23). Una vez se agota su efecto, los pa-
gos de los préstamos bancarios agotan los depósitos
y se inducen los fenómenos y movimientos secun-
darios inversos que conducen a la recesión, en una
forma como podría ilustrarse con la Gran Depresión
Latinoamericana de los años ochenta que sí fue con-
comitante con una crisis de pago de deuda, pero que
no es el único modelo de recesión capitalista.
Schumpeter vio en su modelo tricíclico un esquema
de clasificación de las inversiones a corto, mediano
y largo plazo, pero no explicó claramente por qué
las inversiones se detenían durante el periodo de
crisis, lo cual sí se puede entender si se registra que
la tasa de ganancia ha bajado. No diferenció entre la
innovación que ahorra mano de obra disminuyendo
el valor agregado de las mercancías y la que ahorra
capital constante y, por tanto, tampoco vio cómo
el segundo tipo de innovación conduce finalmente
al primero, y cómo el mismo avance tecnológico y
los cambios conducen en el capitalismo a la crisis,
no sólo por agotamiento de sus efectos, sino espe-
cialmente por sus efectos en la tasa de ganancia.
Schumpeter sin embargo consideraba inevitables
los ciclos en el capitalismo.
Por el contrario, teorías surgidas durante la Gran
Depresión negaron la inevitabilidad de las crisis
cíclicas. En 1922 Hobson, siguiendo los rastros de
Fullarton, revivió la teoría del subconsumo, según la
cual la concentración del ingreso y del capital provo-
ca que los empresarios inviertan en exceso, mientras
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
las grandes masas no tienen dinero para consumir.
Con una adecuada distribución del ingreso se podría
evitar las crisis. Este análisis fue mejorado por los
suecos Ohlin y Myrdal, el polaco Kalecki y el inglés
Keynes. Este expuso sus tesis en el Tratado sobre el
dinero (1930) y en la Teoría general de la ocupación, el
interés y el dinero (1936).
Para Keynes la Gran Depresión era la refutación viva
de la Ley de Say y demás teorías clásicas sobre la im-
posibilidad de la superproducción general. También
refutaba las teorías monetaristas que consideraban
las crisis como correcciones o ajustes de la cantidad
de dinero y crédito. La crisis de los años treinta era
una catástrofe gigante. Keynes demostró que se ha-
bían generado defectos en el sistema distintos de los
simplemente monetarios: capacidad de consumo
insuficiente; deseo excesivo de tener dinero dispo-
nible sin arriesgarlo (preferencia por la liquidez);
tasas de interés demasiado altas y un descenso de
lo que llamó “eficiencia marginal del capital”, que
es el rendimiento adicional esperado por una nueva
inversión. Estos defectos paralizaron la inversión y
provocaron la crisis. Por lo mismo, la inversión del
Estado y el aumento de la proporción del ingreso
dedicada al consumo, si se conjugaban con medidas
para disminuir el deseo de tener dinero efectivo
disponible y con la baja de las tasas de interés por
debajo de la eficiencia marginal del capital, podían
controlar y hasta evitar las crisis.
La categoría de eficiencia marginal de capital tiene
parentesco con la tasa de ganancia marxista. Pero,
además de la base “marginalista” del análisis de key-
nesiano, su diferencia con Marx radica en que Keynes
no consideró que la caída de la eficiencia del capital
fuera necesariamente cíclica, sino que era un factor
en juego que podía influirse mediante la interven-
ción económica del Estado, estímulos psicológicos y
otros factores subjetivos. Keynes constató la limita-
276
Internacional Documentos
ción creciente de ciertos remedios que proponía (por
ejemplo, trató la tendencia de las sociedades indus-
trializadas a dedicar menor proporción del ingreso al
consumo), pero Keynes pensó que generalmente es
posible una política económica de equilibro.
Sin embargo, Keynes afirmaba que una vez desen-
cadenada la crisis debía pasar un tiempo que podía
prolongarse de tres a cinco años para que cedieran
los factores que la provocaron, se eliminaran los
excesos de capital y mercancías, y se recuperaran el
consumo, la demanda y las inversiones estatales de
manera que produjeran un efecto notable de reac-
tivación (Keynes, 1936, p. 305). Harrod (1936) hizo
una representación dinámica de la visión keynesia-
na y agregó el concepto de lo que llamó “acelerador”
de la inversión, “inducida” por las innovaciones (si-
Archivo ONIC.
Editorial Actualidad Planes de vida
guiendo a Schumpeter) y desarrolló así un análisis
Diciembre de 2008
matemático con resultados cíclicos.
Samuelson, siguiendo a Harrod, elaboró en 1939 un
modelo según el cual las expansiones y depresiones
se producen por necesidad matemática después de
una inversión adicional, debido a que las leyes de la
economía se despliegan de tal manera que los au-
mentos de la inversión terminan siendo más peque-
ños que los aumentos del ingreso y del consumo,
y así se producen la recesión y la crisis, que duran
hasta que la inversión disminuye con menor rapidez
que la caída del ingreso y del consumo.
La escuela de Samuelson buscó fórmulas sobre los
niveles de inversión necesarios para evitar la crisis,
ya que no centró su análisis en la baja de la tasa de
ganancia. Después de la segunda guerra mundial
277
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]

Archivo ONIC.
prevaleció la idea según la cual la inversión estatal
–muchas veces financiada con emisiones inflacio-
narias de dinero o con cupos de crédito– si se hacía
en el momento y en la cantidad oportunos, podía
evitar o reducir a la mínima expresión las crisis.
Samuelson terminó por reunir en una sola versión el
keynesianismo y las nociones clásica y monetarista
de equilibrio en lo que llamó la “síntesis neoclásica”,
proclamando el fin de las crisis mediante el control
monetario, la inversión estatal adecuada, el control
del crédito y la política de salarios.
Otra vertiente del keynesianismo la representó Al-
vin H. Hansen quien consideró que el capitalismo
tendía a un “estancamiento secular” que se ocultaba
sólo por catastróficas guerras mundiales y conquis-
tas. Opinión olvidada al culminar la Gran Depresión.
Samuelson apenas sí mencionaba en sus libros de
los años sesenta sus modelos matemáticos del ciclo.
El optimismo reinó hasta 1967, y aun quienes men-
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
cionaban el ciclo largo, como Dupriez, daban una
explicación monetarista.
Pero en los años setenta la economía internacional
se debatió en la crisis. Resonaron las palabras de Es-
tey (1956, p. 139) comentando a Alvin Hansen:
Con la acumulación continua de grandes volú-
menes de ahorro en los países de altos ingresos
y con la contribución de la corriente de ahorro
de las áreas recién industrializadas, la presión
sobre la inversión continuará siendo severa.
Sin duda esta presión ha cedido de cuando en
cuando. La primera guerra mundial con su
gran destrucción de capital y la segunda guerra
mundial y sus consecuencias, con la necesidad
de rehabilitación de capital en todo el mun-
do aplazaron el problema por un momento,
pues una vez que el período de reconstrucción
termine, la presión para encontrar salidas a la
inversión resurgirá y una vez más se presentará
la amenaza de que falle la economía para man-
tener altos niveles de inversión y ocupación.
Los economistas, excepto parte de los marxistas y de
los schumpeterianos, habían olvidado que la expan-
sión de los años cincuenta y sesenta fue preparada
por la destrucción de la guerra mundial. Detrás del
“milagro japonés” estaban Hiroshima y Nagasaki, las
bombas atómicas y su destrucción. Detrás del “mila-
gro alemán” estaba la destrucción de Alemania y de
Europa. Hitler no triunfó, pero de la guerra renació
el capitalismo aunque hubiera perdido –transitoria-
mente– una parte del mundo.
Aunque antes de 1968 fue posible de todos modos
estudiar la ocurrencia de crisis cíclicas en Estados
Unidos, Francia, Inglaterra o Italia, y economistas
como Mienschikov o Mandel hicieron minuciosos
análisis sobre ellas, la aparente no ocurrencia de re-
cesiones en Japón hasta 1965, y los poderosos auges
en Estados Unidos y Europa Occidental permitieron
278
Internacional Documentos
hablar del éxito keynesiano para evitar o controlar
las crisis. Sin embargo, Mienschikov (1970, p. 80
ss.) pudo prever el final del crecimiento sosegado
del Japón y la agudización internacional de las crisis
capitalistas. La verdad saltó tras las crisis de 1967-68,
1974 y 1980-83. Entonces, a los ministerios de Eco-
nomía volvieron los monetaristas neoliberales, los
“Chicago boys”, que contra Keynes pregonaron dejar
a la economía a sus libres “leyes”, pero evitando el
exceso de dinero y de crédito. Lo que para ellos fue-
ron “ajustes necesarios”, para millones de personas
fueron desastres.
Modelos aleatorios
En los años siguientes el interés de la teoría eco-
nómica neoliberal se desplazó desde la teoría del
ciclo, que algunos consideran determinista, hacia el
estudio de las fluctuaciones económicas aleatorias,
entendidas como fluctuaciones casuales, y algunos
economistas siguieron usando la expresión “ciclo
económico”, por mero convencionalismo.
Defensores de la teoría de las expectativas raciona-
les sostuvieron que no puede existir ningún “ciclo”
determinista puesto que los agentes económicos
racionales actúan para detectar y conjurar las causas
de los desequilibrios y, por tanto, impiden una diná-
mica cíclica. La teoría del ciclo económico demues-
tra en cambio cómo la actuación de tales agentes
termina, a pesar de su voluntad, por reforzar las
causas de las fluctuaciones cíclicas.
En tanto la suposición clásica o neoliberal de que la
economía está cercana al equilibrio parece difícil-
mente compatible con la existencia de ciclos, la eco-
nomía neoliberal buscó explicar las fluctuaciones
económicas como una conjunción de probabilida-
des y usó para probarlo ciertos modelos “estocásti-
cos” con series temporales que graficadas muestran
Editorial Actualidad Planes de vida
fluctuaciones similares a las observadas en series
Diciembre de 2008
históricas reales de valores de inflación, empleo e
inversión.
En 1900 el matemático Louis Bachelier había afir-
mado que las fluctuaciones en ciertos precios se-
guían un paseo al azar, siendo totalmente aleatorios
y sin componentes cíclicos. El modelo de Bachelier
fracasó sin embargo al tratar de explicar las grandes
fluctuaciones, como la Gran Depresión.
Benoît Mandelbrot (1963) propuso un modelo
mejorado que aplicó a los precios del algodón y que
propuso para explicar las grandes fluctuaciones en
los mercados.
En 1995, dos físicos, Rosario Mantegna y Eugene H.
Stanley, analizaron cerca de un millón de registros
del mercado de valores de los cinco años anteriores
y encontraron distribuciones similares indepen-
dientes de la escala temporal, proponiendo nuevas
hipótesis sobre las características aleatorias de las
fluctuaciones económicas. Pero un modelo estocás-
tico adecuado, es decir, que elimine las relaciones
inevitables que conducen siempre a la crisis cíclica,
no ha podido establecerse todo el paseo aleatorio
generado por las decisiones humanas y las casua-
lidades no pasa de registrar las eventualidades del
mercado y deja sin explicar los grandes movimien-
tos del mercado y su regularidad cíclica.
Otra vez las teorías del ciclo
Desde la perspectiva neoliberal de la “Nueva Eco-
nomía Clásica”, Robert Lucas (1987) formuló un
modelo del ciclo económico de esencia monetaris-
ta. Nuevos e importantes estudios sobre el ciclo eco-
nómico han sido producidos desde entonces y han
ayudado a entender la crisis internacional de 2001,
y la reactivación de 2003, y nutren el debate sobre el
futuro de la economía mundial.
279
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 Minsky demostró que los tiempos
ETNIAS & POLÍTICA
de prosperidad llevan a la euforia
especulativa mientras aumenta el volumen
de crédito, hasta que los beneficios
producidos ya no pueden pagarlo.
Finn E. Kydland y Edward C. Prescott, ganado-
res del premio Nóbel de Economía de 2004, han
centrado sus estudios en la teoría del ciclo real. Sus
investigaciones estadísticas y econométricas han
determinado factores o variables correlacionados
directa o inversamente con las fluctuaciones cíclicas.
Algunas de estas variables pueden ser controladas o
provocadas por la política económica, en tanto que
otras en cambio, hacen parte del carácter mismo
de la ganancia capitalista y son los motores del ciclo
económico.
Según el modelo de Kydland y Prescott, ante un
choque favorable sobre la tecnología, el producto
aumentará, la demanda de trabajo se expandirá, y
el salario real se elevará, porque se incrementa la
productividad de los factores, trabajo y capital, hasta
que se incurra en una acumulación excesiva de capi-
tal durante el auge. Entonces el auge podía conllevar
las semillas de la recesión. El análisis y la explicación
de Kydland y Prescott destaca los “choques reales”
por sobre los “choques monetarios”, y relegan a un
segundo plano las causas meramente monetarias
de la crisis, que habían sido priorizadas por los tra-
bajos de Lucas y Dupriez, enfatizando en cambio en
el papel de la innovación tecnológica, lo cual puede
considerarse una reafirmación de las hipótesis de
Schumpeter.
Otras hipótesis insisten en el carácter inexorable de
las fluctuaciones cíclicas. La investigación de Hy-
man Minsky, por ejemplo, se centró en la fragilidad
financiera intrínseca a la marcha normal de la eco-
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
nomía, y en la comprensión de las crisis financieras.
Minsky mostró cómo evoluciona la inestabilidad de
los mercados financieros y cómo interacciona con la
economía.
Minsky demostró que los tiempos de prosperidad
llevan a la euforia especulativa mientras aumenta
el volumen de crédito, hasta que los beneficios
producidos ya no pueden pagarlo, momento en que
las deudas impagables llevan a la crisis. Sigue una
contracción del crédito, incluso para aquellas com-
pañías que sí pueden pagarlo, momento en que la
economía entra en recesión. “Una característica fun-
damental de nuestra economía”, escribió Minsky en
1974, “es que el sistema financiero oscila entre la robus-
tez y la fragilidad, y esa oscilación es parte integrante del
proceso que genera los ciclos económicos.”
Kindleberger (1978) expuso tres factores básicos ca-
racterísticos del ciclo financiero: un factor exógeno
que estimula el auge (una expectativa, una política
económica, un megaproyecto, una innovación
tecnológica, el descubrimiento de un recurso); un
objeto de especulación (finca raíz, determinadas
acciones), y una fuente de expansión monetaria (el
gasto del gobierno, las tarjetas de crédito, los dine-
ros calientes, las exportaciones, la inversión extran-
jera, capitales golondrina).
La citada investigación de Carmen Reinhart y Ken-
neth Rogoff comprobó la inclusión de la actual crisis
dentro de la regularidad del fenómeno de las crisis
financieras, echando por el piso cualquier hipótesis
que deje la causa de la crisis a la casualidad o a fe-
nómenos meramente relacionados con decisiones
humanas o políticas económicas. Si la crisis ocurre
necesariamente, el debate debe recaer entonces
en quiénes la pagan, sobre quiénes recaen las pér-
didas, quiénes pagan los capitales destruidos en las
quiebras, y es precisamente esto lo que ahora se pre-
gunta el pueblo de Estados Unidos: ¿por qué la gente
280
Internacional Documentos
común debe asumir las pérdidas de las más grandes
corporaciones?
Necesidad y azar
En realidad, aunque los ciclos económicos y las crisis
cíclicas no ocurren en secuencias fijas de sucesos
ni en tiempos exactos, presentan una regularidad
y pueden ser medidos. Incluso la econometría
ha diseñado recursos, como el llamado “Filtro de
Hodrick-Prescott”, para diferenciar y “aislar” las
fluctuaciones cíclicas de la economía de los movi-
mientos tendenciales a largo plazo y de los cambios
estacionales (repetitivos a corto plazo), permitiendo
además determinar las variables que influyen o
determinan el ciclo. Es posible definir las fluctuacio-
nes cíclicas, en tanto funciones con componentes
tanto deterministas y componentes aleatorios. En
el ciclo la necesidad se une con el azar; las leyes de
la economía se conjugan con la política económica
y las decisiones de los empresarios y consumidores;
el desenvolvimiento inevitable del capitalismo se
refuerza o se estrella con la lucha inevitable de los
intereses sociales, con los conflictos económicos y
políticos que definen el resultado de la historia.
El enfoque fundamentalmente aleatorio ha fraca-
sado en explicar los grandes movimientos de la eco-
nomía, debido a que no tiene en cuenta las leyes que
rigen los cambios de la tasa de ganancia y los demás
motores del ciclo, pero un enfoque meramente de-
terminista deja por fuera por una parte la compleji-
dad del desenvolvimiento económico, objeto de las
más diversas e impredecibles influencias, y por otra
parte, la gigantesca influencia de las decisiones y
acciones humanas, políticas y empresariales y, espe-
cialmente, de la acción masiva de los grandes acto-
res sociales colectivos que cambian la historia. Sólo
si se tienen en cuenta conjuntamente las leyes que
determina la economía con las numerosas variables
Editorial Actualidad Planes de vida
aleatorias y las variables políticas, pueden estudiarse
Diciembre de 2008
debidamente el ciclo económico y las crisis cíclicas.
En la Dialéctica de la Naturaleza, Engels manifestó su
desacuerdo con considerar la necesidad o lo necesa-
rio, a las leyes científicas, como lo único interesante
para la ciencia, mientras se relega el azar, lo casual,
como indiferente desde el punto de vista científico,
pues así “cesa toda ciencia, ya que ésta debe precisa-
mente investigar lo que no conocemos”. Consideró
que la metafísica está cautiva de la contraposición
que media entre casualidad y necesidad, y la lógica
meramente formal no entiende cómo lo casual
es necesario, y lo necesario, al mismo tiempo, ca-
sual. “El determinismo, que pasa del materialismo
francés a las ciencias naturales, trata de resolver el
problema de lo casual pura y simplemente negán-
dolo. Según esta concepción, en la naturaleza reina
sencillamente la necesidad directa”. La naturaleza
se ha desenvuelto “más o menos accidentalmente,
pero con la necesidad que es también inherente a la
casualidad”.
En la economía y, en general, en las ciencias sociales,
no se trata simplemente de articular necesidad y
casualidad, sino que las decisiones y acciones hu-
manas se interrelacionan con ambas. Para analizar y
exponer estas interrelaciones, y especialmente para
comprender cómo se desenvuelven las contradic-
ciones del capital, de manera que las mismas causas
que conducen al auge económico provocan luego
la crisis, es imprescindible superar la lógica formal.
Responder si un factor o una política estimulan la
economía no puede hacerse en abstracto, porque
la misma acción que causa crecimiento en determi-
nadas circunstancias, causa recesión en otras. Así,
la idea de quienes creen que no puede haber ciclos
porque se encontraría la forma de evitarlos, es limi-
tada por la lógica formal, puesto que en realidad,
las mismas acciones y medidas políticas que evitan
281
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 Los economistas, excepto parte
ETNIAS & POLÍTICA
de los marxistas
y de los schumpeterianos,
habían olvidado que la expansión
de los 50 y 60 fue preparada
por la destrucción de la guerra mundial.
la crisis, terminan por desencadenarla. Y la misma
crisis, mediante la destrucción de capitales, conduce
a la reactivación. Así funciona el capitalismo.
Perspectivas internacionales
y nacionales de la coyuntura actual
La crisis actual se parece a las demás crisis cíclicas en
que es una enorme destrucción de capitales. La deci-
sión de las autoridades estadounidenses de descar-
gar semejante destrucción sobre el erario, además
de dejar al desnudo la ideología neoliberal sobre la
“reducción del papel económico de Estado”, y de-
mostrar que solamente se aplica cuando se trata de
impedir la intervención para apoyar a la población de
menores ingresos, significa que buena parte del capi-
tal destruido no se cargará a la cuenta de los grandes
empresarios sino a la de la sociedad en su conjunto.
Mientras el gobierno socializa la mayoría de las
pérdidas, los peces gigantes acuden a comerse a los
grandes en bancarrota. Así, el Bank of America ha
comprado a Merryl Lynch; Warren Buffet, principal
accionista de Coca Cola, compró Goldman Sachs; el
banco JP Morgan Chase absorbió en enero a Bear
Stearns, y a finales de septiembre al Washington
Mutual, en ambos casos usando “créditos de ur-
gencia” del Estado. El resultado de ésta, como de la
mayoría de las crisis, ha sido hasta ahora el fortale-
cimiento de los monopolios y oligopolios a través de
las compras o fusiones de grandes empresas.
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
El grupo Bank of America, que trata de fortalecerse
a expensas de los que quebraron, tiene su origen en
el Nation Bank de Carolina del Norte, pero articula
intereses internacionales diversos, como los del
fondo Fidelity de Estados Unidos –con inversiones
en Continental Airlines, Peabody, Chiquita Brands,
Aerospace y Avon–, el poderoso banco inglés Bar-
clays –que adquirió gran parte de Lehman Brothers
y anteriormente el banco holandés ABN Amor–, y
además el grupo francés Axa. Tiene relaciones de
inversión directas con numerosas corporaciones
como General Parts, McDonald’s, CBS, Cable News,
Duke Energy, Caterpillar, Family Dollars, Reynolds
Tobacco, Tiffany, United Health, e inversiones in-
directas con Occidental Petroleum. El otro grupo
en ascenso se centra en la transnacional Coca Cola,
y abarca American Express y el Washingon Post. El
mayor grupo de capital transnacional, que desem-
peñó un papel determinante en los últimos años y
dentro del gobierno de Bush, el grupo del Citibank,
ha registrado grandes pérdidas durante esta crisis y
por el momento, aunque conserva gran parte de su
poder, se ha debilitado económica y políticamente.
Entre tanto, el otro gigante, JP Morgan Chase, ligado
a la Exxon, parece haber salido mejor librado hasta
ahora.
Sin embargo, los propios tiburones que engullen a
los bancos quebrados no están exentos de dificul-
tades enormes durante la crisis. El Bank of America
reportó el 6 de octubre de 2008 (Ellis, 2008) que en
los últimos doce meses sus utilidades se redujeron
en 68% con respecto al año anterior. Y no siempre
las compras y fusiones gigantes terminan bien; es-
pecialmente al comienzo de la crisis pueden termi-
nar en derrumbes estrepitosos como el ocurrido en
España con la adquisición de la gigante inmobiliaria
Fadesa por Martinsa en 2007, que terminó en julio
de 2008 convertida en la quiebra más estrepitosa
en la historia de ese país. A veces devorar un banco
282
Internacional Documentos
 Diciembre de 2008

Archivo ONIC.

283
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 La crisis actual se parece a las demás
ETNIAS & POLÍTICA
crisis cíclicas en que es una enorme
destrucción de capitales.
quebrado es como colgarse una piedra al cuello y
echarse al mar.
El peligro mayor estriba en que cada vez que las
crisis se profundizan, la destrucción económica de
capitales es sustituida por su destrucción física me-
diante la guerra. Los inversionistas de los Estados
poderosos encuentran en el arsenal militar la salida
a sus dificultades. En los dos ciclos inmediatamente
anteriores, la destrucción de capitales durante las
guerras contra la antigua Yugoslavia y contra Iraq
desempeñaron un papel económico decisivo. El
último auge fue impulsado por la guerra y la “re-
construcción” de Iraq. Ahora hay muchas guerras
en curso: en Osetia, Georgia, Chechenia, Cachemira,
Afganistán, Iraq, Sri Lanka, Somalia, Sudán, Congo…
Al borde de una gran crisis la tentación de hacer una
guerra contra otro centro petrolero, como Irán o
Venezuela, se vuelve irresistible para el gran capital
transnacional.
Como se ve, el palo no está para cucharas. Estamos
en plena crisis cíclica y al comienzo de una fase más
larga de crecimiento lento y crisis fuertes de las
grandes economías. El gobierno colombiano ha op-
tado por colgarse de ese barco y adentrarse con él en
la tempestad económica.
Con la crisis no se juega. El gobierno colombiano y la
junta del Banco de la República han creído sin em-
bargo, que pueden jugar con ella. Han tenido mu-
cho dinero para hacerlo: la entrada del dinero narco
–que según las estimaciones de un especialista en
el asunto como Mancuso llegan a 7 mil millones de
dólares al año–; un mejor precio de exportaciones
primarias como petróleo, carbón, oro o café; las
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
ventas a Venezuela; y hasta el diluvio de dólares oca-
sionado por la baja de intereses en Estados Unidos al
estallar la crisis.
Pero el gobierno colombiano jugó a endeudarse.
Edificó un gigantesco monstruo que se llama deuda
interna, que desde 2006 sobrepasó los 100 billones
de pesos y que duplica la deuda externa. Captó el
dinero ofreciendo intereses más altos que los del
mercado mundial. Tras estos intereses vinieron los
capitales golondrinas y todo mundo que tuviera
dinero, a prestarle al gobierno a cambio de los títu-
los de tesorería TES que certifican esas deudas. Los
fondos de pensiones y salud también le prestan;
las entidades territoriales y las propias entidades
nacionales realizan autopréstamos. En suma, una
innovación del siglo XXI para fabricar mágicamente
presupuesto nacional. Entre tanto, el respaldo que
podrían ser el carbón y el petróleo se entregan a ma-
nos privadas; y las empresas privadas colombianas
ya son también empresas extranjeras.
La inflación se disparó sobre el 7% anual, los ali-
mentos subieron más del 12% en 8 meses. Los altos
intereses indispensables para atraer los capitales ex-
tranjeros golondrina son alcanzados por la inflación.
La revaluación del peso provocada por el mar de dóla-
res y euros ingresados frenó la industria e hizo retro-
ceder la agricultura. El desempleo volvió a sobrepasar
el 12%, el número de personas empleadas en el cam-
po es un 10% inferior al de hace seis años (Cabrera,
2008), mientras en el mismo periodo las importacio-
nes de alimentos subieron más del 30%. Las acciones
en la bolsa tienen precios inferiores en 15% a los de
comienzo de 2008, y de 25% menos a las registradas
en pleno auge económico; en tanto, en enero como
en octubre ha habido caídas más pronunciadas.
De todos los datos el más escabroso es el aumento
de deudores morosos y de la cartera vencida, que
alcanza el 25% con respecto al 2007 (Suárez, 2008).
284
Internacional Documentos
Como se ha demostrado desde el año pasado en
Estados Unidos, la bola de nieve de las deudas im-
pagables es demoledora. En Colombia tenemos las
deudas de los consumidores morosos, las de crédi-
tos de vivienda que se convierten en lanzamientos
judiciales, la de 25 mil caficultores a quienes se quie-
re someter a cobro judicial, y la más grande de todas:
la del gobierno nacional.
Con el enfriamiento de las economías norteame-
ricana y europea bajarán los precios del café y
también los del petróleo y el carbón (a no ser que
la salida de la crisis sea una nueva guerra con Irán o
Venezuela), y se reducirá el conjunto de las expor-
taciones. Si Estados Unidos sube los intereses para
contener la fuga de capitales, ocurrirá un terremo-
Diana Granados
Editorial Actualidad Planes de vida
La mayoría de las inversiones
Diciembre de 2008
obligatorias de los Fondos de Pensiones,
25 billones de pesos, están en préstamos
al gobierno, que se ha financiado
con este dinero de los trabajadores.
to en nuestra economía. Nuestros intereses altos
arruinan a los productores y consumidores, pero al
ser sobrepasados por las alzas de precios no sirven
para captar ahorro nacional. Si la revaluación del
peso para, se frenarán algunas importaciones pero
crecerán los pagos de las empresas por sus deudas
en el exterior, contraídas para adquirir suministros,
maquinarias y equipos, las que ya alcanzan 16 mil
millones de dólares. Cuando el gobierno ha privati-
285
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
ETNIAS & POLÍTICA

Archivo ONIC.

286
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Una explicación marxista de la crisis ]
zado las anteriores fuentes de ingreso, multiplicado
sus deudas y autopréstamos, y suprimido los frenos
a la salida de capitales golondrina, hemos quedado
expuestos a una gran crisis.
Las cinco propuestas para enfrentar la crisis que hizo
el presidente Uribe en la Asamblea Anual de Confe-
cámaras en Bucaramanga, el pasado 2 de octubre,
se edifican en primer término en el aumento de la
deuda externa, tanto con la banca multilateral como
con otras fuentes. Sin embargo, como lo advirtió
el presidente de la Asociación de Comisionistas de
Bolsa (Asobolsa), Emilio José Archiva, tras una eva-
luación que ya hizo la Reserva Federal de Estados
Unidos, el 60% de los bancos comerciales de ese país
ya cambiaron sus políticas de crédito, y la gran ma-
yoría de ellos o cerraron los cupos que tenían para
bancos de países emergentes o los están haciendo
más reducidos y más costosos (Sáenz, 2008). No es
el mejor momento para encontrar crédito fresco,
tampoco parece buena salida tratar de tapar el
hueco de la deuda interna abriendo el de la deuda
externa pública, que ya alcanza los 29 mil millones
de dólares.
Espera el gobierno, además, acceder a los mercados
financieros asiáticos y árabes, recibir de ellos inver-
siones, estrategia limitada en estos momentos de
crisis internacional en que también los inversionis-
tas internacionales han registrado enormes pérdi-
das en las quiebras occidentales y en que quienes
han resultado a salvo han destinado grandes recur-
sos a adquirir bancos quebrados, como el caso de
la adquisición de las secciones europea y asiática de
Lehman Brothers por el grupo japonés Namura.
El “quinto” punto del plan enunciado por el presi-
dente es “mantener todo el buen cuidado para que
no se nos deteriore el mercado nacional”. Loable
propósito contra el cual conspira no solo lo ya ocu-
rrido por la revaluación campante (y lo que sigue
Editorial Actualidad Planes de vida
Queda desde luego la alternativa
Diciembre de 2008
planteada por la protesta y la lucha
popular. Las huelgas han obtenido
victorias: en Cerromatoso, las minas
de carbón y la rama judicial, por ejemplo.
ocurriendo con el desempleo y el abultado endeu-
damiento público y privado que inflaron la econo-
mía pero amenazan con desplomarla), sino además
lo que ocurriría si finalmente entran en vigencia el
TLC con Estados Unidos, que de imponerse causaría
un efecto demoledor en el mercado interno, con-
juntamente con el TLC con Canadá, arruinando a
muchos productores y contratistas nacionales. Ya el
mercado interno ha sufrido bastante:
El uso de la capacidad instalada de la industria
(máquinas, equipo, etc.) descendió, entre el
primer trimestre de 2008 y el último de 2007,
en 4,2%, la demanda general de electricidad,
fuente de energía para la manufactura y los
hogares, también lo hizo en 0,8% y se bajó la
fabricación de automóviles, muebles, textiles
y maderas. La producción industrial total cayó,
entre los dos trimestres, -1,3%. La agricultura,
teniendo en cuenta el sector cafetero, tan sólo
creció, entre los dos últimos trimestres, en el
0,8% pero, si se excluye el café, disminuye al
-2%. También la construcción, que tiene efecto
de arrastre de la economía, presenta un menor
número de obras nuevas y de áreas aprobadas
bajo licencia y las transacciones inmobiliarias
de compraventa bajaron -10%. El quebranto
del comercio -que vio caer en el ese lapso sus
ventas al -0,9% así como el del sector de los
servicios- se explican por lo sucedido en el con-
junto. (Suárez, 2008).
Lo cierto está en que la crisis se descarga sobre los
más débiles. Tanto en Colombia como en otros
287
Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
 Así es la codicia: rompe el saco
ETNIAS & POLÍTICA
y aparecen laS crisis y la protesta
para abrir el camino a otras alternativas
de solidaridad y justicia social.
países los grandes perdedores son los Fondos de
Pensiones, es decir, los trabajadores. Mediante es-
tos fondos, el capital financiero controla acciones y
otros activos financieros. En su conjunto los Fondos
de Pensiones son el segundo propietario más rico
del país, pero sus verdaderos dueños, los traba-
jadores, no pueden decidir sobre el destino de su
dinero y simplemente deben recibir las noticias. Los
trabajadores colombianos perdimos 55 mil millones
de pesos en la quiebra de Lehman Brothers. El 10%
de los Fondos de Pensiones están invertidos en el
exterior y gran parte de las inversiones en Colombia
están en acciones; de tal modo, las pérdidas acumu-
ladas durante la caída de los precios de la bolsa en
Colombia se acumulan a las de las inversiones en el
exterior.
La mayoría de las inversiones obligatorias de los
Fondos de Pensiones, 25 billones de pesos, están
en TES, es decir, en préstamos al gobierno, que se
ha financiado con este dinero de los trabajadores.
La desvalorización de los portafolios de TES ha os-
cilado entre 5 y 10% (Portafolio, 2008). Ante estas
pérdidas por la baja de confianza del público en los
TES, suben las tasas de interés que el gobierno paga
por ellos: los TES que vencen en julio del 2020 arran-
caron el año con una tasa de 10,3% efectivo anual
y ahora bordea el 12% (Portafolio, 2008), de modo
que el gobierno debe aumentar sus pagos por el
servicio de esta deuda y al mismo tiempo presiona
hacia el alza los intereses bancarios. Así, mientras el
presidente Uribe protestaba porque el Banco de la
República elevó los intereses para frenar la inflación,
el gobierno contribuía decisivamente a mantener
Editorial Actualidad Planes de vida
[ Una explicación marxista de la crisis ]
altos los intereses, pues de otro modo no puede cap-
tar recursos para sostener su gasto.
En el mercado, para los peces grandes la salida de
la crisis es comerse al chico. Se promulgan normas
sobre la leche, la carne, la panela y las gallinas para
eliminar a los productos de los campesinos y otros
pequeños productores. Hasta se ha querido impo-
ner una “ley de pobres” prohibiendo las ventas y
limosnas en los semáforos y puentes. La prohibición
del rebusque quiere todo para el gran capital en
crisis, que todo el mercado sea para él y que todos
seamos su mano de obra barata.
Queda desde luego la alternativa planteada por la
protesta y la lucha popular. Las huelgas han obteni-
do victorias: en Cerromatoso, las minas de carbón y
la rama judicial, por ejemplo. Los lecheros lograron
frenar las medidas contra ellos, movilizándose.
El 15 de septiembre de 2008, los trabajadores escla-
vizados en el corte de la caña de azúcar iniciaron un
cese de actividades cuestionando el afán de lucro de
sus amos, que no los reconocen como trabajadores,
que no les pagan un día de descanso o vacaciones,
que sólo pagan a destajo, por toneladas mal pesa-
das, por lo que tienen que trabajar 14 horas al día.
Así es la codicia: rompe el saco y aparecen la crisis y
la protesta para abrir el camino a otras alternativas
de solidaridad y justicia social.
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289
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Héctor Mondragón ]
Documentos Comunicado a
ETNIAS & POLÍTICA

la opinión pública

En las últimas semanas el país ha visto el

levantamiento simultáneo de empleados
públicos de la rama judicial, de los corteros de
caña del Valle del Cauca y de pueblos indígenas
de siete departamentos. De manera pacífica,
y en uso del derecho legítimo a la protesta que
les asiste, las asociaciones que representan los
intereses de estos grupos han expresado su
malestar frente a la situación crítica por la que
atraviesan sus integrantes: el incumplimiento
de las leyes laborales en el caso de los sindicatos
de trabajadores, la inexistencia del trabajo digno
entre los corteros de caña, y el despojo de las
tierras que históricamente le pertenecen a las
comunidades indígenas y que el Estado se ha
comprometido a reconocerles legalmente. Sin
embargo, el Gobierno, en vez de proteger los
derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política de 1991 a la libre expresión
de las posiciones políticas y a la libre asociación,
persiste en asociar todo tipo de protesta con
un acto criminal, poniendo en peligro a los
dirigentes de estas movilizaciones políticas y
vulnerando su derecho a la protesta legítima.
En Colombia existe una larga tradición de
deslegitimación de los movimientos sociales por
parte de los gobiernos y las fuerzas armadas.
El Estado colombiano tiene una deuda con los
diferentes intentos de oposición que se han

Archivo Cecoin.
presentado en el país. En casos lamentables, el
Estado ha sido incapaz de garantizar el ejercicio
de la oposición y de abrir un espacio inclusivo
para el libre debate democrático: durante la
década de los ochenta fuimos testigos inermes
de la desaparición de todo un movimiento
político que intentaba incluirse en la vida
pública por medio de las vías de representación
política. La vinculación de las protestas sociales
con actores armados del conflicto colombiano
en la que insisten algunos sectores de opinión,
pone a los líderes de estas movilizaciones en
una situación de vulnerabilidad frente a los
excesos de los grupos de extrema derecha que
operan en el país. A través de este comunicado
queremos expresar nuestra posición en la actual
coyuntura política.
La actual estrategia de polarización de la
opinión pública que se adelanta desde las
más altas dignidades del Gobierno solo
contribuye a reproducir la exclusión en la
participación política que impide la superación
efectiva del conflicto y reemplaza el debate
argumentado de las ideas por el ejercicio de
la violencia. Nos oponemos por completo a
que las manifestaciones pacíficas de oposición
sean calificadas como ilegales y transgresoras
del Estado social de derecho cuando, por el
contrario, son la expresión más saludable de la
democracia. El sentido de las movilizaciones y
la respuesta del Gobierno son muestras de la
permanencia de la exclusión y la marginación
a que estos grupos de oposición han estado
históricamente sometidos.
Respaldamos las acciones que en problemas
fundamentales para toda la nación, como
la distribución de la tierra y las condiciones
del trabajo, llevan a cabo las organizaciones
dentro de los límites de la participación política
Editorial Actualidad Planes de vida
que debe garantizar el Estado sin distingo de
credo religioso, político, orientación sexual o
pertenencia étnica. A los pueblos indígenas
de poco les sirve la titulación de tierras si
los agentes armados al margen de la ley –y
dentro de ella– los hostigan y asesinan, así
como permanentemente ejercen presión para
desplazarlos de sus territorios; los corteros de
caña de azúcar no gozan efectivamente de sus
derechos laborales y fundamentales cuando
su trabajo está inscrito en una denigrante
economía, varios de cuyos visos semejan
al esclavismo; los empleados de la justicia,
elemento esencial para el funcionamiento del
Estado, se ven atacados cuando el Gobierno
incumple los compromisos que legalmente
había adquirido.
Del mismo modo, expresamos nuestro más
categórico rechazo al uso de la violencia como
una forma de la lucha política, cuestión en la
que, justamente, coinciden los movimientos
de oposición que se han manifestado en las
últimas semanas. Así pues, las acusaciones del
Gobierno en las que relaciona a los líderes de
las marchas y de las protestas como infiltrados
de los grupos armados ilegales no solo carecen
de fundamento sino que ponen en riesgo las
vidas de individuos que están ejerciendo el
libre derecho a la expresión tan caro a nuestro
sistema político.
Con estas líneas queremos llamar la atención
sobre la virulencia del actual escenario de la
política en el país. Es imperativo para todos
los participantes abandonar las acusaciones
infundadas para desprestigiar al contrincante
político, el cruce de improperios que no tienen
cabida en el encuentro de ideas y, sobre todo,
la estigmatización de los miembros de la
oposición. Los departamentos y estudiantes
291
Internacional Documentos
[ Profesores y estudiantes ]
 de antropología abajo firmantes, tanto como Frente a los convenios, pedimos su inmediato
ETNIAS & POLÍTICA

otros académicos solidarios, transmitimos cumplimiento con veeduría.

así nuestra insatisfacción frente a cómo se
está dando la política en la situación actual, y
hacemos un llamado para que los argumentos
venzan la violencia y, de una vez por todas, cese
la estigmatización del derecho a la protesta
y se reconozcan las causas estructurales del
inconformismo social.
Frente a la ausencia de la democracia, pedimos
las condiciones y recursos necesarios para
que los pueblos hagamos nuestra agenda, y
construyamos una institucionalidad que vaya
reemplazando ésta del terror y del despojo.

Queremos finalizar exigiendo al Gobierno la

firma de la Declaración de las Naciones Unidas
Firmas sectoriales:
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y
afirmando que Apoyamos la Minga Indígena y Departamento de Antropología,
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá
los cinco puntos propuestos por ésta: - Colombia

Departamento de Antropología,
Denunciar al TLC y al modelo de desarrollo Universidad Externado de Colombia

como una trampa inconsulta, un negocio Departamento de Antropología,

Universidad Nacional de Colombia
entre cinco socios, y una entrega de la vida y la Departamento de Antropología,
libertad, y hacemos un llamado al mundo a no Universidad del Magdalena, Santa Marta
- Colombia
firmar nada con estas condiciones.
Departamento de Antropología,
Universidad Icesi, Cali - Colombia
Frente a la legislación actual, que es una Estudiantes de Antropología,
legislación del despojo, pedimos que se derogue Pontificia Universidad Javeriana

la Ley Forestal, según la misma sentencia Estudiantes de Antropología,

Universidad Externado de Colombia
C-030 de la Corte Constitucional, y que se inicie
Estudiantes de Antropología,
un proceso de iniciativas legales populares o Universidad Nacional de Colombia

consultadas con los pueblos. Estudiantes de Antropología,

Universidad de Los Andes,
Bogotá - Colombia
Frente al terror, la parapolítica y la guerra, Estudiantes de Antropología,
pedimos la verificación internacional legítima, Universidad Icesi, Cali - Colombia

la acción consecuente y la protección de los Siguen firmas de profesores y estudiantes de

diferentes universidades colombianas y
pueblos frente al Estado y al régimen. de otros países.

292
Editorial Actualidad Planes de vida Internacional Documentos
[ Profesores y estudiantes ]

El Observatorio Indígena de Políticas Públi-
cas de Desarrollo y Derechos Étnicos es un
espacio intercultural de investigación y de
formulación de propuestas políticas, orien-
tado a sistematizar, producir y difundir
de manera regular y permanente conoci-
mientos pertinentes y especializados sobre
las problemáticas políticas, culturales,
económicas, territoriales y de exigibilidad
de derechos más relevantes para los pue-
blos indígenas de Colombia, a la vez que
busca generar propuestas de políticas y
estrategias para el movimiento indígena
sobre dichos aspectos. La divulgación de los
resultados del Observatorio se recogen en
la revista Etnias & Política y otras publica-
ciones tales como boletines, libros y otros.
ISSN 1900-1673
¡La Minga VIVE, QUE VIVA LA MINGA!
Por una Colombia de los pueblos sin dueños, todo el saber, todo el dolor, toda la experiencia,
todas las palabras, todas las abuelas y los recuerdos. Vamos a vivir porque nos cansamos
para siempre del dolor, de la muerte y de la codicia de quienes se nos roban la paz.
Presentación
La siguiente es la propuesta de seguimiento pre-
sentada en la Plaza de Bolívar de Bogotá el viernes
21 de noviembre como clausura de la Marcha que
llevará a la Minga de los Pueblos hasta Bogotá. Esta
propuesta de seguimiento expresa la decisión de
acompañar la Minga Social y Comunitaria en el
camino de convertirse en compromiso y respon-
sabilidad de todas y todos en Colombia, para que la
Minga camine con libertad desde los pueblos por el
país posible que necesitamos construir.
La palabra: el desafío que
enfrentamos y compartimos
Hoy, 21 de noviembre de 2008, la Minga Social
y Comunitaria tiene vida propia, pero quienes la
propusimos y la proclamamos tenemos que com-
partir el trabajo de su crianza para que llegue a su
edad madura y camine sus propios pasos que son
de todas y todos.
Asumimos con estas palabras el compromiso doble
y simultáneo de proteger la Minga siendo parte de
ella, pero también el de dejarla en Libertad para
que camine en la dirección que le demos nosotras y
nosotros, porque lo que ya exige ese ser que nació y
que quiere vivir, esa Minga de los Pueblos, es mucho,
pero mucho más de lo que podemos ofrecerle desde
nuestras capacidades particulares. Nos desborda y
es eso lo que nos entusiasma y nos preocupa. No hay
costumbre de Minga. Esa es una verdad y un desafío.
Desde la Minga de los Pueblos, es una hora de la
verdad. Convocamos la movilización consciente y el
aporte generoso de nuestras capacidades y trabajo
para proteger y promover la lucha por la vida y la
dignidad en Colombia. O confrontamos un orden
establecido para ponerlo en evidencia y resistirlo, o
09
9 771900 167001
Minga, pueblos indígenas y
9
Planes de vida
actuamos dentro del mismo y ayudamos a conso- El Centro de Cooperación al Indígena (Ce-
lidarlo. El orden no cambiará con esta movilización coin) es una ONG indígena adscrita a la
que hoy culmina una etapa en un largo camino, Organización Indígena de Antioquia (OIA),
pero esta Minga de los Pueblos sí es para cambiarlo. que tiene como finalidad primordial de su
Hoy, desde la Plaza de Bolívar en Bogotá, procla- acción aportar al conjunto del movimien-
mamos y entregamos la Minga de todas y de todos
to indígena colombiano herramientas
para confrontar el modelo de desarrollo que nos
investigativas y analíticas para la profundi-
impone la codicia, para derrumbar leyes que nos
zación de sus procesos de construcción de
despojan y nos roban, para establecer la resisten-
cia y la solidaridad como mecanismo concreto
autonomía territorial, al tiempo que con-
para defendernos de un Estado secuestrado que tribuye con el conjunto de la sociedad en
ISSN 1900 1673
nos persigue, para hacer cumplir la palabra que la producción de conocimiento cualificado
ha costado sangre, para tejer un camino en que que permita apuntalar los principios de la
todas y todos dejamos de ser nadie al servicio de diversidad étnica y cultural que promulga
esos pocos para convertirnos en gestores de so- la Constitución Política colombiana.
ciedades donde la justicia, la libertad y la defensa
de la Madre Tierra sean realidades y principios.
Proclamamos ahora nuestro compromiso de tejer
por toda Colombia una jigra de unidad. La de todas
y todos en Colombia, así:
Convocamos el Congreso de la Minga
de los Pueblos para que lo realicemos
a más tardar el 12 de octubre de 2009.
¡LA MINGA VIVE, QUE VIVA LA MINGA! Por una
Colombia de los pueblos sin dueños, todo el saber,
todo el dolor, toda la experiencia, todas las pala-
bras, todas las abuelas y los recuerdos. Vamos a
vivir porque nos cansamos para siempre del dolor,
de la muerte y de la codicia de quienes se nos roban
la paz.
Minga Social y Comunitaria
$15.000
Santafé de Bogotá. Bakatá.
Plaza de Bolívar
Noviembre 21 de 2008
Bogotá D. C., Colombia, DICIembre de 2008
9
En este número
Minga, pueblos indígenas
y Planes de vida