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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO

DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCIÓN

PROFESORA MARÍA GABRIELA CUEVA

Integrantes:

- Juan Pablo Cabrera Vélez


- Javier Arregui Reyes
- Washington Bazantes Escobar
- Cristian Omar Lucio Quintana
- Wellington Andachi Trujillo
- Luis Moreano Martínez
- Emilio Almache Soto
- Angélica Yugcha Quinatoa
- Sahira Martínez Cepeda
- Roberto Viscarra Torres
- Wilmo Soxo Andachi

EL PRINCIPIO DE IGUALDAD
CONTENIDO:
1. Concepto
2. Características
3. Como se manifiesta
4. Derecho interdependiente, la prohibición de discriminación
5. Obligaciones del Estado frente al derecho de igualdad
6. Determinación de las restricciones ordinarias del derecho de igualdad
7. Derechos en colisión
8. Declaraciones internacionales
9. Convenciones internacionales
10. Aplicación del principio de igualdad y no discriminación en los fallos de las
cortes internacionales.-

DESARROLLO:

1. Concepto
La conceptualización del derecho de igualdad se encuentra en la Declaración
Universal de Derechos Humanos; no obstante, cabe destacar que esta definición
toma al derecho de igualdad desde una óptica normativista, aseverando que todo
ser humano es igual, a pesar de que la realidad denota seres humanos que por sus
cualidades son diferentes y en tal razón, se ha omitido una característica
descriptiva-sustantiva de tales sujetos.

Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 1: “Todos los seres humanos


nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”

El concepto del derecho de igualdad es al menos incompleto, por cuanto equipara a


todos los seres humanos, sin embargo, no todos los seres humanos pueden ser
considerados iguales, debido a sus diferencias: físicas, sociales, culturales,
psicológicas, económicas, entre tantas otras. De tal forma, se deduce la necesidad de
incluir en la acepción a estas “diferencias”, con la finalidad de que los seres humanos,
entendidos como diferentes, sean tratados de manera tal que su igualdad sea
efectiva.
Por estas razones, la doctrina se pronuncia recogiendo estos términos, Vasak: “La
igualdad… se entiende como el principio según el cual los hechos iguales deben
tratarse de igual manera, y los hechos no iguales deben tratarse de acuerdo con las
circunstancias especiales de cada caso…” 1

De los conceptos se puede concluir que existen elementos comunes a todos ellos, los
mismos que se singularizan y explican a continuación:

a) Principio: Guía la aplicación de los derechos y es directriz de la aplicación de


reglas; en consecuencia, los derechos están guiados por el principio de
igualdad, de manera que no existe motivo alguno para excluir del goce de los
derechos a los seres humanos.

b) Derecho humano: Se puede argumentar a priori, que el derecho de igualdad


es el más importante de los derechos humanos, ya que garantiza la aplicación
del resto de derechos de esta jerarquía.

c) Diferencia y no desigualdad: Conviene indicar que existe una marcada


discrepancia en el uso de los términos: “diferencia” y “desigualdad”. Siendo
el motivo de estudio la igualdad, se puntualiza que el término “diferencia”,
conlleva el establecimiento de medidas que equiparen los limitantes que
existen entre los seres humanos. En tanto, que el término “desigualdad”
implica una distinción injustificada, que puede llegar a entenderse como
discriminación.

d) Aspectos relevantes: Aunque no toda valoración desde un punto de vista


moral es aceptable universalmente, es preciso indicar que el principio de
igualdad cobra una especial importancia cuando es aplicado en el tema de

1 VASAK, Karel. Las dimensiones internacionales de los derechos humanos, Serbal-UNESCO, Paris, 1984, Volumen
I, p. 101
derechos. No obstante, los tratadistas concluyen que existe una cantidad
infinita de aspectos sobre los cuales puede operar el principio.

2. Características
Se enumeran las siguientes características del derecho de igualdad:
1. Indubio pro homine: Se trata de un rasgo hermenéutico propio de los
derechos humanos, que concede a toda persona la aplicación normativa más
favorable o que mejor se ajuste a sus derechos, en todos los ámbitos de su
desenvolvimiento. El principio de igualdad utiliza esta característica, por
cuanto se aplica a todos los seres humanos, en cualquier aspecto o derecho.

2. Derecho fundamental en los derechos humanos: Por ser la igualdad, uno


de los derechos fundamentales más antiguos, integrado por los derechos
civiles y políticos de los seres humanos y ciudadanos, para limitar la
autoridad del Estado o cualquier otra autoridad, en respeto a la igualdad.

3. ius cogens: Este término proviene del latín y refiere a las normas imperativas
del derecho internacional público, que no admiten la exclusión o
contraposición de su contenido, frente al derecho de cualquier Estado. El ius
cogens es característica de la igualdad, porque al ser un principio este se
vuelve intangible, tanto formal como sustantivamente.

4. Multifactorial: O como indica Karl Josef Partsch: “Es un derecho dinámico


que puede formar la base para gran número de otros derechos.”2

5. Es prioridad de las políticas públicas: Debido a que la igualdad busca


equiparar los derechos de los seres humanos diferentes, que por su situación
se encuentran limitados. En tal forma, el Estado posee la obligación de buscar
una igualdad material, que brinde a las personas las mismas oportunidades,
en un marco de respeto a su dignidad; y esto se logra con la utilización de
acciones afirmativas, como fundamento de la administración pública.

6. Relacional: El principio deriva de la relación entre las personas en donde se


evidencia la igualdad o la desigualdad. O en palabras de Ismael Aráuz Ulloa:
“La noción de igualdad designa un concepto relacional y no una cualidad de
una persona, de un objeto o de una situación cuya existencia pueda ser
afirmada o negada como descripción de esa realidad aisladamente
considerada. Es siempre una relación que se da al menos entre dos personas,
objetos o situaciones.”3

2 PARTSCH, Karl Josef, Las dimensiones internacionales de los derechos humanos, Serbal-UNESCO, Paris, 1984,
Volumen I, p. 101
3 ARÁUZ ULLOA, Ismael, El principio de igualdad ante la ley, Encuentro: Revista Académica de la Universidad

Centroamericana, N° 49, p. 1
3. Como se manifiesta
El estudio del principio de igualdad se manifiesta de dos formas igualdad formal e
igualdad material:

Igualdad formal
En términos muy amplios, el principio de igualdad se deriva del de generalidad de
la ley, teoría desarrollada desde el siglo XIX por los neoconstitucionalistas. Esta
teoría instituyó en el ámbito constitucional la prohibición de toda forma de
discriminación. Esto ocasionó en el marco jurídico, la idea de la igualdad en el
ejercicio de derechos o, en términos de la investigación: la igualdad ante la ley.

El fundamento de la igualdad formal estructural está ligado a la pertenencia de los


individuos a determinados grupos sociales, histórica y sistemáticamente excluidos,
y que exigen un trato diferente en la concepción de igualdad ante la ley, porque han
sido segregados en desmedro de sus derechos. Por lo cual, nos encontramos ante
una visión colectiva de aplicación del principio de igualdad, que es estructural en
cuanto abarca a los grupos sociales y sus relaciones frente al estado.

Saba, explica que la igualdad estructural: “…se apoya en la idea de que el derecho no
puede ser completamente “ciego” a las relaciones existentes en un determinado
momento histórico entre diferentes grupos de personas.”4

Igualdad material
En el estudio del derecho se presenta históricamente un problema, que es la vigencia
de la norma versus su aplicación; esto quiere decir que, a pesar de que la norma esté
escrita, no implica que está necesariamente se cumpla, lo cual ocasiona un conflicto
en la ley y más puntualmente en el principio de igualdad. Como se pudo estudiar en
el subtítulo anterior, la igualdad ante la ley fundamenta el principio en términos
formales, no obstante, se requiere corroborar su aplicación.

Cabe especificar, que existen visibles diferencias entre igualdad ante la ley e
igualdad sustancial, pues el campo normativo recoge el deber ser de la sociedad –
igualdad formal-, mientras que el campo sustancial se relaciona con la realidad, en
donde se constata la existencia de diferencias entre los seres humanos.

La igualdad material o sustancial es la efectivización del principio, que traducido a


las necesidades sociales busca equiparar las múltiples diferencias de los seres
humanos, a fin de que todos sean tratados con igualdad. Esto supone un
entendimiento macro del principio, pues las múltiples diferencias de los seres

4SABA, Roberto, (Des) igualdad estructural –Igualdad y no discriminación- Ministerio de justicia, derechos humanos
y cultos, Primera edición, Quito, 2010, p. 87
humanos orbitan sobre numerosos campos, que deben ser profundamente
estudiados debido a su complejidad.

4. Derecho interdependiente, la prohibición de discriminación


Se puede concluir que el principal efecto de la igualdad, es la prohibición de
discriminar. No obstante, este nuevo principio denominado: “no discriminación”,
posee características que le son propias y un nivel de complejidad que amerita se le
estudie de forma particular; como un derecho interdependiente del de igualdad.

César Augusto Londoño Ayala conceptúa el principio de no discriminación de la


siguiente manera: “Trata este principio de acciones dirigidas de manera especial a
ciertos individuos, grupos o sectores de la sociedad, que por razones culturales,
históricas, congénitas, biológicas, políticas, etc., se encuentran en una situación de
desventaja en relación con los demás integrantes del sistema jurídico-social.”5

La no discriminación es entonces, la prohibición irrestricta de vulnerar el derecho


de igualdad. Actúa como un principio positivo, establecido para precautelar los
derechos de seres humanos pertenecientes a grupos históricamente excluidos –por
razones de: etnia, género, nacionalidad, etcétera-. Se puede catalogar a la “no
discriminación”, como el efecto más importante que se deriva del derecho de
igualdad, debido a que su fundamento radica en eliminar las desigualdades y
propender a la igualdad.

Ahora, para que el principio de no discriminación sea garantista de la igualdad


sustancial, es necesario que se especialice en el estudio de las diferencias de los seres
humanos, ya que solo a través de este conocimiento podrá evitar que se cometan
actos de discriminación y además estará en la posibilidad de emplear medios de
equiparación para los seres humanos diferentes.

5. Obligaciones del Estado frente al derecho de igualdad


La tutela positiva del Estado sobre el derecho de igualdad, son las acciones
afirmativas, es una teoría que tiene su origen en la lucha por los derechos civiles en
Estados Unidos de América, con la discriminación a la comunidad negra y a las
mujeres en general. Las acciones afirmativas son una gama de acciones que se
producen desde el Estado, con el ánimo de establecer el principio de igualdad de
forma sustancial y no meramente formal –igualdad ante la ley-, frente a personas
diferentes en situación de desventaja y que por sus condiciones, requieren de esta
tutela para alcanzar una efectiva igualdad de oportunidades, mediante la remoción
de obstáculos.

5LONDOÑO AYALA, César Augusto, Bloque de Constitucionalidad, Ediciones nueva jurídica, Bogotá, 2015, p.
166
Según José García: “…las medidas no se configuran como derechos, sino como
excepciones o limitaciones de un derecho para, desde un punto de vista teleológico
hacer efectivo el derecho.”6

De este modo se concreta una necesidad social de igualdad, que recae sobre el
Estado y sus diversos órganos, no solo en un plano legislativo que respalde la
igualdad ante la ley, sino en el ramo administrativo fomentando acciones
afirmativas, que permitan la igualdad sustancial, de seres humanos diferentes y en
situación de desventaja, física, cultural, económica.

6. Determinación de las restricciones ordinarias del derecho de igualdad


La restricción ordinaria del derecho de igualdad es la discriminación, que puede
generarse desde el Estado o desde la actuación de los particulares. En el caso
concreto del Estado, la discriminación puede producirse mediante la creación de
normas que sean abiertamente discriminatorias; cuando éste es el caso, se ha
producido una discriminación de iure, ante lo cual la discriminación por contenido
de la norma afecta a un grupo de personas según sus diferencias; es decir, la
discriminación de iure es atentatoria a los derechos civiles de los seres humanos en
su conjunto.

Luis Prieto Sanchís, emite el siguiente criterio: “La cuestión es, pues, si la
pertenencia a una minoría puede constituir una razón que permita, prohíba, o
imponga un tratamiento desigual de iure; si bien, dado que la prohibición o la
imposición solo cabe decidirla en el caso concreto y tras ponderar las razones que
militan en pro del trato uniforme, bastará con preguntarse si la minoría puede hacer
en algún caso fundamento de una diferenciación normativa” 7

Para poder denotar un ejemplo de esto se cita el caso ecuatoriano en el cual la


Constitución de la República del Ecuador, en su artículo 66: “Se reconoce y
garantizará a las personas: 4. Derecho a la igualdad formal, igualdad material y no
discriminación.”

En tanto que, la misma Constitución dispone en su artículo 68: “La unión estable y
monogámica entre dos personas libres de vínculo matrimonial que formen un
hogar de hecho, por el lapso y bajo las condiciones y circunstancias que señale la
ley, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias
constituidas mediante matrimonio. La adopción corresponderá sólo a parejas de
distinto sexo.”

6 GARCÍA, José, El principio de la igualdad y las políticas de acción afirmativa, Tirant to Blanch, Valencia, 2002,
p.324
7 PRIETO SANCHÍS, Luís, Tolerancia y Minorías, Ediciones de la Universidad de Castilla- La Mancha, Cuenca,

1996 p. 35
7. Derechos en colisión
El derecho que queda reducido por el derecho de igualdad es el derecho humano de
libertad, lo cual resulta sumamente complejo de explicar, pero que básicamente
radica en que entre mayor libertad menor igualdad, que es la consigna de los países
liberales, en donde la igualdad del ser humano se reduce y existe un capitalismo
salvaje; en tanto que, entre mayor igualdad menor libertad, que es la consigna de los
países socialistas, en donde se intenta mejorar la condición del ser humano,
reduciendo el campo de acción de grupos dominantes. Aunque esto sea solo poesía
sirve para explicar el tema.

8. Declaraciones internacionales
 Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Fue aprobada
en 1789, por la Asamblea General de Francia -Revolución Francesa-, con el
objeto de redactar una nueva Constitución que transforme las relaciones de
poder ejercidas por la monarquía. Adopta el lema de: igualdad, libertad y
fraternidad. Artículo 1: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad
común”.

 Declaración Universal de Derechos Humanos. Esta declaración fue


aprobada en 1948, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante
resolución 217 A (III), con el objeto de establecer derechos universales sobre
la concepción de que los seres humanos son iguales en sus derechos. Artículo
1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.

 Declaración internacional sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación fundadas en la religión o las convicciones. Declaración
aprobada en 1981, por la Organización de las Naciones Unidas, mediante
resolución 36/55K, con el objeto de evitar la discriminación que se produce
por el culto o religión y demás convicciones, en apego los derechos de
libertad e igualdad. Artículo 2: “1. Nadie será objeto de discriminación por
motivos de religión o convicciones por parte de ningún Estado, institución,
grupo de personas o particulares. 2. A los efectos de la presente Declaración,
se entiende por "intolerancia y discriminación basadas en la religión o las
convicciones" toda distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en
la religión o en las convicciones y cuyo fin o efecto sea la abolición o el
menoscabo del reconocimiento, el goce o el ejercicio en pie de igualdad de los
derechos humanos y las libertades fundamentales.”

 Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a


minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas. Declaración
aprobada 1922 por la Organización de las Naciones Unidas, mediante
resolución 47/135, con el objeto de proteger la existencia y la identidad
nacional o étnica, cultural, religiosa o lingüística de las minorías. Artículo 3:
“1. Las personas pertenecientes a minorías podrán ejercer sus derechos,
incluidos los que se enuncian en la presente Declaración, individualmente así
como en comunidad con los demás miembros de su grupo, sin discriminación
alguna. 2. Las personas pertenecientes a minorías no sufrirán ninguna
desventaja como resultado del ejercicio o de la falta de ejercicio de los
derechos enunciados.”

9. Convenciones internacionales
 Convención contra la esclavitud. Esta convención fue aprobada en 1926,
entró en vigencia el 9 de marzo de 1927, con el objeto de prevenir la trata de
esclavos y caminar hacia la abolición definitiva de su práctica. El artículo 1 de
la Convención contra la esclavitud, define que: “La esclavitud es el estado o
condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los atributos del derecho
de propiedad o algunos de ellos” La esclavitud vulnera los derechos
fundamentales de libertad e igualdad; en tal razón, los organismos
internacionales vieron la necesidad de adoptar medidas para sancionar la
trata de esclavos. Si todas las personas debemos gozar de igualdad de
derechos, no puede contemplarse la posibilidad de que unos ejerzan
propiedad sobre otros. La propiedad se la tiene respecto de las cosas, no de
las personas; mantenerla es denigrar todo derecho.

 Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata


de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud. En
1957 se adopta la convención suplementaria relativa a la esclavitud; en ésta
se amplía el objeto, incorporándose la eliminación de servidumbre por
deudas, la servidumbre como sistema laboral, la venta de las mujeres para
matrimonio, la cesión de la mujer a otro hombre a título oneroso, entre otras.

 Convención sobre igualdad de remuneración. Fue aprobada en 1951, por


la conferencia general de la Organización Internacional del Trabajo, con el
objeto de establecer condiciones de igualdad para la relación trabajo-
remuneración entre hombres y mujeres, en razón de que la sociedad
patriarcal reproducida en el estado y en la empresa privada desvalorizaba el
trabajo femenino, pagando menos por el hecho de ser realizado por mujeres,
vulnerando el principio de igualdad y no discriminación. Artículo 1: “A los
efectos del presente Convenio: b): “La expresión igualdad de remuneración
entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo
de igual valor designa las tasas de remuneración fijadas sin discriminación
en cuanto al sexo.”
 Convención sobre los derechos políticos de la mujer. Aprobada en 1952,
por Organización de las Naciones Unidas, mediante resolución 640 (II), con
el objeto de adoptar políticas que garanticen la igualdad de las mujeres en el
acceso a los derechos políticos. En inicio los estados no daban la condición de
ciudadanas a las mujeres y por lo tanto la vida pública y los derechos que ello
implica les estaba restringidos, produciéndose una discriminación por razón
del sexo. Artículo 1: “Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las
elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación
alguna.”

 Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación). Esta


convención fue aprobada en 1958, por la Organización Internacional del
Trabajo, con el objeto de promover la igualdad de oportunidades y de trato
en materia de empleo y ocupación, para eliminar cualquier discriminación al
respecto.

 Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación racial. Fue aprobada en 1969, por la Organización de las
Naciones Unidas mediante Resolución 2106 A (XX), con el objeto de
establecer lineamientos que guíen a los estados para la eliminación de
discriminación producida en razón de la etnia u origen nacional.

 Convención Interamericana Sobre Derechos Humanos. Fue aprobada en


1978, mediante el Pacto de San José de Costa Rica, por la Organización de
Estados Americanos, con el objeto de establecer políticas de respeto a los
derechos humanos, con carácter de vinculantes para los estados que
suscriben la convención; además desarrolla el procedimiento a llevarse a
cabo ante las Cortes Internacionales competentes. La convención contempla
y reconoce como universales los derechos fundamentales y con varios de sus
postulados prohíbe expresamente la discriminación.

 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer. Aprobada en 1979 por la Organización de las Naciones
Unidas, con el objeto de maximizar la participación de las mujeres, en
igualdad de condiciones con los hombres en todos los campos, siendo
indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del
mundo y la causa de la paz.

 Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.


Convención aprobada en 2006, por la Organización de las Naciones Unidas,
con el objeto de promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones
de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por
todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad
inherente.

10. Aplicación del principio de igualdad y no discriminación / Caso Practico.

El caso que se analiza como ejemplo práctico denominado Caso N° 12.923, que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH) conoció por denuncia
presentada por la señora Rocío San Miguel Sosa y otros, por vulneraciones de los
derechos humanos, tanto en el aspecto material como moral (igualdad, libertad y
discriminación política), en contra del Estado Venezolano; que se ha iniciado por
despido laboral del que habrían sido sujeta juntamente con otras víctimas, como
forma de represalia gubernamental, por haber firmado la solicitud para realizar el
referéndum revocatorio del mandato del ex presidente Chávez, alegándose además
la falta de imparcialidad e independencia de los tribunales de justicia.

Una vez analizado el caso, la Comisión determinó que es responsable por la


vulneración de los derechos 8, 13, 23, 24 y 25 de la Convención Americana, que se
refieren a las garantías judiciales, libertad de pensamiento y expresión, derechos
políticos, igual y no discriminación y protección judicial.

Los denunciantes afirmaron que fueron despedidos como una forma de sanción por
manifestar su pensamiento político, por su parte el Estado Venezolano no presentó
mayores observaciones sobre el fondo ante la Comisión.

Como parte del trámite interno seguido por las víctimas en el país se presentó una
denuncia en la Defensoría del Pueblo y se presentó un Recurso de Amparo
constitucional ante la jurisdicción laboral, denuncia penal ante el Ministerio Público

La CIDH consideró que el Consejo Nacional de Fronteras otorgó un trato


diferenciado a aquellos empleados públicos que participaron en la solicitud de
referendo revocatorio presidencial.

La Corte Interamericana ha señalado que “no toda distinción de trato puede


considerarse ofensiva, por sí misma”, sino solo aquella distinción que “carece de
justificación objetiva y razonable”. La Corte ha marcado la diferencia entre
“distinciones” y “discriminaciones”, de forma que las primeras constituyen
diferencias compatibles con la Convención Americana por ser razonables y
objetivas, mientras que las segundas constituyen diferencias arbitrarias que
redundan en detrimento de los derechos humanos.

Según el informe anual de la CIDH del año 2009, Capítulo 4, Venezuela, se determina
que existe la restricción al pleno goce de los derechos humanos, ya que encuentra
que se está utilizando el poder punitivo del Estado, para intimidar o sancionar a las
personas en virtud de su opinión política, así como también que no hay las
condiciones necesarias, para que los defensores de derechos humanos (Roció San
Miguel Sosa) no ejerzan su labor. Es decir se inicia investigaciones judiciales o
procesos penales contra defensores de derechos humanos, sin mayor fundamento,
denotándose actos de acoso, violencia que se pretende castigar, intimidar y agredir.

Derecho referencial y/o comparado

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. SIMONE ANDRÉ DINIZ-


DISCRIMINACIÓN RACIAL VS BRASIL
Resumen:
Los días 7 y 10 de octubre de 1997, el Centro por la Justicia y el Derecho
Internacional (CEJIL), la Subcomisión del Negro de la Comisión de Derechos
Humanos del Colegio de Abogados del Brasil (OAB/SP) y el Instituto del Negro Padre
Batista, presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en
adelante, “la Comisión” o “la CIDH”) una petición contra la República Federativa del
Brasil (en adelante, “Brasil” o “el Estado”). En la referida petición se denuncia la
violación de los artículos 1, 8, 24 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (en adelante, “la Convención” o “la Convención Americana”) y, en función
del artículo 29 del mismo instrumento, de los artículos 1, 2(a), 5(a) (I) y 6 de la
Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial (en adelante, “la Convención sobre Discriminación Racial”),
en perjuicio de la Sra. Simone André Diniz.

Los peticionarios alegan que el Estado no garantizó el pleno derecho a la justicia y


al debido proceso, no condujo debidamente los recursos internos para determinar
la discriminación racial sufrida por la Sra. Simone André Diniz y, con ello, incumplió
la obligación de garantizar el ejercicio de los derechos previstos en la Convención
Americana.
El Estado brindó informaciones alegando que el Poder Judicial ya había emitido
sentencia sobre el asunto objeto de la presente denuncia y que, de acuerdo con el
Gobierno, el caso presentado no configuraba violación alguna de los derechos
humanos.

La Comisión llega a la conclusión de que el Estado es responsable de la violación de


los derechos a la igualdad ante la ley, a la protección judicial y a las garantías
judiciales consagrados respectivamente en los artículos 24, 8 y 25 de la Convención
Americana. La Comisión determina igualmente que el Estado violó la obligación de
adoptar disposiciones del derecho interno en los términos del artículo 2 de la
Convención Americana y violó también la obligación que impone el artículo 1(1) de
respetar y garantizar los derechos consagrados en la Convención. Por último, la
CIDH formula las recomendaciones pertinentes al Estado.

Del análisis de los elementos de convicción disponibles y de los pronunciamientos


de las partes y de los documentos presentados, la Comisión da por establecidos los
hechos siguientes: El 2 de marzo de 1997, la Sra. Aparecida Gisele Mota da Silva, hizo
publicar, en la sección de Clasificados del periódico A Folha de São Paulo, el siguiente
anuncio: “Se precisa empleada doméstica con cama, con experiencia, para tareas
de rutina y cuidado de niños, con documentación y referencias; de preferencia
blanca, sin hijos, soltera y mayor de 21 años. Gisele.”

La Sra. Simone André Diniz, de tez negra, para presentarse a la vacante anunciada,
llamó al teléfono que se indicaba en el anuncio, habiendo sido atendida por una
colega de trabajo de Aparecida Gisele Mota da Silva, de nombre María Tereza, que le
preguntó cuál era el color de su piel. Al responder que era negra, la Sra. Simone
André Diniz fue informada de que no llenaba los requisitos que exigía el cargo. La
Sra. Simone André Diniz, al sentirse víctima de racismo por el color de su piel,
denunció el hecho ante la Comisaría de Investigaciones de Delitos Raciales el día 2
de marzo de 1997.

La indagatoria policial fue iniciada con el número 10.541/97-4, para determinar si


había habido práctica de delito de racismo, conforme a lo establecido en el artículo
20 de la Ley 7716/89 que dispone: “practicar, inducir o incitar, por medio de la
comunicación social o por publicación de cualquier naturaleza, la discriminación o
el prejuicio de raza, color, etnia, religión u origen nacional. Pena: reclusión de 2 a 5
años y multa.”En la indagatoria policial se escuchó a Simone André Diniz declarar
que había tomado conocimiento del anuncio cuando buscaba empleo en los
clasificados del periódico “A Folha de São Paulo” y habiendo llamado por teléfono al
número indicado, fue rechazada para el trabajo en razón de ser negra, conforme al
tenor de la declaración que se transcribe a continuación: Debidamente intimada, la
víctima declara a fojas 06, que buscaba empleo cuando una amiga suya encontró el
anuncio –fojas 04 de autos- demostrando indignación. Que llamó por teléfono al
número anunciado, oportunidad en que le solicitaron que informara sobre el color
de su piel. Que al responder ser negra, tuvo como respuesta que no llenaba los
requisitos para el cargo.

En el expediente de la misma indagatoria policial, fue oída su colega Paula Ribeiro


da Silva que confirmó que ambas estaban buscando empleo y que Simone llamó por
teléfono al número anunciado y que la persona que la atendió, de nombre María, le
informó que las candidatas negras no podían competir para la vacante anunciada,
según la declaración que se transcribe a continuación:“…que se encontraba junto
con su amiga Simone, consultando los clasificados del periódico “A Folha de São
Paulo” cuando observó un anuncio para un cargo de empleada DOMESTICA, en el
que se decía –preferencia blanca. Que su amiga llamó por teléfono y fue
consultada sobre el color de su piel, y al informar que era negra se le respondió que
no llenaba los requisitos para el cargo”.

En la jurisdicción internacional, las partes y la materia de la controversia son, por


definición, distintas de las de la jurisdicción interna. Fundada en la jurisprudencia
de la Corte Interamericana[9], en el caso presente, la Comisión tiene atribuciones,
no para investigar y sancionar la conducta individual entre particulares, pero sí para
establecer la responsabilidad internacional del Estado en razón de la violación de
los derechos consagrados en los artículos 8.1, 24 y 25 de la Convención Americana.

Como lo subrayó la propia Corte el derecho internacional de derechos humanos


tiene por finalidad proporcionar al individuo medios de protección de los derechos
humanos reconocidos internacionalmente ante el Estado y ante todos los que actúen
en su nombre. Es principio básico del derecho internacional de derechos humanos
que todo Estado es internacionalmente responsable de cualquier acto u omisión de
alguno de sus poderes u órganos en violación de derechos internacionalmente
consagrados.

En una relación entre particulares, es preciso tener en cuenta que existe una
obligación de respetar los derechos humanos entre particulares. La Corte
Interamericana, desde los primeros casos contenciosos que resolvió, viene
explicando la aplicación de los efectos de la Convención Americana en relación con
terceros (erga omnes) señalando que:

Es, pues, claro que, en principio, es imputable al Estado toda violación a los derechos
reconocidos por la Convención cumplida por un acto del poder público o de
personas que actúan prevalidas de los poderes que ostentan por su carácter
oficial. No obstante, no se agotan allí las situaciones en las cuales un Estado está
obligado a prevenir, investigar y sancionar las violaciones a los derechos humanos,
ni los supuestos en que su responsabilidad puede verse comprometida por efecto de
una lesión a esos derechos. En efecto, un hecho ilícito violatorio de los derechos
humanos que inicialmente no resulte imputable directamente a un Estado, por
ejemplo, por ser obra de un particular o por no haberse identificado al autor de la
trasgresión, puede acarrear la responsabilidad internacional del Estado, no por ese
hecho en sí mismo, sino por falta de la debida diligencia para prevenir la violación o
para tratarla en los términos requeridos por la Convención.

La Corte también dejó en claro que esa obligación de respetar y garantizar los
derechos humanos ante terceros se basa también en que los Estados son los que
determinan su ordenamiento jurídico, el cual regula las relaciones entre
particulares y, por lo tanto, el derecho privado, por lo que deben también velar
porque en esas relaciones privadas entre terceros se respeten los derechos
humanos, ya que de lo contrario el Estado puede resultar responsable de la violación
de los derechos.

Por lo tanto, aunque el presente caso trate de una relación entre particulares –
concretamente, entre Simone André Diniz y Aparecida Gisele Mota da Silva- el
Estado tenía la obligación de velar porque en esa relación se respetasen los derechos
humanos de las partes a fin de prevenir que ocurra una violación y, en la
eventualidad de haberla, debía procurar diligentemente investigar, procesar y
sancionar al violador en los términos requeridos por la Convención Americana.

Según los peticionarios, el archivo de la denuncia hecha por Simone André Diniz
representa una situación generalizada de desigualdad en el acceso a la justicia y de
impunidad en los casos de denuncia de delitos con motivación racial. En efecto, esa
circunstancia revelaría la ineficacia de la Ley 7716/89 toda vez que esta no ha sido
aplicada por las autoridades brasileras y genera en Brasil una situación de
desigualdad en el acceso a la justicia para quienes son víctimas de prejuicio racial o
de racismo. Esos factores, según los peticionarios, y los datos antes indicados, han
dado lugar a la suspensión de investigaciones, a investigaciones parciales y al
archivo de indagatorias por falta de fundamentos para una denuncia.

La Comisión ya determinó que toda víctima de violación de los derechos humanos


debe tener garantizada una investigación diligente e imparcial y, existiendo
indicios de autoría del delito, el inicio de la acción pertinente para que el juez
competente, en el marco de un proceso justo, determine si ha habido o no delito,
como ocurre con todo delito que se lleva a examen de la autoridad pública. Al no
ocurrir eso con las denuncias de discriminación racial formuladas por personas
afrodescendientes en Brasil, el Estado viola flagrantemente el principio de igualdad
consagrado en la Declaración y Convención Americanas, al que se obligó a respetar,
y que determinan que todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho,
sin discriminación, a la igual protección de la ley.
En primer lugar, la Comisión entiende que excluir a una persona del acceso al
mercado de trabajo por su raza constituye un acto de discriminación racial. Al
respecto, la Comisión toma nota de que el artículo 1 de la ICERD dispone que “la
expresión discriminación racial apunta a alguna distinción, exclusión, restricción o
preferencia fundada en la raza, el color, la ascendencia en el origen nacional o étnico,
que tenga como objetivo o como efecto destruir o comprometer el reconocimiento,
el goce o el ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos del hombre y de
las libertades fundamentales en los campos político, económico, social y cultural o
en cualquier otro campo de la vida pública.”

Si el Estado permite que dicha conducta permanezca impune, convalidándola


implícitamente o prestando su aquiescencia, entiende la CIDH que se viola el artículo
24 de la Convención Americana, conjuntamente con el artículo 1(1). La igual
protección ante la ley exige que toda manifestación de práctica racista sea
diligentemente tratada por las autoridades judiciales.

Conclusiones del fallo:


En base a las consideraciones de hecho y de derecho antes expuestas, la Comisión
Interamericana reitera su conclusión en cuanto a que el Estado es responsable de la
violación de los derechos a la igualdad ante la ley, a la protección judicial y a las
garantías judiciales, consagrados, respectivamente, en los Artículos 24, 25 y 8 de la
Convención Americana, en perjuicio de Simone André Diniz. La Comisión determina
también que el Estado violó el deber de adoptar disposiciones del derecho interno,
en los términos del Artículo 2 de la Convención, en violación también de la
obligación que le impone el Artículo 1.1 de respetar y garantizar los derechos
consagrados en dicho instrumento.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos reitera al Estado las siguientes


recomendaciones: Reparar plenamente a la víctima Simone André Diniz,
considerando tanto el aspecto moral como el aspecto material, por las violaciones
de los derechos humanos determinadas en el informe de méritos, en especial,
reconocer públicamente la responsabilidad internacional por la violación de los
derechos humanos de Simone André Diniz. Conceder apoyo financiero a la víctima
para que pueda iniciar y concluir un curso superior. Establecer un valor pecuniario
que se pagará a la víctima a título de indemnización por daños morales. Realizar las
modificaciones legislativas y administrativas necesarias para que la legislación
contra el racismo sea efectiva, con el fin de sanear los obstáculos demostrados en
los párrafos 78 y 94 del presente informe.

BIBLIOGRAFÍA
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Revista Académica de la Universidad Centroamericana, N° 49
 GARCÍA, José, El principio de la igualdad y las políticas de acción afirmativa,
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 LONDOÑO AYALA, César Augusto, Bloque de Constitucionalidad, Ediciones


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humanos, Serbal-UNESCO, Paris, 1984, Volumen I

 PRIETO SANCHÍS, Luís, Tolerancia y Minorías, Ediciones de la Universidad de


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 VASAK, Karel. Las dimensiones internacionales de los derechos humanos,


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