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REGÍMENES DE SENTIMIENTOS Y LA SUBVERSIÓN

DEL ORDEN SENTIMENTAL.


HACIA UNA ECONOMÍA POLÍTICA DE LOS AFECTOS

Federico Besserer Alatorre*

Resumen: En los últimos años hemos visto un desarrollo importante en las investigaciones y pu-
blicaciones relacionadas con los sentimientos, afectos y emociones. Este desarrollo corresponde
con el papel central que juegan las emociones en las nuevas formas de organización del poder y la
economía a nivel global. Este artículo propone que la relevancia de los sentimientos en el capita-
lismo tardío está en el carácter productivo que éstos tienen en los sujetos descentrados de esta
nueva etapa, quienes ahora dependen de su propia motivación para sobrevivir en el nuevo con-
texto de inseguridad y flexibilidad laboral. Con base en el trabajo etnográfico en contextos trans-
nacionales, realizado por un equipo de antropólogos, este artículo proporciona un marco
conceptual para contribuir a la construcción de una economía política de los afectos.
Palabras clave: antropología de las emociones, economía política de los afectos, regímenes de
sentimientos, estudios transnacionales.

Abstract: In recent years we have seen significant development in research and publications re-
lated to feelings, affections, and emotions. This development corresponds to the key role that
emotions play in new forms of organization of power and economy on a global level. This article
proposes that the relevance of feelings in late capitalism is in the productive character that they
have on off−center subjects on this new stage who now depend on their own motivation to survive
in the new context of insecurity and labor flexibility. Based on ethnographic projects in transna-
tional contexts, made by a team of anthropologists, this article provides a conceptual framework
to contribute to the construction of a political economy of affections.
Keywords: anthropology of emotions, political economy of affections, feelings regimes, trans-
national studies.

E
n los años recientes hemos vis- afectos y emociones.1 Un ejemplo de
to un desarrollo importante en ello es la publicación de compilaciones
las investigaciones y publicacio- destinadas a la investigación y docen-
nes relacionadas con los sentimientos, cia del tema en la antropología (Wulff,
2007; Laffan y Weiss, 2012; Gregg y
Seigworth, 2010; Spencer, 2010). ¿Cuál
*Profesor-investigador del Departamento es el motivo de la relevancia que han
de Antropología, Universidad Autónoma Me­
tropolitana-Iztapalapa. Línea principal de in-
vestigación: Estudios culturales. La ciudad 1
Por el momento voy a usar estos conceptos
transnacional. Comunidades transnacionales indistintamente, y más adelante voy a proponer
indígenas. un uso específico para cada uno de ellos.

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tomado estos estudios al finalizar el Para este autor el poder y la autoridad


siglo xx y al iniciar el siglo xxi? emanan del miedo de los gobernados,
Quisiera adelantar una posible res- porque “[…] los hombres tienen menos
puesta a la pregunta planteada, y es cuidado en ofender a uno que se haga
que las emociones juegan un papel amar que a uno que se haga temer;
central en las nuevas formas de orga- por­que el amor es un vínculo de gratitud
nización del poder y la economía a ni- que los hombres, perversos por natura-
vel global. Por eso voy a sostener que leza, rompen cada vez que pueden be-
se requiere de una “economía política neficiarse; pero el temor es miedo al
de los sentimientos” para poder enten- castigo que no se pierde nunca” (Ma-
der los mecanismos de sujeción y ex- quiavelo, 1999: 85). La contraparte de
plotación en el momento actual. En este miedo de los gobernados la encon-
este artículo me centraré en el trabajo tramos en el planteamiento que hace
que hemos realizado en el seminario Maquiavelo sobre el gobernante, quien
Estudios trasnacionales,2 y en particu- ejerce su poder por valor o por ambi-
lar trataré que la exposición muestre ción y no puede hacerlo con “miedo de
la utilidad de un concepto que ha sido sí mismo” (ibidem: 84). Hobbes, por su
central para nuestro trabajo, que es el parte justificaba la existencia del Es­
de “regímenes de sentimientos” (Bes- tado a partir de las conflictivas re­
serer, 2009). laciones entre los sujetos que desde su
punto de vista experimentan temor de
HACIA UNA ECONOMÍA POLÍTICA la posible agresión de otros miembros
DE LOS SENTIMIENTOS de la sociedad (Hobbes, 1996). Rousseau
discute la postura de Maquiavelo y pro­
Los sentimientos han sido un tema de pone que, si bien es el temor lo que su-
importancia para el aparato político bordina a un pueblo ante el prín­cipe,
económico moderno ya desde el siglo en un régimen republicano los ciuda-
xvi. Pensemos por ejemplo en Maquia- danos profesan el amor patrio. De ahí
velo, quien propone que si bien es cier- que al cambio político que él analizaba
to que un gobernante puede ejercer el y promovía correspondiera a un cambio
poder basado en el amor de sus súbdi- sentimental. Se trata, dice Rousseau,
tos, resulta mucho más efectivo gober- de “[…] sentimientos de sociabilidad
nar con base en el miedo que éste sin los cuales es imposible ser buen
pueda infundir sobre la población. ciudadano ni fiel súbdito. Sin poder
obligar a nadie a creerlos, puede deste-
2
El Seminario Estudios Transnacionales se
rrar del Estado a cualquiera que no los
organiza en el marco de la línea Estudios Trans- crea; puede desterrarle, no como impío,
nacionales del Posgrado en Ciencias Antropoló- sino como insociable, como incapaz de
gicas de la uam Unidad Iztapalpa. Agradezco en amar con sinceridad las leyes y la justi-
particular los comentarios a este manuscrito de
Daniela Oliver, Nancy Wence y Areli Veloz del
cia, y de inmolar, en caso de necesidad,
grupo Estudios Feministas del Trabajo del mis- la vida al deber” (Rousseau, 2008: 233).
mo seminario. Los cambios políticos requieren por

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ello, sostiene Rou­sseau, de una “larga enmarcaban en “lo social”, y que las ins­
alteración de sentimientos y de ideas” ­tituciones que le caracterizaron fueron
(ibidem: 219). Adam Smith, por su par- agencias gubernamentales que se or-
te, antes que desarrollara una teoría ganizaron en lo que fue denominado
sobre el mer­cado y sus mecanismos in- “estado de bienestar social”. Y final-
visibles de operación, propuso una teo- mente, el tercer elemento fue que los
ría de los sentimientos morales en los mecanismos disciplinarios alentaron
que veía a la “simpatía” como constitu- la autonomía de los sujetos como un
tiva de la sociedad o la nación, y que en medio para ejercer control sobre ellos.
obras posteriores producirá la riqueza Si esto alguna vez fue cierto, nos di­
económica (Smith, 2002). Estamos en- ce Fraser, ya no es lo predominante.
tonces ante formas sentimentales que, Estamos, dice ella, frente a un proceso
al mismo tiempo que articulan y dan de des-localización y transnacionaliza-
sustancia a la sociedad, forman parte ción. Se trata de la llegada de “econo-
del aparato de poder que la gobierna. mías abiertas” que alientan la movilidad
Si los afectos fueron un factor cen- del capital. Los mecanismos de regu­
tral en la construcción de la relación lación se vinculan a múltiples capas
entre el Estado y la nación ya desde el hasta lo global. También el Estado se
siglo xvi, en los cambios del siglo xx ha- ha des-socializado, y muchas de sus
cia un mundo transnacional éstos ad- funciones se han privatizado o se han
quirieron mayor preeminencia. Para trans­ferido a instancias como las orga-
explicar esto, quisiera empezar hacien- nizaciones no gubernamentales. Los
do referencia al texto de Nancy Fraser, cambios están acompañados de desem­
quien apoyándose en Foucault propo- pleo, migración, aumento de la violen-
ne de manera muy aguda que hemos cia, y aumento de la represión por sobre
pasado ya el vértice de un gran cambio lo que antes fue el disciplinamiento.
social que es referido como el momen­ Fraser concluye que estamos ante un
to que algunos denominaron fordismo, momento de cambio histórico de lo que
hacia un nuevo momento que, según la Foucault definió como “biopoder” hacia
escuela que lo analice ha sido definido una nueva forma de gubernamentali-
como capitalismo tardío o posfordismo dad que se caracteriza por la des-socia-
(Fraser, 2003). La autora nos indica lización del modelo y el sur­gimiento de
que los relatos sobre el fordismo suge- nuevas formas de gu­bernamentalidad
rían que éste se caracterizó por tres ele­ donde los sujetos, dislocados de los
mentos. El primer elemento es que la mercados locales y regionales de tra-
regulación social operaba sobre una bajo, desvinculados de los servicios del
po­blación que vivía enmarcada como Estado, y sujetos a formas de contra­
“nacional” bajo los auspicios de un Esta­ tación sumamente precarias, deben
do nacional que manejaba una economía constituirse a sí mismos y proveerse de
nacional. El segundo es que las formas los insumos necesarios para actuar
de regulación no estaban completa- como “empresas individuales” en el
mente sujetas al mercado, que éstas se nuevo contexto (Fraser, 2003).

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Otros autores, en el mismo tenor que es la constitución de “espacios so-


que Fraser, proponen que en esta nue- ciales” transnacionales. Se trata de la
va etapa los nuevos sujetos del capita- formación de circuitos migratorios
lismo deben “empoderarse” y, si les es transnacionales (Rouse, 1991), redes
posible, formar “comunidades morales” sociales transnacionales (Levitt y
que se provean a sí mismas de los ser- Glick Schiller, 2004); comunidades
vicios necesarios para su superviven- transnacionales (Besserer y Kearney,
cia (Miller y Rose, 2008). Es en este 2006), diásporas (Faist, 2010), campos
contexto que las ciudades se “clusteri- sociales transnacionales (Suárez,
zan” en zonas habitacionales cerradas, 2008), y otras formas de sociabilidad
los ciudadanos se organizan y se dan a transnacional con dinámicas propias
sí mismos seguridad privada, el comer- de autoayuda y —algunas de ellas—
cio se establece en formas arquitec­ de gobierno (Wence, 2012a). El tercer
tónicas que crean “espacios totales” o fenómeno se refiere a la globalización
“hiperespacios” (Jameson, 2001), los de los procesos productivos que se inte-
espacios públicos se privatizan o se ha- gran ahora a nivel global en fórmulas
cen de paga (Duhau y Giglia, 2008), al tales como las “cadenas globales de
tiempo que surge un boom de los libros mercancía” (Gereffi y Korzeniewicz,
de autoayuda que educan a los sujetos 1994), que tienen su contraparte tam-
para aprender las “tecnologías del yo” bién en las “cadenas globales de cuida-
necesarias para vivir y sentir en este do” (Herrera, 2005), y en las “cadenas
nuevo contexto (Rimke, 2000). globales de construcción” (Hernández,
Quisiera agregar cuatro elementos 2012; Wence, 2012b). En cuarto lugar,
que me parecen centrales en el nuevo se trata de la transnacionalización de
mo­delo y que han sido el foco de la bi­ la violencia (Nateras, 2007; Guillot,
blio­­­grafía de los estudios transna­ 2012), y de lo que Miller y Rose (2008)
cionales y las diásporas: el primero de han denominado “anti-comunidades”
ellos es el cambio en la relación entre (en oposición a las “comunidades mo-
Estado y nación, con la emergencia en rales” antes mencionadas).
muchos países de la figura de un Es­­ Josefina Pimenta Lobato propone
tado que reconoce como propia a su que los sentimientos son fenómenos
diás­po­­ra en el extranjero. Éste es un históricos y excepcionales de su tiempo
fenómeno notable en México y en otros (2012). El amor romántico, por citar el
países como Brasil (González Gutié- ejemplo que ella estudia, aparece aso-
rrez, 1999). Este fenómeno está vincu- ciado a la modernidad y debe enten-
lado a la relevancia de la contribución derse en el marco de la construcción
económica de los migrantes a su tierra del individuo como la fórmula domi-
de origen (García Zamora, 2003), pero nante de la “persona” que le hace cul-
también a la importancia de la opinión turalmente posible y viable. Puede
y participación en la política (Moctezu- agregarse a la propuesta de Pimenta
ma, 2011). El segundo se refiere a un sobre los sentimientos en la moderni-
fenómeno relacionado con el primero, dad, la de Johannes Fabian (2002),

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quien sostiene que la modernidad trajo del sujeto, al carácter productivo que
un peculiar sentido del tiempo —un tienen éstos para el sujeto de la nueva
tiempo lineal con una percepción posi- época.
tiva del futuro—; mientras la postura Usando un modelo “hermenéutico
de David Harvey asocia a la moderni- de la profundidad”, Jameson estudia el
dad con el desarrollo de medios de loco- cuadro El grito de Munch, en el cual se
moción que redujeron los tiempos de concentran la angustia y la soledad del
traslado entre un punto en la geogra- individuo alienado, el sujeto de un mo-
fía y otro, generando así una “compre- mento del capitalismo que está en su
sión” del espacio y con ello una nueva ocaso (como su lógica cultural), mien-
percepción de éste. (Harvey, 1991). Fre- tras otro momento del capitalismo está
dric Jameson (2001) usó el concepto de surgiendo. Siguiendo la misma línea
“lógica cultural” para referirse al con- de pensamiento, quisiera sostener que
junto de ideas, estéticas, y afectos que la relevancia de los sentimientos en el
subyacen a la organización del mundo capitalismo tardío está en el carácter
en distintos momentos de desarrollo productivo que éstos tienen en los suje-
de la sociedad, y del capitalismo en tos de esta nueva etapa. Se trata de
particular. En este sentido, todos estos sujetos que ahora dependen de su pro-
elementos que forman parte de una pia motivación para sobrevivir en el
lógica cultural, son históricamente es- nuevo contexto de inseguridad y flexi-
pecíficos y al mismo tiempo, articula- bilidad laboral. Para decirlo en pala-
dores de la sociedad que los produce. bras de Emily Martin —quien después
Jameson propone que mientras la de su trabajo sobre el cuerpo (Martin,
lógica cultural del modernismo tenía 1994) ha profundizado en el estudio de
en el centro a los sentimientos, el pos- las emociones en el capitalismo—, en
modernismo (lógica cultural del capi- esta nueva etapa del capitalismo se
talismo tardío) se distingue por ser el espera de los trabajadores flexibles
momento del “ocaso de los afectos” que estén emocionalmente motivados,
(2001). Este ocaso, aclara Jameson, “no eufóricos como “maniacos” autodirigi-
significa que los productos culturales dos, y no como “depresivos” o alienados
de la época posmoderna carezcan to- (Martin, 2009).
talmente de sentimientos, sino que Estamos entonces ante el “ocaso de
ahora tales sentimientos […] flotan li- los afectos” como los conocíamos en
bremente y son impersonales, y tien- una etapa anterior del capitalismo, y
den a estar dominados por una ante el surgimiento de una nueva lógi-
peculiar euforia” (Jameson, 2001: 36). ca en la que los afectos tienen nueva-
El planteamiento de Jameson mente un papel central en la producción
­podría robustecerse si cambiamos el y subordinación del sujeto del capi­
énfasis que él hace en el paso de la pro- talismo: un sujeto automotivado, en­
fundidad a la superficialidad de los tusiasta, eufórico, partícipe de una
sentimientos, para enfatizar la transi- economía que exige de ellos mayor dis-
ción de los afectos como una expresión ponibilidad y flexibilidad para el tra-

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bajo. Para usar la terminología de nómicas y políticas. Es precisamente


Raymon Williams, estaríamos en un en este sentido que es útil el concepto
momento en que nos encontramos con que hemos propuesto de “regímenes de
formas afectivas residuales y otras sentimientos”. Se trata de una elabo-
emergentes (Williams, 1977). ración del concepto de “régimen” usado
Porque los afectos son centrales en por Foucault, y en consonancia con
las distintas etapas del capitalismo, tal este autor propongo al menos tres ele-
vez debamos ampliar el postulado de mentos básicos para su definición
Jameson para sostener que cuando (Foucault, 1979).
pensamos en el desarrollo del capita- El primero es que los regímenes de
lismo en sus diferentes engarces con la sentimientos están vinculados circu-
sociedad y la nación, la lógica cultural larmente a los sistemas de poder (ya
de una etapa conlleva también una ló- sea en el plano de la sociedad, de la po-
gica sentimental. Esta lógica sentimen- lítica o de la economía). La idea es que
tal, como lo veremos más adelante, no los sentimientos acompañan o pro­
debe entenderse como una fórmula ducen al poder, a la vez que, los sen­
inescapable y carente de contradiccio- timientos son producto del poder.
nes, sino como un elemento cuya com- Pensemos por ejemplo en los “regí­
prensión es importante para entender menes de terror”, en que el poder se
un dinámica más amplia en la que des- sostiene por el miedo que siente la po-
taca la contienda de sentimientos. blación, pero al mismo tiempo el miedo
es un producto del sistema de poder.
REGÍMENES DE SENTIMIENTOS Así, las formas y contenidos que ad-
quieren los sentimientos son un produc­
Para comprender el papel de los senti- to y son constitutivos de los regímenes
mientos en el marco de la política y la en que se encuentran.
economía actual se requiere una re- En segundo lugar, los afectos se
flexión adicional encaminada a expli- producen, se distribuyen y se consu-
car no solamente cómo es que el poder men; en este proceso la población se los
y la producción se apoyan en los senti- apropia o le son impuestos. Es por eso
mientos (un postulado que sostenían ya que podemos hablar de una economía
los autores referidos del siglo xvi en ade­ política de los afectos. Un buen ejem-
lante), sino para entender también plo de este proceso es el del mercado de
cómo es que los sentimientos mismos los sentimientos, como es el así llama-
son un producto de los procesos políti- do “mercado de la nostalgia”. Este
cos y económicos. Es decir, se necesita mercado produce música, cine, comi-
una “economía política de los senti- da o pa­que­tes turísticos, sobre la ba­se de
mientos” que explique no solamente la fórmulas que explican cómo es que los
manera en que éstos son constitutivos su­j etos deben sentirse respecto de
de la sociedad, la política y la econo- los lu­gares dejados atrás, de los fami-
mía; sino también cómo es que son un liares que están a distancia, de los
producto de las relaciones sociales, eco- tiempos pasados y del futuro anhela-

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do. Se trata no solamente de una mer­ en el marco de relaciones sociales ca-


cadología de productos industriales o racterizadas por las desigualdad y la
financieros, sino también de una merca- inequidad (Pérez, 1995). Así, por ejem-
dología política que moviliza recursos plo, la culpa como sentimiento está
para llegar hasta actores políticos po- atada a la confesión y a la consiguiente
tenciales que actuarán no solamente penitencia (religiosa o social), que son
racional sino también sentimentalmen- las tecnologías que la regulan. En esta
te. En este contexto el consumo es al relación culpa-confesión-pena puede
mismo tiempo un consumo productivo, con facilidad percibirse la relación con
un consumo que no solamente “sujeta” o sus sinónimos legales, situación que
subordina, sino que produce al sujeto, nos muestra como los “regímenes de
pues en el proceso se aprende a sentir sentimientos” operan de manera aná-
de una manera específica (como diría loga a los “regímenes legales”.
Pimenta, se aprenden sentimientos par-
ticulares y excepcionales de la época).3 AFECTOS, EMOCIONES Y
En tercer lugar, podemos plantear SENTIMIENTOS
que es posible conocer los mecanismos
o tecnologías que regulan, norman y Para poder avanzar en la construc-
normalizan dichos afectos. Son ritua- ción de un aparato conceptual que nos
les, leyes y códigos que pueden re­ ­permita estudiar los regímenes de sen-
gistrarse etnográficamente y que se timientos, hemos establecido una defi-
expresan en máximas como “amarás a nición propia de lo que entendemos por
tu prójimo como a ti mismo” que pue- afectos, emociones y sentimientos.
den encontrarse en los decálogos y en En consonancia con Richard y Rud-
el marco de instituciones religiosas; o nyckyj (2009) sugerimos que hay una
que se expresan en refranes normati- dimensión “intersubjetiva” en la que,
vos (que según Herón Pérez Martínez en el nivel de los afectos, se impacta la
aparecen como normas, consejos o vere- manera en que los sujetos viven la
dictos) como “al bueno por amor y al vida cotidiana o la excepcionalidad.
malo por temor”, “más vale atole con Por decirlo de otra forma, se refiere a
alegría que chocolate con lágrimas”, “el la manera en que los sujetos son “afec-
que tenga miedo a las espinas, que no tados” en el plano de la experiencia.
entre a la nopalera”, “excusa no pedi- Podemos entonces formular preguntas
da, la culpa manifiesta”, que se repiten como las siguientes: ¿cómo afecta a la
población una política pública como la
3
Se ha hablado también del “mercado del
relacionada con el voto de los mexica-
miedo” que en novelas y en el cine generan ga- nos en el extranjero, cuando esta polí-
nancias millonarias, y que por desgracia en tica pretende crear afectos como la
nuestro país en años recientes ha crecido y es nostalgia?, ¿de qué manera impac­ta so­
parte del negocio de la información en diarios y
televisión (El Universal, 5 de junio del 2011),
bre los migrantes mexicanos una cam-
disponible en [http://www.eluniversal.com.mx/ paña publicitaria orientada sobre la
espectaculos/104676.html]. base del “mercadeo de la nostalgia”?,

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¿de qué manera afectan a los habitan- tos que movilizan los sujetos? Se trata
tes de una población las acciones de los de lo que Foucault llamaba “la inquie-
emigrados radicados en el extranjero, tud de sí” (Foucault, 1987), lo que nos
cuando estas acciones se sustentan en hace hacer, y la manera en que estos sen­
un sentimiento de nostalgia? Se trata timientos son parte de las acciones,
también, por ejemplo, de “afectos” que de las intenciones específicas de ac-
se imponen en la organización del tuar en una dirección determinada.
trabajo creando “climas laborales” y Son tácticas que nos proponemos para
en particular estados de ánimo que son enfrentar con alegría, resignación,
parte de las relaciones laborales. Tam- agresividad o entusiasmo el quehacer
bién son afectos que se entregan en las cotidiano. Son un poder productivo, po-
cadenas globales de servicios, como lítico, que nos hace responder con
pueden ser los que se establecen en las agencia. Pueden conocerse estas e-mo-
relaciones interpersonales del trabajo ciones cuando estudiamos las tecnolo-
inmaterial (Hardt y Negri, 2001), en gías del yo, que son especialmente
particular del “trabajo afectivo” (Hardt, importantes en la construcción de las
1999); tal es el caso de los empleos en subjetividades de quienes trabajan
que se realiza el cuidado de niños, de en el marco de la acumulación flexi­
adultos mayores, o de enfermos, que ble como trabajadores “independien-
tienen un efecto o afectan a quienes tes”, o como migrantes motivados por
consumen estos servicios (Hochs- sus emociones.
chield, 2009). Se suma a estos últimos Las e-mociones como podríamos
el servicio que entregan los empleados suponer, están relacionadas con los
en el sector turismo encargados de or- “afectos”. Podemos encontrar verdade-
ganizar climas festivos, entrenar en ros manuales que educan en las mane-
técnicas de yoga, o vender la felicidad ras de construir las e-mociones, por
de un “tiempo compartido” (Oliver, ejemplo en la gama enorme de textos
2011). Nos interesa saber quiénes y sobre “superación personal” que hoy
cómo se construye la interoperabilidad pueblan las librerías. Emily Martin,
en el caso de los afectos, así como en- en su libro más reciente, propone que
tender quiénes son inapelables o en el marco de la acumulación flexible
“inafectables”, o en quién no tiene se demanda de los sujetos una disposi-
“efecto” el “afecto” (en este sentido po- ción emotiva positiva (entusiasta, lle-
demos pensar en el concepto de “afec- na de energía, capaz de contender con
ción” como una situación de los sujetos el “estrés” que genera la complejidad
relacionada con los afectos.) de los sistemas en los que se trabaja);
Nos interesa definir a las emociones se trata, como dijimos antes, de un sis-
en relación con el movimiento de los su­ tema que privilegia la euforia y la “ma-
jetos. Por eso proponemos una or­­ nía” por sobre el desasosiego y la
tografía que enfatice que se trata de “depresión” (Martin, 2009).
movilización, en este sentido son El tercer concepto, el de sentimien-
­e-mo­ciones. ¿Cuáles son los sentimien- to, está relacionado con la manera en

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que se percibe y da sentido a la expe- céntricas usadas por los científicos en


riencia. Se refiere a una manera en la representación de la naturaleza, y
que percibimos el mundo, lo ordena- en cambio ha demostrado la importan-
mos, nos percibimos a nosotros mismos cia de los sentimientos, como experien-
en él, y que nos ayuda a reaccionar de cia, en la construcción del conocimiento
manera intuitiva, premonitora, y —fre­ (Fox Keller y B. Mandelbrot, 1984).
cuentemente— en el plano de lo no di- Esto último lo plasmó en su trabajo so-
cho. Los sentimientos son la manera bre Bárbara McKlintoc al que tituló El
en que le damos sentido al mundo en sen­timiento por el organismo para re-
que vivimos, desde la experiencia, y no ferirse a la manera en que desarrolla-
en primera instancia desde la repre- ba su investigación la científica que
sentación. Es razón práctica (Besserer, ganara un premio nobel por su trabajo
2007).4 En este sentido, podemos apo- en la genética de las plantas, entre­
yarnos en la literatura del feminismo verando los conocimientos y los sen­
de la “teoría del punto de vista” que ha timientos como se expresan en la
puesto especial interés en los senti- experiencia del contacto cotidiano con
mientos y su relación con la razón y el los organismos que estudiaba.
conocimiento. Ellas proponen que las
mujeres fueron marginadas de la cien- CONTIENDAS DE SENTIMIENTOS
cia por ser sentimentales, y por ende
“subjetivas” (Haraway, 1997). El pro- Los sentimientos han sido siempre un
blema, sostienen ellas, es que las pos- tema importante de la antropología.
turas “objetivas” de los científicos no En una revisión rápida de algunas
tienen una metodología que deje fuera aproximaciones podemos destacar un
a los “sentimientos” ya que, por lo de- primer momento en que se estudiaron
más, esto es imposible. De ahí que una como sistemas de conceptos. Los inves-
epistemología que parta de la expe- tigadores usaron aproximaciones como
riencia, e incluya a los sentimientos la antropología cognitiva, y encontra-
como un componente en el proceso de ron que cada “cultura” tiene un univer-
aprehender la realidad, resulta en una so diferente de palabras para denotar
“mejor ciencia” (Harding, 1986). sentimientos, y que éstas los orga­nizan
Evelyn Fox Keller, desde esta perspec- de manera culturalmente específica
tiva ha criticado las metáforas andro- (Lutz, 1982). Esos estudios permitieron
des-naturalizar los conceptos como los
referimos en los sistemas de clasifica-
4
Victor Frankl (1991), en su sobrecogedora
narración de su experiencia en un campo de
ción “occidentales” y, al mismo tiempo,
concentración, describe cómo, ante las atrocida- distinguirlos de los conceptos disci­
des, los presos llegaban a un punto en que per- plinarios como los de la psicología.
dían los sentimientos. Los sentimientos, dice él, De esta manera se des-psicologizó y
son fundamentales para darle sentido a la vida.
Agradezco a la persona que hizo el dictamen
se des-naturalizó la aproximación a este
anónimo de este trabajo por la referencia al tra- tema. El resultado fue una “textualiza-
bajo de Frankl. ción” de los sentimientos organizados

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por “dominios” y ordenados taxonó­ reiteran de manera “dócil” las emocio-


micamente, avances que fueron muy nes que se expresan de forma domi-
importantes para su momento. Podría- nante en un contexto social (Mahmood,
mos sostener que el proceso de separa- 2001).
ción de los sistemas de organización de Se ha criticado de esta postura dis-
los conceptos relacionados con los sen- cursiva, el que supone que en primer
timientos como diferentes del plano término hay un sistema simbólico que
corporal de las sensaciones, fue análo- organiza los sentimientos y que éste se
go al de la distinción sexo-género (Ort- impone sobre los sujetos. En este senti-
ner, 1972), y raza-etnia (Stolcke, 1992). do, esta propuesta “textualiza” los sen-
Un segundo momento, que fue sin timientos y que de ello se desprendería
duda un parteaguas en el estudio de que la experiencia afectiva tiene como
los afectos, fue el giro mediante el cual precedente un sistema de representa-
se propuso que los sentimientos se ción. Es decir, que no hay experiencia
construyen en contextos de desigual- que no pase por la representación. Sus
dad social, de contiendas, de multicul- críticos han dicho (desde aproximacio-
turalidad y de conflicto. A este punto, nes fenomenológicas) que la teoría de
donde convergen cultura y sociedad, se las emociones como representación no
le llamó “discurso”. Un trabajo central puede explicar al sujeto “pre-per­
de esta aproximación fue la revisión formativo”; es decir, pareciese que el
que realizaron Lutz y Abu Lughold discurso y la performatividad son ac-
(1990), quienes desde una perspectiva tuados por sujetos que no tienen más
foucaultniana sostuvieron que los dis- referente sentimental que el que se
cursos son prácticas que forman siste- presenta en un momento determinado
máticamente a los sujetos de los que como dominante (Csordas, 1994).
hablan. Su estudio se preocupa menos En cambio la experiencia puede his-
por el “significado” y más por la “prag- torizarse, resultando entonces que en
mática” y las prácticas sociales que se la práctica una persona puede estar
transforman en constructivas de la sujeta a un complejo de sensaciones en
realidad que vivimos. Autores como las que pueden haber formas —para
Arjun Appadurai (1990) que trabaja- usar la terminología de Raymond Wi-
ron en esta dirección sostuvieron que lliams en torno a las estructuras de
el poder puede construir discursos, y sentimientos— “dominantes”, “emer-
con ello sentimientos, en los sujetos. gentes” y “residuales” (Williams, 1977).
Podríamos asociar esta postura con la También los sentimientos de una per-
idea de Butler del “performance” en el sona o una población pueden entrar en
sentido de una reiterada repetición de contradicción con las formas dominan-
los sentimientos, como una forma de tes de un momento determinado; se
“incorporarlos”, de ponerlos en el cuer- trataría, en palabras de Jaggar, de
po (Butler, 1990). El amor, el odio, la “sentimientos inapropiados” que ha-
nostalgia, la melancolía serían consti- cen evidente la tensión entre afectos
tutivos de los sujetos en la medida que hegemónicos y subalternos (1996) en

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un momento determinado. Por ello, Para usar la idea gramsciana de


sostendrían estos autores, es necesario que la hegemonía es una complejidad
partir de la experiencia vivida, de los de formas dominantes (Laclau y Mouf­
sentimientos encarnados, con el cuer- fe, 1985), tendríamos que seguir la pro-
po mismo como un lugar de contienda. puesta de Kathleen Steward, en el
Los estudios que hemos realizado sentido de que una economía política
en nuestro seminario se centran en de los sentimientos en el capitalismo
esta tensión en la comprensión de los tardío (y su forma cultural dominan-
sentimientos como un entramado en- te que es el posmodernismo) requiere
tre la representación y la experiencia. de un análisis que atienda el proceso
Se trata de entender la relación entre de producción de los sentimientos y el
poder y sentimientos, en un momento papel productivo de los mismos, en un
en que la dislocación de los procesos marco dialéctico en el que así como
productivos (que puede verse en la aparecen sentimientos “hegemónicos”
constitución de las cadenas globales de coexisten y se enfrentan con las formas
mercancía), la des-territorialización “subalternas” —de resistencia o con-
del poder (que se expresa en el recono- trahegemónicas— que éstos adquieren
cimiento que hacen los Estados de sus (Stewart, 1988). No se trata de una si-
diásporas) y la movilidad de los suje­ tuación de sentimientos divergentes en
tos (que se expresa en los grandes flujos un contexto de relativismo sentimen-
migratorios a nivel global, como el que tal, sino de contiendas sentimentales
ha hecho de México un país de paso ha- que, a la manera de Ortiz (parafra-
cia los Estados Unidos), hacen ya no de seando la idea de “transculturalidad”)
los territorios, sino fundamentalmen­ son “transentimentales” porque las di-
te de las personas, el “sitio” de la su­ námicas afectan a todas las partes de
jeción, de la subordinación, de la la ecuación sentimental, y porque se
explotación, y por ello también de la re- dan en el marco de relaciones sociales
sistencia, la contienda y el cambio social. de desigualdad (Ortiz, 1978). Si bien
La propuesta tiene sentido, espe- las contiendas de sentimientos pueden
cialmente si pensamos, con Hannah ex­presarse en el plano verbal, se li­
Arendt (2005) y Michel Foucault bran en el ámbito de la experiencia vi-
(1982), que el poder reside en las rela- vida. En el plano de lo que podríamos
ciones entre personas y no en entes llamar conocimiento práctico. Son
abstractos como el Estado o las empre- enfren­tamientos que se dan en los es-
sas. La pregunta es entonces en primer pacios íntimos, privados y públicos,
lugar, cómo se produce, se moviliza, se que lo mismo se refieren a la silenciosa
organiza ese poder sentimental en sis- lucha de una persona por establecer
temas políticos y económicos específi- una ­relación sentimental basada en el
cos; y en segundo lugar, cómo es que amor y alejada de la violencia, como
surge la resistencia y la contienda de también puede expresarse en la con-
sentimientos en la experiencia vivida tienda que se libra entre el Estado y
de los sujetos. la diáspora en el enfrentamiento en-

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66 Federico Besserer Alatorre

tre dos maneras de construir y vivir la relación con los nacionales mexicanos
nostalgia. en Estados Unidos, muchos de los cua-
Siguiendo el modelo que propone les habían tomado ya la ciudadanía
Eric Wolf para el estudio de la domina- estadounidense. La meta era “crear
ción y la crisis (Wolf, 1999), la metodolo- una conciencia diaspórica” entre los
gía para el estudio de las contiendas de “mexicanos de afuera” (un término que
sentimientos debería evitar construir no se había usado desde los años 1930
modelos homogéneos de las estructuras cuando se implementaron las “re­
sentimentales abstraídos de su contex- patriaciones” masivas de deportados
to. Al contrario, la contienda de senti- de aquel país) (González Gutiérrez,
mientos debería ser estudiada en un 1999). Este proceso es seguido por el
contexto de heterogeneidad sentimen- voto en el extranjero que fue posible
tal e inmersa en, incluso consustancial realizar en los últimos años, acompa-
a, las relaciones de poder. ñado de una campaña centrada en la
En las páginas que siguen pre­ nostalgia.
sentaré cuatro viñetas basadas en Estos procesos políticos se dan en
­trabajos realizados en el marco del forma paralela al emergente “mercado
­Seminario Estudios Transnacionales de la nostalgia” que es un fenómeno
donde se estudian los regímenes afec- importantísimo para la economía
tivos y las contiendas de sentimientos. mexicana junto con el fenómeno de las
Los trabajos sitúan analíticamente es- remesas. Karina Pizarro, en su trabajo
tas contiendas en contextos transenti- sobre pachuqueños y pachucos en Chi-
mentales diferentes: las paradojas de cago, muestra cómo están vinculados
la vida transnacional o transnaciona- el consumo propiciado por el merca-
lismo contradictorio (Rouse, 1991), las do de la nostalgia y los sentimientos
formaciones sentimentales transna- po­líticos. Pizarro nos explica que la
cionales (Williams, 1977), las cadenas eco­nomía de la nostalgia se ancla en el
globales de sentimientos (Gereffi y cuerpo, transformándose en un siste-
Korzeniewicz, 1994), y el espacio social ma de percepciones musicales, de gus-
dominado por la violencia o “zona gris” tos culinarios y, finalmente, de
(Levi, 1996). sentimientos patrios (Pizarro, 2010).
En su trabajo sobre la “economía
TRANSNACIONALISMO política de la nostalgia”, Shinji Hirai
CONTRADICTORIO Y LA ECONOMÍA muestra con densidad y profundidad
POLÍTICA DE LA NOSTALGIA etnográfica cómo se construye este ré-
gimen de sentimientos. Nostalgia de
En la década de 1990 el gobierno mexi- los lugares que se dejaron, nostalgia
cano llevó a rango constitucional la del tiempo pasado, nostalgia de las
decisión de que la nacionalidad mexi- personas queridas, nostalgia de una
cana es irrenunciable. El Instituto de utopía aún no alcanzada, son algunos
los Mexicanos en el Extranjero se con- de los sentimientos que unen a la po-
virtió en la institución que entabló la blación radicada en Estados Unidos

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Regímenes de sentimientos y la subversión… 67

con la población mexicana a través de talgia reproduce el imaginario de un


afectos impulsados por el Estado, las pueblo típico de la cultura ranchera.
empresas y la Iglesia (Hirai, 2009). Esta tensión entre modernidad y tradi-
Los mecanismos de producción de ción, entre progreso y nostalgia, se ha
la nostalgia, su circulación y su consu- constituido en un conflicto en el plano
mo son estudiados por Hirai en distin- de los sentimientos que ha llevado a
tos circuitos transnacionales con una tensiones políticas entre quienes año-
estrategia etnográfica multilocal. Si- ran nostálgicamente el pueblo que
guiendo a las imágenes de san Toribio constituye su hogar imaginario, y quie-
Romo (denominado el santo pollero, nes habitan cotidianamente la ciudad
pues a él se le pide ayuda para cruzar que le da sustento.
la frontera cuando se carece de pape-
les) encuentra que estas imágenes cir- FORMACIONES SENTIMENTALES Y
culan entre México y Estados Unidos SENTIMIENTOS (IN)APROPIADOS EN
lo mismo estampadas en papel que en LAS COMUNIDADES
ropa y otros “suvenires” —como lla­ TRANSNACIONALES
veros— que los migrantes nostálgicos
adquieren en sus visitas esporádicas En otro trabajo he descrito cómo en la
para agradecer los favores recibidos. El comunidad indígena mixteca de San
trabajo señala que la fuerza “e-motiva” Juan Mixtepec hasta aproximadamen-
que emana de la devoción permitió a te 1975 los padres arreglaban el matri-
muchos resistir el largo y peligroso via- monio de sus hijos cuando éstos tenían
je, al mismo tiempo que describe la ma- corta edad. Las niñas eran entregadas
nera en que las instituciones religiosas a la familia de los futuros esposos y
inciden en el marco de los afectos al sólo varios años después se mudaban a
impulsar el proceso de su canoniza- un hogar propio. Si bien las uniones
ción incidiendo en un proceso que era matrimoniales eran aceptadas por los
propio de la religiosidad popular de la contrayentes por respeto a sus mayo-
región. Así también, se suma a la pro- res, muchas de las narrativas de vida
ducción de literatura diaspórica escri- que recabé hablan de situaciones de
ta por oriundos de la población, las violencia doméstica que eran aca­lladas
imágenes de campañas publicitarias por la vergüenza que subyace y contro-
para promover el turismo nostálgico de la a las víctimas de ella en el marco de
los migrantes jalostotitlenses que re- los regímenes de respeto (Besserer,
tornan temporalmente a la población 2009).
de origen. Este turismo ha tenido un El tema de la violencia doméstica
impacto económico positivo sobre la lo- surge frecuentemente cuando se habla
calidad de origen y al mismo tiempo ha de la introducción de la escuela en el
generado una arena de conflicto sen­ municipio, pues con frecuencia fueron
timental, pues mientras la ciudad de estas madres violentadas quienes de-
Jalostotitlán crece apoyada en la eco- cidieron enviar a sus hijos e hijas a la
nomía migrante, la economía de la nos- escuela incluso en contra de la opinión

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de sus esposos. La construcción de la informaba el proceso de nombramien-


escuela secundaria en el municipio in- to de personas para los cargos comuni-
trodujo un cambio importante en la tarios. Pero ya en la década de 1980 el
comunidad, pues junto con la escuela y amor parecía empezar a mediar en la
la militancia de los y las jóvenes en la relación de las familias distanciadas, y
defensa del proyecto educativo, llegó el compartía con la democracia el acto de
amor romántico. la “elección” como principio consti­
Fue a partir de esta época que los tutivo de la pareja y del gobierno co-
niños y las niñas se empezaron a tra- munitario.
tar y conocer en la escuela y algunos Los sentimientos de amor empe­
decidieron casarse aun en contra de la zaron por ser sentimientos que los jó-
voluntad de sus padres, quienes prefe- venes se apropiaron y que resultaron
rían los arreglos matrimoniales. Los ser inapropiados en un régimen de res-
jóvenes dicen haber escogido la nueva peto. Los años setenta fueron el esce-
vía hacia el matrimonio porque esta- nario de esta contienda de emociones
ban enamorados. Este sentimiento de que permeaba al sistema político y al
amor requirió de un nuevo concepto de parentesco, y denotaban un cambio
persona en la población, a saber, el in- histórico de un régimen de sentimien-
dividuo con la autonomía y libertad tos a otro.
para decidir. Así, el amor romántico se constitu-
La construcción de la secundaria se yó en un nuevo régimen de sentimien-
dio en un periodo en que se aceleró la tos que articuló de una nueva manera
migración de la comunidad, por haber a la comunidad de Mixtepec, mediando
cerrado una mina que daba trabajo a entre el nuevo concepto de persona y la
miles de personas en esa localidad. En estructura de la sociedad.
este contexto, las entrevistadas descri- El trabajo de Emilia Valenzuela y
ben los lazos de la comunidad extendi- Georgia Melville se basa en los hallaz-
da como cimentados en las relaciones gos anteriores para desarrollar un
amorosas de las parejas que —aunque ejercicio de antropología práctica
separadas por la distancia— se aman; (Kearney, 2004) en el que las y los jóve-
en contraposición con aquellas parejas nes mixtecos de la comunidad de San
que se “dejan” por no haberse elegido Miguel Cuevas radicados en Oaxaca y
mutuamente. en California, Estados Unidos, crean
Además, conforme la migración a una exposición fotográfica cuya mu-
Estados Unidos aumentó, las mujeres seografía les permite entablar un diá-
que se quedaron empezaron a jugar un logo con los adultos de la comunidad.
papel más activo en la vida del munici- El futuro del sistema de cargos tradi-
pio y en las movilizaciones por su de- cionales, proponen ellos, depende de
mocratización. Antes de la década de que las personas mayores de la comu-
1970 el respeto articulaba la relación nidad acepten que los jóvenes entablen
entre esposos, entre padres e hijos, y relaciones de amistad, y que el noviaz-
también era el elemento afectivo que go sea una fórmula para llegar al ma-

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trimonio. El reto, plantean los jóvenes, doméstico y privado en un marco de


es que los mayores cambien sus cos- sentimientos de familiaridad y cariño
tumbres y acepten a los jóvenes con que permiten mayores tasas de explo-
sus nuevas tradiciones, de lo contrario tación, tanto de quienes trabajan en el
éstos se desvincularán de la comuni- cuidado de personas en el seno de un
dad y, al hacerlo, no cumplirán con las hogar distinto al propio en condiciones
obligaciones que demanda el sistema de informalidad laboral en el país de
tradicional de gobierno, que ahora está llegada migratoria como de quienes se
en crisis en la mayoría de las poblacio- hacen cargo de los ancianos y menores
nes por el gran número de cargos que en el país de salida, abaratando los
existen (políticos, sociales y religiosos) costos que el cuidado tendría en el lu-
y los pocos jóvenes dispuestos a cum- gar de llegada (Wence, 2012b).
plirlos (Melville, 2009; Valenzuela, Otros regímenes de sentimientos
2008). Los varios cientos de fotografías son los que operan en la industria del
que forman la exposición se transfor- turismo que ofrece re-creación para la
maron en un complejo instrumento fuerza de trabajo flexible desgastada y
para el intercambio y deliberación in- “estresada”. Se trata (regresando a los
ter-nacional e inter-generacional, so- planteamientos de Emily Martin) de
bre la transformación del régimen personas sujetas a un sistema que re-
afectivo de la comunidad (Melville y quiere que estén siempre motivadas,
Valenzuela, s/f). en estados de exaltación y euforia, que
rechaza la depresión y la tristeza. El
TRABAJO AFECTIVO EN LAS resultado es el de un sistema que llega
CADENAS GLOBALES DE a sus límites o “estrés” y que debe ser
RECREACIÓN restaurado, re-creado. Los masajes, la
relajación, el ejercicio y la meditación
El mundo vive una crisis de cuidados, yoga, se transforman en tecnologías
misma que se ha transformado en la del yo que regresan los “sistemas es-
construcción de cadenas globales de tresados” a su funcionamiento habi-
trabajo afectivo (Herrera, 2005). Se tra­ tual y re-crean las e-mociones que
ta de millones de personas (sobre to­ permiten el alto desempeño en un
do mujeres) que viajan de países mundo de individuos que operan como
pobres a los países que viven una pro- empresas individuales.
funda transición demográfica y ocupa- Daniela Oliver muestra en un tra-
cional que requiere personas para el bajo de reflexión aguda (2011) cómo en
cuidado de ancianos y niños. En el otro las cadenas globales del turismo se en-
extremo de la cadena, abuelos y fami- treveran cuatro regímenes de sen­
liares cuidan de los menores de estas timientos: el primero de ellos es el de
trabajadoras en un complicado inter- la organización del trabajo dentro de la
cambio económico, social y afectivo. cadena hotelera global que opera con
Estas cadenas incluyen regímenes de formas de contratación que reproduce
sentimientos que encierran el trabajo la inseguridad y eventualidad laboral

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(se trata de humillación laboral, de llamado la “lógica sentimental”. Se tra­


sentimiento de preocupación y miedo ta, como vimos más arriba, de un en-
de perder el empleo). El segundo régi- tramado de relaciones sociales en que
men está relacionado con los afectos están insertos los sujetos, y en cada
que entregan los empleados en el pro- una de las cuales operan tecnologías
ceso de trabajo, es el servicio que se que afectan de manera diferente a los
ofrece en el contacto directo entre sujetos. Es precisamente cuando ob-
cliente y trabajador, el cual demanda servamos la experiencia vivida de los
de los empleados la producción de ale- trabajadores que podemos entender
gría y tranquilidad afectiva que se que los regímenes de sentimientos
entre­g a para la re-creación de los no operan (como lo aclara Oliver) de
clientes. En tercer lugar Oliver se re- manera omniscientemente en los su-
fiere a los símbolos que circulan por jetos, sino que dichos regímenes con-
internet como grandes “cadenas globa- vergen de manera contradictoria y
les de fantasías”, que son parte del gran muchas veces paradójica en la expe-
aparato mercadológico global, que riencia afectiva de los sujetos, quienes
ofertan a los posibles consumidores un tienen la capacidad de responder en
mundo de sensaciones que han sido la contienda de los sentimientos (Oli-
materializados como una “hiperreali- ver, 2011).
dad” (por usar el concepto de Umberto
Eco) en los resorts temáticos (Eco, LAS TECNOLOGÍAS EMOCIONALES
1986). Y finalmente, el cuarto régimen DEL YO EN LA “ZONA GRIS”
de sentimientos que regula la vida en
las ciudades turísticas frecuentemente México se ha transformado en los últi-
fragmentadas entre la ciudad de los mos años en una “frontera global”.
turistas y la complejidad de la vida ur- Cientos de miles de migrantes cruzan
bana en la ciudad de los trabajadores el territorio nacional en su tránsito ha-
(como en el caso de Ixtapa-Zihuatane- cia Estados Unidos. Provenientes de
jo, Acapulco-Ciudad Renacimiento, y decenas de países de origen, entre ellos
los dos “Cancún”). lugares tan lejanos como la India, Su-
El derrotero propuesto por E.P. dán y China. Destacan por su número
Thompson (1985) al centrar su análi- los transmigrantes hondureños, guate-
sis histórico crítico en la “experiencia” maltecos y salvadoreños que se inter-
vivida por los trabajadores ingleses, y nan al país por la frontera sur. Entre
proponer que ésta se da en un contexto ellos viaja una gran cantidad de me­
cultural específico, es el antecedente nores de edad. Un número sorpren-
del concepto de “lógica cultural” em- dentemente grande de ellos viaja sin
pleado por Jameson. El trabajo de Da- compañía. Es difícil conocer el número
niela Oliver demuestra la importancia total, pero si observamos las cifras de
de incorporar una dimensión adicional la población de migrantes detenidos
al estudio del trabajo en el capitalis­ por el Instituto Nacional de Migración
mo tardío, el cual sería lo que hemos en un año, podemos observar que del

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Regímenes de sentimientos y la subversión… 71

total de menores detenidos (alrededor las que vienen huyendo los menores
de cuatro mil cada año), uno de cada desde El Salvador—. Así, resulta difícil
seis es menor de doce años de edad, y separar entre víctimas y victimarios,
de éstos, uno de cada tres viaja sin entre quienes guardan el orden y quie-
compañía de un adulto. Las cifras son nes lo trastocan, entre quienes pueden
escalofriantes si pensamos en lo peli- ayudarles a salvar la vida y quienes
groso del trayecto, donde —según ha podrían quitárselas.
reportado la Comisión Nacional de De- Con base en un periodo largo de
rechos Humanos— se ha desatado la trabajo con los niños, Guillot desarro-
violencia, uno de cuyos rostros es el lló instrumentos para conocer la ma-
asesinato (como el de los migrantes en- nera en que estos niños se sitúan en
contrados en la población de San Fer- una enorme geografía que va desde los
nando) y otro de ellos el secuestro y países de partida hasta Estados Uni-
extorsión perpetrado por grupos delic- dos, donde viven familiares y amigos.
tivos (cndh, 2011) Se trata fundamentalmente de una
La antropóloga Sandra Guillot (2012) geografía de los sentimientos, que le
realizó una investigación centrada en dan sentido y ordenan el entorno, ba-
los niños migrantes no acompañados sada en un “orden sentimental” que les
de origen salvadoreño, y en los casos permite lidiar con los avatares de la
que pudo estudiar a profundidad en- experiencia migratoria.
contró que los menores provienen de Las listas de palabras relacionadas
situaciones de extrema violencia en El con los afectos, y que están asociadas a
Salvador y que la mayoría de ellos ha los lugares y eventos descritos o dibu-
iniciado el viaje tomando como propia jados por los niños, configuran un do-
la tarea de construir los lazos familia- minio sentimental que está asociado a
res perdidos. instituciones, grupos y actores sociales
Se trata de niños que desconocen que afectan sus vidas. Son fundamen-
en gran medida la ruta por la que tran- talmente palabras que se definen en el
sitan rumbo al norte, pero han de­ marco de su uso en el entorno familiar,
sarrollado una gran habilidad para de agrupaciones como los “maras” y de
percibir el entorno y reaccionar ante instituciones como la Iglesia.
las situaciones que les generan des- Sandra encontró que la mayoría de
confianza, preocupación o miedo en los niños migrantes no acompañados
una geografía que Sandra ha denomi- con los que convivió actúan con empo-
nado “zona gris”. Para quienes tratan deramiento y agencia, pues provienen
de escapar al control migratorio, la de un entorno que no les provee de la
zona gris es al mismo tiempo un lugar seguridad y condiciones para la super-
de extrema violencia y de indefinicio- vivencia. Así, estos jóvenes deben dar-
nes, pues los “servidores públicos” han se a sí mismos la motivación para
demostrado estar coludidos con los se- transformar su vida, la mayoría de las
cuestradores y bandas delictivas —al- veces buscando construir los lazos
gunas de las cuales son las mismas de ­familiares diluidos o perdidos por el

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distanciamiento de sus familiares. Me- mo es el de estos niños que precozmen-


diante juegos y conversaciones los te se transforman en actores en una
­niños demostraron a la investigado- sociedad que no les provee de las ga-
ra que han generado un complejo de rantías mínimas para conservar la
técnicas centrado en construir y man- vida.
tener las emociones necesarias para
continuar en su viaje, resistir el en­ CONCLUSIONES
cierro cuando se trató de niños dete­
nidos en las estaciones migratorias, o Los afectos, las emociones y los senti-
dar apoyo a otros en su entorno. En mientos son centrales para compren-
el lenguaje de Foucault, se trata de der el funcionamiento de la política y
“tecnologías del yo” (Foucault, 1988) la economía del siglo xxi. De ahí la im-
que han sido construidas cuidadosa- portancia de desarrollar un aparato
mente, que los niños enumeran, y que analítico que nos permita comprender
son indispensables para la supervi- la lógica sentimental de esta etapa.
vencia. Las condiciones de vida de los sujetos
Los niños estudiados por Sandra transnacionales son un espacio privi-
Guillot son actores precoces en un es- legiado de análisis, donde se expresan
cenario de violencia transnacional, que con más claridad los regímenes de sen-
se han empoderado y han desarrollado timientos dominantes, y los estudios
mecanismos para transformar su en- transnacionales han contribuido des-
torno con agencia. Insertos en la “zona de la antropología con herramientas
gris” donde impera un estado genera­ conceptuales y analíticas para ello.
lizado —o régimen— de terror, cons- Hemos enfatizado en la importancia
truyen cotidianamente instrumentos de estudiar los sentimientos en el pla-
centrados en los sentimientos para no de la experiencia, dado que es ahí
transformarse a sí mismos y su en­ donde se expresan las contiendas que
torno. El estudio utiliza instrumentos se dan entre formas sentimentales he-
novedosos para registrar estas tecno­ gemónicas y los “sentimientos inapro-
logías e-mocionales del yo que im­ piados” de los subalternos. De ahí la
plementan los menores. relevancia del trabajo etnográfico ca-
El seguimiento que hizo Sandra paz de es­tudiar los contextos transna-
Guillot a algunas de las niñas y niños cionales propios del capitalismo tardío
a lo largo de un poco más de un año y del posmodernismo, para compren-
muestra que su “empoderamiento” no der así la lógica sentimental que les
siempre redunda en la subversión del subyace. Se trata de una antropología
orden sentimental y de la violencia ge- y de una etnografía que den cuenta de
neralizada en que viven. La ironía, nos la dia­léctica de la dimensión afectiva y
dice la autora, es que en la sociedad permitan la subversión del orden sen-
actual “pedimos más a quienes la so- timental. En otras palabras, de una
ciedad ha privado de lo más mínimo” teoría crítica de la economía política
(Guillot, 2012: 165). El ejemplo extre- de los afectos.

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