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Capítulo 1
2. ¿A qué se refiere el autor cuando plantea que en las últimas décadas del siglo XIX y los
primeros años del siglo XX las generaciones “han vivido como alucinadas por una imagen
demasiado rígida” refiriéndose a las ciencias? ¿Qué tendencias opuestas se desarrollaron a
partir de estas opiniones?
Bloch se refiere a que en la concepción positivista de las ciencias del mundo físico se considera
que todo puede formularse en leyes universales por medio de demostraciones irrefutables.
Aplicada a análisis histórico, las tendencias opuestas que se desarrollaron fueron:
a. la posición de la escuela sociológica fundada por Durkheim, que creyó posible instituir una
ciencia de la evolución humana conforme al ideal positivista. En su esfuerzo por sistematizar,
muchas veces debió dejar de lado efectos del conocimiento de realidades humanas que
resultaban rebeldes al saber racional, que identificaron con el acontecimiento. Aportaron mayor
profundidad al análisis y al enfoque de los problemas.
b. La posición del historicismo clásico o historia historizante, que no lograron insertar la historia
en los marcos del legalismo físico. Tenían una preocupación archivística documental y
consideraban que la historia no ofrecía conclusiones seguras en el presente ni perspectiva en el
futuro. Negó el conocimiento científico y se enfocó en lo particular.
3. ¿Es la historia la ciencia del pasado? ¿Por qué? ¿Cuál es el objeto de la historia para Marc
Bloch?
No, porque el pasado, constituido por una serie de fenómenos no contemporáneos al historiador
que no suelen tener un carácter común, sin delimitación previa, no puede ser objeto de un
conocimiento racional y constituir una ciencia. No basta con contar acontecimientos sólo unidos
entre sí por la circunstancia de haberse producido aproximadamente en el mismo momento: de
los múltiples acontecimientos pasados interesan al historiador sólo aquellos que se unen a sus
preocupaciones específicas en función de la historia problemática que se realiza. La historia
estudia la obra de los hombres; es la ciencia de los hombres en el tiempo:
... la historia quiere aprehender a los hombres. Quien no lo logre no pasará jamás, en el mejor
de los casos, de ser un obrero manual de la erudición. Allí donde huele la carne humana, sabe
que está su presa. (Bloch, p.25)
La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás,
menos vano esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente. (p.38)
Bloch analiza esta problemática planteando en principio que postular la autointeligibilidad del
presente supone establecer un cambio rápido y total, olvidando la fuerza de inercia propia de las
creaciones sociales y la continuidad del tiempo histórico. Tampoco se puede explicar a una
sociedad por el momento inmediatamente anterior al que vive (dado que hay una transferencia
de pensamiento entre generaciones muy alejadas, que se manifiesta más claramente en las
transferencias facilitadas por escritos, que constituyen a continuidad de una civilización), ni por
los movimientos de ideas o sensibilidad más cercanos en el tiempo. Hay una crítica a la historia
que se limita a la corta duración: no alcanza con estudiar las reacciones de los hombres frente a
las circunstancias particulares de un momento, es preciso estudiar al pasado (en la larga
duración) para comprender al presente -pero sin pretender realizar una justificación del mismo-,
dado que la ignorancia del pasado compromete el conocimiento del presente y la misma acción:
Una experiencia única es siempre impotente para discriminar sus propios factores y, por lo
tanto, para suministrar su propia interpretación. (p. 37)
Es preciso partir del conocimiento del presente para comprender el pasado, porque la
observación voluntaria y controlada de lo cotidiano da los elementos que sirven para reconstruir
el pasado. Bloch recomienda partir de lo mejor conocido a lo más oscuro, del análisis de hoy, a
fin de obtener perspectivas de conjunto que no se obtienen a partir del análisis mecánico de
atrás para adelante. De esta manera, la ciencia de los hombres en el tiempo llamada historia
aúna el «estudio de los muertos con el de los vivos» en una interdisciplinariedad donde se
pretende lograr una historia universal.