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Un agujero negro es una región del espacio con una concentración de masa lo suficientemente
elevada para generar un intenso campo gravitacional de tal forma que ni siquiera la luz puede
escapar de este
Formación
Se forma cuando un cuerpo de masa M se contrae a un tamaño menor que el llamado radio
gravitacional o radio de Schwarzschild
Rg= 2GM/c2
Donde “G” es la constante de gravitación universal y “c” la velocidad de la luz. Este radio
depende únicamente de la masa, por lo que pueden existir agujeros negros grandes o
pequeños. Por ejemplo, el radio de Schwarzschild para una estrella con la misma masa que la
de nuestro Sol sería de aproximadamente 3 km; aunque, como veremos más adelante, el Sol
carece de la masa necesaria para colapsarse de esa manera.
Dentro de la clasificación de los agujeros negros se destacan dos en particular: los agujeros
negros de masa estelar y los supermasivos.
Las teorías actuales suelen relacionar el colapso gravitacional de una estrella masiva con el
origen de un agujero negro de masa estelar. Para desarrollar ello es necesario tener un poco
de conocimiento acerca del ciclo vital de una estrella.
Para ello, Stephen Hawking, en su libro “Historia del tiempo. Del Big Bang a los agujeros
negros”, nos alcanza este conocimiento de manera sencilla “Una estrella se forma cuando una
gran cantidad de gas, principalmente hidrógeno, comienza a colapsar sobre sí mismo debido a
su atracción gravitatoria. Conforme se contrae, sus átomos se empiezan a colisionar entre sí,
cada vez con mayor frecuencia y a mayores velocidades: el gas se calienta. Con el tiempo, el
gas estará tan caliente que cuando los átomos de hidrógeno choquen ya no saldrán rebotados,
sino que se fundirán formando helio. El calor desprendido por la reacción, que es como una
explosión controlada de una bomba de hidrógeno, hace que la estrella brille. Este calor
adicional también aumenta la presión del gas hasta que ésta es suficiente para equilibrar la
atracción gravitatoria, y el gas deja de contraerse (…) Las estrellas permanecen estables en
esta forma por un largo periodo, con el calor de las reacciones nucleares equilibran la
atracción gravitatoria. Finalmente, sin embargo, la estrella consumirá todo su hidrógeno y los
otros combustibles nucleares (…) Cuando una estrellase queda sin combustible, empieza a
enfriarse y por lo tanto a contraerse” A partir de este colapso gravitacional la estrella puede
convertirse en un agujero negro; no obstante, ello depende de si es lo suficientemente masiva.
Las estrellas de masa menor de 9 – 10 masas solares al final de su vida se convierten en enanas
blancas, estrella que puede mantenerse en con un radio constante, debido a un equilibrio
entre la atracción de la gravedad y la repulsión que surgen del principio de exclusión de Pauli:
dos electrones no pueden ocupar el mismo estado cuántico, de la misma manera que antes la
gravedad era compensada con el calor; no obstante existe un límite a la repulsión, por lo que
cuando la estrella fuese lo suficientemente densa, la repulsión sería menor que la atracción de
la gravedad. Chandrasekhar estableció un límite de la máxima masa posible de una estrella de
tipo enana blanca, el cual equivale a aproximadamente 1,44 masas solares.
Las estrellas de masas entre 10 y 50 masas solares al final de su vida mediante un colapso
gravitacional se convierten en estrellas de neutrones; las cuales están, como su nombre indica,
compuestas principalmente de neutrones resultado de la combinación entre protones y
electrones por las altas temperaturas de hasta 3x109K, y se mantienen gracias a la repulsión
debida al principio de exclusión entre neutrones y protones, en vez de entre electrones. Estas
estrellas de neutrones deberán tener una masa máxima entre 2.10 – 2.25 masas solares,
denominado el límite de Tolman-Oppenheimer-Volkoff (TOV)
En caso de que tenga una masa superior, el colapso de la estrella de neutrones no puede
detenerse sino que, se cree, llega a formar un agujero negro. En conclusión, un agujero negro
es el resultado final de la acción de la gravedad extrema llevada hasta el límite posible.
Un agujero negro supermasivo es un agujero negro con una masa del orden de millones o
decenas de miles de millones de masas solares.
La mayor parte del crecimiento de la masa de los agujeros negros supermasivos se cree que
ocurre a través de episodios de la acreción rápida de gas, que son observables como núcleos
galácticos activos o cuásares. Las observaciones revelan que los cuásares eran mucho más
frecuentes cuando el Universo era más joven, lo que indica que los agujeros negros
supermasivos se formaron y crecieron temprano.
Horizonte de eventos
Denominación de la superficie de la esfera con radio Rg que rodea a un agujero negro porque,
como la luz no puede escapar del interior de la esfera no existe modo de observar los eventos
que ocurren ahí, ni de transmitir información hacia el exterior
Velocidad de escape
La velocidad de escape es la velocidad mínima que tiene que adquirir un objeto para escapar
de la atracción gravitatoria de un planeta u otro astro. Esta se puede calcular a partir de la
conservación de la energía. Por ejemplo, poniendo el caso de un objeto que quiere salir de la
Tierra disparado por un cañón de gran potencia. Este objeto tendrá energía cinética que lo
obliga a alejarse de la Tierra, pero, también se toma en cuenta la energía gravitatoria que lo
obliga a caer hacia la Tierra; en una situación de equilibrio de ambas energías obtendremos la
velocidad mínima o velocidad de escape del objeto. Se puede calcular fácilmente a partir de la
conservación de la energía cinética y potencial.
Esta velocidad de escape es independiente de la masa del objeto pero depende de la
gravedad, por lo que a mayor gravedad, que consecuentemente atrae con mayor fuerza las
cosas, implicará mayor velocidad de escape.
Un agujero negro no es más masivo que la estrella que lo formó, el campo gravitacional en
regiones cerca del radio original no es distinto después que antes del colapso; no obstante a
menores distancias este puede ser enorme.
Esto se debe a que este depende de la masa del objeto y de la distancia que nos separa del
mismo. En el caso hipotético de que el Sol fuese a transformarse en un agujero negro,
sentiríamos la misma gravedad que sentimos antes de que dejase de ser una estrella normal,
ya que no se habrán modificado ni la masa del Sol ni la distancia que nos separa de él.
Propiedad
La propiedad inherente de los agujeros negros dicta que todo detalle de la materia que cae en
el agujero negro desaparece a excepción de la masa, la carga eléctrica y el momento angular
(si tuviese las dos últimas)
Esto coincidiendo con el teorema que enuncia que los agujeros negros “No tienen pelo”; el
teorema afirma que cualquier objeto que sufra un colapso gravitatorio alcanza un estado
estacionario como agujero negro descrito sólo por tres parámetros: su masa, su carga Q y su
momento angular. Así se tiene la siguiente clasificación:
El agujero negro más sencillo posible es el agujero negro de Schwarzschild, que no rota
ni tiene carga.
Si no gira pero posee carga eléctrica, se tiene el llamado agujero negro de Reissner-
Nordstrøm.
Un agujero negro en rotación y sin carga es un agujero negro de Kerr.
Un agujero negro que rota y tiene carga es un agujero negro de Kerr-Newman.
Detección
Los agujeros negros no emiten luz, por lo que por definición son invisibles; sin embargo, este
se hace sentir por su influencia gravitacional sobre las estrellas vecinas; si hay gas o polvo
cerca de un agujero negro tenderá a formar un disco de acreción que alimenta el cuerpo
central siendo atraído por éste y contribuyendo a su aumento de masa.
Esta materia que orbita en espiral, cerca al horizonte alcanza grandes velocidades y la fricción
entre esta es tan grande que puede calentarse por encima a 106K y emitir rayos X, que son
detectados por medios de telescopios espaciales colocados en los satélites artificiales que
giran por encima de la atmósfera terrestre.
Ubicación
Es frecuente que dos estrellas formen un sistema binario, en el que cada una gira alrededor de
la otra. En algunas ocasiones, las dos estrellas se encuentran tan cercanas entre sí que sus
atmósferas se tocan, y llegan a intercambiar materia.
Se puede dar el caso de que una de las estrellas de un sistema binario sea mucho más masiva
que la otra y, en consecuencia, evolucione más rápido, pasando por todas las fases de la vida
de una estrella hasta terminar en una supernova y, posteriormente, en un agujero negro.
Resultará entonces un sistema en el que un agujero negro y una estrella normal giran uno en
torno del otro unidos por su atracción gravitacional, si los dos cuerpos se encuentran muy
cercanos entre sí y la estrella normal está arrojando parte de su atmósfera por el mecanismo
del viento estelar, o está creciendo, entonces una fracción de ese material es capturada por el
agujero negro formando un disco de acreción.
Como consecuencia de la fricción, el gas del disco de acreción se calienta cada vez más a
medida que se acerca al agujero negro. Los astrofísicos han calculado que la temperatura en la
parte central de un disco de acreción (aquella más cercana al agujero negro) puede alcanzar
varios millones de grados.
La materia calentada a algunos miles de grados (como la superficie del Sol) emite la mayor
parte de su luz en el rango de la luz visible. En cambio, la materia calentada a varios millones
de grados emite luz principalmente en forma de rayos X.
Así, el gas de un disco de acreción llega a calentarse tanto, poco antes de caer al agujero
negro, que emite rayos X. Visto desde la Tierra, un sistema doble como el descrito tendría la
apariencia de una estrella normal que gira alrededor de una compañera invisible y, además, la
posición de ese sistema coincidiría con una fuente cósmica de rayos X.
Actualmente existen pruebas convincentes de que hay agujeros negros supermasivos en los
centros de muchas galaxias.
En una galaxia joven se observa como un “cuásar”, en el centro de un agujero negro, succiona
materia que emite grandes cantidades de radiación al sumergirse en el olvido. En una galaxia
más vieja se observa que las estrellas describen círculos en torno a un intenso campo
gravitacional que rodea a un centro aparentemente vacío.
Los astrónomos han descubierto otra cosa sorprendente acerca de las galaxias: cuanto más
masivo es el agujero negro central de una galaxia, las estrellas en su región interna orbitan
tanto más rápidamente alrededor del centro galáctico. Teniendo en cuenta que la velocidad de
una estrella corresponde a la masa interna de su galaxia —y un enorme agujero negro es sólo
una pequeña fracción de dicha masa—, los astrónomos llegaron a la conclusión de que la masa
total de la región interna de una galaxia es proporcional a la masa (relativamente muy
pequeña) de su agujero negro central. Es como si la formación del agujero negro influyera
sobre la formación billones de estrellas normales a su alrededor.
Agujeros de gusano
Es la fuerza con la que dos objetos se atraen por el simple hecho de tener masa. Esto es que si
hay dos objetos. Supongamos dos planetas el primero de masa M1 y el segundo planeta de
masa M2 al hecho y al momento de los dos poseer masa. Esto significa que van a atraerse
directamente gracias a sus masas. Ahora un ejemplo seria que nosotros al ser personas y al
estar en el planeta tierra. Como se muestra en la figura.
Al estar en el planeta tierra podemos directamente ser atraídos hacia la masa del planeta
puesto que nosotros también como personas tenemos una masa, y cada planeta tiene una
fuerza gravitacional. La luna al tener una masa mucho menor a la tierra nos atrae también
pero con menor fuerza. Esto quiere decir que al tener una menor fuerza, también atraerá más
lentamente los objetos hacia ella.
Ahora el peso lo podemos definir de la siguiente manera: como la fuerza con la que la tierra
atrae a una masa. Esto es que todos los objetos al tener masa sienten o experimentan una
fuerza llamada peso. Esto debido a la fuerza de gravitación universal que existe en el paneta. El
peso se va a denominar con la letra w y lo podemos calcular como:
W= -mg
Por ejemplo si estoy en el planeta tierra ya sabemos que ejerce a través de su fuerza
gravitacional la aceleración de 9.8m/s^2. Y si tenemos una masa de 50kg podemos calcular
nuestro peso gracias a la fórmula:
W= (50kg) (9.8m/s^2)
W=490 NEWTON
En este caso la aceleración de la gravedad nos da un peso de 490N. Esto es a nivel de mar.
Pero si nos vamos supongamos al Everest. Encontraremos el siguiente efecto. Al estar más
alejados del centro de la tierra la fuerza de gravedad ya cambio. La aceleración de la gravedad
ahora es de 9.75m/s^2:
W= (50kg) (9.75m/s^2)
w=487.5 NEWTON
Relativamente medio kilo mucho menor a la diferencia que si estuviéramos a nivel del mar.
Gravitación Universal
La teoría de Newton de la gravitación plantea que todas las lunas, los planetas y las estrellas,
así como las galaxias, se rigen bajo la sencilla regla:
F=G(m1m2)/d2
La ley de la gravitación explica fenómenos del universo, tales como el hecho de que el Sol, la
Luna y la Tierra son esféricos porque deben serlo (a pesar de que los efectos de la rotación los
hacen un poco elípticos) esto debido a que la gravitación dicta que todo atrae a todo lo demás,
por lo que estos se han atraídos a sí mismos, entonces todas las partes de sus superficie son
equidistante al centro de gravedad.
Así, si todo tira de todo lo demás, entonces los planetas deben tirar unos de otros. Por
ejemplo, la fuerza que controla a un planeta no sólo es la fuerza desde el Sol. También están
los tirones de los demás planetas, cuyo efecto se percibe a pesar de ser pequeño en
comparación con el tirón del Sol, que es mucho más masivo.
Cuando dos planetas están cerca, el tirón del más masivo perturba la trayectoria del otro, que
es, por lo regular, uniforme. Ambos planetas “cabecean” respecto a sus órbitas esperadas a
causa de las fuerzas interplanetarias denominadas “perturbaciones”.
Un ejemplo de esto se dio a lugar en la década de 1840, los estudios de Urano, un planeta
recién descubierto en aquel entonces, indicaban que no se podían explicar las desviaciones de
su órbita mediante perturbaciones debidas a todos los demás planetas. O la ley de la
gravitación fallaba a esta gran distancia del Sol, o había un octavo planeta desconocido
perturbando a Urano. J. C. Adams y Urbain Leverrier, suponiendo la ley de Newton como
válida, calcularon dónde debería estar el octavo planeta, descubriendo así a Neptuno,
posteriormente los estudios de la órbita de este y de Urano condujeron a descubrir Plutón, en
1930.