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RONDA

La luna jugó a la ronda


Con una flor y una estrella.
Rueda que rueda la luna
Por las celestes praderas.

La flor volando fue al cielo


Sin que la estrella la viera
La flor se perdió en las nubes,
¡ay, cómo llora la estrella!
EL SAPITO GLO-GLO-GLO

Nadie sabe donde vive.

Nadie en la casa lo vio.

Pero todos escuchamos

al sapito glo.. glo... glo...

¿Vivirá en la chimenea?

¿Dónde el pillo se escondió?

¿Dónde canta cuando llueve

el sapito Glo-Glo-Glo?

¿Vive, acaso, en la azotea?

¿Se ha metido en un rincón?

¿Está abajo de la cama?

¿Vive oculto en una flor?

Nadie sabe donde vive.

Nadie en la casa lo vio.

Pero todos escuchamos

cuando llueve: glo... glo... glo...


LA SILLA

Cuatro patas, cuatro patas


como tiene el elefante,
la silla tiene, y no tiene
su larga trompa colgante.

Cuatro patas, cuatro patas


tiene, que son de madera,
cuatro patas, y no corre
como el zorro y la pantera.

Cuatro patas, cuatro patas


con que el asiento recuadra,
la silla tiene, y el perro
pero la silla no ladra.

Cuatro patas, cuatro patas


-no dos, como tiene el pato-
tiene la silla, y la silla
no maúlla, como el gato.

Se está contra la pared


quietecita, quietecita,
o alrededor de la mesa
hace una ronda bonita.

Me siento sobre la silla


para coserme la ropa;
sobre la mesa sentada
corto el pan, tomo la sopa.

Enfrente tengo a mamá


y entra el sol por la ventana.
Sillas iguales, iguales
tienen todas mis hermanas.

Alfonsina Storni
IREMOS A LA MONTAÑA

A la montaña
nos vamos ya,
a la montaña
para jugar.

En sus laderas
el árbol crece,
brilla el arroyo,
la flor se mece.

Qué lindo el aire,


que bello el sol,
azul el cielo,
se siente a Dios.

Vivan mis valles,


los Calchaquíes
y mis montañas
que al sol se ríen).
Está la tarde de terciopelo,
malva en la piedra,
rosa en los cielos.

A la montaña
formemos ronda,
ronda de niños,
ronda redonda.

Alfonsina Storni
LA GALLINA PONEDORA

La gallina ponedora
con el gallo se pasea;
muy ufana y señorona

todo el día cacarea...


Ella es tan conversadora
como el chorro de una fuente,
pero el gallo es muy prudente
y a su largo clo-clo-clo,
le contesta solamente:
"Sí, señora, cómo no...!

Germán Berdiales
LA TIJERA DE MAMA
Cuando me corta el pelo

la tijera de mamá,

va diciendo en su revuelo:

chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Aletea,

viene y va,

y a mi oido coquetea:

chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Cuando el pelo me recorta

la tijera de mamá,

charla más que lo que corta:

chiqui–chiqui–chiqui–cha…

Germán Berdiales

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