Sei sulla pagina 1di 5

Acuerdo Foradori-Duncan: Argentina se comprometió a remover todos los obstáculos al desarrollo

económico de las Islas Malvinas, incluyendo la explotación de la pesca y de los hidrocarburos. El objetivo
británico es patrullar el Atlántico Sur en forma conjunta con Argentina con la excusa de cuidar la pesca ilegal,
para luego ser reconocidos como una nación ribereña. contiene concesiones explícitas a favor del Reino
Unido que consolida su presencia en las Islas Malvinas y, a través de ella, la penetración y permanencia en
el Atlántico Sur de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, sin mención alguna a reales o supuestos
beneficios o contraprestaciones para nuestra República ni a corto, mediano o largo plazo, imponiendo todas
las concesiones a la parte argentina.
La relatividad de los derechos. Escudé: Existe una campaña de distorsión informativa y de
adoctrinamiento nacionalista que limita la racionalidad de la PEA, proyectando al país como una nación
mutilada en su geografía y rodeada de países agresivos a quienes combatir para recuperar su espacio
natural. La política de la seducción es un intento por desarmarlas.
1946 declaración conjunta no reconociendo derechos mutuamente. 1960 Declaración sobre concesión de
Independencia de ONU permitiría tratar la cuestión Malvinas. 1965 resolución de ONU. 1975 se encarga a
Shackleton un análisis económico de las islas en recesión, descenso en población y estancamiento. Los
británicos estaban mas interesados en fomentar las relaciones entre las islas y el país que en garantizar el
desarrollo económico autónomo. 1968 memorando de entendimiento (reconocimiento de soberanía cuando
se garantizaran los intereses de los isleños y 1971 acuerdo de comunicaciones fracasaron por el lobby
malvinense. 1966 negociaciones secretas para ceder la soberanía si cumplían ciertas condiciones también
fracasó por el lobby. Primera política de seducción coordinada buscaba trasladar la dependencia para
mostrar los beneficios de una trasferencia de soberanía que resultaba inevitable, basándose en el acuerdo
de comunicaciones. En 1980 último intento, británicos argumentan a los isleños los beneficios de un
esquema de arrendamiento, en un contexto donde la economía estaba al borde del colapso. La guerra
consiguió que se de el apoyo para el desarrollo de las islas y una zona de pesca. 1988 los británicos declaran
que las colonias que deseen mantenerse británicas lo harían y que la soberanía no tenia dudas ni era
negociable.
Esta política dio una serie de concesiones para convencer a los isleños que aceptaran reanudar las
comunicaciones con el continente. Las más graves fueron: terminó de levantar el bloqueo marítimo y aéreo
que el gobierno radical había implementado contra los kelpers y que tuvo su expresión más emblemática en
el boicot sudamericano al buque Indiana, establecimiento de cupos de pesca del calamar, la principal fuente
de recursos, cooperación petrolera en el Atlántico sur y desistió de intentar bloquear una licitación petrolera.
Argumentos en 1964: GB se encontraba en las islas por un acto de fuerza, pues nunca había poseido la
totalidad del archipiélago antes de 1833. Las islas fueron descubiertas por españoles. 1749 cuando GB envia
la primera expedición, las islas no eran Res Nullius (cosa de nadie), pertenecían a España. España nombro
sucesivos gobernadores entre 1774 y 1811. Argentina tomo posesión como heredera y en 1823 designo
gobernador. 1828 se dicto decreto otorgando en la Malvina Este una concesión a Vernet. El tratado de
amistar entre Argentina y GB de 1828 no contiene reserva de sobre Malvinas. 1829 se creó la comandancia
política a cargo de Vernet. 1833 la Clío desaloja Puerto Soledad y ocupando el resto del archipiélago al otro
año. Ha sido un acto de fuerza arbitrario y unilateral. Argentina ha reiterado su protesta frente al acto de
fuerza y ocupación ilegal.
Resolución 2065 marcan el comienzo de la negociación, la Revolución Argentina continuo el proceso y
culmino en 1968 con un fracaso (largas, secretas, meticulosas, en Londres). Británicos estaban dispuestos
a reconocer la soberanía, previo se asegurarán las comunicaciones y un acuerdo sobre garantías de
intereses de los isleños; Argentina contestó 2 meses después y GB dijo que ya no estaba en condiciones de
aceptar. En 1971 reinician las conversaciones, facilitando la movilidad de personas y bienes con el
continente, comisión mixta sobre las comunicaciones, documento argentino a los isleños para viajar al
continente, excensión de impuestos. 1974 la cuestión de recursos se introdujo como factor en las
negociaciones; se llego a un acuerdo de co-soberanía que Perón acepto pero que a su muerte Vignes ocultó;
empresas petroleras se interesaron en la zona y en 1975 Argentina protesta. Sin embargo, en 1975 se envía
la misión económica Shackleton que deterioró las relaciones. 1976 la Marina dispara sobre el Shackleton.
Entre 1977 y 1980 vuelven a negociar sobre cooperación económica y científica, jurisdicción de las 200
millas de Malvinas, la isla Thule y la soberanía; siendo finalmente rechazado.
No se sabe a ciencia cierta quien descubrió las islas, aunque el holandés de Weert llego en 1600,
bautizándolas “Islas Sebaldinas”. En 1690 las ingles Strong bautizó un estrecho entre una roca y una de las
islas “Falkland Sound”. Medio siglo después los franceses las bautizaron “Les Malouines” y por último
“Malvinas”.
España fue la tercera potencia en ocuparlas. Primero fueron los franceses en 1764 fundando una colonia en
la Soledad. Luego los ingleses las reclamaron, sin tener contacto hasta después con los franceses. España
reclamó a Francia la violación del “Pacto de Familia”, entregándola en 1767 como Puerto Soledad. Los
españoles desalojaron a los ingleses de Port Egmont en 1770, pero para evitar una guerra volvió a ceder a
los ingleses Port Egmont aunque diciendo que el episodio “no podía afectar el derecho anterior de
soberanía”, sin aclararse con todas las letras de quien era el derecho. Los británicos abandonaron las islas
en 1774 con una placa diciendo que eran posesión de SMB. Los españoles quedaron en posesión exclusiva
del territorio hasta 1811 por las guerras napoleónicas y de independencia. Entre 1811 y 1820 no estuvieron
ocupadas hasta que llego una fragata de BsAs para reclamarlas en nombre de la república. La colonia solo
pudo establecerse en 1826 cuando Vernet llegó. En 1831 la USS Lexington destruyó la colonia por el
apresamiento de barcos americanos, declarando a las islas libres de todo gobierno. En 1832 Argentina
designa un nuevo gobernador y en diciembre la guarnición se amotina y lo matan. El Clío llegó y tomo las
islas en un momento de desgobierno. Argentina estuvo permanentemente desde 1826 a 1832 y a cargo de
varios extranjeros.
Por tratados Inglaterra tenía prohibido navegar y comerciar en aguas y puertos españoles; pero también en
1771 cuando España acepta la recuperación inglesa de Port Egmont, Inglaterra adquirió el derecho de
establecerse en las islas, aunque España hiciera reserva de derechos anteriores no especificados. Puede
pensarse que en 1774 Inglaterra perdió su derecho cuando abandono la posesión a pesar de la placa. En
1790 firma la Convención de San Lorenzo que prohibía el establecimiento de ingleses en las costas oriental
y occidental de Aca. del Sur e islas adyacentes, aunque con libertad de desembarcar y erigir cabañas de
pesca. En 1811 España podría perder sus derechos cuando abandonó las islas, podría decirse que como
consecuencia de la guerra de independencia y que BsAs las heredó y tomo posesión legal de ellas en 1820.
Reisman llega a la conclusión de que el titulo histórico argentino es marginalmente superior. Hope dice que
el derecho por conquista como se concibió luego de la Revolución Francesa presuponía la existencia de
hostilidades militares que tuvieran como consecuencia la subyugación, pero otros autores dicen que puede
haber titulo de conquista si el territorio fue tomado mediante despliegue armado. También dicen que no
importa cuan injusta haya sido la conquista, en ese momento fue legal.
La prescripción adquisitiva por medio del continuo e ininterrumpido ejercicio de soberanía bastaría para
generar la convicción de que el actual estado esta en conformidad con el orden internacional, pero esto
implicaría un título británico defectuoso demostrando que Argentina fue víctima de una agresión colonialista,
revirtiendo el derecho de autodeterminación. La prescripción no está clara en dcho internac, Argentina nunca
consintió la ocupación. Puede decirse que siglo y medio de ocupación mejora los títulos ingleses por tornar
absolutamente ilegitimo el recurso a la fuerza por parte de Argentina, que en 1833 hubiera sido legitimo;
prescribiendo el derecho de defensa (siendo parte del título). Frente a la reversión del dcho de
autodeterminación, dicen que las islas no tenían nativos, que los argentinos mismos en su mayoría eran
europeos trasplantados, y que el tamaño de la población no implica la negación a la autodeterminación. Pero
ONU dice que la autodeterminación no debe ser pretexto para separatistas que auspician la secesión de un
Estado existente, aunque no debe descartarse, el principio de integridad territorial tampoco es de aplicación
obvia.
La poca población y cercanía enfrenta el argumento de que la geografía no genera una base legal por si
sola. Se dice también que muchas veces la concepción geográfica dio base a la soberanía, dando un
derecho incipiente que debe perfeccionarse.
Los dchos argentinos son reales, pero mucho más relativos que lo que los argentinos creen, y ni Inglaterra
ni los isleños están desprovistos de derechos. La cuestión jurídica es compleja y ambigua, con
complicaciones políticas grandes. La solución vendrá por vía de consideraciones prácticas, en un contexto
donde el statu quo es desfavorable para Argentina. La única posibilidad de ser incluida en la solución pasa
por demostrarle a las demás partes que el país tiene las condiciones mínimas de estabilidad y confiabilidad
Malvinas – Menem: Durante la campaña, Menem anunciaba que las Malvinas serian recuperadas con la
sangre de los argentinos y que se expropiarían las tierras que pertenecían a los súbditos británicos. Opuesto
fue la política que surgió cuando asumió, pues se propuso la normalización de las relaciones con Gran
Bretaña y encargar a Cavallo la gestión de las mismas acordando conversaciones bajo la exigencia británica
de dejar de lado la cuestión de la soberanía. Mediante un mecanismo jurídico llamado paraguas, que
garantizaba que los temas tratados en aquella reunión no afectarían las posiciones de ambos países sobre
la soberanía, en lo que se conoció como los acuerdos de Madrid (1989). Junto con los derechos humanos,
Malvinas fue aspecto saliente de las “políticas de Estado”, en temas extrapartidarios y en asuntos donde la
diplomacia debía actuar en función de valores básicos y objetivos de largo plazo ajenos a toda aventura.
Se trató de privilegiar la relación bilateral sobre el multilateralismo. Por ejemplo, a nivel Naciones Unidas, el
tema pasó a ser debatido en un ámbito reducido como es el Comité de Descolonización, no siendo tratado
como habitualmente se hacía en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Con Di Tella se dio un abandono mayor de la presión por un cambio de la política frente al Reino Unido. Que
se diferenciaba por incluir a los isleños como elemento fundamental en las negociaciones, que debía ser
consultada para progresar en las discusiones. Esta política de seducción -que ya había sido empleada en la
década del setenta con precios subsidiados de productos argentinos- consistía en tratar de vencer la
resistencia de los kelpers hacia la Argentina por diferentes medios como envío de regalos, tarjetas de
navidad, restablecimiento de las conexiones con el país, desarrollo de organismos ocupados a temas
comunes como la pesca, contacto con autoridades isleñas, etc. Pero dicha política era posible dentro del
contexto más amplio que el Gobierno dio a las relaciones internacionales del país de no confrontar, siendo
uno de los pilares fundamentales para la estrategia de reinsertar a la Argentina en la economía mundial
luego de la crisis de fines de los ochenta y alinearse con los poderes occidentales. Era necesario eliminar
las tenciones con dichas potencias, y la neutralización del conflicto. Su objetivo era desarmar la desconfianza
para con Argentina, y un intento de desarmar las concepciones nacionalistas y beligerantes que se habían
ido generando en el grueso de la población, que solo le generaría riesgos y costos innecesarios al país.
Esta política heterodoxa se desarrolló en consonancia con características generales del Gobierno de
Menem, como su debilidad por políticas sorpresivas tratando de estar a la vanguardia, alejado del resto de
los países de la región, y sin ayudar a la búsqueda de consensos dentro del país con los demás sectores.
Lo dicho hacía difícil que se previera una continuidad de esta política de seducción una vez finalizado el
mandato, sumado a esto, en 1996 Di Tella declaró que no se habían obtenido resultados y se hizo menester
“provocar” las negociaciones -que llegarían con la detención de Pinochet (cuando Chile prohibió los vuelos
hacia las Malvinas, por la detención de Pinochet en Londres, Di Tella cambió de actitud y pidió a Uruguay y
Brasil que se sumara al boicot aéreo. Entonces, esta ventana negociadora se debió más al efecto Pinochet
que a una autocrítica de la política implementada hasta ese momento. Los kelpers quedaron prácticamente
aislados del mundo y pidieron abrir negociaciones) y la declaración conjunta de 1999 (permitió visitas
argentinas con pasaporte, puente aéreo con escala en Río gallegos, cooperación para preservar la pesca,
revisión de los argumentos argentinos, eventual desminado, etc. Con presencia de algunos malvinenses se
dio categoría de tercera parte, que nunca les había reconocido argentina).
Argentina y Gran Bretaña generaron más de 25 reuniones, declaraciones y contactos entre 1989 y 1995.
Muchos de ellos con aspectos como concesiones para los intereses británicos por ejemplo, algunos
acuerdos (como el de 1995) no fueron publicados y la opinión pública no fue informada sobre la importancia
y magnitud de los recursos en Malvinas; también los supuestos beneficios de las cooperaciones estaban
pactados de palabra al igual que la supuesta aceptación de la jurisdicción argentina en el área; se podía
aducir que Argentina reconocía el carácter de estado ribereño al Reino Unido y su dominio sobre aguas y
territorios de Malvinas; el paraguas solo presentaría una soberanía abstracta y concedida en los hechos que
permitiría seguir con las licitaciones pesqueras y petrolíferas; al participar los malvinenses de las
negociaciones se ha reconocido al propio gobierno colonial de las islas; se aceptó la visita argentina a las
islas con pasaportes y sellado por autoridades isleñas como si fuesen extranjeros; etc.
Fue acertada la idea de tratar de desarmar el nacionalismo territorial histórico en el país -que muchas veces
estaba/está sustentado en argumentos cuando menos discutibles y no obvios-, que solo sirvió para
confrontar con los isleños y británicos sin que se pudiera dar un proceso de negociación racional serio. Y la
política de seducción fue exitosa en este sentido de darle una visión más abierta y cooperativa en la relación,
puede llegar a ser evaluada como un fracaso al fortalecer la posición de los isleños y otorgar cesiones a los
intereses británicos que han significado más un retroceso del reclamo de soberanía. Más viable es promover
importantes emprendimientos comunes y de cooperación en el área y demás sectores, pero continuando
una firme acción diplomática acorde a lo dispuesto por Naciones Unidas y manteniendo el apoyo de los
demás países latinoamericanos. Una política exterior realista y racional que evite mezclar la cuestión de las
negociaciones con un nacionalismo innecesario. Puesto que el aislacionismo de Malvinas no es sostenible
indeterminadamente y que, en un mundo de casi completa globalización, los contactos con el continente y
Argentina se vuelven imprescindibles. Por el lado del Reino Unido, el mantenimiento de gran parte de la
económica, infraestructura y defensa de la isla; sumado a la incertidumbre acerca del verdadero potencial
petrolero de la zona, hace que sea más un gasto que podrían llegar a considerar innecesario y que llegado
el caso una negociación con Argentina les resulte una salida beneficiosa.
Una PE realista y racional respecto de Malvinas generara el embate de la oposición y prensa. El cierre de la
brecha entre política optima y posible requiere acción educativa, y realizable si un individuo carismático y
con coraje cívico opta por una política contra-cultural. Si se parte de que la soberanía es recuperable, la
independencia isleña es el máximo mal a evitar; si se reconoce que no se puede recuperar, nuestro objetivo
debe orientarse a compartir los recursos y la autodeterminación pasa a ser irrelevante. Los beneficios deben
ser al menos del 50%, sino argentina posee recursos como el poder de veto en las inversiones en el subsuelo
que debe usarse de forma no destructiva ni obstruccionista, sino para asegurar la participación significativa
en las operaciones. Debemos pensar en juegos de suma positiva, sumar a Brasil, Chile y Uruguay y construir
confianza entre las partes. Debemos estar al borde de la extorsión y sin discreción diplomática. Es un
nacionalismo de fines, como consecución de interés nacional y aconsejando limitada violencia extraoficial
cuando se requiera.
Realismo resignado. Caputo: 1995 se firma un tratado con Reino Unido de rápido tratamiento en la prensa
sin corresponderse con la riqueza probable que esta en juego. Se inicio una campaña de información que
intento mostrar que Argentina se beneficiaba con las regalías que repartiríamos a partes iguales; con el
reconocimiento de Inglaterra en la jurisdicción argentina en las aguas de Malvinas, reconociendo la disputa
y con la protección de los dchos argentinos mediante el paraguas. Las regalías solo eran beneficio de un
área de cooperación cuya mitad era argentina, y Argentina tampoco podía imponer impuestos a las
compañías alrededor de las islas. “Es poco, pero más de lo que tenemos ahora y se reconocen derechos
argentinos”. Se admitía el dcho británico a la explotación del subsuelo y dominio sobre las aguas que rodean
las islas (y como no hay dominio de aguas por proyección de territorio, reconoce la soberanía británica en
las islas).
El paraguas era para permitir entendimientos que evitaran consecuencias negativas sobre el
medioambiente, como extensión de derecho humanitaria. La superposición de jurisdicciones llevaba a un
control inadecuado de la pesca, así se acordaba coordinar su control sobre la explotación sin que diera lugar
a ningún reconocimiento mutuo de jurisdicciones. “Argentina protege símbolos (soberanía) y el Reino Unido
se apropia de los contenidos (recursos)”. Permitiendo las licitaciones.
La opinión publica no ha podido evaluar la dimensión de lo que esta en juego, ni su impacto. Se dio una
versión de logros que nada tienen que ver con el texto del acuerdo. Las regalías están ausentes en el texto
y empresas argentinas excluidas implícitamente. La aceptación de jurisdicción argentina en el área no existe.
Argentina reconoce como estado ribereño en el Atlántico sudoccidental y dominio de aguas y territorios a
Inglaterra. El paraguas pretende proteger una soberanía abstracta, mientras la real se concede en los
hechos. Argentina entrego su principal objetivo: la seguridad jurídica que le permitirá seguir con licitaciones.
Estas ideas surgen de pensar que una política activa sobre Malvinas esta condenada al fracaso, se dejó de
introducir en la ONU. En un contexto donde el fin de la GF destrabó los mecanismos políticos de resolución
de conflictos mostrando la ignorancia. En correlato la desarticulación de la red de solidaridad latinoamericana
y del NOAL.
Malvinas – CFK: La PE en relación a Malvinas no se puede desligar de los lineamientos grales de la PEA. CFK se
oriento a priorizar la integración argentina en el mundo mediante el fortalecimiento del dcho internac, forma
democrática de gob, respeto por los DDHH, sistema de comercio equilibrado, mejor distribución de los beneficios de
la globalización, democratización del sistema de decisiones en los organismos internac. Con énfasis en la integración
económica y comercial con todo el mundo y la región en particular; la asistencia de los argentinos en el exterior;
promoción de los valores y creatividad argentina; mediante la coordinación de esfuerzos con otras dependencias
subnacionales y organizaciones que profundizaron el perfil federal de las RREE. Respecto a Malvinas se da un
sostenimiento de la posición en el ámbito bilateral y en foros internac; notas de protesta, rechazo y reserva sobre
empresas en el área; afirmación de la posición ante otras cancillerías y en el ámbito multilateral; difusión en prensa
de la posición; recopilación de argumentos.
En el ámbito interno se dieron los recordatorios en días feriados, en la toma de posesión de CFK, en las sesiones del
congreso, ONU, Ministerio de Defensa, un observatorio en el Congreso, etc. En la agenda externa se da una activa
acción diplomática en reuniones de organismos internac como OEA, ONU, MERCOSUR, Grupo Rio, UNASUR, etc.
Los actos unilaterales británicos han perjudicado la relación, como los discursos del primer ministro, la constitución
de las islas, la militarización, etc. A los cruces de suma el tema de la plataforma continental, la entrega de licitaciones,
la admisión de elementos nucleares. Salvo el tema humanitario, se puede hablar de una ruptura de relaciones en el
tema Malvinas; la comisión conjunta en hidrocarburos dejo de reunirse en 2000; el desminado tampoco continuó; la
comunicación y la negativa de vuelos por Chile tampoco se modificó. Se hizo una comparación con Palestina para un
acercamiento con países árabes en cuestiones económicas y cooperación Sur-Sur. Existe un permanente reclamo en
ONU; la comparación con Palestina provoco disputas entre gobiernos y ONGs. Se debe iniciar una ofensiva diplomática
en todos los foros, puesto que no es un problema de descolonización, sino que hay un territorio ocupado y hay que
plantear su desocupación.
Cuestión económica Malvinas – Bologna: El tema de la soberanía ha sido opacado como otros temas de la PEA por la
prioridad que dio Kirchner al tema financiero para salir del default. Tres aspectos de la relación han destacado: la
variable económica, la situación jurídica y el aspecto militar. En el aspecto económico de la disputo, Bielsa explico que
los problemas de los isleños es que se niegan a aceptar los vuelos argentinos. Evaluar que la política argentina esta
sacando de quicio a los isleños. La política Kirchner que pondera en su relación con los isleños, las cuestiones
económicas como pesca, hidrocarburos, comunicaciones y minería, ha dado resultados. Argentina no podía
mantenerse ajena a los beneficios de los permisos de pesca, de vuelos de otras líneas, etc. Además de centrar la
cuestión en lo económico. En el punto de vista jurídico manifiesta un nuevo lenguaje en referencia al gobierno de las
islas. La política de Menem ha quedado desterrada, los isleños ya no tienen el rol protagónico y que las partes en
conflicto son dos. La estrategia de presionar internacionalmente en los organismos no dio los resultados esperados,
se privilegia la búsqueda de reanudación de las negociaciones sin sobreactuaciones ni excentricidades. Sería
beneficioso que el país volviera a la formula tradicional del reconocimiento de la soberanía en los comunicados
conjuntos bilaterales. La formula mas adecuada es la aprobada por el Mercosur, tener una posición común con España
y manifestar el principio de integridad territorial. Desde el punto de vista militar, el gobierno hace referencia a que la
base militar tiene capacidad operativa más allá de las islas.
Para Bielsa el requisito básico para avanzar en la resolución de la cuestión se logrará cuando la reconstrucción del país
sea como institucionalmente mas confiable, socialmente más integrado y económicamente mas desarrollado con
igualdad de oportunidades. Las islas autosuficientes sumado a la defensa de GB son la base de su independencia.
Parece adecuada la política K alejada de la seducción de los kelpers, que muestran descontentos no por motivos
jurídicos, políticos o militares, sino porque se afectaron sus ingresos. Es conveniente crear un grupo de trabajo para
abordar todos los aspectos económicos, jurídicos, políticos, de negociación y procedimiento internacional con el fin
de lograr iniciativa propia y no reaccionar tardíamente ante los hechos.
Chagos: Esta Opinión Consultiva fue solicitada en 2017 por la Asamblea General de la ONU y finalmente falló en favor
del archipiélago de Chagos que era parte de la colonia británica de las Islas Mauricio. En 1965 –tres años antes de su
independencia– el Reino Unido separó este Archipiélago del territorio de Mauricio y posteriormente lo arrendó a EEUU
para una base militar aún hoy operativa. En aquella oportunidad, la población de Chagos fue expulsada de ese
territorio. La Corte destacó el carácter vinculante de los principios de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General,
piedra angular de la descolonización que ratifica el principio de integridad territorial como corolario de la libre
determinación, recordando además la Corte que la libre determinación no es aplicable en los casos de poblaciones
que no constituyen "pueblos" titulares de ese derecho. Además del apoyo dado a Islas Mauricio, Argentina patrocinó
–en 2017– la Resolución de la Asamblea General que solicitó esta Opinión Consultiva, e intervino a través de nuestra
Cancillería en las instancias pertinentes de este procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia, en aplicación de
lineamientos de una política de Estado sobre la Cuestión de las Islas Malvinas.
Así, la Cancillería argentina expresó este martes en un comunicado oficial que la opinión consultiva de Chagos "tiene
relevancia para la cuestión de las Islas Malvinas por tratarse de una situación de desmembramiento territorial, y
referirse a principios que son fundamentales en el reclamo sobre nuestras Islas".
La Corte decidió por 13 votos a 1 que la separación de Chagos no fue válida y constituyó un hecho ilícito que involucra
responsabilidad internacional. Y consideró que el Reino Unido tiene la obligación de poner fin a la administración de
Chagos y de permitir que se complete la descolonización de Mauricio, y exhortó a todos los Estados a cooperar con las
Naciones Unidas en este proceso.
La Corte descartó que se puedan realizar referendos sin intervención de la Asamblea General, valorando el rol de dicho
órgano, así como el del Comité de Descolonización que da seguimiento a la Cuestión Malvinas. Indicó que corresponde
a la Asamblea pronunciarse y supervisar las modalidades de descolonización de un territorio.
De esta manera, en el gobierno de Macri se entusiasmaron con la idea de reflotar en el Comité de Descolonización de
la ONU que se reunirá como cada año en abril y allí se llevará como nuevo argumento por el reclamo de soberanía el
caso del fallo de Chagos.

Potrebbero piacerti anche