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A PROPÓSITO DEL CASO DEL MENOR QUE HIRIÓ DE

MUERTE A COMPAÑERO DE CLASE

¿En qué casos


procede el
internamiento de un
menor infractor?
| 2071 Jueves, 21 de Marzo de 2019

El Código de los Niños y Adolescentes establece cuáles son los


requisitos para que proceda la internación preventiva de un menor.
Además, tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos como el
Tribunal Constitucional han detallado qué parámetros debe tener en
cuenta el juez para que pueda dictar esta medida.

imagen: andina.pe

FUENTE: LA LEY

El martes las noticias dieron cuenta de un lamentable hecho


ocurrido en un colegio de Villa El Salvador. Un estudiante de
quince años de edad introdujo un arma de fuego en su clase y,
aparentemente de forma accidental, hirió mortalmente en el
tórax a un compañero y lastimó a otro en la pierna.

Luego de ello, el magistrado Tito Henry Coronado Soplapuco,


titular del Primer Juzgado de Familia de Villa El Salvador de la
Corte Superior de Justicia de Lima Sur, dispuso la internación
preventiva por dos meses del menor. Dicha medida será cumplida
en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, más
conocido como "Maranguita".

Pues bien, en este informe vamos a detallar qué dice el Código


de los Niños y Adolescentes sobre el particular y qué han señalado
los tribunales sobre los requisitos para que un juez pueda ordenar
esta medida.

Qué dice el Código de los Niños y Adolescentes

El artículo 209 del referido código establece que la


internación preventiva solo puede decretarse, a partir de los
primeros recaudos, siempre que sea posible determinar la
concurrencia de tres presupuestos.

El primero de ellos es que existan suficientes elementos de


convicción para estimar razonablemente la comisión de un hecho
tipificado como delito en el Código Penal o leyes especiales, que
vinculen al adolescente como autor o partícipe del mismo.

El segundo es que el hecho punible cometido sea sancionado en


la legislación penal con pena privativa de libertad no menor de
cuatro años. Y, finalmente, el tercer requisito es que exista riesgo
razonable de que el adolescente eluda la acción de la justicia u
obstaculizará la averiguación de la verdad.

Igualmente, se señala que la internación preventiva debe


estar debidamente motivada y, además, tiene carácter
excepcional, especialmente para los adolescentes entre
catorce y menos de dieciséis años. Esto es, solo puede aplicarse
cuando no sea posible aplicar otra medida menos gravosa.

Esto ha señalado el TC y la CorteIDH

El literal b del artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del


Niño establece que "ningún niño sea privado de su libertad ilegal
o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento o la prisión
de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se
utilizará tan solo como medida de último recurso y durante
el período más breve que proceda".

Este carácter excepcional de la medida de internación del menor


ha sido materia de análisis tanto por la justicia constitucional de
nuestro país como por la Corte lnteramericana de Derechos
Humanos (Corte IDH). Así, este tribunal supranacional, en
la Opinión Consultiva OC-17/2002, refirió la opinión del
Instituto Interamericano del Niño en el sentido que: "En
consideración a que la sanción en esta jurisdicción especial busca
rehabilitar y no reprimir, el internamiento debe ser la última
medida. Antes deben valorarse otras medidas de carácter
socioeducativo como: orientación familiar, imposición de reglas
de conducta, prestación de servicios a la comunidad, la obligación
de reparar el daño y libertad asistida".

Asimismo, en esa opinión consultiva, la Corte IDH refirió que "Las


características de la intervención que el Estado debe tener en el
caso de los menores infractores deben reflejarse en la integración
y el funcionamiento de estos tribunales [de menores], así como
en la naturaleza de las medidas que ellos pueden adoptar".

Por su parte, el Tribunal Constitucional peruano también ha


reconocido la importancia del principio de excepcionalidad de la
privación de libertad en el sistema penal juvenil. Así, en su
resolución recaida en el Expediente Nº 03247-2008-PHC/TC,
el Colegiado ha señalado que "el artículo 37 de la Convención
sobre los Derechos del Niño determina el marco general de un
sistema de responsabilidad penal juvenil al establecer que la
privación de la libertad del niño es posible como una medida de
último recurso”.

¿Se han cumplido los requisitos de la internación en el caso


del estudiante del colegio Trilce de Villa El Salvador?

Aunque hasta el momento no se ha hecho público el contenido


íntegro de la resolución del Primer Juzgado de Familia de Villa El
Salvador que dispone la medida de internación del menor, de los
hechos no se advierte que en este caso exista algún peligro de
fuga del menor o la posibilidad de entorpecimiento del proceso,
en los términos previstos en el artículo 209 del CNA, que ya
hemos repasado.
Esto, en la medida que se ha conocido que el adolecente ha
reconocido su plena responsabilidad, se encuentra arrepentido de
sus actos y, además, ya se han actuado diversos medios de
prueba, tales como la reconstrucción de los hechos y el
allanamiento de su domicilio, así como se han recogido sus
declaraciones y la de los testigos (autoridades escolares y
compañeros de clase).

Por ello, todo parece indicar que el mandato judicial de


internamiento del menor no ha cumplido con los requisitos
exigidos por el Código de Niños y Adolescentes y mucho menos
con los criterios jurisprudenciales expuestos tanto por el TC como
por la CorteIDH.

Por último, debe precisarse que el artículo 210 del CNA establece
que esta medida puede impugnarse, debiendo resolverse en el
plazo máximo de 24 horas.

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