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Tres días estuvo el auto estacionado enfrente de la casa.

Cada vez que alguien salía, se quedaban apagando cigarrillo tras cigarrillo esperando que vuelva.

El auto seguía ahí: nadie bajó

nadie abrió una ventana

las horas pasaban

y el auto seguía ahí; estacionado en la vereda de enfrente.

Golpeo una puerta, a unos barrios de distancia

y no atiende nadie.

La vereda está manchada.

El playón estaba lleno de gente

los chicos se tapaban la cabeza

y los más grandes se colgaban el repique

el zurdo

y los redoblantes

Estela y su tío estaban al lado de los monolitos que tenían los pañuelos esmaltados

la vereda tenía algunas hojas del otoño que empezaba

y alguna que otra mancha de pintura:

los pañuelos estaban por toda la plaza gracias a las pintadas de las chicas.

gracias a las chicas.

Golpeo otra puerta y no contesta nadie.

La vereda tiene sangre

Cómo Elsa no puso atención

no se dio cuenta cuando el auto se fue.

La radio no la dejó escuchar los disparos.

No se asomó a la ventana cuando entraron a la casa de enfrente.


No vio el charco de sangre en treinta años

las huellas estaban en la calle

en la vereda

en la puerta del almacén de Doña Queka.

Treinta años llevando a sus hijos al colegio y nunca las había visto.

Espero y golpeo otro portón.

No abre nadie, el eco

se escucha en la casa vacía y la vereda tiene pisadas con sangre.

Estela y su tío pensaban en esa chica

que vivió tan cerca de ellos

mientras miraban los pañuelos esmaltados

y los chicos en la plaza

Pensaban

qué casa era

cómo era el barrio hace cuarenta y cuatro años

su tío vive ahí desde el setenta y dos, ella no vio el cambio.

Pensaban

y por la fachada descartaban

la casa del fiambrero

la casa de Claudio

la de Damián

Golpeo y espero.

Tampoco atiende nadie.

Las manchas de sangre están secas y pisadas

parecía que nadie las veía


Se habrán escondido ahí, en lo de la Polaca -le dijo su tío.

Estela dudó:

¿Cómo llegaron hasta ahí, justo ahí, enfrente de su casa pero cuarenta y cuatro años antes?

Su tío también:

¿Cómo no escuchó los disparos que fusilaron a su marido?

¿Cómo no escuchó los disparos que cuando le entraron por la espalda en plena calle

a plena luz del dia

¿Cómo caminó por el charco de sangre todos los días para ir al colegio?

¿Por qué no vio la sangre en la calle

en la vereda?

La televisión estaba prendida

cuando Estela le preguntó a Elsa

si habia visto algo

si, alguna vez, escuchó algo

en la casa de enfrente.

Elsa la miró extrañada, no apagó la televisión

no le contestó a su nieta.

Ahora golpeo mas fuerte.

Espero que aparezcan.

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