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Sumak Kawsay: dilema y posibilidad de que sea

¿Qué une a las Constituciones del Ecuador o de Bolivia? El “Buen Vivir”. O para ser más precisos el
Sumak Kawsay. Desde el 2008 en adelante, tal concepto figura en las Cartas Políticas de estos dos
países vecinos nuestros. ¿Y qué es el Sumak Kawsay? Podemos decir que es un esfuerzo denodado
no solo de comunidades indígenas de los territorios ecuatorianos o bolivianos por hacer valer sus
derechos y cosmovisiones, sino también de activistas ecológicos que velan por nuevas relaciones
con el medioambiente, entre otros importantes actores sociales. Es, en buena suma, el intento de
reformular las relaciones entre los seres humanos, de una vida más solidaria y comunitaria y
respetuosa del medioambiente. Es, por ello, el Buen Vivir.

Esta construcción, surgida al calor de los pensamientos y acciones sobre nuevas alternativas a una
realidad como la actual que provienen desde el siglo pasado, en la que se mantiene en vilo nuestra
seguridad como especie, no está al margen de las críticas. Algunos la tildan de neoindigenista por
la idealización que pueden tener algunos de sus partidarios sobre los pueblos originarios pese a los
largos años de migración y de hibridación cultural. Otros que promueve un conservacionismo a
ultranza que no toma en consideración los modos de vida y culturas de las poblaciones que viven
en zonas de importante biodiversidad como los Parques Nacionales. También hay quienes, con
razón, la critican de mero slogan de los gobiernos, de pequeño adorno “progre” de sus
constituciones que oculta una continuidad neoliberal. Están, en esta senda, Alberto Acosta y
Eduardo Gudynas, intelectuales que mantienen fuertes críticas hacia el proceder económico de
Bolivia o Ecuador, el cual está basado principalmente en el extractivismo, sea minero o petrolero.
En un nivel más académico, al Sumak Kawsay se le cuestiona su vaguedad y su falta de definición
conceptual para el ensamblaje de nuevas políticas para la transformación que pretende.

En efecto, todas estas críticas son válidas porque hacen un cuestionamiento de cosas reales. Sin
embargo, como ha dicho Alberto Acosta en una entrevista, el Sumak Kawsay es una propuesta en
constante cambio y construcción. No es para menos. En ella confluyen, como sostienen
documentadamente los investigadores Antonio Hidalgo- Capitán y Ana Cubillo-Guevara, tres
grandes corrientes: la socialista (estatal), la ecologista y la indigenista. Las tres, sin ser bloques
homogéneos claros, están en una constante disputa por ver cuál discurso impera.

Pese a las críticas, a las que se les debe hacer un seguimiento y hacer más dable todavía su debate
y definición, el Sumak Kawsay está. Es interesante que se encuentre en las Constituciones. Esto da
el marco legal para la consecución de diferentes demandas. ¿Y por qué se pelea? Por el respeto de
la diversidad, por los derechos de los distintos, por un nuevo y mejor manejo de la sociedad –sea
social o económico-. Por una nueva matriz energética, por un sistema económico que no privilegie
al dinero sino el mantenimiento positivo de las relaciones sociales. En este sentido, es claro que el
Sumak Kawsay, con este gran eje estructural que es la crítica al capitalismo y a las formas sociales
que reproduce, busca una nueva sociedad. Ahora bien, como dice Acosta, no se trata de bregar
por un proyecto de sociedad en que todos seamos mansas ovejas, sino que el respeto sea la piedra
angular de las relaciones sociales.
Claramente, la empresa es gigante y muchas las dudas de cómo realizarla. Ahí están los
cuestionamientos hacia su definición y más aún al modo concreto y visible en que se podría
realizar a vistas de la gran dependencia de las finanzas nacionales de los países de la zona andina
respecto a las trasnacionales extractivistas, así como su permeabilidad al sujeto global consumista
e individualista. Sin embargo, el panorama actual no es el mejor. El Sumak Kawsay está ahí para
demostrarnos que desde Latinoamérica se puede hacer patria y pensar en el futuro. Es como dice
un familiar: “Si no te mueves, caes”.

Humberto Solórzano

17-09-15

(*) GUDYNAS, Eduardo y Alberto ACOSTA. El buen vivir mas allá del desarrollo. Ver en:
http://www.desco.org.pe/sites/default/files/quehacer_articulos/files/11_ Gudynas_181.pdf

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