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RESUMEN
Este olvido en la teoría saussureana quizá sea el intento insensato e inútil de asir
al lenguaje y atarlo a la ciencia y la técnica humana. El lenguaje es una quimera
comunicativa que con cada generación muta, evoluciona y constantemente se
reestructura según los caprichos de los hablantes. Es entonces donde la pregunta
perpetua reaparece: ¿Qué es eso del lenguaje?
Una de las ciencias que posiblemente de manera relativa e indirecta se ha
encargado por responder este cuestionamiento es la filosofía. Es así como nace
una filosofía del lenguaje en donde el amor por el saber parte desde cuestiones
lingüísticas de aquello por lo que se pregunta. ¿Es el saber un conjunto
convencional de asociaciones lingüísticas? ¿Es la verdad autónoma al lenguaje?
Es decir, ¿Su existencia depende de la aprehensión lingüística para reafirmarse? Si
no lo es, ¿Qué sentido tendría diferenciarla de la mentira? Posiblemente lo más
sensato sea entender que cualquier cuestionamiento es primera y esencialmente
un problema lingüístico y por ende, esencialmente humano.
“El lenguaje es la casa del ser”, afirmaba Heidegger. Sin embargo, éste distinguía
entre dos tipos de lenguaje. Uno superior: el poético, y el otro inferior por
considerarlo funcional: el cotidiano. Es este último donde el lenguaje se constituye
por tópicos que restringen la visión del Ser, debido a que se fundamenta en un
sistema pre-concebido y pre-pensado por lo que él llamaba El Uno (Das Man). En
este lenguaje cotidiano uno piensa como se piensa, uno actúa como se actúa y uno
vive como se vive en el mundo de los muchos, del vulgo. Estamos indudablemente
sometidos a la palabra porque oímos la lluvia y pre-sentimos al fuego en el momento
de nombrarlos, sin necesidad de su presencia ante nosotros para experimentarlos
físicamente.
Heidegger, o el rey del pensamiento como solía llamarlo una de sus más
fervientes discípulas, cuando se refiere al lenguaje poético mencionado
anteriormente como algo superior, considera al poeta como el artista o individuo
consciente de la carencia y limitación del lenguaje cotidiano para expresar lo no-
habitual, quien hace uso del lenguaje mismo, retorciéndolo y jugando con él para
tantear al Ser y expresar un decir esencial y fundamental a través del poema.