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JOSÉ SANTIAGO JIMÉNEZ RUBIANO

I TEOLOGÍA
HISTORIA DE LA IGLESIA ANTIGUA – IIº INFORME FECHA: 26/02/19
El Legado Judío

Al referirnos al pueblo judío, es remontarnos a muchos siglos antes de la aparición


del cristianismo, que para hablar de su influjo en el Nuevo Testamento es frecuente
comenzar por el destierro de Babilonia en el 586 a. C. lo que nos permitirá distinguir
“cuatro grandes etapas: el exilio (586-538 a. C.), la época de dominio persa (538-
333 a. C.), la época de dominio griego (333-63 a. C.) Y la época de dominio romano
(del 63 a. C. en adelante)”. Sin embargo, se ha de recordad que hacia el siglo XI a.
C. el pueblo judío adopto un sistema monárquico, como los pueblo vecinos, y las
tribus permanecieron unidas bajo el mismo rey durante un siglo aproximadamente,
que entre ellos se recuerda el reinado de Saúl, David y Salomón, y que a la muerte
de este último se produjo la división del reino en dos: Israel (llamado también reino
del Norte) y Judá (Reino del Sur). Donde, el primero solo existió por dos siglos,
desapareciendo bajo el poder asirio, en cambio, Judá gracias al sometimiento a
Asiria, logro subsistir hasta finales del siglo VII a. C. logrando un independencia
plena tras la muerte de Asurbanipal de Asiria que lo podemos situar a mediados del
627 a. C.

Ahora bien, bajo esta independencia el pueblo se creó falsas ilusiones, puesto
que la nueva potencia mundial es ahora Babilonia, con la que piensan poder
revelarse y no pagarle tributo, lo que conduce a la primera deportación en el año
598. Pero en el año 586 Jerusalén es conquistada y el templo incendiado, el pueblo
quedo dividido en tres grandes grupos: los que permanecieron en Palestina, los
deportados a Babilonia y lo que huyeron a Egipto. Sin embargo, “la pesadilla del
destierro termina en el año 538, cuando Ciro, rey de Persia, conquista Babilonia y
promulga un decreto liberando a los cautivos y permitiéndoles volver a Palestina” y
de esta manera ellos se ponen en marcha hacia Jerusalén y llegando al tierra
prometida, el panorama es desolador, puesto que la ciudades están en ruinas, los
campos abandonados, las murallas destruidas y el templo incendiado a lo que en el
año 520, los profetas Ageo y Zacarías dan impulso a la obra de reconstrucción del
templo que es terminado en el 515.
Luego en el siglo posterior a la reconstrucción del templo, parece que hacia el 445
a. C. llega a Jerusalén un funcionario judío de la corte imperial, Nehemías que
termina la reconstrucción de las murallas y ejerce el cargo de gobernador de Judá
durante doce años y en cuanto al siguiente siglo, hasta al conquista de Alejandro
se tiene pocas noticias. Y de esta forma comienza la época griega en el año 333 a.
C. donde se logra reflejar el Helenismo que como período histórico para algunos
autores abarca desde las conquistas de Alejandro hasta la conquista de Egipto por
Roma en año 30 a. C. Para otros, el periodo helenístico termina cuando Justiniano
manda cerrar la famosa escuela filosófica de Atenas en el año 529. Sin embargo
cuando se habla de helenismo nos referimos a un complejo fenómeno con aspectos
políticos y sociales, culturales. Quizá el fenómeno más importante del helenismo es
la difusión del griego, que se convierte en lengua de la aristocracia, la administración
y el comercio, aunque los campesinos y los sacerdotes nativos mantuvieron vivas
sus lenguas. De esta manera, los influjos más fuertes en cuanto a la religión
vinieron de las poblaciones nativas, no de clase alta, puesto que el culto antiguo se
transforma, con un énfasis nuevo en las asociaciones libres de devotos de un dios,
en los misterios, en nociones espirituales como las de filantropía o purificación.

Por otra parte, el influjo del helenismo en los judíos desde que Alejandro Magno
conquistó Palestina, Judá estuvo sometida a monarcas helenistas. Primero a los
Ptolomeos de Egipto (314-198 a.C.), luego a los Seléucidas (197-142). Pero los
judíos ya están dispersos por todo el mundo como los era para aquel entonces
Babilonia, Egipto, Asia Menor, Grecia y Roma y por lo que el helenismo será muy
distinto a cada uno de estos lugares. La helenización es menor en Palestina,
mientras alcanza su cota más alta en Alejandría. Cabe aclarar que la helenización
de los judíos consiste en la sustitución del hebreo y arameo por el griego en todos
los ámbitos, tales, como la lengua, nombres de personas, educación, literatura y
filosofía, etc. A todo ello, cabe agregar que con la gran difusión del griego, explica
uno de los fenómenos más importantes de la época helenística: la traducción de los
escritos sagrados judíos a dicha lengua o como se suelo llamar las la traducción de
los setenta, pero cuando hablamos de los Setenta, nos referimos a todas las
traducciones de textos bíblicos al griego realizadas entre los años 300 a.C. y 130
d.C. La traducción varía mucho en exactitud y estilo. Posteriormente se efectuaron
otras traducciones al griego, para corregir los fallos de los Setenta.

Ya en cuanto a la situación política de Judá y la rebelión de los Macabeos se puede


notar que el Imperio de Alejandro se dividió a su muerte en cuatro partes. Las que
afectan a los judíos son Egipto (gobernado por los Ptolomeos) y Siria (dominada por
los Seléucidas) Precisamente contra estos últimos tendrá lugar el gran
levantamiento de los Macabeos. Aunque al principio las relaciones con los sirios
fueron buenas, la situación cambió el año 175, cuando subió al trono Antíoco IV
Epífanes. Este rey, gran entusiasta de la cultura griega, se propondrá como meta la
helenización de su reino. Tabien se ha de notar que la revuelta de los Macabeos
significa una lucha dentro del pueblo judío, un enfrentamiento entre dos grupos
claramente delimitados: el de los partidarios de la tradición y el de los defensores
del helenismo.

Finalmente “La producción literaria de Israel se extiende a lo largo de muchos


siglos. De ella forman parte obras del carácter más distinto: narraciones históricas,
relatos fantásticos, leyes civiles, penales y religiosas, oráculos proféticos, poesía
religiosa y amorosa, proverbios y refranes, reflexiones sobre el sentido del dolor y
el sufrimiento...” y buscando darle identidad al pueblo se seleccionaron los escritos
antiguos recogieron todo lo que consideraban esencial para describir la identidad
del pueblo de Israel. Que estuvieron divididos en la Torah (ley) Nebiim (= Profetas)
y Ketubim (= Escritos). Sabiendo que el canon hebreo no se fijó rígidamente hasta
finales del siglo II o comienzos del III. Y que tal vez encontramos como responsables
a los fariseos.

Bibliografía

Ubiña, M. S. (2013). Historia del Cristianismo - Mundo Antiguo . Madrid: Trotta.

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