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Cap.

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Cap. 3 CODIFICACIÓN DE AREA (O LOCALIZACIÓN), MODO DE


APERCEPCION Y TIPO APERCEPTIVO

Para efectuar un correcto análisis e interpretación de la información recogida en un


protocolo Rorschach, es necesario entender y conceptualizar correctamente la situación y
tarea que enfrenta el examinado. De una manera muy sintética, la podemos
conceptualizar como una tarea de resolución de problema: la persona se ve enfrentada a
una realidad desconocida (láminas con manchas de tinta) ante la cual se le pide que
responda, sin contar con elementos que la orienten. Si consideramos las láminas del test
como la realidad que está enfrentado, entonces el estilo aperceptivo, reflejado en la
selección de las localizaciones de las respuestas, nos muestra su estilo de enfrentamiento
de la realidad. Las formas en que puede proceder a este respecto son muy variadas. De
hecho, un mismo individuo puede usar distintas estrategias en diferentes momentos,
contextos o situaciones. Lo que lógicamente pareciera ser más esperable, es que primero
se haga una idea general, luego considere los aspectos parciales (detalles) más
relevantes y por último preste atención a los detalles menores. En la realidad, sin
embargo, no siempre procedemos de modo tan sistemático o lógico. El estilo o estrategia
utilizado por el examinado, se refleja en lo que en el Test de Rorschach se denomina
modo de apercepción y tipo aperceptivo.

Modo de apercepción.

Rorschach (1921; Rorschach 1962) denominó así al modo como es percibida la


mancha por el examinado. Se refiere a la forma en que el examinado “enfoca” la lámina
que se le presenta: ¿Incluye su totalidad o sólo algunas partes de ella en su respuesta?
Este es uno de los aspectos que en general no presenta mayor dificultad para su
codificación, salvo en algunos casos en que la patología no permite al sujeto mostrar o
definir claramente el área utilizada en su respuesta.

Cuando el sujeto incluye la totalidad de la mancha en su respuesta, la calificamos


como una respuesta global, cuyo símbolo más utilizado es G (o W). Si no considera la
totalidad de la mancha, se la codifica como D o Dd, dependiendo de la forma en que
divida la mancha.
Cap. 3 17

En cuanto a las G, Rorschach las dividió en primarias y secundarias. Se


diferencian sólo porque las primeras se dan en un solo acto de percepción, en cambio las
otras se construyen en varios actos. Cada una de estas categorías las subdividió, de
modo que entre las G primarias habría unas que denominó simples o sencillas, y otras
que serían combinatorias simultáneas, y entre las G secundarias distinguió las
combinatorias sucesivas, combinatorias confabulatorias contaminadas y las
confabulatorias. Estas últimas pueden, a su vez, dividirse en DG y DdG, según hayan sido
confabuladas a partir de un D o de un Dd.

Esquema de clasificación establecido por Rorschach para las respuestas G.

Sencilla
G primarias
Combinatoria simultánea

G Combinatoria sucesiva

DG
Confabulatoria
G secundarias DdG
Combinatoria confabulatoria

Contaminada

Respuestas G primarias: en ellas el sujeto considera la totalidad de la mancha en su


respuesta, en un solo acto perceptivo. Se dividen en sencillas y combinatorias
simultáneas.

G sencillas: En ellas hay un solo contenido. Por ejemplo, la respuesta de “murciélago”


para las láminas I o V.

G combinatoria simultánea: Dos o más contenidos son percibidos simultáneamente,


combinados o integrados en una sola idea, como en las respuestas “un acuario”
para la lámina X, o la respuesta “dos personas bailando en una fiesta”, para la
lámina III.
Cap. 3 18

Respuestas G secundarias: En estas respuestas también se incluye la totalidad de la


mancha, pero no resultan de un solo momento perceptivo, sino que el sujeto en cierto
modo las construye, combinando o integrando diferentes partes en forma sucesiva.

G combinatoria sucesiva: es habitualmente la más fácil de reconocer. El sujeto señala


o identifica dos o más elementos y termina concluyendo en un concepto o idea
más general que los incluye. Por ejemplo, ante la lámina III puede decir “aquí se
ve dos personas que están como bailando ... esto rojo (laterales) pueden ser unos
globos colgando y al centro se ve como una mariposa ... ... ya sé, es una fiesta,
están los bailarines y los globos y la mariposa son del decorado”.

G confabulatoria: En este tipo de respuestas, el sujeto, a partir de la interpretación,


generalmente adecuada, de un detalle o parte de la figura, hace extensiva la
interpretación al resto de la mancha. Así, por ejemplo, puede interpretar las
salientes superiores de la lámina I, como “pinzas de cangrejo” y a partir de ello
decir que “toda la figura es un cangrejo”. Si bien la identificación inicial de las
“pinzas” guarda una relación comprensible con la parte de la mancha a la que se
refiere, el resultado final no tiene la misma adecuación formal. A pesar de ello, el
examinado mantiene su interpretación de la totalidad como cangrejo, y la justifica
“por las pinzas, son como pinzas de cangrejo, tiene que ser un cangrejo”.

Dependiendo si el detalle inicial a partir del cual se hace la identificación de


la totalidad es un D o un Dd, Rorschach codificaba la respuesta como DG, o DdG,
para indicar que es una respuesta G confabulada a partir de un D (o un Dd,
respectivamente). La característica confabulatoria queda en evidencia cuando al
preguntarle al examinado si habría visto lo mismo si no estuviera ese detalle, nos
responde que no.

G combinatoria confabulatoria: Son similares a las anteriores, en el sentido que


también se identifican dos o más elementos, relativamente bien percibidos, que
luego son puestos en relación o integrados en una idea más general, pero en este
caso, sin respetar su tamaño o posición relativa en la lámina, de modo que en el
resultado final se advierten errores lógicos: en la lámina VII “una mariposa que en
el extremo de sus alas balancea una cabeza de chancho y sobre éstas unas
cabezas de niña”.

G contaminada: en este caso se produce una doble interpretación de la figura, de


modo que surgen dos ideas diferentes que el sujeto, sin embargo, no puede
separar en su percepción, lo que lleva a una condensación absurda o
incomprensible. Por ejemplo, en la lámina V, el examinado ve una cabeza y los
“cachos” de un caracol en el detalle central superior, a la vez que el resto le parece
un murciélago y dice entonces que la figura es “un murciélago con cabeza y
cachos de caracol”. Si se le pregunta si no puede separar las dos cosas, y ver, por
una parte, una cabeza y cachos de caracol y, por otra, un murciélago, dice que no,
Cap. 3 19

que ve una sola cosa, un murciélago con cabeza y cachos de caracol. Incluso
puede que, al preguntarle si un animal así existe, reconozca que no, pero insistir
en que lo que está ahí en la lámina es eso. En este ejemplo, la contaminación se
produce por la fusión de dos percepciones referidas a áreas distintas de la
mancha, pero puede ocurrir también que se superpongan dos percepciones en
una misma localización. Transcribimos a continuación el ejemplo que de esto da
M. Aracena (1967, p.27) como respuesta a la lámina II “... es un elefante y un
chancho, pero lo es al mismo tiempo, es como si las figuras estuviesen con un
papel transparente; Ud. ve el chancho, pero también el elefante, son las dos
cosas; no sabría como explicarle mejor ...”

Es de interés destacar con respecto a este tipo de respuestas, que los


sujetos frecuentemente se muestran algo sorprendidos o perplejos frente a su
propia producción y no pueden explicársela y, a pesar de ello, no pueden
desprenderse de ella. La percepción se les impone, como si no tuvieran la
posibilidad de controlar su propio pensamiento.

Respuestas de detalle (D o Dd)

Los detalles D o “detalles grandes” los define Rorschach como “aquellos detalles
que en virtud de la distribución de las figuras en el espacio, más se imponen”. Agrega que
es posible determinarlos estadísticamente, pero innecesario.

El criterio señalado por Rorschach para distinguir los D podemos precisarlo algo
más diciendo que se refiere a aquellas porciones de la mancha que por las características
de la misma, resultan fácilmente abstraíbles. En otras palabras, constituyen subdivisiones
obvias de la mancha, o se trata de partes de la mancha que por su configuración, muy
semejante a la de un determinado objeto, son fácilmente asociadas a tal objeto. En este
sentido, no se trata siempre necesariamente de detalles o porciones grandes, sino que
son fácilmente separables del resto de la mancha. Por esta misma razón resultan ser el
tipo de respuestas más frecuentes y nos parece innecesaria la elaboración de listados o
tablas de ayuda para su codificación, sino que consideramos preferible desarrollar un
adecuado criterio, que permita discriminar este tipo de respuestas y no confundirlas con
las que corresponde codificar Dd.
Cap. 3 20

Los detalles pequeños, o infrecuentes, codificados como Dd, corresponden, según


Rorschach, a “aquellos detalles de la imagen que restan después de sustraer los detalles
de mayor frecuencia estadística, o sea las D. Ocasionalmente se debe también codificar
como Dd porciones mayores de la figura. Esto, en casos tales en que se eligen partes
totalmente inusuales de la figura, o en que las D usuales son interpretadas de un modo o
en relaciones absolutamente desacostumbrados. En la mayoría de los casos serán
detalles mínimos de la figura, que la persona normal casi siempre pasa por alto”
(Rorschach 1962). En síntesis, podemos decir que la codificación Dd se reserva para
aquellas interpretaciones en que se eligen porciones o se hacen divisiones de la figura,
que no son las habituales o más obvias, o que constituyen áreas pequeñas que son
escasamente consideradas por los sujetos.

En este punto es oportuno señalar que no compartimos el criterio de Exner (1994)


de codificar como Dd las respuestas en que el examinado combina dos (o más) áreas,
cada una de las cuales normalmente sería codificada D. Lo más probable es que al
combinar dos o más áreas, cada una de las cuales cumple los requisitos para ser
codificada D, el área total resultante de la combinación, cumpla también los criterios para
ser codificada D. Por otra parte, si se combina un área considerada D con otra cuya
codificación sería Dd, el resultado será una zona que corresponderá codificar Dd.

Respuestas con espacio blanco (S).

Ocasionalmente las personas que responden al test incluyen también una parte
blanca en la porción de la figura que interpretan. Rorschach utilizaba en esos casos la
codificación Dzw, pero actualmente, desde que su obra fue traducida al inglés, se
encuentra generalizado el uso de la letra S con este objetivo1. En su obra original,
Rorschach consideraba estas respuestas como una de las dos formas especiales de las
Dd. (La otra la constituyen los Do, “detalles oligofrénicos”). Actualmente se codifica estas
respuestas de diferentes maneras, según cómo se encuentren integradas en la respuesta,
pero siempre en combinación con alguno de los códigos de localización explicados

1
Algunos autores, menos influenciados por la literatura anglosajona (p.ej. Rizzo, C. L'Adulto sano
di mente alla luce della psicodiagnosi Rorschach.), utilizan el código Dim para señalar estas áreas
como “detalle intra- (o inter-) macular”, haciendo la distinción entre Dim si la parte blanca utilizada
cumple con los criterios para codificarse D, o Ddim si corresponde más bien a lo que sería un Dd.
Por otra parte, una respuesta global que incluye partes blancas, sería codificada como Gim.
Cap. 3 21

anteriormente (G, D o Dd). Por otra parte, consideramos además útil la distinción
introducida por Zulliger (1956) en el sentido de diferenciar las respuestas según la porción
blanca sea la única utilizada, o se encuentre agregada a un área gris o de color. De este
modo podemos codificar como GS el área o localización de una respuesta global, en que
se ha utilizado sólo el blanco, como por ejemplo en la lámina VII invertida, el blanco
central como “cabeza de soldado con casco. Se ve el contorno de la cabeza cubierta por
un casco, el cuello y los hombros”. En este caso la porción gris sólo sirve para delimitar la
figura percibida en la parte blanca, pero no está integrada a la respuesta. En cambio, la
respuesta “una máscara, se ven los ojos y la boca” dada para la lámina I, recibiría la
codificación Gs. En forma análoga, codificamos como DS una respuesta en que se utiliza
sólo una parte blanca que cumple el criterio para ser considerada D (por ej. en la lámina I,
uno de los detalles blancos superiores interpretado como “fantasma”), o como Ds cuando
se toma una porción de la mancha gris o de color que es un D, incluyendo una parte
blanca (el blanco central y rojo inferior de la lámina II visto como “un cohete despegando”
lo blanco es el cohete y el rojo el fuego y humo de la propulsión). La misma lógica se
aplicaría en el caso de una DdS o Dds.

El fundamento para la distinción entre S y s se discutirá más delante, cuando se


analice su significado psicológico.

Valor psicológico del modo de apercepción.

El modo de apercepción y el tipo aperceptivo nos muestran la forma en que el


sujeto enfrenta la realidad. Tal vez sea esto más evidente si describimos
fenomenológicamente la situación: cuando aplicamos el Test de Rorschach, le pedimos al
examinado que responda diciendo qué ve (o qué le parece que podría ser) ante una serie
de láminas con manchas de tinta. En otras palabras, lo exponemos a una situación
problema que debe resolver verbalmente. Para responder a la exigencia del examinador,
tiene que percibir esa nueva realidad que enfrenta, interpretarla o darle un significado y
hacer explícito éste último al examinador. Para hacerlo, puede proceder de distintas
maneras: atender a la totalidad de la realidad (la mancha) o sólo a una (o más) parte(s) de
ella. Si la capta como totalidad, puede hacerse una idea general del todo en forma simple,
o elaborar un concepto general a partir de la percepción de sus partes y las relaciones
entre ellas. Si centra su atención en las partes, puede mantenerse en este nivel de
análisis y no llegar a una idea o concepto global, etc.
Cap. 3 22

Estas distintas formas de proceder reflejan distintas formas y capacidades de


procesar la información.

Las respuestas globales o G.

De un modo muy general, podemos decir que las respuestas globales requieren de
una mayor capacidad de abstracción que las respuestas de detalle. Pero tampoco todas
las respuestas globales implican lo mismo: Una G primaria simple (“mariposa” o
“murciélago” en L.V) es distinta de una G primaria combinatoria simultánea (“dos
personas bailando en una fiesta, se ve elementos del decorado” en L. III) y ésta a su vez
distinta de una G secundaria combinatoria sucesiva (“son dos personas que están
bailando. Se ven unos globos y una mariposa grande ... ¡Ah! ... ¡Ya sé! Son dos personas
que están en una fiesta y los globos y la mariposa son del decorado” en la misma L. III).
La G combinatoria simultánea refleja una aprehensión y síntesis instantánea, en que los
distintos elementos que componen una situación compleja son percibidos integrados
(instantáneamente) en una conceptualización (o percepción) comprehensiva. La G
combinatoria sucesiva, en cambio, refleja un proceso en que los diferentes elementos que
componen la situación son identificados primero en forma aislada, independientes unos
de otros, en sucesivos actos perceptivos y luego puestos en relación e incluidos en una
conceptualización integradora. Los procesos mentales que en cada uno de estos casos
llevan a la formulación final de la respuesta, tienen características cualitativas distintas,
que corresponden a diferentes estilos de funcionamiento mental. En este sentido,
corresponden a distintos tipos (cualitativos) de inteligencia, más que a diferentes niveles
(cuantitativos) de capacidad intelectual. Esto no quiere decir que el nivel o capacidad
intelectual no sea importante a este respecto. Es evidente que una persona “más
inteligente” responderá con mayor facilidad a la prueba y producirá no sólo un mayor
número total de respuestas, sino también un mayor número de respuestas G en
cualquiera de sus tipos, que una persona con “menor inteligencia”. Sin embargo, el
razonamiento inverso no es necesariamente cierto: un protocolo con un número menor de
respuestas, incluso con pocas respuestas G, no siempre corresponde a una persona con
“baja capacidad intelectual”. El bajo número de respuestas total y de respuestas G,
puede ser el resultado de una muy buena elaboración e integración de los diversos
detalles parciales de las láminas en un concepto más amplio y comprehensivo (y
abstracto), dando lugar a menos respuestas, pero muy complejas. En este caso
estaríamos en presencia de una persona con una muy buena capacidad de organización
Cap. 3 23

y planificación, con una inteligencia y pensamientos flexibles, que es capaz de captar los
detalles o aspectos más concretos y evidentes, ponerlos en relación e integrarlos
coherentemente en un concepto más general, amplio y abarcativo.

En síntesis, respecto del significado de las G podemos decir que:

 Las G primarias sencillas reflejan una aprehensión global o general de la realidad,


sin mayor elaboración.

 Las G primarias combinatorias simultáneas evidencian una rápida aprehensión


general de una realidad compleja.

 Las G secundarias combinatoria sucesivas son el producto o resultado de


procesos y esfuerzos más o menos conscientes de integrar elementos parciales en
una conceptualización global. Habitualmente implican algún grado de creatividad u
originalidad. La coherencia y lógica en la relación entre las partes refleja la calidad del
juicio de realidad y capacidad crítica ( y autocrítica) del pensamiento, o el
enjuiciamiento crítico del propio pensamiento.

 La G secundarias confabulatorias (las DG y DdG de Rorschach) implican un


razonamiento apresurado, en que se extraen conclusiones a partir de evidencias
mínimas, insuficientes o inadecuadas. La percepción inicial puede ser correcta,
ajustada a la realidad, pero la conclusión resulta arbitraria y sin correspondencia con
la realidad. Esto, evidentemente, se puede presentar con diversos grados de
anormalidad o arbitrariedad y corresponder, en sus grados más leves, a una simple
falta de rigor lógico o superficialidad en el pensamiento, o a una clara alteración del
juicio de realidad, en su forma más grave.

 Las G secundarias combinatorias confabulatorias, también reflejan fallas en el


enjuiciamiento crítico del propio pensamiento, a la vez que cierto concretismo en la
percepción (el sujeto no puede separar conceptualmente elementos que se le
presentan unidos en la percepción).

 Las G contaminadas, por otra parte, siempre muestran algún grado de patología
del pensamiento y pérdida de independencia del sujeto respecto de sus percepciones:
la percepción de los dos contenidos simultáneos se le impone, sin que pueda
conceptualmente separarlos, o desechar la idea. A veces incluso a pesar de reconocer
racionalmente que lo que ve es absurdo o no existe en la realidad.
Cap. 3 24

Las respuestas de detalle grande o D.

En la medida que los D son los detalles o aspectos más obvios e inmediatamente
perceptibles, tienen evidente relación con el pensamiento práctico. La percepción de lo
inmediato y de lo obvio es propia de las personas prácticas y concretas, que responden a
la realidad inmediata. En esta línea de pensamiento, pueden también estar relacionadas
con el contacto social, como lo señala Bohm (1968), y ser consideradas como un índice
de adaptación. Sin embargo, no toda D tiene este significado de pensamiento práctico o
concreto. Ocasionalmente hay respuestas D que resultan de una adecuada integración o
combinación de detalles, cuyo valor sería entonces similar al de las G combinatorias, con
la consideración agregada de que han sido abstracciones construidas a partir de lo que se
ha definido como convencional y concreto. En este sentido, estas “D combinatorias”
podrían representar una forma más rica o elaborada de abstracción.

El valor como indicador de una orientación práctica y concreta ante los problemas
(o la realidad) de la vida diaria, dependerá, obviamente, de la proporción en que las D se
encuentran con respecto a las G, Dd, y S. En líneas generales, podemos decir que
menos de un tercio de respuestas D en relación al total de respuestas, sugiere una falta
de adaptación a los problemas de la vida diaria, ya sea debido a una excesiva dedicación
o atención a los detalles menos relevantes (que estaría indicada por un aumento de las
Dd), o por un enfoque demasiado general y/o superficial (en el caso de aumento de la G
primarias sencillas). Por otra parte, si representan más de ¾ del total, pueden reflejar la
incapacidad del sujeto para organizar sus apreciaciones en conceptos más amplios o para
manejarse en un plano más global e integrado. Esto implicaría una orientación
predominante a lo más inmediato, evidente o concreto de las situaciones.

Las respuestas de detalle pequeño o inusual (Dd).

En la medida que para dar una respuesta en un Dd hay que dirigir la atención
hacia partes “especiales”, comúnmente no consideradas por las demás personas, reflejan
una preocupación por lo nimio, insignificante o rebuscado. La preocupación por los
detalles menores no es en sí misma algo negativo y puede tener gran importancia, pero
no debe transformarse en el afán predominante. La proporción de Dd en un protocolo
normal es habitualmente baja (menos del 10%). Un aumento significativo de esta
proporción podría ser indicador de una actitud minuciosa, un pensamiento acucioso, tal
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vez crítico o incluso paranoídeo. En este sentido, podría asociarse a dificultades en el


ajuste social.

Las respuestas que incluyen blanco

Las respuestas S han sido consideradas tradicionalmente como indicadoras de


oposicionismo. Esta interpretación, sin embargo, parece algo simplista y no siempre
correcta. Para comprender lo que implican las respuestas en que se incluye partes
blancas, es necesario considerar lo que significa este hecho en el contexto del proceso
perceptivo que tiene lugar cuando el sujeto responde al test. Lo habitual es que se
conceptualice la mancha como “figura”, respecto de la cual hemos solicitado al examinado
que nos diga “qué le parece”, “qué podría ser” o “qué es lo que ve ahí”. El resto de la
tarjeta, es decir, lo blanco, se constituye entonces en el “fondo” sobre el que se destaca la
figura. Considerado de este modo, cuando el examinado proporciona una respuesta en la
cual considera sólo una parte blanca, como el blanco central en la Lámina II o en la
Lámina VII, para la cual utilizamos la codificación S, en su proceso perceptivo ha invertido
la relación figura-fondo: la porción blanca la considera como la figura, y la mancha (gris o
de color) se transforma en el fondo sobre el que se recorta la figura. Por otra parte,
cuando en la respuesta se integran o combinan porciones blancas con partes o la
totalidad de la mancha, para lo cual utilizamos la codificación s, lo que se produce es una
fusión de figura-fondo. Esta distinción ha sido señalada tanto por Bohm (1968) como por
otros autores, como Zulliger (1970) y Rizzo. Aún cuando no proponen un código diferente
según se trate de una inversión o de una fusión de figura-fondo, si consideran algunas
diferencias en su interpretación. La inversión de figura-fondo (IFF) implica un cambio en la
“mirada” o actitud frente a la lámina, en la que se adopta el punto de vista opuesto al
común y, en ese sentido, puede ser considerado manifestación de oposicionismo. En un
sentido positivo, implica flexibilidad de pensamiento para examinar las cosas desde
puntos de vista opuestos, sobre todo si en la misma lámina hay también otras respuestas
en que no está presente este fenómeno, especialmente si la respuesta con IFF no es la
primera.

La fusión de figura-fondo (FFF), a su vez, comparte con la anterior el aspecto de


flexibilidad de pensamiento al recombinar diferentes planos perceptivos, pero implica una
cierta pérdida o confusión de los límites entre lo esencial y el contexto. Pensamos que
podría estar más asociada a la creatividad que al oposicionismo.
Cap. 3 26

En todo caso, el real significado, tanto de la IFF como de la FFF, deberá buscarse
a la luz del resto del protocolo. El mismo número o proporción de respuestas con IFF, por
ejemplo, no tendrá el mismo valor en un protocolo con indicadores de descontrol
emocional y respuestas de contenidos agresivos que en otro sin esas características. Del
mismo modo, el significado de la FFF será distinto si además hay respuestas
confabulatorias, que si no las hay.

Tipo Aperceptivo

El tipo aperceptivo refleja el estilo cognitivo con el que el sujeto enfrenta las
situaciones, es decir, la manera cómo el examinado enfrenta los diversos problemas que
el medio le presenta. Es un indicador del uso que hace de sus capacidades de
abstracción, de su percepción de los aspectos más evidentes, concretos o inmediatos, o
aquellos más insignificantes y nimios. Se obtiene en base a la proporción en que utiliza
las áreas o localizaciones en las respuestas a las diferentes láminas. El procedimiento
requiere del cálculo del porcentaje de respuestas que han recibido la codificación G; D;
Dd y S, respectivamente, en relación al total de respuestas del protocolo (R). Rorschach
había señalado (en un protocolo publicado póstumamente por Oberholzer) que en un
protocolo “normal” de 34 respuestas, debía haber 8 G (23,5%); 23 D (67,6%); 2 Dd
(5,8%) y 1 S (2,9%). Autores posteriores han presentado proporciones ligeramente
diferentes para los promedios normales, siendo el cuadro propuesto por Bochner y
Halpern (1948) uno de los más completos y prácticos para la determinación del tipo
aperceptivo. Aracena (Aracena 1967) lo presenta en su libro, de dónde lo tomamos y
reproducimos con ligeras modificaciones (Tabla 1).
Cap. 3 27

Tabla 1
Determinación del tipo aperceptivo.

G D Dd S
_________________________________________________________

G = 20 – 30% D = 60 – 68% Dd = < 10% S= 3%

G = 31 – 45% D = 69 – 80% Dd = 10 – 15% S = 4 – 6%

G = 46 – 60% D = 81 – 90% Dd = 16 – 25% S = 7 – 12%


═ ═ ═ ═

G = > 60% D = > 90% Dd = > 25% S = > 12%


≡ ≡ ≡≡ ≡
__________________________________________________________

Según la desviación que muestre la proporción de los tipos de respuesta con


respecto a los valores normales o promedios, presentados en la primera fila de la tabla, se
escribe la letra correspondiente entre paréntesis (cuando la proporción es menor a la
señalada en la tabla), o subrayada con una, dos o tres líneas, dependiendo del grado en
que esté aumentada. Un tipo de localización que no esté presente en el protocolo, no se
anota en el tipo aperceptivo. Así, por ejemplo, en un protocolo con 33% de G; 55% de D;
11% de Dd y 15% de S, el tipo aperceptivo se escribiría: G – (D) – Dd – S

Los tipos aperceptivos teóricamente posibles de encontrar son múltiples y muy


variados. Señalaremos algunos y su interpretación, como una forma de proporcionar
ejemplos orientadores para el análisis de casos por parte del lector.

El tipo “G puro” o con muy alto predominio de G, correspondería a una persona


que enfrenta la realidad en forma global, como un todo. Dependiendo de la naturaleza y
calidad de las G, podría implicar un estilo superficial, de escaso compromiso o
elaboración (cuando son fundamentalmente G primarias sencillas), o un pensamiento
teórico, de gran capacidad de abstracción y organización, cuando una alta proporción de
las G ( ⅓ de ellas al menos) es de tipo combinatorio. Puesto que este tipo de G está
compuesto por detalles que son integrados en un todo armónico, implica que el sujeto no
Cap. 3 28

desdeña lo práctico o concreto, representado por las D, sino que lo integra en un plan o
concepto mayor, más general. La mejor descripción de estos sujetos tal vez sería decir
que poseen una gran capacidad de organización y de síntesis.

El tipo G – D es aquél que aparentemente presenta el mejor estilo de


enfrentamiento a la realidad. Muestra una tendencia mayor a la abstracción o al enfoque
teórico, al mismo tiempo que tiene la capacidad para considerar los detalles o aspectos
concretos, sin que pierdan su importancia en el contexto de la totalidad. La calidad y
naturaleza de las G debe considerarse para dar mayor precisión a la descripción en cada
caso particular.

En el tipo G – D, a su vez, hay un predominio de las aptitudes práctico-concretas


sobre las más conceptuales. Es decir, el pensamiento y la forma de enfrentar las
situaciones están centrados en lo más concreto, inmediato o evidente de ellas, con
dificultad para integrar elementos parciales en un todo más comprehensivo. Lo concreto
no le permite una visión de perspectiva. Hay cierta dificultad para lograr por sí mismo una
visión completa de una situación global, aún cuando es capaz de entender los problemas
que se le planteen en forma abstracta, si esta visión le es presentada desde fuera.

El tipo G – D – Dd, por otra parte, podría ser descrito como “equilibrado”, en el
sentido que muestra un enfrentamiento de la realidad flexible, en que por momentos se
maneja en un plano global o general, pero es capaz también de considerar los detalles o
aspectos más inmediatos o concretos en su justa medida, al igual que los detalles
menores. En este sentido, sería una persona con adecuado sentido común o práctico y
plasticidad en el manejo de las situaciones.

El tipo (G) – D – Dd; o (G) – D – Dd se caracteriza por su dedicación al detalle, a


lo nimio o insignificante, con escasa capacidad teórica o de abstracción. Puede reflejar
una buena capacidad de observación y precisión en el análisis de las situaciones, pero
tiende a perderse en los detalles. Respecto de este tipo, es importante considerar las
características afectivas, para saber si esta capacidad está al servicio de actitudes
positivas (esmero y cuidado en trabajos que requieren precisión) o negativas (actitud
crítica y/o paranoide frente a la realidad).
Cap. 3 29

El tipo D – Dd – S; o D – Dd – S es el pleitista o querulante por excelencia, que


dedica su atención y preocupación a los detalles menores o sin importancia y
preferentemente desde una postura o perspectiva opuesta a la de los demás. Difícilmente
aceptará una opinión o punto de vista diferente al propio. Si además hay algunas G (tipo
(G) – D – Dd – S; o (G) – D – Dd – S) podría, ocasionalmente, tratarse de una persona
adecuada en su interacción con el medio, con puntos de vista originales o muy
personales, como en algunos artistas. La configuración general del protocolo y
especialmente el área afectiva, permitirán dilucidar esto.

El tipo G – (D) – Dd; o G – Dd, se caracteriza por la falta de sentido común o


práctico. Tiende a evadir las situaciones concretas. Puede tener ideas o pensamientos
originales, pero poca (o ninguna) capacidad para llevar a la práctica sus ideas. Cuando
trata de concretizar, se desordena y disgrega en detalles.

La sucesión de los modos de apercepción

En el mismo contexto del análisis del modo cómo el sujeto enfrenta la realidad,
considera Rorschach también la sucesión o el orden en que el sujeto utiliza los enfoques
correspondientes a las G; D; Dd o S, describiéndolo como un indicador de las
estrategias o hábitos de trabajo en el enfrentamiento de los problemas, de la lógica y
orden (o disciplina) del pensamiento. Un análisis adecuado del orden de sucesión de las
localizaciones sólo puede hacerse cuando en el protocolo se tiene varias respuestas por
lámina y debe hacerse siempre considerando las características de las G. Lo que se
analiza en cada una de las láminas, es la secuencia en que el examinado utiliza o centra
su atención en las diferentes áreas, interpretándolo como un indicador del orden en que
se aproxima o analiza una situación o problema nuevo que se le presenta: ¿En sus
respuestas considera primero la totalidad, para pasar luego a los detalles mayores y
finalmente a los menores? ¿O se fija primero en los detalles y en un segundo momento la
totalidad? ¿Lo hace de la misma forma en las diferentes láminas en forma rígida?

Rorschach distinguió cuatro tipos de sucesión que posteriormente Zulliger


complementó con otras consideraciones. Así podemos describir los siguientes tipos de
sucesión:
Cap. 3 30

A) Según en orden de uso de las localizaciones:

Directa: en ella el sujeto comienza dando respuestas G y luego D. La utilizan en


general individuos de inteligencia abstracta, analíticos, deductivos, racionales o de
pensamiento científico.
Invertida: cuando se comienza con respuestas D y luego G. Según Zulliger
correspondería a una inteligencia constructiva, inductiva, de sujetos más
subjetivos, sintetizadores, pero podría también reflejar cautela o inhibición. Se
puede encontrar, además, en sujetos imaginativos.

B) Según utilice el mismo orden de sucesión en las diferentes láminas:

Rígida: Se mantiene el mismo orden (primero G, luego D y después Dd y S) como


secuencia para las respuestas de todas las láminas, una tras otra. Se encuentra
en personas formalistas de la lógica, en los pedantes, obsesivos y también en
deprimidos y ansiosos.
Ordenada: tiende a utilizar la misma secuencia, pero no en forma rígida. Hay un
cambio en la sucesión en 1 a 3 láminas. Es propia de la mayoría de los sujetos
normales, que tienen buen juicio y flexibilidad para adaptar su pensamiento a los
cambios del medio. Ordenados y sistemáticos en su trabajo.
Relajada: Hay cambios en el orden de sucesión en 3 a 6 láminas. Se presenta en
personas de pensamiento fluctuante o con deficiencia lógica. Puede ser por poca
inteligencia o por un “estilo” más desordenado, una forma de trabajo poco
rigurosa. Se puede encontrar también en algunos artistas y personas neuróticas.
Desordenada, desintegrada o incoherente: El orden de sucesión es tan cambiante
que no alcanza a reconocerse. Se presenta en personas de pensamiento
fluctuante o con cierta deficiencia lógica. Puede ser por poca inteligencia o por un
“estilo” más desordenado, una forma de trabajo poco rigurosa. Se puede
encontrar también en algunos artistas y personas neuróticas.

Zulliger propone que además se considere si el sujeto sigue un orden lateral-


central, es decir, comienza con detalles externos de la mancha y avanza hacia el centro o,
por el contrario, central-lateral, en que comienza interpretando detalles centrales y avanza
hacia la periferia. En el primer caso (lateral-central) se trataría de sujetos prácticos,
oportunistas, con habilidades y orientación hacia trabajos manuales. En el segundo caso
(central-lateral) se trataría de una actitud más reflexiva, menos segura de sí misma, pero
más sistemática para trabajar. La preferencia por la parte central de la figura implica
sentimientos de inseguridad e inestabilidad, temor a perderse.
Cap. 3 31

Ejemplo de sucesión Directa y rígida:

Resp. L. I L. II L. III L. IV L. V L. VI L. VII L. VIII L. IX L. X


1 G G G G G G G G G G
2 D D D D D D D D D D
3 D D Dd D Dd D D Ds D
4 Dd D Dd D
5 DS

Ejemplo de sucesión Directa y ordenada:

Resp. L. I L. II L. III L. IV L. V L. VI L. VII L. VIII L. IX L. X


1 G D G G G D G G G G
2 D D D D D G D D D D
3 Dd G D Dd D Dd D Ds D
4 DS D Dd D

RESUMEN CRITERIOS Y SIMBOLOGIA DE CODIFICACIÓN DE LA


LOCALIZACIÓN O ÁREA

G = Respuesta o interpretación global, es decir, que abarca todas las porciones de la


mancha (corresponde a la W de Exner). Sólo en la lámina III se hace la
excepción de codificar G una respuesta que no incluya las manchas rojas,
exclusivamente cuando las manchas negras son interpretadas como figuras
humanas que se encuentran en algún tipo de relación o interacción, y es la
primera respuesta a la lámina.

D = Interpretaciones de partes relativamente grandes de la mancha, fácilmente


separables del resto. También porciones menores que sean frecuentemente
interpretadas o constituyan subdivisiones obvias de la figura.

Dd = interpretaciones de un detalle pequeño o que constituye una subdivisión


arbitraria o inusual de la mancha.

S = Interpretación de una porción blanca. Este símbolo no se anota solo, sino


siempre en combinación con alguno de los símbolos de área (G, D, o Dd), según
corresponda. Por otra parte, lo anotamos como S cuando la porción blanca es
toda el área incluida en la respuesta, y como s cuando el blanco es parte de la
respuesta, junto con porciones coloreadas (o grises). Así tenemos las siguientes
posibilidades:
GS = Respuesta que abarca una porción blanca que constituiría una repuesta global.
Por ejemplo, toda el área central de la Lámina VII (invertida) "cabeza y cuello de
un soldado con casco".
Gs = Respuesta global que abarca toda la mancha, incluyendo espacios en blanco. por
ejemplo, en la Lámina I "una máscara, con sus ojos y boca".
Cap. 3 32

DS = Interpretación de un área blanca que cumple con las características para ser
considerada un D, como una de las porciones blancas de la lámina I: “un
fantasma flotando en el aire, tiene las manos estiradas hacia adelante”.
Ds = Respuesta en un área D de la mancha, que incluye partes blancas. Por ejemplo,
el tercio central de la Lámina VII "cabeza de cerdo, se ve el ojo".
DdS = Interpretación de un área blanca con características correspondientes a un Dd,
como el blanco en la porción gris central inferior de la Lámina III “un pequeño
platillo volador”.
Dds = Respuesta Dd con inclusión de partes blancas. Por ejemplo, en la Lámina III, la
porción del gris y negra del centro (abajo), incluyendo parte del blanco por
encima y por debajo: “un rostro o máscara terrorífico, se ven los ojos (en el
blanco superior) y una fauces abiertas, con colmillos (en el blanco inferior)".
DSG, DsG, DdSG o DdsG = respuesta G confabulada a partir de un DS, Ds, DdS o Dds,
respectivamente. Análogamente, puede haber DdSD o DdsD.

Referencias

Aracena, M. (1967). Introducción al estudio del Test de Rorschach. Santiago, Andrés


Bello.
Böchner, R. and F. Halpern (1948). L'application Clinique du Test de Rorschach. Paris,
Presse Universitaire de France.
Bohm, E. (1968). Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach. Madrid, Ediciones Morata
S.A.
Exner, J. E. (1994). El Rorschach. Un sistema Comprehensivo. Madrid, Psimática.
Rizzo, C. L'Adulto sano di mente alla luce della psicodiagnosi Rorschach.
Rorschach, H. (1921). Psychodiagnostik. Berna, E. Bircher Verlag.
Rorschach, H. (1962). Psychodiagnostik. Bern, Verlag Hans Huber.
Zulliger, H. and F. Salomon (1970). El Test de Zulliger. Un test individual y colectivo.
Buenos Aires, Editorial Kapelusz, S.A.

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