En la historia y la iconografía moderna, el taller del artista plástico, sea pintor,
escultor, grabador,b etc., aparece como heredero de la «bottega» renacentista e inmortalizado con el «atelier» (término francés asociado a la pintura francesa en su origen y luego al taller de pintura en general).11 Otro término válido o frecuente en este contexto es estudio (como taller de trabajo y creación).12 El término taller ha generado otros usos,6 además del espacio de trabajo y creación, para denominar a la escuela artística fundada por un maestro (por ejemplo, Rubens) y formada por sus discípulos (en este caso, Van Dyck o Jordaens), continuando en cierto sentido el uso que en la Europa Occidental de la Edad Media y el Antiguo Régimen sugería un taller gremial. También se implica en el producto artístico cuando se ingnora con exactitud el autor de la obra, como obra de taller.