de su frase sobre el fuá tbol, reproducida durante deá cadas por todos los interesados en rodear a la pelotita de un aura literaria/intelectual que la pusiera a resguardo de la críática que la desestimaba por ser un juego irrelevante y banal que gobernantes inescrupulosos, de izquierdas y de derechas, usaban para embrutecer al pueblo. ¿Fuá tbol? Opio del pueblo. No, senñ or: nosotros tenemos en el arco al bueno de Camus, insigne atajador, de hecho, en el equipo del RUA (Racing Universitaire d’Algier). El escritor franceá s fue uno de los primeros, entre muchos que vinieron despueá s, y sus palabras todavíáa son consumidas como droga dura por los futboleros maá s sensibles del tabloá n. “Luego de muchos anñ os, lo que finalmente seá con maá s seguridad sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al deporte, es en el RUA donde lo aprendíá”, escribioá Camus en abril de 1953 para el perioá dico del RUA en un artíáculo cuyo tíátulo original, “La belle époque”, incluso ha sido modificado para reforzar su sentido: “Lo que le debo al fuá tbol”. Respetable exponente de su eá poca, Camus incurre en un vacíáo que atraviesa la historia completa de la humanidad: donde dice hombres perfectamente podríáa decir personas y a esta altura uno podríáa suponer que no sabíáa tanto sobre la existencia humana, corriente de la que fue un baluarte, si la mayor parte de su aprendizaje proveníáa de su experiencia en el fuá tbol sin mujeres. Como sea, terminoá siendo representativo: la idea del fuá tbol como reflejo de la sociedad es un pensamiento estrictamente masculino. Pero los tiempos cambian. Desde 1991 se juega un Mundial Femenino y en el planeta hay maá s de cuarenta millones de mujeres que juegan al fuá tbol. El cuarenta por ciento de la aficioá n tambieá n son mujeres, seguá n cifras que maneja la FIFA. Hasta la mismíásima FIFA tiene dirigentas en cargos importantes, encabezadas por la Secretaria General senegalesa Fatma Samoura, por primera vez desde que fue fundada en 1904. Sin embargo, todavíáa hay algunos especíámenes que insisten en el fuá tbol como cosa de hombres. Gabriel Camargo, presidente de Deportes Tolima, en la primera divisioá n colombiana, se quejoá esta semana de que el fuá tbol femenino es insostenible econoá micamente y destacoá que “fuera de eso, es un caldo de cultivo para el lesbianismo tremendo”. En Rumania hay otro presidente de club que piensa parecido. Gigi Becali, del histoá rico Steaua de Bucarest, acaba de afirmar en una entrevista televisada que “es contranatura, se alinea con las ideas de Satanaá s” y dejoá ademaá s una reflexioá n muy edificante para cerrar el debate: “¿Coá mo pueden jugar las mujeres al fuá tbol? No tienen el fíásico adecuado para ello, su cuerpo no fue hecho para el fuá tbol, es peligroso. La mujer fue creada para ser bonita y para atraer al sexo contrario”. Hoy no nos cuesta demasiado detectar el caraá cter primitivo de este tipo de comentarios, pero tambieá n existen otros espacios maá s elaborados en los que siguen imponieá ndose de manera abrumadora. El caso de la futbolista noruega Ada Hegerber, a quien le preguntaron si sabíáa perrear durante la ceremonia en que la premiaron como la mejor jugadora del mundo, se llenoá de explicaciones que surgen de una manoseada familia de excusas: “No hubo intencioá n de ofender”. En 2019, afortunadamente, se disputaraá en Francia la seá ptima edicioá n de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, en la que seleccionadas de 24 paíáses lucharaá n por la gloria maá xima del fuá tbol: una estupenda oportunidad para seguir cambiando la mirada. Algunos sostienen, con evidencia razonable, que los hombres han mejorado bastante en ese sentido. Es verdad, pero no basta. Uno de los mejores libros sobre fuá tbol en los uá ltimos anñ os, publicado por el filoá sofo ingleá s Simon Critchley, alcanza a insinuar en sus primeras paá ginas que el fuá tbol femenino ya es parte de la ecuacioá n, pero no vuelve a hacerse cargo del tema en el resto de la obra. Tampoco hay referencia a autoras ni jugadoras. Su tíátulo nos representa: “¿En queá pensamos cuando pensamos en fuá tbol?”.