Sei sulla pagina 1di 12

Seminario Teológico Presbiteriano

* J.M. Ibáñez Guzmán *


TESISTA: MATÍAS RIQUELME

PROYECTO DE INVESTIGACION PARA TESIS DE GRADO

La presente guía tiene por finalidad orientar el plan de trabajo conducente a la elaboración del
proyecto de tesis, como uno de los requisitos del Curso de Metodología de la Investigación
Teológica, ofrecido en la modalidad de seminario de tesis.
El Proyecto de tesis será sometido al Consejo Académico, el cual considerará el proyecto, en
consulta del asesor propuesto y finalmente emitirá una resolución al respecto.
El proyecto presentado y aceptado será su propuesta de tesis para el Bachillerato equivalente a
la Licenciatura. Se espera que esta constituya la forma en que se procesen temas relevantes en el
transcurso de los estudios de pregrado.

1. ASUNTO O TEMA A ESTUDIAR

El tema que se pretende abordar tiene relación directa con el “Arte” y el “Culto Cristiano”.
La propuesta de estudio busca demostrar cómo los elementos estéticos del arte tienen una fun-
ción dentro de la liturgia reformada en el contexto del denominado “Principio regulador del culto
cristiano”1 que ha normado la liturgia reformada durante ya varios siglos.
Respecto a los elementos estéticos, y cuáles son: Música, elementos simbólicos, disposición de
la Santa Cena, o de los elementos del bautismo. Elementos decorativos, disposición de la arqui-
tectura del templo. Y en el caso de la liturgia de hoy, las proyecciones digitales de las alabanzas y
textos bíblicos. Alguna manifestación artística en vitrales o representaciones gráficas de símbolos
de nuestra fe como la paloma representando al Espíritu Santo.

1.1 Título Tentativo:

Título: Arte en el Culto Reformado


Una aproximación a los elementos estéticos dentro de la liturgia reformada

1.2 Objetivo del estudio:


La liturgia reformada en su fondo no ha variado en forma profunda, debido a una má-
xima postulación con respecto a lo que debemos incluir dentro de la liturgia normada por
las escrituras y sistematizada por el PRCC. Sin embargo, en cuanto a lo estético sí ha
variado en gran manera a través de los siglos, ya que la cultura lo hace y con ella la estética.

1
de aquí en adelante PRCC
El arte dentro de la liturgia se ha hecho presente desde los tiempos de los reformadores,
donde buscaron la inclusión del pueblo en la adoración expresada en estilos musicales,
instrumentos, disposición en la arquitectura de los templos, entre otros.
Lo que buscamos iniciar en esta investigación es una discusión de los elementos artís-
ticos o estéticos que deben estar presentes dentro de la liturgia reformada, estableciendo
su valor, su importancia y su ejecución dentro del culto reformado.

1.3La importancia de estudiar este asunto

Gran parte de la vida de un cristiano se forma dentro del “culto” y, si bien entendemos
que no es suficiente, notamos que gran parte de nuestras percepciones en cuanto a Dios
las delimita nuestra adoración a Él.
Es aquí donde nace la importancia de conocer a Dios a través de elementos que sean
seguros. La Biblia como máxima expresión de autoridad no sólo debería normar nuestras
vidas sino todo cuanto hacemos, y lo litúrgico -aquello que hacemos como pueblo del
pacto- no escapa de ello, ya que todo lo concerniente a lo que se desarrolla dentro de una
liturgia cristiana debe apuntar a la gloria de Cristo.
Es por eso que tanto los elementos de fondo y los elementos estéticos dentro del culto
cristiano debieran inspirarnos a una adoración más relevante a Dios. El qué cantamos,
cómo lo hacemos, cada una de las partes de la liturgia cristiana son tremendamente im-
portantes para este propósito.
Desde esta perspectiva, por ejemplo, vemos que hace algunos años se está hablando de
aquellos elementos con posiciones más estrictas y excluyentes como la “Salmodia exclu-
siva”, postulando básicamente que sólo las palabras inspiradas de Dios en forma de Sal-
mos deberían ser escogidas para ser cantadas en el Culto, por sobre los himnos creados
por los hombres para la adoración pública. Por lo tanto y a raíz de esta afirmación plan-
teada por los “salmodistas exclusivos”, ¿deberían los Presbiterianos renunciar al himnario
o al canto congregacional y reemplazarlo sólo con el Salterio? Preguntas como ésta son
de gran importancia y junto a ella se pueden esbozar varias más, ya que los elementos
escriturales y estéticos dentro del culto reformado son aún más amplios.
De ahí la necesidad de iniciar una discusión con respecto a qué elementos estéticos
debiera incluir el culto reformado y cuáles son sus alcances. En qué mejora nuestra dispo-
sición a que Cristo sea el centro, y cómo debieran impactar la vida de las personas.
Al no tratarse con rigurosidad el tema no es posible tener una correcta comprensión o
postura como iglesia respecto al tema. No necesariamente una postura única, pero sí uni-
ficada, que nos permita desarrollar el Culto sobre bases firmes.

2. ESTADO DE LA CUESTION.

2.1 Muestra qué tanto conoce el tesista sobre lo investigado sobre el tema: autores
destacados, las escuelas de pensamiento sobre su tema, temática conexa. Explique siste-
máticamente cuál es el estado de los estudios sobre el tema que investiga, cuáles son los
aciertos, qué no se ha estudiado:

Respecto al tema objeto de estudio propuesto, acerca del arte y la liturgia y la relación que existe
entre estas dos áreas, el material producido es bastante.
Juan Calvino en su obra "Institución de la Religión Cristiana" deja muy en claro la condición del
hombre luego de la caída. Desde el pecado de Adán, su naturaleza cae, sus atributos como ser
creado perfecto de Dios son derribados, pero no cae solo. Con él todos los seres humanos fueron
condenados, y hoy en ellos habita aquel pecado original que les aparta de Dios y de toda su
perfección. Lo que Calvino señala lleva a la reflexión acerca de la relevancia del arte y su función
dentro del culto, y de la importancia de generar un diálogo, pues producto de aquella caída es un
constante riesgo el pervertir los elementos del culto.

San Agustín, en algunas de sus Confesiones, menciona que en un determinado momento llegó a
apreciar más la música que la letra y que, al hacerlo, se perdía el sentido de la adoración, llevándolo
a un estado incómodo de pecado, apartando su corazón del mensaje central del culto, el evangelio.

En un artículo para la revista Co-herencia, David Ricardo Luna-Vinueza, abogado y estudiante de


la Maestría en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, señala algo sumamente intere-
sante acerca de Lutero: "El veredicto de Lutero es claro. De acuerdo con el segundo mandamiento,
Dios prohíbe las imágenes que se adoran en su lugar; es decir, aquellas imágenes que se ven como
el receptáculo de algo sagrado. El efecto de la predicación debe ser, precisamente, sacar lo sa-
grado del dominio de las imágenes. Sin embargo, para Lutero las imágenes aún pueden cumplir
una función importante dentro de la Iglesia e incluso en el marco de la predicación: pueden ser
un instrumento pedagógico. Las imágenes pueden usarse para ilustrar pasajes de la Biblia y para
comunicar mensajes a los feligreses iletrados"2. No hay nada de malo en la expresión artística
dentro del culto, no es perjudicial el uso de imágenes, siempre y cuando cumplan la función de
educar y guiar, en las Escrituras, a las personas que lo necesitan; en este caso, iletrados. En los
reformadores, y producto de su contexto, es constante el argumento de que "cualquier cosa que se
haga dentro del culto, debe ser guiada y sostenida en la Palabra de Dios".

El reformador John Knox, como todos los demás, tiene una perspectiva bíblica acerca de la vida.
Como consecuencia tiene una perspectiva bíblica de lo que es hacer iglesia. Y antes de su exilio a
Ginebra él identificó varios problemas en la liturgia escocesa, que estaba sometida por la iglesia
católica. Era una liturgia cegada por imágenes y adoración errónea de personajes. Sin embargo y
reafirmada con su exilio en Ginebra, la perspectiva de Knox estaba centrada en las Escrituras. Y
movió no sólo una reforma general, sino a la liturgia de la iglesia escocesa hasta una liturgia bíblica
donde el centro es Dios y toda la alabanza es dirigida a él.

Párcival Módolo, en su artículo para la revista "Teología para la vida", presenta una pos-
tura interesante respecto a la función de la música dentro del culto. Para Párcival la mú-
sica es un elemento que tiene una función de servicio dentro del culto, no algo que ocupa
un lugar central dentro de él, pero tampoco un lugar último. Argumento derivado de lo
que señala Agustín en sus Confesiones.

2
David Ricardo Luna-Vinueza. "Teología y experiencia estética: el lugar de la imagen frente a la noción
de Revelación de Martín Lutero y Juan Calvino". Revista "Co-herencia". Pp. 237 - 256.
En el libro "Conferencias sobre el Calvinismo" de Abraham Kuyper, también se presenta la discu-
sión en torno al arte dentro del culto. Vemos que Calvino, ante todo, tenía la preocupación de que
el arte en el culto fuese aplicado de la manera en la que Dios lo estableció. Ante cualquier discu-
sión, para Calvino esa era la prioridad. En ninguna circunstancia Calvino estaba en contra del arte,
sino que permanentemente argumentó que el arte tenía una función, no sólo dentro del culto, sino
que en la vida cotidiana de todos los cristianos.

En un pequeño artículo acerca de "Calvino y Estética", Gilson Santos señala que la mú-
sica llenaba el corazón de celo espiritual. Sumado a esto, comentaba que el fin central
de la música en el culto era el contenido de la letra, no la melodía o los instrumentos que
la ejecutaban. Y para cuando hubo un guía (cantante), ni siquiera fue su voz la impor-
tante, era la letra que él interpretaba.

Hans Von Balthasar en su libro "Gloria, una estética teológica", presenta todo lo que implica el
arte y su estética, mostrando que es una manifestación relevante a nivel teológico, espiritual y
sobre todo, que tiene gran relevancia al momento del culto a Dios. Avanzando en esa misma línea,
Hans Von Balthasar señala que "la belleza es el acto en el cual lo bello se ofrece en sacrificio a
algo más elevado", tomándolo del autor Gerhard Nebel y haciendo una pequeña síntesis de lo que
propone en su libro "El acontecimiento de lo bello".

Un aporte interesante específicamente referido a la música dentro del culto es lo que el escritor
Juan José Barreda, en su libro "Unidos en adoración" muestra acerca de la música utilizada dentro
del culto: "La música es teología", donde no se está refiriendo a la letra a la que la música
acompaña, sino a la música ejecutada por instrumentos, postulando que ésta es teología en sí
misma. De esa forma, le otorga un valor destacado al arte manifestado dentro del culto. Al
proponer esto, Barreda le está devolviendo a la música dentro del culto el valor que el mismo Dios
le dio, el valor que los Salmos tienen.

Francis Schaeffer aporta también a esto ya que en "Arte y Biblia" el autor argumenta bíblicamente
cómo Dios estipuló que debía proceder la construcción del tabernáculo, qué debía contener, cómo
se debía llevar a cabo la construcción y con qué materiales.

Martín Scharenberg, en su libro "Principio regulador del culto cristiano" nos muestra que Dios da
los parámetros con los cuales él quiere ser alabado. Y que dentro de ellos es donde podemos
movernos. Es Dios mismo quien establece las bases de su adoración. Con esto propone que la
liturgia y el culto a Dios deben ser llevados a cabo bajo sus ordenanzas, y el arte que dentro del
culto se manifiesta debe cumplir las ordenanzas estipuladas por Dios en su palabra.

El obispo Egon Kapellari en un pequeño artículo para la revista de la Universidad de Navarra


menciona lo siguiente: "No todo lo que en este punto pueda estar bien in- tencionado es realmente
bueno y tolerable. Una asamblea litúrgica se celebraría a sí misma sobre todo cuando estuviera
drásticamente reducida su capacidad perceptiva de la dimensión de lo sagrado. Por el contrario,
cuanto más se dirija la liturgia hacia Dios, tanta mayor fuerza de amor transmitirá a todos y al
mundo". Lo que el Obispo menciona en su artículo tiene plena coherencia con lo que Scharenberg
y Shaeffer señalaban: La liturgia no puede sino estar dirigida intencionadamente a Dios.
El Dr. Cristián Guerra en un artículo titulado "La música en el movimiento Pentecostal en
Chile (1909-1936)" muestra lo relevante y fundamental que fue la música (y todo lo que
ésta conlleva: instrumentos, letras, arreglos, himnarios, músicos) para la construcción de
la identidad y doctrina de esta iglesia en los inicios del avivamiento pentecostal. Vemos
así en la práctica concreta la solidez de lo que Calvino y Agustín señalan en cuanto a la
relevancia de la música correctamente ejecutada dentro del culto. Siendo así, se permi-
tirá una correcta comprensión del mensaje del evangelio.

John Frame señala en su libro "Adoración en Espíritu y en verdad", que el arte dentro del
culto busca agradar a Dios, no al cristiano individual o al pueblo de Dios. Se busca guiar
al pueblo de Dios a su alabanza, lo cual nos lleva a pensar que el arte dentro del culto
es también comunitario. Y por ello siempre debe existir el cuidado de no convertirlo en
un adorno para el agrado de la comunidad, sino que de Dios.

Apoyando este concepto, Bob Kauflin en su libro "Nuestra adoración importa" muestra
que efectivamente el arte cumple una función dentro de la liturgia, y obedece a esa fun-
ción. Kauflin nos presenta a un líder de adoración y su labor: que con los dones que la
misma Biblia menciona (ya está sometido bajo la palabra, sólo como líder) debe pasto-
rear, presidir, administrar y enseñar lo que significa la adoración y la manifestación de
ésta. Y bajo la guía de su pastor, o en el caso de nuestra iglesia presbiteriana, el consis-
torio, y combinando esos dones con la destreza musical, él debe guiar e instruir al pueblo
de Dios cuando las alabanzas son cantadas.

Amós López Rubio, Teólogo, Pastor y Liturgista Bautista Cubano. Miembro de la Red de
Liturgia del consejo Latinoamericano de Iglesias, en un artículo para el periódico del Cen-
tro de Recursos Litúrgicos propone algo muy interesante: El arte manifestado dentro de
la liturgia esta también al servicio de la salvación y también de la vida plena de la crea-
ción. Y sumado a esto propone que el arte dentro del culto debe ser una manifestación
comunitaria.

El Pastor Hermisten Maia Pereira da Costa, en un artículo para la revista "Fe reformada"
señala algo clave, que tiene relación precisamente con quienes hacen práctico el arte
dentro del culto. Hermisten estipula que la creatividad debe estar sometida a la voluntad
divina, ya que el que será adorado es el Dios Trino y no alguien que es miembro de la
congregación o iglesia. Allí, la labor del Pastor es dar libertad a la creatividad existente
en las congregaciones, cuidando dicha libertad para estar sometida a la voluntad y man-
datos divinos.

Otra postura que influye en las manifestaciones artísticas dentro del culto de algunas
iglesias es la salmodia exclusiva. Sus defensores argumentan que lo que se hace en el
culto, incluyendo la música, debe estar sometido irrestrictamente a la palabra de Dios.
Bajo esa premisa, concluyen que es una aberración cantar himnos o cantos espirituales
que no sean los que Dios mismo, en su Palabra, estipuló. Así argumenta Brian Schwertly,
en su libro "Salmodia exclusiva, una defensa bíblica".
Juan López Martín, "En el Espíritu y la Verdad", hace una definición estética de la liturgia:
"Es la forma exterior y sensible del culto, es decir como el conjunto de ceremonias y ritos
de la iglesia. La nota esencial de la liturgia aparece en el aspecto decorativo y expresivo
del sentimiento religioso (...) Que encuentran en la liturgia un formulación estética y sen-
sible". López, de esta manera, está revalidando todas las posturas que muestran el arte
como un factor funcional dentro del culto, y lo hace de una forma muy gráfica al describirlo
como un elemento que se manifiesta desde un algo, sentimiento, deseo, o experiencia.
Y este algo tiene la intención de hacerlo visible.3

Jorge Piqué Collado en su tesis "Teología y música: una contribución dialéctico-


trascendental sobre la sacramentalidad de la percepción estética del misterio", propone,
desde la premisa de que dentro del culto hay música y teología, la primera podría crear
un camino en el que pudiera reconocer la presencia divina. Dejando a la música como
un vehículo para el mensaje de Dios, sin querer tomar el protagonismo exclusivo sino
como sierva dentro del culto.

François Cassingena-Trébede en su libro "La belleza de la liturgia", presenta un cuestio-


namiento: "Una estética de la liturgia sólo puede ser elaborada a partir de una teología
de la liturgia; no en vano, para analizar la belleza litúrgica necesitamos intentar penetrar,
antes de nada y en la medida de lo posible, en lo que es la liturgia". "Las categorías
estéticas subjetivas de los partidarios de una liturgia principalmente horizontal, comuni-
taria, «participada», difieren notablemente de las de aquellos que prefieren una liturgia
predominantemente vertical, jerárquica, hierática". Y estos argumentos influyen al mo-
mento de percibir una liturgia y definirla argumentando que la liturgia contiene elementos
de belleza, pero que bajo una premisa importante, hay que tener en cuenta que el hom-
bre es quien lleva a cabo las manifestaciones artísticas y estéticas dentro del culto. Bajo
esa premisa, los hombres son responsables de obedecer la voluntad de Dios, sin em-
bargo, y afirmando lo que Agustín postula: El hombre es lo que ama. Existe una cons-
tante lucha, de nuestra parte, en cómo obedecer en este sentido, sin desobedecer lo que
Dios dice.4

Y respecto de la experiencia de la fe y su relación con el arte, su estética y su función en


el culto podemos considerar lo que dice Herman Mertens en un artículo para la revista
"Selecciones de Teología", del Instituto de Teología Fundamental, llamado "Su verda-
dero nombre es belleza: Experiencia estética y fe cristiana", donde señala lo siguiente:
"Con todo, la experiencia de fe puede ser un camino para la experiencia estética, espe-
cialmente cuando el arte trata de temas religiosos o usa símbolos bíblicos o eclesiales
para evocar la trascendencia divina"5. La función del arte en el culto debe cumplir su
función, ya que el culto es vívido por personas que buscan a Dios.

3 López Martín, Juan. "En el Espíritu y la Verdad". Secretariado trinitario. Salamanca, Pp. 63.
4 Cassingena-Trévedy, François. "La belleza de la liturgia". Sígueme. Salamanca, Pp. 9.
5 Mertens, Hemiel. Revista "selecciones de teología", Instituto de Teología Fundamental

http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol36/142/142_mertens.pdf
H. Rookmaaker señala en su libro "Arte moderno y la muerte de una cultura": Dios, en
su sabiduría, sabía que si sus hijos escogían a otros dioses no sólo se equivocarían en
su fe y adoración, sino que estaría amenazada toda su vida..."6. Considerando lo que el
autor postula, los hijos de Dios necesitan comprender que ni siquiera la esfera del arte
en el culto puede llevarse a cabo bajo ideas de hombres.

Fernando León, en el Boletín de Información de la Comisión Nacional de Liturgia men-


ciona lo que dice relación con el contexto de la iglesia y, con base en ello, cómo construye
su liturgia: "Para celebrar (la liturgia) en verdad debe la comunidad rodearse de aquellos
objetos, imágenes y música que le son propios, que los identifican culturalmente. Hay
aquí un espacio privilegiado para la inculturación de la Liturgia a través de los objetos de
la celebración y de la arquitectura". Claramente estos elementos deben ser sometidos al
principio regulador del culto y finalmente a la palabra de Dios.

2.2 Los sub-temas, que surgen, en lo que se estudia.

Uno de los grandes sub-temas que pueden enriquecer nuestra investigación es “La con-
textualización de la liturgia reformada”, que surgiría del estudio de los elementos esté-
ticos dentro del culto reformado, pues implica la relación entre la cultura moderna y sus
manifestaciones artísticas y la validez de éstas dentro del culto, la posibilidad de que sean
parte de la liturgia reformada, con la intención de hacer un culto agradable a la cultura
local.
Como consecuencia de esto, podrían desglosarse temas relacionados con El Culto y la
misión de la iglesia local, pues al considerar la validación de los elementos estéticos de
una cultura dentro del culto y adoración de la congregación, éstos se volverían más atrac-
tivos para dicha cultura, integrando elementos estéticos conocidos para ellos.

3. DEFINICIÓN DEL CAMPO EN EL QUE SE ESTUDIA

3.1 Área o campo dentro de la teología en la que investiga:

Se estudia a partir de la Eclesiología y campos conexos como la Exégesis Bíblica, la


Cristología y la Poiménica.

3.2 Aspecto, asunto, especial de esa área:

El estudio de la Eclesiología ampliará los conceptos sobre la iglesia y su manera de


establecerse en el mundo y difundir el culto cristiano.
Al seguir el marco regulador de todos los aspectos de nuestra vida, la Palabra de Dios,
el campo de estudio teológico se enmarca dentro de la compresión de la Teología Bíblica,

6 Rookmaaker, H. R. "Arte moderno y la muerte de una cultura". Clie. Barcelona, Pp. 54.
que brinda el estudio de las doctrinas de la Biblia organizadas según su cronología y sus
antecedentes históricos.
Además de ello, se abarca el estudio del ser de Dios (Teología) y el estudio de Cristo
(Cristología), brindando un marco teórico para el examen de la praxis cúltica y litúrgica
que se ejerce en las iglesias.

4. EL MARCO TEOLÓGICO

4.1 Relacione con las Sagradas Escrituras y la teológicas con el tema y su repercusión
en la Confesionalidad reformada, percibida desde nuestro contexto:

"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos


unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales. (Colosenses 3:16 R60).”
Dentro de las Escrituras se encuentran incontables manifestaciones artísticas en la ado-
ración, y en ellas el pensamiento del Apóstol Pablo es un principio norteador de la praxis:
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”, principio resumido a través de
la Reforma Protestante en “Sólo Escritura”, estableciendo los parámetros para la construc-
ción del culto cristiano por parte del pueblo de Dios.
Al poner la mirada en el Antiguo Testamento, los Salmos -por ejemplo, como el him-
nario del pueblo de Dios-, el Pentateuco -que nos muestra la construcción del tabernáculo
o el templo de Dios y establece las leyes de adoración por medio del pueblo Levita-, los
lugares en los que el pueblo de Dios adoraba estaban rodeados de manifestaciones artísti-
cas, bellas, provistas por manos humanas, manifestaciones que obedecían la voluntad de
Dios.
Siendo éstos sólo algunos ejemplos de la forma en que la Biblia incluye descripciones
y principios para esta área de estudio, existe base para el acercamiento al estudio del arte
dentro del culto, y cuál debería ser la función que cumple: la de servir al culto cristiano
como vehículo de un mensaje: el mensaje del evangelio.
Es importante notar que en un contexto externo, no del culto, el arte no puede cumplir
una sola función. Por ejemplo, el arte no puede ser solamente político, o terapéutico. Tra-
tado así, se reduciría a una pequeña área lo que el arte es en sí mismo, pervirtiendo su
principal característica: la expresión. A diferencia de ello, en el culto Dios le otorga una
función única: la de glorificarle a él y servir como vehículo para el mensaje del evangelio.
Bajo dicha premisa, los elementos estéticos dentro del culto se pueden manifestar, cum-
pliendo esa función que está bajo las normas divinas, y dentro de un marco teológico, que
sería el PRCC, donde el arte sí cumple una única función.
Dentro de la Confesión de Fe de Westminster, a la que la Iglesia Presbiteriana de Chile
suscribe, en el capítulo XXI artículo II vemos la exclusividad de la adoración dentro del
culto y que ésta le pertenece a Dios. Esto ayuda a la comprensión de que el arte sí tiene un
lugar en el culto y una función destacada y relevante, que ha de ser obedecida, pues el
mandato es de Dios.

4.2 La opinión sobre el tema en la comunidad de fe y servicio.

Para dar respuesta a esta interrogante partimos desde la base de la Iglesia Presbiteriana
Mar de Gracia y su congregación. En general, el PRCC en tanto elaboración de carácter
institucional no es de conocimiento de la congregación, ya que se desarrolla el Culto y su
liturgia desde la experiencia, la guía del Consistorio y los principios bíblicos básicos para
ella.
Si se analizan los elementos estéticos para el culto cristiano, se hace evidente que son
menos relevantes y conocidos para el pueblo de Dios, y que las opiniones y vivencias se
basan generalmente en legados históricos.
Se puede proponer que son pocas las personas que conocen acerca de lo que Dios esta-
bleció para el arte y su función dentro del culto. Sin embargo, no rechazan en absoluto
diferentes manifestaciones de arte dentro del culto, y la mayoría considera que cumplen
un rol facilitador del mensaje del culto.

5. LA HIPOTESIS DE TRABAJO

5.1 Preguntas que se hace esta investigación y que se procurar contestar.


¿Qué nos dicen las Escrituras sobre el arte y la estética dentro del culto?
¿Cuál es la función del arte dentro del culto reformado?
¿Qué nos dice el PRCC sobre el arte y la estética dentro del Culto?
¿Cuáles son los límites de las expresiones artísticas dentro de un culto Reformado?
¿Es válido realizar expresiones artísticas para acercar a la iglesia al mundo contemporá-
neo?

2. Hipótesis seleccionada para orientar la investigación.

Es posible recuperar y desarrollar una mayor conciencia respecto a la función del arte
y sus elementos estéticos dentro de la liturgia reformada, conduciendo a la iglesia a
una adoración comunitaria más bíblica y, por lo tanto, saludable.

5.3 Posibles debilidades o dificultades en el estudio del tema:

Una debilidad podría ser la poca información, o estudios de caso, desde la perspectiva
reformada de la Iglesia Presbiteriana de Chile. Al tener poca información respecto al
tema se complejiza el objetivo de tratar el tema desde una perspectiva local, conside-
rando que se pretende proponer un análisis posible de ser discutido en este contexto.

5.4 Método de investigación a seguir.

Para la presente investigación se propone la utilización de dos metodologías com-


plementarias: la investigación documental (en la recopilación de información para enun-
ciar las teorías que sustentan el estudio) y la investigación de campo, como observador
participante en la recolección de información a través de testimonios, confrontando así la
teoría con la práctica
6. TÉCNICA DE LA OBTENCIÓN DE DATOS

Técnicas y los medios para el acceso a la información.

Para la obtención de datos utilizaremos las siguientes técnicas:


a. Recopilación de información a través de libros, artículos y publicaciones web.
b. Recopilación de testimonios vía encuesta y/o entrevistas con pastores de diferentes
iglesias.

7. ESQUEMA DEL CONTENIDO PROBABLE DE LA TESIS:

Este es el posible bosquejo de la investigación

1. El culto en la historia cristiana


1.1 El culto desde la perspectiva bíblica
1.2 El culto desde la perspectiva reformada
1.3 Formulación del PRCC
2. El arte y los elementos estéticos en el culto reformado
2.1 Definición del Arte y sus elementos estéticos
2.2 La función del arte dentro del culto.
2.3 El PRCC y el Arte
3. La práctica de la Iglesia sobre el PRCC y el Arte.
3.1 La desvirtuación del arte en el culto reformado
3.1 ¿Qué nos aparta del principio regulador del culto?
3.2 El argumento del pecado en el culto.
3.3 El uso del Arte y sus elementos estéticos en la IPCH
3.4 La Salmodia exclusiva
3.5 El movimiento carismático
3.6 Peligros y aciertos de una liturgia contemporánea

8. GUÍA DEL TRABAJO:

Elaborar un plan de trabajo, con estimaciones de tiempo.

Establezca un cronograma, con los avances correspondientes, según el calendario


académico del Seminario

 Presentación del proyecto de tesis al Concejo Académico: 5 de Junio


 Recolección de datos: 10 a 15 de Junio
 Procesamiento del material: 15 al 25 de Junio
 Preparación del primer borrador: 25 al 27 de Junio
 Presentación del asesor del borrador: 28 de Junio
 Presentación de trabajo final al asesor: 30 de Junio
 Presentación del trabajo acabado al Concejo Académico: 1 de noviembre

BIBLIOGRAFÍA:

Scharenberg, Martín, El principio regulador del culto cristiano, Rama de Palermo, Buenos Aires,
2010.

Frame, John, Libro adaptado para escuela de formación cristiana, 2011.

Kuyper, Abraham, Conferencias sobre el calvinismo, Clir, 2010.

Módolo, Párcival, Revista Teología para la vida, Seminario presbiteriano JMC. San Pablo Vol. 1
Nº 1, 2005.

Barrreda, Juan José, Unidos en adoración, Kairos. Buenos aires, 2004.

Von Balthasar, Hans, Gloria, una estética teológica, Encuentro, Einsiedeln, 1961.

Kauflin, Bob, Nuestra adoración importa, B&H, Nashville, 2015.

Shaeffer, Francis, Huyendo de la razón, un análisis penetrante del hombre moderno, Ediciones
evangélicas europeas, Barcelona.

Guerra, Cristián, La música en el movimiento pentecostal de Chile (1909 - 1936), El aporte de


Willis Collins Hoover y de Genaro Ríos Campos, artículo Fondo de la Música, 2008/9.

Santos, Gilson, Calvino y la Estética, Artículo Ministerio Fiel, pensamiento Cristiano2009.

Calvino, Juan, Institución de la religión Cristiana, Libro II, Capítulo I, Felire, Barcelona, 1597.

Hippona, Agustín, Confesiones, Bruguera, España, 1984.

Kleyn, Daniel. Revista digital "Covenant, protestant reformar church".


http://www.cprf.co.uk/languages/portuguese_knoxonliturgy.htm#.WxUA1VMvyRu

López, Amós, Periódico facultad EST, Arte y liturgia: Miradas y desafíos, 2012.
Schwertly, Brian, Salmodia exclusiva, una defensa bíblica, Os puritanos, 2002.

López Martín, Juan, En el Espíritu y la Verdad, Secretariado trinitario. Salamanca, 1987.

Piqué, Jorge. Teología y música: una contribución dialéctico-trascendental sobre la sacramen-


talidad de la percepción estética del misterio, Pontificia universidad gregoriana, 2006.

Cassingena-Trévedy, François, La belleza de la liturgia, Sígueme, Salamanca,


2008.

Rookmaaker, H. R. Arte moderno y la muerte de una cultura, Clie, Barcelona,


2002.

León, Fernando, Boletín de información de la comisión nacional de liturgia, Liturgia y Arte,


2013.

Kapellari, Egon, Revista de la universidad de Navarra, La liturgia en la vida de los


fieles, 2007.

Maia pereira da Costa, Hermisten. Revista "Fe reformada", El culto cristiano en la perspectiva
de Calvino: Un análisis introductorio, VIII Nº2, 2003.

Mertens, Hemiel. Revista "selecciones de teología", Instituto de Teología Fundamental


http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol36/142/142_mertens.pdf

David Ricardo Luna-Vinueza. "Teología y experiencia estética: el lugar de la imagen frente


a la noción de Revelación de Martín Lutero y Juan Calvino". Revista "Co-herencia" Vol.
14. Nº26. 2017.

Potrebbero piacerti anche