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Año 19 N° 694 Semana del 13 al 19 de agosto

JESÚS MINISTRA MILAGROS (PARTE II)


Mateo 14, 13-23

1.- OBJETIVO DEL TEMA


Comprender que Dios quiere que tengamos todo lo que necesitamos para vivir física y
espiritualmente. Él se presenta en esta oportunidad como nuestro absoluto proveedor tanto
en lo material, como en lo espiritual y quiere que también nosotros pongamos “algo” de lo
que hemos recibido de Su bondad como muestra de la confianza que tenemos en Su poder
y en Su amor hacia nosotros.

2.- IDEA CLAVE


Leer en silencio las lecturas. Meditar unos minutos en las lecturas para encontrar la idea principal
antes de compartir. ¿Qué te dice a ti?,¿Qué le dice a la comunidad?,¿Qué le dice a la sociedad?
Como seres humanos tenemos muchas necesidades materiales en nuestra vida, debemos
trabajar largas jornadas para cubrir cada una de ellas, siendo desde tiempos inmemoriales
la necesidad principal la alimentación; pero también tenemos necesidades espirituales,
aquellas que no se compran con dinero son las que cubrimos con afecto, amor, cariño,
respeto, alegría, besos, abrazos, aplausos y mucho más que podemos tanto dar como
recibir de nuestros padres, hermanos, hijos, familiares, amigos, esposos, comunidad, etc. Y
principalmente de nuestro Padre que nos ama tanto que fue capaz de entregar la vida
misma por cada uno de nosotros y que se alegra y se satisface de ser nuestro proveedor
tanto de lo material como de lo espiritual, para bendecirnos abundantemente quiere de
nosotros una “muestra” de nuestra confianza hacia Él.

3.- ENSEÑANZA

Jesús, al enterarse de la muerte de su primo Juan, se retira a un lugar apartado, mucha gente lo
seguía por los signos que realizaba en los enfermos y al enterarse donde iba le dan encuentro, al
ver Jesús a la multitud se compadece de ella y empieza a sanar a los enfermos, quizá en ese
tiempo los guiaba algún tipo de interés, sabían que Él podía sanar cualquier enfermedad,
también lo seguían porque la Palabra dice que Jesús les hablaba del “Reino de los cielos” con
mucho poder.

En este pasaje del Evangelio de Mateo, vemos que habiéndose hecho tarde Jesús no quiere
despedir a la multitud sin antes darles el alimento físico pues Él es padre, se preocupa por el
bienestar de sus hijos (nosotros) y quiere cubrir todas sus necesidades, pero solo habían cinco
panes y dos pescados que un niño generosamente pone en las manos de Jesús, quien después de
dar gracias a Dios realiza el milagro de la multiplicación de los peces y de los panes para
alimentar a cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
Año 19 N° 694 Semana del 13 al 19 de agosto

La Palabra dice que todos comieron hasta saciarse y recogieron doce canastos de lo que sobró.
El milagro de la multiplicación de los panes y de los peces no fue el único milagro realizado por
Jesús ese día, Él hizo otro milagro y es el de reunir a la gente en una “comunidad” donde la
gente se reunía para escuchar hablar a Jesús y recibir sanidad, una comunidad donde las
necesidades del prójimo son tan importantes como las necesidades de uno mismo. Cuando
vivimos en comunidad compartimos con nuestros hermanos lo que tenemos y sobre todo la
Palabra de Dios, de otra forma no se explica que luego de haber comido hasta saciarse aquellos
cinco mil hombres hubieran sobrado doce canastos llenos.

El milagro de vivir y compartir en comunidad nos enseña el respeto que se tiene hacia las
necesidades de los demás que son las mismas necesidades de uno mismo, de no ser así cada uno
de los que escuchaban a Jesús hubiera tomado más de lo necesario para comer ese día pensando
en la comida del día siguiente sin reparar en que lo entregado por Jesús debía alcanzar para
todos, es el milagro que se realiza estando en comunidad empezamos a preocuparnos no solo de
nuestras necesidades personales, sino también de las necesidades de nuestros hermanos, y dice la
Palabra que la bendición fue tan grande que recogieron doce canastos de lo que sobró,
recordemos que son también doce los apóstoles o seguidores de Jesús, y es que cuando somos
generosos con el prójimo el Señor no solamente cubre nuestras necesidades materiales y
espirituales del momento, sino que pone también en nuestras manos una canasta llena de
bendiciones y dones para que sigamos compartiendo con todos aquellos que no lo conocen, o
que por alguna razón se han apartado de Su gran amor.

4. PREGUNTAS PARA COMPARTIR


1. ¿Cómo va tu lectura de los evangelios? A los pastores se les insinúa fraternalmente
ANIMAR en la lectura de los Evangelios.
2. ¿Somos capaces de poner en manos de Dios, esos cinco panes y dos peces que tenemos
en nuestra vida para que el Señor los multiplique?
3. ¿Crees que aún en nuestros días Él puede lograrlo?
4. ¿Asistes regularmente a encontrarte con el Señor en tu comunidad?
5. ¿Compartes los dones que te fueron dados por Dios con tu comunidad? ¿de qué manera?

6. CONCLUSIONES
Cuando buscamos al Señor en la Eucaristía, en el Sagrario, en la Asamblea de Oración, en el
Grupo de Oración, en nuestro Compartimiento Bíblico o en nuestra Oración Personal diaria,
estamos poniendo en sus manos nuestros cinco panes y nuestros dos pescados que aunque nos
parezca muy poco para Dios es suficiente para obrar grandes milagros en nuestra vida, el Señor
se hará presente con una canasta llena de bendiciones y no solo con lo material imprescindible
para vivir, sino también con dones espirituales que debemos compartir con los hermanos de
nuestra comunidad, Dios bendice al que da con generosidad, recompensa con abundancia al que
es desprendido en favor del prójimo, Él no solamente multiplicará nuestros cinco panes y
nuestros dos pescados (alimentos del cuerpo), sino que también multiplicará sus bendiciones que
son alimento del alma y del espíritu para nosotros y nuestros hermanos. Acerquémonos a Dios
Año 19 N° 694 Semana del 13 al 19 de agosto

en comunidad como aquella gente que seguía a Jesús, para que Él realice una vez más el milagro
en nosotros, busquémosle en comunidad para decirle “Señor mis hermanos y yo hemos venido a
tus pies para escucharte y para seguirte a lo largo de esta vida y acompañarte también allá en la
vida eterna”.

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