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GUIA BASICA DE
ATENCION PESONALIZADA
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I - CONSIDERACIONES GENERALES
1. Propósito
Dios es el único dueño de cada alma y de la iglesia toda, por el derecho de creación, de
redención y de soberanía; solo Él pagó el incalculable precio –la preciosa vida de
Jesucristo- para rescatarnos del reino de las tinieblas y derramó el Espíritu Santo en los
corazones de los que creemos para establecer, sostener y expandir su iglesia y Reino;
Dios ama a su pueblo, sus ojos están puestos sobre el y sin duda quiere darle lo mejor,
es por esa razón que se ha propuesto usarnos.
1Cor. 12:4-6 nos indica que todo lo bueno que podamos brindar viene de Él quien tiene
todo perfectamente planificado: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu
es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad
de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.”
Considerar siempre estas premisas en el desarrollo nuestro servicio nos situará en la actitud
y percepción adecuadas hacia Dios y las personas.
2. Elección
Dios busca servidores con actitud pastoral para que cuiden su rebaño (Jer. 3:15)
Es un llamado personal Jn. 21.15-17, eres un elegido para una tarea específica
Es uno de los oficios más significativos y trascendentes de los que hay sobre la tierra
3. Mandato y Motivación
Es un mandato del Señor: Jn. 21.15-17
Dios nos honra confiándonos un trabajo especial sobre la vida de las personas, es nada
más ni nada menos que continuar entre todos el trabajo que comenzó Jesús
Toda motivación que busque cosechar admiración, causar impresión, elevar su
autoestima, obligado por exigencia de la gente o circunstancias, por avaricia o buscando
ejercer dominio sobre los demás (1 Pedro 5:2-3), no tiene lugar alguno en el desarrollo
santo de este servicio.
4. Condiciones
Amén de la prioridad del llamado de Dios, la tarea requiere de condiciones específicas:
Un corazón limpio: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia…”, (Deut.4.9a),
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. (Prov. 4.23).
(ve más sobre el tema en el capitulo III)
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Un corazón sabio: es el deseo de Dios expresado en Jer 3:15 “y os daré pastores según mi
corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”
La capacitación es impartida por el Espíritu de Dios a través de los dones, siendo necesario
de nuestra parte, la disposición de asumir el desafío de avanzar en el proceso de desarrollo
de dicha capacitación, con estudios específicos (cursos, talleres, seminarios), lecturas
adecuadas, aprendiendo de otros servidores poniéndolo en práctica y evaluando la propia
experiencia y siendo evaluado por su autoridad espiritual.
5. ALCANCE
“En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí
dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de
Israel. Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. Yo buscaré la
perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil”
(Jer. 34.14.16a)
El texto como tantos otros (Ez. 34,4, Jn. 10.12) nos habla de las necesidades del rebaño, es
decir, en su pasado como en el diario vivir la gente atraviesa distintas situaciones
problemáticas y traumáticas que ocasionan una amplia gama de necesidades, y en la
medida que no se resuelven se van acumulando generando mayor agobio. Debemos tener
cuidado de no idealizar el rebaño, de lo contrario nos frustraremos. Como dichas
necesidades suelen ser de distinta índole y complejidad, es necesario circunscribir y
focalizar nuestra atención, con la guía del Espíritu Santo, evitando diluir el trabajo y nuestro
agotamiento.
En general, todo el espectro puede ser abarcado con 3 grandes acciones “pro”:
Proteger (cobertura, alerta, cuidado, contención, pertenencia)
Proveer (Palabra, consejo, afecto, restauración, aliento, unción, descarga, paz)
Promover (orientación, guía, estímulo, capacitación, desarrollo integral de la persona)
6. ESTRATEGIA
El cuidado y guía efectivos no es una actividad aislada, requiere de una estrategia
congruente que promueva el sentido de:
Pertenencia y contención: Integración, participación de los cultos y actividades del
ministerio afín.
Santificación: Encuentros de sanidad interior y liberación, atención y ministración
personalizada
Desarrollo espiritual: Vida devocional privada y Estudios Bíblicos en Educación Cristiana
Significación: desarrollo del servicio a través de ministerios de la iglesia
Misión: alcanzando a otras vidas con el mensaje de salvación
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II - LOS RECURSOS DISPONIBLES PARA EL SERVIDOR:
1. El recurso de la persona del Espíritu Santo. (Jn. 14.17; 15.26; 16.13; 1 Cor. 2.12-13).
El Espíritu es nuestro maestro que nos enseña todas las cosas
El conoce el estado real de los corazones, todo lo escudriña
El convence a la persona de su error
El aplica la obra de Cristo a la persona (consolación, sanidad de heridas, etc.)
9. El recurso de los dones espirituales (1 Cor 12; Rom. 12.3-8; 1 Pd. 4.10-11; Ef. 4.10-11).
El don es una capacidad espiritual sobrenatural, dada por el ES, un regalo inmerecido
Cada creyente tiene al menos un don, debe descubrirlo y utilizarlo
El objetivo de los dones es lograr el crecimiento del Cuerpo de Cristo que es su iglesia,
tanto cualitativa como cuantitativamente.
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III – LA AUTO-MINISTRACION DEL SERVIDOR
Este es un asunto de vital importancia, tanto para nosotros como también para cada uno de
nuestros aconsejados.
Debemos reconocer nuestra imposibilidad e inconveniencia de intentar ayudar a otros cuando
no estamos o no nos sentimos bien
Reconocer que no alcanzaremos la perfección aquí, pero sí es imprescindible que, frente a
nuestro aconsejado, nos encontremos en una adecuada condición espiritual que resumimos en
lo siguiente:
Esto es vital dado que necesitamos recibir y aprender a sujetarnos a las indicaciones y guía
de la persona del Espíritu Santo. Si nuestra condición no es la adecuada, no contaremos no
Su asistencia.
Reconocer que solos no podemos, debemos practicar en concederle cada día el control de
nuestra vida a Él; en definitiva eso es lo mejor que nos puede pasar.
Valorar, anhelar y buscar la ministración del Espíritu sobre uno mismo, no es algo
complicado, es un ejercicio de fe: reconocer nuestro estado, por ej. frente al desánimo, el
temor, el dolor, la carga u opresión, el enojo, la impureza, etc., abrirle nuestro corazón al
Señor, reconociendo y declarándole en forma específica nuestra condición y entregársela
(pedir perdón si es necesario) diciendo “toma Señor esta carga, dolor, etc.” bien detallado.
Practicar este tipo de experiencia íntima, personal, nos ayudará a guiar a los demás en ese
sentido. Así, el Espíritu nos suministrará guía, consolación, fortaleza, pasión, enseñanza,
santificación, entendimiento y todo lo que necesitemos.
Confía, el Espíritu Santo va siempre contigo y está deseoso en ayudarte a avivar el fuego
de tu altar, transformándote en un carbón que arde con pasión por Cristo y compasión por
las almas.
Tengamos presente que siempre estamos transmitiendo lo que somos y hacemos a los demás,
aun cuando no lo hagamos a través de un curso bíblico. Discipular es transferir vida, más allá
de nuestra oratoria, en realidad transmitimos -consciente o no- lo que somos y hacemos, de ahí
el cuidado que debamos tener de nuestra propia vida y estado espiritual.
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IV - LA ATENCION PERSONALIZADA EFECTIVA
SIGNIFICADO
Se entabla una relación entre dos personas, la que ministra lo hará escuchando, conteniendo y
orientando al aconsejado para que el mismo pueda deducir las decisiones más convenientes
que necesite afrontar con el fin de resolver distintos problemas de la vida e idealmente
anticiparse a los mismos.
Es aplicar la sabiduría de Dios, como lo enseña el Manual de Vida -la Biblia-, a la vida cotidiana.
OBJETIVO
La simple "catarsis" no es el objetivo de la atención personalizada sino el que las personas
descubran el propósito de Dios para sus vidas, recurran a sus riquezas inagotables y disfruten
de la vida abundante que Cristo nos dio.
METAS
La atención personalizada puede tener una variedad de metas, en función de las necesidades
del aconsejado:
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V – COMPONENTES DE LA ATENCIÓN PERSONALIZADA EFECTIVA
1. INTRODUCCION
Manifestarle al aconsejado que uno valora el hecho que haya tomado la iniciativa de asistir
a la consulta y de estar dispuesto de recibir la ministración del Señor
Pedir a Dios en oración que conceda al aconsejado un corazón sensible, que escuche y
entienda (I Reyes 3:9) que el Espíritu Santo le revele y guíe a entregar sus cargas al Señor.
También debe orar por si mismo (consejero): que Dios le de discernimiento, sabiduría y le
utilice como instrumento para Su propósito. Rechazar toda injerencia de todo espíritu
perturbador, declarar la presencia, cobertura y guía del Señor.
Evitar atender solos a personas de distinto sexo, en ese caso, procurar tener un
acompañante del sexo del entrevistado.
Ante una circunstancia de necesidad o urgencia, atender con la puerta abierta, que
cualquiera pueda ver la situación.
2. BASE ESPIRITUAL
Aquí es importante poder averiguar y evaluar, con tacto y sin espíritu de condena-, el
verdadero estado espiritual del aconsejado con su relación con Dios. En lo posible reforzar
su fe y apuntalarlo en el aspecto que se manifieste más débil, esto es básico para que el
trabajo rinda fruto. No se pretende agotarlo en esta instancia, al final de la charla uno
adquiere un cuadro más acabado y realista de su estado espiritual, momento en que se
efectuarán las recomendaciones convenientes..
3. ATENCION
c) Gestos, que sean naturales, pero no excesivos o que distraigan. El ministro debe ser
cortés, amable y fuertemente motivado a entender.
En la medida que ministre, reconozca que la fatiga, impaciencia, preocupación por otros
asuntos, o la falta de descanso, pueden impedirle dar una atención cuidadosa al
aconsejado. El trabajo involucra sensibilidad y genuinas expresiones de interés.
4. OBSERVACION
Quien ministra debe permanecer alerta y tratar de percibir todos los gestos, expresiones,
actitudes, palabras que denoten algo más de lo que el aconsejado pueda estar tratando de
comunicar. Sabemos que muchas veces nos es difícil enfrentar y asumir nuestros propios
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problemas, traumas, errores, y generalmente giramos (conciente o inconscientemente) en
torno al problema evitando ir al meollo de la cuestión.
5. ESCUCHAR
Implica algo más que darse cuenta pasivamente o a medias de las palabras que vienen de
la otra persona. Escuchar efectivamente es un proceso activo. Esto involucra:
d) Aceptar al aconsejado aún cuando no acepte sus acciones, valores o creencias. Jesús
aceptó a la mujer sorprendida en el acto de adulterio, aún cuando no aprobaba su
conducta. Le puede ayudar el tratar de imaginarse en la posición del aconsejado y tratar
de ver las cosas desde su punto de vista.
Es fácil ignorar todo esto o comenzar a hablar excesivamente y dar consejos. Cuando esto
sucede, el aconsejado no se siente entendido, y a menudo está renuente a expresar sus
heridas honestamente o de compartir detalles. Los consejeros que hablan demasiado
pueden equivocarse en los consejos y raramente son escuchados y aún menos probable
que sean seguidos. Escuchar activamente es un modo de decirle al aconsejado "estoy
realmente interesado y sinceramente me preocupas".
6. RESPONDER
No debe asumirse que el orientador escucha y no hace nada más. Jesús era un buen oidor,
pero su ayuda también se caracterizó por la acción y respuestas verbales específicas.
b) Reflejar es una forma de hacer saber a los aconsejados que estamos "con ellos" y
podemos entender cómo se sienten o piensan. "Ud. debe sentir..." "me imagino que
eso fue frustrante", "eso debe haber sido divertido", etc. Refleje lo que está pasando en
la charla, hágalo periódicamente, no después de cada frase y de no utilizar siempre las
mismas palabras estereotipadas. Un breve resumen periódico de lo que ha estado
pasando puede ser una manera de reflejar y estimular más a la exploración por el
aconsejado. El consejero puede resumir los sentimientos ("Eso debe haber dolido") y/o
temas generales de lo que se ha dicho ("Viendo todo esto, suena como si usted hubiese
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tenido una serie de fracasos"). Cuando haga un comentario, dé al aconsejado tiempo y
oportunidad de responder a lo que usted ha dicho.
c) Preguntar, si se hace con habilidad, puede obtener bastante información útil. Las
mejores preguntas son las que requieren por lo menos una o dos oraciones para
responder (Ej., "Dime sobre tu matrimonio." "¿Qué clase de cosas te están haciendo
infeliz?") en lugar de aquellas que pueden ser contestadas con una palabra ("¿Estás
casado?" "¿Eres infeliz?" "¿Cuántos años tienes?"). Demasiadas preguntas pueden
obstruir la comunicación, también las preguntas que se inician con "porqué"
generalmente se evitan porque tienden a sonar como que se está juzgando o estimulan
intercambios que impiden a quien ministra ver o acercarse a los verdaderos
sentimientos o heridas.
7. IDENTIFICAR
a) Identificar y clarificar los conceptos equivocados (2 Cor. 10.5; 1 Reyes 21; Gén. 30)
Dios no me quiere
Dios no me quiere perdonar
Dios me llamó a dejar a mi familia y dedicarme a la predicación
8. CONFRONTAR
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9. INTERPRETAR
Involucra explicar a los aconsejados lo que su conducta u otros eventos significan. Es una
habilidad con un gran potencial que le permite a los aconsejados verse a
sí mismos y a sus situaciones más claramente. Pero, las interpretaciones pueden ser
también dañinas, especialmente si se introducen antes de que ellos puedan manejar el
material emocionalmente, o si las interpretaciones son erróneas. Si usted empieza a ver
posibles explicaciones para los problemas o acciones de otra persona, pregúntese a sí
mismo si el aconsejado está listo emocionalmente y espiritualmente para manejar tales
ideas, presente sus interpretaciones en una forma tentativa (Ej., "¿Podría ser que...?") y
déle tiempo al aconsejado para responder. A medida que usted discuta la interpretación, el
aconsejado a menudo desarrollará perspectivas más grandes y podrá explorar los futuros
cursos de acción..
10. INFORMAR
Involucra dar información a la gente que necesite orientación. Evite dar demasiada
información en una sola ocasión, trate de ser claro. Informar correctamente es muy
importante y menos controversial que dar consejo. Ahora, cuando se trata de pecados el
consejo y aún la exhortación pasan a ser determinante.
Debemos tener presente que a menudo no tienen el suficiente conocimiento de una
situación para dar un consejo competente, y evitar que el aconsejado sea dependiente, y si
el consejo prueba no ser el correcto, es al consejero a quien más tarde se le hace sentir
responsable por dar mala orientación.
Siempre que se le solicite un consejo, o se sienta inclinado a dar consejo, esté seguro de
que está bien informado sobre la situación. ¿Tiene suficiente información y experiencia
para aconsejar a otro competentemente en el punto en cuestión? Pregúntese cuál será el
resultado final de este consejo dado. ¿Hará al aconsejado más dependiente? ¿Puede
usted manejar los sentimientos que puedan surgir si su consejo es rechazado o prueba que
está equivocado? Si usted ve la necesidad de dar un consejo, transmítalo en una forma de
sugerencia tentativa, dé al aconsejado tiempo de reaccionar o pasar revista a su orientación
y haga seguimiento más tarde para ver hasta qué punto fue de ayuda su consejo.
Quien ministra es también un educador, enseñando por instrucción, por el ejemplo, y
guiando al aconsejado a que él o ella aprenda por experiencia a enfrentar los problemas de
la vida. Como otras formas menos personales de educación, la consejería es más efectiva
cuando las discusiones son específicas en lugar de vagas, y se enfocan en situaciones
concretas ("¿Cómo puedo controlar mi mal genio cuando soy criticado por mi esposa?") en
lugar de una meta nebulosa ("Quiero que mi vida sea más feliz").
11. ALENTAR
Quienes ministramos no somos gente escéptica que no cree todo lo que el aconsejado
dice, pero es sabio recordar que los aconsejados no siempre dicen toda la historia y no
siempre dicen lo que ellos realmente quieren o necesitan. Algunas veces un aconsejado
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deliberadamente presenta una imagen distorsionada, dejando fuera lo que es embarazoso o
detalles potencialmente incriminatorios. Más frecuentemente, los aconsejados fallan al ver
sus problemas en una perspectiva más amplia. Algunas veces ellos quieren ayuda en un
problema y fallan en ver o están renuentes a ver los otros problemas más profundos.
En la medida que atienda personas, trate de examinar las palabras del aconsejado. ¿Qué
es lo que él o ella está realmente pidiendo? ¿Qué es lo que esta persona realmente quiere
de nosotros? ¿Hay otros problemas además de los que se están presentando? Algunas
veces la gente habla sobre una situación, pero realmente tiene muy poco deseo de
cambiar. En lugar de esto último, ellos están buscando simpatía, atención, oírse en voz
alta, el punto de vista de otra persona, o una forma de escape de alguna situación no
agradable. Mientras escucha, empieza a sospechar estos motivos ocultos y se da cuenta
que muchas veces el aconsejado mismo no se ha dado cuenta de ello.
Todo esto indica nuevamente que el orientador necesita sabiduría y discernimiento. Algo
de esto viene con la experiencia, sin embargo los cristianos sabemos que la sensibilidad
generalmente viene cuando oramos pidiendo nuevas ideas, guía, y una percepción precisa
que viene del Espíritu Santo y nuestro desafío es captarlo claramente y sin
perturbaciones.
13. MINISTRAR
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VI - MODELOS PARA TRATAR PROBLEMAS
Jesús, el Admirable Consejero (Is.9.6) utilizó diversas formas para formar a sus discípulos:
Les habló directamente
Participó en el diálogo (Juan 3.1-15)
Utilizó ayudas visuales (Juan 8.6)
Se presentó como modelo (Lucas 19.45-46)
Utilizó preguntas (Marcos 8 al 10)
Se valió de contrastes, como por ejemplo la luz y las tinieblas (Juan 3.19-21)
Ensayó con los discípulos antes de enviarlos en la misión a Israel (Mateo 10.5-23)
Utilizó distintos tamaños de grupos para enseñar y aconsejar
Transitó por distintos lugares junto a ellos
La manera extensiva
Ventajas de la manera extensiva:
Demuestra al aconsejado que el consejero acepta la seriedad del problema.
Establece confianza en el consejero como una persona digna de contar temas delicados.
Da ánimo para seguir con los demás problemas, una vez que el primero haya sido
resuelto.
Ayuda a descubrir el problema principal.
La manera intensiva.
Ventajas de la manera intensiva:
Es la manera más rápida de abordar los problemas de la gente.
Es mas fácil solucionar los demás problemas cuando el problema fundamental esta
resuelto.
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VII - EL PLAN DE ACCIÓN BÍBLICO (PAB):
Es imperioso trazar un plan de acción bíblico apropiado, fijando metas para alcanzar cambios.
La necesidad y oportunidad de establecer un plan la encontramos en Heb. 12.12-13 y del plan
que Dios tiene para cada uno de sus hijos. Ej. Isaías Cap. 55
Es conveniente dar al aconsejado el plan de acción bíblico por escrito, o que el lo escriba y
guardarnos una copia para chequearlo en el próximo encuentro.
2. Texto y principios bíblicos: El consejero ha de indicar los pasajes y principios bíblicos que
encaminen a la solución.
Por ej. Texto bíblico: Ef. 4.25-32
Principios bíblicos:
a) Tratar de ver de dónde viene el enojo (herencia, imposición, traumas, etc.)
b) Eliminar del vocabulario palabras que descuartizan al otro
c) Incorporar al vocabulario palabras que ayuden, que animen, edifiquen, valoren
d) Práctica del perdón en lugar de calumnia o rechazo
3. Plan de Acción: Buscar con el aconsejado el plan para aplicar dichos principios: ej.
a) Trabajar la comunicación en tal o cual momento del dia
b) Identificar los disparadores del enojo
c) Detectar el surgimiento del enojo
d) Aplicar los principios bíblicos citados anteriormente, según situación
e) El fin no justifica los medios. El método debe agradar y glorificar a Dios
Ej., no aplica que el esposo, por enojo se ausente horas del hogar.
5. Dar lugar a la decisión del aconsejado (evaluar su respuesta en base a esta escala de
realidad) y procurar que entienda la conveniencia de desear hacer lo necesario para
cambiar la situación o conflicto:
No: 0
No puedo: 1
No sé cómo hacer (complicado) 2
¿Cómo hacer? 3
¡Si pudiera…! 4
Pienso que podría 5
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Podría si…. 6
Creo que puedo 7
Puedo 8
Quiero 9
Lo hago 10
1. EI plan bíblico ayuda a no ser controlado por los pensamientos automáticos, las emociones
o el "consejo de malos" (Sal.1.1).
3. Ayuda a que el aconsejado siga recibiendo consejo durante la semana, porque hay un plan
que seguir.
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ANEXO 1: LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Formación reactiva, es cuando, por ejemplo, frente al miedo a las mujeres, uno se
convierte en un Don Juan; o está también el que siempre está sonriendo para que
todos vean que está todo bien, cuando no es así.
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ANEXO 2: LOS PASOS DEL PERDON
Vivir sin perdonar es como mantener el freno de mano activado mientras se conduce el auto,
funciona forzado, más lento, recalentando y resintiendo sus mecanismos.
La carga más pesada que se puede llevar sobre la espalda del alma es un bulto de
resentimientos. Así que si quiere viajar rápido y lejos, hágalo con pocas cosas. Quite los
bultos de sus envidias, celos, rencores, deseos de venganza, temores, rechazo, dolores, etc.
“Errar es humano, perdonar es divino”, esta conocida frase es una media verdad, es cierto
que todos cometemos errores, pero el perdón es posible y real porque Dios nos perdona
todos nuestros pecados cuando aceptamos que Jesucristo, Él cargó con ellos en la cruz.
El perdón ante todo es un acto de fe, es también una profunda necesidad que se transforma
en liberación y desata para la acción. No queme puentes, le sorprenderá cuando tenga que
cruzar el mismo río.
Comenzará el día con propósito y victoria si se preguntara: ¿a quién debo perdonar?
Delante suyo la escalera de los doce peldaños del perdón, para aplicarlo con cada uno de
los que lo hayan maltratado u ofendido:
1. Sométase al señorío de Cristo, confiésele que abre su corazón y le rinde su vida, sus
anhelos, emociones, pensamientos, sentimientos y voluntad, todo a Cristo, solo El es
Rey y Señor de su vida. Declárese cubierto con el poder de la preciosa sangre de Cristo
frente a todo tipo de maniobra del maligno.
2. Identifique: Pídale a Dios que el Espíritu Santo le guíe para poder identificar los
hechos y personas que le han causado daño material, físico, moral, emocional y/o
espiritual y que no han sido tratados anteriormente. Si es necesario, solicite la ayuda de
un consejero. Lea antes de orar el Salmo 139.23-24; Jer. 17.9; Luc. 2.35; 1 Cor. 2.10.
4. Pida perdón a Dios por el enojo, rechazo o contrariedad que haya sentido o
manifestado contra El por haber permitido que esa persona le lastimara. En realidad fue
herido por el pecado del hombre, no por Dios, el creó al se humano sin pecado, es más,
Cristo murió por los pecados de la humanidad y resucitó para darnos su vida. (Is. 45.9).
Pídale a Dios que le perdone por no haber perdonado antes, por el enojo, resentimiento,
ira, amargura, el odio, bronca y todo otro sentimiento negativo alojado en su corazón
contra el ofensor. (1ra. Jn. 1.8-9)
5. Renuncie a la venganza (de cualquier tipo). Renuncie a los “grillos que aprisionan”,
espíritus inmundos que atan o se oponen para no soltar perdón. Declárese libre de toda
atadura espiritual y emocional que impida soltar perdón, o cadenas de odio y a
mantener a la persona rehén en sus emociones, confíe el asunto a su abogado defensor
(Rom. 12.19).
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que puede ser lo contrario. Diga: fulano (nombrarlo), te perdono de (detallar los
hechos), cancelo en el nombre de Jesús toda deuda registrada en mis emociones contra
tu persona, declaro que no me debes nada, te suelto en el nombre de Jesús. (Col 3.13,
Mat. 6.14-15). Este puede ser un momento de gran lucha espiritual, tómese fuertemente
de la mano de Jesús y camine junto a El escuchando su firme y tierna voz que le dice,
perdona como yo lo hice.
7. Pída a Dios que perdone al ofensor: ruegue sinceramente a Dios que no le tenga en
cuenta los pecados que la persona cometió contra ud., que la guíe a arrepentimiento,
que la perdone y bendiga en todas las maneras posibles, espiritual, física, familiar,
social, financieramente. (Lc.23.34, Hech. 7.60). Haga ud. lo mismo, declare bendición
sobre la persona, en el nombre de Jesús.
8. Clame a Dios que sane sus heridas: Confíe, Dios conoce como nadie la dimensión y
dolor de sus heridas. Pídale que derrame su poderoso bálsamo sanador (la acción del
Espíritu Santo) sobre cada una de sus heridas y sobre sus dolorosos recuerdos y que le
llene de su presencia y amor (Is. 61.1, Jer. 33.6, Is. 53.4-5). Ponga en acción la fe,
crea, Dios lo hace, el sufrió nuestros dolores para que no padezcamos más, en la cruz
pagó el precio de cada una de las injusticias que los demás cometieron contra su vida,
ahora, crea y recibe por fe su completa sanidad, Dios es fiel y lo esta haciendo en este
momento.
10. Cierre la puerta: proclame que esta puerta ha quedado cerrada y sellada con la sangre
de Cristo, el enemigo no tiene autoridad para entrar y atacarle. En cada oportunidad que
venga a su memoria lo sucedido, considérelo ya tratado por Dios, con la poderosa
sangre de Cristo y la acción el Espíritu Santo. (Is. 43.18)
11. Olvide: no hace mucho vi esta frase en un ambiente cristiano: “perdonamos pero no
olvidamos”, que no se ajusta exactamente a lo que Dios hace y quiere. Todo lo que El
nos ha perdonado dice que también lo olvidó (Miq. 7.18-19), “olvida”, “sepulta”, “hecha
en lo profundo del mar” nuestros pecados para nunca más traerlos a cuenta. Alguien
una vez me confesó: “perdoné a tal persona pero no puedo olvidar lo que me hizo”, es
decir, sigue atada. Olvidar es una decisión, un acto voluntario. Si haz perdonado pero
los pensamientos de lo que sufriste te persiguen, es momento de orar y declarar “decido
olvidar en el nombre de Jesús las ofensas …. que me hizo …..”. Olvidar no es eliminar,
el registro permanecerá en nuestra memoria pero ya no como algo obsesivo, que nos
hace sentir mal, ya no necesitaremos invocarlo, como tampoco resurgen con carga
emocional que reedita el dolor, así seremos verdaderamente libres para comenzar una
nueva etapa de nuestra vida!.
12. Romper prisiones: cuando perdonar se hace imposible a pesar de los intentos, es
señal de que puede existir una barrera o prisión espiritual. Pedir ayuda a un siervo del
Señor para que ministre, primero tratando de discernir junto con el ministrado cual es el
origen o la causa de esta prisión (por ej. un padre que no haya perdonado a su hijo, este
de grande tiene dificultades de hacerlo con otros) rompiendo esas ataduras o prisiones
en el nombre de Jesús (Is.42.7), declarando libre a la persona para que pueda soltar
perdón desde su corazón, retomando el paso que corresponda
¡Ahora a disfrutar de la libertad que Dios te ha dado!, eres libre para extenderte y alcanzar
el propósito que Dios tiene para su vida, sabiendo que cuenta con el favor del Señor en todo
lo que sea bajo su voluntad, porque ha alegrado su corazón.
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ANEXO 3: ASPECTOS PRÁCTICOS EN LA ATENCIÓN DE PERSONAS
b) Los que ministren deben estar en oración durante el día de la entrevista, siendo
imprescindible el ayuno frente a casos de liberación.
e) Muy importante: debemos tener en claro y explicarlo que somos meros instrumentos bajo la
guía y poder de Dios, que quien ministra es el Espíritu Santo, orar declarándolo. Si hay
fruto, es porque estamos unidos a la Vid y todo es para la gloria del Padre (Jn. 15.5, 7-8)
g) Tomar nota de todo lo que tiene que arrepentirse delante de Dios (ej. odio, brocas),
perdonarse a sí mismo, perdonar a otros (nombre de la persona y ofensas), renunciar (ej,
participación en ocultismo, espíritu de odio, etc), revocar (autoridad sobre su cuerpo en las
relaciones sexuales, maldiciones auto-impuestas) cortar maldiciones, aspectos a ser
ministrado en liberación
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ANEXO 4: SALUD Y ENFERMEDAD
El ser humano como paradoja: criatura hecha a imagen y semejanza de Dios y con su libre
albedrío constituido en pecador esclavizado y apartado de la gloria de su Creador, factor
desencadenante de toda miseria humana.
Jesucristo como paradigma de salud integral (física, emocional y espiritual) y dador de Vida.
Debemos saber llevar una vida en paz, armoniosa, dominar nuestros impulsos y llegar a
controlar los conflictos. Para lograr ese estado de salud es necesario tener momentos de relax
personal, de reflexión personal, de oración, de convivencia familiar, periódicamente hacerse un
chequeo médico y tener una dieta balanceada con ejercicio físico adecuado, no estaría de más.
Procurar hacerse un auto-análisis. Y lo principal, confiar plenamente en Dios entregándole
todas nuestras cargas, ansiedades, preocupaciones.
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tendencia al suicidio. Existen tres tipos de grupos en los que se clasifican a las personas
enfermas:
⁃ 1er.: enfermos con marcado cambio depresivo (25%);
⁃ 2do.: melancólicos (94% del 75% del total)
⁃ 3er.: maníacos (6% del 75% del total).
c) Delirios crónicos: Este tipo de enfermedad puede presentar dos formas: paranoia, que
es un tipo de "locura razonante" y se caracteriza por: delirio lógico, coherente,
monotemático. No se advierte un deterioro del yo intelectual, está bien constituido y es
difícil detectar. Los síntomas de esta enfermedad son: deseo de reivindicación, conducta
agresiva, marcado sentimiento pasional; parafrenia, es un delirio encapsulado, viven
normalmente pero tienen un delirio disociado del resto de la personalidad.
2. Neurosis: Comparada con la psicosis, los trastornos negativos son menos marcados, la
regresión es menor, menos masiva. No tiene alucinaciones, pero puede llegar a deformar la
realidad. Son un conjunto heterogéneo de trastornos centrados por la angustia. El juicio de
la realidad no está perturbado. Se manifiestan en las relaciones interpersonales, incluso
sexuales. Los cuadros que presenta esta enfermedad son los siguientes:
a) Obsesivas: Se da más en los hombres. Ideas y actos compulsivos (ideas que surgen y
gradualmente se repiten. Ejemplo: fracaso en el estudio, etc.). Super yo muy fuerte,
muchos prejuicios, escrupulosos de ciertas cosas, gran necesidad de exactitud,
pulcritud, necesidad de no ser interrumpido, rígido en su apariencia.
4. Toxicomanías: Intenta satisfacer una necesidad por medio de la absorción habitual de una
droga. El hábito puede ser adquirido en forma voluntaria. A veces se produce por la
búsqueda, o por ofrecimientos, o a veces por mediaciones (morfina), que se transfiere en
hábito.
Importante: el objetivo de esta síntesis es solo tener una idea general de la existencia de esta
problemática y de ninguna manera intentar diagnóstico alguno, puesto que éste solo podrá ser
elaborado por el profesional competente.
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