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LOS VIVOS COLORES DE MUCHAS ESPECIES DE LÍQUENES LOS HACEN ESPECIALMENTE LLAMATIVOS
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C A P Í T U L O 7
INTRODUCCIÓN Durante el siglo XIX la liquenología alcanzó un rápi-
do desarrollo, con un importante avance en lo concer-
niente a la descripción de géneros y de multitud de espe-
L
iquen quiere decir ‘costra’ y fue el término utili-
cies, tanto de Europa como de otros continentes. Uno
zado por Teofrasto de Ereso para designar unos
de los principales artífices de esta labor fue el finlandés
vegetales que, con ese aspecto, crecían en las
Nylander, que desarrolló parte de su trabajo en París y
cortezas de los olivos. La palabra se conservó en el len-
describió unas cinco mil nuevas especies. Los líquenes
guaje científico médico para nombrar un conjunto de
son ya un grupo vegetal bien establecido y se consideran
enfermedades de la piel y, en botánica, para dar nombre
con la misma categoría que las algas o los hongos en los
a algunas plantas terrestres, no organizadas en raíces,
sistemas de clasificación.
tallos y hojas (a las que globalmente se denomina talófi-
Sin embargo, el concepto del grupo cambiará a lo lar-
tos). Hasta el siglo XVII, los naturalistas no diferenciaron
go del siglo. Desde 1825 se conocía la existencia en los
los líquenes de las hepáticas y musgos, y aplicaron indis-
tintamente el nombre de lichen o muscus a este variado
conjunto. A partir de ese siglo los grupos naturales fue-
ron diferenciados por los botánicos, y los talófitos empe-
zaron a figurar en las clasificaciones botánicas, aunque,
frecuentemente, con gran imprecisión.
El estudio de los líquenes debe gran parte de su ter-
minología al botánico sueco Acharius, que en el siglo
XVIII describió muchas características macroscópicas
del talo y sus estructuras reproductoras, que sirvieron de
base a las primeras descripciones y clasificaciones.
FOTÓGRAFO: : ESTUDIO D IN NET
158
talos liquénicos de dos tipos de células: unas incoloras y afirmar que los líquenes “no son más que algas pene-
otras verdes. Estas últimas se interpretaron como células tradas por hifas de los hongos”. En 1867 y 1869 el suizo
reproductoras y por eso se las denominó gonidios. Schwendener demostró, en unos meticulosos experi-
Pero algunos botánicos percibieron el gran parecido de mentos, la doble naturaleza de los líquenes, formados
los gonidios con las algas, y la similitud de los elementos por la unión de un alga y un hongo.
incoloros con las hifas fúngicas. Hacia mediados de siglo Algunos años después De Bary (1879), otro investiga-
tuvo lugar una fuerte polémica entre los liquenólogos dor de la época interesado en el estudio de la anatomía y
sobre la naturaleza de estos elementos y su significado la micología, propuso el término simbiosis y el concep-
en el talo liquénico. to de mutualismo para definir la asociación benéfica de
Los micólogos, que observaban hifas en los talos de dos organismos, pertenecientes a diferentes especies,
los líquenes y la semejanza de las fructificaciones de que viven en equilibrio. Aunque con cierta resistencia
estos con las de muchos hongos, fueron los primeros en inicial, los botánicos aceptaron la doble naturaleza de los
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FIGURA 1. LA ASOCIACIÓN ALGA-HONGO INTERPRETADA patógeno. Esto no es extraño, pues la liquenización es
COMO UN PARASITISMO CONTROLADO una estrategia que utilizaron distintos grupos de hongos
en diferentes ocasiones a lo largo de la historia, de mane-
ra que los líquenes no pueden considerarse evolutiva-
mente como un grupo monofilético, y por ello el grado
de liquenización puede variar enormemente según los
casos.
Una definición de liquen satisfactoria para la mayo-
ría de los liquenólogos, pues fue aprobada por la Asocia-
ción Internacional de Liquenología en 1982, es la
siguiente: “Un liquen es una asociación de un hongo y
un simbionte fotosintético, de la que resulta un talo esta-
ble de estructura específica”. La estabilidad hace referen-
Fuente: Ahmadjian, 1993 cia a la capacidad de reproducir la asociación mantenien-
do sus características. La estructura específica alude a
líquenes, calificándola como simbiosis o asociación que el talo, o aparato vegetativo de los líquenes, no se
liquénica. Por eso los liquenólogos actuales denomi- presenta ni en algas ni en hongos de vida libre. Y esta es
nan al componente fúngico como micosimbionte o precisamente una de las originalidades de los líquenes
micobionte (de mycos: ‘hongo’) y al componente algal frente a otro tipo de asociaciones biológicas, ya que casi
ficosimbionte o ficobionte ( de fycos: ‘alga’), aunque siempre existe una importante diferencia morfológica
últimamente se ha impuesto el término fotobionte entre un liquen y el aspecto aislado de los simbiontes
para referirse al simbionte fotosintético, ya que este pue- que la integran.
de ser tanto un alga como una cianobacteria. Se considera que existen entre 13.500 y 17.000 espe-
Una pregunta surge inmediatamente: ¿se benefician cies de hongos liquenizados pertenecientes a más de un
por igual los dos simbiontes? Schwendener (1869) inter- millar de géneros, que se asocian con unas cien especies
pretó la asociación como un parasitismo del micobionte de fotobiontes pertenecientes a menos de cuarenta
sobre el alga, pues esa forma de vida es frecuente en los géneros. Sin embargo, solo tres géneros de fotobiontes,
hongos; según sus propias palabras: “los líquenes no son Trebouxia y Trentepohlia entre las algas verdes, y Nos-
simples plantas, ni siquiera son individuos en el sentido toc entre las cianobacterias, suministran el simbionte a la
corriente de la palabra; ellos se parecen más a una colo- mayoría de los líquenes, de manera que la misma espe-
nia que consiste en cientos de miles de individuos, de los cie de alga puede repetirse en líquenes muy diferentes.
que sin embargo uno solo hace el papel de amo, mien- Por otra parte, aunque las algas liquenizadas están toda-
tras que el resto, por siempre prisionero, prepara el ali- vía poco estudiadas, se conocen casos en los que el mis-
mento para sí mismo y su amo”. mo hongo puede asociarse con distintas especies del
Por el contrario, De Bary propugnó un mutualismo: mismo género de fotobionte sin que se aprecien diferen-
ambos salen beneficiados, pues asociados algas y hon- cias en la morfología del liquen. Por ello no debe sor-
gos pueden vivir en ambientes en los que sería imposi- prendernos que la taxonomía de los líquenes se base casi
ble la vida independiente de cualquiera de los dos. exclusivamente en las características fúngicas y que
A pesar del tiempo transcurrido y de las muchas según el Código Internacional de Nomenclatura Botáni-
observaciones y experimentos realizados sobre la rela- ca el nombre de los líquenes se refiera al componente
ción entre los simbiontes, la pregunta aún no tiene una fúngico de la asociación, mientras que el ficobionte se
respuesta clara y en la actualidad sigue habiendo partida- nombra de forma independiente con sus propios nom-
rios del mutualismo y partidarios de un parasitismo no bres específico y genérico.
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COMPONENTES La mayoría de los hongos liquenizados pertenecen a
la clase de los ascomicetes, el mayor de los grupos de
DE LA ASOCIACIÓN LIQUÉNICA hongos, que comprende casi tres mil géneros y más de
28.000 especies distribuidas en 37 órdenes. De estos
DESDE FINALES DEL SIGLO XIX LOS CARACTERES DE ESPORAS, ASCOS Y ASCOCARPOS SON FUNDAMENTALES EN LA TAXONOMÍA DE LOS LÍQUENES
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nizados son muy escasos se cree que la simbiosis es un hongos, las peculiaridades de la asociación liquénica per-
“descubrimiento” independiente de algunas especies. miten considerarlos como un grupo biológico peculiar.
En la asociación, el micobionte se reproduce como En la naturaleza, los micobiontes son incapaces de
los hongos de vida libre, y sobre los talos liquénicos se vivir si no se asocian a un alga determinada. En el labora-
forman ascocarpos, con características semejantes a las torio pueden cultivarse, en ausencia de algas, en medios
de cualquier ascomicete. Los ascocarpos fueron consi- con nutrientes orgánicos. En estas circunstancias las
derados por los primeros liquenólogos como las fructifi- características de estos hongos cultivados son semejan-
caciones del liquen; así, desde mediados del siglo XIX, y tes a las de los hongos de vida libre. El crecimiento es
sobre todo desde principios del XX, la taxonomía se fue muy lento, se pueden formar colonias y agregaciones de
configurando a partir de las características de las espo- hifas, que recuerdan la forma del talo liquénico, pero
ras, ascas y ascocarpos. nunca se consigue la estructura interna que presentan
Unas 200 especies liquénicas están formadas por los talos naturales.
hongos imperfectos o deuteromicetes. Estos, al igual En el talo, algunas hifas del micobionte establecen
que las formas de vida libre, son probablemente ascomi- contacto con las células del alga para permitir el inter-
cetes que han perdido la capacidad de reproducción cambio de nutrientes. Por medio de la microscopía elec-
sexual o cuyos cuerpos fructíferos no se han observado trónica se han revelado diferentes tipos de contacto. En
nunca. Como ocurre en los casos anteriores, la sistemáti- la mayoría de las especies la conexión entre los simbion-
ca de los deuteromicetes liquenizados sigue las pautas tes es de tipo haustorio mediante evaginaciones en la
del grupo. pared del micobionte que pueden penetrar más o
Ante esta situación, no es extraño que los líquenes menos en el interior de la célula algal e incluso atravesar
fueran eliminados como grupo taxonómico indepen- completamente su pared celulósica. En otros casos la
diente del Código de Nomenclatura Botánica en 1981, y relación es mucho más suave, limitándose el hongo a
que haya una tendencia, cada vez más extendida, a deno- envolver con sus hifas las células algales sin producir
minarlos “hongos liquenizados”. De todas formas, aun- haustorios. Se ha observado una relación entre la com-
que taxonómicamente no puedan dejar de considerarse plejidad del talo y el grado de penetración de los hausto-
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ALGA CIANOFÍCEA DEL GÉNERO STIGONEMA
EN UN TALO LIQUÉNICO
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FIGURA 3. GÉNEROS DE CIANOFÍCEAS MÁS FRECUENTES FIGURA 3. GÉNEROS DE ALGAS VERDES MÁS FRECUENTES
EN LOS LÍQUENES EN LA ASOCIACIÓN LIQUÉNICA
SCYTONEMA NOSTOC TREBOUXIA
TRENTEPOHLIA
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FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA) FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
liquénicos. Aunque variables, los talos de los líquenes variación es tan grande que se establece una subclasifica-
tienen una serie de características comunes: son macros- ción: pulverulentos, continuos, lisos, verrugosos, areola-
cópicos, perennes y resistentes a la desecación, se desa- dos, escuamulosos, lobulados, etc. En algunos se puede
rrollan sobre la superficie del sustrato en el que viven y observar un protalo, parte inicial del talo constituida
suelen constituir densos plecténquimas (falsos tejidos) exclusivamente por hifas, de color diferente a la superfi-
formados a partir de las hifas del micobionte. cie y visible en el borde o entre las aréolas del liquen.
165
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
aspecto de diminutos árboles o matorrales que tienen
muchos de ellos, especialmente los que viven directa-
mente sobre el suelo. Las “barbas de capuchino” (género
Usnea), frecuentes en las ramas de muchos árboles y
que, en algunos casos, adquieren un tamaño notable,
son un típico ejemplo de esta bioforma.
Muchos autores refieren a este biótipo los llamados
“talos compuestos”, propios de pocos géneros, pero
algunos con numerosísimas especies y con una gran
importancia ecológica, como es el caso del género Cla-
donia. Como su nombre indica, en estos talos se apre-
cian dos formas de crecimiento, una basal de tipo crustá-
ceo o escuamuloso y, sobre ella, otra de tipo fruticuloso
y simetría radiada. En la mayoría de los talos compuestos
es la parte fruticulosa la más desarrollada y persistente,
lo que justifica su inclusión en este biótipo.
TALOS HOMÓMEROS Y
HETERÓMEROS
La estructura o anatomía de los talos liquénicos no es
homogénea, pero la repetición de las mismas caracterís-
ticas en muchos de ellos permite establecer una agrupa-
ción o clasificación. La más aceptada admite dos tipos
básicos: estructura homómera y heterómera.
ESTRUCTURA HOMÓMERA
TALO DE PARMELIA En los talos homómeros, fico- y micobionte se entre-
mezclan sin una ordenación especial en todo el talo, de
manera que en cualquier punto de este pueden encon-
trarse células del alga. En su mayoría son talos de anato-
mía muy simple.
Los más característicos de los talos homómeros son
los gelatinosos, que llevan como ficobionte una cianofí-
cea, participando en gran medida en la construcción del
talo, al que aporta mucho mucílago. Esto les confiere un
FOTÓGRAFO: VARELA VILARIÑO
166
El concepto de homómero se aplicó en principio está pigmentado y las coloraciones, variadísimas, se
exclusivamente a los talos gelatinosos, pero otros tipos corresponden lógicamente con las de la cara superior
de talo presentan también esta mezcla de componentes del talo. En la superficie se pueden formar capas delga-
y pueden considerarse dentro de este grupo. Un ejem- das de sustancias secretadas por las hifas, de naturaleza
plo son los talos leprarioides, de aspecto pulverulento, péctica o cristalina, como son los cristales de oxalato cál-
formados por hifas que rodean grupos de algas verdes cico que constituyen la pruína y dan un aspecto harinoso
sin ningún tipo de estructura protectora. Los géneros a la superficie del talo. Los cúmulos de sustancias colore-
Lepraria y Chrysothrix, que forman costras pulverulen- adas en el córtex superior tienen un papel primordial en
tas sobre cortezas, son buenos ejemplos de este tipo de la protección del talo de una excesiva iluminación, inclu-
talo homómero. yendo la protección contra la radiación ultravioleta. Las
Los tres biótipos se encuentran representados en la pruínas funcionan como un filtro variable frente a la
construcción homómera, aunque, frecuentemente, el luminosidad, ya que permanecen opacas cuando el talo
pequeño tamaño de los foliáceos y fruticulosos los hace está seco y se vuelven translúcidas a medida que se
pasar desapercibidos. humedece, permitiendo solo entonces el paso de la luz
En la mayoría de los casos la anatomía homómera se hasta la capa algal.
puede considerar primitiva, pero se conocen ejemplos •Capa algal. Es el único estrato en el que se mez-
de talos que la presentan por un proceso de regresión. clan fico- y micobionte; se dispone siempre inmediata-
Así, en géneros que habitualmente tienen estructura mente por debajo del córtex superior, su grosor es varia-
compleja se conocen especies con talos de tipo lepra- ble y en algunos casos discontinuo. A simple vista, o con
rioide: un ejemplo es Lecanora conizaeoides, amplia- una lupa de poco aumento, este estrato se aprecia fácil-
mente extendida en las ciudades europeas por su resis- mente, en una sección transversal, por el color verde o
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FOTÓGRAFO AMBAS FOTOS: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA) FOTÓGRAFO AMBAS FOTOS: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
TALOS HETERÓMEROS TALOS HOMÓMEROS
Los talos heterómeros se caracterizan porque su ficobionte está agrupado en un En los talos homómeros el ficobionte y el micobionte se mezclan sin ningún orden, de modo que
único estrato (la capa algal), en el que también se encuentran hifas de micobionte, en cualquier punto del talo pueden encontrarse células del alga y su anatomía es muy simple
de modo que esa es la zona en la que ambos simbiontes contactan e intercambian
nutrientes
Córtex superior
Capa algal
Médula
y córtex inferior
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FOTÓGRAFO AMBAS FOTOS: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
ESTRUCTURAS DEL TALO
Los talos fruticulosos de simetría radiada pueden estar huecos en el centro; así se aprecia en este ejemplar de Cladonia.
Los cilios son una formación talina que caracteriza a algunas especies, como puede observarse en esta imagen de Parmelia perlata
CLADONIA
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ESTRUCTURAS Algunas tienen una clara función de fijación al sustra-
to y aparecen en la cara inferior del talo o en su base; en
SUPERFICIALES DEL TALO los talos foliáceos el sistema más frecuente de sujeción
es la formación de rizinas, que proceden del córtex
Especialmente en los talos foliáceos y fruticulosos, inferior y suelen tener, como él, color oscuro. Formacio-
pueden encontrarse formaciones no relacionadas con la nes semejantes a las rizinas se pueden presentar en el
reproducción que se presentan en la superficie del talo, borde del talo; reciben el nombre de cilios y su función
tanto en la cara superior como en la inferior. no está clara. Los talos fruticulosos suelen unirse al sus-
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
170
trato mediante un disco basal, muy visible por ejemplo pueden ser circulares, ovoides o alargadas, y formarse
en las especies de Usnea; el disco procede de la médula tanto en la cara superior como en la inferior. Varias espe-
y solo algunas de las hifas que lo forman penetran en el cies del género Parmelia forman pseudocifelas en el
sustrato. córtex superior, mientras que Pseudocyphellaria las
Otras formaciones parecen estar relacionadas con la presenta muy numerosas en la cara inferior. Las cifelas,
aireación del talo y se presentan como roturas o poros a modo de poros con límites bien marcados, son más
en el córtex. Las más frecuentes son las pseudocifelas, complejas, pues presentan un córtex especial, se forman
interrupciones del córtex por intrusión de la médula; siempre en la cara inferior y son características del géne-
ro Sticta.
Más curiosas e interesantes son las formaciones lla-
madas cefalodios, que pueden ser internos, pero gene-
ralmente se desarrollan en la cara superior del talo. Se
presentan en talos cuyo ficobionte es una clorofícea, y
están formados por hifas del micobionte asociadas a otro
ficobionte, una cianofícea.
Los cefalodios externos son de color oscuro, con for-
ma de verrugas, escamitas o diminutos arbustos, de
aspecto completamente diferente al del talo en el que se
forman. Como el micobionte es el mismo, este cambio
morfológico suele ser atribuido al diferente ficobionte, y
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
TIPOS DE ASCOCARPOS
En la mayoría de los hongos liquenizados el resultado de la reproducción es la formación de ascocar-
pos (cuerpos fructíferos de origen sexual que contienen las ascósporas) con forma de apotecio (discoi-
dales, aplanados)
172
es uno de los argumentos esgrimidos para sostener que
el ficobionte es esencial en la morfogénesis del talo
liquénico. Aunque esta teoría no es aceptada por todos
los liquenólogos, en cambio todos están de acuerdo en
la conveniencia de esta asociación para el micobionte,
pues las algas azules fijan nitrógeno atmosférico y le
transfieren compuestos nitrogenados. Estas formacio-
nes se encuentran muy bien desarrolladas en algunas
especies del género Lobaria, frecuentes en viejos bos-
ques de Andalucía, sobre todo en su mitad occidental. O
en las especies del género Solorina presentes en algu-
nos suelos de montaña de la región.
REPRODUCCIÓN (MULTIPLICACIÓN
VEGETATIVA) DEL TALO LIQUÉNICO
La asociación liquénica consigue perpetuarse
mediante una serie de procesos que implican a los dos
simbiontes; son, lógicamente, formas de reproducción
vegetativa que pueden referirse a las generales para todo
el conjunto de los talófitos.
La fragmentación consiste en que cualquier trozo de
talo que se desprende al azar es capaz de regenerar un
talo completo. Este mecanismo tan simple es especial-
mente importante en los talos fruticulosos, que se vuel-
ven muy frágiles cuando están desecados y sobre los que
la acción del viento es mucho mayor que en los foliáceos
o crustáceos, que son rastreros.
PERITECIOS
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FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
LOS TALOS DE LOS LÍQUENES SE COMPORTAN DE FORMA PASIVA FRENTE AL AGUA. EN LA IMAGEN,
TALOS DE LASALLIA PUSTULATA EMBEBIDOS DE AGUA DE LLUVIA
liquenizados son la espermatización y la autofecunda- interna recuerda a la del talo, su color es casi siempre
ción. En otros líquenes el proceso sería una somatoga- coincidente con este y muestran una capa interna de
mia, pues ni siquiera se pueden apreciar los ascogonios. algas. Los géneros Lecanora o Parmelia son ejemplos
El resultado de la reproducción es la formación de de este tipo.
ascocarpos, que emergen a la superficie del talo. La •Apotecios lecideínos. Carecen de ese reborde
mayoría de los hongos liquenizados forman sus ascocar- talino, aunque pueden presentar un margen propio del
pos por desarrollo ascohimenial y generalmente con for- mismo color que el disco. Los géneros Lecidea, Lasallia
ma de apotecio. Tambien existen peritecios en algunos o Porpidia son ejemplos de esta clase de apotecio.
órdenes; pero, en cambio, los cleistotecios no se cono- •Apotecios histeriformes o lirelas. En algunos
cen en los líquenes. En algunos líquenes los ascocarpos órdenes se forman apotecios alargados, abiertos por una
son de desarrollo ascolocular; en general pertenecen a hendidura que descubre el himenio. Los géneros Gra-
órdenes con representantes de vida libre. phis y Phaeographis presentan lirelas de color oscuro
Como en los ascomicetes libres, los apotecios de los muy características.
líquenes son variables en desarrollo, pudiendo ser Los ascocarpos contienen ascas y paráfisis. Las ascas
angiocárpicos o hemiangiocárpicos, y diversos en su for- se pueden clasificar por su modo de apertura y la consis-
ma y estructura. Estas características son importantes tencia de su pared, del mismo modo que en los ascomi-
para establecer órdenes, familias o géneros. Algunos de cetes libres; los tipos prototunicado y bitunicado se
los tipos de apotecios son los siguientes: conocen en una serie de géneros, pero la gran mayoría
•Apotecios lecanorinos. Están rodeados por un de los líquenes presentan ascas unitunicadas de gruesas
reborde talino, que se llama así porque su estructura paredes y de tipo inoperculado. En su ápice aparece una
175
HABITANTES DE AMBIENTES EXTREMOS
En las zonas desérticas, los líquenes son a menudo la vegetación dominante, porque para satisfacer sus escasos requerimientos hídricos basta el aporte del rocío
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
zona engrosada, el aparato apical, muy variado en estruc- tabiques transversales (septadas) o transversales y lon-
tura y que es un carácter fundamental en la taxonomía gitudinales (muriformes). Sus características son fun-
del grupo. damentales para diferenciar familias, géneros y especies.
Una característica peculiar de los ascomicetes lique- Cuando las ascósporas son liberadas al medio, deben
nizados es que sus ascocarpos son perennes y las ascas entrar en contacto con el ficobionte adecuado para esta-
se van formando poco a poco durante períodos de tiem- blecer la asociación y constituir un nuevo individuo, ya
po prolongados, un comportamiento muy distinto al de que las hifas del micobionte son incapaces de prosperar
sus congéneres de vida libre. sin establecer la simbiosis.
En el interior de las ascas se constituyen las esporas •Picnidios. En la superficie del talo de muchos
(ascósporas), generalmente en número de ocho, pero líquenes se pueden ver diminutos puntos negros que
en algunos géneros lo hacen en mayor número: más de corresponen a los ostíolos de los picnidios. Su interior
cien en Acarospora o Polisporina, y en otros, por el está tapizado de conidióforos que, por conidiogénesis
contrario, en número de una o dos, como en algunas fialídica, forman numerosísimas y diminutas esporas, los
especies de Pertusaria o Staurothele. Las ascosporas conidios. A estas esporas se les atribuye una función en
pueden tener formas y tamaños muy distintos, ser inco- la espermatización, aunque pueden ser también una for-
loras o coloreadas y unicelulares o pluricelulares, en ma de reproducción asexual del micobionte y, como las
cuyo caso cada célula tiene capacidad germinativa inde- ascósporas, originan un nuevo talo liquénico al estable-
pendiente. La compartimentación puede hacerse con cer contacto con el ficobionte adecuado.
176
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
EL ROCÍO Y LA ESCARCHA QUE SE DEPOSITAN SOBRE LOS TALOS SON LA PRINCIPAL FUENTE DE APROVISIONAMIENTO DE AGUA PARA MUCHOS LÍQUENES. (BAZA, GRANADA)
FISIOLOGÍA
ción, toman agua de la lluvia, rocío, niebla o en forma
de vapor, cuando la humedad relativa es alta. Así, se lle-
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FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
LOS BAJOS REQUERIMIENTOS NUTRITIVOS DE LOS HONGOS LIQUENIZADOS LES PERMITEN VIVIR SOBRE SUSTRATOS IMPOSIBLES PARA OTROS SERES VIVOS.
RESTOS ÓSEOS COLONIZADOS POR XANTHORIA PARIETINA
178
FOTÓGRAFO: REGINA CRABALLAL (LAS DOS IMÁGENES)
ÁCIDOS LIQUÉNICOS
produce alteraciones en la membrana citoplasmática
Los vivos colores de algunos talos se deben a los ácidos liquénicos, a los que se atribuye una función
que suponen pérdidas de solutos que pueden ser absor- protectora frente a la luz intensa.
bidos por el ficobionte. Las reacciones coloreadas de algunos ácidos liquénicos (como las manchas rojas de la imagen inferior)
fueron descubiertas y aplicadas a la taxonomía por Nylander
La duración de los períodos de desecación varía
enormemente según el clima y el hábitat de cada espe-
cie, pero parece esencial para la conservación del estado
saludable de los talos. La resistencia a la sequía es igual-
mente variable de unos líquenes a otros y justifica, en
muchos casos, la distribución geográfica de estos. Las
especies que resisten en vida latente un tiempo más pro-
longado son las que viven en las zonas polares. Las de los
desiertos cálidos son también muy resistentes, pero en
este caso la brusca caída de temperatura por la noche
provoca la formación de rocío, que es absorbido en el
talo, de manera que la fotosíntesis, y con ella el resto de
los procesos vitales, se reanuda con las primeras horas
de luz. En los desiertos muy secos, donde no se produce
rocío, los líquenes son muy escasos o están ausentes.
La capacidad de vida de los líquenes en climas áridos
se debe también a otra de sus características ecológico-
-fisiológicas: la resistencia a las temperaturas extremas y
a las fuertes variaciones térmicas. Incluso en las zonas de
clima templado, los suelos y las rocas descubiertas pue-
den alcanzar en su superficie los 70 °C; aun así, sobre
ellas se suelen encontrar muchas especies liquénicas. Es
evidente que la temperatura del interior del talo está bas-
tantes grados por debajo, y que los pigmentos de la cara
superior hacen un papel protector frente al calor y la luz.
Más llamativa es la resistencia a las temperaturas
VIVOS COLORES EN LOS TALOS
bajas. Muchos talos almacenados durante dos o tres
años en congeladores, a unos 60 °C bajo cero, recuperan
su actividad al ser extraídos. Algunas especies árticas han
sido sometidas en laboratorio a temperaturas inferiores
a -200 °C durante varios días sin que parezcan sufrir nin-
guna alteración. Pero una condición imprescindible para
que puedan sobrevivir es que los talos estén previamen-
te desecados, ya que la escasa cantidad de agua que con-
tienen estos, junto con la riqueza en azúcares de bajo
peso molecular del jugo celular, son las razones que se
esgrimen para justificar esta resistencia a las bajas tem-
peraturas. Ello explica la presencia de los líquenes, como
parte importantísima de la vegetación, en la tundra, en
las regiones polares y en las cumbres de las altas monta-
LAS MANCHAS ROJAS SOBRE LOS TALOS SON UNA REACCIÓN COLOREADA
179
FOTÓGRAFO: FOTOS HORIZONTALES SON DE:
GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
SUSTRATOS ARTIFICIALES
ñas. Esta capacidad no es igual en todas las especies y
Los sustratos artificiales, como el cemento o el asfalto, son colonizados por los líquenes.
existen muchas que exigen ambientes moderados res- Xanthoria parietina es una especie poco exigente para las condiciones ecológicas, lo que le permi-
pecto a la humedad y la temperatura. te vivir en muchos tipos de sustratos y ambientes.
Caloplaca crenularia (con talo oscuro y apotecios rojos) y Lecanora campestris (de talo blanque-
Otra peculiaridad de la fisiología de los líquenes son cino) son dos especies presentes en todo tipo de construcciones.
Los muros de piedra de las construcciones pueden sufrir procesos de biodeterioro a causa de los
sus bajos requerimientos nutritivos, mucho menores líquenes; sin embargo, los talos protegen la piedra contra algunos agentes agresivos externos,
que en los hongos libres e, incluso, en muchas algas. Los como la contaminación atmosférica
hongos liquenizados se comportan biológicamente
como organismos autótrofos y su fuente de carbono son
los azúcares fotosintetizados por el ficobionte. Al ser la
mayoría de los líquenes de anatomía heterómera, el fico-
bionte representa una parte mínima del talo y, por tanto,
los hidratos de carbono, útiles para ambos componentes
de la asociación, están siempre en una cantidad muy
baja. Hay que considerar que los polisacáridos, además
de fuente de energía, son componentes esenciales de las
paredes celulares del fico- y del micobionte, por lo que el
crecimiento del talo depende en gran medida de la dis-
ponibilidad de estos.
La escasez de compuestos carbonados explica otra de
las características de los hongos liquenizados, su lento
crecimiento, que contrasta enormemente con el rápido
CEMENTO COLONIZADO POR LÍQUENES
desarrollo de los micelios de los hongos de vida libre.
Aunque, en general, los líquenes crecen pocos milíme-
tros cada año, hay notables diferencias entre especies, líquenes pueden tener una existencia tan dilatada:
además de la influencia de las condiciones ambientales. muchos foliáceos viven unos 20-30 años y algunos terrí-
También la morfología es un factor que se debe conside- colas no sobrepasan los cinco, aunque los saxícolas de
rar; está comprobado que el crecimiento anual es mayor biótipo crustáceo son frecuentemente centenarios.
en las especies fruticulosas que en las foliáceas, y en estas Los hongos liquenizados, parcos en sus requerimien-
últimas mayor que en las crustáceas. Teniendo en cuenta tos de carbono, lo son también para el resto de los bioe-
estos factores, no es extraño que los líquenes que crecen lementos: nitrógeno, fósforo, potasio, etc., que obtienen
más lentamente sean los crustáceos que viven sobre fundamentalmente de la atmósfera en cantidades muy
rocas en las zonas frías. Esta característica, que les obliga a bajas, mucho menores que algas y hongos de vida libre
elegir ambientes muy estables y les impide competir por pero, sin embargo, suficientes para su vida. En los talos
el espacio con seres que crecen a mayor velocidad, les que llevan cianofíceas, el aporte de nitrógeno procede
convierte en la vegetación dominante de los ambientes de la fijación realizada por ellas. Los líquenes crustáceos
extremos, como las superficies de roca de alta montaña que viven sobre rocas y suelos, en íntimo contacto con el
donde casi ningún otro organismo puede desarrollarse. sustrato, pueden adquirir de él algunos nutrientes. En
Aunque de lento crecimiento, los líquenes son resumen, los bajos requerimientos en nutrientes inorgá-
perennes y en general viven muchos años, siendo las nicos y el autotrofismo permiten que los líquenes se
especies de talo en costra las más longevas. A algunos desarrollen en sustratos muy diferentes a los de los hon-
individuos del género saxícola Rhizocarpon, desarrolla- gos de vida libre.
dos en rocas alpinas, se les ha calculado una vida que se Otra de las características propias de los líquenes es
aproxima a los mil años. Por supuesto, no todos los la capacidad de almacenar elementos y compuestos pre-
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FOTÓGRAFO: LAS 2 FOTOS INFERIORES SON DE:
GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA) FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
XANTHORIA PARIETINA
ECOLOGÍA
tan estrictas de humedad ambiental, luminosidad, pure-
za del aire, etc., que solo se encuentran en bosques anti-
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LAS CORTEZAS DE LOS ÁRBOLES ALBERGAN COMUNIDADES LIQUÉNICAS MUY VARIADAS. EN ESTA IMAGEN,LÍQUENES FOLIÁCEOS
SOBRE CORTEZAS DE ALCORNOQUE
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
casos, la existencia de un determinado factor ambiental. grano grueso la penetración de las hifas es mayor que en
Los líquenes son importantes colonizadores prima- los de grano fino, etc. Este fenómeno, llamado biodete-
rios en suelos desnudos y rocas, donde desempeñan un rioro, se produce también en la piedra de las construc-
importante papel ecológico. En los suelos desnudos ciones, muy frecuentemente colonizadas por líquenes,
fijan las partículas, protegiéndolos de la erosión, contra provocando en algunos monumentos daños a veces
la acción del viento y de las lluvias intensas, mantienen la irreparables. En muchas ocasiones la restauración de
humedad y retienen esporas, semillas, etc., contribuyen- obras arquitectónicas lleva a una eliminación total de los
do a la sucesión vegetal. talos liquénicos. Esto debe hacerse después de una cui-
Los líquenes saxícolas, especialmente los de talo dadosa valoración, ya que, a veces, el deterioro provoca-
crustáceo, penetran en la roca, y sus hifas y los ácidos do por los líquenes es un proceso muy lento y, en cam-
liquénicos producen alteraciones físicas y químicas que bio, en algunos ambientes los talos protegen la piedra
acaban disgregando la piedra, iniciándose la formación de otros agentes agresivos externos, como la contami-
de suelo. El proceso es muy lento y varía según el tipo de nación atmosférica. Este factor debe tenerse en cuenta
roca; en las calizas la acción de los ácidos liquénicos es especialmente en las áreas urbanas. En muchos casos
mucho mayor que en las rocas ácidas; en los granitos de los variados colores de los líquenes embellecen y dan
183
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
carácter a los monumentos antiguos o ayudan a mejorar
las propiedades de los materiales constructivos como
las tejas.
Las comunidades liquénicas de rocas y cortezas dan
cobijo y alimento a un amplio conjunto de seres vivos,
especialmente insectos y gasterópodos, algunos de los
cuales parecen estar asociados a determinadas especies.
Entre las interacciones de los líquenes con otros organis-
mos son llamativas las que mantienen con algunos hon-
gos que parasitan el talo o los cuerpos fructíferos, cau-
sando daños muy variables: destrucción del córtex,
ausencia de esporas del liquen e incluso la muerte, pero
en bastantes casos no provocan ningún mal aparente.
Estudios realizados en bosques de Norteamérica han
demostrado que la contribución de los líquenes a la pro-
ducción primaria es mucho mayor de lo que se suponía.
Algo semejante se comprueba en cuanto al aporte de
sustancias nitrogenadas en los bosques tropicales. Pro-
bablemente los líquenes de las zonas templadas desem-
LAS ORCHILLAS SE HAN USADO DESDE LA ANTIGÜEDAD peñen, en estos aspectos, un papel más relevante del
PARA TEÑIR DE ROJO-PÚRPURA TEJIDOS DE SEDA Y LANA hasta ahora supuesto.
En Andalucía, cortezas, rocas, piedras, taludes,
FOTÓGRAFO: M. CASARES Y COLABORADORES
184
EVERNIA PRUNASTRI
tes de las zonas árticas recolectan líquenes del suelo para
Evernia prunastri, recolectada de forma masiva en áreas mediterráneas, es común en cortezas de
alimento del ganado y de ellos mismos. El “liquen de árboles caducifolios y también se utiliza en perfumería
Islandia” (Cetraria islandica) es una de las especies más
utilizadas para fabricar una harina panificable; su uso
está recomendado para los diabéticos.
Los habitantes de las áreas desérticas de Asia y el nor-
te de África utilizan con el mismo fin Aspicilia esculenta,
un liquen que vive sobre el suelo pero tan poco adherido
que los vientos pueden desprenderlo y entonces crece
formando esferas que el viento va girando y transporta a
185
la dismenorrea. Algunos preparados homeopáticos lle-
van extractos de varios líquenes en su composición. Aun-
186
FOTÓGRAFO: GRUPO DE INVESTIGACIÓN (REGINA)
nes históricas (la sensibilidad a la contaminación de
muchas especies se descubrió a finales del siglo XIX)
explican que los hongos liquenizados se encuentren
entre los organismos más utilizados en bioindicación.
Los talos liquénicos pueden utilizarse como bioacumu-
ladores y se puede medir en laboratorio su contenido en
contaminantes como metales pesados, compuestos fluo-
rados y oxidantes fotoquímicos. Los estudios de bioacu-
mulación se hacen mediante transectos centrados en el
foco emisor. Para evaluar la información obtenida son
imprescindibles las comparaciones con material de con-
CETRARIA ISLANDICA, EL LIQUEN DE ISLANDIA, CON EL QUE SE FABRICAN
trol procedente de zonas limpias. Azufre, flúor, plomo, GRAGEAS ANTICATARRALES EN PAÍSES DEL NORTE DE EUROPA
cobre, zinc y varios radioisótopos han sido detectados y
evaluados mediante líquenes en muchas áreas del mundo. visibles: variaciones en la coloración y en la forma, apari-
Muchos contaminantes provocan en los talos altera- ción de zonas necrosadas y cambios en la ultraestructura
ciones detectables en el campo o en el laboratorio, que y fisiología (deformaciones en las mitocondrias y en los
han sido descritas para muchos elementos y compues- cloroplastos, disminución de la tasa de fotosíntesis,
tos, aunque las más estudiadas son las provocadas por el degradación de la clorofila, etc.). Aunque los efectos del
dióxido de azufre. Este compuesto produce alteraciones SO2 son iguales en todas las especies estudiadas, la canti-
RAMALINA BOURGEANA, QUE CRECE EN LAS ROCAS DEL PARQUE NATURAL DE CABO
DE GATA (ALMERÍA), ES UNA DE LAS ESPECIES MEDICINALES USADAS EN ANDALUCÍA
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NOTA AL AUTOR: POR FAVOR AÑADA LA CITA CEPEDA FUENTES, 1999
EN LA BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO
15
12
9
LONGITUD (KM)
0 3 6 9 12 15
LONGITUD (KM)
dad de compuesto que absorben y la tolerancia a este es contaminante y las áreas más afectadas, pero no dan valo-
variable, de forma que se puede hablar de especies muy res absolutos de contaminación. Los resultados de
sensibles, sensibles o tolerantes. La sensibilidad al SO2 los estudios por bioindicación suelen reflejarse
está muy bien establecida para muchos de los líquenes en cartografías del territorio estudiado, delimi-
corticícolas de distribución amplia en Europa. tándose áreas de igual nivel de contaminación.
Estos datos son la base del uso de los líquenes como La orografía, el régimen de vientos y otros
bioindicadores, que puede hacerse con métodos muy factores influyen en la extensión y forma de
variados, desde la cuantificación de la tasa de foto- las áreas de isocontaminación.
síntesis hasta el cartografiado de una especie sen- En Andalucía se ha estudiado la contami-
sible en el territorio estudiado. La mayoría de los nación atmosférica en algunas ciudades
métodos de bioindicación utilizan líquenes corti- como Sevilla y Granada utilizando métodos
cícolas, ya que en las especies saxícolas la compo- cuantitativos.
sición química de la roca puede amortiguar los
efectos de los contaminantes; muchos de ellos detectan
la contaminación por dióxido de azufre con una gran
BIBLIOGRAFÍA AL CAPÍTULO 7
precisión. — AHMADJIAN, V., 1993, The lichen simbiosis, J. Wiley, New York.
Los métodos llamados cualitativos se basan en la pre- — GALUM, M., 1988: Handbook of Lichenology, CRC Press.
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titativos evalúan la riqueza florística mediante un índice — NASH, T. 1996: Lichen Biology, Cambridge University Press.
numérico; con ellos se puede detectar cualquier tipo de — SMITH D. C. & DOUGLAS A. E., 1987: The Biology of simbiosis, E. Arnold.
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