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C18 – ESTRUCTURAS METÁLICAS I

Hoja de apoyo 03 – Pandeo local o abollamiento edición 0 – 2019

PANDEO LOCAL o ABOLLAMIENTO

1- Introducción

Sometidas a tensiones normales de compresión actuando en su plano, a tensiones tangenciales,


o a una combinación de ambas, las placas (elementos donde dos dimensiones predominan sobre
el espesor) de que están formadas las secciones utilizadas en estructuras metálicas pueden
abollarse si dichas tensiones superan determinado valor. Dichas placas pueden ser planas como
en el caso de perfiles “I”, “U”, “T”, ángulos simples y dobles, cajones y tubos cuadrados o
rectangulares, o curvas como en el caso de tubos circulares.

Si en el instante en que ocurre el pandeo local no se ha alcanzado la tensión de fluencia (o de


proporcionalidad) en ningún punto de la placa, hablaremos del pandeo local precrítico en
campo elástico. Es posible, en cambio, que para llegar al pandeo local, sea necesario que en
algún sector de la placa se supere la tensión de fluencia (o de proporcionalidad). Ello se debe a
que la placa es más robusta, y para producir su pandeo local se necesita una tensión mayor que
en el caso anterior. Estaremos, entones, frente a un caso de pandeo local precrítico en campo
inelástico.

En ambos casos mencionados, el elástico y el inelástico, se supone que el pandeo local es el


estado final de colapso de la placa. Esto mismo se supone en el pandeo de una barra, lo cual es
muy acertado, ya que luego del pandeo, la barra prácticamente no puede tomar más carga. En
el pandeo local de una placa, por el contrario, y dependiendo de la configuración de apoyos de
la misma (la rigidización de la placa), es posible que algunas fibras pandeen (en el campo elástico
o inelástico), mientras que otras aún no lo han hecho. La placa puede, entonces, resistir una
carga mayor que aquella que produjo el pandeo de la primera fibra, y hablaremos de pandeo
local poscrítico.

2- Pandeo local precrítico en el campo elástico

2.1 – Estudio del problema general

Consideremos un elemento rectangular de placa sometido, por un lado, a una fuerza repartida
p por unidad de longitud perpendicular al plano medio y, por otro lado, a fuerzas actuando en el
plano medio. En Fig. 1 se muestra el más general de dichos estados, con fuerzas Nx y Ny normales
a los bordes del elemento, y fuerzas Nxy rasantes a dichos bordes. Todas estas fuerzas son
funciones de las coordenadas: p = p(x,y), Nx = Nx(y), Ny = Ny(x), Nxy = Nxy(x,y). También cabe aclarar
que estas fuerzas por unidad de longitud no son otra cosa que las tensiones multiplicadas por el
espesor t de la placa: Nx = x.t, Ny = y.t, Nxy = xy (o yx).t.

Como el pandeo local es un fenómeno de inestabilidad que se produce – al igual que el pandeo
de una barra – exclusivamente bajo esfuerzos de compresión, supondremos que las fuerzas Nx
y Ny comprimen la placa. Así se han graficado en Fig. 1., donde se muestra una placa de
dimensiones a y b.

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Fig. 1

Planteado de esta forma el problema, es posible demostrar (Puede consultarse en “Teoría de


Placas y Láminas” de S. Timoshenko, McGraw-Hill, 1959) que la ecuación diferencial que
gobierna las deflexiones w (x,y) de la placa adopta la forma:

∂ w ∂ w ∂ w ∂ w ∂ w ∂ w
B∙ +2∙ + + N ∙ +2∙N ∙ +N ∙ =p Ec. (1)
∂x ∂x ∙ ∂y ∂y ∂x ∂x ∙ ∂y ∂y

donde:

E∙t
B=
12 ∙ (1 − ν )
es la rigidez a flexión de la placa, siendo:

E: módulo de elasticidad longitudinal

: coeficiente de Poisson en período elástico

t: espesor de la placa

De la ecuación general (Ec. 1) recién establecida y siguiendo la teoría de placas, se llega a las
siguientes magnitudes:

Momentos flectores:

∂ w ∂ w ∂ w ∂ w
m =−B∙ +ν∙ m =−B∙ +ν∙
∂x ∂y ∂y ∂x

Momentos torsores:

∂ w
m =−m = B ∙ (1 − ν) ∙
∂x ∙ ∂y
Esfuerzos de corte:

∂ ∂ w ∂ w ∂ ∂ w ∂ w
t =−B∙ + t =−B∙ +
∂x ∂x ∂y ∂y ∂x ∂y

Partiendo ahora de estas ecuaciones generales, veamos dos casos particulares de especial
interés.

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2.2 – Placa con dos bordes simplemente apoyados y dos bordes libres, p = Ny = Nxy = 0

Fig. 2

Este caso particular se muestra en Fig. 2. Con estas condiciones de vínculo exterior, es fácil
apreciar que las deflexiones no pueden variar con la coordenada y, y la Ec. (1) se reduce a:

∂ w ∂ w
B∙ +N ∙ =0
∂x ∂x
Integrando dos veces esta ecuación respecto de la variable x se obtiene, sucesivamente:

∂ w ∂w
B∙ +N ∙ +C = 0
∂x ∂x
∂ w
B∙ +N ∙w+C ∙x+C =0 Ec. (2)
∂x
Estableciendo condiciones de contorno pueden determinarse las constantes C1 y C2:

 Para x = 0, w = 0 (no hay deflexiones) y = 0 (curvatura nula). Surge de aquí que C2 =


0.
 Para x = a, también resulta w = 0 y = 0. Surge de aquí que C1 . a = 0. Entonces C1 =
0.

Eliminadas las constantes, la Ec. (2) puede abreviarse, quedando de la forma:

𝛛𝟐 𝐰
+ 𝐤𝟐 ∙ 𝐰 = 𝟎 Ec. (3)
𝛛𝐱 𝟐
donde:
N
k =
B
La solución de la ecuación diferencial (3) es:

w = A ∙ sen kx + D ∙ cos kx
Se recurre a las mismas condiciones de contorno, de lo cual resulta:

 Para x = 0, w = 0 (no hay deflexiones). Entonces D = 0.


 Para x = a, también resulta w = 0, y por lo tanto debe ser A . sen ka = 0.

Dos situaciones pueden hacer que A . sen ka = 0.

a) Que A sea nula, lo cual físicamente representa la configuración plana de la placa. Este
no es el caso que interesa.

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b) Que el término sen ka sea nulo. Para ello, k = n . / a, donde n es un número entero
que representa la cantidad de semiondas que se forman en la placa en la dirección x.
Como los estudios de inestabilidad del equilibrio se efectúan para cargas que crecen a
partir de una carga nula (carga creciente), la primera situación de inestabilidad se
producirá para n = 1 (se forma una sola semionda), y otros valores de n carecen de
interés.
Entonces:

π N B∙π
k = = ⇒N =
a B a
Pensemos ahora en aquel valor particular (valor crítico) de la fuerza Nx que produce la situación
de inestabilidad. A dicho valor lo denominamos Nxc, y puede ser expresado como:
B∙π
N =σ ∙t=
a
Despejando 𝛔𝐱𝐜 se llega finalmente a:
B∙π E∙t π
σ = =
t∙a 12 ∙ (1 − ν ) t ∙ a

𝛑𝟐 ∙ 𝐄 ∙ 𝐭 𝟐
𝛔𝐱𝐜 = Ec. (4)
𝟏𝟐 ∙ (𝟏 − 𝛎𝟐 ) ∙ 𝐚𝟐
Si se piensa ahora en el pandeo de una barra simplemente apoyada de longitud a, sección
rectangular de dimensiones t y b, módulo de elasticidad E, y carga crítica de pandeo Nc, la
tensión crítica de Euler, según lo establecido en la Resistencia de Materiales, resulta:

π ∙E∙t
σ = Ec. (5)
12 ∙ a
Se puede notar que la Ec. (4) solo difiere de la Ec. (5) en el agregado del término adimensional
(1 − ν ), que tiene en cuenta la compatibilidad de deformaciones entre franjas adyacentes de
una placa. Este término no aparece en la Ec. (5) no porque en la barra este fenómeno no suceda,
sino porque puede despreciarse sin mayor error. Excepto esa diferencia, todo es igual en ambas
expresiones. Ello se debe a que no hay diferencia física entre el pandeo de una barra
simplemente apoyada y el pandeo local de una placa simplemente apoyada en dos bordes y
libre en los otros dos. A su vez, esto se debe a que la barra es un caso particular de placa en el
cual las dimensiones b y t son del mismo orden.

Para valores de E = 200.000 MPa y = 0,3, que corresponden al acero de baja aleación empleado
en perfiles metálicos, la Ec. (4) toma la forma:

𝐭𝟐
𝛔𝐱𝐜 = 𝟏, 𝟖𝟎𝟖 ∙ 𝟏𝟎𝟓 ∙ [𝐞𝐧 𝐌𝐏𝐚]
𝐚𝟐
Observemos por último que, en este caso estudiado, la dimensión b de la placa es totalmente
irrelevante, como lo evidencia la Ec. (4), donde b no aparece.

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2.3 – Placa con cuatro bordes simplemente apoyados, p = Ny = Nxy = 0

Si q, Nxy y Ny son nulas, la ecuación diferencial general [Ec. (1)] toma la forma:

∂ w ∂ w ∂ w ∂ w
B∙ +2∙ + +N ∙ =0 Ec. (6)
∂x ∂x ∙ ∂y ∂y ∂x

Puede demostrarse que la función


m∙π∙x n∙π∙y
w = C ∙ sen ∙ sen Ec. (7)
a b
donde m es el número de semiondas según x y n es el número de semiondas según y, satisface
la condición de contorno que establece que los cuatro bordes son simplemente apoyados.
Llamando:
m∙π∙x n∙π∙y
ξ = sen sen
a b
la Ec. (7) puede escribirse como:

w = C∙𝜉
Conociendo la función w, reescribamos la Ec. (6). Para ello, obtenemos las derivadas necesarias:

∂ w ∂ ξ m∙π
=C∙ = −C∙ ∙ξ
∂x ∂x a
∂ w ∂ ξ m∙π
=C∙ = C∙ ∙ξ
∂x ∂x a
∂ w ∂ ξ m∙π n∙π
=C∙ = C∙ ∙ ∙ξ
∂x ∂y ∂x ∂y a b
∂ w ∂ ξ n∙π
=C∙ = C∙ ∙ξ
∂y ∂y b
Reescribiendo la Ec. (6) con estas cuatro derivadas parciales resulta:
m∙π m∙π n∙π n∙π m∙π
B ∙C∙ξ+2∙ ∙ ∙C∙ξ+ ∙C∙ξ −N ∙ ∙C∙ξ =
a a b b a
m∙π n∙π m∙π
=B + −N ∙ =0 Ec. (8)
a b a
Puede apreciarse que el término Nx en la Ec. (6) es Ncx en la Ec. (8), ya que se está suponiendo
que se trata de la carga crítica, o sea, aquella que produce el pandeo local. Si de Ec. (8) se despeja
esta magnitud y se la divide por el espesor t de la placa, de manera de obtener la tensión crítica,
será:

m n
N B∙π +
σ = = a b
t t m
a

𝟐 𝟐
B∙π m n ∙α 𝛑𝟐 ∙ 𝐄 𝐭 𝐦 𝐧𝟐 ∙ 𝛂
𝛔𝐱𝐜 = + = 𝟐
∙ ∙ + = 𝛔𝐞 ∙ 𝐤
t∙b α m 𝟏𝟐 ∙ (𝟏 − 𝛎 ) 𝐛 𝛂 𝐦

Ec. (9)

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Donde:
a
α = , es la relación de lados de la placa
b
π ∙E t
σ = ∙
12 ∙ (1 − ν ) b

m n ∙α
k= + Ec. (10)
α m

En adelante analizaremos los valores de k.

La Ec. (9) a la que hemos arribado nos brinda todos los posibles valores de tensión crítica de
pandeo local para todo el rango de relación de lados , de número de ondas m que se forman
en la dirección de x, y de número de ondas n que se forman en la dirección de y. Detengámonos
en la interpretación física de este fenómeno.

Pensemos que la tensión x (y, por lo tanto, px) inicialmente es nula y comienza a aumentar
progresivamente. Al alcanzarx el valor de tensión crítica, la placa pandeará localmente
formando una única onda en la dirección de y. Por ello, en la práctica carecen de interés los
valores de n ≠ 1 (esto puede comprobarlo el lector experimentalmente de manera muy sencilla).
En la dirección x, en cambio, pueden formarse una o más ondas, cantidad que depende de las
condiciones de vinculación (para nuestro caso en estudio, simplemente apoyada en todo su
contorno) y de la relación de lados de la placa. O sea que, para una determinada condición de
vinculación del contorno de la placa, el coeficiente k (y por lo tanto la tensión crítica xc)
dependerá de la relación y de la cantidad de ondas m. Para facilitar la interpretación física,
grafiquemos el coeficiente k para n = 1 y para distintos valores de m (Fig. 3).

Fig. 3

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De todas esas curvas, es la envolvente en línea continua la que tiene valor práctico. Supongamos
una placa de dimensión b fija, y hagamos crecer progresivamente el valor de la dimensión a.

-Para un valor de a mucho menor a b, el coeficiente k adquiere un valor muy grande, y ello se
evidencia en la gran tensión que debe desarrollarse para que se produzca el pandeo local (para
un valor muy pequeño de a la placa fallará por plastificación, no por pandeo local).

-A medida que a aumenta, dicho valor de k comienza a decrecer, y será mínimo cuando a = b, o
sea, para una placa cuadrada. Hasta aquí, siempre se forma una única onda en la dirección de x
(m = 1).

-Al seguir aumentando la dimensión del lado a, sigue formándose una única onda en la dirección
de x, aunque ahora es necesaria una tensión mayor para lograr el pandeo local (la placa pandea
a una mayor tensión, a pesar de ser más esbelta!!!).

-Súbitamente, cuando a supera determinado valor, deja de formarse una única onda en
dirección x, y se forman dos ¿por qué? Porque se forma un “apoyo natural” paralelo a b, y a la
placa le resulta más fácil (le insume menos trabajo) formar dos ondas que formar una. Entonces,
a partir de este valor de a deja de ser válida la curva para m = 1, y pasa a ser válida la curva para
m = 2. Si a sigue aumentando, la tensión crítica disminuirá, y alcanzará otro valor mínimo cuando
a = 2 . b.

-Cuando a alcanza el valor 2 . b, el coeficiente k vuelve a adquirir un valor mínimo… qué es el


mismo valor mínimo que para la curva de m = 1!!! Y así sucesivamente, esta sustitución de una
curva por otra se va produciendo para los puntos de intersección entre curvas sucesivas, y en
cada curva, el valor mínimo de k es el mismo y se da para valores enteros de la relación . O sea,
que la tensión necesaria para producir el pandeo local de una placa con relación de lados = 1
es la misma que para una relación = 2, o 3, o 4, etc.

Hallemos ese valor de k mínimo para este caso particular que se está estudiando. Como

m α m α
k= + = +2+ Ec. (11)
α m α m
entonces el mínimo se presentará cuando

∂k m α
=−2 +2 =0⇒α =m ⇒α=m
∂α α m
Esto se interpreta del siguiente modo: el valor mínimo de k para cada curva correspondiente a
un m se produce cuando = m, o sea para = 1, 2, 3, etc. ¿Y cuál es ese valor en el caso
particular estudiado? Si en Ec. (11) se hace = m, resulta k = 4, con lo cual, reescribiendo la Ec.
(9), llegamos al importante resultado:

𝛔𝐱𝐜 = k ∙ σ = 𝟒 ∙ 𝛔𝐞

Resta encontrar los valores de  para los cuales las distintas curvas se intersectan.
m α m α
+ = +
α m α m
Ambos miembros se multiplican por mi:

m m ∙m α∙m
+α = +
α α m

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Ambos miembros se multiplican por 

m ∙α
m +α =m ∙m +
m
Ambos miembros se multiplican por mi+1:

m ∙m +α ∙m =m ∙m +m ∙α
(m −m)
α =m ∙m ∙
(m −m)

α= m ∙m

Evaluemos  y k para distintos puntos de intersección entre curvas:

mi mi+1  k
1 2 √2 = 1,41 4,50
2 3 √6 = 2,45 4,17
3 4 √12 = 3,46 4,08
4 5 √20 = 4,47 4,05

Puede verse que, a medida que aumentan mi y mi+1, los valores de k tienden asintóticamente al
valor 4 (ver línea de puntos en Fig.3), y para un  muy grande (chapa muy alargada), es
indiferente si dicha relación es o no entera.

Para una sola onda en dirección x, la Ec. (9) toma la forma:


𝟐 𝟐
𝛑𝟐 ∙ 𝐄 𝐭 𝐦 𝛂 𝟐 𝛑𝟐 ∙ 𝐄 𝐭
𝛔𝐱𝐜 = 𝟐 ∙ ∙ + = 𝟐 ∙ ∙𝐤 [𝐞𝐧 𝐌𝐏𝐚]
𝟏𝟐 ∙ (𝟏 − 𝛎 ) 𝐛 𝛂 𝐦 𝟏𝟐 ∙ (𝟏 − 𝛎 ) 𝐛
Ec. (12)

que para valores de E = 200.000 MPa y = 0,3, queda

t
σ = 1,808 ∙ 10 ∙ ∙k [en MPa]
b
Aquí queda bien claro que, a diferencia del caso de la placa apoyada en dos bordes y libre en los
otros dos, en este caso los resultados sí dependen del ancho b de la placa.

2.4 – Otros casos

Es posible que, a diferencia del caso estudiado en el apartado anterior, los bordes de la placa no
sean todos simplemente apoyados sino que sean libres o empotrados, o que la tensión no esté
uniformemente repartida en el lado b de la placa. En esos casos, el pandeo local se sigue rigiendo
𝐦 𝛂 𝟐
por la Ec. (12), con la salvedad de que el coeficiente k ya no es igual a 𝛂
+ 𝐦
. Mediante
razonamientos análogos, se llega a otras expresiones y a otros valores. La siguiente tabla (Fig. 4)
muestra, para distintos casos de carga y vínculo, el valor de k. En cualquier caso, la existencia de
una tensión de compresión – acompañada o no de tracción – siempre es necesaria para que
ocurra el pandeo local.

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Fig.4

¿Qué ocurre, entonces, en el caso de tensiones exclusivamente tangenciales? ¿Hay allí tensiones
de compresión? Si se recuerda de la Resistencia de Materiales que un estado de corte puro en
determinada dirección se corresponde con tensiones normales de tracción y compresión a 45°
de dicha dirección, vemos que en el corte puro también hay tensiones de compresión, y puede
ocurrir el pandeo local. Hay tablas que brindan los coeficientes k necesarios para efectuar la
corrección en el caso de tensiones tangenciales.

Por último, para una combinación de tensiones normales y tangenciales, combinación muy
frecuente en la práctica, la tensión crítica de pandeo local responde a la expresión:

𝛔𝟐 + 𝟑𝛕𝟐
𝛔𝐱𝐜 = Ec. (13)
𝟐 𝟐
(𝟏 + 𝛙) 𝛔 (𝟑 − 𝛙) 𝛔 𝛕
𝟒 𝛔𝐤𝐢 + 𝟒 ∙𝛔
𝐤𝐢
+ 𝛕
𝐤𝐢

Donde:

ki y ki son las tensiones críticas normal y tangencial respectivamente, actuando
individualmente

 y  son las tensiones normal y tangencial respectivamente, actuando sobre la placa

es la inversa de la relación entre la tensión normal en el borde más comprimido y la del borde
opuesto

3- Pandeo local precrítico en el campo inelástico

Ya se explicó en la introducción que, en el instante del pandeo local de la placa, es posible que
algunas fibras hayan entrado en fluencia. Entonces, superada la tensión de proporcionalidad, las
expresiones analíticas desarrolladas para el pandeo local precrítico en campo elástico deben
corregirse ya que, en zona inelástica, el módulo de elasticidad disminuye. Como el problema es
complejo debido a la presencia de tensiones residuales, existen diferentes teorías simplificadas
verificadas mediante ensayos, como las de Bleich y Basler, esta última adoptada por el
Reglamento CIRSOC 301-EL.
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4- Pandeo local poscrítico

Como se explicó en la introducción, a diferencia de lo que ocurre en una barra comprimida, el


pandeo local de una placa plana no implica su estado final de colapso. Analicemos el fenómeno
con una placa comprimida simplemente apoyada en todo su contorno (Fig. 5).

Fig. 5

Una vez alcanzada la tensión crítica xc (que en adelante denominaremos Fcr para adaptarnos a
la nueva nomenclatura), pandea la fibra longitudinal central, que es aquella que mayor deflexión
puede desarrollar. Como consecuencia de dicha deflexión, las fibras transversales se traccionan
(funcionan como cables) y restringen la deflexión de las fibras longitudinales adyacentes a la
central, permitiéndoles tomar más carga antes de pandear. Cuanto más cercana se encuentre la
fibra longitudinal al borde apoyado, mayor será este efecto. En el límite, sobre el apoyo, la fibra
longitudinal está impedida de deformarse (justamente por estar sobre un apoyo), y puede
alcanzar la tensión de fluencia Fy o eventualmente una tensión menor que es la admitida por
dicho borde apoyado. Alcanzado este estado se producirá el colapso de la placa. La carga total
que provoca el colapso de la placa es el producto entre el área encerrada por el diagrama de
tensiones F y el espesor t de la placa, y es mayor al producto entre la tensión crítica (aquella a
la cual pandea la fibra central) por las dimensiones b y t de la placa.

P =t F ∙ db > t ∙ b ∙ F Ec. (14)

Hablaremos entonces de una resistencia poscrítica, que será importante en placas rigidizadas.
La relación entre la resistencia poscrítica y la precrítica aumentará con la esbeltez (relación b/t

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de las placas). En placas no rigidizadas - placas con un borde longitudinal libre - , por el contrario,
el efecto poscrítico es despreciable por cuanto el borde libre no limita las deformaciones
longitudinales.

Volvamos a las placas rigidizadas. Para poder considerar en los cálculos un diagrama de
tensiones no uniforme (diagrama que a su vez es de determinación compleja), el efecto
poscrítico se tiene en cuenta a través del siguiente artificio. La placa de ancho real b y con un
diagrama de compresión de intensidad variable, se reemplaza por una placa de ancho imaginario
be, denominado ancho efectivo reducido, y sometida a un diagrama de tensiones de compresión
uniforme Fy o F1máx, y debe cumplirse para ambos diagramas, real e imaginario, que la resultante
de tensiones sea la misma:

P =t F ∙ db = t ∙ b ∙ F (ó t ∙ b ∙ F á ) Ec. (15)

Cabe aclarar que F1máx es la máxima tensión que puede alcanzarse en el borde, que puede ser o
no la tensión de fluencia.

5- Cómo considerar el pandeo local en el proceso de cálculo

Explicadas los distintos tipos de pandeo local que pueden presentarse, veamos cómo tener en
cuenta este fenómeno físico en el cálculo práctico. El procedimiento a continuación expuesto es
el que sigue el Reglamento CIRSOC 301.

5.1 – Estados límites seccionales y clasificación de secciones

Dos son los estados límites que, según las hipótesis de proyecto adoptadas, pueden llevar a la
sección transversal a la falla.

PRIMER ESTADO LÍMITE SECCIONAL: Toda la sección transversal se plastifica. Se genera en


flexión un diagrama de tensiones doble rectángulo, o en esfuerzo normal un diagrama
rectangular, en ambos casos de valor Fy. Si alguno o varios de los elementos de la sección (alas
o almas) pandearan localmente, la plastificación total de la sección no podría ocurrir. Entonces,
es condición de este estado límite que el pandeo local no pueda ocurrir en ninguno de los
elementos de la sección, para lo cual es fácil comprender que todos ellos deben ser robustos (no
esbeltos). Definiremos entonces una esbeltez límite p que no debe ser superada por la esbeltez
de ningún elemento constitutivo de la sección. Si esta condición de esbeltez se cumple, se trata
de una sección compacta.

SEGUNDO ESTADO LÍMITE SECCIONAL: Al menos una fibra alcanza la tensión de fluencia. Se
genera en flexión un diagrama de tensiones doble triángulo o en esfuerzo normal un diagrama
rectangular, en ambos casos de valor máximo Fy. A estos estados tensionales se llega sin pandeo
local, pero para mayores solicitaciones, este se produce, estando la sección imposibilitada de
plastificarse totalmente como en el primer estado límite seccional. Entonces se comprende que
los elementos de la sección son más esbeltos que p, pero no lo suficientemente esbeltos como
para permitir que la sección pandee localmente antes de alcanzar la tensión de fluencia. Se
define entonces una nueva esbeltez límite r que no debe ser superada por la esbeltez de
ninguno de los elementos constitutivos de la sección. A este tipo de sección, donde al menos
uno de sus elementos tiene una esbeltez mayor a p pero ninguno supera a r, la
denominaremos sección no compacta.

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Luego, si alguno de los elementos de la sección es de esbeltez mayor a r, estamos frente a una
sección con elementos esbeltos. Dichos elementos esbeltos pandearán localmente antes de
alcanzar la tensión de fluencia. La clasificación de secciones en función de la esbeltez  de sus
elementos componentes, se da en Fig. 6.

Fig. 6

Los límites p y r para elementos rigidizados (vinculados a lo largo de dos bordes paralelos a la
fuerza de compresión, como por ejemplo el alma de un perfil I) y elementos no rigidizados
(aquellos vinculados a lo largo de un solo borde paralelo a la fuerza de compresión, como el ala
de un perfil I), pueden consultarse en Tabla B.5.1 de CIRSOC 301. En la misma tabla puede
apreciarse que la esbeltez  puede adoptar distintas formas, en función de qué elemento se esté
estudiando: b/t (ancho/espesor) si se trata de un ala, D/t (diámetro/espesor) si se trata de un
tubo circular o H/tw (altura/espesor) si se trata de un alma.

5.2 – Cálculo de las esbelteces límites

5.2.1 – Cálculo de p

Este límite se determina a partir de considerar: un diagrama bilineal de tensión-deformación


específica para el acero, secciones que permanecen planas después de la deformación, pandeo
que se produce bajo carga creciente, y placa ortótropa, con módulos de elasticidad E distintos
en ambas direcciones. Igualando la tensión crítica a Fy y con ajustes de ensayos para distintas
condiciones de vínculos y cargas, se obtiene el citado límite.

5.2.2 – Cálculo de r

Este límite corresponde al caso en el cual la sección alcanza la tensión de fluencia Fy en alguna
fibra (flexión simple o compuesta) o en todas las fibras (compresión). Como criterio general,
para obtener los distintos valores de r se iguala la Ec. (12) de tensión crítica a la tensión de
fluencia (o de proporcionalidad). Veamos algunos casos de la Tabla B.5.1.

CASO 1: Alas de vigas laminadas de perfiles I y U, sometidas a flexión

Para el caso articulado-libre (caso I-e de Fig. 4), k = 0,43. Para el caso empotrado libre (caso I-d
de Fig. 4), k = 1,28. Para secciones laminadas se considera un semiempotramiento, con k = 0,763.
Por otro lado, para considerar la inelasticidad cuando es superada la tensión de
proporcionalidad (Et < E) se puede tomar un factor de reducción c ≈ 0,673, con lo cual:

E = 𝑐 ∙ E = 0,45 ∙ E
Resulta:

π ∙E t π ∙𝑐 ∙E t
F = ∙ ∙k= ∙ ∙ 0,763 [en MPa]
12 ∙ (1 − ν ) b 12 ∙ (1 − ν ) b
Esta expresión se iguala a:

F = mín(F − F ; F ) = mín(F − 69 MPa; F )

donde:

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Fyf: tensión de fluencia del acero del ala

Fyw: tensión de fluencia del acero del alma

Fr: tensión residual

Finalmente se obtiene:

𝐛 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟎, 𝟖𝟑
𝐭 𝐥í𝐦 𝐅𝐋

CASO 3: Alas de vigas de perfiles T o alas de pares de ángulos en unión continua, sometidas a
flexión en el plano de simetría, y CASO 4: Alas salientes de pares de ángulos en unión continua,
alas de perfiles laminados I y U, alas de perfiles T en compresión axil. También ángulos o placas
salientes desde vigas o desde elementos comprimidos axialmente.

Se considera un semiempotramiento, con k = 0,763. Por otro lado, para considerar la


inelasticidad cuando es superada la tensión de proporcionalidad (Et < E) se puede tomar un
factor de reducción c ≈ 0,673, con lo cual:

E = 𝑐 ∙ E = 0,45 ∙ E
Si en Ec. (12) se reemplaza E por Et resulta:

π ∙E t
F = ∙ ∙ 0,763 [en MPa]
12 ∙ (1 − ν ) b
Esta expresión se iguala a la tensión de fluencia, obteniéndose:

𝐛 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟎, 𝟓𝟔
𝐭 𝐥í𝐦 𝐅𝐲

CASO 5: Alas salientes de barras armadas comprimidas axialmente

Todo es igual que para los CASOS 3 y 4, adoptando k = kc, de lo cual resulta:

𝐛 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟎, 𝟔𝟓
𝐭 𝐥í𝐦 𝐅𝐲 /𝐤 𝐜

kc mide la rigidez relativa del alma. Su valor máximo es 0,763, con lo que resulta la misma
restricción que para laminadas. Aunque teóricamente su valor menor sería el correspondiente
al ala articulada (0,43), si el alma es muy delgada no ejerce ninguna restricción, y el pandeo
lateral de un ala puede arrastrar a la otra, con lo cual el giro sería mayor. Por ello puede llegar a
tomar el valor 0,35.

CASO 6: Alas de montantes comprimidos de ángulo simple, alas de montantes comprimidos de


sección doble ángulo con presillas, en general elementos comprimidos no rigidizados no
especificados en casos anteriores

Todo es igual que para los CASOS 3 y 4, adoptando el esquema de articulado-libre, donde k =
0,43, y se iguala a la tensión de fluencia:

π ∙ 0,45 ∙ E t
F = ∙ ∙ 0,43 = F
12 ∙ (1 − ν ) b
Luego de un redondeo experimental, resulta:
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𝐛 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟎, 𝟒𝟓
𝐭 𝐥í𝐦 𝐅𝐲

CASO 7: Almas de perfiles T axialmente comprimidas

Todo es igual que para los CASOS 3 y 4, adoptando el esquema de empotrado-libre, donde k =
1,28, y se iguala a la tensión de fluencia:

π ∙ 0,45 ∙ E t
F = ∙ ∙ 1,28 = F
12 ∙ (1 − ν ) b
Redondeando experimentalmente se llega a:

𝐝 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟎, 𝟕𝟓
𝐭 𝐥í𝐦 𝐅𝐲

CASO 9: Almas comprimidas por flexión

Volvemos a la expresión general Ec. (12)

π ∙E t
F = ∙ ∙k
(1
12 ∙ − ν ) b
Puede demostrarse que k = 23,9 para el esquema articulado-articulado, y k = 39,6 para el
esquema empotrado-empotrado. Un semiempotramiento – empotramiento elástico a mitad de
camino entre el empotramiento perfecto y la articulación - tendría un k promedio de los dos
valores anteriores. Aquí se toma un empotramiento elástico más cercano al empotramiento que
a la articulación, 75% empotramiento y 25% articulación, por lo que resulta k = 36. Luego será:

𝐇 𝐄
𝛌𝐫 = = 𝟓, 𝟕
𝐭𝐰 𝐥í𝐦
𝐅𝐲

La Tabla B.5.1 presenta más casos, que están divididos en elementos rigidizados y no rigidizados.

Para concluir este apartado, podemos decir que todos los elementos de la sección transversal
en cuestión deben ser estudiados para determinar si su esbeltez  es menor que p (si todos los
elementos de la sección lo cumplen, la sección será compacta), si se encuentra entre p y r (si
algún elemento de la sección se encuentra en este rango, la sección será no compacta) o si es
mayor a r (si algún elemento de la sección supera este valor, la sección será con elementos
esbeltos). Se dijo ya que el pandeo local no gobierna la resistencia a compresión de las barras si
estas son de sección compacta y no compacta. Pero sí es determinante el pandeo local si se trata
de sección con elementos esbeltos. En el siguiente apartado estudiaremos cómo tener en cuenta
la existencia de este tipo de elementos.

5.3 – Cálculo del factor de reducción de pandeo local Q para secciones con elementos esbeltos
en secciones comprimidas

La presencia de elementos esbeltos en la sección disminuye la capacidad de la barra a la


compresión. La magnitud de esa reducción está dada por el factor de reducción Q. En este
apartado se estudiará cómo obtener dicho factor.

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5.3.1 – Elementos no rigidizados en secciones comprimidas

La tensión crítica está dada por la Ec. (12) hasta 0,65 Fy, y hablaremos de tensión crítica elástica.
Luego, en zona inelástica, la tensión crítica sigue una ley lineal. Esta variación puede verse en
Fig. 7. Por otro lado, los valores de k se adoptan para las distintas formas seccionales en función
de las restricciones resultantes de la interacción ala-alma.

Fig. 7

En un caso general, la esbeltez límite estará dada por la expresión:

b π c E
= ∙ √k ∙ ∙
t í 12. (1 − ν ) √f F

donde:

k: coeficiente de pandeo lateral

c: coeficiente de módulo tangente, de modo tal que ET = c2 . E.

f: coeficiente de minoración de la tensión de fluencia, de modo que Fcr = f . Fy.

Definiremos, específicamente para elementos no rigidizados, un factor de reducción Qs:


𝐅𝐜𝐫
𝐐𝐬 =
𝐅𝐲

Entonces resultan las siguientes expresiones y los siguientes límites:

a) Ángulos simples o dobles unidos en forma discontinua (CASO 6)

En el límite de la zona elástica se considera k = 0,595 (aproximadamente 20% de la diferencia


entre 0,43 que corresponde al esquema articulado-libre, y 1,28 del empotrado-libre). Por otro
lado, f = 0,65. Por último, como se trata del límite de la zona elástica, c = 1. Establecidos los tres
parámetros, la esbeltez límite entre la zona elástica y la inelástica será entonces:

b E
= 0,91 ∙
t í F

Entonces:

0,45 ∙ < < 0,91 ∙ ⇒ Q = 1,34 − 0,76 ∙ ∙ ≤1

Esta expresión de Qs surge de interpolar linealmente entre los puntos (r; 1) y ((b/t)lím; 0,65) del
gráfico de Fig. 7.

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, ∙
≥ 0,91 ∙ ⇒ Q = ≤1

b) Alas de perfiles laminados I, U y T, alas de pares de ángulos en unión continua, ángulos


y placas salientes, en compresión axial o flexión (CASOS 1, 3 y 4)

En el límite de la zona elástica se considera k = 0,763 (aproximadamente 40% de la diferencia


entre 0,43 que corresponde al esquema articulado-libre, y 1,28 del empotrado-libre). Para f y c
valen los del caso a).Para los dos rangos de relación b/t resulta:

b E
= 1,03 ∙
t í F

Entonces

0,56 ∙ < < 1,03 ∙ ⇒ Q = 1,415 − 0,74 ∙ ∙ ≤1

, ∙
≥ 1,03 ∙ ⇒ Q = ≤1

c) Alas, ángulos y elementos salientes de barras armadas en compresión o flexión (CASOS


2 y 5)

b E
= 1,17 ∙
t í F
k

0,64 ∙ < < 1,17 ∙ ⇒ Q = 1,415 − 0,65 ∙ ∙ ∙E≤1

, ∙
≥ 1,17 ∙ ⇒ Q = ∙ k ≤1

Se debe considerar:

Para secciones I,
4
k = 0,35 ≤ k ≤ 0,736
h
t

Siendo h la altura del alma y tw el espesor del alma, ambos en cm.

Para otras secciones será kc = 0,763.

d) Almas de secciones T (CASO 7)

Para el límite y la tensión crítica elástica se adoptan los mismos valores que para el caso b).

0,75 ∙ < < 1,03 ∙ ⇒ Q = 1,908 − 1,22 ∙ ∙ ≤1

Pág. 16 de 19
, ∙
≥ 1,03 ∙ ⇒ Q = ≤1

5.3.2 – Elementos rigidizados en secciones comprimidas

Anteriormente se vio que en elementos rigidizados que pandean localmente, la resistencia


poscrítica se cuantifica a través del ancho efectivo reducido be. El hecho de que el ancho efectivo
reducido de un elemento sea menor que su ancho real quiere decir que no todo el elemento
puede alcanzar la tensión de fluencia (o, eventualmente, una tensión máxima determinada),
menor a la de fluencia. El sector del elemento que alcanza alguna de las dos tensiones tiene un
área be.t.

Para una sección trasversal donde todos los elementos son rigidizados, el factor de reducción
por pandeo local se puede tomar como la relación entre el área efectiva (Aef) y la sección real de
la misma. Dicho factor se designa como Qa.
A A − Σ(b − b ) ∙ t
Q = =
A A

donde:

b: ancho real del elemento

be: ancho efectivo reducido

t: espesor del elemento

Ag: área bruta de la sección transversal de la barra

Aef: área efectiva de la sección

La sumatoria se extiende a todos los elementos rigidizados de la sección transversal.

Determinación del ancho efectivo reducido

A continuación daremos expresiones para el ancho efectivo de elementos uniformemente


comprimidos como almas de secciones cajón en flexión, o cualquier elemento rigidizado en
barras comprimidas. Como se vio en Fig. 5, el ancho efectivo reducido depende de la máxima
tensión que se alcance o se pueda alcanzar en los bordes apoyados del elemento. Pero el estado
tensional depende del área de la sección, que a su vez depende del ancho efectivo reducido de
sus elementos. Por lo tanto, el proceso de cálculo del ancho efectivo reducido es iterativo.

a) Alas de secciones cajón cuadradas o rectangulares, de espesor uniforme (CASOS 10 y 12


con esquinas redondeadas)

Si

b E E 0,38 E
≥ 1,4 ∙ ⇒ b = 1,91 ∙ t ∙ 1− ∙ ≤b
t f f b f
t
b) Otros elementos uniformemente comprimidos

Si

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b E E 0,34 E
≥ 1,49 ∙ ⇒ b = 1,91 ∙ t ∙ 1− ∙ ≤b
t f f b f
t
Para ambos casos a) y b),

b: ancho real de un elemento comprimido rigidizado

be: ancho efectivo reducido

t: espesor del elemento

f: tensión de compresión elástica en el elemento rigidizado, basada en las propiedades de la


sección para el dimensionamiento. Dichas propiedades se calculan del siguiente modo: se
emplea la sección transversal real completa, excepto para barras en flexión, donde el momento
de inercia (I) y el momento resistente elástico (S) se calculan empleando el ancho efectivo be de
elementos rigidizados uniformemente comprimidos, de manera de obtener las propiedades
efectivas de la sección transversal. Si la sección transversal contiene elementos no rigidizados,
la tensión de compresión f para los elementos rigidizados no deberá superar:

- 0,85 . Fcr, con Fcr obtenida con las expresiones para pandeo flexional y flexotorsional, para
barras comprimidas
- Fy . Qs para barras flexionadas

c) Elementos tubulares de sección circular comprimidos axialmente (CASOS 8a)

Si
0,11 ∙ E D 0,45 ∙ E 0,038 ∙ E 2
< ≤ ⇒ Q=Q = +
F t F D 3
F ∙t

Donde:

D: diámetro exterior

t: espesor de pared

El límite superior para la relación D / t en tubos surge de ensayos que han mostrado que más
allá de dicho valor, la resistencia al pandeo local decrece rápidamente, lo que hace muy
desaconsejable su uso.

5.3.3 – Cálculo del factor Q y su empleo

En una barra sometida a compresión, con sección transversal con elementos esbeltos, la tensión
crítica para pandeo flexional será determinada como sigue:

Si

λ ∙ Q ≤ 1,5 ⇒ F = Q ∙ 0,658 ∙ F

Si

0,877
λ ∙ Q > 1,5 ⇒ F = ∙ F
λ

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siendo

Q=Q ∙ Q
Q: factor de reducción por pandeo local para secciones con elementos esbeltos

Qs: coeficiente que tiene en cuenta el pandeo local en elementos comprimidos no rigidizados

Qa: coeficiente que tiene en cuenta el pandeo local en elementos comprimidos rigidizados

Si la sección transversal está compuesta solamente por elementos esbeltos no rigidizados, Qa=1
y Q=Qs. Por el contrario, si la sección transversal está compuesta solamente por elementos
esbeltos rigidizados, Qs=1 y Q=Qa.

De esta forma, el factor Q siempre menor o igual a 1, tiene en cuenta la disminución de


resistencia de la sección al pandeo por la existencia de elementos esbeltos.

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