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¿Qué es un Ministerio de
intercesión?
Carisma y ministerio
¿Cuál es la diferencia entre un carisma y un ministerio? La intercesión
es uno de los dones distribuidos libremente por el Espíritu Santo.
Pese a ello, cuando se habla de intercesión como ministerio, por lo
general significa algo más amplio que simplemente decir una oración
por alguien más. Un ministerio o apostolado es algo más que la mera
operación del don del Espíritu Santo. Se extiende a la enseñanza y el
desarrollo de un carisma particular en el Cuerpo de Cristo. Para ser
un ministerio, debe ser un servicio prestado al pueblo de Dios con
carácter estable, regular y organizado. El ministerio puede ser de un
individuo o de un grupo. La intercesión no puede ser llamada
ministerio si se hace por casualidad, como y cuando a uno le
provoque. Para llamarse ministerio uno debe ser convocado para tal
responsabilidad y rendir cuentas de ello al Señor, a la Iglesia y a los
dirigentes de Renovación.
Un ministerio discreto
Otra razón por la que hay menos personas que optan por el
ministerio intercesión es la impresión de que en este ministerio se
reza por los demás todo el tiempo a costa de descuidar las propias
necesidades. ¿Qué pasa con el intercesor en el ministerio de
intercesión? El intercesor no puede pasar mucho tiempo orando por
las propias necesidades. ¿Esto significa que el intercesor queda a la
deriva sin ninguna bendición espiritual? ¡De ninguna manera! «Recen
unos por otros para que se curen» (Stg 5,16). Al orar por los demás,
nosotros y nuestras intenciones también son bendecidas. Además, no
hay nada de malo si un intercesor reza por sus propias necesidades;
porque el Señor dijo: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt
22,39). Uno puede estar seguro de que el Señor no se olvidará de
intervenir en las necesidades del intercesor cuando este se dedique a
orar por los demás. La oración de intercesión no deja al intercesor
más pobre. Es una oración que efectivamente cura al intercesor
también, si bien se trata de una oración que es totalmente
desinteresada. Cuando Job intercedió por sus amigos, el Señor
restauró su prosperidad (Job 42,7-10).
Responsabilidades y funciones
Invitar a todos los hermanos del grupo de oración que escriban
sus intenciones de oración y las coloquen en manos del
Ministerio de Intercesión. (explicar cómo debe ser la petición,
legible)
Orar por todas las intenciones personales y comunitarias que se
reciben.
Orar por la obra evangelizadora del grupo de oración en
particular y de la parroquia en general.
Tener buena y profunda comunicación con el Responsable y/o
Equipo de servicio.
Contribuir al discernimiento del caminar que Dios quiere para la
comunidad.
Dar testimonio de las bendiciones que Dios da a los hermanos.
Realizar una convivencia (mini jornada o día de oración
mensual donde se presenten a Dios en holocausto (se quemas
las intenciones de los papelitos) las peticiones recibidas.
Celebrar la Eucaristía con la mayor frecuencia posible y en ella
colocar las múltiples intenciones de oración.
Buscar y recibir una formación especializada, buena y seria del
Ministerio de Intercesión de manera que crezca y madure
convenientemente.
Recibir a las personas que descubren su realización personal,
comunitaria y apostólica a través del Ministerio de Intercesión.
No desmayar – no desanimarse
Jesús enseña a orar sin desanimarse: Lc 18,1-8. Sin insistencia en la
oración no se obtienen resultados. El desánimo conduce al fracaso, pero
la insistencia conduce a la victoria al ver las respuestas de Dios
Orando con perseverancia por los hermanos: Ef 6,18. Perseverar, orar
constantemente, no desfallecer hace que todos veamos las maravillas
de Dios.
Orar por todos: Col 1,9. La oración no divide a la comunidad, la une
porque ora aún por las necesidades de los enemigos.
Orar por la misión: 2 Tes 3,1. Orar para que la evangelización no se
detenga, sino que siga corriendo hasta impregnar al mundo con el
Evangelio de Jesucristo.
La insistencia en la oración personal y comunitaria realizada por el Señor
Jesucristo y por Pablo nos indica que la oración es la que sostiene la misión
personal, familiar y comunitaria.
Los integrantes del ministerio de intercesión deben asumir su responsabilidad
con decisión: de lo contrario el grupo de oraciòn empieza a decaer, la
evangelización se hace monótona, no se ven la señales de la presencia del
Espíritu Santo, los hermanos se aburren y empiezan a perder el tiempo
sembrando murmuraciones.
La intercesión purifica el ambiente de la comunidad pues se oxigena con el
viento del Espíritu Santo.
El Equipo de Servicio debe apoyarse en el ministerio de intercesión para tomar
sus decisiones, pues tienen la mejor ayuda para discernir adecuadamente y
realizar todo de acuerdo a la voluntad de Dios. Es la mejor manera de dar
frutos duraderos.