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CONEXIÓN CANNABIS/ ESQUIZOFRENIA

Dra. Lucía Lizaso,Dra. Analía Espiño y Dra. Mirta Romalde

Residentes Salud mental Hospital Piñero

El cannabis es la tercera droga recreacional más popular a nivel mundial, después

del tabaco y el alcohol, y se estima que es consumido por 160 millones de personas

en el mundo (4% de la población mundial) (1).

Existen reportes que afirman que el consumo de cannabis sería un factor de

riesgo para el desarrollo de psicosis (2-5), podría duplicar el riesgo de desarrollar

esquizofrenia en población vulnerable, e incluso, hay trabajos que apuntan su

contribución como factor causal (3), pudiéndose convertir, en la única causa evitable

conocida de la esquizofrenia.

En el siguiente trabajo desarrollaremos aspectos generales del cannabis, los

efectos agudos y crónicos del consumo, y su relación con los trastornos psicóticos.

CANNABIS

El cannabis actúa como una droga psicoestimulante, psicodepresora y

alucinógena.

El mayor ingrediente psicoactivo del cannabis es el delta 9-THC

(Tetrahidrocannabinol) y ejerce su acción por a unión a receptores específicos

denominados receptores cannabinoide 1 (CB1) y 2 (CB2). El efecto psicológico se

produce fundamentalmente por estimulación del CB1 (1); están localizados en

hipocampo, cerebelo, ganglios de la base y neocortex. Los efectos psicológicos y

motores de la administración del THC coinciden con la disfunción de las áreas

anteriormente citadas. Su expresión en los nervios periféricos, la raíz dorsal y en la

sustancia gris periacueductal probablemente expliquen las propiedades analgésicas


del THC. A nivel conductual, la señalización mediada por endocanabinoides es

requerida para el aprendizaje motor y para la extinción de memorias aversivas en la

amígdala.

EFECTOS AGUDOS DEL CONSUMO DE CANNABIS

INTOXICACION:

Es la aparición de un síndrome, reversible, debido al consumo reciente de la

sustancia. Varía según los sujetos, la dosis, la frecuencia, las experiencias previas,

la tolerancia, las circunstancias y expectativas con las que se consume y el tiempo

transcurrido desde el último consumo (7).

Los efectos psicológicos consisten en (8):

 Sensación de bienestar, con cierta euforia, risa fácil, relajación que puede llegar a

torpeza.

 Alteraciones sensoriales e intensificación de las percepciones visuales, táctiles y

auditivas; cambios en la percepción del tiempo.

 Perturbaciones cognitivas, mal percibidas por el sujeto, que consisten en un

aumento del tiempo de reacción, deterioro en funciones ejecutivas (atención y

working memory), aprendizaje y memoria.

 Signos físicos, como conjuntivas rojas, midriasis, aumento del apetito, taquicardia.

 Pueden aparecer experiencias negativas como ansiedad, vivencias paranoides,

excitación maníaca, despersonalización, desrealización, sensación de pérdida de

control, ataques de pánico, alucinaciones y flashbacks, (7) que pueden durar unas

cuantas horas después del consumo.

Los sujetos que fueron identificados como pacientes prodrómicos de psicosis

reportaron más cambios preceptuales, suspicacia y hostilidad después de


utilizar cannabis (1). Esto podría deberse a que el cannabis aumenta el firing

neuronal de dopamina, y la liberación de la misma a nivel del núcleo estriado.

Una liberación aberrante de dopamina se correlaciona con un aumento de la

atención atribuyendo significación importante a estímulos banales (saliencia)

(1). Lo antes mencionado junto a un esquema cognitivo que intenta interpretar

esas experiencias y darles significado, podrían conducir al desarrollo de

síntomas psicóticos. Es difícil la diferenciación clínica entre síntomas psicóticos

debido a consumo de cannabis y psicosis esquizofrénica, pero las

características que más permiten diferenciar ambas son los antecedentes de

drogadependencias y la personalidad previa.

EFECTOS CRONICOS DEL CONSUMO DE CANNABIS

Los síntomas que se observan con el uso crónico son: fatiga crónica, letargia,

cambios en los grupos de pertenencia con abandono de actividades deportivas,

estudiantiles y/o laborales, cefaleas , irritabilidad, trastornos del estado de ánimo,

ataques de pánico, cambios de la personalidad, alteraciones de la memoria,

compromiso del razonamiento abstracto.

Se ha descripto el llamado “síndrome amotivacional” que se caracteriza por apatía

y desinterés en las actividades y en el logro de objetivos, dependiendo ello de las

características de personalidad del paciente y las del medio, aunque es

controversial si es producido específicamente por la marihuana (7).

EL CONSUMO DE CANNABIS ¿CONSTITUYE UN FACTOR DE

RIESGO/CAUSAL PARA DESARROLLAR ESQUIZOFRENIA?


Los argumentos más citados contra la teoría causal es la falta de aumento de la

incidencia de la esquizofrenia a pesar del evidente incremento del consumo de

cannabis, incluso, la incidencia es similar en culturas muy distintas con diferencias

importantes en el consumo de cannabis. Esto sugiere que, si el consumo de

cannabis es un factor de riesgo, sería poco relevante. En oposición se ha afirmado

que posiblemente está aumentando la incidencia de esquizofrenia, cuyas cifras

serán observables dentro de unos años, en áreas marginales, con predominio en el

sexo masculino, que tiene mayor prevalencia de consumo que la mujer (2).

Otros argumentos en contra incluyen la crítica de aspectos metodológicos de los

estudios de cohortes utilizados para investigar dicha asociación como son: la

dificultad de valorar pródromos de la esquizofrenia, el uso de autoinformes del

consumo, o la posibilidad de que el consumo de cannabis sea mantenido y

produzca síntomas psicóticos agudos que se confunden con la esquizofrenia.

Tampoco es posible descartar que exista un tercer elemento asociado al consumo

de cannabis que actúe como factor de confusión, como podría ser la utilización

concomitante de otras sustancias. Sin embargo, estudios retrospectivos sugieren

que el consumo de cannabis esta más fuertemente asociado con la aparición

temprana de psicosis que el uso indebido del alcohol u otras drogas (4). Tampoco

puede descartarse que exista una disfunción neurobiológica que predisponga al

consumo y a la psicosis, que haya una asociación con una personalidad premórbida

común, que existan factores sociales desfavorables o trastornos conductuales en la

infancia que predispongan a ambos. Esto último se desprende del estudio CATIE

(Clinical Antipsychotic Trials of Intervention Effectiveness). El consumo puede estar

indicándonos una vulnerabilidad a la esquizofrenia o ser una manifestación precoz

de la misma.
Posiblemente el consumo es un factor de riesgo en sujetos vulnerables para la

psicosis (2,3,4,6,7) y ésta puede ser biológica o psicosocial. Una vulnerabilidad

genética, que se ha observado, es la asociación entre variaciones del gen que

codifica la Catecol-O-Metil Transferasa (COMT) con la inducción de psicosis por

cannabis. Este gen tiene dos alelos que se diferencian en la eficacia con que la

enzima degrada la dopamina y presentan una sustitución de una valina por

metionina en el codón 158. El alelo con valina está asociado con un incremento de

los niveles de dopamina en las neuronas mesencefálicas que proyectan al estriado

ventral. Los adolescentes fumadores homocigotos para dicho alelo fueron al menos

cinco veces más proclives a desarrollar psicosis esquizofreniforme que las personas

con el mismo genotipo que no consumía cannabis. (1). Los individuos que

presentaban el alelo con metionina no presentaron riesgo incrementado de psicosis.

(1)

El consumo de cannabis implicaría un mayor riesgo de producir esquizofrenia en

individuos que presentan vulnerabilidad, como antecedentes familiares o presencia

de síntomas prodrómicos, de esta forma la misma es necesaria, si se considera la

extensión del consumo de cannabis y la falta de aumento evidente en su incidencia,

pero es difícil de medir y especificar. (2,3).

¿QUE IMPORTANCIA TIENEN LA CANTIDAD Y LA EDAD DE INICIO DEL

CONSUMO DE CANNABIS COMO FACTORES DE RIESGO PARA

ESQUIZOFRENIA?

Mediante estudios de cohortes, se han descrito la importancia de factores

relevantes como son la relación dosis-respuesta y la edad de inicio del consumo.

En relación con la cantidad consumida se ha apuntado que el uso repetido de

cannabis puede aumentar el riesgo de padecer psicosis, el mismo se incrementa


claramente cuando el número de consumos es superior a 50 cigarrillos a lo largo de

la vida (3). Otros estudios lo relacionan con la existencia de dependencia de

cannabis (3).

Un segundo factor importante es la edad a la que se inicia el consumo, ya que si

es previo a los 15 años, está asociado con mayor riesgo de desarrollar psicosis y

parece precipitar la esquizofrenia a una edad más temprana (3,5,9). Este aspecto

es controvertido debido a la dificultad de identificar la edad de inicio de la

esquizofrenia, y dado que la mayoría de los estudios que lo han investigado son

retrospectivos, los fenómenos inducidos por drogas pueden ser confundidos con

primeros síntomas de la enfermedad o el uso de sustancias pueden enmascarar los

síntomas psicóticos. En este último caso, si los pacientes atribuyen sus síntomas

psicóticos tempranos al efecto de la sustancias, se podría retrasar la búsqueda de

ayuda por la enfermedad y por lo tanto prolongar la duración de la psicosis no

tratadas empeorando el outcome.

¿EXISTEN DIFERENCIAS CLINICAS ENTRE ESQUIZOFRENICOS QUE

CONSUMEN CANNABIS Y AQUELLOS QUE NO LO HACEN?

Estudios afirman que en pacientes con psicosis establecida que mantuvieron el

consumo de cannabis tuvieron mayor sintomatología positiva (3,9), recaídas más

frecuentes, mayor número de hospitalizaciones y peor funcionamiento psicosocial

(3,4) con una peor respuesta a los antipsicóticos convencionales.

En oposición se observó, que los pacientes psicóticos que consumen cannabis

presentaron menos síntomas negativos (2). Pero la explicación de esta relación no

esta establecida, ya que se puede considerar, por un lado, que el consumo alivia los
síntomas negativos o son los psicóticos con mejor funcionamiento psicosocial y

mayores habilidades sociales los que se implican más en el mismo.

Los pacientes que consumen cannabis no presentan alteraciones en comparación

con aquellos que no lo hacen en la cognición (velocidad de procesamiento,

funciones ejecutivas, fluencia verbal, aprendizaje y memoria (1).

CONCLUSION

En la relación entre psicosis y consumo de cannabis podemos afirmar que

existen una serie de aspectos sobre los que disponemos de bastante evidencia

1. Un porcentaje elevado de esquizofrénicos consume cannabis.

2. El consumo de cannabis induce síntomas psicóticos.

3. Dicho consumo produce psicosis inducidas.

4. El cannabis incrementa los síntomas positivos de la esquizofrenia.

5. El consumo aumenta el riesgo de recaídas e ingresos por psicosis.

6. La existencia de menos síntomas negativos psicóticos en los consumidores

de cannabis(2).

Podemos concluir que existen diferentes posturas que involucran la relación entre

el consumo de cannabis y su influencia en trastornos psicóticos. Para determinar

claramente esa relación, debería realizarse un estudio experimental donde se

asignara aleatoriamente el consumo de cannabis o la ausencia de éste a pacientes

sanos, algo no disponible y éticamente cuestionable, y evaluar el incremento de la

incidencia de esquizofrenia en paralelo con el del consumo de cannabis.

Actualmente, se diferencian dos posturas, una más extrema sugiere que el

consumo de cannabis puede producir esquizofrenia y otra que la desarrollarían sólo

individuos predispuestos, y que ejercería efectos desfavorables en los mismos.


Aunque sólo una minoría de pacientes consumidores desarrolle esquizofrenia,

dada la gravedad de ésta hay que incidir en las medidas preventivas. Habría que

evitar tanto falsas alarmas que lleven a la desconfianza de los consumidores sobre

los resultados de los trabajos científicos, como el extremo contrario de no tomar

medidas preventivas mientras no exista una evidencia certera. Por lo tanto, sería

prudente recomendar, en primera instancia, a los pacientes vulnerables o que ya

presentan la psicosis franca, el cese del consumo, ya que si se considera la

posibilidad de un retraso en la edad de inicio de la esquizofrenia o si se considera

que podría haber sujetos con una predisposición “oculta” se evitarían las

consecuencias negativas del inicio de la psicosis, permitiendo evitar las

consecuencias psicosociales y la discapacidad asociada al trastorno más marcadas

con el inicio temprano, como también se mejoraría la evolución y pronóstico del

paciente que ya desarrollado la psicosis.


BIBLIOGRAFIA

1) Murray R, Morrison D, Henquet C, et al. Cannabis, the mind and society: the

hash realities. Nature Review 2007. 8: 885-895.

2) Horcajadas F: Revisión Sobre el Consumo de Cannabis como Factor de Riesgo

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Psicosis: Estado Actual. Actas Esp Psiquiartr 2007; 35 (3): 182-189

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9) Hall W, Degenhardt L: Cannabis Use and the Risk of Developing a Psychotic

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10) Mauri M, Volonteri L, Gaspari I, et al: Substance Abuse in First- Episode

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11) Rathbone J, Variend H, Mehta H. Cannabis and schizophrenia (Review) The

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