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F A R M A C O P E A H O M E O P A T IC A

ELABORACION ARTESANAL

G. H . G . JA H R
2.a edición: Marzo, 1995

Serie Hoemeopatía
Dirigida por Ricardo Ancarola

© Miiaguano Ediciones
Hermosíila, 104. Telf. 401 46 45. 28009 Madrid
I.S.B.N.: 84-85639-79-0
Depósito legal: M. 8.654-1995
Imprime FARESO, S. A.
Paseo de \a Dirección, 5
28039 Madrid
PR O L O G O

En to d a te ra p é u tic a m ed ic a m en to sa es im prescin­
dible u n a d escrip ció n d etallad a de sus rem edios. En
la H o m e o p a tía esta n ecesid ad es m uy notable.
S abido es q u e las d ilu cio n es ho m eo p áticas adm i­
te n m uy p re c a ria m e n te el c o n tro l de calidad y de he­
cho e ste c o n tro l so la m e n te se efectú a en las tinturas
m adres y e n las p rim e ra s atenu acio n es.
P o r esto H ah n e m a n n , el c re a d o r de una sistem áti­
ca h o m e o p á tic a , tu v o la p re o c u p a c ió n siem pre pre­
se n te de defin ir m uy b ie n los m éto d o s de prepara­
ción. D ilu ir es sencillo y requiere prolijidad y
o b serv ació n de la técnica.
P e ro m u c h o m ás im p o rtan tes son las condiciones
de o b te n c ió n del p ro d u c to prim ario, la llamada tin­
tu ra m ad re en los m ed icam en to s de origen vegetal y
anim al y su equ iv alen te en los minerales.
VII
La farm aco p ea h o m e o p á tic a se e rig e así e n u n li­
bro de co n su lta d iaria p a ra fa rm a c é u tic o s , m é d ic o s y
entusiastas q u e d e se a n c o n o c e r las c o n d ic io n e s que
d ebe reu n ir la m a te ria p rim a p a r a se r co n sid e ra d a
válida y p ro c e d e r a su m a n ip u la c ió n p o s te rio r.
Ya los p rim e ro s h o m e ó p a ta s , d is c íp u lo s d e H a h ­
n em an n su p ie ro n de lo in d is p e n s a b le d e u n a farm a­
copea. El in iciad o r de la H o m e o p a tía c o n o c ió y ex ­
p e rim en tó n o m ás d e n o v e n ta m e d ic a m e n to s . Su
o b ra base, el “ O rg a n ó n d e l a rte d e c u r a r ” , fu e p u b li­
cada p o r p rim e ra vez e n 1 8 1 0 c u a n d o c o n ta b a cin­
cu enta y cinco años.
En 1841, dos añ o s a n te s d e la m u e r te d el g ran
m aestro alem án, se p u b lic ó e n P a rís la “ N u e v a F ar­
m acopea y p o so lo g ía h o m e o p á tic a s o m o d o d e p re ­
p arar los m e d ic a m e n to s h o m e o p á tic o s y d e ad m in is­
trar las do sis” . Su a u to r e ra G . H . G . J a h r . Seis años
después, tra d u c id a al c a ste lla n o , fu e e d ita d a e n Ma­
drid, p o r B oix, “ e d ito r d e o b ra s h o m e o p á tic a s ” .
E sta o b ra m in u cio sa y a m e n a es la q u e se o fre c e e n la
p resen te p u b licació n , d e sp u é s d e a lg u n o s re c o rte s
co n la ú n ic a fin a lid a d d e u n a a c tu a liz a c ió n e le ­
m ental.
Se p re se n ta n 310 re m e d io s c la sific a d o s p o r su
p ro ceden cia e n m in e ra les, v e g e ta le s y a n im a le s, o r­
denados a lfa b é tic a m e n te y a g ru p a d o s los “ g e n e ra l­
m en te usados” y los “ p o c o s u s a d o s ” .
Lo prim ero que llam a la aten c ió n es el alto n ú m e­
ro de m edicam entos descritos te n ie n d o en cu e n ta la
época. Las actuales farm acopeas h o m e o p ática s dis­
ponen de más de mil quin ien to s p e ro e n tre éstos,
muchos son productos sintéticos usados en farm a­
cología o conocidos p o r la toxicología.
No pocos de los rem edios tratad o s en el p re se n te
libro faltan en sus equivalentes de hoy, las farm aco­
peas modernas.
Después de una prim era p a rte so b re las g en e rali­
dades de obtención de tin tu ras y su u lte rio r p ro c e sa ­
m iento, aparece lo fundam ental: los medicamentos.
Es encantador leer y constatar la se rie d ad c o n qu e
el autor repasa los detalles; las co n d icio n es q u e h an

VIII
de re u n ir los vegetales, qué parte de la planta debe
ser destin ad a a la producción, en qué época debe ser
recogida, cóm o diferenciarla de otras parecidas pero
inútiles p ara la terapéutica.
E n tre los m inerales destaca la preparación de sus­
tancias com puestas com o causticum y hepar susfuris
qu e n o ex iste n en la naturaleza y que los preparó
H a h n e m a n n p o r vez prim era para destinarlos al uso
m édico.
P e ro quizá sea en el capítulo de los animales en el
q u e el libro cobra un interés inusitado. En lenguaje
coloquial, divertido p o r m om entos describe cualida­
des, ayuda a reco n o cer al recolector el material de
estu d io , d esp ertan d o cierta tern u ra al lector que se
e n c u e n tra fre n te a im ágenes frescas y un poco inge­
nuas, desde n u estra perspectiva actual rectilínea y
fría.
N os so rp ren d e hallar el gin seng, albumen (clara de
h uevo), barbus (barbo, el pez conocido), cáncerfluvia-
lis (cangrejo de río), membrana de huevo y muchos
o tro s qu e si bien se considera hoy que sus patogene­
sias so n p oco fiables, en aquella época sí la tenían
aún cuando su a u to r dudaba de su procedencia, tal
com o lo aclara en el títu lo original.
Se tra ta b a —y se tra ta — de sistematizar el remedio
h o m eo p ático para luego poder estandarizar las pa­
togenesias y no ta n to cuidar la pureza de las sustan­
cias en el sentido actual.
Muy ú til para el estudioso p o r su indudable practi-
cidad y atractivo para todos com o curiosidad, intere­
sa especialm ente hoy ya que no disponemos de una
farm acopea h o m eo p ática oficial en España.
C uando llegue el m o m en to de confeccionarla ha­
b rá q u e acudir a referencias históricas como ésta,
seguram ente.
R icardo Ancarola,
Madrid, octubre de 1986

IX
P R IM E R A PARTE.

DE LA PBEPARACION DE LOS MEDICAMENTOS

HOMEOPATICOS EN GENEKAL.

IN T R O D U C C IO N .

Naturaleza j forma de los medicamentos homeopáticos.

1. L a homeopatia usa las mismas sustancias simples


que la antigua escuela; pero en lugar de hacer, como ea
esta últim a, remedios compuestos, trata por el contrario
d« obtener cada medicamento en el estado mas puro, y ad­
m inistrarlo sin mezcla alguna que pueda alterar sus virtu­
des particulares. S in detenernos aquí demasiado acerca de
la preferencia que ha de darse á este modo de administra­
ción , debemos sin embargo hacer presente, que se halla
tan íntim am ente ligado al principio de la homeopatia, que
no puede separarse sin aten tar á la práctica. Partiendo del
principio que ningún medicameuto puede emplearse con
éxito sin, conocer sus efectos puros, la homeopatía ha so­
m etido al estudio una cantidad de medicamentos simples
que im porta ahora esponer del modo con que se han espe-
rim en tad o , si se quiere form ar una base para estas obser­
vaciones. A un para los medicamentos que no se han esto-
diado to d av ía, no es menos im portante someterlos á estos
esperiraentos en toda su pureza y simplicidad; porque aun-
2 INTEODUCCION.
que todo remedio compuesto forma una especie de uuidad
medicinal que puede estudiarse en sus efectos, jamas se
conseguirá el reproducirle exactamente en la segunda vez
como en la primera ¿ mientras que los productos de la na­
turaleza se presentan siempre y por todas partes con las
mismas propiedades.

2. D esechando de este m odo todos los rem edios com­


puestos de la antigua e sc u ela , como im propios al estudio
y á ser empleados en la p rá c tic a , la hom eopatía sin em ­
bargo no pretende servirse solam ente de cuerpos absoluta­
mente sim ples, como el azu fre, p o r ejem p lo , los metales
y otras sustancias elem en tales; p o r el co ntrario saca sus
medicamentos de los tre s reinos de la n a tu raleza, como lo
hace la escuela antigua; y todas las com binaciones químicas,
que según leyes universales se rep ro d u cen constantem ente
de la misma m a n e ra , pueden serv irla de rem edios: en
una palabra, la sim plicidad de las preparaciones homeo­
páticas de que hablam os no hace relación á L sustancia
primitiva quo sirve de m edicam ento, sino al medicamento
m ism o, que como tal no debe com ponerse mas que de una
sola sustancia m edicinal, y preparada de modo que las vir­
tudes de esta sean tan puras y tan patentes como sea po­
sible.

3. Si todas las sustancias dotadas de virtudes medici­


nales se presentasen bajo una forma tan cómoda como
algunas aguas m inerales, por ejem plo, no habría nada ni
mas n atu ra l, ni mas racional que el em plearlas tales como
la naturaleza las proporciona. P ero en un gran número de
estas sustancias la virtud real se h alla en un estado mas ó
menos latente, y no puede ponerse en actividad sino por la
destrucción de la materia primitiva y la adición de otra
sustancia, que en calidad de simple vehículo, recibe la vir­
tud desenvuelta y la transmite al organismo. E n otras sus­
tancias, por el contrario, la virtud medicinal se halla ma­
nifiesta, y de tal modo en érg ica, que sin adición de una
sustancia que pueda moderar los efectos, no puede em­
plearse sin riesgo en la salud y aun para la vida de los
enfermos. P o r últim o, hay otras todavía que aunque por sn
n a t d b a i e z a y f o r m a b e i o s m e d ic a m e n to s . 3

virtud no haya necesidad de desarrollarlas ni moderarlas,


se presentan bajo una fonna que se opone ya á su dispen­
sación, ya á su conservación, y que por consiguiente exi­
gen igualmente la adición de sustancias estrañas para ha­
cerlas convenientes al uso.

4. Siendo, pues, imposible la preparación y administra­


ción de los medicamentos bajo ninguna forma de mezcla,
se trata de hallar sustancias que, obrando sobre la forma
de medicamentos al mismo tiempo, sean sin embargo en sí
bastante inocentes para no alterar la virtud. Esta condi­
ción, por simple qne parezca en teoría, no es tan fácil de
llenar como pudiera creerse; porque no hay acaso sustan­
cia alguna en el mundo que en tal y tal circunstancia no
pueda en rigor ejercer una influencia palogenética, y por
consiguiente alterar los efectos particulares del medica­
mento con que se halla mezclada. Ann el agua pura, sus­
tancia la mas inocente que conocemos, no se halla exenta
de este inconveniente; y aun cuando lo estuviese, no bas­
taría por sí ni á la preparación, ni á la conservación de
los medicamentos. La homeopatía ha sustituido oíros dos
vehículos, á saber: i° el alcohol ó espíritu de vino para la
preparación de sustancias líquidas y solubles; 2° el azúcar
de leche para la preparación de las sustancias secas; y ann
cuando estas dos sustancias no están absolutamente priva­
das de virtudes medicinales, el resultado para la práctica
es absolutamente el mismo qne si los medicamentos con
que se mer.clan se empleasen puros, visto que todas las
preparaciones qne se hacen de este modo son constante­
mente iguales entre sí.

5. Por medio de estas dos sustancias, el alcohol puro y


la azúcar de leche, la homeopatía hace todas sus prepara­
ciones medicinales sin escepcion, ya en forma de tintaras,
ya en polvos. Se obtienen las primeras, es decir las tinta­
ras, mezclando con el alcohol el jugo recientemente espri-
mido de las plantas frescas, 6 poniendo en infusión en
este liquido las sustancias secas, cuyos principios activos
pueden estraerse de este modo. Los polvos por el contra­
rio, se obtienen por la trituración de las sustancias insoln-
4 INTRODUCCION.

bles con una cantidad conveniente de azúcar de lecho. Las


tinturas alcohólicas y los polvos son pues las únicas prepa­
raciones conocidas en la hom eopatía. T odas las especies de
esencias, de jarab es, de pastas., cocim ientos y otras inven­
ciones de la antigua escuela le son en teram ente estrañas.
6 . Tampoco se sigue de aquí que la homeopatía use
siempre las preparaciones prim itivas de los medicamentos;
por el contrario, las mira en la m ayor parte de casos como
demasiado enérgicas para adm inistrarlas tales como se ob­
tienen. P ero en lugar de procurar dism inuir su energía por
medios de lo que la antigua escuela llam a correctivos, la
homeopatia se empeña en obtener este resultado por la sim­
ple atenuación d éla sustancia prim itiva. A sí es que, viendo
qué una gota ó un grano de la preparación primitiva de una
sustancia venenosa, por ejem plo, es aun demasiado activa,
atenúa esta gota <5 este grano mezclándolo con una nueva
cantidad de vehículo, hasta obtener una preparación que no
soa ni demasiado débil para hacer la curación, ni dema­
siado enérgica que haga tem er accidentes desagradables.
D e este modo la homeopatía prepara de cada medicamento
una serie de atenuaciones, de las cuales la inm ediata con­
tiene de ordinario la centésima, ó algunas veces también la
décima parte del principio activo de la precedente; siendo
generalmente de una de estas atenuaciones, y rara vez de
la preparación primitiva de nn m edicam ento, de la que el
homeópata administra á sus enfermos.
7. E n fin , en cuanto á la forma bajo la cual el médico
homeópata administra sus m edicam entos, no es menos
simple que su preparación, y se hace igualm ente sin otra
mezcla que la de las sustancias menos m edicinales, como
el agua pura, el alcohol, la azúcar de leche, y los glóbulos
compuestos de azúcar y almidón. E stando siempre prepara­
das de antemano las atenuaciones de cada medicamento,
recibe el enfermo la dosis prescripta ya en forma de solu­
ción, con una cantidad conveniente de agua pura ó de agua
mezclada con alcohol, ya en forma de polvo mezclado con
una pequeña cantidad de azúcar de lech e, ó bien todavía
en forma de glóbulos im pregnados d é la atenuación alcohó­
lica del medicamento.
LOS VEHÍCULOS. 5
8. Por simple qae aparezca así la preparación de los
medicamentos homeopáticos, exige sia embargo en cnanto
i so principio muchas precauciones y un cuidado particular»
si se qaiere tener medicamentos tan activos y Un seguros
como sean posibles en sus efectos. También la homeopatía
tiene para esto fin preparaciones y reglas positivas, que im­
porta conocer ante todo, a fin de seguirlas con exactitud* y
precaver de este modo las faltas que, por insignificantes
que en si parezcan, no serian mecos graves eo la práctica.
E n los capítulos siguientes hablarémos do todas estas re­
glas y prescripciones al tratar sucesivamente: 1° de los
vehículos que sirven para la preparación de los medica­
mentos; 2 ° de la preparación de los medicamentos en su
estado primitivo; 3o de las atenuaciones; 4o de la diatriba
cion y conservación de los medicamentos homeopáticos.
Conteniendo estos cuatro capítulos todo lo que hace rela­
ción á la farmacopea general, nos ocuparemos despues eo
la parte segunda de esta obra, de la farmacopea especial,
es decir: de las reglas que hay que observar para la prepa­
ración de cada medicamento en particular, y de la descrip­
ción de las sustancias primitivas que la homeopatía ha in­
troducido en su farmacia.

C A PÍTU LO PRIM ERO.

De los vehículos qne sirven para la preparaema de los njedieameoUs


homeopáticos.

9. Los vehículos de que se sirve la homeopatia para la


preparación de sus medicameutos son cuatro, i saber: i° el
alcohol ó espíritu de vino; 2o el azúcar de leche; 3o los
glóbulos compuestos de azúcar y alinidou; y 4° el agua
pura. Algunos médicos han querido añadir u d o mas, el
éter: veremos mas abajo (núm. 28) para qué es propio este
liquido, y qué destino se le ha dado. Eu cuanto a los cua­
tro vehículos que acabamos do citar, la homeopatia se ha
servido hasta aquí de ellos para todas sus preparaciones; y
es importante obtenerlos tan puros como se pueda, para
estar seguros de tenerlos en todo semejantes i los que
6 DE LOS VEHÍCULOS.

H ah n em an n y sus discípulos h a n h e ch o sus o b servaciones


pn ras y clínicas. E sta p ureza no es siem p re sin em bargo la
cu alid ad d istin tiv a de las sustancias que se h a lla n en el
co m e rc io ,ó q u e su m in istra la n a tu ra le z a ; p o r lo q u e es casi
in d isp en sa b le q u e e l h o m eópata sepa p re p a ra r sus v e h íc u ­
lo s , ó al m enos h acerlo s p ro p io s al uso q u e se q u iere h a c e r
de ellos. V am os á p ro c u ra r d a r en este c ap itu lo las in s tru c ­
ciones necesarias á este fin.

i ° D e l alcohol.

10. E l alcohol (spiritus v in i alcoholisatus , esp íritu de


vino alcoholizado) no se h a lla jam as en la n a tu ra le z a ; es
constantem en te p roducto d e l a rte ; pero se forma siem pre
que la azú car se halla en contacto con una m ateria capaz
de ferm en tar en el agua, y á una tem p eratu ra conveniente,
es d ecir, q u e se d esarro lla en el curso de la ferm entación; Á
la cual se h a d ad o , según este fenóm eno, el nom bre de es­
pirituosa ó alcohólica. Gomo todos los licores que h a n espe-
rim en tad o la ferm entación espirituosa contienen alcohol, y
que los q u e co n tien en m ucha m ateria azucarada son p or
esto m ism o susceptibles de su m in istra rle , resu lta que se
obtiene e ste líq u id o d e u n g ran núm ero de sustancias ve­
g e ta le s, como e l v in o , la cerv eza, la c id ra , el o ru jo , el
ju g o de la cana d e azúcar, las cereales g erm in ad as, las ce­
rezas m achacadas, las h eces de la azúcar, el ju g o de la za­
nahoria ó de la rem o lach a, las p atatas, la m ie l, etc. L os
tártaro s la sacau tam bién de la leche de sus yeguas.

11. E l alcohol es igual de cualquiera sustancia que pro­


ceda ; pero es preciso recurrir siempre á medios mas ó me­
nos complicados para obtenerle puro. En todos los casos
contiene una cantidad mas ó menos grande de agua, y
algunas veces está mezclado ya con el ácido acético, ya
con un poco de ácido prúsico, ó con un aceite empireumá-
tico, etc., según las sustancias de que proviene. El alcohol,
que parece ser mas á propósito para las preparaciones ho­
meopáticas, es el que se estrae del orujo de la uva sin adi­
ción de otra sustancia, ó bien el que produce el trigo. Las
otras especies de alcohol menos convenientes son aquellas
DE LOS VEHÍCULOS. 7
que salea de los laboratorios químicos ó farmacéuticos,
siendo la mayor parte sacadas de un residuo de prepara­
ciones quím icas, como la resina de jalapa, etc. El alcohol
que se saca de las patatas d o es conveniente tampoco para
las preparaciones homeopáticas, en atención á que contiene
una gran cantidad de aceite empireumático, qne ni aun los
procederes quím icos, que consisten en tratarle coo el clo­
ru ro de calcio y el polvo de carbón, no le limpian com­
pletam ente. A lgunas veces se halla este aceite aun en el es­
píritu de centeno ó trigo; pero en este caso basta mezclarle
con una cantidad do aceite de olivo puro, y moviendo de
tiem po eu tiempo esta mezcla por algnnos dias; de este
modo el aceite empireumático se combina con el de olivo
y sobrenada el alcohol, de donde puede retirarse fácilmente.

12. E l alcohol puro completamente sin agua es no lí­


quido sin color, de una fluidez notable, de olor suave y
p e n e tra n te , de sabor caliente-urente, y caando se bateen
las manos no debe hacer espuma ni exhalar ningún olor es
traño* Su peso específico es mucho menor que el del agua,
en ía que se disuelve en todas proporciones coa despren­
dim iento de calor. Espuesto al aire se evapora en parte, y
la porcion que queda pierde su fuerza cargándose de la
hum edad del a ire , cou la cual tiene mucha afinidad. En
contacto con una bugía, ó por efecto de una chispa eléc­
trica se inflama rápidam ente el alcohol, con una llama blan*
ca en el centro y azul en los bordes, sin dejar residuo
alguno. E n contacto con oLras sustancias disuelve nn gran
núm ero de ellas, como eutre otras son el fósforo y el aza-
fre (en pequeña cantidad), los álcalis fijos, los bálsamos,
las resin as, el alcanfor, la azúcar, los aceites volátiles, los
e stra d o s, etc. Los ácidos ejercen una acción marcada sobre
é l; unos le disuelven simplemente, mientras que otros le
transform an en éter.

13. E l alcohol, en el estado de completa pureza, tiene


un peso específico de 0,791. Fio contieue entonces cada de
agua, y marca por el alcoholím etro 100 grados de fuerza;
pero no se emplea jamas eu este ostado de coacentracíon.
E l del comercio y el que se usa en medicina está siempre
8 DE IOS VEHÍCULOS.
masó menos debilitado. Según las proporciones de agua qne
tiene, se admiten generalmente cuatro especies, á saber:
1° el espíritu de vino del comercio, cuyo peso específico
es de 0,910, á 0 ,9 2 0 ; 2 o el espíritu de vino rectificado que
se obtiene mezclando 7 partes do agua con 17 de espíritu
de vino, del mejor rectificado: (v , 3 o) ; el peso específico
de este espíritu es de 0 ,8 9 0 , á 0 ,9 0 0 , y un grado do con­
centración de 60 °/0; 3 o el espíritu de vino mejor recti­
ficado, calidad superior, cuyo peso específico es de 0,830,
i 0,840, y un grado de concentración de 85 °/0; 4 o el
espíritu de vino alcoholizado ó alcohol absoluto el mas con­
centrado: tiene un peso especifico de 0,810, á 0,820, y
contiene de 95 á 100 °/0 de alcohol. Para la preparación
de las tinturas madres de la homeopatía, la calidad mas
conveniente es el alcohol absoluto de 95 % ; para las ate­
nuaciones se puede, en la mayor parte de casos, conten­
tarse con el de 60 á 70 grados.

14. Para obtener un alcohol tan anhidro como sea


posible, debe recurrirse á varios procederes químicos, goe
dan muy buenos resultados en cuanto á la concentración;
pero la mayor parle de estos medios (la cal, el acetato de
cal, sulfato de sosa, el alambre, etc.) producen constante­
mente nna mayor ó menor alteración de este liqnido. El
mismo cloruro de cal no está libre de esto inconveniente,
lo que puedo reconocerse fácilmente quemando el alcohol
rectificado por este medio, despues de haber añadido el
nitrato de plata, y examinando despues el residuo. Por esta
razón la homeopatía no debiera jamas usar ningún alcohol
rectificado por procederes químicos, sino procurar obtener
la calidad requerida por medios mas simples. E l que pare­
ce mas conveniente, consiste en obtener la concentración
por la simple evaporación. Hace mocho tiempo que se ha
observado que el alcohol, conservado en vasijas tapadas con
vejigas preparadas adquiere fuerza, mientras qne la pierdo
en vasijas tapadas con cauchu; de modo que para concen­
trarle basta ponerle en vejigas de buey ó de puerco, y col­
garlas en un sitio caliente y seco. Para conseguirlo, despues
de bien limpia la vejiga, se la barniza con UDa capa del­
gada de cola de pescado, lnego se llena del alcohol qtíe
SE LOS VEHICULOS. 9
quiere concentrarse, se cuelga bien tapada en on sitio per­
fectamente seco y í ana temperatura de 20 á 25° Rean.
C uanto mas seco sea el aire que rodea la vejiga, tanto
mas pronto se consígnela evaporación del agua; y dejando
la vejiga en condiciones á propósito hasta que se perciba
el olor del alcohol, pnede asegurarse haber conseguido una
cantidad tan anhidro, como el qne roas.
15. L a manera mas simple y mas segura de procurarse
un alcohol tan concentrado y pnro como la homeopatía eli­
ge, es tomar aguardiente de primera calidad, concentrán­
dolo despues por el método arriba indicado. El alcohol que
se obtiene por este medio se halla ordinariamente eu un
estado de concentración de 95 á 96 % , y conviene también
perfectamente á la preparación de los estractos alcohólicos.
Solamente que antes de emplearle necesita rectificarse, des­
tilándole de noevo. Por esta razón deberá tenerse cuidado
de no emplear sino aparatos de vidrio, atendiendo á que
on los de cobre ó estaño se impregna muchas veces el pro­
ducto de la destilación de partículas de estos metales; adul­
teración que es tanto mas temible, cuanto que los medios
químicos no bastan para demostrarla, aunque sea bastante
fuerte para alterar los efectos de los medicamentos que se
preparasen con un producto de esta naturaleza.
16. E n cuanto á los aguardientes délos qae puede es­
traerse el alcohol, hemos dicho mas arriba que los mas con­
venientes eran los del orujo de la uva ó el de trigo; pero
tomando estos líquidos según se hallan en el comercio, es
preciso asegurarse que están realmente puros. Algunas ve­
ces se halla plomo, lo que se conoce tratándolos por el
hígado de azufre, que on este caso da un precipitado more-
nuzco ó negruzco: si contiene cobre, el ainooiaco líquido
les da un color azulado. La falsificación de los aguardien­
tes por el alumbre so descubro por la adición de una solu­
ción de potasa, y los sulfatos minerales se reconocen por me­
dio del acetato de barita. Por último, para asegurarse que
el alcohol que se quiere usar se compone realmente de la
sustancia requerida, se mezclan 30 gramos con 0,15 de
potasa cáustica líquida, y haciendo calentar esta mezcla á la
lámpara del espíritu de vino, se deja evaporar hasta que solo
10 DB IO S VEHÍCULOS.

queden 4 gramos. Se introduce despues este residuo, al cual


se añaden 4 gramos de ácido sulfúrico diluido en un peque­
ño frasco bien tapado, procurando mover la mezcla; al des­
tapar despues el frasco se percibirá un olor característico
de la sustancia de que se ha estraido el aguardiente.

*1° D e la azú car de leche.

17. E l azúcar de lech e , (saccharum iactis ) es una sal de


un sabor dulce ligeram ente azucarado; forma lám inas b a s ­
ta n te esp esas, d u ra s, c ris ta lin a s , sem itrasparente.% sin co­
lo r, ni olor. P o r sus propiedades físicas ¿ q u ím ic a s , esta
m ateria, que es esclusivam ente propia de la lech e de varios
anim ales, parece ten er el term ino medio e n tre la azúcar y
la goma. Purificada suficientem ente la azúcar de leche no
contiene ázoe; se disuelve en 12 veces su peso de agua fria
y 4 veces su peso de agua calien te; el alcohol no la disuelve
sino en m uy corta can tid ad ; el é te r de n in g ú n modo. No
se altera al aire lib re , no es susceptible de esp erim en tar la
ferm entación vinosa, se fu n d e , se hincha y se transform a
en una especie de m ateria gomosa por la acción del fuego;
descompone el acetato de cobre del mismo modo que la
azúcar; últim am ente, tratad a por el acido nítrico se trans­
forma en ácido m úcico, y por el ácido sulfúrico ó m u riá-
tico debilitado en azúcar de uva. S u p ro p o rcio n , como
la de los otros principios constituyentes de la leche, varia
en las diversas especies de mamíferos. E n g en eral abunda
mas en la leche de burra que en la de v ac a , de y e g u a , de
cabra, etc. Según B erzélius mil partes de leche sin nata
dan 3 5 , y mil partes de nata dan 44 partes de azúcar de
leche mezcladas con materias salinas.

18. E n las m ontañas de la Suiza se prepara el azúcar


de leche que se halla en el comercio. Se estrae por la ev a­
poración del suero, que da en tan grande cantidad en este
pais la preparación de los quesos. P resen ta distintas varie­
dades según su estado de pureza. E l azúcar cristalizada en
forma de racim os, es sobre todas la calidad que se tiene
por mas pu ra; las otras contienen siempre mas ó menos
materia animal. M uchas veces tam bién se halla en el co -
DE LOS VEHÍCULOS. U

m ercio con el nom bre de sacch. lact. inspissatum, el suero


d e lech e sólido y seco; pero esta es dd 3 clase que no con­
v ien e d e n in g ú n modo i las preparaciones homeopáticas.
L a azú car de leche que se halla en las droguerías está en
Ja m ay o r p a rte de casos mas 6 menos alterada por los al­
m ireces d e cobre 6 h ierro en que la machacan, y muchas
tam b ién 56 encuentra im pregnada de exhalaciones de usa
c a n tid a d de sustancias arom áticas, entre las cnales la con-
se rv a n . H é aquí la necesidad de que el médico homeópata
se p re p a re p o r sí el azúcar de leche siempre que pueda, ó
al m enos purificarla con nuevos trabajos de cristalización,
si se h alla precisado á surtirse de casa del droguista. Estos
trab ajo s no se hallan exentos de dificultades, atendiendo i
qu e no cristaliza la azúcar de leche, en toda solncion acuo­
s a , sino len ta é incom pletam ente; y no puede conseguirse
este resultado, como no se le trato con partes iguales de al­
cohol y agua: es verdad que la operacion por esto es roas eos*
tosa; p ero en vista de las ventajas que este proceder ofrece,
creem os que la carestía no es una razón para desecharle.

19. P a ra purificar la azúcar de leche de este modo se


disuelve cerca de un quilógramo de la mejor en cuatro de
agua d é lluvia <5 destilada hirviendo, despoes se filtra la
disolución p o r el papel de fieltro en una vasija de vidrio ó
porcelana, y se mezcla con 4 quilogramos de alcohol abso­
lu to , despues d e lo cual se coloca la vasija con esta mezcla
en un sitio seco y se la deja reposar. Siendo iosoiuble la
azúcar d e leche en el alcohol absoluto, y este siendo muy
ávido de agua por apropiarse una gran cantidad, marcha la
cristalización de un modo rápido, y algunas vecesse obtiene
al cabo de tres ó cuatro dias una costra de cristales blan­
cos 7 b rillan tes de un peso casi igual al azúcar de leche
que se ha disuelto en el agua. Guando esta costra se ha
fo rm ad o , se saca, se lava con agua destilada, i la que se
mezcla un poco de alcohol, y despues se eojuga wo papel
d e filtro. H echo esto, puede mirarse la azúcar de leche
como perfectam ente conveniente á todas las preparaciones
hom eopáticas aun mas delicadas; no tiene olor ni color;
tratada por los reactivos mas enérgicos, oo presenta sin­
gan vestigio de sales estrañas.
12 DE 1 0 3 VEHÍCULOS.
20 . Sin embargo, por bueno que sea el proceder que
acabamos de in d icar, seria insuficiente si la azúcar de le ­
che quo se esperimenta no fuese desde su origen de buena
calidad. P ara esto debe separarsela de todas las partes g ra­
sas y otras sustancias que contiene la lech e, lo que se co­
noce en su color perfectamente blanco, en su resistencia
bastante fuerte á la humedad del aire, y en su olor y sa­
bor puros y naturales. La adulteración de la azúcar de le­
che con la azúcar ordinaria se reconoce por el gusto azu­
carado; la del alum bre, por medio del acetato de plomo
ó nitrato de mercurio oxidado. Para examinar la azúcar de
leche que se ha cocido eu vasijas de cobre, se disuelve cierta
cantidad en el agua, y se echa en la disolución un poco de
amoniaco cáustico que le da un color azul si contiene algo
de este metal. E l nitrato de plata da á conocer la presen­
cia de la sal común, y el acetato de plomo la del ácido sul­
fúrico. E l azúcar de leche preparada con suero agrio, da
color encarnado i la tintura de tornasol.

21. P ara pulverizar el azúcar de le c h e , se quebranta


prim ero la costra en la dirección de los cristales sobre una
tabla fuerte de h a y a , un mazo de lo mismo y un cuchillo
de resistencia; despues se introducen los pedazos en un
alm irez de porcelana, donde se muelen y machacan hasta
que el polvo sea bastante fino para usarse. La parte bas­
tan te fina de Israzúcar de leche se halla de este modo des-
pues de haber sido cernida y pasada por el tamiz , m ien­
tras que la mas gruesa , que hay que m achacar de nuevo,
queda encima. P ara conservar el azúcar de leche es preciso
colocarla en un sitio seco, para preservarla de la hum edad
del a ire , é im pedir que so eche á perder.

3o De ios glóbulos sacarinos .

22. Los glóbulos sacarinos ( globuli saccharini) son


una especie de grajea, destinadosá embeber m edicamentos
hom eopáticos, para que puedan adm inistrarse con mas fa­
cilidad. Se hallan ordinariam ente en las confiterías, donde
los preparan con azúcar y alm idón; pero como la azúcar
de caña ó de remolacha que entra en esta preparación no
DE IO S VEHÍCUIOS. <3
es bastante pura para el oso indicado, es mejor preparar
los glóbulos espresamente con azúcar de leche, ó bien con
azúcar ordinaria purificada. E n cuanto al volumen de estos
glóbulos, im porta que no sean demasiado gruesos, á fio de
que puedan adm inistrarse en dosis mas pequeñas; Hahne-
mann ha propuesto darles el volumen de la grana de ador­
m ideras, de modo que cuarenta pesasen casi un centigramo.
Esta forma ha sido adoptada por Ja mayor parte de Jos
homeópatas; algunos sin embargo Jos usan aun del grueso
de un grano de maíz.

23. Para im pregnar estos glóbulos de principios activos


de un m edicam ento, y prepararlos de modo que aun eo
gran cantidad puedan conservarse sin alteración, se embe­
ben primero con Ja atenuaciou alcohólica que se desea;
despues de estar seguros que todos están bien impregnados,
se secan y se meten en un frasco bien tapado. La diseca*
cion completa de los glóbulos antes de taparlos es absolu­
tamente indispensable, porque sin esto se hacen polvo al
cabo de algunos dias, y pierden despues descomponiéndose
ia virtud medicinal. Por esta razón, despues de colocados
eo un frasco i propósito, es bueno vaciarlos sobre un papel
con los bordes vueltos hácia dentro, agitándolos hasta que
no se adhieran los unos i los otros. Si se quiere despoes
colocarlos en el mismo frasco en que se empapararon, debe
cnidarse de secarle antes, ó de vaciarle de nuevo y secar
los glóbulos hasta que dejen de adherirse i las paredes del
frasco. Todos los glóbulos empapados de este modo tienen
un aspecto seco y empañado, mientras que en su estado '
natural son blancos y brillantes.

4o D el agua.

24. E n tre todos los vehículos no hay otro que tenga


menos virtudes medicinales propiamente llamadas que el
agua p u ra ; pero por otro lado os muy casual eucontrareste
fluido puro en la naturaleza. Cualquiera que sea la forma
bajo la cual se presente el agua, está siempre mas órnenos
cargada de m aterias cstrañas, como gases, sales, tierras,etc.
E l agua mas pura es la de lluvia, que como la destilada, d o
i4 D E LOS VEHÍCULOS.

tiene ni olor, ni gu sto, ni color: ademas del aire admos-


férico que contiene esta agu a, no tiene mas que uu corto
número de materias ñjas; solo despues do una tormenta,
se encuentran vestigios de ácido nítrico combinado con el
amoniaco. £1 agua de las fuentes y de los pozos contiene
constantemente varias especies de sales neutras terrosas y
sales muriáticas. E n cuanto á el agua de los rios, de los
lagos y los estanques no tiene en los paises habitados las
condiciones necesarias para estar pura , y por eso no debe
llamar nuestra atención.

25- La homeopatía emplea el agua para tres usos dis­


tin tos, á saber: t° para las operaciones químicas que exi­
gen la purificación de varias sustancias primitivas; 2° para
la preparación de algunas de las atenuaciones; y 3° para
la administración de los medicamentos en forma de solucion
acuosa. Para el úllimo de estos u sos, basta enteramente
usar del agua de fuente ó de rio , bien filtrada; para las
operaciones quím icas, el agua lluviosa que no sea de nu­
blado, es conveuiente en todo caso; mas para la prepara­
ción de las atenuaciones, es preciso absolutamente e! agua
mas pura que pueda obtenerse. Para este fin el agua desti­
lada que se encuentra en las boticas no está exenta de in­
convenientes; porque, aun cuando no se haya elaborado
en vasijas de metal (inconveniente de los mas g ra v es),
siempre es de temer que se h alle impregnada de principios
estraííos, que provienen do las sustancias que se. han desti­
lado poco antes en las mismas vasijas, siendo posible que
al limpiarlas no se haya hecho con todo el esm ero reque­
rido.

2G. Para obtener una agua pura en teram ente, es pre­


ciso que el homeópata emprenda por si mismo la destila­
ción en vasijas de vidrio ó porcelana, como está indicado
respecto del alcohol. E l agua mas á propósito para la d es­
tilación es la de llu via, sobre todo si se procura, como lo
hemos dicho mas arriba , no tomar la de nublado ó cuando
hace sol. E s preciso «o recoger en una lluvia ordinaria
el agua que cae en un principio, puesto que esta contieuc
ordinariamente las impurezas suspendidas en el aire; cuan­
DE i o s v e h í c u l o s . 15
do hace seis h o ra s que lln e v e , es cuando cae la mas pura
q ue se puede o b te n e r d e este m odo. E s te agua contiene sin
em barg o todavía cierta can tid ad de ácido carbónico ; por lo
cu al, antes de som eterla á la destilación «se h ará cocer en una
vasija de porcelan a y d ejarla en friar. A un ea cuanto a la
destilación, es preciso te n e r la precaución de d o aum entar
el fuego sino poco á poco debajo del a p a ra to , y preservar
con paños m ojados el cuello de la reto rta .de una tem pera­
tura dem asiado elevada , á fin d e q u e los vapores al pasar
no disuelvan de las paredes un poco d e sílice y de álcali.
L a prim era parte d el agua o b ten id a debe tira rse , y cuando
dism inuye 2/ 3, cesar la destilación. U n agua destilada buena
no debe dejar n ing ú n resid u o cu an d o se e v ap o ra; debe
se r perfectam ente cristalin a , in síp id a y sin o lo r, sin for­
m ar precipitado ni con el m uriato de b a rita , n itrato de
p la ta , ácido h id ro su lfú ric o , ó los hidrosulfuratos. P ara
conservarla , so em botella ó se echa en vasijas nuevas de
vidrio am arillo , enjuagadas antes con una p arte de la
misma agua , colocándose en u n sitio fresco.

5 o D e l éter .

27. E l éter sulfúrico, ó é te r por escelencia (cether sul-


furicus, spiritus sulfurico-eethereus ), es un líquido ligero,
volátil, odorífero 6 inflam able. Gomo los dem as éteres h i-
dráticos, fosfórico y arsénico, etc., se com pone d e d o s vo­
lúm enes de gas hid ró g en o bicarbonado y de un volumen
de vapor de agria, de m anera que puede considerársele, ya
como alcohol an h id ro ó de una cierta propo rcio n d e los e le­
mentos del a g u a , ya como un h id rato de hidrógeno bicar­
bonado. A cabado de p re p a ra r, no es n i alcalino ni ácido;
y cuando se; qnema no presenta vestigio alguno de ácido
sulfúrico; prueba evidente que el azufre no entra por nada
en su composicioo. Se une con dificultad al ag u a , de la
que es m enester diez veces su peso para disolverlo; pero
al alcohol y á todos los aceites esenciales se une en toda
proporcion. L os aceites fijos tam bién, los ácidos grasos,
los bálsam os, varias especies de resinas, el fósforo, el azu­
fre, el bromo y varias sales hidroclóricas se disuelven p er­
fecta tríenle en el éter.
16 DE IO S VEHÍCULOS.
28. E n homeopatía no se conoce hasta ahora entre
las preparaciones etéricas sino la del fósforo, que algunos
médicos han propuesto sustituir á la preparación alcohólica
de esta sustancia. Esta sustitución de tinturas etéricas á las
tinturas alcohólicas, no solo para el fósforo sino aun para
varias o tras sustancias, nos parece en efecto convenir bás­
tanle bien en un gran núm ero de casos, y no titubearemos
do ningún modo, en aconsejarla á todos los médicos y far­
macéuticos hom eópatas, si creyésemos que los medicamen­
tos no sufren alteración tratados indiferentem ente por uno
ú otro de estos dos vehículos. E l conocimiento de las par­
tes qnimicas de que se compone el éter no nos es suficiente
para decidir acerca de sus virtudes patogenéticas; y míen*
tras no se aclare esta cuestión con ésperimentos puros,
creemos que todos aquellos que quieran apoyarse en obser­
vaciones contenidas en la materia médica homeopática, ha­
rán mejor en procurarse las preparaciones tales como las
han adm inistrado los autores de estas observaciones. No se
sigue de esto quo ninguna tintura etérica deba prepararse,
y aun nosotros estamos lejos de in terpretarlas; pero insis­
timos solo en la necesidad que hay de no confundirlas con
las de alcohol, é indicar al menos en la etiqueta el vehículo
en que se han preparado.

29. E l éter tal como se encuentra en nuestras oficinas,


con el nombre de éter rectificado, es ordinariam ente bas­
tante p u ro ; solamente tiene algunas veces un poco de al­
cohol, del cual conviene privarle. Para conseguirlo se le
mueve por algún tiempo con el doble de su volúmen de
agua, y cuando se ha separado se vierte sobre cal viva,
con la cual se revuelve varias veces por algunos dias. Des­
tilada despues esta mezcla hasta que no queden en la re­
torta mas que dos tercios, el resto que pase al recipiente
es el éter perfectamente puro. A lgunas veces, siu embargo,
se halla falsificado por una adición de ácido sulfúrico ó de
otros ácidos. La adulteración con el agua se reconoce por el
residuo acuoso que se presenta, cuando se espoue á una
tem peratura mediana una pequeña cantidad de éter. La
presencia del ácido sulfúrico so conoce por su olor p articu­
lar, y la de los otros ácidos; porque el éter pone encarnada
PREPARACION PRIMERA UE LAS SUSTANCIAS. 17
la tintura de tornasol. P o r últim o, para conservar el éter
exento de toda alteración, se coloca en frascos pequeños
cuya boca term ine en p u n ta, de modo que se puedan cer­
rar herm éticam ente por la llama de una lámpara. Estos
frascos se conservan mejor en la bodega. Guando el éter
se halla alterado por la acción del aire ó de la luz, es menos
volátil, de un sabor acre y urente, y se mezcla con el agua
en todas proporciones.

C A P ÍT U L O II.

I)C la preparación de los medicamentos homeopáticos en so estad»


primitivo.

I o Observaciones y regías generales.

30. Para obtener buenas preparaciones homeopáticas


importa sobre todo procurarse las sustancias primitivas de
la mejor calidad posible, y en el estado mas i propósito para
su objeto. Todas las sustancias que nos suministran los roí-
nos animal y vegetal pierden secándose una parte de sa
energía; por esta razón todo médico ó farmacéutico ho­
meópata procurará en lo posible que sean frescas, y las so­
meterá inmediatamente á la preparación. E n cuanto i las
sustancias que se encuentran en paises lejanos, y quo por
consiguiente no podemos obtener sino la tintura preparada
en el punto donde estas se crian, ó bien ia sustancia misma
disecada, vale mas preferir esta última, que fiarse de una
preparación, cuya pureza es imposible garantir. La indus­
tria moderna falsifica las drogas con tanta perfección, qoe
es imposible poderse servir de ellas cou confiauza para las
preparaciones homeopáticas, siendo las tiuturas lo peor, y
por consiguiente nada convenientes al efecto. Para l.ts sus­
tancias que bajo la forma de polvos se venden algunas
veces, es preciso mucha precaución sobre todo sieodo
sustancias caras, como el ámbar y el castóreo, etc. Si es
imposible obtenerlas en su estado natural, no se deben ja­
mas usar sin conveuccrse antes de su pureza. Lo mismo
sucederá con todos los productos químicos que se hallan
eu el comercio; no hay absolutameute niuguuo que pueda
lg PBEPABAC10N PRIMERA
u sa rs e e a homeopatía sinhaberexam inado escrupulosamente
su calidad.

31. Un punto no inenos im portante que la buena cali­


dad de las sustancias es la elección exacta de la especie
particular de que usa la hom eopatía, sobré el cual debe­
mos insistir tanto mas cuanto que no solo algunos far­
macéuticos, sino también médicos homeópatas han creído
alguna vez introducir una mejora real sustituyendo á las
sustancias usadas en homeopatía otras que les parecían
mas enérgicas y mas puras en sus cualidades químicas.
P o r buenos que sean estas innovaciones en la ciencia, no
es menos cierto que el m enor cambio esencial que se ve­
rifica en la preparación de un medicamento puede ser tras­
cendental para la práctica. L o que. importa al práctico no
es siempre que la preparación sea mas ó menos científica;
pero sí que sea igual á la que ha servido para los esperi-
mentos. Así es que para obtener el calcareo 6 sub-carbo­
nato de c a l, tal como lo usa .la hom eopatía, es necesario
prepararlo con tas conchas de las ostras, como lo prescribe
H anhem ann, aunque esta preparación no contenga carbonato
de cal puro. También sucede que la quina, el opio, la nnez
vómica, tal como sirven á preparar las tinturas del mismo
nom bre, no pueden jamas sustituirse sin inconveniente por
la quinina, la morfina, la estricnina, etc., aunque estas ú lti­
mas sustancias contengan, según está admitido, los prin­
cipios activos de las primeras en el estado mas puro.

32. L o propio sucede con los procedimientos adoptados


por la homeopatía para tas preparaciones farmacéuticas de
sus .medicamentos. E n esto, como en la coleccion y prepa­
ración química de las sustancias, es de todo rigor observar
estrictamente las reglas prescriptas. Todas las sustancias que
la homeopatía transforma en tinturas, deben prepararse
úuieameute con alcohol, y las que no se disuelven ni en
este fluido ni eu el agua, por la simple trituración, en el
azúcar de lecbe. Los vehículos, como el alcohol, el azúcar
de leche, el agua, etc., deben ser enteramente puros y per­
fectamente buenos. Al mismo tiempo las proporciones in ­
dicadas para las mezclas, como las maniobras prescriptas
DE LAS SUSTANCIAS.

p a ra la dilución y la división de las su stan cias, deben ob­


servarse con la m ayor ex actitu d posible. M achas veces, es
v e rd a d , estas indicaciones y p rescripciones son de tai n a­
turaleza, que dejan ua campo g ran d e en su ejec u ció n , según
el uso que se cree h ac e r de los m edicam entos, ó el grado
de energía que se les piensa d a r ; aun en este caso, los p rin ­
cipios que h an dictado estas reglas deben se rv ir de guia en
su aplicación, y en todos los casos en que las indicaciones son
positivas, los médicos y los farm acéuticos hom eopáticos no
deben separarse bajo n in g ú n p retesto arb itrariam en te.

33. Adem as de la esactitu d en el trab ajo de las p re ­


p aracio n es, se aecesita adem as sep a ra r con el m ayor cu i­
dado todas la? influencias e stra ñ a s, á fin que estas no p u e ­
dan cam biar ias virtudes de los m edicam entos, haciendo
de este raodí la acción inseg u ra. P o r esta razón es preciso
prim ero quo la preparación se haga e a un sitio cuya te m ­
peratura no esceda á la de las h a b ita c io n e s, y donde no
esten espuestas las sustancias d la acción d ire c ta de los
rayos solares. A l mismo tie m p o , la atm osfera en que se
opera debe de ser pura y ex enta de todo v ap o r ú o lo r, y
mas que todo de em anaciones m ed icin ales, com o sucede
cu las boticas o rd in aria s; porque todas estas exhalaciones
puestas en contacto coo las preparaciones hom eopáticas son
susceptibles de adh erirse con fuerza , como el alm iz c le, las
esen cias, el arsénico, el sublim ado co rro siv o , e tc.; jam as
deben usarse estos utensilios síq lim p iarlo s d e antem ano coo
mucho cuidado. E n cuanto a los frascos pequeños y tapones
que h an servido uua vez, uo se u sarán otra sino para el m is­
mo m edicam ento; lo mismo el lienzo q u e sirv e p ara esprim ir
6 filtrar el zumo de una p la n ta ; p o rq u e, sea cualquiera el
medio que se em plee p ara lim p ia rlo s, no h ay nunca bas­
tante seguridad de h a b er quitado todas las partículas que
contienen.

34. E fectiv am e n te , los m edios ordinarios para lim ­


p ia rlo s utensilios de la farm acia y el cuidado con que se
hace generalm ente, no bastan para g aran tir una limpieza
tan perfecta como la que exige la hom eopatía. £$i p or la­
varlos con m ucha a g u a , como se ha aconsejado, se llenan
20 FH BfARAClO* PRIMEBA
todas las condiciones: una vasija, por ejemplo, que haya
servido para triturar sustancias como el azufre, el almiz­
cle, el asa fétida, etc., conserva constantemente su olor, aun
despues de lavada varias veces y haberla secado. En cuanto
á la limpieza con ciertas sustancias químicas, como los áci­
dos, el cloro, la cal, la potasa, etc., no hay necesidad de
repetir que no se puede tolerar en ningún caso, puesto que
estas mismas sustancias, cuando han ocupado una vasija,
hay que quitarlas con mucho cuidado. Algunos han pen­
sado limpiarlas con espíritu de vino; pero es un error igual­
mente grave, porque el espíritu de vino disuelve la sus­
tancia ó no la disuelve: en este último caso ñola limpiará,
y en el primero formará, con el resto de la sustancia, una
preparación medicinal q u e, aunque débil, será siempre
mas fuerte que una de las últimas diluciones, y ningún
homeópata mirará efectivamente estas como aptas al fin
indicado* £1 mejor medio para obtener la perfecta limpieza
de las vasijas es el de lavarlas con agua caliente, y po­
niéndolas despues á la acción continuada de un calor fuer­
te, como por ejemplo el de un horno, ó bien quemando
distintas veces alcohol absoluto en el mayor grado do pu­
reza. En cuanto á las piedras que han servido para la pul­
verización de un metal, se limpiarán, antes de emplearlas
para la preparación de otra sustancia, raspando su super­
ficie con un pedazo de vidrio.

35. Por último, respecto de los mismos utensilios es


preciso que todos aquellos que sirven para preparar me­
dicamentos homeopáticos sean de una especie no sus­
ceptible de alterar los efectos de las sustancias. Por esto
todos los almireces, tas manos, espátulas, y también las
cucharras, y otros instrumentos necesarios deben ser de
cristal do roca, pórfido, vidrio, porcelana ó de asta; los
utensilios de metal, de mármol, de serpentina y de ma­
dera son absolutamente inadmisibles. Para cerrar los fras­
cos, se prefieren constantemente los tapones de cristal á los
de corcho, sobre todo para las sustancias preparadas con
el azúcar de leche, á las cuales estos últimos comunican
muchas veces un olor desagradable. Para las sustancias
corrosivas, como los ácidos, el yodo, la creosota, etc., los
1)E LAS SUSTANCIAS. 2J
tapones do vidrio son indispensables. Si, como para las pre
paraciones de alcohol, quiere á pesar de esto usarse tapo­
nes de corcho, deberán tom arse de ios mejores y nnevos.
A ntes de usarlos es preciso meterlos en agua pura, despues
de lo cual se lavarán en espírilu de vino, dejándolos secar
á una tem pertura moderada. Tam bién se ha propuesto ha­
cerlos cocer para aum entar su volumen y ablandarlos; pero
así preparados son mas susceptibles de embeber la hume­
dad del aire y cam biar constantem ente de volumen.

2 o R eglas particulares p ara la preparación de las


plantas frescas. — T inturas .

36. P ara que las plantas sean enteram ente convenien­


tes al uso m edicinal, es preciso cogerlas poco antes, 6
mejor ann durante su florescencia; y jam as deben cogerse
aquellas que crecen en un terreno demasiado húmedo y
privado de sol y aire , á menos que la naturaleza d é la
planta no requiera estas condiciones. E n la mayor parte
de casos, es todavía mas im portante el no coger las flores
ni las hojas estando el tiempo constantem ente frió y h ú ­
m edo; porque entonces el aceite etérico, las resinas corro­
sivas y las materias alcalinas no se desenvuelven como se
requiere, y no se separan de la albúmina sino de un modo
incompleto. E l momento mas favorable es cuando despues
de algunos dias de calor ha llovido uu poquito; porque
entonces se favorecen la formacion do los principios activos
y el desarrollo libre del hidrógeno. E n todos los casos en
quo la homeopatía no indica nada de particular, se usa
constantemente la planta entera, las flores, la yerva y la
raiz. Antes de someterla á la preparación se lava cuidado­
samente cou agua fria, á fin de quitar el polvo y las demas
impurezas que pueda contener.

37. Para preparar despues la planta de modo que reú ­


na todas las propiedades de sus diferentes partes, se pica
moy menuda, se pone en un mortero do piedra, y se
reduce á una pasta fina quo se pone en un paüo á pro­
pósito para sonieler á la acción de una preosa de madera
hecha al intento, y obtener de este modo el jugo del ve­
22 PRBPABACIOH PRIMJBRA

getal. E ste ju g ó se mezcla al instante íntim am ente con una


cantidad igual de alcohol, y se coloca en frascos bien tap a­
dos. Despues de veinticuatro horas se decanta el líquido
claro que sobrenada en el precipitado de fibrina y albúm i­
n a , y se pone aparte para el oso medicinal. E l alcohol im ­
pide que se desenvuelva la fermentación en el jugo vegetal,
y la virtu d de este so conserva asi completamente sin
alteración y para siem pre, con tal que se procure tenerle
á la som bra y en frascos bien tapados. D e este modo obte­
nido el medicamento por la presión y por la mezcla del
jugo con una cantidad de alcohol igual á la su y a , se tiene
la tin tu ra m adre de la planta {per expressionem),

38. L a preparación de la tintura m a d re , por espresion


no es aplicable sin embargo mas que i las plantas de jugo
abundante; para los vegetalesqne contienen mucho m ucila-
go espeso y albúm ina, es mejor prepararlos haciéndolos ma­
cerar en una proporcion doble de alcohol. Con este objeto se
secan prim eram ente á medias, poniéndolos i la sombra en un
sitio aireado, y i una tem peratura un poco elevada, despues
de lo cual se pican muy menudos, y se añade la cantidad
necesaria de alcohol. P ara los vegetales que no tienen sino
corta cantidad de jugo, como las adelfas, la tuya, etc., deben
molerse solos primeramente; despues de reducirlos i una
pasta fina y húm eda, se empapa esta pasta con el doble de
alcohol, á fin de que el jugo, mezclado con este liquido,
pueda esprimirse con mas facilidad. E l medicamento obte­
nido de este modo, es la tintura madre por maceracion (per
macerationem).

39. Ademas de estos dos modos de obtener la tintura


madre de las plantas frescas hay aun otro, que aunque mas
inferior que los anteriores, merece citarse, sin embargo,
como conveniente on algunos casos particulares. Esto es
sobro todo cuando las circunstancias no permiten esprimir
el jugo de las plantas frescas inmediatamente despues de
haberlas recogido, y que sin embargo dejándolas marchi­
tarse un poco, debe temerse, por poco que se a , no se alte
ren y pierdan sus principios activos. E n este caso puede
remediarse este inconveniente haciendo digerir separada-
DE LAS SUSTANCIAS. 23
mente eo ei alcohol cada parte de la planta. Para lograr
este objeto, se principia por dividir la raiz en cuatro, y se
corta en pequeños pedazos; se procede del mismo modo
para las hojas, y luego, despues de haber introducido cada
una de estas dos partes en un frasco distinto, de magnitud
a propósito, se empapan con u q v o lu m e n ¿goal de alcohol.
Dejando digerir de este modo las partes separadas p o r al­
gún tiempo, y reuniendo d e s p a e s en u n solo frasco los
productos obtenidos, se tendrá una tintura madre por di­
gestión (per digestionem), q u e no solo será p e r f e c ta m e n te
p u ra, sino también bastante cargada de principios activos
que merezcan la confianza. Ademas q o hay que creer que
en todos los casos en que no hay necesidad absolata de
recurrir á este procedimiento, la preparación de las tintaras
porespresion ó por maceracioo es preferible; pero siempre
que hay necesidad de buscar las plantas que se han de
asar en sitios lejanos donde no se pueden llevar aparatos
para la preparación ó espresion, es mejor someterlas al
instante á la digestioo, que traerlas marchitadas habieodo
perdido sus principios activos.

3® D e la preparación de los productos vegetales exóticos.

40. Todas las sustancias vegetales exóticas de que asa


la homeopatía, como son las plantas, las cortezas, granas,
resinas, maderas, etc., deben tomarse al estado bruto, y
jamas deben aceptarse estando pulverizadas. Porque, aun
cuando no hubiera que temer la falsificación coo sustancias
estrañas, los medios ordinarios que se usan para reducirlas
i polvo no son á propósito para garantirlas do toda altera­
ción posible. Todas las sustancias vegetales aun perfecta­
mente secas contienen todavía , cuando están enteras y en
estado bruto, cierta cantidad de humedad que es innecesa­
ria para este estado, y que cuando no se consigue separarla,
hace que al cabo de algún tiempo se pone mohoso el polvo
y se altera. Si el homeópata quiere pues asegurarse por
completo de tener un polvo no solo puro, sino aun suscep­
tible de couservarsesin ninguna alteración, es preciso em­
prenda él mismo la preparación conveniente.
24 PREPARACION PRIMER A
4L Hahnemann es el primero que ha enseñado el
mejor medio de reducir las sustancias estrañas á polvo in­
alterable y enteramente seco. Este medio consiste en po­
ner el polvo sobre un plato de hierro ó mas bien de oja de
lata con bordes revueltos y menearla hasta que no se formen
grumos, y que todas las particulas se deslicen igual y fá­
cilmente unas sobre otras, como la arena fina. Mas para
conseguirlo, es preciso tener la precaución de que haya
una caldera constantemente llena de agua y mantenerla d
una temperatura igual, á fin de no esponer el polvo á una
demasiado elevada, puesto que todo calor demasiado inten­
so destruye las sustancias orgánicas. Colocando el polvo en
los frascos tratado de esta manera bien tapados y lacrados,
sustrayéndolo de los rayos del sol y de la luz del dia, puede
conservarse por tiempo ilimitado sin enmollecer ni alterarse
de un modo apreciable. Lo que se duda todavía es, si por
este procedimiento las sustancias de principios muy volátiles
no pierden su virtud durante la misma operacion, y si por
consiguiente no seria preferible el preparar la tintnra alco­
hólica inmediatamente despues de haberla pulverizado.

42. Para preparar la tintura con las sustancias secas,


se empieza por machacarlas en un almirez de mármol ; y
despues de haberlas reducido i polvo muy fino, se añaden
veinte partes de alcohol en el cual se hacen digerir por
seis ú ocho dias, despues de lo cual se decanta el líquido
clarificado, con objeto de conservarle para la práctica. Las
sustancias muy higrométicas deben secarse antes de pulve­
rizarlas, ó bien se machacan en un almirez caliente, y si
son particularmente duras y tenaces, se liman. E n cnanto
á la proporcion en que el alcohol debe añadirse, varios
médicos han propuesto hacerlo de 1 :1 0 en lugar de 1 : 20 ,
es decir: de no echar mas qne diez partes de alcohol sobre
la sustancia pulverizada; pero ademas de la certeza qne
hay que en la proporcion de 1 : 20 el vehículo se apropia
necesariamente de todas las partículas medicamentosas, las
tinturas de varias sustancias, como la de la quina, del ópio,
la ratania, etc., parecen en esta proporcion ya tan saturadas,
que es muy dudoso adquieran en la proporcion de 1 : 10
mas energía en realidad.
DB l i S SUSTANCIAS. 25
43. Ultimamente, Hahnemann ha aconsejado do sebaga
ninguna tintara con sustancias vegetales secas, sino pre­
pararlas del mismo modo que las sustancias minerales sóli­
das, es decir; triturándolas con ia cantidad necesaria de
azúcar de leche. Es claro qne para todas las sustancias que
no se quieren asar sino á cierto grado de concentración, j
no mezclarlas al vehículo sino en proporcion de 10 : 100,
este proceder tendría para la conservación de las prepara­
ciones todos los inconvenientes qne hemos indicado al
principio de este artículo. Aun no mezclando la sustancia
al vehículo sino en la proporcion de 1 : 100, la humedad
qne comunicaría á la trituración sería demasiado sentible
para no temer la alteración de la preparación, si se colo­
case en frascos tapados. Pero la cuestión es distinta cuando
hay que servirse de las atenuaciones bajas de un medica*
mentó (6 a, 15", 30a); en este caso el proceder indicado
convendrá en efecto, no solo para las sustancias vegetales
secas, sino también á todas las plantas frescas qne contie­
nen muy poco jugo para dar tinturas por espresion. Por­
que no teniendo necesidad de conservar para la prepara­
ción de estas atenuaciones bajas, sino todo lo mas la tercera
trituración, esta estará siempre bastante exenta de hume­
dad vegetal para no dejar nada que desear; y estando las
tritnraciones en general menos espuestas i alterarse qne
las tinturas, este proceder reunirá la doble ventaja de con­
servar todos los principios activos de los medicamentos j
hacer sus preparaciones inalterables en lo posible.

4o De la preparación de las sustancias minerales


y animales. — Trituración.
44. Todas las sustancias no vegetales de qne usa la
homeopatía, como las sustancias animales, cuerpos mine­
rales y productos químicos, están ordinariamente prepara­
dos por la trituración con el azúcar de leche; no importa
que en sn estado natural esten sólidas ó liquidas, solubles
<5 no en el alcohol. Solo ciertas sustancias, como el acetato
de cobre, algunos ácidos, y todas aquellas curas cnalidades
químicas no admiten la mezcla con el azúcar de leche, de­
ben prepararse de un modo particular, que se indicara en
26 PREPARACION PRIMERA

cada sustancia. En cnanto á las sustancias solubles en el


alcohol, se pueden preparar también las tinturas disolvién­
dolas en 20 partes de este liquido; mas para la buena con­
servación de las preparaciones y el desarrollo de las vir­
tudes medicinales, la trituración con el azúcar de leche
merece eo todo caso la preferencia. A.un para las sustancias
animales frescas que se preparan ordinariamente hacién­
dolas digerir en 20 partes de alcohol, despues de reducidas
á una masa fina-, la trituración es infinitamente mas conve­
niente.

45. P ara som etertodas estas sustancias i la trituración,


se puede eu la mayor parte de casos tom arlas según se ha­
llan en su estado p u ro ; solamente para los m etales, si no
se pueden obtener en forma de hojas muy delgadas, como
el o ro , la p la ta , el estañ o , etc., es necesario reducirlas á
polvo. P ara este fin pueden tratarse de dos modos, de los
cuales el prim ero consiste en frotar debajo del agua un
pedacito contra una piedra de afilar hasta haber obtenido una
cantidad suficiente de polvo metálico. E ste es el proceder
que emplean los homeópatas en g e n e ra l; pero si la piedra
que sirve para esto es demasiado blanda, el polvo que se
obtiene es rara vez puro, y en este caso vale mas procurár­
selo por medio de la descomposición de las disoluciones de
estos metales en los ácidos. Introduciendo una barita pu­
lim entada de un metal, cuya afinidad con el oxigeno sea
m ayor que la del metal disuelto, este no tarda en agruparse
al rededor de la barita adhiriéndose en forma de polvo.
P ara obtener después este polvo enteramente p u ro, se lava
varias veces con agua d estilada, hasta que no presente ves­
tigio alguno de ácido. L a reducción de los metales á polvo
por medio de la lim a, es un proceder que conviene á lo
mas al hierro, supuesto que por las observaciones dei inglés
W e lls está probado, que el metal frotado de este modo ad­
quiere las virtudes de aquel contra el cual le frotan.

46. Gomo la trituración de las suslaucias con el uzúcar


de leche tiene principalmente por objeto el desenvolver
todos los principios activos por la división de las moléculas,
es esencial que la proporcion en que se halla mezclado el
Dfc LAS SUSTANCIAS. 27
medicamento al vehículo no sea demasiado grande, y que
la cantidad que se somete i la vez i la tritaracion sea bas­
tante pequeña para manejarla bien. Para esto, Hahnemann
ha propuesto el no hacer jamas ninguna trituración qne
contenga mas de 5 gramas (100 granos) de azúcar de leche,
y no mezclar el medicamento sino en la proporcion de
i : 100, es decir: al peso de 5 centigramos (1 grano) cerca;
de modo q u e, hecha la trituración, cada grama de esta no
contenga sino 1 centigramo del medicamento primitivo.
E sta proporcion de 1 :1 0 0 es en general también sobre la
que se basan todos los médicos homeópatas; pero como
para varias sustancias el volumen que forman 5 centigra­
mos de su peso es demasiado pequeño en proporcion del
qne forma el azúcar de leche, y que es esencial que toda
la cantidad de este esté bien impregnada del medicamento,
algunos médicos en estos últimos tiempos han preferido
hacer todas las primeras trituraciones de los medicamentos
en la proporcion de 1 0 :1 0 0 . Por consiguiente, en lugar
de no tomar mas que 5 centigramos (1 grano) del medica­
mento, toman 50 (10 granos) para mezclarlos i las S gra­
mas (100 granos) de azúcar de leche; de modo qne cada
grama de la trituración hecha contenga 10 centigramos de]
medicamento. Es fácil ver que este proceder merece en
todo caso la preferencia, puesto que no solo presenta mas
seguridad para la exactitud de la mezcla, sino también por­
que para restablecer despues la proporcion indicada por
H ahnem ann, no hay mas que tomar 50 centigramos (10 gra­
nos) de la trituración obtenida, y triturarlos de nuevo con
otros 5 (100 granos) de azúcar de leche.

47. E n lo que concierne al mismo trabajo de la tri­


turación, Hahnemann prescribe hacerlo en todos los casos
del modo siguiente. Despues de haber pesado la cantidad
necesaria del medicamento y del azúcar de leche, se toma
cerca de una tercera parte de esta y se mezcla con la
totalidad del medicamento en un almirez de porcelana,
uniendo estas dos sustancias con una espátula de hueso ó
asta, y se muele la masa fuertemente por espacio de seis
minutos; despues se quita con la espátula la masa del fon­
do y de la mano del mortero, y se mezcla de nuevo conti-
28 PREPARACION PR IM ER A

nuando la trituración por otros seis minutos. Hecho esto,


se desprende el polvo que está adherido á la mano y suelo
del mortero, se añade el segundo tercio de la azúcar de
lech e, y despues vuelve á triturarse por otros seis minutos;
so desprende, se machaca y desprende de nuevo como para
el primer tercio; finalmente, se añade el último tercio de
azúcar de leche, con el que se hace lo mismo por el mismo
tiempo que los anteriores. Triturando de este modo cada
tercio dos veces por espacio de seis minutos, y contando
cerca de cuatro por cada intervalo necesario para despren­
der y mezclar el polvo, se habrá invertido una hora para
la preparación de cada trituración.

48. E n el p rim e r artic u lo de este cap ítu lo hem os o b ­


serv ad o ya que p ara las tritu ra c io n e s no p u e d e n u sarse los
m o rtero s de se rp e n tin a , y q u e los m ejores so n los d e p o r­
celan a. E n efecto , la m adera y el v id rio tam poco son co n ­
v e n ie n te s; la p rim era p or su p o ro sid a d , el seg u n d o po rq u e
con el fro te se d esp ren d en p artícu las que co n tie n e n sódio.
E n cu an to los de p o rc ela n a , son p referib les los d e sin
b a r n iz ó p u lim en to , po rq u e cuanto m as lisas sean las su p er­
ficies, m enos intenso es el roce; p o r lo cual, si no se h allan
m o rtero s sino pulim entados, es preciso frotándolos con a re ­
n a q u itarles dicho pu lim en to : la m ano debe ser ig u al al
m ortero y tratad a d el mismo modo. P a ra im p ed ir con mas
seg u rid ad toda alteración posible en la s p re p a ra c io n e s, ya
p o r las p artícu las de sílice que p u d iera d a r la porcelana,
ya p o r los vestigios que las preparaciones an te rio res h ay an
podido d ejar en el m o rtero , se ha propuesto u n ta r esto y
la m ano con una capa delgada de ichthyocollo p u ro m ez­
clado con un poco de azúcar de le c h e , re n o v an d o esta
capa en cada preparación. Pío nos atrevem os á d ecid ir acer­
ca d e la absoluta o p ortunidad de este m e d io ; p ero creem os
al m enos que m erece la atención seria de los prácticos.

49. E n cuanto á la forma de los m orteros en que haya


de hacerse la trituraciou, es m uy fácil ver que los de fondo
chato no pueden convenir de ningún m o d o , toda vez q u e
en ellos la azúcar de leche buscaría los án g u lo s, lo cual
im pediría tritu ra r toda l*a mezcla ig ualm ente. L a mejor
DE las sustancias . 29
forma quo puede darse al interior de los morteros es la de
la parte obtusa de un huevo. A.I mismo tiempo el mortero
debe tener la suficiente capacidad para triturar con la
fuerza necesaria é impedir que so disípe e) polvo; sus pa­
redes internas deben estar perfectamente unidas é iguales,
y su peso tal, que durante la trituración pueda fácilmente
tenerse con la mano izquierda sin cansarse demasiado. La
mano debe ser bastante ancha en su base para correspoo'
der exactamente al fondo cóncavo del mortero. A fin de
desprender la masa triturada que se adhiere al fondo del
mortero y de la mano, aconseja Hahnemann servirse de
la espátula ; pero esta opcracion se hace infinitamente me­
jor por medio de un cepillo duro, de forma conveniente
para este objeto. En cuanto á los demas instrumentos ne­
cesarios para la trituración, como la espátula, cuchara, etc.,
hemos dicho en otra parte que los mejores son los de asta,
h ueso, 6 porcelana, y que los de rnetal son enteramente
inadm isibles, esceplo los morteros de hierro para quebran­
tar ciertas sustaucias bastante duras antes de prepararlas
i la trituración.

CAPÍTULO n i.

De las atenuaciones homeopáticas.

4* S obre las atenuaciones en general.

50. A l hablar de la naturaleza y forma de los medica­


mentos homeopáticos, hemos ya observado qne en vez de
corregir los defectos damasiado enérgicos de ciertas sustan­
cias coa. la adición de otra medicinal, procan la horneo-
patia disminuirlos con la preparación de una serie de ate­
nuaciones , en las cuales el medicamento no esta mezclado
ai vehículo sino en muy corta proporcion. En el principio
de su carrera médica Hahnemann se limitaba á hacer estas
atenuaciones en la proporcion de 1: 100, es decir; mez­
clando una cantidad muy pequeña de la sustancia concen­
trada, con una cien veces mayor de «na sustancia no medi­
cinal; pero viendo que estas preparaciones todavía obraban
30 1)B LAS ATEN UA CIO N ES

muchas veces de una manera demasiado en érg ica , adelantó


y preparó una segunda y aun una tercera atenuación,
mezclando para la segunda la centésima parle d e la pri-
raerá, y para la tercera la centésima parte de la segunda,
y á otras 100 partes del vehículo. Esta tercera atenuación
aunque no contiene el medicamento sino en la proporcion
de 1: 1 0 0 3, de l : i . 0 0 0 .0 0 0 , Hahnemann la halló sin em­
bargo alguna vez demasiado activa todavía, lo que le hizo
llevar las atenuaciones aun mas a llá , é ir de atenuación en
atenuación, para hallar el grado mas conveniente. A si es
que en estos últimos tiempos ha conseguido llevar el n ú'
mero de atenuaciones de todos los medicamentos indistin­
tamente hasta 3 0 , de modo que en la última de estas ate­
nuaciones se halla mezclado el medicamento solamente
en la proporcion de t : 100 3®, ó de 1: 1.000.000**»

51. Por absurdas que á primera vista parezcan estas


atenuaciones infinitesimales, no es menos cierto que aun
la trigésim a, lejos de haber perdido toda su eficacia, se
presenta aun algunas veces demasiado enérgica; y el doc-
todor Korsakorv de Saint-Petersbourg, que ha llevado las
atenuaciones hasta el número de 1 .5 0 0 , ha probado el
mismo resultado con la última preparación de esta serio.
E n efecto, examinando atentamente el grado de intensidad
con que obran las diversas atenuaciones homeopáticas, se
puede fácilmente ver que la diminución de su energía no
es de ningún modo proporcionada á la de la materia. Por
ol contrario, varias sustancias que en su estado de concen­
tración no tienen sioo poca ó casi ninguna acción sobre el
cuerpo, como el licopodio, el carbón vegetal, etc., se
presentan muchas veces muy eficaces á las segunda y ter­
cera atenuaciones, de modo que casi se cree quo el método
de preparación adoptado por Hahnemann, coutribuye mas
bien i aumentar que á disminuir la virtud de los medica­
mentos, ó al menos á hacerlos mas aptos i ejercer, eo las
dosis mas pequeñas, su influencia sobre el organismo. Tam­
bién Hahnemann ha dejado hace algún tiempo de mirar
estas preparaciones como diluciones en la verdadera acep
cion de la palabra, y si hoy dia quiere se lleven todos los
medicamentos hasta la trigésima atenuación, do es sino
h o m e o p á t ic a s . 3i

con la idea de que por este medio puedao mejor toóos de­
senvolver sus principios activos y hacerse roa* convenientes
para la práctica.

52. Para esplicar el hecho verdaderamente inaudito


de la eficacia de estas atenuaciones. Hahnemann ha ensa­
yado el sentar por principio, que cuanto mas se destratan
las partes materiales de una sustancia, mas se pose ea
evidencia la virtud dinámica ó el espirita del raedicaaente;
y que para aumentar la eoergía de las preparaciones !<*«U
un grado increíble, bastaba llevarlas de atenuación e t
atenuación , sometiéndolas al mismo tiempo i an grao nu~
mero de trituraciones ó movimientos. Si este principio es­
tuviese conforme con la esperiencia, resultaría qne de ana
sustancial por ejem plo, de la cual es suficiente an grano
para causar ]a muerte, la misma dosis de 1» tricésima
atenuación debería producir este efecto de un modo mucho
mas seguro, lo que no sucede sin embarco. Mas aun man-
do no se quisiese hacer esteosivo este principio sino i las
sustancias que no desenvuelven su virtud sino ea faena de
atenuarlas, es igualmente contrario i todas las observacio­
nes que la trigésima atenuación, por ejemplo, de estas s « -
lancias, tenga una acción absolutamente ma» enérgica que
la sesta, la duodécima, la décima quinta, etc. Jaz«aodo
por el contrario según los «sperimentos hechos por varios
homeópatas, las diferencias de enargra entre hs atenua­
ciones de un medicamento son tan pequeñas, que aan no
se ha podido decidir con certeza si son las primeras 6 las
últimas las que tienen acción mas fuerte. Por lo que admi­
tiendo la eficacia de las atenuaciones, varios homeópatas
han impugnado la esplicacion dad» por Hahnemann, y ha»
considerado el proceder, por medio del cual adqoíeren»
eficacia, como análogo á la infección por uu miasma. Se*«n
ellos, desprendiéndose el principio actuó del medicamento
por )a destrucción de la materia se comunica al vehicofe,
que se infecta por este medio, y se hace tan activo como
el medicamento mismo.

53. Cuanto á la comparación con los miasmas, esu


última opinion es sin disputa la que merece mas la atención;
32 DE ¿AS ATENUACIONES

pero la esplicacion que ella da está lejos de lle n a r todas


las ex ig en c ia s, puesto que en vez de d ilu cid arla , la re ­
m ite á u n o rd en d e h e c h o s , q u e , au n qu e g en eralm en te
adm itidos, no están aun suficientem ente esplicados. E l m ias­
ma siendo aun un cuerpo im p o n d e ra b le , no deja de serlo
t a l , es d e c ir , m a te ria , y por lo ta n to sujeto á la s leyes de
esta. A s í, p u e s , toda acción de la m ateria , ya m ecánica,
ya d in á m ic a , está en relació n d e la c an tid ad de átomos
activos quo p resen ta un volum en d a d o ; y todo el m undo
sabe qqe pesa m as una pied ra g ran d e que una p e q u e ñ a ,
y que u n im án de considerable volum en es susceptible de
desenvolver una acción m ucho mas fu e rte , que otro que
sea m enos volum inoso. S i se q u ie ro , p u es, sostener que se
m anifiesta en u n a p a rte la acción do un cuerpo ya ponde-
rab le ó im p o n d e ra b le , es preciso ad m itir tam bién la p re­
sencia de cierta cantidad de áto m o s; y lo que es todavía
m as se g u ro , que á m edida que esta cantidad dism inuye en
u n volum en d a d o , la acción de este tam bién dism inuirá
de energía. S e v e , p u e s, que aun cuando se probase que
nuestras atenuaciones no tienen necesidad para o b ra r, sino
de im pregnarse de partículas im ponderables, como las de
los m iasm as, no so hab ría hecho nada todavía para de­
m ostrar que su energía no puede d ism inuir en razón de
la pérdida m aterial que esperim enta , ni nada tampoco
para esplicar cómo una aten u ació n , por ejem plo, que no
contuviese sino la villonésima parte de átomos m edicinales
de o tra , puede presentar mas in ten sid a d , no solamente
ig u a l, sino á las veces superior á esta última.

54. Estos hechos por tanto, existen talas como los he-
raofr citado; y nada so hubiera estrañado entonces si desde
el principio se hubiera reflexionado bien sobre la manera
con que obran uuestros medicamentos en g e n e ra l, y sobre
el cambio que esperim entan las sustancias en nuestro mo­
do de prepararlas. Debería haberse reflexionado que cada
dosistm edicinal contiene un gran núm ero de átomos quo
permanecen sin accioa , por el solo hecho de hallarse con­
tenidos en lo in terio r de las m oléculas, y no llegan á po­
nerse en contacto con los órgauos; y que por consiguiente,
siempre que por uu medio cualquiera se consiga dividir
h o m e o p á tic a s . 33
«stas m o lécu las en cu erp ecillo s mas pequeños, y aumentar
d e este m odo la superficie total que pudiefran form ar, au­
m e n ta ría la e n e rg ía d e la dosis al punto que la mas pe­
q u e ñ a p a rte seria capaz de ejercer uoa influencia, sin o
s u p e r io r , al m enos ig u a l á la d e la dosis entera en el es­
ta d o p rim itiv o . A sí es q u e el doctor Doppier de Prague
ha esp iicad o e l p rim e ro la eficacia de nuestras atenuacio­
n es ; y s e g ú n este , es tal el efecto que produce sobre las
m olécu las la d ivisió n h asta lo in fin ito , que si las de uu
p o lv o í j d o s o d á la dosis de 5 cen tig ram o s, en estado de
fo rm a r p o r e l c o n ju n to d e su superficie una total de í 00
m etro s c u a d ra d o s , y si cada trituración de veinte minutos
no d iv id ía c a d a m olécula sino cu cien cuerpecilios mas pe­
q u e ñ o s , la s de la trig é sim a atenuación estarían divididos
-de ta l m o d o , q u e a' la d osis de una gota solamente podrían
o c u p a r p o r el c o n ju n to de sus superficies una total de va­
rio s m iles d e d ec á m e tro s cuadrados.

51 S i e ste c á lc u lo , q u e cada cual puede fácilmente


v e rific a r, es ju s to , no h a y en efecto nada mas fácil que
c o n c e b ir , n o so la m e n te cóm o la trigésim a atenuación pue­
d e to d av ía p re s e n ta rs e e ficaz, sin o tam bién cómo un solo
g ló b u lo do esla aten u a c ió n puede ten er todavía bastante
v irtu d p a ra d a r á u n vaso de agua casi tanta energía como
a u n m e d ic a m e n to p u ro . P o r q u e , supongamos que la su­
p erficie to tal q u e u n a gota de la trigésim a atenuación pue­
de c u b r ir p o r ia d e su s m oléculas infinitam ente pequeñas
sea solo de 4 .0 0 0 d ecá m e tro s c u a d rad o s, empapando con
esla gota d o sc ie n to s glóbulos sac arin o s, cada uno conten­
d rá to d av ía p3ra c u b rir u n a superficie de 200 metros cua­
d ra d o s al m e n o s, y o b ra rá p o r consiguiente con uua eaergia
ta n g r a n d e com o la q u e p u e d e n desplegar 100 centímetros
d e u n a s u s ta n c ia no a te n u a d a ; pero que so reducirá ;i pol*
vo b a s ta n te fin o , p ara que las moléculas de cada centigra­
m o p u e d a n c u b r ir u n a superficie total de 20 metros cua­
d ra d o s . L u e g o si un gló b u lo de la trigésima atenuación es
ta n e n é r g ic o , e s c la ro q ue disolviéndolo cu un tolúroeu
d e o c h o c u c h a ra d a s (4 o n z a s , ó 120 grauos) de agua, la
p re p a ra c ió n q u e se o b ten d rá no se rá e a uiugim caso menos
«ficaz q u e u n a tin tu r a m a d r e , que sobre 30 gramos ^una
34 HE -LAS ATENUACIONES
onza) de liquido contuviese 5 centigramos (un grano) de
un medicamento p u ro , y disuelto hasta el punto que sus
moléculas podrían cubrir una superficie total de 500 me­
tros cuadrados. Todos estos cálculos no son verdades rig o ­
rosamente exactas; pero si hay err.or, mas bien es por
haber puesto cifras demasiado bajas; y si se supone, lo que
es mas que probable, que cada trituración de veinte m inu­
tos cambia cada molécula de la sustancia primitiva en mas
de 200 ó 300 cuerpecillos mas pequeños, el resultado será
todavía mas sorprendente.

56. Se ha argüido muchas veces contra la eficacia de


las preparaciones homeopáticas, que si la influencia ejer­
cida por la trituración ó el movimiento era realmente tal
como los homeópatas sostienen, la energía de las atenua­
ciones debería no solamente aumentar con el número, sino
todavía hacerlo de un modo prodigioso, í medida que se
empleasen medios mas poderosos para operar, en cada ate­
nuación , la división de las moléculas. Esto es verdad en
principio, y nosotros podríamos todos los dias comprobar
este hecho en la práctica, si fnese siempre posible utilizar
el aumento en superficies que un volumen dado ha ganado
de este modo. Pero la superficie total que despues de las
trituraciones y los movimientos ordinarios pudiera desen­
volver un solo glóbulo de la 80a atenuación seria tan in ­
tensa, que, si el tiempo no la ayudase, no hallaría nunca
bastante espacio en (os órganos para desenvolverse de modo
que cada una de sn infinidad de moléculas pueda entrar
en acción; y así es que todo cuanto se añadiese á esta can­
tidad do moléculas no haría sino aumentar el número de
las que quedan sin acción. Hé aquí lo que esplíca también
porque dos, tres, cuatro glóbulos, y aun una gota entera
de una atenuación no parecen producir mas efecto que una
sola cucharada de la solucion de un glóbulo en ocho cucha­
radas de agua; y si se busca la razón porqué estas últimas
atenuaciones no parecen distinguirse de las primeras por
ninguna otra cualidad que la de una acción mas prolonga­
da , hallaremos todavía aquí la esplicacion.

57. Hay sin embargo ciertas sustancias cuya energía


HOMEOPÁTICAS. 35
aum enta en re alid ad de an modo sensible i medida que
crecen las atenuacion es, y que m achas veces de entera­
mente in ertes qu e estaban en su estado n atu ra l, se vuel­
ven por este m edio de preparación no menos activas que
los m edicam entos mas enérgicos. Son sustancias que, aun en
el estado d e polvo linísim o, tien en probablem ente sus molé­
culas v erd ad eram en te activas encerradas aun en nna especie
de cubierta q u e las im pide ponerse en contacto inmediato
con los ó rg an o s, y q ue los m edios o rd in ario s de pulveriza­
ción y de dilución son incapaces d e destruir. Porque mo­
liendo como d e costum b re las sustancias solas, las molé­
culas d e u d polvo y a m uy fino se sustraen á la fuerza qne
tiende á h acerlas m as p eq u eñ as todavía, y no, sino triturán­
dolas con otra sustancia contra los cuerpecillos de la cual
pueda frotarse , se con seg u irá d iv id irlas al infinito. Y aun
no se conseguirá sino d e un modo in co m p leto ,.si al mismo
liompo no se procura e ste n d e r siem pre tanto como sea po­
sible las nuevas m oléculas á m edida que la trituración au­
m enta el n ú m e ro , en razón á que cuanto mas aglomeradas
esten , m as difícil será div id irlas. L o que hace qne varias
sustancias parecen no desenvolver toda su virtud sino des­
pues de tre s tritu ra c io n e s sucesivas, hechas de modo que
en cada nueva tritu ra c ió n no h ay a sino una parle (*/íoo)
la precedente que está m ezclada con tantas otras partes co­
mo la prim era.

58. L o q ue acabam os de d ec ir respecto de la tritura­


ción de sustancias en p o lv o , se aplica igualm ente y de la
misma m anera á la atenuación de sustancias liquidas, y i
la sucusion de sustancias solubles con vehículo liquido. Por­
q u e , b ien que las m oléculas de los líquidos, á causa de su
naturaleza g lo b u lifo rm e , sean incapaces absolutamente de
ser divididas p o r una especie de trituración ordinaria, mo­
liéndose con un vehículo en forma de polvo, ó tratándolas
p o r la sucusion con u n vehículo líquido, esperimentan,
tam bién como las de las sustancias sólidas, la división hasta
lo infinito. L o mismo sucede con todas las sustancias ordi­
nariam ente insolnbles en el agua ó en el alcohol, cuaudo
por tritu racio n es suficientes están bastante divididas sus
moléculas para qnedarse suspensas entre las moléculas de
36 DE LAS ATENUACIONES
estos líquidos; cotonees se sustraen no so lo á la le y que Lis
tiene en estado de agregación, sin o que m ovidas con e l v e ­
hículo que las ha d isn elto , esperim entan tam bién todas las
divisiones ulteriores de que son su sceptibles las sustancias
liquidas. A sí es que despues d e la tercera trituración aun
puede continuarse la atenuación de los m etales sin e l m e­
nor in con ven ien te, por la sucusion de estas sustancias con
los vehículos líquidos; de m odo que todas las atenuaciones
hechas de esta manera tienden tam bién com o las tritura­
ciones á aumentar los recursos de las d o s is , do modo que
si se som etiese á nuevas sucusiones la solucion h ech a con
un glóbulo de la 3 0 a en 8 cucharadas de a g u a , se podría
conseguir hacer esta dilución tal, que cada gota constituyese
una dosis mucho mas fuerte que la del glóbulo que se halla
disuelto.

59. S i hay pues un proceder, que mas que otro alguno


sea capaz de suministrar m edicam entos en érg ico s, es á no
dndarloel modo de preparación adoptado por la hom eopa­
tía. En cuanto á las sustancias que en su estado natural
tienen ya toda su virtud convenientem ente d esenvu elta,
este proceder no aumentará nada, en verdad, la en ergía
de las dosis que la escuela u sa, puesto que com o hem os
dicho mas arriba, no hay casi m edio de utilizar todos los
recursos que ganarán estas dosis; pero la ventaja que ha*
brá será siempre la de hallar las atenuaciones de estas sus­
tancias á la dosis de un solo glób u lo, no solam ente tan
enérgicas como la dosis entera de que se han sacado, sino
también mas aptas á ejercer una acción larga y sostenida.
L o mismo sucede con las sustancias de virtud latente, canu­
do esta esté enteramente desenvuelta ; las atenuaciones he­
chas mas allá de este punto no podrán tampoco obrar de
un modo brillaute sobre la energía de las dosis usadas; pero
cuanto mas allá se lle v en , se verá que la dosis mas pequeña
posible es todavía mas que suficiente para producir todos
los efectos que pueden .manifestar estos medicamentos á la
mas fuerte de la dosis usada. E sto podría aun llegar al
punto que si por la simple mezcla y sin ninguna nueva s u ­
cusion se diluyese un solo glóbulo de una atenuación bas­
tante adelantada en un volumen de 3 á 4 vasos de agna, y
HOMEOPÁTICAS. 37
aun mas, cada cucharada, de la de calé, de esta mezcla se
hallaría aun en el caso de producir todo (o que pudiera
obtenerse por una gota entera de las preparaciones medi­
cinales ordinarias (i).

( i ) P ara acla rar m ejor todavía esta in teresan te cuestión de las


dosis infinitesim ales, citarem os aquí una c a rta que nos ha escrito ú l­
tim am ente acerca de e ste asu u to un sugeto em inente en las ciencias
f/sicas y m atem áticas, Mr. Pondrá , profesor ea !a escuela de! estado
m ayor de P a rís; hé aquí su contenido :
P arís 8 de junio de 184 i -
« Hé a q u í, amigo* cóm o lie concebido yo el poder m edicinal de la
»» m ateria. A fia de sim plificar el d iscu rso , lluvanté m edicinalidad este
»» poder.
»» La niedicinalidad d e una su stan cia será , p u e s , el poder en v ír-
» 'tu d del cual la m ateria, p u esta e n con tacto con el organism o, le mo~
» difique diversam en te. E sta acció n de ia m ateria so b re el organism o
» tiene lu gar cuando esta su stan cia e s tá divid id a al infinito, que
>• aproxima á lo que yo llam aré el e stad o ato m ístico , es d e c ir, cuando
» las m oléculas» ó m ejor los á to m o s, e ste n s e p a ra d o s, puestos ¿
» distancia y no neu tralizados en un cu erp o po r sus acciones re c ip ro -
» c a s ; esto está conform e con todos los esperim entos.
» É s e v id e u te , p u e s, que la m ed icin alid ad y la afinidad son p o -
» leticias de la mism a naturaleza que re sid en en Jas últim as m oléculas
»» ó átomos de los c u e rp o s; y yo creo aun no está muy d istau te d e la
» verdad adm itieudo, que la m edicinalidad y la afinidad no soo síd <v
» dos efectos diversos de una mism a c a u s a , no son siao dos modos
» diferentes de en say ar una m ism a p o ten cia. T odos los descubrim ien-
» tos m odernos tienden ahora á pro b ar que la afinidad es una potencia
» debida á la elec tricid ad de la m ateria al estad o atom ístico.
» Es sabido que en el m as pequeño grano de m ateria hay una canti-
» dad inm ensa de electricid a d . M r. B ecq u e re l, eu u a a d é la s sesiones
» de la A cadem ia , confirmó últim am ente e ste hecho ; s e sigue, pues,
» que si la e lec tric id a d es la c an sa p rim era d e la afinidad y de la
» m edicinalidad, debe ex istir en el m en o r grano de m ateria una in -
» m ensa cantidad de afinidad y de m ed icin a lid a d ; pero que lo mismo
»» que para prod u cir los fenóm enos quím icos d e com binación ó de
« a fin id a d , es necesario dividir la m ateria y aproxim aría al estado
» atom ístico; lo mismo que p ara producir los fenóm enos debidos á la
>►m edicinalidad , es preciso tam b ién aproxim arse á este estado.
» Puede, pues, co ncluirse que el rad io de la esfera de acc ió n , ya
» de afinidad, ya de m ed icinalidad, au m en ta e n relación todavía des-
» com edida, cuando la m ateria dism inuye de volum en y se ace rc a al
» átomo.
>» ¿ Podrá neg arse la afinidad porque no produce efectos e n tre tm
» miligramo de dos su sta n c ia s y atro en tre dos millonésimos de estos
» m iligram os, á cuyos m illonésim os puede llegarse por uua tritu ra-
38 1)E LAS ATENUACIONES

60. Se v e, sugnn esto, que si se trata de obtener mu­


cho coo poco (multum per p a m a ), es indispensable pre­
parar los medicamentos según el modo prescripto por la
homeopatía; mientras que si se quisiesen hacer estos efec-

» cion m ecánica? ¿P odrá negarse que la afinidad uo producirá nin-


» gan efecto entre las millonésimas de estos millonésimos, producida
» esta nueva división por el calor ó la dilución?
» Guando dos sustancias, que tienen una acción enérgica re c i-
» p ro c a , se hallau divididas por ia dilución, 6 cuando los átomos se
» b ailen , por el caló rico , á tal distancia que la acción no se efectúe,
» entonces concebimos nosotros el lím ite posible de esta potencia de
» la afinidad y de la m edicinalidad; luego como el núm ero de átomos
» que contiene el mas pequeño grano de m ateria es tan num eroso,
« que reduciendo á este estado la esfera de acción de cada atómo
» debe ser muy grande proporcionalmente á su ra d io , se sigue de
» aquí que este limite está bieu atrasado.
» La afinidad y la,m edicinalidad p ro v ien en , según nosotros , de
» la electricidad} pero sabemos que la afinidad se halla modificada
» por el calórico y el estado eléctrico de los cuerpos disueltos. Enton-
» ces es fácil esplicar naturalm ente el aumento de m edicinalidad que
» adquiere la m ateria cuando se la divide por sacudim ientos reiterados:
» es evidente que estos sacudim ientos producen fro te s, y quo estos
» deben modificar el estado eléctrico de las m oléculas, d élos átomos,
» y por consiguiente aum entar su afinidad j su m edicinalidad.
•» A dm itiendo, p u e s, que la medicinalidad y afinidad son poten-
» cias de la mism a n atu rale za , no babrá dificultad en adm itir el
» desarrollo de e sta prim era potencia por la división, por el ro c e ; v
» porque un gran volumen do m ateria puesto en contacto con el
» organismo perm anece sin a cc ió n , m ientras que la uias pequeña
» p arte de la mism a sustancia reducida al estado atom ístico, y cuya
» potencia ha sido aum entada por el ro c e , producirá efectos nota-
» bles. Pero pudiera preguntarse, ¿cóm o sucede que la acción de
» una cantidad dada de m ateria puesta en contacto con el organismo
» uo es la suma de las acciones de todos los átomos ?
» Aquí se completa el problem a; hé aquí cómo yo concibo la solu-
»> cion continuando mi aproximación entre la afinidad y la m edicina-
» lidad;
n i« Una sustancia ingerida en el estómago, bajo cierto volumen,
>> no se disuelve algunas veces del to d o , y por consiguiente debe per-
» xnanecer sin acción; algunas veces se disuelve p o c o ,y entonces
» los resultados serán debidos solamente á la parte disuelta: pero
» supongamos que no se tra te sino de una sustancia disuelta ante-
» nórm ente á su introducción en el estóm ago, ó en el estómago m is-
» m o; debe suceder según mi opinion, en este ca so , lo que sucede
» en las combinaciones químicas* Guando dos sustancias reducidas al
» estado atomístico se combinan, un átomo de la una se reúne á uno,
»* dos, tres, etc., de la o tra , ó recíprocam ente, y esto en relaciones
HOMEOPÁTICAS. 39
tos coa las dosis usadas mas activos y violentos aun, no
solo serian inútiles, sino contrarios al fin propuesto. Porque
aanqne los recursos de las dosis alimentan por este medio
de preparación, no está menos averiguado sin embargo que
varias sustancias pierden también por la atenuación de s&
energía primitiva, como por ejemplo, todos los venenos, qne,
asi como todos los homeópatas saben muy bieo, soo macho
menos temibles eo sus atenuaciones que en sn estado pri­
mitivo, lo que sucederá aun para todas las sustancias cuyas
moléculas, ademas de ser absorvidas con bastante facilidad
y estenderse en el organismo, tienen todavía la de esperi-
mentar una cierta dilución ó división. En las atenuaciones
tienen todavía la primera de estas facultades; pero desde
que el arte las haya dividido mas que lo paede hacer el or­
ganismo, ninguna de las atenuaciones subsiguientes ñopo-

» muy limitadas; si una de las sustancias es escesiva, queda fuera de


» la combinación y puedo en ciertos casos separarse; pero en mucho*.
» si el esceso de esta sustancia es demasiado considerable, seré difi-
» cil hallarla combinación.
» Apliquemos estas ideas á la medicinalidad; residiendo esU ae-
a cion en los átomos, será preciso cierto número para producir uqi
» modificación del organismo} y lo mismo que hay vanos grados de
» combinación, habrá varias modificaciones importantes y difereu-
» tes * pero todo en corto número; mas alia todo el resto de ios áto-
» mos ó de la sustancia será superfino y separado , y podrá hacerse
>• nocivo disimulando completamente la modificación obtenida.
n H abrá aquí, e s preciso confesarlo, un gran trabajo que empren-
» d e r sobre las bases que acabo de e stab lecer; trabajo que é nadie
» m ejor q u e á V . puede serle mas fácil, que tan bien conoce la acción
» de los m edicam entos; este trabajo consistiría en determinar: i* ¿«i
» ta m ism a su stan cia puede producir una ó varías modificacionesdei
» org an ism o , y la u a tu n le z a de estas modificaciones, ó para servir-
'» nos de la e sp re sio n , si hay varias combinaciones eotre el orgiois-
» m oy la m ism a sustancia reducida al estado atomístico; 2* cuáles
» la cantidad m as pequeña de m ateria reducida á este estado y cuya
»>potencia se ha Aumentado por el roce para cubrir por entero el
» org auism o, es d ecir, producir la primera modificación; 3* qué *a-
» c ed e con la sustancia escesiva?
h E ste trab ajo no se obtendrá sino con el tiempo; pero será pre-
» ciso que ta rd e ó tem prano la medicina, cualquiera que sea su nom-
» b re , se ocupe, cuando quiera conocer todas ías modificacionesqae
» puede esp erim e n tar por la acción de todas las circunstancias qt?e
» nos rodean.
» Teogo el honor de ser de V. afectísimo seridor,
Poma*.
/|0 1)K LAS ATENUACIONES

drá á una dosis dada sum inistrar á la a b so m o n tantos ele­


m entos activos como la sustancia en su estado primitivo
Hasta este punto la energía do las dosis dism inuirá gradual-
m en te; mientras que pasado este lim ite sus recursos au­
mentarán á medida que el arte opere en las atenuaciones
subsiguientes las d ivisiou es ulteriores de las moléculas todo
como sucede para las otras su sta n cia s. l i é aquí lo que, esplira
cómo un solo procedim iento puede á un mismo tiempo d is­
minuir la energía de las dosis y aumentar sus fuerzas; 6
bien cómo es posible quo un mismo procedim iento haga
adquirir i un solo glóbulo de la 3 0 ' mas fuerza que 110 tie­
nen gotas enteras de la tintura m adre, sin hacer que, las
sustancias mas enérgicas sean aun mas deletéreas,

61. T o d a s la s e x p lic a c io n e s te ó r ic a s q uo acab a m o s d e


dar n o te n d r ía n n in g ú n v a lo r , si ia p rácjica n o confirm ase
to d o s lo s h e c h o s q u e acab a m o s d e se ñ a la r . E s v erd ad que
v a rio s h o m e ó p a ta s h an cr eíd o n otar q u o la s ú ltim a s ate­
n u a c io n e s q u e em p le a b a n n o p ro d u cía n sie m p re efectos
c o n fo r m e s á lo s q u e e llo s so e s p e r a b a n , s i la teoria sobre
la cual esta d o ctrin a está fundada fu e se ju sta . S e g ú n n u es­
tro m odo d e p en sa r, esta s e sc e p c io n e s m as b ien confirm an
la teo r ía q u e !a d e s tr u y e n , sob re to d o te n ie n d o p resen te
q u e esta s o b se r v a c io n e s , co n tra d icto ria s la m a yor parte,
h a n s id o h e c h a s p or p erso n a s q u e n o preparaban e lla s m is­
m as las a te n u a c io n e s, ó q u e , sig u ie n d o un p ro ced im ien to
p ro p io á e llo s , no le ajustaban sin o d e un m odo im p erfeclo
para las p rep aracion es á las reg la s q u e es in d isp en sa b le
ob servar. E s b ien cier to que si se d escu id a h a cer en cada
n u eva aten u a ció n una nueva d iv isió n de m o lé c u la s, las
prim eras a ten u acion es o b ten id a s de e ste m odo pueden
aun ten er b astan te íu er/,a ; pero á m edida q ue se ad elan te
d e este m odo m enor será su en erg ía . S i la d iv isió n de las
m o lécu la s en las prim eras trituraciones ha sid o escesiva,
e s fácil que sin uinguna nueva d iv isió n pueda con tinu arse
la separación d e las d o sis hasta la 30% sin que á«esta la
fa lte fuerza b astan te; pero las preparaciones así ob tenid as
no serán sin o puras d ilu c io n e s y no d in a m iz a c io n e s , com o
serian s ie n cada una de nuevo se hubiera aum entado la e n er­
gía d e las dosis. E n el articulo sig u ie n te espon drém os las
HOMEOPÁTICAS. 4 i

reglas y precauciones que hay que observar para preparar


las atenuaciones de manera que sean todas verdaderas d i-
n a m iza cio n es.

2® D e la p re p a ra c ió n de las atenuaciones.

62. Hemos dicho ya eu varias ocasiones que las ate­


nuaciones homeopáticos se obtienen en general de tal modo,
que la primera contenga í grano (5 centigramos), ó una gota
del medicamento quo hay que atenuar, mezclando 100 gra­
nos (5 gram as) de azúcar de leche ó 100 gotas de al­
cohol; y que despues d e trituraciones ó sucusiones sufi­
cientes se obtenga la segunda, trabajaudo del mismo modo
la 1 0 0 a parte de la primera con 100 nuevas partes del ve­
hículo; la 3 a sometiendo al mismo procedimiento la 100*
parte de la 2 3, y así sucesivamente hasta la 30°. E ste modo
de hacer las atenuaciones en la proporcion de 1 :1 0 0 es la
indicada por Hahnemann, y la que siempre debe en ten ­
derse cuando se indica la atenuación por su número. U lti­
mamente han creido mas conveniente hacer las mezclas
de 1 0 : 1 0 0 . de manera que en vez de m ezclar un grauo ó
una gota, mezclaban 10 de cada vez. E ste procedim iento
tieuc la ventaja de asegurar mas, que eo cada preparación,
las moléculas del medicamento están bien mezcladas con las
del vehículo, aunque por otra parte permitan menos su es-
tensio». Fácilm ente puede obviarse este inconveniente,
preparando cada vez dos atenuaciones en la proporcion
de 10: 100, en vez de 1: 100: recomendamos este proce­
dimiento a todos los médicos y farmacéuticos homeópatas,
previniendo sin embargo á estos últim os, que toda vez que
se sirvan de otra proporcion que la de 1 : 1 0 0 , la indiquen
en el rótulo de la preparación, u fin de que se sepa a qoé
proporciou se refiere el número que lleva cada atenuación.

63. En general puedo sentarse por principio que cuanto


mas pequeña sea la proporcion en que se mezcla el m edi­
camento al vehículo en cada atenuación, tanto mas difícil
sení obtener una mezcla perfectamente íntim a, y esparcir
las moléculas del medicamento sobre todos los puntos de
la preparación: así como cuanto mas considerable sea el vo­
42 DE LAS ATENUACIONES
lumen d e cada preparación, mas d ifícil será dividir las
m oléculas d el medicam ento. U na gota d e un m edicamento
derramada en e l lago de Genova no produciría nunca una
atenuación hom eopática, aunque la preparación en que se
h alla esta con el lago esté lejos de ser una fracción tan pe­
queña com o en la que se halla ea la 3 0 a atenuación el me­
dicamento. P ero lo que hace que esta atenuación, a' pesar
de la proporcion inñnitam ente pequeña en que contiene el
m edicam ento, no tenga sin embargo todas las. cualidades,
es porque so la ha obtenido sucesivam ente, no preparando
primeramente sino d lo menos 10 0 granos ó 10 0 gotas de
un vehículo con uno de 10 granos de un medicamento, y
no tomando de esta preparación para obtener la segunda,
sino despues de haberla impregnado en todos sus puntos
de las m oléculas del medicamento. A sí es que se consigue
sucesivam ente estender el número siempre creciente de par­
tículas infinitam ente pequeñas, de modo que en la 3 0 a se
hallan tan esparcidas en toda la preparación como en la pri
mera. Tam bién por esto las atenuaciones obtenidas en la
proporcion de 1 : 1 0 0 0 son menos seguras que las que se
obtienen en la proporcion de 1 :1 0 0 ; y por esto es aun
por lo que no deberá prepararse ninguna atenuación que
contenga mas de 1 0 0 granos (5 gramos), ó mas de 100 g o ­
tas de vehículo.

64. Las atenuaciones de las sustancias que desde el


principio han sido preparadas bajo la forma de tinturas, se
hacen con el alcohol desde la primera hasta la última. Con
este objeto, si se quieren conservar todas las atenuaciones,
se preparan para cada sustancia 3 0 frascos pequeños en te­
ramente nuevos, cada uno de 150 gotas próximamente; se
llenan todos estos frascos de alcohol hasta las dos terceras
partes de su capacidad, y se iudica, tanto en la etiqueta
como en el tapón, e l nombre de la sustancia que se quiere
afennar. Hecho lo cual, se toma uno de los frascos, se echa,
seguu la prescripción de Hahnemann, una gota de tintura
madre, comunicando i la mezcla 100 á 2 00 sacudimientos
bastante fuertes, despues de lo cual se pone en el frasco el
número 1, para indicar que la preparación que contiene es
la primera atenuación. B e esta atenuación se vierte despues
HOMEOPÁTICAS. 43
igualm ente una gota en uno de estos frascos, que contenga
unas 100 gotas de alcohol; y despues de haber sometido
igualm ente esta mezcla d un número de 100 á 200 conmo­
cio n es, se le pone ai frasco el número 2, para indicar que
lo que contiene es la segunda atenuación. De este modo se
continua preparando y rotulando hasta la 30a, echando
cada vez una gota de la atenuación qne se acaba de ob­
tener eu el frasco que contendrá la atenuación sigaiente.
Lo mismo sucede, cuando so quiere preparar cada ate-
atenuación en la proporcion de 1 0 :1 0 0 ; en lugar de no
echar cada vez mas que una gota, se echarán 10; pero co­
mo de este modo es preciso cada vez dos atenuaciones para
igualar á una de Ja proporcion de 1 :100, Jas mismas ci­
fras no pueden servir para designar estas dos especies de
atenuaciones; pero podrán ponerse de acuerdo sirviéndose
para la preparación de 1 0 : 1 0 0 de mitades; de modo que
la primera de esta serie se señalaría con J/ 2, la segunda
con 1, la tercera con 1 y 2, la cuarta por 2, y asi sucesiva­
mente hasta Ja 30*.

6 5 . P a ra las sustancias que desde eJ principio se han


p rep arad o por la tritu ra c ió n , se prefiere o btener las tres
p rim era s atenuaciones p o r el mismo proceder. P ara esto se
tom a un g ran o (5 centigram os) de Ja prim era preparación,
o b ten id a por la tritu ració n de 1 grano de Ja sustancia
p rim itiv a con 100 granos (5 gram os) de azúcar d e leche,
q u e lleva el nom bre de prim era atenuación; se mezcla este
g ran o (5 centigram os) á otros 100 granos (500 centigram os)
de azú car de leche y se tritu ra esta mezcla , como hemos
dicho en el artículo de la preparación de las sustancias
secas. H echa esta trituración , se Je da el nombre de segun­
da atenuación v y se toma i grano que se mezcla con otros
100 de azúcar de lecho para o b tener la tercera atenuación.
D e esta trituración se toma despues í grano (5 centigra­
m o s), que se disuelve en uu frasco llen o de 100 gotas de
agua hasta los dos tercios de su capacidad, y se m uere la
mezcla como las atenuaciones hechas coo el alcohol, con
lo que se obtiene la cuarta atenuación. Esta cuarta aten u a­
ción debe hacerse con agua, ó bien con alcohol mezclado
con igual cantidad de agua, porque Ja azúcar de leche no
44 DE LAS ATENUACIONES

se d isu elvo en alcohol p u ro ; pero todas las aten uaciones


que sigu en á e s ta , se h acen d esp u es con a lc o h o l puro e n ­
teram ente com o el d e las tinturas. A d em as d eb e sab erse
que si se quieren h acer tanto la prim era com o la s sig u ie n ­
tes tritu racion es, no en la proporcion in dicad a p o r H a h n e -
m a n , sin o en la 1 0 : 1 0 0 , será preciso h a cer se is, en lugar
de tr e s, y no se podrá d esig n a r la prim era d e estas series
sin o por la cifra */2 , la segu n d a por 1 , la tercera 1 */2 , y
asi su cesivam en te. L a atenuación h ech a al a lc o h o l acuoso,
deberá lle v a r en ton ces la cifra 3 '/g.

6 6 . C om o no so conservan sin o rara vez todas la s a te ­


n uaciones, y en la práctica no se usa m ucho sin o d e las I a,
3 a, 6 a , 9 " , 12% 1 5 a , 18% 24% 3 0 a , seria en teram en te
in ú til sacrificar cada vez mas frascos d e lo s n ecesarios,
puesto que s i, por ejem p lo , no se quiere conservar la 2 a
aten uación, basta para obtener la 3 a vaciar e l frasco que
contenia la 2 a hasta la últim a gota c a s i, llen a rle d e nuevo
con 1 0 0 golas de alcoh ol, y som eter esta m ezcla al núm ero
in dicad o de sacudim ientos. A sí es que si n o se procura te­
n er mas que la 3 0 a atenuación d e una sustancia» se pueden
h acer todas las aten uaciones interm edias arrojando la ú l­
tima gota de la que acaba d e h acerse, y rellen an d o el fras­
co d e Í 0 0 nuevas gotas de alcohol. E n una serie d e ate­
n uaciones tau larga , aun se p u ed e, para todas aquellas que
se tiran, servirse d el agua d estilad a; solo para las dos ú lti­
m as, la quo se quiere conservar y la que la preced e, es mas
con ven ien te servirse del alcohol. E l alcohol que sirv e á la
preparación de las atenuaciones, no es necesario que esté
tan concentrado como el que se em plea para la preparación
de las tinturas m adres, pero es preciso que no tenga tam ­
poco m enos de 6 0 á 7 0 ° centígrado.

67. H ubo un tiem po en que H a h n em a n n , tem iendo


dar dem asiada fuerza á las preparaciones, aconsejó uo dar
á cada atenuación sino todo lo mas dos sacudim ientos,
m ientras que h oy dia aconseja lo contrario, es d ecir; de
som eter cada atenuación á un número bastante considera -
b le de sacudim ientos (2 0 0 á 3 0 0 ) , á fin de estar seguro de
obtener preparaciones bien eficaces. Partiendo de este pun-
HOMEOPÁTICAS. 45

to d e vista varios h om eóp atas han ensayado construir má­


q u in a s d e s u c u s io n , p or m ed io de las cuales les era fácil
im p rim ir á las a ten u a c io n e s m as d e 2 ,0 0 0 á 3 ,0 0 0 sacudi­
das d e la m a y o r fu e r z a , m ientras que otros no se atreve­
rían á m o ver un fr a sc o , d e m ied o .q u e este nuevo movi­
m ien to q u e n o estaba p rescrip to aum entase la en ergía de la
d osis. E s b ien c ie r to , com o lo h em os dem ostrado, que la
su cn sio n au m enta la en er g ía d e las d o sis, y si cada a te­
n u ación d e b e ser una nueva d in a m iz a c io n , la sucnsion h e ­
cha con d os im p u lsio n e s so la m en te no es bastante. S i, como
ya lo h em o s d ic h o , las prim eras atenuaciones han proda-
cid o una fu erte d iv isió n d e las m olécu las, pueden lograrse
quizá 1 0 y aun 1 2 aten u acion es su b sigu ien tes, que sin ha­
b er sid o som etid as á una nueva su cusion, tendrán aun cada
una b astan te fuerza; pero con lin u and o de este modo suce­
dería in ev ita b lem en te que no se obtendrían sino puras d ila ­
cio n e s, que privadas cada vez mas de sus elem entos activos,
se d eb ilita ría n por prados hasta la estincion total de sn
virtud.

68. N o resulta de lo espuesío que para obtener nueras


d in am izacion es y atenuaciones sea indispensable servirse
d e m áquinas tal com o la famosa- c a ta p u lta , inventada y
p reconizada por Mr. M ure, como único m edio de obtener
preparaciones eficaces. P orque según las esplícaciones que
acabam os de dar en el párrafo p reced en te, es fácil com ­
p ren d er que cuando la sucnsion haya dado á una atenua­
ción bastante fuerza, el esceso que se la añadiese uo tendrá
ventaja alguna, ni aun á las pequeñas dosis hom eopáticas,
por la sola razón de que no habría m edio de u tilizarlas.
P o r lo mism o pensamos que si se im prim e á cada atenúa-
cion Í 0 0 i 2 0 0 sacudidas, este núm ero será en todos los
casos mas que suficiente, y aquellos quo no tengan máquina
con ocerán , que aparte del in con ven ien te de cansarse, su
brazo sirve lo mismo que la mejor máquina para hacer ad ­
quirir á las atenuaciones las fuerzas indispensables. A sí es
que vemos diariamente que las preparaciones hom eopáticas
que han sido movidas por semanas enteras, uo tienen mas
intensidad por los efectos que las vemos producir, que
aquellas que no han esperirnentado 2 0 0 sacudidas todo lo
/j 6 DE LAS ATENUACIONES
mas á cada atenuación; p ru eb a e v id en te q u e por este p ro ­
cedim iento las fuerzas que h ay an pod id o g a n a r, no e ra u
sobre su s elem entos in d isp e n sa b le s, p ero si so b re lo que
habia d e superfluo.

6 9 . O tra cuestión no m eno 3 im p o rta n te seria el sab er,


si para o b te n e r todas las v en tajas q u e la aten u ació n puede
p ro cu rar, es in d isp e n sa b le lle g a r h a sta la 3 0 a. L o q u e h ay
de cierto e s , que la m asa de las nuevas p artícu las que s u ­
m inistra la d iv isió n d e las m o lécu las, tie n e necesid ad de
d ism inu irse d e tiem p o en tie m p o , p a ra que p erm itan á las
q ue q u ed an q u e se estien d a n m e jo r, y d e este modo facili­
ta r su u lte rio r div isió n . P e ro lo q u e h a y de m uy c ierto
tam b ién e s , q u e esta d iv isió n d e las m oléculas no pu ed e
te n e r o bjeto alg u n o cu an d o h a lleg ad o á d e sa rro lla r todas
las p rop ied ad es d e la s su stan cias de v irtu d la te n te , ó b ien
h a c e r las su stan cias dem asiado enérgicas* in capaces de
e sp e rim e n ta r u n a nueva disoíucion u lte rio r en el o rg a n is­
mo. S e g ú n tod as las p ro b ab ilid ad es es lo que su ced e d e s ­
pues d e la 6 a , si no acontece desp u es de la 3 a aten u ació n ;
y p o r poco q u e se exam ine el m odo cóm o o b ra n to d as las
a ten u acio n es d esd e la 1 5 a 6 d esd e la 10a h a sta la 3 0 % es
fácil v e r q u e e ste p ro ced im ien to no influ y e d e u n m odo
sen sib le au n á las m as p e q u eñ as d o sis; de m an era que se
p u ed e c re e r con fu n d am en to , que todo lo q u e sea m as allá
d e h 12a seria superfluo. S in e m b a rg o , como la s a te n u a ­
ciones que p asan de la 12 a no son p or esto m enos co n v e­
n ie n te s p ara u sarlas q u e la s p re c e d e n te s, con tal q u e h a y a n
sid o bien p re p a ra d a s, no h em os d u d ad o seg ú n e l uso re c i­
bid o h ace r h asta el n ú m ero oficinal d e 3 0 a , d ejan d o á los
q u e las e n c u en tre n m uy e le v a d a s, como á los que q u isie ré n
i r m as a ll á , el cu id ad o d e q u e ello s m ism os fijen el n ú *
m ero que les parezca m as co n v en ien te.

7 0 . A l p rin cip io de su c a rre ra h o m e o p á tic a , H a h n e ­


m a n n , h ab ia fijado para cada sustan cia en p a rtic u la r la
aten u ació n á la cual le p arecía debia se r em pleada con mas
é x ito ; p ero en los últim os tiem p o s, á fin de sim plificar la
p rep aració n de los m ed icam en to s, aconsejó llev arlas todas
in d istin ta m e n te h asta la 30*. P o r eso en las an tig u a s far-
HOMEOPÁTICAS. 47
macopeas homeopáticas se encuentra todavía cuidadosa­
mente anotado el número de atenuaciones que conviene á
cada sustancia; núm ero que varias personas respetan como
una especie de evangelio, figurándose quenada consegui­
rían si no toman el medicamento á la atenuación que los
autores de farmacopea han designado. E u la primera parte
de nuestro M an u al, aquella que contiene los medicamen­
to s , hemos puesto esos diversos números á cada sustancia;
pero Id hémos hecho mas bien para satisfacer las exigen­
cias de aquellos que no creen poder dispensarse de esas
autoridades arbitrarias, que obedeciendo noestra propia
convicción. Todos los hom eópatas, Hahoemann mismo,
em plean atenuaciones muy distintas, desde la I* hasta
la 30% y ninguno de aquellos que participan del espíritu
de la hom eopatía, considera estos antiguos números como
datos puram ente arbitrarios. A pesar de esto los pongo en
esta o b ra, no para hacer una regla que deba seguirse, pero
si con el objeto de evitar que á nuestra farmacopea se la
reconvenga de ser mas incompleta que las precedentes, y
no dar lo que ciertas personas consideran aun como la con­
dición sine qua non del éxito de la homeopatía.

3 o D e la denom inación de las atenuaciones hom eopáticas.

71. Hemos dicho ya al hablar de las sustancias vege­


tales, que las preparaciones no diluidas hechas al alcohol,
reciben el nombre de tinturas madres. Gaspari quiso hacer
una distinción entre ias preparadas por la eslraccion de
sustancias secas, y las preparadas por eí jugo fresco de la
p lanta, llamando esencias ¡í las prim eras, y tin tu ra s á las
segundas; pero esta distinción ningún valor tiene en la
práctica, y hé aquí la razón por qué se da á todas las pre­
paraciones hechas al alcohol el nombre de tinturas. E n
cuanto i las atenuaciones, la nomenclatura mas seocilia y
que debe seguirse es la que so usa en F ra n cia , designán­
dolas con el uombre de 1% 2% 3% etc., aplicando esta
denominación á las preparaciones hechas en la proporcion
de 1 : 100 ; de modo que si se preparase la proporcion
de 10 .*100 no se llamaría 1% 2 % sino á cada segunda
/|H l)K LAS ATENUACIONES

:it<;nu.a toii d e esta so.ru*. "Di este modo s e r m m o c c r íl frfi.il-


I» fr d o n drs 1ü {(ol.i p r im itiv a q u e se h a lla o» rada
a te n u a c ió n , írnoslo q u e i«> d o n n m in ' i ,?r»*s «le * stas írarcio-
iics a u m en tan cornu las p o te n c ia s dr 1*m*. K n | ;) p atenúa
oion cada j'ota c o n tie n o la c e n té sim a p irh da l.i p ita p rim i­
tiva, m il:. 2 ‘ y la 1 0 0 - ó la hHMIO1, mi la H ' la lOOo.ma. *:
ó la 1 0 0 0 0 0 0 p a rir , ote. Oe. m-idn q u e en l:i treintósiina
* ada $ota Oonl'-nilrá m as q u e la lO O 'V m a , iOOOOO10
p arle do. la Rota p rim itiv a .

7 ‘2 . \d e m a s do esta d e n o m in a c ió n . lo s a ló m a n o s t i z ­
nón tod avía otra «\ue n o es m en o s clara para e llo s q ue do.
la q u e nrahruiiuN do hablar; pero q u e trad u cid a lite ra lm en te
on fr a n c é s , p u ed o ti» astonar lo s er ro res m as g ra v es. Ks el
m odo do d>‘M;;it;»r las a ten u a c io n e s por la fracción á quo
cada una c o n tie n e la gota p rim itiv a , y do d a rles el n o m ­
b ro de in illo u i'ii ! » , b illo m ísim a , tr illo u é sim a , e t c . , h a s­
ta la d ecillo tu Mina. S cu u q e s t o , lo quo se llam a m illo n c
sim a es la 3 alcnu: <ion , p u esto que en e le c to esta c o n tien e
e n c a d a una d e su s untas la I 0 0 * e m a .— la lOOOOOOesima.
p arte d e la t;ota p rim itiva. S i lo s fra n ceses e n te n d ie se n por
estas palabras de b illó n , tr illo n , e t c ., las m ism as cifras qne
lo s a le m a n e s, nada seria m as fácil que e l co n o ce r cada vez
la aten u ación precisa que q uieren d e s ig n a r , p uesto q ue lo s
d en om in ad ores d e las fraccion es a u m entand o cada v ez con
d os c e r o s , bastaria d iv id ir el n úm ero por dos para o b ten er
la cifra o r d in a r ia d e la aten uación. A sí es q ue d iv id ie n ­
do por 2 e l n úm ero d e los 0 ceros q u e representa la cifra
d el m illó n , se* ob tien en 3 , lo q ue quiere d ecir q ue es la
3em a. aten uación que ha sid o designada de este rnodo; pero
no su ced e lo m ism o con el resto de estos nom bres. L o que
lo s fran ceses llam asen iñ llo n ésim a seria <>•* , puesto q ue un
trillo n - m i l b illo n es — mil m illon es 1 0 0 0 ,0 0 0 ,0 0 0 ,0 0 0 ,
lo s q ue da se is veces dos ceros; pero lo qne los alem an es
en tien d en por Irillonésiina es la 9 ' , puesto qne ello s no
cuentan com o eu F ran cia: mil m illon es un b illón - mil
b illo n o s .■=un tr illo n , etc., pero al contrario m illó n , m illo ­
n e s — mi billón; m illón , b illon es — un tr illo n , lo q u e hace
au m en tar, no do tr e s , sin o mas bien de seis c e r o s , cada
cifra quv. representa uno do estos m im bres.
HOMEOPÁTICAS. 49

73. Para comprender bien lo que quieren designar los


alemanes con estos nombres, es preciso tener siempre pre­
sento que para ellos representan constantemente una poten-
n;i do m illón, y quo aumentando do este modo cada ves
ht;is ceros, lo que hace tres voces dos ceros, hallan su apli­
cación cada tres atenuaciones, y corresponden bajo este
aspecto á los números romanos que usan los alemanes, no
coni!» sinónim os do los de Jos árabes, sino para designar
Jas potencias de m illón , es decir, cada tres atenuaciones.
If(! aquí ademas el cuadro de las designaciones usadas en
AJcmania, para las atenuaciones hechas en la proporcion
de i : 100.

Tintura-madre — 0
Primera atenuación = 1 100 — céntimos*
Segunda « = 2 1000 = diez milésimos.
Tercera << = 3 I — millonésimos.
Cuarta « = 4 100 I = cien millonésimos.
Quinta m = 5 Í000 I ~ diez mil milésimos.
Sesla « = 6 II = billonésimos.
S étim a « = 7 100 I I — c ien b illo nésim o s.
Ociara « = 8 t OOOO Tí — d ie z m il biMon&iiuos*
N oveno « 2= 9 I I I = tr illo n c sim o s .
Y así sucesivamente.
Duodécima « = 12 ; IV = c u a d rillo n é s im o s .
Décima quinta « = 15 ; V =* q u in tillo n é s im o s .
Décima octava « = i 8 : VI » s c c tillo n é sim o s .
Vigésima cuarta « = 24 : V IH = oc lillo nésim os.
Trigésima «< =*= 30 ; X = docillonésim os.

74. Para evitar todo error cada vea que eu un libro


alem an, ó en una traducciou literal se halle uno de estos
números , será preciso pues multiplicar siempre por (res el
número rom ano, á fin de obtener el número árabe corres­
pondiente que dé el nombre á la atenuación en Francia.
Los alemanes d o escriben sus atenuaciones casi mas que
con números rom anos, puesto que no usan casi nunca de
las atenuaciones interm edias, como la 2*, 4% 5a, 7 a, e tc .,
y es sobre lo que los traductores de las observaciones ho­
meopáticas no deben olvidar ja m a s, para no escribir por
V III000 los signos 8a, glób. 3 , sino 24% glób. 3. L o mis­
mo sucede con los farmacéuticos homeópatas, que deben
50 ESPENDICION Y CONSERVACION

siem pre sa b e r q u e , e a caso q u e caig a e u sus m anos una


receta escrita p o r n n m éd ico alem a n , qu e lle v e X 000 , no
se trata d e la 40% sino d e la 3 0 a. E n c u a n to i la costum ­
b re adqu irid a d e lla m a r eu fra n cé s com o en a le m a n , bU
llio n é sin a , trillio n é s im a , d e c illio n é s im a , e t c ., las mismas
atenuaciones p u ed e n c o n s e rv a rse , salvo el te n e r presente
co nstantem ente que estos n ú m e ro s n o son e x a c to s , sino en
e l p rim e ro d e estos id io m a s ; p o rq u e dé o tro m odo debería
tra d u c irse en fran cés la trillio n ésim a p o r la q u in tillio n ési-
m a , la sestillionésim a p o r la u n d o cillio n é sim a , y la deci­
llionésim a (cuya cifra que rep resen ta la fracción tien e 60
reros) por la undevigesillionésim a.

C A P Í T T L O IV .

fte la espendieion y couservacion dolos m edicam entos homeopáticos.

D e la espendicion de los medicamentos homeopáticos.

75. L o s m e d icam en to s h o m eo p á tico s se a d m in istra n


o rd in a ria m e n te en form a do polvos. P a r a e ste o b je to , se
m ezcla la g o ta , 6 la c a n tid a d p re sc rip ta d e g ló b u lo s, coa
alg u n o s g ran o s ( 1 5 , 3 0 c e n tíg ra m a s) d e a z ú c a r d e le c h e ,
y se coloca e l polvo eu u n a p e q u e ñ a ca p su la p a ra ad m i-
n is tra rlu a l e n fe rm o , ya d esleíd a e n u n a p e q u eñ a c u c h a ­
ra d a d e a g u a , ya á senas. (Rl azú car dn le c h e d e stin a d o en
e ste caso ó se rv ir de v e h íc u lo , y no p ara o b te n e r un a n u e­
va d in a m iz a c io u , no h a y n ecesid ad d e m o lerle d e nuevo
con la dosis ro ed icam en lo ra, y debe p ro c u ra rse no h acerlo ,
si n o se q u iere q u e esta o b re con d em asiada e n e r g í a , p o r­
q u e p o r e ste m edio se au m e n taría n los recu rso s. A d e m a s,
si se desea q u e esta dosis obro cou m as p ro u tilu d y con
m as e n e r g ía , se la disuelve eu una cu ch a ra d a d e a g u a , lo
q u e d e sa rro lla in m ed iatam en te m as recu rso s, y los p resen ta
á los ó rg an o s en m ay o r estension q u e cu an d o se tom a la
dosis seca. E n algunos casos tam bién p ara no a d m in istra r
al en ferm o siem pre polvos b lan co s, lo que pudiera c o n c lu ir
p o r se rle R epugnante, p uede añadirse al azúcar de leche
u n poco de polvo de carao , de regaliz ó de sa le p ; estos
D B I O S M E D IC A M E N T O S. 5(

p o lv o s d a rá n á la s d o sis o tro c o lo r sin a lte ra r en modo a l­


g u n o su s v ir tu d e s . L a c a n tid a d de azú car do leche que
d e b e u n ir s e á la d o sis es o rd in a ria m e n te d e 2 , 3 , 4 granos
( ( O , 1 5 , 3 0 c e n tíg r a m a s ) ; p e ro p ara los en ferm o s q n e no
se c o n te n te n c o n ta n c o rta c a n tid a d d e p o lv o s , podrá añ a ­
d ir s e c u a n to se q u ie ra .

76. O tr o m e d io n o m e a o s u sad o en h o m eopatía fre ­


c u e n te m e n te ^ e s el h a c e r d iso lv e r la dosis qu e se q aie re
a d m in is tr a r , e n u n a c a n tid a d d e 4 á 6 o n z a s (1 2 0 i 180
g ra m a s ) d e a g u a , y e l h a c e r to m a r a ! e n fe rm o ya ona sola
c u c h a ra d a o r d in a r ia , j a v a ria s en in te rv a lo s m as ó m eaos
in m e d ia to s . C o m o e n e ste caso el agua do tie n e por objeto,
u i e l a z ú c a r do le c h e , a u m e n ta r los recu rso s d e las d o sis,
sin o d e s e n v o lv e r la s , se ria ig u a l y e n te ra m e n te c o n trario
al fin p ro p u e s to el s o m e te r e sta d ilu c ió n á nu ev as sucusio-
n es. E n g e n e ra l el m e jo r íniidio d e o b te n e r estas dilu cio n es,
e s e l m e te r la d o sis e u u n frasco d e b a sta n te capacidad
p a ra q u e p e rm ita e c h a r en c im a la c a n tid a d re q u e rid a de
a g u a f i lt r a d a , y d e ja r la do sis fu n d irse ella m ism a ; d e s ­
p u e s d e lo cu al se co m u n ic a á e sta so lu cio n a lg u n o s moví*
m ie n to s su fic ie n te s so la m e n te p ara m ezc lar b ien las p a rte s,
siu h a c e r una n u e v a d iv isió n do m oléculas. A d em as va sin
d e c i r , q u e si p a ra cad a so lu cio u se p u e d e u sa r un frasco
n u e v o , v ale m as q u e h a c e r e sta m ezcla en u n m ism o vaso
p o r m an o d e l en fe rm o ; p u esto q u e á p e sa r d e las m as firm es
re c o m e n d a c io n e s d e l m éd ic o , los vasos no están casi n unca
lim p io s co n b a s ta n te c u id a d o p a ra p re c a v e r toda a lterae io o
d e l m e d ic a m e n to i causa d e las p a rtíc u la s q u e p u e d e n p ro­
v e n ir d e l o tro m ed icam en to .

77. P o r ú ltim o , un te r c e r m ed io d e a d m in is tra c ió n es


e l h a c e r o le r el m ed icam en to . C o n e sto o b je to , so coloca
u n solo g ló b u lo im p re g n a d o d e la a te n u a c ió n q u e se desea
e n u n o d e los p e q u e ñ o s tu b o s q u e se u sa u p a ra co n se rv a r
lo s g ló b u lo s saca rin o s em p a p a d o s y q u e tie n e n cerca de
3 c e n tím e tro s d e a ltu ra so b re 4 m ilím e tro s d e a n c h o , y se
coloca el frasco d e sta p a d o e o u u a u a riz d e í e n f e r m o , q u e
in s p ira el aire. C u a u d o se q u ie r e e sfo rz a r la d o s is , se hact*
o le r to d av ía m as ó m e n o s fu e r te m e n te , s e g ú n sa jía . el
52 E S P E N D IC IO N Y C O N SER V AC IO N

caso , por 2a se g u n d a n a riz . S i la s n a ric e s e stá n tapadas por


un coriza, n n p o lip o , Ó c u a lq u ie ra o tr a cosa, e l enferm o in s­
p ira rá p o r la boca , te n ie n d o la a b e rtu ra d e l frasco en tre
los labios. P a ra lo s n iñ o s se tie n e e l fra sc o m uy aproxim ado
b ajo u na de las n a ric e s , d u r a n te el su e ñ o . U ltim a m e n te ,
H a h n e m a n n p a ra a u m e n ta r lo s e fecto s d e la o lfa c c io n , ha
p re fe rid o h a c e r d is o lv e r e l g ló b u lo e u u n a m ezcla d e p a r­
tes ig u a le s de agua y a lco h o l e n ú n fra sc o d e u n a capaci­
d a d d e cerca d e t 5 0 g o ta s , y d e sp u e s d e h a b e r conm ovido
esta m ezcla d u ra n te a lg u n o s s e g u n d o s , le h a c e o le r al e n ­
ferm o. C o m o p o r e ste p ro c e d e r los re c u rso s d e l m edica­
m en to ó g ló b u lo se d e sa rro lla n m as, y q u e la su p erficie so­
b re q u e se e jec u ta la e v a p o ració n s e h a c e al m ism o tiem po
m a y o r, n o h ay d u d a q u e e ste p ro c e d e r es p ro p io p a ra lle ­
n a r su fin.

78. E n la s p rescrip cio n e s h o m e o p á tic a s se usa e n ge­


n e ra l d e la s m ism as a b re v ia tu ra s q u e la s q u e se h a lla n en
los re p e rto rio s. E n la s fó rm u las se d e sig n a o rd in a ria m e n te
e l n ú m ero de los glóbulos n ecesario s p o r u n n ú m e ro co lo ­
cado , e n form a de n u m e ra d o r de u n a fr a c c ió n , p o r cim a
d el n ú m e ro quo in d ica el g rad o do a te n u a c ió n . A sí es que
aur. 3 / j 5 i q u ie re d e c ir 3 glób u lo s d e la 1 5 a a te n u a c ió n
d e aurum. O tro s señ a lan el n ú m e ro d e g ló b u lo s con p u n ­
t o s , so b re todo los a le m a n e s, q u e in d ic a n e n to n c e s la a te ­
n u ac ió n p o r u n n ú m e ro ro m an o , como p o r e je m p lo : aur .
V "* , ó aur. V 006, lo q u e q u ie re d e c ir ig u a lm e n te aurum ,
1 5 a, 3 glóbulos. O tro s aun p re sc rib ie n d o so b re to d o g o ta s
6 g ra n o s e n te ro s e scrib en clel m odo s ig u ie n te : aur. 1 5 a,
g tt. i j j ó gr. i j , e t c . , lo q u e q u ie re d e c ir , a urum 1 5 a , 2
g o la s , ó 2 g ran o s. P a ra in d ic a r la c a n tid a d d e a z ú c a r d e
le c h e q u e es p reciso a ñ a d ir al m e d ic a m e n to , se e s c rib e
o rd in a ria m e n te p o r bajo d e la lin e a q u e lle v a e l m e d ic a ­
m e n to : pulv- sacch. lact . , q. s ., si esta c a n tid a d n o d e b e
e sc e d e r d e 1 0 3 g ra n o s (1 0 ó 15 c e n tig ra m o s ); de o tro
m odo si se q u ie re a ñ a d ir m as se in d ic a la c a n tid a d p o r
g ra n o s ó p o r cen tig ram o s. L o m ism o su c e d e con la c a n ti­
d a d d e agua e n la cu al so q u iero d iso lv e r la d o s is , y q u e
se in d ic a o rd in a ria m e n te p o r : aq. d c s t u n a . 4 (ó 6 , e tc .).
D B IO S MEDICAMENTOS. 53
79. E n los casos en que para ocupar la imaginación
d el enferm o se q u iere a ñ a d ir a' las dosis medicameotoras
algún polvo de azúcar de le c h e , se indica ordinariamente,
a lia d o d e la línea que contiene el nombre del medicamen­
t o , los núm eros de los polvos que debe contener cada una
de las dosis in d ic a d a s, anotando despues al lado de la línea
que contiene la cantidad del azúcar de leche que hay que
a ñ a d ir, los núm eros que no deben contener mas que este
vehículo. A sí es que s i , p o r ejem plo, se quiere hacer to­
m ar al enferm o 6 polvos, do Jos cuales solo 3 contengan
el m edicam ento (aurum, por ejem plo), so escribiría, si
estos polvos deben tom arse alternativam ente:

I?, A u r . y i5 , n° i , 3, 5,
pulv. sacch. lact. q. s. n° 2, 4, 6.

6 b ie n , si los tres prim eros de estos polvos debieren con­


ten er el m edicam ento;

A ur. 3/ ) s , n° 2, 3,
pulv. sacch.Jací. q. s. n B 4, 5, 6 .

Un modo mas simple todavía consiste en no indicar del


todo el azúcar de leche sobre la prescripción, pero colo­
cando los números, que deben contener este vehículo solo,
detras de los que deben contener el medicamento, y sepa*
rarlos de estos con oí signo (ft), como por ejemplo:

Aur. 3/ ÍS, n° i. 3, 5, 2, 4, 6 .
ó b ie n :
Aur. 3/ l s , n° í , 2, 3, tt 4, 5, 6.

2° De la conservación de tos medicamentos homeopáticos.

80. La conservación de los medicamentos homeopáti­


cos e iig e , bajo muchos aspectos, cuidados muy minuciosos.
E n lasboticas ordinariases imposible evitarlas emanaciones
de diversas sustancias que todas serían capaces de alterar las
54 ESPBHDICION Y CONSEKVACIOW
preparaciones hom eopáticas sensiblem ente en sus virtudes
curativas; por lo que es de prim era necesidad conservarlas
todas en un sitio aparté. P o r la nlisma razón las p rep ara­
ciones de las diversas sustancias no d eberían en rig o r g u a r­
darse en una misma caja, n i aun en un mismo arm ario,
al menos no debería dejarse abierto ning u n o inm ediato
i las preparaciones de otras su sta n c ia s, puesto que la
emanación de estas pudiera hacerles esperim entar cambios
en su virtud. L o mismo sucede con los polvos que se acaban
de preparar para adm inistrarlos al enferm o; quedando d e ­
positados por cierto tiempo en la inm ediación de sustancias
muy odoríferas, y aun en el de diluciones de otras sus­
tancias , estarían espuestas á tom ar no solo el o lo r, sino la
propiedad de la sustancia inm ediata tam bién al lado de las
cuales se hallaban. Aun espendiendo las dosis en local per­
fectamente exento de todo olor m ed icin al, es preciso pro­
curar tapar bien el frasco inm ediatam ente despues de ser­
virse, i fin de quo no se evapore el m edicam ento, y que
no llene con sus emanaciones el local en que deban espen-
dersc otras sustancias.

81. T o d o s estos m ed icam en to s, sin escep tu ar los pol­


v o s, deben conservarse en frascos; las cajas no son tan
aptas p o r d a r m as acceso al aire causando la evaporación.
P a ra las tin tu ra s alcohólicas, los tapones do corcho m ere­
cen la p re fe re n cia, porque se am oldan de ud modo mas
exacto q u e los d e vidrio y se oponen m «jor á la evapora­
ción. G uando se trata de sustancias m uy en érgicas ó m uy
fáciles de e v ap o ra rse , conviene ligar una vejiga preparada
po r cima del tapón. Adem as estos tapones deben cam biarse
de tiem po en tiem po, sobre todo los de los frascos que
co ntienen diluciones m etálicas, y en especialidad no deberá
descuidarse el hacerlo desde que se perciba que cam bian
de color en su estrem idnd. P orque en esle úllirno c a s o , el
alcohoj p o d ría , sin esla precaución, disolver un poco de
su virtud m edicinal, y entorpecer la acción de la p rep ara­
ción. L os ácidos no perm iten el uso de los tapones do cor­
cho; los ataca al momento, y la parte disuelta altera la pu>
reza de estas sustancias. E xigen pues tapones de cristal. P ero
para evitar que estos últimos que cierran siem pre bastante
DE LOS MEDICAMENTOS. $5
m al, no dejen evaporar ninguna parte de ácido so untan
con c e r a , así como el cuello del frasco.

82. Gomo nada influye mas sobre la conservación de los


m edicam entos hom eopáticos que el calor, los rayos sola­
re s y la claridad del d ia , es preciso tener cuidado de sepa­
r a r en lo posible estas causas de alteración. La acción de
la luz del sol y de la claridad del dia acidifica fácilmente
el alcohol en un corto espacio de tiem po, y ademas des­
tru y e la virtud de los m edicam entos. P o r lo cual es preciso
conservar las preparaciones hom eopáticas en un sitio fresco
y oscuro, y asegurarse de tiempo en tiempo que son to ­
davía buenas. Se reconoce que están acidas, haciendo caer
una gota sobre la superficie lisa de una capa de carbonato
de cal pura, aplastada por la presión; si la gota se insinúa
tranquilam ente, la tintura es todavía buena; pero si se for­
m an b u rb u jas, es acida 6 se ha puesto acida, y no pnede
por consiguierte servir. P ara las sustancias y sus diluciones,
que son mas especialm ente sensibles á la acción de la luz,
como el ácido prúsico, el ácido fosfórico, e tc ., es prudente
conservarlas en frascos de vidrio negro, <5 al menos cubier­
tos de papel negro. P o r ú ltim o , conviene también poner
los medicamentos hom eopáticos, sobre todo el acetato de
c a l, el hígado de a zu fre, la b a rita , y todns las preparacio­
nes quo se conservan en polvo, á cubierto de la hum edad,
porque pierden igualm ente su virtud caando están es­
puestas.
56 RES b S a GENERAL

SEGUNDA PARTE.
SOBRE IA PREPARACION Y MODO DE OBTENER CADA M EDICA­

MENTO EN PARTICULAR.

C A P ÍT U L O P R IM E R O .

Reseña general de las sustancias que componen la farmacopea


homeopática.

lo De los medicamentos homeopáticos en general.

83. L a hom eopatía usa en g e n e ra l la s m ism as su stan ­


cias sim ples para m edicam entos q u e la an tig u a e sc u e la , y
los usa igualm ente de los tres rein o s de la n a tu raleza. P e ro
como en hom eopatía no son n i la quím ica n i la h isto ria
n a tu ral, sino la farm acodinám ica q u e g o b ie rn a la farm aco­
p e a , y que según los prin cip io s de esta d o c trin a n in g ú n
m edicam ento puede e n tra r en la m ateria m édica si no se
h an estudiado antes sus efectos p u r o s , es n a tu ra l q u e la
farmacopea de la hom eopatía n o sea ta n ric a e n su stan cias
como la antigua escuela. A quellas cuyos efectos se h a n e s­
tudiado son unas d oscientas, y todavía p u d ie ra n q u itarse
unas cin cu e n ta, si se quisiera ser e n te ra m e n te rig u ro so no
adm itiendo mas que aquellas de las q u e la m a te ria m édica
puede dar la patogenesia com pleta. P e ro como p u ed e se r ú til
conocer todas las sustancias que h a sta aquí h a n ju z g a d o
dignas los médicos hom eópatas d e su a te n c ió n , hem os
creido oportuno citarlas to d a s , ta le s como las tie n e n las
farm acopeas, y aun hem os añ ad id o to d as aq u ellas cuyo
nombre no ha figurado mas que una vez sola en los an ale s
de nuestra ciencia.
DE LOS MEDICAMENTOS. 57

84. L o que hace que en los capítulos siguientes se


h allará la descripción de mas de trescientas sustancias de
los tres reinos de la naturaleza, mientras que en nuestro
M anual no se hallan mas que unas doscientas; pero todas
las que no se citan en nuestro Manual son aquellas de
las cuales no tenem os mas que el nombre, y que no pue­
d en em plearse sin haber sido estudiadas en el hombre sa­
no (i). E s verdad que si se traspasa una vez el límite en
]a farm acopea que indica la materia médica pora, no hay
razón para no ir mas allá todavía y tomar no solo todas
las sustancias que se hallan en la materia médica de la
antigua escuela , sino tam bién todas las que los recursos
inagotables de la naturaleza pueden suministrarnos. Tam­
bién hem os deplorado nosotros cou toda fé esta tendencia
que presenta nuestra escuela á inscribir todos los anos
m as de diez m edicamentos nuevos en su Códcx farmacéu­
tico , sin estudiar las mas veces ninguno, y por mas que
hayam os indagado el principio que entre todos estos nom­
bres hacia el inscribir uno mejor que o tro , no hemos visto
mas que arbitrio y capricho.

85. S i se echa una rápida ojeada sobre los géneros y


las fam ilias de donde vienen los medicamentos que usamos,
se puede ad q u irir el convencimiento que estamos todavía
m uy lejos de poseer todas las sustancias mas eficaces, y
q ue si quisiéram os d ar una descripción de todas tas qne
m erecen estudiarse , nos venarnos casi obligados á escribir
u n diccionario de historia natural. P or lo cual nos ba pa­
recido m as sim ple el d a r aquí un estrad o general de las
sustancias cuyos efectos se han estudiado hasta ahora, asi
como de las que las farmacopeas homeopáticas no han
h e c h o mas que pro p o n er, á fin de que cada uno, hiendo
los claros que presenta esta reseñ a, pueda fácilmente de­
d u cir lo que h ab ría todavía que hacer. E n cuanto á la des­
cripción de las su stan cias, nos hemos limitado á dar las

( t ) E ntre estas últimas sustancias hay sin embargo a!guuas,de


las cuales desde la publicación de tos primeros volúmeues de este
M anual, se ha publicado un principio de patogenesia,que uo dejare­
mos de dar al público eu i¡u suplemento, cuaudo leudamos materiales
para hacer uu volumen.
58 RESECA GENERAL

qne uo so h an m encionado hasta a q u í en los escritos de


nuestra e sc u e la ; tratan d o en cada re in o , p rim ero aquellas
cuya patogenesia no es e atera m o n te d e sc o n o cid a, y d es­
pues aquellas de las cuales aun no sabem os mas q u e el
no m b re, y seria esforzarse en vano b u sc a r las d e sc rip c io ­
nes patogenéticas en toda la bibliografía hom eopática.

2o Sustancias inorgánicas y productos químicos.


86. L as sustancias m inerales y los productos quím icos
que e n tra n e n la farm acopea h om eopática, se h a lla n como
las de la antigua escuela e n tre los cuerpos no m etálicos ,
los ácidos , los álcalis i las tierras , los m etales y las com ­
binaciones de estos últim os. E l núm ero de aquellas que
están recibidas eu hom eopatía en tre estas son en todas c ie n ­
to, de las cuales sesenta han sido estudiadas en el hom bre
sa n o , m ientras que las otras cuarenta no se ha hecho mas
que inscribirlas en la farm acopea. Vam os á esponer luego,
sirviéndonos de nom bres la tin o s, con los cuales están de­
signadas en las obras de nuestra escuela, y que se diferen­
cian n n poco de las que se usan generalm ente. A doptando
para la esposicion de las patogenesias en las m aterias m é­
dicas el órden alfabético de los m edicam entos, ha parecido
m as conveniente re u n ir tanto como ser pueda todos los
productos qne provengan do la misma b a s e ; por lo cual en
lu g ar de escribir como se u s a , acidum nitricum , acidum
phosphoricum , e tc ., se ha preferido e sc rib ir: nitri aci­
dum , phosphori acidum , e tc ., i fin de poder colocar el
prim ero de estos medicam entos cerca del nitro y el otro
cerca del fósforo. L o mismo sucede con los nom bres de
murías b a rita , carbonas baritce, e tc ., ú los que se han
preferido los de barita muriática , barita carbónica , e tc .,
á fin de p o d e r, en el órden alfabético de la m ateria médica
y repertorios, colocarlos nao despues de o tro , y asi suce­
sivamente con todos los nom bres de este género.

87. L o s m e d ic a m e n to s q u e se h a lla n e n t r e lo s c u e r p o s
no metálicos , lo s á c id o s y lo s á lc a lis , s o n e n to d o s t r e i n t a ,
d o lo s c u a le s q u in c e so lo so n c o n o c id o s e n s u s e fe c to s p a -
to g e u é tic o s , á s a b e r :
DE LOS MEDICAMENTOS. 59
t ° C u e r p o s n o m e t í l i c o s , e s tu d ia d o s : carbo animo lis,
carbo vegetabais, graphites, iodium, kreosotum, hepar
su lfu ris , petroleum , phosphorus, selenium, sulfur;—
p r o p u e s t o s p a r a e s t u d i a r : alcohol sulfuris , bromium,
natrum sulfaralum {sulfur de sosa).
2 o A c i d o s , e s t u d i a d o s : muriatis acidum , nitri acidum,
phosphori acidum , tartarí acidum ; — pro p u esto s al e s­
t u d i o : aceti acidum , hydrocyani acidum, molybdmni
acidum.
3 o E t e r e s , p r o p u e s to s p a r a e s tu d ia r : nitri spiritus dulcis.
4 ° A l c a l i s , e s t u d i a d o s : causticum ;— p ro p u e sto s para es­
t u d i a r : ka li causticum t natrum causticum, ammonium
causticum ; — calcarea caustica, baryta caustica, stron-
tiana caustica , (sapo domesticas).

88. L a s t i e r r a s y s a le s te rro s a s y a lc u lia a s q a e se han


a d m i t i d o h a s t a a q u í e u h o m e o p a tía t so o e n to d as en nú -
m e r o d e v e i n t i c i n c o , d e la s c u a le s v e in tid ó s h a n sid o e s ­
t u d ia d a s e n e l h o m b r e s a n o , íf s a b e r :
I o T i e t b a s , e s t u d i a d a s : a lu m in a , silícea .
2 ° C a r b o n a t o s , e s tu d i a d o s : ammonium carboniatm, ha*
rytq carbónica, calcarea carbónica, kali carbonicum,
magnesia carbónica , natrum carbonicum, strontiam
carbónica.
3 o N i t r a t o s , e s t u d i a d o s : ka lin ü ricu m , natrum nitricum.
4 o C l o r a t o s , e s t u d i a d o s : k a li cloricum.
5 o S u l f a t o s , e s tu d i a d o s : magnesia sulfurka , natrum sul-
furicum ; — p r o p u e s to s p a ra e s tu d i a r : calcarea sulfú­
rica (G y p s e ) .
6 o B o r a t o s , e s t u d i a d o s : bórax .
7 o A c e t a t o s , baryta acética, calcaren acética. (S e prefiere
e n g e n e r a l lo s c a r b o n a t o s d e la s su sta n c ia s ú sus acetatos.)
8 o H i d r o c l o r a t o s , e s tu d i a d o s : ammonium muriaticwn,
baryta muriatica, magnesia muriatica, natrum muria-
ticum ,* — p r o p u e s to s p a r a e s tu d ia r : calcarea muriatica.
9® H i d r t o d a t o s , e s tu d i a d o s : kali hydriodicum.
1 0 ° F o s f a t o s , e s t u d i a d o s : ce^area phosphorata.

89. E n tr e los m etales y sus combinaciones hay en to­


das cu aren ta y d o s , que se hallan en la farmacopea horneo-
60 R E SE S a GENERAL

p á t i c a , d e lo s c u a le s d ie z y o c h o h a n s id o e s t u d i a d o s e n
sus efectos puros, á saber:
1* M e t a l e s p e r f e c t o s , e s t u d i a d o s : argentum , aurum,
platina; — p r o p u e s to s p a r a e s t u d i a r : argentum nitri -
cum, aurum fulminans , aurum muriaticum.
2 o M etales d e ! s e g ij h d o ó r d e n , e s t u d i a d o s : mercurius
vivus et sotubilis , mercurius corrosivus, mercurius sul­
furaos ruber ( c in n a b a r is ) , niccolum ; — p r o p u e s t o s p a r a
e s t u d i a r : mercurius dulcís, mercurius prcecipitatus ru­
ber, mercurius acetatus, mercurius prcecipitatus albus,
osmium.
3 o M e t a l e s d e l t e r c e r ó r d e n , e s t u d i a d o s : manganum
aceticum; — p r o p u e s to s p a r a e s t u d i a r : manganum me -
tallicum.
4* M e t a l e s d e l c u a r t o ó r d e n , e s t u d i a d o s : cuprum metal -
licum , ferrum magneticum, ferrum metallicum; — p r o ­
p u e s to s p a r a e s t u d i a r : cuprum carbonicum, cuprum
sulfuricum , cuprum aceticum, ferrum aceticum, fer­
rum muriaticum , ferrum oxydat. hydrat.
5 o M e t a l e s d e l q u in t o ó r d e n , e s t u d i a d o s : antimonium
crudum, bismutfiumnitricum,plumbum , stannum, tar-
tarus stibiatus, zincum; — p r o p u e s to s p a r a e s t u d i a r :
antimonium metallicum, bismuthum metallicum, plum -
¿wm aceticum , zincum sulfuricum.
6 o M e t a l e s d e l s e s t o ó r d e n , e s t u d i a d o s : arsenicum; —
p r o p u e s to s p a r a e s t u d i a r : arsem cum metallicum , a r s e -
nicum citrinum (aurum pigmentum) , arsenicum ru-
brum, molybdcenum.

3o iSWíímcías vegetales.

90. Los vegetales qne entran en la farmocopea horneo*


pática se toman igualmente, como los de la antigua escuela,
de casi todas las clases del reino vegetal. Los diversos ve­
getales que citan las farmacopeas homeopáticas son en todos
cerca de ciento cincuenta; pero de este número no hay
sino unos ciento cuyos efectos patogenéticos sean bien cono­
cidos, y mas de treinta de los cuales nuestra materia m é ­
dica no da ningún indicio de ninguna especie acerca de su
virtud farmacodinámica, y cuyo nombre solo figura aquí.
DE LOS MEDICAMENTOS. 61

E n la r e s e ñ a q u e d o s p ro p o n e m o s d a r a h o ra , en u m erare­
m o s l o s v e g e t a l e s s e g ú n la s fa m ilia s n a tu ra le s d e Jns&ieo,
y p o n d r e m o s e n t r e p a r é n te s is a q u e lla s c u ja s v irtu d es igno­
r a n t o d a v í a la s m a te r ia s m é d ic a s , y q u e s e r ía eo ra n o bascar,
e n c u a l q u i e r e s c r i t o q u e s e a , s u d e sc rip c ió n p a lo ^ e n ttic a.
E n t r e e s t a s ú l t i m a s h a y s in e m t w g o alguna* que hem os
c i t a d o e n n u e s t r o M a n u a l , sin p o d e r d a rle s o tra cosa mas
q u e e l n o m b r e ; s o n a q u e lla s q u e , a u n q u e p uestas e n tre
p a r é n t e s i s , s e h a l l a n im p r e s a s c o m o las o tra s con c a ra d o ­
r e s i t á l i c o s ; m i e n t r a s q u e a q u e lla s , d e q u ie n e s n o tenem os
t o d a v í a n i n g u n a n o c i o n , e s tá n im p re s a s con carac te re s ro­
m an o s.

9 Í. E n t r e la s c in c u e n ta p r im e r a s fam ilias n a tu ra le s da
J u s s i e u , la f a r m a c o p e a h o m e o p á tic a c u en ta casi un núm ero
d e s e t e n t a i o c h e n t a m e d ic a m e n to s , á s a b e r:
I" c la s e . — S e t a s : agaricus muse, (b o le tu s sa ta n a s), B o­
v is ta ; — M u sgos: lycopodium; — F ig e b a s: — (fitix
m as).
I I a C l a s e . — A r o i d k a s : arum maculatum, caladium s&-
g u i n — G r a m í n e a s : (lo liu m te in u le n tu m ), secalt cor-
n u tu m .
IIIa C la s e .- — E s p á r r a g o s : ( a s p a r a i s ) , parís quadr
(sn rsa fra s), sassaparriila; — Ju n cos: colchicum, (jun-
cu s p i l o s . ) , sabadilla, veratum ; — A sphodelks: (afiiam
s a t iv .) , (atoes), squilla marit.; — L ir io s : crocus sativ.
I V a* y V a C l a s e .— B a s ilia r ia s : zingiber; — A b istoio-
q u ia s : (a r isto lo c h ia ), asarum e u r o p (serpentaria:.
V I a C i a s e . — T h im e l a s : daphne indica, mezereum —
L a u r e l e s : camphora , (cinnamomum), w u r moschata,
( p i c h u r i m ) ; — P o l ig o n a d a s : rhabarbarum;—B okbajas:
( a t r i p l e x o l i d a ) , (c h e n o p o d iu a » ).
V I I I a C l a s e . — L i s i m a q u i a s : cyclamen europ., menyan-
thes ; — P e d i c u l a r i a s : cuplirasia,ratanhia}senega;~
J a z m i n e s : (o le a e u ro p a e a ); — S a u z g a t i l l o s : agnus cas­
to s , ( v e r b e n a ) ; — L a b i a d a s : lamium álbum, ^rosmarious
o f f í c . ) , ( t h y m u s ) , Icucrium ; — E s c r o f i l a r i a s ; digilatis.
g r a d ó la ; — S o l a m o s : belladona, capsicutn, dulcama­
ra , hyoseyam u s , solanum nigrum , sotan, manimos. t
stra m o n iu m , tabacum , verbasctwi; — L is e s a s : (con-
62 RESEÑA GENERAL

v o l m l u s a r v e n s .), ( j a l a p p a ) ; — G e n c ia n a s : s p i g e l i a ;
— A p o c in e a s : i g n a t i a , nux v o m i c . , o le a n d e r , (v in c e -
to x ic u m ).
I X a C la s e . — A d elfo s: le d u m p a l u s t r e , r h o d o c le n d r o n ;
— B k u ie r a s : u v a u r si.
X " C la se . — A c h i c o r i a s : la c tu c a v i r o s . , t a r a x a c u m ; —
C o r im b if e r a s : a r n i c á , ( a r t e m i s i a v u l g . ) , ( c a l é n d u l a ) ,
c h a m o m illa , c i ñ a , m ill e fo l iu m , ta n a c e tu m v u lg .

92. E n t r e la s. o t r a s s e is c l a s e s d e la s f a m ili a s n a t u r a l e s
d e J u s s i c u , c u e n t a la f a r m a c o p e a h o m e o p á ti c a c a s i c a s i t a n ­
t o s m e d ic a m e n to s c o m o e n la s p r e c e d e n t e s , á s a b e r :
X I a C l a s e . — D ip s a c e a s : v a l e r i a n a ; — R u b ia c e a s : ( c a -
h in c a ) , c h i n a , c o f f e a i p e c a c u a n h a ; — M adreselvas:
sa m b u cu s.
X I I * C l a s e . — A r a l ia s : g i n s e n g ; — U m b e l íf e r a s : c e th u -
s a , ( a m m o n ia c u m g u m m i ) , ( a r c h a n g e l i c a ) , a s a f e e t i d . ,
c i c u t a , c o n i u r n , ( h e r a c l e u m ) , ( c e n a n th e c r o c a t a ) , (p e -
tr o s e lin u m ) , p h e lla n d r iu m , v in c a m in o r .
X I I I " C l a s e . — R e n t o c u l a c e a s : a c o n i t u m , (a c tc e a ¡ p i c a ­
ta ) * ( a q u ile ja ) , c le m a tis , h e lle b o r u s n i g . , p e e o n ia , p u l-
s a t i l l a , r a n u n c u lu s b u lb ., r a n u n c u lu s s c e le r ., s ta p h y -
s a g r ia ; — • P a p a v e rá c e a s : c h e lid o n iu m , o p iu m , s a n ­
g u in a r ia c a ñ a d .; — C ru c ife ra s : ( c o c h l e a r i a ) — H í -
p e ric o n a s : h y p e r ic u m p e r fa t o r u m ; — N a ra n jo s :
( l i m ó n ) , th e a co e sa rea ; — A lc a p a r r a s : d r o s e r a
M a g n o l i a s : ( a n i s u m s t e l l a t u m ) ; — M e n io s p e rm a s :
c o c c u lu s ; — V id e s : b e r b e r ís ; — C is t e a s : c i s t u s c a ­
ñ a d . , v io la o d o r a t., v io la tr ic o t.; — R u ta c e as : (d ic -
t a m m i s ) , g u a i a c u m , r u ta .
X I V * C l a s e . — A z o fa ifa s : ( s e d u m a c r e ) ; — M ir t o s : e n ­
g e n t a , g r a n a t u m ; — R o sa c e a s : ( f r a g a r i a v e s c . ) , / « » -
r o c e g a s u s , (p ru n u s p a d n s), p r u n u s s p in o s a ; — L egu­
m in o sa s : c o p a i v c e b a l s a m . , ( g e n i s t a ) , h c e m a l o x y l u m
c a m p e c h , í n d i g o , ( o n o n i s ) , s e n n a , t o n g o ; — T e r e b in ­
tá ceas: a n a c a r d iu r n , b r a c e a d y s s e n t . , r h u s t o x i c . , r h u s
v e r n i x ; — E s p in o s : e v o n y m u s ' e u r o p .
X V * C la s e . — E u f o r b i a s : c a s c a r il la , c r o tó n tig liu n ,
e u p h o r b m m , ia tr o p h a ; — C u c u r b itá c e a s : b r y o n ia ,
c o l o c y n t h i s ; — O r t i g a s : c a n n a b i s , (c u b e b c e ) , ( l u p u l u s ) ,
DJB IO S MEDICAMENTOS. 63

(:urtica u re n s)-, — A m in ta c e a s : (ulm a campcslr.),- —


C o n i f e r a s : sabina, taxus baccata, terebinthina, thuya.

4 o Sustancias animales.

93. L o s m edicam entos que ha sacado hasta aquí la


hom eopatía d e l re in o a n im a l, no son tantos como los que
se sacan d e los dem ás reinos de la naturaleza. Los anti­
guos d irig ía n su a te n rio n de preferencia sobre este reino,
ya p o rq u e se aproxim a m as á la especie h u m a n a ,y a porque
el b ie n ó el mal que los anim ales pueden causar escitaba
m as su c u rio s id a d . E l nú m ero de sustancias animales es-
p e rim en ta d as h asta ahora se lim ita á algunos insectos
e n tero s y á a lg u n a s p a rte s e straidas del cuerpo de otros
a n im a le s , así com o varios productos escretorios como el
a lm izc le , el c a s tó re o , etc. Asi es que las sustancias anim a­
les de que usa la hom eopatía pueden dividirse en tres cla­
se s, á s a b e r: I o an im ales e nteros ; 2° m aterias anim ales;3*
concrecio n es a n im ales y zoúfitas.

94. L a s sustancias anim ales de que usa la homeopatía


son en n ú m ero do v e in tisé is , á saber:
1® A n i m a i e s , e s p e r i m e n t a d o s : aranea diadema , cantha-
rid e s, coccionella scptempunctata, theridion curassa-
vicum ; — p r o p u e s t o s á la e s p e r im e n ta c io u : cáncer acta-
cus, fórm ica lacerta argüís, meloe majalis, melonthota
vulgaris, osniscus asellus, rana bufo.
2 o M a t e r i a s a n i m a l e s , e sp e rim e n ta d a s: ambra grísea,
barbus, crotalus, lachesis, mephitis, moschus, oleum aní­
mate, sepia; — propuestas para esperim entarse: álbum
ovi, membrana ovi, oleum jecoris morrhum.
3 o C o n c r e c i o n e s a n i m a i e s y z o o f i t i c a s , e s p e rim e n ta d a s :
conchas (c a l c a r c a ) , corallium rubrum , spongia marina;
— p r o p u e s t a s p a r a e s p e r i m e n t a r s e : cancrorum Ofuli.
L o s p ro d u c to s morbosos que la isopatia ha querido i n ­
tro d u c ir en la farm acopea hom eopática, corno el sudorpe-
d um , herpes faciei, etc., son resultados de uua aberraciou
de la im aginación, y uo pueden hallarse aquí.
64 M IN ERA LB8

C A P ÍT U L O II.

Preparaciones de las suslaucias minerales y de los productos químicos,

I o Reflexiones generales.

95. L as sustancias m in erales y los productos quím icos


son o rd in ariam en te tratad o s todos por la tritu ració n hasta
la Sa atenuación de la proporcion 1 : 1 0 0 , despues de lo
cual un grano (5 centigram as) de la 3 a se disuelve en 100
gotas de una mezcla de alcohol y agua á parles iguales, lo
que da la 4 a a ten u a ció n , despues de la cual las demas
atenuaciones se hacen con alcohol como las de las tinturas.
E ste modo de pasar las sustancias prim ero por tres tr itu ra ­
ciones antes de h a c e r las atenuaciones por via del liquido,
m erece la p referen cia aun para las sustancias que sean
solubles en el alcohol ó en el é te r, como el azu fre , el p e ­
tró le o , la creo so ta, e tc ., puesto que la trituración es mas
que n in g ú n otro proceder capaz de desenvolver la virtud
latan te de las sustancias y hacerlas en lo posible in alte ra­
bles. Solo á aquellas, cuyas propiedades quiraicas se oponen
á la mezcla con el azúcar de lec h e , tales como la m ayor
parte de ácid o s, e tc ., no es aplicable la trituración. P ara
los ácidos la atenuación inm ediata al alcohol tendria tam ­
b ién inconvenientes graves; por eso se hacen o rd in aria­
m ente las dos prim eras atenuaciones con agua destilada,
la 3* con alcohol mezclado de parles iguales de agua, y
las demás con espíritu de vino de 70 á 80 grados del cen ­
tígrado.

96. Ya hémos dicho en la prim era parte de esta obra,


que todo lo que prescribe la homeopatía para la prepara­
ción química de las sustancias debe ejecutarse rigorosa­
m ente, aun cuando estas prescripciones no sean propias
para obteoer los productos mas científicos. E s un punto
este sobre el cual no dejamos de insistir bastante, puesto
que todo éxito en práctica depende absolutam ente de que
tengamos todas las preparaciones tales como se han espe-
OBNBRAXMENTE USADOS. OS
riraentado. E n los artículos siguientes indicarémos í me­
nudo varios modos de obtener las sustancias por procederes
quím icos; pero en la mayor parte de estos casos, lodos
tiendon i hacer obtener preparaciones perfectamente idén­
ticas , y la diferencia que hay entre ellos no consiste mas
qne en el modo mas ó menos simple de proceder. Pero en
todos los casos en que la preparación de qne se sirve la
hom eopatía se diferencia por propiedades esenciales de las
que sum inistran los otros procederes químicos, no hemos
dejado de indicar claramente los qne hay que seguir para
o btener los medicamentos que se usan en homeopatía.

2 » Preparación de las sustancias minerales


generalmente usadas.

A l u m in a , aluminium oxydatum, argilla pura; alumbre,


a rg il; thonerde, alaunerde. — Dosis usuales: 30.

97. G uyton-M orveau es el primero que ha dado el


nom bre de alúm ina á una base salifjcabie, sacada del alam­
bre confundida por mucho tiempo con la cal y la sílice,
reconocida hoy día como distinta, y qne se cree sea nn
óxido de alum inio. Despues del sílice, el alambre es ano
de los cuerpos mas esparcidos en la naturaleza y qne se
h a lla casi puro en el zafiro, el corindor, y el spato dia­
m antino. C om binado con los ácidos, como el fosfórico, el
su lfú rico , etc., forma el wawellit y el aluminito', pero en
la m ayor parte de casos se halla combinado con otras tier­
ras ú óxidos m etálicos, en los argiles, schistes, etc. Se
estrae del alum b re, que es un sobre-sulfato de alúmina y
de potasa ó de am oniaco, echando an esceso de amoniaco
en una dilución poco concentrada de esta sal; el precipi­
tado que se forma secándole y lavándole con cuidado es la
alúm ina pura. E s un polvo blanco, muy fino, saave al
tacto, sin sab o r, infusible, que adhiere á la lengua, hace
pasta con el agua sin disolverse, y se presenta en general
m uy ávido de agua. D e este polvo se toma ud grano (5 cen-
tigram as) para hacer prim ero tres trituraciones coa atúcar
de lech e, antes de disolverle y hacer las demas atenuacio­
nes al alcohol.
(56 MINERALES
carbonos (sub) ammonii; sal vo-
A m m o b iü m c a b b o h ic u m ,
lalile anglicamm; amoniaco carbonatado, ó sub-carbo­
nato de amoniaco, álcali volátil concreto, sal volátil
de Inglaterra; flüchtiges, taugensalz. — Dosis que se
usan: 18, 30.

98. O tras veces se sacaba esta sal de las sustancias ani­


males sometidas i la acción del fuego; pero obtenida de
este modo está siempre sucia por una m ateria aceitosa que
la colora, y no da sino preparaciones muy variables, carga­
das de aceite anim al d e D ip p e l, y aun algunas veces de
ácido hidrociánico, que modifican necesariam ente las pro­
piedades. Se obtiene esta sal pura por la destilación de una
mezcla de muriato de amoniaco y de sub-carbonato de cal,
de potasa ó de sosa. P ara esto, se machaca juntam ente media
onza de sal amoniaco y otro tanto de carbonato de sosa cris­
talizado; se introduce esta mezcla en una botellita que no
se tapa esactamente y que se sumerge en un baño de arena
hasta que este esté al nivel de la mezcla. L a accian del
fuego habiendo sublimado el carbonato de amoniaco en la
parte superior del botellin, se rompe para quitar la sal.
E sta sal es b lan ca, de aspecto fibroso, con el mismo olor y
sabor qne el amoniaco liquido, muy soluble en el agua
fría , descompuesta en parte por el agua caliente, muy vo­
látil aun á la temperatura ordinaria; se descompone por
los álcalis y hace efervescencia con los ácidos. Se hacen
tres trituraciones, antes de hacer las atenuaciones por la
via húmeda.
A hm ow hjm m u r ia t ic u m , murías s, hidrochloras ammo­
nii; clorato de amoniaco, sal amoniaco; salmiac, salz-
saures ammonium: — Dosis que se usan: 12, 30.
99. Esta sal se encuentra en gran cantidad en las in ­
mediaciones de los volcanes, en las minas de carbón de
priedra, en los lagos , las aguas minerales, las plantas, y
hasta en la orina y los escrementos de ciertos animales, etc.
Se fabrica en Clichy y Grenelle cerca de P a rís , destilando
las materias animales, descomponiendo el sub-carbonato de
amoniaco que dan por el sulfato de c a l , y el sulfato do
amoniaco que resulta por el muriato de sosa. Este proce-
GENERALMENTE USADOS. 67

dim iento da una sal amoniaco mas ó meaos pura ; peto se


adultera algana vez, con el muriato de. sosa que su crepita­
ción al fuego hace reconocer fácilm ente; en otras ocasiones
contiene tam bién un poco de óxido de plom o, que puede
hacer patente el no volatilizarse. A ntes de servirse de esta
sal en hom eopatía, será pues siem pre necesario purificarla
y hacerla cristalizar, no solo para separar las combinaciones
e strañ as, sino tam bién porque bajo la forma de pequeños
cristales, se deja tritu ra r mejor que cuando está sublimado.
Con este fin , se ponen en nna vasija de porcelana agua
filtrada que se hace cocer, y se introduce sal amoniaco su­
blim ada y p u lv erizad a, hasta que la dilución esté perfecta­
m ente sa tu ra d a ; despues se filtra esta dilución todavía h ir­
viendo en otra vasija de porcelana, y se la coloca en un
sitio fresco con objeto de que se cristalice. A las veinticua­
tro horas se decanta el líq u id o , se le hace volver á cocer
y se procede como la prim era vez. Los cristales que se
obtienen se ponen en papel de estraza bien secos al aire
c alien te, despues de lo cual se conservan con el nombre
de ammonium muriaticum depuratum. De esta prepara­
ción se hacen prim ero tres trituraciones con el azúcar de
le c h e , antes de hacer las demas atenuacienes por la via
líquida.
c r u d u h , stibium sulfuratum nigrum, sulfu-
A n t im o nium
retum antimonii; sulfuro 6 proto-súlforo de antimonio,
antim onio e rad o ; schwfelspiesglanz. — Dosis asnales:
6 , 9 , 1 2 , 1 8 , 30.
100. E ste m ineral es m uy común en F ran cia; se e n ­
cuentra en masas com pactas, formadas de agujas cristali­
nas. E s de un gris azulado o scu ro , menos ibrillante que el
antim onio metálico, pero mas fusible; no pesa mas que 4,133
i 4,516. Se pulveriza fácilm ente, y da cuando es puro n a
polvo m oreno rogizo, m ientras que el del comercio da una
negruzco. N o tiene olor n i sabor, insoluble en el agua y no
vo látil; pero en polvo se oxida coo facilidad en parte. Se
adultera el polvo á menudo con el h ierro ; y en este caso,
calentándole y haciéndole detonar con tres partes de nitro,
se obtendrá un residuo am arillento. A lgunas veces también
está mezclado con g a le n a , lo que se reconocerá disolviendo
5$ M IINE1ULES

e l polvo e n 8 p a rte s de ácido n ítric o y de ácido hidro-cl<S-


r ic o , tra ta n d o el re sid u o b ie n lav ad o con agua h id r o -s u l-
fú ric a ; si la m ezcla tom a un co lo r e n c a rn a d o -a m a rillo , el
polvo es p u r o ; si se v u e lv e n e g ra e stá m ezclada con galena
(m in era l d e plom o). S i el a n tim o n io c ru d o está m ezclado
con óx id o d e m an g an e so se o b te n d rá , cale n tán d o le con n i­
tr o , u n a m asa v erd o sa y n o h a b rá d e to n a c ió n ; p o r últim o,
si está a d u lte ra d o c o n h ie r ro q u e c o n te n g a arsénico, se co­
nocerá p o r m ed io d e l n itra to d e p la ta . E n to d o c a s o , p ara
a se g u ra rse d e la p u re z a d e e ste m e ta l, n o d eb erá tom arse
e n p o lv a , sin o com o se h a lla al estad o b r u t o , escogiendo
los pedazos q u e te n g a n la s lá m in a s m as b rilla n te s y mas
anchas* L o s p ed azo s se p u lv e riz a n d esp u es y se m uelen
con ag u a so b re u u a p ie d ra d u r a , lo q u e despues de r e ­
p e tid o v a ria s veces d a rá u n polvo n eg ru zco p erfectam en te
p u r o , sin o lo r u i sa b o r, é in so lu b le ta n to en el agua como
en el a lco h o l. L a s tr e s p rim e ra s a ten u a cio n es se h acen por
tritu ra c ió n .

A b g e n tu m , argentum fo lia tu m ; p la ta ; silber , blattsilber .


— D o sis u s u a le s : 2 , 6 , 3 0 .

101. E s te m e ta l, conocido de toda la a n tig ü e d a d , se


h a lla e n la n a tu r a le z a , ya al estado n a tiv o , ya com binado
con d iv ersas s u s ta n c ia s , como e l oro, el m ercu rio , el yodo,
el s e le n io , a z u fre , plom o , etc. E x iste en F ra n c ia y en casi
to d o s los p aises, p e ro p rin c ip alm e n te en M éjico y en el P e rú .
C om o e l q u e se h a lla e n el com ercio se presen ta á m enudo
a lia d o á o tro s m e ta le s, p rin c ip alm e n te al co b re , y es m uy
im p o rta n te i la h o m eo p atía o b te n e rle p uro com pletam ente;
se o b tie n e este re su lta d o disolviendo la plata del comercio
e n el ácido m u riá tic o , y c ale n ta n d o fu ertem en te el producto
o b te n id o con c a rb o n a to de sosa. S i pu ed e obtenerse la p la­
ta en h o ja de p u re z a no equívoca, será el mas conveniente
al uso m e d ic in a l; d e b erán escogerse las hojas mas d e lg a ­
das , q u e colocadas e n fre n te de la luz parezcan azules y
tr a n s p a re n te s , y se d isu elv an com pletam ente en el ácido
n ítric o . S i estas h o jas co n tien en co b re, la dilución p re ­
s e n ta rá u n co lo r a z u la d o , que cuando es m uy in ten so debo
d e se c h a rse la p lata como no co n v en ien te al uso hom eopá-
GENERALMENTE TJSADOS. 69
lico. Si estas hojas contienen plom o, se conocerá en que
añadiendo ácido sulfúrico á la disolución estendida con 60
p arles de a g u a , se obtendrá un. precipitado b lan co , que
será sulfato de plomo. Pío puede* em plearse en homeopatia
sino plata perfectam ente p u ra; se hacen prim ero tre s tr i ­
turaciones con azúcar de lech e , el resto de las atenuacio­
nes so hace por la via liquida.

A rsek icü m c á lb u m , acidum arsen io su m ; a r s é n ic o , ó x i­


d o b la n c o d e a rsén ico , á cid o a r s é n ic o ; arsenik arsé­
nico saure . — D o s is u su a les: 30.

102. L as sustancias de que se sirv e la hom eopatia


con el nom bre de arsén ico , es el ácido arsenioso: este
ácido se halla puro en la n atu raleza; p ero el del com ercio,
m alam ente llam ado arsénico, p ro v ien e d e la s m inas de co­
balto arsénica!, de do n d e se e strae p o r sub lim ació n . S e
encu en tra en masas com pactas p e s a d a s , b lan cas ó a m a ri­
llentas, o rdinariam en te opacas e n la superficie, tra n s p a re n ­
tes y vidriosas en lo in te rio r; esta o pacidad se au m en ta al
aire, donde el arsénico se hace al m ism o tiem po m enos p e ­
sado y mas soluble; su sab o r es alg o d u lc e , poco p e rc e p ti­
b le , casi nulo. R a ra vez se e n c u e n tra a d u lte ra d o ; alg u n a
vez sin em bargo se le h a lla m ezclado con yeso. P a ra h a ­
certe apto al uso de la h o m eo p atía, se in tro d u c e , seg ú n las
antiguas prescripcion es de H a h n e m a n o , 1 g ra n o (5 c e n ti­
gram os) en u n frasco larg o y d e cu ello d elg ad o , con 4
gram as m edidas de agua d estilad a; se p o n e e s te á la llam a
de una lám para d e e sp íritu de vino b asta que el arsén ico
se haya d isu elto , te n ie n d o cuidado con a ñ a d ir el agua á
m edida que se evapora. S e añ ad e entonces una cantidad
igu al de alcohol, es d ecir, 4 gram as, y se mezcla el todo
bien* hecho esto, se p ooe 1 gota en 1 0 0 0 gotas de nn a
mezcla de partes iguales de agua y alcohol (de 88 i 90
grados); de esta mezcla se echan en seguida 1 0 gotas en
un frasco que contenga 90 gotas de alcohol, se rotula este
frasco, qu® contiene Ja segunda atenuación, coo el núm e­
ro 2 *todaslas demás atenuaciones se hacen después como de
ordinario. U ltim am ente, H ahnem ann ha sustituido á este
roceder el que se usa para todos los minerales, y sogun
70 HINBHALES

el cual se tritu ra 1 g ra n o d e a rsé n ic o b la n c o con 100 g r a ­


nos de azúcar d e le c h e , h a c ie n d o d e esta m an e ra tre s t r i ­
tu racio n es su cesiv as, para d esp u es h a c e r las dem ás a te ­
n uaciones p o r la via liq u id a .

A.UBÜ1H f o lia tu m , a u ru m p u ru m ; oro en lám in as, oro


puro; gold, blattgold . — D osis u su a les: 3 , 9 , 1 2 , 30.
103. E s te m etal perfecto se e n cu e n tra la s m as veces
n a tiv o , a lgunas lig ad o con otros m etales, como la plata, el
h ie rro , el plo m o , ol a z u fre , e tc .; es m as ab u n d an te en la
A m érica d el s u d , M é jic o , el P e r ú , la S ib eria y la H u n ­
g ría ; se le en cu en tra aun m uy a b u n d an te b a jó l a form a
de g ra n ito en la arena de los rios de donde se estrae la­
v á ndola. E l oro de la m oneda nunca está exento d e liga;
con objeto de o b te n e rle perfectam ente p u ro , se disuelve ea
agua re a l una pieza de oro red u cid a antes i hojuelas d el-
g a d ita s; se deja evaporar esta dilución h asta que se seqae
co m pletam ente; se disuelve de nuevo e l residuo seco en
agua d e stila d a , añadiendo una dilución d e snlfato de h ie r­
ro h asta qne deje de en turbiarse el líquido. D e este modo
se obtiene un precipitado encarnado oscuro, casi n e g ro ,
que despues de lavarse en el ácido m uriático diluido y agua
destilada da oro p uro cuando está fundido. E l oro p uro es
muy b rilla n te , de un color am arillo naranja cuando está
en m asa, y de un verde esm eralda cuando está fundido ó
reducido á lám inas delgadas y visto al través de la lu z ; es
in o d o ro , in síp id o , difícil de fu n d ir, c rista liz ab le , blando,
dúctil, m uy te n a z , m aleable en alto g ra d o , y de un peso
específico de 19,257. E l agua , el aire y el fuego no le
a lte ra n , aun cuando esté en lám inas; pero una fuerte des­
carga electrica le transform a en polvo p urpúreo, sin poder
cambiar sus cualidades quím icas. Si puede obtenerse el oro
enteram ente puro en lám inas, es la forma bajo la cual es
mas fácil hacer las tres trituraciones que se usan; las otras
atenuaciones se hacen por la via líquida.
, m urías s. deuto-chloretum auri; oro
A u ru m m u r ia tic tjm
m uriático, m uriatado ó deulo-cloruro de pro; salzsau-
res gold. — Dosis u su a les: ?
104, E sta sal se halla en pequeños prismas quadran-
GEKEBALMBNTE USADOS. 71
guiares ú octaedros truncados, de color hermoso amarillo,
que se vuelven verdes secándolos en el vacío, fusibles i una
tem peratura moderada, muy deliqüescentes, inodoros, pero
de sabor un poco amargo, estíptico y de un dejo metálico.
Se obtiene esta sal haciendo disolver una parte de oro me­
tálico paro en una mezcla compuesta de una parte de ácido
nítrico y dos partes de ácido hidroclórico, dejando evapo­
ra r la dilación hasta que se seqne, disolviendo de nuevo en
el a'cido hidroclórico ei producto obtenido. E sta sal es
solnble en el alcohol y en el éter. L a dilación concentrada
es de un color amarillo azafranado, qne tira á encarnado.
L a gran deliqüescencia de esta sustancia hace sn conser­
vación muy difícil, por lo cual para las preparaciones de
la antigua escuela, se tritu ra ordinariam ente esta sal con
sal coman , lo que no se puede hacer con las preparaciones
homeopáticas. Se ha ensayado triturarla con el azúcar de
lech e , pero no se han obtenido felices resultados. L as ate­
nuaciones deben hacerse con alcohol.

B aryta carbón ic a , carbonas (sub) baryta; barita carbó­


nica, sub-carbonato de barita; baryt , schwererde. —
D osis usuales: 1 8 , 30.

105. L a barita carbonatada no se llalla sino ra ra vez


en la naturaleza; hasta ahora no se ba hallado sino eo
In g la te rra , en Siberia y en la S t i r i a , donde se presenta
en masas informes que se diferencian risiblemente del
spato pesado (sulfato de barita), porque se disuelven abso­
lutam ente en ei ácido nítrico. P ara e! uso de ia hom eo­
patia se prepara del modo síguieuta. Despues do haber
pulverizado bien el cloruro de bario cristalizado, se hace
h e rv ir por dos minutos con seis partes de alcohol, i fin de
quitarle el cloruro de stroncio quo pueda contener; se d i­
suelve despues el polvo en seis partes de aguí destilada
cociendo y precipitada por el carbonato de amoniaco; se
lava el precipitado varias voces con agua destilada y so
seca. Las atenuaciones se preparan primero con tres tritu ­
raciones, como Jas de los demás minerales.

B a rita s iu a ia tic a , murtas s . hidrocíoras b a ryta ; b a rita


72 MINERALES
muriatada, bidroclorato de b a rita , muriato de barita;
salzsauer baryt, saizsaure schwererde. — Dosis usua­
le s: 30.

106. Esta sal que no se encuentra en la naturaleza,


está en láminas cuadradas, transparentes; inalterable al
a ire , soluble eu el agua, de nn sabor acre, picante, amar­
go , fundible al fuego, donde se transforma en cloruro. S e
preparan primero tres trituraciones al auicar de leche; lo
demas se hace por la via líquida.
B ism ethdm , bismuthum nitricum precipitatum, bismuthi
magisterium\ bism uto, magisterio de bismuto, snb-ni-
trato de bism uto, blanco de España; wismutk salpe-
tersaures wismuth . — Dosis usuales: 2, 30.
107. P a ra o btener esta s a l , se disuelve el bismuto
metálico en una cantidad suficiente de ácido n ítric o » se
bace que caiga gota á gota.la dilución obtenida en cin­
cuenta á cien veces su volumen de agua p u ra , cuidan­
do de mezclarla b ie n , y á las dos horas se decanta con
precaución e l liquido qne sobrenada al precipitado blanco;
se echa sobre este una nueva cantidad de agua igual á la
anterior, que contenga algunas gotas de sub-carbonato de
potasa, y se la mezcla bien con la sal. A.1 precipitado que
despues se forma se le quita el liquido al cabo de algunas
horas, y se seca sobre papel de estraza , hasta que no con­
tenga humedad ninguna. El poco de sub-carbonato de po­
tasa que se mezcla la segunda vez á la dilución, está des­
tinado á quitarle las partes de arsénico y antimonio que
pudiese contener, y que sin ser separadas por la jtotasa,
quedarían combinadas con el precipitado. E l sub-nitrato
do bismuto puro está bajo la forma de polvo, de un color
blanco b rillan te, compuesto de pequeñas hojuelas nacara­
d as, de uu peso bastante fuerte, inodoro y casi insípido,
disolviéndose difícilmente en el agua. Las tres primeras
atenuaciones se hacen por la trituración.

B o ra s v e n e ta , boras, sub-boras soda, natrum boracicum,-


borsis, .sub-borato de sosa, sosa boratada; bórax, bo-
rax-saures natrum.— Dosis usuales: 30.
g e n e b a lh e r t e u sa d o s. 73

108. E l b o m b ruto se conoce con el nombre de fin-


hale , y nos viene del A sia, ya cristalizado ya bajo la for­
m a de m asas irregulares que están ordinariamente unta­
das de una m ateria grasa 6 jabonosa. Se conocen en el
com ercio tres especies de b o ra s, el d é la In d ia , el de
B éngala y el de la G bina. S e purifica este boras fundién­
dolo al fuego, disolviéndolo en agua y cristalizándolo, lo
que se hacia antes sobre todo en Y en e cia , de donde viene
su nom bre de boras véneta. E l boras es una sal n en tra com­
puesta de ácido bórico y de sosa; la sosa domina y no está
com pletam ente satu rad a de ácido. Parificada, está en pris­
mas b la n c o s, ectaedros ú octaedros con lig era eflorescen­
cia, cubriéndose su superficie de una especie de a rin a ; se
disuelve á frió en 1 2 , y c a lien te en 2 p artes de agua,
pero es insoluble en el alcohol. L as tres prim eras atenua­
ciones se hacen po r la' tritu ra c ió n .

C a lcabea c a r bó n ic a , carbonas (■sub) caléis,* c a l carb on a­


tada , s u b - c a r b o n a to d e c a l; kalkerde , kohlensaure
kalkerde .— D osis usuales: 30.

109. E l sub -carbonato de cal se h alla en la naturaleza


en abundancia mas ó m enos p u ro ; form a los m árm oles,
el yeso, una especie de a lab a stro , la p ied ra de c a l, d iver­
sas estalactitas, etc. S e encuentra disuelto en pequeña ca n ­
tidad en varias aguas m inerales gaseosas, el agua de pozo,
etc; forma en parte la base del esqueleto de los an im ales,
del coral, la nacar de p e rla , las co n c h a s, las cáscaras do­
los huevos, de diversas concreciones, donde se h alla m u­
chas veces asociado al fosfato de m agnesia y á una m ateria
animal. Para el uso homeopático nos servim os del su b -
carbonato de cal que proviene del reiu o anim al, p articu lar­
mente del que sum inistra la concha de la ostra. P ara esto
se rompe una concha do estas espesa y bien lim pia, se toma
nn grano de la sustancia calcárea, blanca como la nieve,
que está entre las dos superficies, y se tritu ra con ÍOO
granos (5 gramas) de azúcar de leche, despues de lo cual
se hacen todavía dos trituraciones sucesivas, antes de disol­
verlas y hacer las demas atenuaciones necesarias al alcohol.
E l carbonato de cal obtenido de este modo no está, es ver­
74 MIHBBALBS
dad, rig u ro sa m e n te p o ro , p ero com o m ed icam en to m erece la
p referen c ia so b re to d a s la s dem as p rep a ra cio n e s , puesto
q u e este es el q n e se h a e s p e rim e n ta d o con el n o m b ro de
s u b -c a rb o n a to do cal.

C alcarea p h o s p k o k a t a s. phosphorica , phospfias catcis ;


cal fo sfa ta d a, fosfato d e c a l; phosphorsaure katkerde.

110 . E s ta sal es in s o lu b le , b la n c a , p u lv e ru le n ta é i n ­
síp id a ; form a la base d e l e s q u e le to , d e los c u e rn o s y los
d ie n te s d e los an im ales v e rte b ra d o s, d o c ie rta s c o n c re c io ­
n e s a n im a le s, e tc . L a p re p a ra c ió n qu o h a se rv id o p ara los
e s p e r im e n to s , cu y o s re su lta d o s se h a lla n e n n u e s tro M a­
n u a l, h a sid o o b te n id a p o r e l ag u a d e c a l, e n la q u e se h a n
e c h a d o a lg u n a s g otas d e ác id o fosfórico h asta la fo rm a­
ción d e u n d e p ó s ito q u e d e sp u e s se h a lav ad o , secad o
y tr itu r a d o . L a s tr e s p rim e ra s a te n u a c io n e s se h a c e n p o r
la tr itu ra c ió n .

G a r b o a h i m i u s ; ca rb ó n a n im a l; Thierkohle (1 ). — D o sis
usu ales: 15, 2 4 , 3 0 .

1 1 1 . P a r a p r e p a r a r e sta s u s ta n c ia , se coloca u n p ed a zo
g ru e s o d e c u e ro d e b u e y en cim a d e la lu m b re , y se le deja
q u e m a r h a s ta quo no h a y a m as llam a y e^sté co m p letam en te
q u e m a d o , se p o n e rá p id a m e n te el carb ó n a rd ie n d o e n tre dos
p ie d ra s a u c h a s p a ra q u e se ap a g u e al m o m e n to , p o rq u e si
q u e d a se a rd ie n d o ni a ire se d e s tru iría en g ra n p a rte . E n el
c u e ro d e b u e y h a y to d a v ía , adem as de la s p arte s an im ales,
c ie rta c a n tid a d d e ta n in o q u e , d esp u es de h a b e rse q u em ad o ,
d eja un re s to d e c a rb o n a to do po tasa. E l carb ó n an im a l no
p re s e n ta ta n b ie n la form a d e l cu e rp o ca rb o n iza d o com o el
ca rb ó n v e g e ta l, es m enos in fla m a b le , p ero d e un b rilla n te
m e U lico m as s e n s ib le ; q u e m á n d o le da aaoe y ácido c a rb ó ­
n ic o . S e g u o W e is e se o b tie n e el m ejo r ca rb ó n an im al do la
c a rn e d e te r n e r a : p ara esto so tom a un p ed azo do te rn e ra
con c o stilla s (los h u eso s no d e b e n fo rm a r m as qu e un te rcio

( 1 ) No en calidad de m ineral, sino como producto químico, lie­


mos colocado los dos carbones en este capitulo*
G E N E R A L M E N T E DSAUO S. 75
d e l p eso to ta l) , se c o rta e n p e d a z o s n o m u y p e q u e ñ o s* y
se a sa e u u n to s ta d o r d e c a té c o n u n lu e g o f u e r t e , h a s ta
q u e e l a ir e in fla m a b le e m p ie z o á p r e s e n ta r s e b a jo la fo rm a
d e p e q u e ñ a s lla m a s q u e s e v e n a l r e d e d o r d e l to s t a d o r ;
d e s p u e s d e lo c u a l s e c o n ti n ú a to s ta n d o to d a v ía p o r u n c u a r to
d o h o r a ; s i so c o n tin ú a h a s t a q u e n o so p r e s e n t e m a s a w e
in f la m a b le , la p r e p a r a c ió n p i e r d e , s e g ú n W e i s e , to d a s u
v ir tu d . ¡N o so tro s n o n o s a tr e v e m o s á d e c i d i r a c e r c a d e l m é ­
r i to q u e p u d ie r a te n e r e s le m e d io d e p r e p a r a c i ó n *, s o lo h a ­
rtó n o s o b s e r v a r q u e e l c a r b ó n a n i m a l q u e s e h a e s p e r i m e n -
ta d o e n h o m e o p a t ía , h a s i d o p r e p a r a d o c o n e l c u e r o d e
b u e y , s e g ú n h e m o s in d ic a d o a n te r io r m e n te , y q u e im ­
p o r ta q u e to d o s lo s h o m e ó p a t a s t e n g a n e s t a p r e p a r a c i ó n .
S e h a c e n la s tr e s p r im e r a s a te n u a c io n e s p o r \a t r itu r a c ió n .

G a rb o v k g e t a b i l i s , carbo l ig n i; c a rb ó n v e g e ta l, ca rb o u
d e le ñ a ; h o l z k o h l e . — D o s is u s u a l e s : 1 2 , 1 5 , 3 0 .

i 12. E l c a r b ó n b ie n q u e m a d o d e c u a l q u i e r a m a d e i a q u e
se a , es u n if o r m e e n s u s e l e c t o s , d e s p u e s q u e s e h a d e s a r r o ­
lla d o c o n v e n ie n te m e n te la v i r t u d m e d i c i n a l q u e l e e s i n h e ­
r e n te . H a b n e m a n n u s a e l c a r b ó n d e á l a m o b l a n c o . E l c a r b ó n
v e g e ta l p u r o n o t i e n e n i o l o r n i s a b o r , e s p e r f e c t a m e n t e
n e g ro , m u y p o ro so , lig e r o , c o n r o tu r a b r i l l a n t e ; se o p o n e á
la p u tr e f a c c ió n d e l a g u a y o t r a s s u s t a n c i a s , y la h a c e c e s a r
c u a n d o ya h a em p e z a d o . P a r a e l u so m e d ic in a l, c o n v ie n e
e sc o g e r c a rb o n e s c o n s is te n te s e n p e d a z o s g r a n d e s , frá g ile s ,
d e n s o s y sin e m b a r g o b a s t a n t e l i g e r o s , q u e t e n g a n la f o r ­
m a d é l a le ñ a y s u t e s t u r a , q u e b r i l l e n , s in c o l o r , y q u e
in c a n d e s c e n te s n o e x h a l e u n i h u m o « i m a l o l o r ; p o r q u e e u
e s te u ltim o c a so n o e s tá n s in o á m e d io q u e m a r y c o n t i e n e n
p a r te s r e s in o s a s . L o s c a r b o n e s e n t e r a m e n t e s i n l u s t r e , b l a n ­
d o s y q u e c o lo re n , e s tá n h i p e r c a r b o n a d o s y h a n p e r d i d o
d e s u c a rb o n o . L a s t r e s p r i m e r a s a t e n u a c i o n e s d e e s ta s u s ­
ta n c ia s e b u c e n p o r la t r i t u r a c i ó n .

C a u s t i c u m , l ind ur a acris sine k a í i ; c á u s t i c o , t i n t u r a


a c re sin potasa ; mlzstoff, cetzstoff-tinctur. — D o s is
u s u a le s : 30.
11 3 . P a r a o b t e n e r p u r o e s te p r e t e n d i d o p r i n c i p i o d e
76 HIIfEBALES

la causticidad de los álcalis, H ahnem ann ha indicado va­


rios p ro ced eres, que todos ello s, por diferentes que sean
entro si, hacen o b ten er preparaciones bastante análogas en
sus efecto s, y que no se distin g u en sino por et grado do
su potencia. L a preparación mas enérgica, la única que se
usa hoy d ia , es 1» que de preferencia lleva el nombre de
causticum , y se obtiene d el modo siguiente. So toma cerca
de una Jibra de cal recientem ente quem ada, y despues de
h ab erla em papado por un m inuto en el agua destilada, se
coloca e n una fuente bien se ca , donde despues de haber
dado m ucho calor y v a p o r, se vuelve al instante pol­
vo. 60 gram as de este polvo mezcladas en un almirez do
porcelana con una igual cantidad de bi-sulfato de potasa
fundido de antem ano á gran fuego, y enfriado, forman
con 60 gram as d e agua cociendo una masa espesa que se
coloca en el alam bique. S e procede despues i la destila­
ción , que se continúa hasta completa sequedad. E l pro­
ducto de la d estilació n , de! peso cerca de 45 gram as,
que tie n e la trasp aren cia del ag u a , contiene el causticum
en estado de concentración. E l sabor es eminentemente as­
trin g e n te y p roduce una sensación de quemadura en la gar­
g an ta. E s te líquido se con g ela, como el agua, i un alto
g rad o d e frío ; acelera mucho la putrefacción de las sustan­
cias anim ales que se sum ergen en él. E l hidroclorato de
barita no descubre la presencia del ácido sulfúrico, ni tam­
poco el oxolato de amoniaco da ningún vestigio de cal. Una
gota do este liquido mezclada con 1 0 0 gotas de espíritu
de vino da la prim era atenuación; las demas se hacen co­
m o las de todas las tin tu ra s.

114. P a ra o b ten er las otras preparaciones de esta sus­


tancia , conocida con el nom bre de tinclura acris sine ftad,
d e la cual hoy dia no se usa en homeopatía, Hahnemann
hab ía indicado el proceder siguiente. Se toma la tintura
acre de antim onio , la mas acre es de calor de sangre, se
satu ra de ácido nítrico concentrado en gran cantidad, para
q u e colore uu poco el papel de tornasol; <5 bien habiendo
tom ado la tin tu ra acre de antimonio recientemente p re ­
p a ra d a , se echa gota á gota ácido sulfúrico (que contenga
1 0 0 gotas de agua sobre 150 de ácido), hasta qne empiece
GENERALMENTE USADOS. 77
ú reaccionar sobre el papel a zu l; ento n ces se destru y e este
lig ero esceso de ácido po r m edio d e un poco de cal calci­
nada. U na preparación análoga á e s ta , p ero no ta n fu e rte ,
se obtiene tam bién tratan d o la p ie d ra d e cauterio p o r e\
alco h o l, q ue se separa ig u a lm e n te d e la potasa p o r m edio
d e l ácido sulfúrico. S e p re p ara to d av ía o tra con la c al a p a ­
gada , sobre la cual se ech a alco h o l el m as fu e rte p o sib le,
que se n e u traliza d espu es p o r e l ácido su lfú ric o . A u n q u e
m enos coloreado y mas d é b ilm e n te q u e la se g u n d a , p ro d u c e
sin em bargo los m ism os efectos m e d ic in a le s c u a n d o se da
i dosis m as crecidas.
C in w ab arx s, suifu retu m h yd ra rg yri ru b ru m , m ercurius
sulfuratus ru b er; c in a b r io , su lfu ro e n c a rn a d o d e m e r­
c u rio , m e rc u rio s u lfu ra d o e n c a rn a d o , v e rm e llo n ; zin n o -
ber, sckw efel-queksilber .'— D o sis u s u a le s : 9 , 3 0 .
1 1 5 . E s ta sustan cia m in e ra l se h a lla e n la n a tu ra le z a
e n g ra n d e a b u n d a n c ia , so b re to d o e n E s p a ñ a , e n Illiria ,
e u F r i o u l , e n e l P e r ú , m u c h a s v e ces e a m asas a m o rfa s, s u ­
cia p o r e l a rs é n ic o , p e ro m u c h a s re c e s ta m b ié n cristalizada*
S e o b tie n e a rtific ia lm e n te so m e tie n d o á la su b lim a c ió n se is
p a rte s d e m ercu rio p u ro y u n a p a rte d e azu fre tam b ié n
p u ro . E l c in a b rio n a tu ra l m as p u ro v ie n e d e la C h io a ; p e ro
e l q u e v ie n e d e H u n g ría e s m u y p n ro ta m b ié n . E l c in a b rio
a rtificia l, ú n ic o q u e se usa e n h o m e o p a tía , e stá e n m asas
volum inosas» d e aspecto q u e p a re c e n a g u ja s , d e u n g ris
v ioláceo ; p ero red u cid o á p o lv o es d e co lo r e n c a rn a d o vivo
y p u ro sin m ezcla de a m a rillo ; n o tie n e o lo r n i s a b o r , es
in so lu b le e n e l agua com o e n e l a lc o h o l. E l c in a b rio d e l
com ercio se a d u lte ra á m e n u d o co n e l m in io , e l e n c a rn a d o
d e In g la te r ra ú o tra s su sta n c ia s fijas o r d in a r ia m e n te ; p ero
estas a d u lte ra c io n e s no se h a lla n sin o en el c in a b rio e n
p o lv o , m ie n tra s q u e e l q u e esta to d a v ía en m asas es casi
siem p re p u ro . E s m e jo r p re p a rá rs e le u n o m ism o. L a s a te ­
n u a c io n e s se h a c e n h a sta la te r c e ra p o r tritu ra c ió n .
CUPHUM, cuprum m etatlicum ,' c o b r e , c o b re m e tá lic o ; kup-
fer, m etallisches ku p fe r. — D o sis u s u a le s : 3 0 .
1 1 6 . E l co b re se h a lla e n la n a tu ra le z a con p ro fu sio n ;
ex isle ya n a tiv o b ajo d ife re n te s fo rm a s , ya de ó x id o cornbi-
78 MNEftAXES
nado con otras sustancias. S e cita el cobre nativo, piritoso,
hepático, g ris, sulfurado, oxidado en carn ad o , idem arse-
n ífero, m u riatad o , carbonatado a z u l, carbonatado verde,
arse n u d o , etc. E n la A m érica del no rte y en Siberia es
sobre todo donde se en cuentra nativo. Ademas hay minas
en S uecia, en N o ru e g a, e n S ilesia , en B a v ie ra ,e n F ra n ­
cia , en In g la te rra , en H u n g ría ; dicen tam bién que se en­
cuentra en varios v egetales, como el heleu., dulcan., y en
las cenizas de la q u in a , d el c afé, etc. E n la isla de C hipre,
cuyo nombre viene de cobre, es donde se halla el
cobre mas p u ro , d ic e n , que en ninguna otra parte. E l co­
b re metálico se saca ordinariam ente de su sulfuro por me­
dio de las p arrillas, esponiéndolo varias veces sucesiva­
m e n te , y el uso del carbón; los redrojos que resultan se
conocen en el comercio con el nombre de cobre de roseta.
E l cobre puro es nn metal sólido, de color encarnado na­
ra n ja , muy b rillan te , mas duro que el oro y la plata, mas
s o u o t o que los demás metales, el mas dúctil de todos, des-
pues del platina y plata, muy m aleable, y adquiero un olor
muy desagradable particular por el roce. E l mejor es el
que viene del Japón en forma de pequeñas varitas. Para
hacer el cobre propio al uso de la homeopatía, se toma una
de estas v aritas, se hacen fundir 6 partes con 2 de nitro
sólido, proceder por el cual los metales que pudieran ha­
llarse aliados al cobre quedan en la escoria, y se disuelve
e l grano de cobre como hemos dicho en el número 45, para
obtenerle en forma de polvo. O tro modo de obtener el
cobre puro en forma de polvo consiste eu disolver tres
partes de sulfato de cobre perfectamente puro en 8 partes
de agua cociendo, á las cuales se añaden 8 partes de miel,
meneando juntamente el todo y haciéndolo hervir por me­
dia hora; despues se retira del fuego, se añade gran can­
tidad de agua fria, se decanta el líquido, se pone el cobre
reducido á polvo sobre un filtro, se lava y hace secar es­
poniéndole á un calor moderado. Del polvo obtenido de
un modo ú de otro de estos dos, se toma despues 1 grano
(5 ceutígramas) para triturarle con 100 partes de azúcar
de leche; el proceder, que consiste en obtener el polvo tri­
turando el cobre bajo el agua sobre una piedra de afilar
navajas, es menos propio para obtener preparaciones puras.
GENERALMENTE USADOS. 79
Las tres primeras atenuaciones se hacen por la trituración.

F e r b u k , ferrum metatlicum ; h ie r r o , hierro metálico;


eisen, metallisches eisen.— Dosis usuales: 6 ,1 2 , SO.

117. Esto metal se h alla en los tres reinos de la natu­


ra le z a , pero existe rara vez n ativ o , y no se halla de este
modo sino en las areólitas, en una montaña del M issouri, y
en otra del departam ento de lT sére, en F ra n c ia , en las mi­
nas de estaño de S ajo n ia , en el B ra sil, en el Senegal y
en la isla de B orbon. E l h ie rro metálico es sólido á la tem ­
peratura o rd in aria , de una dureza considerable, tiene el
grano gordo, un poco lum inoso, susceptible de adquirir un
olor sensible por el roce, de un gris con viso azu l, muy di­
fícil de fu n d ir, mas tenaz que n in g u n o de los otros me­
tales, y m uy d ú c til, pero m as susceptible de pasar por la
hilera que hacerse lám inas. E l h ie rro del comercio esta al­
guna vez mezclado con h ie rro b r u to , que se conoce p or los
copos negros que se form an tratán d o le por el ácido h id ro -
clórico 6 por el ácido su lfú rico , dilu id o en tre s veces su
volumen de agua. M uchas veces e l h ie rro co n tien e co b re,
lo que se averigua cuando se le tra ta por el ácido sulfúrico
y el amoniaco cáustico. P a ra e s to , se disuelve el h ie rro en
el ácido sulfúrico diluid o en a g u a , como acabam os de de­
cir; se añade amoniaco cáustico en e sc e so , y se filtra la d i­
lución hasta que parezca p erfectam ente clara y no se altere
al aire. Si presenta un color azulado fu e r te , y que m ez­
clada con ácido sulfúrico puro dé un p recipitado de cobre
cuando se meta una vara de h ie rro p u lim en tad a, se podrá
juzgar. Pero si por el contrario, despues de h a b e r evaporado
una duodécima parte de esta dilución am oniacal, no se ob­
tiene aun por este mismo proceder ningún vestigio de p re ­
cipitado, puede mirarse el hierro como exento de toda Jig:a
con el cobre. Para preparar el hierro para el uso de la h o ­
meopatía, se pulveriza por medio de u n a lima ¿mena, lo
que da las Hmadttras de hierro , polvo que todo medico
homeópata debería preparárselas, puesto que /as lim adu­
ras del comercio están mezcladas cou oíros metales. L as
tres primeras atenuaciones de este polvo se Lacea por tri­
turación.
80 H ítlB B A L E S

Fkm luih ciiMmvrijM s. m u ria lk u rn , m urías s. hydrocfllo­


ran ferri ; m uriato ú hidroclorul'» *le h ic .n o ; sa h sa u rc s
á sen .

l t S . E sta sal se o b tie n e por la com binación de Lis l i ­


m aduras de h ie rro puro ro n el á rid o h id io c ló ric o ; su filtra
la d ilu c ió n , y se deja ev ap o rar h a sta la i rist;ilu ac io n . O b ­
tenida la sal de este m o d o , es de uu 4 olor verde a/.ul , m e ­
nos verde que ol sulfato de h ie r r o , de un sabor estíptico
bien p ro n u n c ia d o , y fácilm ente soluble en el a^ua y el a l ­
cohol. L as tre s p rim e ras atenuaciones se hacen por la t r i ­
tu ració n .

Ff.hrüm mm.m tk 'v m , ferrum oxútutatum m ayneticw n ,


tapis matjnrUcttS; h ie rro m agnético, d e u tó iid o d e h ie r ­
r o , im án n a tu ra l, piedra im á n ; m<ujnct$tcin, magne.tts-
ches eistnerz. — Dosis usuales?

119. L a m ina de h ie r r o , conocida con el nom bre de


h ie rro m agnético 6 el de imán n a tu ra l, es una com binación
n a tu ra l d e l prutóxido y del deuUHido de h ie r ro , que #o7.a
de la p ropiedad do atraer el hierro y la de ten e r polos
quo se d irigen hácia los de la tie rra . E s un m ineral quo
se presenta o rd in ariam e n te en fragm entos irre g u la re s, frá­
g ile s, granulosos, de color u e g ro , tiran d o un poco sobre
a iu l ; el im án de color ne^ro se m ira corao m ejor que e l
m oreno 6 encarnado. Se halla con preferencia en B ohe­
m ia , en el T ir o l , en Suu.a , C e r d e ñ a , en la isla de C ó r­
cega , eu Suecia , en N o ru eg a, Escocia , en la isla de E lb a,
en la C h in a , en las In d ias o rie n ta le s, en la América del
norto y en e l B rasil. E n la m ontaña m agnética, eu S ib e­
r i a , se hallan piedras de este m ineral que pesan hasta 40
quilogram os. Vara usarle en hom eopatía se reduce ;í polvo,
y so hacen l a s tr e s prim eras atenuaciones por trituración.

G bap m tk s ¿plumbago^ percarburetum ferri; grafita, plom-


b á g in a , percarburo de h ierro ; tjraphit, rtisblei. — Do­
sis usuales: 30.

VIO. La grafita pura es uu carbón m ineral, que sobre


GENERALMENTE USADOS. 81
diez partes do carbono no contiene mas que una do hierro:
So halla algunas voces en minas de m etal; los de logia-
torra y de Passau pasan por ser los mejores. Una especio
de grafíta artificial se forma ea las hornillas altas durante
la fundición del hierro. Es una sustancia g ris, negruzca,
reluciente, grasa al tacto, insípida, inodora, que sirve pa­
ra hacer los lapiceros n egros, llamados mina de plomo.
Para preparar la grafíta al uso m edicinal, si no se puede
obtener la de Inglaterra > so hace hervir por una hora
en gran cantidad de agua llovediza, despues de lo cual se
decanta el líqui'do, y se hace digerir fa grafíta en una di­
lución hecha de partes iguales de ácido sulfúrico y do áci­
do hidroclórico diluidas ea un volumen doble de agua.
Despues de haber movido esta mezcla varias veces durante
veinticuatro horas, so decanta el líquido, se lava con agua
de lluvia y se seca. La grafíta pura nú debe contener par­
tos terrosas; los ácidos sulfúrico é hidroclóríco d o deben
disolver sioo poco hierro , y ei ácido hidrosulfúrico no de­
be enturbiar la dilución de este mineral. Para hacer la
preparación homeopática de la grafíta, se toma un grano (5
centígramas) de mina de plomo, el mas puro posible, que
se saca de un lápiz inglés muy delgado, y so tritura con
cien partes de azúcar do loche. Las tres primeras atenua­
ciones se hacen por trituración.

H bpar sulfuris calcarbubz, calcarea sulfureta , sulfure-


tum calcis; hígado de azufre calcáreo, sulfuro de cal;
kalkartige , schwefelleber, kalkschwefeL — Dosis usua­
les : 3 , 30.

12i. Esta sustancia es una combinación de azufre coa


el calcio, conocida ya á fines del último siglo, y formada
un 1768 por Gouton. Se puede obtener económicamente
descomponiendo á una temperatura alta el sulfato de
cal por el carbón. Para el uso homeopático se obtiene com­
binando las conchas de ostras directamente con el azufre.
Para este Gn se calienta hasta el rojo blanco por diez mi­
nutos una mezcla de partes iguales do coochas do ostras
pulverizadas finamente, y de flores de azufre purificadas,
despues de lo cual se conservan en un frasco bien tapado.
82 M INERALES

£1 suU uro d e cal es u n a m asa am arilla ó ro jiz a , porosa,


frá g il, y m uy poco so lu b le en e l a g u a , con la q u e forma
un kid ro su lfato . L a s tr e s p rim era s atenuaciones se hacen
po r tritu ració n .

Iodium , iodina; y o d o ; to cf, iode, iodiu. — D osis usua­


le s: 30.

122. E s te cu erp o com bustible, sim ple m etalóideo, des­


cubierto p o r G ourtois en 1813 y exam inado mas escrupu­
lo sam en te p or G ay ~ L u ssac, tom a su nom bre de t A t , vio­
lá c e o , á causa d e un herm oso color violeta de su vapor. S e
h a lla esta sustancia en la m ayor parte de fucus y de las
valvas q u e alim entan las aguas d e l m ar y tam bién en las
esponjas. S e estrae d e las aguas m adres de la sosa do Va*
re c s , donde se b aila a l estado de h idñ od ato de potasa. P a ­
ra o b ten e rle, se echa un esceso de ácido sulfúrico concen­
trad o en estas ag u as, y se hace h erv ir el liquido en una
re to rta de cristal con su recipiente. £ 1 ácido sulfúrico se
combina con la potasa y el hidrógeno de las sales, de don­
de resulta sulfato de potasa, a g u a, ácido sulfuroso y yodo.
E s te últim o se volatiliza y pasa al recip ien te, donde se
condensa. P a ra purificarle, se destila de nuevo con agua
que contenga un poco de p o tasa; despues se prensa entre
dos p a p e le s, se introduce cuando está seco en un tubo cer­
rado por un lad o , se comprime y se funde. £ 1 yodo prepa­
rado de esta manera es sólido á la temperatura ordinaria,
y se presenta bajo la forma de laminitas que tienen uu
brillo m etálico, pero con poca tenacidad. Su color violado
se parece bastante al del arsénico sublimado ó al de la
plom bágina, y su olor al del cloro. £ 1 yodo es soluble en
1 0 0 partes de agua y en 1 0 partes de alcohol ó de éter;
puesto al aire se evapora á Ja temperatura ordinaria. E l
yodo del comercio está, no solo constantemente húm edo,
sino constantemente adulterado con otras sustancias, como
la grafita, el sulfuro de antim onio, etc. Para puriGcar el
yod o , se añade una cantidad igual de limaduras de hierro,
hacieudo sublimar el todo con una lámpara de espirilu de
v in o ; se obtiene igualmente una tintura p u ra , puesto que
ni la grafita ni el antimonio se disuelven en este líquido:
GENERALMENTE UftlDOS-
como el yodo os susceptible d e a lterarse cuando está m ez ­
clado al azúcar de leche , será m ejor no p rep a ra rlo poT \*
tritu ra c ió n , sino h a c e r la tin ta r a alcohólica con 1 0 p arte s
de este líq u id o sobre u n a d e yodo.

K am carbow icdm , carbonos {sub) p o ta ssa , sai t a r t a r í ;


potasa carb o n ata d a, sub-carbonato de p o ta s a , sal de
tá rta ro ; h a lit koktensaures k a li, gewáchslaugensalz.
— D osis u su a le s; 30.

123. E l su b -c a rb o n a to d e p otasa se h a lla e n to d a s la s


cenizas do los v egetales á escepcion d e lo s q u e se crian á
las orilla? del m a r , y se o b tie n e , ya q u em an d o e l tá r t a r o ,
ya por la deflagración d e l n itr o con el c a r b ó n , ó b ie n c a ­
lentando hasta e l rojo el sulfato d e p o ta sa co n e l c a rb ó n , e l
yeso y el su b -ca rb o n a to d e ca l. S e o b tie n e e n g r a n d e h a ­
ciendo leg ía con la ce n iz a d e la m a d e r a , y h a c ie n d o e v a ­
porar el p roducto h a s ta co m p leta d e s e c a c ió n . P a r a d e s tru ir
las sustancias e s tra n a s q u e p u d ie ra n h a l la r s e a so c ia d a s á
la potasa o b ten id a p o r e s te m e d i o , s a s o m e te n á l a c a lc i­
nación en h o rn illa s c o n s tru id a s á p r o p ó s ito h a s ta q u e e l
producto h a y a to m a d o u n c o lo r b la n q u e c in o . T a m b ié n h a y
en el com ercio u n s u b - c a rb o n a to d o p o ta s a o b te n id o p o r
in cin eració n d e l o ru jo d e la u v a ; e s te p r o d u c to e s m a s p u r o
q u e la potasa o r d in a r ia , y casi e n t e r a m e n te s o lu b le e n e l
agua. P a r a o b te n e r e l s u b - c a r b o n a to d e p o ta s a c o m o l e u s a
la h o m e o p a tía , se h u m e d e c e n c o n n n p o c o d e a g u a 1 5 g r a ­
nos d e cré m o r d e tá rta r o ( s o b r e - t a r tr a to d e p o ta s a ) , c o n
objeto d e p o d e r fo rm a r u n a b o la q u e se e n v u e l v e e n u u
papel y se deja s e c a r , d e s p u e s se la h a c e i n c a n d e s c s r .
C oncluida esta o p e ra c io n , se co lo ca la b o la e n u n a c o p a
de p orcelana c u b rié n d o la con u n a te la ó l i e n z o , y s e lle v a
á la bodega , d o n d e se la d e ja a b s o r v e r la h u m e d a d d e l
aire por q u in c e d ia s. P o r e s te m e d io s e s e p a r a la p o ta s a
d é l a c a l, h asta el p u n to q u e n o c o n tie n e n in g u n a p a r t e
m as. Tina gota d e l líq u id o c la ro o b te n id o p o r e s te m e d io
se trata con el az ú ca r d e le c h e ; la s tr e s p r im e r a s a t e n ú a *
ciones se hacen p o r tritu r a c ió n .

K a k i c*M>Mc w ^ch lo ra s p o ta sse e ,*p o ta s a r a u r i a t a d a , d o -


84 MINERALES

rato de potasa, muriato oxigenado de potasa; cklorsaures


kali. — Dosis usuales: 1 , 3 , 80?

124. S e oblieue esta sal haciendo pasar una corriente


de cloro al través de una dilución de potasa caustica; al cabo
de unos dias se para la opcracion, so reúnen las conchas
brillantes que están en el fondo del vaso, se lavan con un
poco de agua fría para quitarles el hidroclorato de potasa
y el cloruro de potasio que pudieran contener; después, á
fin de purificarlas completamente, se disuelven en agua ca­
lie n te , y se deja cristalizar el líquido. No debe confundirse
esta sal n i con el cloruro de potasa, ni con el de potasio.
E stá un láminas rom hóidcas, de un blanco nacarado, frá­
giles, do sabor fresco, acerbo, solubles en quince vcccs su
volumen de agua fría ; os susceptible de fundirse sobre la
lum bre, detonar por el choque é inflamarse por el contacto
del ácido sulfúrico, por lo que se emplea para los fósforos
quím icos, que se encienden cuando so meten en el ácido
sulfúrico. Si el clorato de potasa disuelto eu agua destilada
se enturbia cuando se añade una dilución de plata, es se­
ñal que se enturbia por el cloruro de potasio; y si calen­
tándole hasta el color encarnado presenta el residuo las
cualidades dpi ios álcalis, puede concluirse que tiene nitro.
Las tres primeras atenuaciones de esta sustancia se hacen
por trituración.

K a li nvDRiomcuM, hydriodas potassee ; potasa hidriódica,


hidriodato de potasa; hydriodsaures k a li .— Dosis usua­
les: 30.

125., P a ra o btener esta p reparación, se pone en con­


tacto una parte de yodo puro con cuatro partes de agua y una
m itad de lim aduras de hierro. H ay un ligero desprendim ien­
to de calor, y ol liquido se vuelve moreno oscuro. Se calienta
lentam ente este últim o hasta que esté claro como el agua.
S e iiltra eulonces, se hace h erv ir, y se añade carbonato de
potasa puro hasta que so haya separado todo el hierro. S i
se hubiese puesto demasiado carbonato de potasa, se neu­
tralizaría con una pequeña cantidad de deido hidrociánico
puro. EL liquido consiste entonces en hidriodato de po-
g e n b ra im e n te u sa d o s. 85
tasa; so filtra y evapora con precaución hasta que se ob­
tengan cristales, que se p onen aparte secándolos. Seco, no
es entonces h id rio d ato de potasa, sino y o d u ro ; no le cono­
cen sin em bargo los m édicos éo g en eral, aun en estado seco,
sino bajo el nom bre de h id rio d a to de potasa. E stá formado
de cristales b la n co s, cúbicos, de sabor acre y picante, co­
mo la s a l, un poco deliqüescente y perfectam ente soluble
en el agua y el alcohol. E l yoduro de potasa del comercio
esta adulterado algunas veces con cloruro de potasio, Jo
cual se descubre por el color encarnado que se obtiene si
se disuelve una p arte de este yoduro en 12,000 partes de
agua, añadiendo una pequeña cantidad de dilución de pla­
tina. Se usa en hom eopatía , no del hidriodato de potasa
líq u id a , sino de la sustancia en estado de cristales, es d e ­
cir, del yoduro, del cual i p á rte se trata con 100 partes do
azúcar de leche. L as tres prim eras atenuaciones se hacen
por trituración.

K r e o s o tu ju , c re o s o ta ; kreosot . — D o sis u s u a le s : 30.

1 2 6 . E sta su stan cia se h a lla e n d iv e rsa s esp ecies d o


b r e a , en el h u m o d e la le ñ a , e n e í á cid o acético e m p ire u -
m ático, etc. E l do cto r R e ic h e n b a c h d e B la n sk o , q u e la d e s­
c u b rió , la obtuvo po r el v in a g re do m a d e ra ; p ero la c a n ­
tid a d de creosota q u e da este líq u id o es poco c o n sid erab le.
E l cuerpo q ue m as da es la b rea de a y a. P a ra esto se d estila
esta b re a , se rectifica el aceite o b te n id o , lo q u e da p rim ero
el eupion, y despues u n a esp ecie d e c re o s o ta , q u e p u esta
en agua se va al fondo. C am b ian d o d e re c ip ie n te se p u e d e n
fácilm ente se p a ra r estos dos líq u id o s , d e los cu ales se tom a
el ú ltim o , la creo so ta , á la c u al se q u ita p o r el c arb o n ato
de p o ta s a , e l ácido acético q u e la e n s u c ia , despues d e Jo
cual se separa el acetato de potasa con el a g u a , se recoge
la creosota que se re u u e so b re el a g u a , y se d isu elv e en
legía de. p o tasa, lo que todavía hace se g re g a r una p a rte de
eupion . E sta últim a sustancia sep arad a , se sa tu ra la legía
d e ácido sulfúrico p ara se p arar la creosota. H echo e sto , se
disuelve de nuevo e n la legía de potasa la creosota o b te ­
n id a , y se rep ite este p ro c e d e r h asta q u e la creosota no
contenga m as eupion. L a creosota p u ra y perfectam ente
S6 MII'BBUBS
anhidra es un liquido sin color, transparente, nn poco olea­
ginoso y reñeja fuertem ente sn lu z; parece débilmente
grasa al tacto , y de olor p enetrante, sabor cáustico, acre,
con un dejo d n lce, no presenta las propiedades de I 09 áci­
dos ni de los álcalis, se evapora fácilm ente, y es perfecta­
mente soluble en el alcohol y el éter. Se preparan las ate­
nuaciones al alcohol.
M agnesia carbónica , carbonas (sub) magnesias; m agne­
sia c arb o n ad a, carbonato (sub) de m agnesia; bittererde ,
talkerde , hohU nsaure talkerde. — Dosis usuales: 30.
127. E sta sal es m uy común en la n a tu ra le z a, pero se
halla m as frecuentem ente bajo la forma de una masa b la n ­
ca» terrosa , que cristaliza. Se prepara artificialm ente des­
com poniendo e l sulfato de m ag n esia, disuelto en agua por
m edio de una dilución de sub-carbonato de potasa, reco­
giendo y lavando el precipitado. C uanto mas puros son el
carbonato de potasa y el sulfato de m agnesia, las dilucio­
nes estensas, los lavatorios hechos cou cuidado y rápida
la desecación, tan to mas blanca es la magnesia obtenida,
lig era, y tiene mas valor en el comercio. L a m ejor es la
que viene de In g laterra . E sta sal se halla ordinariam ente
en gruesos panes cúbicos de un blanco em pañado, es suave
al tacto, insípida é inodora; adhiere fuertem eute á la len­
gu a, hace efervescencia con los ácidos; el fuego la descom­
p o n e , el agua pura no la disuelve, pero en el agua car­
bonada se disuelve casi totalm ente. Algunas veces está
adulterada con el carbonato de cal, lo quo se descubre por
el residuo insoluble que se obtiene disolviéndola en ácido
sulfúrico diluido. Para preparar la magnesia empleada en
hom eopatía, se toma una parte de la mas blanca y inas li­
g e ra , que se tritura despues con 100 partes de azúcar de
leche. E stas son las tres prim eras atenuaciones que se pre­
paran por la trituración.
M agnesia uubtatica , m urías s. hydrochloras magnesia;
magnesia m uriatada, muriato ó hidroclorato de magne­
sia; salzaure talkerde . — Dosis usuales: 12, 18, 30.
128. E sta sal se halla en varias aguas m inerales, en
algunas aguas saladas, y eu el agua de mar, que contiene
6ERERAI, VENTE USADOS. 87
3, 50 partes sobre 30. P a ra o btener esta sal propia al oso
d e la hom eopatía, se toma ácido hidroclórico paro y ca­
lie n te» obtenido por la destilación de la sal común con un
p eso igual al suyo de ácido fosfórico (fundido al fuego y
despues de estar en deliqüescencia oleaginosa), se disuelve
tan ta m agnesia como sea posible, i 8° R.; se filtra la dilu­
ción todavía c alien te, y se evapora hasta sequedad m ante­
niéndola á un calor uniform e. E sta sa l, que es muy deli-
qüescen te, debe conservarse en un frasco tapado; es de un
sabor m uy am argo, hace efervescencia con los ácidos, se
descom pone por el calor, y cristaliza con dificultad rara vez.
L a s tres prim eras atenuaciones de esta sustancia se hacen
por la trituración.

M a g n e s ia s u l f ú r i c a , sulfas magnesios, sa l anglicanum;


m agnesia sulfatada, sulfato de m agnesia, sal d'Epson;
skew efelsaure talherde. — Dosis usuales?

129. E sta sal se halla frecuentem ente en la nataraleza,


ya en las aguas m inerales, ya bajo la forma de cristales,
sobre los A lpes, en S uiza, en M ontm artre, etc. Se prepara
artificialm ente por evaporación y destilación del agua ma­
d re , ó bien por otros varios procederes, qne todos sumi­
nistran preparaciones mas ó menos impuras. La mayor parte
del que se halla en ei comercio viene de Epson, en Ingla­
terra , bajo el nom bre de sal de E p so n ; las aguas minerales
de Sedlitz, de Seidschütz y de E gra producen igualmente
una gran cantidad; pero la calidad mas pura es la que se
estrae de las tierras y de las piedras de la montana de la
G arde, cerca d e G é n o v a ; sin embargo, aun esta última
está lejos todavía de ser enteram ente pura. E n general nin­
guna especie de sulfato de magnesia está para en el comer­
cio, y jam as podrían usarse en la homeopatía sin haberlos
purificado por medio de destilaciones y cristalizaciones r e ­
petidas. P ara quitarle las sales alcalinas que pudieran man­
c h arle, se disuelve en uu volumen de agua hirviendo igual
ai suyo, se filtra la dilución caliente todavía, y se deja el
producto para hacerle cristalizar. Si contiene sales metáli­
cas, se purifica calentándole hasta el fuego rojo, ó bien
haciéndo hervir su dilución acuosa con sub-carbonato Je
88 MIMBRALES

magnesia; despues de lo cual se filtra to d av ía h irv ie n d o , y


se deja cristalizar. S i puede o b ten erse m ag n esita (p ied ra na­
tural formada por el su b -carb o n ato de m agnesia), se rá me­
jo r todavía prepararse uno m ism o esta sal. P a ra esto se
diluye ácido sulfúrico de 2 ó 3 p artes de su volúm cn de
agua, añadiéndole la m agnesita p u lv e riz a d a , tan ta como
ácido haya de esceso; de este modo se obtieue una masa
de cristales, que para h ac er sep arar el óxido de h ie rro quo
se halla com unm ente en la m agnesita, se espone p o r algu­
nos dias á la influencia del a ire ; despues so disuelve eu el
a g u a ,se filtra y se deja cristalizar de nuevo. L a s tre s p r i­
meras atenuaciones se hacen p o r la tritu ració n .
Mangatwm carbonicum , m anganesium , carbonas (sub)
mangani\ m anganeso carbonado, su b -carb o n ato de m an­
ganeso; braunstein . — D osis u su a l: 30.
130. H ahnem ann indica el acetato de m anganeso; pero
varios hom eópatas prefieren el carbonato, cuyos efectos son
los mismos que los del acetato ; pero que tien e sobre este
la ventaja por la tritu ració n de poder d ar preparaciones
mas inalterables. P a ra o btener el carb o n ato , se machacan
bien juntam ente partes iguales en peso de óxido negro de
manganeso y de sulfato de h ierro cristalizado, despues se
añade un poco de jarab e de azúcar para hacer del todo una
p a s ta , do la cual se form an bolas del grueso de uo huevo
de g allin a, que se calientan por algunos iniuutos sobre las
brasas hasta conseguir el rojo blanco. L a dilución que do
esta masa se hace despues eu agua destilada ó en agua llo ­
vediza contiene sulfato de m anganeso, m ientras que )a masa
se compone de óxido de manganeso en esceso, mezclado
con óxido de hierro. S e echa en el líquido carbonato de
sosa, que precipita un polvo b la n c o ,q y e se lava con varias
aguas y despues se seca. E ste polvo es el carbonato de
manganeso, cuyas tres primeras atenuaciones se hacen por
trituración.
M e r c o r u i s v i v u s , hydrargyrum v iv u m , argentum v iv itm ,*
m e r c u r io v iv o , p l a t a v i v a ; m erkur , quecksilber.— Dosis
u s u a le s : 3 , 1 2 , 3 0 .

U l. E ste metal se encueotra bajo las formas y corabi-


GENERA1MENTE USADOS. 89
naciones las mas diversas, ya amalgamado con la plata, ya
com binado con el azufre, como cinabrio, etc.; existen mi­
nas en H u n g ria , T ra n silv a n ia , R usia, E spaña, el Perú y
en las In d ias orientales. E ste meta! se adultera muchas
veces en el comercio con el plomo y el bismuto; se le se­
para de estos metales haciendo hervir en su superficie una
dilución acuosa de nitrato m ercurial por espacio de cerca
de una h o ra , procurando añadir agua á medida que se eva­
pora. E sta dilución se ampara del plomo y el bismuto, en
cambio del cual abandona su mercurio que se añade al olro.
E l m ercurio mas puro parece obtenerse por la destilación
del cinabrio artificial con las limaduras del hierro , se forma
del sulfuro de h ierro , y el mercurio pasa al recipiente que
debe estar lleno de agua. Este mercurio se recoge des-
pues en un cu e ro , y se somete a' la acción de una prensa
para quitarle toda humedad. E n el estado de perfecta
p u reza, el mercurio es de un blanco de estaño muy bri­
lla n te , sin película risoria, líquido á la temperatura or­
dinaria, y se evapora fácilmente al aire. Colocado eo una
cucharra y calentado no debe crepitar, ui dejar residuo al
evaporarse; el agua en que se agita debe permanecer clara;
el vinagre puesto en contacto coa él no debe tomar el gusto
d u lce, etc. L as tres primeras atenuaciones se hacen por la
trituración.

hydrargyrum
M e r c u r í u s s o l u b i l i s HAHNEjffAWNi G i u s E u s ,
o x y d u la tu m n ig ru m ; m ercurio soluble de H anem ann;
fía h n e m a n n s auflóslíches quecksilber .— Dosis usuales:
3, 12, 30.

132. E sta preparación m ercurial no es un óxido ópro-


tóxido de m erc u rio , sino un sub-proto-nitrato amoniaco
m e rc u ria l, que porque se conserva mal y es muy susceptible
de p asar al m áxim um de oxidacion, no debe prepararse sino
en corta cantidad a la vez. T am bién el mismo Hahnemann
ha abandonado m ucho hace esta p reparación, prefiriendo
en todo caso la de m ercurio metálico, que acabamos de citar
arriba. S in em bargo, como hay todavía muchos homeópatas
que piensan que el m ercurio vivo no puede hacer obtener
todo lo que se obtendría por la preparaciou incierta del mer-
90 H lflB R A tE S

curio so lu b le, vamos i in d icar el m étodo aconsejado por


H ahnem ann para conseguirlo. H abiendo purificado el m e r­
curio, según hemos dicho mas arrib a, se disuelve frió en
ácido nítrico o rdinario, lo que exige varios dias; se seca
la sal que resulta sobre el papel de filtro , y se machaca
por media hora en un alm irez de vid rio , añadiéndole una
cuarta porte de peso de alcohol del m ejor. E ntonces se tira
el alcohol que se ha convertido en éter, y so continúa tr i­
turando la sal m ercurial con el nuevo alcohol, media hora
cada vez, hasta quo este líquido haya perdido el olor de
éter. H echo esto , se decanta el alcohol, y se hace secar la
sal sobre papel de filtro, que se renueva á menudo. D espues
se machaca de nuevo por espacio de un cuarto de hora en
u n alm irez de vidrio con el doblo de su peso de agua des­
tila d a ; se decanta el liquido c la ro , se lava todavia la sal
p o r una segunda trituración con una cantidad nueva de
agua, se re u u e el líquido claro al anterior, y de este modo
se tieu e la dilución acuosa de todo lo que contenia la masa
salina de n itrato m ercurial saturado realm ente. E l residuo
se com pone de sales m ercuriales e stra ñ a s, de cloruro y de
sulfato. E sta diluciou acuosa precipita despues, por el amo­
niaco cáustico, ó mas bien oxídulo de mercurio gris ne­
g ru zc o , cuyas tres prim eras atenuaciones se hacen por la
tritu ració n .

M e u c u r iu s c o r r o s iv o s , m ercurius sublimatus, deuto-chlo -


retum h y d r a rg y ri , hydrargyrum muriaticum corrosi-
vu m ; sublim ado corosivo, deuto-cloruro de m ercurio;
m tz-su b lim a t , quecksilberchlorid, — Dosis usuales:
i 5, 30.

133. E l modo mas sim ple de obtener esta sal consiste


en d estilar ju n ta m e n te hasta sequedad en una retorta de
vidrio tre s partes de m ercurio metálico puro y cinco p a r­
tes de ácido sulfúrico co n cen trad o ; despues de lo cual se
machaca la masa salina blanca que queda con partes iguales
da sal com uu, som etiendo despues eu un baño de arena
el todo á la sublim ación. S e puede tam bién obtener esta
sal de un modo muy sim ple, por la vía húm eda, disol*
viendo el precipitado rojo en ácido hidroclórico y haciendo
GENERALMENTE USADOS. 91

evap o rar la d ilació n , ya hasta la cristalización, ya hasta


sequedad. E l sublim ado corrosivo del comercio se prepara
en gran d e en las fábricas; las de Holanda nos le envían
en cajas del tam año de las vasijas en que se sublima; el de
In g la te rra en forma de panes que pesan 6 á 8 quilogramos
cada uno. O btenida por la vía húmeda esta sal, esta' en agu­
jas prism áticas muy prolongadas, de un color blanco her­
moso y muy p u ro ; obtenida por la via seca, está en panes
de un blanco em pañado en el cen tro , transparentes en la
circunferencia, convejas y pulim entadas en su parle supe­
r io r , herizadas de cristales en su parte inferior, con un
gusto m etálico desagradable, disolviéndose en 16 partes de
agua fría , en 3 partes de agua hirviendo, así como en 2 y 2
partes de alcohol frió, y 1 y 2 de alcohol caliente, 0 bien en
3 partes de éter. V arias sustancias orgánicas, tales como el
aceite, la grasa, el azúcar, el alcohol concentrado, el almi­
d ó n , e tc ., lo transform an en cloruro de mercurio cuando
se ponen en contacto con é l; por lo cual parece poco con­
veniente tratar esta sal por trituraciones con el azúcar de
leche; por el contrario, se prepara la primera atenuación
con agua, la segunda con alcohol acuoso, y no es sino á
la tercera cuando se empieza á usar alcohol ordinario.

acidom , acidum muriaticum, s. hydrochlori-


M u b ia t is
cum ; acido m uriático ó h id ro cld rico ; salzsáure. — D o­
sis u su a les: 3, 30.

134. E ste ácido se encuentra en la naturaleza rara vez


al estado lib re ; existe mezclado al agua en la inm ediación
de los volcanes, y com binado al n atrium en los tres reinos
d e la naturaleza. P ara obtenerlo artificialm ente, se destilan
ju n tam en te en una retorta bastante grande 3 quilogram os
de sal común con 4 quilogram os de ácido sulfúrico con­
centrado m ezclado con 2 quilógram os de a g u a , haciendo
pasar el gas á un recipiente que contenga 2 quilogram os
de agua destilada á fin de condensarle. S i el producto de
esta destilación tiene un color am arillo, ó que contenga
ácido sulfúrico, se precipita por el cloruro de baryo y se le
hace esperim entar una nueva destilación, ó bien se recti­
fica destilándole de nuevo con i/ ¡í de quilogramo de sal co-
92 m im b r a l e s

m a n ; la p arte p rim era e n c a rn a d a q u e pasa b ajo e l re c i­


p ie n te debe a rro ja rs e ; lo que sig n e es ácido h id ro c ló rico
p u ro , que se conserva en frasco s tap a d o s á la lá m p a ra d e
esp íritu d e vino. E l ácido h id ro c ló ric o d el co m e rcio n o está
nunca p u ro ; c o n tie n e casi sie m p re ácido s u lfú ric o , c lo ru ro
d e h ie r r o , ácid o su lfu ro so y a u n arsé n ic o . C u a n d o está
p u ro y al estad o líq u id o este ácid o n o tie n e c o lo r, c rista lin o ,
d e un o lo r p ic a n te , d e un sa b o r m u y á c id o ; no so co n g ela ,
no esparce v apores com o e l ácid o c o n ce n tra d o . P u e sto en
contacto con su sta n c ia s la s d e stru y e , y u n id o al alcohol fo r­
ma una especie d e é te r; d e m odo que sus tre s p rim era s a te ­
n u acio n es no se p u e d e n h a c e r n i con a zú car d e le c h e ni cou
alcohol, S e h a c e la p rim e ra con agua d e s tila d a , la seg u n d a
al alcohol d ilu id o con u n volu m en ig u a l d e a g u a , y á la
te rc e ra se p rin c ip ia á u sar el alco h o l o rd in a rio .

N atrum c a b b o n ic u m , carbonos (sub) sodce; sosa carb o ­


n a d a , s u b -c a rb o n a to d e so sa; mineralisches laugcnsalz.
— D o sis u su a le s: 1 2 , 30.

135. E s ta sal se e n c u e n tra e n la n a tu ra le z a ; abunda


en E g ip to e n u n v a lle lla m a d o los L a g o s d e N a tró n , y se
crista liz a e n el a g u a de estos lagos p o r la evaporación n a ­
tu r a l ; fo rm a ta m b ié n la b ase d e las ag u as d e V ic h y y o irás
a g u a s te r m a le s ; se e n c u e n tra to d a v ía e n los v eg etales que
se h a lla n so b re la s costas m a rítim a s de la F ra n c ia . S e p re ­
p a ra en g ra n d e e n E g ip t o , e n E sp a ñ a y e n F ra n c ia p o r
la in c in e ra c ió n do los v eg eta les q u e n a c e n sobre las o rillas
d e l m a r; e sta s cen iz a s se v en d en d e sp u es con el no m b re de
sosa fa ctib le; son d e un c o lo r n eg ru zco y sucias p o r todas
las im p u re z a s q u e se h a lla n en las cen iz as o rd in a ria s, como
v ario s s u lfa to s , el m u riato d e sosa , d e c arb o n o y d e sílice*
L a sosa d e E s p a ñ a ó de A lic a n te es la m e jo r; el pro d u cto
m as im p u ro es la sosa de V a r e e s ; co n tie n e yo d u ro de sosa.
H ay to d av ía u n a especie que viene d e la H u n g ría , que es
m as p u ra q u e n in g u n a o tra : se en c u e n tra e n estos países
eu el fondo d e los lagos secos p o r el a rd o r del sol. S e p r e ­
p a ra ta m b ié n c a le n ta n d o á fuego rojo el sulfato de sosa coa
e l carb ó n y yeso h acie n d o leg ía el pro d u cto . P a ra el uso
h o m e o p á tic o , se tom a el carb o n ato de sosa b ru to , que se
G E N ER A LM EN TE USADOS. 93

purifica so m e tié n d o le á u u a uueva cristalización. Con esto


o b jeto , se h a c e p rim e ro esta sa l, se disuelve al calor, y se
deja e n fria r la d ilu c ió n m en eá n d o la de tiempo eo tiempo
con una e s p á tu la , á fm de im p e d irla formaciou de cristales
re g u la re s . C ris ta liz a d a e sta s a l, se in tro d u ce despues eu un
em budo cuya e stre m id a d está tap ad a con un poco de algo­
d ó n , y cu a n d o la h u m e d a d q u e ad h ería todavía ha bajado,
se h u m e c ta d e tiem p o en tiem po con una nueva cantidad
d e agua d e s tila d a , e sp e ra n d o cada vez que se haya pasado
la q u e se v ien e d e e c h a r. C u a n d o el agua que se derram a
no se e n tu r b ia p o r el n itra to d e p la t a , despues de h aber
sid o sa tu ra d a d e ácido u itr ic o , p u e d e cesarse de lavarla,
p o rq u e la sal q u e qued o e n el em b u d o será sub-carbonato
d e sosa p u ro . E s ta s a l, c u a n d o es p u ra , es de un sabor fres­
c o , d é b ilm e n te alca lin a ; p u e sta al aire e n tra en eflorescen­
c ia ; es in so lu b le en el a lc o h o l, p ero se disuelve en dos
veces su p eso d e agua fría . L a s tre s p rim eras atenuaciones
se h a c e n p o r la tritu ra c ió n .

m u r ia t ic u m , m urías s. hydrochloras sodee , sal


N a tr u m
culinaria; sosa m u riata d a , m u riato ó h id ro clo ra to de sosa,
sal co m ú n ; sa lz sa u re s n a tr u m , kü c h en sa lz . — Dosis
u s u a le s : 12 , 30.

13 6 . E s la sal se e n c u e n tra en m asas considerables al


estado n ativ o y a n h id ro (sal fossile s. gemina) en toda la
E u r o p a , en F ra n c ia m ism o , cerca d e V ic , e tc ., ya en las
m inas , ya fo rm an d o m o n tañ as e n te ra s , como en E spaña.
S e h a lla tam b ién en solucion en el agua del m a r, en las
d e las fu en tes sa la d a s, y en un g ra n nú m ero de aguas m i­
n erales. L a sal com ún del com ercio co n tien e siem pre un
poco de m a g n e s ia , d e sulfato de cal y de cloruro de cal.
P a ra p u rg a rla d e estas sales e stra ñ a s se d isu elv e una p a rte
en tre s de agua d e stila d a h ir v ie n d o , se filtra la dilución y
se d e ja c ris ta liz a r á la te m p e ra tu ra de 4 0 grados d e R e a u .
E s ta s a l , q u e da p o r su sab o r el nom bro á la que s# llama
sa la d a , es in a lte ra b le al a ire c u an d o está p u ra , sin color,
fu sib le y aun v o látil h a sta c ie rto p u n to ; es m uy soluble en
el a g n a , so b re to d o fría ; el alcohol no la d isu elv e , y los
ácidos su lfú rico y n ítric o la d escom ponen. P a ra el uso h o ­
94 m in e r a l e s

m eopático se p refiere e n g e n e r a l c r is ta le s q u e te n g a n h u e ­
co s p ira m id a les e n su s c u b o s la te r a le s . L a s t r e s p rim era s
a ten u a cio n es s e h a c e n p o r la tr itu r a c ió n .

Watkdm m tric ü m , nitras so d a ; sosa n itra d a , n itrato de


so sa ; salpetersaures natrurn. — D o s is u s u a le s ?

137. E sta sal, conocida bajo el nom bre de n itro cúbico 6


rom boidal, se h alla al estado nativo en la In d ia y en el P e rú ,
en el pais desierto de O tacam a, donde forma una m ina de
cerca de cuarenta leguas, y d e donde se introduce en F r a n ­
cia. E n este estado no está com pletam ente p u ra ; contiene,
p or el c o n tra rio , todavía sulfato de so sa, h idroclorato d e
sosa y algunos vestigios de sal calcárea. Se puede p rep arar
a rtificialm en te, disolviendo el sub-carbonato d e sosa e a
tres partes de agua c a lie n te , y añadiendo á esta solucion
caliente todavía ácido n ítrico hasta que no haga mas e fe r­
vescencia, n i colore el tornasol. D espues se filtra el líquido
obtenido para clarificarle, esponiéndolo á un calor m ode­
ra d o , y haciéndolo evaporar hasta que adquiera la consis­
tencia de u u ja r a b e , ó empiece á crista liz ar; despues de
lo cual se reposa y deja en friar por espacio de dos ó tres
dias. A.1 cabo de este tiem po se decauta el líq u id o , se secan
los cristales sobre papel de filtro y se ponen en un frasco
h erm éticam ente cerrado. L o s cristales do esta sal son o r­
dinariam en te cúbicos, ó rom boidales; cuanto mas le n ta ­
m ente se hace la evaporación mas herm osos sou los cris­
tales ; so disuelven fácilm ente en tres partes de agua fría y
una de agua c a lie n te , y auu en el a lc o h o l, pero en muy
corta cantidad. E sta sal es de nn sabor fresco y amargo;
espuesta al aire atrae fácilm ente la h u m ed ad , sin ser por
esto deliqüescente. L as tres prim eras atenuaciones se p re ­
p aran por la trituración.

Hathxim sdjlfdbicüm , suifas sodce, sal Glauberi; sosa sul­


fatad a, sulfato de so sa, sal de G lau b cr; schwefelsaures
natrum , glaubersalz. — Dosis u su a l: 30.

138. E sta sal se h alla muy a b u n d an te en la naturaleza,


ya al estado de eflorescencia en la superficie de las ro ca s,
GENER ALM ENTE USADOS. 95
en los terrenos donde se h alla la sal com an, ya en estado
de dilución en el agua del m a r, nn la de varios lagos y de
algunas fuentes m inerales. S e halla en la S ib eria, en Sue­
cia , en Italia y en B ohem ia. N o siem pre se fabrica direc­
tam ente, sino que se obtiene muchas reces como producto
accesorio d u ran te la fabricación de otras sales. E l sulfato
de sosa del com ercio no está nunca perfectamente puro;
muchas veces contiene sulfato de m agnesia, de cobre, y
aun algunas veces plomo. E n el prim ero de estos casos se
obtiene un precipitado tratándole con la potasa, y si con­
tiene co b re, el amoniaco le vuelve azul; mientras que el
plomo que está mezclado enturbia el agua en que la sal se
disuelve. P ara separarle de todas estas materias estrañas,
se disuelve en el a g u a , se deja cristalizar de nuevo, y se
seca esponióndolo a' un calor moderado. Cuando está pura
esta sal forma cristales muy herniosos; está en prismas ec-
taedros acanalados, term inados por vértices diedros; pero
espnestos al aire se transform an en uu polvo blanco, co­
nocido con el nom bre de sa l m irabüe detapsum. Esta sal
es insoluble en el alcohol; pero se disuelve en tres partes
de agua absorviendo calor. P ara el uso homeopático se to­
ma sal cristalizada; las tres prim eras atenuaciones se hacen
por la trituración.

N ic c o l u m c a k b o n ic u m ; níquel carbonizado; kohlensavres


nikel. — D osis u su a le s: 30.

139. E l níquel en estado metálico y cuando está ente­


ram ente p u r o , es de color blanco con un viso g ris; obra
por atracción sobre la aguja de iiuan, y puede adquirir los
polos; espuesto al calor en contacto con el aire se reduce
á óxido verde puro. L a sustancia do que se saca ordinaria­
m ente es del níquel cobrizo, en la cual se halla unido al
arsénico y al hierro. Se encuentra adornas en la naturaleza
bajo varias formas y en diversas combinaciones. E n las
minas que hay en distintas partes de A lem ania, de F ra n ­
cia (en Santa María de las Minas y en Állemont) y en In­
glaterra ordinariam ente se halla el níquel arsénica!, y se
presenta cubierto de níquel oxidado. Tam bién se halla
asociado con bastante frecuencia al cobalto arsenical. E l
96 MINERALES

níquel del comercio está en masas porosas, de un gris oscu


ro, queso obtienen preparando primeramente por la via hú­
meda el óiido de níquel, y reduciendo despues este por me-
dio de una pequeña porcion de carbón pulverizado. Para
obteuer este metal tal como se usa en la homeopatía, se d i­
suelve eu ácido nítrico diluido, y se evapora la dilución hasta
que esté completamente seca. Se disuelve de nuevo y so sigue
evaporando hasta el mismo térm ino, repitiendo este pro­
ceder por tres ó cuatro veces. La última ovaporaciou hecha,
se disuelve el producto en el amoníaco cáustico líquido»
que no debe tener ácido carbónico, do lo cual se convence
uno ensayando si produce ó uo un precipitado por el lií-
droclorato de cal. Se evapora despues la dilución hasta la
sequodad, despues de lo cual se mezcla la masa seca con
dos 6 tres veces su peso de ¡lujonegro (mezcla de dos par­
tes do tártaro y una de nitro descompuesto en un crisol
enrojecido), se coloca eu uo crisol que se espone á un fue­
go ardiente por espacio do media hora á tres cuartos. Del
producto que de esta manera se obtiene so hacen las ate­
nuaciones, de las cuides las tres primeras se preparan por
la trituración.

W ítm jm , n i ír a spotassaz, kali nitricum , sal pelrce-, n itro ,


potasa n itra d a , n itra to de potasa, salpetre; salpetersaures
ka li, salpeter. — D osis u su a les: 3 , 2 4 , 30.

140. E sta sustancia salina se form a d iariam ente en


las c u a d ra s, en las bodegas y otros sitios inm ediatos á
donde hay putrefacciones anim ales ó vegetales. E l ázoe,
el oxigeno y la potasa son los prin cip io s, siendo esta la
baso y el ácido nítrico, form ándose por la com binación de
los otros dos. T am bién so presenta esta sal en la superficie
de las paredes viejas y en los escom bros, en diversos m i­
n e ra le s , en el agua de algunos lag o s, en ciertas m aterias
anim ales (los cloportos en tre otros), y sobre todo en m u­
chos vegetales. E n la m ayor parte ue casos se obtiene esta
sal artificialm ente, haciendo legía con las liorrns llam a­
das salpetre , som etiendo el producto obtenido i varias
purificaciones sucesivas, lo que da los productos couocidos
con el nom bre de salpetre bruto salpetre de dos y tres
G E N E R A L M E N T E U SA D O S. 97
c o c h u ra s , y p o r u ltim o e l salpetrc refinado , quo se cree
esté e n te ra m e n te d e sp o ja d o do las sales e slra ñ a s que p u ­
d ie ra c o n te n e r to d a v ía a n te s d e e sta s operaciones. P a ra el
uso h o m eo p ático h a y to d a v ía n ec e sid a d de purificar este
n itro . C o n e s te o b je to , se d is u e lv e en dos veces su poso
d e agua h ir v ie n d o , se a ñ a d e á e sta d ilu ció n una d e car­
b o n ato d e p o tasa h a sta q u e d e je d e e n tu r b ia r s e , despues
se filtra á tra v é s d e l p ap e l d e filtro c u b ie rto con una capa
de polvo d e c a rb ó n d e l g ru e so d e u n a bo ja d e un cuchillo,
h ech o lo c u a l se e v a p o ra y d e ja c rista liz a r colocándole en
un sitio fresco. O b te n id o d e e ste m odo el n itro todavía
c o n tie n e sal c o m ú n , d e la c u al se le sep a ra disolviéndole
e n u n peso ig u a l al su y o d e agua h irv ie n d o , y m oviendo
la d ilu ció n h asta q u e s e h a y a e n fria d o , á fin d e im p ed ir
q ue se formeúJ c rista le s re g u la re s. C u a n d o el n itro do esto
m odo so h a p re c ip ita d o e n te r a m e n te , se in tro d u c e en un
filtro ro ciad o con a g u a , se d eja p a sa r el agua que contiene,
y se seca d e sp u e s la sa l con p a p e l d e filtro. Purificado y
tritu ra d o así e l n it r o , fo rm a u n p o lv o e n te ra m e n te seco y
de u n b la u c o re s p la n d e c ie n te , m ie n tra s q u e el q u e todavía
co n tien e sales e stra ñ a s es d e u n b la n c o m as ó m enos puerco
y su scep tib le d e a tr a e r la h u m e d a d d e l a ire . L a s tre s p r i­
m eras a ten u a cio n e s d e esta sal se h a c e n p o r la tritu ra c ió n .
N i t r i acid u m , acidum h itr i s. nitricum , aqua forlis; áci­
do n í t r i c o , ag u a fu e rte ; saípetersaure , scheidewasser.
— - Dosis usuales: 3 , 18 , 2 4 , 3 0 .
1 4 ! . E s te ácido n o se b a ila lib re e n la n a tu ra le z a , pe*
r o en todos lo s n itra to s e x iste co m b in ad o con una base.
P a ra o b te n e r e ste ácido ta l com o en la h om eopatía so usa,
se p u lv e riz a n 15 g ram as d e n itro perfectam ente p u ro (v. n ú ­
m ero 1 4 0 ), se in tro d u c e este polvo e n una peq u eñ a re to rta
dad a do a r g i l, se añ ad e una c a n tid a d ig u a l d e ácido fosfó­
rico d e consistencia a c e ito sa , se agita u n poco la mezcla
esp o n ién d o la á la llam a de u n a lá m p a ra , y se estrae e l
ácido n ítric o p u ro , q u e no hu m ea y tie n e un peso específi­
co de 1 ,2 0 0 . E l ácido n ítric o p u ro es liquido á la tem pe­
ra tu ra o rd in aria , sin c o lo r; espuesto á un frió co n sid era­
b le se co n creta; h ie rv e m as fácilm e n te q u e el a g u a , tien e
u n sabor ácido y cáustico, y u a o lo r d ébil y d e sa g ra d a b le ;
98 K IH B R A I.E S

d e stru y e las m a te ria s o rg á n ic a s y las d a u n c o lo r a m a rillo .


L a s a te n u a c io n e s d e e ste ácid o n o p u e d e n h a c e rs e n i co n
la a z ú c a r d e le c h e n i co n el a lc o h o l p u r o , c o n e l c u a l fo r ­
m a u n é t e r ; se h a c e p a ra la p rim era con a g u a y la s e c u n d a
co n a lc o h o l d ilu id o e n d o s v e ces su v o lu m e n d e a g u a , y á
la te rc e ra se e m p ie za á u s a r e l a lc o h o l o rd in a rio .

IN itiú s p i r i t u s d u l c í s , sp iritu s n itr i tin ta s, sp irilu s ivlhe.-


ris n itra to s, sp irilu s n ilrico-trthcrrus y <cther nitricu s
s. n itr i , n a p h th a n itr i - e s p íritu d e n itro d u lc ific a d o ,
é te r ni ir ico a lc o h o liz a d o ; versiissler sa lp cteryeist . —
D o sis u s u a le s : 0 .

142. E l é te r q u e u sa la h o m e o p a tía co n e l n o m b re d e
cter nítrico n o e s e l é te r n ítr ic o d e lo s m o d e rn o s, s in o el
q n e h o y d ia se c o n o c e c o n e l n o m b r e d o é t e r n ítr ic o a lc o ­
h o liz a d o . S e o b tie n e s o m e tie n d o á la d e s tila c ió n u n a n iez-
cía d e se is p a rte s d e a lc o h o l y u n a d e á c id o n ítr ic o b ru to
d e un peso esp e c ífico d e 1 ,3 0 , re c tific a n d o e l p ro d u c to c o n
m a g n e s ia c a l/.in a d a , á fin d e s e p a r a rlo d e l á c id o lib re y d e
u n a e sp e c ie d e a c e ite a m a rillo q u e c o n tie n e o r d i n a r ia m e n ­
te . E l é te r asi o b te n id o se p o n o en frasco s b ie n ta p a d o s
p ro c u r a n d o lle n a rlo s h a sta a rrib a y a ta r u n a v e jig a p r e ­
p a ra d a p o r cim a d e l ta p ó n , p o rq u e e l é te r p u e sto al a ir e
es m u y su s c e p tib le d e c o n v e rtir s e e n á c id o , á c a u sa d e l
á c id o n ítric o q u e e stá c o m b in a d o con el a lc o h o l, y q u e se
o x id a c o n el o x íg e n o d e l a ir e ó a tr a y e n d o su h u m e d a d , lo
q u e h a c e q u e e ste á c id o se d e s p r e n d a y se e n c u e n tre a l e s ­
ta d o lib re , i i l á te r n ítric o a lc o h o liz a d o n o tie n e c o lo r , es
p e rfe c ta m e n te c la r o , d e o lo r fu e r te b a s ta n te a g r a d a b le , d e
u u s a b o r d u lc e y a ro m á tic o , p u e d e m e z c la rse c<m el a g u a
y e l a lc o h o l e n to d a s p ro p o r c io n e s ; se baco á c id o al a ire ,
y so e v a p o ra á u u a te m p e ra tu ra poco ele v a d a sin d e ja r r e ­
s id u o . E l d e l c o m e rc io e stá g e n e ra lm e n te su cio p o r el á c i­
d o h id r o c ló ric o ó e l n ítr ic o ; e n esto c a so , d iso lv ié n d o lo e n
a g u a y a ñ a d ie n d o a lg u n a s g o ta s d o u u a d iso lu ció n d e p la ­
t a , se o b te n d r á u n p re c ip ita d o .

P e t r o l e u m , oleum p c trm y n a phtha m o n ta n a ; a ceito d o


p e tró le o ; berg'ót , steinóL — D o sis u su a le s: 18, 30.
143. E s ta s u s ta n c ia , q u e sa le d el se n o d e la tie rra al
G E N E R A L M E N T E U SA D O S. 99

tra v é s d e la s h e n d id u ra s d e las r o c a s , que se hulla n ad an ­


d o so b re el a g u a , se e n c u e n tra m as frecuentem en te en el
A s ia , so b re to d o e n P e r s ia y e n E u r o p a , eu Italia cerca
d e M ó d e n a , ta m b ié n e n el m e d io d ía d e la F ra n c ia , e a S u i­
za , e n B a b ie ra y e n H u n g ría . S e d istin g u e n cu atro espe­
cies, á s a b e r : I o e l p e tró le o n e g ro (oleum p e tr a nigrum ),
su sta n c ia d e un c o lo r m o ren o o s c u ro > e s p e s a , b isc o sa, d e
u n a fe tid e z in s o p o r ta b le , y su sc e p tib le d e co n cretarse al
a i r e ; 2 o p e tró le o e n c a rn a d o (oí . petr. rubrum ), de un
c o lo r e n c a rn a d o a m a r illo , m as líq u id o q u e la especie a n ­
te r io r , y d e u n o lo r e m p ir e u m á tic o , y su scep tib le d e es­
p esarse al a i r e ; 3® p e tró le o b la n co (oL petr. álbum), de
c o lo r a m a rillo d e vin o ó do m i e l , q u e deja ud resid u o
y e x h a la un o lo r d e b istu m b re cuan d o se q u e m a ; 4 o el
n a p b ta d e la s m o n ta ñ a s ( nuphía m ontana ) , la especie
m as fina y q u e está p e rfe c ta m e n te c la r a , sin c o lo r, muy
liq u i d a , v o l á t i l , m uy in fla m a b le y d e u n o lo r aro m ático .
P a ra el uso h o m e o p ático se e c h a m ano d e la p en ú ltim a
d e e sta s c u a tro especies, el p etró le o b la n co . D eb e se r m uy
fluido y d e un a m a rillo c la r o ; lo q u e in d ic a qtie no e s ­
tá a d u lte ra d o co n ac eites v eg e ta les fijos. P e ro m as se g u ­
rid a d p u e d e to d a v ía e s p e rim e n ta rs e m ezclán d o le con ol
ácido su lfú rico ; este ácido no lo a lte ra d e n in g ú n m odo,
p ero c o n v ie rte lo s ac eites fijos, que p u d ie ra n h a lla rse m e z­
clad o s, en una esp ecie d e su lfu ro . O tr o esp erim e n to m as
sim p le tod av ía co n siste en e c h a r a lg u n a s g o ta s d e este
ac eite so b re p ap e l m u y blan co ; si el p etró leo es p u ro , estas
g otas se e v a p o ran ai a ire lib r e y ca lie n to sin d e ja r el m e­
n o r vestigio d e g rasa . P a r a a se g u ra rse d e q u e este aceite
n o está a d u lte ra d o con la tre m e n tin a ó c u a lq u ie ra o tro
aceite esencial v e g e ta l, se m ezcla c o a u a a c a n tid a d ig u a l
d e e s p íritu d e v in o ; se ag ita la m e zcla, despues filtrá n d o ­
lo al trav o s de papel d e estraza h u m ed ecid o d e an tem an o
con e s p íritu d e vino, se o b te n d rá el p etró leo p u ro q u e q u e '
d ará sobre e l papel, m ie n tras q u e el e s p íritu d e vino, c a r­
g ad o d e aceite e s tr a ñ o , p asará al tra v é s d e l filtro. H ace
a lg a n tie m p o se e n c u e n tra to d a v ía e n el com ercio u n a c e i­
te esencial am arillo c la ro , q u e so saca d e l carb ó n d e p ie ­
d r a , y q u e cu ando se usa p ara a d u lte ra r e l p e tró le o , n o se
m anifiesta p o r lo s sig n o s q u e re v e la n la p rese n cia d el aceite
100 M IN ERA LES

do tre m e n tin a . E s te a c e ite n o c o lo ra ta m p o co e l to rn a s o l


com o e l a c e ite d e tr e m e n tin a , n i se in fla m a c u a n d o está
m ezclad o co n u n a m ezcla d e á c id o n ítr ic o y su lfú ric o lía -
m e an te ; p e ro lo q u e p u e d e h a c e r c o n o c e r la p re s e n c ia e s
q u e tie n e u n o lo r e s p e c ific o , e m p ir e u m á lic o , p e n e tr a n te y
m u y d e s a g r a d a b le ; o lo r q u e r e p e tid a s rec tifica cio n e s co u
ag u a n o so n cap ac es d e d e s tru ir. L a s tr e s p rim e ra s a te n u a ­
c io n e s d e l p e tró le o p u rifica d o se lu c e n p o r la a te n u a c ió n .

P iio sp iio m js; fó sfo ro ; phosphor.— D o s is u s u a le s : 3 0 .

1 E s ta s u s ta n c ia , b a s ta n te conocid a p o r la p ro p ie ­
d a d quo tie n e d e c o n s e rv a r los ra y o s d e la lu z, ja m a s se
h a lla al e s ta d o u a liv o ; p ero u n id a al o x ig e n o ex isto en la
s a n g r e , en la c a r n e , en el c e re b ro , en los d ie n te s , eu
m u c h as esp ec ies d e trig o ; y e u el re in o m iu e ral se e n c u e n ­
tr a , corno fosfato d e ca l, e n la s m o n ta ñ a s d e E stre m a d u ra .
E n esta d o p e rfe c ta m e n te p u ro es tr a n s p a r e n te , sin co lo r 6
un b la n co a m a rille n to , s ó lid o , d ú c til, c m la liz a b le , in fla­
m a b le , in s a b ib le eu el a g u a , p ero en p eq u eñ a c a n tid a d
so d isu e lv e en el é te r y un el alcohol. P a ra p u rificar el
fósforo d e m an era que pued a u sa rse en h o m e o p a tía , es
suficieute s u m e rg irle en agua varias veces ó b ien c o m p ri­
m irle en ag u a ca lie n to á trav és do u n lien zo tu p id a , ó
b ie n tod av ía se d e stila eu uua re to rta do vidrio cuyo
cu e llo vaya á c o m u n ic a r cou un re c ip ie n te lle n o de agua.
S i el fósforo tie n e co lo r e n c a r n a d o , b asta con co lo carle
en a g u a , á la c u a l se añ a d o ác id o n ítric o cale n tán d o la
h asta q u e esté á p u n to do lie rw r. L a ad u lteració n del
fósforo con el az u fre se d e sc u b re p o r su m ayor d u reza
y su color oscuro. E u cu a n to á las aten u acio n es de esta
(distancia, p u ed e n h a c e rse d e tres m an eras, á sa b e r: I" p o r
la tritu ra c ió n , ó con el azú car d e lech e hasta I4 te rc era,
y desp u es p o r la vía líq u id a ; con el éter sulfúrico
p ara tu p rim e ra atcu u a cio n ; 3° con el alcohol solo. P ar#
h a c e r la p rim e ra ateu u acio n del fósloro cou el éter se to ­
m an tO O gotas de é te r sulfúrico b ie n rectificado, y se s u ­
m erg e u n g ra n o de fósforo d iv id id o en podacitos. E sta
operación d eb e h ac erse en un sitio fresco y en un frasco
bie u U pado. O b te n id a la d isolución, se tornan despues de
G E N E R A L M E N T E U SA D O S. 101

h a b e r m ovido e l frasco 10 g otas q u e se m ezclan con 100


d e a l c o h o l, lo cu a l da la se g u n d a aten u ació n . L a s o tras
se h a c e n to d a s al alcohol com o d e o rd in ario . P e r o como
au n no está p ro b ad o que e l é te r su lfúrico no altera la
v ir tu d d el m e d ica m e n to á quo está m ezclado, d ebe p refe­
rirs e la p re p a ra c ió n d e la s aleu u a cio n e s con ol alcohol
p u ro . C o n e ste o b je to , se m ezclan en u n frasco 5 granos
(2 5 r e n t a r . ) do fósforo pu rificad o con 5 0 0 gotas de alco­
hol el m as a n h id ro p o sib le , y se d eja e l frasco á m edio tap ar
en una vasija lle n a de ag u a c a lie n to h asta quo se p o se.H ech o
e s to , so tapa c o m p le ta m e n te el fra s c o , so m uev e h asta que
la d iso lu ció n e sté e n te r a m e n te f r i a , e n se g u id a so tapa
h e rm é tic a m e n te y se ata u n a v e jig a p re p a ra d a p o r encim a
d e l ta p ó n , se coloca en u n sitio fresco y o sc u ro y se agita
á m en u d o . A l cabo d e a lg u n a s s e m a n a s , ó m ejor au n do
alg u n o s m e se s, e s ta rá el a lc o h o l p e rfe c ta m e n te s a tu ra d o
del fósforo. S e to rn a e n to n c e s 1 g o ta q u e se m ezcla con
Í 00 d e e s p íritu d e v in o , q u e es lo q u e lo rin a la se g u n d a
a te n u a c ió n ; las d e m a s se h a c e n com o d e o r d in a r io

P h o sph o ri a c id u m ; acid u m p h o sp h o ri s. phosphoricum ;


ácid o fosfórico; ph o sp h o rsa u re .— D o sis u s u a le s : 3 , 9 ,3 0 .

1 4 5 . E l ác id o fosfórico so e n c u e n tr a e n lo s tr e s re in o s
d e la n a tu r a le z a , con m as fre c u e n c ia e n el a n im a l y casi
sie m p re co m bin ado con b a se s. P a r a o b te n e r le , so h a n i n ­
d ic ad o tre s ó cu a tro p ro c e d e re s d if e r e n te s ; p e r o com o
para el uso h om eopático im p o rta a n te s q u e to d o o b te n e rle
tal com o se ha e s p e rim e n ta d o e n e l h o m b re s a n o , no s c o n ­
ten tarem o s con c ita r aq u í solo el m odo q u e in d ic a H a h n e -
m aiin , au to r de estos e sp e rim e n to s. Htí aq u í cóm o q u ie re
que se p reparo esto ácido- S e coloca en u n a vasija do p o r­
celana una libra de huesos c a lc in ad o s y b ie n m olidos, sobro
ellos so echa un m edio q u iló g ra m o d e ácido su lfú ric o c o n ­
c e n tr a d o , y se deja la m ezcla p o r v e in tic u a tro h o ras m o­
viéndola m uchas veces con una esp átu la d e vid rio ; se añ a d e
despues un quilógram o d e alcohol c o n c e n tra d o , se m ezcla
bien el to d o , y so coloca e n un saco do tela q u e se som ete
á la acción de una prensa. E sp rin iid o d e esto m odo el lí­
quido, se deja rep o sa r p o r dos d ia s para que se clarifique.
102 HINERA1.ES

Despues so decanta la parte clara, se concentra al fuego en


una vasija de porcelana, y se tu n d e á un fuego rojo. E l
producto obtenido es el ácido fosfórico que se d e se a , debe
ser perfectamente transparente y claro como el cristal. Se
toma estando caliente to d av ía, se h ace p edazos, y coloca
en un frasco bien tapado para evitar que el contacto del
aire le haga deliqüescente. Se prepara la prim era atenua­
ción con el agua d estilad a, la segunda con el alcohol d i-
suelto en partes iguales de ag u a, y hasta la tercera no se
usa del alcohol ordinario.
P l a t i n a ; p latino; platina . — Dosis usuales: 6, 30.
146. E ste m e ta l, de un b lan c o a r g e n tin o , n o se lia
encontrado aun m as que en A m é ric a , en E s p a ñ a , e n las
arenas a uríferas del R h in y en R u s ia ; se e n c u e n tra o rd i­
n ariam en te en form a de peq u eñ o s g ra n o s, p e ro ra ra vez
n a tiv o , y o rd in ariam e n te u n id o d otros m e ta le s, de los
cuales es m uy difícil se p a ra rle. E n e l estado de p u re za , es
de u n blanco u n poco m as oscuro q u e la p la ta , m uy d ú ctil,
casi in fu sib le , mas in altera b le y m as pesado q u e algunos
otros m eta le s; no se oxida en el agua n i p o r n in g u n a tem ­
p e ratu ra. P a ra p re p ara rle para el uso hom eopático, se to ­
m an 2 0 granos (una gram a) de platino quím icam ente p uro,
se disuelve al fuego en el agua re a l; se diluye en una
cantidad conveniente de agua la dilución que re s u lta , y se
sum erge una varita de acero pulim entado, al red ed o r de la
cual se verá precipitar bien pronto el platino y form ar una
costra cristalina. E l metal obtenido de esta m anera es una
masa esponjosa, gris de h ie rro , sin b rillo , blanca, porosa,
y poco densa. D ebe lavarse m uchas veces en bastante agua
destilada, secándola bien. P uede tam bién obtenerse p latino
puro en polvo haciendo h e rv ir el cloruro de este m etal
con alcohol; el m etal se precipita por este p ro c ed e r, y si
se tiene cuidado de lavarle bien con agua d estilada, forma
un a preparación enteram ente conveniente. De un grano (5
centigram os) del polvo obtenido de la una 6 de la otra de
estas m aneras, es lo que se usa para hacer las atenuaciones,
si no se puede obtener sin embargo el platino puro en ho*
jas bastante delgadas como el oro y la plata. L as tres p ri­
m eras atenuaciones se hacen por la trituración.
GEN ER A LM EN TE X5SAÜQS. 103

Plum bum m e t a l ic ü m ; p lo m o m e tá lic o ; mtlaUisches Blei.


— D osis u su a le s: 1 2 , 3 0 .

1 4 7 . R a ra vez le p re se n ta la n atu raleza en estado n ati­


vo, p e ro se e n c u e n tra fre c u e n te m e n te al estado de sal, sobre
todo e l d e s u lf u r o , co n o cid o con el nom bre de galena, 6
clo ru ro d e p lo m o , com o se le n iu sa , ó com o cerusa. E s muy
com ún en F r a n c i a , en In g la te r r a , en S a b o y a , en E spaña
y en o tro s m uchos p aises. S e o b tien e fu n d ien d o la galena
con el h ie r r o ; p e ro e l p lom o d e l com ercio está ord in aria­
m e n te m ezclado con c o b re y h ie rro . P a ra o b te n e r el plomo
p u r o , se d isu e lv e el p lom o d el com ercio en el ácido nítrico,
se d ilu y e c o n v e n ie n te m e n te e n agua la dilución que resu l­
t a , se in tro d u c e u n a v arita d e z in c , al re d e d o r de la cual
no ta rd a en p re c ip ita rse el plom o y c rista liz a r en forma de
vegetación , ó á rb o l m as b ie n . P u e d e tam b ién o b ten erse
plom o e n te ra m e n te p u r o , c ale n ta n d o h asta fnego ro jo en
u n c riso l d e a rg il e l n itra to d e p lo m o , hasta qne desapa­
rezca to d o el ácid o n ítric o ; d esp u es d e lo cu al se hace la
red u cció n d e l Oxido p o r m edio d el c a rb ó n , 6 b ien se c a ­
lie n ta el acetato de plom o en una re to rta , y se agita hasta
q ue se h ay a p re c ip ita d o todo el plom o. E l plom o pnro es
u n m etal de u n g ris azulado poco ten az , b lan d o , que colora
fácilm en te el pap el , b a sta n te d ú c til, p e ro no m uy co n v e ­
n ie n te ó á pro p ó sito para p a sa r p o r la h ile ra . C u a n d o se
frota d esen v u elv e u n o lo r específico y un sabor m etálico
débil. P a ra h a c e r las a te n u a c io n e s , se tom a el polvo o b te ­
n id o p o r el p ro c e d e r p rim e ra m en te in d ic a d o ; las tre s p ri­
m eras a ten u a cio n e s se hacen p o r la tritu ra ció n .

S e le n iu m ; s e le n io ; selen. —* D osis u s u a le s :3 0 .

148. E sta sustan cia m uy n o tab le d escu b ierta p o r B er-


zelius en 1 8 1 7 , no se en c u en tra en la n atu raleza sino rara
vez y siem p re u nida á otro s m e ta le s , com o el p lo m o , el
c o b ro , el co b a lto , el b is m u to , el m e rc u rio , la p la ta , etc.
A sí es como se h alla en N o ru e g a , e n S u iz a , en T ra silv a -
nia y en alg u n o s sitios de H arz. T a m b ié n se e n c u e n tra en
la m agnesia d el com ercio. E s te m etal es sólid o á la tem p e­
ratu ra o r d in a r ia , d e un g ris d e plom o o sc u ro , b rilla n te ,
104 MINERALES

fr á g il, m uy fu s ib le , v o lá til, acid iñ c a b le y de nn peso e s ­


pecifico d e 4 ,3 1 . R e d u c id o á polvo m u y fino es do un
co lo r e n c a rn a d o e s c a rla ta , sin o lo r n i sabor. P a ra él uso
hom eo p ático se tom a e l se le n io m e tá lic o , q u e se deja f á ­
c ilm e n te re d u c ir á p o lv o p o r la sim p le tritu ra c ió n . L a s tre s
p rim e ra s a te n u a c io n e s se h acen p o r la trita ra c io n .
S ilíc e a , p u b a ; s ílic e ; kieselerde . — D o sis u s u a le s : 3 0
1 4 9 . E s ta ti e r r a se e n c u e n tra e n la n a tu ra le z a e n m a­
sas c o n s id e ra b le s , ya p u r a , com o en e l c rista l d e r o c a , ya
u n id a i d iv e rso s ó x id o s; form a casi la to ta lid a d d e l cuarzo,
lo s g u ija r r o s , la a re n a , la p i r i t a , y en g ra n p a rte tam b ién
la s á g a ta s , e l Ó palo, e tc . P a ra o b te n e r esta tie rra p u ra , se
to m a m e d ia o n za (1 5 g ram a s) d e c ris ta l d e roca> q u e se
re d u c e á p e d a z o s h a c ié n d o le v aria s veces d e seguida e n ro ­
je c e r y e n tr a r in m e d ia ta m e n te e n e l ag u a fr ia ; ó bien no
p u d ie n d o o b te n e r e l c rista l, se tom a u n a c a n tid a d ig u a l d e
a re n a b la n c a y p u r a , q u e se lav a e n v in a g re d e stila d o , se
m ezcla e l u n o ú e l o tro c o n d o s dracm as (8 g ram as) de su b -
c a rb o n a to d e sosa e flo re se tín te , y se fu n d e el todo en u n
criso l d e h i e r r o , h a s ta q u e n o h a g a m as efervescencia la
m ezcla y q u e e sté b ie n c la r a ; despues de lo cual se cuela
so b re u n a ta b la d e m árm o l. D e esto resu ltará un v id rio
c r is ta lin o , q u e d e sp u e s d e e n fria rs e , se p o n d rá en u n a va­
sija con c u a tro veces su peso de agua d e s tila d a , y d espues
se c u b ro con u n po p el. L a solu cio n se h ace p ro n to , y la
tie ra silicio sa c a e rá al fo n d o , m ien tras q u e el líq u id o que
s o b re n a d a n o c o n tie n e m as q u e la roca p u ra . P a ra p rec ip i­
ta r con m as p ro n titu d e l sílic e , q u e se h alla tan d iv id id o ,
p u e d e n m ez c la rse las a g u as con un poco d e alcohol. F o rm a ­
do c o m p le ta m e n te el p re c ip ita d o , se recoge sobre papel de
f i lt r o , se p re n sa d e esta m a n era e n tre varias h ojas de este
p a p e l, d e sp u e s d e lo cual se deja al aire ó en un sitio c a ­
lie n te . O b te n id o de e sta m an era el sílice es un polvo fino,
b la n c o , á sp ero al ta c to , que c ru g e e n tre los d ie n te s , sin
o lo r n i sab o r. L a s tre s p rim e ra s aten u a cio n es se h a c e n p o r
tritu ra c ió n .

S ta n n u m ; e sta ñ o ; z ín n *— D osis u su a le s: 6 , 30.

150. E ste m etal conocido muchos siglos h a c e , no se


genbbalm ente usados. 105
e n c u e n tra sino r a r a vez al estado n a tiv o , p ero frecuente­
m en te al estad o de óxido, so b re to d o en la s In d ia s orientales
y en In g la te rra . E l estaño m as p u ro es e l q u e v ien e d* las
I n d ia s ; á fa lta de este ú ltim o el d e In g la te r ra es e l m ejor;
p e ro c o n tie n e y a u n a p e q u eñ a p a rte de arsén ico que le
h a c e d u ro . E l e stañ o d e l co m ercio está casi siem p re m ez­
clad o á o tra s s u s ta n c ia s ; en la m ay o r p a rte d e casos co n ­
tie n e c o b re , p lo m o , b is m u to y au n a rs é n ic o ; a d u lte ra c io n e s
q u e so d e s c u b re n au n c u a n d o no fu ese m as q u e p o r el co lo r
b la n c o su cio q u e p re s e n ta e ste e sta ñ o c u a n d o está fu n d id o ,
m ie n tra s q u e el q u e está p u ro p re s e n ta u n a sp e c to d e a m a l­
g am a. S e d e s c u b re la p re s e n c ia d e l c o b re p o r el am o n iaco
líq u id o ; la d e l b is m u to p o r e l a g u a d e s tila d a co n la c u a l
d e b e m e z c la rs e la d is o lu c ió n d e l e s ta ñ o h e c h a co n el ácid o
n ítric o ; la d e l p lo m o co n u n a d ilu c ió n d e s u lfa to d e so sa
m ezc lad a con la p r e c e d e n te y p o r e l p r e c ip ita d o b la n c o q u e
r e s u lta . L a p re s e n c ia d e l z in c se re c o n o c e p o r m e d io d e
u n a d ilu c ió n d e c a r b o n a to d e p o t a s a , q u e d e b e a ñ a d ir s e á
la d e e s ta ñ o o b te n id a p o r e l á c id o n í t r i c o ; c u a n d o e s ta e s tá
s e p a ra d a d e l c o b re y d e l p lo m o q u e d a r á n o p r e c ip ita d o
b la n c o , q u e d e s p u e s d e e s ta r s e c o , to m a r á u n c o lo r a m a r illo
c u a n d o se c a lie n te . L a p r e s e n c ia d e l a r s é n ic o p o r ú ltim o
se re c o n o c e p o r e l p r e c ip ita d o a m a r illo q u e d a e l á c id o
h id r o - s a lf ú r ic o . P a r a p u r if ic a r e l e s t a ñ o d e l a r s é n ic o q u e
p u e d a c o n te n e r , se e s p o n e á la d e f la g r a c ió n c o n e l n it r o ,
e s ta ñ o e n h o ja s re d u c id o á p o lv o f i n o , so. la v a e l p r o d u c to
y se c a lie n ta h a s ta fu e g o r o j o e n u n c r is o l s o b r e e l c a r ­
b ó n . E l e s ta ñ o m e tá lic o p u rific a d o ta m b ié n s e c o lo c a p a r a
p u lv e r iz a r le en u n m o r te ro c a l i e n t e , s e m a c h a c a c o n s a l
c o m ú n b ie n seca y m u y f in a , e n s e g u id a s e d is u e lv e e n e l
a g u a d e s t il a d a , q u e d e ja p o r r e s id u o e l e s t a ñ o e n p o lv o .
E s t e p o lv o e s el q u e se u sa p a ra h a c e r la s a te n u a c io n e s sí
m u c h a s v e ces n o p u e d e o b te n e r s e e l e s ta ñ o p u r o r e d u c id o
á lá m in a s m u y d e lg a d a s . L a s tr e s p r i m e r a s a te n u a c io n e s se
h a c e n p o r la tr itu r a c ió n .

S t r o i s t u n a c a r b ó n i c a , carbovicts strofitictnoz', e s tr o n c ia u a
c a r b o n i z a d a , c a r b o n a to d e e s t r o n c i a n a ; stro n tia n e rd e ,
ko h le n sa u re r stro n tia ? i. — D o s is ú s a l e s : 3 0 .
1 51. E sta sal se e n c u e n tra e a la n a tu ra le z a al estad o
iO tí w i n e r a i .e s

fósil cono cid a co n e l n o m b re d e stroncianita , p ero es esce-


siv a m e n te r a r a . P a r a o b te n e r la c o n v e n ie n te al uso h o ­
m e o p á tic o , so to m a s u lfa to d e e s tro n c ia n a conocido con el
n o m b re d e polvo de los Celestinos, se h a c e co cer e n el
a g u a d u r a n te u n a h o ra u n a p a r le co n tr e s v eces su peso de
c a rb o n a to do p o ta sa ó d e s o s a , se filtra rá p id a m e n te , se
lava e l r e s id u o , se d is u e lv e e n el ácid o n ítr ic o , se le hace
c ris ta liz a r co n c u id a d o , y se p re c ip ita e n fin la sal p o r el
s u b c a rb o n a to d e s o s a . P u e d e ta m b ié n c o n se g u irse c a le n ­
ta n d o h a s ta e l fu e g o ro jo e n u n c riso l, lo s polv o s d e los Ce­
le s tin o s co n Ye d® su P e s 0 ^ e p o lv o d e c a rb ó n ; se o b te n d rá
e l hígado de estrociana q u e se d is u e lv e e n agua h irv ie n d o ,
d e sp u e s q u e se p re c ip ita la sa l p o r el su b -c a rb o n a to de
p o ta s a , ó b ie n q u e se p re c ip ita e l a z u fre p o r el ácido n ítrico ,
y se d esc o m p o n e la d iso lu c ió n d e n itra to d e estro n c ia n a
o b te n id o d e e ste m odo. P u e d e , e n fin , c o n se g u irse el r e ­
s u lta d o a p e te c id o p re p a ra n d o el h id ro c lo ra to de e stro n c ia ­
n a com o se p re p a ra e l h id ro c lo ra to d e b a r i ta , y d esco m ­
p o n ie n d o e n se g u id a la sa l o b te n id a p o r el su b -c a rb o n a to
d e sosa. E s ta e s la p rim e ra d e la s tre s m a n e ra s q u e se usan
o r d in a ria m e n te ; la s tre s p rim e ra s ate n u a c io n e s se p re p a ra n
p o r la tr itu r a c ió n .
S u l f u r , s. su lp h u r; a z u fre ; schw efeL — D o sis u su a le s: O
(tin tu r a ) , 3 , 6 , 3 0 .
152. E l a z u fre se h a lla m u y a b u n d a n te e n to d a la n a ­
tu r a le z a , ya n a tiv o , com o e o la s in m e d ia c io n e s d e m u ­
c h o s v o lc a n e s , ya c o m b in a d o con d iv e rso s m e ta le s , co m ­
p o n ie n d o ta m b ié n los su lfu ro s llam ad o s p irita s , ó co n e l
h id r ó g e n o en la s a g u as s u lfu ro s a s , ó con o x íg e n o , com o
ác id o su lfu ro so 6 su lfú ric o , y c o m p o n ien d o con estos ácidos
lo s su lfa to s. P o r ú ltim o , se h a lla tam b ié n en m u ch as m a­
te r ia s o r g á n ic a s , com o e n las flores do el saúco, d el tilo , en
el c a rm ín , la m o sta z a , el an is, la s leg u m in o sas, en la cla ra
d e l h u e v o y en los cab ello s. S e o b tie n e en g ra n d e el a z u ­
fr e r e tir á n d o le d e las p ir it a s , p o r la sim p le d e s tila c ió n , ó
b ie n e s tra y é n d o le d e l azu fre n a tiv o ; o b te n id o de u n a ú
o tra m a n e ra s e p re s e n ta b a jo dos form as b ie n d is tin ta s , á
s a b e r : 1 ° e n cilindros 6 cañones cuyos tin te s v aría n s e g ú n
su g ra d o d e p u re z a ; 2 » en polvo fino, conocido con e l n o m ­
G E N E R A L M E N T E USADOS. JQ7
bro de flores de azufre ó azufre sublim ado. E sta última es­
pecie se o b tien e, y es la única de que nos servimos en la
hom eopatía, m ezclando p artes iguales de azufre en cilindros
y arena b la n c a , que in tro d ucid o en una redom a, se su ­
m erg e en seguida en un b añ o de arena para la destilación.
L a s flores d e azu fre así obtenidas contienen casi siem pre
u u poco de acido su lfú ric o ; se las purifica lavándolas m u­
chas veces con agua p u r a , y secándolas despues sobro el
papel de filtro ; desp u es de lo cual son conocidas en el co­
m ercio con el no m b re d e flores de a zu fre lavad a s . P a ra
el uso hom eopático estas flores no son aun b astantem ente
p u ra s, po r lo que an tes de em p learlas d eb erán lavarse de
nuevo con el a lc o h o l, p a ra p u rg a rla s e n tera m e n te de la
últim a p a rtícu la d e ácido su lfú ric o á q u e esten aun a d h e ­
ridas. C o n tien en m u ch as veces tam b ién las flores de azu ­
fre arsén ico , cuya p resen cia se reco n o ce p o r el color am a­
rillo n aran ja q ue p re se n ta n , y p o r el o lo r de ajo que
exhalan cuando se p o n en so b re la lu m b re . E n o tro s casos
todavía puede h a b e r selen io en el a z u fre ; en to n ce s será de
un am arillo sucio. A l esta d o p u ro el azu fre es de u n am a­
rillo ca n a rio , in so lu b le en el a g u a , p ero so lu b le en 2 0 0
veces su peso de alcohol. E n su e sta d o n a tu ra l se h alla
cristalizado las mas d e las v ec e s, ó en m asas in fo rm e s con
rotura reluciente y b a sta n te frá g il p a ra ro m p e rse en la m a­
no. C uando se calien ta m u ch o se v o latiliza é inflam a al c o n ­
tacto del aire. P a ra p re p a ra r la s a te n u a c io n e s se to m an
flores de azufre lav ad a s, q u e se lavan de n u e v o en el alco ­
h o l; en seguida si q u ie re o b te n erse el s u ifu r tr itu r a tu m ,
se hacen las tres p rim eras a te n u a cio n es p o r la tritu ra c ió n .
P ero la preparación que mas se usa h o y dia es la tin tu ra de
a z u f r (lin d u ra su tfu ris s. sp iH tu s v in i su lfu ra tu s ), que
se obtiene m ezclando en un frasquito 1 0 0 g otas d el m ejo r
alcohol con 5 granos (25 centigram as) de flores d e azu fre
lavadas (y purificadas de nuevo lavándolas con el alco­
h o l) ; este Irasco después de tapado se som ete a' una p e ­
queña sucusion, despues al cabo de v einticuatro horas el
liquido claro se pasa ;í otro frasco y se conserva con el
nombre de tintura de azufre. Una gota de esta p re p a ra­
ción mezclada con otras ciento de espíritu de vino form an
la segunda atenuación, y así sucesivamente.
108 M IN E R A L E S

S u l f l b i s AcrDUM, acidum sulfuricum s. sutfuris , acidum


v itrio ti ,* ácido su lfú ric o , ácido v i t r i f i c o ; schwefelsaurer
vitrioL — D o sis u su a le s: 3 , 3 0 .

153. E s te ácido se e n c u e n tra en la n a tu ra le z a alg u n a


voz al estad o l i b r e , p e ro de o rd in a rio u n id o oí a g u a; se ha
e n c o n tra d o ta m b ié n sin e m b a rg o on form a do p equ eñ as
ag u jas e n m u c h as g ru ta s de m o n tañ as v o lcán icas; c o n sti­
tu y e d e e ste m odo e n g ra n p a rte la base do lo q u e llam an
fuentes agrias e n A m é ric a , al su d d el can a l E rio . P e ro so­
b re to d o , com o m as a b u n d a este ácido en la n a tu ra le z a es
a! estad o d e co m b in ació n co n la s bases. G u an d o está com ­
p le ta m e n te a n h id ro se e n c u e n tra e n c rista les b lan co s o p a ­
c o s, se m e ja n te al a m ia n to , vo látil á la te m p eratu ra o rd i­
n a r ia , su sc e p tib le do u n irse a l h id ró g e n o d el a ire y fo rm a r
con él v apores. E n el com ercio h a y dos clases d e este ácido,
á s a b e r: 1 6 ei ácido sulfúrico, d e N o rd h a u se n 6 de S ajo n ia,
líq u id o n e g ru z c o hum eante, y casi co m p letam en te a n h id ro ;
2 o el ácido su lfú rico d e I n g la te r r a , q u e se o b tie n e p o r la
co m b u stió n d e azufro eu g ra n d e s h ab itacio n es d e plom o Ó
m as b ie n ta p izad as. E s te ú ltim o líq u id o n o h u m e a , y está
m u ch o m en o s c o n c e n tra d o que el ácido su lfú rico de N o rd -
h a u se n . P a ra e l uso h o m eo p ático se sirve de la p rim e ra de
estas dos especies, el ácido sulfúrico de N ordhausen , co­
nocid o tam b ién con e l n o m b re de ácido su lfú rico ó de vi­
trio lo h um eante , p ero a n te s de u sarle es in d isp e n sa b le so­
m eterle á u n a nueva d e stila c ió n . C o n este íin se in tro d u c e
e n u n a red o m a quo se c a lie n ta en un b añ o de a re n a ; el p r i­
m e r p ro d u c to q u e pasa al re c ip ie n te es el ácido su lfú rico
p e rfecta m e n te a n h id r o , y lu eg o q u e ha p asado bajo la fo r­
m a de v apores b lan co s, cesa ia eb u llic ió n d el ácido. E n to n ­
ces es p rec isa cam b iar de re c ip ie n te y a c tiv a rla v e rd a d e ra
d estilació n a u m e n ta n d o p ro p o rc io n a lm e n le el calo r , se
c o n tin ú a d e este m odo la d estilació n b asta que no h a y a en
la red o m a m a s q u e la décim a p a rte de todo el ácido e m ­
p le a d o ; el p ro d u c to de esta d estilació n es el ácido su lfú rico
co n c e n tra d o p u ro , que se com bina con el a g u a , sea c u al­
q u ie ra la form a bajo la cu al se ponga e n co n tac to con é l.
L a p rim e ra a ten u a ció n se hace con el agua d e s tila d a , la
se g u n d a con el alcohol acu o so , y no es sino á la te rc e ra
G E N E R A L M E N T E U SA D OS. 109

cuando se em pieza á u sar d el e sp íritu de vino puro de 70


á 8 0 ° cen tíg rad o s.

T a r t a r u s e m e tic u s s . s t i b i a t u s , antim onium tartaricum ,


tartras pota&sii et antim onii; tártaro em ético ó esti­
b ia d o , ta rtra to an tim o n ia d o de p otasa, ta rtra to de potasa
y d e a n tim o n io ; spiessglanz-w eínstein , breck-weins -
thein . — D osis u su a le s: 6 , 1 2 , 30.

15 4. P a ra o b te n e r esta s a l, se to m an p artes iguales de


óxido de a n tim o n io (stibium o xyd a tu m griseum) y tártaro
p uro; p u lv erizad o s e l e s h a ce d ig e r ir p o r una h ora en una
vasija de p o rcelan a con p arte s ig u a le s de agua destilada,
y cuando el calo r lle g a al p u n to de h a c e r h e rv ir la m asa,
se le añ ad e cinco veces su peso d e agua d estilad a cociendo,
se filtra la d ilu ció n m ie n tra s q u e e stá c a lie n te, y se la deja
c ristalizar. H ech a la p rim e ra c ris ta liz a c ió n , se cam bia el
líq u id o y d eja c ris ta liz a r de n u e v o , re p itie n d o esta ope­
ración h asta q u e lo s c rista le s q u e se fo rm en sean todavía
in co lo ro s; en se g u id a se m ac h a c a n to d o s los c rista le s obte
n id o s , se d isu elv en en q u in c e v eces su peso d e agua fría
se filtra la d ilu c ió n , se d eja c ris ta liz a r d e n u e v o , se p ulvc
rizan los c ristales y g u a rd a e l p o lv o en u n frasco b ie n tapa
do. E l tá rtaro em ético d e l co m e rc io c o n tie n e h ie r ro , co b re,
ó sulfuro de a n tim o n io ; d e m odo q u e p a ra u sa rle horneo--
páticam ente es in d isp e n sab le p re p a ra rle p o r sí m ism o. P a ra
h acer las aten u a cio n es, se h a c e en un p rin c ip io un caldo
espeso m achacando 1 0 0 g ran o s (5 gram as) de azú c a r de
leche con 15 gofas de agua d e stila d a ; se añ ad é i g ra n o
(5 centigram os) de tártaro liem élico p u ro , y p ro ced e com o
de ordinario. L as dos aten u acio n es sig u ien tes se h acen p o r
la trituración, pero sin que haya necesidad de h u m ed ec er
el azúcar de leche.

T a rta rí acidum , acidum tartarí s. tartaricum ; ácido tá r­


trico ó tartárico; weinsteinsaure . — Dosis usuales?

155. E s te ácido no se h a e n c o n tra d o h a sta a q u í sin o


en e! reino v e g e ta l; u n id o á la potasa existe sobre todo e n
el jugo de la uva; com binado con o tro s á c id o s, ó b ien ann
110 M IN E IU L E S

al estado libre se encuentra en la raiz del diente de león,


en las ananas, las p ata ta s, las cerezas ag ria s, los tam arin ­
dos y las moras verdes. S e obtiene artificialm ente estrayén-
dole del tártaro. C on este objeto se toma sub-carbonato de
cal, que de antem ano se purifica cuidadosam ente, se añade
agua por hacerle h erv ir, y se le mezcla en seguida con el
tártaro puro pulverizado m ientras que la masa está co­
ciendo, ctín lo cual se necesitan cien partes de tártaro con
veintitrés de sub-carbonato de cal. E l ácido tartárico Ubre
desaloja al ácido carbónico por esta opcracion, de manera
que los productos que se forman contienen tártaro d e cal
y una sal neu tra, que es el tártaro de potasa soluble. P a ra
obtener en seguida el acido ta rtárico , se empieza por aña­
d ir á esta dilución hidroclorato de c a l, y se continúa hasta
que no se forme el precipitado de tartra to de cal. Despues
se hacen d igerir los dos precipitados obtedidos con el del
ácido sulfúrico diluido, proceder por el cual el ácido ta rtá '
rico se separa y cristaliza cuando se evapora. Cuando esta sal
está enteram ente pura se halla en forma de cristales, muy
acida y muy soluble, blanca, transparente, inodora y perfec­
tam ente seca. S i recoge la hum edad del aire es señal que
contiene ácidos m álico, sulfúrico ó nítrico. L a presencia
del ácido sulfúrico se descubre por medio del nitrato de
b a rita ; la del ácido nítrico por el olor particular que exhala
cuando se calienta el ácido tartárico que contiene; la de
las sales metálicas por los ácidos hidrosulfúrico y agallico;
la de las sales calcáreas porque estas son insolubles en el
alcohol. Se preparan todas las átenuacioues con el alcohol.

Zincem METALLictntt, zinc; z in k ; — Dosis usuales: 30.

156. E ste metal es muy abundante en la naturaleza,


pero está siempre combinado ya con' el azufre, como en la
blenda ó falsa galena, ya con el oxígeno en la tuthie, ya
con el oxigeno y el sílice, como en la calamina, etc. Se
obtiene en grande estrayéndole de la calamina, como en
E ran cia, ó de la blenda, como en Inglaterra. Es un metal
de un blanco azulado muy brillante, con quebradura la­
m inosa, tenaz, difícil de lim arse, pero muy dúctil, frágil
y pulverizable á uu calor de 205° R., y fusible á ua calor
GENERA LM EN TE USADOS. \H
de 360°. G uando se frota entre las manos exhala un olor
que comunica á los dedos y tam bién un sabor particular;
puesto al aire se oxida y cubre de una capa delgada gris.
E n el comercio se distinguen dos clases de este m etal, á
saber: I o el zinc de las Indias orientales ó de la China;
2 o el zinc de Goslar. E stas dos clases contienen siempre
mas ó menos plom o, y m uchas veces ademas están adulte­
radas con el e stañ o , el h ierro ó el cadmium. P ara recono­
cer estas adulteraciones se disuelve una parte de zinc en
cuatro de ácido nítrico p u ro ; si la disolución es clara, no
tiene e stañ o , porque se d e te rm in a d a su presencia por un
precipitado b lan co ; si despues se n eutraliza la disolución
por el sub-carbonato de so sa , se o btendrá un precipitado
de hierro oxidado si co n tien e de este m etal; 6 bien si se le
añade h ierro h id ro cián ico , el que pueda contener la dilu­
ción dará u n precipitado b lan co ; p o r ú ltim o , si tiene plomo
unido al z in c , el sulfato de potasa añ ad id o á su dilución
dará uu precipitado blanco. P a ra p re p a ra r este m etal al uso
de la hom eopatía, se tritu ra bajo del agua un pedazo de
zinc metálico puro sobre una p ied ra fina de afilar, se seca
el polvo gris obtenido de esta m anera, y se hacen las tres
prim eras atenuaciones p or la tritu ració n .

ZlNC'GH SULFURICUM, sulfas zinCl , VÍtTÍOlum alÓUfH $.


zinci; sulfato de z in c , vitriolo blanco ó de zinc; schwe-
felsaures zinc. — D osis usuales?

457. Esta sal, conocida con el nom bre de vitriolo b lan ­


co, capa-rosa blanca, vitriolo de G oslar, etc., se fabrica en
grande cerca de Goslar, en el H a rz , donde existe, tam bién
nativo. V iene en masas que tienen casi Ja forma de un pan
de azúcar, ó bien en pequeños cristales casi sem ejantes á
los de la sal de Sedlitz, con los cuales debe evitarse con­
fundirla. E l sulfato de zinc del comercio está rara vez puro,
casi siempre contiene sulfato de hierro ó de cobre; se le
separado estas sustancias estrañas disolviéndole y hacién­
dole cristalizar do nuevo, ó bien precipitando ios metales
estraños por medio de una varilla de zinc metálico que se
introduce en la dilución. Esta sal es cristalina, blanca, in ­
alterable al aire, muy soluble en el agua, fusible al fuego
112 M IN E R A L E S

eo sa agua d e c rista liz a c ió n , in o d o ra y do u n sabor desa­


g ra d a b le . L a s tre s p rim e ra s a ten u a cio n es se p rep aran por
la tritu ra c ió n .

3 o Sustancias m inerales y productos químicos


poco usados.

A c e tic u m a c i d u h , acidum aceticum ; ácido acético; essig-


saure.
1 5 8 . E s te ácido no h a sido e n c o n tra d o h a sta ah o ra sino
e n el re in o a n im a l ó v e g e ta l, d o n d e existo en g ra n d e ab u n ­
d a n c ia , y a li b r e , com o e n las g o m a s, etc.* ya al esta d o do
s a l , co m b in a d o co n la c a l, p o ta s a , la alú m in a y la m a g n e ­
s ia . S e o b tie n e d e stila n d o ju n to s., e n u n b añ o d e a ren a y
h a sta la s e q u e d a d , 1 9 2 g ra m a s d e acetato d e plom o c rista ­
liz a d o , con 4 d e ácid o su lfú ric o d ilu id o e n 18 gram as d e
a g u a , y re c tific an d o e l p ro d u c to con 6 g ram as d e m an g a ­
n eso e n el caso q u e e l p ro d u c to se en su ciase p o r el ácido
su lfú ric o , ó b ie n con 3 g ram as de acetato ,de p o ta s a , si e l
p ro d u c to c o n tie n e plom o. E l acido acético es liq u id o , in ­
c o lo ro , d e u n o lo r vivo y p e n e tr a n te , p ero a g ra d a b le ; de
u n sa b o r c a lie n te y p ic a n te , v o lá til, ioflam ab le y m uy ávi­
d o d e a g u a , p o r lo c u a l no p u e d e c o n serv arse sino en fra s­
cos h e rm é tic a m e n te ta p a d o s. E s su scep tib le de m ezclarse
con e l ag u a en to d a s p ro p o rcio n es, y se disu elv e en el alco­
h o l , co n e l c u a l form a u n é te r. L a s aten u a cio n es deben h a ­
ce rse com o la s d e los ácidos s u lfú ric o , n ítric o y m u riático ,

Anraoicnm c a u s tic u m ; amoniaco líqu id o ; wdsseriges am -


m onium .

1 5 9 . E l a m o n ia c o , co n o cid o con el n o m b re d e álca li


v o lá til, se h a lla e n lo s tre s re in o s d e la n a tu ra le z a , a u n q u e
n o se h a ll e sie m p re fo rm a d o ; p e ro se form a al co n tac to d e l
a g u a y d e l a ir e to d as la s v eces q u e d u ra n te la p u trefac c ió n
y la fe rm e n ta c ió n d e la s m a te ria s a n im a le s y v e g e ta le s, e l
h id ró g e n o n a c ie n te y e l ázoe se h a lla n en c o n ta c to y e s ­
p u esto s al a ire . S e h a lla ta m b ié n este álcali, p e ro u n id o al
ác id o su lfú ric o ó al h id ro c ló ric o en alg u n o s lag o s y en m u -
POCO USADOS. \\%
cbos producios volcánicos, así como ea el reino vegetal,
en las flores y los frutos de muchas plantas, sobretodo dé
las tetradinamistas . E s un gas incoloro, transparente, de
sabor acre y cáustico. Es muy soluble en el agua, que se
combina coa él en todas proporciones, y que cuando ha
absorvido la tercera parte de su peso, es d ecir; cuando
está saturada enteram ente de este g as, loma el nombre de
amoniaco liquido . E ste líquido tiene todas las propiedades
físicas del amoniaco gaseoso , escepto la forma. Para el uso
homeopático se loma del amoniaco liquido concentrado,
es decir; la preparación enteramente saturada , de la cual
se hacen las atenuaciones al alcohol.

Antim onhjm HETAX.ICUH, stibium ; antim onio, antimonio


metálico; spiessglanz.

160. E ste m etal so encuentra rara vez nativo, pero


frecuentem ente bajo la forma d e óxido ó de óxido sul­
furado, y sobre todo al estado de sulfuro. Se obtiene al
estado de régulo por la fundición del h ie r ro , que por
medio del calor se une al azufre y deja el antim onio al
estado metálico. E s sobre todo en H u n g ría , en B ohem ia,
en Suiza, eu Inglaterra y en E sp añ a donde se estrae este
metal de las m inas, y de donde llega en forma de panes,
cuya superficie presenta una especie de cristalización se*
mojante muchas veces ó igual á las hojas de el helecho.
E l antimonio es un metal de un blanco argentino, con una
ligera mezcla azulada, de un herm oso b rillo , mas duro
que el estaño y el plom o, susceptible de cristalizar, fusi­
ble, volátil, conbustible, de uu olor y sabor sensibles, m uy
quebradizo y fácil de pulverizar. L as tres prim eras ate­
nuaciones deben hacerse por la trituración.

Abgentum nitricüm , nitras argentó; p lata n itra d a , n itra ­


to de plata; salpetersaures silber.

161. L a sal que indicam os con este uornbre no es el


nitrato de plata fundido, llam ado tam bién piedra ínfernai,
sino el nitrato de plata cristalizado. P a ra obtener esta
sal, se toma la plata mas pura, y se disuelve po r m edio do
114 m im e e a i .e s

nn calor m oderado en el doble d e su peso d e ácido n ítri­


co p u ro , lo que da uua dilución perfectam ente incolora,
si la plata que se h a em pleado estaba pura; porque si con­
tie n e c o b re , tom a la dilución u n color azul verdoso. E sta
d ilncion se evapora y som ete á la cristalización. A l esta­
do de pureza esta sal está e n lám in as in co lo ras, tra n sp a ­
re n te s, delgadas y de form a variable, de u n sabor caústico,
estíptico y m etálico; n o absorve la hum edad d el aire, pero
se descom pone en p arte a l contacto de la luz. Se disuelve
en partes igu ales de agua fria y en dos de alcohol h ir ­
v ie n d o , que sin em bargo la abandona de m o d o , que solo
contiene al e n friarse u n a pequeña cantidad. A pesar de
e s to , convendría acaso m ejor h a c e r la prim era disolución
con el alcohol h irv ie n d o , que p re p ara rla por las tritu racio ­
nes con el azúcar de le c h e ; hecha a s i l a d ilu ció n , con­
te n d rá siem pre bastantes p artes para form ar la prim era
a ten u ació n , de la cual se h a rá n despues las demas con el
alcohol frío según el m odo usual.
A usem cum META.LLICOM, arsenium ; arsénico metálico;
arsen.
162. E ste m etal se h alla nativo en panes laminosos,
con el nom bre de m ina de cobalto ó de polvo para las
moscas, ó bien unido al o x íg en o , como ácido arsenioso,
ya bajo la forma de pequeñas agujas en manojos, ya de la
de arena y unido á oíros m etales. Se obtiene estrayéndo-
le por la sublim ación del cobalto arsenical; está en panes
lam inosos, es q u eb rad izo , de un gris de acero brillante,
m uy alterable al aire, muy volátil, com bustible, insípido
é inodoro, pero exhala un olor de ajo cuando se seca á la
lum bre. E s fácil de pulverizar, pero á causa de su combus­
tibilidad es necesario no pulverizar sino nna pequeña can­
tidad á la vez. Se podrán hacer las tres primeras aten u a­
ciones por la trituración.
A e s e u ic u h , sutfuretum arsenici flavum au-
c it r in u m

rurn pigmenlum; arsénico amarillo de lim ón, sulfuro


de arsénico am arillo, oro pimente; rauschgelb, gclbes
scliwefel-arsen, operment.
163. E sta sustaucia metálica se halla nativa eu H un-
POCO USADOS. 115
p r ía , en la S erv ia y la V alach ia, y también en Levante.
E s tie rn a , un poco flexible compuesta de láminas transpa­
re n te s, b rilla n te s, y algunas veces de nn pulimento vivo,
de color am arillo lim ón tiran d o un poco á verde; esparce
estando al fuego un olo r sofocante de ajo y azufre. Se
obtiene tam bién fund ien d o ju n tam en te 61 partes de arsé­
nico m etálico y 3 9 p arte s de azufre sometiendo el todo á
la su b lim ació n , <5 b ien hacien d o pasar una corriente de
ácido h id ro su lfú rico en una dilución acuosa de ácido arse­
nioso ó d e nn álca li arseniad o m ezclado con ácido hidroctó-
rico ó de o tro c u alq u ier ácido. E l sulfuro de arsénico obte­
nido de esta m an era tom a el nom bre de oro pim ente falso
<5 el d e óxido d e arsén ico sulfúrico.

A rse n ic u m BCBBnH, sulftiretum arsenici rubrum , rubi-


nus arsenicalis; arsénico en carn ad o , sulfuro de arsénico
e n c a rn a d o , re ja lg a r; rother arsenik , rothes schwefel-
arsen , rejalgar.

1 6 4 . E s te m in eral se e n cu e n tra en la boca de varios


v o lc a n e s , d onde se h a form ado p or la sublim ación, en
p a rticu lar en la S olfatara cerca d e K ápoles, y en la Gua­
d a lu p e , d onde le dan el nom bre de azufre encarnado.
T am bién se en cu en tra sobre el S t-G o tth a rd mezclado con
la dolomía ó el cuarzo en varias m in as, como la de N a-
giac en T ra n silv an ia ; se p resenta bajo diferentes formas
de cristales tra n s p a re n te s , de un encarnado escarlata. Se
o b tien e artificialm ente p or la sublim ación de una mezcla
d e arsénico nativo y de p irita sulfurosa, ó bien fundiendo
ju n ta m e n te el arsénico m etálico con el oro pim ente. E l
producto de esta operacio n se llam a entonces faha rejal­
gar ó sulfuro de arsén ico en carn ad o artificial. E s de un
encarnado m oreno, en m asas só lid as, co n cretase informes,
y da cuando se m achaca u n polvo am arillo de naranja.

Aiirüm fu lm ih a n s ; oro fu lm in a n te ; knaltgold.

165. E sta sustancia m etálica, obtenida primeramente


p o r la com binación del óxido d e oro con el am oniaco, se
prepara m ejor por m edio d el c lo ro ro de oro puro. Se ob­
116 MIMBRALES

tiene de este modo precipitando el cloruro por el amo­


niaco , despues de lo cual se lava el precipitado y se seca
á una tem peratura moderada. E s una sustancia sólida,
am arilla, insípida, que detona con gran violencia por la
acción del choque ó del fro te , de modo que los frascos en
qne se conserva deben cubrirse solo con un papel. Do
aquí resulta que este cuerpo no debe someterse nunca á
la trituración.

B aby ta a c é t ic a , acetas barytce ; barita acetada, acetato


de b arita; essigsaurer baryt.

166. E sta es una preparación de la cual nadie se sir*


ve hoy en homeopatía , todos prefieren el carbonato de
barita , que tiene las mismas virtudes medicinales y posee
ademas la ventaja de poder ser tratado por la trituración
y formar asi preparaciones mas inalterables. Sin embar­
g o , para ser completa indicaremos la preparación. Se di­
suelve carbonato de barita en ácido acético químicamente
p uro , y se evapora el líquido hasta el punto de cristalizar.
U n grano de sal cristalizada se disuelve despues en 100
gotas de agua destilada, que es lo que da la primera ate­
nuación; la segunda se hace con el alcohol acuoso, el res­
to con el espíritu de vino ordinario.

B a ry ta c a u s tic a s.p ura , baryta oxidata; barita cáus­


tica, protóxido de b a rita ; mtz-baryt , reine schwer-erde.

167. E sta tierra, descubierta por Sebéele en 1774, ha


sido llamada tierra pesada á causa del peso que le es pro*
pió. Se la encuentra principalmente en el espato pesado,
que es una combinación muy íntima de la barita con el
ácido sulfúrico, y que contiene muchas veces también una
pequeña parte de estronciana. Se halla también aunque muy
rara vez en la Witherite.
A fin de obtener la barita p u ra , se disuelve hidroclorato
de barita en el agua destilada, se añade á esta dilución
sub-carbonato de potasa para conseguir un precipitado que
se lava y se hace secar. De este modo se obtiene el sub-car­
bonato de b a r ita , que mezclado despues con 6 -1 0 partes
POCO USADOS. i 17

de carbón vegetal, se forma una bola por medio de la goma


tragacanta y so pone eo un crisol; se rodea de carbón de
leña pulverizado, se cubre con otro crisol, y se pone des­
pues por una hora al calor de ana fragua. La tierra obtenida
de esta m anera, presenta una masa blanca gris quebra­
diza, anhidra, de sabor acre, corrosiva, que hace eferves­
cencia con los ácidos, hierve en el agua del mismo modo
que la cal, se disuelve en este fluido en gran cantidad y
forma cristales enfriándose. Para hacerle propio al uso de
la homeopatía se procede como para la calcárea cáustica
(v. núm. 171).

Bismuthum HETALicmi, marcasita; bismuto metálico; w íí-


muth-metali.

168. E ste metal se presenta en la naturaleza de dis­


tintos modos, ya nativo, ya al estado de óxido, ó combinado
con el azufre; se halla en las minas de B ohem ia, Sajonia,
en F ran cia, en la JNormandía, etc. Se obtiene en grande
cstrayéndole de las m inas por medio del calor; pero el
m etal obtenido de esta manera está sucio ordinariam ente
por el arsénico, el h ie rro , etc. P ara purificarle de estos
metales estraños se disuelve en el ácido n ítric o , donde se
precipita por el agua. D espues se seca el precipitado, se
añade flujo negroy y se reduce en un crisol por la acción
de un calor suave. E ntonces el metal queda en el fondo del
c riso l, y puede fácilmente separarse de la masa salina que
le cubre. E s un metal de un blanco am arillento, laminoso,
quebradizo, poco alterable al a ire , muy fusible, arde for­
m ando una llama azulada, y es fácil de pulverizar. Debe*
rán prepararse las tres prim eras atenuaciones por la tritu ­
ración.

B uoitinm , murides , m urina ; brom o; brom .

169. E l bromo descubierto por Balará en M ontpe-


llic r, se halla en el agua del mar combinado cou el yodo,
ó en las aguas madres de las salin as, unido al cloro; se
halla tam bién en los lagos, en las aguas salinas d eK re u z -
n a c b ,c n la sosa de V arees, en algunos moluscos, y eu la
m U IN E B A L B S

sal g em a, y e n alg u n as m in as de liu c , Se obtiene esta


sustancia d é l a s aguas m ad res d e la s salin as e c h a n d o so b re
su superficie u n a capa d e é t e r , q u e se u n e al brom o * y
agitado con la potasa da u n b ro m u ro . E s te b ro m u ro m ez­
clado despues con el peróxido d e m anganeso y tra ta d o por
e l ácido sulfúrico disuelto, es lo que produce vapores ru ti­
lan tes, que se condensan y guardan bajo el vitriolo en un
irasco herm éticam ente tapado; este líquido se pone q uím i­
cam ente en tre e l cloro y el yodo; es neg ru zco , está en
capas muy delgadas de uu encarnado ja c in to , m ancha la
\Ae\ de am arillo, de un olor muy desagradable, sofocante,
de un sabor nauseabundo, cáustico, y astringente muy
v olátil; se evapora al a ire , obra sobre las sustancias orgá­
nicas como el cloro, difícilmente solüble eu el a g u a , pero
fácil de disolver en el alcoliol y en el éter. Las atenuación
nes deben todas prepararse cou el alcohol.
C a lg a k ra . a c é t i c a , a c e ta s calcis ; cal a c e ta d a , acetato de
c a l ; e s s ig s a u re r kalk*
170. l i s t a pTepaTacion n o se u sa ; to d o s lo s h o m e ó p a ­
t a s p re f ie re n e l c a rb o n a to d e c a l, q u e p o see la s m ism as
v ir tu d e s , y ad e m a s l a v e n ta ja d e p re sta rse m e jo r á la tr it u ­
ra c ió n , y d a r ta m b ié n p re p a ra c io n e s m as in a lte ra b le s. H é
a q u í cóm o e stá in d ic a d a esta p rep aració n . S e cuecen c o n ­
c h a s d e o stra s en agua d e l r i o , y despues d e m achacadas
cou u u m ax o , se d isuelven e n v in a g re d e stila d o , y poco á
p o co se calie n ta la disolución en una vasija de porcelana
h a s ta q u e c u e z a , d eján d o la d e este m odo h asta que esté
satu rad a. O b ten id o e sto , se filtta el liquido y deja evapo­
r a r h a sta la q u in ta p a rte en una vasija de porcelaua lam -
b ie n .R s ta sustancia tie n e uu color am arillo o scuro, y deja
con e\ tiem po una sustancia mucilaginosa morenuzca , que
se aclara por la precipitación. Mezclada con partes ig u ales
d e alco h o l, queda esta disolución precavida de amohecerse.
T o d as las atenuaciones se hacen con el alcohol.
Ca.ixa*ba. caustica, s. pura y c a l x cal cáustica ó viva;
gebrannter kalh.
171. S e h a lla esta tie rra en los tre s reinos de la n a tu ­
raleza» pero siem pre combinada con los ácid o s, ó unida á la
POCO USADOS. 119

sílic e . La cal p u ra es blan ca, de un peso específico de 2,30.


N o es fu sib le, y tie n e un sabor cáustico, sem ejante a ld e ia
le g ia . P a r a p re p a ra r Ja cal al uso hom eopático, se introdu­
c e n 3 0 g ra m a s (1 o n z a ) de cal viva en un frasco caliente,
se e c h a en cim a 1 5 0 gram as (50 onzas) de agua, se tapa ei
frasco y se deja ha sta que se haya enfriado. Despees se
m ueve e l fra sc o , y se añade á la mezcla 150 gramas de
alco h o l c o n c e n tra d o al cabo de algunos d ías, durante los
c u ales se m u ev e frec u e n te m en te e l frasco , se echa el liqui­
do e n frasq u ito s q u e se tap a n herm éticam ente y se conserra
con e l n o m b re de e sp íritu calcáreo ó tin tu ra de caí cáustica.

C a lc a b e a SULFURICA, sulphas caléis; cal sulfatada, sulfato


d e c a l; schwefelsaurer kalk.

172. E sta sal se encuentra cristalizada en la natura­


leza, y form a, bajo el nombre de piedra de yeso de espe­
ju e lo , e tc ., montañas enteras. Se obtiene también como
producto accesorio, estrayendo eí ácido fosfórico de los
huesos calcinados así como cuando se prepara el ácido
tartárico. Cuando á uua disolución de cal obtenida por el
ácido sulfúrico, el hidroclórico ó nítrico, se añade un
sulfato de uua sustancia alcalina, el sulfato de cal no tarda
en precipitarse, y esta disoluciou contendrá menos agua,
la precipitación será mas pronta y el producto obtenido
pulverizado. E l sulfato de cal no se disuelve sino en qui­
nientas veces su peso de agua; es enteramente insolubleen
el alcohol. Las tres primeras atenuaciones se hacen por la
trituración.

C a l c a r e a m ü r i a t i c a , m urías s. hydrochloras calcis; cal


h i d r a t a d a , cal m u r ia ta d a , m u ria to ó h id ro clo rato de cal;
salzsaurer kalk.

1 7 3 . E s ta sal so e u c u e n tra en e l aj;ua del m a r , o» las


ag u as m a d re s de las s a lin a s , y se o b tie n e como producto
accesorio d u ra n te la p re p a ra c io u d e l esp íritu de sal amo*
n ia c o , d e l su b -c a rb o n a to d e am oniaco , etc. S e obtiene
p u r a , sa tu ra n d o e l su b -c a rb o n a to d e cal (conchas de ostras
p rep arad as) p o r el ácido sulfúrico. E sta sal al estado do
120 MINERALES
cristalización contiene 4 9 ,1 3 de ag n a , atrae rápidam ente
la humedad del aire haciéndose liquida con facilidad. E s
muy soluble en el agua y en el a lco h o l , y con este últim o
deben prepararse todas las atenuaciones.

Cupmm aceticum , acetas c u p r i , cerugo, viride ceris;


cobre acetado, acetato de cobre, c ard en illo , verde gris;
essigsaures kupfer, Griinspan.

174. Esta es una preparación que nadie usa en h o ­


meopatía, porque está reconocido de todos que el cobre
metálico es superior. P a ra obtener el acetato de cobre se
disuelve el verde gris en el ácido acético p u ro , hasta que
la dilución está enteram ente satu rad a, despues se hace
evaporar el ácido len tam en te, y se seca sobre papel de
estraza los cristales obtenidos. L as atenuaciones se prepa­
ran , la primera con el agua d estilada, la segunda con el
alcohol acuoso, y las demás con el espíritu de vino de 70
á 80° centígrados.

C u b r o m c& R B O N ic u M , c a r b o n o s (su b ) c u p r i ; c o b r e c a r b o ­
n iz a d o , s u b -c a rb o n a to d e c o b r e ; k o h te n s a u r e s k u p f e r .

175. E sta sal existe en la naturaleza formando el azul


de cobre, la malaquita y el carbonato anhidro. Se obtie­
ne artificialm ente, precipitando una disolución de cobre
disuelta en ag u a, por el sub-carbonato de potasa lavando
con agua fría el precipitado. Esta sal es de un azul precio­
so , las mas veces cristalizada, pero muchas también en
masas terrosas de azul oscuro y fácil de pulverizar. Las
tres primeras atenuaciones deberán hacerse por la tritu­
ración.

G o t r u m s u l f u b i c u m , s u lp lta s c u p r i, v itr io lu m c u p r i s. cce-


ruleum ; cobre sulfatado, sulfato de cobre, vitriolo azul
ó de cobre; scliwefelsaures kupfer, kupfervitriot.

176. E sta sal se halla en la naturaleza en las grutas


de las minas de cobre ó bien en disolución con las a^uas
inm ediatas á las m inas de sulfato de cobre, de donde se
POCO USADOS. 12 i

e s tr a e p o r la e v a p o r a c ió n . P a r a h a c e r q u e esta sal sea p ro ­


p ia al u s o m e d i c i n a l , s e c a lie n ta e l c o b re con e l acido su l­
f ú ric o c o n c e n t r a d o , s e d is u e lv e e l p ro d u c to y se deja cris­
t a l i z a r . E s t a s a l esta' e n c ris ta le s g ru e so s d e un herm oso
c o lo r a z u l , d e o lo r m e t á li c o , d e s a g ra d a b le , estíptico. C u a n ­
d o s e c a lie n ta p i e r d e su a g u a d e c ris ta liz a c ió n , y da nn
p o lr o b la n c o q u e e s su lfa to d e c o b re a n h id ro . El vitriolo
d e l c o m e rc io casi s ie m p r e está su c io p o r el h ie rro ó el zídc;
y h é a q u í p o r q u é el m é d ic o h o m e ó p a ta debe p rep ararlo
p o r s í m ism o . D e b e n h a c e r s e la s tre s p rim e ra s atenuacio­
n e s p o r Ja tr itu r a c ió n .

F e r h u m a c e t i c u m , acetas fe rri; h ie r ro a c e ta d o , acetato


d e h i e r r o ; essigsaures eisen.

1 7 7 . D e esta p r e p a r a c ió n , corno d e todos los acetatos,


n a d ie se sirv e e n e l d ia. G u a n d o se usaba d e esta p re p a ra ­
ció n , se o b te n ía p o n ie n d o c a n d e n te á fuego b lan co uu
a la m b r e , m e tié n d o le e n seg u id a en el ácido acético , y h a ­
c ie n d o e v a p o ra r la d iso lu ció n y se car el residuo. L a s a te ­
n u ac io n e s se h a c ía n h a s ta la 3 a con el azúcar de le c h e ,
p e ro to d o s lo s h o m eó p atas p refieren h o y el h ie rro m etálico.

F e r r o m o x id a tü m iiid u a tu m ., hydras oxijdi ferri, carbo­


nos (sub) ferri, rubigo ; óxido de h ie rro , óxido de h ierro
h id ra ta d o ó carb o n atad o , sub-carbonato 6 h id rato de h ie r­
ro , r o b ín ; eisen-oxyd-hydrat , kohetensaures eisenrost.

1 7 8 . E l m odo m as sencillo de o b te n e r esta sal consiste


en d iso lv e r en agua calien te sulfato de h ie r ro , se (ilira
despues la d ilu c ió n , se añade u n a solncion acnosa de su b -
carb o n ato de sosa m ien tras que se form e todavía un pre­
c ip ita d o , que se separa en seguida p o r m edio del filtro,
d espues d e lo cual se seca y conserva en un frasco bien ta ­
pado. E sta sal form a un polvo fin o , encarnado neg ru zco ,
in o d o ro , y que n o es atraíd o p o r e l im án.
B m nocvA N ii acid u m , acidumhydrocyanicum; ácido p rú ­
sic o ; blausaure.
179. E ste ácido no ha sido h allado mas que en los r e i-
122 MINERALES

nos vegetal y anim al. S e h alla tam bién en teram en te fo rm a­


do en muchos vegetales, como por ejem p lo , en los adelfos,
ea los m elocotoneros, albaricoque, c iru e lo , etc. P a ra el
uso homeopático se ha propuesto p rep a ra r el ácido según
el método S c h ra d e r, y como es m uy im p o rtan te para la
regularidad de las observaciones, que todos los hom eópatas
usen la misma p rep aració n , adoptam os ig ualm ente el de
Schrader. Según este a u to r, se obtiene e l ácido prúsico
introduciendo 30 gram as de prusiato de potasa bien pulve­
rizado ea una re d o m a , cuyo cuello vaya á p arar á un rec i­
piente que contenga 30 gram as de alcohol de 2 6 °, y que
se ha enfriado con nieve. H echo esto , se echa sobre la sal
una mezcla de 60 gram as de ácido fosfórico, cuyo peso es*
pecífico sea de 1 ,1 3 , y de 90 gram as de espíritu de vino
de 26°, y se calienta la reto rta hasta que deje de pasar al­
guna cosa al recipiente. E l producto en friad o , se mezcla
con espíritu de vino de 26° en cantidad suficiente para que
el todo haga 1 8 0 g ram as, y s e conserva en frasquitos h e r-
m élieam ente cerrados. E l ácido prúsico couceatrado forma
un liquido inodoro, poco ácido y muy volátil. E spuesto al
aire se evapora, y absorve tanto calórico, que la p arte que
queda se congela. E s de un olor vivo y sofocante, que
cuando el ácido está muy diluido se parece al de las alm en­
dras am argas ó al de la adelfa. E l sabor es eu un principio
fresco, despues a c re , y al fia urente. L a mayor parte de
los médicos homeópatas usan en vez del ácido prúsico et
jugo de la adelfa (v. núm. 268). L as atenuaciones de este
ácido deben hacerse al alcohol, y conservarse en frasqui­
tos herm éticam ente cerrados.

K ali c au sticu m , potassa caustica,* potasa cáu stica, pota­


sa; gewachs-taugensalz , kaustisches kali.

180. L a potasa ó álcali vegetal (comp. natrum causti­


cum , núm. 188) forma parte de todos los vegetales, escep-
to aquellos que están en las cercanías del m ar, sobre un
terreno im pregnado de sulfato é hidroclorato de sosa. Esto
álcali es menos abundante en el reino m ineral; pero se
halla tam bién como en el reino animal. Se obtiene la po­
tasa por la combustión de los vegetales al a ire , haciendo
FOCO USADOS. 123

le g ía d e l p ro d u c to y e v ap o rá n d o la ha sta sequedad. L a pota­


sa d e l c o m e rcio n o esta' n u n c a p u r a ; casi siem pre se halla
m ezclada con sulf;ito 6 h id ro c lo ra to de potasa. Al estado
p u ro y c o n c e n tra d a es b la n c a , q u e b ra d iz a , m uy cáustica,
h a c ié n d o s e fá c ilm e n te d e liq ü e sc e n te al contacto dei aire. E s
so lu b le e n e l a lc o h o l, p e ro en e ste estado ataca el vidrioá
m enos q u e n o e sté m u y d ilu id a ; de m anera que esta propie*
d a d no im p id e c o n se rv a r en frascos de vidrio las atenuacio­
n e s h e c h a s con e l a lc o h o l, d e sd e la p rim era hasta ia últim a.

M a g n e s ia c a x c i n a t a S. p u r a ; magnesia calcinada; ge-


brannte m agnesia .

181. L a m agnesia pura no se halla en ninguna parte


en la n atu raleza, pero existe combinada con el ácido car­
bónico en la m agnesita; con el ácido sílico en la espuma
del m a r, como la se rp e n tin a , e tc .; con el ácido nítrico en
las aguas m adres de las salinas, etc. Form a también parte
de m uchas m aterias anim ales y vegetales. Se obtiene cal­
cinando el sub-carbonato de m agnesia, hasta que deje de
h erv ir con el ácido hidroclórico diluido. E sta sustancia mas
ó meuos cáustica según su grado de calcinación, os un poco
alcalina, blanca, pulverulenta, casi in síp id a, é insoluble en
el agua. Espuesta al aire, se transforma fácilmente eu sub-
carbonato, lo que hace que los frascos en que quiera con­
servarse deben estar tapados á la lampara. La magnesia
del comercio está algunas veces adulterada coa la cal viva
ó bien con el carbonato de cal; en el primero de estos ca­
sos se calienta al contacto del a ire, y colora en amarillo el
sublimado corrosivo cuando se tritura cou él; si contiene
por el contrario sub-carbonato de cal, es efervescente con
los líquidos.

Mahganubi aceticum , acetas mangani; manganeso aceta­


do, acetato de manganeso; essigsaurer braunstein.

182. G u an d o au n se usaba esta preparación en h o m eo ­


p a tía , se o b te n ía h a cien d o h e rv ir el carb o n ato do m an g a­
n eso (v. nú m . 1 3 0 ) con v in a g re d e stila d o h asta com pleta
sa tu ra c ió n d e l á c id o , h a c ie n d o e v a p o ra r la dilución hasta
\2\ M INERALES

que tenga la consistencia de jarabe. L as atenuaciones se


hacían lodas al alcohol.

manganesium;m'Aüí;-áüas'á'y m a n ­
M a ng a n u m m e t a l u c u m ,
gan, braum tein-m etall.

183. E ste metal se halla ea la naturaleza al estado de


óxido, ó unido al azufre, ya como materia colorante en va­
rios fósiles, ó formando parte de aguas m inerales. E l metal
puro es de un gris argen tin o , quo no tiene ni olor ni s a ­
bor; tiene un brillo metálico d é b il, de fractura granulosa,
fácil de lim ar y reducir á polvo. Las tres prim eras atenua­
ciones de este metal reducido á polvo, deberán prepararse
por la trituración.

M e r c c r íu s , acetas mercurii , hydrargyrum ace-


a c e t a t u s

tatum; mercurio acetado, acetato de m ercurio; essig-


saures quecksilber.

184. E l ácido acético no obra de un modo muy d eter­


minado sobre el mercurio en estado de m etal, pero se com­
bina con bastante facilidad con los óxidos de esta sustancia.
Se obtieue ol acetato de mercurio por la dilución del deu-
tóxido de mercurio en el ácido acético, ó bien la del de
una mezcla de acetato de potasa con el nitrato de plata.
Con este objeto, se introduce en una retorta de vidrio el
deutóiido de mercurio ó bien el sub-carbonato de m ercu­
rio , se echan sobre esto ocho partes de agua destilada, se
coloca la mezcla en un baño de aren a, y luego que hiervo
se añado ácido acético hasta que se haya disuelto el óxido
mercurial. Hecho esto, se filtra lo mas pronto posible el
liquido y se deja cristalizar. Esta sal cuando está pura
forma cristales blancos, grasos al tacto, laminosos y b ri­
llantes; es fija, se colora en negro por la acciou de la luz
y la humedad combinadas, es difícilmente soluble en el
agua y completamente insoluble en el alcohol. Las tres
prim eras atenuaciones deben hacerse por la trituración.
P ero ea general se prefiere el mercurio vivo, y se usa mas
el acetato de mercurio que ningún otro.
POCO USADOS. 125

hydrargyrum muriaticum mite , mu­


M e r c u r io s d u l c í s ,
rías s. proto-chloretum mercuriij colometas; mercario
d u lce, m ercurio m uriatado, ó proto-cloruro de mercurio,
calóm e!; versüssles quecksilber, catomet.

185. E sta sal se llalla nativa en el Palatinado y en


E spaña coa el nom bre de m ercnrio córneo. Se obtiene ar­
tificialm ente de varias m an eras, que sin embargo no se
hallan todas en estado de proporcionar preparaciones uni­
formes. P ara el uso hom eopático se ha propuesto ei siguien­
te proceder. Se hum edecen cuatro partes de sublimado
corrosivo con un poco de alcohol, y despees de haberlas
machacado en un alm irez de vidrio, se añaden tres partes
de m ercurio vivo, y se tritura todo hasta que desaparezcan
todos los globullillos de mercurio. Despues se seca la mez­
cla con un calor d u lce, se somete á la sublimación, sem a-
chaca el producto, se somete de nuevo á Ja sublimación,
se pulveriza, se echa encima espíritu de vino alcoholizado
y digiere el polvo, hasta que el sublimado corrosivo esté
completamente disuelto. Hecho esto, se separa el polvo del
alcohol y se hace secar. E l calomelo puro es de un blaoco
resplandeciente, insoluble en el alcohol y el agua, inalte­
rable al aire, volatilizable por el fuego y casi insípido. Las
tres primeras atenuaciones deben hacerse por la trituración.

M e rc u riu s p re c ip ita tu s ai,bus, hydrargyrum ammoniato-


muriaticum; precipitado blanco (de los antiguos), oxi-
cloruro amoniacal de mercurio; weisserprcecipitat.

186. Se disuelve en 500 gramas de agua destilada ca­


liente, 80 de sublimado corrosivo y otro tanto de sal amo­
niaco puro; cuando la dilución esta fría y que se ha fil­
trado, se añade una dilución acuosa de sub-carbonato de
sosa, hasta que se forme un precipitado blanco, que se fil­
tra lavándolo con agua fria, hasta que esta agua salga del
filtro en un estado perfectamente puro y sin sabor, despnes
de lo cual se espone el producto á una corriente de aire
para secarle. Se puede ajun obtener esta misma sal de un
modo mucho mas simple, y que consiste en disolver el su­
blimado corrosivo en veinte partes de agua destilada fria
126 m in e ra le s

y añadir poco á poco y meneando constantem ente la m ez­


c la, amoniaco líq u id o , hasta que deje de form arse el p re ­
cipitado blanco pulverulento. E l precipitado blanco es un
polvo de un blanco sucio, de un sabor metálico desagrada-
ble y acre, iosoluble en el alcohol y muy poco soluble en
el agua, que concluye por descom ponerle cuando está mu­
cho tiempo en contacto con él. D eberán hacerse las tres
primeras atenuaciones por la trituración.

hydrargyrum oxydatum
M e r c ü r it js p r í e c i p i t a t u s r u b e r ,
rubrum ; precipitado encarnado , óxido encarnado de
mercurio; rother prcecipitat.

187. Se disuelven dos partes de mercurio en tres partes


de ácido nítrico, esponiendo la mezcla á un calor suave
en un principio, pero que se aumenta poco á poco; se eva­
pora la dilución hasta que quede eo seco, se tritura el re­
siduo hasta la estincion con el mercurio p u ro , hum ede­
ciendo de tiempo en tiempo el polvo con agua p ura; se
seca la m asa, se calienta hasta fuego rojo en uua vasija
abierta hasta que dejen de formarse vapores encarnados,
despues de lo cual se deja enfriar el residuo y se reduce i
polvo por la trituración. E l precipitado encarnado obtenido
de este modo forma un polvo fino de un color hermoso en­
carnado cla ro , es inodoro, pero de un sabor desagradable,
acre y estíptico; la acción de la lnz le pone amarillo y le
descompone; el agua y el alcohol son casi incapaces de d i­
solverle. Deberán hacerse las tres primeras atenuaciones
por la trituración.
Molybd/Einum; molibdeno; wasserblei.
188. E ste metal no existe en la naturaleza mas que al
estado de sulfuro. E s de un gris azulado, duro, quebra­
dizo, muy refractario, aun casi insolublc y acidificable. Se
obtiene por la reducción de uno de sus óxidos ó bien por
la del ácido molíbdico con el hidrógeno. E l ácido nítrico
y el agua real lo disuelven, ol ácido sulfúrico le convierte
en una masa morena. Para el uso homeopático deberá to­
marse este metal en polvo, y hacer las tres primeras ate­
nuaciones por la trituración.
POCO U SA D O S. 127
M o i í e m n i a c id u m , acidum molybdicum; úcido molib-
dico; molybdcenscture.

Í 8 9 . P a ra o b ten e r este ácid o , se hace calcinar el sul­


furo de m olibden o , cale n tan d o hasta calor rojo en una
vasija a b ie rta , y se e strae el ácido p o r medio del amoniaco
cáustico. P a ra sep ara rle despues de esta com binación, se
precipita po r el ácido n ítrico ó el acético, ó bien se somete
la. com binación á la acción de nn calor fu e rte , se lava el
ácido obtenido con a g u a , se seca y funde en una vasija de
vidrio 6 en un crisol de p latino. E ste ácido es nna masa
b lan ca, lig e ra , p o ro sa, fu sib le, v o látil, que se pone ama­
rilla cuando se espone á un calor fu e rte , de un sabor me­
tálico, soluble en 570 partes de agua fria. L as tres prim e­
ras atenuaciones deben hacerse por la trituración.

N atru m causticum , soda caustica; sosa cáustica; kaustis •


ches natrum .

190. E ste álcali se halla en gran abundancia eo el


reino m ineral, ya al estado libre, ya unido coo ácidos for­
mando de este modo la base de uoa gran parte de m i­
nerales. E s al rein o m ineral lo q u e la potasa es al reino
vegetal, por lo cual le llam aban antes álcali m ineral. Se
encuentra al estado libre en los lagos de sosa en Egipto,
así como en varios lagos de H um gria, como también ai es*
tado de eflorescencia en el fondo de varios estanques secos
en los países calientes. Combinada á otras sustancias forma
con el ácido hidroclórico la sal común; la sal gema y Ja
de las sa lin as, y con el ácido sulfúrico la base de varias
aguas minerales. Se halla también en las conizas de los
vegetales que crecen á Jas orillas del m ar, pero cultivados
en terrenos lejanos la pierden por completo. E n el reino
animal es mas abundante la sosa que Ja potasa, que no se
halla sino en muy corta cantidad. La sosa pura ó cáustica
está en fragmentos aplastados, blancos, de un olor y sabor
de iegia; puesta al aírese reblandece en un principio y se
seca despues, pasando al estado de sub-carbonato. Deberá
hacerse Ja primera atcuuacion con ajjua, la segunda con
el alcohol acuoso, las demas con el alcohol ordinario.
128 MINERALES
Natrxjm sui.fuuvttim, sulfuretum soda; sosa sulfurada,
sulfuro de sosa; scliwefel-natrum.

191. P ara preparar este sulfuro, se toman partes igua­


les de azufre y de sub-carbonato de sosa, y se funden espo­
niéndolas á un calor suave en un crisol cubierto hasta que
la masa no haga mas efervescencia, despues de lo cual se
pulveriza esta masa todavía caliente y se pone en frascos
Lien tapados. L as tres prim eras atenuaciones deberán h a ­
cerse por la trituración.

O s m iu m ; osm io; osmium.

192. E sto m etal, descubierto en 1804 por T enaut, se


encuentra en la mina del platino, donde se halla combina­
do al iridium. P ara obtenerle, se pulverizan en un almirez
de acero los cuerpos duros que quedan insolubles cuando
se disuelve el platino en el agua real, y que son una com­
binación de osmio y de iridio. Hecho esto, se lava el polvo
con ácido hidroclórico, se añade una parte ig u al, en cuanto
al peso, de nitro anhidro, y se introduce la mezcla en una
retorta de porcelana con un recipiente tubulado, y que por
medio de u n cañón esté en contacto con un frasco qne con­
tenga amoniaco líq u id o , á fin de que se pueda mejor re ­
coger y fijar todo el osmio que se desarrolle. Se calienta
despues la retorta hasta el calor blanco, y se sostiene el ca­
lor hasta que dejen de formarse burbujas de gas en el amo­
niaco. L a masa salina que queda en la retorta se disuelve
despues en agua fria y m ezclada, en un frasco tapado á la
lám para con agua real que contenga ácido nitrico en es­
ceso. Hecho esto, se somete la mezcla á la destilación, pro­
curando no dejar evaporar el ácido ósmico, que es muy
volátil. A la dilución del ácido ósmico obtenida de este mo­
d o , se añade ácido hidroclórico con esceso de ácido, y se
sum erge una varilla de zinc, al rededor de la cual no tarda
en precipitarse el osmio metálico. E n este estado el osmio
m etálico es de un color negro ó negro azulado, fácil de
pulverizar, infusible y volatilizable al contacto del oxígeno.

Pium busi a c k tic u m , acetas plumbi, sacchamm Saturni;


POCO USADOS. 129

plomo acetado, acetato de p lo m o , azúcar de Saturno;


essigsaures blei, bleizucker.

193. P a ra obtener esta preparación, á la cual prefie­


ren hoy el plomo m etálico, se toma el acetato de plomo de
In g laterra, se disuelve en agua destilada caliente, y se co­
loca en un sitio tem plado á fin de que pueda cristalizar,
despues se hace evaporar hasta reducir á mitad el liquido
que queda, y se deja cristalizar de nuevo. Los cristales exha­
lan un olor agrid u lce, y un sabor estíptico; se eflorecen
un poco al aire y los descompone el ácido carbónico. Al
estado seco, el acetato de plomo debe tener las cualidades
citadas, y ser perfectam ente blanco y soluble en parte y
m edia de agua pura y en el alcohol. S i está mezclado con
el nitrato de plomo es menos soluble, mas blanco y detona
cuando se le pone sobre las ascuas. Muchas veces también
está adulterado con el acetato de cal. Guando se conserva
mal es am arillento y menos soluble. Cuando se quiera usar
esta sustancia, las tres prim eras atenuaciones deben hacerse
p or la trituración.

S a p o d o m é s t ic o s ; javon com ún; hausseife.

194. E ste es el javon blanco de M arsella, que algunos


homeópatas nsan con este nombre. Se disuelve en el alco­
h o l, y se preparan todas las atenuaciones por medio de
este liquido.

S t b o h t ia n a c a u s t ic a ; estronciana cáustica; kaustischer


strontian.

195. E sta tierra se halla en la naturaleza al estado de


sulfuro y de carbonato; ha sido descubierta primeramente
en Strontian , en Escocia, de donde-toma el nombre. E n
general no se halla en abundancia; respecto á la barita es,
en cuanto á sus propiedades quím icas, lo que la sosa es á
la potasa. Se obtiene la estronciana cáustica del mismo mo­
do que la barita cáustica, es un álcali sólido, gris y soluble
en el agua. Para hacer las atenuaciones deberá disolverse
SUSTANCIAS

en dos partes de agua caliente y tratarla en seguida por


el alcohol.

S v ltü b aIjCOHOlisatdm , alcohol sulfuris lampadii, carbo-


rctum sulfuris , carbonium sulfuratum; azufre alcoho­
lizado, alcohol de azufre, azufre carbonizado; schwefe-
lalcooL

196. S e obtiene esta combinación de carbono y azufre


por la destilación del sulfuro de hierro con el carbón, ó
bien haciendo pasar vapores de azufre al través de un tubo
de porcelana lleno de lum bre. E l alcohol de azufre es un
líquido incoloro, transparente, de un sabor acre, de un
olor fétido y penetrante, es muy volátil, insoluble en el agua,
pero muy soluble en el alcohol. Las atenuaciones deberán
hacerse con el alcohol.

C A PÍTU L O m .

De la preparación de las sustancias vegetales.

I® Observaciones generales.

197. Lo que hay de mas esencial en la preparación de


sustancias vegetales, es que cada planta sea cogida ea sa-
zoo, cuando sus virtudes esten mas desenvueltas, y que
esta recolección se haga en un tiempo seco y sereno, cuan­
do las plantas no oslen humedecidas ni por la lluvia ni por
el rocío. No es menos importante ademas, que todas fas
plantas sean recolectadas sobre el terreno quo les es propio,
puesto que está probado quo la misma planta cogida en
terrenos diferentes tiene también muchas veces diferentes
propiedades; así,todas lasque crecen ordinariamente sobre
un terreno seco y montañoso tienen en general muchos
menos principios eficaces si se cogen sobro un terreno hú­
medo y pantanoso. Lo mismo sucede con las plantas es­
puestas al aire y al sol; son preferibles á las que crecen i
la sombra y en lugares que no esten suficientemente ven­
tilados, á menos que por su naturaleza estas últimas deban
v e o e ta lb s. i 3|
criarse en sitios som bríos. L as plantas salvages sod pre­
feribles i las que se cultivan en los jardines.

198. N o siem pre la planta entera se asa en homeopa­


tía ; muchos m edicam entos p o r el contrarío se preparan
cou las hojas» las flores, las cortezas, las raices ó ios fru­
tos d e la p la n ta , y para otros no se usa sino sus resinas 6
gomas, y los productos obtenidos por las operaciones quími­
cas, po r la ferm entación, etc. Los medicamentos qae se pre­
p aran con la p lan ta entera son: el amica, artemisia vulg.,
asarum , belladona , cfiamomilla, drosera , eupkrasia, filix
mas, fragaria v e s c g r a tio la , lactuca, parís quadr., pe-
troselinum , piilsatilla , ranunc. scel, ranunc. bulb., fa~
raxacum , vinca minar, viola tricolor , viola odorat. —
A lliu m sativ., aquileja absinthium, atriplex olida, calén­
dula , chenopodiun glanc . , hypericum perfor. , lolium
temulentum, ononis spinosa, sedum, thimus, verbena. —
T odas estas plantas son la mayor parte indígenas, se cogen
poco antes do su florescencia, á escepcion de las plantas
narcóticas y arom áticas como la bellad.t ckam., y todas las
que sus flores se desarrollan simultáneam ente con las hojas,
<5 quo no tienen todas sus virtudes siuo durante sa flores­
cencia, como po r ejem plo, la pulsatilía, etc. Las partes ac­
tivas de todas estas plantas se obtienen por la presión y se
mezclan cou el alcohol, despues de lo cual se conservan
bajo la forma de tinturas ,

199. L as plantas do las cuales no usamos mas qne las


h o ja s (ó los tallos), son: aconÍtum¡ cetkusaj caladium>can-
nabis, clematis, conium, digitalis, dulcamara, hyoscyma
ledum, menyanthes, millefolium , oleander, prunus lau-
roc.j prunus padus, rhododendron , rhus to x ic r h u s ver-
n ix , ruta, sabina , seuna , solanum nigr.t solan. mammos.y
spigelia , tabacum, tanacetum , taxus baccata%teucrium,
thea, thuia occident., uva ursi, verbasc.— Aristolochia ,
asparagus (los tallos), rosmaHnus offic.^ heracleum . —
L as FLoiuES solo: crocus sativ . , lamtum álbum, prwrtuy
spinosa. — Todas las p lan tas, de las cuales no se usan
mas que las hojas, deben recolectarse d u ra n te un tiempo
seco y al mediodía. C uando por casualidad no se pue­
132 SUSTANCIAS VEGETALES

den recoger antes de la época d e la flo rescen cia, vale mas


aun coger las hojas de las que están eñ flor que de aquellas
que no h an florecido todavía. L a m ejo r h o ra p a ra co ger las
flores es por la m añ an a , cuando están m edio ab iertas y el
sol h a consum ido e l rocío. L a s p lan tas de las que no se
usan mas que los tallos deben reco lectarse á p rin cip io s de
otoño, porque entonces su ju g o es m as activo que e n n in ­
guna otra época. S e p rep aran ig u alm en te to d as estas sus­
tancias al alcohol, y se conservan b ajo la form a d e tin tu ra.

2 00. L as p lan tas cnya leíS a, c o r t e z a ó r a í z sé usa


solo, son (c o r te z a s ) : angustura, brucea, cascarilla, china,
dnnam om um , m ezerum , sambucus , sassafras , ulmus
campest. (r a íc e s ) : actma , arummac., berberís, bryonia
alba , cheiidonium, cicuta, colchicum, cyclamen, dictam-
nus , granatum, helleborus niger , ipecacuanha, jalappa ,
pmononia , ratanhia, rheum , sassaparilla , senega, squi-
lla , valeriana, veratrum , zingiber; — archangelica , ca-
hinca , cochlearia, juncus pilosus , cenanthe crocata ,
s e rp e w fa m . L a s cortezas de los árboles resinosos deben
recogerse antes ó m ientras que las hojas ó las flores se des­
arrollan. L as de los árboles no resinosos hácia el fin del
otoño; las leñas se recogen en los primeros dias de la p ri­
m avera, antes que haya subido la seva, y es im portante
que los árboles ó arbustos d e q u e se cogen no sean ni muy
viejos ni muy jóvenes. E n cuanto á las raices, se toman
las de las plantas anuales antes del otoño, las de las p lan­
tas bisanuales al principio do la primavera del segundo
añ o , antes que se desarrollo el ta llo , y las de las plantas
vivaces en el otoño ó en la primavera del segundo ó tercer
añ o , antes que se hagan leñosas. E n general las raices no
deben cogerse jam as en el estío, porque entonces el jugo
está mas repartido en toda la planta. Por lo cual también
se recogen las raices de los árboles y de los arbustos en la
primavera m ientras que se desprende la corteza todavía.
E n cuanto á la preparación de todas estas partes en gene­
ra l, se prepara la tintura alcóholica de las que pueden ob­
tenerse frescas. E n cuanto á las que vienen de ias plantas
exóticas y que no pueden obtenerse sino secas, se pulve­
rizan y estraen los principios activos añadiendo veinte
GENERALMENTE USA.DAS. 133

partes de alcohol, y so conservan igualm ente bajo la forma


de tin tu ra s , 6 b ien se hacen las tres prim eras atenuacio­
nes p o r la tritu ra c ió n cou el azúcar de leche, lo que es me­
jo r, siem pre que la natu raleza de las sustancias lo permita.

201. L a s plantas d e las que se usan los f b u t o s 6 las


s o n : agnus castus, anacardium , anisum sUílat
s e m il l a s ,
capsicum, cinay citrum (el jugo del fruto), cocculus, cof-
fea¡, colocynthis , croton tigl., cubebce eugenia, evonymus ,
ialropha, ignatia , lycopodium, n u x mosckata> n u x vómi­
ca , phellandrium , staphysagria , veratruvi ; — íupulus,
dipterix , olea, pichurim. — Los b á l s a m o s y las h e s i t a s
de los siguientes: aloes, asa fcetida, copaiva, euphorbium,
guajacum , jalappa,opium, teribinthina; — ammoniacum
(gum m i). — É n tr e l a s s e t a s usam os; agaricus muse.,
boletus, bovista . -r- P o r ú ltim o , las plantas de las cuales
sacamos los principios activos por medio de operaciones quí­
m icas, so n : campfwra, índigo, — E n cuanto á la prepara­
ción de todas estas sustancias acabamos de decir arriba, que
siempre que se pueda, es mejor hacer las tres prim eras
atenuaciones por la tritu ració n , que preparar las tinturas
alcohólicas.

2 ° Sustancias vegetales generalmente usadas.

A conitum n a p e llk s; aronit napel; napel-stunnhut, eisen-


hut . — R anunculáceas, Juss., Poliandria trig in ia , L . —
Dosis usuales: 24, 30.

202. E l género de esta planta lleva el nombre de ¿ « w ,


roca, porque en general estas especies habitan las montanas
a lia s; el nombre específico de esta especie viene de
n avillo, porque su raiz lo parece. Se encuentra el aconito
principalm ente en el vértice de los A lpes, en Suiza (sobre
el R ighi), en las montanas de la Boemia y la S ilesia, tuas
elevado del nivel del mar que el veratrum. E l tallo de
esta planta es cilindrico, ramoso y liso, de 6 á 9 decím e­
tros de alto; las hojas estau pecioladas, divididas eu 5 ó 7
lóbulos, profundos y divididos, verde oscuro por encim a
y claro por debajo, brillantes de ambos lados. Sus flores
i 34 SUSTANCIAS VEGETALES.

violetas form an una larg a espiga en el vértice del tallo, y


no tien en cáliz, cinco petalos, de los cuales el superior for­
ma el casco; dos néctares p ed icu lad o sy encorvados; tres á
cinco cápsulas. S e coge la yerba del aconito salvage al p rin ­
cipio de su florescencia, en el mes de jun io ó ju lio ; el que
se cultiva en los jard in es no es de n ingún modo á propó­
sito para el uso hom eopático, y no daria sino resultados du­
dosos. S e esprim e el ju g o de la yerba fresca, que se mezcla
con partes iguales de alcohol, lo que da la tintura m adre,
d e la cnal se preparan despues las atenuaciones al alcohol,
según el m étodo conocido.

JE tm sk c y k ap iu h ; cicuta de los ja rd in e s, apio de perro;


gartenschierling. — U m belíferas, Juss., P entandria d i­
g in ia , L . — D osis usuales: 9.

203. E s una plauta anual que crece en sitios cultiva­


d o s, en los jardines abandonados, los barbechos, etc. Su
tallo se eleva algunas veces á 3 y 6 decímetros de altu ra ,
de modo que el nombre de pequeña no le conviene en r i ­
gor. E s la planta que, según los autores, se confunde á me­
nudo con el peregil; pero mas bien pudieran confundirse
sus hojas con el perifollo; lo q u e distingue estas dos plantas
es que las hojas del perifollo exhalan un olor aromático
agradable cuando se frotan, mientras que las de la cicuta
exhalan un olor nauseabundo. Ademas, las semillas de esta
últim a son globulosas y estriadas; las del perifollo prolon­
gadas; en la atusa, el involucelo no existe mas que de un
lado; en el perifollo está completo. E n cuanto al peregil,
se distingue por el aroma de sus hojas de la cicuta, su in ­
volucelo es completo también; el peregil es una planta
bisanual y aun vivaz, mieotras qué la mthusa no es mas
que anual; por últim o, las hojas del peregil son anchas y
cuneiform es, mientras que las de la cicuta están cortadas.
Tam bién se la confunde muchas veces con la de la cicuta
grande, mas para evitar este error, basta acordarse que esta
tiene manchas y la pequeña estrías. Se prepara la yerba de
la planta del mismo modo que hemos indicado para el aconito.

A ctjea sp icata , christophoriana; cristoforiana, yerba de


G EN ERA LM EN TE USA.DA.S. 135
San C ristó b al; christophs-kraut . — R en u nculáceos t
Juss.., P oliandria m onoginia, L . — D osis usuales?

204. E sta planta crece en los m ontes espesos y m onta-


ftosos, se halla en toda E u ro p a. S u ra iz vivaz es n eg ra es-
teriorm cD te, am arillenta e n lo in te rio r, esp o n jo sa, d e nn
olor desagradable, sabor n a u se a b u n d o ; ta llo herb áceo de
6 i 9 decím etros de alto; hojas p e d u n c u la d as, b rilla n te s;
flores en espigas larg as te rm in a le s; vainas n e g ra s , b lan d as,
ovóideas. S e usa e u h o m eo p atía la ra iz , cogida antes de la
florescencia (en el m es de m ay o ), ó b ie n de la tin tu ra h e ­
cha co a las vainas.

A g a h ic u s m u s c a b i u s ; ag a ric o m o sq u e a d o , seta e n c a rn a d a ;
flicgenschwamm, fliegenpilz. — S e ta s, J u s s ., C rip to g a -
m ia, fungí, L . — D o sis u s u a l: 3 0 .

20 5 . L a seta al n a c e r tie n e u n a form a o v al y e stá co n ­


ten id a en u na esp ecie de v o lv a; el p ie e stá tu b e ro so , y
hueco cuando es v iejo , d e 1 0 á 16 c e n tím e tro s d e lo n g itu d ,
en forma d e so m b rero con vejo en un p rin c ip io , d esp u es
a p la sta d o , en c a rn a d o e s c a r la ta , p ro v isto d e la m in ita s d e
un blanco a m a rille n to , la m iu ita s d isp u e sta s en fo rraa d e
rayos que van d el ce n tro á la c irc u n fe re n c ia . E l o lo r es
desagradable y el sab o r a cre y cáu stico . P a ra h a c e rle á
propósito al uso h o m eo p ático , se lim p ia el p ie y el som ­
brero , y despues de h ab e rle s q u ita d o la e p id e rm is, se c o r­
tan Cu pequeños pedazos y se rie g a n con un v o lum en de
alcohol igual al suyo. S e usa la tin tu ra o b ten id a d e esta
m anera para h ac e r las aten u acio n es al alcohol.

vitex agnus castus y sau zg atillo c o m ú n ;


A gnls c a s tu s ,
keuscfh-lamín. — S au zg atillo s <S v erb o n áceo s, Ju ss., D i-
dinuipia angiosperm a, L . — D osis u su a le s: 9 , 30.

2 0 6 . E sta plan ta saca su nom bre del agnus castus (co r­


d e ro casto), porque las m ugeres griegas cubrían su cama
con la hoja de esta p lan ta d u ra n te la ausencia de sus m a­
rid o s para alejar las ideas im puras. E s u n arbusto q u e , á
causa do sus hojas ele g a n te s, está b a stan te cultivado en los
136 SUSTAHCÍAS V EGETALES
ja r d in e s , p ero se h a lla n a tu ra l en todo el estan q u e del M e-
d ite r á n e o ,e n P ro v e n z a , e n G re c ia , en te rre n o s arenosos
y a l p ie de las ro cas. T ie n e m u ch as veces de 12 á 15 d ecí­
m etro s d e a ltu ra y es m u y ram o so ; las h o jas tie n e n ciuco
folíolos d ig ita d o s , la n c e o la d o s; m u ch as flores en espigas
la r g a s , m u y a p a re n te s , d e un azu l v io le ta ; v ain as se c a se n
larg o s m o n o sp erm as, q n e se p are ce n á la p im ien ta en g r a ­
no . S e m ezcla con p a rte s ig u a le s d e alco h o l el ju g o esprU
m ido d e la s h o jas y la s flo res, <5 m e jo r aun el de las vainas,
q u e d e b e rá n esco g erse d e u n aspecto ta n fresco y un gusto
y sa b o r ta n fu e rte s com o sea p o sib le, si n o se p u ed en ob te­
n e r frescas e n e l m ism o sitio d el nacim ien to .

A l o e ; a lo e s ; aloe .— L iliá c e o s , J u s s ., H e x a n d ria m onogi­


n ia , L . *— D o sis usuales?

2 0 7 . L a su sta n c ia q u e se usa b ajo e ste n o m b re e n


h o m e o p a tía , es el ju g o espesado de la p la n ta . S e d is tin ­
gu en e n e l co m ercio tre s especies, á s a b e r : I o e l aloes su -
c o trin o ; 2 o aloes h e p á tic o ; 3* aloes c a b allin o . L a especie
m as p u ra es e l s u c o trin o ; tie n e un o lo r aro m ático p a r ti­
c u la r , su sa b o r e s d e u n am arg o in te n s o y d u r a b le , está
e n p edazos d e c o lo r m o re n o o scu ro , re lu c ie n te s; se re b la n ­
dece e n tr e los d ed o s y se h ac e p eg ajo so ; su polvo es d e u n
a m a rillo d e o ro . E s ta es d e la q u e u san en h o m eo p atía p a ­
ra la s p re p a ra c io n e s; se p u lv e riz a y e stra e n lo s prin cip io s
activos p o r 2 0 p a rte s d e a lc o h o l, ó b ien se p re p a ra n la s
tr e s p rim e ra s aten u a c io n e s p o r la tritu ra c ió n , q n e es to d a ­
vía m ejo r.

A w acakdium o r i e n t a l e , semecarpus anacardm m ; a n a -


c a rd io , h a b a d e M a la c ; elephafntenlaüs , M aiakka-N uss ,
— T e re b in tá c e o s, J u s s ., P e n ta n d ria d ig in ia , L . — D o sis
u s u a l: 3 0 .

2 0 8 . E s te árb o l de corteza g ris se h a lla e n la s Jn d ia s,


d o n d e crec e en los m ontes viejos. L o s fru to s q u e d a t i e ­
n e n cerca d e 2 c e n tím e tro s de larg o y están com o e n ­
caja d o s e n uii re c e p tá cu lo esponjoso. E s tá n ro d e a d o s d e
dos c u b ie rta s , e n t r e l a s cu ales se h a lla u n líq u id o a c re ,
GENERALM ENTE USADAS. 137
caustico, negruzco. D e este líquido (y no de todo el íru to ,
como dicen las farmacopeas hom eopáticas) debe u sarse se­
gún H an hem ann ; los efectos del liq u id o y no ios d e l {ruto
soo los que h a publicado H an h em a n n . S e h a p rep arad o
la tin tu ra p o r m edio d e 2 0 p arte s d e a lc o h o l, ó m e jo ra s e
hacen las tre s p rim era s a te n u a cio n es p o r \a tritu ra c ió n
con el azúcar de lech e.
A n g ustura, angustarce c o r te x ; a n g u stu ra v e rd a d e r a , co r­
teza de b o m p lan d ia trifo lia ta; angustura-rinde .— B .u tá-
ceos, Ju ss., P o n ta n d ria m o n o g in ia, L . — D osis u su al: 3 0 .
20 9 . L a a n g o stu ra v e rd a d e ra es la cortez-a d e u n á rb o l
d e la A m érica m e r id io a a l, lla m a d o p o r fp 'ild e n o w b o m -
p lau d ía trifo lia ta , q u e p e rte n e c e a l g e n e ro g a lip e a . L a c o r­
teza q u e se esp e n d o e n n u e s tro p a is tie n e e n g e n e ra l u n
co lo r g ris a m a r ille n to , se m e ja n te a l d e la q u in a a m a rilla ;
se escoge c o n p re fe re n c ia e n h o m e o p a tía e n p e d a z o s d e 5
á 15 c e n tím e tro s d e la rg o s o b re 2 m ilím e tro s d e g r u e ­
so s, lig e ra m e n te e n c o rb a d o s , liso s p o r d e n t r o , m a n c h a d o s
p o r fu e ra con p e q u e ñ o s p a n to s b la n q u e c in o s s o b re u n fo n ­
d o c o lo ra d o , y c u b ie rto s d e u n a c a p a b la n c a e sp o n jo sa y
fácil d e q u ita r. A d e m a s , e sto s p e d a z o s d e b e n s e r d e q u e -
b ra d u ra b r i ll a n te , p o ro s a , c o lo r d e c a n e la , d e u n o lo r
arom ático d e s a g ra d a b le , d e s a b o r a ro m á tic o a m a rg o , p e n e ­
tra n te ; re d u c id a á p o lv o d e b e te u e r ia a n g u s tu r a u n c o lo r
sem ejan te al d e l ru ib arb o » L a falsa a n g u s t u r a , p o r e l c o n ­
tra rio , está sie m p re e n g ru e s o s p e d a z o s d u ro s , p e sa d o s , c o n
q u e b rad u ra d e u u b la n c o s u c io , c u b ie r to s p o r fu e ra d e u n
polvo de color de ó x id o ro jo d e h ie r r o ó d e c o lo r d e o ro ,
s ia o lo r a ro m á tic o , s in p o d e r d a r u n a tin tu r a a lc o h ó lic a
q u e se e n tu rb ie cu a n d o se a ñ a d e a g u a , co m o s u c e d e con
ia tin tu ra d e la a n g u stu ra v e rd a d e ra . E s m e jo r p r e p a r a r
las tre s p rim era s a te n u a c io n e s p o r la tr itu r a c ió n , q u e h a ­
c e r d ig e rir la corteza p u lv e riz a d a e n 2 0 p a rte s d e a lc o h o l,
com o se h a ria si se q u is ie se c o n s e rv a r b a jo la fo rm a d e
U ntura.

A thsum s t e i l a t u m , illiciu m a n tsa tu m ; a n ís e s tre lla d o ,


a n is de la C h in a , b a d ia n a ; a n is , $ te m -a n is . — M a g n o ­
lia s , J u s s., P o lia n d ria m o n o g in ia , L . — D o sis u su a le s?
138 SUSTANCIAS V EG ETALES

210. E l v e g e ta l q u e d a la b a d ia n a c re c e e n la C h in a ,
en el J a p ó n , la s islas F ilip in a s , e tc .; es u n a rb u s to d e l
tam añ o d e u n la u r e l, con c o rte z a a ro m á tic a , flores am a­
r i ll a s , a x ila re s , cáliz d e seis h o ja s , v e in tis ie te pétalos;
varias cáp su las con d o s v a lv a s , m o n o sp erm as e n re d o n d o ;
fru to e s tre lla d o , fo rm ad o de la re n n io n d e 6 á 8 c áp su las
o v a la d a s, c o m p rim id a s, u n iv a lv a s , so ld ad as p o r la base, y
ab rién d o se d el lad o s u p e r io r, c o n te n ie n d o cada u n a una
sem illa re lu c ie n te , oval y ap lastad a. E s te fru to tie n e un
o lo r aro m ático , in te n so , a g ra d a b le , y u q sa b o r a c re , a m a r­
g o , c a lie n te y p ica n te . S e p u lv e riz a n las cápsulas con la s
se m illa s, y se h ac e n la s tre s p rim e ra s ate n u a cio n es p o r la
tr itu ra c ió n , ó b ie n si se p re fie re la tin tu r a , so h a c e d ig e ­
r i r el polvo e n 2 0 p a rte s d e alcohol.

A rn ica m on ta n a ; a rn ic a de la s m o n ta ñ a s; berg-wohlver -
teih. — C o rim b ífe ra s, J u s s . , S in g e n e sia o lig a m ia , L-.—
D osis u s u a le s : O , 6 , 1 2 , 3 0 .

2 1 1 . E s ta p la n ta h a b ita n a ta ra lm e n te la s m o n tañ as
altas d e l m ed io d ia d e E u ro p a , en d o n d e h ay pastos v e n ­
tila d o s , en las cú sp id es d el n o rte d e esta p a rte d e l m u n ­
d o , y se h a lla ta m b ié n en A m érica. C o g id a en un te rre n o
lle n o d e m usgo no es p ropia al uso h o m eopático. T ie n e
ra ic e s n e g ra s , d e lg a d a s, fib ro sa s, q u e p a rte n do una esp e­
cie d e rh izo m a; tallo s sim p le s; las h o ja s son o v alad a s, con
lín e a s e n te ra s y o p u estas e n el ta llo ; sn s flores son g r a n ­
d es, ra d ia d a s, d e u n am arillo h erm oso; los fru to s son com o
pen ach o s p lum osos * e n c e rra d o s en u n cáliz com ún do b le.
A n te s d e u s a r esta p la n ta es in d isp e n sa b le lim p ia r la s fio**
t e s , p o rq u e e stá n m u ch as veces su cias p o r la ovacion d e la
m usca amic(B . L a ra iz de esta p la n ta no ta rd a m u ch o
e n p e rd e r u n a p a rte d e sus v irtu d e s cu an d o está espuesta
al a ire p o r m ucho tie m p o , p e ro p u e d e c o n serv arse e l p o l­
vo en frascos b ie n tap ad o s. S e p re p ara e l polvo d e la ra iz
h a c ie n d o la s tre s p rim e ra s aten u a cio n e s p o r la tritu ra c ió n ,
ó bien se h ace d ig e r ir e n 2 0 p a rte s d e alcohol p ara h a c e r
la tin tu ra . S i se p u e d e o b te n e r la p la n ta fresca se coge es­
ta n d o en flo r, y se p re p a ra la tin tu ra m ezclando el ju g o
e sp rim id o d e la p la n ta entera con p a rtes ig u ales do alco h o l.
GENERALMENTE USADAS. 139
; artem isa c o m ú n ; fjemeiner beifus .—
A r t e m is a v u ig a k is
G orim bíferas, Ju ss., S in g en esia poligam ia superflua, L .
— D osis u su ales: ?

2 1 2 . E sta p lan ta se e n c u e n tra en to d a E u ro p a e n los


b o rd es de lo s cam inos e n sitios e s té rile s , lo s escom bros,
en los cam pos, en la s lin d e s, e n la s o rilla s d e lo s v allad o s,
etc. E s una p lan ta vivaz, d e o lo r a g ra d a b le , y d e u n sabor
aro m ático , am argo . L a s h o jas son a n c h a s , a la d a s, p u n ti­
a g u d a s, b lan ca s y a lg o d o n o sas p o r d e b a jo ; los tallo s so n
d erech o s, liso s, ram osos, d u ro s , ru b ic u n d o s, d e 6 á 9 d e c í­
m etros d e a lto s; sus flores so n n u m e r o s a s , p e q u e ñ a s , e n
ra c im o s, de u n am arillo e n c a r n a d o , con c álice s co m p u e s­
tos de p artes aplicad as u n a s so b re o tr a s , poco m as ó m enos
como las tejas de u n te ja d o , y lan o sas. L a ra iz es c ilin d r i­
c a , e n c o rb a d a , y está en to d o su ap o g eo e n el m es de n o ­
viem bre. S e esp rim e el ju g o d e la p la n ta e n te r a y se p r e ­
p a ra la tin tu ra m ezclán d o la co n 2 0 p a rte s d e a lc o h o l.
A r i m m a c u l a t u m ; a ru m p in ta d o , ja r o co m ú n , p ie d e te r ­
n e ra ; gefleckter aron . — A ro id e s. J u s s., G in a n d ria p o li­
an d ria , L . — D o sis u s u a le s :?
2 1 3 . E s ta p lan ta se e n c u e n tra en to d o s los p aíses de
E u ro p a , en las selvas h u m b ría s y en. los m o n tes g ra n d e s
y cubiertos. L a ra iz es tu b e ro sa , c a rn o s a , de un a m a rillo
negruzco en su e ste rio r, d e co lo r b la n c o , fecu le n ta in te ­
riorm ente; las hojas son a n ch as ( ra d ic a le s , a b razad as p o r
el cuello; sem ejante al asta d e una a la b a rd a se eleva d esd e
su raiz á la a ltu ra de u n co d o , c ilin d ric a , acao a lad a , y lle ­
vando eu su vértice un solo espato. L a s fru ía s son d e on
color de cochinilla y co n tien e n 1 , 3 , 5 sem illas. E n e sta ­
do fresco esta planta es d e u n sab o r a c re , m o rd ic a n te ,
como el de la p im ie n ta , y p rovista do un ju g o lech o so,
acre y caustico. P ara el uso de la h o m e o p a tía , se coge la
raíz antes que las hojas se d e s a rro lle n , y se p re p a ra ia
tiu tu ra haciéndola cocer en 2 0 p a rle s d e alcohol.

férula asa-fcetida; g o m a-re sin a d e férula;


A sa f g b t id a ,
$tink-asand+tcufels-dreck.— U m belíferas, Juss., P e n ta n ­
dria diginia, L . — D osis u su ales: 3 , 6 , 9 , 30.
140 SUSTANCIAS VEGETALES

214. L a su stan cia q u e la h o m eo p atía em plea bajo


este nom bre es la g o m a-re sin a de férula asar-fmtida , p la n ­
ta vivaz, q ue se h a lla en P e r s ia , M e d ia , en L ib i a , S iria y
aun en la In d ia. P a ra o b te n e r la gom a que lo s an tig u o s co­
nocían con el no m b re d e succus cyrenaicus , se d ivide la
raiz de la p lan ta y se esp rim e el ju g o , que es b lanco en
un p rin cip io , p ero se p o n e a m arillo al a ir e , y se concreta
en una sustancia com puesta d e pedazos e n c arn a d o s, ir re ­
g u lares, m as ó m enos g ru e so s, m ezclados con pedazos mas
b la n c o s , d e u n o lo r d e ajo m u y fu erte y m uy fé tid o , y de
u n sabor acre. E n el com ercio se d istin g u en tre s espe­
cies d e asa fé tid a , á sa b e r: I o e l asa fétida en granos
{asafm tida in granis ) , q u e está e n pequeños pedazos e n ­
carnados am arillos ó n e g ru zco s, u n poco untuosos al tacto,
y de un b rillo em pañado cuando se ro m p e n ; 2 o el asa
fétida e n lá g rim a s ( asa-fm tida amygdalotdes), la especie
m as a b u n d a n te , q u e con siste en g ran o s aglom erados, 6 en
u n a m asa m oren u sca m ezclada con pedazos blancos , sem e­
ja n te s á fragm en to s de a lm e n d ra ; 3 o el asa fétida piedrosa
(asa-fcetida petrcea), está en pedazos de un blanco am a­
r illo , m ezclados con pequeños puntos blancos y brillantes.
P a ra e l uso d e la hom eopatía se pretiere la prim era de
estas tre s especies, e l asa fétida en g ra n o s, y se p repara la
tin tu ra in fu n d ie n d o 5 0 granos del polvo en 1000 gotas de
alcohol.

Asabusk eu bo p jeu h ; a sa re t, cab aret de E u ro p a , oreja de


h o m b re ; H aselw urz. — A rístolóquias, Juss., G inandria
m on o g in ia, L . — D osis usuales: 1 2 , 1 5 , 30.

215. E sta p lan ta vivaz se halla en toda E uropa en las


selvas y m ontes espesos 6 en los sotos. Consiste en dos
h o jas uniform es, e n te ra s, obtusas, vivaces, sobre una p e­
queña cepa; la raiz es ram p an te, tuberosa, que da peque*
ños tallos unifloros en cad a división de las hojas; flor soli­
taria , en forma de cascabel, sin cáliz; cubierta única,
vellosa, negruzca, con tres dieotes, tiene doce estambres y
un estilo; estígm ata con seis ú ocho divisiones, y se tran s­
forma en cápsula con un número igual de celdas casi mo­
nosperm as. S e usa la planta e n tera, que se coge cuaudo
GENERALMENTE USADAS. 141
esta en floT en e l mes do abril. S e esprim e el jago de
la planta fresca, y se mezcla con partes iguales de alcohol,
]o que da la tin tu ra m adre.

B elladona, atropa belladona; b ellad o n a, m orilla furiosa;


w o lfs-k irs c h e , to llkra u t. — S o lan o s, J u s s ., P en tan d ria
m onoginia, L . — D osis u s u a le s : 1 2 , 3 0 .

2 1 6 . E sta p lan ta vivaz crece e n casi toda la E u ro p a,


en los sitio s c u ltiv a d o s, e n lo s m ontes a lto s, en las m on­
ta ñ a s, cerca d e las selvas, etc. Sil raiz es c ilin d ric a, bastante
g ru e s a , poco le ñ o s a , re d o n d ead a, a m a rilla , negrozca al
e s te rio r , blan q u ecin a y suculenta en lo in te rio r, de un
olor narcótico , y un gusto d u lc e , nauseabundo. E l tallo es
re c to , de 6 á 9 decím etros de a lto , ram oso y pubescente;
h o jas a lte rn a s , ovales, lisas ó lig eram en te pubescentes,
e n te ra s , gem inas, desiguales, de un verde so m brío , que
concluyen en un peciolo co rto ; flores a x ila re s, p ed u n cu -
lad as y negruzcas; cáliz con cinco d iv isio n es; corola en
forma de cam p a n a , con cinco lóbulos ig u a les; cinco estam ­
b res, un estilo ; vainas negras, globulosas en forma de una
pequeña cereza, con dos celdas rodeadas de un cáliz p e r­
sistente. E l sabor de las vainas es dulce en u n p rin cip io y d e ­
ja u n gusto acre. L as semillas son num erosas, de un m oreno
claro y reniform es. Se usa en hom eopatía la plan ta en tera,
que se recoge al principio de su florescencia en el mes de
ju n io ; se esprim e el jugo se mezcla con p artes ig u ales de
a lco h o l, y se conserva bajo la forma de tin tu ra .

espina viñeta; sauerdon. — V in etiers,


B e r b e r ís v u l g a r is ;
Ju ss., Hexandria m onoginia, L . — D osis n su ales: 30.

217. E ste arbusto crece en toda E u ro p a , y tam bién en


algunas partes del Asia y de la A m érica del n o rte. E s un
arbusto con hojas a ltern as; el m anojo está dividido p o r bajo
p o r una espina; Jas flores salen en forma de racimos de en
medio de este manojo de seis ho jas; seis p étalos; dos glán­
dulas en su uña; no tiene estilo ; vaina con dos espermas.
La raiz de esta planta es ra m o sa , con corteza fibrosa, de
un olor fuerte, p a rtic u la r, do un sabor m uy amargo. Se
142 SUSTANCIAS VEGETALES
usan e n h o m eo p atía los p eq u eñ o s ram os de las ra íc e s , ó
to d av ía m ejo r la corteza d e los ram os d e m ediana m agni­
tu d , p o rq u e la s g ra n d e s ra íc e s so n dem asiado fibrosas. Se
p re p a ra la tin tu r a a l alcohol.

B o v is t a , lycoperdon bovista; b ovista, pedo de lobo; wolfs-


rancha kugelschw am m , rauchpilz .— Dosis usu ales: 30.

2 1 8 . E s ta seta se e n c u en tra e n todo A lem an ia, como


ta m b ié n en u n a g ra n p a rte d é la F ra n c ia , donde crece d e­
b a jo d e t i e r r a ; so b re la tie rra , sobre m adera seca, en los
p ra d o s se c o s, los cam pos e s té rile s , etc. S u forma es c ilin ­
d r ic a , su p ie c o rto ; cuando es jó re n es b la n d a , de un
b la n c o a m a rille n to , guarn ecid a por arriba con escamas an­
c h a s; d esp u es se p o n e am a rilla , y luego m o ren a , y por
ú ltim o se ab re en su vértice. E u lo in terio r es prim era­
m e n te b lan ca y su c u le n ta , y despues contiene una especie
d e líq u id o q u e al fin se vuelve m oreno y transform a en
p o lv o , lo q u e hace que cuando se sacude sale una especie
d e hum o. S e cogen estas setas en los meses de agosto y
s e tie m b re , y se h acen las tres prim eras atenuaciones por la
tritu ra c ió n .

b ru c e a; braune brucea. — Te*


B r u c e a a n t i- p y s e n t e r ic a ;
re b iu tá c e o s , Ju s s ., P en tan d ria m onoginia, L . — Dosis
u su ales:

2 1 9 . Ind eb id am en te en nuestro M anual se ha dado á


este vegetal el nom bre de falsa an g u stu ra , puesto que pa­
rece casi probado que esta corteza no proviene de la bru­
cera a n ti-d y se n te ric a como se ha creído otras veces. La
brucea anti-dysenterica crece en A bisinia; es un arbusto
con hojas em pinadas con im pares compuestas de seis folío­
los opuestos y apretados en forma de discos; cáliz de cua­
tro hojitas; cuatro pétalos. E u los m achos, una glándula
con cuatro lób u lo s, que puede ser un ovario abortado en
el fondo d el cáliz; en las hem bras, cuatro ovarios , cuatro
eslig m atas, y cuatro cápsulas. L a corteza de este arbusto
se parece mucho á la angustura, pero se distingue de esta
últim a: 1 ° en que está en pedazos mayores, y que estos
g e n e r a l m e n t e USADAS. 14S
tienen en su saperficie superior m anchas d e un moreno ro ­
jizo ó de un blanco verdoso; 2 o por su sa b o r, que tiene
un amargo insoportable y sin vestigio de aToma. S e pulve­
riza la corteza y hacen las tres prim eras atenuaciones por la
tritu ració n , ó bien se p rep ara la tin tu ra con veinte partes
de alcohol.
brionia b la n c a , zaunriibe . — C u c u rb itá ­
B r y o n ia a l b a ;
ceas, Juss., D ioecia g in a n d ria , L .— D osis usuales, 12, 30.
2 2 0 . Pío es la brionia dioecia, sino la b rio n ia alba de
la que H ahnem ann usaba p ara h a c e r sus e sp e rim e n to s, y
aunque en B élgica y en cierta p a rte d e A lem an ia la b rio ­
nia dioecia sea m as ab u n d a n te q u e la b rio n ia blanca t no
sucede lo mism o en F ra n c ia ni e a toda la A lem an ia , don­
de se encuentra la b rio n ia alba al re d o r de los v allad o s,
si no a b u n d a n te m e n te , al m enos m as q u e la b rio n ia d io e­
cia. L a raiz vivaz d e esta p la n ta es g ru esa como el b razo y
alg u n as veces como e l m u slo ; e s c a m o s a , su cu len ta , ram o­
s a , de un blanco a m a rille n to , señ alad a coa círcu lo s por
fu e r a , a c re , a m a rg a , d e sa g rad a b le al g u sto , y de un o lo r
n au seab u n d o , que sin em bargo d esap arece p o r la deseca­
ción. S u tallo se en re d a y eleva alg u n a s veces á m uchos
m e tro s; es lis o , sarm e n to so , acanalado» y arm ado d e z a r­
cillos e s p ira le s ; sus ho jas son a lte rn a s , a n g u lo sa s, h ís p i­
d as, tuberculosas eu las dos c a ra s , á sp e ra s, p a lm a d a s, con
cinco ló bulos, de los cuales el del m edio está d iv id id o e a
tres, p rolongadas; llores ax ila re s, m onoicas, en racim o s; los
machos están sobre ped ú n cu lo s m uy la rg o s; las h e m b ra s
m ayores que los m acho s; cáliz co n cinco d ien tes ag u d o s,
corola con cinco divisio n es; cinco e sta m b re s, de los cuales
cuatro están reunidos de dos en dos p o r los filam entos y
las antenas, el quinto está lib r e ; vainas re d o n d e a d a s , n e ­
gras (las de la dioecia e n c arn ad as), polisperm as. S e saca la
raiz antes que florezca la p la n ta , y se p re p a ra la tin tu ra
alcohólica.
C aladium sEGUiNircyí, aurum seguinum ; p ie de te rn e ra ve­
nenosa; giftiger aron . — A róideas, J u s s., G in an d ria po­
liandria , L . — D osis u su a le s: 30.
221. Esta es una de las plantas mas venenosas de Amé­
144 STJSTANCIA& VEGETALES

rica, donde crece en los prados húm edos de los alrededo­


res de P aram aribo. F o rm a u n arbusto con tallo re d o n d o ,
d esn u d o , de 16 á 19 decím etros d e a ltu ra , v e rd e , lechoso;
con hojas ovóideas, ob lo n g as, lis a s , ag u d as, abrazadas por
el cuello. E l ju g o de esta plan ta form a en el lienzo m anchas
in d eleb les, y de ta l m anera cáustico, que puesto en la bo­
ca ó en la le n g u a , produce tum efacción, inflamación y p é r­
dida de la v o z; de m anera que no están de mas las p re­
cauciones que se tom en al prepararla. S e prepara la tintura
alcohólica con la y erb a, otros prefieren la raiz.

G a h p h o ra , lauras camphora ; alcanfor, laurel-canforoso;


kampfer . — L a u re le s, Ju ss., E n ean d ria m onoginia, L .
— D osis usuales: O . 30.

222. E l laurel-canforoso crece en C h in a , donde se


conoce con el nom bre de tschang, en el Japón y en C o-
chiuchina; tiene hojas verdes siem pre, y rodeado de una
corteza de un m oreno grisáceo y desigual. De este árbol
proviene principalm ente el producto que lleva el nombre
de alcanfor, aunque puede estraerse tam bién de otros mu­
chos vegetales. E l alcanfor es una sustancia particular, in ­
colora , tran sp aren te; una especie de aceite volátil concreto,
de un olor p articu lar, p en etran te, difusible, volatilizándose
á la tem peratura ordinaria. Se obtiene en la China ó en el
Japón haciendo pedazos todo el árb o l, raiz, tro n co , ramas
y h o jas, introduciendo estos pedazos en vasijas llenas de
agua cubiertas con la tapa de un alambique de barro guar­
necido interiorm ente con paja de arroz. Se calienta el agua
hasta que h ie rv a , despnes que el alcanfor conducido por
los vapores se precipita al rededor de la p aja, de la cual se
desprende y envía á Europa con el nombre de alcanfor en
bruto. E n este estado se halla en granos aglomerados, gri­
ses, de aspecto aceitoso, y mas ó menos impuros. Se puri­
fica despues en Europa sometiéndole á la sublimación. E l
alcanfor obtenido de este modo es el alcanfor de la China
ó del Japón ; otra especie mas rara y mas fina que esta
viene de Sumatra ó de B orneo, en donde se estrae del
dryobalanus camphora Caleb. Una tercera especie aun
viene de las Indias orientales del laurus cinnamomum;
GEN ERA LM EN TE CSADAS.
p e ro se e n c u e n tra r a r a v e z e n el com ercio. G u a n d o está
p u rific ad o p o r la su b lim ació n el a lc an fo r es d e un blanco
d e h ie lo , t r a n s p a r e n t e , lig e r o , de aspecto ace ito so , de s a ­
b o r fre sc o y un poco a c r e , d e u n o lo r fu e rte , p e n e tra n te ,
p e rs is te n te y q u e se d isfru ta á lo lejos. N a d a sobre e\ a^ua,
y n o se ap ag a c u a n d o se e c h a a r d ie n d o e n e ste liq u id o ;
p u e s to e n u n a v a sija seca a b ie rta se v o l a t i l i z a , s i a d e ja r
v e s tig io d e s u e x is te n c ia ; e n u n a v a sija c e rra d a se su b lim a
e u p a rte .Q y T s o la b le e n e l a lc o h o l y el a g u a r d ie n te ; s e i n ­
flam a f á c i lm e n te , y a r d e c o n u n a lla m a b la n c a sin d e ja r
r e s i d u o , p e r o e s p a r c ie n d o u n h u m o e sp e so m u y o d o rífe ro .
P u e d e e s tr a e r s e ta m b i é n d e la s r a íc e s fr e s c a s d e la c a s s i a
iignea, d e l a z a f r a n , d e l g e n g i b r e , y t a m b ié n d e lo s a c e ite s
e s e n c ia le s d e l e s p l i e g o , l o m i l l o , r o m e r o , s a l v i a , m e n ta
p i p e r i t a , y a u n d e la s c u b c b a s , d é l a g i n e b r a , d e la p u ls a -
lilla n e g ru z c a , d e la a z a r a b a c a r a d e E u r o p a , e tc . S e h a c e
la t i n t u r a m a d r e d is o l v ie n d o u n a p a r l e d e a lc a n f o r p u r a e n
2 0 d e a lc o h o l.

C a n ita r is s a t i v a ; c á ñ a m o c u ltiv a d o ; h a n f. — H u rtic a ria s ,


J u s s ., D io ecia p e n ta n d r ia , L . — D o s is u s u a l e s : 0 , 3 , 1 2 , 3 0 .

223. E l c á ñ a m o e s o r ig in a r io d e la s I n d i a s ó d e la
P e rs ia , y se cria h o y casi e s p o n tá n e a m e n te e n to d o s lo s
países d o n d e so c u ltiv a . T a llo s d e re c h o s d e 2 ó 3 m e tro s
de altos y m a s , so b re to d o e n la s h e m b r a s ; h o ja s e s t i ­
p u la d a s , d ig ita d a s , o p u e s ta s la s in f e r io r e s , la s s u p e r io re s
a lte rn a s , las florales a lg u n a s v eces s im p le s . L a s flo res m a ­
chos en p an ícu lo s a x ila re s y te r m in a le s . L a s h e m b r a s e n
e l v értice d e los ra m o s ; d o s a x ila re s s e p a r a d a s p o r e l r u d i ­
m e n to do u n nu ev o ra m o . M a c h o s ; c á liz e n c in c o p a r te s ;
sin co ro la. H e m b r a s : c á liz d e u n a so la p i e z a , e n te r o ,
a b rié n d o s e p o r el lad o sin c o ro la ; d o s e s tilo s , u n a s im ie n ­
te en el cá liz , g ru eso . L o s h a b ita n te s d e l c a m p o lla m a n
m u c h a s v eces cáñamo m acho al q u e lle v a e l g r a n o , y al
o tro cáñ am o h e m b r a ; p e ro e s to e s to m a r u n o p o r otro*
P a ra h a c e r la p re p a ra c ió n h o m e o p á tic a d e l c á ñ a m o , s e to ­
m an la s estrem idades flo rid a s d e la s p la n ta s m a c h o s y
h e m b r a s , se e sp rim e e l ju g o y se h a c e la tin tu r a , m e s -
ciá n d o le con p a rte s ig u a le s d e a lc o h o l. O tr o s a c o n s e ja n n o
S U S T A N C IA S V E G E T A L E S

u sa r sin o la s c s tre m id a d e s flo rid a s d e la s p la n ta s h em b ras.,


p o rq u e e s ta s n llim a s e x h a la n d u r a n te la flo rescen cia u n
o lo r fu e rte y e m b o rr a c h a d o r , m ie n tra s q u e las p la n ta s m a­
c h o s son c o m p le ta m e n te in o d o ra s.

C ap sic u m AwmiiJM; p im ie n ta , p im ie n ta la rg a 6 p im ien ta


d e C a y e n a ; spanischer pf r f f t r . —- S o la n o s, J u s s ., P e n ­
ta n d ria m o n o g in ia , L . - D o s i s u s u a le s : 9 , 3 0 .

'l'lb . E s t a p la n t a a n u a l e s o r i g i n a r i a d o la s I n d ia s
o r i e n t a l e s , p e r o se e n c u e n t r a ta m b ié n e n la A m é ric a d e l
s u d , e n la s I n d i a s o c c id e n ta le s , e u la s Is la s d e l g r a n O c é a -
n o p a c if ic o , e n lo i n t e r i o r d e l A f r i c a , e tc . B a s ta s e m ­
b r a r l a p a r a o b te n e r la e u a b u n d a n c ia . F o r m a y e rb a s c o n
h o ja s d u p li c a d a s ; flo re s c s t r a - a x i l a r e s , s o lita r ia s ; c á liz e n
c in c o p a r t e s ; t o n d a e n r o s e ta ; a n te n a s o b lo n g a s , c o n v e r ­
g e n te s , c e r r a d a s e n s u v é r tic e ; b a s e s s e c a s , e n c a rn a d a s <5
a m a r illa s d e s d e e l o to ñ o , é p o c a e n q u e tie n e n u n s a b o r p i­
c a n t e , a c r e y c a lie n te . P a r a e l u so d o la h o tn e p a lía so t o ­
m a n la s c á p s u la s y lo s g r a n o s m a d u r o s , se p u lv e r iz a n , y
se h a c e u n a in fu s ió n co u 2 0 p a rte s d e a lc o h o l, ó to d a v ía
m e jo r, so h a c e n la s tr e s p rim e ra s a te n u a c io n e s p o r la t r i t u ­
ra c ió n .

ü a S 'U H I l l a , croton etuteria; c a s c a r illa ; casca rü len -rin -


de. — E u f o r b io s , J u s s ., M o u o ecin fíla d e lü a , L . — D o sis
u s u a le s ?

2*25. L a c o rte z a d e q u e u sa la h o m e o p a tía co n el uom *


b r e d o ca sca rilla , no e s , p u e s , co m o se c re ia o tra s veces
la c á sc a ra d e l croton ca sca rilla , sin o la d e l croton clu -
f e r i a , a rb u s to d e 1G á 19 d e c ím e tro s d e a lt u r a , q u e c re c e
co n a b u n d a n c ia e n el P e r ú , P a r a g u a y , la s A n tilla s , y s o ­
b r e to d o en la isla d e E le u th e r o , lo q u e ha h e c h o q u e o tr a s
v eces se d é Á esta corl«>za el n o m b re d e e le u th e ria n a . N o s ­
o tro s re c ib im o s la co rte z a d e e ste a rb u sto en p ed azo s do
5 ií 1 0 c e n tím e tro s d e la r g o , a b a rq u illa d o s , s ó lid o s, q u e ­
b r a d iz o s , d e lg a d o s , d e c o lo r g ris b la n q u e c in o , e stria d o s
y c u b ie rto s p o r fu e ra do u n a e sp e c ie d e liq u e n d e u n g ris
m o re n o , y lisos p o r d e n tr o , e n c a rn a d o s eu su q u e b ra d u ra ,
g e n e r a l m e n t e u sadas. 447
le ñ o so s, p e sa d o s, un poco arom áticos, d e un sabor am argo,
p ic a n te y ca lie n te . A rro ja d a s so b re el fuego estas cortezas
a rd e n v ivam ente y e x h a la n un o lo r de alm izcle. L a m ejor
especio es aq u ella en q u e su ro tu ra p re se n ta m ezcla d e
p a rte s r e s in o s a s ,b rilla n te s . S e p re p a ra com o to d a s la s su s­
ta n cia s se c a s, ya h a c ie n d o las tre s p rim e ra s aten u acio n es
p o r la tritu ra c ió n , ya p re p a ra n d o la tin tu ra m a d re p o r m e ­
d io do 2 0 p a rte s de alcohol.

<wfAMOMfi.LA v u lg a tu s , m atricaria cham om illa; m a n za n i­


lla co m ú n , m a tric a ria c a m o m illa ; fe ld -k a m ilte , hat -
m erchen .■— C o r im b ífe ra s , J u s s ., S in g e n e s ia p o lia n d ria
su p e rflu a , L . — D o sis u s u a le s : 1 2 , 3 0 .

2 2 6 . E s ta p la n ta a n u a l c re c e e n los lu g a re s in c u lto s
y tam bién en las tie rra s d e tr ig o , so b re to d o en Jos te r r e ­
nos a re n o s o s , y se h a lla en to d a E u ro p a . E s u n a p la n ta
de raí/, fib ro sa, ta llo s d e s n u d o s , ra m o so s, d e re c h o s, d if u ­
sos , de 4 á 5 d e c ím e tro s d e a ltu r a , h o ja s lisas, pinnées
(trip in n ées) , con c o rta d u ra s c a p ila re s ; flo res n u m e ro sa s
b lan cas con disco a m a rillo y e n r a m ille te s ; c á liz h e m isfé ­
ric o , p uestos u n o s so b re o tr o s ; sca rieu x; re c e p tá c u lo d e s -
uudo cónico; ra d io s a b ie rto s ; las c o n c h a s d e l cá liz ig u a le s
en la m a rg e n ; g ra n a s o v ó id e a s, fiu a s, sin a ris ta . M u ch as
veces se confunde con la m a u za n illa ro m a n a , anthem is no-
bilis, que so d istin g u e d e la com ún p o r su ta llo v iv a z , su
receptáculo de varios c o lo re s,s u s p ed ú n c u lo s h u ec o s, su s r a ­
dios encorbados y su o lo r m as fu e rte . S e o b tie n e la tintura
« ta tfre e sp riiin c n d o el ju g o d e la p la n ta entera fresca y m e z­
clándole con partes ig n a les d e alcohol. L a p la n ta se coge
cuando esta en flor.

C jie u d o m u h m a ju s; g ran c e lid o n ia ; schollkrant% sch -


w albenw urz .— P apaveráceas, Ju ss., P o lia n d ria m onogi­
n ia , L . — D osis usuales: O , 30.

22 7 . E sta p lan ta vivaz crece e n toda A lem ania, asi


com o en F r a n c ia , sobre los escom bros, en las p aredes
v ie ja s , en los vallados, en las o rillas de los cam in o s, en
la inm ediación de los sitios hab itad o s, etc. L a raiz es fusi-
J /,8 SU STA N CIA S V E G E T A L E S

fo rm o , d e l g ru e s o d e u n d e d o , d o u n m o r e n o e n c a r n a d o al
e s t e r i o r , a m a r ille n to al i n t e r i o r , c o n te n ie n d o r o m o to d a»
la s p a rle s d e la p la n ta u n ju g o a c re , a m a r illo . T a ll o r n m o -
8 0 , v e llo s o , d e 5 á !’> d e c ím e tr o * d o a lt o ; h o ja s d e lg a d a s
a la d a s , p in a tif u le s , v e rd o - a z u la d .il p o r b a j o , v e rd o c la ro
p o r e n c im a ; flo res a m a rilla * , a x ila r e s á te r m in a le s ; p e d ú n ­
c u lo s en q u i t a s o l ; o m b e la s im p le , r o n c u a t r o ó c in c o ra y o s;
cáliz, c a d u c o co n d o s h o ja s ; c o ro la d o c i n t r o p é ta lo s ; p étn -
los l i d i a d o s ; fíle le s e n g ro s a d o s c o n la s a n te n a s im ita n d o
p é ta lo s ; silic u a p o l i s p c r m a , u n ilo c u la r , lin e a l, d e lg a d a . S o
usa (‘1 ju g o d e la ra í/, r e c ie n te m e n te e s p r im id o ; p a ra o b ­
te n e r la ti n tu r a m a d r e se m e z c la co n ig u a l p a r te d e a lc o ­
h o l. M u c h o s u s a n ta m b ié n la p la n ta e n te r a . L a ra iz d e b e
c o g e rs e a n te s d e q u e flo rezca la p la n ta , e n e l m es d e m ayo;
la p la n ta c u te r a d e b e c o g e rs e c u a n d o e s tá e n flor.

( j h i n a , cin ch o n a o fficin a iis, c h in a c o rtc x ; q u in a ; china ,


c h in a -r in d e .— R u b iá c e a s , J u s s ., P e n ta u d r ia m o n o g in ia ,
L . — D o s is u s u a l e s : 9 , l ‘2 , 1 5 , 3 0 .

228. E l árbol d e quo so c stra e esta co rteza « rece en


los a lre d e d o re s d e L o ja , en el P e rú , y el q u e da la quina
re a l so b re las a lta s m o o U ñ as d e la A m érica m e rid io n al.
S e d istin g u e n e n todo d e 16 á 53 especies do q u io a , dife­
re n te s en todos sus efectos se g ú n q u e se h ao cogido de
la ram a ó d el tro n co d e tal 6 cual especie d e árbol de
q u in a , asi com o se g ú n la ed ad q u e ten g a el árb o l. L as
m ejores clases son la q u in a a m a r illa -r e a l , que p ro v ie­
ne d el cinchona a n y u stifo lia Ilu iz , 6 del lancifo/ia M u ­
tis, y la q u in a lo ja ó co rteza p e ru via n a , que p ro v ien e de!
cinchona co n d a m itiea , H um h. L a prim era está arro llad a
ó e s to n d id a , gruesa de 4 á m ilím etro s, d e un am arillo
e n c arn ad o por d e n tr o , con qu eb rad u ra fibrosa» sem brada
d e p untos b r illa n te s , cubierta do liq ú en es foliáceos. L a
seg u n d a especio, la quina lo ja , p roviene de la corteza do
las ra m a s , y llega en pedazos m as finos, mas d e lg a d o s,
m as a rro lla d o s, de un g ris negruzco mezclado con m a n -
chas b lancas por fu e ra , do un m oreno encarnado por d e n ­
tro , con q u eb ra d u ra m o ren a , lis a , d e olor do estad izo , do
uo gusto am a rg o , estíptico y casi balsám ico. V ien e en b o ­
G K N K B A L X E N T B U SA D A S. 149
les cerrados. L as buenas cortesas de quina deben ser sanas,
pesadas, de m ediano grueso, bieo secas, de un olor parti­
cular, de un amargo pronunciado lo mas posible, privadas
do liquen, de un encarnado m oreno ó negruzco al eslerior,
do color de canela ó encarnado am arillo interiorm ente.
L a rotura do estas cortezas no debe ser ni fibrosa ni p u l­
verulenta, sino lisa y un poco b rillan te. Usam os en hom eo­
p atía, ya de la quina lo ja , ya de quina am arilla re a l, que
se prepara coiuo todas las drogas secas, es decir; haciendo
las tres prim eras atenuaciones por la trituración, que es lo
m ejor, ó bien poniendo en infusión el polvo en veinte par­
tes de alco h o l, a fin de obtener la tin tu ra m adre.
C i c u t a v ib o s a ; cicuta venenosa, cicuta do ag u a ; w m e r-
schierling . — U m belíferas, Ju ss ., P e n ta n d ria dig im a, L .
— Dosis u su a le s: 30.
229. E s t a p l a n t a v iv a z h a b i t a lo s b o r d e s d e lo s fo s o s
y e n lo s a r r o y o s , lo s e s t a n q u e s , Ja s p r a d e r a s h ú m o d a s , lo s
p a n t a n o s , lo s l a g o s , e t c . ; e u c a s i to d a A l e m a n i a , e n e l
n o rte y e l e s te d e F r a n c ia . L a r a iz e s g r u e s a , b la n c a c a r ­
n o s a , p ro lo n g a d a , t r a n s p a r e n t e , g u a rn e c id a d e fib ra s ó
b a r b illa s y ll u e c a ; c o n t i e n e e « s u c o r t e z a u n j u g o a m a r i l l o ;
s u o lo r es f u e r te y d e s a g r a d a b l e , s u s a b o r a c r e y c á u s t ic o .
T a ll o d e r e c h o d e 3 a 6 d e c ím e tr o s d o e l e v a c i ó n , r a m o s o ,
fistu lo so , liso , e s t r ia d o ; h o ja s c o m p u e s t a s , d o s _6 tre s v e c e s
a la d a s , c o n fo lío lo s la n c e o la d o s ., d i v i d i d o s , agudos y con
d ie n te s do s i e r r a ; o m b e la s f lo ja s , d e s n u d a s ; ¿ u v o iw e e /o s
con tre s ó c in c o r a d i o s ; flo re s b l a n c a s , u n i f o r m e s ; fru to s
o v o id e o s , e s t r ia d o s , co u d ie z c o s tilla s e n t e r a s . S e u s a ¡a
ra iz ír c s c a , q u e s e c o ^ e a! e m p e z a r á flo re c e r* d e lu cual
se e s p rim e el ju g o , q u e se m e z c la c o n u n a p a r t o igual d o
alco h o l p a ra c o n s e rv a rle b a jo la fo rm a d e ti n tu r a .
C iñ a , artem isia c o n tra , sem en c o n tr a ; a r te m is a d o A h p
(n o d e J u d e a ); z ü tw c r-sa m e n ¡ w u rm -sa m e n . — C o r in i-
b ífe ra s, J u s s., S in g e n e s ia p o lig a m ia s u p e r tfu a , h . — D o ­
sis u su a le s: 9 , 3 0 .
2 3 0 . L a o p in ió n q u e a trib u y o la s e m illa c o n o c id a coa
e l n om bre d e semen co n tra , á la arte m isa d e J u d e a , está
g e o e ra lm e u ie ad op tad a . S e d is tin g u e n en e i c o m erc io dos
f 50 SUSTANCIAS VEGETALES

clases, el semen contra de A le p ó de L e v a n te , y el d e


las In d ias ó de B e rb e ría . S eg ú n e l botán ico N eos d ' E se m -
b e k , la p rim era d e estas clases p ro v ien e de la artemisia
contra , m ien tras que la o t r a , el sem en co n tra de las I n ­
dias , procede de la artem isia congtomerata , es d e c ir; de
la artem isa d e Ju d e a . S e g ú n K u n z e , la artemisia santani­
c a , palm ata y o d o ra tísim a , es la q u e da esta se m illa , m ien ­
tras q ue , seg ú n S a n d e rs , p ro v ie n e d e u n a especie d e c h e -
n opodium . L a m ejo r especie e s la q u e v iene d e A lep ó do
L e v a n te ; tie n e u n co lo r m as v e rd e q u e la o tr a ; todas las
p artes son lis a s ; sus flores u n poco g ru e sa s; s a o lo r m as
p ro n u n c ia d o , m as a ro m á tic o ; está m enos m ezclada con
sustancias ex trañ as, d e polvo, pedazos de m a d e ra; sus frag ­
m entos n o está n ro to s. P a ra el uso d e la h o m e o p a tía , so
tom a el sem en c o n tra d e A le p , q u e se in fu n d e en veinto
p a rte s d e a lc o h o l, si se q u ie re p re p a ra r bajo la form a de
tin tu r a , ó d e la c u a ls e h a c e n la s tre s p rim era s atenuaciones
p o r la tr itu ra c ió n , si se q u ie ren te n e r p reparaciones in a l­
terab les y m as en é rg ica s.

CtKKAMOMUM, iaurus cinnam om um ; cin a m o m o , la u re l


c a n e le ro , c a n e la ; zim m t t mchter zim m t . — L a u re le s ,
J u s s., E n e a n d ria m onoginia, L . — D osis usuales?

231. L a v e rd a d e ra can ela es la corteza d el la u re l ca­


n e le r o , árb o l que crece en la isla de G e ila n , en las In d ias
o rie n ta le s, y en las islas d e S u m atra y de Jav a, y hácia cí
lad o do M alab ar. E s un árb o l que llega a te n e r una a ltu ra
d e 7 á 10 m etros; sus raices están cub iertas de una cor­
teza que tien e u n o lo r de alc a n fo r; su leña es dura ó in te ­
rio rm e n te sin olor; h ojas con tre s ab ertu ras, ovaladas, oblon­
g a s ; nervios que d esap arecen h ácia e l vértice. L as flores
son p e q u e ñ a s, b la n q u e c in a s, en p a n íc u lo , de uu olor e s -
q uisito q u e se p e rc ib e á distancia d e v arias leg u a s; vainas
o v alad a s, de n u m oreno azu la d o , m anchadas d e blanco.
G uando la seva es a b u u d a n te , la corteza de este árb o l se
d e sp ren d e con facilid ad ; se tira la corteza esterto r que es
g ru e s a , g r is , ásp era, y no se conserva m as que la segunda
q ue es delgad a . S e corta e n lám in as, se pone al s o l, so a r ­
ro lla po r sí d el g ru eso d e u n d e d o , y su color se vuelve
GEN ERA LM EN TE USADAS. 15 l
am arillo encarnado. L a canela buena debe tener un olor
estrem adaraente agradable, p en etran te, reconfortante, y no
sabor dulce y ligeram ente c a lie n te , con uq dejo p icante,
ligero y un poco estíptico. S i la canela tiene un sabor
fu e rte , a c re , un poco am argo y parecido al del clavo de es­
p ecie , es señal que es una calidad inferior y aun entera­
m ente distinta corteza. S e tom a la canela m e jo r, que se
pulveriza é infunde en veinte p artes de alcohol si se quiere
co n serv aren forma de tin tu ra, ó b ie n , lo que es m ejor, se
hacen las tres prim eras atenuaciones por la tritu ració n .

C is tu s c a n a d e n s is ; ciste h elía n th e rn c ; sonnenroschen ,—


G istes, Juss., P o lian d ria m o n o g in ia, L . — Dosis usua­
les: i , 15, (30).

2 3 2 . E sta planta es un arb u stillo con e stíp u las, medio


leñoso, echado; estipulas lan ce o lad as; h ojas o b lo n g as, a r­
ro llad as, como v ello sas, b lancas p o r ab ajo ; cálices muy
vellosos; flores am arillas. Se esprim o el jugo de la planta
fresca y se mezcla con p arte igual de alcohol. L a tercera
atenuación de ]a tintu ra alcohólica preparada en A m érica
de la planta fresca, se halla en las farm acias hom eopáticas
de Mr. de C atelan en P a ris, y de MM. P e lle tie r é hijo
en L yon.

C itu i succxjs, citriacidum ; jugo de lim ó n , ácido cítrico;


citronensaft, citronensáure. — N a ra n jo s, Juss., P o lia-
delfia icosandria, L . —• Dosis usual: 3.

233. E l jugo de limón es el que se ha empleado hasta


ahora tal como se ha obtenido cuaudo se esprim e de uo
limón maduro. Si se quieren obtener atenuaciones, sehnra
la primera con el agua destilada, la segunda con el alcohol
acuoso, las demas con el alcohol ordinario.

C lem atis e r e c t a , flammuiajovis ; cierna tita r e c t a ; brenn-


walclrebe. — Renonculáceos, Juss., P oliandria poligi-
n i a , L . — Dosis usuales: y, 30.

234. Esta planta vivaa crece en gran parto de AJemn-


152 SUSTANCIAS VEGETALES
o ía , e s S u iz a , e n F r a n c ia , e n H u n g ría , en G a lic ia , en
G re c ia , etc., sobre m ontañas con m ad era, al re d e d o r do los
vallados, etc. T a llo s d e re c h o s , d e sn u d o s, ram osos hácia el
v é rtic e ; h o jas opuestas, e m p in ad as; folíolos o v ales,lan ceo ­
la d o s, m uy e n te ro s; flores b la n c a s, d e cinco pélalos y de
cuatro. S e esp rim e el ju g o d e las h o jas y d e l tallo en el
m om ento en q u e la planta- va á florecer, y se p repara la
tin tu ra m ad re a ñ ad ié n d o le p arte ig u al d e alcohol.

G o c c u lu s , menispermum cocculus; coco d e L e v a n te ;


kockeis-kórner. •— M enisperm as, Ju ss., D ioeeia raona-
d e lfia , L . — Dosis u su ales; 1'2, 30.

2 3 5 . £1 vegetal de que se sacan estos fraLos es u n a es­


pecie de arb u sto que crece en las lu d ia s o rie n ta le s , en
E g ip to , sobre la costa del M alabar y en las islas do G eilao,
d e Java y d e G e le b e s, sobre las rocas y las p ie d ra s, sobro
las o rilla s d el m ar. E sto s frutos vienen en estado seco, son
in o d o ro s, esférico s, re n ifo rm e s, de uu g ris n eg ro 6 m ore­
n o , del g ru eso d e u n guisan te, arru g a d o s, y se parecen i
las b ay as del la u re l. E stá n encerrados en dos cortezas, de
las cuales la p rim era es du ra, le ñ o sa , sin lu s tre ; y la se ­
g u n d a , blanca y mas d u ra ; contiene una alm endra blanca
q u e tien e un sabor a c re , cáustico y am argo, m ientras que
las cortezas soo casi insípidas. P a ra el uso hom eopático se
p u lveriza la alm endra con las cortezas y se hace cocer á uu
c alo r suave el polvo o btenido con veinte partes de alcohol,
siem pre q u e no se prefiera o b ten e r las tres p rim era s a te ­
nuaciones p o r la tr itu r a d o s .

coffea cruda ; café M o k a , café c ru d o ;


C o f f e a a r a b ic a ,
roher ca ffee. — llu b iá c e o s , J u s s . , P e n ta n d ria m onogi­
n ia, L . — D osis u suales: 3, 9, 30.

2 3 6 . E l árb o l q u e da este fru to tan conocido es o rig in a­


rio de la A rab ia dichosa y do E tio p ia , don d e llega á cre ­
cer de 5 á 8 m etros y m as, pero hoy día se cultiva tam bién
en la A m érica m eridional y en varias colonias europeas,
donde se cria perfectam ente con éxito. E l fruto de esto
árbol es uua baya, que, v erde en un principio, se vuelve e n ­
generalmente USADAS. 153
carnada y por último casi negra; en cada baya dos granos
duros, rodeados de una especie de arillo, y forman cada
una un medio ovóides. Estos granos son las semillas cono­
cidas con el nombre de café crudo. Se distinguen sobre
todo cuatro especies, á saber: 1° el café Moka, llamado asi
d é la villa de Moka en A rabia; es la calidad mas estimada
y que se distingue por sus pequeños granos muy odorífe­
ro s, am arillentos, redondeados, que provienen de los fru­
tos menospermos; 2 Ü el café de B urbon, en granos mas
largos, pero la mayor parte igualmente redondeados, qne
tienen sin embargo menos olor que los del café Moka; 3 a el
café de Jav a, que tiene un color amarillo encarnado; 4® el
café d<» la Martinica, que es el menos estimado. Para el uso
de la homeopatía se toma el mejor café M oka, sin tostar,
se reduce á polvo lino en un gran m ortero de hierro me­
dianam ente caliente, teniendo cuidado en desprender á
menudo con una espátula de cuerno lo que so pega á las
paredes. Despues, si se quieren hacer las atenuaciooes por
Ja via seca, se tritura un grano (5 centigramos) de este
polvo con 100 (5 gramas) de azúcar de ieche, y así sucesi­
vam ente, como para todos las drogas secas; pero si por el
contrario se quiere preparar la tin tu ra , se mete el polvo
obtenido en un frasco, donde se deja en infusión por ocho
dias, se decanta el liquido y se esprime bien el sedimento,
que despues se cuece en una cápsula de cristal, con 30
veces su peso de agua destilada, hasta que se reduzca al
cuarto. H echo esto, se clarifica este liquido y se mezcla
con el licor alcohólico. 20 gotas de esta mezcla, atenuadas
con 80 gotas de alcohol, forman despues la primera ate­
nuación; las demás se preparan del mismo modo cono­
cido ya.

(]o¿cnictna a u c tu m n a le ; colchico, m ata-perro, mootoocito


de lieno, azafran de los prados, azafran bastardo; herbst*
zeitlose . — Juncos, Juss., Ilexandria trigioia, L . — Do­
sis usuales: ti, 15, 30.

237. E sta planta vivaz crece en varias regiones de Ale


inania, de F rancia y de Europa meridional, en las prade­
ras profundas, donde tloreco en otoño y anuncia la entrada
154 SUSTANCIAS V EG ETA LES

d e l iu v ic ra o . L a ra iz d e esta p la ñ ía fo rm a u n a cebolla d el
g ru eso de u n h u e v o d e p alo m a: está g u a rn e c id a d e ra icillas
fibrosas e n su b a s e , re d o n d e a d a d e u n lado y a p la n a d a d el
o tr o ; p o r fu era está c u b ie rta d e tú n ic a s n e g ra s, d e las cu a ­
le s la e ste rio r es m o r e n a , la in te rio r b rilla n te y d e un color
c la ro ; al estad o fresco c o n tie n e u n ju g o le c h o s o , de sabor
a c r e , am argo, y d e u n o lo r d esa g rad a b le . L a flor d e esta
p la n ta n ace e n o to ñ o d e un vulvo la te ra l que p ro d u ce el
v u lv o d e l añ o pasad o y se h a en g ro sad o d u ra n te el in v ie r­
n o y la p rim a v e ra ; la s flores son ro sas con largos tu b o s,
q u e d e sa p arecen á los pocos d ias, y no llev an h oja sin o á
la sig u ie n te p rim av e ra . L a s h o jas son a n c h a s , plan as, e n ­
d e re z a d a s , y h a cen n acer con ellas las cáp su las , que son
tr ia n g u la re s , se p u e d e n coger, con tre s pu n tas. L a s sem i­
lla s son re d o n d e a d a s , ovóideas, a rru g a d a s, de u n m oreno
oscu ro . S e arra n c a la raiz en p rim av era, se esprim e el ju g o
y se tra ta como el de la s dem as p la n ta s frescas.

C cucumis colocyntkisi c o lo q u ín tid a ; hoto-


o l o c y n t b is ,
quinte. — C u c u rb itá c e a s, J u s s ., M onoecia singenesia,
L . — D osis u su al: 30.

238. L a coloquíntida es una especie de cohom bro o ri­


g in a rio d e l Ja p ó n , pero que tam bién crece en el cabo de
B u e n a -E s p e ra n z a , en A ra b ia , en S iria , en las islas de
A rch ip el y en la E sp añ a m eridional. L a raiz fusiforme de
esta p lanta da tallo s echados por el suelo ó ram pautes, d e l­
g ad o s, angulosos y vellosos; hojas palm adas, m uy corta­
d a s, lancinadas; tig eretas filiform es, al lado de los pétalos;
flores so litarias y am arillen tas; frutos gruesos esféricos,
q u e igualan al volum en de una pera de m ediano grueso,
lisas y am arillentas. B ajo uua corteza delgada y dura,
c o n tien en estos frutos una p u lp a,q u e contiene granos ch a­
to s , d u ro s, de un g ris sonrosado, y gruesos como los de
u u cohombro. L a carne de este fruto es celulosa, espon­
josa , ligera , blanca , casi in odora, pero de una am argura
estrem ada. L leg a este fruto sin corteza desde Alep y A le­
ja n d ría . L os frutos blancos, secos y ligeros son ios mejores.
M uchas veces se yende tam bién con el nombre de coloquín­
tid a el fruto de otro cucurbitáceo del grueso de una peque­
GENEBALMKWTE USADAS. 155

ñ a m a n z a n a , p e ro son mas redondeados sus frntos y mas


lig ero s q u e lo s verdaderos; sn corteza esterior adhiere fuer­
te m e n te á la c a rn e desecad a, y es m uy frágil. E l sabor de
esta c a rn e es tam b ién m uy am argo, pero rneoos intenso
q n e el d e la coloquíntida. P a ra p rep arar esta última al uso
de la h o m eo p atía , se pulveriza el fruto bien seco con las
s e m illa s, y se tra ta corno las demas sustancias secas, ya
p o r la tritu ra c ió n , ya p o r el alcohol.

G o n iu h m a c d l a t c h ; cicuta g ran d e ; flecken-schierling . —


U m belíferas, Jn ss., P en tan d ria d ig in ia, L .— Dosis usua­
le s : 30.

239. E s ta p lan ta bastan te conocida crece en toda A le­


m a n ia , y tam bién en F ra n c ia y en toda E u ro p a, en las
tie rra s m ovidas, en los escom bros, á lo largo de los valla*
dos y de los cam inos. L a raiz bisanual es cilíadrica, blan­
c a , v ello sa, señalada con estrías circulares, de un sabor
dulce con nn dejo a cre; tallo d erecho, de 6 á 12 decí­
m etros de a lto , ram oso, liso , de manchas de púrpura, ne­
gruzco sobre todo en su parte inferior. Hojas aladas dos 6
tros veces, lisas, de un verde oscuro y un poco relucientes
por encim a, de un verde claro por debajo; folíolos aova­
d o s, separados, pinantífides en el vértice; orabelas con
coroleta do 3 i 5 folíolos, flores blancas; frutos globulosos,
estriados, acanalados, tuberculosos. Frotando la planta en­
tre los dedos esparce u d olor fétido de almizcle, desagra­
dable. E ste olor puede ser suficiente para distinguirla del
p e rc g il, que esparce un olor aromático, el cual ademas no
tiene los tallos m anchados, ni huecos los peciolos, ni por
úllim o las hojas de un color tan sombrío. E n cuanto al
perifollo salvaje y la cicuta m enor, con los cuales pudiera
confundirse todavía el conium , ni una ni otra de estasplan-
tas tieuen n i las manchas purpúreas que distinguen á este
ú ltim o , ni involucelos, ni semillas tuberculosas, y el peri­
follo en particular tiene ademas los tallos hinchados en
las articulaciones, las hojas vellosas y las semillas prolon­
gadas. Se usa en homeopatia la yerba de la planta, que se
coge caando empieza á florecer eu el mes de junio. Se es-
prim e el jugo y se trata como el de todas las plantas frescas.
156 SU S T A N C IA S V E G E T A L E S

bigorda do los prados, cooejuela,


C o w v o lv u h js a rv e n s is ;
pulgón; w in d e , gemeine w inde . — Convólvulos, Juss.,
Pentandria monoginia, L. — Dosis usuales?

240. Esta planta crece en Alemania, asi como en F ran ­


cia, en los prados, y es muy común en este pais. Yerbas
lechosas, enredosas; hojas digitadas, agudas por los dos
lados, pedúnculos de una flor; cáliz en cinco partes pro­
fundas, corola campanulácea , plegada. Se recoge la planta
entera, se esprime el jugo fresco y se trata como el jugo
de todas las plantas frescas.

Copaivje balsamum; balsamo de copaiva; copaif-balsam ,


wcisser peru-batsam.— Leguminosas, Juss., Decandria
monoginia, L. — Dosis usuales: O , 1, 3 , 3 0 .

241. E s te b á lsam o p ro v ie n e d e u n á rb o l co n o cid o con


e l n o m b ro d e copaifera o fficin a lis , q u e c rece n a tu ra lm e n ­
te e n d iv e rsa s re g io n e s d e la A m é rica m e r id io n a l, y se
c u ltiv a ta m b ié n en 4as A n tilla s . S e o b tie n e e l b á lsam o p o r
m e d io d e p e rfo ra c io n e s 6 d e in c isio n e s q u e se h a c e n á este
á r b o l; v a ría d e c o lo r, d e c o n siste n c ia , d e o lo r y d e sabor,
se g ú n d e la esp ecie d e árb o l d e q u e se e stra e . E n g e n e ra l
se m ira al q u e v ie n e d e l B r a sil com o e l m e jo r; es liq u id o ,
d e c o lo r c la r o , casi d e sc o lo rid o , d e un o lo r fu e rte resin o so ,
aro m á tic o y d e un sa b o r a c re , c a lie n te , te n a z , am arg o . E l
bálsam o- q u e v ien e d e las A n tilla s y q u e es m as in fe rio r
q u e e l p re c e d e n te , es mas esp e so , m as c o lo ra d o , d e uu
a m arillo o ro y un poco m o ren u sco , m enos tra n sp a re n te ,
d e u n o lo r d e sag ra d ab le , q u e se parece al d e la tre m e n tin a .
E l v e rd a d e ro bálsam o d e copaiva se disuelvo en e l alcohol
y en e l é t e r , y ta m b ién en los aceites fijos y volátiles.
C u a n d o es añ ejo se espesa h asta consistencia do m iel. E n
e l com ercio se en cu e n tra m uchas veces a d u lte ra d o cou
aceites fijo s, lo q u e se d escubre p o r la p o tasa, com o ta m ­
b ié n el alcohol^ en el cual estos aceites son in so lu b le s. L a
p re se n c ia d e l aceite do trem en tin a so descu b re p o r su o lo r
cu an d o se calien ta e.1 bálsam o. U n a gota do este bálsam o
d isu e lta e n 100 de alcohol conccntrado da la p rim era ate­
nuación-
G EN ERA LM EN TE USADAS. Í5 7

C h o c ü s s a t i v u s ; a z a fra n c u ltiv a d o ; safran. — Irídeas,


Ju ss-, T r ia n d r ia m o n o g in ia , L .— D o sis usuales: 3 , í>, 30.

242. E l a z a fra n es o rig in a rio d e la G r e c ia , de la P ro -


sia y d e o tro s p a ise s o rie n ta le s , p e ro h o y día se cultiva
ta m b ié n .en A u s t r i a , F r a n c ia , Ita lia y A lem ania. N ecesita
u n a tie r r a n e g r u z c a , u n poco a r e n o s a , lig e r a , ni húm eda
n i a rc illo s a , y q u e no h a y a sid o beneficiada d u ra n te un
añ o al m enos. E l az afra n tie n e u o a cebolla del grueso de
u n a a lv e lla n a ; se in tro d u c e n eu ia tie rra hasta la p ro fu n ­
d id a d d e 2 4 c e n tím e tro s i fia d e p re se rv a rla s del hielo.
U n a lib ra d e az a fra n seco necesita cinco libras de azafran
v e rd e t y p a ra u n a lib ra d e este son n ecesarias mas de cien
m il flores. L a ú n ica p a rte q u e se coge d e la flor son los
(res e stig m a ta s q u e tie n e el p is tilo ; se secan y se venden
con e l n o m b re d e a z a fra n . E sto s estigm as tienen un color
v iv o , a m a rillo -e n c a rn a d o , y de un o lo r arom ático m uy i n ­
tenso. E l azafra n v ien e al com ercio seco form ando panes.
S e d istin g u e n v arias c la s e s, á s a b e r : 1° el azafran de L e ­
va n te, el m ejo r y e l m as caro d e lo d o s; 2° el azafran de
A u s tr ia , calid a d m uy pura y d o m ezclada con p artes del
p is tilo ; 3 n e l azafran d e F ra n c ia y d e Ita lia ; 4 o el azafrau
d e I n g la te r r a , ca lid a d in fe rio r á la de E s p a ñ a , que o sla
p eo r d e todas. E l azafran del com ercio es un compuesto
d e filam entos en carn ad o s muy fin o s; si es bueno no debe
e sta r m ezclado con filam entos d elg ad o s y retorcidos ó b lan ­
cos ,1 o cu al an u n cia p a rte s del pistilo y de los estam bres,
p a rte s q u e oo tie n e n ning u ü a de las virtu d es de los estig­
m as; d eb e ser g raso al ta c to , poco q u eb rad izo , de un olor
a g ra d a b le , d e un sab o r dulce y aro m á tic o , y de un color
am arillo tan in te n s o , que la saliva se liñe con fa c ilid a d ,y
que basta una corla c a n tid a d para te ñ ir una gran cantidad
d e agua ó d e alcohol. M uchas veces esta' adulterado con las
flores d el c a rth a m u s , d e c a lé n d u la , del púnica granatura,
e tc ., y au n con fibras de vaca a h o rn ad a; pero se reconoce
fácilm en te el p rim e r frau d e h aciendo una infusión del aza­
fran en el a g u a , lo que hace in c h a r las flores estrañ as; el
últim o se descu b re p o r el o lo r que desenvuelve la carne
cuando se quem a un poco de esto azafran. P ara el uso de
la hom eopatía se prepara el azafran como todas lassu stan -
158 SUS TAWCI AS VEGETALES

cías secas, ya tratándole inmediatamente por e! alcohol


(20 partes), ya haciendo las tres primeras atenuaciones por
la trituración.

C ro to w tig lu jm ; g rana d e T ig lio , g ran a de M oluques, p i­


ñón de In d ia s; tlijli-baum . — E u fo rb io s, Ju ss., M onoe-
cia monadtílliíi, L . — D osis u suales?

24 3 . E ste v e g e ta l, que crece en las lu d ia s , en C h in a,


on M olucas, G e ila n , M alabar , etc., forma un arbustillo ra­
m oso, con corteza lis a , de color verde g ris y m adera lig e­
r a ; hojas ovaladas, lisas, agudas, dentadas en forma de
s ie rra ; flores term inales en racim os; sem illas prolongadas,
ovóideas, un poco angulosas. E stas sem illas contienen una
alm endra de color ro jo , encerrada en una cubierta g ris, li­
sa , delgada y transparente. L a carne de esta alm endra es
tan acre y cá u stica, que quema despues de mucho tiempo
cuando se aplica á la lengua. Se estrae un aceito conocido
con el nom bre de aceite de croton (oleum crotonis)yy que
participa de todas las propiedades cáusticas de las semillas;
es espeso, am arillento, de un olor particular y un sabor
c a lie n te , acre y urente. P ara el uso homeopático se usan
las se m illa s, que se pulverizan y se tratan como todas las
sustancias vegetales secas, ya por el alcohol (20 partes),
ya haciendo las tres prim eras atenuaciones por la tritu ra­
ción.

CunEB/F., piper cubeta; cubeba , pimienta con cola; cube-


6ew , stielpfeffer. — U rtic a ria s , Ju ss., D ecan d ria tr ig i-
nia , L . — Dosis usuales?

244. La pim ienta con cola crece en el Ja p ó n , en la


nueva Guinea , en el P e rú , etc. Tallos herbáceos, enredo­
sos; hojas oblicuas, ovaladas, muchas veces oblongas, ve­
n o sa s, agudas; espádice solitario, pedunculado, opuesto á
las h ojas; frutos pediculados, del volúmen de un grano de
pim ienta ordinaria , al cual se parecen de tal modo, que
cuando no tienen la cola es difícil distinguirlos do esta. E l
o lo r de esta pimienta es agradable y mas aromático que el
d e la pimienta ordinaria; su sabor es también menos ca-
GENERALMENTE USADAS. 1&9

Jieníe y uren te. C uanto mas pesados y lisos son los granos
h ay m as seguridad d e que no cstau adulterados los granos
de cubeba cou la pim ienta ordinaria. Para el uso horneo*
pático se tratan como las dem as sustancias secas.

C y c la m e n eüropjE U M ;cíclam en o, p an porcino; erdsckeil>ey


schw einsbrod. — L isím a c o s , J u s s ., P e n tan d ria m ooo-
ginia , L . — ■D osis u su a le s: 3 . 30.

2 4 5 . E l pan po rcin o crece en sitios hum brios y en Jas


regiones m o n ta ñ o sa s, al p ie de los A Jp es, en el mediodía
de E u ro p a , en T a r ta r ia , e tc ., pero se cultiva tam bién en
los ja rd in e s . Ln raiz es g ru e s a , chata , morena esferior-
m e n te , b lan q u ec in a in te rio rm e n te , o rb ic u la r; forma una
especie de p latillo d e d on d e salen peciolos largos. Hojas
ra d ic a le s , p ed u n o u la d a s, red o n d ea d as, venosas, verdes y
b rilla n te s p o r encinta, de uu e n carn ad o p ú rp u ra p o r debajo,
pintadas de blanco h acia el b orde. F lo re s de un herm oso
color d e p ú rp u ra 6 b lan cas y encarnadas; corola refleja
bácia alrd s; bayas cubiertas por uua cdpsula. P ara el uso
hom eopático se usa la raiz fresca, que se saca en otoño,
y se p rep ara como las dem as sustancias vegetales frescas.
A cebuciie in d ic a , Dctphne cannabina?
24 6 . H asta ahora nos ha sido im posible saber con pre-
cisión curil es el géuero de acebuche de que ha usado {a
escuela de H eriog para h acer los esperim enlos que se citan
en nuestro M anual. P ero hemos recibido directam ente la
preparación de este m edicam ento de A m érica, y la hemos
d ividido en tre M r. C a te la o , farm acéutico homedpato en
P a rís, y MM. P elletier é h ijo en L io o , con objeto que pue­
dan obtenerla todos los médicos homedpotas. Sin embargo
p o r ahora no hay mas que desde la la cuarta atenuación
en adelanto por si alguno desease obtenerla.

D ictam nus a lc u s ; díctam o, fresoilo ; diptam-wurzel. —


Ilu táceo s, J u s s., Decandria m o n o g in ia, L . — Dosis
usuales?

247. E sta planta vivaz crcce en la América meridional,


f $0 su st a n c ia s v e g e t a l e s

en Italia, en F ran c ia , en R u sia, en los bosques m ontaño­


sos y sobre las colinas petrosas. R aiz gruesa, arrollada, s u ­
culenta, un poco esponjosa; tallo d erech o , elevado de G á
9 decím etros, anguloso, estriado de v erd e, guarnecido
de glándulas encarnadas, resinosas; hojas a ltern as, b ri­
llantes, empinadas, con im p ar; flores term inales, en espiga,
do un blanco do n iev e, ó de un encarnado c laro , con es­
trías de color oscuro; semillas ovóideas, negras. E n estado
reciento exhala toda la planta un olor fuerte resinoso y un
aceite esencial que so inflama sin destruir la p lan ta, cuan­
do por efecto de un aire seco y caliente se arrima una bn-
gía. Se esprime el jugo de la planta fresca, y se trata como
el de todas las sustancias vegetales recientes.
D ig ita lis puhpürka, digital purpúrea; purpur/ingerhul.
— Scrofularias, Juss-, Didinamia angiospermia, L .— Do­
sis usuales: 30.
248. Esta hermosa planta crece en los sotos en colina,
fríos y estériles, etc., de toda la F ran c ia , como también
sobre las montañas formadas de basalto, sobre los campos,
en las riberas de la Europa m eridional, etc.; se halla tam­
bién en los jardines. Su raiz es bisanual, ram osa; tallo
herbáceo, derecho, redondeado, sim ple, elevado de 6 i
12 decím etros, velloso, blanco; hojas alternas, ovales,
lanceoladas, blandas, vellosas, de un blanco gris por de­
bajo, de gris verdoso por encim a, dentadas, un poco tor­
cidas; flores terminales, en espiga, inclinadas, grandes,
pedunculadas; cali’/, velloso, con cinco lóbulos desiguales,
obtusos; corolas obtusas, campanuladas, ventrudas, do un
color encarnado carmín, con manchas de color de púrpura;
semillas ovóideas, chalas por los dos lados, de* color ama­
rillento ó negruzco. Vara el uso. homeopático se usan las
hojas de la planta del segundo año, se recoge antes que flo­
rezca , en el mes do junio, se esprime el jugo, y se trata
como el de todas las plantas frescas.
, rorella; diorera con hojas redon­
D boseua r o t u n d i f o l i a
das, yerba del rocío; sonnenthau. — Onparídeas, Juss.,
Pentandria triginia, L .— Dosis usual: 30
249- lista planta crece sobre terrenos hornagueros,
GENERALMENTE USADAS. 161
cubiertos de m uzgo, en oí norte de E uropa, y en Babara,
eo la América meridional y en el norte del Asia. La raiz
vivaz de esta planta es delgada, de un moreno oscuro; tallo
derecho, delgado, liso, encarnado, de 5 á 20 centímetros
de elevación; hojas rad icales, cubiertas de pelos glan-
dulosos, sonrosados, los cuales trasudan al sol una gota de
agua clara, acre y mucilaginosa; flores alternas, eo espiga,
sobre una hampa blanca, que m edióse abren con uo tiem­
po seco y bueno por un momento hácia mediodía. Se
recoge la planta entera cuando está en flor, en julio; se
esprime el jugo y trata como el de las demas plantas frescas.

D ulcam ara, solanum dulcamara; dulzamara, yerva mora


enredadera; bütersüss-nachtschatten. — Solanos, Juss.,
Pentandria m onoginia, L . — Dosis usuales: 24, 30.

250. Esta planta vivaz crece en casi toda E uropa, on


los sitios húmedos, en los fosos, en las orillas de los rios, al
rededor de los vallados, etc. Echado en el suelo el tallo le­
ñoso de este arbusto, elástico y voluble, llega i tener un
metro de altura y mas; pero asiéndose á cuerpos á propó­
sito, llega i tener mucha mas altnra. Raiz leñosa, ramosa,
de un amarillo verdoso; hojas alternas, enteras, las su­
periores picadas, las inferiores ovales, cordiformes-, lisas
por los dos lados; flores en racimos, de un hermoso azul
violeta, con antenas amarillas; bayas, oblongas, verdes
en su principio, despues amarillas y ópacas, y por último
encarnadas y transparentes. E l olor de las hojas, y de los
tallos tiene algo de nauseabundo y narcótico; su sabor es
en nn principio dulce, despues amargo. Usamos en homeo­
patía el jugo recientemente esprimido de las hojas y los
tallos, recogiendo la planta antes de que florezca. Este
jugo se trata despues como ei de todas las plantas frescas.

E u g e n i a ja m b o s , s . jambosa;
jambos jame-rosad; jambus
myrthe. — Mirtáceos, Juss., Icosandria monoginia, L.
— Dosis usuales?

251. Este hermoso árbol es origiuario de las Indias y


de las regiones cálidas de América; no está nunca sin fio-
162 SUSTANCIAS VEGETALES

re s n i fru to s, y lle g a i te n e r u n a altu ra d e 6 á 13 m etros.


L a corteza d e l tro n co es d e u n m oreno ru b ic u n d o , la de
las ram as a b ie rta , p ero lis a ; hojas a lte rn a s , m uy e n te ra s,
la n c in a d a s, venosas y llen as do p u n to s , larg as de seis á
o cho li n e a s , d e u n v e rd e oscuro p o r e n c im a , y p álido por
ab ajo ; pedúnculos te rm in a le s, ram o so s, m ultifloros; flores
g ra n d e s, d e un am arillo su cio ; fruto casi esférico , d el g ru e­
so d e una p era m e d ia n a , d e u n color herm oso am arillo p á­
lid o , tira n d o á rosa. N úcleos m onosperm os, con cuatro
án g u lo s, y rodeados de uua película delgada. E l fruto se
c o m e, p e ro sin n ú cleo s, y sobre todo la cubierta que les
rodea se tien en p o r venenosos; la raiz de este árbol dicen
es un veneno de los mas activos. P a ra el uso de la hom eo­
patía se m achacan los núcleos frescos, se m ezclan 10 par*
tes d e alcohol con la p u lp a , se decanta el líquido i los ocho
dias. O b ten id a la tin tu ra de esta m an era, sirvo para p re­
p a ra r las atenuaciones.

Euphobbium officiw abum ; euforbio o ñ cin al; w oifsm iieh ,


euphorbien-karz . — E u fo rb ia s, J u s s ., Monoecia an d ró -
g im a , L . — D osis u su ales: 2 4 , 30.

252. E sta gom a-resina so estrae de varias especies de


euforbios q u e h abitan las regiones cálidas d el Á frica, so­
b re todo el c a b o , el otro lado doi A tlas, etc. E n estado
fresco es un ju g o lechoso que se derram a en grande abun­
dancia cuando se divide ia p la n ta ; llega en pedazos irre ­
g u lares <5 en lágrim as red o n d ead as, como ram osas, huecas,
de un am arillo p álido,1sem ejantes al maná, muy frágiles, y
contienen á m enudo en sus cavidades restos de espinas,
de pedú n cu lo s, frutos, etc. \ particularidad que hace pue­
da distinguirse fácilm ente el euforbio de todas las sustancias
análogas. A rrojadas á la lum bre exhalan los pedazos un
olor bastante ag rad ab le; mascados , tienen un sabor en un
principio am arg o , despues acre y caliente. £1 polvo que
d a esta sustancia, siendo muy dañoso, importa al pulveri­
zarla preservarse poniéndose un pañuelo á la nariz y boca.
S e prepara el euforbio como todas las sustancias vegetales
secas, ya haciendo las tres primeras atenuaciones por la
trituración , ya haciendo la inhision en el alcohol (20 par­
GENERALMENTE USADAS. 163
tes), y osando la tin tu ra m adre obtenida de esla manera
p ara o b ten er todas las atenuaciones por la ria líquida.

E u p h r a s ia o f f ic in a h s ; eufrasia oñcinal; augenlrost —


P ed icu lad as, J a s s ., D idinam ia angiospermia, L . — Do»
sis u su ales: O , 3 , 30.

2 53. E sta p lanta anual crece en Jos prados, en las lin­


des de los m ontes, en toda E uropa. Se distinguen algunas
v arie d a d e s,á saber:. I o E. pratensis , Schench; 2® E. ne -
glecta , variedad mas r a r a , crece en los Alpes de Babiera;
3 o E . nemorosa , P e r s ., que se cria sobre todo encima de
la yerba seca de los m ontes; 4 o E. alpestris , en las mon­
tañas de poca elevación; 5o E. imbrícala, W icm m .,en lo s
Pirineos. L a variedad que usamos con el nombre de E.
officinalis, es la Euphra. pratensis. Raiz muy pequeña, cu­
bierta de vello; tallo redondeado, velloso, de 8 á 16 centí­
m etros de alto, rara vez simple, generalmente ramoso; hojas
alternas, sesiles, ovaladas, obtusas, lisas, gruesas, arruga*
d a s , con dientes agudos; flores asilares, en espiga termi­
n al; cáliz cilindrico con cuatro hojas; corola blanca, labia­
da, lobulada; cápsula con dos celdas, oval, oblonga; antenas
inferiores con dos cu ern o s, espinosas en su base, sobre
uno de los ldbnlos. S e recoge Ja planta entera hácia media­
dos de ju lio , y se prepara como todas las plantas frescas.

Evonvmus e u ro p e o s ; bonetero, bonete de cura; spindet-


baum , pfaffenhütehen. — Espinos, Jass., Pentandria
m onoginia, L . — Dosis usuales: 6 , 30.

254. E l bonetero es un arbusto elevado de 1 á 5 me­


tro s, que se cría en los vallados, y crece en Jos zarzales de
toda Europa. Tallos con ramos tetrágonos, con hojas
opuestas, á penas estipuladas, como pediculadas; pedún­
culos axilares, solitarios, mulfifloros, on otnbelas; cáliz
en cinco partes, plano, cubierto en su base por u d disco
en forma de escudo; frutos encarnados y cu adranglares,
en forma de una bareta, lo que les da e! nombre de bone­
te de cura; simientes blancas, amargas, de un sabor acre.
Se cogen los frutos cuando empiezan á ponerse colorados
|6 4 SUSTANCIAS VEGETALES

(en «1 mes de agosto), se esprime el jugo y so trata como


el de las demas sustancias vegetales frescas.

fih ix m a s , polypodium s. aspidium fitix mas; íugora

macho, mannlickes farrenkraut.— Fuleras, Juss., cryp-


togamia, L . — Dosis usuales: O , 9 , 30.

255. E l fugera macho crece en toda E u ro p a , en Asia,


en A m érica, en los m ontes espesos, los chaparros, al rede-
dor de los vallados, etc. L a raí/, es n eg ra , echada en el
feuelo casi h o m o n ta lm e n te , gruesa de 5 i 8 centím etros,
larga como» el dedo y tiene hojas largas, bipinnées , con
folíolos o b longos, lanceolados, puntiagudos, obtusos, r e ­
dondeados, y tienen en el reverso numerosas fructifica­
ciones. Se podrá confundir alguna vez esta planta con el
urtkyritírn filix f(tonina, que en ciertas regiones se cria me­
jo r aun qae el fugera m acho, del cual la raiz es ascenden­
t e , mas corta y negra al estado seco, m ientras que la raiz
larga horizontal de la fugera macho se vuelve morena por
la desecación. S e recoge la planta entera desde el mes de
julio hasta el mes de setiem bre, y se esprime el jugo des­
pues de haberle añadido un poco de alcohol.

F r a g a r iav e s c a ; fresa común; gómeme erdbeere. — R o-


sáceas, Ju ss., Icosaudria poliginia, L . — Dosis usuales?

256. E sta planta vivaz está esparcida en toda Europa


y gran parte de América; habita los montes, los prados,
los campos y las colínas. Raiz morena, echada horizontal-
m ente; tallo derecho, redondeado, velloso, de la longitud
d a un dedo y mas; hojas ternas, dobladas, pecioladas;
flores blancas inodoras; baya oval, encarnada, de un olor
delicioso y gusto esquisito. Se coge la planta al priocipio
de su florecencia, y se trata el jugo recientemente espri-
mído del modo conocido.
G ranatum , púnica granatum; granado; granaten-baum .
— M irtáceos, Juss., Icosandria monoginia, L . — Dosis
usuales: O , i , 30.
257. E ste á rb o l, alto de 5 á 7 m etros, habita el
GENERALMENTE USADAS. 165

mediodía del A frica, el Asia meridional, y las regiones


calidas d e E u ro p a , como la G recia, la Italia, España, la
Proveoz.-i, etc.; auu se cultiva en algunos parages de Alema­
nia. H ojas lanceoladas, opuestas y alternas, pequeñas, pe­
ñ o la d as, ovales, en teras, encarnadas en los bordes; flores
b rillantes , de un encarnado herm oso, con cinco pétalos
ondulados; fruto esférico, del grueso de una manzana, coa
una cáscara do nn am arillo sourosado y de consistencia de
cuero, coronada por un cáliz con cinco divisiones y divi­
dido en varias celdas; semillas numerosas, de un azul
sourosado. L a raiz de este árbol, única parte que se usa en
hom eopatía, se halla en el comercio ea pedazos irregula­
res parecidos á las virutas, chatas ó arrolladas, do varios
tamaños. Se usa la corteza esterior de la raiz. La raiz es
mas eficaz en su estado fresco, pero si no se puede obtener
t a l, es preciso dar la preferencia á la que viene de las In ­
dias orientales. La raiz fresca está preparada como todas
las sustancias vegetales frescas; la raiz seca como todas
las sustancias secas, es decir; ya por la trituración, ya por
la digestión en el alcohol (20 partes).

graciola de las tiendas, yerba del


G h a t io l a o f f i c i n a h s ;
pobre hom bre; gnaden-kraul, wüder aurin.— Escrofu-
la rias, Ju ss., D ecandria m onoginia, L . — Dosis usna-
le s : 6 t 9 , 1 2 , 30.

258. E sta planta anual habita Jos prados húmedos,


los bordes de los estanques y de los fosos, los ribazos de
los rios y las orillas de los lagos, en la Europa meridional
y templada. La raiz es ram pante, horizontal, blanca, llena
de raicillas; tallo d erecho, sim ple, nudoso, cuadrangular,
liso , alto de 3 á 4 decímetros; hojas opuestas, abrazadas
por el cuello, lanceoladas, dentadas á manera de sierra, li­
sa s, de un verde claro, señaladas en la raiz con cinco y
en el vértice con tres nervuras; flores axilares, solitarias,
pedunculadas, de nn blanco sonrosado; cáliz con cinco d i­
visiones; corolas tubulosas con cinco lóbulos desiguales;
capsula oval, oblonga, con dos valvulas y dos celdas polis»
permas. Semillas pequeñas, num erosas, prolongadas. Al
estado fresco, esta planta tiene un sabor repugnante, amar-
166 SUSTANCIAS VEGETALES
go y acre; su olo r es casi n u lo . S e coge la p lan ta fres­
ca y entera en el m es d e ju n io , an tes q u e se d esarro llen
sus flores, y se tra ta como las dem as p la n ta s frescas.

Guaiacum o f f ic in a ib ; g u ay aco , g a y a c ; guajal-harz . —


R u táceo s, J u s s . , D e can d ria m o n o g in ia , L . — Dosis
usuales: O , 3 , 30.

259. £1 v e g e ta l, d e l cual se estrae la g o m a-resin a co­


nocida con el nom bre d e goma de guayaco , es un h e r­
moso y grand e árbol que crece en la A m érica m eridional,
sobre todo en S an to D o m in g o , en Ja m á ic a , en el B ra sil,
etc. L a leñ a y la corteza de este árbol se h allan en el
comercio en pedazos g ru eso s, irreg u la res, duros, pero frá­
giles; la corteza es com pacta, gris al e sterio r, m an ch a d a,
resinosa y de aspecto graso. L a m adera tien e un sabor un
poco am argo y o rdinariam ente in odoro, pero quem ada es­
parce un hum o arom ático. L o in terio r de esta leñ a tien e
un color verde o scu ro , y contiene mucha re s in a ; lo este­
rio r es mas a m a rillo , m as lig ero y menos resinoso. E sta es
la m adera de la cual se estrae la resina por decoccion, p e­
ro se obtiene tam bién de un modo inm ediato en el mismo
p a is , donde fluye del mismo á rb o l, ya n a tu ra lm e n te ,y a á
cansa de las incisiones que se hacen. T ie n e en masas duras,
g ru esas, irre g u la re s, sem i-transparentes, de uu moreno
oscuro <5 verdoso al esterior, de un verde azulado y llenas
de m anchas blaocas y morenas eu lo in te rio r, con quebra­
dura onduosa y b rilla n te , y de un peso específico de 1 ,2 0 5
á 1 ,2 2 8 . Pió tiene o lo r, pero un sabor un poco amargo y
pica ligeram ente la lengua; es muy frá g il, y da un polvo
de un blanco g ris , que puesto al aire no tarda en ponerse
verde. E s soluble en el alcohol, pero poco en el agua. Se
falsifica algunas veces con la resina de p in o , pero echando
uu poco de esta resina al fuego, el olor de trem entina que
se presenta descubre esta adulteración. M uchas veces se
falsifica con la coiofania ó pez griega, lo que se conoce por
la potasa cáustica, que da una dilución clara cuando la r e ­
sina de guayaco es p u ra , y una dilución turbia cuando está
mezclada con colofonia. Se prepara esta resina como todas
las sustancias secas» ya haciendo las tres primeras aten ú a -
GENERALMENTE OSADAS.

cíooes por la tritu ració n , ya disolviéndola desde ud prio-


cipio en el alcohol (20 partes para la tintara madre).

H .e h a to x v iu m cam pechunum ; m adera de C am peche; canv-


peschen-holz . — L e g u m in o sa s, Ju ss., Decandria rao-
n o g in ia, L . — D osis u su a le s: 6 , 9.

260. E ste iírbol, cuya madera conocida está muy en


uso pora los tintes negros, morados y grises, crece eo
América, sobre todo eu Méjico y en las Antillas. Es ud
árbol con hojas dos á tres veces empinadas por dos ó tres
pares de folíolos casi cordiformes; flores am arillas, en es­
pigas axilares, y de uu olor de junquillo; cáliz en cinco
partes; cinco pétalos; cápsula lanceolada, aniíocular,coa
dos valvas; conchas en forma de barquilla; simiente espe­
ciada. L a leña de este árbol es d a rá , compacta, de nn
moreno castaño tirando a' negro, ó de un encarnado de
sangre interiorm ente; también le hay moreno, manchado
de negro muy ragularm ente. Se halla en el comercio ea
troncos gruesos., de un olor particular, pesados, compac­
tos, separados de la corteza y reducidos á solo sus partes
colorautes. Para el uso homeopático se hace cocer esta ma­
dera en veinte partes de alcohol, y la tintura obtenida de
este modo sirve para preparar las atenuaciones.

H e s le b o ru s n ig e h ; heléboro negro; schwarze nicsswrz-


— Renúnculos, Juss., Poliandria poliginía, L. — Dosis
usuales ; 9 , i 2 , 30.

261. Esta planta crece sobre las montañas, como las


deB orgoüa, de A uvergue, sobre los Vosges, los Pirineos,
los A lpes, en el sud-est de Alem ania, eu H abtcra, ea
Austria , en Silesia, ect. La raiz, de esla planta consiste en
un boton redondeado, negro, acanalado, del grueso de un
hueso de melocotón, con muchas raíces y de radículas lar­
gas, lisas, carnosas; la raiz es de un moreno negro al es-
terior, de nn blanco sucio al interio r, inodora al estado
seco, pero urente sobre la lengua cuando se acaba de mas­
car. Las radículas tienen un olor acre, einpireumatico, y
un sabor que es en un principio nauseabundo y amargo.
168 SUSTANCIAS VEGETALES

despues acre, y por último caustico. T a llo derecho , cilin­


d ric o , simple, unifloro ó bifloro; hojas pediformes» b ri­
llantes , lanceoladas, de un verde oscuro p o r encima, de u q
verde claro por bajo; flores primero b la n c a s , despees rosa;
florecen en el mes de diciembre. S e toma si se puede la
raiz fresca, que se desentierra hácia N avidad, y se trata
como todas las plantas frescas.

H yosciam us h ig e b ; beleño; bilsenkraut . — S o lan o s, Ju ss.,


P e n ta n d ria m o n o g in ia, L . — D o sis n su a les: 1 2 , 3 0 .

262. E s ta p la n ta crece e n casi toda A lem an ia, en una


g ran p a rle de F ra n c ia , en la A m érica del n o rte y en A sia,
y habita sobre todo los sitios llenos d e p ie d ra s , los e s­
co m bros, la inm ediación á la p o b lació n , á lo la rg o d e los
cam inos incu lto s, e tc . S u ra iz es an u al y b isa n u al, vertica!,
g ruesa com o e l p u lg a r, c ilin d r ic a , d e u n b lanco m o ren u z-
c o , llena de v ello , blanca in terio rm en te. T a llo d erech o ,
alto de 3 á 6 d ec ím e tro s, ram o so , v elloso, viscoso y de
un verd e oscuro. H o jas rad icales, pecioladas , to rto o sas p i-
nantífidas; h ojas c u lin a ria s, d e un v erd e g r i s , abrazadas
p o r el cu e llo , sin u o s a s, a n g u lo sa s, ven o sas, v isco sas, de
un sabor m u cilag in o so , d u lc e , un poco a c re , y de nn olor
fé tid o ,s o rp re n d e n te ; flores axilares, s o lita ria s, paniculadas
de am arillo sucio; cáliz g r a n d e , d e cam pana , con cinco ló­
bulo s agudos; corola in íu n d ib u lifo rm e , obtusa con cinco
divisiones y cinco estam b res; estam bres in c lin a d o s; cáp­
sula operculada con dos celdas cortadas h o riio n U lm e n te;
sem illas pequeñas, verdosas, p u n tiag u d as, irre g u la re s, casi
reniform es, un poco achatadas, arru g ad as, aceitosas, d e nn
olor que trasto rn a , y de un sabor un poco am argo. P ara el
uso hom eopático se recoge la yerba d e la p lan ta al p rin ­
cipio de su floreccncia, a principios de ju lio ; se esprim e
el i un°* y se trata corno el de las dem as plantas frescas.

I g n a tia am ab a , strydm os Ig n a c ii ; haba de san Ignacio;


bittere tiebemuss . — A p o cin eas, Ju s s ., P en ta n d ria mo­
n o g in ia, L . — D osis usuales: 1 5 , 30.

26 3 . E sta especie de strichnos forma una especie de


GBNKKALtfE.1TE USABAS.
e n r e d a d e r a , c o y a s h o ja s son ovóideas y b rilla n te s; crece
d e sd e F ilip in a s h asta C o c h in c h in a. L os frutos tieu ea «I
T olúm eo d e u q m e ló n , y co n tien en 2 0 i 2 i granas. E i t n
g ra n a s (h a b a s d e san Ig n ac io ) so a de! g rueso d e a s a t i -
in en d ra d e g a r a p iñ a , ó d e una alm en d ra g r a e u , d e i»
lü u g iíu d d e 3 c e n tím e tr o s , a n g u lo sas, irre g u la re s , d o n #
y com o p e tro s a s , lis a s , in o d o ras j serai-tra n sp íren les. Al
e s te rio r son d e uu g ris negruzco 6 d e ou m oreno claro,
e s tria d a s, v e llo sa s; in te rio rm en te tienen qq color • o r e -
no am arillo y poco b rilla n te s ; coa o lo r d esam a b le, afraú -
c la d o , p ero d é b il, y un sabor excesivam ente amar?©. La»
m ejores son las inas g ru e sa s, las m as petadas y las que
están todavía in ta ctas. E n el com ercio es raro ac ta al-
m eute esto fru to , y la m ayor p a rte de los drogueros ven­
den d escaradam en te la grana de la ouea vómica por habas
de san Ignacio. L o que puede distinguir en tre si estas do*
especies do g ran as e s , que la de ia nuez vómica es de
u o g ris verd o so , m uy c h a ta , tiene la forma de oo boiom
d e f ra c , m ie n tras que las liabas de sao Ignacio soa d e u t
g ris negruzco ó m o ren o , de la forma de una alm ead n r. r
angulosas. P ara el uso hom eopático se p a íte n la el haba
de san Ignacio teniendo continuam ente el alm ir*i eo aeua
m uy c a lie n to , despues de lo cual se hacen las tres prim e­
ras atenuaciones por la tritu ració n , siem pre que oo se p re­
fiera o b ten er la tin tu ra m adre haciendo d if e r ir e« 2«)
p artes d e alcohol una parte del polvo obtenido.

In d ig o , índigofera tinctoria; ariil indico. — LejrotaiM»**,


J u s s ., Diadeilia decan d ria, L . — Dosis usual. 3 0 ,

r2fí4f. E sta planta es originaria de Ijs Indias orieat»~


les, donde crece eu grande abundancia Form a un arbusto
d ere ch o , ramoso y velloso. Se saca por la f»*rcneolacKHi la
m ateria colorante conoriá» coa el nom bre de añil. E s u s a
especie de almidón de color azul, que se halla e a *1 co«erc>*
en forma de panes cúbicos roas ó menos (rin d e * . L a B e -
jo r especie viene de A m érica, de donde se estra*. cerra
de G uatem ala, del indigófera argéotea. Lo»carj%t*r** de
un buen añil son: un color oteu ro , b rilla n te , morado ó
azui e n c a rn a d o ; d eb e ser sólido, con quebradura u » es-
170 SUSTANCIAS VEGETALES

trias; frotado contra la una, debe adquirir un brillo me­


tálico; sobrenadar en el agua; cuando se quem a, debe
dejar muy poco residuo; tratado por los álcalis, no debe
perder color; debe disolverle el ácido sulfúrico, y la dilu­
ción ton esceso de agua debe tener an color azul hermoso.
£1 añil es insoluble en el agua y en el éter; en el alcohol
no se disuelve sino muy poco. Se le ve algunas veces lle­
no de manchas blancas, que es moho, que proviene de que
el añil no estaba bien seco cuando se empaquetó para ve­
nir á Europa. Se preparan las tres primeras atenuaciones
por la trituración.

I pecacuanha, cephaelisipecacuanha;h\pQc&c\\ana; brech-


wurzel. — R ubiáceos, Juss., P entandria monoginia, L.
— Dosis usuales: 3, 9, 30.

265. Se distinguen en el comercio tres especies de


hipecacuana,á saber: I o hipecacuana negra ó estriada, que
proviene del psyckotria emetica; 2o la hipee, blanca ú on-
dulosa, que proviene del richardsonia scabra del Brasil
y del i/io/a tpecacuanha, L .; 3* la hipee, gris, que provie­
ne del cephaéíis ipecacuanfia. Esta última es la que se usa
en homeopatía; viene igualmente del Brasil, donde la plan­
ta que da esta raiz crece en los sitios humbrios de las pro­
vincias d e F c rn a n b u c y de B ahía, en Mariana, y en las
A ntillas. Hojas ovóideas, terminales; flores blancas, term i­
nales. La raiz es fusiforme, gruesa como una paja, de al­
gunas pulgadas de longitud, vermiforme, encorvada, frágil,
un poco ramosa? anulada, con quebradura resinosa,de uu
gris ceniciento ó de un moreno claro, guarnecida de pa-
pulas numerosas, que rodean la parte leñosa en forma de
cintura. Lo interior de la raiz es resinoso, blanco, y atra­
vesado por uu hilo leñoso. Toda la raiz tiene un olor dé­
b il, pero desagradable, y un gusto mucilaginoso, un poco
amargo y nauseabundo. La raiz del Tichardsonia scabra
(hipee, blanca), es mas larga, mas blanda y mas flexible; la
epidermis de un gris mas claro, los anillos están mas se­
parados y menos profundos; la quebradura es menos re ­
sinosa; el sabor no es amargo. Para el uso homeopático
usamos, como acabamos de decir, de la raiz del cephaéíis
GENERALMENTE USADAS. 171

tpecacuanha 6 hipecacnana g ris. L as raíces blanquecinas 6


am arillentas, que se en cu en tran muchas veces mezcladas
i esta especie de hipecacuana, deben arrojarse lo mismo que
las que son esponjosas, como tam bién todas las que no tie ­
nen anillos. E n cuanto á la preparación de este medica­
m ento podrá hacerse como la de todas las sustancias se­
cas, ya por la tritu rac ió n con el azúcar de le ch e , ya por
la digestión en v ein te p arles de alcohol para obtener la
tin tu ra m adre.

Jalappa, convolvulus s. ipomma jalappa, ipomcea macor-


rhiza; jalapa; trichter-winde . — Convólvulos, Juss.,
Pentandria monoginia, L . — Dosis usuales:?

266. E sta bigorda crece en las cercanías de Méjico,


en V e ra -C ru z , en la F lo rid a y en la C arolina. L a raiz de
esta planta, que en 1609 de Y alapa se trajo á Europa, vie­
ne en pedazos red o n d o s, gruesos, de 6 á 14 m ilím etros, ó
en pedazos p irifo rm es, e n d id o s e n dos, ó bien todavía en
pedazos enteros de la forma de un pequeño tarugo. Esta
raiz es den sa, resin o sa, p e sa d a , quebradiza, gris 6 ne­
gruzca y arrugad a po r fu e ra , de uo gris oscuro ó moro-
nuzco, de uu olor particu lar, repugnante, y un sabor resi*
noso, acre, nauseoso, picante. P ara e) uso homeopático es
preciso no usar los pedazos ligeros, de un moreno claro a!
esterio r, blanquecinos ó de un gris pálido interiorícente,
ni de los que no tuviesen brillo, sin estrias, esponjosos,
carcom idos y muy quebradizos. S e prepara la jalapa como
las dem as sustancias vegetales secas.

m edicinario, ricino mayor, higo ¡nfer-


J a tro ph a c u r c a s;
n a l, ricino do A m érica; schwarze brech-nuss, grosse
purgir-nus, hbllenfcige, — E aforbias, Ju ss., Monoecía
monadelfia, L. — Dosis usual: 30.

267. E l medicinario crece en A frica, en la América


del sud, en la Píueva-A ndalucia, en la isla de C u b a, en
las A ntillas, etc. E s un pequeño árbol con numerosas ramas
lisas; hojas pecioladas, o b tu sas, cordiform es, lisas, con
cinco lóbulos; flores blancas ó de un verde am arillento, en
172 SUSTANCIAS VEGETALES

corimbos multitlores. E l fruto de este árbol es la nuez co­


nocida con el nombre de focus infernalis (higo infernal),
ó el de ricino de América; son semillas de un moreno ne­
g r iz c o , estriadas, cada cápsula contieno tres. E l núcleo
es blanco, aceitoso, de un sabor primeramente dulce, des-
pues escesivamente acre y corrosivo; la túnica que le rodea
es la parte mas acre. E l aceite que se saca de estas semi­
llas es incoloro, sin olor y casi insoluble en el alcohol.
Las tres primeras atenuaciones se hacen por la trituración.

L actuca v ir o s a ; lechuga virosa; giftlattig> — Achicorias,


Juss,, Singenesia poligamia igual, L . — Dosis usuales:
1 2, SO.

268. E sta p la n ta vivaz que h ab ita el m ediodía de E u ­


r o p a , crece sobre las co lin as, las ru in a s , los esco m b ro s,
lo s sitios herb áceo s, in cu lto s, en los vallados y cerca de
las paredes. S e cultiva tam bién en los ja rd in es. T allo d e ­
rec h o , red o n d ead o , de la altura de 9 á 14 d ec ím e tro s, de
u n verde g ris , llena de m anchas de on encarnado d» san­
g r e , lechosa; hojas h o rizo n tales, sesiles, sem i-ab razad as
p o r el cuello, con agujas en el b o rd e; flores pequeñas; h e r-
m afro d itas, te rm in a le s, de un color am arillo pálid o ; fru ­
tos negros. T oda la planta tien e un olor muy acre y nau­
seabundo , un sabor am argo, y contiene en todas sus partes
u n ju g o lechoso, blanco y picante. S e coge la planta e n ­
te ra al tiem po de florecer (desde ju n io hasta agosto), se
esprim e el jugo y se trata despues como el de todas las
dem as plantas frescas.

L a h iu h álb u m ; ortiga blan ca; weiss-bienensaug ; weisse


taubnessel. — L abiadas, Juss., Didinam ia gimnospermia,
L . — D osis usuales: O , 3, 30.

269. E sta planta crece en todas partes de F rancia y


de A lem ania, á lo largo de los vallados, de los caminos,
d e los fosos, etc., y florece casi todo el estío. R aiz cilin­
d ric a , ram osa, llena de vello; tallo d erecho, cuadrangu-
la r, velloso, sim ple; hojas pecioladas, cordiformes, agudas,
dentadas á manera de sie rra , venosas por abajo; flores
G E N E R A L M E N T E USADAS. 173

b la n c a s , a x ila r e s , se sile s; v erticilo s de diez á veinte ñores.


S e e sp rim e el ju g o de las flores y d e la s h o ja s , y se trata
com o el d e todas la s p la n ta s frescas.

L a u r o c e r a s o s , p ru n u s laurocerasus • ad elfa; kirsch-lor -


beer .-— R o s á c e o s, J u s s ., H e x a n d ria m o n o g in ia, L . —
D o sis u su a le s; 3 , 6 , 3 0 .

270. E s te a rb u s to c re c e e n P e r s ia , en el C aucaso, e a
e l A sia m e n o r y e n to d o L e v a n te , en F r a n c ia , y en algu ­
n o s p a ra g e s d e l R h in y e l M e in in f e r io r ; pued e cultivarse
e n el c a m p o , y en e l m e d io d ía d e la F ra n c ia está con­
n a tu ra liz a d a . E l ad e lfo es u n á rb o l q u e crece unos 2 á 6
m e tro s d e a lto , tie n e ra m a s e s te n s a s , d e las cuales las mas
v ie ja s e stá n a b ie rta s y tie n e n un n e g ro g r is ; las m as jóve­
n e s lisas, y d e u n v e r d e m o re n o ; h o ja s a lte r n a s , p e d u n c u -
la d a s , o v a la d a s , la n c e o la d a s , v iv a c e s, e n te r a s , m uy poco
d e n ta d a s , c o n s is te n te s , d u r a s , d e u n v e rd e re lu c ie n te p o r
e n c im a , y v e rd e su c io p o r ab a jo y v e n o s a s; flores en ram os
a x ila re s , b la n c a s, e n rac im o s la rg o s; b a y a s cord ifo rm es, re ­
d o n d e a d a s , s u r c a d a s , d e u n n e g ro e n c a rn a d o . L a s h o jas
fre sca s tie n e n u n o lo r y u n sa b o r a ro m á tic o s, se p are cen á
la s d e la a lm e n d ra a m a rg a ; c o n tie n e n ác id o h id ro c iá n ic o .
P a r a el uso h o m e o p ático se cogen las flores en a b ril y
m a y o , se re d u c e n ú p a sta fina en u n alm irez d e h ie r r o , se
m ezcla la p asta m o lid a con p a rle ig u a l d e a lc o h o l, se es­
p rim e el ju g o y se m ezcla d e Duevo con p a rte s ig u a les do
alco h o l. L a tin tu ra m ad re o b te n id a d e esta m an era sirv e
d esp u es para h a c e r las aten u a cio n e s. T a m b ie u se p o d rían
acaso tr a ta r las h o ja s d e l m ism o m odo que las su stan cias
se c a s , es d e c ir; h a c ie n d o las tre s p rim e ra s a ten u a cio n e s
p o r la tr itu ra c ió n con el a z ú c a r de leche.

L edum pa lu stre ; ro m ero d e los c a m p o s, ro m ero salvage;


su m p fp o rst , w ü d er rosm arin. — R o s a c e s , J u s s ., De*
c a n d ria m o n o g in ia , L . — D o sis u s u a le s : 1 5 , 3 0 .

2 7 1 . E ste a rb u sto c re c e en ios sitio s h ú m e d o s , h o r n a ­


g u e r o s , p a n ta n o so s d e l n o rte d e E u r o p a , en S ile s ia , e n
B o h e m ia , e tc ., y ta m b ié n en F r a n c i a , e n la s m o n ta n as d e
174 SUSTANCIAS VEGETALES
los Vosges, en Asia y en A m érica; tam bién se cultiva en
los jardines. P lanta siem pre v erd e, alta de 6 á 9 decíme­
tro s, ramosa; hojas con pedúnculos cortos, lancinadas, ar­
rolladas sobre sus bordes, d u ras, lisas por encim a, llenas
de pelusa amarilla por bajo, verdes y relucientes. E n estado
fresco las hojas tienen un olor fu e rte , resinoso, que tras­
to r n a ^ un gusto amargo astringente, nauseabundo. Flores
blancas, algunas veces sonrosadas, en espigas ó en corim-
bos terminales. Se pulveriza la planta entera y se riega con
veinte partes de alcohol; el liquido claro qne se estrae por
el sifón á los ocho dias es la tintura madre, y sirve para
preparar las atenuaciones.

lycopodii polten; licopodio, pie


L y c o ío d it jm ct. a v a t u m ,
de lobo; barlapp-samen , streu-pulvcr, hexen-mehl. —
Musgos, Juss., C riptogam as,L.— Dosis usuales: 24, 30.

272. L a planta qne da el polvo conocido con el nom­


bre de licopodio, es un musgo que crece en Europa, so­
bre todo en Finlandia y en R usia, en los sitios petrosos,
montuosos y cubiertos de árboles; se saca el polvo de las
espigas de la planta, tostándolas y apaleándolas al An del
verano. E l tallo de esta planta es ram pante, filiforme, ra­
moso, de 6 á 10 decímetros de largo, los ramos echados
son estériles, los derechos son fértiles. Hojas encorvadas há­
cia adentro, lancinadas, enteras 6 festoneadas, sin nervuras,
acaban en punta blanca, filiformes; espigas derechas, ci­
lindricas , de 5 á 6 centímetros de largo, formadas de con­
chas colocadas en forma dé te ja ; cápsulas reniformes, ama­
rillas, axilares, uniloculares, con dos valvas qne contienen
la grana que forma el licopodio del comercio. E l licopodio
es un polvo sumamente fino, de un amarillo pálido, graso
al tacto, inodoroé insípido, adherente al dedo, inmiscible
al agua sobre la cual nada, inflamable y muy ligero. ¡Hu­
chas veces se adultera con el pollen del p in o, el serrin, la
fécula, con el polvo de talco <5 de cal, <5de otros polvos co­
lorados de amarillo por la goma-guita. En este último caso
se descubre el fraude por el color encarnado que comunica
una dilución de potasa al licopodio, y en cuanto i las fal­
sificaciones con otros polvos, se reconocen en que echados
GENERALMENTE USADOS. 175
ea agua estos se im p reg n an , m ientras que el licopodio so­
brenada. E l polvo de talco y el de cal van á fondo y se
descubren por la efervescencia que hacen con los ácidos.
Las falsificaciones con el pollen del pino ó el del abeto,
se reconocen por el olor resinoso que exhalan estas sustan­
cias cuando se frotan entre las manos; la presencia de las
féculas se descubre por el yodo. Se hacen las tres primeras
atenuaciones por la trituración.

trifolium fiórinum; trébol, tré­


M en y a n th es t b if o l ia t a ,
bol de agua ; bitterklee, ñeberklee.— Lisimaqnias, Juss,,
Pentandria monoginia, L . — Dosis usuales: 3, 30.

273. £1 trébol acuático crece i la orilla de las aguas,


en los fosos y prados acuáticos, los pantanos, etc., en Ah
manía, en Francia y eo el medio de toda Europa. Raiz largi
guarnecida de vello, gruesa, articulada, morena esterior
m eóte, esponjosa interiorm ente; tallo redondeado, eo ni
principio rastrero, despues derecho, largo de 4 decímetros
hojas con peciolos largos, terminales, con tres folíolos ova
lados, enteros, de un olor débil, nauseabundo, y de un
sabor muy amargo; tallo derecho, largo hasta 7 decíme­
tros; flores de un blanco rosa formando un panículo qae
termina el tallo; corola grande, vellosa interiormente, en
forma de embudo, con cinco divisiones, cinco estambres;
estilo prolongado ; estigma lobulado; cápsula uoilocu­
lar con varios granos; cáliz con cinco lóbulos. Como las
hojas de esta planta son mas amargas en otoño que cuando
están en flor, es mejor coger la planta en otoño. Se coge
toda la planta y trata como todas las demás plantas frescas.

Mezerbcm, daphne mezereum; laureola (no palo santo ni


torvisco), laureola hembra; seidelbast. — Tliimelas,
Juss., Octandria monoginia,L.—Dosis usuales: 15, 30.

274. La corteza de que usamos en homeopatía no es la


del torvisco, palosanto, daphne gnidium, sino la del daph­
ne mezereum, laureola hembra. Esta planta es un arbusto
qne se eleva á la altura de 6 i 12 decímetros, que crece
en los montes espesos y las selvas montuosas de casi toda
476 SUSTANCIAS VEGETALES

E n ro p a , y tam bién del A sia septen trio n al. R a iz leñosa,


rarapante, blanca in te rio rm en te , rodeada esterio rm en te d e
una corteza do color am arillo p álid o ; tallo ram oso; ram as
de color moreno am arillo. L a corteza de este arbusto es
delgada, de un m oreno g ris, e s tria d a , b astan te lis a , c u ­
bierta de una epiderm is delgada, verdosa, fibrosa y blanca
in teriorm ente, de un olor acre y un sabor cáustico. L as
flores son encarn ad as, te rn a s, se desarro llan antes que la
h o ja , en el mes do febrero y m arzo; el olor es agradable
pero narcótico. Hojas ovaladas, lanceoladas, enteras, de un
verde gris por abajo; bayas del grueso do una grosella, su ­
culentas, m onosperm as, encarnadas ó am arillas, negras en
su .último grado de m adurez. S e puede fácilm ente d istin ­
guir la laureola del torvisco, en que las flores de este no
se presentan sino despnes de las hojas; que estas están en
racimos y no desnudas sobre la madera como las del m e-
zereum ; que sus hojas son lineares-lanceoladas y no o v a-
ladas-lanceoladas, y que sus bayas son mas pequeñas que
las del mezereum. Se coge la corteza de la laureola antes del
desarrollo de las ñ o re s, y se trata como todas las demas
sustancias vegetales frescas. L a corteza que se h alla en el
comercio no vale para las preparaciones homeopáticas.

M illb fo ia u m , achítl<za m illefolium ; yerba de san Jnan


(ciento en ram a); schafgarbe. — C orim bíferas, Juss.,
Singenesia poligamia superfina; L . — Dosis usuales?

275. E sta planta crece en los prados , en las lindes de


los campos y orillas de los caminos, en los pastos, etc., de
toda E u ro p a, do Asia septentrional y d é l a América del
norte. Su raiz vivaz es oblicua, rampante, llena de vello;
tallos num erosos, simples, derechos, redondeados, surca­
dos, tubulados, vellosos, altos de 3 á 6 decímetros; hojas
vellosas, radicales, pinantilidas, tan menudamente corta­
das y con tantas divisiones que so ocultan unas contra
otras. L a yerba de esta planta tiene un olor balsámico y
un sabor am argo, acre y caliente. F lores pequeñas, com­
puestas en corimbos. Se coge la planta entera al principio
de su florescencia (en mayo y en junio), se esprime el jugo
y se trata como el de las demas plantas frescas.
G EN ERA LM EN TE USADAS.

IN ux m o s g u a t a , m y r is tic a m o sc h a ta ; n u e z m o sc ad a , á rb o l
d e la n u ez m oscada, m uskat-nuss . — L auríneas (miris-
tíc ea s), Ju ss., D ioecia m onadelfia, L . — Dosis usual: 30.

276. £ 1 árb o l d e la nuez mozcada crece od las islas de


B a n d a , A m b io n ia , las M olucas, y se cultiva en varios paí­
ses trópicos. E s un árbol que se parece mucho á nuestro
p e ra l, se eleva á 6 ó 10 m etros d e alto ; su corteza es de
un v erd e g ris o sc u ro , lisa ; sus ram as son fuertes coa ramos
c o lg an te s. H ojas a lte rn a s , oblongas, lanceoladas, enteras,
a ro m á tic a s; frutos co lg a n te s, del grueso de un huevo de
g a llin a , q u e m aduran nueve m eses despues d e la flore-
cencía. E s te fru to es d e un m oreno negruzco y compuesto
d e tre s p artes p o r ó rden d e superposición, i sa b er: ft° la
la p u lp a , cubierta esterio r, de un blanco ro sa , filamentosa,
q u e se ab re estando m a d u ro ; 2 o la arilla, segunda cubierta,
q u e consisto en una especie d e cúpula reticu la d a, viscosa,
d e lg a d a , d e un o lo r aro m á tic o , d e un sabor ac re, balsá­
m ico; 3° la n u e z , que ella misma está formada de dos p ar­
tes, la cáscara y la alm en d ra. L a cáscara es lisa, gris, dura,
c o n s iste n te , su rc a d a ; la a lm e n d ra , ó nuez moscada pro­
p iam en te lla m a d a, es ov ó id ea, chata en las dos estrem i-
d a d e s , del grueso d e un huevo d e palom a, venosa y de
aspecto m arm óreo, de consistencia, leñosa y oleaginosa. Se
cogen los frutos tre s veces al a ñ o ; la cosecha de marzo
produce las m ejores, la de ju lio es la mas considerable, y
la d e noviem bre la m enos ab u n d an te d e todas. L a arilla
se seca p r o n to , y se vende despues con el nom bre de flor
m o scada; tie n e e l mismo o lo r y el mismo sabor que la
n u ez moscada. P a ra el uso hom eopático se cogen en tre las
nueces p equeñas, obtusas d e los dos lados, las que están
a u n frescas, pesadas, g rasa s, que perforándolas con ana
aguja caliente, dejen caer un aceite am arillento. Se lim pian
con agua de una especio de polvo que las cubre, y es la cal,
y se p reparan despues las tres prim eras atenuaciones p or
la tritu rac ió n , ó bien se hace la tin ta ra m adre por medio
d e 20 partes d e alcohol, y se usa de esta últim a para h a ­
ce r todas las atenuaciones.

ríu x vóm ica, strychnos n u x vóm ica ; nuez vóm ica, árbol
178 SUSTANCIAS VEGETALES

de ia nuez vómica; krahenaugen , brech n u s s . — Apocí-


neas, Juss,, Pen land ria diginia, L . — Do&is usuales: 15,
24, 30.

277. E l árbol de ia nuez vómica crece en las Indias


orientales, en las de G e ila n , en las costas de Malabar, de
Coromandel, etc.: ha sido descubierto y pintado por Rheede.
E s un árbol de mediana talla, con madera d ura, sólida,
amarga; corteza de un gris cenizoso; ramas opuestas, lisas,
hojas de un verde reluciente, ovóideas, pecioladas, veno­
sas, lisus de los dos lados; ñores de uu blanco verdoso,
term inales, en ombelas. Baya redonda, lisa, del grueso de
una n aranja, b land a, gelatinosa, de un blanco amarilleólo
ó moreno, llena de carne acida; cáscara lisa, d u ra , que­
bradiza, contiene varias semillas. Estas semillas son los
granos conocidos con el nombre de nuez vómica; son de la
forma de un boton de levita, muy chatas, deprimidas en el
centro, de un gris verdoso, suaves, relucientes, inodoras;
lo interior de estas semillas es muy d u r o , casi córneo, de
un.blanco amarillo ó moreno. L as mejores granas son las
amarillentas y pesadas; cuando son añejas, el sabor es
amargo y acre. L a mejor preparación de la nuez vómica
es aquella que consiste en hacer las tres primeras atenua­
ciones por la trituración, despues de h aber pulverizado de
antemano las nueces en un almirez c aliente, como hemos
dicho para el haba de san Ignacio. Pero si á pesar de esto
se quiere obtener la tin tu ra , se obtendrá haciendo digerir
el polvo obtenido en veinte partes de alcohol.

O l e a n d e h , nertum oleander; laurel rosa; lorbeer-rose.


— Apocíneas, Juss , P enlandria monoginia, L . — D o ­
sis usuales: 6 , 30.

278. E l laurel rosa crece en la orilla de ios rios de la


E u ro pa m eridional, de la G recia, del Asia m enor, de las
Indias orientales y del A frica, así como sobre las rocas de
Córcega, etc., y se cultiva también en los jardines. R aíces
leño sas, ramosas; tallos ramosos, en te rn a s, elevados de
2 á 3 metros y m<v¡, gruesos de 5 a 10 centímetros; hojas
con peciolos cortos, duras, lineares, lanceoladas, perennes,
G E N E R A L M E N T E USADAS. 179

te m a d a s , con n e rv u ra s p o r e n c im a ; flores dispuestas en


ra m ille te s, flojas, n u m e ro sa s; se ab ren sucesiv am en te, ro ­
sas ó b lancas. T o d a s la s p a rte s d e la p lan ta tien en un sabor
acre y am arg o . P a r a p r e p a ra r esta p la n ta al uso d e la h o ­
m e o p a tía , se co g en la s h o ja s secas del la u re l rosa silves­
tr e , se p u lv e riz a n y se h a c e n las tre s p rim e ra s atenuacio­
n es p o r la tr itu r a c ió n , ó b ie n se h ac en d ig e rir en v ein te
p a rte s d e alc o h o l p a ra o b te n e r la tin tu ra m a d re , que sirve
despues p a ra h a c e r la s a ten u a cio n e s. S i se pueden obtener
las h o ja s fre sc a s , q u e es lo m e jo r, se cogerán al principio
d e la flo re sc en cia, c o rtá n d o la s en pedazos m enudos, h a ­
cién d o las d ig e r ir d u r a n te o ch o d ias en un volum en igual
d e alc o h o l; el líq u id o c la ro q u e se d ecan ta al cabo de este
tiem p o se rá la tin tu r a m a d re , q u e servirá para p rep a ra r las
aten u a cio n e s.

O p iu m , p a p a ver som niferum ; o p iu m , a m ap o la so m n ífera;


o p iu m , m ohnsaft. — P a p a v e rá c e a s, J u s s ., P o lian d ria
m o n o g in ia , L . — D o sis u su a le s: 3 , 6 , 9 , 30.

279. E s ta su stan cia es el jugo seco de las cabezas v er­


d es d e la am apola so m n ífe ra ; viene en g alletas m orenas de
aspecto g r a s o , r e lu c ie n te s , de un sabor am arg o , acre y
n a rc ó tic o , y d e un o lo r fu e rte , que se debilita cuando los
p edazos son añejos. S e en c u en tra n en el com ercio en todas
cinco especies de o p io , á sa b e r: I o el opio en c a rn a d o , que
viene d e C o n s ta n tin o p la ; 2 o el opio n e g ro , que viene de
S m ir n a ; 3 o el opio m o re n o , que viene d e E g ip to ; 4 o *1
opio d e la I n d ia , variedad del opio n e g ro ; 5° el opio en
lá g rim a s, que viene de P e rsia ; 6 o el opio am arillo , que
v ie n e d e G recia. L a rnas fu erte de estas especies es el opio
n e g ro ó d e S m iro a ; está eo panes g ru eso s, redondeados,
d e color n e g ro , que pesan do 2 5 0 á 5 0 0 g ra m a s , d e nn
o lo r f u e r te , v iro so , envueltos con hojas d e am apola y p u l­
verizad as con la sim ien te del rum ex patientia. E l opio e n ­
ca rn ad o ó de C o nstantinopla es el mas flojo p ero mas caro;
está en galletas chatas, que pesan d e 1 8 0 g ram as á 1 q u ilo g ra­
m o y m as; rubicundas por fuera y ad e n tro , d e u n o lo r viroso,
pero mas débil que el del opio n eg ro . E n cu an to i las o tras
tres especies, se usan poco g en e ralm e n te , y n o se ven sino
ig O SUSTANCIAS VEGETALES
rara vez en el comercio. E l opio de E gipto es mas seco, mas
quebradizo, y menos cargado de morfina que las dos espe­
cies precedentes, tiene una quebradura onduosa, reluciente
como la grasa ó la cera, de un moreno c la r o .(E lmno de
la India llega de Réngala en bolas, que p e s a n t e ! á 2
quilógramos, ó bien de Malva en forma de panes cuadran*
guiares. E l opio de Persia está ordinariam ente en cañas y
envuelto en papel b rillante; en su interior pueden verse
las lágrimas reunidas; el color es encarnado. E l opio de
Grecia viene en pequeñas galletas, con quebradura seca, de
un moreno amarillento y un poco reluciente; contiene mas
morfina que ninguna de las demas especies, puesto que
contiene 15 % , mientras que el de Smirua no contiene mas
que 1 0 °/0, y el de Constantinopla solo 2 °/0.P ara el uso ho­
meopático usamos del de Smirna. La mejor preparación es
la que consiste en hacer las tres primeras atenuaciones por
la trituración; sin embargo, si se quiere obtener la tintura,
se conseguirá disolviendo el opio en veinte partes de aguar­
diente 6 de alcohol á 40 °/0; las atenuaciones se hacen
despues al alcohol ordinario.

peonía oficinal; gichtrose.— R enon-


P e o n í a o f ic in a l i s ;
culáceas, Ju ss., Poliandria diginia, L . — Dosis usua­
les: 3 , 5.

280. Esta planta vivaz crece en los montes y en los


lugares estériles del mediodia de Francia y de Alemania.
Raíces oblongas, redondeadas, gruesas, parecidas al nabo,
reunidas en un paquete, amarillentas, lisas por fuera,
quebradizas, de un olor fuerte siendo frescas, blancas y
carnosas por dentro, de un sabor nauseoso y desagradable.
Tallo simple, alto de 3 á 6 decímetros; hojas alternas,
pecioladas, corladas, con folíolos ovalados, lobulados, bi-
ternos abajo, simplemente temos arriba. Flores gruesas, de
un hermoso color de púrpura; cáliz con cinco folíolos per­
sistentes; corola con cinco pétalos; estrambres poliandrios;
cápsulas algodonosas, uniloculares, encarnadas hácia aden­
tro , polispermas. Para el uso homeopático se usa la raiz
que se coge en el mes de abril. Se esprime el jugo y se
trata como el de todas las plantas frescas.
generalm ente USADAS. i 81
pariseta de castro hojas yerba parís,
P a r ís q o a d r if o l i a ;
ubas de zorro, ahorca-lobo; vierbláttrige einbeere
Espárragos de Juss., Octandria monoginia, L.— Dosis
usuales: 9 ,3 0 .

281. L a pariseta crece en los bosques húmedos, en los


montes espesos de casi toda Earopa. Raiz perenne, verti­
c al, ram paute, redondeada, articulada, carnosa, blanqoe-
ciña; tallo derecho, sim ple, redondeado, unifloro, de 3
decímetros de alto, herbáceo; hojas en el vértice eo nú­
mero de cu atro , con peciolos cortos, anchos, ovalados,
agudos, enteros, lisos, en forma de cruz, brillantes por
abajo, venosos, con tres nervuras; cáliz con cuatro hojitas;
pedúnculo largo de 3 á 6 centímetros, acanalado; flor de
un verde amarillento. Baya de un azul oscuro, reíocieute,
quadrangular, con cuatro divisiones polispermas. Las hojas
y las bayas tienen al estado fresco un olor desagradable'
y narcótico; el olor de la raiz es picante, el gusto nauseoso.
Para el uso homeopático se recoge la planta entera cuan­
do va á florecer, se esprime el jugo y se trata como el de
todas las plantas frescas.

apium petroselinum , petroselinum sati-


P e tro s e lin u m ,
vum ; peregil, peregil cultivado; petersilie, gemetnepe-
tersilie. — Ombelíferas, Juss., Pentandria diginia, L .—
Dosis usuales: O, 3 , 30.

282. El peregil nace espontáneamente en Levante, en


Grecia , en C erdeña, en Provenza, en Sicilia; aquí se
cultiva en casi todos los jardines. Raiz bisanual (vivaz en
Cayena), cilindrica, blanquecina; tallos ligeramente es­
triados, altos de 6 á l i decímetros; hojas de un verde
amarillo; frutos redondeados, un poco contraídos de los
dos lados, de un verde azulado, llenos de nervuras. El pe­
regil se confunde algunas veces con la cicuta grande ó la
pequeña, de las cuales se distingue fácilmente por sus an­
chas hojas y el aroma muy caracterizado que exhalan cuan­
do se frotan entre los dedos. En cuanto á la cicuta grande
(conium maculatum) en particular, se distingue en que
esta tiene el tallo robusto, mas elevedo (1 á 2 metros).
182 SUSTANCIAS VEGETALES

lleno de manchas p u rp ú reas, que sus folíolos son ovalados,


oblongos ó lanceolados, profundam ente pinantífides, con
segmentos cortados, dentados en sie rra , m ientras que los
del peregil son ovalados, an ch o s, con tres lóbulos, corta­
dos y dentados. P ara el uso hom eopático se coge la planta
cuando está á punto de florecer, se esprirnc el jugo y se
trata como el de las demas plautas frescas.

Cilantro acuático, cicuta acua'-


P nE L L A N »B iüM a q u a t i c u h ;
tíca, hinojo de agua; waser-fenchel.— U m belíferas, Juss.,
P en tan d ria d ig in ia, L. — Dosis usuales: 6, 30.

2 83. E sla planta bisanual crece en las charcas y sitios


acuáticos de casi toda E uropa. Raiz horizontal, angulosa,
oblicua, parecida á un nabo; tallo elevado do 6 á 12 decí­
m etros, fistuloso, estriado, grueso, lig ero , ramoso y liso
como toda la planta; hojas tripinnées , pecioladas, lisas,
con folíolos lancinados, obtusas, u d poco ovaladas; ombe-
las axilares compuestas, de pedúnculos cortos y radios igua­
les sin involucro ó con un folíolo; involucelode síes á ocho
folíolos; flores b lan ca s, con cinco petalos cordiformes;
frutos ovóideos, oblongos, un poco comprimidos, chatos
de un lado y convejos del otro, lisos, parecidos á las se­
millas del anis, estriados ó surcados, y rodeados por los
dientes del cáliz. Llegando á su madurez son mas gruesos
estos granos, de olor mas fuerte y de un amarillo verdoso;
el olor es penetrante, desagradable y acre; su sabor es
aromático y nauseabundo. E s importaute no confundir estas
semillas con las del $¡um latifotium (berra), cuyas granas
son mas pequeñas que las del filantro, mas estriadas, de
un color mas oscuro, cncorbadas, de un olor y un sabor
enteramente diferentes. Para el uso homeopático se co­
gen los frutos del filantro en el mes de setiem bre, y se
hacen las tres primeras atenuaciones por la trituración. Sin
embargo, si se quisiere preparar la tintura, se podrá obte­
ner digiriendo los frutos por ocho dias en viente partes de
alcohol; la tintura obtenida de esta manera sirvo entonces
para preparar las atenuaciones.

Pim is s il v e s t r is ; pino silvestre, pino vulgar; germine


g e n e ra lm e n te usadas. i$ 3
kiefer. — C o n ifero s, Ju ss., Monoecia monodelfia, L .—
D osis usuales: 18, 30.

284. £1 p ino sa lv aje es el árbol mas común en los


bosques g randes de! norte de E uropa y de las alias monta­
ñas de F ra n c ia , donde se eleva algunas veces á mas de 30
ó 40 m etros, y se distingue por su forma p iram idal, sus
hojas filiformes, de color verde blanquinoso,consistentes y
siem pre verdes, y sus flores en forma de cono, conocidas
con el nom bre de manzana de pino. E s el árbol del que
mas se comercia con su madera para toda especie de cons­
trucciones, para el esqueleto d é lo s navios, de ios techos,
etc. Tam bién da las resinas conocidas con el nombre de
g u d ro n , pez y trem entina ordinaria. Para el uso homeo­
pático usamos los tallos jóvenes <5 los botones; se recogen
en la prim avera, se esprime el jugo y se tratan con partes
iguales de alcohol. L a tintura madre obtenida de esta ma­
nera sirve despues para preparar las atenuaciones.

c iru elo , espina negra ; schleh-dorn,


P r u n o s e s p in o s a ;
schwarz-dorn .— Rosáceas, Ju ss., ícosandria monogi­
nia , L. — Dosis usuales : 3, 30.

285. E l ciruelo crece en los vallados y en las orillas


de todos los montes de Alemania y de toda Ja Francia. Es
un arbusto elevado de 1 i 3 m etros, con corteza de nn gris
negruzco; pedúnculos unifloros, solitarios ó temados; flores
blancas, que se desarrollan antes que las hojas; hojas ova­
ladas, lanceoladas, dentadas á manera de sierra, vellosas
por abajo; frutos pequeños, redondeados, de un encarnado
negruzco, floridos cuando están maduros, de un sabor
acre. Para el uso homeopático se cogen las flores en el
mes de abril todavía en botones, se reducen por la tritura­
ción á masa fina, se añaden dos tercios de su peso de al­
cohol, se esprime el jugo al través de uu lienzo, y se conti­
núa como para la preparación de las demas sustancias
vegetales frescas. Obtenida de esta manera la tintura, sirve
despues para preparar las atenuaciones. Algunos homeó­
patas usan también los frutos.
184 SUSTANCIAS VEGETALES

PuL SA T U L A NIMHCAWS 8 . PHATKNM 9 , a n e m o n e pratenSÍS;


pulsatila negruzca , anemona de los prados, coquelonrde;
w iesen-putsatille , küchcnscheUr, - Renúnculos, Juss.,
Poliandria poliginia, L. --- Dosis usuales: !2 , 30.

28í>. E sta planta vivaz, croco en loa pastos arenosos,


sobre las colinas en los lados opuestos al so l, en Alema­
nia , en F ra n c ia , en D in a m a rca , un S u e c ia , eu R usia y
en T u rq u ía. R aíz leñ o sa, p ro fu n d a, c ilin d ric a , gruesa;
tallos sim ples, derechos, red o n d ead o s, elevados de 8 á 13
centím etros; hojas radicales, bipínantítiüas, vellosas; flores
solitarias, term in ales, colgantes, de nn violeta oscuro ó de
un encarnado m oreno, vellosas; folíolos riel cáliz campa­
n u d o s, encorbados i la punía. El olor do la yerba es poco
pronunciado, el sabor es acre, picante. Ln yerba fresca
contieno un principio acre y vesicante, da un aceite corro­
sivo y una especie de tanino que colora en verde el lienzo;
en estado seco no tiene ninguna acritud. Es im portante no
confundir esta planta con la pulsatila vulgar (anemona
pulsatila L .); esta última planta, de la cual la homeopatía
no hace uso alguno, no crece sino sobre las colinas secas,
estériles, y no florece sino en la prim avera, mientras que
la pulsatila negruzca florece la segunda vez en el mes de
agosto y setiem bre. Ademas la anemona pulsatila es menos
vellosa en todas sus partes que la pulsatila negruzca, sus
tallos son altos de lü á 24 centímetros; flores de un violeta
claro ó de un ancarnado pálido, derechas, y no colgantes
como las de la pulsatila negruzca; semillas con una cola
larg a, suave. Para el uso homeopático se coge la planta
en el mes de abril, mienlras que eslá en flor, se cspri~
me el jugo y se trata como el de todas las demás plantas
frescas.

R an u n cu lu s r u l b o s u s ; ranúnculo bulboso; knottiger fíah-


nenfuss.— Ranúnculos, Ju ss., Poliandria poliginia, L.
— Dosis usuales: 6 , 9 , 1 2 , 30.

287. E sta planta vivaz crece en los prados, los pastos,


las orillas de los campos y en los montes de toda E uropa
y do la América del norte. Raiz bulbosa, ancha y guarne*
GENERALMENTE USADAS. Í85
cida d e vello, b lanca . T a llo echado en e! suelo 6 ascenden­
te, de 3 decím etros d e altu ra, fistuloso, ramoso, pubescente,
m ultifloro; hojas radicales con peciolos largos hacia abajo,
sesiles p o r arrib a y en parte abrazados p o r el cuello; hojas
e stre c h a s, te m a d a s , picadas, sesiles, dig itad as; flores te r­
m in a le s, con pedúnculos la rg o s, g ra n d e s , am arillos; fo­
líolos del cáliz pubescentes p o r fuera, amarillos por dentro,
arrollados en los bordes. Para el uso homeopático se coge
la planta entera en ju n io m ientras esta' en flor; se esprime
el ju g o prim eram ente de la yerba p o r separado, despues
se corta la raiz en pequeños pedazos en forma de dados, y
se esprim e el ju g o añadiendo un poco de alcohol, porque
esta parte de la planta es dem asiado seca para tratarse siu
alcohol. £1 jugo de las dos partes obtenidas de este modo,
se reúnen los dos líq u id o s, se añaden partes iguales de al­
cohol, se deja el todo en un sitio fresco durante tres dias,
moviéndolo de tiempo en tiem po; despues d é lo cual se
decanta el líquido claro, que es de color moreno oscuro.

R a n ü n c u iu s s c b l e r a t u s , herba sardoa; ra n ú n cu lo m al­


vado, yerba sardónica, ra n ú n cu lo de agua; gift-hahnen-
fuss , wasser-eppich.— R a n ú n cu lo s, J u s s ., Poliandria
p o lig in ia , L . — Dosis u su ales: 6 , Í 2 , 30.

288. E sta planta crece en los fosos, i las orillas de


los r io s , los prados húm edos, en los pan tan o s, los sitios
in u n d a d o s, e tc ., en toda E u ro p a , en S ib e ria , en E gip to y
en el G anada. R aiz compuesta de varios hilos blanqueci­
n o s , b a stan te largos; tallo d e rec h o , del grueso del dedo
por abajo, viscoso, fistuloso, ram oso, p an icu lad o , m ulti­
floro, liso reluciente, v e rd e, alto de 3 á 9 decím etros; ho­
jas lisas, suculentas, con peciolos anchos abajo, reniform es,
con tr<>s lóbulos; hojas superiores digitadas; pedúnculos
v ellosos, acanalados; cáliz encorbado hácia atrás; flores
pequeñas, de un am arillo limón pálid o ; frutos numerosos,
p eq u eñ o s, ovoideos ó bacciformes. Florecencia en m ayo y
junio. S e coge la planta entera m ientras que está en flor,
y se trata como el ranúnculo bulboso.

R a ta h h ia , ratanhia peruviana, krameria triandria; r a -


I8t> SUSTANCIAS VEGETALES

lanía, ratania del P e r ú , cram cr con tres estam bres; ra­


tania. P o lig a lo , J u s s ., P e n tan d ria monoginia. Dosis
u s u a l : 30.

‘2 8 9 . E s t e arb u sto o r ig in a r io del P e r ú , íu é descubierto


mi 1 7 7 9 p o r R u i z , do d on d e lleva tam bién el nom bro d e
Itu iz y Pavón. llair, ram osa , le ñ o s a , r e d o n d e a d a , del
gru e so del p u lg a r en los p e d a /o s mas g r u e s o s , larga de 3
sí 0 d e c ím e tr o s , d u r a , de un m o re n o e n c a rn a d o oscuro,
a bie rta e s t e r io r m e n te , de un am arillo e n c a rn a d o in te r io r ­
m e n t e , con corte/.a de uu en ca rn a d o m uy oscuro ; ra d í­
cu la s d iv id id a s , largas de H ;í 32 cenlíim tr o s , y de 12
m ilim e tro s do diámetro; sabor a m a rg o , estíptico; olor ta r ­
reo ; m ateada esta rai/. comunica á la saliva un color
en c a rn a d o , lla m a s de la planta vellosas; hojas difusas, pe­
qu e ñ a s, ovaladas, enteras, vellosas por abajo; flores en r a ­
c im o s , s o lita ria s, terminales; frutos m onosperm as, pubes­
c e n te s , en forma de barca. Para el uso homeopático se
prep ara esta raí/, h aciendo las tros prim eras atenuaciones
por la trituración; pero si se quiere te n e r la tin tu ra , se o b ­
tend rá haciendo la infusión con una parte de la raix en 20
pa rles d e alcohol; en este último caso será la tintura obte­
n ida de esta manera que servirá para hacer todas las ate­
nuaciones.

iluABAHBARUM, rheum,..; ru ib a rb o ; rhaltarber. P o líg o ­


n o s, J u s s ., E n c a n d e la trig in ia , L . — D osis u su a les: 9 , 3 0 .

290. K sla rae/, es o rig in a ria del c e n tro y d el n o rte d e l


A s ia , y co nocida en K uropa d esd e 1 5 70. L a m ejo r esp ecie
nace en las m o n tañ as d e la C h in a y de las Indiíis o rie n ta le s ,
so b re to d o en los m ontes de H im alaya; se a trib u y e so b re todo
:í dos especies de r h e u m , do. las cuales la u n a , rheum pahna-
tum, tie n e g ra n d e s hojas palm adas y flores b lan cas en p a n íc u ­
lo , m ie n tra s que la o tr a , rheum fCnuuli s. australfí, quo se
h a lla á 3 0 0 m etros por encim a d el nivel d<d m a r, tien e
g ra n d e s hojas red o n d a s y vello sas, y flores rosas ig u a lm e n ­
te en panículo. O tra s especies m enos estim ad as p ro v ien en
del rheum rhaponticum , rh. com pactum , rh. ondutatum ,
q u e todos sou orig in ario s d e la T a r ta ria rusa. E n el e o -
G E N E R A L M E N T E USADAS. J8 7

mercío se d is tiu g u e n c u a tro especies d e ru ib a r b o , á saber;


I o el ru ib a r b o do R u sia , de Moscovia ó de la corona; es
la especie q u e re cib im o s de Rusia p o r el m ar Báltico, y
q ue los ruso s ca m b ia n e n K ia c h ta con los c h in os; 2° el
r u ib a rb o d e C h i n a ó d e la I n d i a , traído de C antón por los
barcos fra n c e s e s , h o la n d e s e s , ing leses, e tc ., 3 o el ru ib a r­
bo d e P e rs ia ó d e T u r q u í a , q ue nos envían de Persia por
T u r q u í a ; k n el ru ib a rb o in dígena ó del país. Todas estas
especies tienen p o r caracteres comunes ser anulares, lige­
ro s , e sponjosos, le ñ o so s, venosos de blanco interiormente;
están cortados en pedazos de diferentes ta m a ñ o s, sin cor­
teza, gastados p o r fuera del tallo y envueltos en su mismo
polvo; p re se n ta n una quebradura desig ual; mascados, r e ­
c h in an y tiñ e n la saliva de a m a r illo ; el o lo r e s nauseoso y
p u r g a n t e , su sabor es aromático y amargo. E l ruibarbo de
Rusia eslá en pedazos chatos ó redondos, agujereados, mon­
dados, de un amarillo vivo esteriormente, de un rosa pálido,
un poco venosos y compactos interiormente. E l ruibarbo de
la C h in a esta igualm ente en pedazos chatos ó redondos, p e r ­
forados de agujeros e stre c h o s , sin m o n d a r , compactos,
menos amarillos que los de la especie precedente. E l rui~
barbo de Persia está igualmente en pedazos chatos, de un
am arillo pálido al esterio r, encarnados y mezclados con
algunas líneas interiormente , sin m ondar, ni agujereados.
P o r últim o , el ruibarbo ind íg en a, especie de la cual no
deberá usarse en homeopatía jam as , está en pedazos mas
pequeños que el exótico, es menos amarillo por fuera, m e ­
nos odorífero, mas encarnado por d e n tro , y mezclado con
menos lineas blancas. E n homeopatía se usa del ruibarbo
de Ghiua ó del de ía India. E l mejor modo de prepararle
consiste en tratarle como las demas sustancias secas, es
decir; haciendo la stre s primeras atenuaciones por la tri­
turación ; sin embargo, si se quiere obtener la tin tu r a , se
conseguirá haciendo digerir por ocho días una parte de rui­
barbo en veíate partes de alcohol. E n este último caso será
la liultira obtenida de esta m anera, la que servirá para
hacer las atenuaciones.

IliroDOOENPRON chrvsantiiüm, andromeda gmelini; adelfo


con flores amarillas, rosa de Siberia, rosa de nieve de
(S 8 SUSTANCIAS VEGETALES
S ib e r ia ; sibirische schneerose . — A d e lfa s, Jass», De*
can d ria m o n o g in ia, L . — D o sis u s u a le s : 12, 1 8 , 3 0 .

2 9 1 . L a adelfa con flores am arillas crece e n las altas


m on tañ as de la S ib e ria , d e la D av u ria, d e l K a m tsc h a tk a , etc.
E s ud p eq u eñ o arb u sto ram o so , alto d e 6 d e cím e tro s i lo
m a s, con ram as e ste n d id a sv m o re n a s , lis a s ; h o ja s difusas,
p ecio la d a s, o b lo n g as, agudas, cuneiform es en su b a se , e n ­
te ra s y encorvadas en sus b o rd e s , v en o sas, d u r a s , lisas,
p álid as y casi sonrosadas p o r d e b ajo ; flores con pedúnculos
la r g o s , g ra n d e s , de un herm oso am arillo de o r o , en pa­
n ículo s te rm in a le s, en ram illetes. B otones d e las flores fe r­
ru g in o so s, alg o d o n ad o s; sem illas m uy p equeñas. E l olor
d e las hojas es acre y nauseoso, se parece al d e l ru ib arb o ;
su sabor es am argo y acre. L a s ho jas vienen á E u ro p a , los
botones y los p edúnculos de la p lan ta e n estado seco. E l
m ejo r m odo de p rep ara rlo s consiste en h a c e r las tre s p r i­
m eras aten u a cio n es p o r la tritu ra c ió n . L a tin tu ra siem pre
q u e se crea n e c e sa ria , se obtiene como la de todas las d e ­
m ás sustancias v egetales secas, es d e c ir; p o r m edio de
v e in te p a rte s d e a lc o h o l, en las cuales se b a ria d ig e rir u n a
p a r te d e las h o ja s , etc., p u lverizadas.

B .hus TOxicODENDRCm, sumac venenata , L . ; árb o l v e n e ­


n o so , zu m aq u e v e n e n o so ; gift-sum ach . — T e re b in tá -
ceos, Ju ss., P e n ta n d ria trig in ia , L . — D osis u s u a l: 30.

2 9 2 . E s te a rb u s to , o rig in a rio d e la A m érica se p te n ­


tr io n a l , se p erp e tú a fácilm eote en los m ontes espesos y los
sitio s h ú m e d o s ; se en c u e n tra tam bién e n los ja rd in e s d e l
m edio d ía y d el c e n tro d e E u ro p a . E n los m ontes cerca d e
B u rd e o s se ven m u estras de este arb u sto , q u e están al e s ­
ta d o s a lv a je . R a iz e n c a rn a d a, ram o sa; tallos d e re c h o s, altos
d e 1 2 i 19 d ecím etro s, con co rteza estriada, de un m o re­
n o g r i s , y g u a rn e c id o s de p ap ilas n u m ero sas d e un m o ­
r e n o o sc u ro . H o jas p in a d a s con im p a r, con p ed ícu lo s la r ­
g o s , d e u n v e rd e a m a rille n to , v en o sas; folíolos la rg o s d e
8 c e n tím e tro s , o v a le s , d ivid id o s , re lu c ie n te s y de c o lo r
o sc u ro p o r e n c im a , d e n n v e rd e p álido y p u b escen tes p o r
a b a jo ; flores p e q u e ñ a s , d e u n v e rd e a m a r ille n to , e n e s p i-
GKWEBAIMK1NTE USADAS» 189
gas axilares; frutos monospermas, ovalados, de un gris
blanquecino, señalados con cinco surcos. Toda la planta
contiene nn jugo lechoso moreno amarillento, que se en­
negrece al aire, y que tiene uu olor penetrante, nausea­
bundo. E n ciertas épocas del año se forma al rededor de
la planta uua atmosfera, que, según algunos autores, se
estiende á 6 metros de distancia, y que es dañosa siempre
que el sol no da en el árbol. Los efectos que se esperimen-
tan son las inflamaciones berisipelatosas y erupciones pus­
tulosas; afecciones que se desarrollan cuando se frotan las
hojas ó se tocau las ramas recientemente cortadas ó rotas.
Algunos autores están conformes en decir, que el rhus ra-
dicans tiene absolutamente las mismas propiedades que eí
rh. loxicodm dron; pero como esta aserción, verdadera en
los hechos generales, no esta' suficientemente probada en
cuanto á ios detalles que erigen las observaciones en ho-
homeopatía, es importante el no confundir estas dos plan­
tas. E l rhus radicans se distingue del rhus toxicodendron
en que sus hojas son casi enteras y lisas, mientras que las
de este último están divididas y pubescentes por debajo; y
en que sus tallos están acostados y radicantes, y no dere­
chos como los del rh. toxicodendron. Para el uso de la ho­
meopatía se cogen en mayo las hojas del rhus toxicoden­
dron, se esprime el jugo, y se trata como el de las demas
plantas frescas.

Bhus vebnix, rhus venenata, D. C. rhus vernicifera; L .;


zumaque vornicífero, barniz de la América del norte
(barniz de la China); firnifs^sumach.— Terebintáceas,
Juss., Pentandria triginia, L. — Dosis asnales: 30.

293. Este a'rbol, originariodel Japón y de la América


del norte, se distingue por la corteza morenuzca y papilo­
sa de sus ramas, sus flores de uq blanco verdoso y sus ba­
yas amarillentas. Cuando se divide, trasuda un jugo resi­
noso que se pone negro al aire y del cual hacen barniz en
el Japón y la China. Algunos autores están conformes
diciendo, que este árbol en la América del norte no da
barniz; otros miran todavía el de la China y de la Amé­
rica del norte como especies diferentes. De cualquier suer-
190 SUSTANCIA* VfiGKTALES

te , la especie do que nos servim os es la de la A m érica del


n o r te , rhus venm ata 1). C . , árbol cuya atm ósfera es aun
mas venenosa que la del rhus íoxicodrndron , visto que
p u e d e ocasion ar e n f e rm e d a d e s crónicas si se lia de c reer i
B a r to n , q u e dice h a b e r padecido cada a íio , por espacio de
ciijco, la m ism a e n fe r m e d a d erupliv;*, a u n q u e no se <**¡pu-
sieso mas i !a atm ósfera d e «stu á r b o l, y aun e sta n do cu
Europa* P a ra ol liso h o m e op ático se usan las hojas d<d
vernift d e la A m érica del n o r t r , qu * se tra ta absolutam ente
com o las del rhus to.» ¡codendron.

lh¡TA g r a v k o j.k n s , ruta h n rtm sis; ru da fé tid a , ruda de


los ja r d in e s ; atinkrndr raute. llu lá c e a s , J u s s . , D e-
c a n d ria m o n o g in ia , L. — Dosis usu ales: 1 2 , 30.

294. E sta planta viva 1. t crece en el m ediodía de la


E u r o p a y e u el no rte d e A fric a ; aq u í se cultiva en los
ja r d in e s . Uaiz. le ñ o sa , r a m o sa , v e r t i c a l ; tallos num erosos,
h e r b á c e o s , ra m o so s, r e d o n d e a d o s , e lev ado s de H á \i c e n ­
tím e tr o s ; h ojas a l t e r n a s , p e c io la d a s, dos veces a la d a s, un
poco c a rn o s a s, de un v erd e g r i s , p u n t e a d a s , con folíolos
o v a la d o s , c u n e ifo r m e s , o b tu s a s ; flores d e un a m a rillo v e r ­
d e , la te ra le s, con c u a tro se g m e n to s, en p a n íc u lo ; cáliz liso,
cou c u a tr o ó cinco d iv isio n e s; corola do c u a tro ó cin co
p é ta lo s , c ó ncavo s, e n te r o s ; cápsulas con c u a tro ó cinco d i ­
visio ne s polisperm as. E l o lo r do esta p la n ta os m u y fuerte,
d e s a g r a d a b l e ; su s a b o r e s m u y a m a r g o , n a u s e o s o , calían te
y acre. P a r a el uso hom eop ático se rec o g e la y e rb a d e l.i
p la u ta a u le s q u e se d e sa rro lle n sus flo re s, se e s p r im e el
j u g o y se tra ta com o el d e las d e m a s p la n ta s frescas.

S a b a d i l l a , veratrum s a la d illa , semen sahadillce ; c e b a ­


d illa , se b a d illa ; sabadilíe, mexiftanischer lause-samen.
—- Colcliicofc, J u s s . , H e x a n d r ia t r i a n d r i a , L . — Dosis
u s u a l : 30 .

295. L a ce b a d illa se h alla sobre las costas o rie n ta le s


d e Í3S altas m o n ta n a s de Méjico. S e g ú n la descripción
q u e R u tz iu s ha d a d o d e esta p l a n t a , qtie n í n g n n bo tán ico
h a v isto to d a v í a , la raiz es una cebolla ro d e ad a de cuh ier-
G E N E R A L M E N T E USADAS. 191

tas m o r e n a s , m e m b r a u o s a s ; t a l l o h e r b á c e o , s im p le , liso,
casi sin h o ja s ; h o j a s r a d i c a l e s , l i s a s , l i n e a r e s , agudas,
e n te r a s , l a rg a s d o 1 0 c e n t í m e t r o s c e r c a , a n c h a s de 6 mili
metros; flores sim p le s , e n r a c i m o s te r m in a le s . C á p su la s lisas,
Jurgas de 6 á 9 m i l í m e t r o s , s o b r e 3 d e g r u e s o , obtusas del
lado d el p e d ú n c u l o , o b l o n g a s , c o n tre s c o n c h a s, tres c u e r ­
n o s , tre s d i v i s i o n e s , q u e c o n t i e n e n cada un a dos scmillns
p r o l o n g a d a s , n e g r a s , u n poco a r r u g a d a s , a g u d a s p o r las
dos c s tr e m id a d e s . E l s a b o r d e las c á p su la s es un poco
a m a r g o , el d o las g r a n a s a c r e y cáustico. P a r a el uso h o ­
m eopático so c o g e n las g r a n a s c o n su s c á p su la s , se p u lv e ­
rizan j u n t a m e n t e y s e h a c e n las t r e s p r im e r a s atenuaciones
p o r la tr itu r a c ió n . S i p o r c a s u a l i d a d se quisiera o b te n e r la
U ntura, se h a c e d i g i r i e n d o p o r o c h o d ia s un a p a rle de esta
sem illa e n v e in te d e a lc o h o l, d e c a n ta n d o d esp ues el líquido
claro.

S a b in a , juniperu s sa b in a ; s a b i n a ; sadebattm. —■C o n ife­


ra s, J u s s ., D io e c ia m o n a d e lü a , L . — D o sis usuales: 2 4 , 30.

296. E s l e a r b u s to c rec e e n las m o n ta ñ a s árid as del


m e d io d ía d e E u r o p a , e n P r o v e u z a , eu E s p a ñ a , en Italia,
en el p a is d e los a n tig u o s s a b i n o s , en G r e c ia , eu Rusia,
la A m é ric a d e l n o r t e ; e n n u e stro pais se cu ltiva en
los ja r d in e s . T r o n c o alto de i á 4 m e tr o s , corteza do uu
m o re n o c l a r o , v e rd e claro en las ra m a s mas jó v e n e s; r a ­
m a s n u m e r o s a s , a s c e n d e n te s , m uy flexibles, opuestas; h o ­
j a s p e r e n n e s , o p u e sta s, puestas un a s sobre otras en cuatro
filas, en fo rm a de lesna ( ovóideas, a g u d a s , de u a olor r e s i ­
noso p a r t i c u l a r , y do un sab or a c r e , p ic a n te , a m arg o, r e s i ­
noso. F r u t o s en form a de b a r c a , r e d o n d e a d o s , azules, un
poco mas p equ eñ os y mas com prim id os q u e los del eneb ro
c o m ú n . S e conocen dos v a rie d a d e s de esta p la n ta , la s a b i ­
na m a c h o y la sabina h e m b r a . L a sabina llam ada m acho
es la q u e lleva los fru to s, y que p o r c o n sig u ie n te d e b e ria
lla m a rse h e m b r a : es mas pe qu e ña qu e la o t r a ; sus h ojas
*se p are c e n a las del c ip ré s, y están m enos s e p ara d as qu e
las de la sabina h em b ra . P a r a el uso hom eop ático usam os
in d is tin ta m e n te de las h ojas de la sabina m a c h o y las d e la
h e m b r a ; se cogen estos fru to s en e l m es de m a y o , se r e -
192 SUSTANCIAS VEGETALES

du cen ú p ap illa p o r m ed io d e u n poco d e a lc o h o l, con el


cual se m achacnu e a u n a lm ire z, d e sp u e s se e s p rim e el ju g o
y se tra ta com o e l d e la s d e m a s p la n ta s fre sca s.

Sam bucus n i g r a ; sa n c o ; ho llu n d er . — M a d re -s e lv a , Ju ss.,


P e n ta n d ria t r i g i n i a , L . — D o sis u s u a le s : O , 3 , 30*

297. E s te á rb o l e x is te n a tu r a lm e n te e n lo s v a lla d o s de
to d a la F r a n c ia y d e u n a g ra n p a rte d e E u r o p a , al re d e ­
d o r d e los lu g a r e s , e tc . P u e d e a d q u ir ir u n a a ltu ra d e 6 á
7 m e tro s ; c u a n d o en v eje ce e stá ro d e a d o do u n a cáscara
lle n a d e g r i e ta s ; la s ra m a s e stá n lle n a s d e u n a m ed u la b la n ­
c a , e sp o n jo sa , li g e r a , lla m a d a m e d u lin a . H o ja s o p u estas,
a m az o rcad as; fo lio lo s o v a la d o s , a g u d o s , d e n ta d o s e n los
do s tercio s d e su e s tre m id a d s u p e r io r; flores q u e acab an
e n p u n ta ; cáliz con cin co d iv is io n e s ; c o ro la en form a de
ru e d a con cin co ló b u lo s o b tu so s y c ó n c a v o s; fru to s p ro io n '
g a d o s, u m b ilicad o s e n form a d e b a rc a s , n e g ro s con carn e
d e co lo r p u rp ú re o . P a r a el uso d e la h o m e o p a tía se usa la se-
g u n d a co rteza (alburnum ) d e la s ra m a s jó v e n e s ; se re d u c e n
á p ap illa lin a p o r m ed io d e u n poco d e a lc o h o l, co n el cu al
s e tr itu r a n e n u n a lm ir e z , d e sp u e s se e sp rim e e l ju g o y se
tr a ta com o e l d e la s d em as p la n ta s fre scas. A lg u n o s h o ­
m eó p atas u sa n ta m b ié n lo s ju g o s re u n id o s d e la s hojas y
las flores , m ezc lad as con p a rte s ig u a le s d e a lc o h o l, y lle ­
v ad as d e s p u e s a l g ra d o d e a te n u a c ió n in d ic a d o .

S a n g u in a r ia c a n a d e n s i s ; sa n g u in a ria d e l C a n a d á ; blut-
k r a u L — -P a p a v e ra ce o s, J u s s ., P o lia n d ria m o n o g in ia , L .
— D o sis u s u a le s : 1 , 3 , 3 0 .

2 tt8 . E q u iv o c a d a m e n te e n la p rim e ra p a r te d e n u e stro


M a n u a l, p á g in a 5 7 7 , h em o s d a d o á esta p la n ta e n fra n c é s
e l n o m b re d e saticaire, q u e significa o tro v e g e ta l d if e re n ­
te . L a s a n g u in a ria d e l C a n a d á , p la n ta c u y o s e fecto s h e ­
m o s c o n sig n a d o en n u e stro M a n u a l ( I a p a rte , p ág . 4 5 6 ), es
n n a p la n ta h e rb a c e a q u e saca su n o m b re d e l ju g o e n c a r­
n a d o q u e c o n tie n e ; no tie n e m as q u e u n a so la h o ja ,q u e es
ra d ic a l, y p a re c e a b rig a r y p ro te g e r e n su se n o la in fa n c ia
d e la flo r; esta h o ja no se d e sa rro lla c o m p le ta m e n te sin o
G E N E R A L M E N T E USADAS. 193

desp u es de la flo r; cáliz de dos h o ju elas; corola de ocho p é ­


ta lo s , silic u a , o v a la d a , u n ilo c u la r. E sla p lanta, que es origi­
n aria de la A m érica sep te n trio n a l, y sobre todo del Canadá,
p rev alece p e rfe c ta m e n te e n n u estro s ja rd in e s y herm osea
m u ch o d esd e p rin c ip io d e la prim avera por el c o lo rd esu flor.
P ie r d e su ho ja e n el estío y d u erm e despues hasta la pri­
m avera s ig u ie n te ; d e m odo q u e si no se señala el sitio, no
se sab e d esp u es d o n d e está. S e m ultiplica comunm ente de
las raices a b o rta d a s; re q u ie re un te rre n o acuoso y le es poco
g ra to el sol. P a ra el uso hom eopático se usa la raiz, que
se d e se n tie rra an tes de que se d e sa rró lle la flor, y se trata
despues com o to d as las p lan tas frescas.

S a s s a p a b illá s. sarsapabii»da , sm ilax sassapañUa; zar­


z a p a rr illa ; sassaparille. — E sp árrag o s, de Juss., Dioecia
h e x a n d ri.i, L . — D osis u su ales: 3 , 12, 30.

299. L a z a rz a p a rrilla es n atu ral de la América m eri­


d io n a l, en M é jic o , en el B ra s il, en el P e r ú , donde habita
las selvas. E s un arb u sto d é b il, esp in o so , con ram as cua­
d r a n g l a r e s , con h o jas o v alad a s, ag u d as, e n teras, lisas,
con cinco n erv u ra s por encim a y un verde pálido azulado.
F lo re s p eq u eñ as, ax ila re s, en un p an ícu lo , simples. F rutos
n e g ro s , tres d iv isio n es, dos sem illas. R aiz cilin d rica, sim­
p le , estrem a d am en te la rg a , del grueso de uu cañón de
p lu m a , voluble , un poco arru g ad a , con epiderm is de
un m oreno c la r o , corteza d e lg a d a , m oren a; parte leñosa
un poco esponjosa, blanca , fácil de doblarse; no tiene olor
o rd in a ria m e n te , y tien e un sabor m ucilaginoso un poco
am argo. S e conocen en el com ercio variedades diferentes
de esta ra iz , que casi todas provienen de especies d iferen ­
tes. L a l* es la zarzap arrilla de V e ra -C ru z , que p ro ­
v ien e d el sm ila x sassap .; está en cepas, de donde cuelgan
raices larg as dobladas sobre sí m ism as, y en m anojos que
tien en algunas veces hasta 3 ó 4 m etro s, de modo que cada
cepa cou sus raices pesa varios quilogram os. L a zarzap ar­
rilla llam ada de M éjico <5 de H o n d u ra s, como la de C a ­
ra c a s , provienen igualm en te del sm ilax sassap.; vienen
o rd in aria m en te en zurrones de b aqueta ó en fardos que
c ontienen m anojos de 2 ¡í 4 q u ilo g ram o s; están igualm en te
SUSTANCIAS VEGETALES
en cep as, y eo lo in te rio r d e los m anojos h a y o rd in a ria ­
m en te raices n e g ru zcas, d elg a d a s y se c a s , m ie n tra s que
esterio rm en te están las m as h e rm o sa s, la s m as g ruesas y
de m ejor color. L a zarz a p a rrilla llam ad a d e l B ra sil ó de
P o rtu g a l, que p ro v ien e d el sassap. syphilüica , llega eu
p ed a z o s, larg o s de 14 d e c ím e tro s, g ru eso s com o el m uslo,
sin c e p a , y pesan 15 á 3 0 quiló g ram o s. L a zarzap arrilla
llam ada de Jam aica no ex iste en F ra n c ia ; es p o ro s a , de
un -en carn ad o m oreno o sc u ro , y un sa b o r m enos p ro n u n ­
ciado que la s dem as especies. L a z a rz a p a rrilla d e L im a es
d e lg a d a ,a n u la r, consiste en fibras d e lg a d a s , d e un m oreno
claro con señales mas oscuras. P o r ú ltim o , la z arzap arrilla
llam ada d e la In d ia , que p ro v ien e del sm ilax aspera, tie ­
ne m uchas veces tallos, una ep id erm is de un m oreno e n c ar­
n a d o , d u ra y de un am arillo blan co in te rio rm e n te . P a ra el
uso hom eopático nos servim os de la z a rz a p a rrilla llam ada
d e M éjico. C om o esta especie no está ja m a s b ien lim p ia , es
co n v en ien te q u ita rle todas las p o rq u erías q u e están a d h e ri­
das antes de usarla. H echo e sto , se ralla una c an tid ad su ­
ficiente de la raiz y se hacen las tres p rim era s atenuaciones
po r la tritu ració n . L a tin tu ra alcohólica no es co n v en ie n te
h acerla de n ingún m o d o , p orque el alcohol no d isu elv e de
n in g u n a m acera todas las p artes activas d e esta raiz.

S eca lb coRm m JM ; ceoteoo con co rn eta, tiz ó n d e l centeno;


m utterkom . — G ram íneas, de Ju ss., T ria n d r ia d ig in ia ,
L . — D osis usuales: 3 , 30.

300. E l tizón es uua degeneración sólida y co rn ifo rm e


del g ran o de varias gram íneas, y que se observa so b re todo
sobre el ce n te n o , pero frecu en tem en te tam bién so b re e l
trig o , la a v e n a , la c iz a ñ a ,.e l a lp iste , el m aiz , etc. U n a
prim avera h ú m e d a , en com binación con o tras influencias
eléctricas» parece favorecer m ucho el d esarro llo d el tizó n ,
sobre todo un tiem po variable donde p o r m uchos d ias
llu v ias abundantes sean seguidas inm ediatam ente do sol y
m ucho calor. E l tizón abunda tam bién mas p a rtic u la rm e n te
en los sitios m as inm ediatos a los p an tan o s y los m ontes,
d o n d e en los años húm edos y lluviosos se le ve m u ltip li­
carse casi al p u n ío de form ar como u n a cu arta p a rte de la
GENERALMENTE USADAS. 195
recolección. C asi siem p re se cuentan cuatro ó cinco en una
misma espiga; frecu en tem en te se hallan hasta diez y doce,
y algunas veces, p ero ra r a s , hasta v ein te; sin embargo,
nunca se en c u e n tra una espiga totalm ente llena de tízou-
L a naturaleza de estas vegetaciones no está aun bien cono­
cid a; unos 1» m iran como una simple degeneración de fos
granos n a tu ra le s , m ientras que DecandoJIe pretende qae
esta enferm ed ad es causada por una especie de hongo pa­
rásito , que él designa con el nombre de sclerote ergot,
scterotium ctavus* E l centeno atizonado consiste en gra­
nos angulosos, oblongos, cbnservando algo la forma délos
del cen ten o , p ero tre s ó cuatro veces mas voluminosos,
largos de 13 á 22 m ilím etros sobre 40 de diámetro, uu poco
encorvados, de color violáceo negruzco, señalados con va­
rios surcos; quebradura lim pia, semejante á la de una al­
mendra. E sta sustancia tiene un olor desagradable seme­
ja n te al de los cangrejos cocidos, sobre todo cuando está
fresca y en gran cantidad. Cuando está hecha polvo, este
olor está todavía inas pronunciado; el sabor del polvo es
ligeram ente picante. P ara el uso de Ja homeopotía se coge
el centeno atizonado antes de segar el trigo, y se hacen las
tres primeras atenuaciones por Ja trituracioo. La tintara se
obtendrá del mismo modo que las de las sustancias vege­
tales secas, es decir; por medio de 20 partes de alcohol, etc.

S e n e g a , polygala senega; yerba lechera de Virgioia, se-


n eg a; senega-wurzel.— Peduocularias, polígolas, Juss.,
Diadelfia oclandria, L . —' Dosis usuales: 9, 30.

3 0 J. Esta planta es natural de la América del norte,


de la V irginia, Pensilvania, Merilau y el Canadá. Su raiz
vivaz es la sola parte que se usa eo homeopatía, como eu
medicina en general. E s leñosa, encorvada, vermiforme,
del grueso de un canon de plum a, terminada eu lo alto
por un bolon tuberoso de donde parten los tallos, cubierta
esteriormente de una epidermis arrugada, gris ó de un mo­
reno sonrosado; interiormente es de no blanco sucio. Se
distingue la sustancia esterna, que es arrugada, mas blanda,
mas activa, bastante espesa, y la sustancia interna ómedi-
luUium, que es leñosa y dura. La raiz tiene un olor desa-
19 6 SUSTANCIAS VEGETALES
gradable, d u lc e , p a rtic u la r, y uu sabor al p rincipio agri­
dulce, acre y rancio despues. L os tallos de la plan ta son
simples d e rech o s; hojas a lte rn a s , lan ce o lad as, ag u d as,
lisas; ñores pequeñas, sesiles, blan cas, en racim os term i­
nales; frutos ovoideos; cápsula con dos divisiones. L a rae-
jor manera de preparar esta raiz consiste en h a cer las tres
prim eras atenuaciones por la tritu ració n ; la tin tu ra madre
alcohólica se obtendrá como la de todas las sustancias vege­
tales secas.

S enna, cassia sénna, senna s . cassia acutifolia; sen;


senes-bicUter. — L egum inosas, Juss.» D ecandria mono­
ginia, L . —-Dosis u su ales: 6, 30.

302. L as hojas conocidas con este nom bre vienen de


Egipto, y provienen de diversas especies de cassia, á saber:
I o cassia acutifolia , D clille; 2 o c. elongata , L em aire;
3 0 c. Lanceoiaía> K orck; 4 o c. obovata , C olladon; 5 ° c.
ovata , INobis. Se conocen en el comercio muchas clases de
sen, de las cuales la mejor es el sen de la P alta ó de A le­
jandría que proviene de la cacia acutifolia, de D e lille; el
vegetal que la produce es una especie de arbusto de 3 a 6
decímetros de a lto , tiene corteza de un moreno grisáceo;
hojas alternas, cuatro ó cinco pares de folíolos lanceola­
dos, agudos, atenuados en las dos estremidades, sésiles,
delgados, frágiles, de un verde paja ó am arillento; semi­
llas numerosas,blanquizcas. Ademas del seo d %Alejandría,
se distingue despues el de 7Wpo/i,-que proviene de la cassia
ovata, Nobis; el sen do la India, que proviene del cassia
elongata, Lemaire; el sen de Alep, que proviene do la
cassia obovata, Colladon ; el sen de Marilan , que viene
de las provincias meridionales de la América del norte, y
proviene de la cassia marytandica. Muchas veces el sen
del comercio eslá adulterado con las hojas de coriaria
myrtifolia , y aun mas frecuentemente se encuentran las
hojas ovaladas enteras, blanquizcas y vellosas del cynan-
chum Arghelt Delile. Para el uso homeopático usamos del
sen de Alejandría , con el cual hacemos las tres primeras
atenuaciones por la trituración, dejando á los que prefie­
ran la tintura alcohólica, prepararsela como la de todas las
G EN ERA X3IENTE USADAS. 197

sustancias vegetales secas, p o r medio de veinte partes de


alcohol.

solano mamiíorrne, manzana vene­


S o L A H u ai m a m a ío s u m ;
nosa; zitzenfórmiger nachtsckatten. — Solanos, Juss.,
P en tan d ria m onoginia, L . — Dosis usuales: !/>, 30.

303. E sta planta herbácea es natural de V irginia, de


B arbados, la C a ro lin a , de las Indias occideDtales y las
A ntillas, donde habita los vallados y Jos sitios cultivados.
Tallo h erb áceo , lleno de espinas y vello, derecho, ramoso,
elevado de 9 á 13 decím etros; hojas grandes, mas anchas
que la rg as, cordiformes, lobuladas, pubescentes de los dos
lados, con nervuras amarillas por abajo, llenas de espinas,
de un amarillo oscuro sobre la nervura mediana; flores di­
fusas, en panículo, de un gris pálido; baya piriforme, ama­
rillenta. Para el uso homeopático se usan las bayas, de las
que se esprime el ju g o , tratándole despues como el de to­
das las sustancias vegetales frescas.

yerba mora; schwarzer nachtsckatten.


S o l a n u ji n ig r u m ;
— Solanos, Juss., Pentandria monoginia, L. — Dosis
usuales: 15, 30-

304. Esta planta anua! crece en toda E uropa, en los


terrenos cultivados, abandonados, en la orilla de los fosos,
al pie de las paredes. Raiz filamentosa, ramosa, leñosa;
tallo herbáceo, derecho, ramoso, angular, elevado de 3 i
6 decímetros. Hojas alternas, pecioladas, ovales, denta-
das; llores en racimos pedunculados, laterales, blancas.
Bayas esféricas, negras. Toda la planta, pero sobre todo
las bayas, se miran como un veneno; todas las partes de
este vegetal tienen al estado fresco un sabor soso y un
olor narcótico, nauseabundo, almizclado despues cuando
la planta está seca. Usamos en homeopatía la yerba de la
planta, que se recoge al principio de ia ílorecencia, y que
tratamos como las demas plantas frescas.

a w t h b l h ia .; espigelia anlielm íntica, Brinvilfiers,


S p ig e l ia
polvos contra las lombrices; wurmtreibendespigelia.—
198 SUSTANCIAS VEGETALES

Gencianas, Juss., Pentandria monoginia, L . __Dosi$


u sn a l: 30.

305. Esta planta anual crece en casi toda la América del


« u d , e n el B ra sil, en C a y en a , en las A n tilla s, etc. ttaÍ 7,
vellosa, negruzca este rio rm e n te , blanca al in te r io r ; tallo
herbáceo, redondeado, d e re c h o , fistuloso, alto de 3 ;í 5
decímetros; hojas terminales, en número de cuatro, dispues­
tas en forma do c ruz, ovales ó lanceoladas, e n te ra s, lisas;
flores simples, formando una espida delgada y prolongada,
blancas; semillas pequeñas, negras. Siendo fresca, esta planta
tiene un olor viroso y fétido, que encerrado en las habita­
ciones puede causar el narcotismo; el gusto es nauseabundo,
y queda por mucho tiempo en la lengua. A causa de sus
cualidades deletereas se llama en F ra n c ia esta planta
Brinvilliers, nombre de la marquesa de BrinVillicrs, cono­
cida por sus envenenamientos numerosos. Usamos en h o­
meopatía la yerba seca, pulverizada, de la cual hacemos
las tres primeras atenuaciones por la trituración. La tintura
alcohólica se obtendrá como la de todas las sustancias ve­
getales secas.

S q ü i l l a h a r i n a , scillamaritima; escila, cebolla albarrana


escila marítima; meerzwiebet. — Asfodelos, de Juss.,
H exandria monoginia, L . — Dosis usuales: 18, 30.

306. Esta planta crece en las arenas de la orilla del


m a r , sobre todo en las del M ed iterráneo , así como sobre
la orilla del Océano atlántico, en las costas marítimas del
Asia y sobre las de África. Su raiz es una cebolla pirifor­
m e , que tiene el volumen de dos pu ños, pesa 2 quilogra­
m os, y lleva en su base un sinnúmero de raicillas vertica­
les del grueso de una pluma de cuervo; la cebolla está
compuesta de varias túnicas en forma de conchas, de las
cuales las esteriores son m em branosas, m ore n a s, m ientras
que las interiores son carnosas y contienen un jug o espeso,
niucilag in oso, v o lá til, a cre, inodoro, pero de un sabor
am argo , nauseoso. Al estado seco las conchas son te n a ­
ce s, amarillentas 6 de un moreno sonrosado, s e m i t r a n s ­
parentes. L a s flores de esta planta crecen en v eran o,
GENERALM ENTE OSADAS. 199

esta a sobre a n tallo de 6 á 1 2 decímetros, numerosas,


b lancas, en ra c im o s , y se secan en otoño; las hojas no
crecen sino en la prim avera siguiente; son obtusas, lan­
ceoladas» un poco d o b la d a s, de un v e rd ec la ro , relucientes,
anchas. Cápsulas ovales, obtusas, triangulares, membra­
n o sa s, de un am arillo verdoso; semillas chatas, negras.
P a ra el uso homeopático se corta en una cebolla, tan fresca
como pueda se r , un pedazo, que se machaca en un almi­
re z , añadiend o poco ap o c o igual parte de alcohol. Cuando
se halla reducido á una pasta homogénea, se diluye esta
con cinco partes de alcohol, se deja reposar el todo por
algunos dias y se decanta despues la tintura clara y more-
nusca. E sta tintura es la que sirve entonces para hacerlas
atenuaciones.

estafisagria,
S t a p h í s a g r i a , d e tp M n i u m , s ta p h y s a g r ia ;
yerba piojera; s te p h e n s k ó r n e r , lá u s e -k r a u t. — Re-
nunculáceas , Juss. , Poliandria trigioia, L . — Dosis
usual: 30.

3 07 . L a yerba piojera crece en el mediodía de F ra n ­


cia, en Ita lia , en Grecia, y en todo el mediodía de E uro ­
pa. Raiz cilindrica, vivaz, un poco ramosa y vellosa por
abajo; tallo alto de 6 i 9 decímetros, redondeado, señala­
do con surcos, meduloso; hojas alternas, de un verdo un
poco amarillento, gruesas, duras, palmadas, con cinco ó
siete divisiones; peciolos acanalados; flores terminales, eo
racimos, pubescentes, vellosas, blauquecinas ó azuladas;
racimos largos de 16 á 21 centímetros, que contienen cada
uno cerca de veinte flores. Semillas angulosas, comprimí'
das, triangulares <5 cuadraogulares, un poco convejas de
un lado, largas y anchas de 2 milímetros, amargas, acres,
urentes, cubiertas de pequeñas cavidades, do un gris negro.
E l núcleo de esta semilla es aceitoso, de un amarillo blan­
co, machacándole desenvuelve un olor desagradable; el
gusto es amargo y muy acre. Para el uso homeopático se
usan las semillas, de las cuales se hacen las tres primeras
atenuaciones por la trituración: la tintura alcohólica se ob­
tendría como la de todas las sustancias secas, por medio
do 20 partes de alcohol.
‘200 SUSTANCIAS VEGETALES

S tbam o m v m , datura stram onium ; e s tra m o n io , manzana


espinosa ; s t e c J i a p f e l S o lan o s, J u s s . , P e n ta n d ria mo-
n o g in ia ,L . — D osis u su a les: 9 , 3 0 .

3 0 S . E s ta p la n ta es o rig in a ria d e la s I n d ia s o rie n ta le s,


d e d o n d e h a p asad o á E u r o p a , al A fric a s e p te n trio n a l y la
m a y o r p a rte d e A m é ric a , e t c . : c ru ce so b ro los e s c o m b ro s ,
al p ie d é la s p a re d e s , c e rc a d e lo s lu g a r e s y d e la s casas, en
sitio s a re n o s o s , á la o rilla do los c a m in o s , e tc . R aí/, fusi­
fo rm e , casi v e r tic a l, le ñ o s a , v e llo s a , b la n c a ; ta llo d e re ­
c h o , re d o n d e a d o , alto d e 6 á 9 d e c ím e tr o s , ra m o s o , liso ;
h o ja s a n g u lo s a s, a lte rn a s , p e d u n c u la d a s , a x ila r e s , o v a le s,
to rtu o s a s , a n c h a s , p u n tia g u d a s , li s a s , do u n v e rd e oscuro
p o r e n c im a , m as p álid o p o r a b a jo , d e u n o lo r n arcó tico
cu a n d o se p o u e n m u s tia s , d e u n sa b o r a m a r g o , nauseoso.
C o ro la g r a n d e , en form a d e e m b u d o , b la n c a ; cáliz tu b u ­
lo s o , co n cin co d iv isio u es , c a d u c o , con p e d ú n c u lo s cortos;
cáp su la e sp in o sa , del volum en d e u n a n u e z , co n cu atro
v a lv a s , cu atro d iv isio n e sp o lisp e rm a s; se m illa s re n ifo rm e s,
casi a rr u g a d a s , señ alad as con una p e q u eñ a c a v id a d , com ­
p rim id a s, b a sta n te g ru e s a s , re d o n d e a b a s d e u n a d o b le c u ­
b ie r ta , d e un m oreno n eg ro e s te rio rm e n te , b la n c a s en el
in te rio r. P a ra el uso h om eopático se coge la y e rb a d e la
p la u la an tes q u e se d e sa rru lle n sus flores, se e sp rim e el
ju g o , y se tra ta como el d e to d as las p la n ta s frescas.

ÍT a b a c v m , nicoticma tabacum ; tabaco , n ic o c ia n a ; taback.


— S o la n o s , J u s s., P e n ta n d ria m o n o g in ia , L . — D osis
u su ales: 6, 30.

309. E sta p la n ta , o rig in aria de la A m érica m e rid io n a l,


se cu ltiv a hoy dia en m uchas reg io n es del A sia y de E u ­
ro p a , y en las colonias en Á frica, etc. L a ra íz a n u al do la
p lan ta es de un blanco a m a rille n to , ra m o sa , vellosa; T a llo
d e rech o , h erb áceo , redondeado, velloso , sim ple ó con ram os
en corto n ú m e ro , alto de 9 á 13 d ecím etro s; hojas g ra n ­
des , se sile s, a lte rn a s , v e n o sas, lan ce o la d a s, agudas , v ello ­
sa s, viscosas, o v ales, oblongas. F lo re s g ra n d e s , p e d u n c u ­
la d a s , ax ilares y te rm in a les, b ractiferas; corola in íu u d ib u -
liform o, en lim bo d o b lad o , de un en carn ad o p álido ó ro sa.
GENERALM ENTE USADAS. 20f

E l o lo r d e la s h o ja s fre s c a s es v ir o s o , fé tid o ; su sabor es


a m a r g o , a c r e y n a u se o s o . P a r a e í uso hom eopático se co­
gen las h ojas fre sc a s d e la p la n ta an te s qu e las flores se
d e s a r r o lle n , se e s p r im e e l ju g o y se tra ta como eJ de todas
la s p la n t a s fre s c a s .

T a n a c b tu m t v u l g a i i e ; a ta n a sia co m n n ; gemeiner raínfarn.


— - C o r ir n b iíe r a s , J u s s , S in g e n e s ia poligam ia superfina,
L . — D o sis u s u a le s : ?

310, E s ta p la n ta vivaz h a b ita casi todos los países de


E u r o p a , d o n d e c re c e en los te rre n o s llenos de piedras,
h ú m e d o s , b a jo lo s riv azo s d e los rio s , la linde de los cam­
p o s, los d iq u e s , e tc .; con p re feren cia los terren o s arenosos
y la in m e d ia c ió n d e las aguas co rrien tes. R aiz rastrera,
ra m o s a , d u r a , v e llo sa ; tallo s ascendentes, derechos, an g u ­
lo s o s, e s p e s o s , elev ad o s de 6 á 12 cen tím etro s; hojas
lis a s , bipinantiftdas , cou segm entos lin eares, separados,
d iv id id o s , d e n ta d a s á m anera de s ie r r a , de un verde os­
c u r o ; flores en corim bo te rm in a l, de color d o rad o ; cáliz
h e m is fé ric o , e n ta p iz a d o ; sem illas en granos finos, verdes,
a n g u lo s a s , sin c o la , c o ro n a d a sp o r un rodete anguloso. Toda
la p la n ta tie n e un o lo r d esa g rad a b le, alcanforado; el gusto
es a m a rg o , arom ático. P a ra el uso hom eopático se recoge
la y e rb a d e la p lan ta y las som idades floridas de las ram as,
d e sd e el m es de ju lio hasta en agosto, se esprim e el jugo,
y se tra ta corno el de todas las dem as p lan tas frescas.

T a ra x a c u m , leontodon tciraxacum ; d ien te de le ó n , am ar­


gón ; lowenzahn .— A chicorias, Ju ss-, S iugeuesia igual.
L . — D osis usuales: O , 3 , 30.

31 i . E sta planta vivaz crece eo todas partes eu Ale*


m ania y en F ra n c ia , on los p ra d o s, los cam pos, los sitios
cu ltiv ad o s, en I» orilla del cam ino y en Jos lugares. R aiz
fusiform e; hojas rad icales, echadas en el su elo , dentadas
á m anera de sierra, lisas; peduneuiadas, redoudcadas, hue*
cas. T oda la planta contiene un ju g o lechoso, jabonoso, de
un sabor sa la d o , am argo. S e coge la p lan ta entera en oto-
202 S Ü S T A N C IA S V E G E T A L E S

ñ o , d e la c u al tra ta m o s e l ju g o re c ie n te m e n te csp rim id o


c o m o e l d e la s d e m a s p la n ta s frescas.

T a x u s b a c c a t a ; if ; eibenbaum. — C o n ife ro s, J u s s ., D io o -
cia ra o n a d e lfia , L . — D o sis u s u a le s : ?

3 1 2 . E s t e á rb o l se e n c u e n tra e n las m o n ta ñ a s d el n o rte


d e E u ro p a y s o b r e la s d e la A m érica se p te n trio n a l y del
A sia b o r e a l , e n E s c o ria , en S u e c ia , e n P r u s ia , etc. E s un
¿ rb o l q u e lle g a á la e d a d m u c h a s veces d e v ario s siglos;
c u a n d o tie n e 3 ó k d e c ím e tro s d e d iá m e tro , p u e d e a se g u ra rse
q u e tie n e al m e n o s tre s c ie n to s á c u a tro c ie n to s años. S u c o r­
teza e s d e lg a d a , d e u n m o re n o o sc u ro ; su m ad e ra d e un
e n c a r n a d o m o r e n o , co n p e q u e ñ o s g ra n o s a p re ta d o s , m as ó
m e n o s v e n o sa , m u y d u ra y casi in c o rru p tib le . U o jas a p ro x i­
m a d a s , l i n e a r e s , p la n a s , d e u n v e rd e n eg ru z c o , p e re n n e s;
flo re s c o n p e d ú n c u lo s c o r to s , a x ila re s ; fru to s en form a de
b a r c a , d e u n e n c a rn a d o v iv o , p erfo ra d o s en e l v é r tic e , y
c o n tie n e n u n a e sp e c ie d e n u e z q u e e n c ie rra u n a a lm e n d ra
b la n q u e c in a , c a rn o s a , d e b u e n c o m e r ,y aceito sa. S e e n c u e n ­
t r a e s te á rb o l co n frec u en c ia en A lem an ia e n la s casa s d e
c a m p o , d o n d e 1c u san p ara fo rm a r to n a s , ó p a ra lu jo ; con
e s te o b je to le d a n la form a do p ir á m id e , d e n a r a n j o , d e
m o r e r a , e tc . E n h o m e o p a tía se usan las som idades de las
ra m a s d e e ste á rb o l, se co g en d u ra n te s« flo re c e n c ia , en
m a y o , y so tr a ta n com o to d a s las p la n ta s frescas.

T e k e b i w t h i n a , terebinlhincB o te u m , terebintkina veneta,


$. la r ic in a ; tr e m e n tin a , aceite d e tr e m e n tin a , tr e m e n ­
ti n a d e V e n c c ia ; terp en tin ó l , (crchen-tcrpentin . -— C o ­
n i f e r a s , J u s s . , M o n o ecia m o n a d e lfia , L . — D o sis u su a le s?

313. L a tr e m e n tin a es el jufco re s in o so -v o lá til q u e flu­


y e , y a n a tu r a lm e n te , y a p o r m ed io d e in c is io n e s , d e v a rio s
v e g e ta le s d e la fa m ilia d e los c o n ife ro s. S e c o n o ce n e n e l
c o m e rc io v a ria s espcfcies d e tre m e n tin a , á s a b e r : 1® la t r e ­
m e n tin a c o m ú n ó d e A le m a n ia , q u e p ro v ie n e d e l p im is
s ilv e s tr is y d e l P . a b ies ; e s e s p e s a , d e c o n siste n c ia m ie lo sa ,
t u r b i a , d e u n s a b o r a m a rg o y u n o lo r fu e rte y re s in o so ;
2 ° la tr e m e n tin a d e E s tr a s b u r g o , q u e p ro v ie n e d e l abies
G E N E R A L M E N T E U SA D A S. 203
pectinata , D C ., y ta m b ién d e l A* excelsa; es d e u n a m a­
rillo c la ro , m as fina y m as tr a n s p a re n te q u e la a n te r io r , d e
un o lo r a g rad a b le y u n sa b o r b a s ta n te a m a rg o ; 3 o la t r e ­
m e n tin a d e V e n e c ia ó do Brian<?on , q u e p ro v ie n e d e l pinus
tarix. S e coge e n U k r a in e , e n H u n g r ía , e n e l T ir o l , e n el
D e líin a d o , en J u r a , e n S u iz a , e t c . ; es m u y c la ra , tr a n s p a ­
r e n t e , b la n c a , d e u n o lo r d é b il , a g r a d a b le , y un sa b o r
c a lie n te y a m a rg o ; 4 o la tre m e n tin a d e B u rd e o s , q u e p ro ­
v ie n e d el pinus m arítim a , L . ; es b la n q u e c in a , y c o n tien e
un a q u in ta p a rte d e a c e ite e s e n c ia l; 5° la tre m e n tin a d e l
C a n a d á , q u e p ro v ie n e d el abies balsamea^ M ili., pinus
baísamea , L .; es m as íian qno n in g u n a de las dem as e s ­
p e c ie s, d e un a m a rillo v erd o so , d e co n siste n c ia m ie lo sa , de
u n o lo r a g ra d a b le y un sa b o r d u lc e ; (>• la tre m e n tin a d e
B o s to n , q u e p ro v ien e d e l pinus austraiis; es m en o s a m a r­
ga q u e la de B u rd e o s , á la cu al se p a re c e en lo d em as
m u c h o ; 7 o la tre m e n tin a de las C a r p a th e s , q u e p ro v ie n e
d e l pinus cembra ; 8 o la de H u n g ría , q u e p ro v ie n e d el pi~
ñus pumilo y d el P. mwjhos ; 9 o la d e C h i p r e , q u e p ro ­
v ie n e d e l pistacea terebint/ius , L . T o d a s e sta s tre m e n tin a s ,
c u a lq u ie ra q u e sea su o rig e n , tien en p o r c a ra c te re s c o m u n es
el se r d e u n a c o n sisten cia de ja ra b e , viscosa, re lu c ie n te , m as
6 m en o s tr a n s p a re n te , de color am arillo v e rd o s o , d e u n
o lo r fu e rte y p e n e tr a n te , de un gusto a m a rg o , acre. P a ra
el uso h o m eo p á tic o nos servim os de la esencia c(e tremen­
tina, es d e c ir; d e la trem en tin a despojada d e su p a rte re s i­
n o sa . P a r a o b te n e r esta esencia ó aceite v o lá til, to m am o s
la tre m e n tin a de V en ecia tal com o se h a lla en e l c o m e r '
c í o , m ezclam os en un frasco ocho p a rte s á u n a p a r te d e
a lc o h o l d e 8 0 g ra d o s, agitam os la m e z c la , d e já n d o la d e s ­
p u é s re p o s a r, con lo cual la tre m e n tin a rec tific a d a n o ta rd a
e n p re c ip ita rse , d ejan d o e l alco h o l q u e c o n tie n e la s p a rte s
re s in o sa s en la parte s u p e rio r d e l fr a s c o , d e m o d o q u e
p u e d e fácilm ente d ecan tarse ó tra n sv a sa rse . R e p itie n d o e ste
p ro c e d e r tres ó cuatro veces se o b tie n e e l a c e ite e se n c ia l
d e trem en tin a p erfectam en te lim p io d e to d a r e s i n a ; s o la ­
m e n te contendrá m u ch as veces a lc o h o l to d a v ía , q u e p u e d e
aun encontrarse en la p ro p o rc io n d e u n a q u in ta p a r te ,
p e ro se quil* con fa c ilid a d c o n el a g u a d e s t i l a d a , c o n la
m a l se mueve p o r a lg u n o s m in u to s e l a c e ite e s e n c ia l q u e
204 SUSTANCIAS VEGETALES
«e acab a d e o b te n e r . E s t e a c e ite es c la r o , p e rfe c ta m e n te
c ris ta lin o , in c o lo ro ó d e u n a m a r illo m u y c la r o , d e u n
o lo r d e s a g ra d a b le y u n s a b o r c a l i e n t e , a m a rg o . L a s tr e s
p rim e ra s a te n u a c io n e s s e b a c e n p o r la tr itu r a c ió n

T b u c riu m m íru m v b rx jm ; g e r m a n d r in a m a r ít im a ; hateen -


k r a u t — L a b ia d a s, J u ss., D id in a m ia g im n o s p e rm a , L . —
D osis usuales: 3 , 6 , 9 , 1 2 , 3 0 .

3 1 4 . E s te a rb u s to c re c e e n L e v a n t e , y ta m b ié n en t o ­
d o s los e sta n q u e s d e l M e d ite rr á n e o , s o b re to d o e n E s p a ñ a ;
e n A le m a n ia y e n F r a n c i a se c u ltiv a ta m b ié n e n lo s ja r d in e s .
T a ll o d e r e c h o , le ñ o s o , ra m o s o , liso p o r a b a jo , v e llo so p o r
a r r ib a ; h o ja s o p u e sta s, p e c io la d a s, ovales,, o b tu s a s, d e u n v e r­
d e c la r o ; flo res d e c o lo r d e r o s a , á la e s tre m id a d d e la s
ra m a s e n lo s e n c u e n tro s d e la s h o ja s . T o d a la p la n ta tie n e
u n o lo r a ro m á tic o , a lc a n fo ra d o , q u e a g ra d a s o b r e to d o á
io s g a to s , y u n s a b o r a m a r g o , a c re y c a lie n te . P a r a e l u so
h o m e o p á tic o so u s a n la s ra m a s lle n a s d e h o ja s y flores;
s e c o g e n d e s d e ju n i o h a sta a g o s to , se e s p r im e el ju g o y
se tr a ta com o e l d e to d a s la s p la n ta s fre sc a s.

T h b a s i n e n s i s , thea v ir id is ccesarea; té d e C h i n a ; té
v e rd e im p e r ia l; ch.inesich.er th e e , g rü m er o d e r ka iser -
thee. — IX aran jo s, J u s s . , P o lia n d ria m o n o g in ia , L . —
D o s is u s u a le s : 9 , 3 0 .

3 1 5 . E s t e á rb o l, q u e al e sta d o n a tu r a l lle g a á u n a a l­
tu r a d e casi 1 0 m e tr o s , c re c e e n la C h i n a , e n e l J a p ó n ,
e n C o c h in c h in a , y e n g e n e ra l en to d o el o rie n te d e A s ia .
H o ja s p e re n n e s , d u ra s , g ru e s a s , lisa s, re lu c ie n te s , a lt e r n a s ,
o v a le s , o b lo n g a s , a g u d a s , la r g a s d e 6 c e n tím e tro s c o n 3
d e a n c h o , d e n ta d a s á m a n e ra d e s ie r r a , co n p e c io lo s c o rto s;
flo re s b la n c a s , g r a n d e s ; p e d ú n c u lo s c o r to s , a x ila re s ; c á liz
c o n c in c o d iv is io n e s ; co ro la d e tr e s á n u e v e p é ta lo s ; c á p ­
s u la s g lo b u lo sa s c o n tr e s c e ld a s , c o n te n ie n d o c a d a u n a
u n a ó d o s s e m illa s ; g ra n a s r e d o n d e a d a s , a m a r g a s , a c e i­
to s a s , d e l g ru e s o d e u n a a lv e lla n a . P a r a o b te n e r e l té ta l
co m o v ie n e a l c o m e r c io , se co g en la s h o ja s d e s d e u n a á
c u a tr o v e c e s p o r a ñ o , se g ú n la e d a d d e los á r b o l e s ; se
G EN BRALM .ET1TB U S A D A S . ^05

secan a l sol ó al a i r e , 6 b ie n se m e te n m e d io m in u to en
agua h ir v ie n d o , d e sp u e s se a rr o lla n e n tr e lo s d e d o s y se
p o n e n á se c a r e n s a r te n e s c a lie n te s , ó se le s d a v a e lta b a s ta
q u e e s té n su fic ie n te m e n te se ca s. E l té b ie n a rro lla d o y seco
se e m p a q u e ta y e n v ía al c o m e rc io . E l té d e b u e n a c a lid a d
d e b e s e r n u e v o , lim p io y u n if o r m e , sin p o lv o , p e sa d o ,
q u e h u e la á la v io le ta , sin a c ritu d n i o lo r fu e r te . A ca u sa d e l
p re c io a lto y el g ra n co n su m o d e e s te p r o d u c t o , la in d u s ­
tr ia le falsifica. S e h a h a lla d o ié q u e c o n te n ía c o b r e , y
q u e se h a b ía fa b ric a d o co n el p o lv o d e t é , con el c u a l se
h a b ia h e c h o u n a m asa p o r m e d io d e la g o m a a rá b ig a y el
c a rb o n a to d e c o b r e , a r r o lla n d o e s te p ro d u c to co m o e l té.
T a m b ié n so stie n e n q u e e l té ve rd e d e b e su c o lo r i las
vasijas d e cob re, en las c u a le s se g ú n a lg u n o s a u to re s se
p r e p a r a ; pero esta es u n a o p in io n d e s n u d a d e to d a p ru e b a .
L a s v asijas que se u sa n p a ra p r e p a r a r e l té so n d e b a r r o ó
d e h i e r r o , y lo qu e da al té lla m a d o v e r d e e l c o lo r p a r ­
ti c u l a r , es q u e está p re p a ra d o cou la s h o ja s d e la s p r im e ­
ra s co sech as y q u e no se h a n e s p u e s to á lo s v a p o re s d e l
ag u a h irv ie n d o a n te s de la to r re fa c c ió n , e t c . ; m ie n tra s
q u e los tés llam ad o s n eg ro s están e n c o n d ic io n e s c o n tr a ­
ria s y p ro v ien en d e las h o jas d e la ú ltim a c o se c h a . P a r a
e l uso d o m éstico los tés n eg ro s son los m e jo r e s , p o rq a e
so n m enos ir r ita n te s , a te n d ie n d o á q u e e l m o d o d e p r e p a ­
ra rlo s les q u ita uua g ra n p a rte d e su s p rin c ip io s a c r e s , >i-
ro s o s , e t c .; p ero para el uso m e d ic in a l p re fe rim o s p o r la
m ism a ra z o ü los tes v e rd e s, p o rq u e su s p ro p ie d a d e s e n é r ­
g icas son p re c isa m e n te aq u ellas d e la s c u a le s la h o m e o p a ­
tía p u e d e sacar el m ay o r p a rtid o . L o s té s v e rd e s soo , com o
lo s té s n eg ro s, d e d ife re n te s e s p e c ie s ; e l q u e u sa m o s e o
h o m eo p atía con e l n o m b re d e thea ccesarea , n o e s e l v e r­
d a d e ro té im p e ria l, sin o el té v e rd e c o n o c id o co n e l n o m ­
b r e d e pólvora de c a n o n . E s la e sp e c ie m a s e sc o g id a d e l
té h a y sw e n , el mas fino d e lo s té s v e r d e s ; e stá e n p e q u e ­
ñ a s h o jas de un v erd e g ris á c e o , t i e r n a s , a rr o lla d a s e n p e ­
qu eñ o s granos, e n te ra s , sin p o lv o , e tc . E l v e rd a d e r o té im ­
perial no se e n c u e n tra e n E u r o p a , a u n q u e to d o s lo s
com erciantes lo v e n d e n : se h a c e c o n lo s b o to n e s á p e n a s
a b ie rlo s, y se re s e rv a p a ra e l uso e s e lu s iv o d e l e m p e r a d o r
(y de los g ra n d e s d e l im p e rio c e le s te . P o r ú l t i m o , p a ra
206 SUSTANCIAS VEGETALES

p re p a ra r el té de m odo que sirv a en h o m e o p a tía , se p u l­


veriza y h acen las tre s prim eras aten u a cio n e s p o r la tri­
turació n . L a tin tu ra alcohólica se o b ted ria com o la de
todas la s sustancias vegetales se c a s, p or m edio d e veinte
p aites de alcohol.

Thuva o c c i d e n t a l i s ; ihuia del C a n a d á ; ¿ebensbaum. —


C oniferas, Ju ss.,M o n o e c ia m onadelfia, L . — D osis usua­
le s : O , 3 , 30.

316. E s te á rb o l sie m p re v e r d e , o rig in a rio d e l C a n a d á ,


e stá m u ch o m as c u ltiv a d o én A le m an ia q u e en F ra n c ia ,
d o n d e n o se v e casi m as q u e el thuia orientalis ó el th u ia
d e la C h in a . E l th u ia d el C a n a d á es u n á rb o l ram o so d e s­
d e su r a iz , e le v á n d o se eu c irc u n sta n c ia s fav o rab les hasta
la a ltu ra d e 12 m e tro s y au u m as; ram o s c h a to s , com pri­
m id o s y m anifiestos en lodos se n tid o s; h o jas c o rta s, siem ­
p re v e rd e s , en fo rm a d e te ja s , co a co n ch as o b tu s a s, d is­
p u e sta s en cu a tro filas; conos te rm in a le s , casi liso s, de un
m o re n o a m a rillo ; sem illas ch ata s. S e d is tin g u e d e l th u ia
d e la C h in a en q u e , fro tad as e n tre los dedos la s h o jas de
e s te , n o d e sa rro lla n el o lo r arom ático resin o so q u e d esen ­
v u e lv e n la s h o ja s d e l th u ia del C an a d á ; a d e m a s, los ram os
d e l thuia de la China son a sce n d en tes y re c to s , y no es­
p a rcid o s p o r to d as p artes corno los del o tro ; sus strobilos
son á s p e ro s , y las con ch as d e sus h o jas agudas. P a ra el
uso h o m eo p ático se cogen al fin de ju n io las h o jas jóvenes
d e l th u ia d e l C a n a d á , se m u elen en u n p rin cip io so las,
d e sp u e s se añ a d e n los dos tercio s d e su peso d e alcohol y
se e sp rim e el ju g o . L a tin tu ra m adre obten id a d e este modo
y c la rific a d a , sirve despues p ara p re p a ra r las atenuaciones.

T o n g o , baryosma tongo , diplerix odor a la , couma-rou-


m a odorala ,* h a b a -to n c a , com aru de los G alibis; lonka-
bohne, •— L e g u m in o sas, J u s s ., D iadelfia d e c a n d ria , L .
— D o sis ú sales?

31 7 . E l com aru d é lo s G alibis crece en C ay en a y en


g en e ra l en la A m érica d el su d ; es uu árbol de corteza d u ­
r a , li s a , b la n c a , cuya m adera es muy d u ra ; p u ed e lleg ar
GENBRAZMENTE USADAS. 207
a te n e r 10 m etro s de altu ra y aun mas; hojas alternas, pi­
n a d a s ; c u a tro folíolos, con peciolos cortos, grandes, ovales,
e n te r o s , agudos; flores axilares, en racim os sim ples; corola
d e c o lo r p u rp u rin o , con venas violetas. IVuez o r a l, oblon­
g a , d ru p á c e a y algodonosa esteriorm ente, monosperma; s e ­
m illa d e la form a de una alm en d ra, larga de 2 á 3 decí­
m e tro s , de un negro b rilla n te , interiorm ente de un moreno
c l a r o , y b lan d a . E sta s alm endras tienen un olor agradable,
a ro m á tic o , y contienen mucho ácido benzdico, que en las
sem illas secas está m uchas veces cristalizado. S edistinguen
dos especies de h u b a s-to n c a , á saber: 1° las babas-tonca
d e In g la te r r a , que son mas pequeñas que las otras, re ­
d o n d e a d a s, un poco com prim idas, poco encorbadas y casi
u e g ra s ; 2 o las habas-tonca de H olanda, que son mayores,
d e color m oreo u sco , de un olor y un sabor mas débiles.
P a ra el uso hom eopático nos sétim os d e h s á t Inglaterra^
q u e prep aram o s haciendo ias tres prim eras atenuaciones
p o r la tritu ra c ió n . L a tintura alcohólica, si se d escase, se
o b te n d ría como la de todos los demás vegetales secos, es
d e c ir ; p o r medio de 20 partes de alcohol.

U r t i c a u r e n s , urtica minor ,* ortiga m enor, pequeña o r­


tig a ; brenn-nessel. — U rticarias, Ju ss., Monoecia tc-
ta n d ria , L . — Dosis usuales?

318. E sta planta anual se halla en todas partes* en los


sitios cultivad o s, los ja rd in e s, etc. Tallo alto d e 3 ú ü d e­
cím etro s, redondeado, liso, con ag u jas; hojas opuestas,
ovales, elípticas, divididas, dentadas; flores m ondicas, en
racim os simples; granas achatadas, ovales, color de paja
y pequeñas. P ara el uso homeopático se usa el jugo fresco
de ias hojas y de las flores, que se prepara como ei de to­
das las demas plañías frescas.

U v a u b s i, arbustus uva ursi, arctostcipkylos officinalis;


uvas de oso, madroño, buserola; barentraube. — B ru­
c e ra s , Juss. jDecaodria m onoginia, L . ~ Dosis usuales?

319. E ste pequeño arbusto, siempre verde, crece en


el oorte y eu medio de E u ro p a, asi como en la América
208 SUSTANCIAS V E G E T A L E S

s e p te n trio n a l, en lo s p áram o s, la s lla n u ra s a re n o sas, los


p in a re s, e t c . ; y tam bién en el m ediodía de E u ro p a en
las m ontañas de los A lpes. S u raiz es le ñ o sa , ram osa;
tallo echado por el su e lo , d ifu so ; ta llo y ram as con cor­
teza m o re n a , lis a , fácil de d e s p re n d e r; ram as lisas, g u ar­
necidas de hojas verdes. H ojas d if u s a s , con peciolos
c o rto s, ovales, o b lo n g o s, red o n d ead o s en su p u n ta , obtu­
so s, venosos, d u ro s , lis o s , re lu c ie n te s, larg o s de 16 á 20
m ilím etros. F lo re s en ra c im o s, co lg an d o , te rm in a le s; fruto
g lobuliform e, d e l grueso de u n pequeño g u isa n te , carn o ­
so , encarnado. E n hom eopatía se usa de las h o ja s, que se
cortan en pequeños p edazos, despues se añade parte igual
de alcohol, y se esprim e el ju g o , como se ha dicho para
el th u ia .

V a l e r ia n a o f f i c i n a l i s , va leriana m in o r; v ale ria n a ofi­


cin a l , v a le ria n a sa lv a g e , v a le ria n a p e q u e ñ a ; baldrian-
w u rze l. — D ip s á c e a s , J u s s ., T r ia a d r ia m o n o g in ia , L .
— D o s is u s u a le s : 1 2 , 3 0 .

8 2 0 . L a v a le ria n a p e q u e ñ a , á la cu al el e p íte to de pe­


q u eñ a no co n v ien e m as q u e por oposieion á la g ra n d e (va-
leriana p h u ., L .) , crece casi p o r to d as p a rte s , ta n ta en los
m ontes bajo s espesos un poco h ú m e d o s , como sobre las al­
tu r a s secas , p ero fre sca s.|L a n u z vivaz de esta p lan ta tiene
u na cepa c ilin d ric a , b la n fe í^ d e d o n d e p a rte n ram o s fibro­
sos á m an e ra d e c o n c h a s , d e co lo r b la n co in te rio rm e n te y
m o ren o al e ste rio r; tallo a lto d e 6 á 18 d e c ím etro s, fistu­
lo s o , sim p le , d e re c h o , velloso, re d o n d e a d o ; h o jas opues­
tas, p ro fu n d a m e n te pinatifidas; folíolos lan c e o la d o s, d e n ­
ta d o s á m an era de s ie rra ; flores sonrosadas (c o lo rd e rosa)
ó b la n q u e c in a s , term in a le s 6 a x ila re s, en panículo; cáliz
d e n ta d o ; corola con cinco divisiones ir re g u la re s ; frutos
m o n o sp e rm a s, inferos . L a raiz, secándola con p recau ció n ,
tie n e u n o lo r arom ático, alcanforado , y u n sabor am arg o ,
a ro m á tic o ; la s dos gustan m ucho i los gatos , que se re s -
tre g a n sobre ellas con una especie de furor voluptuoso. E n
hom eopatía usam os la raiz recientem ente agujereada. P ero
si se quieren o b ten er raíces eficaces, es preciso cogerlas
-á la edad de doscientos tres a ñ o s, en la primavera-, antes
G EN ERA LM EN TE USADAS. 209

qu o se ele v e el tallo. T am b ién lo es no cogerla en ua ter­


re n o d em asiado h ú m e d o ; la que se cria en las alturas y
en los sitio s m as b ie a frescos que h ú m e d o s, tiene machas
m as virtu d es. S e p rep ara la r a iz , recientem ente desenter­
r a d a , com o todas las dem as plantas frescas.

V e r a tk u m á l b u m , helleborus albus; v e ra n a , eléboro blan­


c o ; w eisse niessw urz. — C o lch ic o s, Juss., H exandria
tr ia n d r ia , L . — D osis u su ales: 12, 30.

3 2 1 . £1 eléb o ro b lanco crece e a los pastos de las mon­


ta ñ a s a lta s d e la A a v e rn ia , d e V o sg es, de J u r a , de los
A lp e s , los P irin e o s y B a b ie ra , en et T ir o l, en U crania,
en S ile s ia , en A u s tria , en X Jngría, etc. R aiz cilindrica,
c o r ta , g ru e sa , p e r e n n e , sim ple, c o n s iste n te , arro g ad a, m o­
r e n a al este rio r, blan ca in te rio rm e n te , llena de ñbras del
g rueso d e u n pedazo d e p a ja , n u m e ro sa s, suculentas. Al
estado fresco tie n e u n o lo r nauseoso y un sabor a c r e , am ar­
g o , c a lie n te ; al estad o seco el o lo r és mas d é b il, y la raiz
tie n e m enos virtu d es. T a llo alto de 3 á 12 decím etros, re ­
d o n d e a d o , fistuloso; h ojas in ferio res ovales, hojas superio­
re s ovales, o b lo n g a s , to d a s ab razan el ta llo , con n e rru ra s,
e n te r a s , dob lad as so b re su a n c h o ; flores num erosas en ra ­
cim os ra m o so s , te rm in a le s , d e u n v erd e p álid o , acompa­
ñad as d e b rac tea s la n ce o lad a s; fru to s con tres cáscaras,
tre s d iv isio n es, p u b e sc e n te s, ovales, p rolong ad o s; sem illas
p la n a s , a la d a s, num erosas. S e coge la ra iz d e esta p lan ta
i p rin cip io s d e ju n io , y se trata com o todas las dem as plan*
tas frescas.

V eb b ascu m th a p s u s ; gordo-lobo ó m oline, b u eo -h o m b re;


kónigskere . — S olanos, Juss., P e n ta n d ria m onoginia, L .
— D osis u s u a le s : O , 3, 30.

3 2 2 . E sta p la n ta h a b ita el norle y el ce n tro de E u ­


ro p a , d onde crece sobre las m on tañ as, á lo largo de los
c a m in o s, al p ie d e las ro c a s , eu los sitios are n o so s, secos
y e s té rile s, en los escom bros, sobre las p are d es v ie jas, etc.
R a iz b isa n u a l, sim p le, de un blanco m o re n o , en hebrillas;
tallo d erech o , d e 6 á 18 decím etros de a ltu ra , sim p le, m ar­
2 10 SUSTANCIAS VEGETALES

ch ito ; hojas a lte rn a s, sin p ed ícu lo , d e c u rre n te s , dentadas,


oblongas, lan ce o lad as, arru g ad as > cu b iertas, de u n verde
azulado; ñores am a rilla s, en form a d e espiga alargada ó
so litarias, sostenidas por bracteas m arch itas y cubiertas.
E n hom eopatía pos servim os de la yerba fresca de la p lan­
ta , que se coge al principio de su flo recen cia, y que se
prepara de la m anera que todas las plan tas frescas.

V in c a miwob; y e rta d o n cella, pequeña yerba doncella;


w irtengrün, kleines sinngrün. — Á pocíneas, Juss., Pen-
U u d ria m onoginia, Ir. — D osis usuales?

323* E ste arbusiillo h ab ita toda la E u r o p a , donde


crece en los v allad o s, las b re ñ a s > los m o n tes, etc. Raiz
r a s tre r a , llen a hácia abajo de v ello ; tallos redondeados,
enredoso s, delgados, largos de 2 á 3 decím etros; hojas
opuestas, o v ales, lanceoladas, p ecio lad as, en te ra s, relu­
cientes, d u ras, peren n es; flores so litarias, a x ila re s , con
pedúnculos largos, azules. E n hom eopatía usamos la planta
e n tera, que se coge al principio de su florecencia, en abril
y mayo, y tratam os como las demas plantas frescas.

V io la o d o r a t a , viola m a rtia ; violeta, violeta de m arzo;


veííchen , m árz-veiichen . — Cisteas (violáceas), Juss.,
Singenesia m onogam ia, L . — Dosis u su ales: 9 , 12, 30.

32 4 . L a violeta se encuentra en toda E u ro p a , donde


hab ita los montes cubiertos, la linde de los bosques, en
los jardines, las riñ a s y los sitios hum bríos. R aiz sin tallo,
en sierpes ra stre ra s, num erosas, que se manifiestan en to­
dos sentidos y propagan la p lan ta; hojas radicales, con
peciolos larg o s, redondeadas, codiformes, obtusas, denta­
d as, lisas ó ligeram ente vellosas; pedúnculos unidores,
axilares, filiform es, derechos, lisos; flores de color pur­
p u rin o , algunas veces color de rosa, e n te ra s, lisas; semi­
llas redondeadas, numerosas. Nosotros usamos la planta
entera, que cogemos mientras que florece, y la tratam os
como todas las demas plantas frescas.

V i o i a t r i c o l o r ,/« ¡c e a ; p e n s a m ie n to , flo r d e la T r i n i d a d ;
GENERALMENTE USADAS. 211
freisam-veilchen , stiefmüttercfien. — Cisleas (violetas),
J a s s ., S ingen esia m onogam ia, L . — Dosis usuales: 9,
1 2 , 30.

325. E sta planta anual crece en toda E u ro p a, eo fos


cam pos en la orilla de los cam inos, de los bosques y los
p ra d o s, en los ja r d in e s , etc. R aiz ram o sa, vellos*; tallo
tria n g u la r 6 c u a d ra o g a la r, acostado, liso, con ramas dere­
ch a s; hojas de olor de las alm endras de los melocotoues
cuando se refrieg an , altern as, pecioladas, pubescentes, las
inferiores ovales, oblo n g as, las superiores lanceoladas, to­
das dentadas á m anera de sie rra; pedúnculos axilares. Los
pensam ientos con flores am arillas y blancas son los que
asam os en hom eopatía. S e coge la planta entera en la época
d e su Aorecencia, y la tratam os como todas las demas
plantas frescas.

Z in g ib e r o f f ic i n a le , amonum zingiber; gengibre; ing-


w er . — B asilias, J u s s ., P en tan d ria m onoginia, L .—
Dosis usuales?

326. E ste vegetal es o riginario de las Indias orientales,


de Java 6 de la C h in a, pero se cultiva también en las Indias
occidentales y en la América de los tropicos. Raíces super­
ficiales, tuberosas, ram osas, digitadas ó palm adas, chatas,
nudosas, carnosas, color de rosa estando frescas, grises al
estado seco, señaladas con estrías longitudinales y circu­
laras, de 2 á 6 centímetros de largas con 2 de diámetro;
de un olor aromático y de sabor acre, pero agradable; tallos
herbáceos, lisos, de 2 á 6 decímetros de alto, simples, con
hojas estrechas, agudas y perfectamente lisas. Espida ño-
ral corta, oval, obtusa; flores de un blanco amarillento.
E n el comercio se encuentran dos clases de gengibre, de las
cuales una es blanca y la otra n e g ra ; pero esta diferencia
no proviene sino del mayor <5 meuor cuidado que se ponga
en secar esta raiz. P ara el uso homeopático se cogen las
raíces mas consistentes, de color mas claro, y que sean pe­
sadas, de olor fuerte y sabor caliente; estas son las que
vienen de Malabar y Réngala. Se prepara el gengibre ha­
ciendo las tres primeras atenuaciones por la trituración.
212 SUSTANCIAS VEGETALES
G uando quiera hacerse la tin ta ra m a d re , se obtendrá por
el mismo proceder que se em plea para todas las sustancias
vegetales secas, es d ecir; por m edio de veinte partes de
alcohol.

3 o Sustancias vegetales menos usadas y casi enteramente


desconocidas.
artemisia absinthium; agenjos; wermuth,
A b s in t h iu m ,
bittrer beifuss. — C orim biferas, Ju ss., Singenesia poli­
gamia superflua, L .

327. E sta planta, originaria de la G recia, crece hoy en


toda la E u ro p a , en los sitios secos, llenos de piedras, espues­
tos al so l, en los sitios cam pestres, áridos, etc. Raiz ob li­
cua, vellosa; tallo derecho, cuadrangular, estriado, nn poco
lacio, ram oso, de 6 á i 2 decímetros de alto; hojas nume­
rosas, cortadas, de un gris verdoso por encim a, marchitas
y de un gris plateado por abajo; flores globulosas en forma
de tubos, amarillas, pendientes, axilares, y en racimos. To­
da la planta al estado fresco tiene un fuerte olor aromático,
penetran te, desagradable, y de un sabor muy amargo. Se
coge la planta entera cuando está en flor (en julio y en
agosto), y se prepara como todas las demas plantas frescas.

ajo; knoblaucn . — Liliáceas, Juss., He-


A x l iu m s a t iv u m ;
xandria m onoginia, L.

328. E l ajo es originario de levante y del mediodía


do E u ro p a, pero se cultiva casi en todas partes en Europa,
ya en medio del campo, ya eu las huertas; muchas veces
también aparece espontáneamente. Todo el mundo conoce
el olor penetrante, insoportable y difundible do ia cebolla
de esta planta; esta cebolla es redondeada, y consiste en
muchas vulvas oblongas, agudas, introducidas unas en
otras, y cubiertas con tres capas. Tallo alto de 6 á 9 de­
címetros, redondeado, guarnecido de hojas hasta la mitad;
hojas dispuestas en dos filas lineares, acanaladas, agudas,
oblongas,de un verde azul,y lisas. Se coge la planta entera
poco u sad as. 213
desde ju n io hasta agosto, y se trata como las demás p lan­
tas frescas.

Ammonucum , gum m i ammoniacum,- g o m a a m o n ia c o ; oth-


mnoniak, armenisches gum m i. — Orabeiífera», Juss.

329. L a goma amoniaco es una sustancia gorao-resi-


nosa que fluye de una om belífera natural de Africa, de
E th io p ia , de E g ip to y algunas regiones de las Indias orien­
tales. S egún F o n ta n ie r, la planta que da esta goma perte­
nece á la familia de las feruláceas, y Scowiz la señala con
el nom bre de férula am m oniacum ; Lém éry la llama férula
am m onifera. W ild en o w creia que pertenecía al género
heracleum, y le llamaba heracleum gum m iferum ; pero la
opinion de F o n ta n ie r, que h a visto él mismo esta planta
cu P e r s ia , merece sín duda alguna mas crédito. Segnn el
relato de este mism o, esta gom o-resina fluye espontanea*
m ente en granos m a s ó menos gruesos; la recolección se
hace hacia últimos de ju n io por los h abitantes del pais, des­
pues de lo cual se conduce la goma desde B o u ch ira la In ­
d ia , y desde aquí i E uropa. E n el comercio se distinguen
dos especies de amoniacos, de las cuales la prim era se cono­
ce con el nombre de goma amoniaco pura ó amigdaloutea,
que está en pequeños granos redondos,aglom erados, de un
am arillo encarnado sucio, reluciente y como grasa en su
queb rad u ra, opaca, blanquecina in terio rm en te, de un olor
bastante fu erte, de un sabor acre am argo y desagradable,
disolviéndose en parte en el ag u a , coq la cual forma una
mezcla lechosa; en el alcohol apenas si se disuelve*!» mi­
tad. La otra especie, designada con el nombre de goma
amoniaco im pura en panes ó en lágrim as , está en peda ios
mayores ó m enores, d-e un color am arillo sucio, mezclados
con granas, tierra y aren a; de un olor poco pronunciado,
balsámico , de un sabor am argo, resinoso y acre, reb lan ­
deciéndose entre los dedos, se hincha sobre la lu m b re, y
arde con crepitación» so ennegrece y exhala un olor de
ajo. Se disuelve en el éter, y solo en pequeña cantidad en
el vinagre y en el alcohol. L as tres prim eras atenuaciones
se hacen por la trituración.
214 SUSTANCIAS VEGETALES

aquileña v u lg ar; acketei. — R enun-


A q u i l e g i a v d l g a h is ;
culáceas, Jnss., P oliandria pentag in ia, L .

3 3 0 . E sta planta se halla en casi toda E uropa, donde


crece en los bosques, tos prados silvestres, las selvas y en
las faldas de las montañas. R aíz vivaz, ram osa, de un mo­
reno oscuro esterior m ente, blanca en lo interior. T allo alto
de 3 á 9 decím etros, delgada, ramosa, un poco vellosa, son­
ro sad a; hojas b itern ad as, de n n verde azal por abajo, de
color oscuro por encim a, divididas; cortadas; folíolos pecio-
lad o s, redondeados, rom boidales ú ovóideos; llores en el
vértice del tallo y de los ram os, colgantes, azules ó morenas,
ra ra vez rosa, dispuestas en corimbo, provistas de cornetes
encorbados. Sem illas orales, oblongas, de tres en tres, ne­
gras, relucientes, pequeñas, de n n sabor prim ero dulce, des
pues amargo. S e coge la planta entera en la época de su
florecencia, y se trata como todas las dem ás plantas frescas.
archangelica offitinalis, angélica archan -
A r c h a n g e l ic a ,
gelica, L .; an g élica, archangelica; engerwurz . — O m -
belíferas, Juss., P en tan d ria m onoginia, L .
331. E sta planta habita el norte de E uropa y de Asia,
y las montañas de F rancia y de la A lem ania m eridional;
en los paises bajos de la Alemania septentrional se en­
cuentra en la orilla de los t ío s . Raiz bisanual, gruesa, ci­
lin d ric a, arru g ad a, vellosa y ram osa, de un m oreno gris 6
sonrosado esteríorm enfe, blanco en lo in terio r; de olor
fuerte, arom ático, bastante agradable, y de un sabor dulce
en un p rin cip io , m ordicante, después amargo. T allo her*
biíceo* redondeado, estriado, fistuloso, ramoso, alto de 12 á
18 decím etros; hojas allom as que abrazan el tallo, bipina~
d a s , con folíolos lobulados, dentadas á m anera de sierra,
con im par; flores term inales,en ombelas am arillas, verdosas,
casi efímeras. Usamos la raiz recientem ente desenterrada
de la planta salvage, no de la de los jardines. L a p rep a­
ración se hace como la de todas las plantas frescas.
c l e m a t i t i s ; aristoloquia v u lg a r; qemeine
A r is t o io c h ía
osterluzex .— A ristoloquias, Jo ss., G inandria hexaod.,L »
132. E sta planta vivaz se halla en F ra n c ia , en A lem a­
POCO OSADAS. 215
nia y en la T a rta ria ; crece en los campos incultos, gre-
dosos, en las viñas, sobre los ribazos de los rios, etc. Raiz
ra s tre ra , d elg ad a , articu la d a , corbada y encorbada en dis­
tintos sen tid o s, de un moreno am arillen to ; tallo común*
m ente s im p le ,d e re c h o , un poco corbado á un lado y otro,
ligeram ente su rcad o , meduloso esteriorm ente, lleno, hacia
abajo, de conchas o ra le s, oblongas, more nuzcas, alto de 3 á
9 decím etros; hojas con pedúnculos largos; obtusas, trian­
gulares , cordiform es, d e un verde oscuro por eocima y un
verde azul por abajo; flores ax ilares, de un am arillo sucio.
T o d a la planta tiene un olo r fu erte y d esagradable, y un
sabor a c re , am argo y balsám ico. E n hom eopatía se usa la
yerba de la p la n ta , que se coge en ju n io , y despues se p re­
para como todas las d em ás p lan tas frescas.

A r m o r a c ia , arm oraciarusticana, cochlearia armoracia;


rábano, rábano oficinal ó de las tien d as, g ra n rábano,eran-
son , eran de B r e ta ñ a ; meerrettig^ gemeiner, meerrettig
krem .— C ruciferas, Ju ss., T etra d in aim a siliculosa, L .

333. E sta planta herbácea crece en los sitios húm edos,


á la orilla de los fosos y d e los r í o s , sobre todo en el oeste
«le la F ra n c ia , en B re ta ñ a , etc., y en A lem a n ia , en ü n -
g r ía , en In g laterra y e n S u iza. R a iz c ilin d ric a , gruesa co­
mo el b ra z o , larg a, ram o sa , v e rtica l, am arillen ta esterior-
m en te, blanquecina e n lo in te r io r , de u n 6abor acre y
urente. T allo d erech o , ram oso hácia a r r ib a , elevado d e 6
á 9 decím etros, ang u lar, e stria d o , liso , asi como toda la
planta. H ojas rad icales, p ecio lad as, g ra n d e s , derechas,
v erd es, ovales, oblongas, d e n ta d a s; hojas c an lin aires, pe­
queñas , casi se s ile s, p in a tifíd as, la n ce o la d a s, lineares.
F lo res pequeñas, b la n c a s, en racim os larg o s term inales;
siliculas globulosas, con dos valvas y dos celdas polisper~
mas. Debe prepararse la raiz recien tem en te arrancada. La
preparación se hace como la de todas las plantas frescas.

espárrago o rd in ario ; gewóhnítchcr


A spa h a g u s o f f ic in a u s ;
spargeL — E sp árrag o s, Juss., H exandría m onoginia, L .

334. E sta planta crece en estado silvestre en una grao


216 SUSTANCIAS V EGETAtES

parte de E n ro p a, donde habita sobre todo los sitios areno­


sos, los bordes del mar, las praderas, la linde de los m o n -,
tes, etc.; se cultiva también mucho en los jardines. Jftaiz*
formada de fibras am arillas, redondeadas por afuera, bTan-'
cas por adentro, inodoras y de un sabor dulce. Tallos ra­
mosos, herbáceos, redondeados, lisos, altos de cerca de 9
decímetros. Hojas en manojos largos de 3 centímetros cerca,
lisas como toda la planta, y acompañadas de estípulas es-
teriores é in terio res, entre las cuales hay tres, cuatro 6
cinco hojas lineares. Flores pequeñas, de un amarillo ver­
doso, dióicaspoligám icas, solitarias y axilares; pedúnculos
articulados, gém inos, flojos, unifloros; frutos en forma de
barco, de un encarnado escarlata, con tres celdas, con dos
<5 tres semillas negras. E n homeopatía se cogen las ramas
tiernas (turiones asparagi), se esprime el jugo y se trata
como el de todas las plantas frescas.

ehenopodium olidum s. vulvaria; ar­


A t r i p i.b x o l i d a ,
muelle do los jardines (pata de ganso), vulvaria; stin-
kende melde stinkender gánsefuss■— Borrajas, Juss.,
Pentandria d ig in ia, L.

335. E sta p lan ta, que no debe confundirse con el ar­


muelle de los jardines (atrip/ex sativa), crece en todo el
norte de E u ro p a, en los lugares incultos, al pie de las pa­
red es, etc. R aiz anual; tallo echado, ramoso; hojas pe-
dnnculadas, romboidales, enteras, de un verde gris, car­
gadas de un polvo costroso; llores aglomeradas, panicula­
das; semillas en forma de lentejas, negras, relucientes.
Toda la planta tiene un olor desagradable, fétido, como
«I de la m area, y un sabor salado, nauseosa. Se coge la
plauta entera cuando está en flor, y se trata como todas las
demas plantas frescas.

s a t a n a s ; boleto satan; satans-pilz. — Setas.,


B o i .e t u s
Juss., Criptógamas, L.

336. Esta planta crece en las selvas, donde no es rara


en verano y en otoño. Sombrero grneso, consistente, de
un amarillo pálido; poros de uu encarnado oscuro; pie
POCO USADAS. 217
grueso, de un encarnado oscuro, tostado por encima. Se­
gún Phcebus, esta sela no es mas que una variedad del
botetus iuridus , Schaeff. Se prepara como el Bovista.
(Véase 216.)

cahinca cainana, chiococca racemosa;


C a h i n c a s, c a in c a ,
cainca, raiz de cainca; km nka-w urzel. — Rubiáceas,
Juss., Pentandria monoginia, L.

337. Este arbusto crece en el Brasil y en las Antillas.


Tallo alto de 2 á 3 metros; hojas opuestas, ovales, agudas,
enteras; flores pedunculadas, blanquecinas, asilares, eo
racimos pendientes; fruto bacciforme, blanquecino, mo­
nosperma. Raiz ramosa, de un moreno sonrosado, consiste
en pedazos cilindricos, largos de 6 i 9 decímetros, del
grueso de un cañón de pluma de escribir hasta el de un
dedo; es fibrosa, señalada en toda su longitud con surcos
de color oscuro, cubierta de una corteza morena, annlada,
delgada, carnosa, con epidermis de nu blanco sacio. Por
bajo de esta parto carnosa se encuentra una madera blanca,
que es el eje do Ja raiz. La epidermis de la corteza es de
un aspecto resinoso, de un sabor desagradable, amarga, un
poco acre y ligeramente astringente, que produce carras­
pera; la parte leñosa no tiene ni sabor ni olor. £1 olor de
la raiz es acre, volátil, desagradable, se parece un poco al
de la valeriana. Las tres primeras atenuaciones deberán
hacerse de preferencia por la trituración. La tintura ma­
dre , si se quisiera, se obtendría como la de todas las sus-
tancias vegetales secas, es decir; por medio de 20 partes
de alcohol.

caléndula, caléndula de los ja r­


C a lé n d u la o f f ic in a lis ;
dines, sol; ringel-btume, gemeine ringel-btume. — Ra­
diadas, Juss.

338. Esta planta anual, originaria del mediodía de


Europa, se cultiva en los jardines de casi toda Europa.
Raiz do un amarillo pálido cilindrica vellosa; tallo de­
recho, angular, pubescente, ramoso, alto de 2 i i decí­
metros; hojas ovales ó lanceoladas, imitando la forma de
218 SUSTA NC IA S V EGKTALES

la espátula, euteras ó ligeram ente tortuosas, altern as, sé­


siles, uq poco carnosas y muy poco vellosas. F lo res g ran ­
des de un amarillo encarnado, anchas, solitarias, term in a­
les, de un olor desagradable, bitum inoso, y de un gusto
en u q principio ácido-dulce, mucilaginoso, despues amargo.
E n los grandes calores del estío se ven algunas veces salir
de estas flores chispas semejantes á las eléctricas. Semillas
en forma de b arc a, am oratadas, encorbadas. So coge la
planta entera m ientras que está en flor, y se trata como las
demas plantas frescas.

C n E N O P O D iü M g l a u c t i m ; a n serin a g la u c a , pata de ganso


verdosa; g ra u e m e ld e , g ra u grünergánsefu ss. — A rm u e­
lles, J u s s ., P e n ta n d ria d ig in ia , L .

3 3 9 . E sta p lan ta crece frecu en tem en te en los lug ares,


los arrab ales y las d eh e sas, al red ed o r de los m uladares y
en los sitios donde se acum ula el agua de estos. T a llo r a ­
m oso, alto de cerca de 3 d e cím etro s, echada com unm ente,
y frecuentem ente señalada con estrias de un herm oso
encarnado ó de un v erde b lan q u ecin o ; hojas oblongas,
o b tu sas, lig eram en te d e n ta d a s, de un verde gris 6 azulado
p o r encim a, blanquecinas por abajo; flores aglom eradas,
en espigas ram o sas, en las axilas de las hojas y en la e s-
trem idad de los tallos. S e coge la plan ta en tera al prin ci­
pio de su florecencia, en ju lio , y se trata d el modo ya
sabido.

spartium scoparia; ginesta de escobas;


G e n is t a s c o p a u ia ,
geniste * ginster pfriemenkraut* — L egum inosas, Juss.,
Diadelfia d e c a n d n a , L.

340. E ste arbusto crece frecuentem ente en los m ontes


y los terren o s áridos de casi toda la F ran cia y la A lem a­
nia. T allos ram osos; ramos sin esp in as, flexibles, angulo­
so s, sirven para atar m anojos; hojas tem ad as y solitarias;
flores cam panudas; cáliz en forma de tubo monofilo y con
cinco d ie n te s; estigm a longitudinal y velloso por encim a.
S e usan los ramos tiernos de este v egetal, se esprim e e l
jugo, y se trata como el de las demas plantas frescas.
POCO USADAS. 2 i9
G in s - e n g , p a n a x quinqucfolium ; ginsang ; panas con
cinco h o jas; gins-eng fünfblattige kraftw urzel .— Ara-
lia s, Ju ss., Poligam ia dioecia, L .

341. E l ginsang es nna planta de la C h io a, qne los


botánicos están conformes en clasificarla con el panax
quinquéfo lium. E sta planta crece naturalm ente en las sel-
ra s espesas de la T a rta ria , sobre las montañas, entre el
2 9 y 4 7 grados de latitud. Tam bién se encuentra en V ir­
g in ia , P en silv a n ia , el C an ad á, de donde viene aqaí, y de
donde hoy dia aun se transporta á la C hina. Cuando esta
planta no se conocía mas que en la C hina, donde so reco­
lección no se ejecutaba sin dificultades, pasaba en este pais
como la panacea universal contra todas las debilidades del
cuerpo y del alm a, hasta el punto que un emperador de la
C hina declaró que ella daría la inm ortalidad, si los hom­
bres podiau serlo algún dia. Tam bién se hacian ceremonias
particulares en su recolección; una armada de diez mil hom­
bres iba todos los años para conquistar esta raiz, que cre­
cía en sitios casi inaccesibles, y seis meses pasados en me­
dio de privaciones grandes, no eran suficientes para recoger
la cantidad necesaria para el uso de los grandes y ricos del
im perio, que solos disfrutaban, porque una libra de esta
raiz se vendía al peso de tres de plata. Desgraciadamente
no ha gozado de tan buena reputación como cuando era
muy rara, haciéndose vulgar desde que se ha descubierto
en América y que desde aquí se han llevado barcos carga­
dos de esta raiz á la misma C hina, ha perdido su reputa­
ción y esta casi despreciada. E ste es un fenómeno muy
com ún: ¡cuántos vegetales de nuestro pais, muy alabados
hoy, han sido vilipendiados mañana! E l homeópata, al es­
tudiar los efectos de esta raiz en el hontbre sano (véase
Bibl. de G énova, tom. V III, pag. í 5b), sabrá a' qné ate­
nerse, y sin hacer la manifestación que han hecho los
chinos de sus propiedades, no la tratara tampoco con el
desprecio con que la tratan los sabios modernos de la es­
cuela antigua, que gracias i las luces que les da la química
en materia de terapéutica, no la miran sino como una es­
pecie de fécula abundantemente cargada de materia azuca­
rada, y como propia todo lo mas i sustituir la raiz de re­
220 SUSTANCIAS VEGETALES

g aliz, para envolver las pildoras. E l verdadero ginsang


que proviene del panax quinquefolium , viene hoy dia
del C anadá, y es aun de un precio bastante a lto , porque el
gran consumo que se ha hecho hace sesenta años para lle ­
varla á la C hin a, la h a hecho escasear en los E stados U n i­
dos. E s una raiz carnosa, fusiform e, del grueso de un
d edo, larga de 4 á 6 centím etros, u n poco áspera brillante,
y como sem i-transparente, com unm ente dividida en dos
ram as pivotantes, con algunas fibras en su estrem idad; su
color es sonrosado por fu e ra , am arillento por d e n tro , su
sabor ligeram ente acre y un poco am argo, su olor aromá­
tico y bastante agradable; el cuello de esta raiz es un te ­
jido tortuoso , con n u d o s, donde están impresos oblicua y
alternativam ente, ya de u n lado y ya del o tro, los vesti­
gios de los distintos tallos qne ha echado cada año- Ademas
de la especie que acabamos de describir y que es la sola
que debe usarse en hom eopatía, hay otras muchas, que to ­
das se venden por verdadero ginsang de los chinos, de
modo que es m uy im portante fijar la atención al comprarla
en el comercio. L a mejor preparación es la que consiste
en h acer las tres prim eras atenuaciones por la trituración.
L a tintura madre se obtendrá como la do todas las sus­
tancias secas.

branca ursina germanica; es-


H e u a c le u m s p h o n d v liu h ,
fondillo , faha b ran c-u rsin a, branc-ursina de Alemania;
heilkraut , fatsche barénklau, deutscke barénklau. —
O m beliferas, Ju ss., Pentandria d iginia, L.

342. E l esfondillo se halla en toda E u ro p a, en los


prados y en la linde de los montes. Raiz gruesa, fusiforme,
ram osa, amarillenta por fuera, blanquecina por dentro; tallo
alto de 9 á 18 decím etros, d erecho, surcado, cubierto de
pelos tiesos, fistuloso, ramoso por arriba. Hojas pinadas y
llenas de asperidades; folíolos divididos. Cuando esjóven,
contiene esta planta un jago dulce al gusto, pero despues
se vuelve acre, de un sabor amargo, picante; aplicada i la
p iel, la pone tumefacta y produce inflamaciones y aun u l­
ceraciones. Nosotros cogemos la yerba de la planta al prin­
POCO USADAS. 221
cipio de su florecencia (en ju n io y ju lio ), y la tratamos
como las dem ás plantas frescas.

fuga dcem onum , herba sancit


H í’p e r i c u m p e r f o r a t u m ,
Jocm is; co rd o n cillo , espanta-diablo, yerba de san Juan;
harthcu Joanishraut. — H ipen ceas, Ju s s., Poüadelüa
p o lia n d ria , L .

3 4 3 . E sta planta es m uy común en los p astos, los sitios


donde hay m ucha yerba y sin m o n te , i lo largo de> los T a ­
lla d o s, de los cam inos y lin d es de los campos. T allo m uy
h e rm o so , lis o , un poco c u a d ra o g u la r, 6 mas bien con dos
c a ra s, con puntos n e g ro s, alto d e 3 á 6 decím etros; hojas
sesiles, o vales, lanceoladas, con nervuras y un gran n ú ­
m ero de puntos tra n s p a re n te s , arrolladas por detrás sobre
sus bordes; flores en p an ícu lo s, de un color am arillo h e r­
moso ; cáliz con cinco divisiones, con cinco pélalos largos,
estrechos; estam bres num erosos, reunidos e n tres manojos;
fruto form ando una cápsula con tres valvas y tres celdas
polisperm as. E l olor de la planta es bastante fu e rte , balsá­
m ico; su sabor es a m a rg o , estíp tico , un poco salado. L as
semillas contienen un poco m as de resina que la madera
de la planta. Se coge la planta entera cuando está en flor
(en julio y agosto), y se trata como todas las plantas frescas.

Jaiappjb m agisteiiium ; resina de ja la p a , m agisterio de ja ­


lapa •, jalanppenharz. — C onvólvulos, Juss.,D icotilédo-
nos m onopétalos, L .

344. L a raiz de jalapa (v. pág. 162) contiene en so


sustancia la décima p arte de su peso de re s in a , qoe puede
estraerse por medio del alcohol, dejando d ig erir la raiz en
este líquido, mezclando despues la tintura obteoida con
agua y som etiendo el todo á la destilación. L a resina de
jalapa es sucia y de un am arillo verdoso esteriorm ente,
con quebradura de un m oreno am arillo, poco b rilla n te ,
opaca, quebradiza; de un sabor a c re , amargo. C alentán­
dola 6 frotándola, exhala el olor de la r a iz ; en el alcohol
se disuelve con facilidad. M uchas veces esta resina se adul­
tera con carbón ó jalapa en polvo, las resinas de pino, de
222 SUSTANCIAS VRGBTALRS
Guayaco, de seta blanca, etc. La adulteración t o n estas
r e i n a s se conoce fácilmente en que. el aceite de trementina
las disuelve, mientras que no disuelve la resina de jalapa.
Varios médicos homeópatas parece h an querido sustituir
la resina de jalapa a nuestra preparación ordinaria de la
raiz de esta planta , porque de otro modo no pudiera sa­
berse con qué liu la han introducido mi la farmacopea h o ­
meopática; porque nuestra jalapa usual contiene también
la» virtudes do la resina como el magisterio do ja la p a , y la
croacioti de un medicamento nuevo al lado del anticuo 110
tendría otra ventaja sino e l aumentar el número inútil-
mente. E n todo caso, hasta tanto que no hayamos estudiado
los efectos de la jalapa n atu ral, el estudio de su resina será
mucho menos un por tí ule que el de uu gran numen» do
otros medicamentos.

J io m n n b k o u ; u o lm ! c o iu u u ó r e a l , nuez, c o iu u n ; n u í .t -
b a u m %v v W sc/ir h u í s . — T e r e b i n t á c e a s , J u s s . , íU o n o o -
c ia p o l i a n d r i a , L .

3 Í5 . E l n o g a l r e a l es o r i g i n a r i o d o P e r s i a , y se c u l ­
ti v a h o y d ía e n to d a la E u r o p a te m p la d a . E l e s c e s iv o c a lo r
lo e s p e r j u d i c i a l c o rn o e l f r í o ; p e r o la s h e la d a s s o la s q u e
tto b r e v ie u e u c u a n d o e s t a o a b ie r ta s la s f lo r e s , le s so n m u y
d a ñ o s a * . E s u u h e r m o s o á r b o l d e a lt u r a m a j e s t u o s a , c u y a
c im a a n c h a y e s p e s a s e c u b r e d e h e r m o s a h o ja . L a s o iu b ra
d e e s to á r b o l d ic e n q u e e s d a ñ i n a ; p r o d ú c e l a lie b r e , a le c ­
c io n e s c o m a to sa * * e tc . L a s h o ja s d e l n o g a l Liguen u u o lo r
a r o m á tic o m u y f u e r t e , s o b r e to d o c u a n d o se fr o ta n e n tr e
lo s d e d o » ; la s flo re s tie o tm u n o lo r d u lc e , fcl u so q u e se
h a c e d o la le n a d e e s te á rb o l e s b ie n c o n o c id o ; es I:* m as
fá c il d e t r a b a j a r , la m a s g r a s a , m a s flw u b le y u n a d e la s
tita* h e r m o s a s , » ie n d o m u y v e n o s a , s o b r e to d o háe.ia las
r a íc e s . P o r ú l t i m o , e n c u a n to a l i r u t o d e e s te á r b o l , co n o *
c id o c o n e l n o m b r e d o n u e z , e s u n v e rd a d e .ro ír u to d o
h u e s o , d e l c u a l ia c a p a e s t e r t o r , lla m a d a c o r l e / a , p u ed o
m i r a r s e c o m o la c a r n e q u e ro d e a el h u e s o d e l m o lo ro to u ,
la a lm e n d r a y la c ir u e la , « te. I\?.ta c u b ie r ta e s t e r io r es v e r­
d e , c a m o t a , l i s a , y d e u u s a b o r e s c e s iv a m e n te a m a r g o y
a a t r i o g e u t e , d e u n o lo r p a r t ic u l a r , f u e r t e , d e s a g r a d a b le ,
POCO USADAS. 223

contiene mucho tañido y ácido gállico. Debajo de la corte*


za está la cáscara, parte puramente leñosa, y eo la coal
está eocerrada la almendra de la n u e z , cuyos lóbulos están
separados por un tabique membranoso y duro, llamado biz-
ua. La bizna es tanto mas abundante, cuanto nías jóvenes
el fru to , como se puede ver partiendo las nueces antes de
estar m aduras, donde forma una euvoltura gruesa, blan­
quecina al rededor de la alm endra; tiene un sabor amargo,
y , como todas las partes de la nuez, dotada de virtudes
medicinales poderosas. Ademas de la bizna ¿ la almendra
do la nuez está rodeada todavía de nna cubierta inmedia­
t a , que es una película d elg a d a , a m a rille n ta , de un sabor
amargo al estado fresco, pero sin gusto cuando la almen­
dra está seca; contiene una cantidad considerable de tani-
no perfectamente lib re , y una materia resinosa que tionc
el olor y el gusto de la película. La misma almendra, sien
do fresca, es dulco y agradable al gusto; pero estando seca
es aceitosa, y muchas reces se pone raucia. Se estrae un
aceite muy dulce que no se solidifica con el frío , y cons­
tituye casi la mitad del peso do la alm endra. E ste aceite
cuando se prepara al frió es b lan co , in odo ro, do un olor
y sabor bastante ag radab le, y sirvo en algunos países para
sazonar la comida; obtenido eo caliente sirve para la pin­
tura , el alumbrado, etc., y tiene un sabor ac re , de un co­
lor verdoso ó am a rille n to , de consistencia espesa, y so
enrancia pronto. Para el uso homeopático se usa la uuez
en tera, antes que llegue á m ad urar por completo; se hace
pedazos, y se trata como las demás sustancias vegetales
frescas.

Jim cr* p i l o s o s , tucuia pilosa ,* j u n c o p e l u d o ; hdarige


binse. —• Juncos, Juss., H exandria m onoginia, L.

346. Esta planta crece en casi toda E u ro p a , en las


selvas secas y m ontuosas. R aiz ob licu a, v ello sa, con algu­
nos tallos gram íneos, d e re c h o s, sim ples, gruesos y lisos,
altos de 3 i 4 decím etros; hojas ra d ic ales, lanceoladas,
agudas; hojas del tallo mas p eq u eñ as, planas; flores en
corim bo, ramosas. N osotros asamos de la ra iz de la planta,
que recogem os d u ra n te su ftorecencia, en m ayo; la mole*
224 sustancias vegetales

moa A ñadiendo un poco de alcohol, despues de !o cual es-


p r í m i m o s el jugo, tratándole despues como el de la» dornas
plantas frescas.

Lonirn TBMiJLBNTim; cizaña do los t r i g o s ; taum etlocL—


Gramíneas, Juss., Triaudria diginia, L.

3 4 7 . L a c iz a ñ a do lo s trig o s fr e c e en m e d io do ello s,
so b re to d o c u tr e la a v e n a y la c u b a d a , lis u n a m ala y e rb a ,
<jue e n lo s a n o s llu v io so s se h a lla e n las in ie se s m ise ra b le s
d e C4SÍ to d a E u r o p a , y c u y a s se m illa s so m n /rla n m u ch as
v eces á la s d e l g ra n o . L a raiz. do e sta p la n ta a n u a l es fila­
m e n to s a , sin h o ja s ; su ta llo e s d e r e c h o , f u e r te , tieso , liso;
h o ja s lin e a re s co n b o rd e s c o rla n te s ; esp ig a g ra n d e , b a rb o sa;
epiltetes c o m p rim id a s, n m ltiflo re s. L a s se m illa s son v e n e ­
n o sa s y tie n e n un o lo r q u e e m b o rra c h a y un sa b o r acre.
U sa m o s la p la n ta e n te r a , q u e co g em o s c u a n d o está en flor,
e n m a y o y j u n i o , y tra ta m o s d e sp u e s com o to d a s las d em ás
p la n ta s frescas.

L iip i;m i$ , humuíus lupulus ; lú p u lo ; hopfen, — U rtic a ria s


J u s s . , D io e c ia p e n ta n d ria . L .

348. E sta p la n ta b a s ta n te c o n o c id a , c re ce e n los v a ­


lla d o s, d o n d e form a y e rb a s le ñ o s a s , tr e p a d o ra s , á sp eras,
co n h o ja s o p u e s ta s , la s su p e rio re s a lg u n a s veces a lte rn a s;
e stíp u la s c ó n ica s d e los d o s lad o s p a ra n o fo rm a r m as q u e
u n a so la , q u e e stá e n d o s p a rte s. L a s flores m achos están
e u p a n íc u lo s flo jo s, a lte r n o s , a s ila re s y te rm in a le s ; flores
h e m b ra s v e rtic ila d a s , s e s ile s ; v ertic ilo s d e o ch o flores,
ro d e a d o s d e u n iu v o lu c e lo d e cu atro p iezas form an d o
co n o s ó esp ig as c o rta s , o v ales; p ed ú n c u lo s a x ila re s y te r­
m in a le s. M a c h o , cáliz d e c u a tro h o ja s ; co ro la n u la . H e m ­
b r a , cáliz m o n o íilo , o b lic u a m e n te a b ie rto , e n te r o , corola
n u la , dos e s tilo s , u n a sem illa e n tro el cáliz en form a de
h o ja . E l u so d e l lú p u lo para las fáb ricas do cerveza es bien
c o u o c id o ; se cultiva con este o b jeto en g ra n d e e n l 1landos,
e u A Isac ia , e n varias re g io n e s d e A lem an ia y de I n g la ­
t e r r a , d o u d e so h ace un g ra n co m ercio d e él. Hn h o m e o ­
p a tía usam os el de las flores h em b ras del lú p u lo . F o rm an
POCO U SA D A S. 225
u na especie de co n o , qne consiste en conchas obtusas,
puestas unas sobro o tra s , verdosas, y que rodean en su
base las flores hem bras ó granas ; están llenas esteriorm eu-
te de un polvo granuloso do un am arillo do oro, resinoso,
viscoso, d e un sabor am argo y arom ático. E stos conos se
cogen á principios de se tie m b re , se cortan á pedacitos, se
rieg an despues con p arte igual do alcohol, y se decanta á
Jos quince dias el líquido claro. L a tintura m adre obtenida
d e esta m a n era, sirve despues para p reparar las atenua­
ciones.

IVfGfií.LA s a t i v a ; nigela cu ltiv a d a; schwarzkümmel. — R e -


nunculáceas, eleboráceas, Juss., P oliginia pentaginía, L.

349. E sta planta es natural del o rie n te , pero se culti­


va tam bién en el S aid en E g ip to , en P ersia y en la India.
Y erba con hojas poco vellosas, una ó dos veces p in a d as,
lin e ares; flores term in ales, rodeadas de un involucelo de
cinco piezas, en forma de cáliz m ultifido; cáliz n u lo ; cinco
petalos; cinco nectarios trifilos en tre la corola; cinco pis­
tilo s; cápsulas en forma de m oras como redondeadas. Usa­
mos hom eopáticam ente las sem illas de esta p la n ta , de las
cuales hacemos las tres prim eras atenuaciones p o r la tr i­
turación. L a tintura m adre se obtiene como la de todas las
sustancias vegetales frescas.

O E n a n th e c r o c a t a ; o n a n te a z a fra n a d a ; safran d o ld e. —
O m b e lífe ra s , J u s s . , P e n ta n d ria d ig in ia , L .

350. E sta p lan ta es n a tu ra l de F ra n c ia , de S uecia y


de E s p a ñ a , donde crece en los p a n ta n o s, las p rad eras
acuáticas y ú la orilla de los arroyos. T a llo d e re c h o , alto
de 6 á 9 m e tro s, c ilin d ric o , fistu lo so , co n tien e un ju g o
am arillo ; hojas dos 6 tres veces p in a d a s , a n ch a s, de un
verde oscuro, con folíolos o v ales, cu n e ifo rm e s; om belas
d e 12 á 3 0 radios b asta n te la rg o s; flores b lan ca s; sem illas
ovales, oblongas, term in ad as p o r dos estilos persistentes.
L a raiz de esta p la n ta , única p a rte que se usa en hom eo­
p a tía , coasisto en varias ram as p iv o ta n te s, del valúrnen de
un ráb an o , contienen un ju g o lech o so , b la n c o , que se po-
226 SUSTANCIAS VEG BTA LES

no amarillo al aire. Los ejes se parecen bastante á la raiz


de! nabo redondo. E l sabor de esta raiz es d u lc e , lo que
hace que los casos de envenenamiento por medio de esta
planta no son raros. Es uno de los vegetales mas dañinos
que conocemos; un pedazo de su ra iz , del tamaño de una
cereza, puede dar la muerte en pocas horas. Usamos en
homeopatía de la raiz, que preparamos, ya por la tritura­
ción, ya por la presión, según que podemos obtenerla fres­
ca ó seca.

Onoms s p i n o s a ; gatuña, planta espinosa; dornige hauhe-

c/iel. — Leguminosas, Juss., Diadelfia decandria, L.

351. E s te v eg e ta l vivaz se e n c u e n tra cási en to d a E u


r o p a , d o n d e cre ce en los cam pos in c u lto s , á rid o s , los pas­
to s , la lin d e d e los ca m p o s, á lo la rg o d e los ca m in o s, etc.
R a iz del g ru eso d e l d e d o , ra m o sa , h u n d ié n d o se en tie rra
h a s ta 6 d e c ím e tro s y a u n m a s, d e u n m o ren o en c arn ad o
p o r f u e r a , b la n q u e c in o p o r d en tro ., de u n sab o r d u lc e ,
ra u c ila g in o s o , u n poco a c r e , y a m a rg o ; ta llo ra s tre ro p o r
a b a jo , d e re c h o p o r a r r ib a , re d o n d e a d o , le ñ o so , ram o so ,
e s p in o so , d e u n e n c a rn a d o m o ren o ; h o jas p ecio lad as, so­
lita r ia s , ovóideas» d e n ta d a s a m a n e r a d e s ie r r a , vellosas
d e los dos la d o s , las su p e rio re s te m a d a s. F lo re s s o lita ria s ,
con p e d ú n c u lo s c o rto s, a x ila re s , d e un color p u rp u rin o
p álid o ó d e u n rosa con venas. U sam os la p lan ta e n te ra ,
cogién d o la al p rin cip io de su florecencia (d esd e ju n io h asta
ag o sto ), y la tratam o s com o to d as las dem as p lan tas frescas.

Padus av iu m , prunus padus; ciru elo de santa L u c í a , ce­


rez o d e M ahom a en racim o ; ahlkirsche , elsenbeere. —
R o s á c e a s , J u s s ., Icosandría m o n o g in ia, L .

352. E l ciruelo es n atu ra l d el n o rte d e E u ro p a y d el


A sia , d o n d e crece en los m ontes h ú m e d o s, en la lin d e d e
los m o n te s, en la s riv e ra s , e tc .; en F ra n c ia se cultiva en
tie rra plena y en los ja rd in es. E s un árbol de 3 á 10 m etros
d e a lto ; hojas ovales , e líp tic a s, d entadas á m anera d e sier­
ra , un poco agu d as, con n erv u ras; flores b la n c a s, odorí­
fe ras, la te ra le s , en racim os la rg o s, pendientes. B ayas glo*
poco u sa d a s 227
b u h fo rm e s , n e g r a s , del g ru eso d e u n p eq u eñ o g u isan te y
íle o lo r d e sa g ra d a b le . E d S u ecia y en S íb eria estos frutos
s e c o m e n , y tie n e n en efecto una esp ecie d e v in o ; en S u i­
za s e usan p ara fa b ric a r u n a especie d e k irsc h w a ss e r; de
lo s h u eso s s e saca u n a especie d e aceite. H om eopáticam ente
asa m o s la s h o ja s d el á r b o l, q u e cogem os al p rin cip io d e su
ílo r e c e n c ia , y tra ta m o s com o to d a s la s dem as sustancias
v e g e ta le s frescas. S eg ú n alg u n o s hom eópatas., la corteza
in te r n a d e la s ra m a s jó v e n e s es la m ejor p ara el uso m e­
d ic in a l.

,
P hsyalis a l k e s e n g i solanum vesicatorium; alqneqnenge
com ún, vejiga de perro; sch lo tte, gemeine ju d en kirs-
che. — Solanos, Ju ss., P entandria monoginia, L.

3 5 3 . E s te v e g e ta l a n u a l cre ce casi en todos los paises,


e n las v iñ a s , lo s sitio s c u ltiv a d o s , á lo la rg o d e los cam i­
no s y lo s v allad o s. T a llo s a lto s d e 3 d e c ím e tro s, difosos,
ra m o so s , u n po co v e llo so s; h o ja s o v a le s , p e c io la d a s, alter­
n a s , e n t e r a s , lis a s ; flo res b la n c a s , p e q u e ñ a s , e s tra -a iila re s,
so b re p e d ú n c u lo s filifo rm e s; b a y a s d e l g ru e so d e n o s c e ­
r e z a , r e d o n d a s , b la n d a s , e n c a r n a d a s , tie n e n p o r cu b ierta
u n a m em b ran a con cin co á n g u lo s. E n A rm e n ia la com en
p a ra r e f re s c a r; en A le m a n ia , e n E s p a ñ a y en o tro s v ario s
p a ise s, se p o n e n en d u lc e p a ra com er; en o tra s p a rte s se asa
p a ra d a r c o lo r á la m anteca d e bacas con su ju g o . H om eo­
p á tic a m e n te se usa el ju g o re c ie n te m e n te esp rim id o d e las
b a y a s , q u e se tra ta com o el de to d a s las d em as su stan cias
v e g e ta le s frescas.

PrcHURiM, laurus pichurim ; h ab a p ic h u rim , la u re l p i-


c h u r in , nuez d e P a r a ; pichtirim bohse. — L a u r e le s , Ju ss.,
E n e a n d ria m o n o g ítria, L .

3 5 4 . E s te vegetal c re c e en el su d d e A m é ric a , so b re
todo en el B r a s il, en G u y a n a , eu el P a r a g u a y , en V e n e ­
z u e la , ele. E n el com ercio se e n c u e n tra n do s esp ecies d e
h ab a s p ic h u rim , d e las cu a le s una es rn ay o r [Jabee pichu­
rim tnajores) , la o tra m as p eq u e ñ a (f. p. minores ), y de
las cuales las p rim e ra s m e re c e n la p re fe re n c ia . E sta s h a -
228 SUSTANCIAS v e g e t a l e s

bas están compuestas de dos lóbulos convejos de un lado,


chatos del otro, oblongas, ovales, largas de 2 á 5 centí­
metros sobre t á 2 de ancho, obtusas en las dos estrem i-
dades, de un olor aromático muy m arcado, de un sabor
aero y un poco picante. E l lado cóncavo del haba está un
poco abierto, de un moreno negruzco; el otro lado es liso,
de un color mas claro , con un surco longitudinal; in terio r­
mente la haba es de un am arillo sonrosado, llena de
puntos mas colorados. Preparam os este fruto haciendo las
tres prim eras atenuaciones por la trituración. L a tintura
m adre se puede obtener como la do todas las demas sus­
tancias vegetales secas.

o f f i c i n a l i s ; romero oficinal; gemeincr ros-


R o s m a r in u s
martn. — L abiadas, Ju ss., D iandria m onoginia, L.

355. E ste pequeño arbusto crece en Italia, en F rancia,


en E sp añ a , d la orilla del m a r, entre las rocas, etc.; tam ­
bién se cultiva en los ja rd in e s, sobre todo en Austria y á
las orillas del R h in . T allo derecho, blanco; hojas sesiles,
opuestas, lin e ares, obtusas, duras, arrolladas por abajo, de
un verde oscuro por encim a, con un surco en m edio, blan­
quecinas, algodonosas, de un olor fuerte arom ático, bal­
sám ico, y de un sabor ca lie n te , am arg o , alcanforado*
F lo res en racimos axilares, tubulados, de un azul pálido;
cáliz con dos labios. L as hojas frescas tratadas por el
alcohol, dan una tintura de un verde am arillen to , de un
olor particular de romero y un gusto balsám ico, acre,
amargo.

S a ssa fra s, la u ru s sa ssa fra s; salsafras, laurel salsafras;


sa ssa fra s-ó a u m . — L aureles, Ju ss., E nneandria mo-
n o g in ia , L .

3 5 6 . E s te á rb o l crece en la A m érica o rie n ta l y b oreal,


en V irg in ia , en P e n silv a n ia , en la C a ro lin a , la F lo rid a y
en el C anadá. T a llo d e re c h o , alto de 6 á 9 m etros en un
suelo fó rlil, y de 3 m etros todo lo mas en un te rren o malo;
h ojas unas e n te ra s, las otras trifoliadas. L a m adera d e este
árbol viene en pedazos g ru eso s, nud o so s, unas Yeces des­
POCO USADAS. 229
nudos, otras cubiertos coa su corteza. Esta tiene nna que­
bradura b rilla n te, casi resinosa, manchada y estriada eu
su superficie in tern a, de un olor de hinojo y un sabor dulce,
arom ático. L a raiz de este árbol está arrugada, cubierta
de una corteza de color encarnado por fuera, fibrosa por
d e n tro ; su lena es esponjosa y compuesta de anillos de
color moreno por fu era, mas clara por dentro. Tratada por
el ácido nítrico ia leña del salsafras se pone encam ada, lo
cual pnede servir para distinguirla d las adulteraciones.
L a infusión y la decoccion de esta leña so o igualmente
encarnadas. P ara el uso homeopático se coge uu pedazo
de esta m adera todavía con su corteza, se redace á polvo
fino, y so deja d ig erir por seis días en 20 partes de alcohol.

S e d u n a c r e ; sedon a c re , pim ienta de pared, vermicular


u re n te , pequeña siem p re-v iv a; m auerpfeffer, $chivar-
zer m auerpfeffer. — Siem pre-vivas, Juss., Decaodria
p en tag in ia, L .

357. E sta pequeña plant crece por todas partes eo


F rancia y en Alemania sobre las paredes antiguas, en los
sitios áridos lleoos de piedras sobre Ja* rocas, lascolinas
secas, las l :udes de los campos etc. Raíces débiles, vello­
sas, vivaces; tallos gruesos ramasos en forma de cesped,
derechos, lisos; hojas carnosas, gruesas, o rales, corta»,
aproxim adas, unas encima de otras e: seis filas, inodoras,
pero de un sabor p ic a n te , cas; cáustico; cima trífida. Usa­
mos la planta entera, que preparamos del mismo modo que
todos los vegetales frescos.

, aristoloclia serpentaria; ser­


S e r p e n t a r ia v ir g in ía n a
pentaria de V irg in ia, aristoloquta serpentaria* virginis-
che schlangenw urzel , virgim sche osterluzeú — Aris-
tolóquias, Ju s s., Dícotilédonos sin pétalos, L .

358. E sta planta se encuentra en las montañas y los


montes espesos de la V irg in ia , la Carolina y de la Amé­
rica del sud. Su raiz vivaz es co rta, gruesa, ram osa, to r­
cida, casi horizontal, de un moreno am arillento por fuera,
de un amarillo blanco por dentro. E l olor es aromático,, pa*
230 SUSTANCIAS VKGETAIBS

recido al de b valeriana y el alcanfor. Su sabor es primero


aromático, picante, despaes amargo. C nanto mas claro es el
color de la raiz, su olor y sabor mas pronunciados, es me­
jo r para el uso medicinal. £1 tallo de la planta es derecho
varias veces,pero ligeram ente encorbado, pubescente, sim­
p le, verde en la parte su p e rio r, m orenuzco en la parte
inferior. Hojas alternas, con peciolos cortos, enteras, cordi­
formes , atenuadas hácia la p u n ta; flores m oradas, solitarias,
sobre pedúnculos la rg o s; frutos casi esféricos; semillas
num erosas, ovales, chatas. N osotros usamos la raiz de esta
planta; llega á E uropa en paquetes de 100 á 200 quiló—
gramos de la A m érica del n o rte , y está mezclada muchas
veces con las del asarurn virginicum y á las de la collin-
sonia p ra c o x. L a preparación de esta raiz deberá hacerse
con preferencia por la tritu ració n ; la tin tu ra m adre, si se
q u isiera, se obtendría por medio d e 20 partes de alcohol,
como la de todas las demas sustancias vegetales secas.

S e b p tllu m , thym us serpylíum ; serpol; quendel, feldthy-


mian- — L ab ia d a s, J u s s ., D idinam ia gimnospermia, L .

359. E ste arbustillo vivaz es muy común en Francia


y en A lem an ia, donde crece en la alfombra de los montes
secos, á lo largo de los caminos y de los fosos, sobre las
colinas espuestas al so l, sobre las lindes de los campos,
sobre los pastos, etc. Su raiz es leñosa y ramosa; tallos los
unos derech o s, los otros rastreros, vellosos, sonrosados,
delgados, leñosos, cuadrados; hojas oblongas, lisas 6 pu­
b escentes, muy en teras, ovales, obtusas, de un verde os­
curo por en cim a, de un verde mas p álido, venosas y llenas
de puntos por abajo. E n homeopatía se usa la planta ente­
r a , que se reduce prim eram ente á pasta añadiendo una
cantidad suficiente de alcohol, despues de lo cual se espri­
me el jugo , etc.

olmo de los campos, olmo; gemeine


T Jl m u s c í m p e s t r i s ;
u ím e , rüster. — Amintáceas , Ju ss., P entandria d ig i-
n ia , L .

360. E ste árbol elevado se encuentra con frecuencia


POCO USABA». 231
eu F ra n c ia y en A le m a n ia , en lo» m ontes, los logare», y
la s v illa s , á lo largo d e los cam inos, en las casas de campo,
d e la n te d é l o s c a s tillo s, etc. E s un árbol que crece pronto
y viv e la rg o tiem po. L a s hojas son ovales, gruesas, áspe­
ra s , c o a b ase d e s ig u a l, d en tad as í m anera de sierra; flores
la te r a le s , casi se sile s , ag lo m erad as, aparecen en la prim a­
v e ra a n te s q u e las h o ja s ; frutos d elg ad o s, muy m embrano­
sos. L a le ñ a d e este á r b o l, que es dora y fu e rte , es moy
b u e n a p a ra a rm a d u ra s , pero sobre todo los que mas la usan
son los c a rre te ro s . L a segunda corteza del olmo es de un
b la n c o a m a r rille n to , flex ib le , f rá g il, tie r n a , delgada, nn
poco a m a rg a , in o d o ra y m ucilaginosa. L a escuela antigua
n o la usa h o y d ia ;je l h o m e ó p a ta , estudiando los efectos de
usía co rteza so b re el h o m b re sa n o , sabrá á qué atenerse
acerca d e sus p ro p ied ad es m edicinales t3n ponderadas en
o tro tiem p o . P a ra el uso hom eopático se coge la corteza
in te r n a d e las ramas jóvenes de dos años, y se trata del
m odo sab id o .

V e r b e n a o f f i c i n a i i s ; verbena co m ú n ; eisenkraut.— ^ e r -
b eu áce as ó sa u d g a lillo , J u s s ., D ecan d ria m onoginia, L.

361. E s te vegetal vivaz crece en todas partes en A le­


m an ia y eu e l m ediodía de E u ro p a , e n los cam pos, los
lu g ares aren o so s, á rid o s, sobre los escom bros, á la orilla
d e los cam in o s, d e los v allad o s, de los fosos, ele. ñ a iz pro­
fu n d am en te h u n d id a , fusiform e, vellosa, leñosa; tallo d e ­
r e c h o , c u a d ra n g u la r, surcado , de 3 á 6 decím etros de a l­
tu ra , ram o so ; hojas opuestas, sesiles, a rru fa d a s , cortan­
te s , pinati/ulas , divididas y dentadas. F lo re s sesiles,
a l t e r n a s , d e un en carn ad o b la n q u iz c o , tubulosas , en
esp ig as la r g a s , term in a le s, filiform es, paniculadas. Toda
la plata es inodora y de un sabor d é b il, ligeram ente a s ­
trin g e n te .

V in c e to x ic o m , asclepias viceloxicum : do m a-v en en o ;


giftwurzel, gemeine schwalbenwurzel, gtmeiner hunds-
wiirger. — A p o c iu e a s, J u s s ., P en tan d ria d ig in ia , L.

3íi2. E sta p lan ta se halla po r toda* E uropa eu los ter-


232 H A T E R IA S A N U IA L E S

renos aren o so s, estériles. S u raiz consiste en u n a eapa del


graeso del ded o ; es ram o sa , b lanquizca p o r fu e ra , blanca
6 am arillenta p o r d e n tro , d e u n o lo r fu erte y d e n n sabor
desagradable, am argo y acre. S e p rep ara la raiz rec ien te­
m ente a rra n c a d a , como todos los dem as vegetales frescos.

C A P Í T T L O IV .

De la preparación de las materias animales.

I a M aterias animales generalmente usadas.

Ambba g r í s e a s. AMBRosiACA, ambra vera s . marítima;


ám bar g ris; grane ambra. — Dosis usuales: 6 , 30.

363. E sta m ateria que C a rlh eu se r y N eum ann m iraban


como un b etú n , y B ergm ann como una gom o-resina, fué por
m ucho tiem po considerada sucesivam ente como una especie
de alca n fo r, una seta del m a r, una mezcla de cera y m iel
a lte ra d a s, un producto escrem enticio de los crocodrilos ó
d e ciertas av e s, etc. H oy dia casi todos los sabios están
conform es en que e l ám bar gris es el producto de los in tes­
tinos de ciertos cetáceos, y le consideran como una concre­
ción biliaria. S e coge este producto sobrenadando ¿ a r r o ­
jado sobre las costas de la In d ia , del África y aun de
F ra n c ia . E l mas estim ado es el que viene de Sum atra y
M adagascar. E l ám bar, según v ie n e , está o rd inariam ente
en bolas mas 6 menos volum inosas, opacas, ásperas al
tacto, form adas de capas concéntricas, desm enuzables, mas
lig eras que el agua, esponjosas, de un m oreno grisáceo por
fu e ra , atravesadas por dentro de vetas negras 6 de ua
encarnado am arille n to , y llenas de puntos blanquizcos,
fuertem ente o doríferos; m uchas veces tam bién está en
masas am orfas, enorm es, á las cuales están adheridas las
m andíbulas de la sepia octop. y de la sep. moscata. L . ,
que están frecuentem ente tapizadas de una corteza negra
de olor bitum inoso. E l sabor d el ám bar es in su lso ; frotán­
dolo en caliente esparce un olor fu e rte , agradable y p e r ­
m anente. S u consistencia es la. de la c e ra ; se reblandece en
GEHERAIMEHTB USABAS. 239
la m a n o , es fusible y casi com pletamente volátil al foego;
próxim o á una b u g ía , se inflama prontam ente y arde con
una llam a viva. P ero el alcohol que mas agua contiene di­
suelv e m enos cantidad de ám bar; en el éter se disuelve
com pletam ente, y si se trata esta dilncion con el alcohol»
se obtiene nn precipitado blanco semejante i la cera, que
es la am hrina. £1 ám bar llam ado negro es on producto
artificial que uo m erece la m enor confianza, annqne asega-
ra n que se encuentra en las islas de N ikobar; machas veces
tam bién se da el nom bre de ámbar negro al azabache ó al
ládano. E l ám bar am arillo , así como el ám bar citrino y el
ám bar gialla de los italianos son los nombres del succino.
E l ám bar blanco no es mas qae una variedad del ámbar
g r is , aunqne mucbas veces se da este nombre al blanco de
ballena y aun al sucino. Según esto no hay mas que ona
sola clase de verdadero ám bar, que es el ám bar gris. Lo
caro de este producto hace que se adultere muchas veces,
ya con la harina, ya con los escrementos de ciertos pájaros;
ó bien se fabrica artificialm ente con el benzoé, el estoraque
y el ladanom . S in em bargo, en ninguno de estos casos, no
tiene el ám bar ni la fusibilidad ni la volatibilidad que le
carecterizan cuando está puro. L os que quieran hacer nue­
vos estudios acerca de la patogenesia de este medicamento,
pueden prepararle disolviendo esta sustancia en el éter;
pero los que quieran apoyarse en los esperimentos hechos
por H ah n em an n , deben m ejor en todo caso hacer las tres
prim eras atenuaciones por la trituración, la cuarta en el
alcohol disuelto en partes iguales de agua, y las demas con
el alcohol ordinario.

cantharis vesicatoria, meloe vesicatorias,


C a n t h a r is ,
tra vesicatoria; cantárida, cantárida de las boticas; kan-
tharide spanische fliege. — Dosis usual: 30.

364. E ste escarabajo del centro y mediodía de E uro­


pa se presenta en nuestros clim as, en el mes de mayo y
de junio, sobre todo en el fresno, el sauce, la lila , el li­
gustro, menos en el saúco, m adre-selva, y aun mas rara
vez sobre el ciruelo, el rosal, el olmo, etc. Es un coleóp­
tero largo de 12 á t 6 decím etros, de un verde am arilla
234 MATKMUS G IM A LES

d o r a d o ; c a b e z a i n c l i n a d a , c a s i c o r d i f o r m e ; a n t e n a s f ilif o r ­
m e s , d e o n c e a r t í c u l o s , n e g r a s ; a n t c n n l a s i g u a l m e n t e lili-
f o r m e s , las p o s t e r i o r e s h i n c h a d a s on la e x t r e m i d a d ; ojo»
g ra n d e s d e un m o ren o o s c u ro ; boca con u n lab io s u p o n e r
y d o s m an d íb u la s In fid a s c u e rp o p ro lo n g a d o , casi re d o n d o
y c i l i n d r i c o ; d o s alas; eh jtro s b l a n d o s , s em i c i l i n d r i c o # , cou
e s t r í a s l o n g i t u d i n a l e s ; c a b e z a y p ie s c o n p e lo s b l a n q u e c i ­
n o s. YA u l o r d e la c a n t á r i d a e s d u l c e , n a u s e o s o ; s u s a b o r
m u y a c r e , casi c á u s tic o . L a s l a n a s d e e s to s in s e c to s t i e n e n
e l c u e r p o d e u n b l a n c o a m a r i l l e n t o , c o m p u e s to d e tre s
a n illo s ; s e is p a t a s c o r t a s ; la cabe/.:» r e d o n d e a d a ; do.s a n l e -
u a s lililo rm es» c o r l a s ; d o s m a n d í b u l a s y c u a t r o a n td n u fa s .
V iv e n e n t i e r r a , se n u t r e n de r a í c e s , suIhmi la m e t a ­
m o rfo sis y n o s a le n h a s t a q u e s o n in s e c to s p e rfe c to s . L a
c a n tu r i d in a d e s c u b i e r t a p o r R o h i q t i e t , e s tá nías b ie n e n las
p a r te s b l a n d a s d el i n s e c t o ; lo s tly tr o s y los pies c o n tie n e n
p o c a : so d is u e l v e c o u m as fa c ilid a d e n el iMer y eu los
ac e ite s lijos q u e e n el a lc o h o l. L a m e jo r p re p a ra c ió n p a ra
el u so h o m e o p á tic o es la q u e c o n s is te e n p u l v e r i z a r ias
ca n tá rid a s grandes firm a ra s, y h a c e r las tre s p rim e ra s
a te n u a c io n e s p o r la tr i t u r a c ió n . L a t i n tu r a m a d r e , si acaso
se q u is ie s e o b t e n e r , se h a r ía p o r m e d io d e 20 p arle s d e a l­
c o h o l , e n el cual se h ic ie s e n d i f e r i r p or o c h o dias los pol­
vos d e c a n tá r i d a . A n t e s de p u l v e r i z a r esto s in s e c to s , es
i m p o r t a n t e a s e g u r a r s e que n o e s tá n n p o lilla d o s , ni p u lv e ­
r u l e n t o s , sino fresco* b ie n seco s, e n te r o s y lisos. L as can-
t a n d a s p e q u e ñ a s no sou tan b u e n a s p a ra el uso h o m e o p á ­
tico c o m o las g r a n d e s .

C astoheum ; c a s t ó r e o ; hibfrfjcxt.-— D osis u s u a l: 30.

3li5. Kl c a s to r {castor fibrr) vive en «I norte del Asia


y do A m e ric a , asi como en v a n o s países de h u r o p a , como
la L M otiia, la H u s i a , etc. Hoy dia es muy ra ro cu A lem a-
u ta y e u 1'ra n c ia . Kl castóreo es el p rod ucto s ec retorio dt: las
(tláudulas del prepu cio de este an im n l, colocadas lo n g itu ­
d in a lm e n te debajo de la piel del abdom en tanto del mucho
com o do la t ie m b la , en tro el orig en d e Ja cola y la parte
p osterior de los m u s lo s , d e trá s d e la pelvis. Ks una s u s ­
tancia b la u d u , de co u sistem ia de j a r a b e , de color am arillo
GENERALMENTE USADAS. 235

socio, d e u q o lo r fu e r te q u e a g rad a b a s ta n te algunas veces ¡i


c ie r ta s m u g e re s h is té ric a s , d e un s a b o r a c re , mordicante;
se m ezcla cou fa cilid a d á la saliva y a d h i e r e fácilmente á
los d ie n te s . E n su es ta d o n a tu ra ! el castóreo está c o n s ta n ­
t e m e n t e a tra v e s a d o p o r ta b iq u e s m e m b ra n o s o s ; al estado
seco e s m o re u o y b a s ta n te d e sm o u u za b lc. L a s bolsas que
lo c o n tie n e n son d o s , u n a e n c im a d e o t r a ; la de encim a
es mas p e q u e ñ a q u e la i n f e r io r ; están u n id a s e n tre sí po r
el c o n d u c to e s c re to r co m ú n , y a d h ie r e n las dos á la especie
d e bolsa ó cloaca en q u e es tá n co lo ca d as, y q u e es común
á las p arte s g e n ita le s y al a n u s del castor. E s ta s dos bolsas
to dav ía u n id a s p o r su c o n d u c to escretor* sou lo que se en­
c u e n tra en el co m ercio con el n o m b re de castóreo , au n ­
q u e rig u ro s a m e n te h a b l a n d o , no deb a darso este nombre
sin o á la s ustan cia resin o sa q u e co ntionen. E n el comercio
se conoceo dos especies d e castoreuni, á s a b e r : 1° el cas­
tóreo de S ib e ria , el mas usual d e l o d o s ; 2'* el castóreo
in g lesó del C anad't , no tan apreciad o como el precedente.
E l castóreo de S ib e r ia , q u e se seca o rd in a ria m e n te al
h u m o , despues d e h a b e rle m etid o e n unas vejigas de cerdo,
v ien e en pequeñas bolsas p e s a d a s , re d o n d e a d a s p o r abajo,
agudas p or a r r i b a , casi cónicas, jo ro b a d a s , de un moreno
oscuro, rodeadas esteriorinen te de una especie de envuelta
m e m b r a n o s a , atravesadas in te rio rm e n te p or m em branas
mas densas, e n tre las laminas de las cuales está ad herido el
castóreo propiam en te llamado. E l olor de este es bastante
fu erte, un poco am argo, m ordicante, aromático. E l castóreo
inglés ó del Canadá llega eu pequeñas bolsas piriformes
ó elípticas, m em b ra n o sa s, muy n e g ra s ; es mas seco, mas
á rid o , mas desm enuzable y de color mas claro que el cas­
tóreo de S ib e ria ; su olor y su sabor son menos p ro n u n c ia ­
dos y mas d esa g rad a b le s, algunas veces aun tienen el olor
del amoniaco. El castóreo es una de las sustancias que Ja
industria moderna adultera con facilidad ; muchas veces
introducen a r e n a , plomo ú otras m aterias metálicas, á
tin de aum entar el peso; en otros casos se falsifica con el
p albanum , la goma amoniaco, y aun la cera. E n In g laterra
lo fabrican por completo, y muchas veces no consiste mas
que en una mezcla de sangre seca, de goma y m iel, in tro ­
ducida en las vasículas biliarias del carnero ó de la ternera,
236 MATERIAS ANIMALES

sin d ejar de ten er por eso un aspecto herm oso como el del
verdadero castóreo. E stas adulteraciones é im itaciones cri­
minales se descobren sin em bargo fácilm ente en qne este
castóreo tiene un olor mas d éb il, sin m em branas á lo inte*
rio r, de un brillo resinoso, bastante fu e rte , y en que este
es enteram ente soluble en el alcohol. E l bueno y verda­
dero castóreo debe ser seco, de un olor bien pronunciado,
y contenido en bolsas intactas. E l c alo r, la hum edad y el
aire alteran fácilm ente esta m ateria, de modo que convie­
ne preservarle cuanto sea posible. P ara el uso homeopático
se prepara el castóreo mojando una p arte de esta sustancia
con diez partes de a lco h o l, con el cual se deja en contacto
por 8 dias, procurando mover la mezcla todos los dias. Al
cabo del tiem po indicado se decanta el liquido claro, que
se conserva bajo el nom bre de tintura madre de castóreo

G ó c c i o n e l l a s . C o c c i n e l l a s e p t e m p u n c t a t a , chrysomeía
septempunctata , L .; cochinilla, animal de Dios; sonnen-
kafer , johanniskáfer , frauenkafer , himmelskuh , som-
merkalbchen. — Dosis usuales: 0 , 3 , 30.

366. E ste escarabajo emisférico vive en los vallados,


sobre el trig o , en las p raderas y sobre las ombelíferas. E s
un pequeño coleóptero dei grueso de un guisan te, con el
cuerpo negro, con élitros encarnados con siete puntos ne­
gros. L a cabeza de este insecto es pequeña y colocada en
una cav id ad ; antenas cortas en masa só lid a, compuestas de
once artículos. Boca compuesta de dos labios, de los cua­
les el superior es redondeado y d u ro , el inferior avanzado,
con dos m andíbulas cortas, cornadas y con cuatro an tén u -
las; cuerpo hem isférico, chato p or abajo; corsé y élitros
con bord es; tres artículos en los tarsos, de los cuales los
dos prim eros en corazon y guarnecidos de gibas. L as larvas
de estos insectos tienen seis patas, el cuerpo prolongado
y dividido en doce anillos, algunas veces espinosos. V iven
sobre los árboles y las plantas de todas especies, donde,
como el insecto perfecto, se nutren de insectos muy peque*
ñitos. D urante su vida este coleóptero contiene un jugo
acre, volátil, del olor del opio, qne se pierde cuando está
seco, de suerte que importa rebentar estos insectos estando
GENERALMENTE USADAS. 237

vivos, despues de lo cual se riegan cod veinte partes de al­


co h o l, y se decanta la tintura á los ocho dias.

C o n c h a , T e st a s o s t r e # ; conchas, conchas de ostras; aus-


tesrchaalen *— Dosis u sn a l: 30.

36 7 . L a ostra común (ostrea edulis) es una concha


bivalva, casi redonda» on d u lad a, puesta una encima de
otra por lám inas, cou una de sus tapas chata y entera.
Muesca sin d ien tes, con una foseta oblonga, surcada al
través, que da inserción al-ligam ento; una sola impresión
muscular en cada ta p a ; acéfala, sin tubo, ni pie musculoso;
bordes de la capa con franjas. L as ostras existen en todos
los mares de E aropa, así como en los de África y del Asia,
y abundan sobre todo en los golfos formados por las embo­
caduras de grandes ríos,.donde se encuentran fijas á las
rocas sub-m arinas, ó unidas unas á otras por la tapa infe­
rio r de su concha, ya en las o rillas, adherentes i las esta­
cas, las raíces de ciertos árboles, ó bien enteramente libres.
L as conchas de ostras están formadas de una sustancia
calcárea; son casi circulares, estriadas y de u q gris sucio
por fuera , relucientes, lisas y blancas p o r dentro. Según
R o g er, contienen sobre cien partes 9 5 ,1 8 , de carbonato
de cal; 1 ,8 8 de fosfato de cal; 0 ,4 0 de sílice; 0,45 de
materia animal. Estando calcinadas se transforman casi
enteram ente en carbonato de cal ó en cal vira, según el
grado de calor á que se esponen. E n homeopatía no usa­
mos estas conchas enteras, sino solo d é la masa blanca
contenida entre las láminas. E l medicamento que resulta
es el que usamos con el nombre de calcárea carbónica.
(Véase núm. 109.)

C o r a l iu m r u b r u m , tsis nobilisi coral encarnado; rothe


koralle. — D osis u s u a l: 3 0 .

368. Los corales encarnados (coraltia rubra) son las


cortezas calcáreas de ciertos pólipos que habitan el Medi­
terráneo, sobre todo cu la costa septeutriooal de Africa y
el Archipiélago griego, doude se euganchan con un pie
ancho á las rocas del mar. La forma y la estructura de este
238 MATERIAS ANIMALBS.
polipero e s ta ] , que se parece íí un arbnsto sin h o jas; ó
bien form a, por la aglomeración de un núm ero de in d iv i­
duos, especies de rocas de una grande cstension. E l tronco
de este polipero es redondeado ó un poco com prim ido, del
grueso de 3 centím etros en su b aso , con ram as irregulares,
laterales, separadas, de las cuales cada una se term ina en
un nudo redondeado. E ste nudo es la verdadera p arte viva
del polipero; está cubierto de una pelicnla blanda y me­
d u la r, y sirve de habitación ¿u n a p o rcio n d e gusanos, que
todos pertenecen al orden de ios zoófitos, y que están u n i­
dos en tre sí por una sustancia común. Q u itán d o la película
que cubre el n u d o , se ve el eje petroso, celu lar, que con­
siste en capas concéntricas, colocadas unas despees de otras
por estos auimales. E ste eje forma la parte oficinal del co­
ral. Ademas del coral encarnado, se conoce aun el coral
blanco y el coral negro. E l prim ero proviene del madre-
pora oculala, L .; el otro del gorgona entipathes, Gene!.
E l coral negro se parece á las ramas de una madera seca,
n eg ra, y del grueso de un canon de plum a; se usaban an ­
te s, así como el coral blanco y el encarnado, para rem e­
dios. E l coral en carnado, que a' causa de su hermoso color
sirve frecuentem ente para hacer jo y a s , co n siste, según
V o g el, en carbonato de cal, colorado por una pequeña can*
tidad de óxido de h ierro y mezclado á una materia gelati­
nosa. P ara el uso homeopático se cogen los pedacitos qne
están estriados por fuera , ram osos, y muchas veces cubier­
tos de una materia blanca , calcárea. L as tres primeras
atenuaciones so hacen por la trituración.

D ia d e m a , aranea d ia d e m a , epeira d ia d em a ; araña con


c ru z , arañ a d ia d e m a , a rañ a con cruz p o n tifical; k r e u zs -
pinne* — D osis u su ales: 30.

369. E s ta arañ a se en cu en tra en toda E u ro p a en tas


c u a d ras, los alm acenes de m ad era, en la s paredes de los
edificios a u tig u o s, donde anida v erticalm ente á fin de coger
los insectos con que se alim enta. S e distin g u e p or su c u e r­
p o o v ó id e o , que suele se r m uchas veces como el de una
alv e lla n a , y una linea lo n g itu d in a l, d o rs a l, com puesta de
p u n to s am arillos y blancos, y atravesada por o tras tre s lí-
g e n e r a l m e n t e usadas. 239

neas sem ejantes. C o n objeto d e prep arar esta araña para


el uso m e d ic in a l, el doctor G ross aconseja hacer ana pi­
cadura eu el abdóm en del insecto v iro , recoger sobre 100
gran o s d e azúcar d e leche la serosidad que se derram a, y
h a c e r las tres p rim eras atenuaciones por la trituración. S e-
g u n el do cto r B e rin g , sin em bargo, seria preferible h acer
m acerar la araña en tera e n el alc o h o l, y atenuar después
con esp íritu d e vino la tin tu ra , q ue se estraeria al cabo de
algunos m eses.

L a c h e s is , trigonocephalus lachesis ; trig o n o céfalo con


rom bos (veneno d en tario d e ); lachesis-schlangengift .
— D osis u sual: 30.

370. E l veneno d e la se rp ie n te se obtiene d e las veji­


gas como las del p e z , q n e se h a lla n en la m andíbula su­
p e rio r d e estos reptiles. E n los A rchivos hom eopáticos p u ­
blicados p o r el doctor S ta p f , asi com o en la B iblioteca de
G én o v a , so h a lla la reseña h echa por el doctor H erin g de
los m edios de que se ha valido en A m érica para obtener
una gota de veneno de un trigonocéfalo vivo. E ste proce­
dim ien to peligroso consiste en com prim ir con el dedo la
vejiga de p ez , de la cual se recoge una gota i la e stre m i-
d ad de> d ie n te sobre azúcar de lech e, y se p rep ara como
todas las dem as su sta n c ia s, de las cuales las tres prim eras
atenuaciones se hacen por la tritu ra c ió n . H asta ahora no
usam os mas que los venenos del lachesis y del crotalus
horridus* de los cuales el últim o se obtien e y se p rep ara
del mismo modo que el prim ero. E l lachesis ó trig o n o cé-
cefaio con rom bos habita las reg io n es cálidas de la A m é­
ric a m eridional; llega á te n e r una lo n g itu d de cerca de 2
m etros y los dien tes del veneno m as de 2 cen tím etro s de
largo. L a piel de este re p til es de un m oreno sonrosado,
con grandes m anchas rom bóideas á lo largo d el lomo de
un m oreno n eg ru z co , d e las cuales cada un a co n tien e dos
m anchas del color del cuerpo. E l veneno tie n e el aspecto
de la saliva, solam ente que es m enos viscoso, p ero claro,
inodoro y sin sabor p ro n u n c ia d o ; el color tira un poco so ­
b re el verdoso. A la estre m id a d del d ie n te se red o n d ea en
gotas fácilm ente, y cae sin fo rm a r b a b a ; p aesto so b re la
M A T E R IA S A N IM A L E S .

le n g u a , produce una lig e ra sensación de a s tric c ió n ; es­


puesto al aire no tard a en co n cretarse en u n a masa seca y
am arilla, que conserva aun por larg o tiem po sus cualidades
venenosas. E n cuanto al croíalus h o rrid u s , 6 serpiente
con cam p a n illa s, es un re p til que habita la A m érica me­
rid io n a l, pero que se h a lla tam bién en los E stados-U nidos,
y que llega á ten e r ig ualm eute una talla de casi 2 metros.
S e co n o ce, como todo el género c ro ía lu s , por su olor fé­
tido, al cual se atrib u y e una v irtu d estupefaciente ó narcó­
tic a , y p o r el ruido ligero que producen cuando arrastran
los cascabeles escamosos de que está guarnecida la estre-
m idad de su cola. Los crótalos en general son los mas tem i­
b les de todos los re p tile s, y el crotalus horridus en p ar­
tic u la r es el mas peligroso de todos los crótalos. Su lomo
está lleno de m anchas neg ru zcas, abundantes y alagarta­
das de am arillo; la estrem idad do su cola es n e g ra ; los
dientes que form an sus m andíbulas son retorcidos hacia
a tr á s ; el veneno que esprim en los dos dientes mas fuertes de
la m andíbula superior, es de un color verdoso. E l veneno de
todas las serpientes tiene la particularidad de poderse tra ­
g ar sin inconveniente, m ientras q u e , introducido en una
h erid a ó injectado en una v e n a , produce accidentes muy
desagradables, y tam bién en la mayor p arle de casos la
m uerte. E l doctor U eriog ha introducido en E uropa una
parte de las preparaciones hechas por él del veneno de
lachesis y del del crotalus , y á él deben todos los médicos
y farmacéuticos homeópatas lo que poseen de esta sustan­
cia. U ltim am ente, hemos recibido directam ente de América
una nueva dosis de estas preparaciones; y por el mismo
coducto hemos dirigido á los señores Gatelan de P a rís y
P e lletier é hijos do Lyon para proveer á todos los homeó­
patas que lo deseen, dándoles desde la novena atenuación.

M ep h itisp u to riü s, veverra putoríus; veso mofeta, veso ó


mofeta de América , conepata ; nordamerikanisches
stinkthier , — Dosis usual: 30.

371. E l veso mofeta (conepata) es un cuadrúpedo de


la familia de las martas que habita en los Estados-U nidos
desde la Luisiana hasta el 57 grados de latitud boreal.
GENERALMENTE USADAS. 241

T ien e el tam año de una m arta, la cabeza redondeada , el


hocico p ro lo ngad o , bigotes en tres hileras en la mandíbula
su p erio r, nariz seca, cuello poco marcado. Su pelo es ne­
g ro , pero tiene una ray a dorsal blanca desde la cabeza
hasta la cola, y otras dos de cada lado, que vienen parale­
lam ente ú la prim era. La parle posterior de su cuerpo es
mas gruesa que la de la marta; su cola parece cortada y está
guarnecida de pelos largos y casi enteramente blancos. La
parte inferior de su cuerpo es blanquizca; palas prolonga­
das hacia ad elan te, y con cinco uñas fuertes. Cerca del ano
tiene, como todos los animales del género vivena, una bol­
sa , donde unas gla'ndulas foliculosas particulares segregan
una m ateria untuosa de un olor talm ente infecto, que cuan­
do uno se aproxima al anim al en el momento que arroja
este líquido, se corta la respiración y parece que se va uno
á asfixiar. E s un líquido casi puriform e, de un amarillo os­
curo y de un olor de ajos. Se prepara el liquido de que
hemos hablado, h acie u d o las tres primeras atenuaciones
por la trituración.

Moscnus, moschus, moschus m oschiferus; almizcle; mos-


chuSj bisam. — Dosis usual: 30.

372. La sustancia odorífera , conocida con el nombre


de almizcle, proviene de un mamífero rumiante del géuero
de los cabritos, y que habita las alias montañas del oriente
y el centro del A sia, la T artaria, la Siberia, la C hina, el
T h ib o t, etc. La parte de este animal que contiene el al­
mizcle consiste en una bolsa velluda, de 6 á 12 centíme­
tros de larga, situada debajo del vientre del macho, cerca
de las partes sexuales, detrás del ombligo. Esta bolsa
membranosa , delgada y seca, contiene uu humor graso y
negro, de un sabor un poco amargo, de un olor particular,
fuerte, penetraote, y que es el verdadero almizcle. Las bol­
sas del almizcle llegan á Europa en cajas de plomo, ó de
madera forradas de plomo. Se conocen ordinariamente tres
clases, de las cuales la primera es la mejor de todas, que
es el almizcle de Tonquin ó de oriente (almizcle del Thi-
bet de los alemanes), que proviene del reino de Tonquin
y del Tbibet, que traen los ingleses. Está en bolsas del
242 H A T B B IA S A NIM A LES

grueso de n a huevo de palom a m asó m enos re d o n d e a d a s ,c u ­


biertas de pelo ro jo sin ap o lillarse n u n c a , b a n ta n to llen as,
y conteniendo cada una 15 á 2 0 g ram as d e alm izclo ; tiene
el aspecto de san gre coag u lad a, y co n siste en p equeños g ru ­
mos de un m oreno o scu ro , suaves y untuosos al tacto , lig e­
ram ente h ú m e d o s, y m uchas veces m ezclados con pelos y
restos de m em branas. L a seg u n d a clase es e l a lm izcle de
S iberia , ó alm izcle kaba rd in o , q u e p ro v ien e, no d el T h i-
b e t como dicen algunos autores fran ceses, sino solam ente
de la S ib e ria; está en bolsas p ro lo u g a d a s, p untiagudas d
una de sus estrem id ad es, carcom idas alg u nas voces, cubier­
tas de una piel mas espesa con pelos m as largos, blan q u iz­
cos, plateados; el alm izcle que contienen estas bolsas está
atravesado por m uchas m em branas de un olor d é b il, casi
d esagradab le, análogo al o lo r del sudor de caballo. P o r úl­
tim o, la tercera especie, que no puede ser sino una variedad
del alm izcle cab ard in o , es el alm izcle d e B é n g a la , llamado
asi de la voz por la cual le obtienen los ingleses y h o lande­
ses que nos le tra e n ; está en bolsas red o n d ead as, sin estar
nunca carcom ido, con pelos rojizos; su olor es débil y tiene
mucha analogía con el del almizcle cabardino. A dem as, lo
mismo sucede coo el almizcle que con el castóreo; su ele­
vado precio ha hecho que la industria m oderna ejerza so­
bre este producto sus culpables falsificaciones. M uchas
veces se encuentran cu el com ercio, no solo bolsas cuyo
peso se ha aum entado con aren a, plom o, hierro ú otras
m aterias pesad as, sino que tam bién hay bolsas que han
sido abiertas y vueltas á coser, y contienen de toda clase
de cosas excepto almizcle; mientras que otras son entera­
m ente facticias, que no contienen absolutam ente n ad a , ó
todo lo mas algunos restos de la piel del animal que da
el almizcle. E stas últim as falsificaciones so descubren sin
embargo con bastante facilidad, porque estas bolsas facticias
están cosidas y presentan una costura visible, y aun están
compuestas de varias piezas, y no están atravesadas por
membranas in te rn a s; adem as, presentan ordinariam ente
sitios sin pelo. E l bueno y verdadero almizcle cuando se
frota sobre papel, con agua, no debe presentar al tacto
puntos arenosos, y debe adquirir un color tirando i ama­
rillo. E l almizcle que se vende fuera de su bolsa (moschus
G EN E R A L M E N T E USABAS. 243
ex vesicis) está casi siempre adulterado y no es propio
para el uso medicinal. P ara el uso homeopático usamos el
almizcle de Tonquin , del cual hacemos las Ires primeras
atenuaciones por la trituración. Si por casualidad se qui­
siese obtener la tintura madre de esta sustancia, se haría
por medio de 20 partes de alcohol, como las de todas las
sustancias secas.

, oleum Dippetii, oleum anima-


O l e u m a n ím a l e ^ t h e r e u m
te D ippelii, oleum pyro-anímale depuratum, oleum
cornu rectificatum, oleum cornu cervi rectificatum^
aceite animal etéreo , aceite de D ip p el, aceite animal de
D ippel, aceite piro*zoón¡co rectificado, aceite de asta
de ciervo, idem rectificado; cetkerisches thieról , íhieról-
mther , kirschhorn-geist. — Dosis usual: 30.

373. S e obtiene este aceite sometiendo á la destilación


en seco el asta de ciervo, hu eso s, marfil ó cualquiera otra
materia anim al, cabellos, se d a, la n a , etc., y separando
despues el aceite fétido que ha pasado á la retorta de las
partes alcalinas con que está mezclado. £1 prim er aceite
que pasa al recipieute es liquido, am arillento y menos
fétido que el que le succede, y que se vuelve cada vez mas
espeso , moreno, y por último com pletamente negro. E l
aceite obtenido de esta manera es mas pesado que el agua,
de uu moreno negro, espeso, de la consistencia de la pez,
de un olor escesivamente fétido, y de un sabor desagrada­
b le , acre, casi alcalino. E s lo que se llama aceite anim al
empireumdtico , á fin de distinguirlo del aceite animal
etéreo 6 rectificado, que se obtiene por la rectificación de
este prim ero, y que tiene entonces el nombre de aceite
animal de D ippel, etc. La rectificación del aceite em pireu-
rnático se obtiene por una segunda destilación. C oa este
fin , se introduce el aceite con cuatro veces su volumen de
agua eu una retorta nueva, y se repite la destilación hasta
que se obtenga un aceite perfectam ente incoloro. E u este
estado el aceite animal de Dippel es claro, muy líquido, de
un peso específico de 0 ,7 5 , inflamable, de un olor desa­
gradable, penetrante, un poco arom ático, de uu sabor acre
en un principio * despues amargo y fresco. E s muy volátil,
244 M A T E K IA S A N IM A L E S

y ordinariam ente blanco; pero espuesto al contacto de la


lu z, se vuelve am arillo , despues m o ren u zco , por últim o de
un moreno negruzco y al mismo tiem po mas espeso; siu
em bargo, tratándole entonces con el doble de su volumen
de agua, se puede darle una claridad y fluidez, originarias.
Se puede m ezclar coa el alcohol y el é te r en todas pro­
porciones; en el agua se disuelve en corta cantidad. P ara
asegurarse que esto ac eite, tal como se en cuentra en el co­
m ercio, no ha sido falsificado con la mezcla de aceites ve­
getales fijos, es suficiente dejar caer una gota sobre un
papel b la n co , que se pone despues al aire ; si el aceite es
p u ro , no deja ninguna m ancha. P ara asegurarse despues
que no contiene tampoco ningún aceite esencial vegetal,
como el de tre m e n tin a , e tc ., se mezcla con el doble de su
volumen do alcohol, moviendo bien la m ezcla, que se echa
sobre un ñllro em papado de espíritu de vino; el aceite
anim al queda sobre el filtro , m ientras que el alcohol pasa
llevando consigo el aceite vegetal. P o r últim o, para pre­
servar este aceite de la influencia de la luz y del aire, que
alteran su color y consistencia , como acabamos de decir,
es necesario conservarle en frascos negros tapados á la
lám paro, y cubiertos con una vejiga preparada por encima
del tapón. H ace algún tiem po se halla en el comercio un
aceite de D ippel perfectam eule claro é incoloro, y que uo
se altera ni por el aire ni por la luz. Las tres primeras
atenuaciones de este aceite se hacen por la trituración.

s . a s e l l t ; aceite de h íg ad o de
O l e x jm j e c o r i s b io k r u ^e
p esc a d o , aceite de m erlu za; leberthan , stockfisch-leber-
thran. — D o sis usuales ?

374. E l aceite de h íg a d o de bacalao es una sustancia


g ra s a , liq u id a , q u e se e strae del h íg ad o de varias especies
de gadus , como los gadus m orrhua , carbonarius et m oluay
L ., y que se o btiene prin cip alm en te sobre las costas m a rí­
tim as de F r a n c i a , de In g la te rra y de IN oruega, esponiendo
el h íg ad o de estos pescados al s o l, ó bien som etiéndole á
la putrefacción. P o r lo cual h ay dos especies de este aceite
en el com ercio, de las cuales la p rim e ra , obtenida por la
esposicion de las piezas al so l, y conocida bajo el nom bre
G E N E R A L M E N T E USADAS. 245

de aceite de merluza blanco , es espeso, de un color ama­


rillo dorado herm oso, de un olor d ulce, y un sabor tam­
bién d u lc e , aceitoso, y de un peso específico de 0,921. Esta
especie viene de Be-rg en Noruega. La otra especie que
se obtiene por la putrefacción y la coccion de las piezas,
y que lleva «1 nom bre de aceite de merluz-a moreno, es
mas tu rb io , de un moreno oscuro, de olor desagradable,
nauseoso y sabor acre, un poco amargo. E l aceite de mer­
luza se disuelve en el é te r, y tarnbieu en el alcohol abso­
luto; mezclado con agua destilada y movido, da á esta un
color am arillo; espuesto al aire se seca. Para el uso ho­
meopático os preciso procurarse el aceite blanco de mer­
luza. Se prepara, ya haciendo las tres primeras atenuacio­
nes por la trituración, que es lo m ejor, ó bien haciéndolas
desde un principio al alcohol.

Oisisgus a s e l l u s , mülepedct ; cloporto ordinario, porce-


llion, m il-pies; ketlerassel, kelleresel, kellerwurm y tau-
sendbein . — Dosis usuales ?

375. E l cloporto es un pequeño anim al del género de


los crustáceos isópodos con muchas p atas, bastante comuu
ea nuestras bodegas. L argo de 13 á 22 m ilím etros; sus
antenas son cuatro, de las cuales dos son muy corlas y casi
enteram ente ocultas, angulosas, con cinco ó seis artículos;
tiene varios pares de m andíbulas, sin anténulas salientes;
su cuerpo es oval, cubierto con varias piezas crustáceas,
transversas, puestas unas al lado de o tras, con dos apén­
dices cortos y muy simples. T iene catorce patas. E l color
de este animal es do uu gris mas ó menos oscuro, tiraudo
sobre azul ó m oreno, con manchas y estrías am arillentas.
H abita sobre lodo las bodegas, debajo do las piedras ú
otros sitios húm edos, y parece que huye de la luz. Cuando
se le coge, se arrolla sobre sí y se hace uoa bola. E l sabor
de estos animales es d ulce, nauseoso; el olores desagrada­
b le , am oniacal; contienen nitrato de potasa. P ara el uso
homeopático se preparan haciendo las tres primeras ate­
nuaciones por la trituración. L a tintura madre se obten­
dría del mismo modo conocido, por medio de veinte partes
de alcohol.
246 m a t e r i a s a n im a l e s

S epia o f f i c i n a l i s , sepice succus; gibia ordinaria, tinta de


gibia; tintenfiscfi, sepiensafL— Dosis nsual: 30.

376. L a p arte de este m olusco d e q a e usa la hom eopa­


tía , no es, como dicen algunas m aterias m édicas de la a n ti­
gua esc u e la , la costra interna de la concha conocida con
el nom bre de ossa sepice, sino el líquido escretorio c o n te ­
nido en el abdóm en de esto a n im a l, y conocido con el
nom bre de tinta de gibia ó sepia de los pintores . E ste
liq u id o , contenido en una especie de bolsa ó vejiga propia
de estos an im ales, es u n ju g o m oreno, n eg ru z co , que les
sirve para e n n e g rece r e l agua cuando q u ieren asegurarse
d e su presa, ó esconderse d e sus enem igos. E l misino ani­
m al que da este líq u id o es n n cefalópodo, sin concha es­
te r n a , larg o de 3 á 6 d ec im e tro s, de color moreno tirando
á encarnado y m anchado de negro. S u cuerpo es unido,
elíp tic o , re d o n d e a d o , carnoso y contenido en un saco
alado en toda su lo n g itu d ; contiene hácia la espalda un
hueso lib re , oval-oblongo, un poco convejo, cretáceo y
esponjoso. G ab e la separada del cuerpo por u n cu ello , sa­
lie n te , re d o n d o , con ojos sa lie n te s, de un encarnado vivo;
boca te rm in a l, con m andíbulas prolongadas, rodeado de
diez brazos pedu n cu lad o s, muy anchos y guarnecidos de
respiraderos. L a vejiga de la tin ta está separada del hígado,
y colocada mas perfectam ente qne este en la cavidad del
v ie n tre; su conducto esterior term ina en una especie de
em budo, y se abre hácia la parte del cuello, donde se halla
colocado el ano de este anim al. L os huevos de la gibia son
pedunculados, del grueso de un guisante, y forman una
especie de racim o , ram oso, lo que les ha dado el nombre
de uvas de mar (uvazmarinm). E stos huevos, así como la
concha in tern a de la gibia, se usaban antes en medicina;
hoy dia no se usa esta últim a mas que para pulim entar los
cuerpos d a ro s, ó bien la ponen en las jaulas de gilgueros
y otros pájaros para que afilen el pico. L a tinta de gibia
se usa principalm ente en p in tu ra ; viene por Roma del
M editerráneo, y se halla en su estado prim itivo todavía
encerrada en la vejiga que la contiene y con la cual se
seca. T am bién se vende para los que dibujan una gibia
preparada , que está en pedazos cuadrados , pero que no es
GENERALMENTE USADAS. 247
propia d e n inguna m anera al uso hom eopático, puesto que
está m ezclada con goma y otras sustancias. E s preciso to ­
m a r esta tin ta d e la misma vejiga. S e hacen las tres prim e­
ra s atenuaciones p o r la trituración.

S p o n g ia m a r in a t o s t a ; esponja m arítim a tostada; gtbran-


ter meerschwamm . — D osis usuales: 2, 3, 30.

377. L a sustancia anim al, bien conocida c o q el nom ­


b re d e esponja (spongia offteinatis), es, según varios n a­
tu ra lis ta s , el esqueleto d e un polipero polim orfo, mientras
que otros la consideran como u n producto enteram ente ve­
g e ta l, que no hace mas que se rv ir de habitación á ciertos
pólipos. D e cualquier m anera qne ello s e a , jam as se ha
conocido el anim al que h ab ita la esponja ó de que es el
esq u eleto , de modo que los que colocan la esponja en el
re in o anim al están obligados á no h ac er consistir el cuerpo
de este anim al mas que en esta especie de gelatina tenue, que
se seca sin d ejar vestigio. L a esponja se encuentra con bas­
ta n te frecuencia en el m ar R ojo, así como en el M editer­
rá n e o , adheren te á las ro cas; se pesca sobre todo en las
islas del A rchipelj de donde viene por M arsella. Son m a­
sas info rm es, mas ó m enos g ran d e s, lig e ra s , p orosas, te­
n aces, elástica s, algunas veces ram o sas, com puestas de
fibras delg ad as, anastom osadas e n tre s í ; son o rd in aria­
m ente m orenuzcas ó am arillentas, redondeadas, planas por
bajo, convejas por encim a, blan d as y cubiertas de un moco
gelatinoso. O tra especie de estas esponjas que viene de
A m érica, e s d e te s tu ra mas fina, d e un am arillo rubio, b lan ­
d a , tom entosa, m as porosa que la a n te rio r, en masa cón­
cav a, abierta. L a s esponjas mas estim adas son las que lla­
man esponjas machos, que otras veces venían de V enecia;
son mas finas y tenidas por n>as jóvenes. L as esponjas finas
de tocador son esponjas som etidas á lavadoras repetidas i
frío y caliente, con agua sim p le, despues acidulada con el
ácido m uriálico d ilu id o , tratad as despues por el ácido su l­
fúrico d ilu id o , y por últim o perfum adas d e varios modos.
E stas últim as no convienen de nin g ú n modo al uso horneo-
pático. L as esponjas de que usa la hom eopatía son las o rd i­
narias, las de m edianas dim ensiones, ta les como se venden
248 H A T E R IA S A N IM A L E S

e n ca sa d e lo s d r o g e r o s . P a r a p r e p a r a r l a s a l u s o m e d ic in a l
s e c o r ta n á p e d a z o s d e u n v o lú m e n m e d ia n o , s e m e te n e n
u n to s ta d o r d e c a fé y s e tu e s ta n á la l u m b r e , d a n d o v u e l ­
ta s h a s ta q u e lo s p e d a z o s te n g a n u n c o lo r m o r e n o y se
p u lv e riz e n co n f a c ilid a d . E l p o lv o o b te n id o d e e s te m o d o
es d e u n m o re n o o s c u r o , d e u n o lo r e m p ir e u m a tic o , d e u n
s a b o r d e s a g r a d a b le , s a la d o ; a t r a e f á c ilm e n te la h u m e d a d
d e l a ire y d a , c o c id a c o n a g u a , u n c o c im ie n to a m a r ille n to ,
c u y o o lo r l i r a u n p o c o a l d e l á c id o s u lf ú r ic o . E l carbón de
esp o n ja , t a l c o m o se h a l la c o n f re c u e n c ia e n la s b o tic a s ,
p a r e c e n o t e n e r e n e r g í a , m ie n tr a s q u e la e s p o n ja q u e n o
s e h a to s ta d o s in o h a s ta e l c o lo r m o r e n o , c o n s e rv a m u ch o
m a s o lo r y c o m u n ic a al e s p ír itu d e v in o to d a su v ir tu d m e ­
d ic in a l. P a r a o b te n e r la t in t u r a m a d r e , se m e z c la u n a p a rte
d e la e s p o n ja to s ta d a y r e d u c id a á p o lv o co n v e in te p a rle s
d e a lc o h o l, y se tr a ta d e s p u e s d e l m o d o sa b id o . M as v a l­
d r ía to d a v ía h a c e r la s tr e s p rim e ra s a te n u a c io n e s p o r la
tr itu r a c ió n .

T h e r í d i o n cim ESSA V icuM ; a r a ñ a n e g r a d e C u r a s a o ; feuer-


sp innchen . — D o sis u s u a l: 3 0 .

378. E s t a p e q u e ñ a a ra ñ a n e g r a , co n o c id a p o r su ve­
n e n o te m ib le , se h a lla con fre c u e n c ia e n C u r a s a o , d o n d e
lo s n e g ro s le d a n el n o m b re d e a ra n ia . T ie n e e l cu e rp o d e l
g ru e so d e u n h u e s o d e c e r e z a , el p e c h o n e g r o , la s p atas
n e g r a s y c u b ie rta s d e p elos n e g ro s y tie s o s , y se d istin g u e
p o r tr e s p u n to s d e u n e n c a rn a d o v iv o s itu a d o s en la p a rte
p o s te rio r d e su c u e r p o , d é l o s c u a le s e l m a y o r, q u e se e n ­
c u e n tra p o r cim a d e l a n o , tie n e ca si la d im e n s ió n d e u n a
cabeza d e alfiler. L o s m as jó v e n e s d e esto s an im a le s so u de
u n n e g ro h e rm o s o , con v a ria s lín e a s p e q u e ñ a s b la n ca s com ­
p u e sta s d e m an ch a s en form a d e g o tita s , q u e se d ir ig e n d e
a d e la n te a tr á s ; su s p atas son casi tr a n s p a r e n te s , m o reo u z -
eas. L a s h e m b ra s tie n e n las m ism as e s tría s , p e ro m as a n ­
c h a s , d isp u e sta s en form a d e m edia lu n a y d e c o lo r a m a ri­
lle n to . T o d a s e lla s , m a ch o s, h e m b ra s é h ijo s , tie n e n una
m a n ch a cu a d rad a en el v ie n tr e , a m a rilla , a b ie rta en jo s
b o rd e s , q u e ocupa casi todo lo auch o d el v ie n tre . S e in tr o ­
d u ce toda la araña en v ein te p a rte s d e a lc o h o l, y se h a c e
P O C O USADAS. 249

m acerar p o r algunas sem anas y aun algunos m eses, des­


pues d e lo cual se estrae el líquido claro, que se conserva
con el nom bre de tin tu ra m adre, y que sirve despues para
h a c e r las atenuaciones del modo ya dicho.

.
2 o M a teria s an im a les to d a v ía poco usadas y casi la m ayor
p a rte to d a v ía enteram ente desconocidas

A l b u m e n , á lb u m o v i; alb ú m in a, clara de huevo; eiweis.

379. L a clara de huevo es una m ateria viscosa, de as­


pecto g elatinoso, blanca, s* m i-tran sp aren te, contenida en
la cascara de los huevos de las aves, donde rodea la yema,
y está rodeada y atravesada po r una mem brana delgada,
fibrosa y provista de vasos numerosos. E s una sustancia
inodora , de sabor soso; se mezcla con el agua, coagulable
p o r la acción del calor, el alcohol, e! éter, los a'cidos fuertes
y el tanino. Sobre 100 p artes, la clara de huevo contiene
8 0 de agua, 4,5 de m ateria no coagulable; 15,5 de albúm ina
y algunos vestigios de sosa, de azufre, de sulfato y de m u­
riato de sosa, de fosfato de caí y de ácido benzóico. C u an ­
do se seca toma un aspecto gomoso y pierde las cuatro
quintas partes de su peso; colocada en el alcohol pierde
casi toda su agua y se coagula, cediendo tam bién al alco­
hol el moco y la sosa que contiene. E u su estado ordinario
y cuando está seca, es perfectam ente soluble en el agua;
pero coagulada por el calor, es decir, cuando está ópaca, no
es soluble en este fluido, sin que por esto su parte esencial,
es decir, la albúmina haya esperim entado ninguna altera­
ción en su composicion. E sta parte esencial de la clara de
huevo, es decir, la albúm ina, se encuentra ademas no solo en
los huevos, sino aun en un gran núm ero de líquidos y de
m aterias animales naturales, como la sangre, los m úsculos,
los cartílagos, la sin o v ia, etc., así como en varios fluidos
morbosos, en la orina de ciertos enfermos* en la serosidad
de las hidropesías, de los vejigatorios, etc. Un principio
análogo existe aun en el reino vegetal, que contribuye á
formar el jugo de varias plantas. L a albúm ina pura se com ­
pone do hidrógeno, de oxígeno, de carbono y de ázoe. P ara
250 MATERIAS AN ISA LES

el uso homeopático se usa de la clara de huevo, tal como


se halla en los huevos de gallina {ova galíinacea). Se hacen
lastres primeras atenuaciones por la trituración.

B abbus, cyprinus barbus; barbo; barbe.

380. Este pez, cuya forma se apróxima á la del solía,


vive en las aguas cristalinas y corrientes del Asia y del
mediodía de E uropa, y se encuentra frecuentemente en
Francia. Sus caractéres son; cuatro barbas en la mandíbula
superior, que sobresale mucho de la inferior; dos hileras
de cinco dientes eu cada mandíbula; cuerpo redondeado,
prolongado, azulado ó de oliva por encima, blanquecino
por abajo; aletas rojizas, las de la cola en horca. Se en­
cuentran barbos de todos tamaños, aun hasta de 9 decíme­
tros de largos. Se mantienen de insectos, do pececillos, y
de todas las sustancias animales que pueden atrapar. El
cuerpo de este pez está generalmente cubierto de un moco
viscoso; su carne es blanca, tierna y de un sabor tanto mas
agradable, cuanto mas viejo es el pez; pero de una diges­
tión difícil para los estómagos delicados. Los barbos de los
rios son mas estimados en las mesas que los de estanques
y pantanos; son muy estimados los del Ródano. En el
Yeser adquiere una gordura de un sabor muy agradable,
que según algunos autores, es debida al lino que mojan
en este rio. Los huevos del barbo se tienen por venenosos,
y contienen una sustancia acre y amarga. En homeopatía
se toman los huevos frescos de un gran barbo adulto, y se
preparan haciendo las tres primeras atenuaciones por la
trituración.

C á n c e r f l u v i a t i l i s , F ., cáncer astacus, L., astacus flu -


K ~viatili$t E.; cangrejo común; flusskrebs.

381. E l cangrejo común es un crustáceo decápodo con


cola larga, que habita en Europa las orillas de los arroyos,
de los rios pequeños y aun de los estanques y lagunas, está
en los agujeros y debajo de las piedras. Sus caractéres son:
cuatro antenas desiguales, las anteriores mas corlas, poco
articuladas, divididas en dos, pero no hasta la baso; cuer-
POCO USADAS. 251

po oblongo, como cilindrico; la parte de adelante terminada


por una pequeña punta corta, saliente entre los ojos; cola
ancha, grande, cubierta de conchas natatorias, laterales?
term inales, que seencorban por abajo sobre sí; diez patas,
d élas cuales las dos anteriores se terminan en pinzas fuer­
tes y dentadas. Estos animales tienen todavía de particular,
que sus miembros mutilados ó destruidos se regeneran con
facilidad; todos los años mudan, es decir; cambian so car­
cas de concha. E n la época de la muda su estómago pre­
senta en su grueso dos cuerpos calcáreos, duros, conocidos
con el nombre de ojos de cangrejos (oculi cancrorum), y
que están destinados á formar la materia propia para la
nuera concha. La hembra de estos animales lleva debajo
de la cola arrollada, primero los huevos y despues Ios hi­
jos hasta que tienen cierto desarrollo. Los cangrejos soo
muy apreciados en todas las mesas; despues de cocidos, su
concha, que comunmente es de un gris oscuro, presenta
un color encarnado; su carne es blanca, gelatinosa, deli­
cada y de bastante fácil digestión, pero susceptible de pro­
ducir erupciones urticarias, lo que sucede iafallibíemeDte
cuando para conservar estos animales fuera del agua seco-
locan en un sitio húmedo lleno de ortigas; esta planta, que
es la mas á propósito que ninguna para facilitar su conser­
vación, parece comunicarles entonces sus virtudes. Los
cangrejos de las aguas vivas son mas estimados que los
de aguas paradas; los cangrejos de las AioJacas, qae ao
viven sino en tierra, causan la muerte, dicen, á ios qne los
comen. Para el uso homeopático se preparan los cangrejos
de aguas corrientes se muelen estando aun vivos en un
almirez, y despues de reducidos a' pasta fina se diluye esta
con el doble de su volúmen de alcohol, se esprime el todo
y se conserva el líquido, que sirve despues para hacer las
atenuaciones.

C a n c ro ru m o c u l í , o c u li , lapides cancrorum; o jo s d e
cangrejos; kreabsaugen.

382. Los llamados ojos de cangrejos soo, como acaba­


mos de decir, concreciones calcáreas naturales, qce al tiem­
po de la muda de este anim al, se engendran i los dos Jados
252 H A T E R IA S ANIMALES

del estómago, y que consisten prim eram ente en una ma­


teria lechosa, y se endurecen poco á poco. Son cuerpos
circulares, convejos de un lado, chatos del otro , cóncavos
hácia el centro, lisos, consistentes, de color de rosa ó
blancos, formados de capas, inodoros y de un sabor terreo.
Sobre 100 partes contienen, según D ulk, 63,16 de carbo­
nato de cal; 17,30 de fosfato de cal; 11,43 de materia
animal soluble en e\ agua, con algunos vestigios de sodio
y cloruro de sosa; 4,23 de materia animal insoluble en el
agua; 1,33 de fosfato de magnesia; 1,41 desosa. Este pro­
ducto viene en grande de Astrakhan, de Moldavia y de
Polonia, donde se obtiene sometiendo los cangrejos á la
putrefacción, y separando despaes la carne lavándola va­
rias veces. Los ojos de cangrejos falsos que se encuentran
frecuentemente en el comercio, están compuestos de yeso,
de cola fuerte, de ichtyocolle, y se distinguen de los natu­
rales en qué no están formados de capas, en que diluidos
en el ácido nítrico no dejan residuo membranoso-gelati-
noso, en que adhieren fuertemente á la lengua, y que pues­
tos en agua caliente se pulverizan. Eu homeopatía se usan
los ojos de cangrejo naturales, y se hacen las tres primeras
atenuaciones por la trituración.

E ohm ica. , fórm ica r u f a ; h o rm ig a , h o rm ig a c o lo rad a ; am ei •


s e , ro tk e ó w a ld a m eise .

383. L a s h o rm ig as son insectos h im e ó p te ro s, de la fa ­


m ilia de las m irm egas; tie n e n por c a ra c tére s: an ten as de
cerca de doce a rtíc u lo s , filifo rm es, q u eb rad as, el prim er
artículo m uy la rg o ; anténulas de grandores desiguales, las
a n terio res muy largas* m andíbulas fu e rte s, lengua tr u n ­
c ad a, c ó n c a v a , c o rta ; abdómen g ru eso , o v a l, y sujeto al
corsé por un pedículo que tiene una pequeña concha en el
nudo v ertical; cabeza n eg ra ; pecho aplastado; tres espe­
cies de in d iv id u o s, m ach o s, hem bras y n e u tro s, de los
cuales los (los primeros son alados y en corto número, m ien­
tras que los trabajaderos ó neutros, que no lienen alas, for­
m an casi por completo los horm igueros. L as hem bras y
los neutros tienen ademas en la estrem idad de su abdó-
men dos g lándulas, por las cuales segregan un licor par-
POCO USADAS 253
tic u la r, ácid o , y que sobre un cutis delicado puede ocasio­
n a r p ru rito y erupciones. E ste liquido es el que llaman en
quim ica el ácido fórmico. La horm iga roja vive en socie­
dad m uy n u m ero sa, ella es la que en los pinares construye
horm igueros en forma de cúpula, construidos de pajitas,
hojas secas y granos. Las horm igas machos y las hem bras,
cuando están en teram en te desarrolladas, dejan los horm i­
gueros, vuelan y se ju n ta n ; los machos mueren luego des­
p u é s, las hem bras vuelven á los horm igueros., donde no
reciben sino un corto núm ero. L as que son adm itidas po­
nen huevos, de los cuales cuidau las horm igas neutras. P ara
e l uso hom eopático se cogen las horm igas colocando una
vara llena de miel encim a de un horm iguero, ó bien h u n ­
diendo una botella con cuello d elgado, que tenga en el
fondo un poco do miel. G uando la botella está suficiente­
m ente llena de horm igas, se retira , se echan en otra botella
nueva y lim p ia, se rocian con tres p a n e s de alco h o l, y i
los seis ú ocho dias se decanta el liquido y se conserva
bajo el uom bre de espíritu de hormigas (formicantm spi -
ritus). D e este espíritu se hacen despues las atenuaciones
convenientes.

L a c e r t a a g i i i s ; lagartija g ris; grave eídechse.

384. La lagartija gris es un rep til saurien, de la fami­


lia de los lacertin o s, y tiene por c a ra c te re s; finco dedos
desiguales y lib re s; lengua retraíd a y bifu rcad a; escamas
transversales en el vientre; cola la rg a , form ada por articu ­
laciones, que se separan casi sin h acer fuerza. E l lacerta
agids de L inneo com prende tres v aried ad es, que no se d i­
ferencian sino por el color. L a p rim era es el lagarto verde
{lacerta oedlaía, D aud.), el m ayor de to d o s, q u e habita la
Europa m eridional, el A frica, Suecia y K a m tc h a d k a , pero
en nuestro pais se presenta tam bién en los vallados y los
m ontes, aunque no se halla sino en los g rau d es calores.
T iene todo el dorso de su cuerpo verde y a z u la d o , con pe­
queños puntos negros y blancos; am arillen to por debajo;
su longitud llega algunas veces hasta 5 d ecím etros; se d e ­
fiende de los p erro s, las cu leb ras y otros rep tiles y m uerde
tenazm ente, de modo que es preciso m atarle para hacerle
254 M A T E R IA S A N IM A L E S ,

soltar la presa; parece ser amigo del hombre y admi­


rarle con placer; cuéntase que comen su carne en Africa.
La segunda especie es el lagarto de los troncos (lacerta
stirp iu m , Daud.), animal bastante comuu en los montes
de Francia y de Alemania, que se distingue por su cuerpo
azulado ó blanquecino por debajo; es mas chico que el
anterior. La tercera especie, por últim o, es el lagarto
gris de las paredes (lacerta a g ilis, Daud.); tiene el cuer­
po cenizoso, manchado de negro con lín eas, y largo de 12
á 18 centímetros; se encuentra en todas partes, sobre las
paredes de los jardines y de las casas, en los escombros, etc.
Es un animal casi doméstico, que nos libra de una infini­
dad de insectos incómodos. E n homeopatía se usa esta
última especie, el lagarto de tas paredes, que se prepara
enteramente como hemos dicho de los cangrejos (núm. 381).

M eloe m ajalis e t proscakab^us ; gusano de mayo y pros-


carabee; rother und schw arzblauer maiwurm.

38 5 . E stos dos insectos p erten ecen al g én ero de los


m elo es , y tie n e n p o r caractéres c o m u n e s: an ten as m onili-
fo rm es, irre g u la re s en los m achos; cu atro anténulas des­
ig u a le s ; m an d íb u las b ífid a s; corsé re d o n d e a d o ; elytros
blandos, cortos, con b o rd e in te rn o arq u ead o ; sin alas; c in ­
co artículo s en los tarso s de los dos p rim ero s pares de pa­
tas , y cu atro en el ú ltim o ; cabeza a n c h a , aplastada ante­
rio rm e n te , casi p erp en d icu lar. E l meloe m ajalis ó gusano
de m ayo es mas pequeño que el proscarabée; tien e el cuer­
po negro-bronceado y encarnado de cobre. E l meloe pros -
carabmus es de cerca de 2 centím etros de largo , de un
negro relu cien te llen o de p u n to s, con los lados de la cabe­
za, el co rsé , las anténulas y los pies tiran d o á verde. L as dos
especies tien en u n olor d esagradable, y trasu d an cuando
se agarran u n hum or a c re , am arillen to , que tiñ e los dedos
y huele un poco á violetas; este hum or tien e un sabor d ul­
ce en un principio , despues m uy acre y cáustico; aplicado
sobre la piel produce prurito y erupciones. Se encuentran
estos insectos en toda E uropa cu la p rim avera, en los ju n ­
cos, en los campos sobre las plantas poco elevadas, donde
se n utren de h o jas, notablem ente d é la s del género ranún -
POCO USADAS. 255

culus et veratrum . Ponen los huevos en ]a misma tierra,


donde nacen al cabo de un mes. Las larvas son de un ama­
rillo de ocre, provistas de seis patas y de dos antenas ter­
minales por un pelo. En homeopatía se usa de uno y otro
de estos meloés, y se preparan el uno y el otro del mismo
modo que hemos dicho para los cangrejos (núra. 381).

M exolontha v u lg aris, scarabceus meloíontha; saltón vul­


g a r; gem einer m aikáfer.

386. Este insecto coleóptero, bastante conocido en nues­


tros montes y jardines, tiene los carctéres siguientes: an­
tenas en forma de mazo, compuestas de algunos artículos
de grandor desigual, terminados por tres ó siete hojas; un
labio superior que no pasa del caperuzon; ojos redondeados,
un poco salientes; mandíbulas córneas, fuertes cod tres
dientes; cuerpo oblongo, jorobado; caperuzon redondeado
6 escotado; élitros un poco mas cortos que el abdómen;
patas poco largas; tarsos de cinco artículos, terminados por
dos nñas bastante fuertes; élitro s, patas y corsé testáceos;
abdómen negro, manchado de blanco; anus proloogado y
encorbado. Las larvas do estos insectos viren debajo de
tierra, y permanecen, dicen, en este estado mas de dos
años. Devoran las raices de todas las plantas y les causan
un daño infinito. El insecto perfecto no es menos devasta­
dor t pero su vida es muy corla; no sale de la tierra casi
mas que para ayuntarse y muere al instante despues. La
hembra sobrevivo algunos dias al macho.» pero no es mas
que para volver á entrar eu la tierra , poner los huevos y
morir poco despues. El vuelo de estos insectos es pesado
y ruidoso. Para el uso homeopático se preparan como he­
mos dicho del cangrejo (aúm. 381).

Ovi membrana; membrana de huevo; eiháutchen.

387. La membrana blanca (chorion), que está entre la


cáscara y la clara de huevo, se seca y prepara por la tritu­
ración hasta la tercera atenuación. Otros homeópatas acon­
sejan hacerla macerar con las cáscaras en espíritu de vino.
También puede usarse esta membrana para preservar las
256 MATERIAS ANíM AtES POCO USADAS,

esco riacio n es y la s ú lc e ra s s u p e rfic ia le s d e l c o n ta c to d e l


aire. C on e s te , fin se ap lica so b re la p ie l la su p e rfic ie h ú ­
m eda , es d e c ir; la q u e está e n c o n ta c to c o n la c la ra d e
h u e v o , y se la c o m p rim e su a v e m e n te y con c u id a d o c o n tra
la p a rte h e r i d a ; c u a n d o e stá sec a a d h ie r e sin v e n d a je .

R a n a b u f o ; sa p o c o m ú n ; gem eine kró te.

388. E s te an im a l f e o , d e u n g ris m o r e n o , lí v id o , d is­


form e y r e p u g n a n te , es m u y co m ú n e n to d a s p a rte s , so b re
todo en los sitio s o s c u r o s , h ú m e d o s , re tira d o s . T ie n e u n a
figura asq u ero sa , la cab eza g r u e s a , lo s ojos sa lie n te s y lle ­
n o s de fu eg o ; m a n d íb u la s sin d ie n t e s , p e ro te n a c e s ; cu atro
p a ta s , las d e a d e la n te te rm in a d a s p o r c u a tro d ed o s se p a -,
r a d o s , las d e a trá s p o r s e i s , u n id o s p o r u n a m em b ran a poco
g ru e s a ; p iel c u b ie rta d e u n u n to re sb a la d iz o d ifícil d e a tra ­
v e sa r , c u b ie rta d e p ú stu la s re p u g n a n te s q u e a rro ja n un
ju g o lechoso; sin cola. S o n an im ales asquerosos y co ch in o s;
cu an d o se le s i r r i t a , a rro ja n p o r e l an o u u h u m o r fétid o ,
p a rtic u la r, q u e v ario s n a tu ra lista s m ira n com o venenoso.
L o c ie rto e s , q u e e l h u m o r a m a rille n to y aceitoso q u e tr a ­
su d an los tu b é rc u lo s , es a c re , m u y am arg o y m uy cáustico.
L o s sapos son o v íp a ro s, y p o n e n , com o las r a n a s , una
m u ltitu d d e h u e v o s , u n o s d esp u es d e o tro s ; si al pouerlos
es dem asiad o lab o rio so el m a c h o , ay u d a á la h em b ra y le
sirv e d e m atro n a. L o s h u e v o s lle g a n p ro n to á s e r ren a cu a ­
j o s , y el an im al no p erm an ece en este seg u n d o estado sino
m uy pocos dias. E l sapo vive la rg o tie m p o , y p u e d e vivir
sin com er años e n te ro s m etid o en la t i e r r a , en los árboles
h u e c o s, e n tre las m ism as pied ras. L o s n eg ro s de A frica co­
m en el s a p o , y en P a ris se su stitu y e m uchas veces u n a es­
pecie m uy in m ed ia ta á e s te , la ra n a bufo R o se lii, á la ran a
v e rd e , de la cual se venden las p iern as eu n uestros m e r­
cados. E n otro s países todavía se com e el ren acu ajo d el sa­
po m oreno {bufo fu sc u s, L a u re n ti) en guisa de pescado.
P a ra el uso h om eopático, se p rep ara el sapo com ún del
mismo modo que los cangrejos (núm . 38 1 ).
INDICE
D I S T R I B U C I O N D E L A S M A T E R IA S .

P R IM E R A P A R T E .

DB LA PREPARACION DE LOS MEDICAMENTOS EN GENERAL.

I n tr o d u c c ió n . Naturaleza y forma de los medicamentos homeopáticos.

C a p ítu lo I. De los vehículos que sirven para la preparación de los


medicamentos.
Io Del alcohol.
2° De la aztfcar de leche.
30 De los glóbulos sacarinos.
4° Del agua.
5° Del éter.
C a p ítu lo II. De la preparación de los medicamentos en su estado
primitivo.
I o Observaciones y reglas generales.
2o Beglas particulares para la preparación de las plañías
frescas. — Tinturas.
3" Preparación de los productos vegetales exáticos.
4o Preparación de las sustancias minerales y animales. —
Trituración.
C a p ítu lo III. De las atenuaciones homeopáticas.
I o De las atenuaciones en general.
2° De la preparación de las atenuaciones.
31 De la denominación de las atenuaciones.
C a p í t u l o IV. De la distribución y conservación de los medicaittetií
homeopáticos.
1° De la distribución de los medicamentos.
2o De la conservación de los medicamentos.
DISTRIBUCION BE IAS MATERIAS.

SEGUNDA P A R T E .

DE LA PREPARACION Y MODO DE OBTENER CADA MEDICAMENTO


EN PARTICULAR.

C a p ít u l o I . Resumen general de los medicamentos que forman la far­


macopea homeopática.
I o B e lo s m edicam entos hom eopáticos en general.
2o Sobre los m inerales y productos químicos.
> B e la s sustancias vegetales.
4o Be las sustancias animales.
C a p ítu lo II. De la preparación de las sustancias minerales y de los
productos químicos.
I o Consideraciones generales.
2o M inerales y productos quím icos generalm ente usados.
3 o M inerales poco usados.
C a p ítu lo III. De la preparación de las sustancias vegetales.
I o C onsideraciones generales.
’l" V egetales generalm ente usados.
3o V egetales poco usados.
C a p ítu lo IV . De la preparación de las sustancias animales.
I o Sustancias anim ales generalm ente usadas.
2o Sustancias anim ales poco usadas.

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