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Paul Carvel
Enero 16 de 2015
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ÍNDICE
PRELIMINARES páginas
Portada...................................................................................................................................... 1
Índice........................................................................................................................................ 2
Resumen................................................................................................................................... 3
Introducción.............................................................................................................................. 4
Desarrollo Temático................................................................................................................. 0
Conclusiones............................................................................................................................ 0
Bibliografía.............................................................................................................................. 00
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RESUMEN
GENO….
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INTRODUCCIÓN
¿Qué es lo normal? ¿Cómo se define lo anormal? “Ese tipo tiene flojo un tornillo.” “Le patina
el coco.” “Sí, tiene floja una teja.” En un contexto informal es muy tentador hacer estos
juicios mordaces en tanto de la salud mental. Sin embargo, decidir si la conducta de una
persona es anormal es bastante más difícil de lo que parece; pero, para entender éstas
situaciones lo vamos a ilustrar de la siguiente manera, lo invito a analizar conmigo el
funcionamiento del mar:
El mar pasa constantemente en movimiento, sus aguas llegan en forma de grandes olas a las
orillas, pero casi nunca sobrepasan su límite. El mar tiene ciertos factores que producen su
movimiento, los cuales son el movimiento de rotación de la Tierra, los vientos y la fuerza de
gravedad de la Luna. Estos factores hacen que tengamos mareas altas, cuando el mar arrecia
sobre las costas con todo el empuje trayendo consigo gran parte de sus riquezas; y mareas
bajas que suceden cuando la Tierra cambia de posición alejando las aguas de las costas y
haciendo que sus olas sean más bajas, calmas y menos impetuosas. Muchos poetas lo llaman
a este movimiento “el ir y venir del mar…”
Resulta extremadamente difícil determinar a simple vista si una devota ama de casa es una
flagrante psicótica y un peligro para sus hijos; o si el solitario excéntrico del parque es el
hombre más cuerdo del mundo.
Una mujer se amarra los tobillos con una gruesa cuerda de goma y salta desde lo alto de un
puente. Imaginemos viendo este espectáculo 40 años antes. La conducta de esta mujer en ese
tiempo habría sido catalogada como de “¡locura total!”, pero en este tiempo es una manera
muy sana de entretenimiento.
Antes de juzgar una conducta como anormal primero tenemos que analizar el contexto de las
circunstancias en las que se desarrolla la situación. Por ejemplo; ¿es normal estar fuera de
casa regando el césped con una manguera? Dependiendo si está lloviendo o no. ¿Es normal
que un hombre se quite los pantalones frente a otro persona en un lugar público?
Dependiendo si la otra persona es un cajero de banco o un médico. Pero las normas sociales a
veces quedan obsoletas al momento de determinar una conducta como “normal”.
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vieron obligadas a recurrir a medidas terribles, se comieron los cuerpos de los tripulantes que
habían muerto en el accidente.
Tómese en cuenta que la cultura ejecuta un gran peso al momento de juzgar una conducta
como normal. Por ejemplo en las culturas orientales las mujeres que nunca salen de casa son
consideradas virtuosas y normales, pero en nuestro continente si una mujer nunca sale de casa
podría ser diagnosticada de múltiples trastornos.
Entonces, la idea de que los juicios se toman en función de los valores de la propia cultura,
afecta sustancialmente el diagnóstico de los trastornos psicológicos. No obstante, todas las
culturas, por lo general, catalogan a las personas como anormales cuando no son capaces de
comunicarse con otras o si sus actos son siempre imprevisibles.
Como en nuestra ilustración del funcionamiento del mar, por algún desorden cualquiera, en
nuestro “ir y venir”, se produce un tsunami, donde las aguas se retraen hacia lo más interno
del océano y luego regresan a gran velocidad y con una fuerza extraordinaria y arremeten
contra la costa toda su furia, destruyendo absolutamente todo lo que se encuentre a su paso.
Toda la construcción del hombre queda destruida en tan solo minutos. Esto es lo que se
considera como fanatismo.
Se ha preguntado usted ¿qué es el fanatismo y por qué se produce?, ¿Existe algo más lejano o
cercano al fanatismo? Cabe recalcar que el fanatismo es solamente un concepto que por lo
general viene acompañado de un apellido. Así tenemos: fanatismo deportivo, religioso,
político, etc. Además debe tomarse en cuenta que en su totalidad el fanatismo tiene un
denominador común: [FANATICO / A (S)].
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DESARROLLO TEMÁTICO
La brecha existente entre aficionado y fanático es muy grande, y más cuando se habla de la
simpatía que se siente por algún equipo deportivo, es así, que el aficionado, entiende cuando
su equipo pierde o gana, controla sus emociones cuando el equipo rival intenta provocarlo, no
se deja influenciar por el resultado y desempeño que el equipo al que apoya haya tenido en la
cancha; mientras que el fanático, demuestra actitudes totalmente contrarias, llegando incluso
a sentir que él, como hincha, deberá hacer algo para cambiar el trabajo de los jugadores que
puede llegar a ser considerado como “malo”.
Pero, ¿qué es el hincha o aficionado?, para entender esto, partimos primero de la definición
que Diccionario ABC le da a éste término, siendo entonces hincha: “Aquel individuo
partidario y entusiasta, especialmente de algún equipo de fútbol o de otro deporte, aunque,
no se limita a esto último, ya que el objeto de su afección puede responder a cualquier otro
ámbito y no necesariamente tiene que ser el fútbol, la música y la política, por ejemplo”. Es
allí, donde ingresa el padre que inculca a su hijo desde pequeño ese entusiasmo que él siente
y que a lo mejor su padre también sintió por un equipo deportivo, o la familia que enseña a
sus hijos los rituales y símbolos de la religión que profesan, todo ello englobado dentro de
patrones únicos, sean éstos sociales o familiares, ya que, el mismo deporte que se juega
popularmente en Ecuador no es el mismo de Estados Unidos, o la religión que mayormente se
practica en Perú no será la misma que en China.
Se leía y escuchaba en las noticias sobre el asesinato perpetuado en enero, donde fanáticos
religiosos del Islam abrieron fuego, bajo el grito de “Alahu al akbar” (“Dios es grande”),
dentro de las instalaciones parisinas de la revista Charlie Hebdo, matando a 12 personas entre
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periodistas, redactores y demás empleados, e hiriendo a otros cuatro; éstas personas, que para
quienes no compartimos su misma religión, son unos “monstruos” o asesinos, son para los
fanáticos del Islam, héroes, incluso, consideran dicha masacre como un “acto de justicia” por
las constantes sátiras que el medio de comunicación hacía sobre el profeta Muhammad y la
religión islámica.
La televisión, la radio, la prensa escrita y hasta el internet, nos venden la idea de que una cosa
es mejor que otra, un equipo, una religión o un artista hacia el cual sentimos admiración,
nuestra mente empieza a crear ideas, suposiciones e interpretaciones basadas en esa pequeña
frustración momentánea que sentimos, algunos criticamos a otros para sentirnos aliviados,
golpeamos objetos o simplemente lo tomamos como un punto de vista cualquiera, pero, ¿qué
sucede cuando tomamos esa simple “crítica” como algo grave y cómo una alusión totalmente
personal?, ¿Por qué muchas personas no pueden separar su vida, sus creencias, sus
pensamientos y emociones de ese sentimiento de afición?
Se exponía allá por 1996 a Robert de Niro en una película de Tony Scott, a la que se llamó
“The Fan”, que más allá del nombre, el prototipo del personaje, el entorno y las conductas
que este desarrolló como “aficionado”, encajan perfectamente para explicar los elementos
que detonan la conducta de un fanático; él, hacía el papel de un fan del béisbol,
específicamente del equipo ficticio de “Los Gigantes”, durante su niñez, el personaje
practicaba este deporte, pero por cuestiones fisiológicas se vio obligado a abandonarlo, pese a
que no llegó a jugar en partidos importantes, o en las grandes ligas, sintió que su potencial era
grande, empezó a crear entonces, una frustración, la cual, años más tarde intentó cumplirla a
través de su hijo.
Partiendo de ello, fácilmente se creería que es una persona “normal”, sin problemas, y que
como todo niño sufrió, por llamarlo de una manera más coloquial, un desamor, el cual no
pudo superarlo, no buscó ayuda, no sintió que ese hecho fuera importante y simplemente lo
dejó pasar.
Esto último nos lleva a pensar en varias hipótesis, pues, a lo mejor, si buscaba ayuda
profesional hubiese logrado superar aquella frustración que guardó durante toda su vida,
intuyamos en el hecho más probable y común que tenemos todas las personas y que en siglo
anterior no fue la excepción, no lo hizo porque “las personas que buscan ayuda profesional
con un psicólogo o psiquiatra, según sea el caso, son sólo aquellas que están enfermas”,
pensar que una persona que no ha mostrado signos extraños o anormales necesite
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intervención psicológica por algo tan pequeño, como dejar de lado obligatoriamente algo que
le gusta de lado, es absurdo; nuevamente las creencias de la sociedad y la educación de los
padres vuelven a hacer de las suyas.
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CONCLUSIONES
(JAEL) El fanatismo no es nada más que un ahorro de energía psicológica. Para entenderlo
es necesario destacar que los seres humanos estamos llenos de dudas, enfocándose
principalmente en las sensaciones que producen esas dudas.
El fanatismo le ayuda a integrarse en un grupo con el que se identifica y que le acoge con
entusiasmo. (Hernando, 2011)
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Somos seres humanos normales con los problemas comunes y corrientes de todo el mundo,
como en la ilustración anterior: nuestro ir y venir del mar. El fanatismo se transforma en
anormal cuando sobrepasa el límite de la vida misma, convirtiéndose en un tsunami, y
afectando a personas que nada tienen que ver con nuestro problema.
(Carlos) Se deduce entonces, que dichas conductas fanáticas parten de una base fisiológica,
en este caso, de tres trastornos diferentes pero a la vez, muy similares y con una conexión
estable, aunque, también se parte de la conducta social y la influencia que ésta tiene sobre el
individuo y sobre su pensamiento.
Se utiliza la película de Tony Scott para explicar algunos de los elementos que detonan la
conducta del fanático, puesto que, el protagonista de dicho film desarrolla desde de la
infancia trastornos de personalidad en torno a su frustración, pero los que se presentan con
mayor intensidad en este paciente son el Trastorno de personalidad Narcisista y el Trastorno
de Personalidad Antisocial, siendo el primero, una afección por la cual las personas tienen un
sentido exagerado de egocentrismo, una extrema preocupación por sí mismas y una falta de
empatía con otras personas; mientras que el segundo, es una afección de salud mental por la
cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los
derechos de otros.
Como en otros trastornos de personalidad, las raíces de los esquemas que forman la base de
estos trastornos, se hallan en la infancia y se adquieren a través de una valoración excesiva
por parte de las figuras significativas, o por el modelado de esas mismas actitudes ya
existentes en su familia, la cual es a la final, la primera figura ejemplar de un niño durante su
desarrollo social y cognitivo.
A simple vista las personas con estos y cualquier otro trastorno, parecen normales, incluso se
llega al punto de que ni esa persona sospeche que en ella algo anda mal; de allí que existan
psicópatas o sociópatas de los cuales jamás se llegaría a sospechar, y es tal la libertad que
llegan a adquirir, que satisfacen sus necesidades fácilmente.
La conducta humana es única y diferente en cada persona, a veces nos centramos tanto en
mirarnos interiormente, que el exterior y el entorno, lo olvidamos o simplemente, lo
ignoramos, esto, da mayor facilidad a la persona con el problema para que lo impulse sin
ninguna interrupción, y como llegan a desarrollar una inteligencia social mayor que la del
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resto, pueden pasar totalmente desapercibidas ante una sociedad inculta en relación a este
tema.
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resultados de esto, se utilizaran escalas como un modo de dar alternativas a una experiencia
que se percibe como global y catastrófica, por ejemplo, usted dice que tiene mucho miedo de
exponer su punto de vista ante los demás: hagamos una escala de situaciones de menos a más
dificultad donde coloquemos gradualmente esta dificultad.
Ya finalizando las terapias conductistas, se presenta el uso del cambio de imágenes: por
ejemplo el paciente mantiene imágenes de contenido catastrófico relacionadas con su
ansiedad. Como terapeuta se ayuda al paciente a manejar situaciones con el afrontamiento
gradual con relajación y auto-instrucciones incompatibles las cogniciones derrotistas.
Presentamos luego, un Etiquetado de distorsiones cognitivas, donde el paciente después de
identificar su pensamiento relacionado con el malestar lo etiqueta como un modo de
separación emocional del mismo, un pensamiento clave sería: “¿y si me da un ataque? ¡Ya
estoy otra vez catastrofizando las cosas!”. Después, una asociación guiada con la que el
terapeuta va explorando los significados asociados a un determinado pensamiento o creencia,
se harán interrogantes capciosas que redunden en un tema, pero que servirá para que el
mismo paciente se dé cuenta del entorno completo de su pensamiento.
Posterior, realizamos una terapia de distracción cognitiva, misma que es muy útil para los
problemas de ansiedad. Se induce al paciente a utilizar pensamientos, imágenes, sensaciones
y conductas incompatibles con las ansiosas, rompiendo sus círculos viciosos. Finalmente,
utilizo auto-instrucciones reemplazar los auto-diálogos inadecuados o deficitarios de los
pacientes, por ejemplo, en un paciente impulsivo, "bien lo primero que haré es...".
Para la terapia conductual, que nos llevará un poco menos de las sesiones calculadas, se
realizan los siguientes pasos para completar el tratamiento:
Primero una programación de actividades; se utiliza para que el paciente ejecute una serie de
actividades alternativas en el tiempo, en este caso, actividades gimnásticas en la situación de
soledad donde el paciente suele llorar. Segundo, escala de dominio y placer; el paciente lleva
un registro de las actividades que realiza a lo largo de un día y va anotando hasta qué punto
las domina y que grado de placer le proporciona. Esta información es utilizada tanto para la
modificación de creencias erróneas como para la programación de conductas gratificantes.
Tercero; asignación de tareas graduadas, cuando el paciente tiene ciertas dificultades para
ejecutar una conducta dada, el terapeuta elabora con él conductas graduales de menor
dificultad en acercamiento hacia esa conducta final (en secuencias de modo que la superación
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de un paso haga más accesible el siguiente). Cuarto, entrenamiento asertivo, se utiliza para
que el paciente aprenda modos alternativos de resolución de conflictos interpersonales de
modo que exprese sus deseos, derechos, opiniones, sentimientos, respetándose a sí mismo y a
su interlocutor. Quinto, entrenamiento en relajación, se utiliza como técnica para que el
paciente aprenda a controlar sus sensaciones de ansiedad. Puede incluir técnicas de
meditación, yoga, etc. Sexto, distracción conductual, se utiliza para programar actividades
incompatibles con las conductas problemas, por ejemplo, se le pedirá al paciente cuando
sienta ira y enojo, golpee objetos que están a su alcance. Séptimo, repaso conductual/rol
playing, el paciente con el terapeuta recrean escenas que el paciente ha vivido recientemente
con dificultades, adoptan papeles y van introduciendo modificaciones en ella hasta llegar a
unas conductas más adecuadas. Octavo, exposición en vivo, el paciente afronta las
situaciones que le producen miedo y que este evita, hasta que en su presencia deja de sentir
miedo. Finalmente, se realizará una psico-dramatización, en la que el paciente y el terapeuta
representan escenas pasadas significativas donde se han generado sus significados personales
disfuncionales, de modo que se activen su secuencia interpersonal-cognitiva-emocional, y se
generen alternativas también representadas.
Es importante señalar además, que al sufrir también del Trastorno de Personalidad Antisocial,
se marcará como tratamiento principal y como compromiso con el paciente, crear una
relación estable, por el momento que dura la terapia, creando entonces un vínculo terapeuta-
paciente, de esta forma, el terapeuta se debe comprometer a:
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e) El terapeuta se mostrará vulnerable ante las amenazas u hostilidad del paciente,
evitando las luchas de poder con este.
f) El terapeuta se mostrará amistoso e interesado con los intereses no antisociales del
paciente (juegos).
g) La contratransferencia más común a manejar es la hostilidad y la desesperanza del
terapeuta. Para ello detectará y trabajará sus cogniciones moralistas, condenatorias y
fomenta el rol de soluciones alternativas y metas más humildes (disminuir las
conductas peligrosas con alternativas).
Una vez finalizado el tratamiento y luego de verificar los resultados completos para evitar
que exista algún déficit, se mantendrá contacto continuo, los primeros seis meses se
recomendará una cheque de una vez cada 15 días y luego se cambiará a una vez por mes,
para ir controlando las posibles recaídas que puedan existir, ya que con este tratamiento,
debido a la edad con la que se empieza a tratar al paciente, no permite que exista una cura
completa, sino más bien, un control de las conductas que produce el trastorno.
Por todo ello, es importante que existan en las escuelas, colegios e institutos, una
concientización sobre salud mental, utilizar todos los medios que se utiliza para la prevención
de embarazos adolescentes, para inculcar en la sociedad ecuatoriana un pensamiento de
prevención de posibles problemas psíquico y enfermedades mentales, para lo cual se les
deberá motivar para que asistan periódicamente a una revisión, por así llamar a las sesiones
que se mantiene con los profesionales de dicha salud, en este caso los psicólogos.
El cambio está únicamente en nosotros, ¿cómo se puede cambiar el foco de una lámpara,
cuándo esa lámpara no quiere que ese foco sea cambiado?
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BIBLIOGRAFÍA
* Cano, J. (2001). Psicoterapia por la Personalidad. Linares: R&C Editores. Recuperado de:
http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Personalidad/personalidad.htm
15
* Romero, P. (2012). Trastorno Narcisista de la Personalidad. Madrid: Universidad Europea
de Madrid. Recuperado de: http://psicologosenmadrid.eu/trastorno-narcisista-de-la-
personalidad/
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