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Adultez Temprana o Adulto Joven: Desde los 18 hasta los 30/40 años aprox.
Es el comienzo de la mayoría de edad. Muchos caracterizan la adultez temprana como
el período que va desde los 18 años (cuando se es legalmente adulto) hasta el momento
en que el individuo encuentra empleo y asume sus roles familiares: funda una familia,
tiene hijos, entre otros.
Características:
• En lo biológico, las funciones están en su máximo funcionamiento, están
estables, lo que se traduce en seguridad, poder y dominio, hay fortaleza,
energía y resistencia física. Un funcionamiento intelectual consolidado.
• A nivel psicológico, la sensación de dominio se manifiesta en un sentimiento
de autonomía, lo que permite utilizar las energías de forma más eficiente.
Control de emociones y encuentra intimidad.
• Para la sociedad, estos años son los más importantes de toda la vida. Hay
consolidación de la identidad y comienzo de la realización del proyecto de vida.
Adaptación a la vida social.
Desarrollo Social y Personalidad:
Los humanos cambian y crecen en muy diversos aspectos durante el período de los 18 a
los 40 años. Durante estas 2 décadas se toman muchas de las decisiones que han de
afectar al resto de la vida, con respecto a la salud, felicidad y el éxito del individuo. Se
trata de una fase de importantes cambios sociales en los ámbitos de la vida profesional y
familiar, cambios que se resumirían en la apropiación de aquellos roles requeridos para
la ejecución de una serie de tareas como la elección de un compañero/a, comienzo de
una ocupación, aprendizaje en la convivencia marital, paternidad y cuidado de los hijos,
atención del hogar, adquisición de responsabilidades cívicas, localización de un grupo
de pertenencia, entre las principales.
Según Erickson, el adulto joven se mueve entre la intimidad y el aislamiento, es una
etapa en que la persona está dispuesta a fundar su identidad con la de otros. Está
preparado para la intimidad, se tiene la capacidad de entregarse a afiliaciones y
asociaciones concretas y de desarrollar la fuerza necesaria para cumplir con tales
compromisos, aún cuando impliquen sacrificios significativos. La afiliación y el amor
son las virtudes o fortalezas que se asocian a esta etapa. Hay construcción y
establecimiento de un estilo de vida, se organiza la vida de forma práctica, se llevan a
cabo propósitos. Por otra parte, también hay mucha exploración y aprendizaje (no todos
los roles que se asumen son definitivos).
Trabajo:
El trabajo está fuertemente ligado con todos los aspectos del desarrollo intelectual,
físico social y emocional. En general, las diferencias de edad en el desempeño parecen
depender mucho de cómo se mide el desempeño y de las demandas de una clase de
trabajos específico. Un empleo que requiere reflejos rápidos, por ejemplo, tiene más
probabilidad de que sea desempeñado mejor por una persona joven, uno que depende de
la madurez de juicio puede ser mejor ejecutado por una persona mayor.
A la larga, los trabajadores jóvenes (de menos de 35 años), quienes están en el proceso
de labrar su carrera, están menos satisfechos con sus trabajos, en general, de lo que
estarán más tarde. Son menos comprometidos con sus empleos, menos comprometidos
con sus empleadores y tienen más probabilidad de cambiar empleo de la que tendrán
más tarde en la vida. Con respecto a la satisfacción y permanencia en el trabajo, no hay
diferencias claras de edad en aspectos específicos de la relación de trabajo, estos se
encuentran asociados con la promoción, supervisión, compañeros de trabajo y el salario.
Matrimonio:
Principalmente se da la tarea de la intimidad. La gran mayoría, tanto hombres como
mujeres, se casa en este período (25-34 años). Implica, además, la posibilidad de ser
padres, el complementarse y completarse, diferentes tareas y necesidades psicológicas,
interdependencia, necesidad de amor. Lo que se construye entre ambos es un espacio
psicológico común (con proyectos de pareja).
Constituir una pareja exige el establecimiento de un compromiso con el otro (se
renuncia a otras alternativas de pareja, también se renuncia a otras relaciones que
compitan con la relación de pareja); para hacer el proyecto hay que negociar; hay una
construcción de la identidad de pareja que pasa por el proyecto común, su realización;
hay una fusión de identidades (no sólo para satisfacer al otro, sino para lograr una
identidad común). Para esto, deben predominar los sentimientos amorosos por sobre los
agresivos. La pareja se hace cargo de sus propios conflictos y no los ventila con los
demás.
Ser Padres:
Los nuevos padres tienen una serie de expectativas acerca de cómo serán como padres,
las que se van modificando con la experiencia, para volverse más realistas estas
expectativas. Ser padre ofrece la posibilidad de ver, más íntimamente, cómo se
desarrolla alguien del sexo opuesto. Posibilita una mejor comprensión de la pareja al
vivir juntos la experiencia de la paternidad y maternidad. No obstante, el embarazo en la
mujer puede generar ansiedad, pero lograrlo da seguridad. Concebir un hijo otorga
inseguridad sobre el cuidado del mismo y su crianza, pero también proporciona mucha
seguridad, ya que es un estímulo para la integración y elaboración de la sexualidad.
Después de tener hijos se vive mejor la sexualidad, se vive sin culpa (“ya procreé”).
Mayor capacidad de goce, aceptación de la sexualidad como una cualidad, un espacio
de entrega. Aunque esto es relativo según la cultura familiar o las creencias religiosas,
algunas parejas en países más desarrollados toman la decisión de no tener hijos, y
sencillamente disfrutan de la relación en pareja.
Al ser padre se amplían las relaciones sociales, en función de los hijos. Ofrece la
posibilidad de identificarse con los propios padres, prepararse para las etapas que
vienen. La paternidad es una fuente de gratificación muy grande. Los hijos van pasando
por etapas que requieren de actitudes especiales de parte de los padres. Lo que sirvió en
una etapa no tiene por qué servir en otra.
La Soltería:
Existen alternativas al matrimonio, como por ejemplo, la soltería. Los solteros forman
un grupo heterogéneo, ya que pueden haber elegido esta opción por diferentes razones:
• Pasivas: pasan la mayor parte del tiempo solos, no tienen iniciativa para compartir.
• Asistenciales: religiosos, opción por los pobres, entre otros; donde el propósito de
la vida es servir y ayudar a otros.
Adultez Media: Desde los 30/40 hasta los 45/60 años aprox.
En esta etapa las personas participan plenamente en las actividades sociales. Se ingresa
en la vida profesional. Las principales preocupaciones son encontrar un trabajo
permanente y encontrar cónyuge para formar un hogar. Se consolidan los roles sociales
y profesionales.
Características:
• Descenso de habilidades sensoriales y capacidad física.
• Periodo fructífero del trabajo profesional y creativo.
• Tensiones del trabajo afectan bienestar físico y emocional.
• Se encuentran atrapados entre cuidado de adolescentes y ser padres ancianos.
• Se da una relativa estabilidad a nivel material y en el campo de las relaciones
sociales. • Con la experiencia se logra una mayor integración del conocimiento. La
eficiencia se relaciona con la experiencia.
• Integración de la personalidad: se es menos vulnerable a las presiones externas, se
saben manejar mejor.
Después de los 30 empieza un ligero declive de las funciones físicas. Se mantienen en
esta etapa los roles sociales y profesionales. Es un período especialmente propenso para
echar la vista atrás y ver que ha sido de los sueños, ilusiones y proyectos anteriores. Se
trata también de una etapa de gran productividad, especialmente en la esfera intelectual
y artística, y es en definitiva el período en el que se consigue la plena autorrealización.
Cambios Físicos:
• Aparecen las canas, calvicie, sequedad cutánea (arrugas).
• Disminución de la fuerza muscular y de la velocidad de reacción.
• Acumulación de tejido adiposo en determinados sectores del cuerpo.
• Estos cambios no implican una pérdida de las funciones, sino que estas
disminuciones implican la generación de cambios en los hábitos de vida.
En la Mujer:
• Físicamente, en la mujer se vive la menopausia (45-50).
• Disminución fluctuante.
• Aquí si se da la pérdida de una función: la capacidad reproductora. Mal genio,
labilidad, falta de energía. Desajuste en relación al equilibrio anterior.
Sintomatología física (cambios) y psicológica: “me estoy poniendo vieja, ya no
puedo tener más hijos”.
La mujer va a vivir mucho más aceptadamente la vejez, siempre que no haya centrado
su autoestima en el atractivo físico.
En el Hombre:
• Andropausia en los hombres: disminución de la hormona masculina (testosterona).
• Disminución en la cantidad de esperma y su velocidad.
• Disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales.
• Con la pérdida de la testosterona se da una cierta inestabilidad sexual, se requiere
más estimulación y apoyo de parte de la pareja.
Todos estos cambios generan mucha angustia y duelo por el cuerpo joven. Refuerzan la
conciencia de la vejez y la muerte próxima, para esto se debe generar un proceso de
aceptación de la nueva imagen física, y que los cambios sean integrados a la
personalidad.
Factores Psicosociales:
El logro de la estabilidad, más los cambios físicos propios de esta etapa, generan una
fase de introversión que se relaciona con el proceso de individuación (descrito por
Jung). Al haber dominado las presiones externas se puede dedicar la energía al
conocimiento de sí mismo. Debido a esto, se espera que el adulto medio se conozca
más, que el sí mismo se vuelva más auténtico, en el sentido de que se tiene una visión
más realista de la vida. Se viven procesos de duelo (cómo era antes, cómo soy ahora,
qué me queda por vivir). Las relaciones con el mundo externo se hacen más selectivas.
Las personas adultas son más conscientes de sus limitaciones, tienen miedo al fracaso.
En esto juegan un papel muy importante la experiencia anterior, los éxitos y fracasos.
Existe una mayor tolerancia a la frustración. Valoración más alta de la paciencia. Las
funciones del Yo se vuelven más eficientes, pues se puede vivir estados emocionales sin
desbordarse ni perjudicar a otros. Los cambios ponen a prueba la madurez de la
personalidad.
Aprendizaje y Motivación:
La capacidad de aprendizaje depende de la motivación y de los intereses de las personas
más que de su inteligencia. Las personas adultas, en general, tienen menos curiosidad
para aprender cosas nuevas. Aprenden porque quieren, libre y voluntariamente, en la
medida en que están motivadas para ello. Motivaciones Extrínseca:
• Solucionar problemas o necesidades concretas.
• Adaptación profesional (necesidad de la titulación).
• Promocionarse en el trabajo y lo que supone como promoción social. Debido a
esto, el desarrollo tecnológico ha complicado la vida profesional e impone un
continuo reciclaje.
• Ayudar a los hijos en los estudios.
Motivaciones Intrínsecas:
• La satisfacción personal y aumentar el sentido de autoestima.
• Abrirse nuevos caminos en la rutina diaria, para desarrollar una vida más plena.
• Mayor seguridad en el medio personal tanto familiar como profesional.
• Adaptarse a los cambios sociales.
El Trabajo:
Se perciben limitaciones de los proyectos personales hacia atrás y hacia el futuro
(“queda poco tiempo”). Se teme a la competencia de las generaciones nuevas. Es una
fase de consolidación de la carrera (3 etapas):
1. Al hacer la revisión, el adulto medio toma conciencia de cuáles son las metas.
2. Cuales se realizaron y cuáles no.
3. Qué proyectos me gustaría realizar.
Pareja:
Se requiere un reordenamiento de la vida matrimonial, por el fenómeno del nido vacío.
Ahora se pueden abordar temáticas que antes no se podía por dedicación a los hijos.
Surgen conflictos que estaban latentes a lo largo de la vida de la pareja que no se habían
resuelto por alguna razón. Pasar más tiempo juntos produce dificultades en la relación
diaria, se requiere un sistema diferente que permita un acomodo real. Dentro de la
revisión de la crisis se concluye que la pareja comparte todo un pasado común que
permite la proyección de la vejez en conjunto, lo que da tranquilidad a la pareja. Estos
signos cambian la perspectiva del tiempo, aparece la conciencia de la muerte personal.
Se genera una adaptación en la proyección de metas, haciendo un análisis de los
proyectos pasados y futuros. Esto se plantea como una crisis normativa. Se da una
mejor comprensión en todos los ámbitos por la inversión de roles. Esta crisis favorece la
integración, pues la pareja constituye una fuente de aceptación de los cambios
corporales. Se plantea el segundo proceso de individuación donde se aceptan mayores
aspectos de la personalidad y, por otra parte, se prepara para la muerte.
• Teoría de la Mutación: Describe lo que sucede cada vez que las células corporales
desarrollan mutaciones. Las tasas de mutación genética se incrementan con la edad.
Como la mayor parte de las mutaciones son dañinas, estas células funcionan con
menos eficiencia y los órganos compuestos por dichas células se vuelven
ineficientes y senescentes.
• Teoría del Error: es una variación de la teoría de la mutación que incluye los
efectos acumulativos de una variedad de posibles errores en la producción de ARN
(ácido ribonucleico) que afectan la síntesis de las enzimas, los cuales dañan las
síntesis de proteínas, produciendo a la larga la muerte celular.
Sin embargo, a pesar de los intentos por dar respuestas, ninguna de las teorías
propuestas explica los sucesos complejos que se dan durante el envejecimiento. Este
involucra una serie de procesos que producen cambios dependientes del tiempo en un
organismo. Además de los factores hereditarios y los cambios intrínsecos (los que
ocurren desde el interior), el organismo también es afectado desde el exterior por los
estresores ambientales, bacterias, virus y otras influencias, lo que ocasionalmente
reduce la capacidad de diversos órganos para continuar funcionando.
Cambios físicos:
Son muchas las diferencias individuales entre la cronología y el alance de los cambios
durante la edad adulta tardía o vejez, así como en las capacidades de percepción y
sensitivas. Las personas de edad avanzada experimentan un debilitamiento general de la
capacidad de respuesta y del procesamiento de información. Estos cambios les exigen
hacer ajustes en muchos aspectos de su vida.
Cambios psicobiologicos:
• Perdida de textura y elasticidad de la piel.
• Adelgazamiento y encanecimiento del cabello.
• Disminución de la talla corporal.
• Adelgazamiento de los huesos.
• La pérdida de dientes y los problemas de encías son comunes.
• Problemas de visión.
• Desaparición progresiva de masa muscular, Atrofia de los músculos. • Se
intensifican las arrugas.
• Declinación de las funciones sensoriales y perceptivas.
• Propensión a la osteoporosis en las mujeres.
• Pérdida de la adaptación al frío y al calor.
• Disminución de la fuerza y rapidez para realizar actividades físicas.
• Las paredes de las arterias se endurecen y se reduce su elasticidad.
• Los mecanismos inmunológicos que defienden de las infecciones pierden
eficiencia.
• Los órganos sensitivos requieren un umbral de excitación más alto.
Durante esta etapa se presentan cambios físicos que incrementan la posibilidad de
desarrollar enfermedades, esto debido a la fragilidad del organismo. Algunas de las
enfermedades que se asocian con la vejez son enfermedades crónicas que han sido
adquiridas aproximadamente a los treinta años, como es el caso de la artritis, diabetes,
enfermedades cardiacas, reumatismo, lesiones ortopédicas, alteraciones mentales y
nerviosas.
La Jubilación:
La transición del trabajo a la jubilación es un cambio muy importante en el que la
persona puede esperar sentir estrés, para algunos supone la pérdida de ingresos,
identidad profesional, estatus social, compañeros y estructura cotidiana del tiempo y
actividades. Una clave para superar los efectos de la jubilación en la satisfacción de la
vida es si la experiencia aporta algún elemento nuevo a la vida. La jubilación conlleva a
nuevas exigencias: preocupaciones sobre el dinero, desacuerdos sobre trasladarse a una
casa o apartamento más pequeño o problemas de salud.
La preferencia al jubilarse es permanecer en las casas donde educaron a sus hijos, que la
mayoría poseen. La casa está llena de recuerdos, al conocerla bien les otorga un sentido
de competencia y el ser propietarios confiere estatus a la persona mayor. Son menos
propensos a traslados o emigraciones, pero cuando lo hacen es por diversión. Son
bastante sanos y suelen tener suficientes ingresos, pero a medida que se acercan a
edades mayores, la emigración es para estar cerca de los hijos u otros parientes. Los
mayores-ancianos (mayores de 85 años) se ven obligados a depender de alguien.
Generalmente, se van a vivir con los hijos, a una residencia o a una institución que
ofrecen cuidados personales pero no médicos ni sanitarios a nivel profesional.
Las Relaciones:
Las relaciones son muy importantes para los ancianos, la familia es aún la fuente
primaria de apoyo emocional. Con frecuencia las relaciones entre hermanos se vuelven
más estrechas al final de la vida que a comienzos de la edad adulta. En particular, las
hermanas hacen el esfuerzo de mantener esos lazos. Cuando la expectativa de vida
crece, lo mismo sucede con la longevidad potencial del matrimonio.
Los matrimonios que subsisten hasta el final de la edad adulta tardía tienden a ser
relativamente satisfactorios, pero las dificultades surgen en los aspectos de
personalidad, salud y cambio en los roles, que pueden requerir ajustes de ambas partes.
Estrés:
El estrés o la capacidad de la persona para afrontar los acontecimientos, puede lastimar
la autoestima, deteriorar física y mentalmente. La forma de cómo se perciba el estrés
varía según el género, raza, estado civil, nivel socioeconómico y educación. Las
personas mayores no están exentas de situaciones negativas: mala salud, bajos ingresos,
muerte de un cónyuge, además del envejecimiento del sistema inmunológico, les hace
más vulnerables a los efectos del estrés y, por tanto, más propensos a responder
desarrollando una enfermedad.
Cuando las parejas que han estado casadas durante 40 años se divorcian, es más
probable que den más muestras de estrés psicológico que los jóvenes que se encuentran
en situación similar. La pérdida de los papeles conyugales, al igual que el de los
profesionales, puede quebrantar su sentido de identidad. Aunque la mayor parte de los
hombres estén casados, el matrimonio de la tercera edad tiene poca importancia para la
mayoría de las mujeres de esa edad. Debido a que el ciclo de la vida de los hombres es
más corto y que suelen ser mayores que sus esposas, los maridos desaparecen con tanta
rapidez que la situación de viudez parece ser "normal" entre las mujeres mayores.
Cuando se vuelven a casar, el nuevo cónyuge suele ser alguien que ya conocían antes de
enviudar o alguien que han conocido a través de una amistad mutua o un pariente.
Duelo:
El duelo es uno evento doloroso en la vida de cada persona, ya que esto es parte de ella
y tarde y temprano se debe enfrentar a un sinnúmero de pérdidas (amigos, familiares,
colegas). Además deben superar el cambio de status laboral y la decaída de la salud
física y de las habilidades.
Cuando uno de los cónyuges fallece, el que queda atraviesa un largo periodo de shock,
protesta, desesperación y recuperación. El proceso de recuperación implica desarrollar
una explicación satisfactoria de la razón por la que ha muerto el otro, neutralizar los
recuerdos y asociaciones, y crear una nueva imagen de uno mismo. Las mujeres parecen
adaptarse a la vida en solitario mucho mejor que los hombres. En comparación con las
mujeres, los hombres tienen peor salud, mayor aislamiento emocional, unos vínculos
más débiles con la familia y no es tan probable que tengan una persona de confianza.
Durante el primer año de condolencia, el cónyuge puede estar deprimido, angustiado y
hasta tener reacciones fóbicas. Aún después de la recuperación el dolor continúa.
Desarrollo Intelectual:
Una controversia importante concierne el mantenimiento o declinación de la
inteligencia en la edad adulta tardía. La inteligencia fluida, la capacidad para resolver
nuevos problemas, parece declinar; pero la inteligencia cristalizada, que esta basada en
el aprendizaje y la experiencia, tiende a mantenerse o incluso aumentar. El
funcionamiento intelectual en la edad adulta tardía está marcado por influencias
ambientales y culturales. Algunos aspectos de la inteligencia parecen aumentar con la
edad, la mecánica de la inteligencia declina a menudo, pero la pragmática de la
inteligencia (pensamiento práctico, conocimiento y habilidades especializados, y
sabiduría) continúan creciendo. La vejez exitosa, involucra optimización selectiva con
compensación (uso de capacidades especiales para compensar pérdidas).
• El amor romántico apasionado es sólo para la gente joven. Este mito causa que,
cuando la gente ve a una pareja de viejos ir de la mano y besarse apasionadamente,
se burlen y le digan a la pareja de viejos que actúen apropiado a su edad. El amor es
una emoción compleja y no deja de existir sencillamente porque hemos avanzado
en edad. Las personas viejas pueden, y sienten, tanta pasión y amor como cualquier
persona de otra edad.
• La anatomía sexual se deteriora según la persona se pone viejo(a). Este mito resulta
de confundir lo que es “cambio” con lo que es “deterioro”. Todo el cuerpo cambia
según avanza la edad (se pierde el cabello, se engorda, se arruga la piel, entre
otros). Ninguno de estos cambios implica que se ha perdido la habilidad de
funcionar como seres humanos, ¿por qué pensar que se ha perdido la habilidad de
ser sexual? La mayor parte de las personas se mantienen en buen estado de salud
aún pasado los ochenta años, especialmente esas personas que se han cuidado y se
han mantenido activas. Los cambios que naturalmente ocurren pueden que requieran
que la persona se adapte a la situación (como por ejemplo, el hombre tarda más en
llegar a una erección según avanza la edad. El remedio es simplemente prolongar el
juego sexual antes del coito).
Lo único que estos mitos contribuyen es a la angustia y culpabilidad que las personas
viejas van a sentir por querer expresar la sexualidad que naturalmente sienten. Sin
embargo, el pretender que el cuerpo es el mismo lleva a la persona a frustraciones y
desencantos.
Para Reflexionar:
A pesar de todos los deterioros físicos propios de la edad que pueden sufrir las personas
mayores, muchos enfrentan esta etapa con una actitud positiva y juvenil, tienen una vida
activa, rica en experiencias, en fin, muy satisfactoria. No parecen ni se sienten como
seniles, pues su envejecimiento biológico es compensado con un estilo de vida que los
hace mantenerse en excelentes condiciones hasta muy avanzada edad. La vejez no tiene
por qué ser el punto más bajo del ciclo de vida ya que el envejecimiento satisfactorio es
posible, siendo la sociedad quien debe descubrir los componentes de ella, reorganizando
nuestros pensamientos y estructuras sociales.
En ambos sexos las extremidades y el cuello crecen más rápido que la cabeza y el
tronco durante la pubescencia. En los varones se produce un notorio ensanchamiento de
la espalda, se vuelven más delgados, más angulosos y más musculosos. En las hembras
se dilata la pelvis, cambian las proporciones faciales, la nariz y la barbilla se hacen más
prominentes.
Pubertad:
Es el proceso que lleva a la madurez sexual, cuando una persona es capaz de
reproducirse. Algunas personas utilizan el término pubertad para indicar el fin de la
maduración sexual y el de la pubescencia para referirse al proceso. El comienzo de la
pubescencia se caracteriza por una aceleración en el ritmo del crecimiento físico y por el
término de latencia del crecimiento. Junto a este proceso de aceleración se producen
cambios en las proporciones faciales y corporales y la maduración de los caracteres
sexuales primarios y secundarios. La pubertad tarda casi 4 años y comienza alrededor de
2 años antes en las muchachas que los muchachos.
En promedio, las niñas comienzan a mostrar el cambio de este período hacia los 9 ó 10
años de edad y llegan a la madurez sexual hacia los 13 ó 14 años. La edad promedio
para que los niños entren en la pubertad es a los 12, alcanzando su madurez sexual a los
14. Los cambios físicos del adolescente siguen una secuencia que es mucho más
consistente, que su aparición real, aunque este orden varíe de una persona a otra.
La pubertad comienza cuando la glándula pituitaria de una persona joven, envía un
mensaje a las glándulas sexuales, las cuales empiezan a segregar hormonas. Este
momento preciso está regulado aparentemente por la interacción de los genes, la salud
del individuo y el ambiente. La pubertad, se representa como respuesta a los cambios en
el sistema hormonal del cuerpo, los cuales reactivan ante una señal psicológica. Su
respuesta en una niña es que en los ovarios empiezan a producirse una cantidad de
hormonas femeninas llamadas estrógenos, y en el muchacho los testículos comienzan la
producción de testosterona. El estrógeno estimula el crecimiento de los genitales
femeninos y el desarrollo de los senos, mientras que la testosterona estimula el
crecimiento de los genitales masculinos y el vello corporal.
Las hormonas están estrechamente relacionadas con las emociones, en especial con la
agresión en el muchacho y la agresión y depresión en las niñas. Algunos investigadores
atribuyen la creciente emocionalidad y cambio en el estado de ánimo de la adolescencia
temprana a las hormonas, pero es necesario recordar que en los seres humanos la
influencia social se combina con las hormonas pudiendo predominar dicha influencia.
Los adolescentes en esta etapa dan mucha importancia a la opinión de sus pares, lo cual
se identifica con los cambios sociales.
El crecimiento repentino del adolescente
Es el aumento evidente en la estatura y peso que por lo general comienza en las niñas
entre los 9 y 14 años y los varones entre los 10 y 12 años. En general dura cerca de 2
años y poco después que el crecimiento repentino termina, el adolescente alcanza la
madurez sexual. En ambos sexos el crecimiento súbito del adolescente afecta
prácticamente todas las dimensiones esqueléticas y musculares. Estos cambios son
mayores en los varones que en las hembras y siguen su propio cronograma, de modo
que las partes del cuerpo están en desproporción por un tiempo. A continuación se
expondrán las características sexuales Primarias y Secundarias (ver Tabla 1).
Tabla 1.- Características sexuales
La Menarquia:
Es la característica más evidente y simbólica de la transición de la niña a la
adolescencia, llega de improviso y está precedido por un sangrado vaginal. Puede
ocurrir a los nueve años y medio o hasta los dieciséis años y medio. La edad promedio
de la menarquia es de doce años y medio aproximadamente, por lo regular tiene lugar
cuando la niña se acerca a la estatura adulta y ha almacenado un poco de grasa corporal.
En una niña de talla normal, suele comenzar cuando pesa cerca de 45 Kg.
Los primeros ciclos varían mucho entre las niñas, además suelen variar de un mes a
otro. En muchos casos los primeros ciclos son irregulares y anovulatorios, es decir, no
se produce el óvulo. La menstruación produce cólicos menstruales en casi la mayoría de
las adolescentes. La tensión premenstrual es frecuente y muchas veces se observan
irritabilidad, depresión, llanto, inflamación e hipersensibilidad de los senos. El signo
más evidente de la madurez sexual de una niña, es la primera menstruación.
Desarrollo sexual del adolescente:
Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición de
la sexualidad. Iniciado el proceso de la pubertad se acentúan los caracteres físicos, el
despertar sexual y el comienzo de la genitalidad adulta, dichos cambios son una parte
consciente del adolescente, a pesar que este proceso se presenta emocionalmente
confuso para sí mismo. A esto contribuyen las novedades fisiológicas y psicológicas de
la evolución propia de la edad, el descubrimiento del placer en el trato y frecuentación
con personas de otro sexo, comenzando a definirse la identidad sexual.
Desarrollo afectivo:
Tras el período turbulento de la preadolescencia, la conducta de los jóvenes suele
sosegarse. Las relaciones familiares dejan de ser un permanente nido de conflictos
violentos y la irritación y los gritos dejan paso a la discusión racional, al análisis de las
discrepancias y hasta a los pactos y los compromisos. A partir de este momento, el
conflicto se desplaza desde la ambivalencia afectiva a la reivindicación de ciertos
derechos personales, entre los que destacan las exigencias de libertad e independencia,
la libre elección de amistades, aficiones, entre otros. El adolescente intenta experimentar
sus propios deseos más allá del estrecho círculo de las relaciones familiares. En este
segundo momento de la adolescencia, los intereses afectivos de los jóvenes abandonan
masivamente el ámbito familiar estableciendo nuevas elecciones de objetos afectivos
extra familiares, como es propio de todo adulto. El problema reside en que la
afectividad va más allá de la familia, pero el adolescente sigue viviendo – y tal vez por
mucho tiempo - en el domicilio paterno.
Desarrollo social:
El desarrollo social del adolescente empieza a manifestarse a temprana edad, a medida
que se va desarrollando empieza a ver otras inquietudes a la hora de elegir un amigo, es
electivo, tienen que tener las mismas inquietudes, ideales y a veces hasta condiciones
económicas. El grupo es heterogéneo, compuesto por jóvenes de ambos sexos, esto la
mayoría de las veces trae como consecuencia la mutua atracción entre ellos; se inicia el
grupo puberal con uno o dos amigos íntimos.
Algunos psicólogos se refieren a esta etapa como una de la más critica del ser humano
ya que el adolescente ve a la sociedad o al mundo como un tema de critica y rechazo,
rompe el cordón umbilical que lo liga de sus padres, desconoce la autoridad o cualquier
liderato y entra en ese período transitorio en donde no se pertenece a una pandilla pero
tampoco forma parte de un grupo puberal. La comprensión la buscan fuera, hasta
encontrar el que va a convertirse en su confidente.
La crítica y los sentimientos trágicos son las conversaciones más frecuentes entre dos
adolescentes, lo que sirve para dejar salir sus preocupaciones y dar descanso a los
estados trágicos.
Ahora bien, todos los adolescentes, pasan por los mismos estados psíquicos. Cuando la
amistad está formada por dos muchachos cuya situación conflictiva con el mundo es
grave, el lazo de unión lleva a una fuerte dosis de resentimiento, que pudiera llevarlos a
actos de trasgresión que son llamados conducta antisocial. Las actividades del
adolescente tienen como objetivo el olvido. El adolescente no es un ser esencialmente
alegre, en consecuencia el adolescente gusta de estos placeres como bailar, pasear, ir al
cine, para mantenerse alegre, pero en el fondo, cuando vuelven a la soledad, la tónica
dominante no es precisamente la alegría.
Por otra parte, para aceptar su identidad, el adolescente necesita sentir que la gente lo
acepta y le tiene simpatía, a medida que los individuos se independizan de su familia,
necesitan más de los amigos para obtener apoyo emocional y probar nuevos valores, son
sobre todo los amigos íntimos los que favorecen la formación de la identidad. Durante
esta etapa del desarrollo, aumenta considerablemente la importancia de los grupos de
compañeros, el adolescente busca el apoyo de otras personas para enfrentar cambios
físicos, psicológicos y sociales de esta etapa, es lógico entonces que recurra a quienes
están experimentando estas mismas situaciones. Las redes de compañeros son
esenciales para la adquisición de habilidades sociales, la igualdad recíproca que
caracteriza las relaciones en ésta etapa favorece el aprendizaje de respuestas positivas a
la crisis que sufre el adolescente. Los adolescentes aprenden de sus amigos y
compañeros de su edad las clases de conductas que serán recompensadas por la
sociedad y los roles adecuados.
La mayoría de los adolescentes suelen tener uno o dos mejores amigos y también varios
buenos amigos. El adolescente suele escoger amigos basándose en intereses y
actividades comunes, y en su decisión influyen mucho la igualdad, el compromiso y la
lealtad. Conforme los amigos se vuelven más íntimos, el adolescente tiende a acudir
más a ellos que a sus padres en busca de consejos, no obstante, sigue recurriendo a sus
padres para que los orienten en cuestiones de educación, finanzas y planes
profesionales.
Los adolescentes muestran así mismo una creciente capacidad de planear y prever las
cosas. De este modo, el pensamiento de las operaciones formales requiere la capacidad
de formular, probar y evaluar hipótesis. A esto se incluyen tres cualidades notables del
pensamiento del adolescente sobre la capacidad de:
Problemas de la adolescencia
• Los temores femeninos: El desarrollo del pecho, el tema candente entre las
muchachas, la preocupación por el tamaño de los senos, que los ha considerado
siempre símbolo privilegiado de la feminidad, belleza y excitación sexual. La
preocupación de la mujer por la menstruación, suele destacar en sus comienzos
ciertas dosis de ansiedad, fácilmente cancelable con una adecuada información.
Enfermedades nutricionales del adolescente:
La adolescencia es una época de profundos cambios en todos los órdenes, que marca el
final de la niñez y el comienzo de la adultez. Los adolescentes deben negociar los
límites en su casa y en la escuela, con la familia, los compañeros y en el entorno social,
para tratar de lograr una mejor convivencia en todos los ámbitos y afrontar de manera
exitosa este período considerado por muchos autores como una época de gran
emocionalidad y estrés. Pero a la vez, una época de encuentros amistosos, de búsqueda
de verdades, de apoyo emocional, de aflojamiento de ligaduras familiares, de sueños del
futuro y de nuevos valores, que favorecen la formación de la identidad. Sin olvidar que
los padres pueden contribuir de manera importante a que los adolescentes logren el
equilibrio y desarrollen su personalidad. Cabe destacar que hoy en día, existen en los
centros educativos los departamentos de orientación, en los que podrás buscar apoyo de
un profesional, sea psicólogo o educador, en caso de que lo consideres necesario.
Crecimiento físico-biológico:
En los 3 primeros años se produce un aumento de peso y estatura muy rápido, que luego
se mantiene constante hasta la adolescencia, cuando suelen darse el “estirón” final.
Estudios avanzados han determinado que dichos aumentos (peso y talla), dependen de la
salud del niño, nutrición y condiciones ambientales.
Actividad motora: Entre el nacimiento y los 2 años suceden cambios muy drásticos en
este aspecto, el niño pasa de los movimientos reflejos incoordinados del recién nacido a
la coordinación motriz del adulto, a través de una serie de pautas complejas de
desarrollo graduales y continuas, por ejemplo: el caminar que suele dominarse entre los
13 y 15 primeros meses, surge de una secuencia de catorce etapas sucesivas. Luego de
adquirir las destrezas motoras básicas, el niño comienza a integrar sus movimientos con
otras capacidades perceptivas, como la espacial, la cual es crucial para lograr la
coordinación viso – motriz (ojo – mano).
Los años intermedios de la niñez se caracterizan por un alto nivel de actividad y por los
graduales progresos fisiológicos que ayudan al pre-escolar a refinar las habilidades
motoras y la coordinación. Tales progresos son evidentes no solo en los juegos de los
niños, sino también en el dominio de destrezas como la escritura. El mando que
adquieren sobre su cuerpo durante este periodo les produce sentimientos de
competencia y de autoestima, los cuales son indispensables para una buena salud
mental.
Formación de la personalidad:
Los diversos aspectos del desarrollo del niño abarcan el crecimiento físico, los cambios
en el orden psicológico y emocional, así como la adaptación social. Muchos factores
condicionan las pautas de desarrollo y el ritmo en que se suceden. La mayoría de los
investigadores, coinciden en que dichas pautas son influenciadas tanto por condiciones
genéticas como ambientales, es el caso del desarrollo de gemelos monocigóticos, que
crecen en ambientes distintos y gemelos que han crecido juntos. La hipótesis de estos
estudios es que si la carga genética es determinante, los gemelos separados serán tan
similares en la mayoría de los aspectos medidos, como los que han vivido juntos, se
descubrió lo inverso. Incluso sus personalidades son diferentes.
Las teorías de la personalidad intentan describir como se comportan las personas para
satisfacer sus necesidades físicas y fisiológicas. La incapacidad para satisfacer tales
necesidades crea conflictos personales. En la formación de la personalidad los niños
aprenden a evitar los conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Una
respuesta normal para las situaciones conflictivas es recurrir a los mecanismos de
defensa como la racionalización o la negación (por ejemplo, rechazando haber tenido
alguna vez una meta u objetivo específico, aunque sea obvio que se tuvo). Aunque
todos han empleado mecanismos de defensa, se debe evitar convertirlos en el único
medio de enfrentarse a los conflictos. Un niño con una personalidad equilibrada,
integrada se siente aceptado y querido, lo que le permite aprender una serie de
mecanismos apropiados para manejarse en situaciones conflictivas, esto lo va a
prendiendo a través del juego social.
El juego social de los niños revela la existencia de una “cultura de la niñez” con sus
costumbres, reglas, juegos, rituales, entre otros, todo lo cual posiblemente ayuda a
entender la gran complejidad del mundo que lo rodea y a adaptarse a él. Los padres
influyen profundamente en la formación de la personalidad de los niños y en su
desarrollo social. Sirven de modelo, esperan ciertas respuestas y conductas de sus hijos
e imponen sistemas de premios y castigos. Los hijos de padres rigurosos, tienden a ser
dependientes y sumisos. La tolerancia puede producir niños activos y extrovertidos o
bien desobedientes y agresivos, según los padres que sean afables y receptivos o bien
hostiles y negligentes. Los niños sobre – protegidos, por lo general tiene graves
problemas de ajuste.
Relaciones sociales:
Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses
mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los
juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como “su grupo de pares”. Los años
de la niñez son un periodo de amistades muy íntimas, pero temporales, que satisfacen
las necesidades de dominio y sumisión. Sirve de vehículo a la auto expresión. De esta
manera pasan, desde los años previos a su escolarización hasta su adolescencia, por
sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su
comportamiento futuro.
La transición hacia el mundo social adulto es apoyada por los fenómenos de liderazgo
dentro del grupo de iguales, donde se distribuyen roles distintos a los diferentes
miembros en función de su fuerza o debilidad. Además el niño aprende a sentir la
necesidad de comportarse de forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a
resolver conflictos entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del
grupo social) con este grupo de pares alcanzara su cuota máxima cuando el niño llegue
a la pubertad, a los 12 años aproximadamente, y nunca desaparecerá del
comportamiento social del individuo, aunque sus manifestaciones entre adultos sean
menos obvias.
Socialización:
El proceso mediante el cual los niños aprenden a diferenciar lo aceptable (positivo) de
lo inaceptable (negativo) en su comportamiento se llama socialización. Se espera que
los niños aprendan, por ejemplo que las agresiones físicas, el robo y el engaño son
negativos, y que la cooperación, la honestidad y el compartir son positivos. Algunas
teorías sugieren que la socialización solo se aprende a través de la imitación o a través
de un proceso de premios y castigos.
Sin embargo las teorías más recientes destacan el papel de las variables cognitivas y
perceptivas, del pensamiento y el conocimiento, y sostienen que la madurez social exige
la comprensión explícita o implícita de las reglas del comportamiento social aplicadas
en las diferentes situaciones.
La socialización también incluye la comprensión del concepto de moralidad. El
psicólogo estadounidense Lawrence Kohiberghas demostró que el pensamiento moral
tiene tres niveles: en el inferior las reglas se cumplen solo para evitar el castigo (nivel
característico de los niños más pequeños) y en el superior el individuo comprende
racionalmente los principios morales universales necesarios para la supervivencia
social.
El juicio moral se presenta a raíz del aprendizaje social como una defensa en contra de
la ansiedad o de los procesos cognitivos. Según Piaget, el niño empieza como un
realista moral que cree en la realidad física de las reglas y que juzga las acciones ajenas
exclusivamente en términos de las consecuencias. Al cabo de un tiempo, llega a la etapa
del relativismo moral en el cual comprende que las reglas son deficientes invenciones
del ser humano y que son las intenciones del individuo las que determinan la moralidad
de su conducta.
El Lenguaje:
La capacidad para comprender y utilizar el lenguaje es uno de los principales logros de
la especie humana, la adquisición del lenguaje se da en forma lineal, desde imitaciones
de sonidos y vocalizaciones, hasta el uso de frases y oraciones completas. Al principio
el lenguaje tiene un correlato con lo concreto pero, más adelante, le permite al niño
hablar de hechos y usos que no están presentes; así también registra su pasado y expresa
su futuro.
Este extraordinario fenómeno no puede explicarse simplemente desde la teoría del
aprendizaje, lo que ha llevado a establecer otra hipótesis. La más destacada es
posiblemente, la del lingüista estadounidense Noam Chomsky, quien planteo que el
cerebro humano está especialmente estructurado para comprender y reproducir el
lenguaje, por lo que no requiere aprendizaje formal, y se desarrolla al entrar el niño en
contacto con el. Aunque los psicolingüístas del desarrollo no están de acuerdo con todos
los conceptos de Chomsky, si aceptan los sistemas lingüísticos mentales especiales.
La adquisición del lenguaje supone 3 conceptos fundamentales para que éste se
desarrolle:
A partir del lenguaje se desarrollan las capacidades cognitivas los cuales llevan a los
conceptos verbales abstractos que reflejan el aprendizaje del individuo y por ende su
inteligencia.
Inteligencia y aprendizaje
La inteligencia podría definirse como la capacidad para operar eficazmente con
conceptos verbales abstractos. Esta definición se refleja en las preguntas de los Test de
inteligencia infantiles. Dos de los más conocidos, el Stanford – Binet y el Weschler
Intelligence Scale for children (más conocido por WISC, versión infantil de la WAIS –
Weschler Adult Intrelligence Scale, la prueba individual de inteligencia más famosa).
Se usan tanto para medir el desarrollo intelectual del niño como para predecir sus
resultados académicos. Debido a que el aprendizaje escolar depende, al parecer, de la
capacidad de razonamiento verbal.
El contenido de estos Test es muy apropiado, como demuestra la relación que hay entre
los resultados de los Test de inteligencia y el éxito escolar, sin embargo, las
predicciones basadas exclusivamente en los Test de este tipo resultan imperfectas,
porque no miden la motivación, y el conocimiento sobre las capacidades necesarias para
el éxito escolar, es incompleto. Por otro lado, se ha cuestionado que los Test de
inteligencia sean apropiados para niños de minorías étnicas, que pueden no responder
adecuadamente a ciertos ítems debido a diferencias culturales o a la falta de
comprensión del lenguaje empleado, más que por una deficiencia intelectual.
Tendencias actuales:
Los psicólogos infantiles continúan interesados en la interacción de los
condicionamientos biológicos y las circunstancias ambientales que influyen en el
comportamiento y su desarrollo, en el papel de las variables cognitivas en la
socialización, especialmente en la adopción del rol sexual correspondiente, y en la
comprensión misma de los procesos cognitivos, su adquisición y evolución.
Actualmente los psicólogos están de acuerdo en que determinados factores biológicos
de riesgo, como el peso escaso en el momento del nacimiento, la falta de oxígeno antes
o durante el mismo y otras desventajas físicas o fisiológicas son importantes en el
desarrollo y en el comportamiento posterior del individuo.
Gran parte de las investigaciones actuales en psicología del desarrollo o evolutiva tratan
de identificar los componentes cognitivos (la memoria o la capacidad de atención)
empleados en la resolución de problemas. Algunos psicólogos estudian la identificación
de los procesos que se presentan durante la transición de un nivel de pensamiento a otro
en el desarrollo del individuo. Otras áreas de investigación hacen referencia a los
componentes cognitivos de la lectura y el cálculo. Se espera que todas estas
investigaciones conduzcan a la mejora de los métodos de enseñanza escolar y de
educación especial.