Sei sulla pagina 1di 12

LA BATALLA DE BRETTON WOODS // EL ORIGEN DEL GRAN PODER DEL

DÓLAR

Orden monetario internacional: Una útil historia que relaciona la inestabilidad


monetaria actual con los acuerdos de Bretton Woods de 1944.
El economista estadounidense Benn Steil ha encontrado una ingeniosa manera
para explicar la creación del nuevo orden monetario mundial que nació en julio de
1944 en el complejo hotelero de Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos).
Esta sugestiva manera de hacer tan atractivo el relato ha consistido en presentar
esta historia como un prolongado pulso entre dos grandes personajes: John
Maynard Keynes, el economista británico más influyente del siglo pasado, y Harry
Dexter White, un tenaz alto funcionario del Tesoro de Estados Unidos, criado en el
barrio obrero de Boston y fascinado por la Unión Soviética.

Las posiciones de ambos personajes eran muy diferentes. Keynes representaba a


un Estado agotado por la guerra, con una deuda del 240% del PIB. White, por el
contrario, contaba con el respaldo de un país en pleno ascenso político y
económico, que tenía con una moneda, el dólar, en una posición dominante.
Ambos se propusieron crear “las bases económicas que posibilitasen una paz global
duradera tras la guerra”. Querían un sistema que concediese a los gobiernos un
mayor poder sobre los mercados, y pretendían que en el futuro el comercio estuviera
“al servicio de la cooperación política a través de la eliminación de escasez de oro
y dólares estadounidenses”.
Keynes y White impulsaron la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI),
que garantizaría que los tipos de cambio no fuesen manipulados para obtener
ventajas competitivas. Y sobre todo que “los dictadores en potencia nunca más
podrían servirse de la agresión económica para arruinar a sus vecinos y avivar las
llamas de la guerra”.
El resultado del nuevo sistema fue un período de varias décadas de estabilidad, con
un privilegio exorbitante del dólar, hasta su colapso en agosto de 1971. A raíz de la
crisis, el entonces presidente, Richard Nixon, tuvo que acabar con el sistema de
Bretton Woods que mantenía a todas las monedas vinculadas al dólar, que estaba
ligado a un precio fijo del oro.
El autor advierte, no obstante, de que “el hecho de que Estados Unidos apoye un
tipo de cambio fijo o uno flotante en un momento dado depende de cuál de las dos
opciones proporcione más competitividad al dólar”.
Steil pone el dedo en la llaga al recordar que en el mundo actual los emisores de
divisas de reserva “no pueden perseguir simultáneamente diferentes objetivos
nacionales e internacionales”, en palabras del gobernador del Banco de China Zhou
Xiaochuan. Por ello, China solicitó al FMI la creación de una divisa de reserva
supersoberana basada en el banco de Keynes. El autor enlaza los debates
monetarios actuales con los que mantuvieron Keynes y White en Bretton Woods.
Una batalla que, con nuevos protagonistas, está cada día más presente y que este
libro ayuda a comprender recordando los acuerdos de 1944.

REPERCUSIONES DE BRETTON WOODS


BRETTON WOODS La iniciativa del Presidente Roosevelt culminó él 1o. de Julio
de 1944, época en que se reunió la Conferencia 'Económica en Bretton Woods, en
el Estado de New Hampshíre, en las whíte mountains (montañas blancas) ,en
terrenos de un rico noble, cerca al monte Washington, en un clima
extraordinariamente ogradable, creador' de un mejor ambiente de estudio. Bretton
Woods no es ninguna ciudad, es uno de los magníficos hoteles de esa pintoresca
región.

Asistieron 44 naciones de la comunidad internacional, todas ligadas por ambiciones


comunes, en guerra contra el eje y sus satélites.

Cada país tuvo extraordinario cuidado en la escogencia de los equipos humanos


representativos, especialistas en problemas monetarios, bancarios y económicos
en general.

Las causas remotas las enuncié ya encontrándolas en las diversas conferencias


monetarias, las próximas en los dos planes vistos, pero todas ellas se refieren a una
esencial, el desequilibrio económico monetario especialmente a partir de 1,914.
Efectivamente, la primera guerra mundial obligó a los gobiernos a echar por el
camino de las grandes emisiones, sin respaldo ni en metales preciosos y mucho
menos en bienes, que es lo ideal.

El desorden bancario central reinante en aquella época. propiciaba por los mares
de papeles circulantes, el cumplimiento inexorable de aquella vieja \y discutida
máxima, "la necesidad no, tiene ley", con cuyo expediente los gobiernos se lanzaron
a I~ más absurda desvalorización monetaria, emitiendo en cifras cuantiosísimas con
la consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo, alza de precios, registrada en
índices siempre ascendentes. operando de inmediato la Teoría Cuantitativa' de la
Moneda con toda su frialdad matemática.

“DESEQUILIBRIOS GLOBALES Y LAS LECCIONES DE BRETTON WOODS”.

Una influyente escuela de pensamiento ve al actual sistema monetario y financiero


internacional como un renacimiento de Bretton Woods. Hoy, como cuarenta años
atrás, el sistema internacional está compuesto por un centro, el cual posee el
exorbitante privilegio de emitir moneda utilizada como reservas internacionales, y
una periferia, que se encuentra comprometida a un crecimiento liderado por
exportaciones, basado en el mantenimiento de un tipo de cambio alto. En la década
de 1960, el centro era Estados Unidos y la periferia, Europa y Japón. Ahora, con la
extensión de la globalización, hay una nueva periferia, Asia, pero el mismo viejo
centro, Estados Unidos, con la misma tendencia de vivir más allá de sus medios.
Esta visión sugiere que el esquema actual de los arreglos internacionales puede
mantenerse indefinidamente. Estados Unidos puede continuar incurriendo en déficit
de cuenta corriente porque los mercados emergentes de Asia y América Latina se
sienten dichosos acumulando dólares. No hay razón por la cual el dólar deba caer
ya que no hay necesidad de ajustar el balance de pagos; en particular, los países
asiáticos van a resistir la apreciación de sus monedas respecto del dólar.
Mi argumento consiste en que esta imagen de un nuevo Sistema Bretton Woods
confunde los incentivos que enfrentaron individualmente los países bajo Bretton
Woods con los incentivos que enfrentaron grupos de países. Se imagina la
existencia de un bloque de países cohesionado llamado periferia, listo y capaz de
actuar persiguiendo su propio interés colectivo. Por el contrario, sostengo que es
improbable que los países de Asia que constituyen la nueva periferia sean capaces
de subordinar su interés individual al interés colectivo. Esta imagen del sistema
actual como el renacimiento de Bretton Woods también pasa por alto cómo ha
cambiado el mundo desde la década de 1960. Esta lectura alternativa de la historia
y de las actuales circunstancias sugiere que si aún hoy existe algo que vagamente
recuerda al sistema de Bretton Woods, no va a durar mucho para este mundo.

LA CONFERENCIA DE BRETTON WOODS Y SUS PRINCIPALES


DISPOSICIONES.

A mediados de 1944, cuando la Segunda Guerra Mundial aún estaba en desarrollo,


los representantes de cuarenta y cuatro países celebraron una Conferencia
Monetaria y Financiera en Bretton Woods, New Hamshire (EEUU), para establecer
las bases de lo que sería un nuevo orden económico y financiero cuando se
terminará el conflicto bélico. En dicha conferencia, los estadistas y representantes
de los países aliados, recordando los descalabros económicos del periodo de
entreguerras (que, entre otras cosas, consolidaron el camino y ascenso al poder de
los regímenes totalitarios fascistas) deseaban diseñar un sistema monetario
internacional que tendiera, en el plano interno, al pleno empleo y la estabilidad de
los precios, a la vez que facilitara a cada país conseguir el equilibrio externo sin
imponer restricciones al comercio internacional.

Los principales objetivos que se plantearon en Bretton Woods fueron: 1) Promover


la cooperación monetaria internacional; 2) Facilitar el crecimiento del comercio; 3)
Promover la estabilidad de los tipos de cambio; 4) Establecer un sistema multilateral
de pagos; y 5) Crear una base de reserve. En este punto, es necesario considerar,
además, que la necesidad

de establecer un nuevo orden financiero mundial, abierto al comercio e inversiones


(principalmente de Estados Unidos y Gran Bretaña) y respaldado por la estabilidad
monetaria, surgía también como reacción a ciertos incipientes rasgos de
“independización” que se habían manifestado desde el Tercer Mundo. En el periodo
de entreguerras y aun durante la Segunda Guerra Mundial, los países pobres
habían comenzado a desarrollar una industria interna para sustituir los artículos que
anteriormente se importaban. Además, varios de esos países (incluyendo las
colonias de Asia y África) habían establecido acuerdos bilaterales de comercio,
mediante los cuales las importaciones se pagaban con las propias exportaciones.

Existía, por lo tanto, cierta alarma en las potencias occidentales por detener estos
procesos de autonomizacion y la necesidad de volver a encauzar las actividades
económicas mundiales dentro de los marcos del comercio internacional donde
tradicionalmente habían consolidado sus posiciones de poder. Las negociaciones
comenzaron por discutir las teorías de John Maynard Keynes, representante de
Gran Bretaña, que planteaba la necesidad de lograr el crecimiento económico en
un marco global, para lo cual formulaba la creación de un Banco Central Mundial,
que cumpliera el rol de estabilizador de la economía mundial y la creación de una
moneda con las mismas características.

Ahora bien, considerando que en Europa las potencias aliadas aún se encontraban
desarrollando múltiples acciones belicas, además del hecho que la Unión Soviética
participa solo como observadora, y que Estados Unidos se presentaba como la gran
potencia de occidente, resulta natural que la propuesta de Keynes fuera desechada,
y se buscara así un modelo que respondiera a la nueva situación internacional de
correlación de fuerzas. Estados Unidos logra de esta forma, imponer un modelo a
su medida y que respondiera a sus particulares intereses. En este contexto, es
necesario tener presente que, hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, la
producción estadounidense representaba cerca de la mitad de la producción
mundial total, además tenia participación en un 40% del comercio internacional y
disponía de las dos terceras partes del total de las reservas mundiales de oro.
En consecuencia, y al tener presentes las disposiciones que arrojarían las
discusiones de Bretton Woods, podemos afirmar sin excesivo cuidado de
equivocarnos o parecer parciales, que en gran medida (sino totalmente) el sistema
económico mundial que ha prevalecido desde la segunda mitad del siglo XX, fue
establecido protegiendo intereses nacionales particulares de Estados Unidos, a
pesar de ser resultado de una reunión con participación de casi medio centenar de
países, los que finalmente actuaron como legitimadores del sistema que iría en
defensa de estos intereses.

Como resultado de la Conferencia de Bretton Woods fueron creados el Fondo


Monetario Internacional y el Banco Mundial, los que quedaron, y no podía ser de
otra manera, como custodios de este orden defensor de los intereses
estadounidenses, y han permanecido en aquella línea desde entonces. Jacobo
Schatan nos señala al respecto: Las políticas y orientaciones del Fondo y del Banco
Mundial están determinadas, fundamentalmente, por los países que tienen mayor
peso dentro de sus órganos directivos. Los Estados Unidos, que proporcionaron la
mayor parte de los fondos de ambas instituciones, se esforzaron ya en Bretton
Woods por asegurar que el poder real en materia de decisiones estuviese radicado
en la junta directiva, en la cual el director estadounidense tenia poder de veto.

Hay que agregar, además, que, de esta manera, el Fondo Monetario Internacional
se convertía en la primera Organización Internacional en adoptar el principio de la
ponderación del voto entre sus Estados miembro, descartando así expresamente la
máxima clásica un Estado, un voto, lo que hace que su estructura y funcionamiento
nos recuerde al de una sociedad anónima. El sistema monetario creado definía un
tipo de cambio fijo con el dólar y un precio invariable del oro en dólares, 35 dólares
la onza. Los países mantenían sus reservas principalmente en forma de oro o
dólares, y tenían el derecho a vender sus dólares a la Reserva Federal a cambio de
oro al precio oficial. El sistema era, pues, un patrón de cambios oro, en el que se
establecía el dólar como la principal moneda de reserva.

La base del funcionamiento de este sistema descanso en lo que los autores citados
denominan una disciplina de los tipos de cambios fijos. Así, las demás divisas
debían mantener un tipo de cambio fijo respecto al dólar, y Este en relación al oro.
En definitiva, el oro funcionaba como Ultimo freno de la expansión monetaria
estadounidense, ya que la Reserva Federal tenía la obligación de respaldar en oro
los dólares que emita. De esta manera, se consolidaba al dólar como moneda de
reservas, a la vez que se le otorgaba una función de estabilizadora de la economía.
Como todos los bancos centrales fijaban el tipo de cambio de su moneda respecto
al dólar, intercambiando su moneda nacional por activos en dólares, cuando era
necesario intervenir para mantener el tipo de cambio, cada banco debía tener unas
reservas de dólares suficientes para compensar cualquier exceso de oferta que se
produjese de su moneda.

A todo lo anterior, hay que agregar que el dólar estadounidense (junto al


canadiense) se hizo convertible muy tempranamente, en 1945, el año
inmediatamente posterior a la Conferencia de Bretton Woods, mientras que gran
parte de los países europeos lo harán cerca de 13 años después. De esta manera,
gran parte del comercio internacional se hacía con dólares y exportadores e
importadores mantengan dólares en sus cuentas para transacciones. El dólar se
consolida así, como moneda internacional, y naturalmente, los Bancos Centrales
intentaban mantener sus reservas internacionales en forma de activos de dólares
remunerados con intereses. Importante es tener presente también, el hecho que
este acuerdo monetario y financiero mundial, estuvo respaldado por eficaces
medios de presión para posicionar a Estados Unidos y su moneda como ejes de la
actividad económica mundial. En la práctica, al término de la segunda guerra y luego
de la Conferencia de Bretton Woods y la creación del FMI y el Banco Mundial, los
países que desearan obtener alguna de las cantidades de dinero disponibles para
la reconstrucción y el desarrollo, bajo este nuevo régimen económico, se vieron
obligados a aceptar las exigencias norteamericanas, que iban desde asuntos
monetarios y financieros, hasta elementos de política interna de cada pais. La crisis
de los acuerdos de Bretton Woods. El sistema creado a partir de Bretton Woods
tuvo un periodo de normal funcionamiento, donde los fundamentos básicos que
inspiraron sus acuerdos parecieron funcionar correctamente. En el hecho, y como
Estados Unidos y el dólar eran la base del sistema, mientras la balanza de pagos
de Estados Unidos fuera excedentaria la situación parecía estar controlada y, en la
práctica, hasta mediados de la década de 1960 la mayor parte de los objetivos en
materia de restricciones y de convertibilidad fueron alcanzados. Sin embargo,
pronto el sistema comenzó& a mostrar síntomas de debilidad debidos a la
insuficiencia de una liquidez realmente basada en el oro, al nivel de los
desequilibrios de los Estados industrializados y a la falta de confianza que ello
provocaba. Se comenzó a gestar así, un sentimiento generalizado de que el
volumen global de reservas amenazaba con ser insuficiente para sostener un
crecimiento adecuado de la actividad económica internacional. En la práctica, el
correcto y normal funcionamiento del sistema descansaba en la disposición de los
bancos centrales del mundo a mantener en dólares su reserva, sin hacer efectivo
su derecho de convertirlos en oro, que se presenta, como ya señalamos, como un
mecanismo de control monetario para Estados Unidos. No obstante, ya en 1960 y
a raíz de una publicación del economista Robert Triffin, se empezó a comentar
acerca del problema de la confianza, a pesar que el autor escribió su libro cuando
aún las reservas de oro de los Estados Unidos eran solventes en relación a sus
pasivos en dólares frente a los bancos centrales extranjeros.

La situación actual.

La mayoría de las veces, los cambios en la evolución de las sociedades humanas


se desarrolla de manera progresiva, lenta y gradual. µ pesar de todo cuanto ha sido
señalado en las páginas anteriores, el dólar sigue& siendo la principal moneda de
reservas del sistema económico internacional durante toda la segunda mitad del
siglo XX. En efecto, existen variados factores que han contribuido a no alterar ni tan
rápida ni tan dramáticamente esta situación como pida haber sido esperable luego
del colapso del sistema instaurado en Bretton Woods en 1944. Basta señalar su alta
participación en el sistema de reservas, no obstante, su progresivo debilitamiento;
además, hay que considerar su papel en el intercambio comercial, esto es, el hecho
que un alto porcentaje de las ventas de los países exportadores de materias primas
se lleva a cabo en la divisa estadounidense y que la cotización de los comodities se
efecto en dólares.
Sin embargo, en los últimos años, la participación de los dólares en las reservas
globales desciende constantemente. Este detrimento del dólar se desarrolla
paralelo a una mayor participación de otras divisas, principalmente el Euro. Lo
anterior se vuelve más significativo si consideramos que la baja en la presencia del
dólar se debe contextualizar en un mundo donde el volumen de las reservas
internacionales ha crecido de manera espectacular23. En la actualidad, se ha
instaurado la práctica de administrar las reservas.

BRETTON WOODS I Y II

El sistema de Bretton Woods estableció tipos de cambio fijos ajustables respecto


a la moneda de reserva, el dólar, cuyo valor estaba a su vez referido aloro. Se
recurría a los controles de capitales para poder disponer de políticas monetarias
independientes y el FMI vigilaba el sistema4. Además, existían acuerdos por los que
los países periféricos no solicitaban a Estados Unidos el cambio de dólares por oro
y el sistema estaba vinculado al paraguas de seguridad que ofrecía Estados Unidos
en el contexto de la GuerraFría5. El sistema permitió a Estados Unidos incurrir en
déficit por cuenta corriente con la financiación privilegiada que obtenía gracias al
papel del dólar como moneda de reserva. Estados Unidos actuaba así de
locomotora y las economías europeas y japonesa aprovechaban el tirón de la
demanda estadounidense para disfrutar de tasas de crecimiento elevadas. El
sistema cayó en 1971, cuando la excesiva liquidez mundial de dólares provocó
ataques especulativos por la falta de credibilidad del dólar prevista por Trif-fin
(1960), forzando a Estados Unidos a romper la convertibilidad con el oro y a
dejar que el dólar se de-preciara posteriormente respecto al marco alemán y al yen.
El llamado Bretton Woods II está compuesto por los siguientes elementos: 1) un
sistema informal de tipos de cambio fijos respecto al dólar, 2) cuyo
mantenimiento supone la compra de activos denominados en dólares, con lo que
se acumula un stock significativo de reservas en dólares fuera de Estados Unidos
3) lo cual financia el déficit por cuenta corriente estadounidense, facilitando a
Estados Unidos actuar de loco-motora del crecimiento de los países de la periferia,
quienes mantienen superávit comercial con Estados Unidos. Hasta aquí sorprende
el parecido con el sistema de Bretton Woods. Naturalmente, hay muchas diferencias
entre la situación actual y el sistema de Bretton Woods original. Aparte de la
ausencia de anclaje al oro, el sistema actual se desarrolla en un entorno de alta
movilidad de capitales y ahora existe una alternativa al dólar como moneda de
reserva, el euro. Además, no hay acuerdos vinculantes y no se sustenta en la
asociación en-tre la cooperación económica y la militar. Pero se ase-meja al de
finales de los años sesenta en la interdependencia requerida para fomentar el
crecimiento, y sufre también de la misma inconsistencia: que las monedas
periféricas se mantienen fijadas a una central que tiende a perder valor, con lo que
se interviene en los mercados de divisas, fomentando el déficit exterior y la ulterior
pérdida de valor del dólar. A continuación, describimos las observaciones de los tres
elementos que conforman el sistema de Bretton Woods II.
REFERENCIAS

 LA BATALLA DE BRETTON WOODS // EL ORIGEN DEL GRAN PODER


DEL DÓLAR

Autores: Andreu Missé


Localización: Alternativas económicas, ISSN 2014-9204, ISSN-e 2014-9913, Nº.
38 (Julio-Agosto), 2016, pág. 61
Es reseña de:
La batalla de Bretton Woods: John Maynard Keynes, Harry Dexter White y cómo
se fraguó un nuevo orden mundial
Benn Steil
Barcelona: Deusto, 2016. ISBN 9788423420711

https://alternativaseconomicas.coop/articulo/libros/la-batalla-de-bretton-
woods-el-origen-del-gran-poder-del-dolar

 Por el DR. J. EMILIO LOPEZ (1 de octubre de 1947) Repercusiones de


BRETTON. WOODS Medellín.

 Barry Eichengreen. (enero-marzo 2005) “Desequilibrios globales y las


lecciones de Bretton Woods”. DESARROLLO ECONOMICO – REVISTA DE
CIENCIAS SOCIALES. IDES, Buenos Aires, vol. 44, Nº 176, enero-marzo
2005 (pp. 619-644). [ICTA: D 1439]
 La Conferencia de Bretton Woods y sus principales disposiciones.

Universidad de Los Andes. Mérida. Venezuela. Procesos Históricos. Revista de


Historia y Ciencias Sociales. Nº 18, 2010.

La Conferencia de Bretton Woods. Estados Unidos y el dólar como Centro de la


Economía Mundial

Luís S. Reyes Konings Estudiante de la Maestría en Historia y Ciencias Sociales


dictado por la Escuela Latinoamericana de Postgrados, ELAP de la Universidad de
Artes y Ciencias Sociales, ARCIS. Santiago de Chile.

https://www.redalyc.org/html/200/20016326007/

 Clara Crespo Ruiz de Elvira Federico Steinberg Wechsler


INTERDEPENDENCIA FINANCIERAGLOBAL: EQUILIBRIOS
MÚLTIPLESEN BRETTON WOODS II ICE. TRIBUNA DE ECONOMÍA
Diciembre 2005. N.º 827

http://www.revistasice.org/index.php/ICE/article/view/897/897

Potrebbero piacerti anche