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OUTSOURCING

Origen y objeto

El outsourcing es un contrato por el cual una empresa contrata los servicios de


otra u otras para que le suministre una plantilla de trabajadores, que
desarrollen una actividad propia de la contratante.

Esta figura ha sido muy desarrollada por la administración de negocios y


comienza a tomar auge, precisamente en áreas, que venían requiriendo
personal especializado, mas no cuentan con él para hacerlo.

Sin temor a equivocarnos, el outsourcing surge muy cerca de la industria del


cómputo donde las empresas compran equipos sofisticados, y por ende van
paulatinamente necesitando la instalación de redes o el desarrollo de
programas de informática, utilizables únicamente por los adquirentes; y en vista
de que tales equipos y programas eran del dominio de los fabricantes y
desarrolladores, éstos no sólo vendían los equipos o programas, sino también
el servicio de instalación y desarrollo de programas a la medida de las
exigencias del cliente.

Esta mecánica de hacer negocios fue copiada en muchos campos de la


industria y del comercio, por ejemplo en la construcción, donde se desarrollaron
estos servicios para instalaciones eléctricas, sanitarias, hidráulicas, etc;
igualmente, el sector de perfumería y artículos de belleza utiliza, en los
almacenes, demostradoras de otra u otras empresas de servicios de
outsourcing.

En España, los bancos comenzaron a emplear esta figura para la promoción de


tarjetas de crédito. También bajo esta figura, muchas aerolíneas prestan
servicios turísticos y de la propia aviación como los servicios de tierra y
alimentos al pasajero con resultados exitosos, pues les ahorra mucho tiempo
de reclutamiento y selección de personal y, sobre todo, de administración del
recurso humano, dedicado a esas actividades tan especiales.

El outsourcing se ha desarrollado bien en países que tienen leyes que lo


permiten y toleran, porque son compañías que pueden generar importantes
fuentes de empleo, un ejemplo de ello son las llamadas empresas de trabajo
temporal en España, pero no es el caso de México, cuya política social, más
bien, ha venido a desalentar el uso de esta figura.

Concepto de patrón y sus efectos en outsourcing

La Ley Federal del Trabajo (LFT), en su artículo 10, establece la definición de


patrón y dice: “patrón es la persona física o moral que utiliza los servicios de
uno o más trabajadores. Si conforme a lo pactado o a la costumbre el
trabajador utiliza los servicios de otros trabajadores, el patrón de éste, lo será
también de aquellos”.
Es muy común que en nuestro país la industria de la construcción emplee los
servicios de un “maestro de obra” (experto en las fases de una obra y que
conozca a muchas personas dedicadas a los trabajos de este ramo) para
ejecutar trabajos “especiales” y para que les consiga “gente” que pueda
colaborar en la edificación de la obra. Por tal razón si el “maestro de obra” es
trabajador de la constructora, las personas que él llevó a aquella legalmente,
no son sus trabajadores, sino de la constructora quien es la receptora de los
servicios de las personas suministradas por él.

Intermediación laboral

La ley laboral también contempla y define de la intermediación laboral como


concepto que suele confundirse con la figura del outsourcing. Así, en su
artículo 12 señala: “Intermediario es la persona que contrata o interviene en la
contratación de otra u otras para que presten servicios a un patrón.”

Asimismo, en su numeral 13 prevé: “No serán considerados intermediarios,


sino patrones, las empresas establecidas que contraten trabajos para
ejecutarlos con elementos propios suficientes para cumplir las obligaciones que
deriven de las relaciones con sus trabajadores. En caso contrario serán
solidariamente responsables con los beneficiarios directos de las obras o
servicios, por las obligaciones contraídas con los trabajadores”.

En su precepto 14 indica que las personas que usen intermediarios para la


contratación de trabajadores serán responsables de las obligaciones que
deriven de esta Ley y de los servicios prestados.

Los trabajadores contratados bajo la intermediación tienen los siguientes


derechos:

 prestar sus servicios en las mismas condiciones de trabajo y cuentan


con los mismos derechos que correspondan a los trabajadores que
ejecuten trabajos similares en la empresa o establecimiento, y
 los intermediarios no pueden recibir ninguna retribución o comisión con
cargo a los salarios de los trabajadores

Cuando las empresas ejecuten obras o servicios en forma exclusiva o principal


para otra, y no dispongan de elementos propios suficientes de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 13, se observarán las normas siguientes:

 la empresa beneficiaria será solidariamente responsable de las


obligaciones contraídas con los trabajadores, y
 los trabajadores empleados en la ejecución de las obras o servicios
tendrán derecho a disfrutar de las condiciones de trabajo proporcionadas
a las de los trabajadores que ejecuten trabajos similares en la empresa
beneficiaria
Sobre el tema de “elementos propios”, el poder judicial federal ha sostenido lo
siguiente:

INTERMEDIARIOS, LA CARGA DE LA PRUEBA DE SU SOLVENCIA


CORRESPONDE AL BENEFICIARIO DE LA OBRA O SERVICIO. El espíritu
del artículo 13 de la Ley Federal del Trabajo, se finca en la idea de evitar que
los trabajadores sean defraudados por empresas que en muchas ocasiones
tienen una vida efímera; de lo que se sigue, que si el asalariado infiere que su
patrón (intermediario) no goza de elementos económicos para cubrir las
prestaciones que reclama, y así lo hace saber en la controversia laboral, ello
deviene suficiente para introducir a la litis ese punto, quedando relevado de
justificarlo, recayendo tal carga en el beneficiario directo de las obras o
servicios realizados, máxime que por regla general el trabajador no tiene al
alcance los medios necesarios para demostrar esa insolvencia por parte de su
patrón directo, en tanto no es dable que pueda tener acceso a los documentos
o elementos que revelan la administración y balance pecuniario del sujeto que
integra con él la relación de trabajo; de lo anterior se colige que es a cargo del
beneficiario directo de las obras y servicios prestados, demostrar la solvencia
económica de su codemandada, para así legalmente poderse liberar de la
responsabilidad solidaria de mérito.

Precedentes: Amparo directo 382/88. Instituto Mexicano del Seguro Social


a través de su apoderado. 31 de enero de 1989. Unanimidad de votos. Ponente
José Galván Rojas. Secretario Armando Cortés Galván.

Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Tomo XIV, julio


de 1994, pág. 639. Tesis Aislada.

De la tesis transcrita en párrafos precedentes, se nota que ha habido conflictos


laborales suficientes respecto al uso del outsourcing en México derivado de lo
impreciso de ciertos términos utilizados por la LFT.

Independientemente de las imprecisiones, debe quedar claro que quienes


presten servicios a otros son trabajadores de esos otros, que reciben el
servicio; lo anterior, porque conforme al artículo 21 de la LFT: “la relación de
trabajo, se presume entre el que presta un servicio y el que lo recibe”.

RESPONSABILIDAD SOLIDARIA

Si bien es verdad, la responsabilidad laboral es de las empresas prestadoras


de servicios, también lo es que la Ley Federal del Trabajo (LFT) en sus
artículos 13, 14, y 15, considera como responsables solidarios de las
obligaciones derivadas de las relaciones laborales a quienes se beneficiaron de
los servicios de los trabajadores, cuando aquéllas no cuentan con los bienes
suficientes para hacer frente a sus pasivos laborales.
De los preceptos señalados es fácil advertir que aun cuando las outsourcing
ofrezcan eliminar la responsabilidad solidaria laboral como parte de su
estrategia para vender sus servicios, resulta claro que la norma no lo permite.
Así si alguna negociación contrata a una de tantas compañías que no cuentan
con patrimonio y bienes propios que los respalden, estará frente a una grave
problemática en caso de ser demandada por los subordinados de la
outsourcing, ya que las Juntas de Conciliación y Arbitraje (JCA) condenarían a
la beneficiaria de los servicios a responder de las obligaciones laborales.

Se ha detectado que las empresas de outsourcing en la firma de contratos de


suministro de personal, que cuando un cliente solicita sus servicios, el
reclutamiento y contratación de los trabajadores lo hacen a través de una
tercera compañía, la cual no comparte ni domicilio, ni socios con la que firma el
contrato interempresas, lo cual deja en completo estado de indefensión a la
organización contratante del servicio ante las JCA competentes.

Como puede observarse la propia LFT regula la responsabilidad solidaria


derivada de la propia subcontratación; sin embargo aún queda mucho que
legislar en la materia, por ello los tribunales laborales en su afán de
complementar el tema han emitido criterios que reafirman lo comentado. A
continuación una resolución reciente:

RELACIÓN DE TRABAJO. LA CELEBRACIÓN DE UN ACUERDO PARA


DELEGAR LA RESPONSABILIDAD DE AQUÉLLA EN UN PATRÓN Y
RELEVAR A LOS DEMÁS DE SUS OBLIGACIONES NO DESVIRTÚA LOS
ELEMENTOS QUE LA LEY SEÑALA PARA CONFIGURARLA, POR LO QUE
SERÁN RESPONSABLES SOLIDARIOS DEL NEXO LABORAL SI SE
COMPRUEBA LA RELACIÓN PERSONAL SUBORDINADA RESPECTO DE
LOS TRABAJADORES. De los artículos 8o., 10 y 20 de la Ley Federal del
Trabajo se infiere que de la relación laboral nacen derechos y obligaciones
entre el trabajador o trabajadores y el patrón o patrones, derivados del contrato
de trabajo, sin que de las referidas disposiciones legales, ni de la propia ley, se
advierta la posibilidad de que tratándose de los derechos y obligaciones de los
patrones para con los trabajadores puedan pactarse modalidades, tales como
delegar en uno o varios de aquéllos la responsabilidad de la relación de trabajo;
es decir, que en un juicio laboral en el que existan varios demandados, uno de
ellos reconozca la relación laboral y sus consecuencias jurídicas, apoyado en
un acuerdo celebrado con otro u otros de los demandados, a fin de establecer
la responsabilidad de la relación de trabajo, con el único propósito de relevar a
los demás de sus obligaciones, pues ningún acuerdo entre particulares puede
desvirtuar por sí mismo los elementos que la ley señala para tener por
configurada dicha relación, por lo que serán responsables solidarios del nexo
laboral, si se comprueba la relación personal subordinada respecto de ellos.
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL
PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 746/2010. Claudio Hernández Daniel Iván. 7 de octubre de


2010. Unanimidad de votos. Ponente María del Rosario Mota Cienfuegos.
Secretaria Yolanda Rodríguez Posada.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, mayo
de 2011, pág. 1281. Tesis I.13o.T.299 L.

De esta tesis se advierte que no es posible delegar responsabilidades


derivadas de un vínculo por medio de un acuerdo entre particulares (contrato
de suministro de personal), luego entonces es falsa la creencia cada vez más
arraigada entre la comunidad empresarial que en caso de contar con un
servicio de outsourcing, se encontrará libre de cualquier responsabilidad
laboral, que pudiera resultar en una contingencia.

Por ello lo recomendable en caso de contratar los servicios de una outsourcing,


es que se realice con el único propósito de obtener una simplificación
administrativa y no con el afán hacer simulaciones, pues como se analizó la
responsabilidad solidaria no se extingue por contrato.

EFECTOS EN SEGURIDAD SOCIAL

Independientemente de las obligaciones laborales, se tiene que cumplir con las


previstas en la Ley del Seguro Social (LSS), la cual regula ampliamente el tema
que nos atañe en su numeral 15-A.

De este artículo se advierte que también se establece una responsabilidad


solidaria entre las empresas que proporcionan los servicios y aquéllas que se
benefician de éstos, si las primeras no cuentan con elementos propios para
hacer frente a sus deberes.

Por ello, contempla un control muy preciso: el envío de información al Seguro


Social de los contratos celebrados entre la outsourcing y el beneficiario de los
servicios. Esta exigencia debe observarse trimestralmente dentro de los
primeros 15 días hábiles de enero, abril, julio y octubre del año de que se trate.

De igual forma, en caso de que exista novación de contrato, ambas partes


deben proporcionar los datos de ese documento. Existe novación de contrato
cuando las partes del mismo lo alteren sustancialmente al sustituir obligaciones
tales como:

 objeto
 período de vigencia
 lugar de ejecución de los trabajos o de prestación de los servicios, o
 perfiles, puestos, categorías o el número estimado mensual de
trabajadores u otros sujetos de aseguramiento que se pondrán a
disposición del beneficiario de los servicios o trabajos contratados

En ese sentido la Suprema Corte de Justicia de la Nación suma su criterio con


el propósito de robustecer y darle a la disposición en análisis un mayor peso
jurídico, a saber:

BENEFICIARIOS DE TRABAJOS O SERVICIOS. EL ARTÍCULO 15 A DE LA


LEY DEL SEGURO SOCIAL, ADICIONADO POR DECRETO PUBLICADO EN
EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 9 DE JULIO DE 2009, QUE
LES ASIGNA LA RESPONSABILIDAD SOLIDARIA EN EL CUMPLIMIENTO
DE DEBERES DE SEGURIDAD SOCIAL, ES CONSTITUCIONAL. El citado
precepto en términos generales establece que el beneficiario de los trabajos o
servicios asumirá las obligaciones previstas en la Ley del Seguro Social en
relación con los trabajadores que sean puestos a su disposición y dirección por
parte de un patrón, cuando este último hubiese incumplido con ellas y el
Instituto Mexicano del Seguro Social previamente le haya requerido, ya que el
legislador ordinario estimó que las empresas de prestación de servicios o de
mano de obra especializados –llamadas outsourcing–, en ocasiones no
cuentan con medios suficientes para cubrir las obligaciones derivadas del
vínculo laboral, y por ello era necesario asegurar el acceso y disfrute de los
trabajadores a sus derechos sociales por medio de la figura de la
responsabilidad solidaria, lo que motivó que el beneficiario fuera llamado a
responder de los deberes correspondientes junto con el empleador. En ese
tenor, el Congreso de la Unión no desbordó su facultad para expedir
disposiciones en materia de trabajo, prevista en los artículos 73, fracciones X y
XXX, y 123, apartado A, fracción XXIX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ni es irracional ese instrumento de garantía si se
tiene en cuenta, en primer lugar, que está encaminado a la protección y
bienestar de los trabajadores y sus familiares, en aras de no dejarlos
desamparados, además de que el beneficiario de la obra o el servicio no
desconoce las condiciones laborales en tanto los trabajadores están a su
disposición, mando, dirección o supervisión, lo que le permite identificar
plenamente al empleador, el lugar donde se ejecuta el trabajo, el número de
días laborados, el horario y si se realiza una tarea operativa, profesional o
administrativa. Ante esta conexión superlativa con la relación de trabajo, el
beneficiario de los trabajos o servicios está en posibilidad material y jurídica de
responder solidariamente en el cumplimiento de los deberes de seguridad
social, no obstante carecer de la calidad de patrón al no pagar salarios ni
proporcionar la materia prima, maquinaria o herramientas de trabajo; aunado a
que la responsabilidad solidaria no es absoluta frente a toda obligación
incumplida, pues debe tenerse presente el artículo 26 de la Ley del Seguro
Social y, en caso de pagar, tal beneficiario puede repetir contra el contratista
independiente o intermediario.

Amparo en revisión 419/2010. Inmobiliaria Alpamayo, SA de CV y otra. 9


de junio de 2010. Cinco votos. Ponente José Fernando Franco González Salas.
Secretario Israel Flores Rodríguez.

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época.


Tomo XXXII, agosto de 2010, pág. 448. Tesis 2a. LXXXVII/2010. Tesis Aislada.

Demandas laborales

En este estado de cosas, la LFT es bastante desalentadora del uso de la figura


del outsourcing, cabe poner de ejemplo lo señalado en el numeral 712 de la
LFT que dice: “Cuando el trabajador ignore el nombre del patrón o la
denominación o razón social de donde labora o laboró, deberá precisar cuando
menos en su escrito inicial de demanda el domicilio de la empresa,
establecimiento, oficina o lugar en donde prestó o presta el trabajo y la
actividad a que se dedica el patrón”.

La sola presentación de la demanda en los términos del párrafo anterior


interrumpe la prescripción respecto de quien resulte ser el patrón del
trabajador. Esto es: una empresa no debe negar la existencia de la relación
laboral de un trabajador que la demanda ante una Junta de Conciliación y
Arbitraje, sólo por el hecho de ser trabajador de otra empresa, que le está
suministrando un servicio específico en el que está interviniendo el trabajador
demandante.

De todo lo anterior se desprende que el outsourcing es bastante riesgoso


desde el punto de vista laboral, toda vez que normalmente, encontramos una
responsabilidad solidaria, entre el contratante de este tipo de servicios y los
trabajadores que le son suministrados.

¿Por qué esta regulación?

Como se podrá notar, la LFT combate frontalmente la figura del outsourcing en


protección de los trabajadores de la prestadora de servicios de mano de obra;
en efecto, el hecho de que la LFT exija que el verdadero patrón de los
subordinados de otra empresa que presta servicios de mano de obra, a otra
compañía, tenga “elementos propios suficientes para responder de las
obligaciones con los trabajadores” se da porque actualmente existen muchas
organizaciones que subcontratan la mano de obra con el objetivo de eludir sus
obligaciones patronales fijadas en la LFT y las de seguridad social.

En efecto, la razón de existir de muchos “corporativos de servicios” es eludir el


pago de reparto de utilidades a los trabajadores, ya que si el personal del
“corporativo” estuviera integrado en la empresa o compañías del grupo,
recibirían una cuantiosa suma por concepto de utilidades, aún con las
limitaciones de ley para los trabajadores de confianza.

Otras organizaciones consideran que la mano de obra, representa un alto


costo, por los beneficios que la LFT otorga, siendo que en algunos casos,
ciertos trabajadores, con bajo salario nominal representan un muy alto costo
por los indirectos que reciben, así como para eludir la existencia de la relación
de trabajo, y por ende, el pago de indemnizaciones laborales, excepcionándose
en los juicios laborales con el pretexto de la “falta de relación contractual”.

Hoy por hoy, ninguna de las excepciones patronales en litigios laborales contra
“patrones ficticios” ha prosperado, como se puede percatar el leer los criterios
jurisprudenciales citados. Sin embargo, las acciones de trabajadores sobre
responsabilidad solidaria, si prosperan. La LFT protege a los trabajadores, no
sólo otorgándoles prestaciones, sino cuidando su estabilidad en sus empleos,
como en este caso.
Sobre las auditorías

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya había considerado ciertas


prácticas como indebidas, principalmente en contratos de outsourcing con
sociedades cooperativas integradas por trabajadores.

Este criterio del SAT resulta afortunado en defensa de las disposiciones


laborales ya citadas en este artículo, pues el crear cooperativas para ser
utilizadas como “patrones ficticios” y con el pago a ellas se puedan hacer
deducibles para el IETU los sueldos, salarios y las prestaciones al personal, así
como eludir cuotas de seguridad social, constituye un acto de simulación, lo
cual es penado por las leyes.

Esta simulación de actos jurídicos perjudica a los miembros de la cooperativa,


al Seguro Social y al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (Infonavit) y al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), ya que al
aparentar que los integrantes de la cooperativa son trabajadores de ésta y no
de la empresa que recibe los servicios, se cree que se evita la relación de
trabajo entre los cooperativistas y las compañías receptoras de sus servicios,
mismas que creen que los podrá separar en cualquier momento. Aunque la
cooperativa cumpla como patrón con las obligaciones que le imponen las Leyes
de trabajo, seguridad social y fiscales, no desaparecen las circunstancias de
“simulación, con las que la cooperativa se creó”.

Lo mismo que hemos comentado respecto de las cooperativas lo hacemos


extensivo a todas aquellas sociedades civiles o mercantiles, que se han
establecido, con el fin, de eludir la existencia de relaciones de trabajo; sin
embargo, no aplica a las empresas realmente prestadoras de servicios
existentes en el mercado.

Por ello, los respectivos contratos, con éstas, deben contener una cláusula
donde reconozcan ser verdaderos patrones de los trabajadores que utilizan en
la prestación del servicio contratado, y donde se obligan a responder a dichos
trabajadores de todas sus prestaciones, aun las derivadas de la terminación de
la relación laboral y que también lo hagan ante las autoridades por todas las
aportaciones y contribuciones relacionadas con dichos colaboradores.

Con base en el criterio del SAT, éste ha publicado en su portal “notas de


prensa” anunciando severas visitas domiciliarias a este tipo de prestadores de
servicios, como a quienes los reciben y probablemente se van a fincar
responsabilidades penales con fundamento en la fracción IV del artículo 109
del Código Fiscal de la Federación (CFF), imputándoles que están simulando
uno o más actos o contratos obteniendo un beneficio indebido con perjuicio del
fisco federal.

¿Es lícito o no contratar outsourcing?

¿es ilícito constituir una sociedad cooperativa de producción que preste


servicios de mano de obra o si es ilícito contratar empresas de mano de obra?
La respuesta a estas interrogantes es no, no es ilícito hacerlo, lo que sí
constituye un ilícito es hacer todo esto con el único objeto o fin de “darle la
vuelta a las leyes, buscando un beneficio particular”.

En efecto, aquí es la intención con que se crean las sociedades prestadoras de


servicios de mano de obra, para qué se utilizan y qué fines persiguen. De
acuerdo con el artículo 109, fracción IV del CFF, todo acto o contrato que bajo
los aspectos de simulación se realicen o celebren en perjuicio del fisco federal
son un delito equiparable a la defraudación fiscal y se pena igual que la
defraudación fiscal.

Aquí no se vale argumentar que los actos de outsourcing son 100% lícitos, ya
que están sustentados y permitidos por otras leyes; porque conforme al
segundo párrafo del artículo 5o. del CFF, la aplicación del derecho federal
común sólo está permitida, para efectos fiscales, cuando la aplicación de
dichas normas “no contravenga las disposiciones del derecho fiscal”, además,
las normas de trabajo y de seguridad social son derechos constitucionales de
los trabajadores, y por ello son normas de orden público e interés social, lo que
quiere decir que son irrenunciables para los trabajadores (art 5o. LFT) y su
violación constituye un ilícito (art. 1910 del Código Civil).

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