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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación Superior


Universidad Rafael Urdaneta
Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales

Unidad II. La Obligación Tributaria.

1.- La Obligación Tributaria.


1. Concepto. Articulo 13 COT
2. Características
3. Elementos de la Obligación Tributaria.
3.1. Sujetos.
3.2. Objeto.
3.3. Hecho Imponible
3.4. Base Imponible.
3.5. Tarifa
4. Determinación de la Obligación Tributaria.
4.1. Autoliquidación.
4.2. De Oficio.
- Base Cierta.
- Base Presunta
5.- Procedimiento de Fiscalización y Determinación
6.- Procedimiento de Verificación

1. La obligación tributaria. Concepto.


La palabra “obligación” proviene del latín “obligare” que significa atar alrededor de. Su significado está
vinculado al concepto de compromiso.
En términos generales, la obligación está constituida por una conducta o actividad determinada, cuya
ejecución se le impone a una persona aun por encima y en contra de su voluntad. Dicha actividad puede
ser de dar, como el pago de cantidades de dinero; de hacer, como pintar un cuadro o de no hacer donde
el deudor se compromete a no efectuar una determinada conducta como no levantar una pared muy alta
que puede obstruir el paso del viento al vecino.
La obligación tributaria es la obligación de pagar el tributo, es decir, es una obligación de dar cantidades
de dinero al sujeto activo de la obligación tributaria.
Nuestro Código Orgánico Tributario, en su artículo 13, establece que: “La obligación tributaria surge entre
el Estado en las distintas expresiones del Poder Público y los sujetos pasivos en cuanto ocurra el
presupuesto de hecho previsto en la ley. Constituye un vínculo de carácter personal aunque su
cumplimiento se asegure mediante garantía real o con privilegios especiales”.
En este sentido, Moya (2012) expresa: “La obligación tributaria es un vínculo jurídico ex lege, en virtud del
cual, una persona en calidad de sujeto pasivo está obligado al pago de una suma de dinero por concepto
de tributo y sus accesorios, siempre y cuando ocurre el presupuesto de hecho establecido en la ley”.
Villegas (2002) refiere que la obligación tributaria puede definirse como: “El vínculo jurídico ex - lege, en
virtud de la cual una persona está obligada hacia el Estado u otra entidad pública, al pago de una suma
de dinero, cuando se verifique el hecho previsto por la ley”.
En consecuencia, la obligación tributaria tiene como fuente exclusiva la ley, de allí que pertenezca a las
llamadas obligaciones ex—lege, donde para que se produzca el nacimiento de la obligación tributaria es
necesario que se den dos supuestos, a saber: que exista una norma legal que la consagre y que en la
vida real se materialice el hecho imponible tipificado abstractamente en la ley.

2. Características:
La obligación tributaria posee las siguientes características:
a) Constituye un vínculo de derecho. El Estado ejerce sus poderes tributarios en el momento
que crea el tributo, pero una vez establecido en la ley, lo que surge como consecuencia de la realización
del supuesto de hecho por parte de alguna persona es una relación de derecho entre el Estado y los
particulares, cuya solución corresponde al Derecho.
b) Siempre es una obligación de dar sumas de dinero.
c) Tiene su fuente en la ley. La obligación de dar tiene que ser creada por una ley.
d) Es una obligación personal es decir entre personas, por una parte el Estado y por la otra el
contribuyente.
e) Nace al producirse el hecho imponible.

3. Elementos de la Obligación Tributaria.


Los elementos de la obligación tributaria, al igual que los de otras obligaciones jurídicas, son el subjetivo,
que es doble (sujeto activo y pasivo), el objetivo, y se le agrega el hecho y la base imponible, propio de la
materia tributaria.
Sujeto Activo:
El COT en su artículo 18 define al sujeto activo como el ente público beneficiario o acreedor del tributo.
Ello equivale a decir que el sujeto activo es el Estado en las diversas manifestaciones del Poder Público,
Nación, Estados Federales y Municipios; además de los órganos beneficiarios de las contribuciones, tales
como: INCES, Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Universidades Públicas.
Sujeto Pasivo:
El artículo 19 del COT define al sujeto pasivo como el obligado al cumplimiento de las prestaciones
tributarias, sea en calidad de contribuyente o de responsable. Es decir, es el deudor de la obligación
tributaria.
Clases de Sujetos Pasivos:
- Contribuyentes: El contribuyente se define como el destinatario legal del tributo, o sea, el deudor por
deuda propia. Al estar a él referido el mando de pago tributario, pasa a ser sujeto pasivo de la relación
jurídico tributaria principal. Se trata de un deudor a título propio. Es el realizador del hecho imponible y
es quien sufre en sus bienes el peso económico tributario.
Se entiende por contribuyente de conformidad con el Art. 22 COT: Los sujetos pasivos respecto de los
cuales se verifica el hecho imponible de la obligación tributaria. En tal sentido, dicha condición puede
recaer en:
a) Las personas naturales, prescindiendo de su capacidad según el derecho privado. Las personas
naturales de acuerdo con el artículo 16 del Código Civil son todos los individuos de la especie humana;
es decir, son todos los individuos.
En materia de derecho civil sólo las personas mayores de 18 años tienen capacidad jurídica o capacidad
para negociar, para ser sujeto de derechos y quedar obligado frente a las demás personas.
En materia tributaria “toda persona natural” es sujeto pasivo de la obligación tributaria,
independientemente de su edad, de modo que, toda persona que quede inmersa dentro del supuesto de
hecho descrito por la ley tributaria como hecho imponible, es sujeto pasivo de la obligación tributaria.
b) Las personas jurídicas y los demás entes a los cuales otras ramas jurídicas atribuyan calidad de sujeto
de derecho.
Las personas jurídicas o personas colectivas son aquellos entes que no son individuos de la especie
humana, pero que está constituido por un conjunto de personas naturales que se han reunido para la
consecución de un fin, tales como: las cooperativas y las sociedades mercantiles.
c) Las entidades o colectividades que constituyan una unidad económica, dispongan de patrimonio y
tengan autonomía funcional. Por tanto, las entidades sin personalidad jurídica disponen de un fondo de
bienes, destinados a la realización de actividades económicas; poseen órganos o personas que la
representan para la formación de su voluntad, realizan negocios con otras personas; pero no tienen
personalidad jurídica según las normas de Derecho Privado. Entre esta categoría de entes sin
personalidad jurídica es posible mencionar a las Sociedades Irregulares; en este sentido, no existe en la
legislación venezolana una norma que defina tal institución; en consecuencia desde el punto de vista
doctrinal, son aquellas que no cumplen con las formalidades mercantiles, sobre todo en lo concerniente a
la emisión de un contrato escrito o que dicho contrato no haya sido inscrito y publicado, tal como lo
señala el artículo 219 del Código de Comercio (1955).

- Responsables: Son los sujetos pasivos que sin tener carácter de contribuyentes, deben por
disposición expresa de la Ley cumplir las obligaciones atribuidas a éstos (Artículo 25 COT).
En síntesis, los deudores del impuesto son los que deben satisfacer una deuda a título propio y,
responsables, quienes deben atender una deuda ajena, sea en forma solidaria. Entonces, se trata de
terceros ajenos al hecho imponible, pero que por mandato de la ley están al lado del contribuyente y son
obligados a pagar por cuenta del contribuyente, con carácter solidario. Las obligaciones solidarias es
aquella que tiene varios deudores obligados a la misma cosa, de modo que uno de ellos puede ser
obligado al pago de la totalidad.
A tal efecto, conforme al artículo 28 del COT, son responsables solidarios, por los tributos, multas y
accesorios, derivados de los bienes que administren, reciban o dispongan:
a) Los padres, los tutores y los curadores de los incapaces y de herencias yacentes. Es una
responsabilidad por representación.
b) Los directores, gerentes, administradores o representantes de las personas jurídicas y demás
entes colectivos con personalidad reconocida.
c) Los que dirijan, administren o tengan la disponibilidad de los bienes de entes colectivos o
unidades económicas que carezcan de personalidad jurídica.
d) Los mandatarios, respecto de los bienes que administren o dispongan.
e) Los síndicos y liquidadores de las quiebras y los liquidadores de las sociedades.
f) Los socios o accionistas de las sociedades liquidadas.
g) Los demás, que conforme a las leyes así sean calificados.
Interesa destacar que la responsabilidad solidaria sólo se limitará al valor de los bienes que se
administren o dispongan. También son responsables solidarios, los adquirientes de fondos de comercio y
demás sucesores a título particular. (artículo 29 COT).
También la norma tributaria considera como responsables directos a los agentes de Retención y
Percepción, entendiendo por los primeros, aquellos que por disposición de la ley deben retener el tributo
de los pagos que hagan los contribuyentes. Los agentes de retención son aquellos que por su función
pública, actividad, oficio o profesión, se haya en contacto directo con un importe dinerario de propiedad
del contribuyente o que éste debe recibir, teniendo la posibilidad de amputar la parte que corresponde al
fisco en concepto de tributo. En este sentido, el agente de retención es aquel sujeto pasivo que, en
virtud de la particular vinculación que guarda con el contribuyente, está obligado a deducir de las
cantidades que serán pagadas a este último, una porción en concepto de anticipo de tributo y enterar
dichas cantidades al sujeto activo.

En el ordenamiento venezolano, de conformidad con el artículo 27 del Código Orgánico Tributario (2001),
el agente de retención es un responsable del pago del tributo, que está obligado a dar cumplimiento
conjuntamente con el deudor principal de la cuota tributaria a retener, únicamente cuando dicho agente
no haya dado cumplimiento a su obligación de detraer, de los pagos efectuados al deudor principal, los
montos legalmente establecidos.
Por su parte, los agentes de percepción son aquellos que también, por disposición legal, deben percibir el
tributo de los contribuyentes o consumidores, por los pagos que reciban, bien sea por su profesión, oficio,
actividad o función, encontrándose en una situación tal que le permite recibir del contribuyente un monto
tributario que posteriormente debe depositar a la orden del sujeto activo: En ambos casos, tanto los
Agentes de Retención como los de Percepción, deberán enterar el tributo al ente acreedor del mismo.
Efectuada la retención o percepción, el agente es el único responsable ante el fisco por el importe
retenido o percibido. De no realizar la retención o percepción, responderá solidariamente con el
contribuyente. El agente es responsable ante el contribuyente por las retenciones efectuadas sin normas
legales o reglamentarias que las autoricen. Si el agente enteró en la administración lo retenido, el
contribuyente podrá solicitar de la administración tributaria el reintegro o la compensación
correspondiente (art. 27 COT).

El Hecho Imponible:
La ley tributaria, en virtud del principio de legalidad, debe describir la situación que debe darse para que
el particular se vea obligado con el Estado a cancelarle una cantidad de dinero por concepto de tributo.
Así, el legislador en el caso de los impuestos debe elegir hechos o situaciones que de una u otra forma
reflejen la capacidad económica de las personas, en las tasas una determinada actividad administrativa y
en las contribuciones un hecho económico o una actividad del sujeto activo; los cuáles pasa a describir
exhaustivamente en la norma, es el llamado supuesto de hecho, el cual una vez ocurrido en la realidad,
da origen al nacimiento de la obligación tributaria, es decir, la obligación tributaria es la consecuencia
jurídica del acaecimiento del supuesto descrito por la ley tributaria, el cual recibe el nombre de Hecho
Imponible.
Es por ello que el hecho imponible es definido como el hecho previsto o descrito en la ley, cuyo
acaecimiento u ocurrencia es la condición necesaria para que nazca la obligación tributaria.
Así tenemos como por ej, la realización de una actividad económica que conlleve a la obtención de
riqueza, constituye el hecho imponible del Impuesto sobre la renta; la venta de bienes o prestación de
servicios, es el hecho imponible del IVA; la transmisión gratuita de riqueza por acto entre vivos, es el
hecho imponible del Impuesto a las Donaciones; la transmisión de riqueza por muerte del causante, es el
hecho imponible del Impuesto a las Sucesiones, la propiedad de bienes inmuebles es el presupuesto de
hecho que debe darse para que surja la obligación de pagar el impuesto sobre inmuebles urbanos.
El hecho imponible lo define el Código Orgánico Tributario en su artículo 36 como el presupuesto
establecido por la ley para tipificar al tributo y cuya realización origina el cumplimiento de la obligación
tributaria.

La Base Imponible:
Una vez ocurrido el hecho imponible, surge como consecuencia la obligación de pagar por parte del
sujeto pasivo, pero en la descripción del hecho imponible no se encuentran los elementos necesarios
para determinar la cuantía del tributo a pagar, pues ese elemento que permite calcular el quantum de la
obligación tributaria es la llamada base imponible.
Se define como el elemento cuantificante de la obligación tributaria; es decir, es el parámetro o cifra que
permite delimitar el monto del tributo.
Es pues la medida base a la que aplicada la alícuota del impuesto, permite calcular el importe del tributo.
Ejemplo: los enriquecimientos netos, en el Impuesto sobre la renta; los enriquecimientos brutos anuales
en el impuesto municipal de industria y comercio; el peso, valor o cantidad de bienes, en los impuestos
aduaneros constituyen la base imponible.

La Tarifa: Cabe destacar otro concepto básico en materia tributaria, como la tarifa o alícuota, que es el
elemento que ha de aplicarse a la base imponible, a fin de determinar el quantum del tributo. Se
encuentra representada por un porcentaje, en la mayoría de los casos o puede estar representada por un
monto fijo. (Ejemplo: IVA: 12%).
4.- Determinación de la Obligación Tributaria.

La obligación tributaria nace, con el hecho generador del tributo o hecho imponible, es decir, es una
obligación legal, por que los supuestos que la originan tienen que estar establecidos en la ley que vincula
a la persona natural o jurídica como deudor tributario; pero nada hace el Estado con el establecimiento de
una obligación de pagar sin establecer los procedimientos para calcular el monto de la misma.
De manera que se puede definir la determinación tributaria como la verificación del supuesto de hecho, la
cuantificación de la base imponible que al aplicársele la tarifa correspondiente produce el monto de la
obligación a pagar.
En otras palabras, la determinación de la obligación tributaria es sacar la obligación del mundo de la ley y
llevarla a la cuantificación para conocer su monto. Se trata de calcular cuanto es el monto del tributo a
cancelar.
En Venezuela, la obligación tributaria nace una vez que se da en el mundo real el hecho imponible, y la
determinación es el acto que permite precisar el monto de dicha obligación.

Procedimientos para la determinación de la Obligación Tributaria.


La determinación de la obligación tributaria es el conjunto de actos realizados bien sea por la
administración tributaria, bien sea por el contribuyente o por ambos para precisar la existencia de la
obligación, osea, el hecho imponible, la base imponible y llegar al quantum o cuantía de la obligación.

Existen dos procedimientos para la determinación:


4.1. Autoliquidación: Es el propio contribuyente quien elabora su declaración y calcula por sí mismo el
impuesto a pagar y cancela dicho monto a la autoridad autorizada para tal efecto. Es la forma de
determinación empleada en Venezuela para el cálculo del impuesto sobre la renta y del impuesto al valor
agregado.
4.2. La determinación de oficio: Es la que hace la Administración Tributaria, tiene lugar cuando el
contribuyente hubiere incurrido en alguna de las conductas que a continuación se precisan y que se
encuentran establecidas en el artículo 130 del Código Orgánico Tributario.
- Cuando no hubiere presentado la declaración.
- Cuando la declaración presentada ofrezca dudas sobre los datos aportados.
- Cuando la declaración no esté respaldada por los documentos que reflejen las operaciones
realizadas que van a servir de base para el cálculo del tributo.
- Cuando los libros, registros y demás documentos no reflejan el patrimonio real del contribuyente.
- Cuando así lo establezca el Código Orgánico Tributario y las leyes.
La determinación de la obligación tributaria por parte de la Administración puede ejecutarse aplicando
dos sistemas, así lo establece el artículo 131 del COT:
1. Determinación sobre base cierta: Es la que hace la administración sobre la base de los datos
aportados por el contribuyente. Tales como: asientos contables y soportes documentales que la
administración le ha solicitado al contribuyente presentar y éste los ha aportado. Dichos
documentos reflejan la ocurrencia del hecho imponible y permite cuantificar la base imponible
para calcular el monto del impuesto.
2. Determinación sobre base presuntiva: es la que hace la Administración sobre la base de
pruebas indirectas, pues en este caso el contribuyente se niega a aportarle a la Administración
los datos necesarios para que proceda a la determinación del monto del tributo. En este caso, de
acuerdo con el Código Orgánico Tributario en su artículo 133, la Administración podrá utilizar
como datos para el cálculo del tributo: la contabilidad del contribuyente o las declaraciones
correspondientes a cualquier otro tributo, estimaciones del monto de ventas mediante la
comparación con los inventarios físicos, el volumen de transacciones, rendimiento de empresas
similares, utilidades de otros períodos fiscales, los datos obtenidos de estudios económicos sobre
empresas similares o conexas, entre otros.

La Administración procederá a realizar la determinación presunta del tributo en los siguientes casos
según el artículo 132 del Código Orgánico Tributario:
1. Cuando el contribuyente o responsable se oponga u obstaculice el acceso a los lugares
donde debe efectuarse la fiscalización, de manera que imposibiliten el conocimiento cierto de
las operaciones.
2. Cuando lleven dos o más sistemas de contabilidad con diferente contenido.
3. No presenten libros de contabilidad, así como ningún documento que compruebe las
operaciones realizadas.
4. Cuando en los registros se observen las siguientes irregularidades:
- No se registren las operaciones, exista alteración en los ingresos, costos o deducciones.
- Cuando las compras, gastos o servicios no tengan soporte.
- Cuando exista alteración en el registro del inventario, bien sea omitiendo bienes o registrando
existencia a precios distintos de los del costo.
5. Cualquier otra irregularidad que imposibilite conocer el monto de las obligaciones.

5.- Procedimiento de Fiscalización y Determinación.


Para Villegas (2005) la determinación tributaria consiste en aquel acto o conjunto de actos dirigidos a
precisar en cada caso concreto si existe o no una deuda tributaria, y poder especificar quien es el
obligado a pagar por concepto de algún tributo, es decir, poder conocer quién es el sujeto pasivo y cuál
es el importe de la deuda. Este procedimiento tiene como finalidad la realización de una revisión de fondo
al contribuyente, en cuanto a los elementos que configuran el hecho imponible y el quantum de la
obligación tributaria.
En este sentido, mediante este procedimiento la Administración está facultada para revisar los
documentos que soportan el monto del tributo debido, donde los elementos informativos y los datos
precisos que requiere la Administración para ejecutar la actividad fiscalizadora, pueden ser suministrados
por el propio sujeto pasivo, pero también pueden ser obtenidos por solicitudes a terceros relacionados de
alguna con el sujeto fiscalizado.
Es importante destacar, que toda fiscalización deberá iniciarse con una Providencia (artículo 188 C.O.T.),
la cual según el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) (2005) es
un documento emanado de la Administración Tributaria, mediante el cual se autoriza o designa a los
funcionarios adscritos a las dependencias competentes, para realizar la verificación de los deberes
formales de los sujetos obligados.
En dicha Providencia se deberá indicar con toda precisión el contribuyente o responsable, tributos,
períodos y, en su caso, los elementos constitutivos de la base imponible a fiscalizar, identificación de los
funcionarios actuantes, así como cualquier otra información que permita individualizar las actuaciones
fiscales, y debe ser notificada al contribuyente o responsable para que se entienda iniciado el
procedimiento.
Dicha Providencia autorizatoria debe reunir los requisitos que se exigen en el artículo 193 ejusdem,
mencionados a continuación: Lugar y fecha de emisión, identificación del contribuyente o responsable,
identificación de los períodos fiscales investigados y el tributo de que se trata, señalamiento concreto de
los hechos u omisiones constatadas y métodos aplicados en la fiscalización, la firma autógrafa,
electrónica u otro medio de autenticación del funcionario autorizado y la notificación formal al
contribuyente destinatario de la misma.
Una vez notificada la Providencia Administrativa, el funcionario fiscal entrega al sujeto pasivo el Acta de
Requerimiento, en la cual le solicita los documentos necesarios para realizar la revisión de fondo;
dejando constancia de la entrega de los mismos en el Acta de Recepciòn; conformando dichas
actuaciones y los documentos suministrados por el contribuyente el llamado expediente administrativo.
El Acta de Requerimiento es definida por Andrade (2010) como aquella acta mediante la cual el fiscal
solicita la entrega de la información pertinente como la entrega de libros contables y libros especiales.
Mientras que el Acta de Recepción de acuerdo con el Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT) (2005), es el acta a través de la cual se deja constancia de los
documentos recibidos por el fiscal, los cuales formaran parte del expediente administrativo.
Analizado los documentos que conforman el expediente y confrontados con la declaración realizada por
el contribuyente, si el fiscal constata que el contribuyente ha ajustado sus declaraciones y pagos a la
norma tributaria, es decir, si verifica que el monto del tributo determinado y cancelado era el correcto, el
procedimiento culmina con la emisión del Acta de Conformidad, la cual según Andrade (2010), implica
que el fiscal actuante no consiguió diferencia de impuestos debidos por parte del contribuyente; es decir,
en la misma se deja constancia que no se detectaron inconsistencias en el cumplimiento de la obligación
tributaria, con lo cual, no podrán iniciarse nuevas revisiones sobre los períodos ya fiscalizados.
Sin embargo, el procedimiento puede culminar con la emisión del Acta de Reparo, en caso de encontrar
el funcionario tributos omitidos; la cual es definida por Andrade (2010) como el Acta donde se presenta el
resultado de la investigación fiscal cuando se ha encontrado diferencias en el pago del impuesto a favor
del sujeto activo, es decir, el contribuyente determino y pago una suma inferior a la que realmente
correspondía de acuerdo con el fiscal, dichos elementos que demuestran las omisiones detectadas por el
fiscal actuante deben constar en el expediente administrativo, es decir, el acta que impone el pago del
tributo debe estar motivada expresando las razones que sustentan las diferencias encontradas cuyos
medios probatorios deben reposar en el expediente, además debe expresar si la determinación se realizó
sobre base cierta o sobre base presunta.
En este orden de ideas y a tenor de lo previsto en el artículo 195 del Código Orgánico Tributario, una vez
que el contribuyente ha sido notificado por los medios legales señalados en el artículo 171 y siguientes
del referido Código del acta de reparo, comenzará a correr un plazo de quince (15) días hábiles, dentro
del cual el contribuyente podrá aceptar parcial o totalmente el reparo formulado, es lo que se conoce
como Allanamiento; el cual es el acto mediante el cual el contribuyente manifiesta su aceptación o
conformidad con el reparo que le fuera formulado, debiendo proceder a presentar una declaración donde
rectifique los montos omitidos y procediendo a pagar el tributo resultante, con los intereses moratorios,
beneficiándose de esta forma con una disminución de la sanción (multa) que resultare procedente, la cual
quedará reducida al 30% del tributo omitido.
Por otro lado, producida la aceptación por parte del obligado tributario, la Administración Tributaria deberá
emitir inmediatamente la respectiva Resolución, en la cual impondrá la multa respectiva y los intereses
causados, con lo cual quedará concluido este procedimiento administrativo, así se expresa en el artículo
196 del Código Orgánico Tributario.
Concluido el plazo para allanarse, comienza a correr un lapso de veinticinco (25) días hábiles para
presentar los descargos; el cual consiste en el escrito donde el contribuyente alega todas las defensas
contra el Acta de Reparo y todas las pruebas que estime convenientes para su defensa de acuerdo con el
artículo 198 del Código Orgánico Tributario.
El Procedimiento finalizará con la emisión de la respectiva Resolución Culminatoria, que deberá
contener todos los elementos y cumplir con los diversos requisitos que el artículo 201 del Código
Orgánico Tributario señala, sin los cuales quedará afectada de nulidad que será absoluta o relativa
(anulabilidad), según sea la mayor o menor intensidad del vicio que la afecta y en la cual se determinará
el importe de la deuda tributaria a cargo del sujeto pasivo por concepto de sanciones, tributos e intereses,
con señalamiento del plazo fijado para su ingreso.

Es importante acotar, que esta Resolución debe ser notificada al contribuyente o responsable dentro del
plazo señalado para que la Administración tramite este procedimiento sumario y emita la respectiva
resolución, el cual es de un (1) año, de acuerdo a lo expresado en el artículo 202 del referido Código.
Con la notificación se logra la eficacia del acto, por ello se exige expresamente en la norma antes
indicada que, si la Administración Tributaria no notifica válidamente la Resolución a su destinatario, dentro
del plazo de un (1) quedaría concluido el sumario, se invalida el acta fiscal que le dio inicio, quedando
ésta sin efecto legal alguno. Este lapso, tiene su razón de ser en la necesidad de otorgar seguridad
jurídica a los contribuyentes, frente a las demoras excesivas de la Administración Tributaria, en la
resolución del asunto.
No obstante, las pruebas y elementos probatorios acumulados subsisten, y pueden hacerse valer y ser
apreciados en el nuevo sumario que se inicie, siempre que así se haga constar en la nueva acta que se
levante al efecto, y sin perjuicio del derecho del interesado a oponer la prescripción y demás excepciones
que considere pertinentes.
6.- Procedimiento de Verificación.
De acuerdo con Crespo (2006), el procedimiento de verificación, es un procedimiento administrativo
mediante el cual la Administración Tributaria puede verificar las declaraciones presentadas por los
contribuyentes y el cumplimiento de los deberes formales de los mismos, así como de los agentes de
retención y percepción.
En este procedimiento, la Administración Tributaria puede revisar los datos contenidos en las
declaraciones efectuadas por los contribuyentes a los fines de determinar si ha declarado correctamente,
basándose únicamente en la información suministrada por el contribuyente, por lo cual no requiere la
apertura del Sumario Administrativo, pues no se trata de un proceso investigativo, como sería el
procedimiento de fiscalización.
Para el Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) (2005), es un procedimiento
administrativo donde se constata el cumplimiento de los deberes formales relativos a las obligaciones
tributarias, tanto de los contribuyentes, como de los agentes de retención y percepción. Adicionalmente
mediante este procedimiento se revisa y comprueba el monto determinado por el contribuyente, en base
a los datos expresados en las declaraciones juradas de impuestos.
Constituye un mecanismo de la Administración Tributaria, que persigue establecer la existencia de la
obligación tributaria mediante la verificación de la declaración del sujeto pasivo y la verificación del
cumplimiento de los deberes formales correspondientes y en caso de verificarse un incumplimiento,
podrá imponer las sanciones respectivas mediante resolución que se notificará al contribuyente.
De conformidad con el Código Orgánico Tributario (2001), es un procedimiento administrativo donde se
verifica y constata el cumplimiento de los deberes formales relativos a las obligaciones tributarias, tanto
de los contribuyentes, como de los agentes de retención y percepción de los tributos, cuyo
incumplimiento trae como consecuencia las sanciones correspondientes y los intereses moratorios a que
diere lugar.
También se caracteriza, por la brevedad de su aplicación, puede llevarse a cabo en sede administrativa o
en el domicilio del contribuyente o responsable. Sin embargo para ser practicado en el domicilio del
contribuyente, se requiere la autorización previa expedida por la Administración Tributaria; es decir, es
necesaria la emisión de la Providencia Administrativa que autorice al funcionario fiscal a la realización
del procedimiento; la cual debe ser notificada al contribuyente de conformidad con los Artículos 161 y
siguientes del Código Orgánico Tributario (2001).
Para el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) (2005) la
Providencia Administrativa es un documento emanado de la Administración Tributaria, mediante el cual se
autoriza o designa a los funcionarios adscritos a las dependencias competentes, para realizar la
verificación de los deberes formales de los sujetos obligados.
De acuerdo con Sanmiguel (2006) constituye el acto administrativo que se genera de la decisión de la
Administración Pública; en este caso concreto, la decisión contenida en la misma es la autorización que
hace la Administraciòn Tributaria al funcionario fiscal, para aplicar el Procedimiento de Verificaciòn de
Deberes Formales en el domicilio del contribuyente; debe contener los elementos previstos en el Artículo
178 del Código Orgánico Tributario (2001); el sujeto objeto de la verificación, el tributo cuyo deberes
formales serán revisados y los períodos involucrados en la verificación.
En este procedimiento, la Administración Tributaria procederá a la verificación bien sea de las
declaraciones presentadas por los contribuyentes o responsables, a los fines de realizar los ajustes
respectivos y liquidar las diferencias que hubiere lugar, o del cumplimiento de los deberes formales del
tributo objeto de revisión, y los deberes de los agentes de retención y percepción, e imponer las
sanciones a que haya lugar.
Para lograr el objetivo de la revisión, el funcionario debe notificar al contribuyente el Acta de
Requerimiento; la cual de acuerdo con Andrade (2010) es el documento mediante el cual el fiscal solicita
el suministro de la documentación pertinente. En el mismo sentido la define el Servicio Nacional Integrado
de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) (2005), concibiéndola como el acta elaborada por el
funcionario fiscal, mediante la cual se solicitan los deberes formales objeto de revisión; dejando
constancia de la entrega de los documentos aportados por el contribuyente en el Acta de Recepción.
Por su parte, el Acta de Recepción, de acuerdo con el Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT) (2005), es el acta a través de la cual se deja constancia de los
documentos recibidos por el fiscal en el procedimiento de verificación; realizando en la misma las
respectivas observaciones sobre los documentos no entregados por el obligado, la misma debe ser
notificada. En el caso de la verificación a las declaraciones presentadas por los contribuyentes o
responsables, la misma se efectuará con fundamento exclusivo en los datos en ellas contenidos y en los
documentos que se hubiere acompañado a la misma. Si la Administración Tributaria llegase a constatar
diferencias en los tributos autoliquidados o en las cantidades pagadas a cuenta del tributo, realizará los
ajustes respectivos, mediante la emisión de una Resolución, la cual será notificada al contribuyente o
responsables, por cualquiera de los medios previstos en los artículos 162 y siguientes del Código
Orgánico Tributario.
En esta Resolución, a tenor de lo dispuesto en el artículo 175 del referido Código, se calculará y
ordenará la liquidación de los tributos resultantes de los ajustes, o las diferencias de las cantidades
pagadas a cuenta de tributos, con sus intereses moratorios, y se impondrá sanción equivalente al diez
por ciento (10%) del tributo o cantidad a cuenta de tributos omitidos, y las sanciones que correspondan
por la comisión de ilícitos formales.
Por su parte, al tratarse de la verificación del incumplimiento de los deberes formales y de los deberes en
el caso de los agentes de retención y percepción, la Administración Tributaria podrá efectuarla en su sede
o en el establecimiento del contribuyente, debiendo existir en este último caso, autorización expresa
emanada de ésta e impondrá la sanción respectiva mediante resolución, la cual será notificada al
contribuyente o responsable, conforme a lo señalado en el artículo 173 del Código Orgánico Tributario.
La Administración Tributaria al verificar el incumplimiento de deberes formales sólo se limita a imponer la
sanción respectiva mediante resolución que debe notificarse al contribuyente o responsables, de acuerdo
con las normas que a tal efecto están previstas en el Código Orgánico Tributario. De no estar de acuerdo
el contribuyente, podrá hacer uso de los medios de impugnación establecidos en el Código Orgánico
Tributario.

Bibliografia
Abache, S (2012). La Verificación a los 30 años de Codificación Tributaria en Venezuela. Crónica de un
sin sentido legislativo, administrativo y jurisprudencial. En: 30 años de la Codificación del Código
Orgánico Tributario. Tomo II. Caracas: Editorial Torino.

Andrade, B (2010). Las Inspecciones Administrativas en Materia Tributaria: Apuntes sobre los
Procedimientos Determinativos Oficiosos de Tributos. Caracas: Editorial Jurídica Venezolana.

Crespo, M (2006). La Potestad Sancionadora de la Administración Tributaria. Caracas: Editorial Jurídica


Venezolana.

Moya, E. (2006). Elementos de Finanzas Públicas y Derecho Tributario. Caracas: Mobolibros. 5ta Edición.

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