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6. Vinagreta clásica. Mezcla sal y pimienta al gusto en un bol, agrega una porción de
vinagre; una vez disuelto, agrega aceite (el triple más que de vinagre) y mezcla
hasta que espese. Si el vinagre es balsámico o de jerez es recomendable reducir
su cantidad, dada la fuerza de sus sabores.
8. Salsa Yogurt. Mezclar yogurt natural con aceite, vinagre y unas hojitas de menta.
Una opción para este aderezo es utilizar la mitad de queso fresco y mitad de
yogurt.
10. Aderezo de mostaza con miel. Coloca la mayonesa, mostaza, miel y jugo de limón
en un tazón chico. Bate con un batidor de globo hasta tener una mezcla uniforme.
Si no la utilizas inmediatamente, mantenla en refrigeración.
VINAGRETAS
1. Vinagreta clásica
Como base lleva aceite, vinagre y sal, y podemos enriquecerla con ingredientes
picados como cebolleta, ajo, tomate, pimiento, perejil, orégano, sésamo, o cilantro.
Este aderezo para ensaladas puede completarse con huevo (la yema también
picada), que irá muy bien en una ensalada de espárragos o puerros cocidos, y
también un poco de queso si vamos a aliñar una ensalada de hoja verde (por
ejemplo de canónigos o espinacas).
2. Salsa rosa
Uno de los aliños para ensaladas que no puede faltar en verano. Aunque puede
usarse en cualquier ensalada potencia los sabores de aquellas que llevan gambas
y mariscos (ensalada de cangrejo, cóctel de gambas, etc.).
La salsa rosa es uno de los aderezos para ensaladas más exitosos. Lleva
proporción 3 a 1 de mayonesa y kétchup, un toque de azúcar y un chorrito de
coñac. Si la ensalada lleva fruta puedes añadirle un toque de zumo natural. Y si
sustituyes el coñac por el whisky tendrás una salsa rosa con aroma y sabor
especial.
3. Vinagreta francesa
Si te gusta probar diferentes aliños para ensaladas habrás oído hablar de la
vinagreta francesa, que va muy bien con ensaladas de hoja verde y con aquellas
que tienen un toque marinero (atún, gambas, berberechos o ahumados).
Apunta la receta y adáptala según los comensales: 3 cucharadas de zumo de
limón, media taza de aceite de oliva virgen, sal, pimienta negra y azúcar
moreno. Muy importante: mezcla bien hasta que el azúcar quede disuelto.
4. Salsa César
Otro de los aderezos para ensaladas más consumidos. Cualquier ensalada verde,
con queso o huevo duro potenciará su saborcon esta salsa que da nombre a la
famosa ensalada César.
Para elaborarla necesitarás anchoas, ajo, mostaza de Dijon, zumo de limón,
huevo, aceite de oliva, salsa Perrins y queso parmesano rallado. También puedes
añadirle un toque de azúcar. Que haya salsa de sobra: un poco de salsa
césar siempre viene bien como condimento.
5. Salsa de yogur
La salsa de yogur es uno de esos aliños para ensaladas que puede darnos puntos
como anfitriones si vamos a servir ensaladas de verduras o legumbres, ensaladas
con queso y tacos de pollo o simplemente para unos tomates aliñados.
Los ingredientes para prepararla son sal, eneldo fresco picado, pimentón, yogur
natural y un toque de vinagre blanco. Una opción recurrente es añadirle, antes de
batir, pepino picado, de tal forma que tendremos una salsa de pepino y yogur.
Con pepino o sin él agrégale nata líquida o mayonesa para aligerar un poco la
mezcla. Y si le aportas un toque de hierbas, como en la receta tradicional de la
salsa de yogur de Choví, obtendrás un sabor característico y sobre todo
refrescante.
6. Vinagreta de naranja
Dentro de las vinagretas para ensaladas ésta es una de las más versátiles.
Puedes utilizarla para ensaladas de hoja verde, legumbres o marisco.
¿Una idea? Aliña con ella una ensalada de aguacate, queso, gambas a la plancha
y tacos de naranja. Para elaborarla necesitarás 1 naranja, ½ limón, 2 cucharadas
de Mostaza de Dijon, pimienta, sal y un chorrito de aceite de oliva.
7. Vinagreta de mostaza
Fácil, rápida y perfecta para ensaladas con pollo, con queso y de hoja verde,
especialmente endivias o escarola.
Necesitarás aceite de oliva, vinagre, pimienta negra, sal y mostaza. Una forma
sencilla de hacerla es, en un bote de cristal (con tapa), poner aceite, vinagre, sal,
pimienta y un buen chorro de mostaza. Cuanta más mostaza pongas más espesa
quedará la vinagreta. Mueve (como si fuera un cóctel) y viértela directamente en la
ensalada.
Si quieres endulzar esta salsa dale un toque de miel y obtendrás una salsa de
mostaza y miel, otro de los aderezos para ensaladas más famosos.
8. Vinagreta de soja
Para ensaladas de arroz y para aquellas que llevan pollo. La receta para hacer tu
propia vinagreta de soja es 1 parte de aceite de oliva, 1 de salsa de soja, 1 de
agua y media de balsámico. Añadimos semillas de sésamo (que le darán un toque
distinto visual y de texturas) y, si te gusta, un poco de jengibre molido. ¡Y ensalada
con toque asiático a la vista!
9. Vinagreta de cilantro
Perfecta si lo que quieres es dar a tu ensalada un toque aromático. La vinagreta
de cilantro está especialmente indicada, para ensaladas de pasta y, en general
para aquellas que lleven atún (por ejemplo una ensalada de tomate, atún y queso
fresco).
Para elaborar este aliño necesitarás una taza de zumo de limón, un manojo de
cilantro fresco, una cucharada sopera de mostaza, un chorro de vinagre, ½ taza de
aceite de oliva, sal y azúcar. También puedes sustituir el azúcar por mermelada al
gusto. Si quieres, licua la mezcla para que quede más integrada y suave.
EL VALOR DE LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad es un atributo determinante si deseamos lograr metas comunes de
cambio, superación y prosperidad en la sociedad. Es una cuota que cada quien debe
aportar y que exige un gran compromiso.
En primer lugar, podemos destacarla como esa conducta que demuestra que somos
cumplidos con nuestras obligaciones a todo nivel. Es por esto que es vista como una
obligación de tipo moral, familiar, profesional y personal, pues debemos hacer un gran
esfuerzo por actuar bien, ya que de lo contrario propiciamos ciertas consecuencias. En
este sentido, encontramos entonces que muchas personas generan confianza hacia los
demás, debido a esta cualidad. Los individuos deben actuar de manera que las
consecuencias de sus acciones no atenten en contra de los demás. Ser irresponsables es
el resultado de la falta de prioridades o valores, que afecta a todos en la sociedad.
También representa la habilidad para tomar decisiones acertadas de manera consciente y
asumir las consecuencias de nuestro comportamiento. Esto implica, además, responder
ante quienes corresponda en cada momento que hemos cometido errores, reconocer las
fallas y enfrentar las situaciones, para decidir y aprender de esos desaciertos. Esa
autonomía, que nos brinda la capacidad para escoger nuestros actos, debemos verla
como una vía para aprovechar las situaciones y transformarlas en oportunidades, y así de
esta manera avanzar. Por otro lado, exige tanto valentía como humildad para afrontar y
aceptar las equivocaciones.
Las personas responsables tienen cierto sentido de la justicia sobre el cumplimiento del
deber, saben usar su inteligencia, son honrados, respetuosos, trabajadores, serviciales,
puntuales, características estas que les brindan el respeto de los demás.
En definitiva, ser responsables es una condición del individuo, propia de su naturaleza
social que surge como respuesta al sentido de compromiso presente en cada uno.
Consiste en hacerse cargo de nuestras obligaciones, no permitir que otros hagan lo que
nos corresponde, no dar excusas ni culpar a los demás, medir las consecuencias antes de
actuar, para de esta manera ser cumplidos y confiables. Si cada uno de nosotros
aportamos nuestra cuota positiva a través de una conducta comprometida en cuanto al rol
que cumplimos en la sociedad, estaremos generando ese sentido de responsabilidad que
necesitamos para lograr un mundo mejor para todos.
QUE ES EL CANVAS
Todo emprendedor posee una idea de negocio, sin embargo, su puesta en práctica no
resulta fácil, y mucho menos sacarle rentabilidad. Por ello contamos con varias
estrategias, entre ellas el modelo Canvas. Estas estrategias buscan asegurarnos que
nuestras iniciativas llegaran a tener a éxito. Sin embargo, no todos los modelos de
negocio nos dan soluciones perfectas. Es por ello por lo que surge el modelo Canvas.
En definitiva, este modelo trata de aprender muy rápido sobre el mercado, en un corto
tiempo y con el mínimo coste. Con el objetivo de lograr un modelo que busque la agilidad
y la reducción del tiempo en el desarrollo de iniciativas empresariales, para finalmente
generar productos y servicios que cumplan con las necesidades de los clientes y aporten
valor.