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Análisis de Ley de Abogados

Título I Disposiciones Generales (Artículos 1 al 6)


Artículo 1: Al leer el artículo 1 de la Ley, podemos inferir que su objeto es regular la profesión de
Abogado y su ejercicio; en concordancia con el Reglamento, los Reglamentos Internos y
el Código de Ética Profesional correspondientes.
Artículo 2 : El abogado en la sociedad tiene como función básica el aplicar en sus diferentes campos
de trabajo, los criterios que surjan de la interpretación de las normas jurídicas; no con una misión de
lucro, sino que, mediante el ejercicio de la profesión, además de desempeñarse de manera óptima
como asesor jurídico o abogado litigante en todos los procesos que requieran su intervención, debe
generar cambios en el ámbito del derecho que respondan a un ejercicio profesional sustentable en
el respeto a la persona, el bien común y la justicia, así como aplicar un método analítico y valorativo
en el estudio de los acontecimientos de interés jurídicos y sus posibles soluciones. Por tanto, se
dispone en este artículo que las actividades del abogado, no serán gravadas con los impuestos que se
aplican a las empresas y ejercicio de profesiones cuyo único fin es el lucro personal.
Por otra parte, el artículo 2 también permite pensar en el reconocimiento de la existencia de
asociaciones de abogados o bufetes, este aunque es un tema no desarrollado, es reconocido por la
normativa legal especial; en tal sentido el mismo Artículo 2 establece:
"Los despachos de abogados no podrán usar denominaciones comerciales, y sólo se distinguirán
mediante el uso del nombre propio del abogado o de los abogados que ejercieren en él, de sus
causantes, o de los que habiendo fallecido hubiesen ejercido en el mismo, previo consentimiento de
sus herederos, y la calificación de bufete, escritorio o despacho de abogados.
También se permitirá una denominación impersonal cónsona con la dignidad de la profesión."
Artículo 3: Se instaura mediante este artículo, como requisito indispensable ser abogado, para
"comparecer por otro en juicio y evacuar consultas jurídicas, verbales o escritas y realizar gestiones
inherentes a la abogacía." Se requiere además, que los representantes legales, no abogados, para
comparecer en juicio a nombre de su(s) representado(s) deberán ser asistidos por un profesional del
derecho.
Artículo 4: Contempla este artículo el mandato de que en juicio, toda persona debe ser representada
por un abogado en ejercicio. En caso contrario, el Juez hará la designación correspondiente; a los
fines de garantizar un efectivo cumplimiento del debido proceso, a que tienen todos los ciudadanos.
Artículo 5: En protección de la profesión de abogado, defensa del efectivo funcionamiento
del sistema judicial y garantizar el debido proceso al ciudadano común, por imperio de esta Ley, sólo
abogados en ejercicio podrán actuar como representantes o asistentes de terceros. Esta es una
disposición que deben hacer cumplir los Jueces, Registradores, Notarios y demás autoridades
civiles políticas y administrativas; en cualquier ámbito: penal, civil, administrativo, laboral, etc.
(Véase análisis al Artículo 6).
Artículo 6: Por mandato de la Ley de Abogados, se debe exigir la intervención de los abogados en
toda materia de naturaleza jurídica; en tal sentido, tenemos que evidentemente de acuerdo con dicha
Ley, es obligatorio que todo documento sometido a registro se encuentre redactado por abogado, sin
que se admitan las excepciones de la Ley de Registro Público. Lo que se pretende con esta
disposición, es que el ejercicio de la abogacía, no esté en manos inexpertas de quienes no tienen la
preparación para desempeñarse en el área jurídica.
El equivalente al artículo bajo análisis en este aparte, es del siguiente tenor en el Artículo 3, de
la Constitución de 1999; "Todo documento que se presente ante los registros y notarías, deberá ser
redactado y tener el visto bueno de abogado debidamente colegiado y autorizado para el libre
ejercicio profesional.
Título II Del Ejercicio de la Profesión de Abogado (Artículos 7 al 14)
Artículo 7: Desde el aspecto gremial la Constitución de 1999 señala en el artículo 105 que la Ley
determinará las profesiones que requieren título y las condiciones que deben cumplirse para
ejercerlas, incluyendo la colegiación.
Esta cita es importante porque desmiente aquello que no hay obligatoriedad de colegiación para los
abogados; la Ley de Abogados, pese a ser anterior a la Constitución, no la contraría, por lo que está
en plena vigencia y validez, ya que tiene su basamento en la Disposición Derogatoria Única.
En concordancia con el artículo 105 de la Constitución, la Ley, contempla en su artículo 7: "Quien
haya obtenido el título de Abogado de la República… deberá inscribirse en un Colegio de Abogados y
en el Instituto de Previsión Social del Abogado para dedicarse a la actividad profesional".
En resumen, se establece como requisito sine qua non, la obligación de inscribir el título en el
Colegio de Abogados.
Artículo 8: Según este artículo, la solicitud de inscripción del título se formulará por escrito ante el
Colegio respectivo, se acompañará de los recaudos señalados en el presente artículo y en el lapso
indicado.
El contenido de los artículos 7 y 8, permiten determinar que para ejercer el Derecho, no basta con
obtener el título de Abogado, sino que establece la obligatoriedad de inscribirse en el Colegio de
Abogados respectivo y en el Instituto de Previsión Social del Abogado (INPRE).
Artículo 9: Respecto a la inscripción referida en el Artículo anterior, en caso de ser negada la
solicitud o no se decidiere, el abogado podrá apelar por ante la Instancia competente, entiéndase
Directorio de la Federación de Colegios de Abogados y si estos no deciden entonces recurrirá por
ante la Corte Suprema de Justicia, ahora, Tribunal Supremo de Justicia.
Artículo 10: Las inscripciones prenunciadas, habilitan para el ejercicio y la actividad profesional en
todo el territorio de la República Bolivariana deVenezuela.
Artículos 11 y 12: Estos artículos, definen el ámbito de aplicación de la Ley en estudio, ya que, el
abogado, cualquiera sea el ámbito o función que desempeñe, está sometido a su cumplimiento. Es
decir, la conducta regulada por la Ley comprende todo el desempeño profesional de un abogado,
independientemente que ejerza como litigante, asesor, docente, funcionario público, juez, fiscal,
árbitro, diputado, gerente legal, periodista, etcétera.
Por su parte, el artículo 12 determina quienes no pueden ejercer como abogados. Entre ellos se
menciona: los ministros de culto, los militares en servicioactivo, abogados diputados incorporados a
la Cámara; entre otros. Definiéndose al mismo tiempo por qué no pueden ejercer libremente la
profesión.
Artículo 13: Se deduce del artículo 13, la exigencia de un sentido de reciprocidad respecto al ejercicio
de la profesión de abogados extranjeros en nuestro país; dicho artículo establece que "no se permitirá
el ejercicio de la profesión a los abogados extranjeros, originarios de países en los cuales no se
permita el ejercicio de dicha profesión u otra equivalente a los venezolanos".
Artículo 14: El Ministerio de Justicia, ahora Ministerio del Poder Popular del Interior y Justicia,
publicará el día 1º de Enero, un listado en la gaceta oficial, de los abogados que hayan registrado su
título durante el año anterior.
Ahora bien, si un abogado no figura en el referido listado, y ha cumplido con todos los requisitos de
Ley, puede ejercer sin problema alguno.
Título III De los Deberes y Derechos de los Abogados (Artículos 15 al 29)
Artículo 15 : Este artículo prescribe deberes de conducta al abogado; en tal sentido, determina, que:
"El abogado tiene el deber de ofrecer al cliente el concurso de la cultura y de la técnica que posee;
aplicarlas con rectitud de conciencia y esmero en la defensa; ser prudente en el consejo, sereno en
la acción, y proceder con lealtad…"
Artículo 16: Este artículo ordena la obligatoriedad que tiene el abogado de aceptar las defensas de
oficio; que la defensa sea de oficio no le impide exigir el pago de honorarios.
Artículo 17: Este artículo impone al abogado aceptar las defensas gratuitas cuando la persona es
declarada pobre por los Tribunales.
Artículo 18: Literalmente establece: "Los abogados están obligados a cumplir los reglamentos,
acuerdos, resoluciones y demás decisiones de la Federación de Colegios de Abogados, de los Colegios
en cuya jurisdicción ejerzan su profesión y del Instituto de Previsión Social del Abogado."
Sobre este particular, debemos entender que la colegiación funge como un mecanismo regulatorio
orientado a minimizar el riesgo inherente a la contratación de la actividad profesional del abogado;
esto obedece a la necesidad de defensa del buen hacer profesional, para velar por el positivo de los
abogados, corregir disciplinariamente sus faltas, y abusos que se cometan en ejercicio de la
profesión; así como resolver conflictos que se susciten entre sí, asegura la independencia y las
prerrogativas de la profesión y el lícito ejercicio de la misma.
Artículo 19: Se dispone que entre las funciones del abogado está la de presentar informes y
conclusiones (por escrito) en cualquier causa. Realizar esta (s) diligencia (s) no requiere un poder
especial; ni generará el cobro de honorarios, a menos que previamente haya sido acordado.
Artículo 20: Este artículo prevé el derecho que tiene el abobado de "publicitarse" como especialista
en alguna(s) rama(s) del derecho (derecho internacional, derecho constitucional, etc.); siempre y
cuando tenga la aprobación del Colegio de Abogados. (Véase análisis del artículo 18).
Artículo 21: Se considera, que con la finalidad de coadyuvar con el autofinanciamiento del Colegio de
Abogados y del INPRE; contempla en este artículo el deber que tienen los abogados de cancelar
oportunamente sus obligaciones para con el Colegio y el INPRE; de tal manera que constituye un
requisito sine qua non estar solventes con estas organizaciones a la hora de presentar en la taquilla
del Colegio un documento para el correspondiente visado, sin el cual no podrá ser tramitado.
Artículo 22: Con respecto a los honorarios profesionales, este artículo, señala que el abogado tiene
derecho a percibir unos honorarios en el ejercicio de esta profesión.
Establece al mismo tiempo que, cuando exista inconformidad entre abogados y clientes en cuanto al
monto de los honorarios, la controversia se resolverá por la vía de juicio breve y ante el Tribunal Civil
competente. Es importante agregar, que la parte demandada podrá acogerse al derecho de retasa en
el acto de contestación de la demanda (Artículos 881 al 894 del Código del Procedimiento Civil).
El artículo 22 dispone literalmente lo siguiente: "La reclamación que surja en juicio contencioso
acerca del derecho a cobrar honorarios por parte del Abogado será sustanciada y decidida de
conformidad con lo establecido en el articulo 386 del Código de Procedimiento Civil..."
Se observa en el procedimiento de estimación e intimación de honorarios profesionales dos etapas:
1- La fase declarativa donde se dictamina la procedencia o no del derecho a cobrar honorarios y 2.-
La fase ejecutiva que comienza con la sentencia definitiva firme que declara procedente el derecho a
cobrar honorarios. En esta fase tiene lugar el trámite del derecho de retasa que consagra el artículo
25 de la Ley de Abogados.
Artículos 23 al 29: Se considera oportuno antes de continuar con el análisis de los Artículos
indicados, definir qué son costas y comentar brevemente su naturaleza jurídica; a los fines de
facilitar su explicación.
En el derecho venezolano, como en el resto de los otros países, no existe una definición de costas, en
vez de enunciarlo, lo que suele hacerse es dotarlo de un contenido específico en cada época y cada
ordenamiento jurídico.
Concepto jurisprudencial. Ante la ausencia de norma expresa en la legislación venezolana que defina
las costas, el Tribunal Supremo de Justicia y los diversos Tribunales de Instancias han formulado
un concepto de costas en sus sentencias, apuntando así algunas líneas definidoras, aunque no
siempre en una sola dirección, o en un solo sentido. Los Tribunales Patrios han delineado el
concepto de costas, en atención a las conclusiones que se derivan de sus fallos;
En primer lugar, desde el inicio del proceso y durante su tramitación cada una de las partes asume
las costas derivadas de los distintos actos procesales en que esta interesada. Con posterioridad, como
principio general, la parte totalmente vencida debe restituir al litigante contrario las costas del
proceso habido entre ambos.
Considerando lo antes planteado, procederemos con el estudio de los Artículos subsiguientes de la
Ley de Abogados.
Artículo 23: Este artículo dispone: "Las costas pertenecen a la parte, quién pagará los honorarios a
sus apoderados, asistentes o defensores. Sin embargo, el abogado podrá estimar sus honorarios y
pedir la intimación al respectivo obligado, sin otras formalidades que las establecidas en esta ley".
Entendemos por la Intimación, entonces, la solicitud mediante la cual el abogado requiere el pago de
sus honorarios de acuerdo la estimación que haya hecho.
Este texto jurídico no tiene otro objeto que no sea el de que, por su efecto, el abogado esté dotado de
una acción personal y directa contra el condenado en costas para hacer efectivo el derecho a ser
retribuido por la prestación de sus servicios.
En esta forma, aunque desde un punto de vista formal, las costas pertenecen a la parte, el verdadero
y legítimo titular, desde un punto de vista sustancial del derecho a cobrar honorarios, es el abogado
que los ha devengado a medida que han ido realizando los correspondientes trabajos judiciales.
Se puede agregar, que lo que se trata es de impedir que el litigante vencedor perciba directamente lo
debido por costas y que en rigor pertenece a los profesionales.
Artículo 24: Para comprender el alcance de este artículo, conviene indicar, que hay dos formas de
hacer la tasación de las costas (exceptuando los honorarios): una, por medio de la Secretaría del
tribunal, de acuerdo con el Artículo 31 de la Ley de Arancel Judicial; y otra, por la propia parte, que
en su escrito o solicitud de intimación pormenoriza las diferentes partidas de costas y sus montos.
Pero, en todo caso, esa tasación no es definitiva ni vinculante para la deudora, quien tiene el derecho
de objetarla por cualquiera de los motivos que indica el Artículo 32 de la Ley de Arancel Judicial, esto
es, por errores materiales, por haber sido liquidadas en desacuerdo con el arancel, por la
improcedencia de ciertas partidas, o por cualquier otra causa conducente.
En cambio, la tasación de los honorarios de abogado la hace el mismo profesional. La Ley de
Abogados permite, de acuerdo con el artículo en comento, que a los efectos de la condenatoria en
costas, los abogados puedan anotar al margen de todo escrito o diligencia, pormenorizadamente,
el valor en que estimen la actuación profesional y, en su defecto, lo harán en escrito dirigido al
tribunal para ser anexado al expediente respectivo. En todo caso, la parte condenada en costas podrá
pedir re tasa de la cantidad que estime o haya cobrado el abogado de la parte contraria.
Artículos 25, 26 y 27: Para el análisis expedito de estos artículos, se considera procedente
determinar, qué entendemos por retasa.
La retasa es la impugnación de la estimación de honorarios que hace la parte condenada en costas
por considerarlos exagerados. De acuerdo con el Artículo 25 de la Ley de Abogados: "Es un derecho
de la parte condenada en costas que debe ser ejercido dentro de los diez días hábiles siguientes a su
intimación".
La retasa es obligatoria, conforme al Artículo 26 de la Ley de Abogados, para quienes representen en
juicio a personas morales de carácter público, derechos o intereses de menores, entredichos,
inhabilitados, no presentes y presuntos o declarados ausentes. En estos casos a falta de la solicitud, el
tribunal debe acordarla de oficio.
Cabe destacar, que si el Artículo 286 del Código Procesal Civil, la exime a la parte condenada de
pagar por honorarios de los abogados de la contraria, lo que exceda del 30% del valor de lo litigado;
el Artículo 27 de la Ley de Abogados, le concede al Abogado, el derecho de retasa para hacer fijar por
el tribunal repasador el monto justo de dichos honorarios.
Se trata, pues; de la fijación del quantum, pero no de la decisión acerca de si existe o no el derecho de
cobrar los honorarios, porque ésta es cuestión que corresponde decidir al tribunal que conoció de la
causa en primera instancia.
El tribunal retasador se integra con el juez de la causa, asociado con dos abogados que las partes
designan en la oportunidad que para tal efecto se fije conforme al mismo Artículo 27 de la Ley de
Abogados.
Artículos 28 y 29: El contenido de estos artículos, está referido al nombramiento de los retasadores
por las partes o por el Juez, y la prestación de juramento; así como la forma en que serán designados
los retasadores en caso de que alguno(so) no compareciese(n) oportunamente. Hay que destacar el
hecho de que la Ley de Abogados, es clara en este artículo al ordenar establecer, que "Los honorarios
de los retasadores los pagará la parte interesada cuyo monto determinará el Tribunal
prudencialmente, fijando fecha para su consignación".
También se indica en este artículo que si la retasa no se produce oportunamente, se "se entenderá
renunciado el derecho de retasa, salvo lo dispuesto en el artículo 26". ¿Que dispone el artículo 26?,
pues que la retasa es de carácter obligatorio, y si esta no se produce, entonces el Tribunal puede
proceder a acordarla de oficio.
En línea con esto último y, por mandato del artículo 29 de la Ley de Abogados, el Tribunal retasador
se puede constituir en el mismo acto de la consignación de los emolumentos. Habrá que esperar 8
días hábiles a partir de dicha constitución del Tribunal para que como un Tribunal Colegiado dicte la
decisión.
Título IV Del Ejercicio Ilegal de la Profesión (Artículos 30 al 31)
Artículo 30: Este artículo contempla cuáles son las situaciones que se consideran como ejercicio
ilegal de la profesión de abogado.
El aparte 1 establece que:
Quienes sin poseer el título respectivo se anuncien como abogados, se atribuyan ese carácter,
ostenten placas, insignias, emblemas o membretes de tal, o quienes realicen los actos o gestiones
reservados a los abogados en los artículos 8° y 6° de esta Ley, salvo las excepciones legales.
Resumiendo, el ejercicio ilegal de la profesión de abogado por parte de un ciudadano, trajo como
consecuencia que no prosperara la acción. El Tribunal consideró innecesario analizar todas
las pruebas promovidas y evacuadas, en virtud de ello, con apego al ordenamiento jurídico vigente,
se declaró sin lugar la acción.
Este ejemplo de ejercicio ilegal de la profesión puede leerse completo en el Anexo Nº 2 del presente
trabajo.
Cabe destacar, que no solo incurren en ejercicio ilegal de la profesión de abogado, "quienes sin
poseer el título respectivo se anuncien como abogado…"; también cometen dicho ilícito, aquellos que
siendo abogados no han cumplido con el trámite correspondiente para ejercer la profesión.
En este orden de ideas, es clara la Ley cuando prescribe que ejercen ilegalmente la profesión de
abogados, de acuerdo con el aparte 2 de este artículo: "Quienes habiendo obtenido el Título de
Abogado de la República, realicen actos y gestiones profesionales sin haber cumplido los requisitos
para ejercer legítimamente la profesión o se encuentren impedidos de ejercerla conforme al artículo
12"
También se considera ejercicio ilegal de la profesión de abogado las actuaciones de:
3. Quienes habiendo sido sancionados con la suspensión del ejercicio profesional ejerzan durante el
tiempo de la suspensión.
4. Los abogados que presten su concurso profesional, encubran o amparen a personas naturales o
jurídicas u oficinas que realicen actos de ejercicio ilegal de la profesión.
5. Quienes establezcan, representen o regenten oficinas, firmas o sociedades destinadas a cobro, ya
directamente o haciéndose habitualmente cesionarios, endosatarios, acreedores o tenedores de la
deuda, cualquiera que ella fuere.
6. Los que ejerzan su profesión contrariando lo dispuesto en esta Ley y en general la normativa legal
que regula el ejercicio profesional del abogado.
7. Quienes ejerzan un cargo público para el cual se requiera el título de abogado y no estén inscritos
en un Colegio de Abogados, o incorporados al del lugar, según el caso, o cuando no cumplan las
obligaciones que les Impone esta Ley.
Artículo 31: En este artículo se establece lo que deberá hacer el Tribunal Disciplinario cuando se
incurre en ejercicio ilegal de la profesión de abogado.
Título V Sección I (art. 32 al 42)
De los organismos profesionales : En sección primera se habla de los colegios y sus delegaciones,
explica en el artículo 32 que deberán existir estas entidades en cada uno de los estados del país y para
su formación deben estar residenciados un número mayor de 10 abogados. Así mismo en el siguiente
explica la función primordial de estos colegios, la cual es velar por el cumplimiento de la ética de sus
miembros y defender los derechos de la abogacía, sus integrantes serán todos aquellos abogados
cuyos títulos sean inscritos debidamente, se encuentre ejerciendo o no, esta entidad estará
conformada por los miembros siguientes: la asamblea, la junta directiva y el tribunal disciplinario.
La asamblea es la autoridad máxima de los colegios y debe reunirse siempre la primera quincena de
diciembre de todos los años, sin embargo pueden reunirse extraordinariamente en cualquier
momento que sean convocados. La dirección y administración de los colegios estará a cargo de una
junta directiva compuesta. Cuando en una entidad federal no exista colegio de abogados por no
existir suficiente cantidad de profesionales para formarla conforme a esta ley se reunirán los que
haya y esta dependerá de la federación de colegios de abogados directamente.
El articulo 42 habla sobre las correspondencias que se les encargan al colegio de abogados son 15
exactamente.
Sección II (art. 43 al 57) :De la federación de colegios de abogados de Venezuela
La federación estará conformada por todos los colegios de abogados y las delegaciones que de ella
dependan directamente con la intención de fomentar el perfeccionamiento moral y científico de los
abogados, buscará mostrar al público la misión de la abogacía. La sede de la federación tendrá su
sede en la capital de la República. Léase art 46 para conocer su correspondencia. En el artículo 47 se
vuelve a nombrar los órganos que forman parte de la federación los cuales son: la asamblea, el
consejo superior, el directorio, y el tribunal disciplinario, nombrando también su jerarquía.
En el reglamento se establecerán las materias que serán correspondientes a la federación. Los fondos
de la federación se formaran por los aportes de los colegios de abogados y por las contribuciones
extraordinarias que determine la asamblea. La federación y todos sus órganos podrán pronunciarse
sobre las cuestiones que estén sometidas a discusión judicial.
Sección III (art. 58 al 74) :De los tribunales disciplinarios, del procedimiento y de las sanciones.
Cada colegio de abogados tendrá un tribunal disciplinario y este será independiente de la junta
directiva, los miembros serán los integrantes que sean elegidos por un periodo de dos años, así
mismo el colegio designará a un abogado y a su suplente para hacer la labor de fiscal, todos estos
cargos serán "a honores", es decir que no generan ganancias y sin embargo su aceptación es
obligatoria. Estos tribunales se forman para conocer las infracciones realizadas por los abogados y
así mismo proceder a corregirlas con destitución de la licencia y expulsión temporal o permanente de
la federación. Sí existe crimen a parte, la sanción se llevará a cabo sin tener conflicto con la sanción
dada por el tribunal. Aquella persona que se declaré así mismo como abogado y se atribuya o ejerza
la profesión sin cumplir con los requisitos legales correspondientes, será sancionado con prisión de 3
a 9 meses, en ningún caso se le dará libertad bajo fianza.
Título VI De la previsión social del abogado. (art. 75 al 83)
Todo lo que tenga que ver con la prevención social del abogado se regirá por esta ley y por los
reglamentos internos que surjan a través de esta, se crea el instituto de prevención social del abogado
el cual tiene como fin cuidar a los abogados y sus familiares en caso de muerte o enfermedad,
fomentar el ahorro y facilitar adquisiciones de bienes muebles e inmuebles. A este instituto
pertenecen todos los abogados que estén inscritos en el colegio de abogados o formen una
delegación, el instituto tendrá su sede en Caracas y cada colegio de cada región es una sucursal
directa del mismo.
El patrimonio serán los bienes que pertenezcan al Montepío de los abogados así como las cuotas de
inscripción y los aportes así como los aportes que hagan el estado o entidades públicas o privadas
anualmente.
Título VII Disposiciones transitorias (art. 84 al 90)
Los abogados y procuradores de la República deberán inscribirse en
El Instituto de Previsión Social del Abogado dentro de los seis meses siguientes a la fecha de
promulgación de la presente Ley. A partir de la vigencia de la presente Ley, el patrimonio del
Montepío de Abogados pasará a integrar el patrimonio del Instituto de previsión Social del Abogado.
El ejecutivo nacional dictará el reglamento de esta presente ley como es de costumbre dentro de los
seis meses siguientes a su promulgación.

Deberes y derechos de los abogados


Artículo 15. El abogado tiene el deber de ofrecer al cliente el concurso de la cultura ( Forma de
dirigirse; Utilizar léxico adecuado) y de la técnica (Formas como vamos a intercambiar el dialogo)
que posee; aplicarlas con rectitud de conciencia y esmero en la defensa; ser prudente en el consejo,
sereno en la acción, y proceder con lealtad, colaborando con el Juez, en el triunfo de la Justicia.
Artículo 62. Negligencia manifiesta: Los Tribunales Disciplinarios del Artículo anterior, se entiende
que hay negligencia manifiesta cuando el abogado,1.-) sin justa causa, no concurre a la contestación
de la demanda, 2.-) no promueve pruebas cuando se han suministrado oportunamente datosy
elementos necesarios 3.-) si por su culpa queda desierto algún acto, se dicta y ejecuta alguna
providencia que cause gravamen irreparable a su representado 4.-) no hace valer las defensas legales
que el Juez no puede suplir de oficio.
Artículo 74. Usurpación de funciones públicas; Quien sin ser abogado se anuncie como tal, se
atribuya ese carácter p ejerza la abogacía sin llenar los requisitos legales, será castigado con pena de
tres a nueve meses de prisión. El enjuiciamiento será de oficio y por ante la jurisdicción ordinaria. En
ningún caso, se acordará la libertad bajo fianza.
Parágrafo Único: A los efectos de la aplicación de esta sanción se considera el delito como usurpación
de funciones públicas

Estimación, intimación y retaza de honorarios causados


judicialmente
La Intimación es la solicitud mediante la cual el abogado requiere el pago de sus honorarios de
acuerdo la estimación que allá echo.
Cuenca nos enseñas: "…la intimación es la orden judicial comunicada a algunas de las partes para el
incumplimiento de una obligación. Esta obligación siempre de dar, hacer o no hacer…"
LA RETASA :"La retasa es el derecho de objeción que la ley de abogados acuerda al cliente cuando
este considere que es excesivo el avaluó que de sus servicios profesionales hace el abogado. Esta
objeción puede ser parcial o total, respecto a terminadas partidas o al monto total."
Rengel-romberg la define como "...la impugnación de la estimación de honorarios profesionales que
hace la parte condenada en costas por considerar los exagerados. Es un derecho de la parte
condenada en costas…"
La retasa se acuerda o decreta, ordinariamente, por petición o solicitud escrita de la parte interesada,
dentro de los diez días siguientes a su intimación judicial de pagos reclamados por el abogado.
RETASA DE HONORARIOS :La retasa es la impugnación de la estimación de honorarios que hace la
parte condenada en costas por considerarlos exagerados. Es un derecho de la parte condenada en
costas que debe ser ejercido dentro de los diez días hábiles siguientes a su intimación, conforme a la
Ley de Abogados.
Si el Artículo 286 C.P.C., la exime de pagar por honorarios de los abogados de la contraria, lo que
exceda del 30% del valor de lo litigado, el Artículo 27 de la Ley de Abogados le concede el derecho de
retasa para hacer fijar por el tribunal repasador el monto justo de dichos honorarios.
Se trata, pues; de la fijación del quantum, pero no de la decisión acerca de si existe o no el derecho de
cobrar los honorarios, porque ésta es cuestión que corresponde decidir al tribunal que conoció de la
causa en primera instancia .
La retasa es obligatoria, conforme al Artículo 26 de la Ley de Abogados, para quienes representen en
juicio a personas morales de carácter público, derechos o intereses de menores, entredichos,
inhabilitados, no presentes y presuntos o declarados ausentes. En estos casos a falta de la solicitud, el
tribunal debe acordarla de oficio.
El tribunal retasador se integra con el juez de la causa, asociado con dos abogados que las partes
designan en la oportunidad que para tal efecto se fije conforme al Artículo 27 de la Ley de Abogados .
DERECHO DEL ABOGADO A PERCIBIR HONORARIOS POR LOS TRABAJOS JUDICIALES O
EXTRAJUDICIALES.
Artículo 22 (Ley de Abogados de Venezuela)
El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos judiciales y
extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en las Leyes.

Procedimiento para el cobro de honorarios por servicios


profesionales extra judiciales
Como su nombre lo indica, el procedimiento de estimación e intimación de honorarios profesionales
de abogados ha sido concebido como aquel que se instaura con el objeto de cobrar los honorarios
causados por actuaciones judiciales o actuaciones de carácter extrajudicial, esto es, aquellas
efectuadas en el devenir de un proceso determinado, o aquellas efectuadas fuera de un proceso
jurisdiccional propiamente dicho, en otras palabras, estas actuaciones comprenden aquellas
atinentes al ejercicio de la profesión de la abogacía, sin estar desarrolladas en un proceso judicial.
A tal efecto el legislador patrio estableció en el Artículo 22 de la Ley de Abogados que:
"El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos judiciales y
extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en las Leyes. Cuando exista inconformidad
entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de honorarios por servicios profesionales
extrajudiciales, la controversia se resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil
competente por la cuantía. La parte demandada podrá acogerse al derecho de retasa en el acto de la
contestación de la demanda".
Conforme lo deja ver la norma especial antes transcrita, al abogado se le otorga ese derecho de ser
acreedor de honorarios, pudiendo ejercer las accionescorrespondientes contra su cliente o
directamente contra la parte contraria condenada en costas.
La acción interpuesta es de estimación e intimación de honorarios profesionales, a los que se les
conceptualiza como indemnizaciones a las que tienen derecho los abogados, por actuaciones que se
corresponden a aquellas actividades adelantadas o gestionadas por el abogado en beneficio de su
cliente.
Se puede decir, pues, que los honorarios son del profesional del derecho por los servicios prestados,
en atención a su profesión, la cual se rige (de acuerdo al artículo 1° de la Ley de Abogados) por dicha
Ley y su Reglamento, los Reglamentos internos y Códigos de Ética que dicte la Federación de
Colegios de Abogados.
En resumen, se puede afirmar como lo ha hecho la doctrina y jurisprudencia del Máximo Tribunal de
la República, que el ejercicio de la profesión de abogado da derecho al cobro de los honorarios
correspondientes, surgiendo dicho derecho por el simple hecho de realizar la actividad, por solicitud
del cliente. Por supuesto, el reclamante o actor, tiene la carga probatoria de demostrar haber
realizado las actividades cuyo derecho de pago pretende.

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