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«El poseedor de un animal o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que
causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esa responsabilidad en el caso de
que el daño proviniera de fuerza mayor o culpa del que lo hubiera sufrido.»
Los tribunales venían entendiendo la responsabilidad en accidentes de tráfico por
atropellos de especies cinegéticas, como una responsabilidad objetiva, y a
las administraciones públicascomo gestores de la caza y de las especies cinegéticas
les correspondía abonar las indemnizaciones por daños en accidentes de
carretera producidos por dichas especies.
No obstante, a partir del 9 de agosto de 2005, se van introduciendo excepciones a
esta responsabilidad objetiva.
B) Régimen aplicable del 9 de agosto de 2005 al 8 de mayo de 2014.
La Ley 17/2005, de 19 de julio, modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico,
circulación de vehículos a motor y seguridad vial, y añade la disposición adicional
novena:
Disposición adicional novena. Responsabilidad en accidentes de tráfico por
atropellos de especies cinegéticas.
En accidentes de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas será
responsable el conductor del vehículo cuando se le pueda imputar incumplimiento de
las normas de circulación.
Los daños personales y patrimoniales en estos siniestros, sólo serán exigibles a los
titulares de aprovechamientos cinegéticos o, en su defecto, a los propietarios de los
terrenos, cuando el accidente sea consecuencia directa de la acción de cazar o de una
falta de diligencia en la conservación del terreno acotado.
También podrá ser responsable el titular de la vía pública en la que se produce el
accidente como consecuencia de su responsabilidad en el estado de conservación de la
misma y en su señalización.
Se añaden tres supuestos en los que no responde la Administración gestora de la
caza:
Cuando al o a la conductora del vehículo se le pueda imputar el incumplimiento de las
normas de circulación.
Cuando el accidente sea consecuencia directa de la caza o haya una falta de diligencia
en la conservación del acotado.