la animadora
y el animador del
• Vive la pertenencia al Oratorio en su preocupación por su misión y su
identidad.
• Trabaja en equipo y se siente parte de un grupo de animadores,
fomentando así su integración. Ayuda a construir la comunidad,
creando relaciones de amistad, servicio, fraternidad, confianza y
diálogo entre lxs demás animadorxs.
• Participa activa y responsablemente. Asume un compromiso y se
involucra sus actividades. Es constante en su asistencia a la tarde de
Oratorio de los sábados.
• Es un educador, se involucra integralmente en su pensar, sentir y actuar
con la realidad concreta de lxs niñxs a los que anima. Promueve
actitudes, aptitudes y valores, da testimonio con su vida más que con
sus palabras.
• Respeta y valora la vida de lxs niñxs. Está atento a sus demandas e
inquietudes para así poder planificar actividades y dinámicas en base a
ellas. Busca buena relación y comunicación con sus familias, con el fin
de ser un referente barrial.
• Se empeña en conocer la realidad socio-económica, política, cultural y
religiosa en que vive; se deja cuestionar por ella y se compromete con su
transformación.
• Es una persona en proceso de maduración de su Fe, promueve la
vivencia de una espiritualidad del seguimiento de Jesús al estilo de Don
Bosco. Comparte, vive y/o respeta esta identidad espiritual del
Oratorio. Muestra y transmite nuestra creencia como una propuesta
válida, reconociendo explícitamente que no es la única y por ello,
respetando distintas opciones.
• Organiza su tiempo para poder responder a las exigencias se su función
de animador sin descuidar sus demás responsabilidades (familia,
amigos, estudio, trabajo, etc.)
• Valora sus potencialidades, reconoce sus limitaciones y errores, confía
en sí mismo y en los demás; está en proceso de crecimiento y dispuesto
a seguir conociéndose a sí mismo.
• Es mayor de 15 años
la animadora
y el animador del
• Vive la pertenencia al Oratorio en su preocupación por su misión y su
identidad.
• Trabaja en equipo y se siente parte de un grupo de animadores,
fomentando así su integración. Ayuda a construir la comunidad,
creando relaciones de amistad, servicio, fraternidad, confianza y
diálogo entre lxs demás animadorxs.
• Participa activa y responsablemente. Asume un compromiso y se
involucra sus actividades. Es constante en su asistencia a la tarde de
Oratorio de los sábados.
• Es un educador, se involucra integralmente en su pensar, sentir y actuar
con la realidad concreta de lxs niñxs a los que anima. Promueve
actitudes, aptitudes y valores, da testimonio con su vida más que con
sus palabras.
• Respeta y valora la vida de lxs niñxs. Está atento a sus demandas e
inquietudes para así poder planificar actividades y dinámicas en base a
ellas. Busca buena relación y comunicación con sus familias, con el fin
de ser un referente barrial.
• Se empeña en conocer la realidad socio-económica, política, cultural y
religiosa en que vive; se deja cuestionar por ella y se compromete con su
transformación.
• Es una persona en proceso de maduración de su Fe, promueve la
vivencia de una espiritualidad del seguimiento de Jesús al estilo de Don
Bosco. Comparte, vive y/o respeta esta identidad espiritual del
Oratorio. Muestra y transmite nuestra creencia como una propuesta
válida, reconociendo explícitamente que no es la única y por ello,
respetando distintas opciones.
• Organiza su tiempo para poder responder a las exigencias se su función
de animador sin descuidar sus demás responsabilidades (familia,
amigos, estudio, trabajo, etc.)
• Valora sus potencialidades, reconoce sus limitaciones y errores, confía
en sí mismo y en los demás; está en proceso de crecimiento y dispuesto
a seguir conociéndose a sí mismo.
• Es mayor de 15 años
Evangelio según San Lucas 6,27-38. Evangelio según San Lucas 6,27-38.

Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos,
hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los
difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le
niegues la túnica.Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por
los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes.
Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a
aquellos que los aman.Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito
tienen? Eso lo hacen también los pecadores.Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir,
¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo
mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la
recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los
desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.No juzguen y no serán
juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y
desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».
Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos,
hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los
difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le
niegues la túnica.Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por
los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes.
Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a
aquellos que los aman.Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito
tienen? Eso lo hacen también los pecadores.Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir,
¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo
mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la
recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los
desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.No juzguen y no serán
juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y
desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».

FUEGO
Sobre un mundo malherido
1- Qué palabra o he venido a traer fuego,
imagen de este sobre la tierra sombría
mensaje te queda como un carbón de tormento.
dando vueltas en el
corazón? Y cuánto desearía
que estuviera ya ardiendo.
2- Qué te dice a vos, Mi corazón enardece
en este momento de ante el dolor de mi pueblo,
tu historia ese llamarada de justicia
fragmento? que desciende desde el cielo.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.
Como un fuego que se enciende
para inflamar otros fuegos,
Cristo ha puesto su morada
en el fondo de mi pecho,
quema mi alma, me devora.
Mis palabras son incendio
por los niños y los pobres
que sollozan frente al templo.
Si sufren hay que gritar:
Dios quiere todo mi esfuerzo.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.
Animado por el amor,
urgido por el derecho,
encierro en mi corazón
la miseria de esos cuerpos
abandonados al frío.
Cómo dejar de quererlos
si sonríen por la calle
como Cristo verdadero,
si se inflama como hoguera
mi alma: llama, acción y fuego.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.
FUEGO
Sobre un mundo malherido
1- Qué palabra o he venido a traer fuego,
imagen de este sobre la tierra sombría
mensaje te queda como un carbón de tormento.
dando vueltas en el
corazón? Y cuánto desearía
que estuviera ya ardiendo.
2- Qué te dice a vos, Mi corazón enardece
en este momento de ante el dolor de mi pueblo,
tu historia ese llamarada de justicia
fragmento? que desciende desde el cielo.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.
Como un fuego que se enciende
para inflamar otros fuegos,
Cristo ha puesto su morada
en el fondo de mi pecho,
quema mi alma, me devora.
Mis palabras son incendio
por los niños y los pobres
que sollozan frente al templo.
Si sufren hay que gritar:
Dios quiere todo mi esfuerzo.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.
Animado por el amor,
urgido por el derecho,
encierro en mi corazón
la miseria de esos cuerpos
abandonados al frío.
Cómo dejar de quererlos
si sonríen por la calle
como Cristo verdadero,
si se inflama como hoguera
mi alma: llama, acción y fuego.
Llama y acción se consumen,
un río de lava ardiendo,
es Cristo que vive en mí,
un compromiso que es fuego.