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de deseo sexual
La inapetencia sexual puede provocar un distanciamiento afectivo que, a su vez,
sigue alimentando una disminución del deseo sexual.
Qué es la inapetencia o el bajo deseo sexual
Causas de la inapetencia o bajo deseo sexual
Síntomas y signos para identificar la falta de deseo sexual
Tratamiento de la inapetencia y el bajo deseo sexual
Consejos de emergencia para parejas con bajo deseo sexual
Pero, sobre todo, un día nos damos cuenta de que el sexo está casi
ausente de nuestras preferencias y que rara vez aparece en nuestro
pensamiento, a no ser que alguien saque el tema.
Pero esto no es sólo una cuestión de mujeres. De acuerdo con algunos especialistas, el 20%
de los hombres que registran una vida sexual activaen el mundo se ven afectados por este
trastorno. En México se han encontrado cifras de hasta un 27%.
El trastorno del deseo sexual inhibido es una disfunción muy frecuente, que se caracteriza
por una deficiencia o ausencia de fantasías sexuales y de deseo de mantener contactos
íntimos.
Cabe destacar que esto no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas que se
presentan con independencia de su causa y que se manifiestan de manera recurrente,
persistente y causan malestar en quien los padece.
Síntomas
La falta de interés sexual es el principal síntoma; por lo general, una evaluación médica y
los exámenes de laboratorio no revelarán una causa física; sin embargo, la testosterona es
la hormona que origina el deseo sexual en los hombres.
Por otra parte, el deseo sexual inhibido también puede ocurrir en personas que han tenido
una educación sexual muy estricta durante la infancia (lo que puede provocar una
autonegación del derecho al placer), actitudes negativas hacia el sexo (relacionándolo a lo
malo o pecaminoso) o a experiencias sexuales traumáticas (como violación, incesto o
abuso sexual).
La apatía sexual puede estar asociada con otros problemas sexuales y, algunas veces,
provocada por éstos, por ejemplo, la mujer que no es capaz de tener un orgasmo o que
presenta dolor en las relaciones sexuales, suele perder interés en el sexo porque lo asocia
con fracaso o no lo siente bien.
El entrenamiento en la comunicación ayuda a las parejas a aprender cómo hablar entre sí,
mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad y respeto por los
sentimientos de cada uno, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar
el tiempo para las actividades juntos, al igual que mostrar afecto con el fin de estimular
el deseo sexual.
¿CÓMO ES EL DESEO SEXUAL HIPOACTIVO?
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Deseo sexual
hipoactivo
Hasta hace algunos años, se pensaba que la pérdida del DSH), también conocido como
“disminución del libido” o “falta de interés por el sexo”, era un problema casi exclusivo de las
mujeres. Pero ahora sabemos que esta idea es errónea, pues se ha comprobado que los
hombres también están sujetos a aquellos factores que repercuten en esta importante área de la
vida y muchos ponen excusas cuando son requeridos por sus esposas.
Otros se escudan en el argumento del estrés o del cansancio laboral para evitar la relación. En
cierta forma puede ser valedero, pero no lo es cuando se utiliza como pantalla para encubrir otro
tipo de problema.
Si mantiene usted una relación íntima, empiece por concentrarse en los aspectos "sensuales" de
dicha relación, que incluyen: todo contacto físico y emocionalmente agradable, contacto no
genital como frotar la espalda o acariciar con suavidad partes no genitales del cuerpo, etc
FRECUENCIA
El deseo sexual inhibido es más frecuente en las mujeres con una cifra global entre un 40 y 50%
y es principal causa que acude a la consulta. Por el contrario, ocurre en alrededor de un 10% de
los hombres, pero aunque rara vez acuden a consulta por este problema, siempre estará
dispuesto a asistir a una consulta porque encontrara humillante reconocer su falta de interés
sexual.
La prevalencia de las DSH en Europa coincide con la de EEUU situándose entre el 25% y 35%,
siendo la primera causa en Europa el DSH; la segunda causa, los trastornos orgásmicos; la
tercera, los problemas de lubricación y la cuarta, los problemas de dispareunia. Los problemas
eventuales del deseo sexual, que no son recurrentes o que no se acompañan de dificultades de
las relaciones interpersonales, no se consideran como DSH.
TIPOS
DSH primario, cuando la falta de interés sexual ha estado presente en toda la vida en
la persona.
DSH secundario, cuando esta falta de interés se ha desarrollado actualmente, aún
cuando en momentos anteriores este interés estaba presente.
CAUSAS
Una persona sana se interesa por la sexualidad, sobre todo después de llegar a la pubertad, pero
cuando un eslabón de esta complicada cadena se desincroniza del resto, la respuesta sexual del
hombre o la mujer se ven afectados y muchas de estas personas vivirán insatisfechas e
infelices.
Entre los factores más comunes del DSH se encuentran los siguientes:
Haber tenido una educación sexual muy restringida con experiencias sexuales
traumáticas o negativas, como la violación, el abuso sexual o a conceptos religiosos muy
arraigados en la infancia, donde imperaban la culpa y el castigo por el pecado de ser
sexuados.
Dificultades en la relación de pareja, que pueden tener problemas de comunicación y
fracasos amorosos que pueden inhibir el deseo. Ataques o desórdenes de pánico, que
crean una sensación tan angustiante, opresiva y restrictiva, que pueden anular
totalmente la vida erótica.
Las personas que no sienten necesidades sexuales como fantasías sexuales, que no se
masturban y no se excitan en situaciones sexuales favorables tienen problemas de DSH.
El miedo a fracasar durante el acto sexual, ya sea por eyacular precozmente o dificultad
para conseguir la eyaculación durante el coito.
El aburrimiento sexual provocado por la rutina en las conductas y hábitos sexuales y no
tener deseos de salir con personas del sexo opuesto lo cual puede enfriar el deseo
sexual.
Mantener relaciones sexuales sólo para cumplir con sus deberes maritales, pero no las
desean ni las disfrutan.
Tener una falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas.
Cumplir un trabajo de verdaderos adictos con una dedicación absoluta (workalcoholic) y
con estrés laboral.
Depresión, ansiedad, desengaños amorosos.
Uso de psicotropos, antidepresivos, alcohol, opiáceos, etc.
Tener síntomas de climaterio o con menopausia quirúrgica.
Causas orgánicas como trastornos endocrinos, insuficiencia renal, diabetes, etc.
Por otro lado se considera un trastorno el hecho de que el deseo sexual de una persona sea tan
intenso que se convierta instinto sexual obsesivo y que se observa más en los varones que en
mujeres. Este estado se considera en las mujeres como "ninfomanía" y en los hombres como
"satiriasis".
Una buena forma de prevenir el DSH es reservar un tiempo para poder tener intimidad no sexual
y para que reserven tiempo para hablar, salir solos a alguna parte sin hijos, así tendrán una
relación más estrecha y es más probable que sientan interés sexual.
Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno sienta temor a
ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado como una invitación a tener un
contacto sexual. El hecho de leer libros sobre masajes, ver películas con contenido sexual o
romántico, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja, puede estimular los sentimientos
de acercamiento y servir para estimular el deseo sexual.
En la práctica clínica las personas que acuden a la consulta por problemas de DSH, lo hacen
porque la otra persona no está satisfecha con su interés por el sexo y por los problemas que ello
ocasiona en la relación. Algunas personas con DSH experimentan un rechazo completo por el
deseo sexual, haciendo todo lo posible por evitar las relaciones sexuales, lo que dificulta las
relaciones con su pareja.
En unos casos, la persona con DSH se presta e incluso incita a su pareja a llevar a cabo
relaciones sexuales aunque no le atraigan en absoluto. Puede ser frecuente que su cuerpo
mecánicamente pueda eyacular de forma rápida y así terminar el coito y así olvidarse del sexo.
Cuando el individuo afectado no tiene una pareja estable, el problema puede perdurar por años,
e incluso perpetuarse. En todos los casos, lleva a una situación de gran insatisfacción personal.
Los sujetos con este problema reaccionan al mínimo cambio sensorial hasta el
punto de no alcanzar la eyaculación. Otras causas físicas son las alteraciones
neurológicas.
La disfunciones sexuales se caracterizan por la alteración del deseo sexual, por cambios
psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación de malestar y
problemas interpersonales.
Las disfunciones sexuales aparecen en cada una de las fases del ciclo de respuesta sexual.
Estas fases son 4:
• Fase de deseo : con fantasías sexuales y el deseo de llevarlas a cabo. Los trastornos propios
de esta fase son: el deseo sexual hipoactivo , cuya característica esencial es la ausencia de
fantasías y deseos sexuales, el sujeto no tiene necesidad ni toma la iniciativa para realizar
actividad sexual, y el trastorno por aversión al sexo , cuya característica principal es la
aversión y evitación sexual genital con la pareja.
• Fase excitación : con sensación de placer y cambios fisiológicos (en el varón la erección y
en la mujer, la lubricación y expansión de la vagina, entre otros). Los trastornos propios de
esta fase son: el trastorno de la excitación sexual en la mujer , con la incapacidad
persistente o recurrente para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la
excitación sexual y el trastorno de erección en el varón con la incapacidad persistente o
recurrente para mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual .
• Fase de orgasmo : culminación del placer sexual con la contracción rítmica de los músculos
del perineo y de los órganos reproductores. En el varón se produce la eyaculación del semen y
en la mujer se producen contracciones en el tercio externo de la vagina. ). Los trastornos
propios de esta fase son: el trastorno orgásmico femenino que se caracteriza por la
ausencia o el retraso persistente o recurrente del orgasmo después de una fase de excitación
sexual normal, el trastorno orgásmico masculino que se caracteriza por la ausencia o el
retraso persistente o recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal, y la
eyaculación precoz del varón que consiste en la aparición del orgasmo y la eyaculación en
respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la
penetración y antes de que la persona lo desee.
A los trastornos sexuales propios de cada fase del ciclo de respuesta sexual hay que añadir los
trastornos sexuales por dolor, que son: la dispareunia , que consiste en dolor genital durante
el coito (aunque también puede aparecer antes o después), afecta tanto a hombres como a
mujeres, y el vaginismo, que consiste en la contracción involuntaria, de manera recurrente o
persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina, frente a la introducción
del pene .
Disfunciones Sexuales
Generalidades.
Síndrome de deseo sexual hipoactivo.
Disfunción erectil masculina.
Síndrome de anorgasmia femenina.
Síndrome de eyaculación precoz.
Síndrome de Vaginismo.
Síndrome de evitación sexual y trastorno por angustia sexual (fobia sexual).
Generalidades
Las disfunciones sexuales son problemas en el funcionamiento erótico de las personas que
usualmente impiden el desarrollo de una vida erótica plena, el desarrollo de vínculos eróticos
satisfactorios en las parejas y que, muy frecuentemente deterioran la autoimagen y la
autoestima de las personas. Sus determinantes pueden encontrarse en una variedad de
niveles de nuestra naturaleza humana, desde nuestra constitución biológica, con los avatares
que sobre la misma producen muchas enfermedades, nuestra naturaleza psicológica, que
reclama la integración armónica de nuestras potencialidades eróticas dentro de la totalidad de
nuestra persona, la naturaleza del vínculo de pareja y el ambiente social y cultural ante el
erotismo.
Las disfunciones sexuales, tal como se describen en este trabajo, deben ser entendidas como
síndromes ya que, como se verá, la multitud de procesos etiopatiogéncos que las generan
hacen imposible el hablar de enfermedades propiamente dichas.
La experiencia clínica de los autores nos ha llevado a proponer que existen cuatro
características presentes en todos las disfunciones sexuales:
Llamamos disfunciones sexuales al conjunto de trastornos en los que los problemas psicológicos y/o
fisiológicos dificultan a la persona disfrutar de su actividad sexual tal como desearía. Es un trastorno
en alguna fase de la respuesta sexual -excitación, meseta, orgasmo, resolución-.
Las disfunciones sexuales son frecuentes y se estima que el 40% de hombres y mujeres las pueden
presentar en algún momento de su vida. Las más frecuentes entre las mujeres son la falta de interés
por el sexo y los problemas de excitación, y entre los hombres aparecen con mayor frecuencia la
eyaculación precoz y la impotencia.
Los cambios físicos que se producen en las cuatro etapas de la respuesta sexual (excitación,
meseta, orgasmo y resolución) nos sirven de base para analizar en qué fase se produce la disfunción
sexual.
Así, cuando la persona está excitada mental y físicamente aparecen los siguientes cambios físicos:
En la mujer: En el hombre:
EXCITACIÓN EXCITACIÓN
o Lubrificación vaginal o Erección peneana
Erección del clítoris o Aumenta el tamaño del escroto
Hinchazón de los labios o Aumenta el tamaño de los testículos
MESETA MESETA
o Coloración de los labios o Secreción de las glándulas de Cowper
MUJERES HOMBRES
Exceso Exceso
o Trastornos del deseo Déficit Déficit
Problema de iniciar la erección
Trastorno de la excitación sexual Falta de excitación general Problema de mantener la erección
Dificultad en alcanzar el orgasmo
Falta de orgasmo Ausencia de eyaculación
Orgasmo prematuro Eyaculación precoz
Trastorno del orgasmo Orgasmo retardado Eyaculación retardada
Trastorno de resolución sexual Resolución retardada
Dispareunia
Vaginismo Dispareunia
Fobias sexuales Fobias sexuales
Otros Ansiedad sociosexual Ansiedad sociosexual
Entre las causas psicológicas de las disfunciones nos encontramos los siguientes factores:
Factores predisponentes:
Factores precipitantes:
Factores de mantenimiento:
(los trastornos físicos más frecuentes son: diabetes, hipertensión, hipogonadismo, trastornos
medulares, etc.; a nivel de fármacos son los antihipertensivos, antidepresivos, alcohol, barbitúricos,
etc.).
Deseo sexual hipoactivo ("apatía sexual", "falta de deseo sexual", "falta de interés por el sexo").
Falta de interés en el sexo, ausencia de fantasía, ensoñaciones o pensamientos de contenido
sexual, dificultad para implicarse en una actividad sexual autoerótica o en pareja.
Aversión al sexo
Sentimientos intensos de asco, desagrado, repulsión o temor ante situaciones de tipo sexual
(concretas o de pensamiento). Se suele evitar el contacto sexual.
Trastorno de la excitación sexual
Pérdida de niveles de excitación, desconexión física y emocional de la relación sexual. Incapacidad
para responder a las caricias, no se experimentan las respuestas fisiológicas sexuales.
Trastorno orgásmico
Dificultad para alcanzar el orgasmo tras un nivel de excitación adecuado.
Dispareunia
Dolor durante el coito.
Vaginismo
Contracción involuntaria del tercio externo de la vagina ante la penetración.
Eyaculación precoz:
Incapacidad para ejercer un control voluntario sobre el reflejo eyaculador.
Eyaculación retardada:
El hombre no puede eyacular por un excesivo control involuntario del reflejo eyaculador.
Anorgasmia
No existe sensación de placer, pero sí sale el semen.
Dispareunia
Dolor durante el coito, que puede ser durante la relación sexual o después.
Entre los medicamentos y drogas que afectan a la actividad sexual vemos los siguientes:
Amiodarona (Trangorex)
Amitriptilina (Triptizol, nobritol)
Carbamezapina (Tegretol)
Cimetidina (Fremet, Tagamet)
Diacepam(Valium)
Digoxina (Digoxina)
Ketoconazol (Fungarest, Panfungol, Ketasisdin)
Litio (Plenur)
Progesterona
Ranitidina (Quantor,Rubiulcer, Toriol, Zantac)
Espironololactona (Aldactora, Aldoleo, Resnedad, Spirometron)
Medicamentos habituales que reducen la capacidad de tener orgasmos:
Alcohol
Alprazolam (Trankimazin)
Amitripilina (Nobrotil)
Anfetaminas
Clonidia
Diazepam (Valium)
Fluoxetina (Prozac)
Metildopa (Aldomet)
Narcóticos
Setralina (Aremis, Bisitran)
Bibliografía consultada: