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Síntomas y signos para identificar la falta

de deseo sexual
La inapetencia sexual puede provocar un distanciamiento afectivo que, a su vez,
sigue alimentando una disminución del deseo sexual.
 Qué es la inapetencia o el bajo deseo sexual
 Causas de la inapetencia o bajo deseo sexual
 Síntomas y signos para identificar la falta de deseo sexual
 Tratamiento de la inapetencia y el bajo deseo sexual
 Consejos de emergencia para parejas con bajo deseo sexual

En primer lugar, el síntoma más significativo para identificar la inapetencia o


falta de deseo sexual es una disminución por el interés que nos suscita el
sexo en sus diferentes dimensiones.
Esta disminución en el interés por lo sexual suele ir acompañada de
conductas específicas como las siguientes:

 Evitamos con frecuencia las propuestas de actividad erótica y sexual que


propone nuestra pareja, por ejemplo con las típicas expresiones: “no, ahora
no tengo ganas”, “es que estoy muy cansado” o “mejor otro día, cariño”.

 Disminuye nuestra iniciativa para proponer actividades sexuales.

 Nos masturbamos con menos frecuencia que antes.

 Esquivamos las situaciones en que sabemos que nuestra pareja puede


proponer un encuentro sexual, como acostarnos cuando ya está dormida o
llenar nuestro tiempo libre de actividades para impedir momentos de
intimidad con nuestra pareja.

 Pero, sobre todo, un día nos damos cuenta de que el sexo está casi
ausente de nuestras preferencias y que rara vez aparece en nuestro
pensamiento, a no ser que alguien saque el tema.

Con el tiempo, y si esta situación ha ido provocando conflictos en la relación


de pareja, cualquier gesto de acercamiento puede percibirse como un
peligro y, en vez de ser una experiencia agradable que activa nuestro deseo
como lo hacía antes, nos parece una experiencia molesta y desagradable
que deseamos evitar.
Cuando llegamos a esta fase, ese gesto puede provocarnos ansiedad y
temor hacia las consecuencias de nuestra inapetencia sexual, y nos puede
llevar a sentir que estamos obligados a tener una actividad sexual para
evitar un problema o el mal humor de la pareja. Sin embargo, obligación y
deseo son dos grandes enemigos. En este punto, podríamos reconocer que
hemos entrado en un círculo vicioso que provoca un distanciamiento
afectivo y un aumento de los conflictos en la relación que, a su vez, siguen
alimentando una disminución de nuestro deseo sexual.

Trastorno de deseo sexual inhibido


El trastorno del deseo sexual hipoactivo o apatía sexual es un problema que afecta al 80%
de las mujeres que solicita ayuda por insatisfacción sexual.

Para el doctor David Barrios Martínez, sexólogo clínico y psicoterapeuta de la Asociación


Caleidoscopía, se trata de “una de las tres disfunciones de la vida erótica más comunes
entre las mujeres mexicanas”.

Pero esto no es sólo una cuestión de mujeres. De acuerdo con algunos especialistas, el 20%
de los hombres que registran una vida sexual activaen el mundo se ven afectados por este
trastorno. En México se han encontrado cifras de hasta un 27%.

El trastorno del deseo sexual inhibido es una disfunción muy frecuente, que se caracteriza
por una deficiencia o ausencia de fantasías sexuales y de deseo de mantener contactos
íntimos.

Cabe destacar que esto no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas que se
presentan con independencia de su causa y que se manifiestan de manera recurrente,
persistente y causan malestar en quien los padece.

Síntomas
La falta de interés sexual es el principal síntoma; por lo general, una evaluación médica y
los exámenes de laboratorio no revelarán una causa física; sin embargo, la testosterona es
la hormona que origina el deseo sexual en los hombres.

Los niveles de testosterona se pueden verificar, especialmente en aquellos hombres que


presentan deseo sexual inhibido.
Factores de riesgo
Para los especialistas, la mayoría de los casos tiene que ver con problemas
de comunicación, falta de afecto, pugnas y conflictos de poder y la falta de tiempo para
que la pareja pueda estar a solas.

Por otra parte, el deseo sexual inhibido también puede ocurrir en personas que han tenido
una educación sexual muy estricta durante la infancia (lo que puede provocar una
autonegación del derecho al placer), actitudes negativas hacia el sexo (relacionándolo a lo
malo o pecaminoso) o a experiencias sexuales traumáticas (como violación, incesto o
abuso sexual).

En ocasiones, algunas enfermedades como la diabetesmellitus, hipertensión arterial, bajos


niveles hormonales o el uso de ciertos fármacos como tranquilizantes y antidepresivos,
pueden contribuir a que se presente esta disfunción, en particular, cuando
producen insomnio, fatiga, dolor o sensación general de malestar.

Las afecciones psicológicas, como la depresión y el estrés excesivo, también pueden


disminuir el interés sexual. Asimismo, los cambios hormonales afectan la libido.

La apatía sexual puede estar asociada con otros problemas sexuales y, algunas veces,
provocada por éstos, por ejemplo, la mujer que no es capaz de tener un orgasmo o que
presenta dolor en las relaciones sexuales, suele perder interés en el sexo porque lo asocia
con fracaso o no lo siente bien.

Recomendaciones para su tratamiento


Algunas parejas necesitarán trabajo de mejoramiento de la relación o terapia de pareja antes
de centrarse en el incremento de la actividad sexual. Asimismo, que se les enseñe a
resolver conflictos y diferencias en aquellas áreas no relacionadas con el sexo.

El entrenamiento en la comunicación ayuda a las parejas a aprender cómo hablar entre sí,
mostrar comprensión, resolver las diferencias con sensibilidad y respeto por los
sentimientos de cada uno, aprender cómo expresar la ira de manera constructiva y reservar
el tiempo para las actividades juntos, al igual que mostrar afecto con el fin de estimular
el deseo sexual.
¿CÓMO ES EL DESEO SEXUAL HIPOACTIVO?
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Deseo sexual
hipoactivo

PERDIDA SEXEO HIPOACTIVO (DHS)

Hasta hace algunos años, se pensaba que la pérdida del DSH), también conocido como
“disminución del libido” o “falta de interés por el sexo”, era un problema casi exclusivo de las
mujeres. Pero ahora sabemos que esta idea es errónea, pues se ha comprobado que los
hombres también están sujetos a aquellos factores que repercuten en esta importante área de la
vida y muchos ponen excusas cuando son requeridos por sus esposas.

Otros se escudan en el argumento del estrés o del cansancio laboral para evitar la relación. En
cierta forma puede ser valedero, pero no lo es cuando se utiliza como pantalla para encubrir otro
tipo de problema.

Si mantiene usted una relación íntima, empiece por concentrarse en los aspectos "sensuales" de
dicha relación, que incluyen: todo contacto físico y emocionalmente agradable, contacto no
genital como frotar la espalda o acariciar con suavidad partes no genitales del cuerpo, etc

FRECUENCIA

El deseo sexual inhibido es más frecuente en las mujeres con una cifra global entre un 40 y 50%
y es principal causa que acude a la consulta. Por el contrario, ocurre en alrededor de un 10% de
los hombres, pero aunque rara vez acuden a consulta por este problema, siempre estará
dispuesto a asistir a una consulta porque encontrara humillante reconocer su falta de interés
sexual.

La prevalencia de las DSH en Europa coincide con la de EEUU situándose entre el 25% y 35%,
siendo la primera causa en Europa el DSH; la segunda causa, los trastornos orgásmicos; la
tercera, los problemas de lubricación y la cuarta, los problemas de dispareunia. Los problemas
eventuales del deseo sexual, que no son recurrentes o que no se acompañan de dificultades de
las relaciones interpersonales, no se consideran como DSH.

TIPOS

Se pueden distinguir entre dos tipos de DSH:

 DSH primario, cuando la falta de interés sexual ha estado presente en toda la vida en
la persona.
 DSH secundario, cuando esta falta de interés se ha desarrollado actualmente, aún
cuando en momentos anteriores este interés estaba presente.

CAUSAS

Una persona sana se interesa por la sexualidad, sobre todo después de llegar a la pubertad, pero
cuando un eslabón de esta complicada cadena se desincroniza del resto, la respuesta sexual del
hombre o la mujer se ven afectados y muchas de estas personas vivirán insatisfechas e
infelices.

Entre los factores más comunes del DSH se encuentran los siguientes:

 Haber tenido una educación sexual muy restringida con experiencias sexuales
traumáticas o negativas, como la violación, el abuso sexual o a conceptos religiosos muy
arraigados en la infancia, donde imperaban la culpa y el castigo por el pecado de ser
sexuados.
 Dificultades en la relación de pareja, que pueden tener problemas de comunicación y
fracasos amorosos que pueden inhibir el deseo. Ataques o desórdenes de pánico, que
crean una sensación tan angustiante, opresiva y restrictiva, que pueden anular
totalmente la vida erótica.
 Las personas que no sienten necesidades sexuales como fantasías sexuales, que no se
masturban y no se excitan en situaciones sexuales favorables tienen problemas de DSH.
 El miedo a fracasar durante el acto sexual, ya sea por eyacular precozmente o dificultad
para conseguir la eyaculación durante el coito.
 El aburrimiento sexual provocado por la rutina en las conductas y hábitos sexuales y no
tener deseos de salir con personas del sexo opuesto lo cual puede enfriar el deseo
sexual.
 Mantener relaciones sexuales sólo para cumplir con sus deberes maritales, pero no las
desean ni las disfrutan.
 Tener una falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas.
 Cumplir un trabajo de verdaderos adictos con una dedicación absoluta (workalcoholic) y
con estrés laboral.
 Depresión, ansiedad, desengaños amorosos.
 Uso de psicotropos, antidepresivos, alcohol, opiáceos, etc.
 Tener síntomas de climaterio o con menopausia quirúrgica.
 Causas orgánicas como trastornos endocrinos, insuficiencia renal, diabetes, etc.

Por otro lado se considera un trastorno el hecho de que el deseo sexual de una persona sea tan
intenso que se convierta instinto sexual obsesivo y que se observa más en los varones que en
mujeres. Este estado se considera en las mujeres como "ninfomanía" y en los hombres como
"satiriasis".

Una buena forma de prevenir el DSH es reservar un tiempo para poder tener intimidad no sexual
y para que reserven tiempo para hablar, salir solos a alguna parte sin hijos, así tendrán una
relación más estrecha y es más probable que sientan interés sexual.

Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno sienta temor a
ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado como una invitación a tener un
contacto sexual. El hecho de leer libros sobre masajes, ver películas con contenido sexual o
romántico, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja, puede estimular los sentimientos
de acercamiento y servir para estimular el deseo sexual.

En la práctica clínica las personas que acuden a la consulta por problemas de DSH, lo hacen
porque la otra persona no está satisfecha con su interés por el sexo y por los problemas que ello
ocasiona en la relación. Algunas personas con DSH experimentan un rechazo completo por el
deseo sexual, haciendo todo lo posible por evitar las relaciones sexuales, lo que dificulta las
relaciones con su pareja.

Muchos encuentran que el acostumbramiento al otro, la apatía, la falta de atención al material


erótico, pensamientos y fantasías sexuales disminuye notablemente la frecuencia sexual. Si a
esto le agrega el ritmo de la vida actual y las exigencias que agobian, no hay opción para que la
pasión sobreviva.

En unos casos, la persona con DSH se presta e incluso incita a su pareja a llevar a cabo
relaciones sexuales aunque no le atraigan en absoluto. Puede ser frecuente que su cuerpo
mecánicamente pueda eyacular de forma rápida y así terminar el coito y así olvidarse del sexo.
Cuando el individuo afectado no tiene una pareja estable, el problema puede perdurar por años,
e incluso perpetuarse. En todos los casos, lleva a una situación de gran insatisfacción personal.

 Trastorno del deseo sexual hipoactivo o inhibido: Es la mengua o carencia de


fantasías y deseos sexuales. Generalmente se vive una falta de interés por el sexo
en general, aunque no se ve modificada la capacidad de respuesta a nivel físico. Es
una dificultad muy usual en hombres y mujeres.
 Trastorno de aversión sexual: Se produce cuando hay una aversión total hacia el
sexo con evitación de todos los contactos sexuales genitales con una pareja.
Es un trastorno que no es muy usual. Las personas que padecen esta problemática
presentan casos graves de ansiedad y pánico ante ciertas actividades sexuales
producto frecuentemente de traumáticas experiencias.
 Trastorno de la excitación sexual en hombres: Los problemas más habituales
durante la excitación sexual masculina tienen que ver con la dificultad para lograr
o mantener la erección en caso del hombre.

Algunos de los trastornos de


excitación en hombres más
reconocidos son:
Trastorno masculino eréctil: Es la incapacidad o dificultad para lograr o
mantener una erección cuando se mantiene una relación sexual. Popularmente este
trastorno se denomina impotencia, sin embargo por su connotación negativa se
prefiere la designación de problemas de erección. Este es uno de los problemas
más habituales en los hombres, considerándose que hasta un 50% de la población
masculina puede advertir trastornos de erección en algún momento de su vida
adulta (los trastornos refieren desde la dificultad de mantener la erección durante
el coito hasta los grados de intensidad eréctil).

Entre las causas orgánicas se presentan dificultades vasculares, lesiones


neurológicas, impotencia (por lesión en el pene, uretra, próstata o vejiga),
impotencias endocrinas (problemas en gónadas, hipófisis y glándulas
suprarrenales, diabetes), dificultad eréctil por ingestión de tóxicos o
medicamentos. Entre las causas psicológicas se encuentra la ansiedad (cuando se
experimenta la exigencia de alcanzar la erección, ser capaz de conservarla,
satisfacer a su compañera, en síntesis un exceso de preocupación por el buen
desempeño sexual) y estrés.
Trastornos orgásmicos: En el hombre el orgasmo está asociado a la eyaculación.
Cuando se producen dificultades para experimentar orgasmos tras una fase de
excitación normal se estará frente al caso de un trastorno de orgasmo inhibido. En
estos casos está presente la excitación y la erección pero se produce un retraso o
ausencia de eyaculación. Ciertos hombres pueden eyacular durante un sueño, pero
no en el coito.

Los sujetos con este problema reaccionan al mínimo cambio sensorial hasta el
punto de no alcanzar la eyaculación. Otras causas físicas son las alteraciones
neurológicas.

Eyaculación precoz: Es la ausencia de control sobre la eyaculación, muchas


veces producida antes de la penetración o un momento después. Se considera que
los sufre entre un 30% y 40% de la población masculina adulta. Responde
generalmente a factores psicológicos como la ansiedad, la desinformación y la
falta de concienciación sensorial. El individuo no distingue las sensaciones
precedentes al orgasmo, ya sea por una excitación muy intensa, por primeras
experiencias “rápidas”, culpabilidad o exceso de responsabilidad.

¿QUÉ SON LAS DISFUNCIONES SEXUALES?

La disfunciones sexuales se caracterizan por la alteración del deseo sexual, por cambios
psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación de malestar y
problemas interpersonales.

Las disfunciones sexuales aparecen en cada una de las fases del ciclo de respuesta sexual.
Estas fases son 4:

• Fase de deseo : con fantasías sexuales y el deseo de llevarlas a cabo. Los trastornos propios
de esta fase son: el deseo sexual hipoactivo , cuya característica esencial es la ausencia de
fantasías y deseos sexuales, el sujeto no tiene necesidad ni toma la iniciativa para realizar
actividad sexual, y el trastorno por aversión al sexo , cuya característica principal es la
aversión y evitación sexual genital con la pareja.

• Fase excitación : con sensación de placer y cambios fisiológicos (en el varón la erección y
en la mujer, la lubricación y expansión de la vagina, entre otros). Los trastornos propios de
esta fase son: el trastorno de la excitación sexual en la mujer , con la incapacidad
persistente o recurrente para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la
excitación sexual y el trastorno de erección en el varón con la incapacidad persistente o
recurrente para mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual .

• Fase de orgasmo : culminación del placer sexual con la contracción rítmica de los músculos
del perineo y de los órganos reproductores. En el varón se produce la eyaculación del semen y
en la mujer se producen contracciones en el tercio externo de la vagina. ). Los trastornos
propios de esta fase son: el trastorno orgásmico femenino que se caracteriza por la
ausencia o el retraso persistente o recurrente del orgasmo después de una fase de excitación
sexual normal, el trastorno orgásmico masculino que se caracteriza por la ausencia o el
retraso persistente o recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal, y la
eyaculación precoz del varón que consiste en la aparición del orgasmo y la eyaculación en
respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la
penetración y antes de que la persona lo desee.

• Fase de resolución : con relajación muscular y bienestar general.

A los trastornos sexuales propios de cada fase del ciclo de respuesta sexual hay que añadir los
trastornos sexuales por dolor, que son: la dispareunia , que consiste en dolor genital durante
el coito (aunque también puede aparecer antes o después), afecta tanto a hombres como a
mujeres, y el vaginismo, que consiste en la contracción involuntaria, de manera recurrente o
persistente, de los músculos perineales del tercio externo de la vagina, frente a la introducción
del pene .

Disfunciones Sexuales

Las disfunciones sexuales son problemas en la respuesta sexual humana (el


deseo, la excitación y el orgasmo) que usualmente impiden el desarrollo de
una vida erótica plena, afectan la salud integral y la autoestima del individuo,
así como su relación de pareja.

Disfunciones Sexuales Femeninas


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Disfunciones Sexuales Masculinas
Consulta más información

Eusebio Rubio, Jose Díaz Martínez, Claudia Foulliux


Asociación Mexicana para La Salud Sexual, A.C.
Referencia: Rubio E. y Díaz M. J. (1997) PAC PSIQUIATRÍA-1 Manejo clínico de la problemática
sexual. A3. Intersistemas. México 1997.

 Generalidades.
 Síndrome de deseo sexual hipoactivo.
 Disfunción erectil masculina.
 Síndrome de anorgasmia femenina.
 Síndrome de eyaculación precoz.
 Síndrome de Vaginismo.
 Síndrome de evitación sexual y trastorno por angustia sexual (fobia sexual).

Generalidades
Las disfunciones sexuales son problemas en el funcionamiento erótico de las personas que
usualmente impiden el desarrollo de una vida erótica plena, el desarrollo de vínculos eróticos
satisfactorios en las parejas y que, muy frecuentemente deterioran la autoimagen y la
autoestima de las personas. Sus determinantes pueden encontrarse en una variedad de
niveles de nuestra naturaleza humana, desde nuestra constitución biológica, con los avatares
que sobre la misma producen muchas enfermedades, nuestra naturaleza psicológica, que
reclama la integración armónica de nuestras potencialidades eróticas dentro de la totalidad de
nuestra persona, la naturaleza del vínculo de pareja y el ambiente social y cultural ante el
erotismo.

Las disfunciones sexuales, tal como se describen en este trabajo, deben ser entendidas como
síndromes ya que, como se verá, la multitud de procesos etiopatiogéncos que las generan
hacen imposible el hablar de enfermedades propiamente dichas.

La experiencia clínica de los autores nos ha llevado a proponer que existen cuatro
características presentes en todos las disfunciones sexuales:

1. Se trata de procesos de naturaleza erótica. Por erotismo entendemos a los procesos


humanos en torno al apetito por la excitación sexual, la excitación misma y el orgasmo,
sus resultantes en la calidad placentera de esas vivencias humanas, así como las
construcciones mentales alrededor de estas experiencias. Convencionalmente limitamos
el concepto de disfunción sexual a aquellos procesos eróticos que tienen que ver con el
funcionamiento del cuerpo, es decir, en los que se “activan” o se desean activar los
procesos de la respuesta sexual;
2. Son procesos que se consideran indeseables, es decir, existe acuerdo entre los
miembros de una sociedad (o cuando menos entre los miembros de esa sociedad que
elaboran las clasificaciones de salud) en que sería más deseable que las personas no
vivieran sus procesos eróticos con las características de las disfunciones sexuales (por
ejemplo sin orgasmos), en cuyo enunciamiento, descripción e intentos por tratarlos existe
una afirmación sustentada en una ideología;
3. Son procesos que se presentan en forma recurrente y persistenteen la vida erótica de
las personas.
4. Se presentan en la práctica clínica en forma de síndromes, es decir, se presentan como
un grupo de síntomas permite la identificación de grupos de personas con síntomas
similares pero no permite la identificación del tipo de causas que las determinan.
DISFUNCIONES SEXUALES

Llamamos disfunciones sexuales al conjunto de trastornos en los que los problemas psicológicos y/o
fisiológicos dificultan a la persona disfrutar de su actividad sexual tal como desearía. Es un trastorno
en alguna fase de la respuesta sexual -excitación, meseta, orgasmo, resolución-.

Las disfunciones sexuales son frecuentes y se estima que el 40% de hombres y mujeres las pueden
presentar en algún momento de su vida. Las más frecuentes entre las mujeres son la falta de interés
por el sexo y los problemas de excitación, y entre los hombres aparecen con mayor frecuencia la
eyaculación precoz y la impotencia.

En el diagnóstico y tratamiento de cada disfunción el profesional (médico o psicólogo) analiza si los


síntomas son primarios o secundarios, absolutos o situacionales, o si la gravedad es total o parcial.

Los cambios físicos que se producen en las cuatro etapas de la respuesta sexual (excitación,
meseta, orgasmo y resolución) nos sirven de base para analizar en qué fase se produce la disfunción
sexual.

Así, cuando la persona está excitada mental y físicamente aparecen los siguientes cambios físicos:

En la mujer: En el hombre:
EXCITACIÓN EXCITACIÓN
o Lubrificación vaginal o Erección peneana
 Erección del clítoris o Aumenta el tamaño del escroto
 Hinchazón de los labios o Aumenta el tamaño de los testículos
MESETA MESETA
o Coloración de los labios o Secreción de las glándulas de Cowper

 Estrechamiento vaginal o Contracción de la glándula prostática

 Estrechamiento vaginal o Contracción de la glándula prostática


 Elevación del útero y retracción del clítoris o Contracciones vesículas terminales
ORGASMO ORGASMO
o Contracciones del útero o Eyaculación
 Contracciones rítmicas en la plataforma
orgásmica o Contracciones del pene, uretra y esfínter
 Contracción del esfínter rectal o Contracción del esfínter rectal
RESOLUCIÓN RESOLUCIÓN
o El útero y la vagina recuperan su estado inicial o El pene y escroto recuperan su estado inicial

Podemos clasificar las disfunciones relacionadas con el ciclo de la respuesta sexual:

MUJERES HOMBRES
 Exceso  Exceso
o Trastornos del deseo Déficit Déficit
 Problema de iniciar la erección
 Trastorno de la excitación sexual  Falta de excitación general Problema de mantener la erección
 Dificultad en alcanzar el orgasmo
Falta de orgasmo  Ausencia de eyaculación
Orgasmo prematuro Eyaculación precoz
 Trastorno del orgasmo Orgasmo retardado Eyaculación retardada
 Trastorno de resolución sexual  Resolución retardada
 Dispareunia
Vaginismo  Dispareunia
Fobias sexuales Fobias sexuales
 Otros Ansiedad sociosexual Ansiedad sociosexual

Entre las causas psicológicas de las disfunciones nos encontramos los siguientes factores:

Factores predisponentes:

Falta de información y formación sexual o información recibida inadecuada.


Educación moral que desvaloriza la actividad sexual.
Inseguridad en el rol psicosexual.
Experiencias sexuales traumáticas.

Factores precipitantes:

Problemas de relación de pareja (mala comunicación, peleas, infidelidad).


Aparición de un problema esporádico (exceso de cansancio, alcohol, situación laboral o familiar
estresante).
Momentos especiales orgánicos(tras un infarto, después de un parto, por trastorno de ansiedad o
depresión, etc.).

Factores de mantenimiento:

Formación sexual inexistente o inadecuada.


Ansiedad asociada a interacciones sexuales.
Actuación inadecuada personal o de la pareja en la relación sexual.
Problemas generales en la relación de pareja.
Miedos o fobias específicos.

Causas fisiológicas de las disfunciones:

Enfermedades o lesiones: del sistema cardiovascular, sistema endocrino, tracto genitourinario,


sistema nervioso.

Efectos de fármacos y drogas: sedantes, antiándrógenos, anticolinérgicos y antiadrenérgicos,


psicotrópicos.

(los trastornos físicos más frecuentes son: diabetes, hipertensión, hipogonadismo, trastornos
medulares, etc.; a nivel de fármacos son los antihipertensivos, antidepresivos, alcohol, barbitúricos,
etc.).

Disfunciones sexuales femeninas:

Deseo sexual hipoactivo ("apatía sexual", "falta de deseo sexual", "falta de interés por el sexo").
Falta de interés en el sexo, ausencia de fantasía, ensoñaciones o pensamientos de contenido
sexual, dificultad para implicarse en una actividad sexual autoerótica o en pareja.

Aversión al sexo
Sentimientos intensos de asco, desagrado, repulsión o temor ante situaciones de tipo sexual
(concretas o de pensamiento). Se suele evitar el contacto sexual.
Trastorno de la excitación sexual
Pérdida de niveles de excitación, desconexión física y emocional de la relación sexual. Incapacidad
para responder a las caricias, no se experimentan las respuestas fisiológicas sexuales.

Trastorno orgásmico
Dificultad para alcanzar el orgasmo tras un nivel de excitación adecuado.
Dispareunia
Dolor durante el coito.

Vaginismo
Contracción involuntaria del tercio externo de la vagina ante la penetración.

Disfunciones sexuales debidas a enfermedades médicas


Algunas enfermedades pueden influir en el funcionamiento sexual por las alteraciones fisiológicas
que producen o por la medicación que requieren; entre estas aparecen: diabetes, artritis, esclerosis
múltiple, lesión medular, tiroides, endometriosis, infecciones vaginales.

Disfunciones sexuales inducidas por sustancias


El consumo de algunos fármacos o drogas puede afectar a la respuesta sexual.

Disfunciones sexuales masculinas:

Impotencia, disfunción eréctil:


Incapacidad para obtener o mantener una erección suficiente para realizar el coito de manera
satisfactoria.

Eyaculación precoz:
Incapacidad para ejercer un control voluntario sobre el reflejo eyaculador.

Eyaculación retardada:
El hombre no puede eyacular por un excesivo control involuntario del reflejo eyaculador.

Anorgasmia
No existe sensación de placer, pero sí sale el semen.

Dispareunia
Dolor durante el coito, que puede ser durante la relación sexual o después.

Entre los medicamentos y drogas que afectan a la actividad sexual vemos los siguientes:

Medicamentos: sedantes, anticonceptivos orales, antidepresivos antihipertensivos, antihistamínicos,


antibióticos.

Drogas: alcohol, marihuana, cocaína y opiáceos.

Medicamentos comunes que reducen el deseo sexual:

Amiodarona (Trangorex)
Amitriptilina (Triptizol, nobritol)
Carbamezapina (Tegretol)
Cimetidina (Fremet, Tagamet)
Diacepam(Valium)
Digoxina (Digoxina)
Ketoconazol (Fungarest, Panfungol, Ketasisdin)
Litio (Plenur)
Progesterona
Ranitidina (Quantor,Rubiulcer, Toriol, Zantac)
Espironololactona (Aldactora, Aldoleo, Resnedad, Spirometron)
Medicamentos habituales que reducen la capacidad de tener orgasmos:

Alcohol
Alprazolam (Trankimazin)
Amitripilina (Nobrotil)
Anfetaminas
Clonidia
Diazepam (Valium)
Fluoxetina (Prozac)
Metildopa (Aldomet)
Narcóticos
Setralina (Aremis, Bisitran)

Bibliografía consultada:

Mº J. Carrasco. Disfunciones sexuales femeninas. Editorial Síntesis


M. Chia y D. Abrams. La pareja multiorgásmico. Editorial Neo Person

ALTERACION MUSCULAR A NIVEL VULVAR DURANTE


LA FASE DE EXCITACION
Publicado el septiembre 6, 2010por admin

(Corresponde a una disfunción muscular (Músculos Puboccocígeos) durante la fase de


Tumescencia (conocido como Vaginismo, Vaginismo Funcional).
Se recomienda el término Vaginismo.
Existen dos tipos:
a. Contracción Hipertónica (conocida como Vaginismo)
b. Contracción Hipotónica (conocida como Debilidad Pubococcígea)
CONTRACCIÓN HIPERTÓNICA
La queja fundamental es “sentir dolor al intentarse la penetración vaginal”, ello interfiere
con el coito; sucede independientemente de la presencia de un período operativo de
excitación (Período Pre-coital), durante el cual pudo experimentarse, o no, orgasmo.
Estas mujeres disfrutan de su Función Sexual, pero evitan la penetración vaginal debido al
dolor que les provoca. Frecuentemente el cuadro clínico es de tipo Primario porque ocurrió
durante la adolescencia o al inicio de la vida sexual de la persona, independientemente de la
edad que tenga. En consecuencia, estas pacientes desarrollan una Conducta de Evitación.
El Diagnóstico Diferencial debe hacerse con una Dispareunia Funcional, con una infección
local o con un Síndrome de Déficit de Lubricación. El examen físico permite encontrar el
núcleo del perineo muy firme y doloroso al tacto.
En el Vaginismo de tipo Secundario, por lo general es posible determinar la situación
etiológica que precedió a la aparición del cuadro clínico.
CONTRACCIÓN HIPOTÓNICA
Hay una alteración muscular durante la fase de tumescencia, caracterizada por una
debilidad de los músculos pubococcígeos. Se recomienda el uso del término “Sindrome de
Debilidad Pubococcígea”.
La queja fundamental es “sentir que el pene nada dentro de la vagina” lo cual interfiere con
el coito; sin embargo, estas pacientes pueden tener un periodo operativo de excitación
(periodo Pre-coital), durante el cual refieren experimentar o no, orgasmo por otros medios.
Ellas pueden disfrutar del Ejercicio de la Función Sexual, pero la penetración no es
placentera debido al sentimiento de vacío que deja.
Las manifestaciones clínicas a menudo aparecen al principio de la vida sexual de la persona
afectada; sin embargo, se encuentra de tipo Secundario en mayor frecuencia. Hablando en
forma general, la Pareja desarrolla, subsecuentemente, una respuesta de evitación hacia el
Ejercicio de la Función Sexual, por tanto, la Frecuencia sexual disminuye.
El Diagnóstico Diferencial deberá considerar un Síndrome de Lubricación excesiva” y
“Daño de los Nervios Periféricos’. El examen físico una vagina fláccida e insensible. En el
tipo Secundario, generalmente la causa es un Trauma Obstétrico que precede a la
manifestación clínica.
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