De acuerdo con la segunda ley Newton, cuando un punto material se halla sometido a un sistema de fuerzas no equilibrado, el punto material experimenta un movimiento acelerado. La cinética estudia las relaciones existenciales entre los sistemas de fuerza que no están en equilibrio y las variaciones de movimiento que originan. La relación básica entre fuerza y aceleración es establecida por la segunda ley de Newton (ec 1). La validez de dicha ley es puramente experimental y su significado fundamental se describirá con ayuda de un experimento ideal en el cual se supone que la fuerza y aceleración se miden sin error alguno. Se aísla la fuerza única F1. Se mide la aceleración a1 de la partícula y e cociente f1/a1 de los módulos de fuerza y aceleración será un numero c1 cuyo valor dependerá de las unidades en que se midan las fuerzas y aceleraciones. El experimento se repite sometiendo a ese mismo punto a otra fuerza f2 y midiendo la aceleración correspondiente a2. De nuevo, el cociente f2/a2 dará el numero c2. Se repite el experimento tantas veces como se quiera. De los resultados se extraen dos conclusiones importantes. Primera, los cocientes entre la fuerza aplicada y las correspondientes aceleraciones son todos iguales a un mismo número, con tal que no se cambie de unidades de medida en los experimentos. Asi pues. F1/a1=f2/a2=…=f/a=c, una constante Concluimos en que c es una constante que mide cierta propiedad invariable el punto material. Esta propiedad es la inercia del punto material, que es su resistencia a variar de velocidad. En el caso de un punto material de mucha inercia (c grande) la aceleración será pequeña para una fuerza F dada y, recíprocamente, si la inercia es pequeña, la aceleración será grande. Como medida cuantitativa de la inercia se toma la masa m, por lo que podemos escribir C=km, donde k es una constante que depende de las unidades empleadas, así pues, tenemos la relación experimental F=kma (3.1) Donde F es la magnitud de la fuerza resultante que se ejerce sobre el punto material de masa m y a es el módulo de la aceleración que adquiere este. La segunda conclusión que extraemos del experimento ideal es que la aceleración tiene siempre la misma dirección y sentido que la fuerza aplicada. Así pues, la ecuación 3.1 es una relación vectorial que puede escribirse en la forma F=kma 3.2 Pese a la imposibilidad de efectuar un experimento ideal como el descrito, las conclusiones se interfieren de las mediciones de innumerables experimentos realizados con precisión cuyos resultados se predicen correctamente a partir de la hipótesis en que se basa el experimento ideal. Una de las comprobaciones mas precisas se encuentra en la exacta predicción de los movimientos de los planetas basada en la ecuación 3.2. (a)sistemas inerciales. si bien las conclusiones del experimento ideal se han obtenido para mediciones efectuadas respecto al sistema inercial primario “fijo”, son validas igualmente para mediaciones hechas respecto a cualquier sistema de referencia no giratorio que se traslade a velocidad constante respecto al sistema primario. Con base en el movimiento relativo, se observa que las aceleraciones medidas en todo sistema que se traslade sin aceleración son las mismas que las medidas desde el sistema primario, así pues, la segunda ley de Newton se cumple también en todo sistema no acelerado, por lo que podemos definir qué sistema inercial es todo sistema en que es válida la ecuación 3.2 Si el experimento descrito se realizase en la superficie terrestre y todas las mediciones se efectuarán relativas al sistema de referencia solidario al suelo, los resultados medidos presentarían una ligera discrepancia al aplicarlos en la ecuación 3.2. esta discrepancia se debería al hecho de que la aceleración medida no será la aceleración absoluta correcta. La discrepancia desaparecería cuando se tuviera en cuenta las correcciones debidas a las componentes de aceleración de la tierra. En la mayoría de los problemas técnicos referentes a movimientos de estructura y maquina en la superficie terrestre, dichas correcciones son despreciables. En tal caso, las aceleraciones medidas respecto a los ejes de referencia solidarios a la superficie terrestre pueden considerarse “absolutas” y puede aplicarse la ecuación 3.2 a las mediciones experimentales efectuadas en la superficie terrestre sin que el error sea apreciable. Existe un número creciente de problemas, particularmente referentes a cohetes y diseño de naves espaciales, en que las componentes de aceleración de la tierra tienen una importancia primordial. Para tales cuestiones es esencial una comprensión perfecta de las bases fundamentales de la dey de Newton y que se empleen las componentes adecuadas de la aceleración absoluta. Con anterioridad a 1905 se habían verificado las leyes de la mecánica newtoniana mediante la descripción definitiva del movimiento de los cuerpos. El concepto de tiempo, considerado como la magnitud absoluta en la teoría de Newton, sufrió una interpretación básicamente diferente en la teoría de la relatividad enunciada por Einstein en 1905. El nuevo concepto exigía reformular por completo las leyes aceptadas por la mecánica. La teoría de la relatividad pudo parecer ridícula en un principio, pero ha tenido comprobación experimental y en la actualidad la aceptan todos los científicos del mundo. Aun cuando es fundamental la diferencia entre mecánica de Newton y la de Einstein, los resultados obtenidos por las dos teorías solo presentan una diferencia practica cuando intervienen velocidades cuya celeridad sea del orden de la luz (300x10^6 m/s^2). Problemas importantes referentes a partículas atómicas y nucleares, por ejemplo, llevan consigo cálculos basados en la teoría de la relatividad y afectan de manera fundamental tanto físicos como a ingenieros. (b) unidades. En a ecuación 3.2 se acostumbra a tomar a k igual a la unidad, como lo que la ley de newton toma su forma usual.
F=ma 1.1
Todo sistema de unidades para el cual k sea la unidad recibe el nombre de
sistema cinético. Así pues, en un sistema cinético las unidades de fuerza, masa y aceleración son independientes. Por mediciones hechas con relación a la tierra en rotación, se utiliza el valor relativo de g, cuyo valor internacionalmente admitido, a nivel del mar y a 45° de latitud, es 9.80665 m/s^2. Salvo cuando se requiera una precisión mayor, para valor de g se empleara 9.81 m/s^2. Para mediciones relativas a la tierra supuesta sin movimiento de rotación, se utilizara el valor absoluto de g, que a 45° de latitud y a nivel del mar es 9.8236 m/s^2.