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En los casos de sección medular completa en su diámetro transversal (mielopatía transversa), ocurre una pérdida
de todas las modalidades sensitivas y alteración de las vías motoras por debajo de la lesión, de manera bilateral.
SÍNTOMAS SENSITIVOS
Son síntomas localizadores de la lesión en un nivel medular longitudinal concreto los siguientes:
- Dolor radicular: Pueden existir “en banda” (irradiado a brazos si la lesión es cervical, rodeando tórax o abdomen,
si es torácica, o irradiada a piernas si es lumbar o sacra).
- Dolor localizado en vértebras sobre las apófisis espinosas (en el caso de infecciones y tumores) (Brazis et al;
2007)
- Nivel sensitivo dorsal por debajo del cual, existe pérdida de todas las modalidades sensitivas.
- Paraparesia/paraplejia o tetraparesia/tetraplejia por debajo del nivel lesional con otros signos de neurona motora
superior (hiperreflexia, espasticidad, signo de Babinski), en grado variable, en función del tiempo de instauración
del cuadro.
- Lesión de neurona motora inferior (atrofia, fasciculaciones e hiporreflexia), en el nivel, por daño en astas
anteriores o en sus raíces ventrales (Brazis et al; 2007) que en el caso de lesiones torácicas resultan ser muy
sutiles y difíciles de hallar.
- Disfunción de esfínteres:
• Vesical, pudiendo ocasionar urgencia miccional, retención urinaria e incontinencia posterior por
rebosamiento. (Byrne et al; 2010)
• Esfínter anal, provocando incontinencia por atonía y posteriormente estreñimiento por esfínter
espástico. (Brazis et al; 2007)
• Bradicardia e hipotensión ortostática por inestabilidad vasomotora, por debajo del nivel lesional.
Existen diferencias en cuanto a semiología medular en lesiones que abarcan todo el diámetro
transverso de la médula, en función del patrón temporal en el que se establezca la lesión:
- Lesiones agudas
Producen lo que se conoce como “Shock medular”, en el cual ocurre la pérdida no solo de las
funciones motoras y sensitivas, sino también la abolición de todos los reflejos por debajo de la
lesión (reflejos de estiramiento muscular o miotáticos, y reflejos cutáneos).
Existiría también disfunción autonómica con alteración de esfínteres: en un inicio se produce una
vejiga fláccida y arrefléxica con retención urinaria e incontinencia por rebosamiento,
desarrollándose posteriormente la vejiga refleja o neurógena que condiciona una urgencia
miccional e incontinencia de orina. El shock medular puede ocasionar además ileo paralítico y
pérdida del reflejo anal. (Byrne et al; 2010). Además existe disfunción en el control vasomotor y en
la termorregulación (Conde et al; 2006), ocasionando defecto en la sudoración y/o piloerección, por
debajo del nivel lesional. (Byrne et al; 2010).
Este estado de “shock medular” puede durar varios días e incluso semanas. (Hauser et al; 2006)
Se describe en la literatura una media de 3 semanas. (Young et al; 2001b). Posteriormente
empiezan a aparecer en primer lugar, las respuestas plantares extensoras, seguidas de
hiperreflexia y en último lugar, espasticidad y espasmos en flexión, apareciendo más tardíamente
también en extensión. (Young et al; 2001b)
Entre las causas más frecuentes se encuentran la etiología vascular, infecciosa y/o inflamatoria, los
traumatismos e incluso tumores metastáticos o linfomas. (Brazis et al; 2007)
A diferencia de las lesiones de instauración aguda, en los casos en los que los síntomas van
apareciendo paulatinamente, (como pudiera ocurrir con tumores extramedulares que van
comprimiendo lentamente la médula), se van a ir desarrollando de forma progresiva signos de
afectación de primera motoneurona, tales como hiperreflexia, espasticidad, debilidad piramidal y
signo de Babinski. En relación con los esfínteres, en este caso, se puede desarrollar una vejiga
refleja o neurógena, sin aparecer inicialmente la arreflexia vesical, como ocurre en las lesiones de
instauración aguda. (Byrne et al; 2010).
El mal de Parkinson provoca la muerte de ciertas células del cerebro, que son las que ayudan a controlar el
movimiento y la coordinación. La enfermedad lleva a que se presente agitación (temblores) y dificultad para caminar
y moverse.
Causas
Las neuronas utilizan un químico cerebral, llamado dopamina, para ayudar a controlar el movimiento muscular.
Cuando se presenta el mal de Parkinson, las neuronas que producen dopamina mueren lentamente. Sin la
dopamina, las células que controlan el movimiento no pueden enviar mensajes a los músculos, lo cual hace que sea
difícil controlarlos. Este daño empeora lentamente con el tiempo. Nadie sabe qué causa el desgaste de estas
neuronas.
El mal de Parkinson casi siempre se presenta después de los 50 años. Es uno de los problemas del sistema
nervioso más común en adultos mayores.
La enfermedad tiende a afectar a los hombres más que a las mujeres, aunque las mujeres también presentan la
enfermedad. El mal de Parkinson a veces es hereditario.
La enfermedad puede ocurrir en adultos jóvenes. En tales casos, a menudo se debe a los genes de la persona.
Síntomas
Los síntomas pueden ser leves al principio. Por ejemplo, usted puede tener un temblor leve o una ligera sensación
de que una pierna o pie está rígido y se arrastra. Los síntomas pueden afectar uno o ambos lados del cuerpo.
Músculos rígidos
Postura encorvada
Estreñimiento
Sudoración y no ser capaz de controlar la temperatura corporal
Parpadeo lento
Babeo
Dificultad para iniciar el movimiento, como comenzar a caminar o pararse de una silla
Movimientos lentos
Pérdida de movimientos pequeños o finos de la mano (la escritura puede volverse pequeña y difícil de leer)
Generalmente ocurren cuando las extremidades no se están moviendo, lo que se denomina temblor en reposo.
Desaparecen al moverse.
Puede provocar frotamiento involuntario del pulgar y dedos de la mano (temblor del rodamiento de la píldora).
Confusión
Demencia
Depresión
Desmayo
Pérdida de la memoria
Pruebas y exámenes
Es posible que el médico pueda diagnosticar el mal de Parkinson basándose en los síntomas y en el examen físico.
Sin embargo, los síntomas pueden ser difíciles de evaluar, particularmente en los adultos mayores. Los síntomas
son más fáciles de reconocer a medida que la enfermedad empeora.
Atrofia muscular
Agitación (temblores)
El médico puede hacer algunos exámenes para descartar otros trastornos que puedan causar síntomas similares.
Tratamiento
No hay ninguna cura para el mal de Parkinson, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas.
MEDICAMENTOS
El médico le recetará medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de temblores y movimientos. Estos
medicamentos funcionan al aumentar la dopamina en el cerebro.
En ciertos momentos del día, el medicamento a menudo deja de hacer efecto y los síntomas pueden regresar. Si
esto sucede, el médico posiblemente necesite cambiar:
El tipo de medicamento
La dosis
Los medicamentos para el Parkinson pueden causar efectos secundarios graves, como:
Confusión
A medida que la enfermedad empeora, es posible que los síntomas como postura encorvada, movimientos
congelados y problemas del habla no reaccionen favorablemente a los medicamentos.
CIRUGÍA
La cirugía puede ser una opción para algunas personas. No cura la enfermedad de Parkinson, pero puede ayudar a
aliviar los síntomas. Los tipos de cirugía abarcan: