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La Geometría (del griego geo, 'tierra'; metrein, 'medir'), es la rama de las matemáticas
que se ocupa de las propiedades del espacio. En su forma más elemental, la geometría
se preocupa de problemas métricos como el cálculo del área y diámetro de figuras planas
y de la superficie y volumen de cuerpos sólidos. Otros campos de la geometría son la
geometría analítica, geometría descriptiva, topología, geometría de espacios con cuatro
o más dimensiones, geometría fractal, y geometría no euclídea.
El origen del término geometría es una descripción precisa del trabajo de los primeros
geómetras, que se interesaban en problemas como la medida del tamaño de los campos
o el trazado de ángulos rectos para las esquinas de los edificios. Este tipo de geometría
empírica, que floreció en el Antiguo Egipto, sumeria y Babilonia, fue refinado y
sistematizado por los griegos.
Entre estos teoremas se encuentran: "la suma de los ángulos de cualquier triángulo es
igual a la suma de dos ángulos rectos", y "el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo
rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados" (conocido como
teorema de Pitágoras).
Los griegos introdujeron los problemas de construcción, en los que cierta línea o figura
debe ser construida utilizando sólo una regla de borde recto y un compás. Ejemplos
sencillos son la construcción de una línea recta dos veces más larga que una recta dada,
o de una recta que divide un ángulo dado en dos ángulos iguales.
Geometría analítica
La geometría avanzó muy poco desde el final de la era griega hasta la edad media. El
siguiente paso importante en esta ciencia lo dio el filósofo y matemático francés René
Descartes, cuyo tratado "El Discurso del Método", publicado en 1637, hizo época. Este
trabajo fraguó una conexión entre la geometría y el álgebra al demostrar cómo aplicar
los métodos de una disciplina en la otra. Éste es un fundamento de la geometría analítica,
en la que las figuras se representan mediante expresiones algebraicas, sujeto
subyacente en la mayor parte de la geometría moderna.
Otro desarrollo importante del siglo XVII fue la investigación de las propiedades de las
figuras geométricas que no varían cuando las figuras son proyectadas de un plano a otro.
Modernos avances
Casi al mismo tiempo, el matemático británico Arthur Cayley desarrolló Carl Gauss
la geometría para espacios con más de tres dimensiones. Imaginemos que una línea es
un espacio unidimensional. Si cada uno de los puntos de la línea se sustituye por una
línea perpendicular a ella, se crea un plano, o espacio bidimensional. De la misma
manera, si cada punto del plano se sustituye por una línea perpendicular a él, se genera
un espacio tridimensional.
Yendo más lejos, si cada punto del espacio tridimensional se sustituye por una línea
perpendicular, tendremos un espacio tetra dimensional. Aunque éste es físicamente
imposible, e inimaginable, es conceptualmente sólido. El uso de conceptos con más de
tres dimensiones tiene un importante número de aplicaciones en las
ciencias físicas, en particular en el desarrollo de teorías de la relatividad.
Pitágoras
Filósofo y matemático griego (582 - 500 antes de Cristo), cuyas doctrinas influyeron
mucho en Platón. Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las enseñanzas
de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que
Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos por su aversión a la tiranía de
Polícrates.
Hacia el 530 antes de Cristo se instaló en Crotona, una colonia griega al sur de Italia,
donde fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos, conocido
como pitagorismo. Era una especie de secta cuyo símbolo era el pentágono estrellado.
La filosofía de Pitágoras se conoce sólo a través de la obra de sus discípulos y pretendía
conciliar la antigua visión mítica del mundo con el creciente interés por la explicación
científica.
Los pitagóricos asumieron ciertos misterios, similares en muchos puntos a los enigmas
del orfismo. Aconsejaban la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir
alimentos, la sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito del autoanálisis. Los
pitagóricos creían en la inmortalidad y en la trasmigración del alma. Se dice que el propio
Pitágoras proclamaba que él había sido Euphorbus, y combatido durante la guerra de
Troya, y que le había sido permitido traer a su vida terrenal la memoria de todas sus
existencias previas.
El principal propósito de los seres humanos tendría que ser la purificación de sus almas
mediante el cultivo de virtudes intelectuales, la abstención de los placeres de los sentidos
y la práctica de diversos rituales religiosos.
Apolonio de Perga
Apolonio de Perga o Perge; 262 a.J.C. - 180 a.J.C.) Matemático griego. Conocido con el
sobrenombre de el Gran Geómetra, sus extensos trabajos sobre geometría tratan de las
secciones cónicas y de las curvas planas y la cuadratura de sus áreas. Acuñó los
términos elipse, hipérbola y parábola, que responden a las respectivas propiedades
matemáticas de estas tres funciones. También explicó el movimiento de los planetas
según la teoría de los epiciclos.
Apolonio vivió largo tiempo en Alejandría, primero como discípulo y más tarde como
profesor en la escuela de los sucesores de Euclides, escuela que recibió nuevo impulso
del mismo Apolonio. Realizó numerosos viajes y residió también durante algún tiempo
en Éfeso y en Pérgamo, a cuyo rey Atalo I (224-197) dedicó el cuarto libro de su tratado
sobre las figuras cónicas.
Apolonio hizo con respecto a las figuras cónicas lo que Euclides había hecho un siglo
antes en cuanto al círculo, y fue él quien dio a las secciones del cono las denominaciones
todavía en uso: parábola, hipérbola, elipse. Aunque sólo cuatro de los ocho libros de que
estaba compuesto hayan llegado a nosotros en la lengua original (poseemos otros tres
en idioma árabe), el tratado es tan completo que habían de pasar siglos antes de que
pudiera añadirse algo sobre el tema.
Ya antes de Apolonio, las cónicas y sus propiedades eran conocidas por los griegos,
según lo atestiguan la obra de Menecmo, Los lugares sólidos de Aristeo y muchos
pasajes de Euclides y Arquímedes. Apolonio generalizó y extendió las investigaciones.
Partiendo de un cono cualquiera, cortándolo con un plano cualquiera, llega a obtener las
tres especies de cónicas que antes de él se consideraban como secciones del cono
acutángulo, rectángulo y obtusángulo.
Los primeros cuatro libros del tratado Las cónicas han llegado a nosotros en su texto
original porque probablemente eran libros de texto en las escuelas griegas y alejandrinas.
Los tres siguientes se conservaron durante el medioevo en una traducción árabe, y sólo
el octavo libro, que según las declaraciones de Apolonio contenía la solución de los
problemas concernientes a la materia tratada en el libro anterior, se ha perdido. El
famoso astrónomo Halley, en la edición hecha por él de las obras de Apolonio (1710), se
basó en las informaciones contenidas en los "lemas" dejados por Pappo en su Colección
para dar una relación aproximada de este libro desaparecido.
En conjunto, los libros sobre las cónicas pueden considerarse como una introducción a
la geometría superior, porque en ellos encontramos nociones modernísimas como son
los principios de la teoría de las polares o la generación de una cónica mediante haces
de rayos proyectados (teorema de Steiner). La importancia de las cónicas en el sistema
universal creció mucho con el descubrimiento de Kepler, según el cual las órbitas
planetarias son elípticas, ocupando el sol uno de los focos de la elipse. La obra de
Apolonio, al reexaminarse hace tres siglos, dio origen a un gran desenvolvimiento de la
geometría moderna. ( Seguir leyendo )
René Descartes
Con ocho años entró en la escuela jesuita de La Flèche en Anjou, donde permanecería
hasta los 16 años. Junto a los típicos estudios clásicos Descartes estudió matemáticas y
escolasticismo con el propósito de orientar la razón humana para comprender la doctrina
cristiana. Estuvo influenciado por el Catolicismo. Al finalizar sus estudios en la escuela,
se matriculó en Derecho en la Universidad de Poitiers, obteniendo la licenciatura en
1616. Sin embargo, nunca ejerció la profesión jurídica; en 1618 entró al servicio del
príncipe Mauricio I de Nassau-Orange con la intención de seguir la carrera militar.
Descartes sirvió en otros ejércitos pero su interés se centró siempre en los problemas de
las matemáticas y la filosofía, a los que dedicó el resto de su vida, se dedicó plenamente
a la filosofía y a realizar experimentos de óptica. En 1628, tras vender sus propiedades
en Francia, partió a Holanda, donde vivió en diferentes ciudades, Amsterdam, Deventer,
Utrecht y Leiden. Fue por entonces cuando escribió Ensayos filosóficos, que fue
publicada en 1637. Ésta está compuesta de cuatro partes: un ensayo sobre geometría,
otro sobre óptica, un tercero sobre meteoros y el último, el Discurso del método, que
describía sus especulaciones filosóficas. A éste le siguieron, entre otros ensayos,
Meditaciones metafísicas y Los principios de la filosofía. El último volumen fue dedicado
a la princesa Elizabeth Stuart de Bohemia, que vivió en los Países Bajos y con la que
mantenía una gran amistad.
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La humildad y pobreza familiar no fueron obstáculos para que Gauss diera muestras de
su genio precoz. Él mismo, ya anciano, acostumbraba a alardear de haber aprendido a
contar antes que a escribir y de haber aprendido a leer por sí mismo, deletreando los
nombres de los parientes y amigos de la familia.
Él mismo contaba que, con sólo tres años, había rectificado una suma hecha por su
padre cuando debía pagar a sus operarios.
Por indicación del niño, el padre habría revisado el resultado y constatado que su hijo
tenía razón. El resultado era inexacto y Gauss lo corrigió.
El niño descubrió que sumando la primera cifra, el uno (1), con la última, el cien
(100), daba ciento uno (101) y que dicho resultado se repite cada vez que suma los
extremos de la progresión; Y así hasta completar las cincuenta (50) parejas que se
forman, entonces el resultado se obtendrá multiplicando 101 por 50 = 5.050.
En 1788, ya con once años de edad, ingresa en el Gymnasium Catharineum. Allí estudia
latín y griego, que asimila con suma facilidad y al cabo de dos años accede al grado
superior de la enseñanza secundaria.
A los catorce años su habilidad para el cálculo deja impresionado al duque Karl Wilhelm
Ferdinand, quien le proporcionará los fondos para que pueda proseguir su formación y
le regalará las tablas de logaritmos elaboradas por Johann Carl Schulze, un valiosísimo
tesoro en aquella época.
Pero poco antes de cumplir los diecinueve años, Gauss se decide definitivamente por las
matemáticas y hará su primera anotación en su diario, un pequeño cuaderno de
diecinueve páginas, que acompañará a Gauss hasta 1814.
Este pequeño cuaderno es, quizás, el diario científico más importante de la historia de
las matemáticas, en el que irá anotando, a veces de forma críptica, los resultados
matemáticos que le vienen a la cabeza. En total 144 anotaciones.
Este diario atesora gran parte de los descubrimientos matemáticos del siglo XIX. En este
libro no fueron recogidos todos los descubrimientos de Gauss en el período prolífico de
1796 a 1814. Pero muchos de los anotados bastarían para establecer la prioridad de
Gauss en campos, donde algunos de sus contemporáneos se niegan a creer que Gauss
les precediera.
En ese mismo tiempo demostró que se puede dibujar un polígono regular de 17 lados
con regla y compás.
Hacia el verano de 1801 Gauss había entrado ya con todos los honores en el parnaso
de los genios matemáticos. A partir de este momento Gauss se había convertido en el
matemático más grande de Europa.
János Bolyai
El físico alemán Carl Gauss analizó y ensalzó la obra, aunque observó que él había
realizado un trabajo similar (no publicado). Su obra que revolucionó la geometría fue
publicada en 1831: "La ciencia verdadera absoluta del espacio. En discurso
independiente del carácter cierto o erróneo del axioma euclidiano Nº XI (nunca resuelto
a priori): en caso de ser éste equivocado, con la cuadratura geométrica del círculo".
"La nueva geometría descubierta por Bolyai -y Lobachevski- constituye un viraje aún
mayor que la de Copérnico, es una revolución realmente extraordinaria del pensamiento"
- dijo E. T. Bell en su gran obra de historia de las matemáticas; "debemos remontarnos
hasta el mismo Copérnico para poder encontrar algo de trascendencia semejante, es
más, ni siquiera eso es suficiente". El trabajo matemático de Bolyai no se limitaba sólo
a sus investigaciones geométricas, ni su obra científica meramente a las matemáticas.
Reconoció la estrecha interrelación de la estructura espacial geométrica y el campo de
acción de la fuerza de gravedad.
Arthur Cayley
Referencias