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El espectáculo de las

firmas
16/08/2016 17:11 Lectura: 3 min (728 palabras)

En toda su megalomanía, Correa necesita este


tipo de actos para sentirse animado a no
abandonar el poder de un país que se destruye
en sus manos

Las pamelas entregaron ayer sus cartones de firmas para


reelegir a Correa. Llegaron subidas en una chiva llamada
“La Sinvergüenza” y pagaron toda la proeza de recolección
de firmas, organización del voluntariado, alimentación,
transporte, camisetas, pancartas, chivas, globos y fiesta
con 3 mil dólares de los ahorros de la más simplona de
ellas.

Estas no valen ni para mentir.

Dijeron haber presentado 1' 248.000 firmas recolectadas


en 45 días. Esto quiere decir que recogieron 29 mil firmas
por día, más de mil firmas por hora y 19 firmas por cada
segundo durante un mes y medio, las 24 horas del día.
Eso es ridículo.

En un país de 16 millones de habitantes, 9.5 millones de


estos están habilitados para votar en elecciones. Esta cifra
se reduce si se considera el aproximado 30% de
ausentismo. Entonces, si 6.6 millones de votantes
participan en elecciones, esto quiere decir que la mitad de
ecuatorianos decide sobre la otra mitad en las urnas.

Aunque Nadie las ha visto (http://ec.globedia.com/en-


donde-estan-las-pamelas-) recolectar nada, las pamelas
juran que recorrieron todo el país en un mes y medio, y
que consiguieron casi una veintena de firmas por
segundo, las 24 horas del día, sin descanso, todos los días.
Con esto dicen también que consiguieron el equivalente
en firmas al 63% de los votos que consiguió Guillermo
Lasso, el doble que Lucio Gutiérrez y el cuádruple
obtenido por Mauricio Rodas. ¡Qué ridículo!

Con toda la plata que cualquiera de estos tres candidatos


gastó en sus campañas, ¿estas arribistas nos vienen a
decir que consiguieron mejores resultados con 3 mil
dólares y un discurso chillón?

Los números no son el fuerte de las pamelas. Por donde se


mire se encuentran más mentiras de este gran fraude o,
como diría Benjamín Carrión, donde se aplasta sale pus.

Las pamelas no valen ni para mentir

¿Cómo esperan que creamos los ecuatorianos que, para


armar este teatro de megalomanía y arribismo, estas
fanáticas dispongan, como han dicho
(http://ec.globedia.com/en-donde-estan-las-pamelas-),
de un ejército de más de 7 mil personas? Eso querría decir
que dispusieron de 32 voluntarios para cada uno de los
221 cantones o 6 para cada una de las 1149 parroquias de
todo el Ecuador. Eso es totalmente ridículo. Ni la Iglesia
Católica, ni la Coca Cola tienen ese nivel de organización.

¿Cómo esperan que creamos que todo lo financiaron con 3


mil dólares provenientes de los ahorros de una de ellas?
Esto querría decir que destinaron 42 centavos de dólar
para cada uno de los integrantes de su ejército durante
cada día de trabajo. ¿Qué justificaría que más de 7 mil
personas renuncien a sus trabajos, pidan vacaciones o
destinen su tiempo libre para recoger 19 firmas por
segundo durante un mes y medio, sin descanso,
alimentación, ni remuneración, durante las 24 horas del
día?

Con tantas mentiras dichas en seguidilla, ¿quién certifica


que las decenas y decenas de cajas que presentaron ayer
estarían llenas de algo? Tal vez estaban llenas de papeles y
más basura, pero está claro que no tenían firmas porque
es absolutamente imposible disponer de un ejército de
miles de personas, sin financiamiento, recogiendo miles
de firmas diariamente, alimentadas, movilizadas y
vestidas por el aire, y que organizan una fiesta ruidosa con
“chivas sinvergüenzas”, pancartas, globos, camisetas sin
que nadie responda de donde salen todas estas cosas.

Las cajas estaban vacías, nadie vio a estas improvisadas en


ninguna parte del país recogiendo sus firmas. Las miles de
adhesiones son falsas y buscan mantener vigente a un
presidente saliente, desgastado y desmoralizado por la
profunda crisis que ha provocado.

Correa, el correísmo y la pamelas sufren la enfermedad


del vacío. Están horrorizados por perder el poder y en ese
vacío de autoridad, de legitimidad, de moral y de
aceptación tienen que crear un espectáculo como este,
seguramente financiado con dinero público, para intentar
mentirle a la gente que ellos siguen al mando, que son la
patria, que son aceptados por todos, que son amados, que
todos queremos que se queden gobernando eternamente,
lo cual es una monumental mentira, como todo lo que han
hecho al respecto. Para esto necesitan de este teatro: para
que el presidente Correa se mantenga vigente en la
opinión pública, en lugar de empezar a preparar su retiro.

En toda su megalomanía, Correa necesita este tipo de


actos para sentirse animado a no abandonar el poder de
un país que se destruye en sus manos.

@ghidalgoandrade
(https://twitter.com/ghidalgoandrade)

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