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De la Navegación Costera a la Ultramarina: Características Más Destacadas

Por Adrineli Canelon


El paso de la navegación costera a la ultramarina representó un gran progreso en cuanto a la exploración de la Tierra. Este progreso
fue resultado de la unión de lo visionario con la tecnología.
Las civilizaciones antiguas no tenían los recursos para conocer con exactitud distancias o velocidades. Por esto los navegantes no se
alejaban de las costas, cerca de las cuales tenían cierto control sabiendo su ubicación exacta.
Solo contaban con herramientas que eran eficaces pero primitivas. Sus mapas y rutas eran trazados usando casi exclusivamente
astrolabios y brújulas. Incluso la velocidad, el tiempo y la distancia eran calculados superficialmente.
Esto representó una gran limitante por muchos años. Viajar largas distancias tomaba mucho tiempo. También hacía casi imposible la
exploración de tierras lejanas.
Esto cambió cuando surgieron nuevas herramientas de navegación. Estos desarrollos tecnológicos nacieron hacia el siglo XV.
Dichos avances en tecnología hicieron posible estar ubicados lejos de las costas, mar adentro. Gracias a esto fue posible que se
generara la navegación ultramarina.
De la costa al mar adentro
Pronto la necesidad de abandonar la navegación costera e ir mar adentro se volvió imperativa. Sin este avance los países
continuarían en cierto estancamiento comercial.
Navegación costera
Mantener la costa a la vista hacía que los navegantes se ubicaran mejor; sabían en dónde estaban y cuánta distancia los separaba de
su destino.
Aunque tomaba mucho tiempo recorrer distancias, lo preferían de este modo. Así evitaban perderse en el mar.
En esta época y con esa tecnología, perderse representaba perder la posibilidad de conseguir el camino de regreso a casa.
Sin embargo, cambiaban ese riesgo por otro. Cerca de las costas el mar no es hondo y el suelo es irregular. Tampoco se tenía
conocimiento exacto de la topografía del fondo marino.
Entonces solo se podía navegar siguiendo ciertas rutas en las que la regularidad del suelo había sido comprobada. Aún así, las
probabilidades de encallar eran considerables.
Navegación ultramarina
Cuando la tecnología fue la adecuada, adentrarse al mar se convirtió en una posibilidad segura.
La optimización de las naves y de los instrumentos de localización hicieron que los navegantes pudieran ubicarse en medio del mar.
Con estas herramientas y el atrevimiento necesario, se lograron establecer rutas más cortas a través de los mares y océanos.
También se toparon con tierras desconocidas para ellos, dado que sus costas estaban aisladas. De esta forma, navegar mar adentro
abrió la puerta al contacto con el resto del mundo.
El inicio de la exploración
Con la navegación ultramarina se abrió la posibilidad de la exploración más allá de tierras conocidas.
Hacia el siglo XV los países de la Península ibérica se atrevieron a dar un paso más allá de las costas, confiando en las nuevas técnicas
de navegación.
De esta forma, ellos se convirtieron los precursores de la expansión europea hacia el Atlántico.
Se querían hacer intercambios comerciales con tierras lejanas. Entonces fue necesario crear métodos que hicieran los viajes más
seguros y rápidos.
Los gobernantes tomaron como política la expansión a través de la exploración de los mares. Así empezó la era de la exploración.
Este período inicia a finales del siglo XV y representa para Europa el contacto con tierras cuya existencia desconocían.
A su vez, este contacto significó la apertura de rutas marítimas que permitirían la comunicación de esta sociedad con el resto del
mundo.
El poderío europeo aseguró su influencia sobre el resto del mundo en este momento histórico. Europa se mostró superior a través
de la comercialización y de la colonización.
El evento histórico más significativo de esta época fue el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
La influencia del infante Enrique de Portugal
El príncipe Enrique de Portugal fue el primer miembro de la monarquía en interesarse por el desarrollo de la navegación. Él mismo
no fue ni navegante ni explorador, pero financió el desarrollo naval de Portugal.
El infante construyó una escuela de navegación, donde los estudiantes se instruían en cartografía, geografía y construcción de
barcos.
Bajo su mandato se construyeron naves más livianas llamadas carabelas. Y los instrumentos de medición y localización se
actualizaron.
La navegación pasó de ser primitiva e instintiva a estar basada en instrumentos diseñados para ubicarse en el mar.
Las exploraciones que financió descubrieron tanto tierras vírgenes como habitadas en África y Asia, así como muchas islas e islotes
del Atlántico, cercanas a Portugal.
El príncipe Enrique también es conocido por ser quien impulsó las rutas atlánticas de comercio de esclavos.
A pesar de su infamia, para muchos historiadores es indudable que fue el precursor de la expansión marítima.

https://www.lifeder.com/navegacion-costera-ultramarina/

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