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PRESENTACIÓN:

La Comisión Coordinadora de Magistrados del Distrito Judicial de


Huaura para la realización de Plenos Jurisdiccionales Distritales, Regionales
y Nacionales designada mediante Resolución Administrativa N° 032-2007-P-
CSJHA-PJ, presidida por el Dr. Víctor Raúl Mosqueira Neira, Presidente de
la Sala Civil de Huaura, e integrada por el Dr. Juan Enrique Pestana Uribe
Vocal de la Sala Civil de Huaura y la Dra. Frezia Sissi Villavicencio Ríos,
Juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huaura, cumple
con presentar el documento final con las conclusiones arribadas durante el
Pleno Jurisdiccional Distrital sobre la Aplicación del Nuevo Código Procesal
Penal, desarrollado los días 15, 20 y 22 del mes de agosto del presente año.

Hacemos público el agradecimiento a la Presidencia de la Corte


Superior de Justicia de Huaura por su predisposición y apoyo para la
realización del Pleno Jurisdiccional, asimismo al Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial que autorizó oficialmente el desarrollo de este evento. Igualmente
agradecemos la participación de los magistrados del área penal (vocales,
jueces especializados y jueces de paz letrados), y en especial al equipo de
magistrados que participó en la redacción final de las conclusiones del pleno.

Huacho, octubre del 2,007


ANTECEDENTES:

Como ya se ha señalado en la presentación, la Comisión


Coordinadora de Magistrados del Distrito Judicial de Huaura para la
realización de Plenos Jurisdiccionales Distritales, Regionales y Nacionales
designada mediante Resolución Administrativa N° 032-2007-P-CSJHA-PJ de
fecha veintinueve de enero del dos mil siete, y está presidida por el Dr.
Víctor Raúl Mosqueira Neira, Presidente de la Sala Civil de Huaura, e
integrada por el Dr. Juan Enrique Pestana Uribe Vocal de la Sala Civil de
Huaura y la Dra. Frezia Sissi Villavicencio Ríos, Juez del Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria de Huaura.

Dicha Comisión se instaló formalmente el día veinticinco d abril del


presente año, acordándose que el primer pleno jurisdiccional distrital a
realizarse sería sobre la aplicación del Nuevo Código Procesal Penal,
señalándose como fecha de dicho evento el día 27 de junio del año en
curso.

Luego se modificó la fecha de realización del pleno para el día 23 de


junio del presente año, sin embargo no se realizó en dicha fecha por no
tenerse aún la aprobación de parte del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.

Mediante Oficio N° 3512-2007-CE-PJ de fecha 04 de julio del año en


curso, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial comunica la aprobación del
Pleno Jurisdiccional sobre la “Aplicación del Nuevo Código Procesal Penal”
para los días 10 y 11 de agosto del 2007, designándose al Dr. Florencio
Mixán Mass Asesor del Equipo Técnico de Implementación del Código
Procesal Penal como expositor en dicho evento.
Por razones de fuerza mayor, no se pudo contar con la presencia del
Dr. Florencio Mixán Mass viniendo en su reemplazo el Dr. Jorge Bayardo
Calderón Castillo quien realizó una exposición introductoria al Pleno el día
viernes10 de agosto del año en curso.
El día 11 de agosto, se dio por instalado el Pleno Jurisdiccional,
suspendiéndose su continuación para una nueva fecha, y finalmente luego
de superar diversos inconvenientes se desarrolló el pleno jurisdiccional
durante los días 15, 20 y 22 de agosto en el Auditorio Ernesto Giusti Acuña
de la Corte Superior de Justicia de Huaura, y en la sesión final se designó
una comisión de magistrados para redactar las conclusiones finales del
pleno sobre las base de los debates y acuerdos adoptados que están
registrados en vídeo.

La comisión designada ha cumplido con el encargo, habiendo hecho


llegar el documento final con la redacción de las conclusiones, la misma que
sometida a revisión ha sido aprobada por la Comisión Organizadora y
suscrita por todos los magistrados que intervinieron en el Pleno, lo que se
pone en conocimiento de la Presidencia de la Corte, del Centro de
Investigaciones del Poder Judicial y el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial
para los fines pertinentes.
ASPECTOS METODOLOGICOS

Para el desarrollo del pleno, la Comisión Organizadora elaboró un


Reglamento que se puso en conocimiento de todos los magistrados
participantes con la antelación debida, y que se transcribe a continuación.

REGLAMENTO DEL PLENO JURISDICCIONAL:

Cuestiones Generales:
1.- El Pleno jurisdiccional se desarrolla en tres etapas: i) Discusión en
grupos; ii) Debate Plenario; iii) Adopción de acuerdos del Pleno.

2.- Para la discusión en grupos se han formado tres grupos, uno de 14


miembros y dos de 13 miembros cada uno. Cada grupo elegirá un Relator
entre sus miembros, además cada grupo contará con un asistente que hará
las veces de Secretario

De la discusión en grupos:
3.- Se tendrá en cuenta un tiempo de 50 minutos para discutir los temas 1 y
2, y de 25 minutos para los temas 3 y 4. Luego de la discusión, el tiempo
restante (aproximadamente 20 minutos) será empleado para afinar las
ponencias que serán sustentadas en el Pleno. Corresponde al Relator de
Grupo dosificar los tiempos para las intervenciones de los participantes.

4.- Luego de la discusión en grupos, el Relator de Grupo comunicará a la


Comisión Organizadora del Pleno (en adelante la Comisión) la ponencia o
ponencias a ser sustentadas ante el Pleno con el nombre del ponente.
Puede haber un máximo de dos ponencias por cada tema al interior de cada
grupo.

De la discusión en el Pleno:
5.- Iniciado el debate plenario, el Presidente de la Comisión Organizadora
del Pleno (en adelante el Presidente de la Comisión) otorgará a cada
ponente un tiempo límite para su intervención el cual será fijado según el
número de ponencias que se presenten por cada tema. Concluido el tiempo
límite, el Presidente de la Comisión podrá conceder un minuto adicional para
que el ponente concluya su intervención.

6.- Una vez sustentadas las diversas ponencias de cada Grupo de Trabajo,
se admiten réplicas y dúplicas por parte de los ponentes por el tiempo que
señale el Presidente de la Comisión.

De la adopción de acuerdos:
7.- Concluida la discusión en el Pleno, se presentan las propuestas finales
para Acuerdo del Pleno, que podrán recoger el íntegro de algunas de las
ponencias expuestas en el debate o alguna ponencia con un texto adicional
o sustitutorio que haya surgido del debate.

8.- Una vez presentadas ante la Comisión las propuestas finales sobre cada
tema, el Presidente de la Comisión somete a votación cada propuesta, la
votación será a mano alzada.

9.- En la votación participan todos los magistrados presentes a razón de un


voto por cada magistrado.

10.- Los miembros de la Comisión Organizadora, no participan de la


votación, salvo el caso de que alguno de ellos esté considerado entre los
magistrados participantes en el Pleno.

11.- Para que una propuesta sea considerada como Acuerdo de Pleno se
requiere mayoría simple de los votos del total de participantes, en caso de
empate corresponde al Presidente de la Comisión emitir voto dirimente.

12.- Concluida la votación, se registran los Acuerdos del Pleno en el Acta


respectiva que será firmado por todos los participantes y los miembros de la
Comisión.
Nota adicional:
Durante la primera sesión plenaria, por unanimidad se modificó el
Reglamento en el sentido que la adopción de acuerdos debía efectuarse
inmediatamente después del debate plenario de cada uno de los temas.
CONCLUSIONES DEL PLENO JURISDICCIONAL SOBRE LA
“APLICACIÓN DEL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL” REALIZADO
EN LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE HUAURA LOS DÍAS 15, 20 y
22 DE AGOSTO DEL 2007

TEMA 1: MEDIDAS COERCITIVAS

Primero: ¿Puede llevarse a cabo una audiencia de prisión preventiva


sin la presencia del fiscal o del imputado?

CONSIDERANDO:

Existen diferentes interpretaciones del artículo 271º del Código


Procesal Penal, relacionadas con la obligatoriedad de la presencia del
imputado en la audiencia para determinar la procedencia de la prisión
preventiva, por lo que es indispensable el debate para uniformizar criterios,
adicionalmente es indispensable determinar con meridiana claridad la
obligatoriedad de la presencia del fiscal en esta audiencia.

El principio acusatorio que orienta al nuevo Código Procesal Penal,


sirve de fundamento para que las principales decisiones de los órganos
jurisdiccionales sean resueltas en audiencia, y a solicitud de parte, aunque
por excepción también se admite la expedición de autos sin audiencia.

La prisión preventiva, es la medida cautelar más severa y aflictiva que


se impone a un imputado, pues restringe su libertad de locomoción al ser
internado en un establecimiento penitenciario, con toda la secuela que ello
implica (afectación psicológica, económica y social, tanto a nivel personal
como familiar), de forma tal que asegura su presencia en el juicio, evitando
que fugue u obstaculice las investigaciones y es el fiscal quien la requiere,
correspondiéndole al Juez de la Investigación Preparatoria determinar su
procedencia en una audiencia.

Si bien el fiscal presenta su requerimiento por escrito acompañándolo


con copia de los principales actos de investigación que ha realizado, con los
que lo sustenta y sirve para garantizar el derecho a la defensa, al ser puesto
por el juez, a disposición de la partes para su estudio, solicita la audiencia
para sustentar oralmente ante el juez la necesidad de que imponga esta
medida. Por lo que es indispensable y obligatoria su presencia por ser el
requirente para que se instale la audiencia y el juez resuelva.

En cuanto a la intervención del imputado en la audiencia, como parte


procesal a la que el fiscal le imputa la comisión de un delito tiene el derecho
de estar presente en la audiencia para ser oído y para que ejercite su
derecho a la defensa por si mismo y a través de su defensa técnica.

El Artículo 271° en el apartado 1, prevé la obligatoriedad de la


presencia del imputado y en el apartado 02 admite la posibilidad de que se
niegue a estar presente, por lo que existen distintas interpretaciones al
respecto.

Por un lado, la Sentencia de Casación N° 01-20071 señala que la


presencia del imputado en la audiencia no es un presupuesto formal para
que se dicte su prisión preventiva, en razón a que dicho requisito no se ha
previsto de modo taxativo en la ley, no pudiéndose añadir, vía interpretación
judicial, como nuevo requisito. Mejor dicho, la prisión preventiva no tiene
vinculación estricta con la detención previa del imputado, deviniendo
irrelevante para el instituto procesal que nos interesa, que el encausado se
halle detenido o libre (con o sin medidas de coerción). No obstante ello, el
ordenamiento jurídico sí es exigente en cuanto a otorgarle al imputado la
posibilidad de estar presente en la audiencia, siendo por tanto, decisión del
encausado estar presente o no en la misma, como se infiere del apartado 02
del Artículo 268° del Código Procesal Penal. En tal sentido, determina que
es obligatorio el emplazamiento correcto del imputado, pero no su presencia
en la audiencia. Pero ello no excusa la asistencia del abogado defensor, es
decir, el abogado del imputado sí debe estar presente, sea uno de su
confianza o uno designado de oficio por el Juzgado, para garantizar el
contradictorio y el derecho a defensa del encausado. Solo entonces podrá el
Juez válidamente expedir su resolución, concediendo o rechazando el
pedido de prisión preventiva.

La otra posición interpreta que, efectivamente, para que el fiscal


pueda obtener una decisión favorable del Juez de la Investigación
Preparatoria debe probar la concurrencia de los presupuestos materiales
previstos en el artículo 268 del Nuevo Código Procesal Penal y, que la
necesidad de la presencia del imputado en la audiencia para determinar la
procedencia de la prisión preventiva, no se relaciona con esos presupuestos,
sino con los principios que sustentan el modelo acusatorio, de oralidad,
inmediación y contradicción y que la práctica judicial del sistema oral de
audiencias, durante el año transcurrido, ha evidenciado en primer lugar que
la presencia del imputado en la audiencia no solamente permite que ejerza
su derecho a la defensa por si mismo y por su defensa técnica sino que
además permite la materialización de la inmediación y contradicción,
situaciones que le permiten al juez sopesar la proporcionalidad y
razonabilidad de la medida solicitada por el fiscal y dictar resoluciones
justas.

Sobre la negativa del imputado a estar presente en la audiencia,


sostiene que se trata de un acto positivo que realiza éste y que debe ser
constatado por escrito por el notificador del auto de citación a audiencia,
situación que se puede presentar normalmente cuando el imputado está

1
Casación 01-2007 de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, expedida el 26 de
julio del 2007, que al referirse a la prisión preventiva, establece en su cuarto considerando que, “para
que el fiscal pueda obtener una decisión favorable del Juez de la Investigación Preparatoria, se debe
probar la concurrencia de los presupuestos establecidos en el apartado uno, y en su caso el dos, del
articulo doscientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal. No existe ni puede configurarse
pretoriana o judicialmente, presupuesto adicional, al que dicha norma prevé”.
detenido. Esta notificación personal, determina además que se puedan
hacer valer los apremios de ley, sobre el nombramiento de un abogado
defensor de oficio ante la inasistencia del abogado particular del imputado a
la audiencia o que al negarse por cualquier motivo a estar presente en la
audiencia, será representado por su abogado o el defensor de oficio, según
el caso. En este sentido, el juez de tutela debe de constatar que la
notificación del auto de citación a audiencia ha sido hecha personalmente al
imputado.

En el caso del imputado libre, además de considerarse que su


atención a los llamados de la justicia es una obligación, porque esta es la
condición natural de todos los ciudadanos, en este modelo procesal penal, el
juez penal es el principal garante de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales que se deben observar en el proceso penal y realiza la
audiencia oral con la presencia de las partes procesales porque es un
derecho fundamental que debe preservar ante cualquier situación, por lo que
debe de agotar todos los medios para cautelar la presencia del imputado en
la audiencia, agotando todos los medios apremios indispensables para lograr
esta situación.

Para esta posición, las audiencias orales con la presencia del


imputado, además de materializar los principios de inmediación y
contradicción, son definitivamente, las mas fecundas porque le permiten al
juez conocer con mayor grado de verosimilitud la realidad acontecida e
investigada y la responsabilidad penal del imputado y permiten además que
se efectivice el derecho a la defensa, derecho que además es irrenunciable.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Sobre la presencia del imputado en la audiencia para determinar la


procedencia de la prisión preventiva:

Por mayoría, no es requisito del mandato de prisión preventiva que el


imputado tenga que concurrir a la audiencia, pues esto significaría añadir por
la vía judicial un presupuesto no previsto por ley, debiéndose interpretar el
numeral 01 del Artículo 271° del C.P.P. que prevé la obligatoriedad de la
presencia del imputado en la audiencia, con el numeral 02 del acotado, en el
que se admite la posibilidad que el imputado se niegue a estar presente, lo
que en buena cuenta significa que la ley contempla la posibilidad de que la
audiencia se desarrolle sin la concurrencia del imputado. Pero sí debe estar
debidamente emplazado, y para que se cumpla con el principio del
contradictorio y del derecho a defensa, basta que el imputado se encuentre
representado por el abogado defensor.

Por minoría, necesariamente debe estar presente el imputado en la


audiencia para la determinación de la procedencia de la prisión preventiva,
pues así lo prevé el Artículo 271° numeral 01 del Código Procesal Penal, y el
apartado 2 que requiere de un acto positivo, expreso y constatable de parte
del imputado. Por lo que el Juez en el auto de citación a audiencia de un
imputado libre, debe advertirle que ante su no comparecencia voluntaria a la
audiencia ordenará su conducción compulsiva para que una vez que haya
sido puesto a disposición de su Despacho realice la audiencia o exprese
indubitablemente el imputado su decisión de no participar, ante lo que será
representado por su abogado defensor o un defensor de oficio.

Sobre la presencia del fiscal en la audiencia de prisión preventiva

Por unanimidad, su presencia es obligatoria no solo porque así lo establece


taxativamente el Artículo 271° numeral 01 del Código Procesal Penal sino
porque jurídicamente resultaría imposible desarrollar la audiencia sin que
quien solicitó la medida la sustente, en atención a que como titular de la
acción penal, no puede ser suplido por otro sujeto procesal, y por el principio
de la adversarialidad y oralidad, debe sustentar su pedido.

Segundo: ¿Cómo puede hacerse efectivo el mandato de prisión


preventiva cuando el imputado no es habido? pues el Código Procesal
Penal no ha previsto que se dicten requisitorias por ese motivo.

CONSIDERANDO:

En los casos en que se declare fundada la prisión preventiva, la


ejecución de la medida no tiene mayores dificultades cuando el imputado
está detenido o si ha asistido a la audiencia; sin embargo cuando no ha
participado en la audiencia y no es habido, en este caso el Juez debe cursar
los oficios respectivos ordenando a la policía la ejecución de la medida.

Aparentemente existe un vacío legislativo en cuanto a la naturaleza


del documento a expedir, pues aparentemente la requisitoria estaría
reservada para los mandatos de detención preliminar, pues en el Código
Procesal Penal solo se menciona dicho término cuando regula la detención
en el Artículo 261.4 del C.P.P. La requisitoria, como lo define el propio poder
judicial2 es un calificativo general para todo aquella intimación judicial que se
hace otra persona para que ejecute un mandato, por tanto es aplicable
también a los mandatos judiciales dirigidos por el Juez a la policía para la
ejecución de la orden de prisión preventiva. Entonces el término requisitoria
estaría más vinculado al mandato contenido en la resolución, más que al
oficio mismo, oficio que solo tiene carácter instrumental. El legislador
peruano no hace mención al contenido de los oficios indicados, pero como
quiera que se trata de medidas similares a una de menor intensidad, como lo

2
En el Portal del Poder Judicial, encontramos 03 definiciones: a) el acto judicial por el cual se
reclama la presencia de alguien bajo un mandato judicial de cumplimiento obligatorio; b)
Requerimiento judicial para que comparezca el acusado de un delito; c) Requerimiento judicial para
que se proceda a la búsqueda o captura de un procesado -
www.pj.gob.pe/servicios/palabras_letra.asp?letra=R.
es la detención preliminar, es posible emplear los mismos requisitos del
oficio de detención preliminar, por ser una medida coercitiva de similar
naturaleza, bajo el argumento de que si se puede aplicar en una medida con
menor intensidad, con mayor razón en una de más intensidad.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por mayoría: Cuando se ordena la prisión preventiva en audiencia sin el


imputado presente, la forma para ejecutar la medida es la expedición de los
oficios dirigidos a la policía y otros, no existiendo inconveniente alguno en
emplear las mismas formalidades de la requisitoria prevista para el mandato
de detención preliminar.

Posición en minoría: No se debe realizar la audiencia sin la presencia del


imputado, y las requisitorias están previstas para el mandato de detención
preliminar. En los casos en los que se ordena prisión preventiva contra un
imputado presente en la audiencia, la ejecución de este mandato se realiza a
través de la Policía quien cumple con ingresar al Establecimiento Penal al
imputado.

Tercero: ¿Es posible revocar de oficio una medida coercitiva e imponer


una más gravosa al imputado?

CONSIDERANDO:

Todas las medidas cautelares están sometidas a la regla rebus sic


stantibus, conforme a la cual, una medida de coerción solo debe permanecer
en tanto subsistan las consideraciones que le sirvieron de fundamento 3. Se
trata pues del principio de variabilidad que responde al carácter provisional
de la medida de coerción, y por lo mismo, las medidas de coerción son
reformables cuando varíen sus presupuestos, ya sea a solicitud de parte o
de oficio, como lo establece el Artículo 255 numeral 2) del C.P.P. Pero cabe
tener en cuenta, por otro lado, el principio acusatorio que determina al Fiscal
como director de la investigación y requirente de las medidas coercitivas y a
la imparcialidad del juez que le impide favorecer a una de las partes del
proceso. Por ello consideramos que la regla es que el Fiscal debe requerir la
revocatoria de una medida coercitiva y solo por excepción, admitir la
revocatoria de oficio, siempre que la medida beneficie al imputado.

Todo esto conforme lo expresado en el Artículo VII del Título


Preliminar del Código Procesal Penal que prevé que cuando se coacten
libertades o derechos procesales, la interpretación es restrictiva, ergo,
contrario sensu solo se permite la interpretación extensiva cuando se
favorece al afectado.

3
GIMENO SENDRA, V., Moreno Catena y Cortez Domínguez: Derecho Procesal Penal. Editorial
Colex. Madrid, 1997, p. 483.
Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por unanimidad: El Juez no puede revocar de oficio una medida imponer


una más gravosa al imputado. Si puede reformar de oficio una medida de
coerción, pero solo en los casos en que sea favorable para el afectado.

Cuarto: ¿Los jueces de juzgamiento pueden otorgar de oficio o a


pedido de parte la inmediata libertad al imputado cuando se ha
cumplido el plazo máximo de duración de la prisión preventiva?

CONSIDERANDO:

En el caso peruano, las medidas de prisión preventiva por su carácter


provisional, y bajo el principio del plazo razonable, no se pueden extender
indefinidamente, y por lo mismo, el legislador ha previsto plazos máximos de
duración: 09 meses como plazo ordinario, y 18 meses que podríamos como
extraordinario para los procesos que hayan sido declarados complejos,
como se prevé en el Artículo 272° del Código Procesal Penal. Se trata de
plazos perentorios, y solo por causas excepcionales, se extenderán por un
tiempo adicional –cuando no se compute, por ejemplo, el tiempo de dilación
maliciosa por parte del imputado o su defensa-.

Significa que, una vez vencido el plazo, el tiempo posterior adicional


ya constituye en sí mismo un exceso, ya se trate de un día, o una hora, o
minutos, y por lo mismo, la continuidad del estado de privación de la libertad
del individuo deviene en irregular. Ese es el fundamento para que el Juez,
una vez que detecte dicho exceso, ordene inmediatamente la libertad del
imputado.

Si el proceso se encuentra en la etapa de investigación preparatoria o


en la etapa intermedia, será competente el Juez de la Investigación
Preparatoria; pero si el proceso se encuentra en la etapa de juzgamiento,
aún cuando no se haya iniciado el juicio o debate oral, la orden de libertad la
debe disponer el Juzgado de Juzgamiento.

Debe descartarse la posibilidad de que el Juzgado de Juzgamiento,


para evitar “contaminarse”, lo derive al Juzgado de Investigación
Preparatoria para que éste resuelva, pues ello supone un trámite que aún
cuando sea sumarísimo, requiere de un tiempo adicional, que de hecho
perjudicará al imputado, pues se transgrediría la inmediatez antes aludida. El
Artículo 273° del Código Procesal Penal que regula el plazo de detención, se
limita a mencionar que la libertad la deberá establecer el “Juez” sin
especificar el grado o carácter de dicho Juez, y por lo mismo debe
interpretarse de modo extensivo a todos los magistrados del área penal,
incluidos los jueces de juzgamiento.
Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por unanimidad: Cualquier Juez, incluidos los jueces del Juzgado Penal
Colegiado, están facultados para disponer a solicitud de parte o de oficio, la
libertad inmediata de un imputado por exceso de carcelería, en atención a
que el Artículo 273° del Código Procesal Penal no discrimina competencias.

Quinto: ¿Qué debe hacerse cuando un procesado con mandato de


comparecencia es declarado contumaz, y como tal es conducido para
el inicio del juicio oral, pero éste no puede iniciarse en esa fecha?
¿Debe quedar detenido o debe dársele libertad y citarlo para la fecha de
inicio del juicio oral?

CONSIDERANDO:

Existe otro instituto bastante polémico cuyo tratamiento ha resultado


bastante confuso, debido a que el legislador no lo ha definido. Se trata de la
contumacia. El estado de contumacia, no ha sido definido por el legislador,
limitándose a establecer en el Artículo 79° del C.P.P. que así se declarará al
imputado que conociendo del proceso, se muestre renuente a los mandatos
judiciales4, añadiéndose que en tal caso se ordenará su conducción
compulsiva, vale decir, se ordenará que la policía emplee la fuerza para
conducir al contumaz a la diligencia que se programe. Debe tenerse
presente además que en el numeral 6) del Artículo 79° antes mencionado,
se precisa que el cese de la situación de contumacia es independiente de los
mandatos de detención preliminar o de prisión preventiva, lo que en buena
cuenta significa que se trata de instituciones totalmente diferentes, y por lo
mismo no se pueden equiparar.

En tal sentido, se considera que la contumacia en ninguna medida


faculta que se ordene la captura del imputado, sino solo el empleo de la
fuerza pública para su conducción. El espíritu de dicho instituto procesal es
que el imputado esté presente en la diligencia cuya presencia se exige, de
modo que una vez realizada la diligencia, inmediatamente se levanta la
medida. Por lo general las diligencias no duran sino minutos, y en su defecto
horas, y por lo mismo, ese es el tiempo de restricción que ordinariamente
puede tener un contumaz. Incluso, las audiencias de juicio oral, no tienen
una duración prolongada, esa es la regla, y la excepción que la audiencia
tenga que postergarse. Y esa excepción, no hace la regla. Se trata de una
libertad, y por lo mismo, la libertad del individuo no puede restringirse de

4
Art. 79° C.P.: …declarará contumaz al imputado cuando: a) de lo actuado aparezca evidente que, no
obstante tener conocimiento de que es requerido, no se presenta voluntariamente a las actuaciones
procesales; b) fugue del establecimiento o lugar en donde está detenido o preso; c) no obedezca, pese
a tener conocimiento de su emisión, una orden de detención o prisión; y, d) se ausente, sin
autorización del Fiscal o del Juez, del lugar de su residencia o del asignado para residir
modo tal que se equipare al de una prisión, pues ello resulta irracional y
desproporcionada, por lo que en los supuestos en que la audiencia de juicio
oral no se lleve a cabo, lo que es responsabilidad del órgano jurisdiccional y
no del imputado, no se podría ordenar la detención del encausado hasta que
se lleve a cabo la misma, o emplear alguna otra medida similar, por no estar
facultado por la norma, sino optarse por su inmediata libertad, citándosele
para que acuda a la nueva fecha.

Por otro lado, se sostiene que el artículo 79.6 dicta que la condición
de contumaz se mantiene hasta que se realicen las diligencias que requieran
de su intervención, por lo que el imputado tiene que permanecer en esa
condición hasta que se realice la diligencia para la que se le ha requerido,
por lo que debe permanecer privado de su libertad como reo contumaz en un
centro de detención. Sin embargo, el juez puede evaluar las características
específicas del proceso para determinar si deja en libertad al imputado.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por mayoría: En los supuestos en que el imputado tenga calidad de


contumaz, y sea conducido compulsivamente a juicio, y la diligencia no se
pueda llevar a cabo por razones ajenas al imputado, éste debe ser dejado en
libertad, citándosele a la nueva fecha, no pudiéndosele retener hasta que se
lleve la audiencia, pues ello sería equivalente a una detención, lo cual no se
halla contemplado en la norma, y vulneraría el derecho a la libertad del
encausado. Y para evitar la inconcurrencia del imputado, el fiscal podría
solicitar las medidas cautelares que la ley le franquea, sea revocatoria de la
comparencia o similares.

Posición en minoría: El código procesal penal prevé que el estado de


contumacia permanece hasta que se realicen las diligencias que requieren
de su presencia por lo que si el imputado es aprehendido, y no se puede
llevar inmediatamente la audiencia de juicio oral, como efectivamente lo
prevé el último párrafo del artículo 355°, debe mantenerse el imputado en
calidad de detenido en una comisaría o centro de detención, hasta que se
realicen las diligencias que requieren de su intervención, esto es, hasta que
culmine el juicio, y luego de esto debe ser puesto en libertad. Y por
excepción, casuísticamente, puede ordenarse la citación, cuando ello se
justifique.
TEMA 2: PROCESO DE TERMINACION ANTICIPADA

Primero: Es posible o no la aplicación del instituto de la terminación


anticipada en los delitos sancionados con cadena perpetua? y de
resultar posible, cuál es la base mínima para aplicar los beneficios de
reducción de pena ?

CONSIDERANDO:

La terminación anticipada es el proceso especial que permite, a través


de un acuerdo, la participación del fiscal, el imputado y su abogado defensor
en la determinación de la pena y reparación civil. Este acuerdo lo someten a
la aprobación del juez de la investigación preparatoria quien realiza el control
de la calificación jurídica, de la suficiencia de los elementos de convicción y
de la proporcionalidad y razonabilidad de la pena y reparación civil y dicta
una sentencia aprobatoria. Este proceso busca en esencia una mayor
eficiencia en la pronta solución de los procesos, sobre todo en atención a
razones de política criminal.

La terminación anticipada del proceso puede aplicarse a todos los


procesos porque el Código Procesal Penal, el legislador peruano no ha
hecho distingo alguno, por lo que puede acogerse al proceso de terminación
anticipada el procesado por cualquier delito, siempre y cuando se cumpla
con el procedimiento que establece su regulación.

La base mínima para que se practiquen los beneficios de reducción


de la pena en los casos de los delitos que tienen como pena la cadena
perpetua, debe ser 35 años tomándose como referencia la sentencia del
Tribunal Constitucional – STC 005-2001-AI/TC) que señala que el límite
máximo de la pena privativa de la libertad temporal es de 35 años, plazo
establecido por el Legislador para la revisión de la cadena perpetua – 965-
2004-HC/TC.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por unanimidad: Es procedente aplicar el proceso de terminación


anticipada en los delitos sancionados con cadena perpetua y la base mínima
para que se practiquen las reducciones de la pena por sexta parte y
confesión debe ser 35 años.

Segundo: ¿Se puede absolver al imputado, aunque exista acuerdo para


imponer pena?

CONSIDERANDO:

Durante el debate, la mayoría coincidió en que por el principio de


acusación, no se puede absolver al imputado, y si existe alguna
circunstancia que lo favorezca, el juez de oficio debe sobreseer o deducir
alguna excepción pero no debe dictar una sentencia absolutoria, en tanto no
hay acusación ni valoración de pruebas y si el juez de la investigación
preparatoria no esta conforme con el acuerdo, debe dictar un auto
desaprobándolo.

Se expresó que el proceso de terminación anticipada es un proceso


especial con particularidades propias, dentro de ésta óptica el legislador
nacional ha establecido que en base a la aprobación del acuerdo celebrado
entre el imputado, su defensor y el fiscal el proceso debe culminar sin llegar
a juicio. Si bien es cierto que para que una persona sea condenada o
absuelta se requiere necesariamente del contradictorio, no obstante para
que este se produzca, se requiere de una acusación, bajo esta premisa el
que el Juez se pronuncie por la absolución sin previo juicio carece de
sustento jurídico. Por lo que, en el control de la investigación preparatoria
que realiza el juez, puede pronunciarse, si es el caso, sobreseyendo la
causa o deduciendo una excepción.

En cuanto a la interrogante planteada, de cómo entonces se puede


condenar, si tampoco existe acusación y no hay actividad probatoria, esto se
sustenta en el acuerdo ratificado o celebrado en la audiencia respectiva, que
reemplaza a la acusación, pues la pretensión punitiva del Fiscal se
encuentra expresada en el acuerdo provisional y en la renuncia que efectúa
el propio imputado a los derechos que tiene a ser juzgado y a no
autoinculparse, sobre la base de un derecho premial.

Por otro lado, en minoría se argumentó que conforme al artículo 468.6


del CPP es procedente que el Juez dicte sentencia absolutoria en los casos
en que así lo estimara, desde que sólo hay una ocasión o circunstancias en
la que debe recurrir a la interpretación de la Ley, pero si esta es clara como
en el caso concreto, ello no resulta pertinente; en efecto, el artículo en
comentario cita al 398 que nos remite precisamente a la sentencia
absolutoria, por consiguiente al ser clara la norma, es perfectamente posible
que el Juez de la Investigación Preparatoria en el tramite de la terminación
anticipada pueda disponer la absolución del imputado.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por Mayoría: En el proceso de terminación anticipada la sentencia que


dicta el juez es aprobatoria del acuerdo y no puede absolver. Si puede
sobreseer el proceso o deducir excepciones de oficio.

Por Minoría: El instituto de la terminación anticipada se halla regulado en el


Artículo 468° y siguientes del Código Procesal Penal. Y en el numeral 6)
parte in fine, se prevé que “rige lo dispuesto en el Artículo 398°”. Dicho
Artículo 398° del C.P.P. regula la sentencia absolutoria. En tal sentido,
desde el punto de vista literal, sí es factible absolver a un imputado en el
proceso especial de terminación anticipada.

Tercero: ¿Puede el Fiscal o el imputado que suscribieron el acuerdo


impugnar la sentencia aprobatoria, cuando el Juez ha omitido o no ha
tomado en cuenta algún punto del acuerdo?

CONSIDERANDO:

El artículo 416.1.e, del Código Procesal Penal, prescribe que el


recurso de apelación procederá contra los autos expresamente declarados
apelables o que causen gravamen irreparable; lo que se asimilaría al hecho
de que al haberse omitido o dejado de lado algún punto del acuerdo, es
perfectamente viable que pueda recurrirse la resolución siempre que se
sustente que ha causado un perjuicio irreparable o sustentando que es
nula. Por lo que la Sala Penal vía impugnación debe conocer en los
supuestos enunciados.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por Unanimidad: Es posible impugnar la sentencia aprobatoria del acuerdo


en el supuesto en que se hubiese omitido o no se tomó en cuenta algún
punto del acuerdo y esto ha causado un gravamen irreparable a alguna de
las partes procesales.

Cuarto: ¿Puede la Sala revocar la sentencia que aprueba el acuerdo o


sólo puede anularla?

CONSIDERANDO:

En la terminación anticipada el juez de la investigación preparatoria


ejerce el control de la legalidad del acuerdo y dirige la audiencia instando a
las partes a que lleguen a un acuerdo. No está facultado a modificar los
términos del acuerdo pues eso desnaturalizaría a la institución procesal.

Los sujetos legitimados para impugnar una sentencia aprobatoria son


los demás sujetos procesales (468.7) llámense actor civil o tercero civilmente
responsable, quienes, según su ámbito de intervención pueden cuestionar la
legalidad del acuerdo y, en su caso, el monto de la reparación civil.

El fiscal o el imputado, en principio, no pueden impugnar la sentencia


aprobatoria del acuerdo, salvo que el juez no apruebe el acuerdo en todos
sus extremos, omita pronunciarse en alguno de ellos, lo modifique o se
aparte del mismo, por lo que el acto jurídico que ha realizado adolece de
nulidad.
Ahora bien, si la terminación anticipada se desarrolla en forma normal,
esto a través del trámite previsto en la norma, participando ambas partes
(fiscal e imputado) y respetando su voluntad en la resolución aprobatoria del
Juez, no cabría impugnación alguna, pero si el magistrado se aparta de la
voluntad de aquellos sea omitiendo pronunciarse sobre algunos aspectos o
apartándose de otros, entonces sí están facultados para recurrir siempre y
cuando se cause un gravamen irreparable, esto es que se genere un daño
que no pueda ser corregido con otro remedio procesal, en estos supuestos
la Sala Penal tendrá que reexaminar la decisión y si encuentra que, en
efecto, el Juez de la Investigación Preparatoria ha cometido omisiones o se
ha apartado del acuerdo originario podrá declarar la nulidad de la sentencia,
disponiendo se emita una nueva resolución con los correctivos del caso, sin
embargo no la podrá revocar o modificar, distinto ocurre cuando es el
agraviado, el actor civil o cualquier otro interviniente como el tercero civil, en
este caso sí es factible la revocatoria en la medida en que el numeral 7 así lo
faculta, y tratándose de la reparación civil hasta la puede aumentar.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por unanimidad: Si el apelante es el agraviado o el actor civil, o el tercero


civil la Sala puede revocar la sentencia, modificando la reparación civil. Si el
apelante es el fiscal o el sentenciado, sólo debe declarar la nulidad de la
resolución y ordenar que otro juez lleve la audiencia subsane los vicios
materia de nulidad.

Quinto: ¿En un proceso de terminación anticipada, son aplicables las


reglas del juicio oral en segunda instancia, pese a que no hubo juicio
oral en primera instancia, o debe tramitarse como una apelación de
autos?

CONSIDERANDO:

Un Juez emite resoluciones o bien para dar un mero trámite al


proceso, o bien para decidir sobre una incidencia, o para pronunciarse sobre
el fondo del asunto sometido al proceso penal, de modo tal que el
procedimiento que se siga en cada caso hasta que la decisión quede firme
dependerá de su naturaleza, en los casos de mero trámite el decreto del
Juez sólo podrá ser objeto de reposición para un reexamen por él mismo
(Art. 415.1), tratándose de incidencias el auto será apelable en los casos
previstos en el Art. 416.1 del Código Procesal Penal o según así lo
contemple la norma específica y, dicha apelación será tramitada conforme a
las reglas previstas en el artículo 420 del Código, distinto es tratándose de la
apelación de sentencias, en que se lleva a cabo un juicio oral conforme a los
artículos 421 al 426, estos procedimientos no difieren por simple capricho del
legislador sino que ello obedece a razones muy concretas, entre las que
destacamos la importancia, gravitación o trascendencia del objeto en debate,
pues no es lo mismo que se esté discutiendo si debe o no admitir la
constitución en actor civil que discutir si se debe o no condenar al acusado.
En ese sentido, tratándose de apelación de sentencias la norma procesal ha
previsto mayores garantías a las partes procesales que frente a la apelación
de autos, de tal modo que dar a la apelación de una sentencia el trámite
correspondiente a la de un auto sería desnaturalizar las instituciones
procesales, lo que no es correcto; y el hecho de que en una terminación
anticipada no exista juicio oral no obsta para que no se aplique las reglas de
dicha institución, lo que ocurre es que la Sala Penal tendrá que aplicar las
normas que fuesen pertinentes en atención a la situación especial.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por unanimidad: La apelación contra una sentencia de terminación


anticipada debe tramitarse con las reglas del juicio oral, en lo que fuese
pertinente.

Sexto: ¿Para la reducción de la pena, debe tomarse el mínimo


establecido en el tipo penal, o la pena acordada entre el Fiscal y el
imputado?

CONSIDERANDO:

El artículo 468.5º del Código Procesal Penal es sumamente claro al


establecer que el Fiscal y el imputado deben ponerse de acuerdo en la pena
y demás consecuencias del delito, de igual forma es claro en el sentido de
que sólo le corresponde al Juez la prerrogativa de terminar el proceso
aprobando el acuerdo de las partes, si considera que la calificación jurídica
del hecho punible y la pena son razonables y obran elementos de convicción
suficientes, y si habla de pena razonable no puede ser otra que aquella que
obedezca a los criterios previstos en los artículos 45 y 46 del Código Penal,
esto es, dentro del marco de proporcionalidad previsto por el Art. VIII del
Título Preliminar del mismo código, esto es existiendo una equivalencia entre
la responsabilidad penal por el hecho injusto cometido (en otras palabras
entre el desprecio con que ha actuado el agente frente al bien jurídico ajeno)
y la pena a imponerse, esta graduación de pena que hacen las partes debe
respetar los mínimos y máximos establecidos en el tipo penal respectivo,
porque ir directamente al mínimo conminado implicaría tomarlo como
indicador obligado, lo que significaría seguir el criterio de la pena tasada que
se encuentra proscrito en el derecho penal peruano. El juez no puede partir
del mínimo legal, toda vez que si esto fuese así no tendría ningún sentido
que las partes se pongan de acuerdo sobre la pena, pues entonces ¿para
qué se van a poner de acuerdo sobre una pena que el juez la va a dejar de
lado y sólo va a tener en cuenta el mínimo previsto en el tipo penal?.
Ahora bien, la reducción de pena conforme al artículo 471 del Código
en ningún momento faculta disminuirla por debajo del mínimo legal,
entonces dicho artículo constituiría un imposible jurídico, lo que no es
razonable, no debe confundirse esto con el beneficio por confesión, previsto
en el artículo 161 del Código Procesal Penal.

EL PLENO ACUERDA:

Por Mayoría: Para la reducción de la pena, debe tomarse como base la


pena que corresponda por aplicación de la proporcionalidad del injusto de
acuerdo con lo previsto en los artículos 45 y 46 del Código Penal y sobre esa
base aplicarse la reducción de la sexta parte.

Por Minoría: El principio es que las partes procesales para practicar la


reducción de la pena deben tomar como base el mínimo de la pena
establecido en cada tipo penal y a partir de esa base debe aplicarse la
reducción por sexta parte y confesión, sin embargo, debe de tomarse en
cuenta también para la pena acordada y final, la calidad del injusto y las
circunstancias atenuantes o agravantes de responsabilidad, así como los
artículos 45 y 46 del Código Penal.

TEMA Nº 03: RECURRIBILIDAD DE AUTOS Y SENTENCIAS

Primero: ¿Puede concederse apelación de las resoluciones que según


el Código Procesal Penal son irrecurribles?

CONSIDERANDO:

En el caso de las resoluciones irrecurribles, debe entenderse que


éstas en modo alguno quebrantan el principio constitucional de la instancia
plural, dado que por la trascendencia de lo que resuelven, en modo alguno
afectan tal garantía constitucional.

Sin embargo en casos de grave afectación de derechos


fundamentales, puede concederse el recurso de apelación para que el
superior examine el asunto.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por mayoría: Podría concederse la apelación en caso de grave afectación


de derechos fundamentales.
Por Minoría: Que no se puede conceder apelación, toda vez que el código
procesal penal así lo establece, salvo que afecte los derechos
fundamentales de la persona, por lo cual debe recurrir a la instancia superior
vía Recurso de Queja.

Segundo: ¿Puede la Sala revocar un auto de sobreseimiento, cuando el


Fiscal Superior opina por la confirmatoria?

CONSIDERANDO:

La Convención Americana en su artículo 8 y la Constitución Política


peruana le asignan al Ministerio Público la facultad de ejercitar la acción
penal, ya sea de parte o de oficio y actúa en defensa de la legalidad y de los
intereses públicos tutelados por el derecho. El Código Procesal Penal en su
Titulo Preliminar precisa asimismo que, el Ministerio Publico es el titular del
ejercicio público de la acción penal, y además tiene el deber de la carga de
la prueba.

Según el nuevo modelo procesal penal, de tendencia acusatoria, las


funciones del fiscal y del juez están delimitadas, siendo el primero de los
nombrados el funcionario responsable de investigar y probar el delito, así
como la responsabilidad penal.

Asimismo el Tribunal Constitucional en la ejecutoria número 2005-


2006-PHC/TC, ha precisado que la primera de las características del
principio acusatorio, guarda directa relación con la atribución del ministerio
publico reconocida en el articulo 159 de la constitución, siendo entre otras la
de ejercer la acción penal, teniendo el Ministerio Público la exclusiva
potestad de incoar la acción penal, de acusar y a falta de esta el proceso
debe llegar5 a su fin, precisa el Tribunal Constitucional que del modo
análogo, aun que no se trata de un supuesto de decisión, de no haber merito
para pasar a juicio oral, si no de no haber merito para denunciar, por ello la
falta de acusación impide cualquier emisión de sentencia condenatoria,
máxime si el Fiscal tuvo la opción, de en vez de acusar solicitar la ampliación
de la instrucción. Precisa el Tribunal, que en caso el Fiscal decida no acusar
y dicha resolución sea ratificada por el Fiscal Supremo o por el Fiscal
Superior, al haberse el titular de la acción penal desistido de formular
acusación, el proceso penal debe llegar a su fin, y siendo así el Órgano
Jurisdiccional no puede vulnerar el principio acusatorio que le corresponde-
como ha indicado al Ministerio Público.

Asimismo la Corte Suprema de Justicia, la Sala Penal Permanente en


la queja Nº 1678-2006 de fecha trece de abril del año dos mil siete ha
precisado: “Si el Órgano Jurisdiccional esta conforme con el dictamen no
acusatorio del Fiscal Provincial y por ello no decide incoar el procedimiento
5
Expediente N° 1678-2006 – Queja – Sala Penal Permanente de la Corte Suprema – 13 de Abril del
2007.
para forzar la acusación, y a continuación con motivo del recurso de
apelación, el Fiscal Superior igualmente emite un dictamen no acusatorio
ratificando el parecer del Fiscal Provincial no existe posibilidad jurídica de
que el Órgano Jurisdiccional de alzada dicte una resolución de impugnación;
que no obstante ello, es posible asumiendo una ponderación de otros
derechos fundamentales en conflicto, una anulación del procedimiento,
cuando de uno y otro modo, y de manera especialmente relevante, se afecte
el derecho a prueba de la parte civil, que integra la garantía constitucional de
defensa procesal por la decisión fiscal incurra en notorias incoherencias,
contradicciones o defectos de contenido, que ameriten nuevo
pronunciamiento fiscal y en su caso la ampliación de la propia instrucción”1.

La doctrina nacional ha precisado que solamente es posible revocar el


auto de sobreseimiento y disponer que el Fiscal formule acusación, si es que
el Fiscal Superior discrepa de lo resuelto por el Fiscal Provincial.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por Mayoría: Que, la Sala Penal no puede revocar un auto de


sobreseimiento, cuando el Fiscal Superior opina por la confirmatoria, porque
el pronunciamiento del Fiscal Superior es expresión del titular del ejercicio de
la acción penal.

Por Minoría: La Sala Penal si puede revocar un auto de sobreseimiento aún


cuando el Fiscal Superior opina por su confirmatoria, si se trata de garantizar
o tutelar, por ejemplo los derechos fundamentales del agraviado.

TEMA Nº 04: NOTIFICACIONES

Primero: ¿En que momento debe tenerse por notificados a los sujetos
procesales, respecto de las resoluciones dictadas en audiencia?

CONSIDERANDO:

Las resoluciones judiciales son dictadas exclusivamente por el órgano


jurisdiccional, y son decretos, autos y sentencias.

La notificación de una resolución judicial a los sujetos procesales, de


forma tal que toman conocimiento de lo resuelto, es de suma importancia,
porque garantiza el cumplimiento de la resolución pues no puede tener
efecto si la desconocen. Además que de esa forma se tutela su derecho a la
defensa.
Sobre el tema, se sostiene por un lado que el nuevo modelo procesal
penal instala el sistema oral a través de audiencias que se efectúan en acto
público, oral y contradictorio ante el juez que la dirige quien como
consecuencia del debate resuelve oralmente el conflicto de intereses de
relevancia penal inmediatamente y las partes presentes tienen conocimiento
de lo que resuelto.

Otra posición, considera que si bien el Reglamento de Audiencias


señala que se dará por notificados en la audiencia a los sujetos procesales
cuya presencia es obligatoria, por economía procesal y aunque en el Código
Procesal Penal no existe una parte general que regule la forma y modo en
que se llevan a cabo las audiencias, debe tomarse como referencia la
audiencia del juicio oral en lo que corresponde.

En ese sentido, en el Artículo 361° numeral 4) del Código Procesal


Penal, se prevé que las resoluciones dictadas en la Audiencia, se tienen por
notificadas desde el momento de su pronunciamiento. Siendo ello así, es
factible aplicar esta misma fórmula en las demás audiencias reguladas por el
Código, siempre que los sujetos procesales que no han concurrido, hayan
sido debidamente emplazados para estar presentes. De modo que, el sujeto
procesal válidamente emplazado, asume el riesgo de su propia inasistencia,
es decir, el de darse por notificado con todos los actos procesales que allí se
realicen. Más aún cuando se trata de un acto público, de modo que, si no
puede acudir, bien puede hacerlo o su abogado que participaría de la
audiencia, o alguna otra persona de su confianza que pueda estar presente
en el público escuchando los pormenores de la audiencia, sin perjuicio que
el propio interesado pueda acudir al Juzgado a tomar conocimiento de los
pormenores de la audiencia,

De esta forma, los plazos para impugnar corren desde la fecha en que
se dictó la resolución en la audiencia.

Por estas consideraciones:

EL PLENO ACUERDA:

Por Mayoría: Que, se tiene por notificados a los sujetos procesales que
asistieron a la audiencia en el mismo acto, y los que no concurrieron a la
misma deberán notificársele en su domicilio procesal.

Por Minoría: Que, se tiene por notificado con lo resuelto en la audiencia a


todos los sujetos procesales, a los que asistieron a la audiencia y a los que
no, siempre que hayan sido validamente notificados con el auto de citación a
audiencia, corriendo los plazos procesales para impugnar a partir del dictado
de la resolución. Por lo que no es indispensable notificar esa resolución en el
domicilio procesal.
Segundo: ¿Se tiene que notificar las resoluciones judiciales expedidas
en audiencia a los sujetos procesales que no asistieron a la audiencia?

Por las mismas consideraciones expuestas en el punto que antecede,

EL PLENO ACUERDA:

Por Mayoría: Que sí debe notificarse las resoluciones emitidas en audiencia


a los sujetos procesales que no concurrieron a la audiencia.

Por Minoría: Que no debe notificarse las resoluciones emitidas en


audiencia a los sujetos procesales que no concurrieron a la audiencia,
debiendo tenérsele por notificados en la misma fecha de la audiencia.

NOMBRE DEL MAGISTRADO CARGO FIRMA


Presidente de Sala Civil de Huaura
VICTOR R. MOSQUEIRA NEIRA Presidente de la Comisión
organizadora
Vocal de la Sala Civil de Huaura
JUAN E. PESTANA URIBE Integrante de la Comisión
organizadora
Juez del Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria de
FREZIA S. VILLAVICENCIO RIOS Huaura.
Integrante de la Comisión
organizadora.
LUIS VASQUEZ SILVA Presidente de la Sala Penal
Permanente de Huaura.
JUANA M. CABALLERO GARCIA Vocal de la Sala Penal Permanente
de Huaura.
NESTOR RIVEROS JURADO Presidente de la Sala Penal
Transitoria de Huaura.
VICTOR FUERTES MUSAURIETA Vocal de la Sala Penal Transitoria de
Huaura.
HERNAN JUAN DE DIOS LEON Vocal de la Sala Penal Transitoria de
Huaura.
Juez del Juzgado Colegiado Penal de
JHONNY LOPEZ VELASQUEZ Huaura.
WALTER SANCHEZ SANCHEZ Juez del Juzgado Colegiado Penal de
Huaura.
Juez del Segundo Juzgado de
JULIO C. CASTAÑEDA DIAZ Investigación Preparatoria de
Huaura.
Juez del Primer Juzgado Penal
JESUS FUENTES GONZALES Transitorio de Huaura.

LUZ ESPEJO CALIZAYA Juez del Segundo Juzgado Penal


Transitorio de Huaura.
MARLENE MELGAREJO IRIARTE Juez del Primer Juzgado de Paz
Letrado de Huaura.
CECILIA VELEZ CALDERON Juez del Segundo Juzgado de Paz
Letrado de Huaura.
JULIO RODRIGUEZ MARTEL Juez del Tercer Juzgado de Paz
Letrado de Huaura.
RAUL REA LINO Juez del Primer Juzgado Penal
Transitorio de Barranca.
CARLOS ALMONTE PURACA Juez del Segundo Juzgado Penal
Transitorio de Barranca.
PERCY HERRERA ROSADO Juez del Segundo Mixto de Barranca

ISMAEL OROZCO HUAYANAY Juez del Juzgado Unipersonal de


Barranca.
Juez del Primer Juzgado de
WILIAN TIMANA GIRIO Investigación Preparatoria de
Barranca.
Juez del Segundo Juzgado de
DIODORO HUERTA RODRIGUEZ Investigación Preparatoria de
Barranca.
DANIELA GARCIA LAOS Juez del Juzgado de Paz Letrado de
Barranca.
CESAR ROMAN TASAYCO Juez del Juzgado de Paz Letrado
Itinerante y de Supe.
MARIELA MENDOZA ORTIZ Juez del Juzgado de Paz Letrado de
Paramonga.
EDGAR CHAVEZ LEONARDO Juez del Primer Juzgado Penal
Transitorio de Huaral.
RAMIRO TERREL CRISPIN Juez del Segundo Juzgado Penal
Transitorio de Huaral.
Juez del Primer Juzgado de
EDWIN ARAUJO DULANTO Investigación Preparatoria de Huaral.
JESUS VALENZUELA GUILLEN Juez del Segundo Juzgado de
Investigación Preparatoria de Huaral.
VICTOR ROMERO URIOL Juez del Juzgado Mixto de Huaral.

VERONICA PEREZ RUIZ Juez del Primer Juzgado de Paz


Letrado de Huaral.
CECILIA ACEVEDO DIEZ Juez del Segundo Juzgado de Paz
Letrado de Huaral.
URSULA DAMIAN NAVARRO Juez del Tercer Juzgado de Paz
Letrado de Huaral.

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