ESCENARIOS CULTURALES DE UNA MODERNIDAD TARDÍA

Según el texto de Fabio López de la Roche, la modernización en Colombia, se consolida y

fortalece a partir de la década de los sesenta, consolidado por las ciencias sociales como
campos autónomos, la secularizacion, el desarrollo de la industria editorial, la revolución on
educativa, la influencia de los medios de comunicación y la conformación de una moderna
cultura cotidiana de masas.

La modernidad está relacionada, con un conjunto de criterios universales, que involucran la

influencia de los procesos de construcción social y estatal. Tal como la conformación de una
burocracia situada por encima de los intereses particulares.

Finalizando el siglo XX, se evidencia que la configuración de la modernidad en cada sociedad

expresa al mismo tiempo, las particularidades histórico- culturales de la construcción del
Estado-Nación en cada país, la huella decidida o diluida de unas u otras instituciones en la vida
política y social (la Iglesia, el estamento militar, el sistema jurídico-normativo, la insurgencia
armada, etc.).

En el sistema político, se experimento la convivencia del frente nacional que permitió superar
el principio de ir domeñando paulatinamente la intolerancia político – religiosa que caracterizo
a la cultura política liberal – conservadora. Las generaciones siguientes dejaran la costumbre
de heredar familiarmente militancias políticas.

Pero con la disminución de esa intolerancia, también iban apareciendo conflictos, contra la
influencia de la revolución cubana de 1959, la ruptura chino – soviética, la renovación social de
la iglesia estimuladas por el concilio vaticano II, el antimperialismo contra la presencia de
Norteamérica en Vietnam, la difusión del marxismo en las universidades publicas que estaban
en expansión.

En el proceso de modernización cultural, un fenómeno importante es el surgimiento de las

ciencias sociales modernas, en campos especializados de producción intelectual (sociología y
antropología), esto significo el desplazamiento de la veneración parroquiana por las lumbreras
y los diletantes de saberes memorísticos y enciclopédicos, así como la improvisación de
abogados como filósofos o historiadores.

A finales de los 70 y durante la primera mitad de los ochenta, las ciencias sociales y las
humanidades, recibirán nuevas teorías de nuevos autores como (Foucault, Greimas, Barthes,
Austin, Jakobson, Mc Luhan, Piaget, E. Fromm, Hobsbawm, Habermas, Horkheimer, Marcuse,
Perry Anderson, Pierre Vilar) que evolucionaran la elaboración intelectual sin renunciar a la
critica del orden existente y a la formulación de alternativas para la sociedad, tener una actitud
menos militante e instrumental, con relación al sentido político y la producción de
conocimiento social.

En los últimos 15-20 años aumento significativamente la producción académica nacional, un

estudiante universitario colombiano dispone de bibliografía en disciplinas sociales y
humanísticas, mostrando cada vez un abanico de temas, más amplio y plural de temas, autores
y referentes teórico – conceptuales, y en cuanto a la realidad colombiana un cubrimiento de
viejos y nuevos temas, como la violencia, historia y economía política del narcotráfico,
clientelismo y corrupción, crisis del sistema de justicia, afirmación de entidades étnico –
culturales, la inserción internacional del país y relaciones bilaterales Colombia – estados
unidos, entre muchos otros temas de impacto social del país.
Una de las transformaciones socio – culturales mas grandes, vividas por la sociedad
colombiana durante este periodo, es la masificación de la educación, algo que trajo consigo
posibilidades nuevas de ascenso social para la población, pero también la saturación del
mercado laboral y el desempleo urbano juvenil.

Una de las transformaciones mas importantes desde 1958 hasta ahora, ha sido la
secularización de las mentalidades y de la vida social, la vieja hegemonía de la cultura católico
– conservadora se va a desmoronar progresivamente debido a factores como la urbanización
creciente del país, la vinculación progresiva de la mujer al mundo laboral, la configuración de la
posibilidad de comportamientos electivos, opuestos a los roles preestablecidos
incuestionables, de las sociedades tradicionales.