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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Comunicación Social


Materia: Periodismo I.
Tema: Reseña “El Gran Hermano” Juan Carlos Calderón y Christian Zurita
Nombre: Daniel Yar.
Curso: Cuarto “A”
Fecha: 01-10-2013.

Cuando diario Expreso publicó el reportaje “Las obras que ejecuta el hermano del
presidente”, en junio de 2009, los periodistas Juan Carlos Calderón y Cristian Zurita,
principales responsables de ese trabajo, donde la investigación inicial reveló que un grupo
de empresas a las que estaba vinculado Fabricio Correa, hermano mayor del Presidente
Rafael Correa, había obtenido contratos con el Estado por alrededor de 100 millones de
dólares. Después, en agosto de 2010, Calderón y Zurita presentan el libro “El Gran
Hermano”, en el que profundizan la investigación inicial, donde encuentran nuevos datos y
despliegan un amplio relato sobre la corrupción en las altas esferas del poder.

Los dos periodistas posteriormente afrontaron un juicio planteado por el presidente Correa
bajo el cargo de “daño moral” por el contenido de la investigación de Calderón y Zurita.
Aunque la investigación inicial no señala responsables por delitos específicos, es una
disección muy profunda de un tema clásico en el manejo de la contratación pública en el
Ecuador. La reacción inicial del gobierno fue decir que se trataba de otra maniobra
mediática para desacreditarlo, pero hasta ahora no ha podido desmentir los datos del trabajo
periodístico.

En su trabajo, Calderón y Zurita exponen la diferencia entre hacer política contra el


gobierno desde los medios y hacer una investigación periodística siguiendo las normas del
buen oficio. Ellos hicieron lo que tenían que hacer; pero el deseo personal de Correa de
acusar a los dos periodistas desplazaba el foco de atención y conducía a olvidar los temas
centrales del debate político-comunicacional en el Ecuador.

En un país como el nuestro, donde los gobiernos piensan que en ellos comienza y termina
la política y donde los medios piensan lo mismo respecto de la comunicación, resulta tan
fácil como peligroso pensar que toda esta confrontación se resuelve judicializando la
actividad periodística.

El juicio contra Calderón y Zurita abona esta falsa premisa porque, más allá de lo que pase
en este caso, las estructuras del campo mediático, las relaciones de poder que ahí se
manejan, las injerencias económicas y políticas en los procesos informativos, siguen aún
intactas. Lo paradójico es que dos periodistas, que han hecho exactamente lo que el
gobierno ha solicitado de la profesión como la rigurosidad informativa, contrastación de
fuentes, verificación de datos, etc. Tengan que defenderse en un juzgado.

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