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Antecedentes de las organizaciones obreras en Europa.

Etapa de prohibición
Durante la llamada época de prohibición el sindicalismo surge con
la revolución industrial a partir de los acontecimientos que versan
en la creación de la maquina reemplazando al trabajador, la
incorporación de la maquina produce grandes ganancias a los
agentes económicos de la época incrementando la demanda de la
producción no solo al ámbito nacional, sino que transciende al
ámbito internacional, a través de estos hechos surge una
explotación hacia el trabajador con tratos crueles e inhumanos.
El Estado no compartía los intereses del trabajador y se oponía a
las asociaciones de los trabajadores para la consecución de sus
intereses, inclusive esta prohibición estaba plasmada en los
ordenamientos jurídicos de algunos estados, podemos hacer
alusión a uno de ellos en Francia con la Ley de Chapelier.
En el siglo XVIII se dieron distintos acontecimientos de gran
importancia en la lucha de los trabajadores por sus derechos,
como primer referencia tenemos la Revolución Industrial que
surge en el año de 1775, siendo esta una de los antecedentes
inmediatos del estallido de la Revolución Francesa en 1789, donde
convergen los Derechos del Hombre y el Ciudadano, en los cuales
se establece que el hombre por el solo hecho de ser libre no deberá
agruparse y tampoco formar coaliciones de obreros porque
produce un menoscabo a libertad colectiva e individual,
estableciendo una sanción en la ley sustantiva para aquellos
trabajadores, obreros o jornaleros que se asocien, debido a las
condiciones planteadas en perjuicio de los trabajadores, por lo que
deciden agruparse de forma clandestina para defender sus
intereses, manifestandose en distintas formas, una de ellas era a
través de la huelga y en la praxis ya se podía apreciar algunas
coaliciones de obreras de la misma fábrica o inclusive de distintas.
De la tolerancia al reconocimiento
En 1824 surge un acontecimiento que da pauta para una evolución
del derecho del trabajo que es el surgimiento de los contratos
colectivos, sin embargo los patrones no estaban obligados a
aceptar ninguna de las obligaciones contractuales.
Mientras que en el ámbito internacional la huelga atravesaba por
un proceso de transición de la prohibición a la tolerancia, en
algunos estados como Inglaterra, Alemania, Bélgica y Francia
tenían como finalidad la lucha por una autentica contratación
colectiva. La mayoría de las legislaciones europeas optan por
suprimir el delito de coalición incluyendo Francia, esto produce
como consecuencia un mayor margen de libertad para la
consecución de mejores prerrogativas para el trabajador.
Ahora no solo los gremios demandaban reformas laborales con
condiciones más humanas, si no la prensa y la sociedad en
general comenzaron a criticar al Estado y exigían una reforma en
su legislación para otorgarles personalidad jurídica a los
sindicatos, así fue como la lucha continuo durante un largo
periodo, hasta que las disposiciones legales les permitieron la
asociación de profesiones, inclusive comienzaron a aparecer los
primeros organismos internacionales en Europa en materia
laboral.
Fue así como el Estado le otorga un reconocimiento a los
sindicatos en las disposiciones legales y personalidad jurídica
otorgandoles ademas facultades para poder crear normas jurídicas
individuales en materia contractual y asi mejorar las condiciones
laborales a finales del siglo XIX.
Actualmente el sindicato es una organización o asociación
profesional integrada por personas que ejercen el mismo oficio/s
o profesión/es similares o conexos, que se unen para el estudio o
protección de aquellos intereses que le son comunes a todos ellos,
transcendiendo hasta el ámbito internacional con la creacion de
organismos internacionales como la OIT, que versan sobre el
derecho de los trabajadores, así como la observación del
cumplimento de la obligaciones que adquieren los Estados
miembros.
La figura jurídica de los sindicatos funge como un contrapeso para
el patrón y fue adquiriendo fuerza a través de los años hasta lograr
ser una institución; la historia nos va mostrando que este proceso
de transición no fue fácil de lograr y que emana de viejo continente
y es retomado en todo el mundo, asi tambien a repercutido en
nuestra nación.

Antecedentes de las organizaciones obreras en México.


En el México Virreinal, las organizaciones del trabajo emanaban
de los gremios que fungían como instrumentos del Estado
Español, es decir agentes económicos al servicio de la Metrópoli,
por ende en la nueva España no existían asociaciones de trabajo
o algo similar, el ordenamiento jurídico que tenía validez espacial
en nuestro territorio eran las Leyes de Indias y el Estado en su
calidad de garante se encargaba de su aplicación, en los
preceptos este sistema jurídico se puede observar un
antecedente de derecho laboral en nuestra nación, ya que en
estas ordenanzas se encontraban institucionalizados el salario
mínimo, la duración de la jornada, días festivos, vacaciones y la
protección contra enfermedades.

Etapa de prohibición
Después de la Independencia de México se presenta una lucha de
clases en el siglo XIX debido a que se instaura en nuestra nación
una nueva legislación fungía a favor de los gremios produciendo
un menoscabo en los intereses del trabajador, esta lucha tenía
como objetivo principios fundamentales que versaban en la
igualdad, libertad y dignidad del trabajador, este contexto se
presenta en la época del Presidente Porfirio Díaz, donde las
industrias Textiles impiden el acceso o contacto con sus
trabajadores en los campamentos de producción, donde estaba
estrictamente prohibido la reunión entre los trabajadores para la
consecución de cualquier fin así como las asociaciones o realizar
una huelga para exigir cualquier tipo de prerrogativa o privilegios,
de llevarse a cabo esta conducta por parte de el trabajador, el
Estado imponia una pena al mismo de forma injusta, asi las
posibilidades de obtener un empleo en esa época eran escasas,
lo que traía como consecuencia que la población aceptara empleos
sin importar que las condiciones de trabajo fueran inhumanas.
Los trabajadores se encontraban en un dilema luchando en contra
de las disposiciones legales que facultaban a los gremios para la
explotación laboral, utilizando del derecho internacional algunos
instrumentos jurídicos que versan en su contenido mejorar las
condicionales laborarles como la Ley de Francis Place de 1824 el
cual tenía como objeto derogar el carácter delictivo de las
asociaciones sindicales y la huelga, la revolución francesa 1848
que logra que la Comisión de Luxemburgo decretara en sus
ordenamiento jurídico la libertad de coalición, así como el derecho
de la asociación sindical y la huelga, en Alemania emana la Ley de
Canciller Otón Von Bismark de 1869 la cual suprime el carácter
delictivo de las instituciones del derecho colectivo del trabajo.

Etapa de tolerancia
Continúa la etapa de la tolerancia en nuestra nación, tomando
como referencia los instrumentos jurídicos internacionales antes
citados se expanden por toda Europa y el continente Americano de
los cuales versaban principios fundamentales como la libertad
sindical, libertad de asociación y que las huelgas fueran toleradas
e inclusive que el Estado en su carácter de imperio utilizara la
coacción para el supuesto jurídico que se presentara de algún tipo
de intento por parte de los patrones para impedir la continuación y
desarrollo de los trabajadores en las instalaciones de la empresa.
En esta etapa el Estado mexicano simplemente se abstiene de
intervenir y solo mantiene una actitud vigilante, haciendo uso de
facultades utilizando la fuerza pública para evitar coaliciones entre
los trabajadores.
El contexto por el cual atravesaba el Estado mexicano era la lucha
contra el presidente Porfirio Díaz donde surge en esa época el
sindicalismo revolucionario, que poseía una ideología anarquista
al inicio del movimiento obrero, subsecuentemente se manifiestan
algunas ideas socialistas con base en el socialismo utópico Owen
y Fourier y va evolucionando al Socialismo Científico Carlos Marx
que versaba sobre el desconocimiento de la propiedad privada y el
anarquismo tenía por objeto suprimir en nuestra nación al Estado
para que la economía se convirtiera en el patrimonio de los propios
trabajadores.
Este movimiento sindical al final del siglo XIX toma un carácter
social con base a las ideologías provenientes de corrientes
europeas y otras corrientes ulteriores que fueron retomadas de la
colaboración de las diversas clases sociales y emana un
sindicalismo que no tiene como finalidad derrocar al Estado sino
coadyuvar para el mejoramiento de las condiciones de trabajo
dentro de nuestro sistema jurídico.

Etapa de legalización
Después de que se incorporan las garantías sociales en nuestra
carta magna de 1917 se le otorga al trabajador más libertades
donde Estado tutela el cumplimiento de su ordenamiento jurídico,
surgen la creación de normas jurídicas que mejoran las
condiciones de los empleos y las prerrogativas de las
agrupaciones sociales se rompe el paradigma de los derechos
individuales para tener una nueva perspectiva social donde el
Estado tiene una participación activa en el interese de la sociedad,
e inclusive facultando a los sindicatos para emitir normas jurídicas
en protección del trabajador.
La última etapa consiste en el reconocimiento de las instituciones
a través del proceso legislativo en nuestro derecho primigenio.
Constituye el triunfo de las luchas por los movimientos obreros
que lleva implícito el espíritu del pensamiento socialista que
convergen al nacimiento de nuevas prerrogativas para los
trabajadores, así el obrero que desempeña servicios para una
empresa tiene derecho a una vida decorosa y corresponde al
Estado en su calidad de garante versar por el cumplimiento de esas
disposiciones legales y no deberá cuartarse la libertad de
asociación sindical ya que es vinculo para buscar el equilibrio
entre el patrón y el trabajador, así surgirá la igualdad el ámbito
laboral imponiendo aun en contra de la voluntad de los
empresarios mejores prestaciones para el trabajador.
Tales preceptos de consagran en el Articulo 4, 9 y 123 de CPEUM
que en su forma literal señala la libertad del trabajo y los privilegios
de aprovecharse de sus productos, también que ninguna persona
podrá ser coaccionada para desempeñar un trabajo sin su
consentimiento, la libertad de asociación y el mínimo de garantías
a la que tiene derecho el trabajador. El trabajador podrá ejercer el
derecho de huelga y podrá dejar de trabajar para cualquier
empresario cuando él lo desee lo cual ya no constituye ninguna
violación algún precepto en materia penal.
A través del tiempo ha habido una evolución el derecho del trabajo
surgiendo una rama en la sistemática jurídica llamada derecho
social la cual converge a un equilibrio entre los intereses del patrón
y el trabajador, continuamos en retroceso en nuestra legislación
favoreciendo los intereses del patrón legitimándolo en las normas
jurídicas que emite el Congreso de la Unión haciendo cada vez más
ostentoso tener una vida decorosa en nuestra nación.

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