Sei sulla pagina 1di 47

MARÍA ZAMBRANO

EL AGUA ENSIMISMADA

Edición de

María Victoria Atencia

UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
Cl Herederos de María Zambrano
Fundación María Zambrano
Los autores
C> S•r•·icio de Publicacion•s e Intercambio Cieauítlco
d• la Uni•·midad d• Má l aga

Edición •n rústica
Fotocomposición: M' Luisa Cru:t. S•n·icio de Publicaciones. Uni•·ersidad de l\l.íl.aga
Impreso en España
I.S.B.N.: 84-7496-852-6
D•p6sito Legal: MA-88-2001
Re~ato de Marla Zambrano por Gregorio Toledo. c. 1935
EL AGUA ENSIMISMADA
Había escrito Jesús Moreno que La tumba de Antígona era "la única
obra de Zambrano que no tiene el carácter de ensayo filosófico"•, aunque
añadiendo a pie de página cierta salvedad: "junto a algún breve poema casi
desconocido y sólo publicado en la revista francesa 'Poisie', trad. de R.
Marteau, edición Belin, núm. 63, 1993".

Busqué en el archivo de la Fundación los cuadernos de "Poisit"


["Po&sie"] que pudieran conservarse allí, pero sólo di con otras dos en­
tregas de esa revista que contenían colaboraciones de nuestra autora,
aunque en prosa. Consulté a Jesús Moreno, tan querido amigo. Había
una errata -me advirtió entonces- en la indicación del año que dijo en su
libro: el núm. 6 3 de esa revista correspondía a 198 3, y el poema llevaba por
título "¿Qué queda?" (aunque sin duda hablaba de memoria), pero quedó
en enviármelo. Más tarde lo recibí también, directamente, de Edison Simons,
a quien ese poema está dedicado y del que él conserva el original. (Todos
somos deudores de Simons.) Y entonces me desconcertó comprobar que
el poema, realmente, no llevaba título alguno. De su verso final, "Si tú te
miras, ¿qué queda?", había tomado Robert Marteau, al traducirlo\ el título
"Que reste-t-il?". Personalmente, sin embargo, prefiero rotulado por sus
palabras iniciales, como es uso: "El agua ensimismada".

En mi espera del envío de ese poema por Jesús Moreno -una larga
espera, por circunstancias que dolorosamente le afectaban, según me con­
fió- se me ocurrió que si aquella revista sólo había publicado una traduc­
ción -la traducción de Marteau-, quizás se pudiese hallar el original o una

1 Lara�n m la sombra. Antología del pmwuimto dt M.lrÍ•I L.ambrano, Sirueht, Ma drid, 1993, p 275.
2 En el n° 11 de la revis[a "Rmuil", Champ V.1llon, p r i mer trimes[re de 1989, Seyssel,
Francia.

9
copia de su original en el archivo del Palacio de Beniel. Examinando allí sus
papeles de la mano de Juan Fernando Ortega Mui1oz y de José Antonio
Franco, acabé por encontrar, mecanografiado e inédito, un poema distinto
de María, "Delirio del incrédulo"\ desconocido por Jesús Moreno pero
que Juan Fernando Ortega recordaba haber leído. Gracias a él la presenta­
ción y comentario de ese poema fueron mi aportación, en 1994. al 11 Con­
greso Internacional sobre el Pensamiento de María Zambrano, celebrado
en Vélez, y me constituí así, sin proponérmelo, en la primera estudiosa de
su poesía: un �ítulo al que no quisiera renunciar, aunque entendiendo "pri­
mera" en su niero sentido cronológico.

Pendientes de aparecer las actas de aquellas sesiones de trabajo, Jesús


Moreno pudo al fin cumplir su ofrecimiento y, pasado aún más tiempo. editó
sus Tres poemas y un esquema de María, junto a un admirable estudio -en el
mismo volumen- del pensamiento o las aprensiones que nuestra autora tras­
luce en tan leve material: El ángel de/límite y el confín inttrmedio�. En su edición
Jesús Moreno ofrecía (además de ese esquema y de los poemas que recípro­
camente nos habíamos dado a conocer) un nuevo testimonio, escrito directa­
mente en francés, del quehacer poético de nuestra autora. Es el que comienza
"Merci bien" y que, como "El agua ensimismada", carece de título.

Así las cosas, Edison Simons me advierte de otro poema de María, y


precisamente bilingüe: el que ya había publicado en la pág. 193 de su Corres­
pondencia. Simons 1 Zambrano5, que Jesús Moreno no recoge aunque cita ese
libro en su estudio de los Tres poemas y un esquema. He hablado muchas veces
con María, especialmente de su obra y circunstancialmente de la mía, que ella

3 Sig M-22.
4 "Pavesas. Hojas dt Potsía", n° VII, Instituto de Bachillerato "Francisco G in er de los
Ríos", Segovia, 1996.
5 Fugaz eds., col. Algo d n n" -f.. Ak;lhí de H en a res 199 5. Jes(¡s Moreno cita ese libro,
, ,

que yodesconocía, en p 1-f., n 7, de Ii·,·s porm,Js y 1111 tsqutmoJ.

10
apreciaba en más de lo que vale. Solía llamarme (y sus t:1cturas telefónicas
darían cuenta de esas llamadas) en las vísperas de algunas celebraciones
marianas. Y tuvo la amabilidad de escribir -de dictar- las páginas de intro­
ducción a mis Trances de Nuestra Se1iora. Clara Janés dispuso aquel dictado en
un disquete del que he dejado copia en el archivo de la Fundación.

Después de su regreso a España y de su obligado abandono de las


decenas de gatos que había cuidado en Roma y cuidaba en Suiza, María se
resignó a mantener sólo dos, Inés y Pelusa, regalo de Jesús Moreno. Conocí
por entonces a Jesús Moreno en el Convento y Parador de Almagro duran­
re unas jornadas sobre María y meses después me regaló a Tulia, hermana
de Pelusa e Inés, con quien llevo no sé cuántos años de convivencia y estoy
segura de que me ha de sobrevivir.

Vi por última vez a María sólo unas horas antes de su muerte. Clara
Janés y yo no pasamos de la abierta puerta de su cuarto, hasta donde nos
llegó un gesto suyo de entrañable amistad. Horas después, a la mañana
siguiente, volvimos a verla, muerta ya. Y luego asistí a su funeral en Vélez
y al traslado a su panteón en aquel cementerio.

Inés y Pelusa fueron a parar a Salamanca, a manos de una amiga de


María. Pero, acostumbradas a una constante presencia cuidadora, al menor
descuido se iban por los rejados de la sabia ciudad, así es que, debidamente
embaladas, las remitieron a la Fundación. Y en Vélez _¿qué iban a hacer en
la Fundación con ellas?- las soltaron en el cementerio, donde allí es cos­
tumbre mantener infinidad de gatos, como en algunas ruinas de la vieja
Roma que María conocía bien. Inés y Pelusa tuvieron así la oportunidad de
volver a reunirse con su antigua dueña. Yo he vuelto allí algunas veces
intentando buscarlas y darles noticias de Tulia, a quien he dedicado ciertas
páginas, pero me impidió encontrarlas entre aquella turba un exceso de
vida y promiscuidad.

María Victoria Arencia

ll
MERCI BIEN

E dison Simons permite suponerlo escrito entre septiembre


del 46 }'marzo del 47. cuando María, recién llegada de La Habana,
buscaba alojamiento por la rue President Wilson, que desemboca
en la place de !'Alma: un lugar trágicamente actualizado en el papel
cuché por la muerte de Lady Di. Parece la indagación en alguna
portería6, y está redactado en un francés expresamente torpe o co­
loquial. Doy aquí su texto sin normalizarlo más que en la acenrua­
ción7, y admitiendo -porque Simons lo sugiere así- que el éxito tea­
tral de La Folle de Chaillot, de Giraudoux, con sus modos de expresión,
debió influir decisivamente en la redacción de ese poema11• Adopto como
título -para la traducción de Jesús Moreno que reproduzco, y la mía­
la frase inicial, y coincidente, de nuestras respectivas versiones.

6. Jesús Moreno dice que se tra ta de '"el juego de dos voces de mujeres'", pero no veo
justificada esa limitación: '"madame'" puede referirse a sólo uno de los dos interlocutores.
7. Aunque (de acuerdo con una corrección manuscrita de Jesús Moreno a mi ejempla r
de su edición en "Pavesas") en el v 7 escribo '"mais c'est"'.
8. Doy más adelante un intento de traducción de ese poema, sin duda innecesaria
porque ya contamos con la de Jesús Moreno (en la que prescindo -una más entre
tantísimas otras erraras de ese libro- del acento que altera el sentido del v 17, ''más
no'", de acuerdo con el insistente rexro de María). P ienso, sin embargo, que las ocu­
paciones que el poema enumera (caborin, fumisre, debrouillard, pompier) no deben
encenderse como propias de los diversos habitantes de ;¡que! o aquellos inmuebles
sino que -en sus dobles acepciones- acumulan un j uicio uniforme sobre el conserje o
quien fuese su informante en la porrería.

13
MERCI BIEN

Merci bien,
' ' .
tres, tres rnerCI.
Mais non, e' est tres bien.
Je vous en prie, rnadarne,
.
n' a pas que qt.wl.
Allez, allez vite:
' '
e est com plete, rnais e est tres bien.

Un cabotin, un furniste,
un debrouillard
- la Place de LAlma -, un pornpier,
�a mi est égal.
Quand vous voudrez.
Ah ! , rnadarne, si vous saviez.
C'est bien.
Les vieux bon temps...
Mais París e' est París et e' est tres bien.
Mais non. Moi, je cornprend.

Le Etoile, Notre-Darne, Les Charnps,


'
e est entendu, pourquoi pas ?

Je trouve, je trouverai, j'ai trové


deja ?
Eh bien ! : allez, allez vi te.
Pourquoi pas ?

15
MUCHAS GRACIAS

Muchas gracias
muy, muy agradecido
mas no, está muy bien
Os lo agradezco señora
no hay de qué
váyase usted, apresúrese
está completo, pero está muy bien.
Un farolero, un haragán
un sabelotodo
la plaza del Alma, un bombero
me da igual
Cuando usted quiera
iAh señora si usted supiese!
está bien
los viejos buenos tiempos
Pero París es París y es así
mas no. Oh sí, yo comprendo
:LÉtoile, Notre-Dame, Les Champs
está entendido, ¿cómo no?
busco, ya encontraré, ya he encontrado
¿ya?-
Pues bien, vaya, apresúrese.

Traducción de Jesús Moreno

17
MUCHAS GRACIAS

Muchas gracias;
muchas, muchas gracias.
Qué va. Está muy bien.
Dispénseme, señora.
No hay de qué.
Está completo, pero está muy bien.
Un farsante, un cuentista,
un enterao
-la Place de !'Alma-, un cualquiera,
me da igual.
Cuando usted quiera.
Ah, señora, isi usted supiese!
Está bien.
Aquellos buenos tiempos...
Mas París es París, y está muy bien.
Aunque no lo comprendo.
LÉtoile, Notre-Dame, Les Champs,
se sabe, ¿por qué no?
Encuentro, encontraré, ¿encontré
ya?
Entonces, apresúrese, vaya.
¿Por qué no?

Traducción de M.V.A.

19
,

DELIRIO DEL INCREDULO

Quien conozca los originales de María Zambrano sabe bien de


su redacción por tanteos, que ni siquiera en trabajos ya impresos
llegan a ser su redacción definitiva, porque ella, María, era un perpe­
tuo e inagotable afán de perfección. Sin embargo la mecanografía de
este poema está prácticamente limpia, dentro de lo que cabe. En la
primera de sus cuatro estrofas María había dicho "bajo la estrella, el
agua", pero inmediatamente tacha ese "agua" (que reaparecerá luego
en la segunda estrofa y que ella había introducido por asonancia con
la "rama" del primer verso del poema) y escribe "viento". Es su única
enmienda aunque -aparte de la puntuación- resulta imprescindible
hacer otra más: en el verso penúltimo, donde escribe "no puede bus­
car nada", es preciso leer ''no puedo buscar nada", de acuerdo con
una afirmación anterior, "mas no puedo", y otra posterior, "no lle­
go". Pero más importante me parece insistir en las dos propuestas de
edición revisada que hice en el Congreso. Una de ellas es la de renun­
ciar en la primera estrofa a una frase que María comienza y seguida­
mente abandona, "si pudiera, pero hundirme", aunque ella no desista
de esa idea que (como en el caso del ''agua") recogerá m;Ís abajo:
"Mas no puedo. [ ... J Perdido enrre mí mismo no puedo buscar nada"\).

9 María , de cura orgullosa condición femenina no cabe dudar por su "ida}' su obra, se
sintió siempre ajena a la cuestión, luego exacerbada, del feminismo. Escribe aquí
"'perdido'", no "'perdida", }' ''mí mismo"". no "'mí misma'". Cierto prólogo suro va
firma do por "'El autor"'.

21
Mantengo sin embargo su texto, por respeto al original, aunque -como
hice en mi comunicación- denunciándolo entre paréntesis cuadra­
dos, y lo comienzo con mayúscula y lo concluyo con suspensivos
(contrariando el original) para atenuar su condición de expresión
inacabada, de anacoluto tO[al. Jesús Moreno me lo reprocha sin em­
bargo como "grave error"10 porque la frase es acorde con el pensa­
miento de María, lo que resulta lógico: es ella quien la ha escrito.
Pero la conformidad con su pensamiento no implica que lo sea tam­
bién con su poema; con el desarrollo natural, e incluso lógico, de su
poema. Y, como segunda propuesta, la de prescindir de un coreo aña­
dido, "Era tu gloria", en la segunda estrofa, aunque igualmente man­
tengo su texto entre paréntesis cuadrados, como hice en el Congreso.
Estoy persuadida (y su situación a final de estrofa en uno y otro caso
refuerza esa creencia mía) de que la conservación de ambas frases en
su texto mecanografiado no pasa de mero aviso para una posible
reconsideración posterior, como era su costumbre. Bastará ver el es­
quema -el ''borrador"- que cierra estas páginas.

1 O En la nota 22 de El ángtl dtl límite y rl confín intmntdio: "Por ello, considero su gr;we error
que M. V. Atencia suprimiese este verso -c reyéndolo producto del 'borrador' en que creía
ella estaba el poema- en la transcripción que hizo de esre poema en su mencionada ponen­
cia en el 11 Congreso sobre el Pensa miento de María Zambrano". Sin embargo yo no
suprimí ese verso sino que lo propuse a la hora de editarlo críticamente. En la nota -f de su
libro Jesús Moreno desvela, con fraternal indiscreción, cómo le consulté sobre los porme­
nores circunstanciales, formales y de relación de e se poema con los contenidos de la obra
filosófica de María, y así lo dije en Vélez, }' nunca le ag radeceré de modo suficiente su
atención a mi consulta, porque de ning(m modo me hubiese permitido disentir de su
interpretación, tan personal, del p e nsa miento de María.

22
DELIRIO DEL INCRÉDULO

Bajo la flor, la rama;


sobre la flor, la estrella;
bajo la estrella, el viento.
¿y más allá?
Más allá, ¿no recuerdas?, sólo la nada.
La nada, óyelo bien, mi alma:
duérmete, aduérmete en la nada.
[ Si pudiera, pero hundirme... J
Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga:
el llanto hecho sudor;
la sangre que, en su huida, se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin marcha.
¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. [Era tu gloria. J
Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma dentro,
en ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo.
Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada;
no llego hasta la nada.
Roma. Enero, 1950. Hotel d'Inghilterra.

23
EL AGUA ENSIMISMADA

Autógrafo que María revisó con todo esmero para su envío


como obsequio a Edison Simons en 2 de febrero del 7811, pero en el
que, incluso así, hay que recomponer un Inglit e rra del original. Ya
" "

aquí con su traducción al frances por Robert Marteau, a la que antes


me referí.

11 Corrijo un pequei1o descuido (""oLI se revenr'") de "PolVtsas".

25
EL AGUA ENSIMISMADA

Para Edison Simons

El agua ensimismada
¿piensa o sueña?
El árbol que se inclina buscando sus raíces,
el horizonte,
ese fuego intocado,
¿se piensan o se sueñan?
El mármol fue ave alguna vez;
el oro, llama;
el cristal, aire o lágrima.
¿Lloran su perdido aliento?
¿Acaso son memoria de sí mismos
y detenidos se contemplan ya para siempre?
Si tú te 1niras, ¿qué queda?

195O. Roma (antes de abril).


Albergo d'Inghilterra.

La Piece, 2 de febrero de 1978.

27
[EAU EN SOI-MEME MISE

I.:eau en soi-meme mise


elle pense ou se reve ?
Larbre qui se penche en quete de ses racines,
l'horizon,
ce feu intouché
ils se pensen ou se revent ?
La marbre une fois fut oiseau;
flamme, 1' or;
air ou larme le cristal.
Pleurent-ils le souffle perdu ?
Peut-etre sont-ils mémoire d'eux-memes
qui retenus a jamais se contelnplent ?
Si tu te mires, que reste-t-il ?

Traduit par Robert Marteau

29
,

DE tETOILE DES ALPES

Brevísimo poema bilingüe que Edison Simons recoge en su


Correspondencia. Me dice Simons que aquellos versos estuvieron "ins­
pirados por un 'acre poético' con corneras, celebrado en Hont1eur y
Deauville (noviembre, 198 3) al cual -por la distancia y su edad- ella
no pudo asistir pero en el que quiso participar y no sólo con sus
versos sino con un cheque que nos permitió comprar material". He
imaginado en vilo por los aires esos versos de María, y la ha sentido
a ella "invisible y presente, íntima de can inmediata".

31
DE tÉTOILE DES ALPES

De l'Étoile des Alpes


a
l'Étoile Polaire,

invisible y presente,
íntima de
tan inmediata.

10.10.1983

33
,

iCUANTA HERMOSURA ... !

En el verano de hace ahora diez años, eras la publicación de


algún libro mío, recibí de María un pliego doblado en cuatro y con un
breve escrito que casi se perdía en la relativa inmensidad del papel.
Venían en él, impresos, su nombre y su dirección postal. Y más abajo,
mecanografiado y centrado en su página, el título, "A María Victoria
Acencia", y el texto en el qu.e suplo algún signo ortográfico. Prescindo
del nombre de la autora que en el pie figuraba como firma. Pero bajo a
ese pie la indicación sobre el lugar y fecha en que se escribió. Traigo ese
texto aquí, después de largas dudas por razones de discreción personal,
al considerar que no se erara de una bella dedicatoria con ocasión del
envío de un libro suyo, como solía hacer, sino de unas líneas can inne­
cesarias como espondneamenre escritas ex abundantia cordis. Por ese
mismo criterio de discreción reduzco a simple dedicatoria el encabeza­
miento del poema y doy a éste un título con parte de su primer verso.

35
,

iCUANTA HERMOSURA ... !

A María Victoria Atencia

iCuánta hermosura en tierra nues tra!


Y que se hace de todos por obra de tu palabra
y de la música.
Dios os bendiga.

Madrid, 20 de junio de I 989

37
,

PAMPANO, ROSA, LAS ERAS...

D e una manera accesoria, pero como corroboración del siste­


ma de trabajo de María, añado finalmente un proyecto de poema que
comienza "Pámpano, rosa, las eras" verso que le doy como título. "Se
ofrece aquí -dice de él Jesús Moreno, de quien lo reproduzco literal­
mente- el esquema-borrador de un apunte de poema, sumamente
corregido, cachado, reescrito y, en muchas palabras y aun versos ente­
ros, di ficulcosísimamente legible o, sin más, imposible de descifrar",
señalando que "en codo caso hubo de ser escrito en París entre 1946
y 1948 ó, más improbablemente, entre el 1 de enero de 1948 y junio
de 1949 en La Habana". (Páginas antes, revisando sus propios apuntes
sobre la cronología que figura en su Antología del pmsamimto de María
Zambrano. La razyn en la sombra precisa que María residió en París
12,

desde septiembre del 46 hasta diciembre del 48). Personalmente es­


cribo en cursiva las lecturas dudosas (las que Jesús Moreno ofrece
seguidas de un interrogante) , e indico con suspensivos entre parén­
tesis cuadrados lo que ha resultado ilegible para su primer editor.

12 En p 14, n S.

39
PÁMPANO, ROSA, LAS ERAS...

Pámpano, rosa, las eras


las navas

Altura carrascal
cántaro, hombre, las eras
ladera, azul, la quebrada
cabrerizo, gris, las breñas
la enramada y el molino
y a mí qué, de qué te quejas
taciturno. Horado [ . ]
..

. .
Siempre, Jamas, nunca
,

amor, ausencia

Silencio. Ya no más
qué lejos

Pan: cántaro, hogaza


no vuelvas.

Muerto y yerto. Calcinado


ardiente y feliz, las arenas
JUntas, secano
huidas barbecho, quietud, [ . . ]
.

41
cuita, faenar, gozy, siesta
llanto, amor, serranía
aire. Amanecidos
soledad, angustia, calma
sonrisa. ¿Por qué no?
reja
colibrí y mes de mayo
siempreviva, candela
enlucida, cal, claveles
rosa y tomillo [ ... J
acacias entre dos luces
enterrarme mecida, vega
cantueso, humilde, brega
di que sí y será. Alondra, paloma
risa. ¿Qué esperas?

No [ ... ]
Ensimismado y atnargo
España, amarilla; [ ... J
desconocido y [ .. J
.

confuso, [ ... J pelea


tártagos humillada y sin ventana
somorUJOS ya acabó. Desvívete

42
somormujos13No te mueras
Resucita y agoniza
No te detengas. Sierpe. Sirena.
¿Para qué? ¿No ves?
No quiero: quería. Sueño
La sombra Ancestro. Fiera
de la
Corneja
No vuelvas
ojos, manos, atropello
helada, acecho, qué pen a
entregas
.
extranJena [ ... ] [ ... ] [ ... ]
,

embelesos Madrugada embebiendo. Pecado


Culpa. No vuelvas
No vuelvas. No [ ... ] cuitas
las candelas sudores Amor
Antes de Nada
monr No vuelvas
qu1s1era Nadie esta Nada
transverberación Estrellas Alba

1 3 Jesús Moreno añade aquí a mano en mi e je mplar es re "somormujo( en corrección


-supongo- del "somorujos" de la línea a1Herior, que no racha sin em bargo. Ignoro,
pues, si María escribió las dos cosas. Para esa y otras cuestiones sería preciso dispo­
ner de su facsímil.

43
y Ángel iLa Virgen! Luna, El Mar
o La luz
substancia Paraíso. Entrañas Madre
herida. Pero La Alba
esenc1a No vuelvas
huesos
médula
desechos
al cabo de tantas penas
qué vida
Virgen. Paloma. Pureza
14

Taciturno [ . . J nada
.

protestante. Rienda
suelta
caridad
locura viviente
obediencia
Libertad. No: admirar
¿Por qué no me
entiendes? iSeñor!

14 Advierte Jesús Moreno 'que aquí se lee claramente, bajo una tachadura , "tPodría?".

44
,

IN DICE
9. Introducción

1 3. Merci bien

1 7 Trad. de J. Moreno

1 9 Trad. de M. V Atencia

2 1. Delirio del incrédulo

2 5. El agua ensimismada

29. Trad. de Roberc Marteau

3 1. De I..:Écoile des Alpes

3 5. iCuánta hermosura . !..

3 9. Pámpano, rosa, las eras...

47

Potrebbero piacerti anche