Sei sulla pagina 1di 378

TEMA 1.

La transición de la
infancia a la edad adulta: la
adolescencia
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

Texto elaborado por I. Sánchez-Queija, I. Orjales y G. Sampascual basado en el


texto: Sánchez Queija, I y Herranz Ybarra, P. (en prensa). La adolescencia, etapa de
cambio y adaptación. En J. Delval, J. Madruga y F. Gutiérrez (Eds). Psicología del
Desarrollo I.
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CONTENIDO
1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA ......................................................................... 4
1.1. Imagen social de la adolescencia ............................................................ 4
1.2. Origen del término adolescencia .............................................................. 7
1.3. duración de la adolescencia, ¿cuándo comienza y cuándo acaba? ........... 7
2. LOS CAMBIOS PSICOBIOLÓGICOS QUE MARCAN LA ADOLESCENCIA .............. 8
2.1. Los cambios biológicos ............................................................................... 8
2.1.1. cuando la maduración sexual se adelanta: la Tendencia Secular del
Crecimiento. ............................................................................................................. 9
2.2. La adolescencia: algo más que cambios biológicos ................................. 11
2.2.1. Reacciones ante los cambios puberales............................................ 13
2.2.2. Los cambios de humor en el adolescente ......................................... 16
3. TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA................................................................. 17
3.1. Los antecedentes: S. Hall ......................................................................... 17
3.2. Las aportaciones del psicoanálisis: A. Freud, P. Blos y E. Erikson ............ 18
3.3. las aportaciones de robert havighurst: las tareas evolutivas .................. 22
3.5. A modo de resumen final ......................................................................... 26
Referencias bibliográficas: .................................................................................. 28

2
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Noticias aparecidas en prensa sobre jóvenes y adolescentes (el
país-abc). Extraído de casco (2003)....................................................................... 5
Ilustración 2. Mecanismos hormonales implicados en la pubertad ..................... 8
Ilustración 3. Cambios físicos provocados por la pubertad. ................................. 9
Ilustración 4. Tendencia secular del crecimiento. edad media de menarquía en
diferentes países ................................................................................................. 10
Ilustración 5. fotografía de carolina restorn, modelo brasileña de 21 años
fallecida por anorexia .......................................................................................... 14
Ilustración 6. a la izquierda, Sigmund Freud, a la derecha, con su hija Anna
Freud ................................................................................................................... 18
Ilustración 7. Erik Erikson .................................................................................... 20
Ilustración 8 Teoría focal de Coleman (adaptado de Coleman, 1978) ............... 25
Ilustración 9. Cartel de la película “rebelde sin causa” ....................................... 26

ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro 1. Adolescencia en sociedades tribales: Kenia ....................................... 11
Cuadro 2. Adolescencia en sociedades tribales: Ghana...................................... 12
Cuadro 3. Reacciones de las mujeres ante la menarquía ................................... 15
Cuadro 4. etapas del desarrollo psicosocial de erikson relacionadas con la
adolescencia ........................................................................................................ 21
Cuadro 5. tareas evolutivas de havighurst relacionadas con la adolescencia .... 22

3
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA

“La juventud de ahora ama el lujo, tiene pésimos modales y desdeña la


autoridad. Muestran poco respeto por sus superiores y prefieren insulsas
conversaciones al ejercicio. Son ahora los tiranos y no los siervos de sus hogares.
Ya no se levantan cuando alguien entra en casa. No respetan a sus padres.
Conversan entre sí cuando están en compañía de sus mayores. Devoran la
comida y tiranizan a sus maestros”
Texto atribuido a Sócrates (Siglo IV a.c.)

La cita que acaba de leer aparece con frecuencia encabezando muchos libros
sobre la adolescencia porque, a pesar de que el término adolescencia como tal no se
acuña hasta el siglo XV y que el primer estudio científico sobre esta etapa no aparece
hasta principios del siglo XX – Adolescence (Hall, 1904)-, éste es un periodo de la vida
con una historia científica corta pero con un dilatado pasado. Pero realmente ¿qué
entendemos cuando hablamos de adolescencia?

1.1. IMAGEN SOCIAL DE LA ADOLESCENCIA


Antes de profundizar en el concepto psicológico de la adolescencia,
intentaremos rastrear la imagen que tiene la adolescencia y que tienen los
adolescentes en la sociedad actual.
Estamos a principios de septiembre del año 2009. Tecleamos en el buscador de
internet Google las palabras clave: noticias y adolescentes. Pinchamos el primer enlace
que aparece, son noticias sobre adolescentes del periódico 20 minutos. En la primera
página los titulares de treinta noticias:
Dos de las noticias están repetidas.
Dos noticias tienen un carácter positivo: El perfil de los adolescentes que
usan redes sociales: mujeres y con todo aprobado y un joven de 18 años
es el canciller ideal de los alemanes, según un concurso.
Cinco de ellas podemos considerarlas neutras ya que hacen referencia,
básicamente, a programas televisivos.
Finalmente, veintiuna noticias tienen un carácter negativo. Desde
noticias alarmantes (“Un adolescente mata a sus padres y a sus
hermanos gemelos con una escopeta”) hasta las más típicas sobre el
consumo de drogas o el inicio precoz de la sexualidad (“ Una de cada 3
adolescentes españolas es fumadora frente a uno de cada 4 chicos” o

4
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

“Los adolescentes cordobeses pierden la virginidad a los 14 años de


edad”).
Como vemos, este primer tanteo recoge un número desproporcionado de
noticias de índole negativa que pueden ser un reflejo fiel de la imagen social que tiene
la adolescencia. La Ilustración 1 refleja que el número de noticias sobre la conducta
antisocial de los jóvenes y adolescentes es más del doble de las noticias que refieren a
aspectos relativos a su educación.
ILUSTRACIÓN 1. NOTICIAS APARECIDAS EN PRENSA SOBRE JÓVENES Y ADOLESCENTES (EL PAÍS-ABC).
EXTRAÍDO DE CASCO (2003)

Y es que si hay una etapa


evolutiva con mala prensa, esa
es la adolescente, y si no,
retomemos la cita con la que
comenzamos este capítulo. En
un estudio con padres,
profesores, ancianos y
adolescentes, Casco y Oliva
(2005) confirmaron que la
imagen de los adolescentes
que predomina en nuestro
país es negativa, siéndolo más
para el grupo de profesores de secundaria que para el resto, con lo que ello implica, ya
que son precisamente los docentes de secundaria quienes tienen encargada la misión
de formar a nuestros chicos y chicas adolescentes. La propia psicología ha alentado
durante años dicha concepción. Desde el primer trabajo de Hall (1904), pasando por
las concepciones psicoanalíticas de autores como Anna Freud o Peter Blos la
adolescencia se ha considerado como un momento de tormenta y drama (storm and
stress) alentado por las aportaciones de la literatura, el cine y, ya actualmente, la
propia televisión. Veamos algunos ejemplos:
Blos hablaba de la adolescencia como una época de desequilibrios y desajustes
emocionales resultado del balance entre los impulsos infantiles y las exigencias
de la sociedad adulta en la que se está adentrando el adolescente. Y, como
veremos más adelante, consideró los conflictos familiares no sólo normativos,
sino incluso necesarios para la consolidación del yo adulto.
Anna Freud describió a los adolescentes como ambivalentes y con una conducta
imprevisible.

5
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

En el arte la idea de la adolescencia conflictiva encontró todo un filón de oro:


Adentrándonos en la literatura, autores tan destacados como Goethe o
Shakespeare dan vida a personajes que encajan en las descripciones más
dramáticas de la adolescencia. En su obra Un cuento de invierno, Shakespeare
escribía “Desearía que no hubiese edad intermedia entre los 16 y los 23 años, o
que la juventud durmiera hasta hartarse, porque nada hay entre esas edades
como no sea dejar embarazadas a las chicas, agraviar a los ancianos, robar y
pelear”. Una descripción en la que esa “edad intermedia” está caracterizada
por el desenfreno sexual, la ausencia de respeto a los mayores y la
conflictividad. En España, la obra de Sánchez Ferlosio Jarama nos hizo
reflexionar cuando estudiábamos bachillerato sobre la conducta atropelladora
y las conversaciones vagas de los jóvenes que acudieron a pasar el día al río
Jarama y, probablemente, continúa haciéndolo con los actuales estudiantes de
secundaria.
En el cine existen multitud de películas con adolescentes como protagonistas,
unas más afortunadas que otras. Posiblemente, el joven cinematográfico por
antonomasia es el adolescente que interpretó James Dean en Rebelde sin
causa, como su nombre indica: problemático, atormentado, enigmático y, ante
todo, rebelde. En la actualidad, y centrándonos en nuestro país y en la pantalla
más vista, la de la televisión, quizás el ejemplo más claro de la visión negativa
de la adolescencia esté en el programa de la cadena televisiva Cuatro SOS
Adolescentes.
Contrapuesta a esta imagen social de la adolescencia, la bibliografía científica
contemporánea describe la etapa de la adolescencia como una Transición en el
desarrollo (Kimmel y Weiner, 1998), con tensiones y dificultades como cualquier
momento personal de transición debido a que los adolescentes deberán hacer frente a
los cambios físicos, sociales y emocionales que ocurren en todas las esferas de sus
vidas. Todo estos cambios, además, ocurren a un ritmo vertiginoso pero se dan,
también, en un momento evolutivo en el que los chicos y las chicas han desarrollado
suficientes capacidades cognitivas como para percatarse de ellos, para analizarlos sin
grandes problemas ni traumas (Coleman, 1977, 1985, Palacios y Oliva, 1999, Sánchez-
Queija, I., 2008) y para acabar logrando afrontar, en la mayoría de los casos sin graves
conflictos, los cambios y las tensiones reales que se producen en esta etapa de la vida,
beneficiándose, incluso, de las oportunidades que también acontecen durante este
periodo del ciclo vital.

6
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1.2. ORIGEN DEL TÉRMINO ADOLESCENCIA


Etimológicamente, los términos adolescencia y adulto provienen del mismo
verbo latino, adolescere, que significa: crecer, desarrollarse. Así, el adolescente
(presente) sería aquel que está creciendo y el adulto (pasado) quien ya ha crecido.
Existe otra versión según la cual el término adolescente proviene del latín
adolescere, pero con el significado de “adolecer de” de tal manera que el adolescente
sería aquel al que le falta algo, que sufre (dolencia). Sin embargo, a pesar de que esta
segunda acepción encaja mejor con la imagen popular del adolescente, es la primera
versión la que explica la proveniencia del término adolescencia.

1.3. DURACIÓN DE LA ADOLESCENCIA, ¿CUÁNDO COMIENZA Y CUÁNDO ACABA?


Tradicionalmente, la adolescencia se ha entendido como los años que
transcurren desde el inicio de la pubertad y en consecuencia fin de la niñez
(establecida en los 13 años aproximadamente) hasta los 17/18 años. Sin embargo, en
los últimos años han ocurrido una serie de cambios que han llevado a reconsiderar
estos límites. De una parte, el estado del bienestar ha conllevado un adelanto
importante en la edad de maduración de las personas. Así, no es difícil encontrar a
chicos y chicas de tan sólo 10/11 años que ya han comenzado a desarrollar los
caracteres sexuales secundarios, o –en el caso de las chicas- ya han pasado por la
menarquía. De otra, se retrasa la edad de emancipación de chicos y chicas,
especialmente en países como España, conllevando el retraso en la madurez que
implica tomar decisiones autónomas, hacerse responsable sobre uno mismo, o ser
económicamente independiente. Estos cambios han llevado a que algunos autores
amplíen la etapa de la adolescencia estableciendo sus límites entre los 10 y los 22 años
(Goossens, 2006). Otros propugnan una nueva etapa en el desarrollo denominada
Adultez Emergente, que haría referencia a la tercera década de la vida (los
veintitantos), edad en la que ya se es adulto formalmente, pero aún no se han
adoptado las responsabilidades que corresponden a dicha etapa (Arnett, 2000).
Como vemos una cuestión tan aparentemente sencilla como qué es la
adolescencia y qué significa ser adolescente, no deja de acarrear controversias. Esto es
así porque mientras el momento de inicio de esta etapa está claro (los cambios
biológicos propiciados por la pubertad), la edad de finalización y entrada en la vida
adulta está marcada por aspectos sociales que son cambiantes.
Para esta asignatura, la postura que adoptaremos en los temas referidos a la
adolescencia será conservadora, considerando que la adolescencia se extiende desde
la pubertad hasta la mayoría de edad legal, los 18 años.

7
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. LOS CAMBIOS PSICOBIOLÓGICOS QUE MARCAN LA


ADOLESCENCIA

2.1. LOS CAMBIOS BIOLÓGICOS


Niños y niñas son seres muy parecidos exteriormente. Sin embargo, las
diferencias sexuales comienzan en el útero materno, cuando aproximadamente a la
12ª semana después de la gestación, el sistema endocrino de los XY o varones impide
el desarrollo de los conductos de Müller, haciendo que los conductos de Wolff se
transformen en conductos espermáticos. En el caso de las féminas o XX, los conductos
de Müller continúan su desarrollo hasta convertirse en oviductos, útero y vagina,
mientras los conductos de Wolff desaparecen. Tras el nacimiento, sólo los órganos
reproductores permiten diferenciar externamente a un niño de una niña. Y este hecho
continúa siendo así durante toda la niñez. Sin embargo, con la llegada de la pubertad,
las gónadas sexuales (testículos y ovarios), estimuladas por las hormonas
gonadotróficas que se producen en la hipófisis y que, a su vez, son elicitadas por la
hormona liberadora de gonadotrofina producida en el hipotálamo (ver ilustración 2)
van a comenzar a producir importantes cambios en el cuerpo de chicos y chicas hasta
lograr la madurez sexual de los mismos y unas evidentes diferencias físicas (sólo
mencionamos y no nos detenemos en los aspectos biológicos del desarrollo puberal
por cuestiones obvias de espacio. El estudiante interesado podrá ampliar información
en cualquier manual de psicobiología.

ILUSTRACIÓN 2. MECANISMOS HORMONALES IMPLICADOS EN LA PUBERTAD

Uno de los principales cambios que se producen con la llegada de la pubertad,


es el crecimiento rápido de estatura o estirón, con un pico de crecimiento de alrededor

8
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

de 9 cms por año en el caso de las chicas y de 10,3 cms al año en el de los chicos
(Marshall y Tanner, 1969; 1970). Este crecimiento no es parejo en todas las partes del
cuerpo, sino que comienza en las extremidades y acaba en el tronco, lo que explica el
porqué de que algunos adolescentes parezcan tener movimientos descoordinados o
desgarbados. Este pico de crecimiento es divergente entre chicas y chicos. Mientras
ellas dan el estirón antes de terminar todo el proceso de madurez sexual, y antes de la
menarquía, los chicos lo dan al final del periodo de maduración sexual. Este hecho
hace que durante años se haya considerado que los chicos maduraban entre un año, y
un año y medio después que las chicas, cuando en realidad el primer cambio en el
cuerpo masculino (crecimiento de testículos y aparición del vello púbico) ocurre tan
sólo unos meses después que el primer cambio en el cuerpo femenino (pronunciación
de los pechos). En cualquier caso, las chicas maduran antes que los chicos. Siguiendo a
Alsaker y Flammer (2006) hemos elaborado la ilustración 3 donde se resumen los
cambios externos producidos durante el desarrollo puberal.
ILUSTRACIÓN 3. CAMBIOS FÍSICOS PROVOCADOS POR LA PUBERTAD.

2.1.1. CUANDO LA MADURACIÓN SEXUAL SE ADELANTA: LA TENDENCIA SECULAR DEL


CRECIMIENTO.
Si en 1860 las chicas europeas tenían la menarquía con una media de edad de
16 años aproximadamente, en 1970 lo hacían con 13 años. El adelanto en la edad de
maduración sexual se conoce con el nombre de Tendencia Secular del Crecimiento, y
parece estar propiciado por las mejoras habidas en la alimentación, en la historia de
salud y en los hábitos de vida en general.

9
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 4. TENDENCIA SECULAR DEL CRECIMIENTO. EDAD MEDIA DE MENARQUÍA EN DIFERENTES


PAÍSES

En estos momentos la edad media


de la menarquía parece haberse
estancado en los 12,5 años
aproximadamente en Europa, sin
embargo en EEUU, algunos grupos étnicos
parecen haberla adelantado a los 12 años.
Esta constatación hace que no se sepa a
ciencia cierta si la edad de 12,5 años será
la edad media más baja en aparición de la
menarquía en nuestro entorno, o si por el contrario, ésta aún puede disminuir.

En el adelanto de la madurez sexual influyen aspectos relacionados con la


alimentación, el peso corporal y la realización de actividades físicas intensas. Aunque
no se conoce si existe un peso crítico necesario para el inicio de la maduración, sí que
parece comprobado que existe una clara relación entre peso e inicio de la maduración
sexual, mediada por la hormona Leptina. Así, la alimentación y la actividad física
ocupan un lugar privilegiado para explicar el momento de inicio de la maduración
sexual, muy posiblemente por estar relacionadas con el peso de chicos y chicas. Por
ejemplo, la influencia de la alimentación-grasa corporal queda de manifiesto en el
hecho de que:
Las chicas que presentan anorexia nerviosa, junto a la pérdida dramática de peso,
cursan con periodos importantes de amenorrea o pérdida de los periodos
menstruales.
Las niñas adoptadas que han sufrido desnutrición previa a la adopción tienen más
riesgo de adelantar la menarquía.
Las chicas que realizan deportes de competición tienen una edad de menarquía
más tardía que la población general, posiblemente propiciada por el menor peso
que muestran estas muchachas.

Debemos tener presente que el adelanto en la aparición de la menarquía


supone algo más que cambios físicos, supone también un adelanto en la aparición de
intereses y comportamientos más adolescentes en alumnas de 6º de primaria o 1º de
la ESO que tienen que convivir en el aula con niñas menos precoces en su desarrollo.
Estas niñas serán tratadas por los adultos como si su madurez psicológica acompañara

10
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

a la física cuando, en realidad en la mayoría de las ocasiones, no habrán terminado de


hacer frente a las tareas evolutivas propias de la niñez ni tendrán estrategias de
afrontamiento apropiadas a las nuevas situaciones y problemáticas que van a surgir
debido a su apariencia externa.

2.2. LA ADOLESCENCIA: ALGO MÁS QUE CAMBIOS BIOLÓGICOS


CUADRO 1. ADOLESCENCIA EN SOCIEDADES TRIBALES: KENIA

KENIA
La obligatoriedad de la enseñanza escolar ha producido variaciones en la
cultura de la comunidad Kalenjin de Kenia. A pesar de todo, el rito de paso a la edad
adulta se sigue realizando. En la actualidad se organiza durante las vacaciones de
verano, para no perturbar el ritmo escolar. En el caso de los varones, ocurre así:
1. Los cambios en la voz y en la apariencia exterior señalan que un muchacho,
generalmente a los 14 o 15 años de edad, ya se halla listo para ser hombre.
2. El primer rito es la circuncisión. La realiza un especialista del poblado a varios
muchachos a la vez. La circuncisión marca el comienzo de un periodo
inolvidable para los Kalenjin.
3. Acto seguido, pasarán un mes aproximadamente viviendo en una cabaña,
alejada del poblado en medio del bosque bajo la instrucción y supervisión de
los varones adultos y expertos de la comunidad.
4. Durante este tiempo se inician en el arte de la supervivencia: lucha, caza,
refugio así como en las pautas del comportamiento adulto.
5. Finalizado el periodo de aprendizaje, el regreso de los muchachos es motivo de
fiesta generalizada: ya son hombres. Las madres exclaman: “mi hijo marchó
siendo niño y vuelve como un hombre”.
6. Por tanto, se lleva a cabo una ceremonia de “investidura” para la edad adulta.
Luego sigue una fiesta familiar independiente para cada cual.
7. A partir de ahí, todos consideran a estos jóvenes como miembros del grupo
adulto. De hecho, se van de casa para vivir independientemente con sus
hermanos mayores hasta el momento en que se casen.

Extraído de Melgosa, J. (2000). Para adolescentes y padres. Madrid: Safeliz

Como hemos descrito en el apartado anterior, la adolescencia parece tener un


origen biológico: la pubertad, pero la creación misma de esta etapa y su duración tiene
mucho que ver con aspectos sociales y psicológicos. Parémonos un momento a pensar
cómo era la adolescencia previa a la revolución industrial, por ejemplo en la Edad

11
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Media, o cómo es la adolescencia en sociedades tribales. Los cuadros 1 y 2 muestran


dos ejemplos de esto último.
CUADRO 2. ADOLESCENCIA EN SOCIEDADES TRIBALES: GHANA

GHANA
Tradicionalmente, las muchachas akan, de Ghana, siguen un ritual muy
específico para su paso al rango de mujer. La aparición de la menstruación y el
crecimiento de los senos indican que es hora de considerar mujer a la joven. Los pasos
a seguir están bien establecidos:
1. La muchacha –en compañía de su madre- visita a la reina madre de la
comunidad. Esta examina su condición de virgen y el crecimiento de los seños.
Si todo está en orden, la familia tiene luz verde para hacer público el suceso.
2. Enseguida se improvisan sonidos metálicos con las herramientas disponibles y
se ofrecen palabras de alabanza al cielo.
3. La familia de la muchacha fija la fecha para llevar a cabo el Bragoro, la fiesta
especial para dar término a la niñez y comenzar la edad adulta.
4. El día del Bragoro, muy temprano, la muchacha acude –en compañía de su
madre y una tía paterna- a la ribera del río para ser lavada y acicalada para la
fiesta.
5. El resto del día lo pasa en el exterior, expuesta a la comunidad. Todos la
honran y dedican el día a celebrar el acontecimiento: danza, música, comida
especial y regalos para la muchacha.
6. A partir de ese momento, todo el mundo la tratará como mujer y ella se
sentirá como tal.

Extraído de Melgosa, J. (2000). Para adolescentes y padres. Madrid: Safeliz

Es la revolución industrial el acontecimiento histórico que marca un antes y un


después en la aparición de este periodo de la vida, denominado adolescencia y que se
caracteriza, entre otras cuestiones que se desarrollarán a lo largo de los próximos
temas, por (Palacios y Oliva, 1999):
Buena parte de los adolescentes están aún en el sistema escolar
Dependen aún de sus padres y viven con ellos
Están pasando de que sus principales relaciones afectivas estén
centradas en la familia de origen a compartirlas con el grupo de amigos
y las primeras relaciones de pareja
Forman parte de una cultura adolescente, que tiene sus propios hábitos,
valores y costumbres

12
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Los cambios acaecidos con la revolución industrial suponen la liberación de


mano de obra al permitir realizar la misma cantidad de trabajo con menos personas, y
también la necesidad de mayor capacitación y cualificación para desempeñar las
labores profesionales. Este cambio social propició, por tanto, la aparición de un
periodo que Erikson describirá con el nombre de moratoria psicosocial y que supone,
en definitiva, una moratoria en la adaptación al rol adulto: la adolescencia. En este
capítulo describiremos muy brevemente algunos cambios biológicos y su repercusión
psicológica, y a lo largo de los siguientes temas los cambios que se producen a nivel
social y personal durante la adolescencia.

2.2.1. REACCIONES ANTE LOS CAMBIOS PUBERALES

Pero si los aspectos psicosociales influyen en la edad de inicio de la pubertad,


no es menos cierto que ésta –la pubertad- tiene una importante repercusión en la
psique de los chicos y las chicas. La más obvia, sin duda, la definición misma de un
periodo del desarrollo: la adolescencia, que tiene como finalidad fundamental la
adaptación a los roles adultos de personas que ya poseen un cuerpo adulto.
Analizando a un nivel más micro, los cambios físicos de la pubertad que marcan
el inicio de la adolescencia, y en concreto los menos privados, supondrán una
apariencia externa adulta, lo que hará que las personas de su entorno y en especial los
adultos cercanos (padres, madres, profesores) comiencen a tratar al adolescente como
adulto y no como niño. Esta diferencia de trato, de expectativas, de exigencias de
madurez reportará un impacto psicológico en el chico o la chica adolescente.
Como hemos indicado previamente, chicas y chicos siguen diferentes caminos y
ritmos en cuanto a los cambios puberales, lo que va a conllevar diferentes
implicaciones en el ajuste de los y las adolescentes. Por una parte, el desarrollo
normativo hace que los chicos aumenten la musculatura de su cuerpo e incremente su
fuerza física, acercándose al ideal de belleza y masculinidad; mientras que el desarrollo
de las chicas conlleva el aumento de grasa corporal y el ensanchamiento de las
caderas, alejándolas de dicho ideal, en estos momentos basado en la delgadez. Esto
ocurre en un momento en el que la autoestima física tiene un peso específico y
especialmente intenso en la autoestima global de los adolescentes, y especialmente
para las chicas (Usmiani y Daniluk, 1997), que son las que se alejan del ideal de belleza.
De hecho, el impacto negativo de la pubertad temprana en las chicas se da en culturas
occidentales que potencian la delgadez como símbolo de belleza. Un estudio
longitudinal llevado a cabo por Attie y Brooks-Gunn en 1989 mostró que los

13
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

desórdenes alimenticios están relacionados con un mayor Índice de Masa Corporal


(IMC) en las chicas, de tal forma que eran las chicas con mayor IMC las que padecían
dichos desórdenes. Lo sorprendente del estudio es que la muestra estaba formada por
chicas con un peso normativo, no obesas. Esto implica que personas escogidas al azar y
con un peso normativo se perciben a sí misma como obesas aún sin serlo, lo que
aumenta el riesgo de padecer desórdenes alimenticios.
Aunque hasta hace poco la presión sobre la belleza
femenina era más elevada que sobre la masculina, los nuevos
modelos de belleza de los chicos comienzan a ser tan poco
realistas como los de las chicas, lo que sin duda redundará en
estresores sobre la imagen corporal también en ellos (Archivald,
Graber y Brooks-Gunn, 2003)
ILUSTRACIÓN 5. FOTOGRAFÍA DE CAROLINA RESTORN, MODELO BRASILEÑA DE
21 AÑOS FALLECIDA POR ANOREXIA

2.2.1.1. L AS REACCIONES DE LOS ADOLESCENTES ANTE LA MENARQUÍA Y LA SPERMARCHE

La mayoría de las investigaciones sobre las reacciones de los adolescentes ante


los cambios físicos de la pubertad se centran en los sentimientos de las chicas sobre la
menarquía. Berk (1998) recoge información sobre investigaciones que comparan las
reacciones de dos generaciones de mujeres diferentes (ver cuadro 3). Los cambios son
significativos. Mientras las mujeres de los años 50 reflejaban comentarios negativos en
torno a la menarquía, veinte años después los comentarios más comunes reflejan
sorpresa o reacciones ambivalentes que van desde la excitación y alegría al disgusto y
miedo.
Las diferencias individuales son muy amplias y están determinadas por una
parte, por la formación previa que la familia o el centro educativo haya facilitado a las
chicas (y que se da siempre en un contexto cultural determinado de mayor o menor
aceptación de la sexualidad) y, por otra, por la edad de inicio. Para las chicas que no
tienen información y para aquellas con menarquía precoz (en ocasiones puede afectar
a niñas de 9 ó 10 años) la experiencia puede ser difícil.

14
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CUADRO 3. REACCIONES DE LAS MUJERES ANTE LA MENARQUÍA

Reacción negativa Reacción positiva


“No tenía ninguna clase de “Cuando lo descubrí, llamé a mi
información, ni una pista de que algo me iba madre y me enseñó qué es lo que tenía que
a ocurrir… Pensé que iba a morir de hacer. Entonces hizo algo que nunca olvidaré.
hemorragia interna… ¿Qué hizo mi madre, Me dijo que fuera con ella y entramos en el
que tenía estudios? Me leyó una lectura salón para decírselo a mi padre. Me miró y
violenta sobre lo mala, perniciosa e inmoral luego lo miró a él y le dijo: “tu niña es ahora
que yo era por empezar a menstruar a los 11 toda una señorita”. Mi padre me abrazó y
años. Tan joven y tan vil. Incluso después de felicitó, me sentí adulta y orgullosa de que
30 años, siento el trauma de oírla por fin era una mujer. Fue uno de los días
condenarme por algo que “hice” que yo no más de mi vida”
tenía ni idea que ocurrió” (Tomado de Shipman, 1971, citado en Berk, 1998, pag. 238)
(Tomado de Wideger, 1976, citado en Berk, 1998, pag. 238)

Existe mucha menos información sobre el impacto psicológico que la


Spermarche o primera eyaculación tiene en los chicos. Berk (1998) informa que las
investigaciones reflejan una vivencia mucho menos negativa del fenómeno de lo que
supone la menarquia para las chicas. La mayoría de los chicos informan de una mezcla
de sentimientos: tienen información de este fenómeno con anterioridad a su aparición
pero, a diferencia de las chicas, en muy pocas ocasiones la información les llega a
través de sus padres (generalmente la obtienen de lecturas, de Internet o de los
amigos). Es posible que esto sea debido, en parte, a que aún en nuestros días son las
madres las que asumen la mayor parte de tareas de crianza de los hijos, y ellas están
más abiertas a compartir y a preparar a sus hijas para la llegada de la menarquía que
de informar a los hijos sobre un fenómeno que les es ajeno. Otra diferencia curiosa
entre los chicos y las chicas es que, aunque pueda suponerse lo contrario, los chicos
son muchos menos abiertos que las chicas para compartir esta experiencia con sus
amigos. Mientras que las chicas a los 6 meses ya han compartido la noticia con una
amiga, son muchos menos los chicos que se lo cuentan a alguien.

2.2.1.2. CUANDO LA PUBERTAD SE ADELANTA (T IMING P UBERAL )


El Timing Puberal hace referencia al momento relativo de maduración en el que
algún chico o chica adolescente se encuentra respecto a sus compañeros y
compañeras. Es decir, si el adolescente lleva un desarrollo parejo al de sus
compañeros, si va adelantado o, si por el contrario, va retrasado respecto a sus iguales.
Respecto al timing encontramos, de nuevo, diferencias de género. En el caso de los

15
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

chicos, el madurar antes que sus compañeros tiende a ser ventajoso, ya que se ven
más atractivos ante los iguales, se vuelven más populares y preparados. Sin embargo,
en el caso de las chicas la maduración temprana tiende a acarrear dificultades. En el
caso del timing puberal, se ha estudiado con mayor profusión y detalle su efecto en las
chicas, por lo que buena parte de la descripción que vendrá a continuación está
centrada en la población femenina.
Las chicas que muestran los cambios puberales antes son las primeras en
hacerlo de su grupo de iguales, ya que lo hacen antes que sus compañeras, y antes que
los chicos. Sin embargo, los chicos que maduran antes, tienen los cambios físicos
fuertes al mismo tiempo que las chicas que van en tiempo. Citando diferentes
estudios, Archivald et al (2003) indican que los correlatos de la maduración temprana
incluyen, cuando los estudios se realizan con las adolescentes, ánimo depresivo y
pobres estrategias de afrontamiento. En casos más extremos, cuando se pregunta a las
jóvenes, estos correlatos pueden incluir depresión, consumo de sustancias y
desórdenes de conducta. Las chicas que primero maduran muestran también mayores
trastornos de alimentación y se inician antes en las relaciones sexuales, incluso con
penetración. Sin embargo, estos datos pueden no ser universales, ya que estudios
realizados con chicas de diferentes razas en EEUU han mostrado que estos efectos se
producen en las jóvenes de raza blanca y clase media, pero no en las chicas de raza
negra o latinoamericanas. Esto redunda en la idea de la importancia de los
estereotipos culturales sobre la belleza y sobre los roles que deben adoptar las
personas en las diferentes etapas de su vida. Este hecho podría ser la clave para
explicar las inconsistencias en los trabajos, ya que no todos los estudios encuentran
estos correlatos.
El timing puberal también tiene efectos en los chicos, pero no son tan serios
como en el caso de las chicas y hacen referencia a la maduración tardía más que a la
temprana. Algunos estudios han encontrado que quienes maduran tarde pueden tener
problemas en el centro escolar, de tipo internalizante (ansiedad y depresión) o de
consumo de tabaco y alcohol. Estos chicos tendrán una apariencia aniñada cuando
todos sus compañeros (chicos y chicas tienen ya un aspecto adulto).

2.2.2. LOS CAMBIOS DE HUMOR EN EL ADOLESCENTE


La llamada edad del pavo parece estar asociada a los cambios de humor.
Muchos padres definen a sus hijos como malhumorados, irritables e intransigentes y,
con frecuencia, asocian estos cambios la revolución hormonal. Efectivamente,
investigaciones recientes revelan que altos niveles de hormonas están relacionados

16
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

con cambios de humor más frecuentes en los adolescentes, que en los varones se
suelen dar en forma de enfado e irritabilidad y en las chicas en forma de enfado y
depresión (Nottelmann et al., 1990). Sin embargo, las asociaciones son demasiado
débiles como para afirmar que los cambios hormonales en los adolescentes sean los
que favorecen estos cambios de humor. Es más, algunas investigaciones parece reflejar
que los adolescentes informan de menos cambios de humor que los niños y que los
adultos cuando se les colocaba un busca y, cada cierto tiempo, se les pide que
informen de las actividades que estaban realizando, con quién estaban y cómo se
sentían (Larson y Lampman-Petraitis, 1989) . ¿Por qué entonces tenemos esa imagen
de los adolescentes? Los estudios parecen apuntar que los cambios de humor de los
adolescentes tienen un carácter más situacional. Los acontecimientos negativos
aumentan de forma constante desde la niñez a la adolescencia y, comparados con los
adultos, los adolescentes responden con más emoción y de forma menos estable a
dichos acontecimientos. Con frecuencia varían de un estado de ánimo más positivo
(cuando están con los amigos sobre todo) a un estado de ánimo más negativo y
normalmente asociado a ambientes más estructurados en convivencia con los adultos.

3. TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA

Como aclarábamos al principio del texto, la preocupación por la adolescencia es


antigua, sin embargo el estudio científico de esta etapa del desarrollo es reciente
aunque intenso. En este apartado haremos un recorrido breve pero suficientemente
detallado por los principales autores y corrientes que han centrado su estudio en la
adolescencia y realizado aportaciones para poder comprender esta etapa evolutiva.
Con este apartado, no pretendemos que el futuro profesor de secundaria memorice
las diferentes teorías explicativas sino que comprenda la evolución histórica que ha
seguido el estudio de la adolescencia y conozca de dónde provienen algunos de los
mitos sobre esta etapa de la vida.

3.1. LOS ANTECEDENTES: S. HALL


Ya comentábamos al inicio de este capítulo que Stanley Hall (1844-1924) fue el
primero en editar, en 1904, un libro sobre la adolescencia. Aunque no estaba basada
en datos contrastados sino más bien en hipótesis, esta obra -Adolescence- tuvo una
influencia importante durante los años que siguieron a su publicación. En sus dos
volúmenes defiende la hipótesis de que el desarrollo ontogenético recapitula el

17
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

filogenético, o lo que es lo mismo que las etapas por las que pasa la persona desde el
nacimiento hasta su total desarrollo como adulto son paralelas a las que ha
desarrollado la especie humana a lo largo de su evolución desde las especies
inferiores. La adolescencia -o etapa previa a la adultez- sería un periodo ontogenético
especialmente tumultuoso, de desequilibrios y desajustes emocionales resultado del
balance entre los impulsos infantiles y las exigencias de la sociedad, que recapitula el
momento filogenético en el que el mundo salvaje (la niñez) transitó al civilizado (la
adultez).

3.2. LAS APORTACIONES DEL PSICOANÁLISIS: A. FREUD, P. BLOS Y E. ERIKSON


Para el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939), la adolescencia es
una etapa secundaria en el desarrollo de la personalidad, ya que será la resolución del
complejo de Edipo o de Electra la que determine el ajuste de la persona (a una edad de
4 años, aproximadamente).
ILUSTRACIÓN 6. A LA IZQUIERDA, SIGMUND FREUD, A LA DERECHA, CON SU HIJA ANNA FREUD

Sin embargo, su hija Anna Freud (1895-1982), estudió con más detalle esta
etapa evolutiva, aclarando que existen dos tipos de mecanismos de defensa específicos
de la adolescencia, el de intelectualización y el ascetismo. Entendiendo que los
mecanismos de defensa son reacciones que salvaguardan a la persona de la ansiedad
y sirven para enmascarar motivos no aceptados, el de Intelectualización o
racionalización hace referencia al hecho de minimizar la ansiedad no implicándose
personalmente ante las cuestiones que les conciernen: pensando y analizando en
profundidad las ideas, las causas de determinadas circunstancias o las cuestiones
éticas. De esta forma, los miedos e incertidumbres que tienen los adolescentes se
racionalizan descargándolos de ansiedad. El adolescente utiliza este mecanismo de
defensa para tomar distancia emocional del problema que le ocupa, hablando de él de

18
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

forma racional como si dicho problema no le afectase. Por su parte, mediante el


ascetismo el adolescente minimiza la ansiedad que le generan ciertas situaciones
rechazando implicarse en ellas para evitar “tentaciones”, renunciando austeramente a
estar con sus compañeros, a participar en actividades de tiempo libre y, por supuesto,
a las relaciones sexuales. A pesar todo, en determinados momentos los adolescentes
dejan escapar a sus impulsos, lo que provoca la característica más definitoria de esta
etapa según A. Freud: la ambivalencia y la conducta imprevisible.
Colaborador de A. Freud, a Peter Blos (1904-1997) se le conoció en EEUU como
Mr. Adolescence, debido a que centró sus estudios y aplicaciones terapéuticas en este
periodo de la vida. Destacamos aquí dos aportaciones de este autor que todavía
continúan vigentes en nuestros días: la división de la adolescencia en etapas y el
llamado proceso de individuación.
Según Blos, el adolescente pasa por 5 etapas desde la niñez hasta la vida adulta:
1. Pre-adolescencia
2. Adolescencia temprana
3. Adolescencia
4. Adolescencia tardía
5. Post-adolescencia.
Centrándonos en los tres estadios centrales, en la adolescencia temprana, para
Peter Blos el chico o la chica vuelve a verse atraído por el progenitor del sexo
contrario, como ocurriera en la primera infancia (complejo de Edipo o Electra). En esta
ocasión, al verse rechazado como objeto amoroso, el adolescente intentará formar
una relación íntima de amistad con otra persona de su mismo género. Durante la etapa
de la adolescencia propiamente dicha las relaciones de amistad se verán relegadas por
las relaciones amorosas y, finalmente, en la adolescencia tardía será el momento de
consolidación tanto de la identidad sexual del individuo como del yo (o identidad)
El llamado por Peter Blos proceso de individuación implica la desvinculación
afectiva de los padres. Durante la adolescencia, el chico o la chica debe desprenderse
de los lazos de dependencia familiar para pasar a formar parte del mundo adulto,
estableciendo los límites de sí mismo y de los otros. Al principio, el adolescente
responde a las nuevas demandas sociales en función de los lazos que estableció con
sus padres, pero poco a poco, en un proceso de ida y vuelta, va dando respuestas
emocionales cada vez más alejadas de los vínculos de la primera infancia y más
adecuadas a las circunstancias y personas del presente. Esta nueva capacidad le
permitirá relacionarse y vincularse de una forma real con personas del sexo opuesto.

19
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Traemos a colación el proceso de individuación ya que ha dado lugar a una


prolija investigación en psicología. En estos momentos, por ejemplo, se analiza en
profundidad el concepto de autonomía emocional, muy relacionado con el proceso de
individuación descrito por Blos. Analizaremos algunos cambios familiares en el tema
correspondiente, pero el lector deberá tener en cuenta estos contenidos aquí
ligeramente esbozados.
Finalmente, dentro de las aportaciones de la corriente
psicoanalista hay que citar a Erik Erikson (1902-1994), amigo
de la infancia de P. Blos, Erikson estudió el desarollo global
de la persona desde su nacimiento hasta la muerte. A pesar
del reconocimiento que se ha dado a su obra completa,
quizás la temática más citada y la que ha propiciado mayor
cantidad de estudios ha sido su concepción del desarrollo de
la identidad durante la adolescencia.
ILUSTRACIÓN 7. ERIK ERIKSON

En su teoría, Erikson establece 8 etapas o estadios que suponen la evolución del


Yo (o la identidad) a lo largo del Ciclo Vital, de tal forma que se asegure un
comportamiento eficaz de la persona en cada una de esas etapas (ver tema 4). Cada
uno de los estadios está formado por dos polos: uno positivo y otro negativo. El
individuo deberá enfrentarse a estos polos que genera la sociedad que le rodea,
sociedad que, al mismo tiempo, guía las elecciones entre uno u otro polo que va
efectuando el individuo (Erikson, 1968). Por tanto, esta elección entre un polo u otro
no es autónoma e individual, sino que depende de quienes rodean a la persona. La
sociedad provoca crisis en el individuo, y paralelamente, establece medios para
superar esas crisis. Cada superación supondrá mayor apertura a la sociedad y cada
etapa supone el afrontamiento de una crisis. En el caso de que la crisis sea resuelta, el
Yo saldrá fortalecido e incorporará una nueva cualidad. Cuando la crisis no es
superada, irán quedando restos neuróticos en la personalidad del individuo y se
dificultará la superación de las nuevas crisis, de forma que será más dificultoso
incorporar nuevas cualidades al Yo de la persona. El paso de un estadio a otro sucede
cuando el individuo supera una crisis o dialéctica entre los distintos polos. Los polos de
los estadios descritos por Erikson aparecen en el cuadro 4. Durante el periodo vital que
nos ocupa: la adolescencia, los chicos y chicas deben enfrentarse a la dicotomía entre
Identidad y Confusión de roles. Para comprenderlo mejor, se puede tener un sentido
integrado de continuidad y coherencia a lo largo de la vida (identidad) o no tener muy

20
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

claro quién se es y qué papel se desempeña en la vida (confusión de roles). Cuando el


adolescente finaliza esta etapa correctamente habrá conseguido comprometerse a
nivel personal, ideológico y laboral, y ser leal o fiel a tales compromisos; es decir, habrá
conseguido tener una identidad. Sin embargo, Erikson entiende que el adolescente
necesita un tiempo para realizar la integración de los logros adquiridos en etapas
anteriores, lo que denomina una moratoria. Este aplazamiento de naturaleza
sociocultural es lo que denominamos adolescencia.
CUADRO 4. ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSOCIAL DE ERIKSON RELACIONADAS CON LA ADOLESCENCIA

Cualidad
Etapa Descripción
Desarrollada
Identidad frente El adolescente se enfrenta a cambios
a Confusión de físicos y nuevas demandas sociales que le Fidelidad, lealtad
Roles harán dudar de su identidad, de saber
(adolescencia) quién es él. Deberá comprometerse a
nivel ideológico, profesional y personal.
Intimidad frente La persona debe arriesgar su identidad Capacidad de amar
a aislamiento para lograr el vínculo de intimidad con
(adulto joven) otra persona, la fusión de identidades
pero manteniendo la propia identidad.

El siguiente periodo: Intimidad Vs Aislamiento se construirá sobre el primero, ya


que aunque las relaciones de pareja hayan comenzado en la adolescencia, no se logra
una auténtica intimidad en la relación hasta que no esté construida la identidad, o lo
que es lo mismo, no puede haber fusión con el otro hasta que no esté totalmente
definida la identidad de uno mismo.
Sin embargo, esta secuencia de la adolescencia planteada por Erikson no es
universal, sino centrada en los chicos. Para Erikson, las etapas de la formación de la
identidad y de la intimidad en el caso de las chicas no son secuenciales sino que se
suceden en paralelo. Para ellas ambas etapas se funden, ya que las chicas se conocen
a sí mismas y forman su identidad en relación con los otros, conociéndose a sí mismas
a través de la relación de intimidad con los otros. Esta visión fue criticada por Gilligan,
no tanto por el hecho de establecer una diferenciación entre el desarrollo masculino y
el femenino, sino por centrar el estudio del desarrollo en el varón relegando a un
segundo puesto que queda sin estudiar en profundidad a la mujer, considerando que
el desarrollo femenino es una desviación del masculino.

21
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

La teoría de Erikson fue desarrollada por James Marcia, que estableció


diferentes etapas en la formación de la identidad del adolescente. Posponemos la
explicación de dicha teoría al tema 4 (Desarrollo de la personalidad).

3.3. LAS APORTACIONES DE ROBERT HAVIGHURST : LAS TAREAS EVOLUTIVAS


Robert Havighurst (1900- 1991), elabora una teoría que abarca todo el ciclo
vital, y aunque su trabajo sobre las personas de mayor edad es el que más impacto ha
tenido en la psicología del desarrollo no es difícil encontrar en nuestros días artículos
científicos que hagan referencia a las tareas evolutivas de la adolescencia que este
autor describiera. Según refiere este autor, en las diferentes etapas del desarrollo, la
persona debe hacer frente a una serie de tareas evolutivas que son propias de cada
etapa (cuadro 5), y que provienen de tres fuentes diferentes (Havighurst, 1956):
1. La maduración física (aprender a andar, aceptar el propio cuerpo, aceptar
la menopausia, etc.).
2. Las presiones culturales o expectativas de la sociedad sobre la persona
(aprender a leer o a ser un ciudadano responsable, etc.).
3. Los valores y las aspiraciones individuales.
Resolver satisfactoriamente estas tareas aumenta el sentido de competencia y
autoestima de la persona y la prepara para hacer frente a las tareas evolutivas de la
siguiente etapa.
CUADRO 5. TAREAS EVOLUTIVAS DE HAVIGHURST RELACIONADAS CON LA ADOLESCENCIA

Tareas evolutivas (Havighurst, 1956)


Establecer relaciones de amistad con iguales
Lograr una imagen de sí mismo compleja y estructurada
6-12 años Lograr un pensamiento operatorio concreto
Aprender habilidades académicas básicas
Jugar en equipo
Aceptar el propio cuerpo y aprender a usarlo
Formar relaciones más maduras con iguales de ambos sexos
Adoptar un rol social masculino o femenino
Independizarse emocionalmente de los padres
12 - 18 años
Prepararse para el mundo profesional
Prepararse para la vida de pareja y la familia
Adquirir valores y sistema ético
Desear y lograr una conducta socialmente responsable

22
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Algunas de las tareas evolutivas que propone Havirghurst son paralelas a las
que ya hemos descrito en autores anteriores, tales como la independencia emocional
de los padres o la formación de relaciones maduras con los iguales de ambos sexos,
ambos presentes en las formulaciones de Blos o la preparación para la vida
profesional, en pareja y familia que describiera Erikson en su formación de la
identidad.

3.4. LA VISIÓN ACTUAL DE LA ADOLESCENCIA: LAS APORTACIONES DE COLEMAN

En 1978, Coleman resumía el estado de la situación de estudio de la


adolescencia dividiéndolo en dos visiones completamente opuestas. De una parte, la
idea de la adolescencia como tormenta y drama defendida en los textos de Hall y
buena parte de los psicoanalistas, específicamente Anna Freud. De otra los estudios de
tipo sociológico que, entrevistando a grandes muestras de adolescentes, se afanaban
en demostrar que la adolescencia transitaba sin mayores problemas, siendo una etapa
más en el desarrollo en la que no había ni problemas de comunicación con los padres,
ni mayores problemas de desajuste que en la infancia media, ni con especial presión
para ser conformistas por parte de sus iguales:
(…) existe un desacuerdo importante entre aquellos que defienden el
punto de vista de la adolescencia como “tormenta y drama” y aquellos que,
habiendo llevado a cabo estudios empíricos con escalas de medida, han llegado
a la conclusión de que los años de la adolescencia son mucho más estables y
pacíficos de lo que se había supuesto previamente. (Coleman, 1977, pp 1)

Coleman continúa su disertación acercándonos a su teoría focal resumiendo


tres cuestiones que hacen que no esté conforme ni con una, ni con otra visión. En
primer lugar, sumándose a las críticas de otros autores, recuerda que los psicoanalistas
y psiquiatras que desarrollan las teorías que hablan de la tormenta y drama lo hacen a
partir de una muestra sesgada: la de aquellos chicos y chicas que acuden a las
consultas porque tienen problemas, por lo que desarrollan sus teorías precisamente
con aquellos adolescentes más conflictivos. En segundo lugar, las conductas delictivas,
el consumo de drogas, o las relaciones sexuales de riesgo son actividades que
preocupan en gran medida a los adultos, lo que hace que se conviertan en noticias
salientes para el público en general, y en especial para los medios de comunicación de
masas, aunque sean pocos los adolescentes que las llevan a cabo. En tercer lugar, para
finalizar, considera que las investigaciones con grandes muestras que preguntan a los
adolescentes sobreestiman las respuestas que dan sobre su buen ajuste y sentimientos

23
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

internos positivos, ya que no es fácil que alguien que lo está pasando mal lo transmita
en una encuesta.
Rompiendo con los estereotipos, Coleman afirma que: es cierto que los
adolescentes tienen problemas con sus padres pero relativos a aspectos nimios y
cotidianos (no respecto a las cuestiones fundamentales de la vida en las que
coinciden); que algunos chicos y chicas se sienten infelices (aunque la mayor parte de
las veces sus padres y profesores no llegan a enterarse de eso); que muchos están
preocupados por su identidad (pero esta preocupación raras veces deriva en una
auténtica crisis). Para este autor sólo unos pocos adolescentes tienen problemas
serios, la mayor parte consigue hacer frente, a los cambios que ocurren en su cuerpo y
a las demandas sociales, con poco estrés asociado y son chicos y chicas que muestran
un buen ajuste. Más recientemente, se ha encontrado que sólo un 5% de los niños
ajustados acaban siendo adolescentes problemáticos. En la mayor parte de los casos,
existe continuidad y, si el adolescente es problemático, es porque de niño tuvo
problemas (Steinberg, 2001)
Coleman realizó un estudio empírico con chicos y chicas de 11, 13, 15 y 17 años
en el que se incluían cuestiones referidas a autoconcepto, relaciones con los padres,
soledad, relaciones heterosexuales, amistades y situaciones de grupo. En este estudio
ratificó que las actitudes ante las distintas cuestiones evolucionaban con la edad, pero
no todas al mismo tiempo. Así, por ejemplo, en varones el máximo de preocupación
sobre las relaciones heterosexuales se dio a los 11 años, a los 15 predominó el temor
de rechazo del grupo de compañeros y a los 17 años el conflicto con los padres. A
partir de esta investigación y de las evidencias empíricas acumuladas por distintos
investigadores en los 20 años anteriores a su estudio, elaboró la que denominó Teoría
Focal. La teoría focal podría considerarse una teoría que, como las de otros autores, se
conceptualiza en estadios, pero en este caso la noción de estadio no hace referencia a
unas etapas rígidas que se suceden en un determinado orden. Los estadios de Coleman
se flexibilizan al máximo, hablamos de unos estadios con unas características
especiales:
La resolución de una tarea no es requisito imprescindible para el paso al
siguiente estadio; es más, la mayoría de los individuos, estarán enfrentándose
al mismo tiempo a más de una cuestión.
No existen límites claros entre un estadio y el siguiente. No hay una edad ni
nivel de desarrollo preestablecido para deambular por uno de los estadios.

24
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

La secuencia de desarrollo no es única ni inmutable. Dentro de una misma


cultura, existe una secuencia más probable o típica que otras, pero no se
plantea como única.

ILUSTRACIÓN 8 TEORÍA FOCAL DE COLEMAN (ADAPTADO DE COLEMAN, 1978)


Proporción del grupo

Edad
Cada curva representa diferentes tareas o relaciones

En resumen, la Teoría Focal defiende la idea de que en su desarrollo, las y los


adolescentes deben enfrentarse a diversos cambios, pero no todos al mismo tiempo.
Por ejemplo, se deben acostumbrar a los cambios físicos producidos en su cuerpo, más
adelante tienen que aprender los roles asignados socialmente a su género,
posteriormente acudirán a las primeras citas, etc. De esta forma, los adolescentes
típicamente viven esta transición evolutiva sin grandes traumas. Serán aquellos
adolescentes que deben hacer frente a más de una cuestión al mismo tiempo los que
tengan más probabilidad de encontrar problemas. Por ejemplo, un chico o una chica
que tenga un desarrollo físico tardío, tendrá que hacer frente al mismo tiempo a sus
cambios físicos y a otros aspectos, siendo más probable que surjan dificultades en su
ajuste personal. Estos chicos y chicas en los que coinciden varias tareas evolutivas al
mismo tiempo son los que representan la idea de tormenta y drama tan extendida en
otras teorías (Coleman, 1985)

25
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

3.5. A MODO DE RESUMEN FINAL


La idea de la adolescencia como época de tormenta y drama es antigua y llega
hasta nuestros días. Esta idea ha sido alimentada desde la filosofía, la literatura, el cine
e incluso la televisión. Veamos algunos ejemplos: Desde la filosofía, Aristóteles
consideró que los adolescentes estaban dominados por unos impulsos que no podían
controlar. Por su parte, Rousseau advierte de un cambio en el humor, frecuentes
arrebatos, continua agitación del espíritu, que vuelven indisciplinado al niño, que le
vuelve sordo a la voz que previamente le hacía dócil y le convierte en un león en celo.
La imagen del adolescente que aporta la literatura también se ha centrado en la idea
del descontrol. Así, Shakespeare escribe: “Desearía que no hubiese edad intermedia
entre los 16 y los 23 años, o que la juventud durmiera hasta hartarse, porque nada hay
entre esas edades como no sea dejar embarazadas a las chicas, agraviar a los ancianos,
robar y pelear” (Un cuento de Invierno, 1610). Sin duda, un personaje que marcó un
hito en la literatura romántica es el que describe Goethe en su obra de 1774 los
sufrimientos del joven Werther, y que describe a un enamorado de altibajos
emocionales, pasiones incontrolables, amistad íntima y, finalmente, tragedia con la
muerte por amor del protagonista. El cine viene a aportar su grano de arena en una
visión que no deja de ser algo dramática. Quizás el máximo exponente es el
atormentado y problemático James Dean de Rebelde sin Causa (Nicholas Ray, 1955),
que hacía a su familia cambiar de ciudad debido a sus
continuas peleas y conflictos derivados de su inseguridad y
confusión. Sin irnos tan lejos en el tiempo, en cualquier
librería actual podemos encontrar títulos tan sugerentes
como Hay un adolescente suelto en casa (Rodríguez, 2008) o
Los adolescentes y sus problemas (Del castillo, 2001) que ya
va por su 7ª edición. Y aparecen programas televisivos como
“SOS Adolescentes” donde una psicóloga ayuda a familias con
hijos adolescentes insufribles a hacer frente a los problemas
que desencadenan.
ILUSTRACIÓN 9. CARTEL DE LA PELÍCULA “REBELDE SIN CAUSA”

Como hemos visto, desde la filosofía, la literatura, el cine y la televisión se


transmite una idea de la etapa adolescente como conflictiva. Esto ha sido reforzado
por la psicología durante los primeros años de estudio de esta etapa evolutiva, e
incluso por algunos estudios biológicos que muestran el efecto directo o indirecto de
los cambios hormonales en el comportamiento transgresivo de los chicos y chicas

26
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

adolescentes. Sin embargo, es la teoría de Coleman la que más se acerca a la


perspectiva actual, aunque no todos los autores coincidan en la importancia de su
Teoría Focal. Para algunos teóricos es importante no rechazar ninguna teoría y
permitirnos ser eclécticos en el estudio de la edad adolescente: diferentes tópicos
podrán ser analizados desde el punto de vista de distintas teorías. Así, no es difícil
encontrar autores que estudiando de forma empírica, a través de cuestionarios y con
muestras escogidas aleatoriamente conceptos definidos operacionalmente tales como
la autonomía emocional, utilicen conceptos psicoanalíticos como la segunda
individuación de Blos para interpretar sus resultados.
Actualmente, la etapa adolescente se considera una transición en el desarrollo
que implica importantes cambios hormonales, físicos, sociales y psíquicos, que ocurren
con especial rapidez y en un momento del desarrollo en el que las capacidades
cognitivas del adolescente permiten analizarlos. Estos cambios producen situaciones o
momentos de estrés que los chicos y las chicas deben afrontar, y la mayor parte de
ellos lo hacen sin especiales dificultades. Todos los adultos han pasado por la
adolescencia y la mayor parte son personas responsables, y ajustadas. Muchos
recuerdan la época de la adolescencia como momentos interesantes, de adquisición de
nuevas libertades y logros personales, incluso de mejoras en las relaciones familiares
que se volvieron más simétricas. Sin embargo, aquellos chicos y chicas que se
enfrentan a la adolescencia sin haber adquirido ciertas capacidades o destrezas en la
niñez, que ya mostraban problemas antes de entrar en la adolescencia o quienes
durante la adolescencia deben hacer frente no sólo a los estresores típicos de la etapa
sino también a otras situaciones o momentos complicadas, pueden desarrollar
problemas que serán más visibles y dramáticos en esta época que durante la niñez:
consumo de sustancias, actos vandálicos, problemas de comportamiento, trastornos
alimenticios e incluso depresión y suicidio.

27
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Alsaker, F.D., y Flammer, A. (2006). Puberal maturation. En S. Jackson y L. Goossens
(Eds). Handbook of Adolescent Development (1-10). East Sussex: Psychology
Press.
Archivald, A.B., Graber, J.A., Brooks-Gunn, J. (2003). Puberal Processes and
Physiological Growth in Adolescence(24-47). En G.R. Adams y M.D. Berzonsky.
Blackwell Handbook of Adolescence. Oxford: Blackwell Publishing.
Arnett, J. J. (2000). Emerging adulthood: a theory of development from the late teens
through the twenties. American Psychologist, 55, 469-480.
Attie, I., y Brooks-Gunn, J. (1989). Development of eating problems in adolescents girls:
a longitudinal study. Developmental Psychology, 25, 70-79.
Berk, L. E. (1998), Desarrollo del niño y del adolescente. Madrid: Prentice Hall.
Casco, F. J. y Oliva, A. (2005). Valores y expectativas sobre la adolescencia.
Discrepancias entre padres, profesores, mayores y adolescentes. Infancia y
Aprendizaje, 28, 209-220.<BR
Coleman, J.C. (1977). Current Contradictions in Adolescent Theory. Journal of Youth
and Adolescence, 7(1), (1-11)
Coleman, J.C.(1985). Psicología de la adolescencia. Madrid: Ediciones Morata.
Collins, W. A., & Steinberg, L. (2006). Adolescent Development in Interpersonal
Context. In W. Damon y N. Eisenberg (Eds.), Handbook of Child Psychology: Vol.
4, Socioemotional Processes (pp 1003-1067). Nueva York: Wiley. Eliminar, he
quitado la cita.
Del Castillo, G. (2001). Los adolescentes y sus problemas. Barañaín: EUNSA
Gilligan, C. (1982). In a Different Voice. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Goossens, L (2006). Adolescent development: Putting Europe on the map. En S.
Jackson y L. Goossens (Eds). Handbook of Adolescent Development (1-10). East
Sussex: Psychology Press.
Erikson, E. H. (1968). Identity: Youth and Crisis. Nueva York: Norton.
Hall, S. (1904). Adolescence: Its psychology and its relations to physiology,
anthropology, sociology, sex, crime, religion, and education (Vol. 1 y 2). New
York: Appleton.

28
Tema 1. La transición a la edad adulta: la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Havighurst, R. J. (1956). Research on the Developmental-Task Concept. The School


Review, 64 (5), 215-223.
Hendry, L. B. (2009). From adolescence to early adulthood: transitions,
transformations and implications for lifelong learning. The 11th European
Congress of Psychology. Oslo (7-10 julio).
Holmbeck, G. N. y Hill, J. P. (1991). Conflictive engagement, positive affect, and
menarche in families with seventh grade girls. Child development, 62, 1030-
1048
Kimmel, D y Weiner, I (2008). La adolescencia, una transición en el desarrollo. Madrid:
Ariel.
Larson, R. y Lampman-Petraitis, C. (1989). Daily emotional states as reported by
children and adolescents. Child Development, 60, 1250-1260
Marshall, W. A. y Tanner, J.M. (1969). Variations in patterns of pubertal change in girls.
Archives of Disease in Childhood, 44, 291-303.
Marshall, W. A. y Tanner, J.M. (1970). Variations in patterns of pubertal change in
boys. Archives of Disease in Childhood, 45, 15-23.
Melgosa, J. (2000). Para adolescentes y padres. Madrid: Safeliz
Nottelmann, E.D., Inoff-Germain, G., Susman, E.J., y Chrousos, G.P. (1990). Hormones
and behavior at puberty. En J. Bancroft y J. M. Reinish (Eds), Adolescence and
puberty (pp 88-123). Nueva York: Oxford University Press.
Palacios, J. y Oliva, A. (1999). La adolescencia y su significado evolutivo. En J. Palacios,
A. Marchesi y C. Coll (Eds). Desarrollo Psicológico y Educación. Vol 1: Psicología
Evolutiva. Madrid: Alianza.
Rodríguez, N. (2008). Hay un adolescente suelto en casa. Barcelona: CEAC
Sánchez-Queija, I. (2008). El desarrollo socio-emocional del adolescente. En B. Delgado
(Comp). Psicología del desarrollo (Vol 2). Desde la infancia a la vejez (115-136).
Madrid: Uned-McGrawHill.
Steinberg, L. (2001). We know some things: Parent-adolescent relationships in
retrospect and prospect. Journal of Research on Adolescence, 11, 1-19.
Usmiani, S. y Daniluk, J. (1997). Mothers and their adolescent daughters: relationship
between self-esteem, gender, role identity and body image. Journal of Youth
and Adolescence, 26, 45-62.

29
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Cerdán y Gil, L. (en prensa). Desarrollo


cognitivo y procesos de aprendizaje. En E.
Vidal Abarca, R. Garcia, F. Pérez (Eds).
Aprendizaje y desarrollo de la personalidad.
Material elaborado para los estudiantes del
Máster de Profesorado de Educación
Secundaria de la U. Valencia.

El texto que aparece a continuación ha sido cedido por los autores para
uso exclusivo de los estudiantes de la asignatura Desarrollo Psicológico y
Aprendizaje. Los profesores de la asignatura, Isabel Orjales , Inmaculada
Sánchez, Gonzalo Sampascual, Begoña Delgado y M. Angeles Brioso
agradecen a las autoras su generosidad.

Las llamadas que se suceden a lo largo del texto corresponden a


comentarios complementarios que se desarrollarán en el documento
principal: Tema 2: El Desarrollo cognitivo I.

1
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Índice:

Objetivos .................................................................................................................................................. 3

Introducción ............................................................................................................................................ 3

El desarrollo de la memoria ..................................................................................................................... 4

Los almacenes de memoria ................................................................................................................ 4

El desarrollo de las estrategias de memoria ..................................................................................... 10

El desarrollo de la metacognición .......................................................................................................... 13

El conocimiento y control metacognitivo ......................................................................................... 13

Los cambios en los procesos metacognitivos ................................................................................... 15

El desarrollo del pensamiento formal ................................................................................................... 16

Las características del pensamiento formal ...................................................................................... 17

El Pensamiento hipotético-deductivo y el razonamiento proposicional .......................................... 19

Los procesos de solución de problemas ................................................................................................ 22

Los componentes y procesos en la solución de problemas .............................................................. 23

IDEAR: Una estrategia general de resolución de problemas ............................................................ 25

El desarrollo cognitivo y los procesos de aprendizaje en educación secundaria. ................................. 28

Referencias ............................................................................................................................................ 30

Lecturas complementarias: ................................................................................................................... 31

2
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

O BJETIVOS
Conocer los cambios más significativos en el desarrollo de los procesos
cognitivos que se producen durante la adolescencia.

Comprender cómo y por qué el desarrollo de ciertos procesos cognitivos


permite a los adolescentes aprender conceptos complejos y resolver tareas
cognitivas de elevada dificultad.

Reflexionar sobre las posibles formas de promover el desarrollo de los


procesos cognitivos relevantes para el aprendizaje en secundaria.

I NTRODUCCIÓN
En este capítulo vamos a presentar los logros más significativos en el desarrollo
cognitivo del adolescente y su impacto sobre los procesos de aprendizaje.
Entendemos por desarrollo cognitivo los cambios cuantitativos y cualitativos que se
producen en los procesos mentales que nos van a permitir memorizar, pensar,
supervisar nuestro aprendizaje y solucionar problemas cada vez más eficazmente.
Resulta indudable que un adolescente no aprende igual que un niño, y que sus
capacidades cognitivas presentan unas peculiaridades que le van a permitir aprender
contenidos y procedimientos cada vez más complejos. Conocer las particularidades del
desarrollo cognitivo durante la adolescencia, así como sus potencialidades,
limitaciones y fuentes de diferencias individuales, va a permitir a los futuros docentes
disponer de una visión más ajustada sobre las formas en que pueden pensar y
aprender los estudiantes de secundaria, adecuando así el proceso de enseñanza y
aprendizaje.
Para ello, vamos a comenzar detallando el desarrollo de uno de los procesos
cognitivos básicos, que permitirá logros en procesos más complejos: la memoria.
Proseguiremos nuestra revisión refiriéndonos a los avances que muestran los
estudiantes de secundaria en el control de sus propios recursos cognitivos (desarrollo
de la metacognición) y así poder regular procesos cognitivos más complejos como los
implicados en el pensamiento formal y en la solución flexible de problemas.
Concluiremos revisando los logros cognitivos más significativos para el aprendizaje en
secundaria y haremos alusión al desarrollo progresivo de otras competencias

3
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

cognitivas que contribuirán a la formación de un individuo más flexible, estratégico y


creativo en sus procesos de pensamiento.

EL DESARROLLO DE LA M EMORIA

Para aprender pensar, razonar y solucionar problemas eficazmente


necesitamos almacenar información y recuperarla. La memoria ha sido estudiada
desde el punto de vista neurobiológico (estructuras corticales asociadas a la memoria)
y psicológico (memoria como estructura o proceso mental). Dentro de este último
punto de vista, podríamos considerar a las personas como procesadores de
información, que de forma analógica a un ordenador, codifican, almacenan y
recuperan información.

L O S A L MA C EN E S D E M E MO R I A
Conocer la estructura y funcionamiento de nuestra memoria nos ayudará a
entender mejor cómo y por qué somos capaces de procesar la información que nos
rodea. Imaginemos que un estudiante de secundaria está atendiendo a una
explicación del profesor de ciencias de la naturaleza sobre el conocido efecto
invernadero, ¿cómo es capaz este estudiante de procesar y comprender esta
información?, esto es, ¿cómo consigue aportar significado a los sonidos que emite el
profesor? Según el modelo multi-almacén de Atkinson y Shiffrin (1968) el
procesamiento de cualquier información, ya sea de naturaleza auditiva o visual, ocurre
de manera secuencial y a través de tres estructuras: a) el almacén sensorial, b) el
almacén a corto plazo, y c) el almacén a largo plazo. Veamos qué caracteriza a cada
uno de ellos.

a) Almacén sensorial. Primeramente, la información que captamos del


medio a través de los sentidos se registra en almacenes sensoriales específicos:
almacén visual, almacén auditivo, etc. Estos almacenes nos permiten retener durante
un lapso muy breve de tiempo una impresión bastante exacta y completa del medio
para, posteriormente, seleccionar los aspectos relevantes que serán almacenados en
un siguiente almacén de capacidad y duración limitadas denominado Memoria a
Corto Plazo (en adelante, MCP). Las principales características de los almacenes

4
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

sensoriales –duración muy limitada y gran capacidad– se conocen gracias al


paradigma del Informe Total vs. Parcial de Sperling. En los años 60 llevó a cabo una
serie de experimentos consistentes en presentar una matriz de tres filas de cuatro
letras cada una durante 50 milisegundos a los participantes. Tras un intervalo de
demora, que fue variando en su duración, les pidió que recordaran las letras
presentadas. Pidió a la mitad de los participantes que recordaran la matriz completa
de letras (Informe Total), mientras que a la otra mitad les indicó que recordaran una
fila específica de las tres presentadas (Informe Parcial). Observó que la huella de
memoria (i.e., información captada por la memoria) tenía una escasísima persistencia:
aproximadamente 250 milisegundos. Además, observó que el recuerdo era mejor en
los informes parciales que en los totales, lo que demostraba que la memoria captaba
toda la información pues los participantes recordaban un número semejante de
estímulos independientemente de la fila que el investigador les pedía recordar.
Diversos estudios han mostrado que la capacidad de almacenamiento de este
almacén parece constante desde los 5 años, de modo que los niños pueden
representarse tanta información como adolescentes y adultos. Sin embargo, también
se han encontrado algunas diferencias: los adolescentes se han mostrado capaces de
transferir la información a la MCP en menos tiempo que los más pequeños.
b) Almacén a corto plazo (ACP o MCP). La información seleccionada
pasa del almacén sensorial al almacén a corto plazo. Este almacén se caracteriza por
dos limitaciones importantes: es transitorio y tiene una capacidad muy limitada. El
carácter transitorio de la memoria a corto plazo ya fue demostrado en 1959. La
prueba estándar consistió en presentar a las personas conjuntos poco conocidos de
letras para mantenerlas en memoria, los cuales sólo podían retenerse unos pocos
segundos, a no ser que la persona fuera repitiendo la información casi continuamente.
El dato tiene importancia educativa. Cuando se presenta a los estudiantes nueva
información, esta información desaparecerá rápidamente a menos que hagan algo
para compensar esa limitación radical de la MCP (p. ej., repetir la información
mentalmente, conectar la nueva información con otra significativa).
La memoria a corto plazo también tiene una capacidad muy limitada de
almacenamiento. Igualmente, ya en la década de 1950 se demostró que las personas
podemos mantener 7 unidades de información, con ligeras diferencias individuales. La

5
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

prueba estándar era pedir a personas que repitieran dígitos pronunciados a una
velocidad algo inferior a 1 segundo por dígito. La mayoría de las personas eran
capaces de repetir 7 dígitos como máximo. Ahora bien, ¿sería capaz el lector de
repetir sin problema esta serie de dígitos números que sobrepasa claramente la
cantidad de siete: 1-2-3-5-7-11-13-17-19-23-29? Si tiene cierta formación matemática,
no tendrá ningún problema. ¿Por qué? Porque para alguien con ciertos conocimientos
matemáticos solo hay dos unidades de información en la lista anterior: números
primos - menores de 30. Es decir, la limitación de la MCP se refiere a unidades de
información, pero aquello que constituye una unidad de información depende del
conocimiento previo del aprendiz. Lo que para un novato pueden ser 11 unidades de
información, para un experto pueden ser únicamente dos.
Si tenemos en cuenta las tareas cognitivas que se llevan a cabo en la MCP y la
observamos desde un punto de vista funcional, la MCP se asocia con el concepto de
memoria operativa (MO). La MO ha sido concebida como el sistema encargado de
mantener y manipular mentalmente la información que se necesita para realizar
cualquier tarea cognitiva compleja (Baddeley, 1986), de ahí la importancia que se le
atribuye en todo el proceso de aprendizaje, como el lector podrá comprobar más
detalladamente en el capítulo cuatro de este mismo manual. Se trata del “espacio
mental” de procesamiento, donde se manipula y se reúne la información necesaria
para pensar y razonar, para solucionar problemas, para comprender el lenguaje
escrito y hablado y, en general, para resolver todas las actividades cognitivas que
requieren atención y procesamiento controlado. De este modo, el concepto de
memoria operativa sustituye la idea que define al ACP como un simple sistema de
almacenamiento a corto plazo, por la idea de un sistema de carácter multifuncional en
el que tienen lugar tres fenómenos:(a) se procesa información nueva que entra a la
mente a través de canales sensoriales varios, (b) se recupera información almacenada
en la MLP, y (c) la información nueva se procesa, se opera, conjuntamente con la
información previamente almacenada.
Para mostrar la importancia que juega el concepto de Memoria
Operativa en el aprendizaje nos serviremos de un sencillo ejemplo. Imaginemos que
un profesor de ciencias de la naturaleza pide a sus alumnos que formulen hipótesis
acerca de por qué creen que las emisiones humanas de CO2 afectan al efecto

6
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

invernadero natural. Para llevar a cabo esta tarea, los estudiantes necesitarán
recuperar los conocimientos que han aprendido dentro y fuera de clase acerca de por
qué se produce el efecto invernadero natural y relacionar esta información con la
pregunta del profesor. Para ello, necesitarán elaborar una serie de inferencias que
relacionen la información nueva con la información previamente almacenada (p.ej. las
emisiones de CO2 incrementan el porcentaje de CO2 de la atmosfera, al
incrementarse el porcentaje de CO2 se retiene más calor en el interior de la tierra).
Todo ello, la recuperación de la información que ya conocían y la elaboración de la
información necesaria para formular sus hipótesis, requiere un “espacio mental” de
trabajo, este espacio es lo que hoy se conoce como memoria operativa.
En cuanto al desarrollo de la memoria operativa, los psicólogos
evolutivos parecen estar de acuerdo en que la capacidad estructural no aumenta una
vez alcanzada la maduración básica del sistema nervioso (5-6 años) sino que lo que
aumenta o mejora es la capacidad para regular y emplear un mayor número de
estrategias de memoria, y hacerlo con mayor eficacia y flexibilidad.
c) Almacén a largo plazo (ALP o MLP). Es una gran base de datos que
permite mantener la información de manera relativamente permanente, constituye lo
que frecuentemente se entiende por memoria. Aquí almacenamos toda la
información que vamos aprendiendo, es decir, toda la información que poseemos
sobre el mundo y sobre nosotros mismos. A diferencia de la Memoria a corto plazo
(MCP), su capacidad es prácticamente ilimitada y permite guardar la información
durante un tiempo indefinido. Para que la información que se manipula en la memoria
a corto plazo sea transferida a la memoria a largo plazo (MLP) las personas debemos
realizar un esfuerzo consciente a través de la repetición o elaboración de la
información.
La existencia de ambos tipos de memoria, Memoria a corto plazo (MCP) y la
Memoria a Largo Plazo (MLP), se ha demostrado a través de numerosos estudios
experimentales y efectos clásicos. Entre ellos, la curva de posición serial. Veamos en
qué consiste este efecto.

7
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Figura 2.1. Curva de posición serial

1
. Z
0 o
n
a

. d
P Z
5 e
r 0 o
o n
r
b a
e
a
. c
b d
1 e
i 0 e
n n
l
1 c º
i º p
i
d r
Cuando hemos de recordar una serie de 2 estímulos (números, letras, a palabras,
a i
º
etc) tendemos a recordar mejor
d los primeros estímulos
m de la lista (efecto de primacía)
a N
y los últimos (efecto de recencia). Estos efectos han úsido interpretados como
d c
evidencia de la existencia ede la memoria a largo y a í corto mplazo, respectivamente. El
a e
efecto de primacía ocurre porque tendemos a repasar mentalmente
r los primeros
r
estímulos de la lista, de modo
e que quedan almacenados enola MLP. El recuerdo de los
c
últimos elementos, o efecto de recencia, ocurre porque éstos
d se mantienen activos en
u
la MCP gracias a su inmediatez,
e e accesibles a la hora de
lo que les permite estar
r
recordar la lista. O
d
o de memoria a largo plazor suele distinguirse entre
Dentro del almacén
d
diferentes tipos de memoria: la memoria declarativa e o explícita, referente a
información sobre hechos y la memoria procedimentaln o implícita, referente a
habilidades sensorio-motrices y estrategias aprendidas a través de la práctica. A su
vez, la memoria declarativa se divide en memoria episódica (memoria acerca de las
experiencias vividas con referentes espacio-temporales) y memoria semántica
(referente a la representación de significados y relaciones conceptuales). Si pensamos
de nuevo en uno de nuestros estudiantes de la clase de ciencias naturales, podemos
fácilmente encontrar ejemplos de los diferentes tipos de información que podrá
almacenar en su MLP durante la clase en la que se encuentra. Por ejemplo,

8
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

almacenará en su memoria episódica que los conocimientos acerca del cambio


climático los adquirió en tercero de secundaria gracias a Alex, su profesor de ciencias
naturales. En su memoria semántica almacenará los nuevos conceptos adquiridos
acerca del efecto invernadero, como, por ejemplo, que se trata de un fenómeno
natural o que gracias a él la temperatura media de la tierra es de 15ºC. Como recuerdo
procedimental, puede recordar cómo estimar matemáticamente esta temperatura
media del planeta a partir de la temperatura registrada en los últimos 100 años.
Una vez la información accede a la MLP, es de poca utilidad a menos que
podamos recuperarla. La información se puede recuperar de dos formas: mediante el
reconocimiento y mediante el recuerdo. Reconocer implica darse cuenta de que un
estímulo es igual o similar a otro experimentado previamente mientras que recordar
implica recuperar un estímulo que no está presente. Dicho de otro modo, el
reconocimiento supone la constatación de que ya hemos estado expuestos a una
determinada información y el recuerdo supone la reproducción de la información a la
que se estuvo expuesto. Por tanto, el recuerdo, a diferencia del reconocimiento,
demanda la creación de una representación mental de la información. Así, cuando
pedimos a nuestros alumnos que identifiquen los gases de efecto invernadero a partir
de una lista con nombres de 50 gases, estamos enfrentándoles a una tarea de
reconocimiento. Sin embargo, cuando les pedimos que citen los gases de efecto
invernadero más importantes, estamos enfrentándoles a una tarea de recuerdo.
La capacidad de reconocimiento y en mayor medida la capacidad de recuerdo
mejoran con la edad. Una razón clave para ello es que adolescentes y adultos son
mejores empleando estrategias de memoria. Almacenan y recuperan la información
de modo más eficiente, como veremos en el apartado siguiente.

9
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Figura 2.2. Almacenes de Memoria

EL D E SA R R O L LO DE L AS ES T R AT E GI A S D E M E M O R I A

Como hemos indicado anteriormente, niños y adolescentes no parecen


diferenciarse en su capacidad total de almacenamiento, sino que lo que los distingue
es la capacidad para regular y emplear un mayor número de estrategias de memoria.
El término estrategias de memoria alude a las “procesos cognitivos que son
empleados conscientemente y deliberadamente para mejorar el rendimiento en la
recuperación y retención de información” (Naus y Ornstein, 1983), es decir, alude a
aquellas actividades que podemos realizar con el fin de mejorar el recuerdo y
almacenamiento de información. Veamos más detalladamente a qué estrategias
concretas nos referimos.
a) Repaso o repetición. Se trata de una estrategia básica y simple.
Implica un procesamiento superficial, que no requiere ningún tipo de análisis o
asociaciones conceptuales entre estímulos. Sin embargo, es una estrategia eficaz, que
empleamos siempre que queremos mantener la información activa en la MCP.
Consiste en repetir una determinada información una y otra vez hasta que
consideramos que la recordamos. Estudios con niños de 5 a 10 años (Flavell, Beach y

10
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Chinsky, 1966) mostraron que el empleo espontáneo de esta estrategia aumenta con
la edad y que su empleo correlaciona con un mayor rendimiento en tareas de
recuerdo. Estudios posteriores han mostrado que conforme los niños crecen emplean
esta estrategia de forma más eficiente. Si se les pide a niños de 5 a 8 años que
recuerden una lista de palabras que son presentadas de manera sucesiva, por lo
general, lo harán repitiendo cada palabra de manera individual. Sin embargo, los niños
mayores de 12 años, repasarán las palabras por grupos, es decir, repetirán cada
palabra junto con las previamente presentadas, lo que se traduce en un mejor
rendimiento.

b) Organización. La estrategia de organización consiste en agrupar la


información mediante categorías semánticas que sirven de pistas para el
almacenamiento y la recuperación. Esta facilitación se debe, lógicamente, a que de
esta forma reducimos las unidades de información a manejar. Por ejemplo, cuando
nuestro objetivo es aprender los elementos químicos que componen la clásica tabla
periódica, agruparlos por categorías asociadas a su valencia atómica (como son los
metales alcalinos, los alógenos o los gases nobles entre otros), facilitará nuestro
recuerdo.
En cuanto al desarrollo de esta estrategia, los estudios de Flavell
(Flavell, 2002) mostraron que los niños empiezan a emplear espontáneamente esta
estrategia a partir de los 9 años. Sin embargo, no es hasta la adolescencia cuando es
empleada de forma flexible y adaptada a las características de la tarea.
c) Elaboración. Otra forma eficaz de mejorar el recuerdo viene dada por
la elaboración de la información que esperamos recordar. Elaborar supone un
procesamiento activo de la información que implica establecer cualquier significado o
relación entre dos o más unidades de información que no pertenecen a la misma
categoría semántica. En tareas elementales, la elaboración puede incluir el
aprendizaje de pares asociados, que implica producir una frase que conecta dos o más
palabras o generar una imagen mental que asocia dos o más ítems. En tareas más
complejas, la elaboración implica conectar la nueva información con los esquemas de
conocimiento ya disponibles, integrando la nueva información a aprender con los
conocimientos previos. Si un estudiante quiere aprender en qué consiste el fenómeno

11
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

del efecto invernadero, puede serle útil recordar cómo funciona un invernadero
tradicional y establecer relaciones entre éste y el fenómeno natural. Por ejemplo,
podrá recordar que en un invernadero los rayos de sol penetran a través de los
paneles de cristal, pero el flujo de calor es retenido en su salida. En el efecto
invernadero los gases actúan como el cristal formando un escudo térmico que reduce
la radiación de calor que emite la tierra. Al establecer este tipo de relaciones entre las
explicaciones del profesor y sus conocimientos previos, el estudiante está empleando
la estrategia de elaboración, lo que facilitará su recuerdo.
En cuanto al desarrollo evolutivo de esta estrategia, Siegler (1986)
muestra que la utilización espontánea de la misma no suele ocurrir antes de la
adolescencia y que el beneficio que se observa de ella depende de la calidad de las
elaboraciones, la cual aumenta con la edad y la experiencia. Así, los adolescentes,
conforme crecen, aprenden a hacer elaboraciones más significativas que se asocian a
un mejor aprendizaje. Por otro lado, se ha demostrado que la frecuencia de empleo y
calidad de esta estrategia no sólo aumenta con la edad sino que también lo hace, y
sustancialmente, con la instrucción explícita y la práctica de la misma.
Los cambios en el desarrollo estratégico de la memoria han sido
asociados a tres factores principales (Folds et. al., 1990). Primero, el aumento en el
conocimiento base (MLP), ya que sin éste no existirían las estrategias semánticas de
organización y elaboración. Segundo, la escolarización es, como el lector debe haber
adelantado, otro factor clave en el desarrollo estratégico de la memoria. Es en la
escuela donde las estrategias de memoria pueden aprenderse explícitamente.
Finalmente, el incremento en la capacidad para controlar y emplear eficazmente los
recursos disponibles y el conocimiento acerca de las estrategias y las tareas (i.e.
metacognición) han sido propuesto como factores clave para explicar el desarrollo
cognitivo que se produce de niños a adolescentes. En la siguiente sección
explicaremos en detalle esta capacidad creciente de los adolescentes para conocer y
controlar los recursos cognitivos de que disponen. 1 2
2

2
2
2

12
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

EL DESARROLLO DE LA METACOGNICIÓ N

El procesamiento cognitivo de los adolescentes, a diferencia del de los más


pequeños, tiende a ser cada vez más controlado y deliberado. Conforme se
desarrollan, conocen cada vez más el funcionamiento de sus procesos mentales, y
cuáles son sus limitaciones y posibilidades, lo que influye en la manera en que
recuerdan, razonan o solucionan problemas. El término metacognición hace
referencia al conocimiento sobre el conocimiento (Flavell, 1992). Se trata, por tanto,
de un conocimiento de “segundo orden” en cuanto se tiene a sí mismo como objeto
de estudio (Gutiérrez, García-Madruga y Carriedo, 2003). Según cuál sea el objeto,
podemos hablar de metamemoria, de metaatención o metacomprensión, por poner
algún ejemplo.

EL CO N O CI MI E N T O Y CO N T R O L ME T A CO GN I T I V O

La investigación ha identificado dos formas básicas de metacognición: el


conocimiento metacognitivo y el control metacognitivo (Brown, 1987). El
conocimiento metacognitivo se refiere al conocimiento sobre el propio sistema
cognitivo. Se trata, por tanto, de un conocimiento declarativo (i.e. consciente y
explícito) acerca de qué es y cómo funciona el conocimiento. Puede ser relativo a la
persona, a la tarea o a estrategias que se pueden emplear.
Veamos cómo podría un estudiante de secundaria reflejar este tipo de
conocimiento en la clase de ciencias de la naturaleza acerca del cambio climático que
nos viene sirviendo de ejemplo. Imaginemos que esta vez el profesor propone a sus
alumnos realizar un trabajo en grupos de cinco. El trabajo consiste en recopilar
información sobre los programas que existen en su barrio para concienciar a la gente
acerca de las causas y consecuencias del cambio climático. Después tendrán que crear
su propio programa. El profesor informa a los alumnos de que el mejor programa será
finalmente implantado en su instituto.

13
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Primero, imaginemos que nuestro estudiante propone que Marc se encargue


de buscar información en Internet, porque es el que más recursos de búsqueda
domina, y que Raquel sea la que elabore el presupuesto del programa, porque es las
que más conocimientos de economía posee. De esta forma, nuestro estudiante está
demostrando conocimientos metacognitivos relativos a la persona. Con la distribución
inicial que realiza de las tareas nos ha mostrado que es consciente de qué habilidades
cognitivas dominan mejor sus compañeros. Además, nuestro alumno se muestra
capaz de calcular el tiempo aproximado y esfuerzo que supondrá cada una de las
tareas que incluye el trabajo, con lo que demuestra también conocimiento
metacognitivo relativo a las características y demandas de la tarea. Finalmente,
imaginemos que nuestro alumno propone a Marc que realice una síntesis con la
información que encuentre en Internet, e informa al grupo de que él mismo elaborará
un esquema con la información que han aprendido en clase que podría serles útil para
diseñar el programa. De esta forma está demostrando conocimientos acerca de
algunas de las estrategias que pueden ayudar a la ejecución de la actividad propuesta
por el profesor.
La segunda forma de metacognición, i.e. el control metacognitivo, alude al tipo
de actividad cognitiva implicada en el control o regulación de los procesos y
estrategias cognitivas. Implica un conocimiento procedimental, no necesariamente
consciente, que supone: a) la planificación del proceso u organización de los recursos
necesarios y disponibles y de las estrategias a utilizar antes de realizar la tarea, b) la
supervisión y reajuste del proceso a partir de la valoración de los resultados parciales
que se van obteniendo y c) la evaluación de los resultados finales obtenidos en
función de los objetivos propuestos.
Nuestro estudiante, antes de comenzar el trabajo, elabora una lista con las
tareas que necesitan abordar (p.ej. recogida de información en la web, tormenta de
ideas para el programa, redacción del trabajo, elaboración de panfletos, etc.). En la
lista añade quién/es realizará/n cada tarea y el tiempo aproximado que le/s supondrá.
Como vemos, está mostrando destreza en el primero de los procesos de control
metacognitivo, la planificación antes de la tarea. Si durante la realización del trabajo,
determina, por ejemplo, que Raquel necesitará su ayuda en la realización del
presupuesto, o que será necesario acudir al Ayuntamiento para ampliar la información

14
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

sobre los programas disponibles en el barrio, nuestra estudiante estará mostrando


control metacognitivo en la supervisión del proceso, reajustando las tareas y su
distribución en función de los resultados parciales que van obteniendo. Una vez
finalizado el trabajo, nuestro estudiante es capaz de juzgar la aplicabilidad en su
escuela del programa que han diseñado y de estimar la nota que les pondrá el
profesor en el trabajo, de tal manera que está mostrando control metacognitivo
mediante la evaluación ajustada de los resultados obtenidos.
Como el lector debe estar pensando y ha quedado reflejado en nuestro
ejemplo, ambas formas de metacognición, i.e. conocimiento y control, interaccionan
constantemente, haciéndose muchas veces difícil la distinción entre ambas.

LOS C A M BI O S EN LO S P R O C E SO S M ET A CO GN I T I V O S

La metacognición, tanto en su faceta referente al conocimiento como en su


faceta más activa que implica la auto-regulación de los procesos, aumenta
considerablemente durante el principio y la mitad de la niñez y lo sigue haciendo
durante la adolescencia. Los adolescentes pueden ser cada vez más conscientes de los
límites y posibilidades de sus capacidades cognitivas, de cómo y cuándo conviene
emplear las estrategias que posee para procesar eficazmente la información, así como
de las características de la tarea que impiden o facilitan su ejecución.
Durante la etapa de la educación secundaria destaca especialmente el
desarrollo que se produce en los aspectos condicionales de las estrategias. Esto es, los
adolescentes aprenden a seleccionar y desplegar de manera eficaz un
comportamiento estratégico diferente y adaptado a las características y demandas
específicas de la tarea. Igualmente, los estudiantes de secundaria son más capaces de
autorregular y supervisar los procesos cognitivos que ponen en marcha antes, durante
y después de la realización de la tarea cognitiva en la que están envueltos. Por lo
tanto, los adolescentes van a ser más capaces de establecer cuáles son los objetivos
que han de alcanzar para completar la tarea y de planificar el procedimiento que
deben seguir antes de enfrentarse a ella. Cabe en este punto mencionar que este
desarrollo no se presenta necesariamente en todos los adolescentes por igual, ni al
mismo ritmo. Es indudable que nos encontraremos con estudiantes que regularán

15
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

óptimamente su aprendizaje ajustándolo a los requisitos de las tareas, pero otros no


alcanzarán esta deseable meta, o bien por escasa instrucción, por falta de motivación
o por la presencia de necesidades educativas especiales que requerirán de atención
individualizada.
En cualquiera de estas situaciones, la instrucción en estrategias específicas que
ayuden a los estudiantes a conocer cómo resolver mejor diferentes tareas (por
ejemplo, comprender la idea principal de un párrafo) resulta una enseñanza
imprescindible y eficaz. Así, según Pressley y Roehrig (2002), la educación puede
encontrar un gran apoyo en la instrucción metacognitiva. La instrucción
metacognitiva consiste en ayudar a los estudiantes a adquirir un amplio abanico de
estrategias así como guiarles en el aprendizaje condicional de las mismas acerca de
cuándo, cómo y por qué conviene emplear las distintitas estrategias que les permitan
solucionar las tareas cognitivas por ellos mismos. La investigación ha demostrado que
cuando los estudiantes son instruidos en el empleo de estrategias eficaces que antes
desconocían aprenden a utilizar las estrategias por sí solos. Sin embargo, el hecho de
haber aprendido a emplear una estrategia y haberla practicado no suele bastar para
que los estudiantes la transfieran a nuevas situaciones. Por tanto, es muy importante
que sean instruidos, además, en las ventajas e inconvenientes del empleo de una
estrategia frente a otra, así como en las condiciones de tarea y personales que hacen
conveniente el empleo de cada una de ellas. 3
2

2
E L DESARROLLO DEL PEN
2 SAMIENTO FORMAL
2

La complejidad y mayor flexibilidad que van adquiriendo los adolescentes en


los procesos cognitivos vistos hasta ahora les permite combinar e interpretar ideas,
razonar y solucionar problemas de forma diferente a como lo venían haciendo. El
pensamiento de los adolescentes presenta un curso del desarrollo y unas
peculiaridades que les facilita enfrentarse a aprendizajes cada vez más complejos,
como los presentados en la educación secundaria.
Para analizar el pensamiento de los adolescentes nos referiremos a Piaget
como autor clave en la descripción del cambio cognitivo a lo largo del desarrollo. Este

16
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

autor propuso una teoría de etapas del desarrollo cognitivo que especifica las
competencias mentales que los niños y adolescentes van adquiriendo según la edad.
4
2

L AS C AR A CT ER Í ST I C AS D EL P E N S A MI EN T O FO R M A L 2
2
2
Imagine el lector que le presentamos dos vasos de idéntica dimensión y con la
misma cantidad de agua. Si le preguntáramos si ambos contienen la misma cantidad
de agua, contestaría que indudablemente sí. Si a continuación vertiéramos el agua de
uno de los vasos a un vaso largo y estrecho y le preguntáramos si este nuevo vaso
contiene más o menos agua que el anterior, ¿qué contestaría en este caso?
Probablemente afirmaría que aunque la dimensión externa del recipiente ha
cambiado, el contenido interior se mantiene estable pues no lo hemos modificado. ¿Y
qué cree el lector que contestaría un niño menor de siete años?
Piaget (1970) realizó numerosos experimentos de este tipo para demostrar
cómo la mente del niño va cambiando a través de etapas caracterizadas por formas
específicas de pensamiento. Encontró que los niños menores de siete años tenían por
ejemplo serias dificultades para comprender la conservación de cantidades y ante el
experimento anterior respondían sistemáticamente que el contenido efectivamente
había variado porque el vaso era más grande. Esta limitación cognitiva era superada
cuando el niño era más mayor. Piaget analizó así como el niño, a medida que va
creciendo, va siendo capaz de resolver problemas cada vez más complejos. Sugirió que
desde la infancia hasta la adolescencia se dan con regularidad cambios significativos y
predecibles en el desarrollo cognitivo. Esto le llevó a plantear etapas o estadios de
desarrollo cognitivo que se suceden de modo universal e invariable y que suponen
formas cualitativamente diferentes de pensamiento.
De acuerdo con Piaget, lo que caracteriza al pensamiento de los adolescentes
frente al pensamiento infantil es la capacidad para razonar a partir de hipótesis no
vinculadas a la realidad concreta y poder así considerar diversas posibilidades sobre
un mismo fenómeno en el plano de lo mental. A este tipo de pensamiento lo
denominó “pensamiento formal”, frente al pensamiento concreto más característico
de los niños menores de 11 años, quienes sólo pueden razonar acerca de la realidad

17
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

sobre la que actúan, sobre hechos y objetos tangibles y no sobre posibilidades, a


diferencia de los adolescentes.
Así, el cambio más destacable que se da en la mente infantil entre los 8 y 11
años, antesala de la adolescencia, es el inicio de la abstracción frente a un
pensamiento precedente concreto, ligado al aquí y al ahora. El niño que emplea
operaciones concretas puede razonar sobre la realidad tangible y estructurarla por
campos o dominios de conocimiento. Por ejemplo, puede realizar clasificaciones,
seriaciones, etc. Cuando organiza la realidad, lo hace de manera independiente (i.e.,
tipos de climas y orografía) pero tiene muchas dificultades para establecer relaciones
cruzadas entre diferentes dominios (i.e., orografías influyen sobre climas). Poco a poco
la necesidad de combinar sus dominios de conocimiento y hacer que tengan sentido
frente a la realidad que observan hace emerger las operaciones formales propias del
pensamiento adolescente. Las operaciones formales implican el uso de la
combinatoria y la realización de operaciones sobre otras que el niño ya podía realizar.
Estas operaciones de segundo orden son manipulaciones que no se realizan
directamente sobre los objetos del mundo real, sino sobre las proposiciones que las
describen.
Según Inhelder y Piaget (1955) la etapa de pensamiento de operaciones
formales surge en torno a los 11-12 años, en una fase inicial (estadio formal
incipiente) y se consolida a partir de los 14-15 años (estadio formal avanzado). Implica
una transformación intelectual cualitativa y estructural que permite a los adolescentes
pensar de forma abstracta y emplear más eficazmente la combinatoria, fundamental
por ejemplo para aprendizajes específicos en el ámbito de las ciencias (i.e.,
matemáticas, física).
Precisamente estos autores describieron el desarrollo de las operaciones
combinatorias en los distintos estadios de desarrollo a partir de sus observaciones y
entrevistas a niños, proponiéndoles tareas combinatorias con materiales concretos.
Durante el período de las operaciones concretas (de 8 a 11 años), los niños buscan
modos de realizar inventarios de todas las permutaciones, variaciones y combinaciones
posibles en un conjunto dado con un número pequeño de elementos, y llegan a
procedimientos rudimentarios de cálculo mediante ensayo y error. Por ejemplo, son
capaces de encontrar todas las permutaciones de 3 objetos o todas las parejas posibles a

18
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

partir de un número pequeño de objetos, mediante ensayo y error, pero lo hacen sin
seguir un método sistemático. Piaget e Inhelder afirman que, durante la etapa de las
operaciones formales, el adolescente adquiere la capacidad de usar procedimientos
sistemáticos para realizar inventarios de todas las permutaciones posibles, variaciones y
combinaciones de un conjunto dado de elementos, mostrando así su mayor capacidad
para manipular y organizar elementos en el plano de lo mental.

E L P E N S A MI EN T O HI P O T ÉT I C O - DE D U CT I V O Y E L
R A ZO N A MI EN T O P RO P O SI CI O N A L

La capacidad de abstracción permite a los adolescentes desarrollar un


razonamiento hipotético-deductivo que implica razonar de lo general a lo específico y
la capacidad de generar hipótesis. Continuando con el ejemplo del profesor de
ciencias explicando las causas del cambio climático, imagine el lector que el profesor,
tras esta explicación, les pide que elaboren un ensayo argumentativo sobre las
posibles consecuencias ambientales que pueden derivarse de este fenómeno. El
adolescente debería ser capaz de partir de una teoría general sobre qué es el cambio
climático elaborada a partir de los conocimientos adquiridos en clase y de generar sus
propias predicciones sobre los potenciales efectos negativos de éste sobre el medio
ambiente en un país concreto, como por ejemplo tormentas más fuertes, más
huracanes y un tiempo atmosférico cada vez inestable. Gracias al desarrollo del
razonamiento hipotético-deductivo los estudiantes de secundaria podrán ser cada vez
más capaces de resolver mejor tareas como el ejemplo anterior.
El pensamiento formal de los adolescentes incluye asimismo el razonamiento
inductivo, que implica razonar de lo específico a lo general. Es decir, la capacidad de
hacer uso de observaciones concretas para llegar a principios generales. En el caso del
ensayo sobre consecuencias negativas del cambio climático, un alumno podría inducir
que el cambio climático disminuye la frecuencia de las lluvias, porque en las últimas
primaveras de varios países de Europa no ha llovido tanto como lo hizo años
anteriores, según cuatro gráficos de precipitaciones incluidos en su libro de texto. Este
razonamiento hipotético-deductivo e inductivo se sustenta en la posibilidad de
comprender, utilizar y valorar la verdad de los enunciados o proposiciones verbales. El

19
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

razonamiento proposicional es otra característica destacable del pensamiento formal


de los adolescentes, pudiendo estos evaluar la lógica de las proposiciones o
afirmaciones verbales sin referirse a las circunstancias del mundo real, al contrario que
los niños más pequeños (Osherson y Markman, 1975).
El razonamiento proposicional tiene lugar a través de proposiciones o
enunciados verbales relacionados mediante conectores lógicos como la conjunción, la
disyunción, la equivalencia o el condicional. Los conectores lógicos combinan
enunciados elementales, generándose de este modo proposiciones más complejas.
Por ejemplo, la conjunción y podría unir dos enunciados como los siguientes: “el
aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y la desforestación son
responsables del cambio climático”. La misma proposición podría estar unida a través
de un nexo disyuntivo: “el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero o
la desforestación son responsables del cambio climático”, cambiando sustancialmente
el significado del enunciado. La disyunción o genera mayores dificultades de
comprensión que el conector y; a pesar de ello, la mayoría de los adolescentes y
adultos no presentan problemas cuando han de resolver problemas que la incluyen.
El manejo de enunciados condicionales es la competencia más interesante
vinculada al razonamiento proposicional por su importancia en el desarrollo del
razonamiento científico y por las dificultades que genera en muchos adolescentes y
adultos. De forma sucinta, un enunciado condicional está formado por dos
proposiciones: el antecedente y el consecuente. Si el antecedente es verdadero, el
consecuente ha de serlo también. Consideremos la siguiente inferencia sencilla a
partir de enunciados condicionales denominada Modus Ponens (p luego q):
Si emitimos masivamente CO2 a la atmósfera, entonces se incrementa el
efecto invernadero (si p entonces q)
Emitimos masivamente CO2 a la atmósfera (p)
Entonces se ha incrementado el efecto invernadero (p, luego q)

La siguiente inferencia denominada Modus Tollens (no q, luego no p) les


resulta más difícil a los estudiantes de secundaria. Consideremos el ejemplo a
continuación:

20
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Si emitimos masivamente CO2 a la atmósfera, entonces se incrementa el


efecto invernadero. (si p entonces q)
No se ha incrementado el efecto invernadero (no q)
Entonces no hemos emitido masivamente CO2 a la atmósfera (no q,
luego no p)
En muchas ocasiones adolescentes y adultos generamos argumentos inválidos
que contienen un defecto de forma por no ajustarse a las reglas lógicas. Estos
argumentos inválidos nos conducen a generar conclusiones falsas (Falacias): la
Afirmación del Consecuente (AC) y la Negación del Antecedente (NA). Veámoslas a
partir de los enunciados anteriores. La Afirmación del Consecuente sigue la forma “q,
luego p”: Se ha incrementado el efecto invernadero, luego hemos emitido
masivamente CO2 a la atmósfera. La Negación del Antecedente, por su parte, tiene la
forma “no p, luego no q”: “No hemos emitido masivamente CO2 a la atmósfera, luego
no se ha incrementado el efecto invernadero”. En el primer caso (AC) el efecto
invernadero ha podido producirse por más causas que la emisión de CO 2 a la
atmósfera. El razonamiento para el segundo caso (NA) es muy similar, pues no
podemos afirmar que únicamente la emisión de CO2 a la atmósfera sea agente
causante del efecto invernadero.
La Afirmación del Consecuente, la Negación del Antecedente junto con la
inferencia Modus Tollens generan especiales dificultades en los adolescentes y en
adultos, cometiendo errores en su uso. Sin embargo, cuando el contenido que
incluyen los enunciados es más familiar o concreto, estos errores disminuyen. Este
hecho contradice la teoría piagetiana a la que hemos aludido al comienzo de esta
sección que, como recordamos, afirmaba que los adolescentes, en la etapa de
operaciones formales, serían capaces de emplear sin problemas las leyes de la lógica
(Inhelder y Piaget, 1955).
Los procesos de razonamiento se pueden ver facilitados ante
contenidos conocidos o simplificados, o cuando los estudiantes tienen un suficiente
entrenamiento en un área, como, de hecho, llegó a reconocer posteriormente Piaget
(1974). Por lo tanto, un incremento del conocimiento conceptual y procedimental en
las diferentes áreas de conocimiento van a permitir que el estudiante de secundaria
llegue a conclusiones de forma ordenada desde un punto de partida especificado,

21
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

pero también que, conociendo una meta, averigüe cuál es el mejor camino para
alcanzarla. A este segundo proceso, vinculado al primero, lo denominamos solución de
problemas y lo abordaremos en la siguiente sección, dada su relevancia para los
procesos de aprendizaje en la enseñanza secundaria.

L OS PROCESOS DE SOLUC IÓN DE PROBLEMAS

Cuando el estudiante se enfrenta a nuevas situaciones en las que no existen


reglas preestablecidas, como en el caso del pensamiento hipotético-deductivo e
inductivo, pero sí una meta conocida, debe aprender a activar procesos de solución de
problemas efectivos para cada circunstancia. Así, denominaremos solución de
problemas al proceso donde existiendo una meta o conjunto de metas, no
disponemos de un camino claro para llegar a ellas (Gutiérrez et al., 2003). Los
procesos de solución de problemas han sido tradicionalmente estudiados en
Psicología a través de problemas libres de conocimiento, como la célebre Torre de
Hanoi. El diseño de estos problemas reposa en una concepción de la solución de
problemas como una habilidad general, no dependiente de la naturaleza de los
problemas y ambientes de la acción y, por tanto, libre de toda restricción asociada a
un dominio de conocimiento concreto. La Torre de Hanoi es un juego que presenta
ocho discos de radio creciente que se apilan insertadas en una de las tres estacas de
un tablero.

22
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Figura 2.3. Torre de Hanoi

La tarea consiste en crear la pila en otra de las estacas, siguiendo las siguientes
reglas: 1) sólo se puede mover un disco cada vez; 2) un disco de mayor tamaño no
puede descansar sobre uno más pequeño que él mismo y 3) sólo es posible desplazar
el disco que se encuentre arriba en cada varilla. En la resolución de esta tarea, los
participantes emplean diferentes estrategias válidas que muestran su capacidad para
estimar la solución final a partir de un conjunto de pasos predeterminados que
inicialmente desconocían. Los procesos y componentes involucrados en la capacidad
para encontrar soluciones a problemas de este tipo fueron estudiados por autores
como Newell y Simon, como veremos a continuación.

LOS CO M P O N EN T E S Y P R O C E SO S EN L A SO L UCI Ó N D E
P R O BL E M AS

Los trabajos de Newell y Simon desde la perspectiva del procesamiento de


información (Newell y Simon, 1972) plantearon que la conducta humana de solución
de problemas tiene su origen en la capacidad de manejo de símbolos de la mente
humana y puede ser simulada mediante ordenador. Estos autores señalaron un
conjunto de fases en la solución de problemas en la que participan los siguientes tres
componentes:
1. Sistema de Procesamiento. Características del ser humano que le hacen
capaz de manipular mentalmente información.
2. Ambiente de Tarea. Refiriéndonos a la estructura del problema, que
condiciona el comportamiento del estudiante en el proceso de resolución.
3. Espacio del Problema. Haciendo alusión a la representación del problema
que el estudiante construirá para poder trabajar en él.

23
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

El espacio del problema y el ambiente de tarea son componentes que deben


estar relacionados, dado que la representación que un estudiante construya del
problema dependerá de la estructura del mismo o de la manera en la que se lo hemos
presentado. Partiendo de los tres componentes anteriores, los psicólogos del
procesamiento de la información destacaron dos procesos básicos en la solución de
problemas: la comprensión del problema y la solución. La comprensión del problema
está vinculada necesariamente al componente del espacio del problema, ya que para
construir este espacio es indispensable que el estudiante haya entendido de qué
situación parte y a dónde ha de llegar. Para ello debe haber comprendido
adecuadamente la información que le hayamos facilitado en las instrucciones del
problema y haberla integrado con sus conocimientos previos. En cuanto al segundo
proceso de solución, el estudiante, tras haber explorado en detalle el espacio del
problema, va a poder elegir y aplicar un conjunto de estrategias y procedimientos para
alcanzar la solución deseada. Cuando el estudiante ha construido un adecuado espacio
del problema, debe ser capaz de decidir si conoce algún procedimiento o estrategia
específica para el problema al que se enfrenta y en ese caso aplicarlo directamente.
Por ejemplo, en el problema de la torre de Hanoi, mover siempre el disco más
pequeño en todos los pasos impares. Si por el contrario desconoce alguna estrategia
concreta para el problema dado sólo va a poder aplicar estrategias generales como el
análisis medios-fines. El análisis medios-fines consistiría en analizar globalmente el
punto de partida y el final, y los recursos disponibles para alcanzar la meta. A través
del ensayo y error se pondrían en marcha actuaciones específicas que podrían
contribuir a alcanzar el objetivo deseado. Finalmente, si mediante ninguna de las
estrategias elegidas el estudiante alcanzara la solución, debería reactivar el proceso de
comprensión para construir un nuevo espacio del problema.

Figura 2.4. Pasos en resolución de un problema (Newell y Simon, 1972)

24
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Representación del Establecimiento Aplicación estrategia


problema de submetas medios-fines
Estado Meta Medidas Acercamiento ↓ Diferencias
inicial lícitas progresivo a la entre estado
solución inicial y solución

Así pues, el proceso de solución de problemas tiene un carácter cíclico, donde


el estudiante analiza el espacio del problema, construye una representación del
mismo y elige y prueba diferentes estrategias de solución para alcanzar la meta
deseada. En caso de que una determinada estrategia no conduzca a la meta prevista,
el estudiante debería reconsiderar de nuevo las demandas de la tarea y reiniciar el
ciclo de solución. Como el lector deducirá, los procesos de solución de problemas
requieren de un alto control metacognitivo del proceso de resolución, lo cual implica
que los aprendices deben ser conscientes de los pasos que deben llevar a cabo para
alcanzar la meta deseada, ejecutarlos y aplicar los mecanismos correctivos necesarios
en caso que la ruta o estrategia de resolución no sea la más efectiva.

IDEAR: U N A E ST R A T E GI A G EN ER A L D E R E SO L U CI Ó N D E
P R O BL E M AS

La resolución de problemas es un aprendizaje clave en los estudiantes de


secundaria y constituye una habilidad que puede ser enseñada y aprendida
(Brandsford y Stein, 1993) Así, uno de los principales objetivos de un docente en las
diversas áreas de conocimiento debería ser que los alumnos aprendan a usar la
información que les transmitamos de modo efectivo y según las metas que les
planteemos a través de distintos tipos de problemas. Sin embargo, resolver con éxito
problemas no siempre es un indicador de competencia. Es por ello que debemos
enseñar a los estudiantes no sólo a aplicar procedimientos de forma mecánica, sino a
resolver problemas en el sentido amplio del término, facilitándoles procedimientos
generales de resolución que puedan aplicar independientemente del tipo de problema
con que se enfrenten, incluso si este va más allá del aprendizaje académico.

25
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Volvamos de nuevo a la clase donde los alumnos aprenden los mecanismos


responsables del cambio climático y su impacto medio-ambiental. Esta vez el profesor
de ciencias de la naturaleza plantea a sus estudiantes la realización de un trabajo en
grupo donde propongan formas que permitan a una empresa química determinada
(i.e.AlfaPlus) reducir sus emisiones de CO2 a la atmósfera en un 20%. Para realizar el
trabajo, es necesario que los estudiantes evalúen qué medidas les conducirán de
modo más efectivo a la meta deseada (i.e. reducir las emisiones de CO2 de la empresa
AlfaPlus en un 20%), activando así procesos de solución de problemas.
Para resolver el trabajo planteado los estudiantes deberían activar
procedimientos generales de resolución de problemas. Uno de estos procedimientos
generales de resolución es el elaborado por John Bransford y Barry Stein (1993)
quienes propusieron una estrategia general de resolución de problemas en cinco
pasos. Se sirvieron del acrónimo IDEAR para detallar los componentes de su modelo,
que señalamos y explicamos brevemente a continuación:
I: Identificar problemas y oportunidades. El proceso de resolución se debería
iniciar identificando que existe un problema y transformándolo en una oportunidad.
Así, los alumnos que han de resolver el problema de la empresa AlfaPlus deberían
plantearse la tarea como una oportunidad de pensar aplicaciones directas y realistas
de las medidas de evitación del cambio climático. O un hipotético gerente de la citada
empresa debería considerar la necesidad de reducir las emisiones de CO2 no como una
sanción sino como una posibilidad de impulsar medidas energéticas alternativas.
D: Definir las metas y representar el problema. Este punto es clave, dado que
el proceso de resolución va a seguir rutas completamente distintas según la
representación del problema que hayamos elaborado y las metas que nos hayamos
planteado. Ante las indicaciones generales que les hubieran sido facilitadas sobre la
situación de la empresa AlfaPlus, los alumnos deberían poder representar por escrito,
por ejemplo, o a través de un mapa de ideas, el objetivo de la empresa (i.e., reducir
emisiones de CO2), las circunstancias facilitadoras e inhibidoras y los objetivos a
alcanzar en una secuencia gradual de pasos.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros alumnos a que aprendan a definir las
metas y representar adecuadamente diferentes tipos de problemas? De acuerdo con

26
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Mayer (1982b) los estudiantes deberían practicar con frecuencia las siguientes
destrezas:
El reconocimiento y categorización de distintas clases de problemas.
La representación del problema a través de distintas modalidades (dibujos,
gráficos o palabras).
La selección de información relevante e irrelevante para los problemas.
Visualizar y trabajar a partir de ejemplos ya resueltos, especialmente cuando
los problemas sean poco familiares o difíciles.
E: Explorar las estrategias posibles. Los estudiantes, si disponen de un
esquema claro de solución para un determinado tipo de problema, aplicarán
algoritmos de resolución. Estos son prescripciones detalladas para llegar a una meta y
propios de cada área de conocimiento En caso de no disponer de un esquema claro de
solución los estudiantes podrán aplicar heurísticos o estrategias generales de
resolución que pueden conducir a la respuesta correcta. El más representativo de los
heurísticos es el análisis medios-fines. El objetivo del análisis medios-fines es reducir la
distancia con la meta final elaborando submetas que permitan dividir el problema en
componentes alcanzables. En nuestro ejemplo, los estudiantes podrían determinar
que un objetivo antes de cambiar el sistema de combustible de toda la flota de
camiones podría ser probar si el uso de combustibles alternativos durante un mes en
la mitad de la flota genera cambios significativos en las emisiones de CO2 vinculadas a
la empresa.
A: Anticipar los resultados y actuar. En todo proceso de resolución de
problemas es interesante anticipar el resultado que obtendríamos al aplicar una
estrategia u otra. El trabajo en grupo que hemos incluido en nuestro ejemplo puede
facilitar este proceso. Los estudiantes pueden plantear diversas actuaciones
alternativas, que antes de implementarlas o incluirlas definitivamente en su propuesta
deberían ser valoradas por sus beneficios y posibles perjuicios. Una vez seleccionadas
las acciones que previsiblemente resultaran más ventajosas, estas serían las que se
llevarían a cabo.
R: Retroceder y aprender. Finalmente, toda estrategia de resolución de
problemas debe incorporar un componente autorregulatorio que haga que el
estudiante valore si las acciones realizadas han permitido conseguir las metas de

27
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

forma efectiva y depurar posibles errores en el proceso. Este proceso de evaluación es


interesante como actividad académica, ya que hace que el estudiante adquiera el
hábito de revisar sus tareas, por ejemplo cuando redacta un ensayo sobre los
mecanismos del cambio climático, para ser cada vez más efectivo en su aprendizaje.

EL DESARROLLO COGNITI VO Y LOS PROCESOS DE APRENDIZAJE EN


EDUCACIÓN SECUNDARIA .

A lo largo del capítulo hemos visto los diferentes cambios que se producen en
los procesos cognitivos y las estrategias de aprendizaje de la mayoría de adolescentes.
Estos cambios hacen posible que los estudiantes de secundaria sean cada vez más
capaces de resolver eficazmente tareas complejas, como las propuestas por el
profesor de ciencias de la naturaza, que hemos venido empleando como aplicación
práctica de varios de los conceptos abordados.
En lo referente al desarrollo de la memoria, vimos cómo los estudiantes de
secundaria comienzan a emplear estrategias de organización semántica para retener
una lista de conceptos relacionados y cómo se sirven de sus conocimientos previos
para memorizar nuevos conceptos de forma significativa mediante el empleo de
estrategias de elaboración. También observamos cómo el desarrollo del conocimiento
y control metacognitivo es especialmente pertinente para el aprendizaje en estas
edades. Es en la etapa secundaria cuando los adolescentes comienzan a ser más
conscientes de la naturaleza de sus capacidades cognitivas, de cómo y cuándo
conviene emplear las estrategias de aprendizaje que poseen para resolver tareas
cognitivas, así como de las características de la tarea que influyen su ejecución.
Comienzan además a ser capaces de planificar y regular el modo en que resuelven las
tareas y a tomar medidas correctivas para su correcta elaboración si lo juzgan
necesario. También sabemos que gracias al desarrollo del pensamiento formal los
estudiantes de secundaria se muestran capaces de razonar como jóvenes científicos.
Pueden porque son capaces de emplear reglas lógicas para resolver los consecuentes
de enunciados condicionales y porque comienzan a llevar a cabo secuencias de
acciones planificadas mentalmente a priori para resolver problemas.

28
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Llegados a esto punto, parece probable que el lector se esté planteando si, con
los logros alcanzados durante la educación secundaria, nuestros adolescentes pueden
dar por completado su desarrollo cognitivo. O si por el contrario, las experiencias
cotidianas con las que se enfrentarán y las tareas cognitivas con las que deberán lidiar
en el mundo universitario y adulto harán necesario que, progresivamente, construyan
nuevos estilos de pensamiento. En este sentido, algunos teóricos del desarrollo han
contemplado la posible aparición de nuevas etapas posteriores al pensamiento
formal. Según estos autores, el pensamiento postformal permitiría ir más allá del
pensamiento objetivo y lógico mediante la incorporación progresiva de lo subjetivo y
lo personal.
Un elemento básico del pensamiento postformal es el relativismo. La
adquisición del relativismo nos permite asumir que nuestra respuesta es sólo una
entre muchas potencialmente válidas y que la mayoría de las respuestas que ideamos
son provisionales. Se relaciona directamente con otro de los elementos básicos del
razonamiento postformal, el pensamiento dialéctico. El pensamiento dialéctico
supone aceptar que cada idea o tesis tiene su idea opuesta o antítesis. Implica el
desarrollo de la capacidad de considerar puntos de vista opuestos de forma
simultánea, aceptando que es posible la existencia de contradicciones. Permite, por
ejemplo, atender simultáneamente a múltiples perspectivas, reflexionar sobre las
ventajas y desventajas de una situación e integrar nuestras creencias con las
contradicciones que nos presenta la vida. 5
2

El desarrollo de estas capacidades no2sucede de manera incontrovertible, sino


2
que depende en gran medida de las experiencias personales y educativas de cada uno.
2
En este sentido, la educación universitaria se ha mostrado favorecedora de un estilo
de pensamiento flexible crítico y, en general, de las capacidades implicadas en el
pensamiento relativista y dialéctico.

29
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

R EFERENCIAS

Atkinson, R.C, y Shiffrin, R.M. (1968). Human memory: a proposed system and its control
processes. En K.W. Spence y J.J. Spence. Advances in the psychology of learning and
motivations research and theory, Vol. 2. New York: Academic Press.
Baddeley, A. D. (1986). Working memory. Oxford: Oxford University Press.
Bransford, J.D. y Stein, B.S. (1993). The ideal problem solver. New York: Freeman
Brown, A. L. (1987). Metacognition, executive control, self-regulation and other more
mysterious mechanism. In F. E. Weinert y R. H. Kluwe (Eds.), Metacognition,
motivation and understanding. Londres: LEA.
Flavell, J. H., Beach, D. H. y Chinsky, J. M. (1966). Spontaneous verbal rehearsal in a memory
task as a function of age. Child Development, 37, 283-299.
Flavell, J. H., Miller, P. H. y Miller, S.A. (2002). Cognitive development. Upper Saddle River, N.
J.: Prentice Hall.
Folds, T. H., Footo, M. M:, Guttentag, R. E. y Ornstein, P. A. (1990). When children mean to
remember: issues of content specificity, strategy effectiveness and intentionality in
the development of memory. En D. F. Bjorklund (Ed.), Children’s strategies.
Contemporary views of cognitive development. Hillsdale: N. J.: Erlbaum.
Gutiérrez, F., García-Madruga, J.A. y Carriedo, N. (2003). Psicología Evolutiva II: Desarrollo
cognitivo y lingüístico, Vol. 2. Madrid: UNED.
Inhelder, B. y Piaget, J. (1955). De la logique de l’enfant a la logique de l’adolescent. París:
PUF [Ed.cast: De la lógica del niño a la lógica del adolescente. Buenos Aires: Paidós,
1972]
Mayer, R.E. (1982b). Different problema solving strategies for algebra word and equation
problems. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory and Cognition, 8,
448-462
Naus, M. J. y Ornstein, P. A. (1983). Development of memory strategies: Analysis, questions
and issues. In M. T. C. Chi (Ed.), Trends in memory development research. Basilea,
Suiza: Karger.
Newell, A. y Simon, H.A. (1972). Human problem solving. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall.
Osherson, D. y Markman, E. (1975). Language and the ability to evaluate contradictions and
tautologies. Cognition, 3, 213-226

30
Cerdán, y Gil, L (en prensa). Desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje.

Piaget, J. (1970). L’epistémologie génétique. París: PUF [Ed.cast: La epistemología genética.


Madrid: Debate, 1986]
Piaget, J. (1974). La prise de conscience. París: PUF [Ed.cast: La toma de conciencia. Madrid:
Morata, 1976]
Pressley, M. y Roehrig, A. (2002). Educational psychology in the modern period. In B. J.
Zimmerman y D. H. Schunk (Eds.). Educational psychology. Mahwah, N. J.: Erlbaum.
Siegler, R. S. (1986/1991). Children’s thinking. Englewood Cliffs, N. J.: Prentice Hall.

L ECTURAS COMPLEMENTAR IAS :


Gutiérrez, F., García-Madruga, J.A. y Carriedo, N. (2003). Psicología Evolutiva II:
Desarrollo cognitivo y lingüístico, Vol. 2. Madrid: UNED.
Santrock, J. W. (2004). Adolescencia. Psicología del desarrollo (9ª edic). Madrid:
McGraw-Hill
Stassen Berger, K. (1997). Psicología del desarrollo: Infancia y Adolescencia. Madrid:
Panamericana.

31
Anotaciones complementarias al
artículo Cerdán y Gil (en prensa)
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CONTENIDO
ANOTACIONES COMPLEMENTARIAS AL TEXTO DE CERDÁN Y GIL (EN PRENSA) .. 3
Estrategias para codificar la información simple y compleja............................ 3
Codificar información simple ........................................................................ 3
Atención y procesos automáticos ..................................................................... 6
Aclaraciones al concepto de Metacognición .................................................... 8
Enmarcando el periodo de las operaciones formales ..................................... 10
Pensamiento dialéctico y relativismo ............................................................. 12
Por tanto W es y no es una cosa al mismo tiempo. ........................................ 15

2
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ANOTACIONES COMPLEMENTARIAS AL TEXTO DE CERDÁN Y


GIL (EN PRENSA)

1 ESTRATEGIAS PARA CODIFICAR LA INFORMACIÓN SIMPLE Y COMPLEJA


CODIFICAR INFORMACIÓN SIMPLE
Existen diferentes formas de codificar la información simple, pero no todas ellas son
igual de eficaces:
- Repaso de mantenimiento: consiste en repetir una y otra vez una información
hasta ser capaz de retenerla. Parece muy eficaz para retener información breve
y por poco espacio de tiempo, por ejemplo, repetir el portal, el piso y la letra de
un amigo mientras nos dirigimos a su casa. Olvidaremos la información una vez
hayamos tocado al telefonillo.
- Repaso de elaboración: es una forma de repasar más compleja en la que la
información a aprender se relaciona con información ya almacenada en la
memoria a largo plazo. Por ejemplo para recordar “918442600” un sujeto
podría decir: “91, que es el prefijo de Madrid de siempre, el 84 que es la edad
de mi abuela, 42 que es la mitad de la cifra anterior y 600 que era el coche que
ella siempre conducía”. Sin embargo, otra persona con una buena memoria
visual podría encontrar más efectivo el trasladar esta cifra al teclado del
teléfono y memorizarla porque la posición de los números que siguen al 91
forman un rombo. El repaso de elaboración es más efectivo para recordar
información a largo plazo que el repaso de mantenimiento pero tiende a
utilizar más recursos cognitivos (y por lo tanto mayor desgaste) por lo que el
esfuerzo debe merecer la pena (en definitiva, no se utilizará para recordar el
portal de un amigo pero sí para recordar el teléfono de una chica que acabas de
conocer y te encantó).
- La mediación: supone ligar un elemento que es difícil de recordar con otro que
para el sujeto tiene más significado. Por ejemplo, “Rasputín” asociado a
“rascarse el puñetero tímpano”.
- Las imágenes: Las investigaciones han demostrado que las palabras que
sugieren imágenes a las personas son más fáciles de recordar que las que no
(por ejemplo, “emperador” se recordaría más fácilmente que “honestidad”).
Por lo tanto, si utilizamos imágenes en las explicaciones o sugerimos a nuestros

3
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

alumnos que se recreen la formación en imágenes mentales asociadas a


nuestras explicaciones, conseguiríamos mejorar su capacidad de recuerdo. De
ahí la utilidad de copiar los mapas geográficos que tanto se utilizaba en
nuestras aulas hace 40 años. Uno de los casos más curiosos y extremos de una
memoria prodigiosa lo describió el neuropsicólogo ruso
Alexander R. Luria en su libro “El pequeño libro de una gran
memoria”.
ILUSTRACIÓN 1. ALEXANDER R. LURIA (1902-1977)

En este pequeño documento recogía el caso real de S.V.


Shereshevski dotado de una memoria prodigiosa hasta tal punto
de que era capaz de recordar cientos de palabras con solo cerrar
los ojos e imaginarse que colocaba los objetos a lo largo de una
calle. Para recordar las palabras que se le habían dicho, lo único que tenía que hacer
era imaginar que volvía a recorrer la calle y decir lo que iba viendo. El poder de las
imágenes en su memoria era tal, que para olvidar, había tenido que inventar un
recurso especial: imaginaba que cubría con una sábana aquellos objetos que no
deseaba volver a recordar. Un ejemplo extraordinariamente eficaz y divertido para que
los alumnos aprendan ortografía es el método de Manuel Sanjuan que utiliza dibujos
que permiten que los estudiantes asocien el significado de la palabra con la letra que
tienen dificultad en recordar. He aquí algunos ejemplos:

ILUSTRACIÓN 2. EJEMPLOS DEL MÉTODO DE SANJUAN PARA RECORDAR PALABRAS

En la página de la editorial (www.editorialyalde.com) podrán encontrar un


diccionario con más de 4.000 imágenes que apoyan a palabras de ortografía difícil
(Sanjuán Nájera, 1997).
- Mnemotecnias: nos referimos a estrategias memorísticas como utilizar rimas
(“de oca a oca y tiro porque me toca”, “cero al cociente y bajamos la cifra
siguientesy si no hay se acabó la división”), dichos (“30 días tiene septiembre
con abril, junio y noviembre”) gestos (como los que utilizan muchos métodos
fonéticos cuando enseñan a los niños a asociar un gesto con el sonido y la
imagen de una letra). Una de las más utilizadas es el método de los loci que

4
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

consiste en elegir un escenario familiar y colocar los elementos que queremos


recordar. Algo parecido a lo que utilizaba el sujeto de Luria cuando disponía los
elementos a lo largo de una calle. Por ejemplo, si necesitamos recordar una
lista de personajes históricos en orden cronológico podríamos imaginar que
estamos en la puerta de nuestra casa y que hacemos un recorrido por ella. En la
entrada situaríamos al personaje más antiguo sosteniendo un letrero con el
año en el que vivió, el siguiente se situaría en el pasillo, el otro en el comedor,
así sucesivamente hasta el más moderno que lo situaríamos en nuestra
habitación. El método de los vínculos resulta muy útil para recordar listas de
palabras. Se trata de imaginar un modo divertido y original de relacionar una
palabra con la siguiente de la lista y, esta segunda, con la tercera. Así
sucesivamente. Una forma de hacerlo es crear historias. Imaginemos las
palabras: serpiente, granjero, helicóptero, cráter y escalera. Podríamos retener
esta lista en el orden adecuado si imaginamos una serpiente enorme enroscada
en el sobrero de un granjero, que corre a subirse a un helicóptero y planta
zanahorias en un cráter de la luna tan profundo que necesita acceder con una
escalera. Cuando la lista incluye palabras complejas es posible que necesitemos
utilizar el método de la primera letra, que consiste en formar una palabra o
frase fácil de retener, con la primera letra de cada una de las palabras de la
serie que deseemos aprender. Por ejemplo, para enseñar a sus alumnos las
fases de la división celular (Profase, Metafase, Anafase y Telofase) una
profesora de 4º de la ESO enseñaba la siguiente clave a sus alumnos:
PROMETOto ANA TELEfonearte.

CODIFICAR INFORMACIÓN COMPLEJA


Del mismo modo que existen estrategias que facilitan la codificación de la
información simple, el profesor puede mejorar el aprendizaje de información compleja
mediante la utilización organizadores previos y la activación de esquemas. Los
organizadores previos se refieren un material o exposición introductoria que sirve de
puente para que los alumnos conecten información antigua, más general y
normalmente conocida, con la información nueva. Los organizadores previos sugieren
en los alumnos la activación de esquemas de información anteriores que se corregirán
o reorganizarán de nuevo a la luz de la nueva información. Por ejemplo, en la
asignatura de Ciencias de La Naturaleza, antes de comenzar con el tema Animales
invertebrados, el profesor puede abrir un debate con sus alumnos para dar respuesta a
las siguientes preguntas introductorias: ¿Cuáles son los principales reinos en los que se

5
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

clasifican los seres vivos? o ¿En qué se diferencian los animales de las plantas? Puede,
además, incitar a sus alumnos a aventurarse a deducir el significado de palabras clave
del tema que van a estudiar, por ejemplo: ¿Qué creéis que puede querer decir la
palabra “invertebrados”?

2 ATENCIÓN Y PROCESOS AUTOMÁTICOS

Como complemento al artículo de Cerdán y Gil (en prensa) desarrollaremos a


continuación dos conceptos básicos en el marco de la enseñanza: la atención y el
procesamiento automático y controlado de la información (tomado de Bruning, R.H.,
Schraw, G.J. y Ronning, R.R. (2002), Psicología cognitiva y de la instrucción, Madrid:
Alianza Editorial).
Cuando hablamos de atención nos referimos a la “asignación que efectúa una
persona de los recursos cognitivos a la tarea que tiene entre manos” (Bruning, Schraw
y Ronning, 2002, pág. 52). Aunque existen diferencias individuales la mayor parte de
las personas, incluso las más capaces, están limitadas para realizar más de dos tareas al
mismo tiempo. En el aula de Secundaria, los alumnos están bombardeados de
estímulos (el discurso más o menos aburrido del profesor, el ruido de la tormenta
fuera, los cuchicheos de los alumnos sentados detrás, el picor de una erupción en la
pierna, etc.) por lo que deben aprender distribuir sus recursos atencionales. Por una
parte deben centrar su atención en aquellos estímulos más relevantes en cada
momento, e ignorar el resto (atención selectiva); pero, también, deben mantener la
atención a dichos estímulos a lo largo de un tiempo prolongado (atención continua). La
capacidad de atención mejora por efecto de la maduración neurológica del lóbulo
frontal por lo que la capacidad de atención aumenta con la edad, pero también se ve
influida por otros factores como: el tipo de tarea realizada, la dificultad de la misma y
la motivación del sujeto para su realización. Cuando se habla de problemas de
atención solemos referirnos a chicos y chicas que presentan una baja eficacia (mayor
número de errores), mayor fatiga y/o mayor lentitud, en tareas que requieren
atención selectiva o atención continua respecto al rendimiento que alcanzan los chicos
de su mismo grupo de edad. El rendimiento de un chico o chica con problemas de
atención no siempre se refleja en un rendimiento insuficiente (no aprueba), también
puede reflejarse en un rendimiento insatisfactorio (aprueba pero con un calificaciones
por debajo de sus posibilidades reales si se tiene en cuenta su capacidad o la gran
dedicación y esfuerzo que invierte en las tareas). Hemos comentado que la atención se
regula, en parte, con la motivación. Es lógico pensar que los chicos más motivados en

6
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

una tarea son los que más fácilmente le prestarán atención y eso nos hace pensar que
si un chico o chica de aspecto inteligente no presta atención en clase, el único
problema es el de la falta de ganas o voluntad para hacerlo. Un chico con problemas
de atención en el aula puede no parecer un chico inatento cuando se dedica a tareas
que le gustan o para aquellas que se sabe bien dotado. Aunque en estas circunstancias
la mayoría de los profesores suelen atribuir a falta de voluntad o a “vaguería” el mal
rendimiento en determinadas materias, no siempre sucede de este modo. Un chico o
chica con problemas de atención y con pobre memoria de trabajo se fatiga mucho más
y se agota mucho antes que sus compañeros y esto sucede tanto en las tareas que no
le gustan como en aquellas ante las que se siente más motivado. La única diferencia
radica en que el esfuerzo que tiene que realizar el estudiante para reorientar
constantemente la atención hacia el objetivo, para inhibir estímulos distractores y para
mantenerse en la tarea y no dejarse llevar por el deseo de abandonar, puede
compensarle más en una tarea que le resulte agradable o accesible que en otra que
perciba más difícil. La mayoría de las materias que se estudian en Secundaria o
Bachillerato no son del agrado de los estudiantes por lo que es más fácil que el alumno
inatento abandone antes y obtenga un rendimiento peor. Podemos afirmar que en el
mal rendimiento de muchos chicos inatentos durante la adolescencia, se unen varios
factores. Por una parte, la fatiga y los errores derivados del déficit ejecutivo y, por otra,
la falta de tolerancia al esfuerzo y la insuficiente dedicación al estudio derivada, tras
muchas experiencias de fracaso, de la percepción de los sujetos de falta de control
sobre su propio rendimiento.
Una forma que tiene nuestro cerebro de ahorrar recursos cognitivos al realizar
una tarea es automatizar algunos de sus procesos. Esta es la explicación de que
podamos realizar varias tareas al mismo tiempo. Los procesos que han sido
automatizados requieren de escasa o nula atención, lo que permite dedicar esa
atención a la supervisión de procesos más complejos o novedosos. Ejemplos de
procesos automáticos son: los cambios de marcha en el conductor experto, el teclear
del ordenador de una secretaria o la pulsación de las teclas en un pianista experto.
Para conseguir la automatización de los procesos cognitivos se requiere una práctica
continuada. Practicar la lectura permite al buen lector realizar una decodificación de
las letras automática y centrar los recursos atencionales en la comprensión de la
información, en establecer relaciones entre las ideas que se exponen y/o en extraer la
idea principal. Algunos chicos o chicas llegan a Educación Secundaria sabiendo leer
pero con una velocidad lectora muy por debajo de lo que se espera para su edad. Por
alguna razón (falta de práctica suficiente o un trastorno en la adquisición de la lectura),
no han conseguido la automatización de los procesos de decodificación (de las letras y

7
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

su traducción a los sonidos correspondientes) que se exige para conseguir una lectura
veloz conservando la comprensión de lo que se lee. Estos chicos/as necesitan leer más
lentamente si quieren enterarse realmente de lo que dice el texto. Automatizar la
decodificación no es un proceso fácil. Para que nos hagamos una idea, se calcula que
hasta final de 3º de Educación Primaria, los niños no son capaces de percibir, como
una sola sílaba y de un golpe de vista, las sílabas trabadas como, por ejemplo, PLA o
PRA. Necesitan detenerse y procesarlas como dos sílabas antes de entender lo que
están leyendo. Como profesores encontraremos más de un alumno en nuestra clase
que escriba y lea muy lentamente. Antes de etiquetar de vagos a estos chicos,
deberíamos plantearnos la posibilidad de que padezca un trastorno de la lectura no
detectada hasta el momento. En estos casos, tendremos que realizar algunas
adaptaciones eficaces como: más tiempo en los exámenes, eximirles de copiar los
enunciados de los problemas de matemáticas o examinarles oralmente mientras se les
da tiempo para entrenarse en la realización de exámenes escritos (ordenando las ideas
y exponiendo la información de forma organizada). La práctica repetitiva mejora la
ejecución según reflejan muchas investigaciones, incluso tras cientos o miles de
ensayos.

3 ACLARACIONES AL CONCEPTO DE METACOGNICIÓN

Según Flavel (1992) la Metacognición hace referencia al conocimiento sobre el


conocimiento. Es decir, en qué medida la persona es consciente de su dominio o
conocimiento sobre algo. Por ejemplo, en la realización de un rompecabezas, un niño
de 6 años utilizará estrategias simples para llegar a la solución correcta pero después
probablemente no será capaz de contar cómo lo hizo y, mucho menos, de decirle a
otro niño qué estrategias son las mejores para hacer el rompecabezas rápido y bien.
Un niño de 10 años, sin embargo, podrá enunciar algunas de las estrategias que él sabe
que domina y que, dada su experiencia, considera útiles para instruir a otro niño de
forma adecuada (diciéndole, por ejemplo que comience colocando las piezas de las
esquinas para continuar, después, con el borde). Este niño, a diferencia del anterior es
consciente de su conocimiento lo que, además de permitirle utilizar estrategias más
eficaces, le permite perfeccionarlas con la nuevas experiencias, generalizarlas a otro
tipo de tareas y/ contextos y combinarlas para desarrollar otras nuevas y más eficaces.
Por otra parte, un alumno de la ESO demostrará tener ciertas habilidades
metacognitivas cuando subraya la información compleja de la lección que debe

8
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

memorizar; su profesor cuando, consciente de sus dificultades para memorizar los


nombres de sus alumnos, repasa las fichas con sus datos personales fijándose en la
foto justo antes de entrar en cada clase y, su madre, cuando repite para sí misma las
instrucciones del folleto en un intento de conectar correctamente el decodificador de
la TDT en su antiguo aparato de televisión. Los tres son conscientes de sus procesos de
pensamiento lo que les permite una mayor autorregulación cognitiva.
La metacognición puede referirse al conocimiento que tenemos sobre nosotros
mismos como aprendices (conocimiento declarativo) lo que nos llevaría a describirnos
como “torpes”, “olvidadizos” o “mentalmente rápidos”, o al conocimiento de los
demás, tal y como reflejaría la frase “mejor que Adela se encargue de la organización
del viaje de fin de curso porque es muy organizada y metódica y Álvaro de la rifa para
sacar dinero porque ya tiene experiencia del año pasado y es más relaciones públicas”
También puede ser relativo a la tarea (como reflejaría la frase: “Creo que este fin de
semana comenzaré a estudiar el tema 4 antes que el 2 porque es más largo y requiere
hacer más ejercicios prácticos”) o a las estrategias que se pueden emplear para
cumplimentarla con éxito (conocimiento procedimental): “debería tener cuidado con
los cálculos y revisar los resultados a medida que voy realizando los ejercicios porque
la última vez suspendí por errores tontos”. Pero también pueden referirse a la toma de
conciencia de en qué momento y circunstancia es más útil la aplicación de una
estrategia conocida (conocimiento condicional). Ejemplos como estos hacen referencia
a una de las formas básicas de la metacognición: El conocimiento metacognitivo. La
segunda forma de metacognición, el control metacognitivo ( la actividad cognitiva
implicada en el control o regulación de los procesos y estrategias cognitivas) implica un
conocimiento procedimental, lo que supone la planificación, la supervisión y reajuste
y la evaluación. Veamos el siguiente ejemplo: En un examen de matemáticas, Marcos
planifica la resolución del problema utilizando un papel en sucio, revisa paso a paso lo
que ha hecho, piensa el mejor modo de reorganizar la información para que quede más
limpio y para que el profesor lo vea más claro, procede a copiar el problema en la hoja
de examen supervisando atentamente la copia para no cometer errores por despiste y,
finalmente, mira el reloj y como ve que le ha quedado tiempo de sobra, revisa cómo le
ha quedado y si el resultado final es correcto.
Una buena instrucción implica conseguir que los alumnos mejoren sus niveles
de autorregulación cognitiva lo que implica el entrenamiento en: habilidades de
planificación (seleccionar estrategias y distribuir recursos), de regulación (supervisar el
proceso y evaluar las habilidades necesarias para controlar el aprendizaje) y de
evaluación (tanto de los conocimientos adquiridos como de los procedimientos
utilizados).

9
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ENMARCANDO EL PERIODO DE LAS OPERACIONES FORMALES


4
En la teoría Piagetiana, todos los seres humanos pasamos por diferentes
estadios del desarrollo, que aparecen representados en la figura 1. Las capacidades
cognitivas de los seres humanos van aumentando con la edad hasta llegar al culmen
del desarrollo cognitivo, en la adolescencia, cuando las personas conseguimos la
capacidad de pensar y razonar de forma científica. Hasta ese momento, los seres
humanos pasaríamos por una serie de etapas en las que se van adquiriendo
capacidades cada vez más complejas.
ILUSTRACIÓN 3. PERIODOS DEL DESARROLLO HUMANO SEGÚN PIAGET

Algunos de los hitos cognitivo-evolutivos más importantes del periodo


sensoriomotor están relacionados con la adquisición del pensamiento simbólico (la
capacidad de utilizar signos que representa a un objeto, acción o hecho concreto) cuyo
máximo exponente es la aparición del lenguaje, a través del cual podemos representar
diferentes objetos, estén o no presentes, con la palabra que usamos para
denominarlo. El pensamiento simbólico también se puede observar en otros aspectos
diferentes al lenguaje, como los dibujos o en los juegos (jugar a como si, por ejemplo
utilizando el palo de la fregona como si fuera una motocicleta).

10
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 4. JEAN PIAGET

El siguiente estadío es el que Piaget denominó de


preparación de las operaciones o preoperatorio. En él, los
niños y niñas pueden razonar pero utilizando una sola
dimensión de la realidad en el razonamiento y entendiendo
la realidad de una forma estática, sin comprender del todo
las transformaciones que sufre. El ejemplo clásico hace
referencia a los experimentos de la conservación, que vamos
a desarrollar para que el estudiantado pueda entenderlo.
Escogeremos para ello la conservación del líquido. Se enseña
a un niño de 4 o 5 años dos vasos iguales con líquidos (a ser
posible de diferentes colores). Uno de los vasos lleva líquido
rojo, el otro líquido azul. Los vasos son idénticos. Se pregunta al niño en qué vaso hay
más líquido, o “si yo me bebo el vaso con líquido rojo y tú el vaso con líquido azul,
¿quién bebe más?”. El niño reconoce que hay la misma cantidad. En ese momento
comienzan una serie de transformaciones que consisten en dejar siempre uno de los
vasos sin alterar (por ejemplo el vaso con líquido rojo) y hacer variaciones en el otro:
traspasar el líquido a un vaso más estrecho y alto, volver al vaso original, trasvasar el
líquido a un vaso bajo y ancho, volver al vaso original, traspasar el líquido a un vaso
igual de alto pero más ancho, volver al vaso original… etc. En cada transformación se
pregunta al niño dónde hay más cantidad de líquido. Lo sorprendente es que los niños
y las niñas, hasta los 5 o 6 años, suelen considerar que la cantidad de líquido varía en
función del recipiente que se haya utilizado. Es decir, en el caso de trasvasar el líquido
a un vaso ancho y bajo, piensan que hay menos líquido, pero al volverlo al original, de
nuevo ven igual cantidad de líquido rojo y azul. La explicación viene dada por la
incapacidad de tener en cuenta dos dimensiones de la realidad (el alto del vaso y el
ancho del mismo) y la incapacidad de seguir mentalmente la transformación realizada
(cuando se vuelve a traspasar el líquido al vaso original hay la misma cantidad). Será en
el periodo operatorio cuando el niño será capaz de realizar operaciones mentales (de
ahí su nombre) que permitan seguir las transformaciones que se hacen a la materia
objeto de estudio y percatarse de que, aunque se transforme la forma de la materia en
función de la vasija en la que se incluya, la cantidad de materia (en este caso líquido)
no varía. A pesar del importante avance que supone la adquisición de las operaciones
concretas, habrá que esperar a la llegada de la adolescencia para que se vuelva a
producir un importante avance en el desarrollo cognitivo: la adquisición de las

11
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

operaciones formales. Este avance está explicado en el texto base del tema de Cerdán
y Gil.
Algunas de las pruebas que Piaget elaboró para evaluar el pensamiento operatorio
son:
Conservación del líquido
Conservación de la sustancia
Conservación del número
Conservación del volumen

Tal y como se recoge en el apartado de prácticas voluntarias, el estudiante


interesado puede ver en youtube ejemplos de las diferentes conservaciones. En el
enlace: http://www.youtube.com/watch?v=ORH-8VmlQIY&feature=related.
Igualmente, la descripción del pensamiento formal que aparece en el texto de
Cerdán y Gil surge a partir de situaciones experimentales diseñadas por Piaget y su
colaboradora Inhelder. Algunas de ellas son:
Tarea de la balanza
Tarea del péndulo
Tarea de la combinatoria

5 PENSAMIENTO DIALÉCTICO Y RELATIVISMO


Existen multitud de ejemplos cotidianos en los que las personas adultas y, por
supuesto, también los adolescentes, utilizan el pensamiento dialéctico o relativo en
lugar del formal aunque la tarea permitiera la utilización de un pensamiento lógico
deductivo puro. Pongamos un ejemplo: Pedro se enfada con María porque llega tarde
a la cita que tenían y esto impiden entrar en el cine a ver la película prevista. María
explica a Pedro que venía con tiempo, pero un accidente en la carretera ha generado
un atasco y ha hecho que llegue tarde. Pedro no atiende a razones lógicas y sigue
enfadado: “podrías haberlo previsto y haber salido antes”. Si Pedro empleara la lógica
formal no se enfadaría porque las causas de María pueden explicarse por pura lógica:
A: Se tardan 20 minutos en llegar de casa al cine y aparcar el coche
A B (Si salgo con 20 minutos de antelación, llego al cine)
-A - B (Si no salgo con, al menos, 20 minutos de antelación, no llego al cine)
María ha salido con más de 20 minutos de antelación (luego se da la condición
A), pero no ha llegado al cine (no se ha dado la B). Si Pedro sólo usara la lógica pura no

12
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

podría enfadarse porque, realmente, María no pudo prever el accidente de tráfico. Sin
embargo, en nuestra vida cotidiana atendemos a cuestiones que no tienen que ver con
la lógica, y posiblemente María siempre haga esperar a Pedro que ya está cansado, o
Pedro sospecha que no ha habido accidente, o sencillamente, aunque María siempre
sea puntual y sí haya habido accidente, Pedro ha tenido un mal día y quería despejarse
viendo la película que tantas ganas tenía de ver. El pensamiento relativo permite la
contradicción, la incoherencia y la comprende. Permite que una persona muy
feminista, utilice sus “armas de mujer” para entrar en un evento para el que no tiene
entrada aprovechando que parece gustarle al portero, y no se sienta incómoda por
ello; permite que un aférrimo seguidor del Sevilla quiera que su equipo pierda el
partido contra el Osasuna para fastidiar al equipo rival, el Betis y que baje a segunda;
permite, en definitiva, que nos perdonemos todas las incoherencias y contradicciones
en las que caemos día a día y que no se podrían comprender utilizando la lógica pura y
el pensamiento hipotético deductivo.
Pero, además de que, en ocasiones, no utilicemos precisamente la lógica en
nuestro pensamiento, en otras ocasiones el pensamiento formal y la lógica no
permiten resolver de forma adecuada algunas tareas. Os pedimos que juguéis con
nosotros a resolver estas dos tareas.

1. Tarea. Responde si esta aseveración es cierta o falsa:

Hay tres erores en esta semtencia


Anote aquí su respuesta:

13
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. Tarea. Intente seguir esta secuencia lógica y responda si “a” o “b” son ciertas.
1. Hay conjuntos que no pertenecen a sí mismos
2. Hay conjuntos que pertenecen a sí mismos
3. Imaginemos el conjunto W que es el conjunto de todos los conjuntos que no
pertenecen a sí mismos
4. Imaginemos el conjunto V que es el conjunto de todos los conjuntos que sí
pertenecen a sí mismos
5. El conjunto V pertenece a sí mismo, pero
6. ¿qué ocurre con el conjunto W?
a. ¿Pertenece a sí mismo?
b. ¿No pertenece a sí mismo?

Anote aquí su respuesta:

14
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Soluciones a las tareas anteriores:

La tarea 1 no puede resolverse utilizando la lógica:

Hay tres erores en esta semtencia


La sentencia es falsa y verdadera al mismo tiempo. Es falsa porque sólo hay dos
errores (la r y la m), pero al mismo tiempo es verdadera porque el que la sentencia en
sí misma sea falsa (no hay tres errores sino dos) es el tercer error de la sentencia.

La tarea 2 no puede resolverse con lógica:

La respuesta “a” es falsa, porque W no puede pertenecer a sí mismo, desde el


mismo momento que la definición de W son los conjuntos que NO pertenecen
a sí mismos
La respuesta “b” es falsa, porque sí pertenece a sí mismo, ya que es el conjunto
de todos los conjuntos de los que está formado.

POR TANTO W ES Y NO ES UNA COSA AL MISMO TIEMPO.

15
TEMAS 2 y 3.
Aplicaciones al aula
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

DESARROLLO COGNITIVO EN EL ADOLESCENTE: APLICACIONES


PARA EL AULA

En el tema dedicado al desarrollo cognitivo del adolescente hemos visto que el


procesamiento de la información por parte del cerebro está extremadamente limitado
en la Memoria Sensorial y en la Memoria a Corto Plazo. Para mejorar el aprendizaje de
sus alumnos recuerde que:

1. La labor del profesor comienza en el momento de planificar los contenidos


que debe impartir en su asignatura, el modo de enseñar y de motivar a sus
alumnos. Respecto al contenido de la asignatura, no dé por hecho que la
estructura del libro de texto (que la mayoría de las veces le han impuesto) es la
más adecuada. Reorganice la exposición de los temas de modo que sea más
motivador y sencillo de comprender para sus alumnos. En el caso de tareas o
temas complejos, si es necesario, fragméntelos en bloques más sencillos y
secuéncielos en orden de dificultad. No olvide que el gusto por una materia
pasa por sentir control sobre la misma. La mayoría de los alumnos que odian
una materia es porque se creen ineptos o poco capacitados para ese tipo de
estudios, porque piensan que no tienen base suficiente y, especialmente,
porque hace mucho tiempo que perdieron el control sobre la asignatura y no
ven el modo de hacerse de nuevo con ella. Dedique unas sesiones al repaso de
aspectos básicos de años anteriores, elija para empezar el nuevo temario un
tema que no requiera base anterior, de este modo los alumnos que tienen falta
de base podrán seguir trabajando en sus lagunas a la par que mantenerse al
ritmo de sus compañeros. No olvide planificar cómo motivarlos.

2. Como buen profesor, usted está preocupado por preparar muy bien el tema
que le toca enseñar a sus alumnos, pero su efectividad pedagógica puede
reducirse a la mitad si olvida que el punto de partida del aprendizaje de sus
alumnos no es la explicación de esa nueva información que usted tan bien
domina. El punto de partida de cualquier aprendizaje es lo que el alumno ya
sabe sobre el tema (por poco que sea). Por lo tanto, todas las lecciones que
imparta deberán comenzar con actividades para que sus alumnos activen sus
conocimientos previos sobre el tema que van a estudiar. La mayoría de los
alumnos, incluidos los peores, han memorizado en cursos anteriores, en otras
asignaturas o incluso en la TV, alguna información relevante relacionada con el
tema que va a explicar, pero la mayoría de ellos no utilizan esa información de

3
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

forma activa para la adquisición de nuevos aprendizajes. Conseguir esto es la


clave de la instrucción. Activar los conocimientos previos les permitirá
completar conocimientos anteriores y construir conocimientos nuevos en base
a la información que ya tienen almacenada en la Memoria a Largo Plazo. De
este modo sus alumnos: se motivarán al descubrir que todavía recuerdan
aquello que aprendieron en cursos anteriores, tendrán una base para
discriminar qué información nueva es realmente relevante y cuál no lo es y
consolidarán los nuevos aprendizajes conectando significativamente la
información nueva con la ya almacenada en su Memoria a Largo Plazo.

3. Debido a las limitaciones de la Memoria a Corto Plazo, sus alumnos no podrán


atender de golpe a toda la información que recibirán y deberán aprender a
centrar sus recursos atencionales en la información más relevante. Como
profesor no debe dar por hecho que saben hacer esto sin ayuda. Trate de que
sean lo más autónomos posible pero ayúdeles en este proceso con ejercicios
como los siguientes: Haga grupos de 4 alumnos, reparta a cada grupo un tema
o parte de un tema y pídales que imaginen que son profesores y que su
cometido es el de extraer preguntas de examen que se refieran a los contenidos
más importantes del tema que les ha tocado. Recojan las preguntas de todos
los grupos y clasifíquenlas por orden de importancia. Si se realiza a conciencia,
prácticamente todos los alumnos dominarán el tema al final de proceso.
Compruebe que no es una pérdida de tiempo trabajando un tema de su
materia de este modo. Elija para comenzar, un tema sencillo. Quizá el primer
tema les lleve más tiempo, pero una vez desarrollada la habilidad, todo irá más
rápido.

4. Aunque la capacidad de procesar la información es limitada, podemos


mejorarla si conseguimos automatizar parte de la tarea del mismo modo que
un conductor experimentado puede permitirse conversar con su acompañante
porque ha automatizado muchas de las tareas que implica la conducción (mirar
por el espejo retrovisor, embragar, cambiar de marcha, calcular la velocidad de
aproximación de otro coche, etc.) Los procesos automáticos aumentan la
velocidad a la que se procesa la información. Es decir, no podemos ampliar el
diámetro de un grifo pero sí aumentar el caudal del agua que sale por él. Por
ejemplo, un alumno realizará más rápidamente un problema de matemáticas si
tiene automatizado el cálculo pero tendrá dificultades para centrarse en el
contenido de una redacción si no ha automatizado el procedimiento para
acentuar las palabras y todavía tiene que prestar atención expresa en cada

4
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

palabra para identificar: qué sílaba es la tónica, si la palabra esdrújula o llana y


para evocar en su memoria las reglas de la acentuación correspondientes. Si
sus alumnos no se muestran eficaces en una tarea, plantéese desgranar la tarea
en otras más simples entrenándolas por separado.

5. Ofrezca al estudiante la posibilidad de aprender empleando el mayor número


de canales sensoriales posibles. Recuerde que la información visual y auditiva
se procesan por separado en la memoria de trabajo, consolidando la
adquisición. Si sus explicaciones son sólo orales serán menos efectivas que si
incluyen imágenes, videos, música, olores, experiencias vivenciadas y
actividades que les obliguen a reflexionar sobre todo ello.

6. Enseñe contenidos pero también las estrategias necesarias para asimilarlos.


Su labor no es sólo saber qué enseñar sino saber cómo enseñarlo, y la de sus
alumnos es reconocer qué deben aprender y descubrir el mejor modo de
hacerlo. Elija las estrategias adecuadas a la edad de sus alumnos, fíjese en las
estrategias que utilizan los más hábiles y trate, a través del modelamiento, de
que se familiaricen con ellas los menos capaces. Las estrategias que se emplean
durante el aprendizaje son: identificar la información relevante, efectuar
predicciones o plantearse hipótesis, supervisar, analizar e interpretar. Las
estrategias que se emplean después del aprendizaje son: repasar, organizar y
reflexionar. Para conseguir la autorregulación los alumnos deberán tener
cierto grado de competencia en éstas fases (Bruning, Schraw y Ronning, 2002).

7. No se exceda en el número de estrategias planteadas para una actividad.


Seleccione dos o tres de las más eficaces y practíquelas durante 8 o 10
semanas. Necesitarán ese tiempo para aplicarlas con cierto automatismo
(Bruning, Schraw y Ronning, 2002). Modele, es decir, haga de modelo para que
sus alumnos vean como procede un experto y aprendan a aplicar las estrategias
en situaciones diversas. Modele también el modo de supervisar su proceder.
Proporcione feedback sobre la utilización que sus alumnos hacen de esas
estrategias.

8. Recuerde que, tan importante es enseñar estrategias a los alumnos como que
ellos las personalicen y se den cuenta de cuáles les resultan más efectivas,
cuáles son sus errores más frecuentes y cómo pueden solventarlos
(habilidades metacognitivas). De este modo los alumnos llegarán a
autorregular su aprendizaje. Indudablemente eso lleva tiempo pero el
aprendizaje de sus alumnos no será mejor si omite esta parte de la instrucción

5
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

para añadir más y más contenidos o más y más problemas para realizar.
Algunos trabajos recogen resultados positivos cuando se aplica lo que se ha
llamado Listas de supervisión. Se trata de una lista de preguntas que permiten a
los alumnos verificar si están supervisando su aprendizaje de forma adecuada
(Brunning, Scharw y Ronning, 2002). Por ejemplo: (1) ¿Cuál es mi objetivo al
aprender esta información?, (2) ¿Se algo del tema?, (3) ¿Conozco estrategias
que me ayudaran a aprender todo esto?, (4) ¿Voy comprendiendo a medida
que avanzo?, (5) ¿Cómo debo corregir los errores? Y (6) ¿He alcanzado el
objetivo que me he fijado? Las listas de supervisión pueden colgarse en clase
para que sirva de orientación para todos.

9. Adelántese a los temores de sus alumnos, modifique sus expectativas de


fracaso respecto a la materia. Como profesores tendemos a creer que la falta
de motivación de los alumnos para el estudio de una materia se debe
exclusivamente al desinterés que tienen sobre la misma (“no le interesan las
matemáticas”, “ piensan que la física no es algo que vayan a utilizar en el
futuro”, “sólo tienen ojos para la música”). Sin embargo, la desmotivación está
mucho más determinada de lo que pensamos por las creencias que los alumnos
tiene de su propia capacidad y las expectativas de éxito o de fracaso (“yo no
valgo para las mates, no me entero y aunque le dedique mil años seguiría sin
enterarme”). Actitudes así bloquean en el alumno toda posibilidad de abrirse a
escuchar cualquier explicación del profesor. Usted ha aprendido muchas cosas
sobre cómo evoluciona el razonamiento del niño desde la infancia hasta la
adolescencia, ¿cree que sus alumno se sienten tan capaces de razonar como se
supone que dice Piaget? Quizá dedicar un tiempo a descubrirles esas nuevas
capacidades, les anime a abrirse a nuevos aprendizajes.

10. La motivación de los alumnos sobre el estudio de una materia está muy
determinada por los prejuicios que tienen sobre la misma y por las
expectativas que tienen de éxito o de fracaso. En el caso de las matemáticas y
la física, la mayoría de los chicos dan por hecho que son materias inaccesibles
para ellos. Seleccione las tareas para casa en orden de dificultad creciente y
adecúelas al nivel de sus alumnos (si hace falta, haga tres niveles de deberes).
Piense una cosa: “si hago 10 problemas y 7 los tengo mal, me sentiré frustrado
y habrá pocas probabilidades de que me esfuerce en terminar los del día
siguiente, sin embargo, si de los 10 problemas, controlo 7, querré seguir
esforzándome y el análisis a fondo de los tres restantes me ayudarán a
progresar”. Ideas del tipo “voy a suspenderle este trimestre para motivarlo

6
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

más” no sólo no logran el objetivo último de crear mayor interés en el


estudiante, sino que consiguen la respuesta contraria: desmotivación,
desánimo, frustración, impotencia y poca sensación de autoeficacia.

11. No caiga en el error de considerar que el objetivo principal de las clases es la


explicación del tema y relegar la práctica y el estudio para el tiempo deberes
en casa. Poner en práctica lo aprendido, profundizar en su significado,
establecer relaciones y tomar conciencia del modo de proceder y de las
estrategias y errores más frecuentes, es la base misma del aprendizaje y debe
realizarse bajo supervisión del profesor y en las horas de clase. Además, el
rendimiento de los alumnos será mayor si realizan y discuten los problemas en
grupos durante la clase que si se les mandan esos problemas para hacer en
casa, en solitario, en competencia con los videojuegos o el TV, y con la fatiga de
toda una jornada escolar a sus espaldas. Lo difícil debe trabajarse en el colegio,
en casa se trabaja para automatizar lo adquirido con anterioridad.

12. Cuando mande deberes póngase en la piel de sus alumnos. Está demostrado
que los profesores subestiman la duración de los deberes. No olvide que un
problema que usted haría en 10 minutos puede llevar una hora al chico más
despierto. Recuerde que el alumno aprende más realizando 10 problemas,
atendiendo a su contenido y descubriendo en dónde radican sus dificultades
que obligándole a realizar 100 de ellos sin apenas reflexión, corrigiéndolos a
toda prisa en clase sin tiempo para asimilarlos y sin tomar conciencia del por
qué de los fallos. Pocos deberes pero relevantes favorecerán la participación de
los alumnos (serán menos los que no los hagan), su control como profesor de la
práctica, del proceso y del resultado, y contribuirán a un mayor aprendizaje.

13. Recuerde que debe ayudar a sus alumnos a desarrollar sus habilidades
metacognitivas (tomar conciencia de lo que realmente saben y de las
estrategias que son eficaces). Cada vez que termine con un bloque temático,
dedique un tiempo para que sus alumnos reflexionen sobre los conocimientos
adquiridos, las dificultades que han superado, las estrategias que han
aprendido y los pasos para continuar con dicho aprendizaje. Algunos alumnos
son capaces de hacer estas reflexiones por sí mismos y se auto-motivan con
facilidad, pero otros deberán aprenderlo con usted.

Es posible que las observaciones anteriores le hagan reflexionar sobre una forma
de enseñar muy diferente a la que tenía en mente. No sólo se trata de dar a los
alumnos información nueva, se trata de realizar una instrucción metacognitiva que les

7
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ayude a aprender de forma más eficaz, de recuperar la confianza en aquellos que la


habían perdido y de facilitar recuperar la base a aquellos que no la tenían. Quizá
piense que es una tarea demasiado difícil para un profesor novato y quizá tenga usted
en su contra la falta de familiarización con los adolescentes, la falta de experiencia en
la enseñanza y, quizá, el no haber sido enseñado de este modo cuando era un
adolescente. Pero piense que esa misma falta de experiencia en la docencia puede
actuar a su favor porque se suele asociar a una actitud más abierta y flexible a la
adquisición de nuevos modos de enseñar (algo que suele escasear en profesores que
llevan más años o que están, por los motivos que sean, “quemados” en la docencia).
¿Cómo llevar a la práctica de la docencia diaria éstas y otras enseñanzas?
¿Cómo organizar la instrucción? Veamos algunas sugerencias prácticas:

1. Antes de enfrentarse al aula deberá familiarizarse con: el temario, el libro de


texto y los materiales que puede utilizar en el marco de la escuela. Recuerde
que el libro de texto es un medio para que usted enseñe, no la vía obligatoria
por la que deben aprender sus alumnos. Los profesores de matemáticas lo
tienen claro y muchas veces, deciden explicar algunos temas por sus propios
apuntes en lugar de ajustarse a un libro que a menudo no les parece el mejor
modo de exponer aquello que quieren enseñar. Los profesores del resto de las
materias deberían poder plantearse, también, en qué medida el libro de texto
se adapta a las necesidades de sus alumnos, qué partes del mismo les gustaría
utilizar y qué otros materiales necesitan introducir.

2. Un segundo paso será decidir cómo organizar la asignatura, es decir, cómo


distribuir los temas por evaluaciones y el orden de presentación de los mismos.
Cuando se ponga a ello deberá tener en cuenta que, en el primer trimestre, sus
alumnos deberán familiarizarse con la asignatura, con usted y con la nueva
forma de aprender. Y usted deberá, también, familiarizarse con ellos, descubrir
sus motivaciones, conocer hasta qué punto llegan con base suficiente para
afrontar su asignatura e interesarse por el funcionamiento de las relaciones
personales (piense que si se mete en el bolsillo al líder de la clase, el resto será
coser y cantar). Eso quiere decir que en ese primer trimestre, más que en los
restantes, necesitará dedicar más tiempo a animar a los alumnos hacia el
aprendizaje de la asignatura y a enseñarles nuevas formas de estudiar la
materia (motivación y procedimiento). Por lo tanto, será difícil que se pueda
avanzar a la misma velocidad en los contenidos. Una forma de evitar que todo
ello le retrase puede ser comenzar el curso por temas que sean más sencillos,
que motiven más a los alumnos o que no requieran una base anterior. Una vez

8
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

que los alumnos se familiaricen con su forma de dar clase y haya conseguido
motivarlos, todo será mucho más ágil y sencillo. Elija, por lo tanto, comenzar
por aquellos temas que considere que le va a dar más juego para hacer una
instrucción metacognitiva.

3. Una vez decidido su primer plan para organizar la asignatura (y decimos primer
plan porque no sería extraño que tuviera que hacer modificaciones una vez que
contacte con el grupo), deberá proceder a realizar un cronograma. Es decir,
ajustar los temas al número de sesiones de clase que tendrá en el trimestre. Le
aconsejamos que no sea ambicioso y que reserve algunas sesiones para
repasos o imprevistos (quizá haya una nevada o una epidemia de gripe haga
que su clase se quede mermada por unos días).

4. Las primeras clases implican objetivos generales: presentarse, conocer a los


alumnos y explicar la dinámica que se llevará en las sesiones. Antes de meterse
de lleno con el primer tema de la asignatura, será necesario que los alumnos se
sitúen. Comience con la presentación del temario de su asignatura y pida a los
alumnos que comparen el índice de los temas del libro actual con el de años
anteriores: semejanzas, diferencias, qué contenidos de cursos anteriores
pueden ser básicos para cursar esta asignatura, etc.

5. Recuerde que si desea que el aprendizaje de sus alumnos sea significativo, no


puede partir, sin más, de los contenidos que se exigen para este curso, deberá
enseñar a sus alumnos a partir de su nivel real de conocimientos. Por lo
tanto, le resultará útil dar por hecho que va a tener alumnos con falta de base y
dedicar un par de clases al repaso de conceptos anteriores. Después de esas
sesiones debería tener información suficiente como para valorar: (1) si le
compensa realizar algunas sesiones más de repaso con todo el grupo antes de
entrar en la materia del curso, (2) si puede comenzar con el temario del curso
con la mayoría de los alumnos pero planificando con un pequeño grupo, más
retrasado, algunas actividades de recuperación en paralelo, o (3) si es
preferible orientar a los padres de aquellos chicos más desfasados para que
proporcionen apoyo extraescolar a sus hijos. Si una parte importante de los
alumnos de su clase carece de base suficiente, puede comenzar el curso con
algún tema que no requiera base anterior y realizar, en paralelo, actividades de
repaso de los conceptos básicos que fundamenten los temas que se tocarán
más adelante.

9
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

6. Plantee a los alumnos el tema que se va a trabajar y explique la estructura que


van a tener sus clases. Para ello fragmente la exposición de los temas en las
fases que considere oportunas. Por ejemplo: (1) activación de los
conocimientos previos por parte de los alumnos (recuerde que no se trata de
que usted les dé una explicación introductoria más), (2) explicación de la nueva
información a través del mayor número de canales sensoriales posible, de la
forma más amena y con la mayor participación de los alumnos , (3) propuestas
de los alumnos sobre la mejor forma de estudiar la materia (tormenta de
ideas), (4) actividades prácticas para asimilar la información con trabajo
individual y en grupo supervisado por el profesor y en clase y (5)
autoevaluación de lo aprendido (de los contenidos y las estrategias). Sería de
utilidad que utilizase dibujos o símbolos asociados a cada fase.
7. Planifique cómo va a realizar la fase de activación de los conocimientos
previos. Por ejemplo, pida a sus alumnos que, con los libros cerrados, realicen
una tormenta de ideas, es decir, que digan todo lo que conozcan sobre el tema
que se va a tratar. Ayúdeles a romper el hielo valorando cualquier aportación
por poco significativa que sea. Vaya organizando en la pizarra la información de
forma coherente. Pídales que la copien en sus cuadernos e infórmeles que han
activado los conocimientos previos sobre el tema, explíqueles el término y para
qué les va a resultar útil.
8. Terminada esta fase, abra el libro y analice con sus alumnos el tema actual.
Hágales caer en la cuenta de cómo está estructurado el tema. Póngales en el
siguiente supuesto: Imagínense que no se han enterado de que voy a poner un
examen sobre este tema. No quieren suspender pero tienen sólo 10 minutos del
recreo para estudiarse algo importante que pueda caer en el examen. A la vista
del libro ¿qué parte elegirían? Deles unos minutos para que, sin haberse leído
el tema, los alumnos tengan que determinar qué información puede ser más
relevante en función de aspectos como: la información que ofrecen los títulos,
la letra en negrita, los recuadros con información resaltada o los resúmenes del
final del tema. No se extrañe si algunos alumnos descubren por primera vez
algunos aspectos de este tipo. Recuerdo a un alumno de 1º de la ESO para el
que lo que resultaba de vital importancia eran ¡los pies de foto!
9. Pida que lean el tema o parte del mismo y que realicen un esquema con la
información más importante.
10. Una vez situado el tema en el marco de la asignatura y relacionada la
información aprendida con la de años anteriores, despertado los conocimientos
previos sobre el tema e identificada la información más importante, instruya a

10
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

los alumnos con aspectos relacionados con el almacenamiento de la


información. Informe a los alumnos del funcionamiento de la memoria, el
papel de las estrategias y el concepto de metacognición. Pregúnteles qué
trucos utilizarían para estudiar el tema, abra un debate, acepte sugerencias por
extrañas que le parezcan. ¿Por qué no realizar un rap con el contenido del
tema? ¿Porque lleva demasiado tiempo? Piense que algo importante que sus
alumnos deben descubrir es que el tiempo de dedicación es algo a tener en
cuenta a la hora de valorar la eficacia de determinadas estrategias. Pero deben
descubrirlo por sí mismos. Además, quizá le sorprendan dedicando todo un fin
de semana a poner música a una letra sobre los elementos de la tabla periódica
o algunos fragmentos de El Cantar del Mio Cid.
11. Otro aspecto importante es hacerles ver hasta qué punto les pueden limitar
sus propios temores, sus expectativas de fracaso respecto a la materia y/o el
profesor. Presénteles una ficha personal y privada en la que deban valorar de
0 a 10 aspectos implicados en el aprendizaje de la materia (sus conocimientos
de base, su aptitud para la materia, la utilidad, etc.), la nota que les gustaría
sacar en esta asignatura y la nota que creen que es posible que saquen. Hágales
reflexionar sobre sus respuestas.
12. Instrúyales en estrategias específicas para los contenidos a estudiar. Enseñe y
fomente que los alumnos desarrollen estrategias de organización y elaboración
de la información para una mejor memorización (reglas mnemotécnicas). Haga
un modelado de algunas de esas estrategias.
13. Permita tiempo de práctica en el aula:
- Ayúdeles a que descubrir que la repetición funciona mejor si se dedica poco
tiempo muchas veces al día que mucho tiempo pero de vez en cuando.
- Permita tiempo de clase para que los alumnos, organizados en pequeños
grupos, busquen formas de organizar la información contenida en
diferentes apartados de los temas que se están viendo. Piense que no es
una pérdida de tiempo. En absoluto, es algo que permite a los alumnos
memorizar la información en clase y les facilita el estudio posterior en casa.
Después del examen, los alumnos podrían premiar al equipo que mejores
reglas aportó al grupo. La “trucos” planteados pueden publicarse en el
periódico o revista del centro educativo.
- Proponga a sus alumnos hacer una base de preguntas de examen sobre el
tema a estudiar. Permítales trabajar en grupos. Utilice esas preguntas para
confeccionar el examen.

11
Tema 2 y 3. Desarrollo Cognitivo
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

14. Realice alguna actividad que les permita visualizar que este nuevo modo de
aprender realmente funciona. Por ejemplo, diseñando alguna actividad que les
pueda servir de feedback de sus conocimientos. Utilice primero las actividades
más sencillas, como las de reconocimiento (por ejemplo, preguntas sencillas
tipo test) y, después, actividades que exijan recuerdo y organización de la
información verbal (preguntas de desarrollo). Poner actividades de
reconocimiento (preguntas tipo test, por ejemplo) pueden servir a los alumnos
para familiarizarse con un tema. Las actividades de recuerdo (por ejemplo:
“Defina X concepto” “Describa las fases de X”) supone un esfuerzo mayor y
permite a los alumnos integrar la información nueva, organizarla, etc.)

Referencias:

Luria, A.R. (1973), El pequeño libro de una gran memoria. Madrid: Taller de Ediciones.
Brunning, R.H., Schraw, G.J. y Ronning, R.R. (1999), Psicología cognitiva y de la
instrucción. Madrid: Alianza Editorial.
Sanjuán Najera, M. (1977), Diccionario ortográfico ideovisual. Zaragoza: Editorial Yalde.

12
TEMA 4.

Desarrollo de la Personalidad

Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

Texto elaborado por I. Sánchez-Queija, I. Orjales, A. Brioso, B. Delgado y G.


Sampascual, para el Máster de Educación Secundaria de la UNED.
Basado en los textos:
Sánchez-Queija, I. y Delgado, B. (en prensa). Desarrollo social y de la personalidad en la
adolescencia. En J. García Madruga y J. Delval (Eds). Psicología del Desarrollo.
Madrid: Uned.
Sierra, P y Brioso, A. (2006). El desarrollo socioafectivo del adolescente: la búsqueda de
una identidad. En P. Sierra y A. Brioso (Eds). Psicología del Desarrollo. Madrid:
Sanz y Torres
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 4

1. AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA...................................................................... 5

1.1. Autoconcepto ............................................................................................. 8

1.2. La autoestima ........................................................................................... 15

2. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DURANTE LA ADOLESCENCIA............. 20

2.1. Teorías sobre el desarrollo de la identidad .............................................. 21

2.1.1. Modelo de cambio individual: la teoría de Erikson .......................... 21

2.1.2. Los estatus de identidad: James Marcia ........................................... 25

2.2. Los modos de identidad: Augusto Blasi ................................................... 27

2.3. ¿Cómo se ven los adolescentes a sí mismos? .......................................... 29

Referencias .......................................................................................................... 33

TABLA DE ILUSTRACIONES Y CUADROS


Ilustración 1. Ejemplos de ítems del cuestionario de Autoconcepto de harter ... 6
Ilustración 2. Relación entre autoconcepto y autoestima según Harter y
Rosenberg.............................................................................................................. 7
Ilustración 3. Erik Erikson .................................................................................... 21

Cuadro 1 Ejemplos de Autoconcepto (adaptado de Palacios, 1999) .................... 9


Cuadro 2. Etapas del desarrollo según Erikson (1980) ....................................... 24
Cuadro 3. Estatus de Identidad (J. Marcia, 1966) ............................................... 26
Cuadro 4. Motivos de felicidad (adaptado de Injuve, 2004)............................... 30

3
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

INTRODUCCIÓN

Tal y como hemos visto en los temas anteriores, la adolescencia es un momento


de importantes cambios físicos, cognitivos y sociales (que veremos en el tema
siguiente). Todos estos cambios no pueden pasar desapercibidos en la construcción de
la personalidad de los chicos y las chicas, es decir, en la definición de sí mismos, la idea
que tienen de su valía personal y de quiénes son y qué papel van a ejercer en la
sociedad que les ha tocado vivir. Todos estos son elementos de lo que en psicología se
ha denominado el “yo” o la personalidad de los individuos. A lo largo de este tema
conoceremos los cambios que se producen en la forma en que los adolescentes se
definen a sí mismos, es decir, qué cambia y qué permanece constante en su
autoconcepto. También cómo valoran su propio yo, qué percepción tienen de su valía
como persona. A pesar de existir diferentes marcos teóricos que engloban este hecho
(autovalía, autoeficacia, autoestima), en este capítulo vamos a englobar los resultados
más significativos bajo el epígrafe de la autoestima. Finalmente, el adolescente debe
definirse en sociedad, ocupar un rol en la misma, decantarse ideológicamente, adoptar
posiciones religiosas, etc. Todo ello, se recoge bajo el epígrafe de la formación de la
identidad. Los estudios que analizan la evolución de la personalidad desde la mediana
infancia hasta la adultez, recogen algunos cambios en la misma durante la etapa de la
adolescencia, pero una vez pasada esta etapa y llegados a la adultez, la estabilidad
primará sobre el cambio incluso, aunque la percepción de los propios adultos sea de
haber cambiado considerablemente, los datos longitudinales muestran que existe
estabilidad en la personalidad durante la adultez (Woodruf, 1983)

4
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1. AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA

La adolescencia es una etapa de la vida en la que convergen cambios de


extraordinario interés para el individuo. Así, a los conocidos cambios puberales (tema
1), se suman nuevas experiencias y roles sociales (Tema 5) y la emergencia, también en
esta etapa, de importantes capacidades cognitivas cuyo distinto ritmo de desarrollo
ocasionará ciertas distorsiones y baches en la forma de conciliar todos estos aspectos
(temas 2 y 3). En los siguientes párrafos describiremos la evolución de estos elementos
en relación a un asunto de especial importancia: la consolidación del autoconcepto y la
sensación de estima o ausencia de la misma del adolescente.

En la actualidad, una de las personas que más ha investigado sobre ambos


temas es Susan Harter quien define el autoconcepto como la representación que el
individuo construye de sí mismo tras considerar y evaluar su competencia en
diferentes ámbitos (p.ej. habilidades interpersonales, rendimiento escolar, laboral,
deportivo, apariencia física, etc.). Por su naturaleza, esta representación conjuga
aspectos sociales, relacionados fundamentalmente con la comparación con los demás,
y aspectos cognitivos vinculados a las diferentes posibilidades de diferenciación e
integración de la información sobre el Yo. En la ilustración 1 mostramos algunos ítems
de ejemplo del cuestionario de Harter sobre la definición del yo o autoconcepto.

5
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 1. EJEMPLOS DE ÍTEMS DEL CUESTIONARIO DE AUTOCONCEPTO DE HARTER1

Parcialmente
Parcialmente

Realmen te
Realmente

como yo
como yo

como yo

como yo
Algunos jóvenes se sienten tan SIN Otros no están tan seguros y se
inteligentes como la gente de su EMBARGO preguntan si son tan inteligentes como
edad la gente de su misma edad.

Algunos jóvenes encuentran difícil SIN Para otros jóvenes es bastante fácil
hacer nuevos amigo/as EMBARGO hacer nuevos amigo/as.

Algunos jóvenes son muy SIN Otros jóvenes creen que no son
bueno/as haciendo todo tipo de EMBARGO bueno/as cuando se trata de deporte.
deportes

Algunos jóvenes no están SIN Otros jóvenes están contento/as con su


contento/as con su aspecto físico EMBARGO aspecto físico.

Parejo a la evolución del autoconcepto se desarrolla en el individuo su


sentimiento de autoestima. Harter define esta noción como una valoración global (no
sólo cognitiva sino predominantemente emocional) de todos los atributos incluidos en
el autoconcepto. Anímicamente, esta evaluación se traduce en un sentimiento general
que oscila entre la estima y el desprecio por los rasgos del Yo (p.ej. “creo que soy una
persona que merece la pena”; “me gusta mucho mi forma de ser”; “me aborrezco”;
“no valgo nada”). Esta valoración de la personalidad emerge de forma explícita en la

1
Traducción al castellano de Atienza, Balaguer y Moreno (2002) del Perfil de Autopercepciones
para Niños –SPPC- creado por Harter (1985)

6
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

segunda infancia -entre los siete y los doce años- y, como puede intuirse, tiene mucho
en común con los rasgos incluidos y valorados en el autoconcepto (Harter, 1990).

ILUSTRACIÓN 2. RELACIÓN ENTRE AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA SEGÚN HARTER Y ROSENBERG

Autoestima
"me gusta cómo soy"

Autoconcepto académico Autoconcepto social


Autoconcepto físico
"Tengo buenos resultados "soy buen amigo de mis Otros
"soy alto y fuerte"
en matemáticas" amigos"

Como se refleja en la ilustración 2 la autoestima es un concepto unidimensional


y el autoconcepto multidimensional, esto implica que el autoconcepto difiere en
función del ámbito de desarrollo del individuo mientras que la autoestima es una
valoración global.

A continuación, veremos cómo estos dos términos, tan íntimamente


relacionados, y con tan evidentes implicaciones para el bienestar del individuo, sufren
transformaciones muy significativas durante la adolescencia merced a los cambios
sociales y madurativos que tienen lugar en esta etapa.

7
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1.1. AUTOCONCEPTO

Como decíamos al inicio de este capítulo, el autoconcepto es una


representación que el individuo construye de sí mismo tras considerar y evaluar su
competencia en diferentes ámbitos. En los adultos esta representación mental tiende
a alcanzar la estructura de una teoría compleja y bien articulada sobre quién es uno
mismo. Por ejemplo, un adulto sería capaz de definirse a sí mismo del siguiente modo:
“Soy una persona sociable al tiempo que tímida. Con mis amigos soy el rey de la fiesta
pero necesito conocer a las personas para animarme, así que a veces, resulto un tanto
antisocial”. La construcción de esa idea de uno mismo, el autoconcepto, deberá
cumplir una serie de requisitos formales como ser internamente consistente o permitir
predicciones fiables sobre la conducta. Sin embargo, para llegar a esta abstracción tan
compleja de uno mismo, es necesario que se cumplan una serie de requisitos y se den
una serie de aprendizajes. La adolescencia es un momento fundamental para ello. A
continuación describiremos qué cambios sufre el autoconcepto a lo largo de la
adolescencia hasta llegar a la teoría compleja y articulada que supone en los adultos.

Desde el punto de vista cognitivo, la construcción del autoconcepto está


íntimamente ligada al desarrollo de las capacidades relacionadas con la lógica formal
(temas 2 y 3, Teoría de Piaget). La habilidad de análisis que permite a los adolescentes
diferenciar los distintos rasgos de su personalidad parece surgir antes que la habilidad
para coordinarlos en una estructura superior, más abstracta y explicativa. De hecho, y
en virtud de estos desequilibrios, en la adolescencia suelen diferenciarse tres etapas
marcadas por cambios cualitativos en la estructura del autoconcepto.

8
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

En la llamada adolescencia inicial, entre los 11 y los 13 años, se revela un


significativo aumento de abstracciones en la definición del Yo. Frente a descripciones
propias de etapas anteriores (“soy rubio”, “soy alto”, “tengo una bicicleta”, etc.) se
observa un incremento notable de referencias a atributos personales e intangibles (ver
ejemplos en Cuadro 1). Este avance sucede porque el adolescente puede integrar los
rasgos más concretos de su personalidad en atributos más amplios y generales (p.ej.
un adolescente con altas dosis de creatividad y un alto rendimiento académico, puede
atribuirse el calificativo más genérico de inteligente o avispado). A esta edad, los
autoinformes también reflejan una notable proliferación de roles y nuevas
experiencias y un aumento de las comparaciones con los otros, lo que se señala en un
incremento de referencias a sus cualidades interpersonales (p.ej. popular, atractivo,
inhibido, amistoso, competitivo, sensible, etc...).

CUADRO 1 EJEMPLOS DE AUTOCONCEPTO (ADAPTADO DE PALACIOS, 1999)

Adolescencia inicial (11-14 años)


“Soy tímido, me corto con los adultos pero también con mis compañeros”
“En mi casa se me ocurren muchas cosas divertidas, pero con mis amigos no”
Adolescencia media (15-17 años)
“Soy muy inteligente para unas cosas, pero no para otras”
“No entiendo cómo me llevo tan bien con mis compañeros y tan mal con mis
hermanas”
Adolescencia tardía/adultez emergente (18 - 21 años)
“Soy una chica flexible: seria y formal para trabajar, pero jaranera para divertirme”
“Me interesan muchas cosas, pero soy algo indeciso”

9
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Estas definiciones son consecuencia del giro hacia la intimidad, la abstracción, la


diferenciación de los roles desempeñados y la mayor importancia a la opinión de los
demás que aparece en la adolescencia. Tales cambios en la representación del Yo
están asociados a ciertas limitaciones que, según los casos, actúan a favor o en contra
del bienestar del adolescente. Por ejemplo, el uso de generalizaciones no está exento
de riesgos. Lógicamente, a medida que se asciende en el nivel de abstracción, las
generalizaciones son más difíciles de contrastar, por tanto, si se producen distorsiones
o sesgos sobre la personalidad éstos serán más difíciles de refutar o rechazar. Así, por
ejemplo, una adolescente que se considere “un desastre” a sí misma, tendrá menos
oportunidades durante esta época de rechazar esta afirmación porque “un desastre”
no se traduce en conductas concretas que pueda combatir, analizar o refutar. Se
traduce en una sensación generalizada de estar a disgusto con uno mismo, difícil de
afrontar. En otros casos, sin embargo, esta misma dificultad puede suponer un colchón
para la autoestima de los adolescentes. Fischer (1980), apuntaba que al inicio de la
adolescencia el individuo se encuentra en el nivel de las abstracciones simples, lo que
significa que aún no puede comparar abstracciones entre sí y, por tanto, no puede
relacionar los diferentes aspectos de su Yo. Harter y sus colaboradores (Harter,
Bresnick, Bouchey y Whitesell, 1997; Harter y Monsour, 1992) investigaron este
fenómeno enfrentando a grupos de adolescentes jóvenes con las posibles
contradicciones de su personalidad (p.ej. ser muy extrovertidos con los amigos pero
muy torpes e inhibidos en las relaciones con extraños), y observaron que las
respuestas de los entrevistados reflejaban la ausencia de comparación e integración
pronosticada por Fischer. Las respuestas reflejaban una justificación del
comportamiento sin llegar a cuestionarse el porqué (p.ej. “es normal que en cada
contexto sea de una manera”; “todo el mundo cambia”; “según sea la situación me

10
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

comporto de una u otra manera, es lo normal”). Esta limitación cognitiva, que parece
alejar y proteger al adolescente de las posibles incongruencias de su carácter, cambia
drásticamente a medida que se avanza en la adolescencia.

En la llamada adolescencia media, aproximadamente entre los 14 y los 15 años


de edad, los relatos sobre la personalidad revelan un severo conflicto ante las
inconsistencias del Yo. No en vano, en este periodo recoge el concepto de crisis de
identidad y de moratoria a los que aluden Erikson o Marcia (explicado más adelante,
en este mismo capítulo). Según Fischer (1980), el cambio en la representación del Yo
se relaciona con la incipiente posibilidad de comparar las abstracciones antes
parceladas, un avance intelectual que permitirá al adolescente detectar las
contradicciones en el seno del Yo.

La posibilidad de comparar los distintos roles y atributos del Yo deja al


descubierto los opuestos de la personalidad (p.ej. ser desenfadado con los amigos pero
muy inhibido en las relaciones románticas; ser amistoso con los amigos pero arisco con
los padres; ser responsable y prudente en el trabajo pero temerario en el ocio, etc...) y
la apreciación de estos contrastes motiva en los adolescentes cierto sentimiento de
falsedad y caos en relación a su identidad. No en vano, la pregunta que atormenta a
muchos de estos adolescentes es cuál es su verdadero Yo. Se preguntan “en realidad,
yo qué soy ¿maduro o inmaduro?, ¿buena persona o mala persona?, ¿valido o un
inepto?”. Sin embargo, desde una perspectiva normativa, el adolescente aún no está
capacitado para resolver este dilema.

Esta situación de desestructuración y conflicto sobre la identidad hace que se


agudice la preocupación del adolescente por la opinión de los demás. Sin embargo,
esta preocupación a menudo complica más las dudas sobre su personalidad, ya que los

11
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

diferentes colectivos (padres, profesores, compañeros, etc...) suelen tener ideas


diferentes, por ejemplo, sobre su grado de madurez. Además, la retroalimentación
social se agrava la sensación de incertidumbre del adolescente cuando éste advierte
que nunca será posible determinar con exactitud qué piensan los demás.

Por otro lado, el avance en la mayor capacidad de introspección y, la mayor


habilidad para ponerse en el lugar y entender la perspectiva de los otros, puede jugar
malas pasadas a los adolescentes. Elkind (1967) identificó dos fenómenos propios de
esta etapa a los que calificó como audiencia imaginaria y fabula personal. El primero
de ellos se refiere a la creencia adolescente de que todo el mundo está centrado y
preocupado por lo que él hace o piensa, como si viviera en un Gran Hermano
permanente (p. ej. “todo el mundo mira mi forma de vestir”, “qué vergüenza, me he
tropezado un poco en la calle y todo el mundo ha pensado que soy torpe (aunque
nadie haya visto el pequeño tropezón)”). A la inversa, la “fabula personal”, alude a la
creencia de que las experiencias y preocupaciones propias son absolutamente únicas,
sin que jamás alguien haya tenido pensamientos o sentimientos similares (p. ej. “qué
sabrán mis padres sobre lo que me pasa”, “nadie puede sentir algo tan fuerte como lo
que yo siento hacia Lucía”, “si tú tienes granos pero no como los míos, ¡no vayas a
comparar!”). Se trata por tanto de dos fenómenos antagónicos que expresan,
respectivamente, una falta y una excesiva diferenciación entre lo que uno piensa y lo
que piensan los demás. La expresión más grave de estos fenómenos tiene que ver con
la fábula personal y la idea de ser único que se expresa en oraciones del tipo: “los
accidentes los tienen los demás, yo no, porque yo sí que controlo” y que es uno de los
factores que, a pesar de las campañas informativas, explican los embarazos

12
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

adolescentes y que la principal causa de muerte de los jóvenes sean los accidentes de
tráfico.

Finalmente, en el último tramo de la adolescencia, entre los 17 y 18 años, el


adolescente comenzará a integrar los rasgos más contradictorios de su personalidad.
Según Fischer (1980), el individuo se sitúa ahora en el nivel de los sistemas abstractos,
lo que trae consigo la posibilidad de integrar las abstracciones simples en otras de nivel
superior. Por ejemplo, los cambios de humor pueden asumirse ahora en el marco de
un carácter irascible o caprichoso, o sencillamente el adolescente puede definirse
como una persona ambivalente en muchos aspectos de su personalidad (ver cuadro 1).
Por otro lado, al final de la adolescencia el autoconcepto tiende a saturarse de
atributos que ya no dependen de la comparación social, por lo que las referencias a
cualidades interpersonales (p.ej. habilidades sociales, atractivo físico, popularidad) van
dando paso a nuevos atributos basados en criterios más personales, comprometidos
con los ideales y valores del propio individuo (p.ej., “me considero una persona
solidaria”). Habitualmente, muchos de estos valores están estrechamente relacionados
con los valores predominantes en su entorno cercano, en especial de sus padres. Sin
embargo, el adolescente los hace tan suyos que es extraño encontrar en sus
autoconceptos referencias directas a las fuentes de procedencia. Así, los estudios
recogen que la mayoría de los adolescentes hacen suyos los valores familiares aunque
no es fácil que se muestren abiertos a reconocerlo. Por ejemplo, un adolescente,
aparentemente apático y “pasota” sentirá preocupación y ansiedad ante sus malas
notas y ante la perspectiva de no poder estudiar aquello que en realidad le interesa
pero nunca reconocerá abiertamente que sus padres tienen razón.

13
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Por tanto, al final de la adolescencia se produce la esperada aceptación de los


contrastes de la personalidad, una definición más personal y estable de los rasgos del
Yo integrada en una teoría sobre sí mismo que, como indicábamos al inicio del
epígrafe, permanecerá de forma bastante estable a lo largo de la vida de la persona.

Por tanto, y en resumen, durante la adolescencia el autoconcepto que se había


elaborado al final de la niñez va a sufrir cambios de estructura y de contenidos:

Desde el punto de vista estructural, la capacidad de abstracción permitirá al


adolescente inicial relacionar algunas características vinculadas entre sí. Sin
embargo, este primer momento del pensamiento formal, con las primeras
abstracciones sobre quién es él/ella, no permite detectar incoherencias entre sus
diferentes facetas, lo que por otra parte, evita al adolescente el sufrimiento
emocional que supondría detectarlas. En una segunda etapa las abstracciones
elaboradas en la primera fase se relacionan entre sí, así como algunos rasgos que
en principio parecen opuestos. Para comprender mejor esta etapa es necesario
tener en cuenta que el adolescente se relaciona cada vez en más contextos
sociales, tal y como veremos en este capítulo: familia, amigos, relaciones de pareja,
e incluso escuela o trabajo. En cada uno de estos contextos se va a demandar al
adolescente un comportamiento y unos valores, que facilitarán la diversificación
del autoconcepto. En la tercera etapa de formación del autoconcepto durante la
adolescencia, el pensamiento formal ya está plenamente asentado, lo que permite
relacionar abstracciones entre sí y jerarquizarlas, de forma que se puede lograr un
autoconcepto no sólo múltiple y diversificado, sino también integrado, donde los
roles opuestos y los diferentes Yoes no produzcan sentimiento de incongruencia e
insatisfacción.

14
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Desde el punto de vista del contenido, tras los rápidos cambios puberales, el
aspecto físico va a ocupar un lugar central en el contenido del autoconcepto. No es
de extrañar, ya que estos cambios físicos se van a convertir en una de las
preocupaciones centrales de los chicos, llegando a influir de forma importante en
la autoestima como veremos más adelante. Sin embargo, el paso del tiempo con el
aumento de la capacidad de abstracción que conlleva y las horas dedicadas a la
introspección va a permitir que a partir de la adolescencia media el autoconcepto
se imbuya de definiciones relativas al aspecto psicológico y menos visible de los
adolescentes: creencias, filosofía de vida, personalidad, etc.

1.2. LA AUTOESTIMA

Como anunciamos, la autoestima se define como la evaluación global que hace


el individuo de su valía como persona (p.ej. “soy una persona que merece la pena”,
“no valgo nada.”). Desde los estudios clásicos se ha venido asumiendo que los factores
que mejor predicen la valencia de este juicio son la opinión que los otros significativos
(padres, profesores, amigos, etc.) tienen sobre uno mismo, y el grado de eficacia o
desempeño que uno percibe en los distintos dominios de su vida.

¿Cómo construye el adolescente su autoestima? Willian James fue el principal


promotor de la segunda opción. En su modelo, el aprecio por el Yo no depende sólo
de los éxitos obtenidos en los distintos dominios, sino de la relación que se establece
entre el éxito alcanzado en distintos campos y los niveles de éxito esperados o
deseados por la persona. Harter (1985), por su parte, ha reformulado este
planteamiento, para incidir en la influencia decisiva del éxito alcanzado en dominios
que son especialmente valorados por el sujeto. La autora introduce así una variable

15
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

moderadora que pondera la influencia de los distintos dominios en función de cuál sea
su relevancia para el sujeto. En consecuencia, una alta competencia en un área muy
valorada por el individuo (p.ej. la apariencia física) sería un alto predictor de su
autoestima global, mientras que el éxito en un campo poco valorado por él (p.ej. el
rendimiento escolar) tendría poco impacto en su autoestima global. A este respecto,
se ha comprobado que en el adolescente el aspecto físico y la aceptación del grupo son
los dos campos que más se valoran, superando a otros como el comportamiento o la
competencia escolar2.

Por otro lado, las aportaciones de Cooley o Mead, han incido, si cabe más
directamente, en el carácter social de la identidad. De manera general, sus modelos
sostienen que la representación del Yo refleja las actitudes y comportamientos que los
demás manifiestan hacia uno mismo. Mead también apuntó que existen unos Otros
Significativos cuya aceptación o rechazo puede tener un efecto especialmente
determinante en los juicios sobre el Yo. En base a estas aportaciones, muchos
instrumentos orientados a evaluar la autoestima global incluyen medidas sobre la
percepción que tienen las personas acerca de la valía que los otros significativos
(padres, profesores, compañeros, etc...) les atribuyen. En el caso de los adolescentes
(en contra de lo que se suele pensar), loes estudios revelan que el apoyo y
reconocimiento de sus padres continúa siendo un importante sustento para su
autoestima (ver figura 1). Si bien, a esta fuente se suman los comentarios y

2
El aspecto físico se ha destacado como principal predictor de la autoestima general también
en edades más avanzadas.

16
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

evaluaciones de los compañeros, cuya opinión y aceptación influirá de manera decisiva


en este juicio de valor (ver figura 2). Curiosamente, se ha observado que la opinión de
los amigos íntimos no es muy relevante en la autoestima del adolescente.
Posiblemente, para muchos adolescentes la función de apoyo incondicional de los
amigos es incompatible con un juicio de valor objetivo, lo que relativiza su influencia.
Por tanto, podemos decir que, entre los factores que afectan a la autoestima
encontramos un contexto familiar afectuoso y cohesionado, con estilo educativo
democrático o relación de apego seguro así como relaciones de comunicación y
confianza con el grupo de iguales (Parra, Oliva y Sánchez-Queija, 2004).

FIGURA 1. ESTILO EDUCATIVO Y AUTOESTIMA FIGURA 2. APEGO AL GRUPO DE IGUALES Y AUTOESTIMA

ADOLESCENTE (PARRA ET AL., 2004) (SÁNCHEZ QUEIJA, 2001)

31,0

30,5

30,0
Media autoestima

29,5

29,0

28,5
Género
28,0
chic o

27,5 chic a
Democrático Permis ivo Autorit ario Indiferente

Estilo educativo progenitores

¿Existe un patrón evolutivo en la construcción de la autoestima? Aunque no se


puede decir que existan etapas fijas por las que pasen todos los adolescentes (de

17
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

hecho la variabilidad personal es muy acusada), los estudios refieren que la mayoría de
los adolescentes muestra una evolución parecida, tal y como se aprecia en la figura 3.
El inicio de la adolescencia suele coincidir con un descenso de la autoestima: la
proliferación de roles y experiencias que acompaña a los adolescentes en estos
primeros momentos (p.ej. primeras relaciones románticas, primeras
responsabilidades, acceso al instituto, etc.) no suele ir acompañada de un alto
desempeño, por lo que es frecuente que la autoestima en su conjunto descienda.
Igualmente los cambios físicos que se experimentan al inicio de la adolescencia pueden
aumentar la sensación de alejamiento de los cánones e ideales de belleza,
especialmente en las chichas (tema 1), lo que disminuye la autoestima general del
adolescente.

Por otro lado, en la adolescencia media la búsqueda de la identidad hace al


adolescente muy vulnerable a la opinión de los demás, circunstancia que resulta
especialmente peligrosa en una etapa en que los adultos pueden haber asumido de
muy distintas maneras la legitimidad de algunos cambios, y en la que la opinión del
grupo pesa más que los comentarios cálidos y cercanos de los amigos íntimos.

En cambio, en la adolescencia final, es esperable que la experiencia acumulada


en los diferentes roles y una menor dependencia de los criterios externos favorezca
una recuperación y estabilización de la autoestima.

Por tanto, los niveles de autoestima que decrecieron al inicio de la adolescencia


vuelven a recuperarse al final de la misma según los chicos y las chicas se van
adaptando al nuevo cuerpo, a la nueva posición social y abordando las relaciones
interpersonales de una forma más madura, al tiempo que sus otros significativos
también reconocen en el adolescente una persona adulta y no a un niño.

18
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

¿Difieren los chicos y las chicas respecto a su autoestima? En lo referente al


género encontramos que los chicos suelen tener mejores niveles de autoestima global
que las chicas (ver figuras 1, 2 y 3). Sin embargo, estudios que comparan diferentes
componentes de la autoestima matizan esta idea, de forma que los chicos tendrán
mejor autoestima en las áreas relativas a matemáticas, apariencia física o deportes, y
las chicas en las áreas referidas a las competencias verbales y las relaciones
interpersonales (Wilgenbush y Merrell, 1999). En cualquier caso, para ambos sexos
aunque más en el caso de las chicas, la apariencia física (y el atractivo para el otro
sexo) será un tema central en la consecución del nivel de autoestima. Quizás es la
importancia del físico, sobre todo en la adolescencia inicial, la que hace que los niveles
de autoestima global sean menores en las chicas que en los chicos, ya que los cambios
puberales alejan el cuerpo real de las chicas del estereotipo actual de belleza
femenina, aunque no faltan autores que apuntan a otras causas: las familias aceptan

34
mejor la autonomía si la
33 demanda un chico que si lo hace
32
31
una chica; los profesores
30 atribuyen la disminución de
29
28
rendimiento académico a falta
Preadolescencia Adolescencia Adolescencia de motivación en los chicos y a
inicial Media
falta de capacidad en las chicas
Chicos Chicas

FIGURA 3. EVOLUCIÓN DE LA AUTOESTIMA CON LA EDAD Y EL GÉNERO (LÓPEZ MAXÍA, 2010)

19
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DURANTE LA


ADOLESCENCIA
La identidad es un constructo tremendamente complejo y difícil de definir
porque se refiere, precisamente, a lo que nos hace diferentes o personas únicas, es lo
que le da sentido, coherencia y continuidad a nuestra propia existencia aunque
cambien las circunstancias concretas de las situaciones. Se trata, por tanto, de una
experiencia subjetiva, de la respuesta personal que cada uno da a la pregunta ¿quién
soy yo?

Autoconcepto e Identidad son dos términos íntimamente relacionados, pero


mientras la identidad es un fenómeno complejo de naturaleza psicosocial el
autoconcepto, en cuanto que es la construcción y elaboración del conocimiento de
uno mismo, depende en mayor medida de los cambios cognitivos. Generalmente,
autoconcepto hace referencia hace referencia a la definición de sí mismos, mientras
que identidad se suele definir como la relación del individuo con la sociedad. Es decir,
autoconcepto responde a la pregunta de ¿qué características me definen? e identidad
a ¿quién soy yo en esta sociedad? Sin embargo, no es difícil encontrar textos, incluso
científicos que utilicen ambos conceptos como sinónimos.

Ya señalábamos en el tema 1 que la construcción de la propia identidad es una


de las tareas evolutivas fundamentales de la adolescencia, pero se trata de un proceso
de construcción que comienza desde el mismo momento del nacimiento y transcurre a
lo largo de la infancia y la adolescencia.

20
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2.1. TEORÍAS SOBRE EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD

A continuación, vamos a analizar los cambios que se producen en la


construcción de la identidad durante la adolescencia, a partir de las propuestas de Eric
Erikson, James Marcia y Augusto Blasi, y para finalizar este apartado examinaremos
cómo se ven los adolescentes a sí mismos.

2.1.1. MODELO DE CAMBIO INDIVIDUAL : LA TEORÍA DE ERIKSON

ILUSTRACIÓN 3. ERIK ERIKSON

Aunque la teoría de Erik Erikson (1902-1994) hace


referencia al Ciclo Vital completo de la persona, ha sido su
formulación de la etapa adolescente la que más ha calado en los
textos sobre psicología evolutiva. Erikson, de formación
psicoanalítica, se aparta del psicoanálisis clásico (que centra los
cambios en la psique del individuo en la influencia de la relación
madre-hijo) para otorgar un papel primordial a la sociedad en el
desarrollo del individuo. Erikson considera que lo que permite la evolución del Yo no es
la relación con la madre en concreto, sino con la sociedad en general (y con la madre
pero como parte de dicha sociedad). En su teoría, el Yo debe evolucionar a lo largo del
Ciclo Vital asegurando un comportamiento eficaz de la persona, siendo en todo
momento la sociedad quien guía en las elecciones que va efectuando el individuo
(Erikson, 1968). Esta sociedad provoca crisis en la persona y paralelamente, establece
medios para superar esas crisis. Cada superación supondrá mayor apertura a la
sociedad. Erikson propone el desarrollo de la persona en ocho etapas secuenciadas.
Cada etapa supone el afrontamiento de una crisis. En el caso de que la crisis sea

21
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

resuelta, el Yo saldrá fortalecido e incorporará una nueva cualidad. Cuando la crisis no


es superada, irán quedando restos neuróticos en la personalidad del individuo y se
dificultará la superación de las nuevas crisis, de forma que será más difícil incorporar
nuevas cualidades al Yo de la persona. Por tanto, en cada etapa se establecen dos
opuestos: la cualidad a alcanzar y su contraria. Las etapas de Erikson quedan definidas
en el cuadro 2.

La etapa de la adolescencia queda definida en su teoría como la búsqueda de la


identidad personal. La sociedad necesita que el chico adolescente (y decimos chico
porque su teoría hace referencia específicamente a los varones) se forme una
identidad: que asuma una serie de compromisos ideológicos, religiosos, vocacionales,
etc, con los que enfrentarse al mundo. Para ello, deja toda una etapa de moratoria en
la que el adolescente puede experimentar sin comprometerse a nada hasta encontrar
aquellas cuestiones con las que realmente se siente a gusto y con las que se
comprometerá para continuar en la siguiente etapa: el logro de la intimidad. El
adolescente que no logra una identidad propia permanecerá en esa búsqueda y
experimentación de roles característica de la adolescencia, sin acabar de tener claro
quién es él y qué lugar ocupa respecto a la sociedad, o al menos respecto a “su”
sociedad, permanecerá en la confusión de roles.

En la siguiente etapa, el joven adulto o adolescente tardío debe encontrar una


persona con la que establecer una relación de intimidad. Puede hacerlo puesto que ya
ha logrado la identidad, consiguiendo en la etapa de la adultez inicial fusionarse con
otro sin perder la propia identidad, sin dejar de ser él mismo. La idea que subyace a la
teoría de Erikson es que en caso de una identidad no lograda, la relación de intimidad
no es tal, sino que una de las partes de la pareja subsume a la otra que adoptará los

22
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

roles y la identidad de la primera. Sólo cuando se sabe quién es uno y quién es


respecto a los demás se puede lograr una auténtica relación de intimidad, la fusión con
otro sin dejar de ser uno mismo.

En el caso de las chicas, Erikson postuló que las etapas de búsqueda de la


identidad y logro de la intimidad no son secuenciales, sino que van en paralelo, ya que
las chicas logran establecer la identidad del Yo en base a la relación de cercanía e
intimidad con los demás. Una vez más, la psicología muestra sus carencias, tratando a
la mujer como una desviación de la norma sin llegar a estudiarla en profundidad ni a
conocerla bien.

23
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CUADRO 2. ETAPAS DEL DESARROLLO SEGÚN ERIKSON (1980)

Cualidad
Etapa Descripción
Desarrollada
Si hay consistencia en los cuidados que el bebé
Confianza frente
recibe, adquirirá la expectativa de que aunque las Confianza
a Desconfianza cosas puedan ir mal durante un tiempo, luego
Básica (0-1 año) mejorarán. en los otros
Voluntad
Autonomía El niño realiza elecciones: retención de heces, comer libertad dentro
frente a solo, oposición a los padres, vestirse solo. Debe, sin
embargo, compatibilizar su deseo de autonomía con
de los límites
Vergüenza y
las normas sociales que los padres representan. impuestos por la
duda (2 – 3 años)
sociedad
Propósito
Iniciativa frente a El niño toma la iniciativa para intentar conseguir permite
objetivos personales. Pero no siempre lo conseguirá
Culpa porque chocará con los deseos o normas de otros.
perseguir
(3 – 6 años) Deberá aprender a procurar metas realizables. objetivos
significativos
Competencia
Diligencia frente El niño debe aprender a manejar herramientas capacidad para
a Inferioridad culturales mientras se compara con el grupo de utilizar las
(6/7 – 12 años) iguales, con los que debe aprender a trabajar y jugar. herramientas
culturales
Identidad frente El adolescente se enfrenta a cambios físicos y nuevas
demandas sociales que le harán dudar de su
a Confusión de Fidelidad,
identidad, de saber quién es él. Deberá
Roles comprometerse a nivel ideológico, profesional y lealtad
(adolescencia) personal.
Intimidad frente La persona debe arriesgar su identidad para lograr el
Capacidad de
a aislamiento vínculo de intimidad con otra persona, la fusión de
(adulto joven) identidades pero manteniendo la propia identidad. amar
Generatividad Más allá de la identidad y la intimidad, la persona
frente a debe comprometerse con los otros, con su trabajo, Productividad
Estancamiento con los hijos, consiguiendo productividad y
satisfacción elevadas. cuidado
(adulto medio)
Integridad del Yo La persona debe estar de acuerdo con las decisiones
Vs Desesperanza vitales adoptadas, considerando la propia vida como Sabiduría
(adulto viejo) un todo significativo.

24
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2.1.2. LOS ESTATUS DE IDENTIDAD: JAMES MARCIA

Desde que Erikson estableciera el logro de la identidad como la tarea


fundamental que deben resolver los adolescentes y el estado de moratoria como la
definición natural de la adolescencia, numerosos teóricos se dedicaron al estudio de
este aspecto. James Marcia, a partir del estudio sistemático mediante encuestas,
sugirió cuatro estatus de identidad que surgen de la combinación de dos dimensiones:
por una parte el haber o no atravesado por una crisis de identidad entendida como
momento de búsqueda y criba de diferentes alternativas, y por otra el haber adoptado
compromisos vocacionales, ideológicos o personales (ver cuadro 3).

Existe una secuencia habitual para pasar por estas etapas, sin que sea la que
necesariamente haya que seguir. Lo más frecuente es que al inicio de la adolescencia
el chico o la chica se sitúe en el estatus de difusión de la identidad, donde ni ha
adoptado compromisos ni está explorando las alternativas que se le plantean. El niño
tardío o adolescente inicial no tiene una identidad propia, ni interés o necesidad de
tenerla, por lo que tampoco la busca; Posteriormente se transita a la etapa de
moratoria, donde el adolescente busca, explora, prueba diferentes opciones o
alternativas sin llegar a tomar decisiones sobre cuál es la correcta para él, el chico o la
chica están en plena crisis de identidad, preguntándose con frecuencia ¿quién soy yo
exactamente? Durante etapa, que es la más característica de la adolescencia, chicos y
chicas adolescentes están perdidos, algo ofuscados, lo que repercute en su autoestima
e incluso en su comportamiento: es más fácil que adopten conductas de riesgo los
adolescentes que transitan por la moratoria; finalmente, se logrará la identidad
estatus en el que tras el proceso de búsqueda y prueba de diferentes opciones el
adolescente se compromete con aquellas alternativas que le hayan resultado mejores.

25
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Chicos y chicas que han llegado a la identidad de logro tienen buena autoestima y
satisfacción vital, bajas conductas de riesgo, puntúan bajo en depresión y ansiedad.
Son, en definitiva, jóvenes adultos ajustados.

Sin embargo, existen otros posibles tránsitos por estas etapas. Así, alguien
puede no pasar la etapa de crisis o moratoria y adoptar compromisos personales
posiblemente sugeridos por otros adultos, esta persona tendría una identidad
hipotecada. Los chicos y chicas que tienen una identidad hipotecada puntúan también
alto en ajuste, pero menos que quienes tienen una identidad de logro.

CUADRO 3. ESTATUS DE IDENTIDAD (J. MARCIA, 1966)

CRISIS
SÍ NO
SÍ LOGRO IDENTIDAD IDENTIDAD HIPOTECADA
COMPROMISO
NO MORATORIA IDENTIDAD DIFUSA

En cualquier caso, la búsqueda de la identidad también puede ser un camino de


ida y vuelta. Por ejemplo, un chico que trabaja en la construcción porque sus padres y
abuelos lo hicieron sin plantearse qué es lo que quiere realmente ni probar o
plantearse otras opciones (identidad hipotecada) puede entrar en crisis (moratoria) y
lograr su propia identidad más tardíamente. Esto no implica que para la construcción
de la identidad sea necesario un cambio de trabajo o que el adolescente lleve
sistemáticamente la contraria a sus padres (tanto en ideología como en las
aspiraciones de futuro), sino que la decisión final y el camino a seguir surge de la

26
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

convicción de que es lo que quiere hacer después de haber analizado diferentes


opciones. De hecho, tal y como veremos en el siguiente tema, es habitual que los
adolescentes coincidan con sus padres en sus pensamientos ideológicos o que les
pidan opinión para saber qué hacer y cómo afrontar el futuro.

2.2. LOS MODOS DE IDENTIDAD: AUGUSTO BLASI

Augusto Blasi (1995, 2005), a partir de los resultados obtenidos en diversas


investigaciones empíricas acerca de cómo construye el adolescente su propia
identidad, propone que durante la adolescencia -y en el camino hacia la edad adulta-
aparecen tres modos de identidad diferentes, entre los que existen nexos evolutivos.
Los modos más complejos aparecen sólo en las edades más tardías, aunque los modos
más tempranos de identidad puedan caracterizar a algunos sujetos que se encuentran
en la edad adulta.

En el inicio de la adolescencia (11, 12 y 13 años), para este autor, no existe un


genuino sentido de la identidad, por ello habría que hablar de una fase de
preidentidad, que él denomina el Modo de Identidad de Rol Social. Este modo, o
forma de identidad se caracteriza porque los chicos de esta edad no son capaces de
definirse en función de sus rasgos más esenciales o nucleares, sienten que todas sus
características físicas, sus comportamientos típicos, sus roles sociales y familiares son
igualmente importantes. No se muestran interesados en su propio Yo, porque aún no
le encuentran sentido a reflexionar sobre sí mismos, lo que realmente les importa a
esta edad son las respuestas sociales, positivas o negativas, que sus características
personales provocan en los demás. En palabras de Blasi (2005, p.28): “Es como si para
ellos la personalidad fuera plana, en una sola dimensión de concreción y externalidad”.

27
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Así pues, en los inicios de la adolescencia, los chicos y las chicas tienen un
sentido de sí mismos que parece estar centrado en su cuerpo, en las relaciones
sociales y en sus comportamientos, pero carecen aún de una construcción interna que
puedan experimentar como su propio y verdadero yo, sobre el que puedan reflexionar
y que les genere experiencias emocionales propias.

Algún tiempo después, durante la adolescencia media se producen cambios


drásticos respecto a cómo los adolescentes perciben y experimentan su Yo. Se pasa de
una falta de interés por uno mismo a dedicar enormes energías a reflexionar sobre el
propio yo y sobre cuáles son sus rasgos esenciales. Es decir, se pasa de una vida muy
volcada al exterior y preocupada por las respuestas u opiniones de los demás, para
gustarles y poder satisfacer esas demandas; a una vida mucho más íntima o privada en
la que prima la lealtad y sinceridad con uno mismo. La forma de identidad que
caracteriza a las relaciones que los chicos de la adolescencia media tienen consigo
mismo es denominada por Blasi el Modo de Identidad Observada.

Durante esos años, los adolescentes diferencian con bastante claridad entre lo
que son sus comportamientos o acciones externas que, en muchas ocasiones, suelen
ser adaptaciones obligadas a ciertas demandas sociales y, por lo tanto, son
superficiales y falsas; y lo que es su verdadero yo interno (que está constituido por
emociones, sentimientos y pensamientos que de manera “natural” se han ido
forjando, y que se experimentan vívidamente como lo esencial de uno mismo). En esa
distinción radica uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los adolescentes
en estas edades, que antes no se planteaban, el de ser consecuentes y sinceros en la
representación externa de su verdadero yo. La sinceridad o lealtad con uno mismo se
convierte en uno de los máximos valores a esta edad, pero a la vez el adolescente

28
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

quiere y necesita ser aceptado por su grupo lo que en numerosas ocasiones conlleva
sentimientos de traición hacia uno mismo. Otra de las características que se observan
en las formas de relación que tienen los chicos adolescentes consigo mismos, a estas
edades, es el malestar que les genera el descubrir que pueden experimentar
emociones negativas (envidia, odio…) en determinadas situaciones, y el rechazo o
repudio que sienten al reconocerlas como partes integrantes de su yo. En esta etapa,
el adolescente no puede, aún, manejar ese tipo de contradicciones respecto a su
propia identidad, para que eso ocurra será necesario llegar a un modo distinto de
relacionarse con uno mismo, el Modo de Manejo de la Identidad que caracteriza a los
últimos años de la adolescencia y a la vida adulta.

En esta fase, la identidad no se contempla como algo que viene dado de


manera natural y que está acabado sino que, de alguna forma, puede ser manejada y
actualizada en nuestras actividades y relaciones cotidianas. La forma de experimentar
la propia identidad también varía, pues no se queda en el mero reconocimiento de “yo
soy así” sino que el sujeto establece una relación de compromiso con los valores que
considera esenciales y en función de ellos traza sus metas u objetivos. La identidad, en
esta fase, se constituye en una especie de guía para asumir compromisos y
responsabilidades y para actuar en la vida. Pero este tipo de identidad no es alcanzada
ni por todos los adolescentes ni por todos los adultos, según los datos de Blasi, llegan a
ella un tercio de los adolescentes de 18 años y dos tercios de los adultos.

2.3. ¿CÓMO SE VEN LOS ADOLESCENTES A SÍ MISMOS ?

La respuesta a esta pregunta depende, como sucede en la mayoría de los casos,


del tipo y características de los estudios consultados. En el Informe 2004 Juventud en

29
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

España, por ejemplo, se dice que los jóvenes españoles “afirman que son más felices
que los adultos y cuando los comparamos con nuestros vecinos europeos indican
índices de felicidad superiores a la media” (p.483). En el cuadro 4 se presentan la
causas de la felicidad y, como puede apreciarse, lo que hace más felices a los jóvenes
son las relaciones personales.

CUADRO 4. MOTIVOS DE FELICIDAD (ADAPTADO DE INJUVE, 2004)

Motivo de felicidad Porcentaje


Relaciones personales 44%
Estado personal (salud, autoimagen, aceptación...) 15%
Ocupación profesional 9%
Diversión 8%
Bienes materiales 8%
Todo 15%
Nada 1%
Otros 3%
N 5.014

Sin embargo, esos datos producen cierta disonancia cuando se comparan con
los aportados por Elzo (2005). En su estudio, las atribuciones negativas que hacen de
sí mismos los adolescentes españoles (consumistas, sólo importa el presente, egoístas,
poco sentido de la responsabilidad y del sacrificio...) superan a las positivas (maduros,
generosos, tolerantes, trabajadores, solidarios...). Para este autor, la explicación a la
discordancia entre los datos de los dos estudios se encuentra en la metodología

30
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

utilizada. En el primer caso se han empleado escalas muy elementales y primarias para
conocer las opiniones de los adolescentes, pues sencillamente se les preguntaba cómo
de contentos estaban con su vida, a lo que tenían que responder con las siguientes
categorías: muy, bastante, poco, nada contento. Mientras que en el segundo tipo de
estudios se les pedía que se valorasen cualitativamente en una escala que disponía del
mismo número de ítems positivos que negativos. Así pues, cuando se utilizan
instrumentos de medida sensibles lo que aparece respecto a la valoración que hacen
los propios adolescentes actuales de sí mismos es bastante descorazonador, pues se
valoran en términos muy negativos. Sin embargo, es posible una interpretación
alternativa: que no se trate de datos contradictorios o discordantes y que sea posible
que los adolescentes se autodefinan con conceptos negativos al mismo tiempo que
digan sentirse felices. Desde esa interpretación estaríamos ante datos preocupantes
puesto que parecería que los adolescentes se identifican con valores negativos
(consumistas, sin sentido de la responsabilidad, etc.) pero haciendo una valoración de
sí mismos positiva. ¿Cómo es esto posible? Como se ha señalado al inicio de este tema,
la autoestima es el componente evaluativo del autoconcepto, es la valoración que
hacemos de nosotros mismos al comparar las características que nos definen con
aquellas que desearíamos tener (cómo somos y cómo nos gustaría ser). Y
precisamente son los estándares sociales y culturales los que marcan lo que debería
ser deseable. Si los adolescentes se sienten felices a pesar de autodefinirse con rasgos
negativos, y no experimentan una autoestima baja podría pensarse que es porque se
ajustan a las expectativas que la sociedad actual tiene sobre ellos. Y esto debería
hacernos reflexionar. En palabras de Jose Antonio Marina ( 2005, p.106):

31
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Nuestros adolescentes nacen –y son determinados- por una sociedad:


individualista, tutelada, hedónica, con muchas posibilidades, competitiva, consumista,
desilusionada, liberada, heterogénea, con problemas de identidad. Tenemos pues la
adolescencia que nos corresponde: individualista, tutelada, hedónica, con muchas
posibilidades, competitiva, consumista, desilusionada, liberada, heterogénea, con
problemas de identidad. Hasta aquí todo es normal. Lo anormal es que esa creación
nuestra no nos gusta.

32
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

REFERENCIAS

Atienza, F. L., Balaguer, I. y Moreno, Y. (2002). El perfil de autopercepciones para


niños: Análisis de la validez factorial y la fiabilidad en la versión castellana.
Psicothema, 14, 659-664.

Blasi, A. (2005). La construcción de la identidad durante la adolescencia. En Libro de


Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

Blasi, A. (2005). La construcción de la identidad durante la adolescencia. En Libro de


Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

Blasi, A. y Glodis, K. (1995). The development of identity. A critical analysis from the
perspective of the self as subject. Developmental Review, 15; 403-433.

Blasi, A. y Glodis, K. (1995). The development of identity. A critical analysis from the
perspective of the self as subject. Developmental Review, 15; 403-433.

Elkind, D. (1967) Egocentrism in adolescence. Child Development, 38, 1025-1034.

Elzo, J. (2005). El grito de los adolescentes. En Libro de Ponencias del Congreso Ser
Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación
de Ayuda contra la Drogadicción.

Elzo, J. (2005). El grito de los adolescentes. En Libro de Ponencias del Congreso Ser
Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación
de Ayuda contra la Drogadicción.

33
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Erikson, E. (1968). Identity, youth and crisis. Nueva York: Norton (Ed. Castellano:
Identidad, juventud y crisis. Madrid: Taurus, 1980).

Erikson, E. (1980). Identity and the life cycle. Nueva York: Norton.

Fischer, K.W. (1980). A theory of cognitive development: The control and construction
of hierarquies of skills. Psychological Review, 87, 477-531.

Harter, S. (1985). Manual for the Self-Perception Profile for Children. University of
Denver.

Harter, S. (1990). Issues in the assessment of the self-concept of children and


adolescents. En A.M. Greca (Ed.), Through the eyes of the child: Obtaining self-
reports from children and adolescents (pp. 292-325). Boston: Allyn & Bacon.

Harter, S. (2006). The self. En W. Damon, R. M. Lerner., y N. Eisenberg (Eds.),


Handbook of child psychology: Vol. 3. Social, emotional, and personality
development (pp. 505–570). New York: Wiley

Harter, S., Bresnick, S., Bouchey, H.A., y Whitesell, N.R. (1997). The development of
multiple role-related selves during adolescence. Development and
Psychopathology, 9(4), 835-853.
Harter, S., y Monsour, A. (1992). Developmental analysis of conflict caused by
opposing attributes in the adolescent self-portrait. Developmental Psychology,
28, 251-260.

López Maxía, E. (2010). Evolución del Autoconcepto y la Autoestima durante la


adolescencia: diferencias de edad y sexo. Relación con los estilos educativos.
Trabajo Fin de Máster de Investigación UNED.

34
Tema 4. Desarrollo de la personalidad durante la adolescencia
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Marina, J.A. (2005). La adolescencia como producto diseñado por el mundo adulto. En
Libro de Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

Marina, J.A. (2005). La adolescencia como producto diseñado por el mundo adulto. En
Libro de Ponencias del Congreso Ser Adolescente Hoy. Madrid: Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.

opposing attributes in the adolescent self-portrait. Developmental Psychology,


28, 251-260.

Palacios, J. (1999). Desarrollo del yo. En I. Etxebarría, M.J. Fuentes, F. López y M. J.


Ortíz (Coords), Desarrollo afectivo y social. Madrid: Pirámides.

Parra, A., Oliva, A., Sánchez-Queija, I. (2004). Evolución y determinantes de la


autoestima durante la adolescencia. Anuario de Psicología, 35, 331-346.

Sánchez Queija, I (2001). Relaciones afectivas con los iguales y conformidad ante la
presión del grupo durante la adolescencia. Trabajo de investigación para la
obtención de la suficiencia investigadora. U. Sevilla.

Sierra, P. y Brioso, A. (2006). Psicología del Desarrollo. Madrid: Sanz y Torres.

VVAA (2005). Informe Juventud en España 2004. Madrid: INJUVE.

Wilgenbush, T. y Merrel, K. W. (1999). Gender differences in self-concept among


children and adolescents: a meta-analysis of multidimensional studies. School
Psychology Quarterly, 14, 101-120

Woodruff, D. S. (1983). The role of memory in personality continuity: a 25 year follow-


up. Experimental Aging Research, 9, 31-34

35
TEMA 5. Desarrollo Social y
Emocional del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

Texto elaborado por I. Sánchez-Queija, A. Brioso, I. Orjales, G. Sampascual y B.


Delgado, para el Máster de Educación Secundaria de la UNED en base al texto
elaborado por Sánchez Queija, I y Delgado, B (en prensa). Desarrollo Social y Afectivo
del Adolescente. En J. García Madruga, J. Delval y F. Gutiérrez, Psicología del Desarrollo
I. Madrid: UNED
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CONTENIDO
Índice de ilustraciones............................................ ¡Error! Marcador no definido.
1. RELACIONES FAMILIARES Y BÚSQUEDA DE AUTONOMÍA ................................ 4
1.1 Conflictos y cercanía en las relaciones entre padres e hijos....................... 4
1.2. Los estilos educativos y la autonomía ...................................................... 10
1.3 A modo de conclusión ............................................................................... 14
2. RELACIONES ENTRE IGUALES. ......................................................................... 16
2.1 Amistad y grupo de iguales ....................................................................... 16
2.1.1 La conformidad .................................................................................. 18
2.1.2 Las diferencias de género................................................................... 20
2.2 Relaciones de pareja ................................................................................. 21
2.2.1. Las relaciones sexuales ..................................................................... 24
CONCLUSIÓN ....................................................................................................... 27
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 29

2
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. La familia Simpson nos acompañará a lo largo del epígrafe ........... 4
Ilustración 2. Frecuencia de conflictos entre padres e hijos (Parra, 2005) ........... 5
Ilustración 3. Temas por los que discuten los adolescentes en casa, por orden de
prelación (Para, 2001) ........................................................................................... 6
Ilustración 4. Relación entre ajuste adolescente y conflictos familiares .............. 8
Ilustración 5. Temas que generan conflicto en las relaciones familiares e
intensidad emocional de las discusiones (Parra, 2005) ........................................ 9
Ilustración 6. Estilos Educativos (Baumried, 1968; Maccoby & Martin, 1983) ... 11
Ilustración 7. Lisa simpson .................................................................................. 13
Ilustración 8. Bart Simpson ................................................................................. 13
Ilustración 9. Familia Simpson............................................................................. 15
Ilustración 10. Bart y Milhouse ........................................................................... 16
Ilustración 11. Burt y Milhouse hacen travesuras............................................... 19
Ilustración 12. Evolución del apego al grupo de iguales a lo largo de la
adolescencia. Diferencias de género (Sánchez-Queija, 2007) ............................ 20
Ilustración 13. Evolución del grupo durante la adolescencia ............................. 22
Ilustración 14. Relaciones de pareja y teoría del apego ..................................... 23
Ilustración 15. Porcentaje de chicos y chicas que dicen haber practicado
relaciones sexuales completas (hbsc, 2006) ....................................................... 25

3
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1. RELACIONES FAMILIARES Y BÚSQUEDA DE AUTONOMÍA


La importancia de la familia como principal contexto para el desarrollo de los
hijos no es puesto en duda por nadie y la etapa de la adolescencia no constituye una
excepción a esta regla. Es cierto que, con la llegada de los hijos a la adolescencia, en el
sistema familiar, acaecerán una serie de cambios y reestructuraciones que derivarán,
entre otras cosas, en una nueva jerarquía de relaciones, pero la familia continuará
siendo la base sobre la que se asiente el desarrollo de los adolescentes. Ahora bien, si
durante la niñez son los adultos quienes poseen el conocimiento sobre la vida y
ejercen la toma de decisiones respecto a las cuestiones familiares, en general, y
respecto a la vida del menor, en particular, al final de la adolescencia y con llegada a la
adultez, este papel deberá ser compartido progresivamente entre padres e hijos hasta
el punto de que serán los propios adolescentes tardíos o adultos jóvenes quienes
acaben tomando decisiones importantes referentes a su vida. Este proceso de
adquisición de autonomía por parte del chico o la chica adolescente implica muchos
aspectos como la confianza y cesión gradual de responsabilidad de los padres hacia los
hijos o la asunción de roles adultos de los hijos, entre otros. Es un proceso complejo,
que acaece en un sistema dinámico como es la familia y que tiene múltiples vertientes,
algunas de las cuales pasaremos a describir en este capítulo.

1.1 CONFLICTOS Y CERCANÍA EN LAS RELACIONES ENTRE PADRES, MADRES,


HIJOS E HIJAS
ILUSTRACIÓN 1. LA FAMILIA SIMPSON NOS ACOMPAÑARÁ A LO LARGO DEL EPÍGRAFE

La familia, a lo largo de la vida de las


personas, es un contexto de desarrollo
en el que sus miembros se desenvuelven
con marcadas relaciones de cercanía, o
dicho con otras palabras: las relaciones
familiares se caracterizan por la
existencia de intimidad,
interdependencia, proximidad, confianza
mutua y comunicación. Como en toda
relación de cercanía, por lo tanto, no es
extraño que surjan conflictos dentro de
ella. Las discusiones son inherentes a estas relaciones, y especialmente prominentes
en el caso de las relaciones familiares en cualquier etapa de la vida (Collins y Laursen,
2004). Este hecho no cambia durante la adolescencia. De hecho, en la literatura

4
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

científica y en la popular se ha definido la adolescencia como una etapa de especiales


conflictos familiares que, en no pocas ocasiones, se han achacado al acercamiento de
los chicos y las chicas hacia el grupo de iguales y, en especial, a la presión e influencia
de los amigos íntimos hacia conductas negativas (Brown, Dolcini, y Leventhal, 1997,
Laursen y Collins, 1994). Esta descripción hunde sus raíces en la visión psicoanalítica de
la adolescencia (véase tema1, teoría de Peter Bloss) según la cual, en esta etapa, los
chicos y las chicas deben separarse de la familia de origen para establecer nuevas
relaciones fuera de ella, relaciones que, a la larga, supondrán la composición de una
nueva familia. Desde esta perspectiva, los conflictos son vistos como inherentes a la
relación padres–hijos y, por tanto, no sólo inevitables sino, incluso, deseables. Este
argumento sigue utilizándose y es fácil encontrar alusiones a esta idea cuando se habla
de la adolescencia. Sin embargo, esta afirmación debe ser matizada, ya que la
evidencia empírica acumulada a lo largo de los años establece diferentes variables
mediadoras o moderadoras que modulan las relaciones en la adolescencia y que
influyen en la aparición y la resolución de los conflictos familiares.

ILUSTRACIÓN 2. FRECUENCIA DE CONFLICTOS ENTRE PADRES E HIJOS (PARRA, 2005)

Revisando la
Frecuencia de conflictos padres-hijos
bibliografía científica, parece
23
existir acuerdo en que,
22

durante los primeros años de


21

la adolescencia, aumenta el 20

número de conflictos en el 19

hogar; chicos y chicas 18

discuten con frecuencia con 17

12-14 años 15-16 años 17-19 años


sus padres y madres,
especialmente con éstas, Chicos Chicas

siendo la relación que más


discusiones provoca la relación madre-hija. Sin embargo, tras un periodo de ajuste y
renegociación de roles, el sistema familiar vuelve a encontrar el equilibrio ya en los
años de la adolescencia media (Goossens, 2006). Durante este periodo de mayores
dificultades, los conflictos familiares sirven para renegociar los roles que desempeñan
los diferentes miembros dentro de la familia, como una forma de reconsiderar y
revisar las expectativas de los miembros de la familia respecto a las responsabilidades
y la autonomía que el adolescente puede desarrollar (Collins y Laursen, 2004). La
forma en la que disminuyan los conflictos y se alcance el reajuste del sistema estará

5
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

condicionada por la situación familiar previa a la entrada de los hijos en la


adolescencia, ya que en general, los estudios que siguen al mismo grupo de chicos y
chicas a lo largo de la adolescencia (longitudinales) muestran que existe una gran
continuidad en las relaciones familiares; es decir, aquellas familias que mejor dinámica
muestran en la infancia seguirán siendo las que estén situadas en la parte superior del
ranking tanto durante los momentos más inestables de la adolescencia inicial como
con posterioridad (Oliva, 2006).
Otra cuestión a tener en cuenta es la forma de resolver los conflictos: cuando
las disputas se resuelven de forma positiva (a través de la comunicación, la expresión
de afectos, la toma de decisiones conjunta y teniendo en cuenta los diferentes puntos
de vista) los conflictos permiten al adolescente aprender habilidades de resolución de
problemas adecuados y, también, profundizar en el conocimiento mutuo de los
miembros de la familia. Una investigación longitudinal realizada en nuestro país
mostró que las disputas en el seno de una familia cuando los hijos e hijas llegan a la
adolescencia, si son resueltas en un ambiente de calidez afectiva y buena
comunicación, derivarán en un nivel de ajuste más elevado en la adolescencia tardía
que aquellos que no discutieron o resolvieron las disputas inmersos en ambientes
familiares menos favorables (Oliva, Jiménez, Parra, Sánchez-Queija, 2005).
ILUSTRACIÓN 3. TEMAS POR LOS QUE DISCUTEN LOS ADOLESCENTES EN CASA, POR ORDEN DE PRELACIÓN (PARA, 2001)

Número Otra cuestión a tener en cuenta a la


Tema de discusión
de orden hora de analizar los conflictos
1. Tareas de la casa familiares es la temática sobre la que
2. Tiempo de estudio y calificaciones se producen. La investigación
3. Hora de regreso a casa muestra que las principales
4. En qué gastan el dinero discusiones se producen ante
5. Forma de vestirse cuestiones cotidianas como la forma
6. Empleo del tiempo libre de vestir, las tareas del hogar, o el
7. Tabaco y alcohol empleo del dinero. Aspectos más
8. Lugares de salida trascendentales como la elección del
9. Amigos y amigas itinerario profesional o de estudios,
10. Ligues la sexualidad, la política o la religión
11. Drogas
generan, sin embargo, menos
12. Carrera o profesión
disputas entre padres e hijos. Las
13. Política o religión
explicaciones que se dan a este
14. Conducta sexual
hecho son sencillas. De una parte, la
diferente visión sobre a qué ámbito pertenecen estas temáticas. Así, mientras chicos y

6
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

chicas consideran que el orden en su habitación, en qué gastan su dinero o qué ropa
utilizan pertenece a su esfera privada (y, por lo tanto, los padres no deben opinar en
ello), para los adultos continúan siendo cuestiones sobre las que ellos como padres
deben opinar, apelando a la responsabilidad o a la estética. Sin embargo, padres e
hijos parecen estar de acuerdo en que los adultos tienen una visión más clara sobre
aspectos como el itinerario escolar a seguir o qué ideas políticas son adecuadas, y los
adolescentes atienden mejor los argumentos de los adultos en estos ámbitos. Otra
explicación que puede completar a la anterior hace alusión a la diferente visión que
adultos y adolescentes tienen sobre el momento en el que están preparados para
realizar ciertas actividades. Chicos y chicas adolescentes suelen atribuirse
responsabilidades y capacidades con mayor precocidad de la que esperarían sus
padres y madres, lo que sin duda genera discusiones en torno a temas como la hora de
llegar a casa, la aprobación para hacer salidas sin supervisión adulta o para organizar
eventos lúdicos.
Las diferencias de género continúan estando presentes y se reflejan, como no,
en torno a estos temas. Parece ser que los chicos de nuestro entorno tienen más
discusiones que las chicas respecto a temas académicos, sobre el uso del tiempo libre
o el consumo de tabaco o alcohol, mientras que las chicas, en el único tema en el que
superan a los chicos en discusiones es respecto a la hora de llegar casa (Parra y Oliva,
2007).
El tema de los conflictos se considera importante por distintos motivos: por ser
una de las cuestiones que más preocupan a la sociedad, por su implicación en la
adquisición de autonomía y por su relación con el ajuste adolescente. En este último
sentido, la relación entre conflictos con los padres y ajuste de los adolescentes parece
funcionar en forma de U invertida (ver ilustración 4).

7
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 4. RELACIÓN ENTRE AJUSTE ADOLESCENTE Y CONFLICTOS FAMILIARES


-
+ Ajuste del Adolescente

- Conflictividad adolescente-padres +

La bibliografía científica confirma que los chicos y las chicas que muestran
mejor ajuste psicológico son aquellos que tienen conflictos con sus padres y madres,
cuando éstos son de intensidad y frecuencia moderada y, como es de esperar, que
quienes entablan discusiones frecuentes y fuertes con sus padres suelen mostrar
problemas psicológicos que se prolongan, incluso, más allá de la adolescencia.
Sorprende saber, sin embargo, que aquellos adolescentes que no indican conflictos en
la familia muestren un peor ajuste que quienes sí tienen conflictos, aunque
moderados. Las explicaciones más plausibles son:
Los chicos y chicas que no tienen conflictos puede que no estén demandando
mayores niveles de autonomía ni quieran ejercer la toma de decisiones (desde la
perspectiva de la teoría de Erikson serían chicos o chicas que, por algún motivo, no
exploran nuevas posibilidades y no pasan por la crisis de identidad).
Evidentemente, un chico o una chica que no sale con sus amigos, que pasa el día en
casa,que estudia o trabaja en lo que sus padres deciden (identidad hipotecada), o
que no se plantea qué es lo que quiere en el mundo y por tanto no lo explora
(identidad difusa) puede que no tenga discusiones con sus padres pero tampoco
estará adquiriendo una identidad madura, explorando las alternativas que la vida le
ofrece, aclarando sus propios deseos o emociones, ni desarrollando habilidades
que le serán necesarias durante el resto de su vida. El ajuste psicológico de estos
chicos, sin duda, no será óptimo.
También pueden ser chicos o chicas que, formando parte activa de los
adolescentes que buscan alternativas y aprovechan la moratoria psicosocial para

8
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

explorar (crisis de identidad), evitan los conflictos con los progenitores no


hablando con ellos de los aspectos de su vida que pueden ocasionarles problemas.
Un dato que apunta a esta teoría es que, aunque el sexo esté en el último lugar en
la prelación de temas sobre los que se discute en casa, la intensidad de los
conflictos que acarrea hablar de la temática sexual en las familias españolas con
adolescentes es elevada. Es decir, no se habla del tema porque, cuando se habla,
se discute enérgicamente. Por tanto, chicos y chicas que están explorando el
mundo, pero que no cuentan con el apoyo de sus padres para resolver dudas o
enfrentarse al mundo que están descubriendo, tampoco tendrán un ajuste
psicológico óptimo.
ILUSTRACIÓN 5. TEMAS QUE GENERAN CONFLICTO EN LAS RELACIONES FAMILIARES E INTENSIDAD EMOCIONAL DE LAS
DISCUSIONES (PARRA, 2005)

Como hemos podido


Temas que generan más conflictos y de más
intensidad emocional ver, aquellos chicos y chicas
que acuden a sus padres a
contarles sus preocupaciones
Conducta sexual (sobre sexo, pareja, amigos,
Política o religión consumos, posibilidades
Carrera o profesión
extraescolares o de futuro
Otras drogas
Los ligues laboral) y que entablan
Amigos discusiones con ellos sin
Sitios de salida
abandonar el clima de afecto
Fumar y beber
Uso tiempo libre
y aceptación mutua, son los
Forma de vestir que conseguirán un mejor
Gasto de dinero
conocimiento de sí mismos y
Hora de volver a casa
Horas estudios, notas
de los que les rodean, una
Tareas de casa toma de decisiones más
0 0,5 1 1,5 2
planificada y acertada y, por
2,5

consiguiente, serán los que


alcancen una mejor
Intensidad emocional Frecuencia conflictos adaptación personal y social.
De hecho, la investigación
sobre aspectos que se refieren a la toma de decisiones muestra que aquellos
adolescentes que toman las decisiones en conjunto con sus padres/madres son los que
muestran un mejor ajuste conductual. Por el contrario, los chicos y chicas que deciden
por sí mismos sin contar con los padres tienen más probabilidades de acabar
implicados en actividades delictivas o desajustadas. Evidentemente y a lo largo de la

9
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

adolescencia, los padres deberán dejar de forma progresiva una mayor autonomía a
sus hijos e hijas en la toma de decisiones. Durante la adolescencia inicial es más fácil
que la disputa finalice con la claudicación del hijo y la retirada a su habitación mientras
que la negociación y la llegada a acuerdos es mayor según aumenta la edad del
adolescente.
Los párrafos previos, centrados en los conflictos, pueden estar causando en el
lector la idea de que la adolescencia es un momento dramático para las familias.
Posiblemente porque, como ya hemos argumentado en anteriores temas, esta idea es
la más extendida en la sociedad. Sin embargo, queremos hacer llegar al lector algunos
datos muy concretos que apoyan la idea de continuidad en las relaciones que
apuntábamos más arriba y que reflejan que, a pesar de los cambios en las
interacciones inherentes al desarrollo humano y a los cambios físicos, cognitivos y
sociales del adolescente, la continuidad prima sobre el cambio.
Los estudios revelan que las familias que son conflictivas durante la
adolescencia ya lo eran previamente, en etapas anteriores. Aunque se dan casos, los
sistemas familiares con buen ajuste durante la infancia que derivan en conflictos
importantes en la adolescencia son apenas un 5% del total (Steinberg, 2001). De
hecho, los datos muestran que menos del 10% de las familias tienen dificultades serias
durante la etapa de la adolescencia, mostrando la mayor parte de los adolescentes una
baja conflictividad, aunque la problemática que existe sigue los patrones indicados, es
decir aumento de conflictos en la adolescencia inicial –cuando se producen los
cambios más bruscos y evidentes exteriormente- y reequilibrio a partir de la
adolescencia media, cuando las nuevas capacidades cognitivas se van asentando y,
padres y adolescentes van adquiriendo y adaptándose a los nuevos roles (Parra y Oliva,
2007).

1.2. LOS ESTILOS EDUCATIVOS Y LA AUTONOMÍA


Buena parte de la bibliografía dedicada a estudiar las relaciones familiares lo ha
hecho bajo el paraguas teórico de los estilos educativos. El estilo educativo es una
tipología en la que se resumen las formas familiares de crianza a partir de dos
dimensiones: afecto/comunicación y el control/ disciplina. De la combinación de
ambas variables surgen los 4 estilos educativos o de crianza que vamos a definir como:
Democráticos, autoritarios, permisivos y negligentes (ver ilustración 6).

10
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 6. ESTILOS EDUCATIVOS (BAUMRIED, 1968; MACCOBY & MARTIN, 1983)

De esta forma, unos


Control/supervisión Control/supervisión
padres utilizan un estilo
alto bajo
educativo democrático
Afecto cuando demandan a sus
DEMOCRÁCTICO PERMISIVO
alto hijos autonomía, les ponen
normas explícitas y claras
Afecto que hay que cumplir, pero
AUTORITARIO NEGLIGENTE
bajo esas normas están
explicadas, son razonadas y
se hacen cumplir en un clima afectivo y de comunicación fluida. Cuando los hijos son
pequeños, las normas deben ser pocas, claras, razonables y, básicamente, de obligado
cumplimiento. En la medida de lo posible deben ser explicadas, aunque no, hiper-
explicadas. En el caso de los adolescentes, esas normas deben ser razonadas y
explicadas en un clima en el que el chico o la chica se sienta querido y sienta que se
toma en cuenta su opinión de tal forma que le resulten más fácil interiorizarlas y
cumplirlas porque las considere adecuadas. Los hijos de familias democráticas son los
más ajustados, tanto psicológicamente (muestran buena autoestima, satisfacción vital,
bajos niveles de depresión, etc.) como en su conducta (bajo consumo de drogas,
menor conducta antisocial, etc). En el caso de las familias que emplean un estilo
educativo autoritario, se suelen encontrar normas y deberes, que pueden ser
excesivos y que no se acompañan de un clima afectivo positivo. De esta forma, los
padres obligan a sus hijos a cumplir normas y reglas que no son explicadas, y por tanto,
no son comprendidas o aceptadas por sus hijos. El afecto no se hace explícito y, por
tanto, los hijos se crían en un entorno extremadamente rígido y normativo, sin cariño
ni comprensión. El estilo educativo autoritario suele correlacionar con hijos que tienen
un buen ajuste comportamental (bajo consumo de drogas o conducta antisocial, por
ejemplo) pero un peor ajuste psicológico (con bajos niveles de autoestima o
satisfacción vital). Cuando el estilo educativo es permisivo, los hijos e hijas son
educados con afecto, cariño y comunicación, pero no hay normas ni reglas que
cumplir. Estos chicos y chicas suelen tener una buena autoestima y satisfacción vital,
pero también tienen problemas con los compañeros y pueden coquetear con drogas y
comportamientos antisociales. Finalmente, el estilo educativo negligente implica que
no existen ni normas ni control de la conducta, y tampoco afecto y comunicación.
Estos chicos son los que aparecen peor ajustados en todas las facetas. Parece, por
tanto, que la dimensión control y supervisión de la conducta está relacionada con un
buen ajuste externo (bajo consumo de drogas o conducta antisocial, p. ej.) y la

11
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

dimensión afecto y comunicación con un buen ajuste interno (buena autoestima, baja
ansiedad y depresión, p. ej.).
Collins y Laursen (2004) resumen los hallazgos de los estudios sobre la
influencia de los diferentes estilos educativos en el chico o la chica adolescente y
concluyen que, los padres con estilo educativo democrático dan prioridad las
necesidades de sus hijos, lo que implica, entre otras cuestiones, realizar demandas de
madurez apropiadas a la edad. Quienes muestran un estilo educativo autoritario dan
prioridad a sus propias necesidades y agendas, exigen obediencia a sus hijos, castigan
la desobediencia y utilizan métodos autoritarios para conseguir su conformidad.
Finalmente, los padres con estilo educativo permisivo centran toda la atención en el
hijo pero sin demandarles madurez, ni compromisos, ni implicación en actividades y en
la toma de decisiones en aspectos que podrían beneficiarles. De esta forma, cuando las
relaciones entre padres e hijos se rigen por un estilo democrático, estarán
caracterizadas por la reciprocidad y la comunicación bidireccional. En el caso de que se
den estilos no democráticos, la comunicación y la reciprocidad se romperán debido, en
el caso del estilo autoritario, al dominio de los intereses del padre o la madre y en el
estilo permisivo, al dominio del hijo o hija.
En este marco teórico, la numerosa investigación realizada lleva a la conclusión
de que los diferentes estilos educativos correlacionan con otros tantos outcomes en
los adolescentes, que Lila, Van Aken, Musitu y Buelga (2006) sintetizan de la siguiente
forma: los progenitores democráticos tienen hijos que son más ajustados, más
maduros socialmente, competentes psicosocialmente, con mejor autoestima y más
logros académicos. Por su parte, los adolescentes con padres autoritarios se implican
menos a la hora de explorar las diferentes alternativas para lograr una identidad,
adoptan las normas morales externas sin internalizarlas, tienen niveles más bajos de
autoconfianza y autoestima, y muestran problemas cuando deben guiar su
comportamiento a partir de sus propias decisiones. En general, cuando falta alguno de
los componentes del estilo democrático aparecen algunos problemas: los adolescentes
con padres permisivos confían en sí mismos (han recibido alto afecto y comunicación),
pero muestran niveles elevados de consumo de sustancias y dificultades académicas
(no se ha ejercido el control ni la supervisión sobre ellos); los adolescentes con padres
autoritarios son obedientes y disciplinados pero no son competentes (han recibido
control y supervisión sobre sus actos, pero no han interiorizado las normas ni el por
qué de los actos) y los adolescentes con padres indiferentes son los más
problemáticos, no son competentes y además muestran problemas de conducta (no
han recibido ni afecto ni la debida supervisión).

12
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 7. LISA SIMPSON

Sin embargo, esta descripción que puede resultar


clarificadora, también puede simplificar, en exceso, las
relaciones familiares. En realidad, la relación padres hijos
no es unidireccional y, por tanto, los hijos no son una
plastilina que los padres puedan moldear en función de su
estilo educativo. Chicos y chicas muestran unas actitudes y
comportamientos propios y el estilo educativo de los
padres también acaba adaptándose a ello. Así, un
adolescente fácil que, por ejemplo, no participa en actos problemáticos, lleva adelante
sus estudios sin mayores dificultades y participa de forma razonable en las tareas del
hogar, facilitará que sus padres utilicen un estilo democrático; mientras que una chica
que comienza a suspender asignaturas, consume alcohol u otras sustancias y que llega
tarde a casa, provocará un endurecimiento de las normas y un estilo autoritario de los
padres.
ILUSTRACIÓN 8. BART SIMPSON

Como vemos, en psicología no


existen relaciones simples, siempre nos
encontramos con patrones de interacción
compleja. De esta forma si una familia ha
seguido un patrón de estilo democrático a lo
largo de la infancia de los hijos (han creído
en la necesidad de estimular la autonomía
del hijo y han combinado el afecto explícito
con normas a seguir) es más fácil que el comportamiento del hijo sea ajustado con la
llegada de la adolescencia. Ese comportamiento ajustado, a su vez, facilitará que los
padres puedan continuar actuando como padres democráticos y considerando que es
la mejor opción. Igualmente, unos padres que no hayan exigido madurez a sus hijos
durante la infancia, le hayan pautado y controlado todos los actos y le hayan
sobreprotegido encontrarán a un adolescente que no es competente por sí mismo y
los progenitores se verán instados a continuar pautando de forma inadecuada los
comportamientos del chico o la chica. Dicho en otras palabras, unos padres
autoritarios durante la infancia favorecerán un hijo poco autónomo que, cuando llegue
a la adolescencia, promoverá que las pautas de crianza de sus padres continúen siendo
autoritarias. Como podemos comprobar, la familia es un sistema dinámico cuyo
funcionamiento no puede analizarse y comprenderse si se analiza el comportamiento
de los miembros que la componen por separado. Parece que es la calidad de la

13
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

relación padres-hijos la que, en última instancia, determinará la naturaleza de la


influencia en la relación padres-hijos, y no el comportamiento aislado de padres o de
hijos.

1.3 A MODO DE CONCLUSIÓN


La exposición que acabamos de realizar sobre las relaciones familiares en la
adolescencia es necesariamente corta y deja multitud de conocimientos en el tintero:
estructurales, como la adaptación a la adolescencia de diferentes tipos de familia o en
contextos divergentes y dimensionales, como la función del afecto en el ajuste
emocional y conductual del adolescente. Antes de finalizar el apartado sobre las
relaciones familiares nos gustaría plasmar un par de datos más que relacionan
contenidos de diferentes temas y que pueden ayudar al estudiante de la asignatura a
tener el insight sobre la necesidad de integrar los conocimientos expuestos en
diferentes partes del Máster en un marco teórico integrado y relacionado, y realizar
una pequeña conclusión sobre los datos expuestos.
En el tema 1 describimos los cambios fisiológicos que acontecen a lo largo de la
adolescencia, algunos factores psicosociales que influyen en su aparición y
consecuencias sobre el ajuste a chicos y chicas. Pues bien, las relaciones entre la
maduración puberal y las dinámicas familiares durante la adolescencia también han
sido estudiadas. Así, se ha encontrado que el desarrollo madurativo está relacionado
con la intensidad emocional en los conflictos entre padres, madres y adolescentes. Se
ha encontrado, por ejemplo, que los padres interrumpen más que las madres a sus
hijos e hijas y que madres e hijos por igual se interrumpen mutuamente con mayor
frecuencia en las fases medias de la maduración biológica que cuando comienza la
maduración o cuando esta ya ha tenido lugar. Estos datos se han relacionado con la
necesidad de los padres y madres de afianzar su poder justo en los momentos en los
que no pueden negar porque es ya evidente que sus hijos e hijas comienzan a
convertir en adultos. Igualmente, se ha encontrado que aquellos chicos y chicas que
maduran antes (timing puberal) se enfrenan a mayores conflictos en casa que los que
maduran en tiempo. Como se ha apuntado previamente, los adultos no están
conformes con dar autonomía a chicos y chicas que aparentan más edad de la que
realmente tienen.

14
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 9. FAMILIA SIMPSON

Sin embargo, aunque uno de los


apartados que hemos incluido en el
capítulo esté relacionado con los conflictos
familiares, la realidad de nuestros hogares
es que la mayor parte de las familias pasan
por la adolescencia de sus hijos sin grandes
problemas y las dificultades están
centradas en aquellos grupos con
problemas mentales o con familias
disfuncionales. Aunque los adolescentes
digan que están menos satisfechos de sus
relaciones familiares y que se sienten
menos aceptados por sus padres que los
preadolescentes, los estudios
epidemiológicos muestran que, en general, están satisfechos con su vida familiar y
muestran buena comunicación con sus padres y madres. El estudio HBSC en España
(Moreno et al., 2008) realizado con 23.000 adolescentes de entre 11 y 17 años
originarios de toda la geografía española muestra que los adolescentes valoran, con
una media de 8,3 sobre 10, el grado de satisfacción con sus relaciones familiares y que
el 79.8% de ellos considera que la comunicación con su madre es fácil o muy fácil.
Como hemos dicho previamente, los datos longitudinales (aquellos que siguen a los
mismos chicos durante varios años asegurando que los cambios que se producen con
la adolescencia no son debidos a que las muestras son diferentes sino al desarrollo de
los chicos y las chicas) muestran estabilidad relativa en la relación familiar durante la
infancia y la adolescencia, y que durante esta etapa, para los adolescentes, los padres
continúan ocupando el segundo lugar (tras los amigos o la pareja) en apoyo, cercanía e
interdependencia. Buena parte de los cambios que hemos descrito reflejan, por lo
tanto que este proceso se caracteriza más por una disminución de la dependencia más
que por una erosión en la relación.

15
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. RELACIONES ENTRE IGUALES.


Si preguntamos a los chicos y chicas adolescentes cuáles son los aspectos más
importantes de su vida, las respuestas serán la familia, los amigos y la salud (González,
Elzo, González, et al., 2006). Como se puede comprobar, la amistad ocupa un lugar
importante en sus vidas. Si algo ha constatado claramente la bibliografía sobre las
relaciones entre amigos es la importancia que este tipo de relaciones cobra durante la
adolescencia. Chicos y chicas pasan cada vez más tiempo con sus amigos, con los que
comparten actividades cerca y lejos del hogar, así como sus sentimientos, dudas o
inquietudes. Los amigos se convierten en un apoyo básico durante estos años, junto a
ellos transitarán por los años de la adolescencia enfrentándose al mismo tiempo a los
cambios sociales, cognitivos y de personalidad; en su compañía explorarán las
alternativas que la vida les ofrece, se divertirán, buscarán pareja y, ante todo,
compartirán el tránsito por una etapa de cambio a la vez que de continuidad.

2.1 AMISTAD Y GRUPO DE IGUALES


ILUSTRACIÓN 10. BART Y MILHOUSE

Durante años el grupo de amigos no fue un tema de


interés en los estudios psicológicos sobre la adolescencia.
Los primeros intereses de los investigadores se centraron en
el estudio del desarrollo individual y cuando aparecieron los
primeros estudios que trataban el contexto social, lo
hicieron basándose en la influencia de la familia. Sin
embargo, en los años 90 del pasado siglo, comenzaron a
proliferar voces que apuntaban esta importante laguna en
los estudios sobre el desarrollo de las personas: la relación
con los coetáneos o iguales, tanto en su vertiente más
íntima y cercana, la amistad como en vertientes más lúdicas o de compañía, el grupo
de iguales. De esta forma, floreció la llamada psicología de las relaciones cercanas. A lo
largo de estos años y centrándonos en la adolescencia, se ha llegado a una serie de
conclusiones que, siguiendo a Brown y Larson (2009)1 pasamos a describir:
1. Las relaciones entre iguales se vuelven más importantes en la adolescencia. Chicos
y chicas pasan cada vez más tiempo con los amigos, sin supervisión adulta y
prestando atención a las opiniones y expectativas del grupo. De hecho, algunos

1
NA: Para la exposición se ha seguido el esquema-resumen de Brown y Larson, pero eliminando
y añadiendo alguna información a criterio de las autoras del capítulo.

16
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

autores consideran que no se puede hablar de auténtica amistad (más allá del
simple compañerismo) hasta la adolescencia cuando las relaciones pasan de: estar
basadas en el juego a basarse en la comunicación, de estar confinadas al patio del
recreo o los espacios lúdicos supervisados por adultos a los creados por los propios
adolescentes y de estar basadas en cuestiones superficiales como la coincidencia
en la clase o en actividades extraescolares a basarse en la autoexploración, en el
apoyo emocional y en la autorrevelación (Buhrmester, 1996).
2. Las relaciones entre iguales se vuelven más complejas. Aparecen nuevos tipos de
relaciones como el gran grupo o pandilla (p. eje. los macarras, los empollones, los
deportistas, los latinos, los pijos), el pequeño grupo o cuadrilla (de 5 o 6 miembros)
y/o el amigo/a íntimo o la pareja. También aparece toda una cultura de iguales que
va a depender de la pandilla y/o cuadrilla a la que pertenezca el/la adolescente en
donde la reputación del individuo dentro del grupo cobra una importancia
específica.
3. Los amigos y el grupo de amigos están caracterizados por la semejanza entre ellos,
fruto tanto de la selección como de la influencia mutua y la deselección.
Trataremos este tema más adelante en el capítulo, en el apartado de la
conformidad.
4. Aquellos adolescentes con buenas habilidades sociales aparecen mejor ajustados
que los que no la tienen, tanto en lo referente a las relaciones sociales –algo que
parece obvio- como en la adaptación académica y emocional.
5. La auto-percepción de las relaciones entre iguales no es fiable. Los adolescentes
sobreestiman los parecidos con los amigos, en especial, si se involucran en
actividades antisociales o consumo de drogas. Es decir, preguntando a los
adolescentes cuántos de sus amigos consumen (por ejemplo, marihuana) si el
adolescente la consume considera que sus amigos también lo hacen y en
cantidades similares o, incluso, mayores; sin embargo, las investigaciones que
tiene en cuenta la respuesta del adolescente pero también la de sus amigos,
reflejan que, con mucha frecuencia, los amigos en realidad consumen menos de lo
que el adolescente dice e, incluso, que no consumen.
6. La afiliación con los iguales y la reputación es sólo moderadamente estable, es
decir, es fácil encontrar a adolescentes que a lo largo del año nombran a personas
diferentes como su mejor amigo. Igualmente, cambian los miembros de la
cuadrilla, aunque algunos permanezcan, existen otros que van y que vienen.
Incluso la pareja es inestable durante los años de la adolescencia. Sin embargo, se

17
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

encuentra mayor estabilidad con los años, y los amigos, pareja o cuadrilla del final
de la adolescencia final son más estables y duraderos que la del inicio de la
adolescencia. A pesar de ello, el tipo de gran grupo con el que se afilian sí que suele
ser estable, y quienes forman parte de un grupo, por ejemplo, de “gamberros”,
podrá cambiar de mejor amigo, o de cuadrilla, pero seguirá unido a un grupo de
“gamberros”. Lo mismo ocurre cuando el grupo es positivo, por ejemplo de
“estudiosos”, aunque cambien los individuos concretos que lo formen, el
adolescente seguirá vinculado a un grupo similar.
7. La influencia de los iguales es un proceso complejo recíproco y no unidireccional.
Es decir, los chicos y chicas adolescentes se influencian unos a otros en contra de
algunas teorías cotidianas que mantienen que el grupo influencia a un chico en
concreto. Además, es importante tener en consideración variables personales y
relacionales que median la relación de influencia mutua. Retomaremos esta idea
un poco más adelante.
8. Mantener buenas relaciones con los iguales es un indicador de ajuste que,
además, favorece el bienestar social y emocional de los adolescentes.
Efectivamente, multitud de estudios muestran que quienes mantienen mejores
relaciones con sus compañeros también tienen mejor bienestar emocional y
competencia relacional, menos patologías y conductas delictivas y más autoestima.
Al mismo tiempo, quienes no tienen amigos muestran sentimientos de soledad,
incompetencia, ansiedad y baja autoestima (Berndt, 1996; Parker y Asher, 1987).
Sin embargo, no es necesario establecer todas estas relaciones, ya que como
indican Kerr, Stattin, Biesecker et al (2003) el tener buenas relaciones con los
iguales, el ser capaz de desarrollar relaciones de amistad es un buen indicador de
ajuste en sí mismo, puesto que son importantes por sí mismas para los
adolescentes.

2.1.1 LA CONFORMIDAD
Que los adolescentes son conformistas, ceden a la presión al grupo de iguales y
que esa presión es ejercida hacia cuestiones negativas como el consumo de sustancias
o actos vandálicos vuelve a ser un tópico que existe en la sociedad general y en
algunos textos académicos, como advirtieran Brown y sus colaboradores (1997), y que
ha sido alimentado por algunos reputados psicólogos (ej. Bronfenbrenner). En este
epígrafe queremos destacar una serie de hallazgos sobre el tema de la conformidad
ante la presión del grupo que no por antiguos dejan de tener vigencia, ya que son

18
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

datos que continúan apareciendo en la investigación sobre la temática y nos


permitirán desmitificar este proceso.
ILUSTRACIÓN 11. BURT Y MILHOUSE HACEN TRAVESURAS

En general, muchos trabajos


transversales (aquellos que evalúan a un gran
grupo de chicos en un momento determinado
y puntual de sus vidas) sugieren que los chicos
y chicas son conformistas por el hecho de que
observan semejanzas entre un mismo grupo
de adolescentes. Dentro de una misma
cuadrilla e incluso pandilla visten de forma
similar, usan un vocabulario parecido,
emplean el tiempo libre en el mismo tipo de actividades, etc. Estas semejanzas son
interpretadas como cesión del adolescente ante las normas del grupo. Sin embargo,
estos parecidos son debidos a diferentes procesos descritos por Kandel ya en el año
1978: la selección activa según la cual las personas nos acercamos a aquellos otros que
son semejantes a nosotros para establecer relaciones cercanas; la socialización
recíproca que hace que, una vez que formamos parte del mismo grupo se establezcan
unas normas que se van consensuando entre los miembros del grupo (sin que exista
una direccionalidad según la cual un grupo presiona a un miembro del mismo, sino que
entre todos se forman la cultura del grupo y cada vez se parecerán más los unos a los
otros); y la deselección o proceso mediante el cual, cuando un miembro del grupo no
está a gusto en el mismo, lo abandona.
Es decir, cuando los chicos y chicas llegan nuevos a un grupo, por ejemplo el
primer día de clases en un centro educativo nuevo, los grupos se van formando en
función de las semejanzas, de tal forma que unos y otros acabarán haciendo grupo con
aquellos con los que más cuestiones comparten (selección activa). Si alguien no se
siente cómodo en el grupo, porque la similitud ha descendido, lo abandona
(deselección) y entabla relaciones con otras personas con las que sí comparta aquellas
cosas que más importantes resulten al adolescente, seleccionando amigos que tienen
características sociales congruentes con su propia identidad. Este es el motivo por el
que quienes aman el deporte, acaban haciendo grupo con otros deportistas, o los
aficionados a la música entre chicos y chicas que también lo son. Finalmente, una vez
que el grupo se ha formado, se establece una cultura de grupo y unos y otros se
socializan en ella, con el resultado de que los parecidos entre los miembros de un
grupo cada vez son mayores. De esta forma, se observó que los chicos y chicas con

19
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

problemas de delincuencia o comportamientos antisociales buscaron amigos que


también los tenían y, al cabo del tiempo, quienes mantuvieron estas amistades
aumentaron sus niveles de delincuencia y antisocialidad (Farrington, 2004).
Sin embargo, a pesar de estos procesos que hacen que las concesiones al grupo
sean menores de lo que parece a simple vista, sí está documentado que los chicos y las
chicas ceden con mayor frecuencia a la presión del grupo durante la adolescencia que
durante la preadolescencia, siendo la adolescencia inicial y media los momentos de
mayor conformismo. No existe, sin embargo, acuerdo en cuanto a las diferencias de
género en esta temática, por lo que a priori, chicos y chicas cederán a los deseos del
grupo en la misma medida. Por lo demás, los chicos y las chicas se conforman ante sus
grupos de referencia, no ante cualquier grupo; ante sus amigos, y no ante cualquier
adolescente que llegue; ante aquellos a los que admiran y ante conductas relacionadas
con su raza o cultura, y no ante cualquiera o cualquier tema. Asimismo, la presión del
grupo suele ser para conductas neutras o positivas con mayor frecuencia que hacia
conductas negativas, sólo en el caso de grupos desviados la presión se da hacia actos
vandálicos y sólo en el caso de grupo de consumidores, hacia el consumo.
2.1.2 LAS DIFERENCIAS DE GÉNERO

ILUSTRACIÓN 12. EVOLUCIÓN DEL APEGO AL GRUPO DE IGUALES A LO LARGO DE LA ADOLESCENCIA. DIFERENCIAS DE GÉNERO
(SÁNCHEZ-QUEIJA, 2007)

Si hacemos una caricatura


52
50,9 50,95 50,9 sobre cómo son las relaciones
50
49,21 entre iguales durante la
Apego iguales

48
adolescencia en función del
46
45,32 género, posiblemente dibujemos
44
a dos chicas hablando entre ellas
42 41,92
y a dos chicos haciendo deporte
40
(fútbol, baloncesto, tenis, etc.). En
T1 T2 T3
esta ocasión, la bibliografía
Chicos Chicas
científica sí parece coincidir con la
visión popular, los chicos y chicas parecen enfrentarse de forma diferente a las
relaciones entre iguales. Mientras que ellas puntúan más elevado en autorrevelación e
intimidad, ellos lo hacen en actividades compartidas. La autorrevelación hace
referencia al hecho de que el adolescente confía (o revela) espontáneamente al amigo
aquellas cuestiones que realmente le preocupan, sus sentimientos y deseos más
profundos (Berndt y Keefe, 1995) y el compañero responde positivamente a estas

20
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

revelaciones, comprendiendo y apoyando a quien expone sus problemas (Laurenceau,


Barret, y Poietromonaco, 2004). Esta es la característica principal que se cita cuando se
habla de amistad íntima y es lo que hace que la amistad entre las chicas sea
considerada por muchos autores como de mayor calidad que la que se forja entre los
chicos, ya que la autorrevelación es más característica de las relaciones femeninas que
de las masculinas. Por su parte, no es extraño que los chicos escojan a alguna amiga
cuando quieren hablar de cuestiones y sentimientos profundos. Sin embargo, lo
habitual no es definir las relaciones como mejores o peores en función del género sino
sencillamente, de diferentes.

2.2 RELACIONES DE PAREJA


Uno de los aspectos que surgen durante este periodo y cobra una especial
importancia relativa para los chicos y las chicas adolescentes son las relaciones de
pareja y sexuales.
Efectivamente, con el desarrollo puberal aparece el deseo sexual, con la
consiguiente preocupación al respecto de padres y madres, especialmente en lo
relativo a sus hijas (convirtiéndose en uno de los temas que generan pocos conflictos,
pero de gran intensidad). Sin embargo, uno de los hitos evolutivos que deben
conseguir chicos y chicas adolescentes consiste, precisamente, en formar una
identidad sexual, en ser capaces de relacionarse con el otro género2 formando una
relación de pareja más o menos estable. Estos contenidos formarán parte de las
revelaciones que las chicas y los chicos hagan a sus amistades, de las charlas
informales y a groso modo, de las preocupaciones de los adolescentes.
En general, las relaciones de pareja surgen a partir del grupo de amigos y
amigas. Al inicio de la adolescencia, chicos y chicas se relacionan en pequeños grupos
unisexuales de unos 5 a 9 miembros. Suelen ser los mismos amigos de la infancia, que
se ven con frecuencia y hacen planes para otros momentos. Poco después estos
grupos se juntan para formar pandillas heterosexuales que quedan los fines de semana
o en algunas excursiones, generalmente de forma esporádica. A partir de estos
encuentros se va a formar la gran pandilla mixta, que puede incluir hasta 25 miembros
de ambos sexos. Es en el seno de esta gran pandilla donde comienzan a aparecer las
parejas. En un primer momento serán los chicos o chicas con mayor estatus quienes se

2
Por cuestiones de espacio, nos referiremos en exclusiva a las relaciones de pareja
heterosexuales.

21
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

emparejen y más adelante el resto de los miembros de las pandillas. Las primeras
parejas serán “rollitos” de entre 3 y 8 meses de duración. Estos “rollitos” son más una
interacción social que un contexto real en el que compartir intimidad, aunque en
algunas ocasiones son auténticos precursores de las posteriores relaciones de pareja
estable. En estos “rollitos” no suele haber la expectativa de mantener relaciones
sexuales, sino que se convierten en un apoyo a la maduración emocional (aumentan la
autoestima) y afectiva, aunque a mayor duración de la pareja más probabilidad hay de
que, efectivamente, aparezcan las primeras relaciones sexuales.
ILUSTRACIÓN 13. EVOLUCIÓN DEL GRUPO DURANTE LA ADOLESCENCIA

Además de
facilitar el entorno
donde encontrar pareja,
la relación de amistad
cuadrilla Gran pandilla
tiene otros vínculos con
unisexual (5-6 mixta (15-30 Aparición de la de pareja. Según la
miembros) muy Interacción entre miembros). parejas y
cohesionados. cuadrillas Menos cohesión, desintegración de teoría del apego, la
Contactos diferentes estatus la pandilla
cotidianos en el grupo. relación de pareja se
verá influida por el
modelo representacional
o modelo interno de
trabajo formado en la
relación con la principal
figura de apego (por lo general, la madre, en su papel de cuidador principal), ya que es
en la relación familiar donde se aprende la cercanía emocional y los intercambios
físicos que se darán, eso sí con otro significado, en la relación de pareja. Sin embargo,
no faltan autores que apuntan la idea de que la relación romántica se parece más a la
relación con el amigo íntimo y que es, en esta relación con un/a amigo/a del mismo
sexo, donde se prepara para relaciones intensas y cargadas emocionalmente (Sullivan,
1953). A nivel empírico se ha mostrado que la calidad en la relación de amistad predice
mejor las características de la relación de pareja durante la adolescencia que el tipo de
relación familiar; que tener amigos en la infancia media predice el tener relaciones de
pareja en la adolescencia inicial o media y relaciones más saludables en la adolescencia
tardía; o que quienes tienen amigos del sexo opuesto en la adolescencia inicial son
más proclives a iniciar relaciones de pareja en la adolescencia media (Brown, 2004).

22
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ILUSTRACIÓN 14. RELACIONES DE PAREJA Y TEORÍA DEL APEGO

El inicio de las relaciones de


pareja también tiene su vertiente
negativa. Así, y fundamentalmente
entre las chicas, el inicio de una
relación provoca fuertes sentimientos
de abandono y resentimiento en la
amiga íntima, que sufre porque su lugar
privilegiado lo ocupa ahora otra
persona, y en la persona que se
empareja que puede tener dificultades
a la hora de manejar los sentimientos de culpa por haber “abandonado” a su amiga.
Asimismo, la ruptura de la relación, aunque fuera una relación superficial, puede
conllevar sentimientos de tristeza y desolación que habrá que intentar paliar sin restar
importancia a lo que implica la relación de pareja en la adolescencia.
Brown (1999) establece cuatro fases en la formación de las relaciones de
pareja:
1. Iniciación. Con la pubertad y el surgimiento del deseo sexual, aparece una
nueva dimensión en las interacciones con el otro sexo. Sin embargo, esta fase inicial no
está centrada en la relación de pareja, sino en uno mismo. El objetivo fundamental de
esta fase sería incluir en el autoconcepto del adolescente la probabilidad de ser pareja
y conseguir tener confianza en la capacidad de uno mismo para relacionarse con una
pareja potencial. En el caso de que aparecieran relaciones de pareja, estas serían
superficiales y cortas.
2. Estatus. Una vez que se ha conseguido tener confianza en la habilidad para
interactuar efectivamente con la pareja, se pasa de estar centrado en uno mismo a la
relación con los otros. En esta etapa, las relaciones de pareja estarán socialmente
pautadas. Es decir, la relación es una forma de conseguir popularidad o estatus en el
grupo de iguales.
3. Afectividad. El objetivo de la relación de pareja ha cambiado. Se pasa de
querer tener una relación a dar importancia a la relación en sí misma. El adolescente ha
ganado suficiente confianza en su habilidad y su orientación sexual como para
arriesgarse a mantener una relación más profunda. Las relaciones son ahora más
reconfortantes sexual y emocionalmente, y se convierten en una fuente de satisfacción

23
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

y de preocupaciones. La importancia de la relación de pareja aumenta, a expensa de


otros vínculos sociales. Aunque los amigos siguen siendo importantes, ahora no
ejercen control sobre la relación de pareja que tenían previamente.
4. Vínculo. En esta etapa, donde la relación es ya madura, se superponen los
afectos a la pasión, y el compromiso de duración sobre las cuestiones personales. Esto
ocurre al final de la adolescencia o en la adultez temprana.

2.2.1. LAS RELACIONES SEXUALES


Desde 1998 la política de educación en EEUU va encaminada a promover la
abstinencia basándose en datos de investigación que apoyan la idea de que la
abstinencia sexual promueve ganancias sociales, psicológicas y de salud entre los
jóvenes. El propio Handbook of Adolescente Psychology (Adams y Berzonsky, 2003),
aporta el dato de que, tener una relación de pareja durante más de 18 meses, es un
factor de riesgo para mantener relaciones sexuales, por lo que implícitamente está
considerando tales relaciones como un riesgo. Sin embargo, la investigación muestra
que no existe relación alguna entre la ausencia de relaciones sexuales en la
adolescencia y un mejor ajuste en la adultez (Bogart, Collins, Ellickson et al., 2007). Tal
y como afirma López (2005) existe en nuestra sociedad la idea intuitiva generalizada de
que no es positivo mantener relaciones sexuales durante la adolescencia y, por tanto,
se debe intentar retrasar lo máximo posible tales incursiones. La postura que
defendemos en este apartado es que, como en casi todos los tópicos relacionados con
la psicología, depende del momento, forma y motivo por el que se mantienen esas
relaciones sexuales, lo que intentaremos argumentar en los siguientes párrafos.
Comenzaremos rebatiendo la idea de que la abstinencia promueve salud:
efectivamente, si se correlaciona relación sexual temprana durante la adolescencia con
salud mental, la relación es negativa, mostrando que aquellos chicos y chicas que
mantuvieron relaciones de forma temprana tienen una salud mental pobre durante la
adultez. Estos datos son tan engañosos como lo eran aquellos que, correlacionando
altura e inteligencia, mostraban que los niños más altos son los más inteligentes.
Obviamente, un niño de 11 años resuelve mejor las tareas de un test de inteligencia
que uno de 8 años, y es más alto, pero si se controla la variable edad, la altura y la
inteligencia son variables que no están relacionadas. Igualmente, las investigaciones
que controlan la influencia de variables como el ajuste escolar, los vínculos familiares o
las conductas de riesgo, la relación negativa entre conducta sexual en la adolescencia y
salud mental desaparece. Chicos y chicas adolescentes con un pobre ajuste escolar,
vínculos familiares negativos y que realizan conductas de riesgo tendrán una pobre

24
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

salud mental hayan mantenido relaciones sexuales durante la adolescencia o no, y


viceversa aquellos que tienen aspiraciones académicas, con buenas relaciones
familiares y que no se embarcan en conductas de riesgo tendrán buen ajuste mental
tanto si han mantenido como si no relaciones sexuales durante la adolescencia (Bogart
et al., 2007).
ILUSTRACIÓN 15. PORCENTAJE DE CHICOS Y CHICAS QUE DICEN HABER PRACTICADO RELACIONES SEXUALES COMPLETAS (HBSC,
2006)

Las primeras relaciones sexuales 50


41,1 41,6
realmente no lo tales. Hacen 40
referencia a comportamientos 27,3
30 22,7
masturbatorios, más frecuentes en Chicos
20
chicos que en chicas y que Chicas
aparecieron antes de la pubertad, y 10
a fantasías sexuales que son, en 0
principio, inespecíficas (sin 15 años 17 años
escenario ni pareja concreta) y,
posteriormente, cada vez más definidas. Estas fantasías tienen diferentes funciones:
activan el placer, son un sustituto de las necesidades sexuales no atendidas y sirven
para que el propio adolescente conozca sus preferencias y necesidades sexuales. En
algún momento, chicos y chicas tendrán alguna relación que les permitirá explorar sus
cuerpos, besarse, explorar sus genitales y posteriormente, aparecerán las relaciones
sexuales completas. Esta secuencia no es normativa, y algunos adolescentes pueden
saltarse alguno de los pasos. De hecho, a pesar de algunas noticias alarmistas sobre la
precocidad de las relaciones sexuales y las conductas de riesgo asociadas, el estudio
HBSC, mencionado antes, refleja que la mayoría de los chicos y las chicas no
mantienen relaciones sexuales completas durante la adolescencia: el 56,7% de las
chicas y el 55,4% de los chicos no han tenido relaciones sexuales cumplidos los 17/18
años, estadísticas que lógicamente aumentan al 74,5% de las chicas y el 67% si nos
referimos a los chicos de 15/16 años (Moreno et al., 2008). Cuando surgen algunas
noticias alarmantes que refieren como 15 años la media de edad en la que los
adolescentes mantienen sus primeras relaciones sexuales, no se tiene en cuenta que
ésta es la media, sí, pero de aquel grupo minoritario de adolescentes que mantienen
relaciones, olvidando que la gran mayoría de los chicos y chicas de 15 y 16 años no se
han iniciado todavía. Entre los propios adolescentes españoles consultados en un
estudio, no se tiene la expectativa de mantener relaciones sexuales antes de los
dieciséis años y medio (Casco y Oliva, 2005), lo que es importante si tenemos en

25
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

cuenta que el hecho de considerar una conducta como normal, es uno de los
principales factores para llevarla a cabo.
Aunque la doble moral que consideraba el sexo prematrimonial permitido para
los chicos y prohibido para las chicas parece estar desapareciendo, continúa habiendo
importantes diferencias entre chicos y chicas en lo relativo al sexo. Para los chicos el
sexo es un objetivo en sí mismo, mientras que las chicas entienden el sexo vinculado a
las relaciones afectivas, como una parte más de ellas. Por este motivo, es más fácil que
los chicos tengan su primera relación sexual completa preocupados de que el aparato
fisiológico funcione y que las chicas las tengan por compartir un momento de
intimidad con la pareja (Zani y Cicognani, 2006). Ellos comienzan antes a tener
impulsos e intereses sexuales, dicen tener activación sexual (es decir, activación
fisiológica en relación a la sexualidad, no necesariamente práctica sexual) con mayor
frecuencia y sobre todo, lo consideran más intenso y les producen más distracciones
que a las chicas. Si estas diferencias de género son debidas a la biología o si son
debidas a los factores sociales (que harían que ellas reprimieran su deseo sexual con
mayor frecuencia para ajustarse a las normas sociales) continúa siendo un debate,
considerándose que, ambas cosas, influyen e interactúan (Savin-Williams y Diamond,
2003).
En lo referente a la transición al coito, algunos estudios muestran que quienes
comienzan antes a mantener relaciones sexuales completas son los chicos y chicas de
familias no convencionales, con madres y padres separados o solteros, probablemente
porque tienen cerca un modelo en el que los progenitores buscan pareja y mantienen
relaciones sexuales (Crockett, Raffaelli y Moilanen, 2003). También a quienes sus
padres no controlan, a los que controlan en exceso, los adolescentes que maduran
antes que sus compañeros y quienes tienen menores aspiraciones académicas o
menor estatus social (Zani y Cicognani, 2006).
Finalmente, nos gustaría comentar los motivos que llevan a los adolescentes a
mantener relaciones sexuales (Savin-Williams y Diamond, 2003; Zani y Cicognani,
2006). El primero de ellos es quizás el más obvio, la necesidad de reducir el deseo
sexual, como hemos mencionado anteriormente, en muchos casos esta necesidad se
resuelve a través de conductas masturbatorias; el segundo es una fuerte curiosidad,
que aumenta debido a los medios de comunicación donde se describe y discute
abiertamente sobre la sexualidad. Diferentes culturas harán frente a esta curiosidad de
diversas formas. En algunos casos se evita el contacto entre los jóvenes para no
propiciar la actividad sexual, en otros se permite a los chicos y las chicas que jueguen
con sus cuerpos advirtiendo de que se debe evitar el sexo premarital. Un tercer motivo

26
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

sería el logro de estatus social entre los compañeros o de un estatus adulto (en el caso
de las chicas, este estatus se lograría más a través de una relación afectiva que de
relaciones sexuales propiamente dichas), el cuarto motivo es tener una relación de
pareja, que obviamente propicia la activación del deseo y promueve la aparición de
relaciones sexuales (en este caso la pareja quiere fundirse completamente) y el quinto
motivo consiste en utilizar el sexo es un mecanismo de regulación emocional que
ayuda a los adolescentes a afrontar emociones negativas o sucesos estresantes.
Afortunadamente este es el caso menos frecuente o normativo, pero se debe prestar
especial atención, ya que estos chicos y chicas tienden a tener mayor número de
parejas y a implicarse en relaciones sexuales de riesgo.

CONCLUSIÓN
En definitiva, la adolescencia es una edad del desarrollo en la que el mundo
social de la persona se amplía, diversifica y se vuelve más complejo. De las relaciones
familiares donde el niño o la niña es protegido y mimado por unos padres adultos que
le cuidan y saben siempre qué es lo que le conviene, se pasa a una relación padres-
hijos más igualitaria, donde el adolescente busca autonomía y que se le trate como a
un adulto, donde los padres se desidealizan y dejan de ser omnipotentes y sabios, y en
la que los padres deben ir cediendo gradualmente el poder de la relación hasta
convertirla en una relación adulto-adulto, sin olvidar, que durante mucho tiempo, los
hijos continúan bajo su tutela judicial y aún son “niños”, por lo que no pueden dejar de
ejercer de padres en ningún momento. Esta transición no es fácil, ni para los adultos ni
para los adolescentes, aunque en general se realiza con algunas tensiones pero sin
grandes dificultades. Después de los primeros momentos de confusión y mayores
conflictos, unos y otros van adaptándose correctamente a la nueva situación. Todos
hemos sido adolescentes y la mayor parte de nosotros somos adultos perfectamente
ajustados.
Por otra parte, el adolescente explora, por vez primera, todo un mundo de
relaciones sociales con los amigos y, con la/s posible/s pareja/s. Si durante la niñez los
amigos de los hijos son escogidos básicamente por los padres (el niño no va al
cumpleaños de cualquier amigo, sino al cumpleaños del amigo que tiene unos padres
con los que los suyos propios se entienden bien, va al colegio que escogen los padres,
pasa las tardes con los vecinitos que los padres deciden, o con los hijos de los amigos
de sus padres) durante la adolescencia este panorama cambia sobremanera. Ahora
chicos y chicas salen de los confines del barrio y exploran su lugar de residencia con
mayor autonomía y libertad, conociendo a gente muy diversa sin supervisión adulta.
También aparecen los deseos sexuales y comienza otra forma de relación con los

27
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

iguales mediada por dichas tensiones: aparecen los rollitos, las parejas e incluso los
noviazgos. Sea la relación más seria o menos, la pareja (o posible pareja, o
sencillamente el chico/chica que “le gusta”) se convierte en una de las principales
preocupaciones de los adolescentes, que pueden pasar horas hablando sobre estos
temas, que se convierten, a la postre, en uno de los principales hándicaps de chicos y
chicas cuando, por algún motivo son poco exitosos con el sexo opuesto, o
sencillamente pasan por la ruptura de alguna relación.

28
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adams, G.R. y Berzonsky, M.D. (2003). Blackwell Handbook of Adolescence. Oxford:


Blackwell Publishing
Baumrind, D. (1968). Authoritarian vs. authoritative parental control. Adolescence, 3,
255-272.
Berndt, T. J. (1996). Transitions in Friendship and Friends' Influence. In J. A. Graber, J.
Brook-Gunn y A. C. Petersen (Eds.), Transition through adolescence:
Interpersonal Domains and Context (pp. 57-84). Mahwah, N.J.: L. Erlbaum.
Berndt, T. J., y Keefe, K. (1995). Friends' Influence on Adolescents' Adjustment to
School. Child Development, 66, 1312-1329.
Bogart, L.M., Collins, R.L., Ellickson, P.L., Klein, D.(2007). Association of Sexual
Abstinente in Adolescente with Mental Health in Adulthood. Journal of Sex
Research, 44 (3), 290-298.
Brown, B. B., Dolcini, M. M., y Leventhal, A. (1997). Transformations in Peer
Relationships at Adolescence: Implications for Health-Related Behavior. In J.
Schulenberg, J. L. Maggs y K. Hurrelmann (Eds.), Health Risks and
Developmental Transitions during Adolescence. Reino Unido: Cambridge
University Press.
Brown, B.B. (2004). Adolescent’s relationships with Peers. En R.M. Lerner y L. Steinberg
(Eds). Handbook of Adolescent Psychology (2ª Ed.) (pp.363-394). New Jersey:
John Wiley & Sons.
Brown, B.B. y Larson, J. (2009). Peer relationships in adolescence (pp74-103). En R.M.
Lerner y L. Steinberg (Eds). Handbook of Adolescent Psychology, 3 ed. New
Yersey: John Wiley & Son.
Buhrmester, D. (1996). Need Fulfillment, Interpersonal Competence, and the
Developmental Contexts of Early Adolescent Friendship. In W. M. Bukowsky, A.
Newcomb y W. Hartup (Eds.), The Company they Keep: Friendship and
Childhood and Adolescence (pp. 158-185). Reino Unido: Cambridge University
Press.
Casco, P. y Oliva, A. (2005b). Valores y expectativas sobre la adolescencia:
discrepancias entre padres, profesores, mayores y adolescentes. Infancia y
Aprendizaje, 28 (2), 209-220.

29
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Collins, W.A. y Laursen, B. (2004). Parent-Adolescent relationships and influences (pp


331-361). En R. M. Lerner y L. Steinberg (Eds). Handbook of Adolescent
Psychology, 2 Ed. New Jersey: John Wiley & Son.
Crockett, L.J., Raffaelli, M., y Moilanen, K.L. (2003). Adolescent Sexuality: Behavior and
Meaning. En G. R. Adams y M. D. Berzonsky (Eds.), Blackwell Handbook of
Adolescence (pp. 330-348). Oxford: Blackwell Publishing.
Farrington, D. P. (2004). Conduct Disorder, Aggression, and Delinquency. In R. M.
Lerner y L. Steinberg (Eds.), Handbook of Adolescent Psychology (2 ed., pp. 627-
664). Nueva Jersey: Wiley y Son.
González, P., Elzo, J., González Anleo, J.M., López, J.A., Valls, M. (2006). Jóvenes
Españoles 2005. Madrid: Fundación Santa María y SM.
Goossens, L. (2006). The many faces of adolescent autonomy: Parent-adolescent
conflict, behavioral decision-making, and emotional distancing. En S. Jackson y
L. Goossens (Eds). Handbook of Adolescent Development. East Sussex:
Psychology Press.
Kandel, D. B. (1978). Homophily, Selection, and Socialization in Adolescent Friendships.
American Journal of Sociology, 84(2), 427-436.
Kaplan, A., Gheen, M. y Midgley, C. (2002). Classroom goal structure and student
disruptive behavior. British Journal of Educational Psychology, 79, 191-211.
Kerr, M., Stattin, H., Biesecker, G., y Ferrer-Wreder, L. (2003). Relationships With
Parents and Peers in Adolescence. In R. Lerner, M. A. Easterbrooks y J. Mistry
(Eds.), Developmental Psychology (Vol. 6, pp. 395-419). Nueva York: Wiley.
Laurenceau, J. P., Barret, L. F., y Poietromonaco, P. R. (2004). Intimacy as an
Interpersonal Process: The Importance of Self-Disclosure, Partner Disclosure,
and Perceived Partner Responsiveness in Interpersonal Exchanges. In H. T. Reis
y C. E. Rusbult (Eds.), Close Relationships (pp. 199-211). Nueva York: Psychology
Press.
Laursen, B. y Collins, W.A. (1994). Interpersonal conflict during adolescence.
Psychological Bulletin, 115, 197-209.
Lila, M., van Aken, M., Musitu, G., Buelga, S. (2006). Families and adolescents. En S.
Jackson y L. Goossens (Eds). Handbook of Adolescent Development. East Sussex:
Psychology Press.
López, F. (2005). La educación sexual. Madrid: Biblioteca Nueva.

30
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Maccoby, E. E. & Martin, J.A. (1983). The role of parents in the socialization of children:
an historic overview. Developmental Psychology, 28, 1006-1017.
Melero, M.A. y Fernández, P. (1995). El aprendizaje entre iguales: el estado de la
cuestión en Estados Unidos. En P. Fernández y M.A. Melero (Comps.), La
interacción social en contextos educativos. Madrid: Siglo XXI.
Moreno, C., Muñoz-Tinoco, V., Pérez, P., Sánchez Queija, I., Granado, M.C., Ramos, P.,
Rivera, F. (2008). Desarrollo adolescente y salud. Resultados del Estudio HBSC-
2006 con chicos y chicas españoles de 11 a 17 años. Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo .

Oliva, A. (1990). Desarrollo Social del adolescente. En J. Palacios, M. Marchesi y C. Coll


(Comps.), Desarrollo psicológico y educación (vol. 1) Madrid: Alianza
Oliva, A. (2006). Relaciones familiares y desarrollo adolescente. Anuario de Psicología,
37 (3), 209-222.
Oliva, A., Parra, A., Jiménez, J., Sánchez-Queija, I (2005). Family support, stressful life
events and adolescent adjustment. XII European Conference on Developmental
Psychology: La Laguna-Tenerife, España.
Parker, J.G. y Asher, S.R. (1987). Peer relations and later personal adjustment: are low
accepted children at risk? Psichological Bulletin, 102, 357-389.
Parra, A. (2005). Familia y desarrollo adolescente: un estudio longitudinal sobre
trayectorias evolutivas. Tesis Doctoral, U. Sevilla. (Disponible en:
http://fondosdigitales.us.es/tesis/tesis/456/familia-y-desarrollo-adolescente-
un-estudio-longitudinal-sobre-trayectorias-evolutivas/ )
Parra, A. y Oliva, A. (2007). Una mirada longitudinal y transgeneracional sobre los
conflictos entre madres y adolescentes. Estudios de Psicología, 28 (1), 93-107.
Steinberg, L. (2001). We know some things: Parent-adolescent relationships in
retrospect and prospect. Journal of Research on Adolescence, 11, 1-19.
Sullivan, HS (1953). The interpersonal Theory of psyquiatry. Nueva York: Norton.
Zani, B. y Cicognani, E. (2006). Sexuality and intimate relationships in adolescence. En
S. Jackson y L. Goossens (Eds), Handbook of Adolescent Development. East
Sussex: Psychology Press.

31
Tema 5. Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

32
TEMA 5. APLICACIONES PARA
EL AULA
Desarrollo Social y Emocional
del adolescente
Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

TEMA 5. DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO DEL ADOLESCENTE

APLICACIONES PARA EL AULA

Como hemos visto en este tema, el inicio de la adolescencia entre los 11 y 13 años
coincide con el momento de más tensiones en la relación con los adultos. Los chicos y
chicas están adquiriendo un cuerpo adulto y no sólo deben adaptarse a los cambios
físicos que experimentan, sino a los nuevos roles que desean o que no desean asumir.
Los padres son testigos de esos cambios, algunos los esperan con cierto temor y les
asusta esta nueva etapa, otros parecen negar la evidencia y siguen tratándolos como si
tuvieran menor edad. Los chicos comienzan a demandar autonomía y los padres y
madres, normalmente, se muestran reticentes a sus peticiones o muy inseguros sobre
hasta dónde deben permitirles llegar. Encontrar el término medio, aquello más
adecuado para cada chico o chica no es sencillo pero con paciencia y comunicación, la
mayoría de las familias con chicos y chicas que no han tenido problemas durante la
infancia, son capaces de mantener el equilibrio y adaptarse a esta nueva etapa con
normalidad. A pesar de los conflictos lógicos de una etapa de cambio, contrariamente
a las creencias populares, los chicos y chicas siguen pensando que sus padres les
quieren y que estarán ahí para ellos cuando les necesiten (aunque no siempre deseen
expresar abiertamente que todavía se sienten dependientes). Esta edad coincide con
la escolarización en 1º y 2º de ESO y no es casualidad que sean éstos los cursos
considerados los “peores” para la mayoría de los profesores de secundaria. ¿Qué
implicación tiene estos datos para su aula en concreto? Aunque hay algunos de estos
temas se tratarán más adelante, no está de más, hacer algunas reflexiones sobre
algunos aspectos de interés. Nos centraremos en los aspectos más disfuncionales por
ser en los que los profesores tienen mayores dificultades para encontrar recursos, pero
recuerde que todos hemos sido adolescentes, todos hemos tenido nuestros mejores y
peores momentos, y la mayor parte de nosotros somos adultos ajustados.

1. Hemos visto en el tema 4 que la opinión que los otros significativos dispensan a
las personas influye de forma importante en la formación de su autoestima.
Asimismo, describimos cómo los avances en el pensamiento formal (teoría
Piagetiana) aún no asentados juegan malas pasadas a los chicos y las chicas
adolescentes. Por este motivo, es importante no utilizar con los chicos y chicas

2
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

expresiones del tipo “eres un desastre” o similares. Son abstracciones que no se


pueden contrastar y que provienen de un otro significativo como es el docente,
por lo que afectan a la construcción de la autoestima del adolescente. Los sesgos
cognitivos pueden hacer que dichas predicciones se cumplan. Así pues, es más
probable que un chico o chica que constantemente escucha que es un “desastre”
(aunque fuera de forma cariñosa o divertida) achaque los éxitos a la suerte, a la
ayuda externa o a la facilidad de la tarea, es decir a aspectos externos a él y que no
puede controlar, y que achaque los fracasos a ese rasgo estable de su
personalidad que le resulta ya tan familiar (“soy un desastre”). De esta forma, la
autoestima y la sensación de eficacia decrecerá, y con ella la habilidad del chico
para las diferentes tareas que se proponga realizar. Estamos haciendo un flaco
favor a los chavales con este tipo de expresiones. En su lugar, podemos cambiar los
atributos personales por conductas objetivas más concretas y útiles. Por ejemplo,
en lugar de llamarle “desastre” decir “me gustaría que presentaras los trabajos más
organizados”, “te dejaré que salgas cinco minutos antes de terminar la clase de
educación física para que puedas ducharte”, “debes repasar más las ecuaciones de
segundo orden”, etc. Como vemos, el segundo tipo de expresiones se centran en
un aspecto concreto que el estudiante debe y puede mejorar, sin generalizarse a
otras facetas de su vida ni constituir una definición de su persona. De este modo,
además, les proporcionamos claves que les permitirán mejorar y, que si van
acompañadas del reconocimiento del esfuerzo del estudiante, le ayudarán a
mejorar su autoestima y a aumentar su sentido de autoeficacia. Por ejemplo,
“debes esforzarte en las ecuaciones de segundo orden, como hiciste con las
derivadas que finalmente comprendiste muy bien”, “me gustaría que presentaras
los trabajos más organizados, recuerda el cambio que conseguiste dar a la
presentación de tus exámenes”, etc. Especialmente a los alumnos que más les
cuestan las cosas es importante hacer un esfuerzo por desatacar sus buenas
habilidades (p.ej., “qué rápido has entendido el análisis sintáctico”, “he visto que
ayudas a tus compañeros cuando lo necesitan”, etc.)
2. Para conseguir el respeto de los alumnos es necesario tratarlos con respeto. Eso
no quiere decir ser indulgente, extremadamente tolerante, ni mucho menos
convertirse en su “colega” (un profesor, por definición, no puede ser un amigo).
Supone exigirles razonada y razonablemente, tratarlos con la distancia adecuada al
papel del profesor pero con cariño y respeto. Es cierto que un profesor puede
conseguir imponer disciplina en el aula humillando a los alumnos con sus
comentarios, ridiculizándolos, haciendo comparaciones odiosas, amenazándolos
con suspensos, con partes de disciplina o con la expulsión, pero nunca conseguirá

3
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

la autoridad que necesita, generará tensión, deseo de venganza e ira. Humillar a un


adolescente deja más secuelas emocionales de lo que podría parecer y puede
convertir a ese adolescente en una “victima” con la que solidarizará toda la clase.
Por el contrario, la investigación muestra que los profesores democráticos, que
establecen normas y límites a sus alumnos y también les tratan con respeto y
cariño, obtienen mejores resultados académicos. Los estudiantes con profesores
democráticos, además de comportarse adecuadamente entienden los motivos de
las normas y disciplinas, por lo que pueden interiorizarlas y generalizarlas a otros
contextos. Cada profesor debe decidir qué tipo de profesional desea ser.
3. Cuando un alumno parezca retarle, mantenga la distancia emocional y no se lo
tome nunca como una afrenta personal. De otro modo no podrá enfocar los
problemas con claridad, ni dar una respuesta educativa y profesional. Trate de
entender sus circunstancias y el momento que está viviendo. Recuerde que el
adolescente atraviesa momentos cargados de tensión: su desarrollo cognitivo les
permite percibir la vida, su familia, sus compañeros e incluso percibirse a sí mismo
de forma diferente (lo que ayuda a formar su autoconcepto pero también genera
mucha tensión). La mayoría de los preadolescentes tratan de mantenerse con la
autoestima a flote, les tensan las discusiones familiares (por nimiedades pero muy
frecuentes) y les preocupa sobremanera la imagen que pueden tener de él sus
amigos. Y justo, en esas edades, la escuela también cambia. Por una parte, del
trato personal con un tutor que imparte casi todas las materias, que le conoce y al
que conoce (para bien o para mal) pasa ahora al grupo de docentes especializados
en las distintas materias que tienen que enseñar en muchas aulas diferentes, que
muchas veces esperan de ellos que se comporten como adultos y con quiénes es
difícil llegar a establecer una relación cercana (un profesor puede dar clase a tres
grupos diferentes lo que supone conocer a 125 chicos y chicas distintos, con ritmos
de aprendizaje y base académica diferentes y con la presión del programa de la
asignatura.) Por otra parte, aunque el adolescente se despide contento del colegio
y agradece entrar en el instituto, pronto descubre que deja de pertenecer al grupo
de los mayores, “expertos” y dominadores del patio para sufrir las consecuencias
de ser del grupo de los novatos y “dominados” del instituto. Como decía Coleman,
los problemas en la adolescencia surgen cuando coinciden diferentes estresores en
un mismo momento y la escuela no se adapta a los cambios normativos del
adolescente. Los conflictos que generan los chicos no buscan tanto desautorizar al
profesor como liberar presión, buscar reconocimiento de los iguales y reafirmarse
a sí mismos. Manténgase firme en sus decisiones educativas pero hable con

4
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

frecuencia con los alumnos y, con los más conflictivos, de forma particular y en
privado.

5
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

4. Los estudiantes de secundaria y bachillerato difieren enormemente respecto


a su base académica y a la seguridad con la que se enfrentan a las actividades
escolares. Como profesor se encontrará alumnos muy variados. Algunos muy
capaces a los que tendrá que cuidar para que no se desmotiven por el ritmo lento
que llevan otros compañeros de clase, alumnos a los que deberá plantear retos
académicos y ajustar los deberes para evitar que caigan en actividades repetitivas
que no les aportan nada. Tendrá también algunos alumnos etiquetados por otros
profesores de “vagos”, “flojos” y “pasotas” que pueden parecer hasta orgullosos de
serlo. No se crea esa imagen, sin más. Detrás de un chico o chica con este perfil se
suele esconder un alumno o alumna asustado, con baja o inexistente autoestima
académica, con poco sentido de la eficacia, sin base suficiente para remontar, con
expectativas de fracaso, muy baja tolerancia a la frustración, desánimo extremo y
una gran percepción de falta de control sobre su mundo académico. Muchos de
ellos prefieren vivirse en el papel de “inteligentes pero vagos” a seguir las
indicaciones del profesor, intentarlo y arriesgarse a fracasar de nuevo, sintiéndose
de ese modo “tontos pero trabajadores” algo que es lo que la mayoría de los
alumnos de fracaso escolar temen: no ser competentes, confirmar que algo en
ellos, no funciona. Detrás de un chico vago, irritable, desafiante (que parece que no
se aguanta ni a sí mismo) se esconde posiblemente un chico con problemas.
5. Utilice la fuerza de los compañeros a su favor. Los amigos son unas figuras
especialmente relevantes para los chicos y chicas adolescentes. Haga grupos
heterogéneos cuando sea conveniente para trabajar en grupo, pero procure
respetar las preferencias de los adolescentes en los momentos que no son de
trabajo académico. No crea que las influencias de los iguales son siempre
negativas, todo lo contrario, los amigos son una fuente de aprendizaje importante
para los adolescentes y son unas figuras en las que apoyarse en estos momentos
de transición. Quizá consiga motivar al grupo pasota para que presente una
exposición sobre algo interesante al resto del grupo y, ante un grupo conflictivo,
recuerde que si se mete en el bolsillo al líder (haciéndole sentir escuchado,
respetado y ayudándole a progresar académicamente) es fácil que los demás le
acepten mejor a usted y a sus propuestas de trabajo.
6. Plantéese objetivos a conseguir con cada alumno individualmente y con el grupo
en general con el fin de que se animen y apoyen unos a otros. En caso de
observar a chicos o chicas aislados, intente hacer algo por solventarlo: realice
agrupaciones para los trabajos de clase, utilice la hora de tutoría para “despertar la
identidad de grupo” e invente alguna actividad que permita la interacción entre los
chicos. Alerte a la familia de aquellos chicos o chicas que, a pesar de no contar con
una actitud negativa del grupo, tienen dificultades en la interacción con los
iguales, aquellos que parecen estancados en su evolución como adolescentes o que
tienen un comportamiento extremadamente cerrado. Si este chico o chica recibe
ayuda de un profesional, póngase en contacto con él para ver el modo en que
puede ayudarle a mejorar. Esté especialmente alerta ante síntomas de posible

6
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

acoso escolar y en caso de duda, observe, recoja información y acuda al orientador


del centro o al Equipo de Zona.
7. La sexualidad adolescente existe, es una realidad natural y como tal hay que
tratarla. No bromee con las apariencias o atractivo de los chicos, no haga
mención pública de sus parejas ni nada que sospeche que pueda hacerles
ruborizar. Incluso aunque los propios chicos o chicas parezcan tolerarlo bien, las
bromas pueden hacer mucho daño a un adolescente. Trate a las parejas que surjan
en el aula con naturalidad pero tenga una conversación privada con ellos si se
percata de que no saben ajustar su comportamiento al momento y lugar en el que
se encuentran.
8. Trabaje en las tutorías no sólo temas académicos sino, también, aquellos asuntos
que les preocupan y que necesitan resolver para poder crecer: la mejora
personal, la resolución de conflictos sociales y otros temas de interés. Los chicos
necesitan esa información de una fuente fiable y sabemos que existen temas
espinosos que no se tratan en casa como la sexualidad y las drogas. Los chicos y
chicas sí hablan con sus padres de estos temas pero de forma general, sin centrarse
en ellos mismos. Es decir, los padres les hablan de sexualidad pero no de la
sexualidad de sus hijos e hijas; hablan de drogas, pero no de los patrones de
consumo de sus hijos e hijas. De esta forma, los chicos y chicas, aunque tienen más
información que nunca, no tienen un adulto con quien contrastar la veracidad de la
información recibida y, lo que es más importante, con quien resolver las dudas
concretas que les pueden surgir. La tutoría como espacio creado para ello, y el
tutor específicamente, son figuras que pueden ser claves a la hora de solventar
estas lagunas. No olvidemos que los falsos mitos, a fuerza de ser escuchados,
acaban convirtiéndose en realidades. Nos referimos a ideas tan extendidas como:
“la primera vez no pasa nada”, “la marcha atrás es efectiva, porque yo controlo”,
“la marihuana es menos dañina que el tabaco porque es una planta natural, sin
químicos”, “alcohólico es el que bebe todos los días; hartarse los fines de semana
no es problemático”, “el alcohol afecta a la conducción si te hartas, si bebes un
poquito no pasa nada”, etc. Reciba apoyo del orientador o el Equipo de Zona para
ello.
9. Acuda a las entrevistas con los padres con confianza y sin temor. No centre las
entrevistas en aquellos chicos con problemas. Preocúpese por tener contacto con
las familias de aquellos alumnos brillantes o “del montón” puesto que son esto los
que más fácilmente puede potenciar con comentarios positivos sobre su evolución.
Le sorprendería el impacto que tiene para un chico medio que ha pasado
inadvertido para los profesores, el sentir que uno de ellos se preocupa

7
Tema 5. Aplicaciones para el aula
Desarrollo Social y Afectivo del Adolescente
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

especialmente de su evolución. Respecto a los alumnos problemáticos, no se tome


las protestas de los padres como un ataque personal. Los padres de chicos o chicas
problemáticos suelen sentirse muy criticados y cuestionados por la sociedad (se les
responsabiliza de los actos de sus hijos y se da por hecho que son pésimos
educadores). Aunque no lo demuestren, en muchas ocasiones, se sienten
desbordados, ansiosos por la situación que están viviendo, temerosos de perder el
control sobre sus hijos y confusos respecto a cómo pueden o deben enfrentarse a
sus problemas. Son padres a los que sólo se les llama del centro educativo para
responsabilizarles del comportamiento negativo de sus hijos, que reciben quejas de
los padres de los otros chicos, de los vecinos y familiares. En muchas ocasiones
perciben que todo el mundo ataca a sus hijos y sienten la necesidad de defender a
sus cachorros, a veces dando la imagen de que no quieren reconocer sus errores.
Pero no siempre es así, con frecuencia esos mismos padres que en el instituto no
parecían entrar en razón, que defendían a sus hijos a capa y espada, que parecían
ciegos ante las evidencias y extremadamente protectores, son los mismos que, al
llegar a casa, vuelcan su ira sobre los chicos, les recriminan sus errores y los
castigan con extrema dureza. Actúe como un profesional, comience la entrevista
haciéndoles ver a los padres que su hijo le importa (que no es uno más), que se
preocupa por él y que le cae bien (probablemente nunca nadie les haya hablado
así). Hábleles de las mejoras observadas hasta el momento, de los avances que ha
conseguido (por pequeños que sean) y después, una vez que los padres hayan
depuesto su actitud defensiva, coménteles lo mucho que le preocupan las
dificultades que observa. Comente pormenorizadamente las diferentes maneras
con las que ha tratado de ayudar al chico o chica y refiera y proponga finalmente
lo que considere oportuno para conseguir una mejora. Interésese, también, por el
modo en que está viviendo la familia toda esta situación y si creen que existen
otros factores que puedan estar influyendo en el comportamiento de su hijo/a. Si
aún así, los padres siguen en una actitud hostil, deles un tiempo para hablarlo en
casa y pídales una nueva reunión.
10. En las entrevistas con los padres, no se limite a dar información sobre
las notas, el rendimiento académico o el mal comportamiento del hijo, demuestre
que conoce a sus alumnos y dele a los padres una visión de cómo les ve en clase.
Muchos adolescentes se vuelven de pronto como “hurones” y pasan de ser
comunicativos y afectuosos a reservados y huraños. Los padres agradecen a quien
les ayuda a conocerlos mejor, se sienten arropados cuando pueden confiar en que
sus hijos reciben la influencia positiva de su profesor y cuando saben que les
alertarán si se detecta que algo relacionado con ellos no está funcionando bien.

8
Documento. Índice documentos maltrato

ÍNDICE DE DOCUMENTOS DE APOYO


AL PROTOCOLO DE MALTRATO ENTRE IGUALES
http://www.educacionenvalores.org/Documentos-de-apoyo-en-caso-de.html

TEMAS DOCUMENTO

1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL MALTRATO ENTRE IGUALES

1.1. Definición DOCUMENTO 1. Definición de maltrato entre iguales

1.2. Características del maltrato entre iguales DOCUMENTO 2. Caracterización del maltrato entre
iguales
1.3. Tipos de maltrato entre iguales

1.4. Lugares en que se produce el maltrato

2. PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN CASO DE MALTRATO ENTRE IGUALES

2.1. Identificación de la situación DOCUMENTO 3.1. Hoja de comunicación del maltrato


DOCUMENTO 3.2. Hoja de comunicación y
actuaciones ante el maltrato (envío a Inspección)
DOCUMENTO 4.1. Indicadores para la detección de
maltrato (agresor/es)
DOCUMENTO 4.2. Indicadores para la detección de
maltrato (víctima)

2.2. Primeras medidas en el centro educativo DOCUMENTO 5.1. Guía entrevista con la familia
y comunicación a las familias DOCUMENTO 5.2. Registro entrevista con la familia

2.3. Recogida de información y triangulación DOCUMENTO 6. Ejemplos de entrevista


de la misma DOCUMENTO 7. Resumen de triangulación de la
información

2.4. Elaboración de un plan de actuación DOCUMENTO 8. Medidas individualizadas


DOCUMENTO 9. Medidas de centro y de aula
DOCUMENTO 10.1. Actuación familias
DOCUMENTO 10.2. Pautas familiares prevención
DOCUMENTO 10.3. Cuestionario familias
2.5. Informar nuevamente a las familias DOCUMENTO 5.1. Guía entrevista con la familia
implicadas DOCUMENTO 5.2. Registro entrevista con la familia

2.6. Plan de evaluación y seguimiento DOCUMENTO 11. Registro de actuaciones


2.7. Derivación DOCUMENTO 3.2. Hoja de comunicación y
actuaciones ante el maltrato (envío a Inspección)

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento. Índice documentos maltrato

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 1. Definición de maltrato

DEFINICIONES:
MALTRATO ENTRE IGUALES
EN EL ÁMBITO ESCOLAR

El maltrato entre iguales se ha descrito como “un comportamiento


prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad
física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctima de sus
compañeros” (Olweus, 1998).

“Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de


forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o
varios de ellos” (Olweus, 1998).

“La victimización o maltrato por abuso entre iguales es una conducta de


persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que
elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a
las víctimas en posiciones de las que difícilmente puede salir por sus propios
medios” (Olweus, 1983; citado por el Defensor del Pueblo, 2000).

Es difícil determinar cuándo se trata de un juego entre iguales, incluso amigos, y


cuándo de acciones violentas con intención de hacer daño. Por eso, debemos entender
que se considera maltrato toda “acción reiterada a través de diferentes formas de
acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de
compañeros - cosa que suele ser más frecuente - en el que la víctima está en situación
de inferioridad respecto al agresor o agresores” (Fernández y Hernández, materiales
editados por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid).

“La noción de maltrato por abuso de poder (…) se refiere a un tipo perverso de
relación interpersonal que tiene lugar típicamente en el seno de un grupo y se
caracteriza por comportamientos reiterados de intimidación y exclusión dirigidos a otro
que se encuentra en una posición de desventaja” (del Barrio y otros, 2003).

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 1. Definición de maltrato

“La intimidación es el hostigamiento, el acoso y/o la amenaza sistemática de un


escolar o grupo de escolares hacia un compañero o compañera suyo. Su fin es producir
daño, destruir, contrariar o humillar al otro. Es una acción violenta que se ejerce por un
grupo o individuo que tiene más fuerza y poder, contra alguien en inferioridad de
condiciones. La víctima no puede defenderse por sí misma” (Matamala y Huerta, 2005).

Terminología

Inicialmente, el término utilizado para referirse a este fenómeno fue el sueco


“möbbning”, que aludía al ataque colectivo de un grupo de animales contra un
depredador. Posteriormente, se han utilizado los términos “bullying”, “maltrato”,
“abuso”, “acoso”, “meterse con alguien”, etc. A partir del Informe pionero del Defensor
del Pueblo (publicado en 2000) se generaliza la expresión “maltrato entre iguales por
abuso de poder” o más brevemente, “maltrato entre iguales”.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 1. Definición de maltrato

Para saber más…

Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato entre el


alumnado. STEE-EILAS.

Del Barrio, C. y otros (2003) Del maltrato y otros conceptos relacionados


con la agresión entre escolares y su estudio psicológico. Infancia y Aprendizaje,
26 (1), 9-24.

Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la lucha


contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio.
INJUVE.

Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre escolares.


Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos editados por el Defensor
del Menor de la Comunidad de Madrid. http://www.dmenor-mad.es/

Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar (2000)


http://www.defensordelpueblo.es/index.asp?destino=informes2.asp

Matamala, A. y Huerta, E. (2005) El maltrato entre escolares. Machado


Libros.

Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid:


Morata.

Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa educativo de


prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.php3

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

GUÍA BREVE DE IDENTIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN


DEL MALTRATO ENTRE IGUALES

Los abundantes estudios internacionales muestran que el maltrato entre iguales


constituye una realidad oculta, en buena parte ignorada por los adultos, presente en casi
todos los lugares donde existe escolarización formal, y que tiene características
similares en todos los países.

Se inicia en los primeros años, tiene su punto alto entre los 9-14 años y
disminuye a lo largo de la adolescencia.

Se diferencia de otros tipos de maltrato (doméstico, de género), en virtud del


contexto en el que se produce (el grupo de compañeros) y de la particular relación entre
los implicados.

No todas las situaciones de violencia o agresiones entre escolares pueden


considerarse maltrato por abuso entre iguales. En ocasiones, resulta difícil
determinar cuándo se trata de un juego entre iguales y cuándo son acciones violentas
con intención de hacer daño.

Así, aunque todo maltrato implica agresión (es un tipo particular de agresión,
por tanto de conducta antisocial, a veces violenta y otras veces más sutil), no toda
conducta agresiva o violenta es maltrato. La principal diferencia es que el maltrato
supone desequilibrio de poder (la víctima se encuentra en situación de inferioridad) y se
ocasiona un daño perdurable a la víctima.

También hay que distinguirlo de disrupción, indisciplina, etc. que son


fenómenos más ligados al funcionamiento escolar.

En este documento se recogen, según diferentes autores, los aspectos que


caracterizan el maltrato por abuso de poder entre iguales:

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

1. Pueden ser acciones o conductas de diversa índole:

Agresiones físicas: directas (peleas, golpes, palizas, empujones…) o


indirectas (pequeños hurtos, destrozo de pertenencias, provocaciones…).

Agresiones verbales: directas (insultos a la víctima y/o su familia,


ofender poniendo en evidencia características distintivas de la víctima,
menospreciar en público) o indirectas (hablar mal de alguien, sembrar rumores y
mentiras). Últimamente se está utilizando el teléfono móvil y el correo
electrónico como vía para este tipo de maltrato.

Intimidaciones, chantaje y amenazas para provocar miedo, obtener


algún objeto o dinero, u obligar a la víctima a hacer cosas que no quiera hacer.

Aislamiento y exclusión social: no dejar participar a la víctima, aislarle


del grupo ignorando su presencia, o no contando con él o ella para actividades
del grupo.

Acoso racial (dirigido a colectivos de inmigrantes o minorías étnicas):


usar motes racistas o frases estereotipadas despectivas.

Acoso sexual: alusiones o agresiones verbales obscenas, toques o


agresiones físicas.

2. Las acciones agresivas de maltrato tienen que producirse de forma repetida


en el tiempo, durante un periodo largo y de forma recurrente. El dolor de la agresión en
la víctima se prolonga en el tiempo por el miedo de poder ser blanco de futuros ataques.

3. Deben darse en situaciones de desigualdad de poder, en la que exista un


desequilibrio de fuerzas físicas, sociales y/o psicológicas. El maltrato supone un abuso
de poder, es una situación desigual y de indefensión por parte de la víctima que no
puede salir por sí sola de esa situación.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

4. Suelen estar provocadas por un escolar, apoyado generalmente en un grupo, o


por un grupo de escolares contra una víctima indefensa. Nunca se intimida al grupo.

5. Estas situaciones de maltrato se mantienen debido a la ignorancia o


pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir
directamente (Díaz-Aguado, 2004). Es necesario tener presente que muchos de los
procesos interpersonales del alumnado en el día a día permanecen ocultos a los adultos
que le rodean.

6. El triángulo formado por el agresor/a, víctima y espectador/a, con distinto


grado de responsabilidad, es un esquema que se repite en todo fenómeno de maltrato y
abuso entre iguales (Rosario Ortega).

7. Los distintos implicados manifiestan habitualmente ciertos comportamientos,


que han llevado a algunos autores ha describir ciertas características (Avilés, 2000;
Díaz-Aguado, 20004):

Agresores: muestran falta de empatía o incapacidad para ponerse en el


lugar de la víctima, ausencia de sentimientos de culpabilidad y baja tolerancia a
la frustración.

Víctimas: en ocasiones manifiestan conductas de aislamiento y pasividad


(sufren calladamente el maltrato) mientras que otras veces se muestran activos,
impulsivos e irritantes (hasta el punto de mezclar su papel con el de agresor,
aunque con agresiones meramente reactivas). Lo más característico, sin
embargo, es su falta de competencia social.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

Observadores/as o espectadores/as/: manifiestan falta de apoyo a las


víctimas, bien por la influencia que los agresores ejercen sobre los demás o bien
por el miedo a convertirse en el blanco de las agresiones.

No obstante, no debemos caer en estereotipos: cualquier escolar,


independientemente de sus características personales, puede convertirse en agresor o
víctima de un acto de maltrato por abuso de poder.

9. Los actos de intimidación y maltrato ocurren en cualquier lugar del centro


escolar, si bien son menos frecuentes en aquellos momentos y lugares en que hay
adultos presentes. También se producen fuera del centro, y comienza a aparecer el
acoso a través de correo electrónico.

10. Son acciones que tienen consecuencias negativas para todos los
involucrados. Las víctimas sufren ansiedad y angustia, así como un deterioro de la
autoestima y el autoconcepto y dificultades en sus relaciones interpersonales, y si se
prolonga pueden llegar a manifestar síntomas clínicos. Los agresores aprenden a
establecer vínculos de dominio y sumisión que afectarán a su desarrollo sociopersonal y
moral. A los observadores/as les provoca sentimientos de miedo y culpabilidad, y
puede producirse un refuerzo de posturas egoístas y desensibilización ante el
sufrimiento ajeno.

11. Y por último, deberemos tener en cuenta que las víctimas, sea cual sea su
edad, no siempre cuentan los hechos, y, cuando lo hacen, se lo dicen a los amigos, en
menor medida a las familias y por último al profesorado.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

Mitos y recomendaciones acerca del maltrato

No caer en estereotipos, tales como: “los agresores pertenecen a familias


problemáticas”, “las víctimas son buenos chicos, con frecuencia los empollones de
la clase”

No se debe tolerar ninguna situación de maltrato, agresión o injusticia.

No se deben buscar justificaciones, del tipo: “algo habrá hecho”, “se lo merece”.

No se debe minimizar su importancia ni considerar que “esto siempre ha ocurrido”.

No se debe creer que “en mi escuela no puede haber maltrato porque todos nos
llevamos bien” o “hay un buen clima de convivencia”.

El maltrato no aporta nada a la maduración personal ni es necesario para que los


chicos “se hagan fuertes” o “aprendan a defenderse en el futuro”.

No se trata de una “broma” ni de “cosas de chicos”.

No se debe aceptar que se generalice la “ley del silencio”; tanto víctimas como
observadores deben saber que pueden confiar en alguien para contar lo que sucede.

No se debe ocultar la existencia de maltrato para no dañar la imagen del centro.

Hay que aceptar que no siempre los profesores disponemos de las estrategias
necesarias para hacer frente a la situación.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 2. Caracterización del maltrato

Para saber más…

Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato entre el


alumnado. STEE-EILAS.

Del Barrio, C. y otros (2003) Del maltrato y otros conceptos relacionados


con la agresión entre escolares y su estudio psicológico. Infancia y Aprendizaje,
26 (1), 9-24.

Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la lucha


contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio.
INJUVE.

Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre escolares.


Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos editados por el Defensor
del Menor de la Comunidad de Madrid. http://www.dmenor-mad.es/

Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar (2000)


http://www.defensordelpueblo.es/index.asp?destino=informes2.asp

Matamala, A. y Huerta, E. (2005) El maltrato entre escolares. Machado


Libros.

Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid:


Morata.

Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa educativo de


prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.php3

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 4.1. Indicadores maltrato agresores

HOJA DE OBSERVACIÓN GENERAL DE INDICADORES PARA


LA DETECCIÓN DE MALTRATO ENTRE IGUALES
- AGRESORES/AS -

Las situaciones de acoso, maltrato o intimidación por abuso de poder no suelen


evidenciarse ante los ojos de los adultos, por lo que es importante estar alertas a la
aparición de los siguientes indicios que nos alerten y nos permitan detectar que un
alumno/a o grupo está ejerciendo algún tipo de maltrato hacia otro/a compañero/a.

Esta hoja de observación puede ser utilizada tanto en el ámbito escolar como en
el familiar.

La manifestación de estas conductas no siempre se debe a situaciones de


maltrato, por lo que deberemos buscar y contrastar más información que nos puedan
facilitar compañeros, amigos, padres y profesores.

Nunca se Se ha Se
Indicios en el ámbito escolar y familiar ha observado observa
observado en alguna con
ocasión frecuencia
Muestra actitud agresiva hacia familiares,
profesores/as o compañeros/as
Muestra conductas agresivas o violentas hacia
compañeros/as
Es excesivamente reservado, casi inaccesible en el
trato personal
Tiene objetos diversos que no son suyos y cuya
procedencia es difícil de justificar
Cuenta mentiras con frecuencia para justificar su
conducta
Parece no tener sentido de culpa cuando hace daño

Otros padres les cuentan que arremete a sus hijos/as


Se observa que los amigos le tienen miedo, le rehuyen
y/o evitan
Trata de imponer sus criterios utilizando la
agresividad verbal o física
No controla sus reacciones
A menudo ha tenido episodios de agresiones o
insultos a compañeros/as del centro escolar

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 4.2. Indicadores maltrato víctimas

HOJA DE OBSERVACIÓN GENERAL DE INDICADORES PARA


LA DETECCIÓN DE MALTRATO ENTRE IGUALES
- VÍCTIMAS -

En las situaciones de acoso, maltrato o intimidación por abuso de poder es


habitual que la víctima no cuente a los adultos, padres y profesores, lo que le está
ocurriendo, por lo que es importante estar alertas a la aparición de los siguientes
indicios o síntomas que nos alerten y nos permitan detectar que está siendo objeto de
algún tipo de maltrato.

Esta hoja de observación puede ser utilizada tanto en el ámbito escolar como en
el familiar.

La manifestación de estas conductas no siempre se debe a situaciones de


maltrato, por lo que deberemos buscar y contrastar más información que nos puedan
facilitar compañeros, amigos, padres y profesores.

Nunca se Se ha Se
Indicios en el ámbito escolar y familiar ha observado observa
observado en alguna con
ocasión frecuencia
Presenta dificultad para relacionarse con sus
compañeros.
Presenta dificultad para relacionarse con sus
profesores.
Tiene cambios en el estado de ánimo: parece triste y
deprimido sin motivo aparente.
Se muestra extraño y huidizo.

Muestra accesos de rabia extraños.


Presenta moratones, heridas, rasguños a los que no
sabe dar explicación.
Aparece con la ropa rasgada o estropeada.

Trae objetos dañados o éstos le desaparecen.

Le faltan materiales escolares.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 4.2. Indicadores maltrato víctimas

Nunca se Se ha Se
Indicios en el ámbito escolar y familiar ha observado observa
observado en alguna con
ocasión frecuencia
Se muestra distraído, absorto, olvidadizo, con
problemas de concentración.
Parece haber perdido el interés por el trabajo escolar;
empeoramiento de su rendimiento.
No tiene amigos para su tiempo de ocio.

Muestra temor de ir al centro educativo.


Utiliza una ruta ilógica y más larga para ir al centro o
a casa.
Se niega a ir al colegio o instituto exponiendo
objeciones o simulando malestar.
Se rebela de forma constante ante las normas o se
comporta con excesiva sumisión ante las mismas.
Falta al centro sin dar explicaciones convincentes de
por qué y adónde fue.
Se queja frecuentemente de dolores de cabeza, de
estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
Parece nervioso: padece trastornos del sueño,
enuresis, tics, irritabilidad, miedos irracionales.
Padece de pérdida de apetito.

Pide dinero sin explicar el motivo.


Agrede a sus hermanos/as cuando antes ha sido
afectuoso y pacífico.
Muestra miedo y ansiedad.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

GUÍA ORIENTATIVA DE MEDIDAS PARA EL


TRATAMIENTO INDIVIDUALIZADO EN CASO DE
MALTRATO ENTRE IGUALES

“Aproximadamente, un tercio de los jóvenes entre 12 y 16 años se ve


involucrado en situaciones de abuso. Sin embargo, los porcentaje de chicos y chicas que
sufren o ejercen un maltrato grave son drásticamente más bajos: del 2% al 4% (...) Por
lo tanto, en la mayoría de los casos la intervención será preventiva o para tratar
incidentes de baja intensidad” (Isabel Hernández e Isabel Hernández).

No obstante, y a pesar de su baja incidencia, cuando se produce un caso de


maltrato, el sufrimiento de la víctima puede ser muy alto, con efectos devastadores
sobre su autoestima, sus relaciones personales y su competencia social. Ello exige una
intervención inmediata y decidida.

Ante la confirmación de un caso de maltrato entre compañeros/as es necesario


detener de inmediato las agresiones, crear un contexto de colaboración por parte de
todas las personas implicadas y garantizar la confidencialidad de los datos.

El maltrato entre iguales supone un problema de relación entre compañeros, por


lo cual deberemos intervenir sobre este contexto relacional.

Los chicos y chicas que están implicados en problemas de malas relaciones


interpersonales (abusos, acoso, violencia...) manifiestan, en general, problemas de
aprendizaje social, bien porque su proceso de socialización y educación previo les haya
proporcionado experiencias negativas que han terminado minando su seguridad
personal, bien porque han aprendido a resolver conflictos de forma violenta, sin
consideración con las demás personas y con frialdad emocional hacia el sufrimiento de
los otros/as , sin capacidad empática y sensibilidad moral.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

MEDIDAS CON LA VÍCTIMA

Las situaciones de maltrato no suelen evidenciarse ante los ojos de los


adultos/as.

La intervención debe realizarse con la mayor discreción para evitar la exposición


a situaciones de riesgo.

Se debe proteger a la víctima durante todo el proceso, aumentando la vigilancia


en las situaciones de riesgo y tomando medidas de apoyo directo.

El alumno/a víctima no suele reconocer su situación, por ello debemos hacerle


saber que esta situación no debe ocultarse, hacerle sentir seguro/a, valorado/a, eliminar
sentimientos de culpabilidad...

1. Utilización de métodos directos: “circulo de amigos”

Este método trata las necesidades emocionales y conductuales de un individuo a


través de la fuerza de los iguales, ayudando a la creación de un “círculo de amigos”. Es
un instrumento para promover la inclusión de un alumno/a en situación de aislamiento.

Se centra en una perspectiva sistémica de la situación problemática donde se


entiende que el contexto del alumnado mantiene y favorece el rechazo.

El método tiene dos objetivos:

- Satisfacer la necesidad de tener amigos/as entre el alumnado.

- Ayudar a alumnos/as con problemas de relación entre iguales.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

2. Estrategias de entrenamiento

Dado el carácter de indefensión y falta de autoestima en el alumnado víctima de


acoso, es aconsejable el entrenamiento en técnicas asertivas.

La respuesta asertiva enseña a los alumnos/as a defender sus derechos sin violar
los derechos de otras personas.

La práctica de técnicas y estrategias para el desarrollo de la asertividad


proporciona sentimientos de seguridad, confianza en uno mismo/a... reduce el miedo y
aumenta la resistencia a la frustración que produce el ataque o aislamiento social.

El principal objetivo es conseguir una distancia afectiva y emocional hacia la


persona acosadora.

El alumnado víctima responderá al agresor manifestando sus intenciones,


deseos, sentimientos de forma clara y directa.

MEDIDAS CON LOS AGRESORES Y/O AGRESORAS

Las situaciones de maltrato no suelen evidenciarse ante los ojos de los adultos.

Como los agresores suelen desmentir la acusación que se les atribuye, no bastará
sólo con preguntarle a él/ella sino que debemos indagar por otros medios para esclarecer
los hechos.

Debemos hablar con él/ella, mostrarle nuestra disposición a ayudarle en todo lo


éticamente posible e indicarle que, en caso de ser culpable, deberá asumir su
responsabilidad.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

1. Utilización de métodos directos

1.1. “Método Pikas” o método de repartir responsabilidades

Desarrollado por el profesor Anatole Pikas (1989), ampliamente utilizado para


disuadir a un grupo de agresores/as en su acoso hacia un compañero/a. Consiste en una
serie de entrevistas con alumnado agresor y víctima de forma individual en la que se
intenta crear un campo de preocupación mutua y compartida donde se acuerdan
estrategias individuales de ayuda a la víctima.

El método tiene tres fases:

fase 1ª: Entrevistas individuales con cada alumno/a del grupo implicado
(alrededor de 7 a 10 minutos por persona). Se comienza con el líder del grupo y
se continúa con el resto de agresores/as. Se finaliza con la víctima.

fase 2ª: Entrevistas de seguimiento con cada alumno/a (alrededor de 3


minutos).

fase 3ª: Encuentro de grupo (media hora).

El tiempo de duración entre cada etapa es de una semana. En la práctica, el


empleo de tiempo depende de la disponibilidad del profesional aunque estos intervalos
deben ser siempre menores a dos semanas.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

1.2. Método de “no inculpación”

Desarrollado por Bárbara Maines de la Universidad de West of England,


consiste en que el profesional se reúne con la víctima y un grupo reducido de alumnado,
entre los que se encuentran los agresores/as y observadores/as. La víctima cuenta su
estado de sufrimiento y su preocupación al grupo.

Se detallan 7 pasos en los que cada alumno sugiere una forma en la que
cambiará su propio comportamiento en el futuro.

2. Estrategias de entrenamiento

La característica compartida por agresores/as es la falta de empatía, es decir, la


incapacidad para ponerse en el lugar de la otra persona, no creen que sus actos
repercuten en la otra persona. La empatía es la capacidad para apreciar sentimientos y
emociones de nuestro interlocutor/a en una situación de comunicación.

Por esta razón, se utilizarán métodos que favorezcan el desarrollo de habilidades


y sentimientos empáticos en el alumnado agresor.

MEDIDAS CON LOS OBSERVADORES Y OBSERVADORAS

Las situaciones de acoso y maltrato entre iguales sí suelen evidenciarse en


presencia de otros alumnos/as.

El maltrato se alimenta con el silencio de todos y todas: de quienes lo hacen,


quienes lo padecen y quienes lo ven y no lo remedian.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

Una de las claves del maltrato es la acción de grupo: se suele empezar con
simples bromas que poco a poco van aumentando en intensidad y gravedad. En estos
casos suele haber un/a líder que se ampara en el grupo. Las acciones de un grupo que
maltrata suelen ser imitadas. “Reír las gracias” a un grupo que arremete contra un
compañero/a refuerza sus acciones.

Algunos alumnos/as se unen al grupo para sentirse protegidos, porque hacer


frente situaciones de maltrato puede dar miedo.

Sin embargo, mantenerse en silencio se puede interpretar como aprobación del


acoso.

Ser observador/a de una situación de maltrato puede conducir a una actitud


pasiva y complaciente ante la injusticia. Supone un aprendizaje sobre cómo comportarse
ante situaciones injustas y un refuerzo para posturas individualistas, así como un
escaparate para valorar como importante y respetable la conducta agresiva.

1. Utilización de métodos directos

1.1. “Método Pikas” o método de repartir responsabilidades

1.2. “Círculo de amigos”

1.3. Método de “no inculpación”

2. Estrategias de entrenamiento

Las actuaciones con los observadores se centrarán en la creación de sistemas de


ayuda entre compañeros y en actividades de aula que potencien la colaboración y
solidaridad con los demás.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 8. Medidas individualizadas maltrato

Para saber más…

Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato entre el


alumnado. STEE-EILAS.

Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la lucha


contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio.
INJUVE.

Fernández García, I. (2001) Prevención de la violencia y resolución de


conflictos. Madrid: Narcea.

Fernández García, I.; Villoslada, E. y Funes, S. (2002) Conflicto en el centro


escolar. El modelo de alumno ayudante como estrategia de intervención
educativa. Catarata.

Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre escolares.


Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos editados por el Defensor
del Menor de la Comunidad de Madrid. http://www.dmenor-mad.es/

Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa educativo de


prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.php3

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 9. Medidas centro y aula maltrato

GUÍA ORIENTATIVA DE MEDIDAS


DE CENTRO Y DE AULA EN RELACIÓN CON EL
MALTRATO ENTRE IGUALES

El maltrato entre iguales pone en evidencia la existencia de problemas de


relación interpersonal. Sin embargo, la convivencia, e incluso la disciplina, son valores
que deben abordarse en positivo, como objetivos fundamentales que son del proceso
educativo, el cual persigue la adquisición de actitudes de aceptación y respeto, prepara
al niño y al adolescente para la vida adulta y facilita un clima adecuado para la
enseñanza y el aprendizaje. Los problemas de convivencia no pueden presentarse sólo
en términos de conflicto y violencia, sino como oportunidades para reflexionar y
mejorar las relaciones entre todos los miembros de la comunidad educativa.

La mejora de la convivencia exige un enfoque integrado, ya que se inserta en la


política general del centro, e integrador, pues incorpora actuaciones en diversos
ámbitos. Estos ámbitos van desde los más globales, que atañen a la organización del
centro y a la participación de la comunidad educativa, hasta los más particulares, que
tienen que ver, por ejemplo, con el apoyo a un alumno o alumna víctima de agresiones.

Es de esperar que todos los centros educativos hayan abordado medidas


preventivas para la mejora de la convivencia escolar. La sospecha de que existe un caso
de maltrato entre iguales nos proporciona una ocasión para revisar y profundizar en esas
medidas, o para ampliar su alcance.

A continuación, se ofrecen algunas orientaciones generales sobre qué tipo de


actuaciones pueden abordarse desde una perspectiva más amplia que la del mero
tratamiento individualizado de la víctima, los agresores y los observadores.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 9. Medidas centro y aula maltrato

MEDIDAS DE CENTRO

Sensibilizar a la comunidad educativa sobre el fenómeno del maltrato entre


iguales y fomentar en el alumnado el debate sobre el mismo.

Evaluar el clima del centro y las concepciones previas del profesorado y el


alumnado sobre lo que significa convivencia y disciplina.

Desarrollar programas de educación en valores.

Establecer programas de formación del profesorado y del resto de miembros de


la comunidad educativa.

Establecer estructuras para la mediación y resolución de conflictos, si no


existieran.

Revisar el Reglamento de régimen interior y el Proyecto educativo, si procede,


con participación de todos los miembros de la comunidad educativa.

Establecer mecanismos para la información y colaboración con las familias.

Promover la participación del alumnado en la vida del centro.

Tomar decisiones sobre adecuación del currículo, la metodología, los


agrupamientos, el uso educativo de tiempos y espacios, etc.

Tomar decisiones sobre coordinación entre el profesorado, selección de tutores,


establecimiento de medidas para el seguimiento individualizado del alumnado que lo
precise, vigilancia de pasillos y patio, etc.

MEDIDAS DE AULA

Acordar normas claras, concretas y con consecuencias inmediatas a la


trasgresión, consensuadas en las aulas.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 9. Medidas centro y aula maltrato

Fomentar el uso de metodologías cooperativas y participativas en el proceso de


enseñanza y aprendizaje.

Programar actividades para la mejora de las habilidades sociales, el desarrollo


sociomoral, la educación intercultural y el fomento de una cultura de paz, etc.

Cambiar de grupo a algunos alumnos y alumnas (nunca a la víctima, para que no


pierda las posibles redes de apoyo).

ALGUNAS FÓRMULAS PARA LA INTERVENCIÓN GRUPAL

CÍRCULO DE CALIDAD

Consiste en la formación de un grupo específico de alumnado que plantea,


examina, investiga un problema y propone soluciones al mismo, que pasan a la
Dirección del centro para su revisión y puesta en marcha.

APRENDIZAJE COOPERATIVO

Es una metodología de enseñanza en la que un grupo de alumnos/as trabaja en


una tarea común en pequeños grupos. Cada uno de los miembros del grupo debe ser
capaz de presentar los resultados (responsabilidad individual) y cada uno de ellos es
responsable de que el resto del grupo aprenda lo que se ha propuesto.

TRABAJO DE TUTORÍA

Es el foro natural para tratar el desarrollo y la definición de normas de aula


contra agresiones y elección de sanciones por el incumplimiento.

En estas sesiones se abordan las relaciones sociales que se dan en el grupo-clase


y se analizan las interacciones entre el alumnado entre sí y entre éste y el profesorado.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 9. Medidas centro y aula maltrato

AYUDA ENTRE IGUALES

Es necesario crear un clima de respeto mutuo hacia y entre todos/as, de


sensibilidad y empatía ante las necesidades de protección, apoyo o ayuda especialmente
de los más débiles.

Los sistemas de ayudas entre iguales pueden agruparse en tres grandes bloques:

1. Agrupaciones de alumnado basadas en interacciones de amistad: Son


especialmente adecuadas para alumnado de primaria desarrollándose en actividades de
recreo, grupos por afinidad de intereses, dificultades de aprendizaje... Los objetivos de
estos programas suelen ir encaminados a la promoción del desarrollo sociopersonal y a
facilitar apoyos entre compañeros.

No requiere una formación específica y se puede llevar a cabo en un buen


número de circunstancias escolares.

2. Sistemas de apoyo que brindan orientación a compañeros/as con necesidades:

Son procesos en los que alumnado entrenado y bajo la supervisión de un adulto/a brinda
apoyo a sus compañeros/as gracias a su capacidad de escuchar y analizar conflictos.

Dentro de esta categoría están las líneas telefónicas, alumnado consejero,


alumnado ayudante...

3. Mediación social y sistemas de resolución de conflictos: Alumnado formado


en habilidades sociales, de comunicación y de resolución de conflictos que actúa como
una tercera parte en conflictos interpersonales ya existentes entre alumnado o
profesorado.

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Documento 9. Medidas centro y aula maltrato

Para saber más…

Avilés Martínez, J. Mª (2000) Bullying. Intimidación y maltrato entre el


alumnado. STEE-EILAS.

Díaz-Aguado, Mª J. y otros (2004) Prevención de la violencia y la lucha


contra la exclusión social. La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio.
INJUVE.

Fernández García, I. (2001) Prevención de la violencia y resolución de


conflictos. Madrid: Narcea.

Fernández García, I.; Villoslada, E. y Funes, S. (2002) Conflicto en el centro


escolar. El modelo de alumno ayudante como estrategia de intervención educativa.
Catarata.

Fernández García, I. y Hernández Sandioca, I. El maltrato entre escolares.


Guía para padres y Guía para jóvenes. Documentos editados por el Defensor del
Menor de la Comunidad de Madrid. http://www.dmenor-mad.es/

Ortega Ruiz, R. y otros. La convivencia escolar. Programa educativo de


prevención de maltrato entre compañeros y compañeras. Junta de Andalucía.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/recursos/educacion_paz.php3

Documentos de apoyo para la mejora de la convivencia CTROADI


Oliva, A. (2008). Problemas psicosociales durante la adolescencia. En B. Delgado (Ed.). Psicología del desarrollo: Desde la
infancia a la vejez (pp. 137-164). Madrid: McGraw-Hill.

Problemas psicosociales durante la adolescencia


Alfredo Oliva Delgado
Universidad de Sevilla

Esquema Resumen

Aunque la mayoría de chicas y chicos atraviesan la adolescencia sin


experimentar especiales dificultades, el hecho de que se trate de una etapa en la que
tendrán que afrontar muchos cambios va a hacer que algunos adolescentes desarrollen
algunos problemas emocionales o comportamentales. Entender las causas de estas
dificultades no será una tarea sencilla, ya que se trata de trastornos en los que están
implicados muchos factores de riesgo, tanto individuales como familiares y sociales.

Los síndromes y trastornos depresivos, que son más frecuentes entre las
chicas, suelen aumentar con la llegada de la pubertad, probablemente porque hay
cambios hormonales y un incremento de situaciones estresantes (por ejemplo, inicio de
relaciones de pareja, comienzo de la educación secundaria). Hay diversos factores de
riesgo relacionados con la depresión, algunos son individuales, como los estilos
cognitivos muy negativos y pesimistas, y otros son contextuales, como algunos
acontecimientos estresantes que pueden ocurrir en la familia o en la escuela.

Las conductas suicidas están muy relacionadas con los trastornos depresivos, y
también tienden a aumentar con la llegada de la adolescencia. Pueden diferenciarse
entre tres tipos de conductas suicidas, las ideas suicidas, las tentativas de suicidio y el
suicidio consumado. El hecho de que estas conductas hayan aumentado durante las
últimas décadas pone de manifiesto el papel que desempeñan los factores sociales.
Otros factores de riesgo son la depresión, los estilos de pensamiento rígido y obsesivo, o
las relaciones familiares conflictivas, y poco afectuosas.

Los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes son la anorexia


nerviosa y la bulimia nerviosa. La anorexia se caracteriza por una pérdida acentuada e
intencionada de peso, y una intensa preocupación por engordar. La pérdida de peso
puede deberse tanto a una dieta muy restrictiva o la realización de ejercicio físico muy
intenso, como a las purgas. En la bulimia no hay pérdida de peso, y el comportamiento
de la persona bulímica se caracteriza por la alternancia de atracones de comida y purgas
posteriores. La frecuencia de estos trastornos es más elevada entre el sexo femenino, y
suelen estar generados por la combinación de factores individuales y familiares, junto a
la presión cultural por mantenerse delgadas.

Las conductas de asunción de riesgos son un subtipo de las conductas de


búsqueda de sensaciones y suelen ser más frecuentes en la adolescencia que en
cualquier otro momento del ciclo vital. Investigaciones recientes han revelado el papel
que desempeñan los cambios cerebrales que tienen lugar durante la adolescencia en su
aparición. Estas conductas, más frecuentes entre los chicos, pueden suponer riesgos
evidentes para la salud, pero también son una oportunidad para madurar y aprender.

1
El consumo de sustancias es una de las conductas de asunción de riesgos más
frecuentes entre los adolescentes, y suele iniciarse a una edad muy temprana. El alcohol,
el tabaco y el cannabis son las sustancias más consumidas en la sociedad occidental, sin
que se aprecien diferencias de género significativas en su consumo. Tampoco hay datos
que permitan afirmar que su consumo haya aumentado en las últimas décadas. El
consumo abusivo puede ocasionar graves daños para la salud y, además, está
relacionado con el fracaso escolar, los problemas depresivos, la conducta antisocial y
los accidentes de tráfico.

La conducta antisocial genera una gran preocupación social y se refiere a las


conductas dañinas para la sociedad que infringen reglas y expectativas sociales, siendo
en muchos casos constitutivas de delito. La mayoría de los estudios encuentran que las
conductas antisociales suelen aumentan entre los 10 y los 18 años, para estabilizarse y
descender bruscamente al final de la adolescencia o comienzo de la adultez. Hay
muchos factores de riesgo implicados en la conducta antisocial, desde variables
genéticas o psicológicas, hasta variables sociales, no obstante, las variables familiares
parecen tener una especial importancia.

Objetivos.

- Conocer los problemas emocionales y comportamentales más frecuentes


durante la adolescencia.
- Tener información sobre las tasas de prevalencia y sobre las trayectorias
evolutivas de cada uno de estos problemas.
- Conocer los factores de riesgo relacionados con la aparición y
mantenimiento de estos problemas.
- Entender la importancia que tienen estos problemas para la salud y el
desarrollo del adolescente.
- Conocer las estrategias de intervención utilizadas con más frecuencia para la
prevención y el tratamiento de estos problemas.

2
1. Introducción.

La concepción de la adolescencia como una etapa conflictiva, problemática e


incluso dramática ha estado presente en la literatura, la filosofía y la psicología durante
la mayor parte del siglo pasado. No obstante, tendríamos que remontarnos mucho
tiempo atrás para encontrar las primeras descripciones del adolescente como un
individuo poco racional que agitado por sus emociones se deja conducir ciegamente por
sus instintos. Autores como Sócrates, Aristóteles, Rousseau o Shakespeare, ya
presentaron una imagen apasionada y turbulenta del adolescente, aunque tal vez
tengamos que situar en Goethe, y concretamente con su obra Las desventuras del joven
Werther, el inicio de la concepción moderna de la adolescencia como periodo de
tormenta y drama. Esta visión negativa se extendió más tarde a la psicología con la
etiqueta de storm and stress en el mundo anglosajón, de forma que las primeras teorías
que surgieron sobre esta etapa evolutiva destacaron los aspectos más conflictivos y
patológicos (Casco y Oliva, 2005). A finales del siglo pasado algunos autores como
John C. Coleman , utilizando datos procedentes de las investigaciones realizadas hasta
la fecha, cuestionaron firmemente esa concepción dramática, llegando a afirmar que la
psicopatología durante esta etapa no era superior a la de otras etapas del ciclo vital.

Hoy día no podemos afirmar que esa imagen negativa haya desaparecido pues
sigue estando presente entre la gente de la calle, en gran parte por la influencia de los
medios de comunicación que tienden a presentar una visión muy sensacionalista del
comportamiento de jóvenes y adolescentes.

Cuadro 1. La imagen negativa de la adolescencia en la literatura.


Un ejemplo de la concepción negativa en la literatura anglosajona lo encontramos en el
texto que figura a continuación, extraído del drama de William Shakespeare, Un cuento
de invierno.
“Mejor fuera que no hubiese edad entre los 13 y los 20 años, o que la juventud se
aletargara, porque no hay otra cosa en ella que cargar a las mozas con niños,
perjudicar las costumbres, robar, pelear...”
Shakespeare (Un cuento de invierno)

En lo que se refiere a la psicología actual, la concepción del storm and stress ha


sido reformulada a partir de los datos y conocimientos disponibles, y aunque no puede
sostenerse la imagen de la adolescencia como un periodo de conflictos y dificultades
generalizadas, hay suficiente evidencia empírica que apunta a un aumento durante la
adolescencia de la conflictividad familiar, la inestabilidad emocional y los
comportamientos de riesgo (Arnett, 1999). Resulta paradójico que en un momento en el
que aumentan la fuerza muscular, la resistencia física, la fortaleza del sistema
inmunológico y las habilidades para razonar, la morbilidad y mortalidad aumenten entre
un 200 y un 300 por ciento con el paso de la infancia a la adolescencia. Una gran parte
de la responsabilidad de este incremento tiene que ver con problemas relacionados con

3
el control de las emociones y la conducta, tales como accidentes de tráfico, suicidios,
homicidios, depresión, consumo de sustancias y trastornos de la conducta alimentaria.

Este desajuste que se produce en los años que siguen a la pubertad puede
entenderse si tenemos en cuenta que durante este periodo de transición tienen lugar
muchos cambios físicos, psicológicos y sociales, que exigen a chicos y chicas muchos
recursos y una gran capacidad adaptativa. Así, por ejemplo, los cambios hormonales
pueden acentuar las tendencias depresivas o agresivas de algunos adolescentes. Las
modificaciones de la apariencia física son también acusadas y pueden exacerbar la
timidez o la susceptibilidad a la anorexia de ciertos jóvenes. Por otra parte, estos
cambios suelen tener lugar en un momento en los que tiene lugar un relativo alejamiento
de los padres, por lo que pueden ser menores el apoyo y la supervisión parental que
habían estado presentes durante la infancia, y, por tanto, mayor la vulnerabilidad del
adolescente. Cuando los cambios son muy acentuados y escasos los recursos
disponibles para hacerles frente, es probable que surjan algunas dificultades. No
obstante, conviene destacar que a pesar de que muchos adolescentes pueden
experimentar dificultades y trastornos más o menos importantes, no se trata de algo
generalizado, ya que la mayoría de chicos y chicas transitan por esta etapa con total
normalidad sin mostrar desajustes o desequilibrios especiales.

2. Principios generales acerca de las conductas problemas del adolescente

Antes de pasar a describir los principales problemas que pueden aparecer


durante estos años de transición, expondremos algunos principios de carácter general,
relativos a una concepción sistémica o ecológica del desarrollo, que será importante
tener en cuenta en su conceptualización y caracterización (Haugaard, 2001).

● Los problemas del adolescente suelen estar causados por múltiples factores, y
aunque tenemos la tendencia a buscar una causa concreta como explicación del
surgimiento de cualquier trastorno, no suele haber respuestas sencillas y basadas en un
único factor. Así, explicar la anorexia a partir de la presión cultural para que las chicas
estén delgadas es una explicación incompleta, y serán necesarios otros factores
adicionales; lo mismo podríamos decir del efecto de un temperamento irascible sobre el
desarrollo de comportamientos antisociales. Muy al contrario, la mayoría de los
problemas que describiremos en este capítulo son el resultado de la combinación de una
serie de factores individuales y contextuales. Como apuntan el modelo sistémico
biopsicosocial, existe una red de influencias que se combinan para dar como resultado
una alteración emocional o conductual. Algunas de estas influencias se sitúan en el
sujeto, y pueden abarcar desde factores genéticos a otros relativos a sus emociones y
pensamientos. Otras están en el contexto del adolescente: la familia, la escuela, el grupo
de iguales e, incluso, el marco cultural de una determinada sociedad pueden contribuir
de forma combinada.

● Los mismos factores no afectan de la misma forma a todos los sujetos. Así,
mientras que un adolescente puede desarrollar síntomas depresivos como resultado de
una combinación de influencias estresantes, otro saldrá más o menos indemne de esa
situación. Determinados factores biológicos presentes en el primer caso y ausentes en el
segundo pueden marcar los diferentes resultados sobre el ajuste emocional del

4
adolescente. Factores contextuales, como el apoyo social, también pueden proteger al
adolescente de los efectos emocionales del estrés.

● Las influencias pueden interactuar entre sí e influirse mutuamente. Esta es una


de las características principales de los modelos sistémicos, y sirve para explicar el
desarrollo de muchas conductas problemas. Por ejemplo, si en el surgimiento de la
conducta agresiva están implicados tanto factores biológicos como familiares, es muy
probable que en algunos momentos estos factores se hayan influido mutuamente. Así,
un niño con un temperamento difícil y con un alto nivel de actividad puede generar en
sus padres mucho estrés, que les llevará a mostrar hacia el niño un estilo muy coercitivo
y autoritario con el uso de castigos físicos, lo que a su vez podrá influir en el
surgimiento de comportamientos agresivos del menor hacia los iguales.

● Muchas conductas problemas pueden darse conjuntamente. Las razones de esta


co-morbilidad tienen que ver con el hecho de los factores de riesgo implicados en el
surgimiento de alguna conducta problema, como el consumo abusivo de sustancias
pueden también contribuir al desarrollo de otros desajustes comportamentales, como las
conductas sexuales de riesgo, las conductas suicidas y la delincuencia juvenil. Además,
en bastantes casos un problema puede ser un factor de riesgo fundamental para otro.
Este sería el caso de la influencia de un trastorno depresivo sobre el consumo de
sustancias o sobre la tentativa de suicidio

● Las conductas problemáticas suelen presentarse en un continuo. La mayoría de


los problemas que describiremos en este capítulo no suelen ser un asunto de todo o
nada, ya que suelen ser comportamientos que se presentan en mayor o menor grado en
muchos chicos y chicas sin que lleguen a constituir un problema. Por ejemplo, aunque
sólo algunos adolescentes llegan a desarrollar un trastorno depresivo, son muchos los
que en algún momento experimentan ciertos sentimientos de tristeza que les conducen a
un aislamiento pasajero de actividades y amistades. Lo mismo podríamos decir con
respecto al consumo abusivo de sustancias, que puede abarcar desde el chico que prueba
el alcohol sólo esporádicamente y de forma experimental hasta el consumo frecuente y
adictivo de diversas sustancias. Esta circunstancia supone que en muchos casos habrá
que decidir a partir de qué grado un determinado comportamiento puede ser considerado
problemático, lo que en muchas ocasiones no será una tarea fácil. Los conocimientos
científicos disponibles en un determinado momento pueden influir en las decisiones
acerca de la línea que separa lo aceptable de lo problemático, pero más peso tendrán aún
los valores familiares y culturales.

3. Síndromes y trastornos depresivos.

La preocupación social que generan los problemas externos del adolescente,


como el consumo de drogas, está fuera de toda duda, sin embargo, no podemos decir lo
mismo con respecto a los problemas internos o emocionales, que debido a su menor
visibilidad pueden pasar inadvertidos. La elevada incidencia de estos trastornos a partir
de la pubertad, y la circunstancia de que aparecen asociados a problemas tan graves
como las tentativas de suicidio o la anorexia, demandan un mayor interés por su
detección y tratamiento y un esfuerzo por equilibrar la atención prestada a la salud física
y al bienestar emocional de los adolescentes (Call et al., 2002).

5
Para empezar en conveniente aclarar qué se entiende por depresión, ya que bajo
esa etiqueta pueden englobarse situaciones muy diferentes, desde la tristeza y los
cambios de humor, hasta los síntomas intensos depresión o irritabilidad que llegan a
interferir con actividades cotidianas como las tareas escolares o las relaciones con los
iguales, y que pueden indicar un problema psicopatológico serio.

La mayoría de los autores coinciden en establecer tres niveles de intensidad o


gravedad (Graber, 2004; Petersen, Compass, Brooks-Gunn, Stemmler y Grant, 1993).
En el extremo más leve estaría el humor depresivo, que supone un bajo estado anímico
acompañado de sentimientos de tristeza, cambios bruscos de humor, baja autoestima y
ansiedad, y que suele ser relativamente frecuente durante la adolescencia. Un mayor
nivel de gravedad conllevarían los síndromes depresivos, que requieren la ocurrencia
conjunta de varios síntomas y conductas, pero que no alcanzarían la gravedad necesaria
para ser catalogados clínicamente como un trastorno depresivo mayor. Según el
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), el trastorno
depresivo mayor requiere la presencia de al menos un episodio depresivo intenso
caracterizado por sentimientos de depresión, tristeza o apatía, de al menos dos semanas
de duración, junto a la presencia de 4 o más síntomas de los que figuran en el cuadro 1.

Cuadro 1. Síntomas que en un número superior a 3 deben estar presentes para


diagnosticar un trastorno depresivo mayor

Pérdida importante de peso o apetito


Alteración del sueño
Agitación o retardo psicomotor
Fatiga o disminución de energía
Sentimientos de inutilidad o culpa
Dificultades de concentración
Ideas recurrentes de muerte o pensamientos suicidas

Prevalencia y evolución de los trastornos depresivos.

Las dificultades en la detección de estos trastornos hacen que no exista un gran


consenso sobre su incidencia real. En nuestro país, un informe publicado en el año 2003
por la Dirección General de Salud Pública indica un porcentaje del 4% de depresiones
mayores entre los 12 y los 17 años y un 9% entre los jóvenes de 18. Los datos de
Estados Unidos recopilados por Petersen et al. (1993) a partir de 14 estudios realizados
sobre población no clínica informan de un 7% de adolescentes que experimentan
trastornos depresivos mayores. Merikangas y Angst (1995) encontraron una tasa de
prevalencia algo inferior, comprendida entre el 0.5% y el 5.7%. Mucho más frecuentes
son los síntomas depresivos, ya que algunos estudios ofrecen cifras comprendidas entre
el 20% y el 50% de adolescentes que declaran haber experimentado síntomas depresivos

6
(Alsaker y Dick-Niederhauser, 2006). No obstante, y a pesar de las diferencias,
podríamos afirmar que mientras que los trastornos depresivos mayores afectan a un
porcentaje de adolescentes en torno al 5%, los síntomas depresivos alcanzan una
incidencia que ronda el 40%.

En cuanto a la trayectoria evolutiva que siguen los trastornos depresivos, la


mayoría de los estudios encuentran un aumento a partir de la pubertad, con diferentes
trayectorias para chicos y chicas a partir de ese momento. Así, mientras que entre ellas
la prevalencia de la depresión aumenta a lo largo de la adolescencia, los datos son
menos claros con respecto a los chicos, ya que mientras que algunos estudios no
encuentran cambios otros hallan un ligero aumento (Angold y Costello, 1995). En
cualquier caso, la adolescencia no es la etapa en la que se observa la mayor prevalencia,
ya que esta tendencia ascendente no toca techo hasta los 50 ó 55 años. Aunque la
mayoría de estudios indican que es mayor el porcentaje de chicas que de chicos que
sufren depresión, esta diferencia de género sólo se observa a partir de la pubertad, ya
que en los años de la infancia la prevalencia es algo más alta entre los varones (Ge,
Conger y Elder, 2001). El aumento de los síntomas depresivos como consecuencia de
la transición a la adolescencia puede obedecer a la combinación de una serie de factores
como los cambios hormonales, la modificación del aspecto físico, la acumulación de
estresores o la disminución del apoyo parental.

Para explicar la mayor incidencia y prevalencia entre el sexo femenino se han


sugerido diversas hipótesis. El hecho de que esta mayor prevalencia se manifieste a
partir de la pubertad ha sugerido influencias hormonales, concretamente se ha apelado a
la mayor relación que las fluctuaciones en hormonas femeninas como los estrógenos
tendrían con la inestabilidad emocional, mientras que la testosterona aparece más
vinculada al comportamiento agresivo. Otra hipótesis se refiere al mayor número de
factores estresantes que tienen que afrontar las chicas con la llegada a la adolescencia,
en parte debido a prácticas de socialización que tienden a favorecer a los chicos y ser
más exigentes con ellas. Finalmente, hay que aludir a las distintas estrategias de
afrontamiento que utilizan unas y otros frente a situaciones estresantes, ya que si bien
las mujeres tienden a la introspección, a rumiar continuamente los problemas y a tener
pensamientos negativos sobre sí mismas, los varones suelen emplear estrategias
distractoras o volcar su malestar en conductas agresivas o en el consumo abusivo de
sustancias (Alsaker y Dick-Niederhauser, 2006).

Co-morbilidad

La co-morbilidad se refiere a la presencia conjunta de varios trastornos en la


misma persona, y es especialmente alta en el caso de la depresión. Ciccheti y Toth
(1998) estimaron que entre un 40% y un 70% de los adolescentes deprimidos
desarrollan al menos otro trastorno psicológico, siendo la co-morbilidad especialmente
alta con los trastornos de ansiedad, los problemas de conducta, el consumo abusivo de
sustancias y los trastornos alimentarios. Debido a que la mayoría de datos sobre co-
morbilidad proceden de estudios transversales, sabemos muy poco sobre la secuencia de
aparición de estos problemas, no obstante, existe cierta evidencia de que la ansiedad y
los problemas de conducta a menudo preceden a los síntomas depresivos, mientras que
el consumo de sustancias se desarrolla a partir de un trastorno depresivo (Graber, 2004).

7
Factores de riesgo de los trastornos depresivos.

Factores genéticos y biológicos.

El debate acerca de las influencias genéticas sobre los trastornos depresivos continúa
abierto, ya que aunque los hijos de padres depresivos tienen tres veces más
probabilidades de desarrollar un trastorno depresivo, y los estudios realizados en el
campo de la genética de la conducta han encontrado cierta heredabilidad en la
depresión, esta es más bien moderada, especialmente en el caso de los trastornos
depresivos mayores, aunque algo mayor cuando se trata de trastornos menos severos
(Rende, Plomin, Reiss y Hetherington, 1993). Jacobson y Rowe (1999) encontraron una
mayor influencia genética sobre la depresión entre chicas que entre chicos, lo que puede
sugerir que las diferencias hormonales entre sexos llevan a una mayor expresión
conductual de los genes relevantes entre las mujeres.

En cuanto a los mecanismos fisiológicos implicados en el desarrollo de la


depresión aún queda mucho por descubrir, aunque una gran parte de la investigación
está centrada en el estudio del sistema límbico, por su papel en la regulación de las
emociones y su relación con el sistema endocrino. La liberación de cortisol por parte de
este sistema, algo que ocurre en situaciones de estrés, parece desempeñar un rol
importante en el desarrollo de los trastornos de ansiedad. Cuando una situación
estresante se mantiene durante un periodo de tiempo prolongado, los niveles de cortisol
pueden provocar daños cerebrales que afecten a la capacidad del adolescente para
regular las emociones.

Algunos individuos presentan una mayor activación límbica, que les lleva a
mostrar una reacción más intensa ante el estrés, y aunque esa hiperactivación puede
tener una predisposición genética, también puede ser consecuencia de determinadas
experiencias precoces. Así, algunos estudios recientes con humanos y con animales han
demostrado que las experiencias de privación afectiva en la infancia, como puede
ocurrir en hijos de madres depresivas, pueden alterar el desarrollo normal del sistema
límbico, dejando al menor en una situación de vulnerabilidad ante los estresores propios
de la adolescencia que favorecerá el surgimiento de síntomas de ansiedad y depresión
(Boccia y Pedersen, 2001).

Factores cognitivos

Algunos autores han destacado la influencia en el surgimiento y mantenimiento


de los trastornos depresivos de los estilos cognitivos caracterizados por los
pensamientos negativos, la tendencia a la desesperanza, el pesimismo y la auto-
culpabilización (Beck, 1976). Como ejemplos de estilos de pensamiento disfuncional
tenemos la visión negativa que las personas depresivas tienen de ellas mismas —“no
valgo para nada”—, del mundo —“siempre es igual, todos están en mi contra y nadie
me aprecia”— y del futuro —“nada tiene solución”—. Esta forma de pensar hace más
probable una interpretación sesgada de los sucesos y experiencias, lo que refuerza su
visión y aumenta la probabilidad de seguir deprimidos.

8
Al mismo tiempo, las personas con síntomas depresivos se sienten con muy poco
control sobre las cosas que les ocurren, atribuyendo los sucesos negativos a
características personales y difíciles de cambiar, y los positivos a factores inestables y
externos, como la suerte o el azar. No obstante, como hay evidencia tanto a favor de la
influencia de los factores cognitivos sobre la depresión como a favor la influencia
contraria, no es fácil determinar el sentido causa-efecto de esta relación.

Factores estresantes

Los factores genéticos y cognitivos pueden situar al adolescente en una situación


de vulnerabilidad, pero será necesario que entren en escena algunos factores
contextuales para el desarrollo de un trastorno depresivo. Estos factores pueden ser
acontecimientos aislados como la muerte de un familiar, la ruptura de una relación de
pareja o la separación o divorcio de los padres. Pero también puede tratarse de
situaciones estresantes de menor intensidad pero prolongadas en el tiempo, como unas
relaciones familiares conflictivas o con poca cohesión emocional, un estilo parental
autoritario y poco afectuoso, una situación de pobreza o el rechazo y la victimización
por parte de los iguales. Estas situaciones y acontecimientos estresantes tienen un efecto
acumulativo, de forma que cuando se dan conjuntamente aumenta la probabilidad de
que aparezca un trastorno depresivo (Grant et al., 2003).

Si algunos factores externos pueden favorecer el surgimiento de la depresión,


otros pueden actuar como factores de protección, aumentando la capacidad del chico o
chica para afrontar las situaciones estresantes y dificultando el desarrollo de síntomas
depresivos. Entre estos destacan el apoyo social proporcionado tanto por unos padres
afectuosos como las relaciones estrechas con los iguales (Fergus y Zimmerman, 2005).
Este apoyo puede ejercer la protección a través de diversos mecanismos, como por
ejemplo aumentando la confianza del adolescente en su capacidad para afrontar las
dificultades o modificando el sesgo pesimista de su estilo cognitivo.

Intervención sobre los trastornos depresivos.

El tratamiento de la depresión en adolescentes es muy similar al de los adultos, y los


terapeutas emplean un abanico amplio de enfoques, como el uso de fármacos
antidepresivos , la psicoterapia cognitiva, el entrenamiento en habilidades sociales o la
terapia familiar. En relación con el tratamiento farmacológico, aunque algunos fármacos
utilizados con adultos se muestran poco eficaces con adolescentes, otros, como el
PROZAC, suelen tener buenos resultados (Graber, 2004).
La psicoterapia cognitiva trata de identificar y cambiar los pensamientos
negativos asociados a la depresión, mientras que con el entrenamiento de habilidades
sociales se pretende mejorar la capacidad del chico o chicas para establecer relaciones
con los iguales, ya que en muchas ocasiones se trata de adolescentes que suelen ser poco
aceptados y que tienden a evitar las situaciones sociales, por lo que tienen pocas
ocasiones de desarrollar su competencia social. Finalmente, la terapia familiar trata de
cambiar los patrones de relaciones familiares que están contribuyendo a los síntomas
depresivos del adolescente (Petersen et al., 1993).
La prevención también es importante, y puede resultar más efectiva que los
tratamientos individuales una vez que el trastorno se ha desarrollado. Se pueden utilizar
estrategias como el entrenamiento en habilidades para la vida que permita a los

9
adolescentes afrontar situaciones estresantes, el apoyo a padres de adolescentes, o la
detección precoz para intervenir antes de que los síntomas vayan a más.

4. Suicidio adolescente.

Muy relacionados con los trastornos depresivos se encuentran las conductas suicidas,
que son aquellos actos mediante los que un sujeto persigue el objetivo de procurarse la
muerte. No obstante, en bastantes ocasiones el adolescente no busca realmente morir, y
el intento de suicidio es un acto de desesperación, ira, o búsqueda desesperada de ayuda.
La mayoría de autores establecen tres categorías dentro de la conducta suicida:
Las ideas suicidas, que son pensamientos frecuentes y recurrentes acerca de la
inutilidad de la vida, y del suicidio como una forma de huir de una situación de
sufrimiento considerada insoportable.
Las tentativas de suicidio son aquellas acciones mediante las que el adolescente
intenta acabar con su vida pero que no tienen éxito. Algunos autores diferencian entre
las tentativas reales de suicidio y el gesto suicida, que aunque puede causar algún daño
tiene poca probabilidad de provocar la muerte, y más bien se trata de un intento por
parte del adolescente de llamar la atención sobre su situación.
El suicidio consumado, se refiere a toda muerte que es causada de forma
intencional y con pleno conocimiento por el sujeto. La asociación entre ideas, tentativas
y suicidio consumado no está clara, aunque algunos autores sugieren que se trata de
conductas situadas en un continuo y diferenciadas sólo por el grado de intensidad.

Prevalencia y diferencias de género en la conducta suicida.


Aunque el suicidio es un hecho bastante inusual en la niñez, con la llegada de la
adolescencia la incidencia del suicidio sube de forma llamativa, hasta el punto de
convertirse en la segunda o tercera causa de mortalidad entre adolescentes y jóvenes,
muy por detrás de los accidentes de tráfico, y casi igualada con los tumores. No
obstante, su incidencia sigue aumentando durante la adultez, y el suicidio es una causa
de muerte más frecuente entre adultos y ancianos que entre jóvenes, aunque las
tentativas sí son más usuales entre adolescentes, especialmente entre las chicas.
No es fácil conocer las cifras reales sobre incidencia y prevalencia del suicidio,
entre otras razones porque muchas muertes causadas por accidentes son en realidad un
suicidio encubierto. Las tasas de incidencia varían mucho entre países, así, en Europa
países como Finlandia y Hungría tienen las tasas más elevadas, mientras que Italia y
España tienen las más bajas. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (2005)
indican que 10 de cada 100.000 adolescentes españoles con edades entre los 13 y los 19
años muere por suicidio. La incidencia de de las ideas suicidas es bastante más alta, y se
estima que entre el 20 y el 30% de adolescentes tienen cada año ideas suicidas, y un
porcentaje que ronda el 5% puede cometer alguna tentativa. En Estados Unidos un 10%
de adolescentes ha intentado suicidarse en algún momento de su vida. Afortunadamente
la gran mayoría de las tentativas de suicidio – entre un 90 y un 98% - no consiguen su
objetivo, lo que parece indicar que se trata más bien de gestos suicidas con los que se
pretende conseguir ayuda por parte de familia y amigos .
La mayoría de estudios encuentran una mayor incidencia de suicidios
consumados entre el sexo masculino, mientras que las tentativas son más frecuentes en

10
las chicas, que duplican o triplican los intentos de los chicos. Aunque no están claras las
causas de estas diferencias, tal vez los diferentes métodos empleados pueden aportar
alguna explicación, ya que mientras que ellas optan por métodos más pasivos como el
envenenamiento o la ingesta de píldoras, ellos utilizan métodos más violentos y letales
como el ahorcamiento, arrojarse al vacío, o las armas de fuego, este último sobre todo
en Estados Unidos.

Factores de riesgo de la conducta suicida.

Muchos autores consideran que la mejor explicación de por qué un adolescente


se implica en una conducta suicida es la acumulación de estresores que experimenta.
Cuando estos estresores sobrepasan los recursos del chico o chica para afrontarlos se
sentirá tan desbordado por la situación que podrá pensar en el suicidio como una vía de
escape.
La depresión es sin duda una de los principales factores de riesgo, y la mayoría de
los estudios encuentran una tasa mayor de depresión entre adolescentes que han
realizado alguna tentativa de suicidio (Seroczynski, Jacquez y Cole, 2003). No obstante,
es importante destacar el papel de la co-morbilidad, ya que cuando la depresión aparece
asociada a otros problemas como el consumo de sustancias, la ansiedad o la conducta
disruptiva, la posibilidad de suicidio es mayor.
A pesar de esa fuerte asociación entre la depresión y las conductas suicidas, no
siempre se cumple el estereotipo del joven suicida como una persona retraída, aíslada y
deprimida. El análisis realizado por Shaffer (1985) de los suicidios cometidos por
adolescentes en Inglaterra durante un periodo de 12 años reveló que dos tercios de los
suicidas presentaban impulsividad, agresividad y problemas de conducta. Cairns y
Cairns (1994) han sugerido varias explicaciones de esa fuerte asociación entre
problemas externos y suicidio, como que ambas conductas son manifestaciones de un
pobre control de los impulsos y una baja tolerancia al estrés, o que la agresividad puede
ser una manifestación externa de la irritabilidad que suele acompañar a la depresión. A
partir de estos datos puede decirse que existen dos patrones o tipos de conductas
suicidas, uno en el que predominan los sentimientos depresivos y las conductas pasivas
y evitativas y otro dominado por los sentimientos de ira y las conductas agresivas.

Teniendo en cuenta la fuerte asociación entre la depresión y las ideas y tentativas


de suicidio, no es de extrañar que las variables cognitivas sean consideradas como un
importante factor de riesgo. Muchos estudios han encontrado en los jóvenes con
tendencias suicidas un estilo de pensamiento rígido y obsesivo con una escasa
flexibilidad para ver la realidad desde otro punto de vista o para encontrar soluciones
alternativas a una determinada situación problemática para el sujeto. Con frecuencia se
trata de un pensamiento fuertemente dicotomizado que tiende a ver el futuro como una
elección entre dos únicas salidas sin soluciones intermedias, o la vida perfecta o la
muerte. El pesimismo o visión negativa de la realidad suele estar también presente en
estos chicos y chicas, que suelen percibir de una forma sesgada sólo los aspectos
negativos de la realidad que les rodea.

11
Sin duda, y al igual que ocurría con la depresión, los factores familiares
despempeñan un papel fundamental en el desencadenamiento de las conductas suicidas,
pues son numerosos los estudios que encuentran que los suicidas tienen familias
caracterizadas por los conflictos, la falta de afecto y apoyo, los estilos parentales muy
autoritarios y la carencia de comunicación. Las situaciones de negligencia, malos tratos
físicos o abusos sexuales suelen estar presentes en muchas familias, y pueden impulsar
al menor al buscar una salida desesperada a la situación. En ocasiones la falta o pérdida
de un progenitor puede acrecentar la vulnerabilidad del adolescente ante otros
estresores. Más controversia existe acerca de la influencia que el suicidio de familiares
puede tener sobre los intentos de suicidio. Aunque algunos estudios han encontrado un
contagio conductual o imitación tras el suicidio no sólo de familiares o amigos sino
incluso de personales famosos, otros estudios hallan un aumento de la ansiedad y los
síntomas depresivos pero no de las conductas suicidas (Pfeffer et al. 1997).
La importancia de los factores sociales de riesgo se apoya en el hecho de que la
tasa de suicidios haya aumentado espectacularmente durante las últimas décadas en la
mayoría de países occidentales – triplicándose en Estados Unidos y Australia y
duplicándose en Cánada (Stewart, Manion yDavidson, 2002). Así, algunas
explicaciones que se han ofrecido sobre este incremento tienen que ver con el aumento
de las rupturas matrimoniales, la exposición crónica a la violencia, la disminución de la
cohesión social, el escaso empoderamiento o la incertidumbre sobre el futuro. La mayor
competitividad entre jóvenes, tanto a nivel académico como en cuanto al acceso al
mundo laboral, aparece relacionada con la incidencia de conductas suicidas, así en
algunas universidades fuertemente competitivas las tasas de suicidio son muy elevadas.
Algo que también ocurre en sociedades más individualistas y que ponen mucho énfasis
en el éxito personal, como la norteamericana o la japonesa. La falta de apoyo o el
aislamiento social durante los años de la adolescencia pueden dejar al chico o chica en
una situación de mayor vulnerabilidad ante el estrés generado por algunos
acontecimientos vitales o situaciones de riesgo.
Las actitudes homofóbicas de rechazo de la homosexualidad, aún presentes en
nuestra sociedad, pueden explicar que algunos estudios hayan encontrado una
incidencia de suicidios consumados 2 ó 3 veces mayor entre adolescentes
homosexuales, probablemente por el sufrimiento que experimentan estos chicos y
chicas ante el rechazo de quienes les rodean (Remafredi, 1999).

Intervención sobre la conducta suicida.

Las estrategias dirigidas a la prevención del suicidio son variadas, algunas son
de carácter general, mientras que otras se centran en aquellos adolescentes que se
encuentran en una situación de mucho riesgo. Entre las primeras cabe destacar los
esfuerzos educativos encaminados a que los adolescentes sean capaces de identificar en
ellos mismos o en sus compañeros ideas suicidas, advertirles de su peligrosidad y
animarles a buscar ayuda. También se han llevado a cabo programas para formar a
aquellos adultos que están en un contacto más estrecho con adolescentes, como padres,
educadores o monitores deportivos y culturales, para que sean capaces detectar
adolescentes en situación de riesgo e intervenir de forma adecuada. Los programas
dirigidos a formar a padres y madres, de forma que pueden ofrecer a sus hijos un estilo
más afectuoso y comunicativo, son una alternativa para reducir los factores familiares
de riesgo y aumentar el apoyo al adolescente vulnerable Las líneas telefónicas en las

12
que los adolescentes con ideas suicidas puedan solicitar orientación y ayuda también
han sido utilizadas, aunque su eficacia es más bien reducida (Mann, et al., 2005;
Speaker y Petersen, 2000).
La intervención con adolescentes que han realizado alguna tentativa se suicidio
es importante si tenemos en cuenta que hay una alta probabilidad de que los intentos se
repitan. Las estrategias utilizadas van desde la psicoterapia hasta la hospitalización en
los casos de mayor riesgo. Los tratamientos psicoterapéuticos en combinación con
antidepresivos pueden ser eficaces para reducir las ideas y tentativas de suicidios. Estos
tratamientos tratan de modificar los estilos cognitivos, mejorar la visión que los
adolescentes tienen de sí mismo y de su futuro, identificar y reducir los elementos que
están causando el dolor y mejorar las relaciones familiares. En algunos casos en los que
las tendencias suicidas son muy intensas y se desconfía de la capacidad de la familia
para monitorizar al chicos o chica, la hospitalización puede ser una opción necesaria
(Stewart et al., 2002).

Cuadro 2: Signos de alerta para la detección de conductas suicidas.


Amenazas o comentarios directos sobre quitarse la vida.
Anteriores intentos de suicidio.
Interés por todo lo relacionado con la muerte.
Tristeza excesiva y persistente tras la muerte de alguien cercano.
Visión pesimista de la realidad.
Falta de ilusión por todo
Aislamiento respecto a familiares y amigos

Cuadro 3: Algunos mitos erróneos acerca del suicidio adolescente.


- Las personas que siempre están diciendo que se van a suicidar nunca lo hacen.
Al contrario, las amenazas repetidas son una señal clara de que el chico puede estar
contemplando la posibilidad de suicidarse. Pueden ser una llamada de atención y una
búsqueda de ayuda ante una situación difícil. Es conveniente animar al adolescente a
que hable de sus problemas.
- Debido a la culpa y al dolor asociados a un intento de suicidio, no lo volverá a
intentar. No es cierto, Las tentativas recurrentes son muy frecuentes, Si el adolescente
ha intentado suicidarse y no lo ha conseguido, es probable que lo intente de nuevo.
- Una repentina mejoría del estado de ánimo durante una significa que ha
desaparecido la probabilidad de suicidio. Aunque no ocurrirá siempre, en algunas
ocasiones una repentina recuperación puede indicar que, tras un periodo de dudas, ha
tomado ya la decisión de suicidarse, y por ello, parece más tranquilo. Además, esa
relativa recuperación puede darle la energía y determinación de la que carecía cuando
se encontraba más abatido.
- Las chicas se suicidan más que los chicos. Aunque se dan más intentos de suicidio
entre las chicas, ellos lo consiguen con mayor frecuencia.

13
5. Trastornos de la conducta alimentaria.

Tal vez los trastornos de la conducta alimentaria sean menos frecuentes que la
mayoría de los problemas tratados en este capítulo, sin embargo la gravedad de sus
consecuencias, junto al incremento de su prevalencia, han generado una enorme
preocupación social al respecto. Los trastornos alimentarios más frecuentes son la
anorexia y la bulimia.

La anorexia nerviosa se caracteriza por una pérdida acentuada e intencionada


de peso, que se sitúa un 15% por debajo del mínimo considerado normal para una
persona de la misma talla y edad; una intensa preocupación por engordar; una
percepción distorsionada de la imagen corporal junto a una gran importancia de dicha
imagen para la autoestima personal; una negación de la delgadez extrema; y en las
mujeres un retraso en el inicio de la menstruación o una pérdida de la misma durante al
menos 3 meses consecutivos. Según el Manual diagnóstico de los trastornos mentales
DSM IV, se pueden distinguir dos subtipos en la anorexia nerviosa:
• Tipo restrictivo: este subtipo describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se
consigue siguiendo una dieta estricta, ayunando o realizando ejercicio intenso. Estas
personas no recurren a atracones ni purgas.
• Tipo compulsivo/purgativo: este subtipo se utiliza cuando el individuo recurre
regularmente a atracones y purgas (o ambos). La mayoría de los individuos que pasan
por los episodios de atracones también recurren a purgas, provocándose el vómito o
utilizando diuréticos, laxantes o enemas de una manera excesiva.

La bulimia nerviosa es otro trastorno de la conducta alimentaria que se


caracteriza por la alternancia de atracones de comida y conductas purgativas o
compensatorias con las que se pretende evitar la ganancia de peso (vómitos, uso de
laxantes, ejercicio físico intenso). En la bulimia nerviosa, hay una excesiva
preocupación por la comida y un trastorno en el control de los impulsos, con una gran
dificultad para evitar los atracones o acabarlos, consumiendo grandes cantidades de
comida en periodos cortos de tiempo. Los chicos y chicas con este trastorno, a
diferencia de los anoréxicos, son conscientes de que su comportamiento alimentario no
es normal y que su preocupación por su imagen corporal es exagerada, es decir, tienen
conciencia de que sufren un trastorno. Por otro lado, no presentan problemas de peso
que pongan en peligro sus vidas ya que la mayoría suele mantener un peso normal. Al
igual que en el caso se la anorexia, pueden considerarse dos tipos de bulimia, una de
tipo purgativo, que incluye vómitos o uso de laxantes y diuréticos, y otra no purgativa,
en la que se acude al ayuno o al ejercicio intenso para compensar los atracones.

Prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria.

No puede decirse que estos trastornos sean un problema reciente ya que las
primeras descripciones se casos clínicos se remontan varios siglos atrás, no obstante las
cifras de prevalencia en la mayoría de los países del mundo occidental han
experimentado un notable aumento en las últimas décadas, especialmente entre las
chicas de menos de 20 años. En el caso de la anorexia la prevalencia se sitúa algo por

14
debajo del 1%, mientras que la bulimia oscila entre el 1 y 3% (Peláez, Labrador y
Raich, 2005). Hay una proporción más elevada de chicas que de chicos que sufren estos
trastornos, de forma que por cada chico con anorexia hay 10 chicas con ese problema;
en el caso de la bulimia la proporción es de 5 a 1. Teniendo en cuenta esos datos, se
puede afirmar que los trastornos de la conducta alimentaria constituyen hoy día la
tercera enfermedad crónica entre la población femenina adolescente y juvenil en países
occidentales.

En cuanto a la edad de inicio, la anorexia nerviosa comienza muy pronto,


generalmente en torno a la adolescencia inicial o media, aunque se observan algunos
casos antes de la pubertad (Field et al., 1999). Con frecuencia aparece tras un periodo en
que se ha seguido una dieta que ha ido intensificándose en la medida en que la dieta ha
tenido éxito y se ha perdido peso. La bulimia suele comenzar algo más tarde, hacia el
final de la adolescencia o comienzo de la adultez temprana. Muchas chicas que
desarrollan un trastorno bulímico tenían sobrepeso y los primeros atracones aparecieron
en un momento en el que estaban siguiendo una dieta de adelgazamiento. Muchas
adolescentes con trastornos alimentarios llegan a recuperarse totalmente después de un
único episodio, otras presentarán un patrón fluctuante de ganancia de peso seguida de
recaídas, mientras que en algunos casos se observa un deterioro progresivo crónico a lo
largo de los años, de muy difícil curación.

Consecuencias y factores de riesgo relacionados con los trastornos de la conducta


alimentaria.

Tanto la anorexia como la bulimia nerviosas pueden tener consecuencias físicas


muy graves, especialmente en el caso de niños y adolescentes. La anorexia puede
provocar trastornos digestivos, disminución de la densidad ósea, trastornos hormonales,
cambios en neurotransmisores, pérdida de la menstruación y retraso en el crecimiento.
Algunos de estos cambios suelen ser considerados marcadores biológicos de la
depresión, lo que sugiere que el estado de ánimo depresivo presente en muchas
adolescentes que siguen dietas muy estrictas puede deberse a la reducción de la ingesta
de alimentos.

La bulimia también tiene secuelas graves, como los problemas en boca,


dentadura y esófago, como consecuencia de la exposición repetida a los ácidos
gástricos. Los daños estomacales y las hernias de hiato son también frecuentes. En
algunos casos, tanto la anorexia como la bulimia pueden causar la muerte, así algunos
estudios encuentran porcentajes comprendidos entre el 3 y el 6% de fallecimientos tras
periodos prolongados (de 5 a 12 meses) de anorexia. De esas muertes la mitad
corresponden a suicidios, mientras que la otra mitad son debidas a problemas de salud
originados por la anorexia (Neumarker, 1997).

De todas las conductas problemáticas presentadas en este capítulo, quizá sean


los trastornos en la conducta alimentaria los que hayan generado un mayor número de
teorías explicativas sobre su etiología. Los factores de riesgo abarcan desde los modelos
culturales hasta los biológicos; entre los primeros se ha destacado la importancia que se
otorga en nuestra cultura al atractivo físico y a estar delgado, que lleva a muchas chicas
a sentirse muy poco satisfechas con un cuerpo que ha podido ganar peso como
consecuencia de la pubertad, lo que explicaría la mayor incidencia de anorexia tras los
cambios puberales. Las presiones por estar delgadas pueden venir del entorno familiar

15
por parte de padres que quieren tener hijos e hijas físicamente atractivos o que se
muestran preocupados por su propio peso (Attie y Brooks-Gunn, 1989). Muchos chicas
anoréxicas provienen de familias de nivel económico y educativo alto que valoran
mucho el esfuerzo, la competitividad y los logros. Estas chicas suelen ser
perfeccionistas y fijarse unos objetivos muy elevados, y se muestran muy estresadas
cuando no son capaces de alcanzarlos. A veces la presión para estar delgada o seguir
una dieta viene del grupo de iguales, cuando estos otorgan mucho valor al aspecto físico
y rechazan a los chicos y chicas con sobrepeso.

En relación con los factores biológicos, en la actualidad se está estudiando el


papel que desempeñan algunos neurotrasmisores que controlan el hambre, el apetito y la
digestión, ya que en algunos sujetos que presentan trastornos alimentarios se encuentran
desequilibrados, aunque el significado exacto y las implicaciones de estos desequilibrios
aún no se conocen con exactitud. La importancia de los factores genéticos se pone de
manifiesto en el hecho de que con mucha frecuencia los trastornos de la conducta
alimentaria se presentan en varios miembros de una familia.

Intervención sobre los trastornos de la conducta alimentaria.

La mayoría de los programas de prevención primaria que tratan de evitar que


surjan trastornos de la conducta alimentaria suelen comenzar en la adolescencia
temprana y van dirigidos a compensar los efectos negativos de algunos factores de
riesgo. Estos programas preventivos, que suelen formar parte de un currículum más
amplio relacionado con la salud, incluyen información sobre dietas saludables y no
saludables, análisis del papel que desempeñan los medios de comunicación en el
establecimiento de estándares físicos casi imposibles de alcanzar y estrategías
encaminadas a aumentar la autoestima y la aceptación del propio cuerpo.
Desafortunadamente, existe poca evidencia empírica acerca de la eficacia de estos
programas, ya que aunque consiguen aumentar la información acerca de los trastornos
alimentarios, no parecen reducir su incidencia. Incluso, en algunos casos se han
encontrado efectos contraproducentes, aumentando los trastornos a medio plazo (Carter,
Stewart, Dunn y Fairburn, 1997). Otros esfuerzos se dirigen a detectar adolescentes que
sufran anorexia o bulimia y derivarlos a servicios de tratamiento.

El tratamiento de estos trastornos requiere un enfoque multidimensional que


incluye el aumento de peso y la estabilización de funciones metabólicas, el cambio de
los patrones de alimentación, la reducción de las emociones negativas y de los patrones
de pensamiento destructivo y la mejora de las relaciones familiares. Algunos terapeutas
de familia consideran que el trastorno es el resultado de un funcionamiento familiar
conflictivo y que es necesario cambiar dicho funcionamiento para suprimir el trastorno
alimentario del chico o chica adolescente (Minuchin, Rosman y Baker, 1978). La
hospitalización puede ser necesaria en casos anorexia nerviosa de extrema gravedad,
cuando la desnutrición es severa y las complicaciones para la salud son importantes, y
también cuando el adolescente presenta una depresión profunda y hay sospechas de que
puede realizar alguna tentativa de suicidio.

16
Cuadro 4: Señales de alerta para la detección de la anorexia nerviosa
1) Preocupación excesiva por el peso y la imagen.
2) Mirarse al espejo y negar que se está delgada
3) Perder mucho peso en muy poco tiempo
4) Tener miedo a engordar
5) Si es chica, no aparece o le falta la regla durante varios meses (amenorrea)
6) Evitar las situaciones sociales en las que tiene que comer
7) Realizar ejercicio físico de forma muy intensa.

6. Conductas de asunción de riesgos.


Aunque algunos autores no establecen diferencias entre conductas de asunción de
riesgos y de búsqueda de sensaciones, puede decirse que las primeras son un
subconjunto de las segundas. Así, la búsqueda de sensaciones es la necesidad de nuevas
experiencias que conllevan una activación fisiológica y una excitación psicológica.
Algunas actividades y comportamientos como la escalada, el esquí, el consumo de
alcohol, las relaciones sexuales sin protección o el robo en grandes almacenes, pueden
considerase conductas de búsqueda de sensaciones, ya que una de las principales
razones para implicarse en ellos es la excitación fisiológica derivada de su práctica.
Muchas de estas conductas no suelen entrañar demasiado riesgo —esquiar, montar en la
montaña rusa—, y podemos considerarlas conductas de búsqueda de sensaciones sin
más. Sin embargo, la implicación en otras actividades como conducir bajo los efectos
del alcohol, mantener relaciones sexuales sin protección o robar, puede conllevar una
alta probabilidad de consecuencias negativas sociales o personales a corto o medio
plazo.

Factores relacionados con las conductas de asunción de riesgos durante la


adolescencia.
Aunque ambos tipos de comportamientos pueden encontrarse en sujetos de todas
las edades, son mucho más frecuentes durante los años de la adolescencia (Arnett,
1992), por lo que su prevención requiere una atención especial en esta etapa evolutiva.
Son variadas las razones que distintos autores han propuesto para explicar esta mayor
implicación de los adolescentes en conductas de riesgo, y algunas de ellas son de
carácter cognitivo. Por ejemplo, la tendencia del adolescente a considerarse
invulnerable, y sus limitaciones para el razonamiento probabilístico que le lleva a una
infravaloración del peligro derivado de su implicación en conductas arriesgadas. Por
otro lado, para el adolescente las consecuencias inmediatas de su comportamiento
pesarán más en sus decisiones que los probables resultados a largo plazo (Gardner,
1993). Esta forma de pensar suele verse reforzada por los compañeros que suelen
mostrar estilos cognitivos similares, y que van a admirar a aquellos chicos y chicas que

17
asumen más riesgos, por lo que la presión del grupo de iguales va a ejercer en muchos
casos una influencia decisiva.

Los modelos explicativos basados en los déficits cognitivos del adolescente, han
sido complementados recientemente por algunos estudios realizados el campo de las
neurociencias (Steinberg, 2007). Las investigaciones realizadas en este área durante los
últimos años han relevado que el córtex prefrontal, que tiene un papel destacado en la
planificación de acciones, la toma de decisiones y la autorregulación del
comportamiento se encuentra aún inmaduro al comienzo de la adolescencia, ya que
hasta final de esa etapa o la adultez temprana no alcanzará su madurez definitiva. Sin
embargo, esa inmadurez es aún mayor en años anteriores a la pubertad, cuando las
conductas de riesgo muestran una menor incidencia. Por lo tanto, es preciso buscar un
elemento adicional que justifique el brusco incremento de las conductas de asunción de
riesgos tras la pubertad. El candidato mejor situado es el sistema mesolímbico
relacionado con la motivación y la recompensa, que se activa como consecuencia de la
implicación del sujeto en actividades recompensantes, como el sexo, y motiva al sujeto
a la repetición de dichas actividades. Este sistema muestra una hiper-excitabilidad como
consecuencia de los cambios hormonales propios de la pubertad, lo que supone que en
la adolescencia, especialmente en sus primeros años, existe un claro desequilibrio entre
el sistema mesolímbico de recompensa muy propenso a actuar en situaciones que
puedan deparar una recompensa inmediata y un sistema prefrontal autoregulatorio que
aún no ha alcanzado todo su potencial, y que tendrá muchas dificultades para imponer
su control inhibitorio sobre la conducta impulsiva. En aquellos casos de adolescentes
que experimentan la pubertad muy precozmente, los riesgos pueden ser aún mayores
puesto que la excitación mesolímbica consecuente a los cambios puberales coincidirá
con una menor maduración del sistema cognitivo, ya que el desarrollo del córtex
prefrontal es independiente del timing puberal y sólo depende de la edad o de algunas
experiencias intelectualmente estimulantes (Oliva, 2007).

El alcohol y otras drogas van a favorecer también de forma clara la implicación


en conductas de riesgo y temerarias. Por una parte van a alterar la capacidad del
adolescente para evaluar los peligros potenciales de una determinada conducta y
centrarse en los beneficios inmediatos (Arnett, 1992). Pero, además, el alcohol es un
depresor del sistema nervioso, por lo que el adolescente que se encuentre bajo sus
efectos va a necesitar asumir una mayor riesgo para experimentar el mismo nivel de
excitación (Apter, 1992).

Por lo general, los hombres se implican en conductas de riesgo más que las
mujeres a todas las edades, aunque las diferencias son menores en la adolescencia
temprana que en la tardía (Byrnes, Miller y Schafer, 1999). Algunos autores han
señalado como causa de estas diferencias el hecho de que en condiciones normales las
mujeres tienen niveles más altos de activación fisiológica, por lo que cualquier añadido
puede resultar incómodo, y esta activación extra sería percibida más como ansiedad que
como excitación. En cambio, en el caso de los varones, sus niveles más bajos de
activación les llevarían a buscar experiencias arriesgadas que son vividas de forma
positiva (Zuckerman, 1990). Por otra parte, los factores culturales también ejercerán su
influencia sobre estas diferencias de género, ya que la socialización ejerce presiones
diferentes sobre chicos y chicas: de ellos se espera que sean atrevidos y arriesgados, y
de ellas prudentes y cautas.

18
Las ventajas evolutivas de las conductas de asunción de riesgos.

A pesar de las evidentes consecuencias negativas de estas conductas, también


podríamos pensar en los beneficios que podrían derivarse de la asunción de riesgos o
retos. Así, nos atrevemos a afirmar que asumir determinados riesgos conlleva ventajas
desde el punto de vista evolutivo, y por lo tanto, existirían razones para su
mantenimiento. La conceptualización de Erikson de la adolescencia como una etapa de
moratoria psicosocial, en la que la experimentación con ideas y conductas —dentro de
unos límites— es un requisito para el logro de la identidad y de la autonomía personal,
apuntaría en esta dirección. Frente a la concepción de la asunción de riesgos como un
problema, especialmente durante la adolescencia, tendríamos que admitir la idea del
riesgo como una oportunidad para el desarrollo y el crecimiento personal, y algunas
conductas temerarias del adolescente pueden funcionar como indicadores de la
transición a un estado más maduro. Para apoyar esta idea no faltan los estudios
longitudinales que encuentran que conductas de riesgo, como el consumo moderado de
ciertas drogas durante la adolescencia, están relacionadas con un mejor ajuste
psicológico en la adultez temprana (Oliva, Parra y Sánchez-Queija, 2008; Shelder y
Block, 1990). Es posible que una actitud adolescente conservadora y de evitación de
riesgos esté asociada a una menor incidencia de algunos problemas comportamentales y
de salud, sin embargo, también es bastante probable que esa actitud tan precavida
conlleve un desarrollo deficitario en algunas áreas, como el logro de la identidad
personal, la creatividad, la iniciativa personal, la tolerancia ante el estrés o las
estrategias de afrontamiento (Oliva, 2004).

Intervención sobre las conductas de asunción de riesgos.

Si tenemos en cuenta que algunos de los factores relacionados con las conductas
de riesgo tienen que ver con las características del pensamiento adolescente, es
importante hacer conscientes a chicos y chicas de sus procesos de pensamiento y de
cómo esos procesos pueden conducirlos a una serie de consecuencias negativas a largo
plazo. Por ejemplo, puede ser muy eficaz ayudarlos a analizar algunas de las estrategias
publicitarias utilizadas para promover el uso del alcohol o del tabaco. Muchos anuncios
dirigidos a los jóvenes contrarrestan el anuncio que las cajetillas deben incluir sobre las
consecuencias negativas que el tabaco conlleva para la salud, con una apelación a los
beneficios inmediatos de este hábito —prestigio social, excitación derivada de la
implicación en una conducta de riesgo—, y una infravaloración del peligro a largo
plazo, lo que encaja bien con las características cognitivas de los adolescentes.

Otra estrategia diferente para reducir estas conductas consiste en dar a los
adolescentes algunas alternativas más saludables para lograr los mismos objetivos que
pueden obtener mediante las conductas temerarias. Así, es posible asumir riesgos de
forma menos peligrosa a través de actividades como, por ejemplo, participar en
competiciones deportivas, en cursos de escalada o de esquí. Estas actividades deportivas
o de ocio, no sólo proporcionan excitación y activación fisiológicas, sino que permiten
al adolescente sentirse competente y fomentar su identidad y autonomía.

19
7. Consumo de sustancias.

El consumo de drogas es probablemente una de las conductas de asunción de


riesgos más frecuentes durante la adolescencia, y aunque la simple experimentación no
tiene por qué suponer una amenaza para la salud y el ajuste psicológico de chicos y
chicas, en algunos casos el uso esporádico se convertirá en un consumo habitual o
abusivo que interferirá con las obligaciones familiares, escolares o laborales del
adolescente. Si tenemos en cuenta que en nuestra sociedad el consumo de sustancias
como el alcohol está ampliamente aceptado y forma parte del estilo de vida de la
mayoría de adultos, no resulta extraño que su consumo sea considerado por muchos
adolescentes como un indicador del acceso a la adultez y sea utilizado para demostrar su
madurez y aumentar el prestigio frente al grupo.

Como ocurre con otros problemas propios de la adolescencia, existen muchos


estereotipos al respecto que no siempre guardan relación con la realidad. Entre ellos se
encuentra la idea generalizada de que los jóvenes actuales consumen sustancias en
mayor proporción que los de generaciones anteriores, o que este consumo se debe
fundamentalmente a la presión de los iguales, o que es el responsable de la mayoría de
los problemas propios de esta etapa. Como vamos a exponer más adelante estas
afirmaciones no siempre se corresponden con la realidad, y se basan en creencias
generalizadas pero con poco apoyo empírico.

Prevalencia y trayectorias evolutivas del consumo de sustancias.

En la actualidad disponemos en nuestro país de estudios sólidos que nos


informan periódicamente del consumo de sustancias entre adolescentes, como el Health
Behaviour in School Aged Children (HBSC; Moreno, Muñoz, Pérez y Sánchez-Queija,
2005; Moreno et al., en prensa) o la encuesta del Plan Nacional de Drogas sobre el uso
de drogas entre estudiantes de secundaria (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007),
que cada 2 y 4 años respectivamente recogen información de adolescentes españoles
escolarizados. Estos estudios coinciden en señalar que el tabaco y el alcohol son las
drogas legales más consumidas entre los adolescentes. Los datos del Plan Nacional de
Drogas indican que más de la mitad de los adolescentes declararon haber consumido
alcohol durante el último mes, mientras que en el caso del tabaco el porcentaje ronda el
25%. Entre las drogas ilegales el cannabis es con mucha diferencia la más consumida,
ya que aproximadamente la cuarta parte de los adolescentes la han consumido alguna
vez. El porcentaje de quienes han consumido cocaína es inferior al 5%, y el de quienes
han consumido éxtasis o alucinógenos baja del 2%, aproximadamente. Los datos de
consumo en Estados Unidos (Johnston, O’Malley y Bachman, 2003) y en otros países
europeos (HBSC, 2001/2002) presentan un panorama semejante en cuanto a cuáles son
las sustancias consumidas, aunque el consumo en algunos de estos países es algo más
elevado que en España. Los datos también indican que aunque la mayoría de chicos y
chicas ha experimentado con alcohol, tabaco y cannabis, y que muchos consumen
algunas de estas sustancias de forma más o menos habitual, el consumo de otras
sustancias es infrecuente y sólo una proporción muy baja de adolescentes realizan un
consumo abusivo. El hecho de que sean el alcohol y el tabaco las drogas más
consumidas indica que desde el punto de vista de la salud, los programas de prevención
deben centrarse de forma prioritaria en estas sustancias.

20
Figura 1. Porcentaje de chicos y chicas que han consumido alguna vez cada una de las
siguientes sustancias - Fuente: Estudio HBSC-2006 (Moreno et al., en prensa).

100

80
58,3 56,9
60
37,5 Chicos
40 31,9
28,8 28,9 Chicas
20
4,3 3,4 2,5 1,9
0
Alcohol Tabaco Cannabis Cocaína Drogas
diseño

En cuanto a la tendencia histórica que ha seguido el consumo de estas


sustancias, los datos del Plan Nacional de Drogas, que se inicio en 1994, indican un
decremento más o menos continuo del consumo de alcohol, una cierta estabilización en
el caso del tabaco, y una tendencia ascendente entre 1994 y 2004, con un descenso en
2006, en el consumo de cannabis. El informe Juventud en España 2004 (Aguinaga et
al., 2005) coincide en la disminución del consumo de alcohol y en un adelanto en la
edad de iniciación. No existen datos fiables referidos al consumo antes de 1994, por lo
que cualquier referencia a un menor consumo en generaciones anteriores se basará
necesariamente en apreciaciones subjetivas y poco rigurosas. En países, como Estados
Unidos, con registros que se remontan más tiempo atrás, tampoco se observa un
aumento claro en el consumo, ya que aunque aumentó hasta mediados de los 70 luego
comenzó a descender para volver a aumentar a principios de los 90 y estabilizarse
posteriormente. Estas fluctuaciones en la prevalencia de consumo parecen estar
relacionadas con los cambios en la percepción que tienen los adolescentes del daño que
provocan las drogas, lo que pone de manifiesto la importancia de los mensajes que
padres, educadores y medios de comunicación dirigen a la juventud acerca del uso de
drogas (Johnston et al., 2003).

En cuanto a las diferencias de género, en España, al igual que en otros países


occidentales, el mayor consumo entre varones que se observaba hace años ha ido
desapareciendo, de forma que en la actualidad los niveles de consumo de tabaco,
alcohol y cannabis son muy parecidos en chicos y chicas, sobre todo en la adolescencia
inicial y media. Aunque es ligeramente superior entre ellos el consumo de algunas
drogas ilegales, y entre ellas el de tabaco (Moreno et al., en prensa).

Si atendemos a la relación entre consumo de sustancias y la edad, los datos


procedentes de investigaciones transversales y longitudinales indican que la iniciación suele
tener lugar entre los 11 y los 16 años, aumentando el consumo en frecuencia y cantidad
durante los años de la adolescencia hasta tocar techo en torno a los 25 años, momento en
que comienza a disminuir, probablemente debido a la asunción de los roles y
responsabilidades propias de la adultez (Chassin et al., 2004; Gil y Ballester, 2002).
Algunos estudios longitudinales han analizado las diferentes trayectorias evolutivas que
sigue el consumo de sustancias, identificando a un grupo un grupo de adolescentes que
muestra una iniciación precoz seguida de una escalada pronunciada en el consumo y

21
consecuencias muy negativas a largo plazo. Sin embargo, no coinciden todos los estudios en
considerar al grupo de iniciación precoz como el de más riesgo, ya que en algunos casos,
son los adolescentes que comienzan algo más tarde, pero cuyo consumo sigue una clara
trayectoria ascendente, quienes muestran en la adultez temprana los niveles más altos de
abuso y desajuste psicológico. También suele aparecer un grupo de chicos y chicas que
muestran un consumo muy bajo o nulo a lo largo de toda la adolescencia (Hill, White,
Chung, Hawkins y Catalano, 2000; Oliva, Parra, y Sánchez-Queija, 2008).

Los investigadores también han mostrado interés por la secuencia que sigue el
consumo de distintas drogas, que generalmente comienza con el consumo de cerveza,
seguido del consumo de alcohol de más alta graduación, tabaco y cannabis. En algunos
casos, después se entrará en contacto con drogas como la cocaína o el éxtasis. Aunque esa
suele ser las secuencia más común de consumo, ello no quiere decir que el alcohol lleve
inevitablemente al cannabis, y después a la cocaína, ya que la gran mayoría de adolescentes
no irá más allá del alcohol o la experimentación ocasional con el cannabis. No obstante, es
altamente improbable que quien no haya consumido alcohol o cannabis se convierta en
consumidor habitual de otras drogas (Chen y Kandel, 1995).

Consecuencias y Factores de riesgo del consumo de sustancias.

Las consecuencias físicas del consumo de sustancias como el tabaco o el alcohol


están sólidamente documentadas. Así, si el consumo habitual del tabaco está relacionado
con enfermedades tan graves como el cáncer o el enfisema pulmonar, en el caso del alcohol
los datos disponibles son igualmente concluyentes. El inicio precoz en el consumo de
alcohol es uno de los principales predictores del consumo abusivo posterior (Grant y
Dawson, 1997), aunque algunos estudios longitudinales cuestionan esta relación. Por otra
parte, cada vez son más los estudios que revelan que el consumo de alcohol y de otras
drogas durante la adolescencia puede alterar el desarrollo neurológico normal del cerebro,
lo que tendría un importante impacto a nivel psicológico y comportamental (Spear, 2002).
En cuanto al cannabis, su consumo abusivo puede generar daños en las vías respiratorias
semejantes a los ocasionados por el tabaco (Iversen, 2005).

Si las consecuencias físicas parecen claras, menos consenso existe en relación con
las consecuencias psicológicas y comportamentales del consumo de sustancias. Los efectos
a corto plazo son evidentes y están relacionados con las intoxicaciones agudas y con la
distorsión que ocasionan en los juicios de evaluación de situaciones de riesgo, que pueden
llevar a la conducción temeraria o a las conductas sexuales de riesgo (Apter, 1992). Sin
embargo, las consecuencias a largo plazo están menos claras, y es necesario diferenciar
entre el consumo experimental u ocasional y el consumo abusivo, ya que muchos estudios
encuentran que los adolescentes que experimentan moderadamente con algunas sustancias
se convierten en adultos con un ajuste psicológico igual o superior al de quienes se
abstienen por completo (Shedler y Block, 1990; Oliva, et al., 2008). Aunque este mejor
ajuste puede parecer sorprendente, como ya hemos tenido ocasión de comentar, las
conductas de experimentación y asunción de riesgos pueden ayudar al adolescente a
aumentar su autoestima y a lograr su identidad. Por otra parte, es posible que los
adolescentes más ajustados y con más competencia social participen más que los
desajustados en actividades sociales en las que el consumo de alcohol y otras sustancias
suele ser habitual, por lo que sería la competencia la que llevaría a una vida social más
intensa y a un mayor consumo.

22
En cuanto al consumo abusivo, muchos estudios encuentran que está relacionado
con fracaso o abandono escolar, problemas conductuales y actividades delictivas, síntomas
depresivos, implicación en conductas sexuales de riesgo y consumo abusivo de alcohol en
la adultez temprana (Chassin et al., 2004; Johnson et al., 2000). Además, el alcohol y otras
drogas suelen estar asociados con los accidentes de tráfico, que representan la principal
causa de mortalidad durante estos años. El hecho de que la mayoría de estudios que
encuentran relación entre abuso de sustancias y desajuste psicológico sean transversales
hace que sea difícil saber si se trata de consecuencias o de precursores del consumo.

Los factores de riesgo son numerosos y pueden ser psicológicos, familiares y


sociales. Entre los primeros se ha encontrado que los adolescentes más impulsivos, con más
dificultades académicas, con tendencias depresivas, y que tienen actitudes más tolerantes
hacia el uso de drogas muestran un consumo mayor. También algunas capacidades
cognitivas, especialmente las que tienen que ver con la función ejecutiva: habilidades de
planificación, organización, atención selectiva, toma de decisiones, etc., suelen ser
deficitarias en los consumidores abusivos.

Los adolescentes con relaciones familiares distantes, hostiles o conflictivas son más
propensos al consumo abusivo que quienes viven en familias cariñosas. Los estilos
parentales negligentes o permisivos también aparecen asociados al consumo excesivo, al
igual que el consumo por parte de algún familiar, especialmente cuando este consumo
interfiere con la relaciones familiares aumentando el estrés en casa y disminuyendo la
monitorización parental (Chassin et al., 2004).

Los adolescentes que consumen sustancias suelen tener amigos que también
consumen, aunque esta relación se debe tanto al hecho de que chicos y chicas tienden a
imitar el comportamiento del grupo de iguales, como a que seleccionan a sus amistades de
acuerdo con ciertas similitudes en valores y comportamientos, lo que tiende a crear un
círculo vicioso que perpetúa el consumo abusivo (Sánchez-Queija, Moreno, Muñoz y Pérez,
2007). La relación con el nivel socio-económico del vecindario no parece clara ya que los
resultados son contradictorios y algunos estudios han encontrado un mayor consumo entre
adolescentes residentes en barrios de mayor nivel económico (Leventhal y Brooks-Gunn,
2000). Por último, otros factores sociales y culturales son muy relevantes, como por
ejemplo vivir en un contexto social en el que se tiene un fácil acceso a las drogas, o en que
se promueve su consumo a través de los medios de comunicación.

Intervención sobre el consumo de sustancias.

Los esfuerzos para prevenir el consumo de sustancias entre adolescentes han


utilizado dos tipos de estrategias, las dirigidas a influir sobre algunas características y
competencias de los potenciales consumidores y las que pretenden modificar el contexto del
adolescente y su acceso a las drogas. Entre las primeras hay que situar los programas
escolares de prevención del consumo, que tratan de informar a los adolescentes sobre los
riesgos de las drogas y de promover el desarrollo de habilidades sociales y de toma de
decisiones. Estos programas se basan en el supuesto de que una mayor conciencia de los
riesgos, y una mayor competencia para la toma de decisiones, como, por ejemplo, para
oponerse a la presión que ejercen los iguales, conllevará una disminución del consumo. Sin
embargo, la evidencia empírica acerca de la eficacia de estos programas no es muy
esperanzadora ya que los datos procedentes de Estados Unidos indican que estos programas
no consiguen prevenir o reducir el consumo, probablemente porque la educación por sí sola,
ya sea a través de la información racional o de técnicas emocionales que pretender asustar al
consumidor, no resulta suficiente (West y O’Neal, 2004).

23
Las estrategias dirigidas al contexto social y cultural del adolescente parecen
mostrarse más eficaces (Reyna y Farley, 2006), y suelen incluir medidas legislativas como
aumentar las penas relacionadas con el tráfico de drogas ilegales, prohibir la publicidad y el
consumo en determinados espacios públicos de tabaco y alcohol, subir la edad para su
consumo legal, o aumentar mediante impuestos su precio.

Probablemente, sean más eficaces las intervenciones de carácter multimodal que


conllevan medidas legislativas e incluyen programas preventivos, y que implican no sólo al
adolescente sino también a sus padres, iguales y educadores. Finalmente, hay que destacar
que retrasar la edad de inicio también debe ser un objetivo importante de la prevención,
sobre todo si tenemos en cuenta que en la adolescencia temprana el desarrollo cerebral
muestra aún una inmadurez que sitúa a chicos y chicas en una situación de mucho riesgo y
vulnerabilidad para desarrollar un consumo de carácter adictivo (Oliva, 2007).

8. Conducta antisocial.

Aunque muchos autores utilizan el término de delincuencia juvenil, siguiendo a


Rutter, Giller y Hagel (1998) hemos optado por hablar de conducta antisocial para
referirnos a uno de los problemas propios de los adolescentes que generan una mayor
preocupación social. La delincuencia juvenil es una categoría legal referida a aquellos
sujetos de edades comprendidas entre los 14 y 18 años que hayan cometido una o más
acciones punibles definidas como tales en el código penal, por tanto, requiere de la
comisión de un delito. En cambio, la conducta antisocial comprende las acciones lesivas
y dañinas para la sociedad que infringen reglas y expectativas sociales, con
independencia de que constituyan un delito, por ejemplo, vandalismo, hurtos,
agresiones, etc. Aunque hay un claro solapamiento entre ambos términos, en algunos
casos los comportamientos antisociales no constituirán un delito, bien por su baja
intensidad, bien porque hayan sido cometidos por un niño o niña de menos de 14 años,
que en nuestro país es la edad mínima de imputabilidad, es decir, la edad a partir de la
cual se aplican las sanciones penales. No obstante, aunque a partir de los 14 años un
menor puede ser imputado, La Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la
Responsabilidad Penal de los Menores, establece una normativa sancionadora específica
para los menores con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años.

También hay que diferenciar la conducta antisocial del concepto utilizado en


psicología clínica de trastorno de conducta o trastorno disocial (conduct disorder),
descrito en el DMS IV-TR como un patrón repetitivo y persistente de conducta en el
que los derechos básicos de otras personas o las principales normas sociales adecuadas a
una edad son violadas. De acuerdo con el criterio diagnóstico deben estar presentes 3 o
más conductas desviadas y conllevar un deterioro significativo del funcionamiento en
casa o en la escuela. Por lo tanto, muchos adolescentes que manifiesten conductas
antisociales, por ejemplo que cometan un único acto delictivo, quedarán fuera de esta
definición y no podrá atribuírseles un trastorno de conducta (Farrington, 2004).

Prevalencia y trayectorias evolutivas de la conducta antisocial.

Conocer la prevalencia real de comportamientos antisociales o delitos reviste


una gran complejidad, y no es fácil llegar a conclusiones fiables al respecto. Las razones
de estas dificultades tienen que ver con las diferencias existentes entre las fuentes de
información utilizadas. Así, podemos referirnos a cifras oficiales, como los datos

24
procedentes de detenciones policiales o de registros judiciales. Pero, además de esas
cifras referidas a la delincuencia oficial, algunos estudios se llevan a cabo preguntando a
la población general sobre su experiencia como víctimas de delitos, o aplicando
cuestionarios anónimos a la población adolescente en los que se recoge información
acerca de su implicación en la comisión de delitos. En estos últimos casos estaríamos
hablando de delincuencia sumergida o no detectada, ya que la mayoría de los
adolescentes que reconocen haber cometido algún delito, no ha entrado en contacto con
los sistemas policial o judicial.

A pesar de esas dificultades, podemos ofrecer algunos datos de prevalencia


referidos a distintos países, así Farrington (2004) indica que un 15% de chicos y un 3%
de chicas fueron detenidos antes de los 18 años en Inglaterra, mientras que en estados
Unidos estas cifras fueron claramente superiores: 33% y 14%. Si se analizan las cifras
de delincuencia sumergida basada en auto-informes, la prevalencia es más elevada,
situándose en torno al 50% el porcentaje de adolescentes que reconocen haber cometido
algún delito, aunque en algunos estudios esta cifra sube hasta el 70-80%. En cuanto al
porcentaje de delitos que son cometidos por menores, las cifras oficiales indican que en
estos países, entre un cuarto y un tercio de los delitos son cometidos por adolescentes de
menos de 18 años. La mayoría de estos delitos están relacionados con robos y hurtos, y
sólo un 10% representan delitos violentos (Rutter, et al. 1998).

Las diferencias de género son una constante en todos los países, ya que las
estadísticas indican una mayor prevalencia de delitos y comportamientos antisociales en
varones, diferencias que son menores al inicio de la adolescencia y que van aumentando
con la edad. Además, como señalan Rutter et al. (1998), existen diferencias entre el tipo
de delitos cometidos por chicos y chicas, ya que los primeros se implican en delitos más
graves y con uso de violencia y suelen reincidir más. No obstante, las diferencias de
género son menores si analizamos los datos de delincuencia sumergida. Las diferencias
entre las cifras referidas a delincuencia sumergida y delincuencia oficial no se refieren
exclusivamente al género, ya que también aparecen en las cifras oficiales más
adolescentes procedentes de minorías étnicas y clases más desfavorecidas. Estas
discrepancias reflejan un claro sesgo en las estadísticas oficiales, y se deben tanto a la
mayor gravedad de los delitos cometidos por varones y por jóvenes de grupos sociales
desfavorecidos, como al hecho de que estos adolescentes reciben un trato
discriminatorio y más duro por parte de la policía y el sistema judicial (Poe-Yamagata y
Jones, 2000).

En cuanto a la tendencia histórica sobre la evolución de la prevalencia de los


delitos cometidos por menores, la evidencia indica un claro aumento desde los años 50
hasta los 90 en la mayoría de los países, España entre ellos (Rutter et al. 1998). Sin
embargo, desde mediados de los años 90, la tendencia es mucho menos clara ya que
parece que se ha frenado la epidemia de violencia juvenil que se había observado en las
últimas décadas del pasado siglo, y en muchos países se ha estabilizado o ha descendido
la incidencia de la mayoría de delitos (Pleiffer, 2004; Koops y Orobio de Castro, 2006)

En términos generales, la adolescencia es una etapa de mucha incidencia de


conductas antisociales y delictivas, y existe un consenso generalizado entre
investigadores con respecto a la tendencia que sigue el comportamiento antisocial a lo
largo del ciclo vital, y en aceptar lo que se ha denominado la curva de edad del crimen
(Tremblay, 2000). Así, si durante la infancia son más frecuentes las conductas agresivas

25
de poca importancia, con la llegada de la adolescencia disminuyen esos
comportamientos para dar paso a conductas antisociales de mayor gravedad, que
seguirán aumentando hasta tocar techo al final de la adolescencia y descender de forma
acusada durante la adultez temprana. No obstante, algunos estudios longitudinales han
diferenciado entre dos tipos de trayectorias evolutivas, una de mayor gravedad, aunque
mucho menos frecuente, que comienza en la infancia y se extiende a lo largo de todo el
ciclo vital, y otra que se limita a la adolescencia, tendiendo a desaparecer en la medida
en que el sujeto empieza a asumir las responsabilidades propias de la adultez (Moffitt,
1993; Farrington, 2004). Este segundo tipo es el más habitual.

Factores de riesgo relacionados con la conducta antisocial.

A la hora de analizar las causas del comportamiento antisocial y delictivo habrá


que tener en cuenta el tipo de patrón delictivo, ya que los factores relacionados con el
patrón más grave y persistente son algo diferentes a los que se asocian con la conducta
antisocial limitada a la adolescencia. En el caso de los adolescentes que limitan su
actividad delictiva a la adolescencia, algunos de los factores de riesgo son semejantes a
los relacionados con las conductas de asunción de riesgos, pues estas conductas
antisociales son en muchos casos un tipo de conductas de búsqueda de sensaciones y de
asunción de riesgos, y por ello serían más frecuentes durante esta etapa evolutiva.
Ciertos factores familiares se relacionan con la conducta antisocial limitada a la
adolescencia, en concreto los padres de estos chicos y chicas presentan un estilo
parental caracterizado por la falta de control o supervisión (Steinberg, Lamborn,
Darling, Mounts y Dornbusch, 1994). El rol que desempeña el grupo de iguales también
es muy relevante, y algunos estudios indican que estos comportamientos son más
frecuentes en situaciones grupales en las que el adolescente se ve presionado por sus
amigos (Rutter et al., 1998).

En cuanto a los adolescentes que muestran el patrón antisocial más severo, el


predictor más potente es la existencia en la infancia de agresividad y problemas de
conducta durante un periodo prolongado de tiempo, no obstante, hay que hacer
referencia a la confluencia de una serie de factores de riesgo, tanto individuales como
contextuales, que operando de forma conjunta favorecen el surgimiento de estos
comportamientos. Entre las variables individuales, las influencias genéticas sobre la
mayoría de conductas antisociales son significativas aunque de moderada magnitud,
siendo la agresión especialmente heredable (Plomin y Asbury, 2005). Algunos estudios
han encontrado en los menores antisociales una mayor impulsividad, problemas de
auto-regulación y dificultades para controlar la ira, y una mayor incidencia de trastornos
de hiperactividad y déficit de atención, problemas todos ellos que parecen asociados a
una falta de maduración del córtex prefrontal (Patterson, DeGarmo y Knutson, 2000).
Las bajas puntuaciones en los tests de CI junto a un rendimiento académico muy bajo es
otra constante en estos adolescentes, que además suelen mostrar sesgos cognitivos
atribucionales muy hostiles, que le llevan a interpretar de forma amenazante y hostil
comportamientos y actitudes neutras de sus compañeros, y a reaccionar de forma
agresiva (Lochman, Phillips y Barry, 2003). El consumo de drogas aparece con
frecuencia asociado al comportamiento delictivo, probablemente porque comparten
factores de riesgo, aunque también porque el consumo provoca desinhibición y
distorsiona la valoración de los riesgos derivados del comportamiento delictivo.

26
Las variables familiares han sido consideradas como claves para el desarrollo de
la conducta antisocial severa, ya que según muestran numerosos estudios estos
adolescentes provienen de familias muy desorganizadas y conflictivas, con padres que
se muestran hostiles o negligentes, y que fracasan a la hora de ofrecer a sus hijos
modelos comportamentales apropiados (Patterson et al., 2000). Por otra parte, también
es frecuente por parte de estos padres el empleo de estrategias disciplinarias muy
coercitivas con la aplicación castigos físicos que en algunos casos se pueden considerar
situaciones de maltrato. De hecho el comportamiento antisocial es una de las
consecuencias más frecuentes del maltrato infantil y adolescente, probablemente porque
el abuso severo, al igual que otras experiencias infantiles traumáticas provoca
modificaciones en la estructura y funcionamiento cerebral (Oliva, 2002; 2007). Los
factores familiares y los genéticos pueden interactuar de cara a generar un
comportamiento desajustado; como se ha puesto de manifiesto en un estudio
longitudinal llevado a cabo en Nueva Zelanda por Caspi et al. (2002), aquellos niños
que habían experimentado malos tratos se convirtieron en adolescentes y adultos
violentos sólo cuando tenían una versión de baja actividad del llamado gen de la Mono
Amino Oxidasa A, pero no cuando tenían la versión activa del gen.

Entre los factores sociales de riesgo, s e encuentran la pobreza o las situaciones


muy desfavorecidas. No obstante, la relación entre la clase social y el comportamiento
antisocial es muy débil e incluso no aparece en algunos estudios recientes, además
cuando es significativa, se trata de una influencia indirecta que se ejerce a través de la
depresión de los padres y el conflicto familiar. Es decir, las situaciones de pobreza
harían más probable tanto la conflictividad marital como la depresión parental, lo que
llevaría que los padres mostraran unas estrategias disciplinarias menos eficaces y los
menores un comportamiento más desajustado (Buehler et al., 1997). La relación con un
grupo de iguales con altas tasas de actividades delictivas es otro claro factor de riesgo,
especialmente cuando aparece relacionado con unas malas relaciones familiares, aunque
también es cierto que los adolescentes antisociales tienden a elegir como amigos a otros
chicos y chicas que también muestran comportamientos desviados.

Intervención sobre la conducta antisocial.

La mayoría de programas preventivos suelen incluir la formación de padres


desde la primera infancia para que puedan seguir estilos de crianza más positivos y
manejen el comportamiento disruptivo de sus hijos sin utilizar métodos coercitivos. En
casos de familias de riesgo también pueden incluir el apoyo a los padres mediante
visitas domiciliarias. Estos programas se han mostrado eficaces para reducir la
disciplina coercitiva y los malos tratos físicos, que como ya hemos comentado son unos
de los principales factores de riesgo de la conducta antisocial (Kazdin, 1997).

Los programas llevados a cabo en los centros educativos para evitar el maltrato y
la victimización entre iguales se muestran también eficaces a nivel preventivo, y tratan
de formar a los educadores para que puedan detectar e intervenir en situaciones de
riesgo. Otros programas también realizados en escuelas persiguen el objetivo de enseñar
a niños y adolescentes a resistir la presión de los iguales para implicarse en
comportamientos antisociales o delictivos (Farrington, 2004).

En cuanto al tratamiento de adolescentes antisociales, las técnicas centradas en


el entrenamiento de habilidades sociales interpersonales se han mostrado eficaces. Se

27
trata de técnicas que intentan modificar el pensamiento egocéntrico e impulsivo de los
chicos y chicas antisociales, enseñarles a pensar antes de actuar, a buscar alternativas
para solucionar problemas interpersonales, o a considerar el impacto de su
comportamiento sobre otras personas (Ross y Ross, 1995).

Referencias bibliográficas.

Aguinaga, J., Andreu, J., Chacón, L. Comas, D., López, A. y Navarrete, L. (2005).
Informe 2004 Juventud en España. Madrid: Instituto de la Juventud.

Alsaker, F. D., y Dick-Niederhauser, A. (2006).Depression and suicide. En S. Jackson


& L. Goossens (Eds.), Handbook of adolescent development: European
perspectives (pp. 308-336). Hove, UK: Psychology Press.

Angold, A. y Costello, E.J. (2001). The epidemiology of depression in children and


adolescents En Goodyer (Ed.) The Depressed Child and Adolescent, Second
Edition, (pp.143-178). Cambridge: Cambridge University Press.

Apter, M.J. (1992). The dangerous edge: The psychology of excitement. Nueva York:
The Free Press.

Arnett, J. J. (1992). Reckless behaviour in adolescence: A developmental perspective.


Developmental Review, 12, 339-373.

Arnett, J. J. (1999). Adolescent Storm and Stress, Reconsidered. American


Psychologist, 54, 317-326.

Attie, I., y Brooks-Gunn, J. (1989). The development of eating problems in adolescent


girls: A longitudinal study. Developmental Psychology, 25, 70-79.

Boccia, M. L., y Pedersen, C. (2001). Animal models of early experience and social and
emotional development. En D. Bailey, F. Symons, J. Bruer, & J. Lichtman
(Eds.), Critical thinking about critical periods: Perspectives from biology,
psychology, and education . Baltimore: Paul H. Brookes.

Buehler, C., Anthony, C., Krishnakumar, A., Stone, G., Gerard, J., y Pemberton, S.
(1997). Interparental conflict and youth problem behaviors: A meta-analysis.
Journal of Child and Family Studies, 6, 233-247.

Byrnes, J. P., Miller, D. C. y Schafer, W. D. (1999). Gender differences in risk-taking: a


meta-analysis. Psychological Bulletin, 125, 367-383.

Cairns, R. B. y Cairns, D. B. (1994). Lifelines and risks: Pathways of youth in our time.
Cambridge: Cambridge University Press.

Call K. T., Riedel, A., Hein, K., Mcloyd, V., Petersen, A. y Kipke. M. (2002).
Adolescent Health and Well-being in the 21st Century: A Global Perspective.
Journal of Research on Adolescence, 12, 69-98.

28
Carter, J.C., Stewart, D.A., Dunn, J.V., Fairnburn, C.G.(1997). Primary prevention of
eating disorders: might it do more harm than good? International Journal of
Eating Disorders, 22, 167-172.

Casco, F. J. y Oliva, A. (2005). Ideas sobre la adolescencia entre padres, profesores,


adolescentes y personas mayores. Apuntes de Psicología, 22, 171-185.

Caspi A, McClay J, Moffitt TE, Mill J, Martin J, Craig IW, Taylor A, Poulton R. (2002)
Role of genotype in the cycle of violence in maltreated children. Science, 297,
851-854.

Chassin, L., Hussong, A.M., Barrera, M., Molina, B.S.G., Trim, R. y Ritter, J. (2004).
Adolescent substance use. En R.M. Lerner y L. Steinberg (Eds.), Handbook of
adolescent psychology (2ª ed.) (pp. 665-696). Hoboken, NJ: Wiley & Sons.

Chen, K. y Kandel, D. 1995. The natural history of drug use in a general population
sample from adolescence to the mid-thirties." American Journal of Public Health
85, 41-47.

Cicchetti, D., y Toth, S.L. (1998). The development of depression in children and
adolescents. American Psychologist, 53, 221-241.

Farrington, D.P. (2004). Conduct disorder, delinquency, and aggression. In R.M. Lerner
& L. Steinberg (Eds.), Handbook of adolescent psychology (2ª ed.) (pp. 627—
664). Nueva York: Wiley.

Fergus, S., y Zimmerman, M. A. (2005). Adolescent resilience: A framework for


understanding healthy development in the face of risk. Annual Review of Public
Health, 26, 399-419.

Field A, Camargo, C., Taylor, C.B., et al. (1999). Overweight, weight concerns, and
bulimic behaviours among girls and boys. Journal of American Academy of
Child and Adolescent Psychiatry, 38, 754-60.

Gardner, W. (1993). ). A life-span rational-choice theory of risk-taking. En N. Bell y R.


W. Bell (Eds.), Adolescent risk taking ( pp. 66-83). Newbury Park: Sage

Ge, X., Conger, R. D., y Elder, G. H., Jr. (2001). Pubertal transition, stressful life
events, and emergence of gender differences in adolescent depressive symptoms.
Developmental Psychology, 37, 404-417.

Gil, M. D. y Ballester, R. (2002). Inicio temprano de consumo de alcohol entre niños de


9 a 14 años. Análisis y Modificación de Conducta, 28, 165-211.

29
Grant, B.F. y Dawson, D.A. (1997). Age at onset of alcohol use and its association with
DSM-IV alcohol abuse and dependence. Results from the National Longitudinal
Alcohol Epidemiologic Survey. Journal of Substance Abuse, 9, 103-110.

Grant, K.E., Compas, B.E., Stuhlmacher, A., Thurm, A.E., McMahon, S., y Halpert, J.
(2003). Stressors and child/ adolescent psychopathology: Moving from markers
to mechanisms of risk. Psychological Bulletin, 129, 447-466.

Graber, J. A. (2004). Internalizing problems during adolescence. En R. M. Lerner & L.


Steinberg (Eds.), Handbook of adolescent psychology (2ª ed.) (pp. 587-619). New
York: John Wiley & Sons, Inc.

Haugaard, J. J. (2001). Problematic behaviors during adolescence. Nueva York:


McGraw-Hill.

Hill, K., White, H.R., Chung, I., Hawkins, J.D. y Catalano, R.F. (2000). Early adult
outcomes of adolescent alcohol use: Person- and variable-centered analyses of
binge drinking trajectories. Alcoholism: Clinical and Experimental Research,
24, 892-901.

Iversen, L. (2005). Long-term effects of exposure to cannabis. Current opinion in


Pharmacology, 5, 69-72.

Instituto Nacional de Estadística (2005). Estadísticas del suicidio en España. Madrid:


Instituto Nacional de Estadística.

Jacobson, K.C., y Rowe , D.C. (1999). Genetic and environmental influences on the
relationships between family connectedness, school connectedness, and
adolescent depressed mood: Sex differences. Developmental Psychology, 35,
926-939.

Johnston, L. D., O'Malley, P. M., y Bachman, J. G. (2003). Monitoring the Future


National Survey Results on Drug Use, 1975-2002 (No. 03-5375). Bethesda,
Maryland: National Institute of Drug Abuse.

Kazdin A. E. (1997). Parent Management Training: Evidence, Outcomes, and Issues.


Journal of the American Academy of Child &Adolescent Psychiatry, 36, 1349-
1356.

Koops, W. y Orobio de Castro, B. (2006). The development of aggression and its


linkages with violence and youth delinquency. En S. Jackson & I. Goossens
(Eds.), Handbook of adolescent development: European perspectives (pp. 365-
385). London: Psychology Press.

Leventhal, T. y Brooks-Gunn, J. (2000). The Neighborhoods They Live in : The Effects


of Neighborhood Residence on Child and Adolescent Outcomes. Psychological
Bulletin, 126, 309-337.

30
Lochman, J. E., Phillips, N. C. y Barry, T.D. (2003). Aggressive and Nonaggressive
Boys' Physiological and Cognitive Processes in Response to Peer Provocations,
Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology, 32, 568-576.

Mann, J. J. (2005). Suicide Prevention Strategies. A Systematic Review. Journal of the


American Medical Association, 294, 565-570.

Merikangas, K. R., y Angst, J. (1995). The challenge of depressive disorders in


adolescence. En M. Rutter (Ed.), Psychosocial disturbances in young people:
Challenges for prevention (pp.131–165). Cambridge, UK: Cambridge University
Press.

Ministerio de Sanidad y Consumo (2007). Informe de la encuesta estatal sobre el uso de


drogas en estudiantes de Enseñanzas Secundarias 2006-2007. Madrid:
Ministerio de Sanidad y Consumo.

Minuchin, S., Rosman, D.L. y Baker, L. (1978). Psychosomatic families. Anorexia


nerviosa in context. Cambridge, MA: Cambridge University Press.

Moffit, T. (1993). Adolescent-limited and Life-course-persistent Antisocial Behavior: A


Developmental Taxonomy. Psychological Review 100,674-701.

Moreno, M.C., Muñoz-Tinoco,V., Pérez, P.,Sánchez-Queija, I., Granado, M. C., Ramos,


P. y Rivera, F. (en prensa). Desarrollo adolescente y salud. Resultados del
Estudio HBSC-2006 con chicos y chicas españoles de 11 a 17 años. Madrid:
Ministerio de Sanidad y Consumo.

Moreno, C., Muñoz, V., Pérez, P. y Sánchez-Queija, I. (2005). Los adolescentes


españoles y su salud. Resumen del estudio “Health Behaviour in School Aged
Children (HBSC-2002)”. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo

Neumarker, K. (1997). Mortality and sudden death in anorexia nervosa. International


Journal of Eating Disorders, 21, 205-212.

Oliva, A. (2004). La adolescencia como riesgo y oportunidad. Infancia y Aprendizaje,


27 ,115-122.

Oliva, A. (2007). Desarrollo cerebral y asunción de riesgos durante la adolescencia.


Apuntes de Psicología, 25, 239, 254.

Oliva, A., Parra, A. y Sánchez- Queija, I. (2008). Consumo de sustancias durante la


adolescencia: trayectorias evolutivas y consecuencias para el ajuste psicológico.
International Journal of Clinical and Health Psychology, 8, 153-169.

Patterson, G.R., DeGarmo, D.S., y Knutson, N. (2000). Hyperactive and antisocial


behaviors: Comorbid or two points in the same process? Development and
Psychopathology, 12, 91-106.

31
Peláez, M. A., Labrador, F. y Raich, R.M. (2005). Prevalencia de los Trastornos de la
Conducta Alimentaria: Consideraciones Metodológicas. International Journal of
Psychology and Psychological Therapy, 5, 135-148.

Petersen, A.C., Compas, B. E., Brooks-Gunn, J., Stemmler, M, Ey, S., y Grant, K.E.
(1993). Depression in Adolescence. American Psychologist, 48, 155-168.

Pfeiffer,C. (2004). Violencia juvenil: concepto, tipos e incidencia. VIII Reunión sobre
Biología y Sociología de la Violencia. Conferencia en el Centro Reina Sofía de
Valencia. Octubre 2004.

Pfeffer CR, Martins P, Mann J et al. (1997), Child survivors of suicide: psychosocial
characteristics. Journal of the American Academy of Child and Adolescent
Psychiatry, 36, 65-74.

Plomin, R. y Asbury, K. (2005). Nature and Nurture: Genetic and Environmental


Influences on Behavior. The ANNALS of the American Academy of Political and
Social Science, 600, 86-98

Poe-Yamagata, E. y Jones, M. (2000). And Justice For Some: Differential Treatment of


Minority Youth in the Justice System. Washington DC: Building Blocks for
Youth.

Remafredi, G. (1999). Suicide and sexual orientation: Nearing the end of controversy?
Archives of General Psychiatry, 56, 885-886.

Rende, R. D.; Plomin, R.; Reiss, D.; and Hetherington, E. M. (1993). Genetic and
Environmental Influences on Depressive Symptomatology in Adolescence:
Individual Differences and Extreme Scores. Journal of Child Psychology and
Psychiatry, 34, 1387–1398.

Rutter, M., Giller, H. y Hagell, A. (1998). Antisocial behavior by young people.


Cambridge: Cambridge University Press. (Trad. Cast. La conducta antisocial de
los jóvenes. Madrid: Cambridge University Press ).

Reyna, V. F., y Farley, F. (2006). Risk and rationality in adolescent decision making:
Implications for theory, practice, and public policy. Psychological Science in the
Public Interest, 7, 1- 44.

Ross, R.R. y Ross, R.D. (Eds.) (1995). Thinking Straight: The Reasoning and
Rehabilitation Program for Delinquency Prevention and Offender
Rehabilitation. Ottawa, Canada: Air Training and Publications.

Sánchez-Queija, I., Moreno, M. C., Muñoz, M V. y Pérez, P. J. (2007). Adolescencia,


Grupo de Iguales y Consumo de Sustancias. Un Estudio Descriptivo y
Relacional. Apuntes de Psicologia, 25, 305-324

32
Seroczynski, A. D., Jacquez, F., y Cole, D. A. (2003). Depression and suicide during
adolescence. En G. R. Adams & M. Berzonsky (Eds.), Blackwell handbook on
adolescence. Oxford: Blackwell.

Shaffer, D. (1985). Depression, mania and suicidal acts. En M. Rutter y L. Hersov


(Eds.), Child and adolescent psychiatry (2nd ed., pp. 698-719). Londres:
Blackwell.

Shedler, J. y Block, J. (1990). Adolescent drug use and psychological health: A


longitudinal study. American Psychologist, 45, 612-630.

Spear, L.P. (2002). Alcohol’s effects on adolescents. Alcohol Research & Health, 26,
287-291.

Speaker, K., y Petersen, G. (2000). School violence and adolescent suicide: Strategies
for effective intervention. Educational Review, 52, 65-73.

Steinberg, L. (2007). Risk-taking in adolescence: New perspectives from brain and


behavioral science. Current Directions in Psychological Science, 16, 55-59.

Stewart, S. E., Manion, I. G. y Davidson, S. (2002). Emergency management of the


adolescent suicide attempter: A review of the literature. Journal of Adolescent
Health, 30, 312-325.

Tremblay, R. E. (2000). The development of aggressive behavior during childhood:


What have we learned in the past century? International Journal of Behavioral
Development, 24, 129-141.

West, L. y O’Neal, K. K. (2004). Project D.A.R.E. Outcome Effectiveness Revisited.


American Journal of Public Health, 94, 1027-1029.

Zuckerman, M. (1990). The psychobiology of sensation seeking. Journal of Personality,


58, 313-345.

33
Actividades.

Contesta a las siguientes preguntas.

1) ¿Por qué aumentan los trastornos depresivos con la llegada de la


adolescencia?

2) Describe los tres tipos de conductas suicidas que existen.

3) ¿En qué se diferencian la anorexia y la bulimia nerviosas?

4) ¿Pueden tener consecuencias positivas para el adolescente algunas


conductas de asunción de riesgos, como por ejemplo el consumo de
sustancias?
5) Describe los dos tipos de patrones delictivos existentes y su trayectoria
evolutiva.

6) Indica cuáles podrían ser las actividades que podrían incluirse en un


programa dirigido a la prevención de conductas de riesgo (conducta
antisocial, consumo de sustancias).

Respuestas a las actividades.

1. El aumento de los trastornos depresivos con la llegada de la pubertad se debe


fundamentalmente a dos factores, los cambios hormonales puberales, que pueden tener
una repercusión a nivel emocional, y la acumulación de estresores durante estos años:
cambios en la apariencia física, comienzo de la educación secundaria, inicio de las
relaciones de pareja, etc. Si a esos cambios normativos se unen algunos acontecimientos
vitales estresantes, como el divorcio de los padres, la muerte de un familiar o el rechazo
o victimización por parte de los iguales, la probabilidad de desarrollar un trastorno
depresivo será mayor.

34
2. Las tres categorías de conducta suicida son : Las ideas suicidas, o pensamientos
frecuentes acerca del suicidio como una forma de huir de una situación de sufrimiento
considerada insoportable; las tentativas de suicidio, que son aquellas acciones mediante
las que el adolescente intenta acabar con su vida pero que no tienen éxito, y el suicidio
consumado, que se refiere a toda muerte que es causada de forma intencional y con
pleno conocimiento por el propio sujeto.

3. Aunque tanto la anorexia como la bulimia son trastornos de la conducta alimentaria,


en la persona anorexia hay una pérdida importante de peso que puede poner en peligro
su vida, algo que no se da en la bulímica. Por otra parte, en la bulimia hay una
consciencia de que el comportamiento alimentario no es normal y de que es exagerada
la preocupación por la imagen corporal. En ambos tipos de trastornos puede haber
atracones y purgas mediante vómitos y laxantes, o una práctica intensiva de ejercicio
físico.

4. Aunque estas conductas suponen un riesgo evidente para la salud, algunos estudios
encuentran que aquellos adolescentes que se implican en más conductas de asunción de
riesgos pueden tener una mayor autoestima, una identidad más lograda y una mayor
madurez social y emocional, probablemente porque la experimentación representa un
aprendizaje útil y una especie de transición a la adultez.

5. Existen dos patrones delictivos, uno es el más habitual y está limitado a la


adolescencia, en el que la actividad antisocial comienza con la adolescencia, aumenta
hasta el final de esta etapa y disminuye en la adultez temprana. El otro patrón sería más
grave y menos frecuente y comenzaría con problemas de conducta en la infancia que se
convertirían en actividades claramente delictivas en la adolescencia, y que se
mantendrían a lo largo de la adultez.

6. Un programa preventivo debería ser multimodal e incluir estrategias dirigidas a los


distintos factores de riesgo, tanto individuales como familiares y sociales. Así, algunas
actividades se podrían incluir en los currículos escolares e ir encaminadas a promover
en los adolescentes habilidades sociales y de toma de decisiones e informarles sobre las
consecuencias negativas de muchas de estas conductas. Teniendo en cuenta el papel de
las familias, también deberían dirigirse actividades a los padres, con el objetivo de
promover en ellos un estilo parental más democrático y apoyarles en sus esfuerzos
educativos. Otras medidas deberían ser de carácter más general, como, por ejemplo, una
legislación más restrictiva con respecto al consumo de sustancias o una mayor oferta de
actividades de ocio que puedan satisfacer el deseo de nuevas sensaciones de los
adolescentes.

35
Trastorno por Déficit
de Atención con
Hiperactividad (TDAH):
Impacto evolutivo e
intervención
s.Jbel Orja les Villar

RESUMEN

ESQUEMA

OBJETIVOS

1 INTRODUCCIÓN

2 TDAH: CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y DIFICULTADES EN LA COMPRENSIÓN DEL


TRASTORNO
2.1. Evolución e historia
2 .2. TDAH hoy
2.3. Prevalencia
2 .4 . Etiología
2.5. Modelos explicativos y dificultades en la comprensión del trastorno

3 EVOLUCIÓN DE LOS NIÑOS CON TDAH EN EL MARCO ESCOLAR


3.1. Perfil evolutivo
3.2. Procesos psicológicos alterados y preservados

4 DETECCIÓN TEMPRANA, DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN EN EL TDAH


4.1. Niños con riesgo de TDAH
4.2. Diagnóstico y comorbilidad en el TDAH
4.3. Evaluación psicoeducativa
S INTERVENCIÓN EN EL TDAH
5.1. Objetivos y principios básicos de intervención
5.2. Intervención farmacológica
5.3. Intervención psicoeducativa
5.3.1. Entrenamiento cognitivo-conductual hoy
5.3.2. Programas de formación y entrenamiento a los profesores
5.3.3. Programas de formación, entrenamiento y/o terapia a los padres

CONCLUSIONES

6 AUTOEVALUACIÓN

7 BIBLIOGRAFÍA COMENTADA

8 SOLUCIONES A LA AUTOEVALUACIÓN
. -- - --

fi éficit de Atención con HiP.eractividad (TDAH): lmP.acto evolutivo,e intervención


_ · · · -·

RESUMEN
El Trastorno por Déficit de Atencion con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesa-
rrollo que afecta entre un 3 a un 6% de Los niños en edad escolar y que se caracteriza (con carecer
crónico y con una intensidad indebida para el nivel de desarrollo del sujeto, de su edad cronoló-
gica y educación recibida) por La presencia de síntomas de desatención (subtipo déficit de aten-
ción) o de hiperactividad/impulsividad (subtipo hiperactividad/impulsividad) o ambos grupos
de síntomas (subtipo combinado). Dichos síntomas relacionados con una disminución del volu-
men y un peor funcionamiento del cortex prefrontal, los ganglios basales y el vermis cerebeloso.
Para que esta sintomatología se considere patológica es necesario que cree problemas de adap-
tación significativos en algún ámbito del desarrollo y que se haya realizado un diagnóstico dife-
rencial que permita constatar que Los síntomas no puedan explicarse mejor y únicamente por La
presencia de estresores vitales u otro tipo de trastorno. Aunque no dispongamos en la actualidad
de marcadores neurológicos o genéticos que permitan el diagnóstico, Los estudios que comparan
sujetos con y sin TDAH apuntan a una etiología predominantemente poligénica con una proba-
bi lidad mayor de afectación en hijos de padres con TDAH, entre hermanos y especialmente entre
gemelos idénticos. A esta vulnerabilidad genética se le unen factores debidos a alteraciones pre,
peri o post natales (especialmente el consumo de tabaco o alcohol durante el embarazo y el bajo
peso al nacer). El diagnóstico resulta de una valoración clínica-comportamental por Lo que re-
qu iere un equipo multidisciplinar que estudie a fondo al paciente, su historia clínica y escolar, La
evolución de La sintomatología en relación a Las condiciones de vida y estresores vitales y que de-
te rmine la intensidad patológica de la sintomatología y el grado y nivel de desadaptación. Las
personas con TDAH muestran una predisposición mayor a presentar una disfunción ejecutiva con
más dificultades, respecto a La edad cronológica, para: (1) inhibir Las respuestas inmediatas a un
determinado estímulo o evento (impulsividad), (2) interrumpir la respuesta activada ante una or-
de n o ante el feedback de sus errores (sensibilidad a Los errores) y (3) proteger ese tiempo de la-
te ncia y el periodo de autorregulación (control ejecutivo) de fuentes de interferencia (resistencia
a La distracción). Dichas dificultades se traducen en un comportamiento inmaduro relacionado
con las funciones de la corteza prefrontal, funciones que pueden ser moduladas y/ compensadas
con La estimulación, los programas cognitivos comportamentales y el tratamiento de apoyo far-
macológico reduciendo el riesgo de complicaciones habituales en este tipo de trastorno. La in-
te rvención psicoeducativa debe comenzar desde el mismo momento en que se detectan síntomas
de intensidad significativa para La edad, que comienzan a manifestarse desadaptativos y que no
re miten con Las medidas educativas habituales, mucho antes, incluso, que haya podido confir-
marse el trastorno. Los programas de intervención deben ser diseñados por un equipo multidis-
ciplinar y desarrollarse en tres vertientes: (1) entrenamiento cognitivo-comportamental aplicado
al desarrollo académico, cognitivo, comportamental, social y emocional del niño en el marco es-
colar y familiar; (2) programas de formación y entrenamiento a los profesores y (3) programas de
fo rmación, entrenamiento y terapia, si fuera necesaria, a los padres.
Historia

Prevalencia COMPRENSIÓN DEL


TRASTORNO
Modelos explicativos

EVOLUCIÓN DEL TDAH EN EL


MARCO ESCOLAR

DETECCIÓN
Niño con riesgo de TDAH EVALUACIÓN
TEMPRANA

INTERVENCIÓN DIAGNÓSTICO
PSICOEDUCATIVA Y DIFERENCIAL Y
PSICOSOCIAL DEPOSICIÓN

colegio familia

INTERVENCIÓN
niño
FARMACOLÓGICA
OBJETIVOS
GENERALES ESPECÍFICOS

1. Comprender el Trastorno 1.1. Conocer Los últimos avances en La investigación del


por Déficit de Atención con TDAH y contribuir a desterrar algunos mitos muy arrai-
Hiperactividad, La gados en La población general, padres y docentes.
complejidad de su
diagnóstico y detección. 1.2. Tomar conciencia de La necesidad de establecer proto-
colos de actuación multidisciplinar para el abordaje el
trastorno.

1.3. Conocer modelos explicativos del TDAH.

1.4. Conocer Las dificultades que encuentran Los niños y ado-


Lescentes con TDAH en su vida escolar.

2. Conocer el modo de 2.1. Formar en La detección temprana de La sintomatología


participar en La detección y asociada a TDAH de cara a una intervención psicoeduca-
evaluación de niños con tiva de carácter preventivo.
riesgo de TDAH.
2.2. Identificar Los ámbitos o áreas de desarrollo que es pre-
ciso valorar en este tipo de trastornos.

2.3. Conocer Los aspectos a evaluar en cada área.

2.4. Conocer Los protocolos de evaluación y diseñar el modo


de participar en una red de recogida de información.

3. Comprender el mejor modo 3.1. Conocer La evolución de Los tratamientos en TDAH.


de participar en La
intervención con niños con 3.2. Conocer Los ámbitos de intervención, objetivos, materia-
TDAH desde La propia les y programas específicos.
disciplina.
3.3. Familiarizarse con técnicas y materiales de intervención
específicos.

3.4. Tomar conciencia de la necesidad de una formación


permanente e n el conocimiento e intervención del TDAH
y de la coordinación multidisciplinar.
1 INTRODUCCIÓN

A pesar de que en Los últimos años, en España, se ha prestado una inusual atención al Trc.:.-
torno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), este trastorno dista mucho de
«trastorno de moda pasajero» que consideran algunos docentes. Se trata de un trastorno rea
que afecta al desrrollo del individuo a Lo Largo de todo el ciclo vital, con una incidencia ala·-
mantemente elevada, que tiene un especial impacto sobre La vida escolar y que aumenta ver-
tiginosamente el riesgo de desajuste social y emocional ya no sólo de la persona afectada sir:
también de Los familiares que Lo rodean . Y es esa compleja interacción entre La predisposic•o-
genética, La disfunción orgánica y Los factores ambientales y educativos, Lo que hace de
trastorno un especial objeto de estudio para la Psicología y la Educación.
Este capítulo pretende desvelar La complejidad de un trastorno tan mencionado como rr:._
comprendido, revindicar La necesidad de establecer protocolos de actuación en los que se
parta, desde el primer momento, de un enfoque multidisplinar (médico, psicosocial y eo ...-
cativo), formar a Los orientadores y psicólogos educativos en general en La detección e inte·-
vención temprana y para que puedan contribuir, en lo posible, a desterrar algunos mitos q ...
impiden una comprensión y aceptación real del trastorno.

2 TDAH: CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y DIFICULTADES EN LA


COMPRENSIÓN DEL TRASTORNO

Comenzaremos por La utilización exacta de La terminología. En los últimos años, La exprr:-


sión «niños hiperactivos» se ha utilizado como una mala y confusa reducción de un térmi'"':
que pretende referirse a un trastorno específico, el TDAH. A pesar de que, incluso entre,¡:-
profesionales, se haya extendida La utilización de esta expresión, el término hiperactivo ap_
cado a Los niños no refleja otra cosa que un exceso de actividad motriz, Lo que podría
en niños normalmente inquietos o en aquellos que se encuentran puntualmente ante unas,
tuación emocional que les desborda o en otros poco acostumbrados a adaptar su compor...e-
miento a Las normas sociales convencionales. Este es el caso, por ejemplo, de niños de des-
arrollo normal recién adoptados que se esfue rzan por incorporarse a una nueva forma de vic:
o a muchos niños con falta de Límites educativos adecuados. Pero también podemos hab..e.·
de hiperactividad para describir un exceso de actividad motriz, síntoma que puede estar ase-
ciado a diferentes trastornos así, por ejemplo, La Ansiedad generalizada, Los Trastornos Ger::-
ralizados del Desarrollo e incluso el Hipertiroidismo pue den cursar con síntomas de hiperac-
tivid ad sin ser en rea lidad TDAH.
-
Por lo tanto, utilizar el término niño hiperactivo como sinónimo del TDAH es un error que
co nfunde a padres y educadores. Emplearemos el término TDAH para describir un trastorno,
en su mayoría de origen poligénico que se caracteriza por la presencia, con caracter crónico
, con una intensidad indebida (teniendo en cuenta la edad de desarrollo y educación recibida
1asta el momento) de síntomas de desatención y/o de hiperactividad/impulsividad asociados
a un peor funcionamiento del cortex prefrontal, que crean a quien lo padece problemas de
1 &;ac- :tdaptación personal, familiar, social, académica o laboral.
¡¡¡
l
2.1. Evolución e historia

Entender el TDAH hoy, exige tomar perspectiva de la evolución del trastorno desde hace
, ás de un siglo porque, a pesar de que el despertar del TDAH en nuestro país se pueda esti-
Tiar en torno al año 1995 alentado por el movimiento asociativo de los padres de niños afec-
:ados, las primeras descripciones de casos similares a lo que hoy entendemos por niño hipe-
ractivo aparecen ya a finales del siglo XIX. En 1892, Tuke definió la hiperactividad como un
5 síntoma de la enfermedad impulsiva y en 1902, Still realizó las primeras descripciones de
casi medio centenar de niños que presentaban desatención, inquietud motriz, desobediencia,
agresividad y actitud apasionada lo que atribuyó, entonces, a un problema en el control mo-
a.l de la conducta. No mucho tiempo después, Tredgold (1914) puso las primeras piedras
:)a ra una conceptualización orgánica del trastorno al plantear que la hipercinesia, la explo-

- sividad en la actividad voluntaria y la impulsividad que presentaban estos niños podría ser
ca usada por una afectación cerebral, una encefalitis letárgica, que afectaría al área del com -
:)Ortamiento. Su hipótesis cobró más fuerza a raíz de las observaciones de Bradley (1937)
quien, por azar, constató una mejora en el comportamiento y el rendimiento escolar de los
l iños tras la utilización de Benzedrine. Todo ello contribuyó a contrarrestar las teorías psico-
analíticas imperantes que culpabilizaban a los padres del trastorno y, a partir de los años 50,
a una difusión generalizada del controvertido término Disfunción Cerebral Mínima (DCM). En
· 95 7, Laufer y Denhoff propusieron un término que sería acuñado inmediatamente por la
comunidad internacional, el término Hiperkinetic lmpulsive Disordero Síndrome hipercinético
e llo y la conceptualización del problema por Clements (1986) como un trastorno de la
conducta y del aprendizaje asociado a disfunciones del sistema nervioso central en niños de
'lteligencia normal, contribuyó a moderar el talante excesivamente organicista del concepto
je DCM.
Desde entonces, la conceptualización del trastorno ha girado en torno a la presencia de
:res síntomas fundam e ntales, la hiperactividad motriz o hiperkinesia, la impulsividad y la
jesatención variando cuál de e llos se cons ideraba en cada momento el eje principal del
trastorno y modificándose, por tanto, los criterios diagnósticos y, en consonancia, la t errr--
nología utilizada para su denominación. En un primer momento, la atención de los inves-:-
gadores se centró en la hiperkinesia, en un segundo lugar, tomó el relevo el interés por::-
estudio de la impulsividad para centrarse durante muchos años después el déficit de ate--
ción como el eje sintomatológico principal. En el momento actual cuando hablamos
TDAH como un trastorno del funcionamiento ejecutivo volvemos a centrar La preocupacic-
en La impulsividad pero desde un punto de vista, no únicamente comportamental, sino tar--
bién cognitivo y haciendo referencia a funciones más amplias y complejas que antarc
Desde entonces han sido muchos Los términos utilizados para definir Lo que en el momer>::.
actual se denomina TDAH: Brain Damage Behavior Syndrome ,Mínima! Brain Damage, M'r-
mal Brain Dysfunction, Hyperactivity, Hyperkinetic Reaction of Childhood, Hyperkinetic lmpuls ::
Disorder, Hyperactive Child Syndrome, Attention Deficit Disorder, Attention Deficit Disorder w :-
Hyperactivity (para una revisión histórica más completa en García Villamisar y Polaino-Lo-
rente, 1997).
A pesar de La profusa investigación de Los últimos 50 años y de Los incesantes esfuerzos po·
encontrar indicadores orgánicos que pudieran servir de criterio diagnóstico (es decir, indica-
dores que discriminen de forma definitiva a quienes tienen TDAH) no disponemos todav
hoy de test psicológicos o pruebas neurológicas que por sí solas resulten concluyentes, Lo q t.t
obliga a un diagnóstico basado en una valoración clínica comportamental, tema que ha dad::
y dará mucho que hablar. En este sentido, La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) trata
de establecer cierto consenso en La valoración clínica publicando Los criterios diagnósticc:
para los distintos trastornos en su Manual de Diagnostico Estadístico de los Trastornos Menta1e:.
(en La actualidad en su cuarta versión revisada DSM-IV Tr y a Las puertas de un próximo
V). Un pequeño recorrido por Los criterios que se apuntan para el TDAH nos dará una visió-
más clara de La situación actual (Cabanyes, J. y Polaino-Lorente, 1997; Moreno, C. y Polai no-
Lorente, 1997):
• DSM-11. En el año 1968 la APA incluye un síndrome conductual denominado Reacció-
hiperkinética de la niñez cuyo síntoma más relevante era La actividad motora excesiva.
• DSM-111. Se cambió el término por el de Déficit de atención con o sin hiperactividad pre-
sentándose unos criterios dimensionales que exigían para el diagnóstico de TDAH .¿
presencia de por Lo menos 3 síntomas de desatención, 3 de impulsividad y 2 de hipe-
ractividad. Se especifica por primera vez una edad de comienzo (antes de los 7 años) .
La necesidad de una duración mínima de Los síntomas de 6 meses.
• DSM-IIIR. Debido a la falta de apoyo empírico desaparecen Las tres dimensiones que
hasta el momento se valoraban por separado y se vuelve a una perspectiva unidimen-
sional del trastorno que se denomina Trastorno por déficit de atención con hiperactividaa
. •, .. ?. '
1 _,'·;' -· ... ·:
o P.Or: Défici de Atención con (T.DAH): evolutivo e inter.vención
'; .. ·!..

Se plantean 14 síntomas de hiperactividad, impulsividad y desatención de Los que el


niño debía cumplir un mínimo de 8 de ellos. Se mantienen Las especificaciones sobre La
edad de comienzo y La necesidad de una duración minima de 6 meses que ya aparecían
en La version anterior y se incluye ahora, además, La necesidad de realizar un diagnóstico
diferencial con Los trastornos generalizados del desarrollo.

2.2. TDAH hoy

En el momento actual, nos encontramos en una etapa de tránsito en el diagnóstico del


- o AH puesto que, por una parte, todavía resultan vigentes Los criterios diagnósticos de La
:uarta version revisada del DSM (DSM-IV-TR) que ya se resultan obsoletos y, por otro, se aven-
:Jran cambios significativos en La nueva version, el DSM-V, todavía por aparecer.
En el momento actual La versión que utilizamos del Manual de Diagnóstico Estadístico de
os Trastornos Mentales (APA, 2002), el DSM-IV texto revisado incluye el Trastorno po r Déficit
Je Atención con Hiperactividad (TDAH) en el eje de Los «Trastornos de inicio en La infancia y
ado lescencia» dentro del apartado denominado Trastornos por déficit de atención y compor-
:amiento perturbador.
En esta revisión se vuelve al concepto multidimensional que planteaba años atrás el DSM-
1 pero con La diferencia de que ahora, se consideran dos grupos, y no tres, de síntomas fun-
damentales en el TDAH: (1) La desatención y, (2) La hiperactividad/ impulsividad. Los criterios
a el DSM-IV Tr que se deben tener en cuenta para el diagnóstico del TDAH se describen en el
cu adro 3.1.
Cuadro 3.1. Criterios diagnósticos para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactlvldad:
DSM-\V-IR (f\PA, 2002).
A. Cumplir (1) o (2):
(1) seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos
durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con
el nivel de desarrollo (ver Lista de síntomas en el cuadro 3)
(2) seis (o más) de lo siguientes síntomas de hiperactividad o impulsividad han per-
sistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e inco-
herente en relación con el nivel de desarrollo (ver Lista de síntomas en el cuadro 3)
B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban alteración es-
taban presentes antes de los 7 años de edad.
C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p. ej ..
en la escuela o el trabajo y en casa)
D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social.
académica o laboral.
E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del
desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de
otro trastorno mental (p.ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno
disociativo o un trastorno de la personalidad).

Para poder valorar si el paciente cumple el criterio A, el clínico deberá constatar a t raves
de su conocimiento d el sujeto, su educación y entorno y de La información d erivada de le5
padres y profesores, la presencia o ausencia de dos bloq ues de síntomas: desatención e hipe-
ractividad-imp ulsividad (ver cuadro 3.2).
':<' _, ·"

. .... ... .
....

.. · .
o P.Oii Défic1 Be con evolutivooe intervención
":'!:.;.'

Cuadro 3.2. Síntomas del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) según el
DSM-IVTR (2002).
SÍNTOMAS DE DESATENCIÓN
Se consideraría que el niño/a manifiesta síntomas de desatención significativos si
muestra 6 o más de 6 de los siguientes síntomas
• A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las
tareas escolares, en su trabajo y en otras actividades
• A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
• A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones en el
centro de trabajo (sin que se deba a comportamiento negativista o a incapacidad para com-
prender instrucciones)
• A menudo tiene dificultades para organizarse en tareas y actividades
• A menudo evita, le disgusta o es reacio a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental
sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
• A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p.ej., juguetes, ejercicios es-
colares, lápices, libros o herramientas).
• A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
• A menudo es descuidado en las actividades diarias.

SÍNTOMAS DE HIPERACTIVIDAD E IMPULSIVIDAD


Se consideraría que el niño/a manifiesta síntomas de hiperactlvidad/lmpulslvldad
significativos si muestra 6 o más de 6 de los siguientes síntomas
• A menudo mueve en exceso manos o pies o se remueve en el asiento
• A menudo abandona su asiento en clase o en otras situaciones en las que se espera que per-
manezca sentado
• A menudo correo salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado hacerlo (en
adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)
• A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
• A menudo está en marcha o suele actuar como si tuviera un motor
• A menudo habla en exceso.
• A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas
• A menudo tiene dificultades para guardar turno
• A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p.ej., se entromete en con-
versaciones o juegos).

103

1
Una vez valorado el criterio A, el evaluador deberá confirmar con una exploración méc :.
y psicoeducativa a fondo que se cumplen Los siguientes criterios (B a E) y determinar en e
de Los tres subtipo de TDAH que contempla el DSM-IV podría encajar su paciente:
• Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio cW
déficit de atención, lo presentarían niños y niñas que present an 6 o más de 6 s
mas de desatención (de los 9 posibles) por lo menos durante los últimos 6 meses.
• Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo predominio hipe-
ractivo-impulsivo, Lo presentarían niños y niñas en los que se constantan 6 o
6 síntomas de hiperactividad e impulsividad durante los últimos 6 meses.
• Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado
aquellos niños y niñas que presentan 6 o más de 6 síntomas de desatención y 6 o ....-
de 6 síntomas de hiperact ividad/impulsividad
Se contempla, además, que en el caso de los sujetos (en especial adolescentes y adult:::-.
que han presentado síntomas pero que en el momento actual no cumplan todos los criter ....
debe especificarse remisión parcial.

2.3. Prevalencia

Estudios realizados sobre el TDAH reflejan índices de prevalencia general del trastorno o_-
se sitúa entre un 4 y 12% de niños entre Los 6 y los 12 años (Brown y col., 2001) lo que se
duciría, si se valoran por separado, en un 4% para cada uno de Los subtipos (déficit de
ción, hiperactividad e impulsividad y combinado) tanto en muestras americanas como alefT'=-
nas, alcanzando un 9% en el subtipo predominio déficit de atención en las muestras
(Baumgaertel, Wolraich y Dietrich, 1995). Respecto a su distribución por sexos,
se ha Llegado a plantear una incidencia mayor en varones que en niñas. El DSM-IV mencio-:.
una ratio 9 varones por cada niña diagnosticada en La población clínica y de 4 a 1 en la
ción epidemiológica. Sin embargo, se ha apuntado que parte de esta «supremacía» mascuÜ'"':::
podría deberse a una forma distinta de expresión clínica de ambos sexos (predominio de s--
tomas de falta de atención de las chicas frente a Los chicos), y/o una mayor demanda de diag-
nóstico y atención especializada para Los varones debido a su sintomatología más disrupt:.:
en casa y en el colegio (Orjales y Polaino-Lorente, 1988). Y estudios recientes (Rhode y co
1999) parecen reflejar una d isminución de estas diferencias, con ratios cercanos al 1 :1 en ... -
estudio realizado con adolescentes brasileños.
En cualqu ier caso y, considerando una prevalencia más que razonable de un 4% frecuen-::::
en La mayoría de los estudios, podemos suponer que en un aula normal con una ratio de 23
alu mnos por clase, podremos encontrar con facilidad por lo menos un niño o una niña con
-oAH. Eso supone un porcentaje muy elevado para cualquier escuela y nos alerta sobre la si-
:Jación de infradiagnóstico en la que se encuentra nuestro país muy a pesar, incluso, de ser
=n la actualidad un trastorno «de moda».

2.4. Etiología

Este apartado resulta relevante no sólo porque conocer la etiología de un trastorno ayuda
=1 la comprensión del mismo sino porque proporcionará argumentos para luchar contra cre-
::1cias muy enraizadas en la comunidad educativa como la idea de que muchos niños diagnós-
:Jcados de TDAH no lo son en realidad y que los problemas que presenta tienen, únicamente,
... n origen educativo (por ejemplo, la falta de límites educativos en casa) o emocional (fruto por
=·em plo, de la desestructuración familiar o los celos) y aquellas posturas radicales que se ma-
"'ifiestan en contra de la intervención farmacológica sin informarse adecuadamente. Y es que,
a pesar de que, desde algunas corrientes psicológicas, especialmente psicodinámicas, se halle-
,5<ldO a negar la existencia del TDAH como trastorno específico considerando su sintomatología
manifestación comportamental de un trastorno emocional encubierto, parece haber cierto
:onsenso en afirmar que lo que hoy definimos como TDAH bajo los criterios de la Asociación
.....mericana de Psiquiatría es un trastorno de origen multifactorial, una combinación de factores
5enéticos y/o alteraciones estructurales que modulados por factores ambientales, sociales y
ed ucativos van dando lugar a cuadros sintomatológicos de intensidad variable y evolución dis-.
:Jar. Esta afirmación se refiere, lógicamente, a sujetos bien diagnosticados en los que se haya re-
::.lizado un buen diagnostico diferencial que pe rmita descartar que la sintomatología se explique
1ejor por la existencia de un trastorno del estado de ánimo u otro trastorno específico.
La sospecha de que el TDAH fuera un reflejo de un mal funcionamiento cerebral y no úni-
:ame nte fruto de la mala educación partió de las semejanzas que se observaban entre la sin-
:omatología de niños con TDAH sin daño cerebral y la sintomatología similar pero más severa
Jue desarrollaban muchos niños sanos tras sufrir lesiones cerebrales. Por ejemplo, en un es-
: ... dio de seguimiento realizado con 99 niños entre los 4 y 19 años que sufrieron un trauma-
: smo cerrado de cráneo se encontró que la probabilidad de que estos niños desarrollaran un
-DAH secundario un año después fue de 3,6 veces mayor entre los niños que tenían lesiones
en e l tálamo y 3,2 veces mayor en niños con lesiones en los Ganglios Basales (Gerring y cola-
:Joradores, 2000). Y De Long (2002) informó de dos casos con un TDAH especialmente severo
parecía asociado a un trastorno relacionado con traumas por la amniocentesis en los que
se e ncontró que las imágenes de resonancia magnética reflejaron la eliminación completa de
.os Ganglios Basales derechos.

lOS
:1
La investigación etiológica en el TDAH se ha basado en La comparación de grupos de nifOi
con y sin TDAH predominando Los estudios: neuroanatómicos, funcionales, genéticos y
La influencia ambiental.
Los estudios neuroanatómicos han revelado diferencias en el volumen cerebral de la_
niños y adolescentes con TDAH cuando se Les compara con resonancia magnética cereb"C...
con niños sin este trastorno. Por ejemplo, en una muestra de 291 niños y adolescentes se e--
contró una disminución del 3,5% del cerebelo en el grupo con TDAH sin que pudiera
afectado La medicación (Castellanos y col., 2002). Y a pesar de Las Limitaciones de este t:::>:
de estudios para La generalización de resultados debido a que se realizan sobre muestras
reducidas (la técnica es muy costosa) , a La variabilidad en La selección de Las muestras y .as
diferencias en el tipo estudio (por ejemplo, enfoques que estudian La Lateralización y Las as-
metrías frente a Los estudios volumétricos) y La utilización de medidas diferentes (por ejemp;:
métodos automatizados que aumentan La fiabilidad test-retes pero que sólo se pueden reaüza:
en zonas grandes del cerebro frente a otros manuales que ganan en validez pero pierden e ...
fiabilidad), Castellanos y Acosta (2004) refieren que cada vez existen más evidencias de
el TDAH se asocia con una disminución global del volumen cerebral, un déficit que paree:
no ser progresivo y que se estima originado por una confluencia de factores genéticos y ar--
bientales
Los estudios funcionales revelan evidencias, aunque más controvertidas, que apoya"
que en el TDAH se podría dar una alteración específica en el funcionamiento de determinado:
circuitos cerebrales relacionados con su sintomatología nuclear y que implicaría:
• El cortex prefrontal del cerebro relacionado con el funcionamiento ejecutivo, es dec-
en habili dades como La activación o inhibición de respuestas, La resistencia a La distrac-
ción, La capacidad de planificación y La organización de La información necesaria par:
La resolución de problemas y el desarrollo de La conciencia del tiempo. Se ha observaa:
que en Los sujetos con TDAH La corteza prefrontal derecha es más simétrica, no Ligera-
mente mayor que La izquierda como en Los sujetos sin trastorno y algunas investigaciones
apuntan, además, a una distribución diferente de La Sustancia Gris y de La Sustanc::
Blanca (Castellanos y colaboradores, 2004).
• Los ganglios basales (situados en La base del cerebro dentro del Telencéfalo) especia.-
mente en el Nucleo caudado y al Globo Pálido que se asocian en individuos sanos a
La inhibición de respuestas automáticas facilitando La reflexión.
• Los hemisferios cerebelosos, en donde se ha observado una reducción del Lóbulo
posterior inferior del vermis cerebeloso en un grupo de niños varones con TDAH y La-
teralidad diestra. Y aunque no parece estar del todo clara La función del cerebelo, ahora
se piensa que puede asociarse a funciones específicas relacionadas con el control moto-
(coordinación, mantenimiento postura[ y ajuste temporal de Las respuetas motoras),
respuestas más globales como La coordinación e integración de La información (para
La anticipar respuestas, orientar La atención selectiva hacia objetivos específicos y pre-
venir, detectar y corregir errores) y a modo de un sistema temporal interno para todo
tipo de funciones que requieran un ajuste temporal (para una revisión, Barrios y Guar-
dia, 2001 ).
Los numerosos estudios genéticos realizados parecen revelar un origen poligénico en La
""'l ayoría de Los casos de TDAH . Y aunque pueda sorprender puesto que La creencia general es
;:¡ ue el TDAH es un trastorno modulado principalmente por una mala gestión educativa, es-
:udios complejos que comparan La incidencia de TDAH entre hermanos, entre gemelos mo-
•icigóticos y dicigóticos y aquellos criados por sus familias biológicas y en adopción (por ejem-
:::>Lo, Godman y Stevenson, 1989, Barkley, 1990) permiten calcular un índice de heredabilidad
torno al 60-70% (Barr, Swanson y Kennedy, 2001 ). Esto Lleva a afirmar que La incidencia
entre hermanos de niños que tienen este trastorno sea 5-7 veces mayor que entre niños que
10 son hermanos, de 8-11 veces en caso de gemelos idénticos (Gillis y col., 1992) y que Los
1ijos de un progenitor con TDAH tienen un 50% de posibilidades de experimentar Las mismas
dificu ltades (Barkley, 1997). A partir de esta información aumenta el interés por el estudio
de Los genes que intervienen en el sistema dopaminérgido debido en parte a La eficacia que
1an demostrado Los tratamientos farmacológicos con psicoestimulantes que inhiben el trans-
oortador de La dopamina. EL TDAH está asociado a una disminución de La dopamina en el
1.ujo sináptico y a ello se atribuyen Los problemas de memoria, atención, dificultades en La
·esolución de problemas y estas investigaciones apuntan hacia La existencia de algunos genes
defectuosos que podrían ser Los encargados de dictar al cerebro cómo emplear La dopamina
=. un transmisor cerebral que inhibe o modula la actividad de las neuronas, en particular las
que intervienen en el control de las emociones y en el movimiento. Quizá estos fallos hicieran
que el gen del receptor de dopamina fuera menos sensible a captar dopamina o que el tras-
'Tlisor de dopamina pudiera acaparar toda la dopamina segregada (Bayés y colaboradores,
2005).
Pero existen, además, estudios que analizan la influencia de otros factores que combi-
•ados con La vulnerabilidad genética y con factores ambientales podrían a umentar el riesgo
de padecer TDAH (para una revisión, Capdevila-Brophy y colaboradores, 2007). Estudios re-
:rospectivos revelan, por ejemplo, una asociación positiva (que no causa obligada) entre el
de padecer TDAH y complicaciones en el embarazo y parto destacando especialmente
el consumo de tabaco o alcohol durante el embarazo, el bajo peso al nacer (especialmente
oor debajo de los 1500 gr.) y La anoxia e hipoxia prolongada. Pero el TDAH también ha sido
asociado en combinación con otros factores como La inestabilidad familiar, trastornos psi-
qu iátricos en Los padres, La paternidad y crianza inadecuada, Las relaciones negativas padres-

107

1
hijos, el internamiento en una institución con ruptura de vínculos o Las adopciones (D
201 O; ]ohnston y Mash, 2001) Aunque en estos casos Lo difícil es poder constatar en que
dida han influido Las variables ambientales separándolas de variables genéticas o deriva
de alteraciones pre, peri y postnatales por falta de cuidados durante el embarazo y par:
falta de estimulación adecuada.
A pesar de Los resultados obtenidos y del control riguroso con el que se realizan Las in-.
gaciones, estos estudios sólo nos confirman que existen diferencias significativas cuandc
comparan grupos de sujetos sanos y grupos de sujetos con TDAH. De ninguna manera nos
miten tomar medidas de un solo sujeto y compararlo con su grupo de edad para saber si.
ejemplo, el volumen de alguna parte de su cerebro o si el mal funcionamiento de alguna
sus áreas en una determinada tarea es anormal y prueba determinante de que padece TD
En primer Lugar porque, aunque disponemos de tablas de crecimiento óseo y de volumen
neal que nos permiten determinar si La evolución de La estatura y el perímetro craneal de
niño es normal (e incluso estimar a partir de ello su talla adulta), por el momento no d.
nemos de tablas de crecimiento del cerebro humano que nos permitan afirmar que el volu
de determinada área del cerebro de un niño está fuera de lo normal. En segundo lugar poro
aunque tuviéramos datos de este tipo, para que pudiéramos aceptarlos como criterio defin·:
de diagnóstico del TDAH tendríamos que haber encontrado una característica neuroanatórr
o fu ncional que sólo se diera en el caso de Los niños con TDAH y nos permitiera distingu
de cualquier niño afectado de otro trastorno. Y ni tan siquiera hoy disponemos de pruebas
néticas que determinen si una persona tiene o no tiene TDAH (al modo que realizamos er
Síndrome de Down, por ejemplo) ni en qué medida el trastorno en un niño es genético o ac-
quirido. Esperamos que en el futuro estas investigaciones puedan dar lugar a la descripción
perfiles diferentes que puedan estar relacionados con la mejor o peor respuesta ante los dife
rentes tipos de tratamiento y, en el caso de Los tratamientos farmacológicos, a los diferentes
fármacos. Pero por el momento, lo máximo que podemos deducir de estos estudios es que 1..
niño hijo de padres con perfil de TDAH tiene más probabilidades de tener a su vez una varieda,j
del trastorno, que entre hermanos la probabilidad de padecerlo (quizá con diferente subtipo
e intensidad) es mayor que entre primos y más todavía en el caso de hermanos gemelos idér
ticos y que también tienen más posibilidades de desarrollar un TDAH Los niños nacidos ce"'
bajo peso o un niño con sufrimiento pre, peri o postnatal importante. Ysobretodo que, cuantos
más factores ambientales negativos, se sumen a estos factores de riesgo, mayores serán las pro-
babilidades de padecer TDAH y que su curso y evolución sea más complejo. Lo suficiente com
para que interese una detección temprana y de que urja La intervención psicoeducativa er1
cuando aparezcan Los primeros síntomas de desadaptación se haya llegado o no al diagnósticc
Para el psicólogo clínico o educativo, el orientador o el psicopedagogo estos estudios de-
rivan, además, en algunas reflexiones importantes:
J ... • 1 ••

• En cuanto a la formación de los profesores, ayudaran a entender que el TDAH


puede afectar a niños con altas capacidades y a niños con capacidad cognitiva normal
que todavía no hayan fracasado, que estará presente en familias desestructuradas y de
cualquier otro tipo y no se originará pero sí empeorará en niños que sufren el estrés de
Los celos o de la separación de sus padres. Lo mismo sucede con la mala crianza, todos
los niños con TDAH son mucho más difíciles de educar por Lo que, en la mayoría de los
casos, la ineficacia de los padres como educadores es más consecuencia que causa del
trastorno no debiéndose descartar el TDAH por La mala actuación de Los padres. Incluso
en familias desestructuradas se observan cambios muy significativos cuando el niño co-
mienza el tratamiento farmacológico y Los padres reciben formación en TDAH y control
del comportamiento.
• Respecto a los padres, por La importancia que tiene el momento y el modo de infor-
mar a Los padres de un niño con TDAH de que en gran parte de Los casos La etiología es
genética. Muchos padres reconocen sin problemas tener o haber tenido durante La in-
fancia síntomas parecidos a Los de su hijo, pero se consideran individuos adaptados por
Lo que ese hecho no Les infunde demasiado temor pero es menos frecuente que Los pa-
dres se planteen La posibilidad de tener más de un hijo con TDAH y disponer de esa in-
formación de forma temprana puede ser un estresor importante si los padres están to-
davía asumiendo el diagnóstico de uno de sus hijos, cuando perciben con temor el futuro
que Les espera o cuando todavía no se han organizado para afrontar debidamente Los
requerimientos de su intervención. Y teniendo en cuenta que La crianza de un niño con
TDAH aumenta exponencialmente La posibilidad de que Las madres padezcan depresión,
Llegado el momento de informar el especialista debe hacer especial incapié que en el
caso de un segundo hijo con TDAH, La detección temprana hará más fáciles Las cosas
para todos, que este nuevo diagnótico no irá acompañado de La angustia, desesperación
y estrés del primero (ahora saben de qué va y a dónde acudir) y que el esfuerzo que han
estado realizando en su formación como educadores, en La optimización de La organi-
zación familiar y en La búsqueda de recursos y apoyos favorecerá que su trastorno evo-
lucione más positivamente.
• Respecto a la detección, se deberá tener en cuenta que Los hermanos pueden pre-
sentar perfiles de TDAH muy diferentes (por ejemplo, uno predominantemente inatento
y otro de tipo combinado) y estar alerta sobre La posibilidad de que el hermano con
una problemática más discreta puede pasar desapercibido a La sombra de su hermano
más problemático.
• Respecto al diagnóstico, estas investigaciones nos plantean La importancia de rastrear
en Los antecedentes familiares, perfiles acordes con un posible TDAH.
• Respecto a La intervención, es importante tener presente que cuando se suman fT'_
chos factores de riesgo y el niño está diagnosticado de TDAH, es posible que el tra·::...
miento farmacológico sea prioritario. Por otra parte, la posibilidad de que uno o amb-:-5
progenitores muestren un perfil de TDAH (aunque sea normalmente adaptado) dec_
ser tenido en cuenta en el diseño de La intervención, en el seguimiento por parte a:
terapeuta y el tipo de tareas encomendadas a La familia. La educación requiere orga""-
zación y sistematicidad en el día a día, algo que puede requerir un entrenamiento
apoyo especial en el caso de padres con un perfil de TDAH.

2.5. Modelos explicativos y dificultades en la comprensión


del trastorno

EL TDAH se rodea de cierta controversia debido a Las dificultades para comprender el


torno. Veamos algunas de las razones que Llevan a su mala comprensión:
• Es un trastorno que se manifiesta con unos síntomas que tienen todos Los niños y q ... '=
resultan normales en el desarrollo evolutivo infantil lo que confunde a La gente no e--
tendida al olvidar que Lo que define la patología no son Los síntomas en sí si mismos ;.
desatención, hiperactividad e impulsividad) sino: (1) su intensidad exagerada en
ción a La edad cronológica, La edad de desarrollo y La educación recibida y (2) el impac::
desadaptativo que producen.
• Síntomas similares y con La misma intensidad y desadaptación pueden darse en ni ñc:
con problemas de conducta y resulta difícil que La comunidad educativa entienda qu-::
no es tan fácil discriminar a simple vista si un niño tiene sólo TDAH, TDAH con trastorn:
de conducta comórbido o un Trastorno de conducta, sin más.
• Algunos trastornos como el Retraso Intelectual, Los Trastornos Generalizados del Des;:.-
rrollo o Los Trastornos del Estado de Animo pueden manifiestar síntomas similares ( :
que se requiere un diagnóstico diferencial adecuado).
• Los criterios diagnósticos han evolucionado y siguen modificándose de acuerdo a le:
avances en la investigación pero ello resulta confuso para la gente no entendida. En E
momento actual, por ejemplo, desconcierta que el trastorno se siga denominando corre
antaño Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, cuando incluye un subtipc
predominantemente inatento que puede corresponder a niños, no sólo
inquietos sino, incluso, a niños que podrían describirse como lentos e hipoactivos.
• Habiéndose probado que se trata de una alteración con base orgánica también Lleva =.
La confusión que no exista todavía ninguna prueba neurolobiológica que pueda discr -
minar de forma definitiva entre niños con TDAH y niños sin este trastorno.
• La incidencia tan sorprendentemente alta ha hecho cuestionarse de forma generalizada
si estaremos diagnosticando una variación dentro de la normalidad o si se trata real-
mente de un trastorno en alza.
• La existencia de un tratamiento farmacológico despierta dudas en algunos sectores sobre
la existencia de motivos económicos que subyazcan detrás del auge en el estudio, diag-
nóstico y tratamiento farmacológico de este trastorno y ello suele conducir a un rechazo
de este tipo de tratamientos muchas veces sin informarse debidamente de los estudios
controlados que reflejan los efectos positivos que tiene.
• Se cuestiona hoy por hoy si el TDAH afecta a modo de desviación del desarrollo cerebral
normal y podemos hablar de una discapacidad en ciertas funci ones cerebrales, si afecta
a modo de retraso madurativo o si se trata de una combinación de ambos aspectos.
Se trate de una desviación en el desarrollo cerebral, un retraso madurativo o una combi-
l ación como decíamos de ambos factores, lo cierto es el TDAH existe, responde al tratamiento
ed ucativo y farmacológico, está asociado a alteraciones en el funcionamiento ejecutivo y
afecta al desarrollo del inidividuo y aumentar alarmantemente al probabilidad de desadap-
:ación en multiples ámbitos.
En la literatura se pueden encontrar diferentes modelos que intentan explicar el TDAH aun-
que, por lo general, más centrados en las implicaciones cognitivas del trastorno que en una
.1sió n más global y multifactorial del mismo (para una revisión ver Servera-Barceló, 2005)
Jno de los más utilizados es el Modelo Híbrido de las funciones ejecutivas de Barkley, un modelo
.,europs icológico que itenta integrar modelos anteriores para una mejor comprensión del fun-
:::ionamiento cognitivo en el TDAH (para un resumen, Orjales, 2000). Aunque dicho modelo
.,o menciona la importancia de la influencia ambiental en la evolución del trastorno y se cen-
:ra únicamente en tratar de explicar qué factores neurológicos y psicológicos que pueden
estar interviniendo en el mismo, aporta información de gran utilidad para comprender mejor
el TDAH. En su libro ADHD and The Nature of de Self-control (Barkley, 1997), Barkley enfoca el
-oAH como un trastorno en e l desarrollo de la inhibición conductual, entendiendo por au-
:ocontrol o autorregu lación, la capacidad del individuo para frenar la primera respuesta que
'l ició ante la aparición de un determinado estímulo, proteger su pensamiento de distraccio-
'1es externas o internas y elaborar una nueva respuesta más adecuada que sustituya a la pri-
'Tlera. Para poder realizar procesos de este tipo, el Dr. Barkley afirma que debemos poner en
'Tlarcha una serie de funciones, que denomina funciones ejecutivas y que serán las que nos
nermitan conducirnos con éxito al objetivo. Estas funciones están alteradas en las personas
:::on TDAH del modo que se especifica en la Figura 3.1.
FUNCIONES EJECUTIVAS ALTERADAS EN
NIÑOS CON TDAH (Barkley, 1997)

MEM ORIA OPERATIVA NO VERBAL • Disminución del sentid o del t iempo l


Perm ite tener en m ente la información • Incapacidad para recordar hechos y sucesos
mientras se trabaja en una tarea. • Deficiente percepción retrospectiva 1
• Deficiente capacidad de previsión

INTERIORIZACIÓN DEL AUTOHABLARSE


Permite pensar para uno mismo, seguir reglas • Deficiente regulación del comport amiento
e instrucciones, cuestionarse estrategias y • Escaso autocontrolarse y autocuest ionarse
construir mete-reglas

AUTORREGULACIÓN DE LAS EMOCIONES, LA


MOTIVACIÓN Y EL NIVEL DE VIGILIA ... • Manifestación d e todas las emociones sin
poderlas censurar
• Menguada aut orregulación d e los impulsos
y las motivaciones

RECONSTRUCCIÓN
Permite dividir en partes componentes las • Umitada capaacidad para analizar conductas
conductas observadas y recombinar esas nuevas y sintetizar otras a partir de ellas
partes en forma de nuevas conductas para • Incapacidad para resolver problemas ';ii
conseguir un fin .

Figura 3.1. Funciones ejecutivas alteradas en el TDAH desde el Modelo de Barkley. En la columna
la izquierda se recogen las funciones ejecutivas, la columna de la derecha el impacto e
tienen en los individuos con TDAH.

En resumen, los niños con TDAH parecen tener más dificultades para: (1) inhibir las
puestas inmediatas a un determinado estímulo o evento (impulsividad ), (2) interrumpir
respuesta activada ante una orden o ante el feedback de sus errores (sensibilidad a los prr·nn-
y (3) proteger ese tiempo de latencia y el periodo de autorregulación (control ejecutivo)
fuentes de interferencia denominados por Barkley control de interferencia o resistencia a
distracción (Orjales,2000). Debemos insistir, no obstante, que estas alteraciones se refieren
una mayor dificultad respecto al comportamiento, ya de por sí inmaduro, que correponde
los niños de su misma edad. Es decir, no hablaremos de incapacidad en los niños con T
sino de una menor capacidad en relación a la edad cronológica, el nivel de desarrollo y
educación recibida hasta el momento (Orjales, 2012). Veamos un ejemplo. Cuando un chi
se enfrenta a La tentación de hacer algo indebido (como faltar a clase, mentir con Los deberes,
aLsificar Las notas o incorporarse a un grupo que está haciendo una trastada), La probabilidad
::e tomar una mala decisión depende, en parte, de su capacidad para:
1. Recordar, activando en su memoria de trabajo y en tiempo real, información o expe-
riencias del pasado («Mejor no me meto en Líos que ayer el coordinador me amenazo
que al próxima me ponía unp parte de conducta»).
2. Tener presente datos importantes de La situación o del contexto actual («Mejor no me
meto porque acaba de Llegar Jaime que seguro se va a chivar»).
3. Prever Las consecuencias negativas de su decisión y no sólo Las más inmediatas («Mejor
no me arriesgo porque si me castigan precisamente hoy que es viernes y hay cine, no
podré sentarme con Laura como Le había prometido»).
Pues bien, Los chicos y chicas con TDAH tienen más dificultades para activar toda esa in-
Jrmación a La vez en décimas de segundo y a tiempo de influir en La toma de decisiones. Por
J tanto, estos chicos son conscientes de cuándo se están portando bien o mal y entienden
: Je su mal comportamiento puede derivar en un castigo pero no valoran con el mismo calado
: . . e Los niños de su misma edad (sino como niños 2 o 3 años menores) Las consecuencias que
:odrían tener sus actos.
Para el orientador escolar, el trabajador social, el psicológo educativo o clínico estos mo-
::elos permiten una comprensión más profunda de La disfución cognitiva de Los niños con
JAH, apoyan La toma de decisiones en La evaluación cognitiva durante el diagnóstico e in-
.Jye n en el diseño de una parte de Los programas de intervención pero no permiten visualizar
..a complejidad de Los multiples factores que intervienen en La mejor o peor evolución del
-JAH. EL modelo explicativo del TDAH de La Figura 3.2 pretende ofrecer una visualización
completa de Las variables que se implican el diagnóstico, tratamiento y evolución del
::el TDAH (Orjales, 2009).
Sustrato neurobiológico del TDAH MADURACIÓN
Leve NEUROLÓGICA

DIAGNÓSTICO

expresión .
sintomatológica que
observamos · .

TRATAMIENTO

EXIGENCIA
lnhibidor
ENTRENAMIENTO

Figura 3.2. Modeloexplicativo del TDAH (Orjales, 2009).

Hemos planteado con anterioridad que el TDAH es un t rastorno del neurodesarrollo, e


la mayoría de los casos de origen poligenético y que supone una afectación neurobiológíc.a
en la mayoría de los casos desde el nacimiento. Dicha afect ación podrá ser, tal y como refle a
el esquema, más o menos grave dependiendo del individuo y sus circunstancias pero en n
gún caso se podrá «medir» de forma fiable. Podemos estimarla de forma indirecta e inespec -
fica (intuyendo la gravedad a partir de la observación del sujeto o por informe de terceros
pero no disponemos en este momento ninguna prueba méd ica (test genét ico, prueba de neu-
roimagen, etc.) ni tampoco de test psicométrico (ni tan siquiera los test de atención) qt.e
constituyan por sí mismo un criterio diagnóstico fiable. Esta afectación favorece que, pote"-
cialmente, el sujeto muestre un peor desarrollo de ciertas estructuras del cortex prefronta
afectando al funcionamiento ejecutivo. Pero la complejidad de este trastorno radica, ademas
en que se trata de una afectación en áreas del cerebro que están en proceso de
(ver esquema) Ello supone, por una parte, que la determinación de la existencia de una pa-
tología implique obligatoriamente tener en cuenta y comparar el desarrollo del individuo co ..
el desarrollo evolutivo de los sujetos de La misma edad y por otra, atender a la
que la evolución misma de los síntomas del trastorno podrían verse modificada por dos fac-
:::>res: (1) la estimu lación recibida por el sujeto (puesto que la maduración se produce siempre
interacción con el ambiente) y (2) la exigencia social y académica que marcará lo que se
:onsidere normal o desadaptativo dependiendo de los patrones culturales y la exigencia edu-
:ativa de cada país (no se percibe ni tolera igual la sintomatología TDAH en Japón que en un
:::>aís latino). Por lo tanto, cuando el especialista realiza un diagnóstico de un niño basándose
e'l la observación y evaluación de su comportamiento y de su funcionamiento general (es de-
:·r de los síntomas) no está valorando directamente y como podría pensarse, la afectación
Jrgánica del niño, está valorando las manifestaciones sintomatológicas producto de la inter-
acción, por una parte, de esa afectación neurológica de base y, por otra, del impacto que la
est imulación y la educación que haya tenido hasta el momento. Y que estos síntomas se con-
5 d eren más intensos de lo esperado para la edad cronológica del sujeto y que se consideren
::esadaptativos tal y como requiere el diagnóstico, depende de factores como: la exigencia
social, la exigencia del curso académico (no es lo mismo adaptarse a 2° de Primaria que a 2°
:Je la ESO), el tipo de escuela en la que se encuentre (no es lo mismo un colegio bilingue o
:rilingüe, una escuela rural de grupo reducidos o una urbana masificada), la modalidad de
estudio (en jornada continua o partida), la percepción del profesor que es quien evalúa la
:ond ucta del sujeto en el colegio (la formación en el trastorno, la tolerancia a los síntomas,
.as creencias que tiene respecto al problema que tiene el niño, etc.), el grupo de referencia
puesto que el profesor compara a ese sujeto con el grupo de clase), las medidas de adapta-
:ión que se tomen en el aula para compensar o modificar esos síntomas y de las características
:amiliares (familias estructuradas o no estructuradas, con mayores o menores estresores am-
:::>i entales, con mayor sensibilidad hacia los problemas del niño, con mayor formación para
co mpensar los deficits o para coordinarse con e l colegio, etc). Bajo este prisma es más fácil
co mprender que el diagnóstico de TDAH (que no se puede cerrar hasta que haya pruebas de
:ierto deterioro personal, emocional, social o académico) pueda darse en cualquier momento
del ciclo vital.
Como profesionales de la psicología, la educación o el trabajo social este esquema ayuda
a transmitir de forma más clara que:
1. El TDAH es un trastorno con el que se nace y que afectará de forma potencial al desa-
rrollo de determinadas habilidades relacionadas con lóbulo frontal del cerebro.
2. Que dicha afectación se manifestará en una sintomatología que poco a poco se deter-
minará como más intensa de lo que corresponde a la edad y que cuya manifestación
como patología (desadaptativa) no tiene por qué darse desde el principio, sino que
puede constatarse en cualquier momento a lo largo del ciclo vital (en unos casos estará
clara la existencia de una patología a los 5 años, en otros no resultará evidente hasta
los 1O y en otros, no llegará hasta la adolescencia).

115 .,
3. La falta de pruebas que puedan determinar nada más nacer la existencia del trastor-"
obliga a que debamos de estimar su exitencia de forma ind irecta a través de la
ción y la exploración de un equipo multidisciplinar para un conocimiento muy a fof'
del paciente, su evolución y sus circunstancias. Y es para este objetivo para el que too_
los profesionales que conviven con el niño y la familia deben facilitar la información _
cesaría a los especialistas puedan determinar que: (1) la sintomatología se manifies:..
de forma crónica en el niño, (2) no se explica mejor por la influencia de algún hec-
impactante en la vida del niño ni por la presencia de otro tipo de trastorno conocido
(3) que su curso no puede verse modificado positivamente con las acciones educati.-as
normales en el colegio y la familia causando problemas de adaptación en algún á..
de su vida
4. La intervención psicoeducativa debe comenzar desde el momento en el que la
matología genere malestar o desadaptación, sin esperar al diagnóstico definitivo pues:
que la sospecha de TDAH puede ser temprana pero el diagnóstico definitivo puede <i€-
morarse años ya que requiere: haber dado tiempo al niño para madurar un mínimo
constatar que, en ese tiempo, los síntomas no remiten con la estimulación educau
habitual, dar tiempo al diagnóstico diferencial y descartar que sean debidos a algún es..
tresor que se esté viendo (lo que requiere un seguimiento en el tiempo).

3 EVOLUCIÓN DE LOS NIÑOS CON TDAH EN EL MARCO ESCOLAR

Si atendemos al modelo de la Figura 3.1 (Orjales, 2009) no resulta difícil entender que -
pudiéramos seleccionar dos niños equiparados al nacer en cuanto a su afectación organica ·J-
cial de TDAH y observáramos su evolución a lo largo de los años, nos encontraríamos con
des diferencias en el modo en que impacta el TDAH y se manifiesta su sintomatología, el" ::
momento en el que ésta se considera atípicamente intensa y en el grado y momento que se
manifiesta desadaptativa. Y será diferente en función de: (1) el marco social escolar y famiuar
en el que curse su desarrollo, (2) las posibilidades de estimulación y educación que tenga, 3
la exigencia social y académica (que determinará que la desadaptación se produzca antes
después), (4) el conocimiento del entorno sobre la existencia y la formación que hayan recibí
para detectar el trastorno (lo que determinará el diagnóstico más o menos temprano) y (5) ..ai
medidas de apoyo, reeducación y compensación que se le proporcionen. Por lo tanto, en ....
mismo curso escolar puede haber niños con una afectación orgánica semejante que present
una adaptación normal (compensada con apoyos), preocupante (considerados entonces nirc:
con riesgo de TDAH) o totalmente desadaptada (que cumpla los criterios diagnósticos para e-
diagnóstico definitivo). Eso a veces desconcierta a los profesores quienes reciben informes con
diagnósticos de TDAH de niños, por ejemplo de subtipo inatento que nos les dan problema
en el aula y parece que no se preocupe nadie de otros que resultan más difíciles.
¿Cuáles son las dificultades encuentran los niños con TDAH a lo largo de la escolaridad?
Las dificultades dependen de factores como: el nivel o curso académico, el tipo de materia,
_as habilidades personales, el entrenamiento recibido hasta el momento, la posibilidad de
·ecibir apoyo extra, la exigencia del profesor y la sobrecarga de deberes. Aunque no son co-
....-¡ unes a todos, los problemas que con mayorfrecuencia suelen presentar los chicos con TDAH
se podrían resumir como sigue (Orjales, 2012) :
• Atención insuficiente a las explicaciones en clase debido a una mayor dificultad para
mantener la atención cuando las tareas son largas y los estímulos monótonos y aburri-
dos especialmente si el esfuerzo no se ve compensado con la motivación de la materia
o el refuerzo o supervisión del profesor. En situaciones como éstas cualquier chico se
fatigaría pero aquellos que tienen TDAH lo harán antes debido al sobreesfuerzo que
tiene que hacer su cerebro no sólo para mantenerse centrado en un objetivo sino para
evitar la interferencia de los múltiples distractores externos (el ruido del compañero
abriendo la cartera, las toses, un susurro o risa detrás o lo que se ve por la ventana) e
internos (la sensación de tensión creciente por estar tanto rato sentado o ideas como
lo que hará a la hora del recreo, o la excusa que pondrá en la siguiente clase por no ha-
ber hecho los deberes).
• Trabajo más lento, irregular, inconstante y con mayor número de errores durante la re-
alización de las tareas.
• Más dificultades para realizar dos tareas al tiempo y automatizar procesos y rutinas. Es-
tos niños pueden presentar inmadurez en la automatización de la lectura, necesitar más
tiempo para memorizar las tablas de multiplicar, mostrar tiempos de respuesta más len-
tos para responder al profesor (por ejemplo, para responder cuando el profesor «dis-
para» operaciones de cálculo que los chicos deben resolver con rapidez), dificultades
para charlar sin dejar de cambiarse para gimnasia o respetar las normas en los juegos
reglados cuando están metidos en la emoción del momento.
• Trabajo frecuentemente desordenado, sucio y desorganizado con escritos poco pulcros
o letra que se distorsiona cuando toda su atención está centrada en tareas más difíciles
que el mero copiar (como responder a un examen o componer una redacción) .
• Una cajonera caótica debido no sólo a una peor capacidad de organización sino, tam-
bién, a una mayor lentitud para responder a las instrucciones del profesor lo que les
impide tener tiempo suficiente para guardar adecuadamente las fichas o el material.
• Exámenes con más errores: por desatención (al olvidar las que se lleva, sumar mal
no colocar bien los números, confundir fechas de historia, asignar obras de literatura
autores diferentes, cometer errores ortográficos u olvidar cambiar las unidades al
de un problema de matemáticas), errores de comprensión de enunciados (realizar
la mitad de lo que dicen o rodeando en lugar de subrayar) o expresión pobre (con --es-
puestas casi telegráficas o demasiado generales y desorganizadas en los exámenes e
preguntas de desarrollo).
• Menor aprovechamiento del trabajo en clase lo que suele traducirse en una
de tareas al tener que realizar en casa los trabajos sin finalizar o al tener que iniciarse e
el tema por no haber atendido debidamente a las explicaciones de profesor.
• Más dificultades para seguir instrucciones completas, hacer lo que se les pide y cuán
se les pide o recordar prohibiciones a tiempo de que le sirvan para inhibir un compor-
tamiento inadecuado.
• Pérdida constante de material: la tarjeta del comedor, el baby, las gafas, el aparato oe
los dientes, el bonobus, la agenda, la autorización de una excursión, el gorro de piscira.
la flauta, etc.
• Menor eficacia para enterarse y anotar en la agenda las tareas que debe realizar en casa
materiales a traer, circulares a entregar, etc. Es cierto que, en algunas ocasiones, no le:s
interesa apuntar lo que tienen que hacer pero esta picardía es de aparición tardía res-
pecto a sus compañeros de edad. La mayoría de las veces, la realidad es que creen habe·
apuntado todo, sí, pero «todo lo que ellos escucharon».
• Mayor probabilidad de olvidarse de realizar trabajos, incumplir con los requisitos de
los mismos o equivocar las fechas de entrega. No resulta infrecuente que un niño co ...
TDAH realice ejercicios de matemáticas que no tocan, se estudie verbos que no entrar
olvide en casa láminas de dibujo que sí han realizado, entregue los trabajos a t iempc
pero no ajustados a lo que se pedía en contenido o formato, olvide el material de pre-
tecnología o los libros para estudiar un examen.
• Más dificultades para organizarse y gestionar el tiempo. Pueden llegar tarde a clase cons-
tantemente, dejar todo para el final convencidos de que les dará tiempo, no terminar
los exámenes, olvidar las citas o planificar 3 tareas para el tiempo de una.
• Más dificultades para automotivarse y mantenerse cent rados en los objetivos a largo
plazo. Como niños inmaduros dependen más que los de su edad de la aprobación de
los demás, de refuerzos o premios externos y tienen dificultades para, por ejemplo, para
aceptar la frustración de estud iar hoy movido por un premio (aprobar) que tendrá lugar
dentro de 3 meses.
r mal por • Mayor agotamiento y peor rendimiento a medida que pasa el curso, especialmente des-
.eratura a pués de Semana Santa y, sobretodo, cuando la jornada escolar no es intensiva .
al final Las dificultades incluyen, también, una menor censura de sus emociones, lo que lleva con
:.,.ecuencia a problemas por contestar airadamente a un profesora ante una llamada de aten-
(con res- que perciben injusta o a discusiones con los compañeros, e inmadurez para analizar si-
enes con :uaciones aumentando la probabilidad de tomar decisiones incorrectas y de meterse en pro-
::>lemas. Aunque en algunos artículos parece reflejarse que las alteraciones que los niños con
1brecarga -oAH tiene asociadas al lóbulo frontal pueden dar lugar a una «incapacidad para prever las
iciarse en co nsecuencias de sus actos y aprender de los errores», no se trata tanto de una incapacidad
co mo de una menor madurez respecto a la edad cronológica. Con esto no defendemos que
se les perdonen sus malas actuaciones, sino que el castigo debería ser proporcionado a su ca-
Vcuándo
::>acidad de control que en el caso de los niños con TDAH es varios años menor. Del mismo
compor-
""l odo que si se pilláramos a tres chicos de 11 años y uno de 8 realizando una trastada, casti-
garíamos a todos pero dirigiendo la mirada, la regañina y el peso moral de la reprimenda
)arate de 1acia los mayores. Con los chicos con TDAH deberíamos proceder de idéntica forma casti-
e piscina, gándoles como a todos pero ayudándoles a superar el castigo cuando vemos que su error ha
sido más por inmadurez que por malicia y tomando medidas para ayudarles a que no suceda
r en casa, J na próxima vez.
es, no les Veamos a continuación cuáles suelen ser los momentos en los que la sintomatología se
ardía res- 'lace más atípica y comienzan a aparecer los signos de desdaptación que pueden hacer plan-
haber :earse el diagnóstico definitivo:
En Educación Infantil suelen detectarse como niños con riesgo de TDAH a aquellos niños
Jisitos de 11telectualmente despiertos que presentan síntomas de hiperactividad e impulsividad que
niño con 1acen muy difícil su manejo en casa y en el colegio. Son niños que requieren supervisión en
o entran, el recreo y el comedor, muestran dificultades en la automatización de rutinas básicas, pierden
a tiempo r¡formación importante durante las experiencias de aprendizaje, les cuesta cambiar de una
ll de pre- :a rea de interés a otra, evitan las que son tediosas como punzar o colorear y pueden tener
::>roblemas para inhibir sus impulsos enfadándose con rapidez (aunque les dure poco) o rién-
ase cons- ::JOse de forma inapropiada. En estos casos, cuando la hiperactividad motriz y la impulsividad
terminar "O son muy exageradas, los problemas de atención pueden pasar más desapercibidos.

Un segundo grupo de niños se detecta en Primer Ciclo de Educación Primaria. Al des-


1s a largo aparecer la metodología lúdica y la enseñanza por rincones, aumentar el tiempo de perma-
1ación de '1encia en el pupitre, la extensión de las explicaciones del profesor y la exigencia de autonomía
plo, para en las rutinas diarias, comportamientos que antes se consideraban todavía dentro de «nor-
drá lugar "lalidad» se perciben ahora como inmaduros e incluso desadaptativos. En ocasiones, La menor
'"'ladurez en La automatización de procesos, por ejemplo, la decodificación lectora, puede tra-

119
ducirse en una menor velocidad lectora, mayores dificultades en la comprensión de en u r e
dos de matemáticas o de los exámenes. Aproximadamente la cuarta parte de los niños e:
TDAH responderán pobremente a las medidas de refuerzo habituales y serán diagnosticao
en unos años de un Trastorno específico del Aprendizaje de tipo comórbido. De igual moc
la grafía parece resentirse por una menor habilidad en coordinación, en el control motor
impaciencia, la falta de perseverancia y la baja tolerancia a la frustración para este tipo de·-
reas. En algunos casos el origen no estará tanto en la coordinación en sí misma (realizan b t-
actividades de copia) como en una falta de automatización provocando que la grafía se ,. :
teriore cuando la demanda cognitiva de la tarea es superior (por ejemplo, cuando la atenc:
se centra en funciones más complejas como responder a preguntas de un examen o inver·
una redacción y la grafía debe pasar a un control automático). Los niños desatentos que mt.es-
tran un temperamento adaptable, son disciplinados y buscan la aprobación del adultc
aquellos con una buena capacidad intelectual pueden compensar la sintomatología y pas
desa-percibidos.
Al final de Segundo ciclo de Primaria (3° y 4°) suelen detectarse los niños con TD;.-
predominio inatento que antes pasaron desapercibidos y que ahora comienzan a tener _-
rendimiento suficiente pero insatisfactorio en relación a la capacidad intelectual y a los apo·. :
recibidos. Son frecuentes los errores en la comprensión lectora, las dificultades para me!T'c-
rizar y aplicar a tiempo las reglas de ortografía o las tablas de multiplicar y comienzan los fra-
casos por la falta de habilidades de planificación en los problemas de matemáticas que
quieren más de una operación. Los deberes se convierten en un problema por el sobresfuer.:-
familiar que suponen y, desde el punto de vista emocional, aumenta la conciencia de tepe--
dificultades, el deseo de ser parte de un grupo de amigos definido (cuando antes no impo·-
taba saltar de un grupo de juego a otro) y las primeras verbalizaciones de impotencia por ac _
mular tantas pequeñas experiencias de fracaso . En esta etapa se debe estar alerta especia-
mente a la detección de niños de subtipo inatento (especialmente niñas que no da-
problemas, se esfuerzan y son percibidas erróneamente como «poco capaces» o con «difict.
tades de aprendizaje») y a la detección de trastornos comórbidos del aprendizaje.
Con la entrada en el en Tercer Ciclo de Primaria (5° y 6°) la percepción de dificultade:;.
por parte de los docentes, los padres y el propio niño se incrementa. La presión de los profe-
sores aumenta a las puertas de la una Educación Secundaria que requerirá de los niños cc-
TDAH unas competencias básicas y un nivel de madurez que parecen estar lejos de consegu r
Pero la dificultad no radica tanto en los contenidos o en la comprensión de conceptos abs-
tractos sino en la falta de aprovechamiento de las explicaciones de clase, la falta de autonom ..:.
para atender las demandas del profesor en el aula o para conocer las fechas de entrega Ot:
trabajos, la falta de planificación para el estudio, la necesidad de supervisión constante o l2s
dificultades para expresarse por escrito de forma ordenada en los exámenes o de planificarse
Ll aa- en tareas con tie m po limitado. La dedicación de horas a los deberes aumenta hasta el agota-
miento y genera un importante estrés familiar.
cad La entrada en la Educación Secundaria (1 a 4° de la ESO) se convierte para muchos chi-
cos con TDAH en el salto definitivo hacia el fracaso académico. Influye, por una parte, que la
or, - pérdida de control de los padres (por ejemplo, desconocen los deberes pendientes o las fe-
d e ta- chas de exámenes y no tienen fácil acceso a hablar con los profesores especialistas) les impide
n b -e organizar el refuerzo extraescolar con la misma eficacia que antes y, por otra, la pérdida de
]Se de- credibilidad en la existencia de e l trastorno fruto de la me nor formación de los profesores es-
oecialistas en psicología y educación (además de en el TDAH) y la pérdida de inocencia y do-
ci lidad (aunque con un tinte todavía muy inmaduro) de los chicos con TDAH ya pre o ado-
,escentes. En esta etapa se incrementan las regañinas, los reproches, Las comparaciones con
hermanos o compañeros, las verbalizaciones sobre su incompetencia y los castigos. Hasta el
esfuerzo de los padres por apoyarles en su falta de autonomía suele ser percibida por los pro-
'esores como La causa del problema (sobreprotección familiar), junto con La vaguería y el opo-
sicionismo del niño. Pero en La aparición del malestar emocional y en el descenso de la auto-
er .... - estima influye, también decisivamente, la inmadurez cognitiva de los niños con TDAH: su
wo falta de objetividad en La autoevaluación del propio trabajo y de la propia conducta y la ten-
e'T'o- dencia a mostrar expectativas de éxito poco racionales (lo que es un reflejo más de su disfun-
los fra- ción ejecutiva). Es frecuente que un niño con TDAH de 14 años esté convencido de haberse
ue re- p reparado un examen para sacar un 8 cuando en realidad lo lleva para un 6 y que tenga que
:fuerzo enfrentarse al fi nal con la realidad de sacar un 4,5 debido a que, durante su realización, no
supo demostrar por escrito todo lo que sabía, cumpli mentó las preguntas de forma deses-
tructurada e incompleta u olvidó datos u operaciones relevantes. Con frecuencia aparecen,
or acu- entonces, sentimientos de falta de control e indefensión, la actitud apática y la baja tolerancia
pec·a- al esfuerzo y a La frustración. Muchos chicos comienzan ahora a negarse a llevar el ritmo de
o da- trabajo de años anteriores y sus intentos de evitar las obligaciones y las responsabilidades
tlificu - con una actitud esquiva o con mentiras (aunque inmaduras y poco elaboradas), contribuyen
a que Los docentes sientan que el diagnóstico de TDAH es erróneo. Algunos chicos, comienzan
a mostrarse esquivos, irritables, extremadamente susceptibles e incluso desafiantes no siendo
raro que detrás de un perfil oposicionista de este tipo se escondan síntomas de depresión no
detectados. Desde el punto de vista social y emocional, los chicos y chicas con TDAH pueden
S COr'\
parecer todavía más infantiles a pesar de vestirse con Los atributos de su grupo social y encajar
15egu- ...
mejor, incluso, con chicos y chicas de menor edad.
os abs-
moll'Ja:
-ega de
te o las
ca rse

121 '
4 DETECCIÓN TEMPRANA, DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN EN
ELTDAH

4.1. Niños con riesgo de TDAH

Cuando hablamos de detección temprana del TDAH no nos referimos a un etiquetaje precoz
del trastorno sino a la detección de síntomas asociados al TDAH y la aparición de los primeros
problemas desadaptativos en niños de 3 a 6 años de edad. Nos referimos, por lo tanto, al diag-
nóstico de síntomas para la detección de niños con riesgo de TDAH (TDAHr) con el fin de tomar
dos medidas urgentes: una intervención psicoeducativa inmediata en el contexto familiar y es-
colar del niño y un seguimiento exhaustivo de la evolución de la sintomatología en relacio
con la intervención, que pueda fundamentar con el tiempo un diagnóstico definitivo de TDAH
Los estudios del TDAH en preescolar fueron un boom en USA entre 1990 y 1995, multip
cándose los diagnósticos en edades cada vez más tempranas al punto de que la APA llegó a
plantear en el año 1994 la necesidad de clarificar los criterios conductuales para el diagnostico
de niños con riesgo de TDAH con el fin de prevenir el sobrediagnóstico. En el marco de esta
corriente, Gimpel y Kuhn (2000) descubrieron que si se pedía a los padres que valoran el corn-
portaminto de sus hijos, el 9,6% de un grupo de 253 padres de niños de 2 años reflejaban
que sus hijos cumplían los criterio para el TDAH ( el2o/o de subtipo inatento, el3, 6% hiperac-
tivo/ impulsivo y el4o/o de subtipo combinado). Incluso el15,6 o/o de los padres había consu-
tado al pediatra por problemas relacionados con la hiperactividad, la desatención y la impu.-
sividad (por este orden la preocupación) y, aunque no hubo diferencias significativas en ta
percepción de los síntomas en los padres en las diferentes edades, las puntuaciones más altas
se dieron al valorar niños varones de 5 años y en los niños cuyos padres tenían menor nive
educativo. Por misma época, Loughran (2003) alertó sobre las dificultades de predicción oe
los diagnósticos de TDAH a partir de la valoración de la conducta por parte de los profesores
en estas edades. En su estudio tres tutores y tres auxiliares cumplimentaron los cuest ionarios
de 60 niños en dos momentos de su desarrollo: en el momento 1, con una media de 4.2 años
de edad y en el momento 2, con una media de edad de 8, 2 años y tras pasar una semana cor
ellos durante una jornada de 5 horas diarias. Los resultados de este estud io revelaron que los
profesores se mostraron bastante consistentes en las evaluaciones que habían hecho de cada
niño con ambas escalas (especialmente en el momento 2) y que existía coincidencia entre sus
valoraciones y las de los auxiliares pero, en el tiempo 1 identificaron a 9 niños como TDAH
(un 15% del total) mientras que en el tiempo 2, sólo se identificaron 2 niños de ese mismo
grupo (3% del total). Y de ellos, sólo uno había sido identificado en la primera evaluación a
los cuatro años mientras que el otro había pasado desapercibido durante ese tiempo.
En Educación infantil, se hace muy necesaria la formación de profesores para la detección
de sintomatología asociada a TDAH con el fin de identificar aquellos niños que se muestran
, ás in maduros en la regulación de la atención y en el control e inhibición motriz, emocional
"' comportamenta (TDAHr). El objetivo es triple: (1) tomar nota de esta evaluación inicial para
realizar un seguimiento, (2) organizar un programa de intervención educativa para el aula y
de co ntrol del comportamiento y la estimulación en áreas concretas para la familia en aque-
llos niños TDAHr y (3) valorar, pasado un tiempo, en qué medida y a pesar de la atención y
LOS programas realizados, la sintomatología se mantiene estable y complentado los datos de
q ue se disponen hasta el momento con otros nuevos con el fin de diagnósticar los posibles
TDAH.

4.2. Diagnóstico y comorbilidad en el TDAH

El diagnóstico de TDAH requiere conocer a fondo del comportamiento actual del niño en
casa y en el colegio para determinar en qué medida los síntomas resultan inapropiados para
la edad, nivel de desarrollo y educación recibida pero también requiere bucear en su historia
clínica, en los antecedentes familiares, familiarizarse con las características de su entorno fa-
miliar, los estilos educativos de los padres, recoger información sobre su evolución y desarro-
llo año a año y de la sintomatología TDAH con el fin de detectar la aparición de ind icadores
de intensidad indebida o de la aparición de las primeras dificultades. Requerirá, además, com-
p letar el estudio con una exploración neurológica, cognitiva, de aprendizajes y valorar la si-
tu ación emocional con el fin de tener definir el perfil concreto del niño y realizar un adecuado
di agnóstico diferencial, descartando que los síntomas observados puedan explicarse mejor
por la presencia de otro tipo de trastorno. Por otra parte, la mayoría de los profesionales des-
conocen o parecen ignorar que la comorbilidad del TDAH con otros trastornos es especial-
mente alta lo que hace que se deba prestar especialatención a la comorbilidad con Trastornos
específicos del aprendizaje o de la coordinación (Barkley, 2006):
• Entre un 8 y un 39% de los niños con TDAH tiene un Trastorno de la lectura
• Entre un 12 y 30% padecen un Trastorno del cálculo
• El 47% cumplen criterios de Trstorno del Desarrollo de la Coord inación Motora y el
52% tienen retraso en la coordinación motora4
• Hasta el 35% muestran inicio tardío del habla llegando a mostrar entre el 1 O y54% de
los casos dificultades expresivas, principalmente pragmáticas
tadón a El diagnóstico de TDAH debe realizarlo un equipo multidisciplinar especializado por lo
que, en un principio, no corresponde al orientador escolar realizar la valoración psicológica
y educativa completa ni emitir un informe diagnóstico definitivo pero sí proporcinar la i
mación más completa posible. En este proceso diagnóstico, la utilización de cuestionar
para valorar la sintomatología TDAH según el DSM-IV no está exenta de problemas. Por
parte, puesto que los criterios que se utilizan hoy en día están pensados principalmente
la valoración de niños desde los 6 años hasta la adolescencia. Por lo que , en educación in-
fantil, ya en el año 1996 Murphy y Barkley apuntaban ya a la aplicación de los criterios pero
con una corrección menos exigente tomando como significativos 4 de falta de atención y 4
de hiperactividad/impulsividad, en lugar de 6 de cada uno como exige el actual DSM-IV.
por otra parte, la aplicación de los propios criterios también sugiere dudas importantes en su
cumplimentación.
Ante esta situación, ¿qué debe tener en cuenta un orientador escolar en la detección •
evaluación de los niños con TDAH? Veamos algunos aspectos importantes:
Recoger información de la sintomatología actual a través de la observación directa
(en clase, recreo y comedor) y la utilización de cuestionarios de conducta para padres y pro-
fesores que sirvan de detección general de problemas (por ejemplo, BASC) y de detección de
sintomatología TDAH (cuestionario de síntomas del DSM-IV). La información de los padres"
profesores es importante, las diferencias entre La percepción del comportamiento en casa v
en el colegio, más que ser sustanciales, suelen estar relacionadas con la intensidad (los sínto-
mas que unos detectan como «algunas veces» otros los describen como «frecuentes»). Los
profesores cuentan con más ventajas para la valoración puesto que observan al niño durante
muchas horas en tareas que requieren atención sostenida, organización, planificación y auto-
nomía en el trabajo y porque disponen de la comparación evolutiva necesaria para determinar
si los síntomas son atípicos (tienen por lo menos 20 niños más de la misma edad haciendo lo
mismo). En dichos cuestionarios será importante que se registre, además, información adicio-
nal como: la asignatura que imparte el profesor, desde cuando conoce al niño evaluado y s·
la evaluación se realiza bajo el efecto de la medicación de apoyo (si es posible poner nombre
del fármaco, dosis, hora en la que se realiza normalmente la ingesta y la hora de la asignatura
impartida por el evaluador). En el reverso del cuestionario el profesor o padre describirá ejem-
plos o anédoctas que reflejen la sintomatología que observan en el niño puesto que estos
cuestionarios valoran únicamente con qué frecuencia se dan determinadas conductas pero
no reflejan el nivel de desadaptación que producen. En caso de niños que tienen más de un
profesor, evitaremos reuniones especiales con vistas a cumplimentar un cuestionario conjunto
puesto que el resultado reflejaría un comportamiento medio y no el comportamiento real que
el niño tiene y que, lógicamente, será diferente con cada profesor, dependiendo del tipo de
materia que imparte y la metodología particular que utilice. Es labor del clínico determinar si
la tendencia de la evaluación de los profesores y la información adicional reflejan que el sujeto
cumple los criterios del DSM-IV. El orientador debe, además, recoger información de otros
orno Déficit de Atención con

. .
7.:'1
ji-__
..•...' ,,,· .
_:;. L· , , _
evolutivo e intervención
-. ·-.., ' . .
_ .

agentes educativos (el vigilante d e l colegio, Los cuidadores del patio y del comedo r y Los pro-
fesores de Las actividades extraescolares que t ienen Lugar en el propio cent ro).
Recoger información de la historia clínica y escolar. La realización de una buena his-
toria clínica del niño con TDAH resulta fundamental para determinar: (1) La cronicidad de di-
c ha sintomatología, (2) descartar que pudiera deberse a estresores vitales o a situaciones pun-
tuales en La vida del niño, (3) determinar el grado de desadaptación que prese ntaba y que
p resenta actualmente el niño (en el ámbito personal, académico,comportamental,social o
fa miliar), (4) valorar el impacto positivo o negativo que está teniendo La influencia ambiental
(social y familiar) en La evolución de Los síntomas, (5) recoger info rmación sobre Los programas
d e intervención que hayan tenido Lugar, La percepción de resultados d e Lo s padres y Los be-
neficios obtenidos, e (6) información sobre antecedentes fa miliares. EL c uadro 3.3 recoge al-
guna información relevante para La historia clínica (Orjales, 2012):

Cuadro 3.3. Información relevante para la historia clínica en el diagnóstico de TDAH.


• Embarazo (tóxicos, desn utrición ... ) y dificultades pre, peri y postnatales (bajo peso, hipoxia).
Retraso adquisición de los hitos básicos del desarrollo especialmente lenguaje y coordinación
motriz. Dificultades hábitos sueño y comida.
• Inmadurez en el control emocional respecto al desarrollo intelectualDesarrollo d isarmónico e n
detrimento del funcionamietno ejecutivo (p.ej., buen desarrollo intelect ual con inmadurez e n
el autocontrol motor y emocional).
• Niño más difíci l de educar respecto a he rmanos. Necesidad de más supervisión (atolond rado,
d espistado, con poca conciencia del peligro, imprevisible o atrevido), desorganizado, con difi-
cultades para automatizar rutinas, etc.
• Presencia de estresores vitales en cada año de su vida (accidentes, fallecim ientos o enfermedades
familiares, paro ...). Enfe rmedades, hospitalizaciones del niño o de fam iliares, cambios (domici-
lio, colegio, cuidadores, profesores, etc.) e impacto.
• Momento en el q ue comienzan a pensar en la existencia de un problema, motivo, medidas que
toman.
• Historia de evaluaciones. Diagnóstico.
• Tratam ientos recibidos, motivo, duración, centro, tipo y percepción de resultados. En el caso
de tratam iento farmacológico, dosificación, duración del tratamiento, efectos secundarios, me-
joras, etc.
• Adaptación en cada año de la vida (cuidadoras, colegio, cambios, etc.) .
• Descripción del niño (aspectos positivos y negativos), de su conducta pasada (año a año) y pre-
sente. Referencia de anecdotas que refieran problemas de inhibición, hiperactividad, menor
conciencia del peligro, accidentes domésticos, dificultad para educar, inmadurez, dependenc&a
emocional, impulsividad, agresividad, problemas de atención. Estilo educativo de los pad res
(también respecto a sus otros hijos),referentes en desarrollo infantil,familiarización con el
blema, recursos, estrés.
• Análisis año a año del tipo de profesor, relación niño-profesora, el sistema de enseñanza (bilin-
güismo, tipo de jornad, metodología, etc.), adaptación al curso y centro y dificultades,
ción de mejoras y participación en programas de intervención.
• Rendimiento académico en relación con los apoyos recibidos en casa y el colegio y respecto a
capacidad (suficiente, insuficiente o insatisfractorio) Coste emocional.
• Evolución en las relaciones sociales: posibilidades de relación (dentro y fuera del colegio), grado
de integración, cantidad, calidad y ajuste. !madurez, agresividad reactiva o proactiva. Acoso.
• Participación en actividades extraescolares, tipo, metodología, participación (grupal o indiVl-
dual), adaptación o expulsiones, comentarios del profesor, actitud y habilidad del niño, sobre-
carga.
• Características familiares, estilos educativos. Cuidadores y otros apoyos. Organización. Horario
Dificultades.
• Antecedentes familiares .

Re coge r la información que aporte datos para el diagnóstico dife rencial con
tornos específicos del apre ndizaje (pruebas de aprendizaje, observaciones de las clases, fot.:::-
copias de ejemplos de escritura, de dictado o de exámenes, etc.), problemas sociales o err:-
cionales.
La interpretación de los resultados de de toda la información recogida correrá a cargo a -
equipo de especialistas que realice el d iagnóstico.

4.3. Evaluación psicoeducativa

El diagnóstico diferencial define el tipo de trastorno al descartar la presencia de otrc


que pudieran explicarlo mejor. El diagnóstico de posición nos permitirá trazar un
comportamental, cognitivo, emocional, social y académico de un sujeto con TDAH en part -
cular para diseñar programas de intervención más efectivos.
Desde el punto de vista de l niño nos interesa conocer su perfil cognitivo especificando
capacidades más desarrolladas y aquellas en las que parece mostrar un déficit más impor-
tante, las diferencias entre las áreas evaluadas, el tipo de estrategias durante la tarea y la pre-
sencia de aut oinst rucciones o verbalizaciones emocio nales, la tolerancia a la frustración y al
esfuerzo, la impu lsividad o lentitud extrema d urante la tarea, la hiperactividad motriz y el ni-
vel de motivació n. Por otra parte, trataremos de evaluar los problemas de conducta, e l nivel
de autocontrol motor y de control de sus impu lsos a na lizando situaciones concretas, su nivel
académico y las dificultades q ue presenta e n la ejecución de tareas esco lares (el grado de au-
tonomía en el trabajo, desorganización, sospecha de d ificultades, aversió n al estud io, temor
al fracaso), funcionamiento social (posibilidad de marcos de interacción, amigos, tipo de re-
laciones, dificultades y en qué medida afectan a la cantidad y tipo de estrategias que utiliza
para resolver problemas sociales hipotéticos), su situación emocional actual y la eficacia o no
de los programas de intervención en los que participa (incluidos tanto los de corte psicoedu-
cativo como los farmacológicos).
Desde el punto de vista de la familia nos interesa conocer: el grado de conocimiento
que tienen los padres sobre el TDAH y las características específicas de su hijo, su estilo edu-
cativo y cómo condiciona su historia personal en la mayor o menor eficacia con la que se en-
:rentan a la educación de su hijo, el nivel de conocimiento y aplicación de técnicas de control
de conducta adecuadas, cuáles son las situaciones de la vida diaria que resultan más difíciles
de abordar y qué estrategias utilizan para enfrentarse a ellas, el nivel de percepción de control
sobre su educación, el nivel de ansiedad de los padres, los apoyos familiares y recursos socia-
,es con los que cu entan y la situación emocional que presentan en el momento actual.
Desde el punto de vista del colegio nos interesa conocer: la existencia de protocolos
de actuación generales, si figura una persona de referencia responsable de la coordinación
en los casos de TDAH en el centro,el conocimiento que en el colegio tienen del TDAH y de
emo- ,as características específicas de este alumno, si se reconoce la necesidad de realizar adapta-
c·o nes metodológicas específicas y cómo las llevan a cabo, el nivel de coordinación entre pa-
godc d res y profesores y entre profesores, el conocimiento de los problemas específicos de com-
oortamiento que presenta el niño y el dominio de técnicas de control de conducta para
enfrentarse a ellos, el conocimiento que tienen sobre las dificultades escolares que pueda
oresentar y las estrategias de actuación , el conocimiento y la opinión que tienen sobre los
:ratamientos farmacológicos y los recursos de que dispone el centro.
Dado que el diagnóstico debe realizarlo un equipo multidisciplinar, cada profesional debe
se leccionar aquellas pruebas que considere más adecuadas para el conocimiento de cada niño
pe particular. En el libro Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Un manual de Tra-
parti- !Jajo clínico, de Barkley, Murphy y Bauermeister (1998) podemos encontrar cuestionarios que
'lOS permiten recoger información sobre cuestiones concretas que afectan a su vida diaria: un
..c. d CJestionario sobre situaciones del hogar, un Cuestionario sobre situaciones escolares, un Inventario
pm- :;e prácticas de crianza, una Lista de comprobación de situaciones para padres y adolescentes,
etc. No obstante la utilización de cuestionarios no debe suplir nunca a la entrevista con le
padres y la solicitud de ejemplos concretos de situaciones problema en casa. En el cuadro 3-
se incluye una lista de algunas de las pruebas más utilizadas (para más información sobre 1..c.s
pruebas www.teaediciones.es). Conviene insistir, sin embargo que la utilización de cuest :::-
narios o test específicos proporciona información complementaria importante pero no sur-
ciente, por sí sola, para el diagnóstico de TDAH. Ni tan siquiera los test de atención diagnos
tican por sí solos. Aunque no sea habitual, un niño con problemas claros para regular s_
atención puede rendir bien puntualmente en una prueba de atención por haberla realizac :
muchas veces, estar especialmente motivado y no mostrarfatiga durante la prueba pero si e-
el trabajo posterior, estar bajo los efectos del tratamiento farmacológico o por compensar ce-
estrategias o con otras capacidades (por ejemplo en pruebas de atención con exige..-
cia perceptivo-espacial). En cualquier caso, en la valoración del niño con TDAH debemos ccr-
templar siempre una valoración cuantitativa de cada una de estas pruebas (puntuaciones
típicas o percentiles, número y tipo de respuestas acertadas, tiempo empleado, etc.)
como una valoración cualitativa (actitud ante la prueba, expectativas de éxito y fracase
conducta, estrategias utilizadas, verbalizaciones espontáneas, utilización de autoinstrucciones
eficacia de las estrategias, tipos de errores cometidos, causa probable de dichos errores, inc-
cadores de fatiga, etc.). Cualquiera de las pruebas aplicadas exige la interpretación de los re-
sultados y ésta va más allá del cálculo del percentil o la puntuación típica correspondiente

Cuadro 3.4. Evaluación de niños con TDAH.


• Entrevista clínica
• Observación directa
• Escalas de conducta en general (BASC de Reynolds y Kamphaus)
• Evaluación de sintomatología TDAH con criterios DSM-IV (SNAP-IV)
• Escalas de conducta TDAH (EDAH de Farré y Narbona, Escala Escolar de Conners-Revisada d e
Conners).
• Escalas de evaluación de aptitudes: WPPSI WISC-IV y WISC-R (Historietas, Laberintos y Rompe-
cabezas).
• Test guestáltico visomotor de Bender y Figura completa de Rey.
• CPT-11/KCPT: Test de Atención Continua de Conners
• Test de atención en realidad virtual, AULA (Nesplora)
• CSAT: Test de Atención Sostenida e n la Infancia (Servera y Llabrés)
• D2: Test de Atención (Brickemkamp y Zillmer)

(contir>...:,_

-
• ENFEN: Evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños (Portellano, Martínez-
Árias y Zumárraga)
• EMIC: Escala Magallanes de Impulsividad (Servera y Llabrés)
• Pruebas Psicopedagógicas de Aprendizajes intrumentales (CANAL$)
• Batería de evaluación de los procesos lectores revisada (PROLEC-R de Cuestas, Rodríguez, Ruano
y Arribas) y PROLEC-SE (PROLEC-SE de Ramos y Cuetos)
• Batería para la evaluación de los procesos de escritura (PROESC deCuetos, Ramos y Ruano)
• CDI: Inventario de depresión infantil de Kovacks
• CDS: Children 's Depression Escale (Lang y Tisher)
• CMAS-R: Ansiedad infantil (Reynolds y Richmond)
STAXI-NA: Inventario de expresión ira estado-Rasgo (Barrio, Spielberg y Aluja)
• BAS: Batería de sociacilización 1, 2 y 3 (Silva y Martorell)
• Cuestionario de estrategias sociales (Diaz Aguado)
• Pruebas proyectivas

S INTERV ENCIÓN EN EL T DAH

Los estudios realizados con diferentes modalidades de intervención en los niños con TDAH
nos permiten deducir que el pronóstico de los niños depende de la gravedad inicial del tras-
to rno y se modula con la intervención siendo ésta más efectiva cuando más individual sea su
diseño, más sean los agentes implicados y cuando se com binan los tratamientos psicoeduca-
tivo más farmacológico (MTA, 1999). Teniendo en cuenta esta información, para la compren-
sión y el diseño de programas de intervención específicos para niños con TDAH convendría
te ner en cuenta las siguientes consideraciones:
1. El diseño de programas de intervención debería realizarse desde una perspectiva mul-
tidisciplinar.
2 . La intervención psicoeducativa en el TDAH debe comenzar desde el mismo momento en
el que se detectan que su sintomatología comienza a crear problemas de adaptación que
no se reconducen con las medidas educativas habituales en el marco familiar y/ escolar,
independientemente de si dicha sintomatología y la situación del niño puedan justificar
un diagnóstico de TDAH definitivo, si se esta en proceso de evaluación o si el especialista
considera que para un diagnóstico diferencial se requiere un tiempo de espera.
3. La intervención farmacológica requiere un diagnóstico diferencial claro por lo que
pasar más tiempo hasta que se den las condiciones para recomendar su utilización. R_..._
quiere de un estudio individual de cada caso, una buena coordinación entre el méd:c:
la familia y el terapeuta que lleva el tratamiento psicoeducativo y sopesar año a año
efecto coste beneficio para decidir su mantenimiento, modificaciones en el tratam ier:-
o dosis utilizada o la interrumpción del mismo.
4. El programa de intervención más adecuado es aquél que resulte de un estudio pers:-
nalizado y que no sólo esté adaptado al perfil cognitivo, social, emocional y académ e-
del niño o adolescente sino que tenga en cuenta también el marco familiar y escolar
5. La intervención en el TDAH debe implicar todos los ámbitos del desarrollo del individ
(comportamental, cognitivo, social, emocional y académico) estudiando en cada w:-
mento cuál o cuáles son prioritarios.
6. La intervención en el TDAH debe contemplar tres ámbitos: el niño, la familia y la escUE2
aprovechando los recursos de cada medio y diseñando una acción conjunta que perrr 2
una mejor evolución.

5.1. Objetivos y principios básicos de intervención

Podríamos considerar que nuestro objetivo general al plantear la intervención en


ños con TDAH será conseguir que los síntomas que en La infancia o adolescencia de un irc
viduo se consideran una patología por el grado de desajuste y desadaptación que genera-
llegada la edad adulta y conseguido un ajuste normalizado, se consideren meros «rasgos oe
personalidad». Para ello contemplaremos (Orjales, 2011 ):
l. Un tratamiento dirigido a amortiguar la sintomatología básica del trastorno. Eso supor
el diseño de programas de estimulación psicoeducativa de la disfunción ejecutiva e
desarrollo de mecanismos de compensación de los déficits que se resisten a la
ción y la utilización de tratamiento farmacológico de apoyo en caso de que sea prescr:
y el efecto compense.
2. La intervención dirigida a la prevención y al tratamiento de la sintomatología
al propio trastorno. El impacto negativo que tiene el TDAH sobre en el desarrollo gene=-
del individuo ha sido descrito como el «efecto de bola de nieve del TDAH» (Orjales
1999) debido al poder potencial de deterioro que tiene sobre la conducta, las relacior:..
sociales, el aprendizaje y el rendimiento académico o laboral y el deterioro emocio"':.
(con descenso de la autoestima, la capacidad de tolerar la frustración y el esfuerzo

-
3. EL tratamiento de Los trastornos comórbidos, si se detectasen.
La intervención debe contemplar Los siguientes objetivos:
1) Adaptar La exigencia y Las medidas educativas en casa y en el colegio a Las características
del niño en cada momento de su vida y Lugar.
2) Estimulación del funcionamiento ejecutivo con entrenamiento específico de Las áreas
afectadas. EL objetivo del programa de entrenamiento es conseguir La autonomía y au-
torregulación del propio niño, por Lo tanto y dependiendo de la edad y características
de cada niño, se partirá, en un principio, del entrenamiento directo de habilidades bá-
sicas hasta el momento en el que se pueda iniciar el entrenamiento en habilidades me-
tacognitivas.
3) Ayudar al niño a desarrollar estrategias de compensación que reduzcan el impacto ne-
gativo de su sintomatología básica.
4) Potenciar en el niño el desarrollo de otras de Las habilidades no afectadas de modo que
pueda apoyarse en ellas en el futuro
5) Prevenir el desfase escolar que Llevaría al fracaso académico y, posiblemente al aban-
dono de Los estudios. Ello supone, realizar adaptaciones curriculares no significativas,
organizar clases complementarias cuando fuera necesario y entrenar el el desarrollo de
tareas en Las que suelen fracasar con frecuencia los niños con TDAH como (ver con más
detalle en, Orjales, 2012): descrifrar instrucciones escritas complejas, identificar y com-
prender Los verbos principales que aparecen en los enunciados de Los Libros de texto o
preguntas de examen, identificar La idea principal, realizar mapas conceptuales, entre-
namiento en realizar exámenes escritos, conseguir un cálculo mental inmediato para
operaciones básicas, refuerzo de La ortografía a través de La memoria visual, etc.
6) Proporcionar al niño y a La niña con TDAH estrategias que Le permitan conocerse mejor,
aceptarse a sí mismo y desarrollar estrategias positivas de afrontamiento.
7) Evitar el deterioro emocional y conductual que frecuentemente aparece secundario a
Las dificultades que genera el TDAH. En su intento de adaptarse a Las exigencias escola-
res, familiares y sociales, muchos niños con TDAH muestran baja autoestima, baja tole-
rancia a La frustración, baja tolerancia al esfuerzo, baja tolerancia al estrés, ausencia de
espíritu de Lucha, sentimiento de indefensión, irritabilidad, sentimiento de culpa y agre-
sividad. EL TDAH es uno de Los trastornos con más riesgo de comorbilidad con depresión
y ansiedad.
8) Evitar el deterioro y/o La aparición de patologías específicas o comportamientos con fre-
cuencia secundarios al TDAH como: el Trastorno negativista desafiante, el Trastorno di-
social, Las adicciones al alcohol y otras drogas, accidentes de tráfico, embarazos no de-
-. .
.•
.. :_.• J

Alteraciones del y.
: j : • ... .

seados, trastornos depresivos o de ansiedad, pérdida recurrente de empleos, fracaso


Las relaciones de pareja, etc.
9) Detectar de forma temprana síntomas que hagan sospechar de La presencia de o!.
trastornos comórbidos con el fin de iniciar Lo más pronto posible Los tratamientos -
cesarios.

5.2. Intervención farmacológica

La intervención farmacológica requiere un diagnóstico preciso, La valoración médica per.. _


nente y una buena coordinación entre el médico, Los padres, el terapeuta y el colegio co'"'
fin de que el especialista esté suficientemente informado como para valorar La adecuación
tratamiento, el momento de iniciación, el tipo de fármaco, La dosificación y La frecuencia
administración. La prescripción debe ser muy individualizada y estudiada año a año sopesar
coste y beneficio. Algunos niños con un entorno educativo cuidado y un cuadro sintomatológ-
Leve pueden tener una buena evolución con tratamiento farmacológico como único apo
otros pueden prescindir de ella y mantenerse con el tratamiento psicoeducativo y para algu'"'"
casos de chicos o chicas con riesgo psicosocial, quizá el tratamiento farmacológico controlax
por el centro educativo o centro de menores en el que residen (bajo prescripción médica
está) puede ser, en ocasiones, el único tratamiento al que puedan aspirar.
Entre Los fármacos utilizados para el TDAH se encuentran Los que actúan sobre Las . _
dopaninérgicas como el metilfenidato (Rubifén en dosis cortas y Medikinet y Concerta en des.
de liberación sostenida) y Los fármacos que actúan sobre Las vías noradrenérgicas como La a::
moxetina (Strattera) cuyo efecto inicial no es tan inmediato como Los otros puesto que ..e-
quiere aproximarse a La dosis poco a poco hasta conseguir La dosis deseada (dos o tres ser".:-
nas). Cuando Los efectos con estos fármacos no son Los deseados, se suelen utilizar entre otr... -
antidepresivos tricíclicos, el bupropion o Los inhibidores selectivos de recaptación de
nina (para una revisión Artigas, 2004).
Se ha demostrado que La utilización de psicoestimulantes como el metilfenidato repor-.e
unos beneficios directos e inmediatos, por Lo menos, en el 70% de Los casos (Johnso-
1988; Barkley, 1988; Whalen y col., 1979): (1) mejora el estado de alerta (mantiene La ate-
ción focalizada), (2) reduce La fatiga cuando La tarea es prolongada, (3) mejora el rendimien·:
en Las tareas puesto que tiene un efecto positivo sobre La memoria de trabajo, (4) reduce ..a
hiperactividad motriz y (5) reduce La impulsividad cognitiva y comportamental. Se desconoce
el mecanismo exacto de acción de Los est imulantes sobre el sistema nervioso central de caca
persona pero cualquier problema en La regulación de La producción o de La captación de este5
transmisores cerebrales afecta a La velocidad de transmisión de La información y que, aunqv'=

-
racaso en parezca paradójico, el funcionamiento cerebral de las personas con TDAH parece ser más
,ento y en ocasiones, peor organizado. La medicación, no «arregla» el sistema pero consigue
de otros una mayor activación permitiendo un funcionamiento cerebral más óptimo, evitando la dis-
ne- persión y la fatiga que produce tener que reorientar constantemente la atención favoreciendo
la foca lización en tareas que exigen atención prolongada y que sobrecargan la memoria de

El metilfenidato lleva más de 50 años de aplicación e investigación por lo que los efectos
secundarios a corto y Largo plazo parecen estar controlados. Algunos estudios de seguimiento
'lan demostrado que Los niños tratados con psicoestimulantes tienen menos riesgo de de con-
:a pertie- su mo de sustancias aditivas que aquellos con TDAH sin este tratamiento (Biederman y
io con el co l.1999). Aunque quizá en estos resultados intervengan factores de protección indirectos la
Kión del tormación que recibe el niño en sus visitas al médico, la posibilidad de una detección más
encía de te mprana del consumo y de recibir de su familia otro tipo de apoyos e intervención. Pero,
pesando además del efecto directo e inmediato del tratamiento farmacológico sobre la sintomatología
ltológico nuclear del TDAH, se podría hablar de unos beneficios psicológicos secundarios puesto
o apoyo, que :
1 algunos
ntrolado • El efecto positivo de la medicación refuerza la creencia en La organicidad del trastorno
lica claro lo que ayuda a una mejor comprensión y aceptación del problema por parte del en-
torno.

! las vías • EL efecto inmediato contribuye a reducir la tensión que acompaña la educación del niño
en dosis con TDAH y mejora las expectativas y La adherencia a este y otros tratamientos.
10 la ato- • Posibilita el éxito más inmediato, lo beneficia especialmente a aquellos con baja tole-
' que re- rancia a la frustración, al esfuerzo o con sentimientos claros de indefensión y les an ima
es sema- a La participación en tratamientos de otro t ipo para los que, en principio, parecían más
:re otros, reacios.
se roto-
• Potencia el efecto de los programas de tratamiento cognitivo-conductuales puesto que
favorece Las condiciones necesarias para que se de el aprendizaje de técnicas, estrategias
reporta y su generalización al contexto natural.
ohnson,
• Favorece que el niño recupere el sentimiento muchas veces perdido de control sobre
la aten-
su ejecución y su comportamiento reduciendo Los síntomas de indefensión.
lim iento
la • Dado que aumenta la probabilidad de éxito académico y de co ntrol del comporta-
sconoce miento, protege de la desadaptación comportamental y emocional (al reducir el nú-
de cada mero de reprimendas y sanciones)
de estos Muchos padres muestran rechazo, inseguridad, temor y falta de información ante la me-
aunque dicación, por lo tanto y a pesar de que la prescripción de dicho fármaco es Labor del médico,

133 i
es también labor del psicólogo o psicopedagogo terapeuta del niño dar el apoyo necesario -a
los padres para que se animen a informarse debidamente, no teman preguntar al méd"c
todo lo que necesiten respecto al tratamiento que prescribe a sus hijos y ayudarles a recoger
la información que permitirá al médico valorar el efecto del tratamiento y ajustar la dosis.
El tratamiento farmacológico puede ser fundamental para la evolución del niño con TOA.
pero no debe ser la única via de intervención. La medicación puede reducir las conductas
las respuestas impulsivas pero no garantiza, por ejemplo, que el niño vaya a aplicar mejc·-::
estrategias de percepción, análisis y solución de problemas (es decir, ayudará a responae'
más despacio pero no a pensar mejor si no se le enseña).

5.3. Intervención psicoeducativa

Dado que el TDAH es un trastorno de base neurobiológica pero que depende en gran rre-
dida de la intervención educativa, el programa de intervención debe desarrollarse en tres ve--
tientes: (1) entrenamiento cognitivo-comportamental aplicado al desarrollo académico, cog-
nitivo, comportamental, social y emocional del niño en el marco escolar y familiar; :.
programas de formación y entrenamiento a los profesores y (3) programas de formación,
trenamiento y terapia, si fuera necesaria, a los padres.

5.3.1. Programa de entrenamiento cognitivo-conductual diseñado para el


perfil específico de cada niño

En la década que va desde 1975-85 los estudios con sujetos impulsivos derivaron el trata-
miento de los niños con TDAH desde la aplicación de técnicas como el refuerzo externo par:
la mejora de la conducta hacia objetivos como: conseguir primero un control externo y lueg::
enseñar al niño estrategias de autocontrol. Entre los primeros intentos figuraron entrena-
miento en técnicas como las siguientes (Orjales y Polaino-Lorente, 1997):
• La demora impuesta que consistía básicamente en demorar la respuesta unos minute:
antes de permitir al niño contestar y que consiguió disminuir la latencia de las respuestas
de los niños sin una mejora del rendimiento
• El modelamiento de estrategias reflexivas de actuación cuyo éxito dependió de que se
utilizasen modelos adultos, niños, modelos en directo o grabados en vídeo. Los mejores
resultados se consiguieron cuando se utiliza ban compañeros o iguales elegidos a traves
de pruebas o videos que, además de métodos reflexivos, reflejaban estrategias de e;•.
ploración.

-
• El entrenamiento basado en feedback de los errores, que sirvió para demostrar que Los ni-
ños impulsivos no modificaban sus tiempos de respuesta en función del feedback que
se hacía de sus errores.
• EL entrenamiento en técnicas de exploración y registro, que aventuró mejores resultados
porque consiguió una disminución de errores aún en ausencia de disminución de Las
Latencias.
Con La intención de aumentar el rendimiento y favorecer el autocontrol, Palkes, Stewart y
Freedman (1972) incluyeron La utilización de instrucciones verbales escritas en carteles como
<¡ Detente, mira, escucha y piensa!» y observaron una disminución de Las tiempos de respuesta
pero, a pesar de todo, sin una reducción significativa de Los errores. Estos resultados Llevaron
al convicción de que el niño con TDAH no tenía un problema simple de inhibición de Las res-
puestas inmediatas a una situación y falta de resistencia a La distracción, sino que estaba im-
pli cadas alteraciones, también, en Los procesos de percepción, análisis y producción de La in-
fo rmación. En el año 1976, Meichenbaum planteó La hipótesis de que, el niño con TDAH,
debido a su impulsividad, no analiza La experiencia en términos de mediación cognitiva ni
•o rmula ni internaliza reglas que puedan servirle de directrices ante nuevas situaciones de
a prendizaje y elaboró Lo que denominaría Entrenamiento Mediacional Cognitivo o Autoinstruc-
cional basado en enseñar al niño una serie de autoinstrucciones verbales que Le permitieran
·nterrumpir La cadena de pensamientos incorrectos que el niño hiperactivo elabora momentos
antes de La solución de un problema (prepotent responses) para, mediante La enseñanza de
autoinstrucciones, sustituirlos por una secuencia de pensamiento útil para la solución de pro-
ole mas.
Dicho entrenamiento consistía en Las siguientes fases: (1) Modelado cognitivo (el terapeuta,
co mo modelo, realiza La tarea diciendo Las autoinstrucciones para sí mismo en voz alta), (2)
Guía externa (el terapeuta dice Las autoinstrucciones y el niño ejecuta), (3) Autoguía manifiesta
el niño efectúa La tarea diciendo Las instrucciones para sí mismo en voz alta), (4) Autoguía
77anifiesta atenuada (e niño procede susurrando Las autoinstrucciones) y (5) Autoinstrucción
2ncubierta (el niño se guía por el Lenguaje interno).
Aunque Las primeras autoinstrucciones se elaboraron específicas para una tarea determi-
"lada, La investigación confirmó una mayor eficacia de autoinstrucciones de tipo general en
"li ños de 8-1 2 años (Kendall y Wilcox, 1980) y de autoinstrucciones concretas para niños de
6 y 7 años. En el año 1991 y tras años de práctica clínica Orjales (Orjales y Polaino-Lorente,
201O) amplía el esquema de autoinstruciones original de Meichenbaum incluyendo una au-
:oinstrucción más que se incluye al inicio de La cadena (Primero miro y digo todo lo que veo) y
q ue de mostró ser útil para asegurarse de que el niño adquiera, desde el principio, una visión
general de La tarea y de La información relevante que Le permitiera comprender mejor Las ins-
trucciones escritas al tratar de aplicar la siguiente autoinstrucción y primera de Meichenua ...E,Q,
Primero tengo que estar seguro de que sé qué es lo que tengo que hacer (Orjales, 2007). La
3 refleja el esquema de autoinstrucciones reformulado por Orjales (1991) a partir de Las
Meichembaum (1976) con la modificación realizada posteriormente (nueva autoin
sombreada en color).

Primero, miro y digo todo ¿Qué es lo que tengo ¿Cómo lo voy a hacer?
lo q ue veo que hacer?

Tengo que ¡Ya puedo hacerlo! ¡Genial! No me ha salido


estar muy Me ha salido bien bien . ¿POR QUÉ?
atento (y ver (repaso todos los
todas las pasos). Ah! ¡era
posibilidades por eso!. Bien, la
de respuesta) próxima vez no
cometeré ese
error.

Figura 3.3. Esquema de autoinstrucciones reformulado por Orjales (1991) apartir de Meichemba
(1976) con la modificación posterior (Orjales 2007).

El tratamiento autoinstruccional de Meichembaum revolucionó la intervención en TD


en unos años en Los que predominaban los tratamientos puramente conductuales con pro-
gramas de refuerzo y coste de respuesta. Sin embargo y dada la poca concordancia entre Las
investigaciones sobre su eficacia en los años siguientes se trató favorecer La generalizado
de su aplicación al contexto natural con lo que se denominaron Tratamientos
conductuales. Es decir, paquetes de sesiones que combinaban tanto técnicas cognitivas
como comportamentales: autointruciones, entrenamiento en técnicas de autoevaluaciór

-
baum, autorregistro, entrenamiento en estrategias de exploración, role-playing, autorrefuerzo, au-
Figura tocastigo, coste de respuesta, time-out, etc. (ver Barkley, Copeland y Sivage, 1980 y Orjales
Las de 1991, entre otros) . La diversidad en Los resultados de estos programas pudo deberse a fac-
ucción tores como: el empleo de muestras pequeñas, a La diversidad y magnitud de los tratamientos
e mpleados, a la rigidez de los paquetes utilizados independientemente de las peculiaridades
e historia de cada chico, a la variabilidad de la severidad del síndrome, a las edades de apli-
cación, a la inclusión de tratamiento farmacológico combinado o de programas de genera-
lización que resultaran eficaces para transmitir lo aprendido al contexto escolar (Orjales,
1997).
En el momento actual y en el marco de los tratamientos cognitivo-conductuales, se han
elaborado programas de tratamiento que han obtenido muy buenos resultados tanto en pro-
gramas dirigidos a niños con TDAH de Educación Primaria (Orjales, 1991; Casajús, A., 2005;
Calderón, 2003; Calderón, 2001) como en niños de Educación Infantil (Gil, Llácer y Miranda,
1992; Miranda y col. 1998). El programa de entrenamiento cognitivo-comportamental para
niños con TDAH de Orjales (Orjales y Polaino-Lorente, 1991) puede orientar a los especialistas
en el diseño personalizado de programas de intervención para niños con TDAH. En este libro
se desarrollan un programa de aplicación en el marco escolar compuesto de 30 sesiones de
intervención (con materiales e instrucciones para la aplicación) que incluyen técnicas como:
el entrenamiento autoinstruccional, entrenamiento atribucional, entrenamiento en técnicas
de autorregistro y autoevaluación (de La sesión inicial, de las sesiones y de los progresos), au-
torrefuerzo positivo individual y colectivo, técnica de economía de fichas y refuerzo social,
entrenamiento en problemas cognitivos y académicos, entrenamiento en discriminación de
sent imientos, interpretación de situaciones y solución de problemas, relajación, técnicas para
la mejora del autocontrol (Técnica de la tortuga) y la autoestima (Protagonista de la Semana,
utilización de coterapeutas y un programa para la generalización de lo aprendido.

mbaum
5.3.2. Programas de formación y entrenamiento a los profesores

Como hemos visto en apartados anteriores las características del niño con TDAH hacen
TDAH q ue sea muy difícil su adaptación a Las demandas escolares y La inmadurez de su comporta-
1n pro- miento hace difícil para el profesor saber cómo ajustarse a sus necesidades. La formación de
ltre Las los profesores debe dirigirse principalmente a: (1) una comprensión real del TDAH, (2) com-
zación prensión del papel del profesor en la detección temprana informando de La intensidad de los
litivo- síntomas y el nivel de desadaptación que provocan, (3) comprensión del papel del profesor
nitivas como informante de las mejoras obtenidas con los programas de intervención (por ejemplo,
ación, con el tratamiento farmacológico, (4) toma de conciencia de La importancia de conocer en
detalle la historia y los informes de los niños con TDAH que se encuentra en el aula (5)
timización de ta coordinación con tos padres y con tos protesionates que atienden a sus
nos (6) mejora de la organización del aula, en la metodología y en optimización de recursos
para la atención de todos los alumnos (5) toma de conciencia de las adaptaciones metOdo-
lógicas que suelen ser necesarias en los casos de TDAH y entrenamiento en estrategias de a(-
tuación y (7) estrategias para la gestión del estrés. Esta formación va a permitir al profesor
Optimizar el funcionamiento general del aula:
• Adelantandose a los problemas más frecuentes cuando se tienen niños con TDAH en
aula
• Diseñando las modificaciones metodológicas que permitan un mejor control del prv-
ceso enseñanza aprendizaje adaptándose a las características del nuevo grupo (no so
a las del niño con TDAH) en cuanto a la duración de las actividades, secuenciación oe
las mismas, orden de presentación de los temas de la asignatura y elección de matera-
les. Por ejemplo, realizando más cantidad de tareas pero de menor duración, teniend
preparado material de refuerzo para aquellos niños que tengan falta de base académ·ca
o proporcionando material más avanzado a los que vayan muy por delante, come"'-
zando el temario por aquellos temas más atractivos que permitan un mejor seguimier:J
por parte de los alumnos mientras se les instruye en las técnicas de trabajo que se va""
a utilizar durante el curso (por ejemplo, aprendizaje cooperativo), diseñando 2 ó 3 '"'-
veles de deberes en función de del nivel de cada grupo de trabajo en el aula, etc.
• Realizando las modificaciones ambientales que puedan favorecer el mejor manejo y OP-
timicen el aprendizaje de los niños en el aula. Por ejemplo, organización de los pu pitres
en el au la, pupitres extras para trabajo individual cerca de La pizarra (de utilización vCr-
luntaria para la mayoría pero alguno reservado especialmente para algún alumno co-
TDAH en concreto), instalar topes de cartón en las cajoneras para evitar la caída de -
bros, biblioteca de aula, utilización de cuadernos en lugar de hojas sueltas para lo·
alumnos menos organizados, etc.)
• Organizar el mejor modo de mantener informados a los alumnos y padres de las tarea5
y deberes para casa. Por ejemplo: nombrando delegado y subdelegado de apuntar los
deberes en una lista expuesta en clase.

Mejorar el conocimiento de los niños con TDAH que están en su grupo de clase:
pidiendo información al centro y a los padres sobre las exploraciones e informes anteriores
buscando el mejor modo de coordinarse con los padres y los profesionales que lleven el tra-
tamiento del niño (dentro y fuera del colegio) y solicitando ayuda para aquellos problemas
en los que las medidas tomadas en el aula no sean suficientes.
'5) la op- Realizar adaptaciones metodológicas en función de las necesidades de cada niño con
sus alum- -DAH (Orjales, 2012).
e recursos • Perdiendo el miedo a individualizar el proceso de enseñanza y aprendizaje, desarro-
metodo- llando estrategias para flexibilizar las tareas, los deberes y el modo de exigir a los alum-
gias de ac- nos sin que dichas diferencias vayan en detrimento de ninguno.
rofesor:
• Incluyendo en las explicaciones de clase medidas para reducir el riesgo de que el
alumno con TDAH pierda información.
DAH en e • Revisando el modo de evaluar al niño. Por ejemplo, evaluándole de forma oral mientras
se le entrena en realizar exámenes de desarrollo, conservando intacta la nota de un exa-
1l del pro- men y entrenando las faltas de ortografía por separado, permitiendo más tiempo para
o (no sólo los exámen o la evaluación a través de proyectos.
iación de • Supervisando con mayor frecuencia el trabajo del niño con TDAH en el aula y redu-
ciendo progresivamente dicha supervisión.
teniendo
• Coordinándose con los especialistas que llevan el tratamiento del niño de modo que
cadémica
se distribuyan los objetivos de formación, se generalice en el aula lo entrenado en se-
!, comen-
siones, se flexibilicen los deberes para evitar el agotamiento, optimizar el aprendizaje y
reforzar las áreas necesarias.
ue se van
1 2 ó 3 ni- • Adaptando el protocolo de castigos del colegio de modo que no graven más a aquellos
etc. más impulsivos e inm aduros y que se tomen medidas educativas efectivas.
1ejo y op-
Mejorar la detección del TDAH en el aula.
; pupitres
ació n vo-
Reducir el impacto de la desadaptación y mejorar la integración social del
mno con
alumno con TDAH. Por ejemplo, amortiguando el impacto negativo al evitar las confronta-
ida de U-
ci ones alumno-profesor en público (siempre en privado y dándole tiempo a calmarse), no
para los
reforzando las llamadas negativas de atención y reforzando comportamientos positivos, fa-
voreciendo entre los alumnos la distinción entre conductas negativas fruto de la impulsividad
.as tareas y aquellas d eliberadas, etc. Formándose para saber cómo transmitir a los alumnos la impor-
un tar los tancia de valorar el progreso conforme a la evolución personal de cada uno evitando compa-
raciones entre ellos y la aparición de sentimientos de favoritismo o injusticia y, remarcando
ante el niño con TDAH y sus compañeros sus buenas cualidades y fomentando su desarrollo.
le clase:
1teriores, Mejorar la coordinación con la familia para la mejora evolución del niño con
el tra- TDAH en especial a en el control de la «intendencia escolar)}. Por ejemplo, informando a los
ob lemas padres de Las fechas de entregas de trabajos y de realización de los exámenes, diseñando el
entrenam iento para saber cuándo d e be llevar la flauta o el equipo de gimnasia, proporcio-
nando a Los padres un feeback de Los errores cometido en Los exámenes para su entrenam
y de Las mejoras conseguidas con La medicación, etc.

Favorecer el entrenamiento en el aula de aquellas habilidades como la organ ·=a-


ción y gestión de Lo necesario para el funcionamiento escolar. Por ejemplo, planificand o
tiempo semanal para que el niño pueda revisar su material, ordenar su pupitre o reco p
apuntes perdidos y pemitiéndole ser subdelegado de deberes para estar más al tanto de
que se manda, reforzando en el aula La o rganización, etc.

Informar sobre la evolución de la sintomatología y la adaptación de cara avalo.


rar la eficacia de la intervención

Para conseguir todos estos objetivos, el profesor, sin duda, necesita: apoyo y recon oc-
miento institucional, información y formación sobre el TDAH, información sobre el niño ce
TDAH que está en su aula, Los recursos necesarios, cooperación de La familia, reconocimier:
a su esfuerzo y dedicación por parte de Los padres y de sus superiores, feedback de Las mejoras
y Los avances del niño no sólo durante su curso escolar, sino también y si es posible, en a fie-s
posteriores.
En La Literatura encontramos programas de intervención escolar específicos como Los desa-
rrollados por Miranda y colaboradores (1999, 2000 y 2002), por Barkley (1990; 1999) y Ba·-
kley, Copeland y Sivage (1980), entre otros.

5.3.3. Programas de formación, entrenamiento y terapia, si fuera


necesaria, a los padres

Aunque ahora nos escandalizamos de Los tiempos en Los que se atribuía a Los padres de
niños autistas Los problemas de sus hijos aludiendo a sus problemas emocionales, el rechaz
hacia el hijo y La falta de empatía (se Le Llegó a denominar padres nevera), no somos cor.s-
cientes de Lo mucho que se culpabiliza a Los padres de niños con TDAH de Los problemas ce
sus hijos acusándolos de ser demasiado sobreprotectores o de no tener buenas pautas c e
educación y crianza. La realidad es que Los niños con TDAH, especialmente Los de tipo com-
binado, son niños más difíciles de educar, requieren mucha más energía, constancia y esfuerzo
y exigen a Los padres una formación «Casi profesional» en control de conducta, además de
apoyo emocional de Los profesionales y desarrollar medidas de protección contra el estrés.
EL Libro Claves para frontar la vida con un hijo con TDAH proporciona a Los padres, en un for-
mato de preguntas y respuestas, un material fácil de Leer que Les permite introducir a Los pa-
'la miento dres en el conocimiento del TDAH y recibir las primeras orientaciones sobre cómo afrontar la
vida con un hijo de estas características (Orjales, 2011 ) .
La intervención con La familia debe contemplar el entrenamiento y formación para todas
organiza- las personas clave en la educación del niño con TDAH incluidos los cuidadores o familiares
:a ndo un más cercanos y con La dedicación e intensidad que sea necesaria en cada momento. Y debería
recopilar contemplar:
1to de lo
1. Formación acerca del TDAH .
2. Formación en el conocimiento de las características de su hijo en concreto.
la valo- 3. Formar a los padres en La comprensión de Los tratamientos que va a recibir el niño tanto
psicopedagógicos como médicos, de su extensión a lo largo del tiempo y de la necesidad
de organizar y canalizar su esfuerzo, dedicación y economía familiar, teniendo en cuenta
que se trata de un trastorno crónico.
1i ño con
4. Apoyar a Los padres en La toma de decisiones educativas en momento relevantes de La
:imiento
vida del niño (cambio de colegio, elección de actividades extraescolares, gestión de Los
mejoras
apoyos, etc.)
en años
5. Ayudar a los padres a adaptar su exigencia educativa en casa a las posibilidades de res-
puesta de su hijo en cada edad y situación específica.
os desa-
y Bar- 6. Formar a Los padres en técnicas de control de conducta, analizando situaciones concre-
tas para favorecer la generalización y evaluando Las mejoras e ncontradas para mantener
la adherencia al tratamiento.
7. Ayudarles a valorar cuáles son Los problemas académicos, comportamentales, sociales
y emocionales del niño en el marco familiar. Eso incluye detectar situaciones problema
y realizar un análisis de factores que favorecen su aparición y que refuerzan su repeti-
ción.
dres de 8. Ayudar a los padres a reorganizar la vida familiar de modo que se establezca un marco
echazo estable, organizado y cálido (en el que pueda crecer el niño con TDAH sin que se con-
s cons- vierta en el centro de atención y mine emocionalmente a los padres y el resto de la fa-
mas de milia), se ahorren esfuerzo y se optimicen los apoyos.
Jtas de
9. Formar a los padres en las técnicas de entrenamiento cognitivo que está recibiendo el
o com-
niño para que, en la medida de Lo posible, favorezcan su generalización en casa.
ifuerzo
1ás del 1 O. Programar con los padres actividades que fomenten La seguridad en sí mismo, la auto-
estrés. nomía física y emocional siempre acorde a la maduración de su hijo.
un for- 11. Ayudar a los padres a identificar fuentes y gestionar el estrés, adelantarse a los proble-
.os pa- mas de forma eficaz y no centrarse en aquellos aspectos que no pueden controlar.
. •!.'·
.. .:.:,; ·. ' Alteraciones.del desarrollo Y, HiscaP.aciCiaCI
·. '

12. Ayudar a Los padres a tomar conciencia y aceptar Las Limitaciones de su Labor, de sus.-
tuación emocional en cada etapa de La educación de su hijo y, si fuera necesario, de
necesidad de recibir apoyo personal específico tanto individual como de pareja.
13. Apoyar a Los padres en La adherencia a Los tratamientos cuando éstos son prolongados...
Investigaciones recientes han demostrado buenos resultados en La intervención con famihas
con niños con TDAH (Miranda y colaboradores, 2007 y 2008) . EL Libro TDAH: elegir coleg
afrontar los deberes y prevenir el fracaso escolar (Orjales, 2012) ayuda a Los padres a
Los problemas de Los niños con TDAH en relación al colegio, la importancia y el modo de
ordinarse con Los profesores, a desarrollar habilidades de afrontamiento de Las dificultaoes
de comunicación con ellos, organizar La toma de decisiones educativas (por ejemplo, La elec-
ción de colegio, cambio de centro, elección de actividades extraescolares para favorecer ei
desarrollo de La autoestima) e identificar cuál puede ser su papel en el cambio y mejora oet
niño y qué tipo de actividades pueden entrenar para prevenir el fracaso escolar.

-
de su si-
io, de La CONCLUSIONES
1

1.
El papel de los padres, psicólogos, pedagogos, psicopedagogos, profesores y trabajadores so-
ngados. ciales en relacion con el TDAH es doble. Desde el punto de vista del diagnóstico, porque este tras-
familias torno requiere una evaluación clínica-comportamental que determine en qué medida el sujeto
presenta síntomas demasiado intensos para la edad de cronológica, nivel de desarrollo y estimu-
colegio,
lación recibida. Y ello supone un conocimiento muy a fondo de marco de desarrollo del niño y
prender su entorno, de su evolución hasta el momento, de las pautas de crianza y estresores vitales vividos,
o de co- de su nivel de desarrollo actual y de la intensidad y desadaptación de la sintomatología quema-
:ultades nifiesta. En la medida en que se forme e implique a todos los profesionales que tienen contacto
La elec- con el niño y su familia, la detección será más temprana, más completa será la información que
lrece r el llegue al equipo mutidisciplinar encargado del diagnóstico, más certero y rápido el diagnóstico,
más probable la detección de comorbilidades con otros trastornos y más fiable el diagnóstico di-
del
ferencial. Desde el punto de vista de la intervención, porque el trastorno afecta al comporta-
miento pero también al desarrollo cognitivo, social y emocional del niño y los datos revelan que
cuanto más temprana y completo sea el tratamiento y cuántos más ámbitos implique, mayor será
la eficacia y mejor será el pronóstico.
6 AUTOEVALUACIÓN

1. El TDAH:
a. es un trastorno neurológico de base predominantemente genética.
b. es un trastorno neurológico predominantemente adquirido.
c. Un trastorno psicoeducativo sin base neurológica aunque sí de carácter crónico.

2. La APA en el DSM-IV TR (2002) establece para el diagnóstico para el Trastornos por De-
ficit de Atención con Hiperactividad se deben cumplir los siguientes criterios:
a. Los síntomas de desatención y/o de hiperactividad/impulsividad se presentan ce
con una intensidad que es desadaptativa e incoherente con el nivel de desarrollo e
niño, estando presentes antes de los 7 años de edad y en más de un ambiente.
b. Los síntomas de desatención y/o de hiperactividad/impulsividad han persistido pe
lo menos durante los últimos 6 meses con una intensidad desadaptativa y no se e-
plica mejor por la presencia de otro trastorno.
c. a y b son ciertas.

3. Una niña de 9 años que presenta síntomas significativos de desatención, pero q""e
nunca ha sido inquieta ni hiperactiva (más bien hipoactiva y lenta para todo):
a. Nunca podría ser diagnosticada de TDAH según los criterios del DSM-IV.
b. Podría ser diagnosticada de TDAH si los problemas son crónicos y se realiza un d iag-
nóstico diferencial con otros trastornos.
c. En ningún caso podría ser diagnosticada de TDAH con el DSM-IV pero sí con el DS\"-
IIIR.

4. Según Barkley (1997) los hijos de un progenitor con TDAH:


a. Tienen un 50% de posibilidades de tener TDAH.
b. Tienen 10% de posibilidades de tener TDAH.
c. Tienen las mismas posibilidades que la población general.

5. Un niño con síntomas de desatención, hiperactividad e impulsividad de 3 años de edao


a. Debe ser derivado de inmediato al pediatra para que se diagnostique de TDAH e ir-
ciar la intervención lo antes posible.

-
b. No se deben tomar medidas por el momento porque podría tratarse de un problema
pasajero.
c. Antes de derivar el caso, debe iniciarse un tratamiento psicoeducativo pa ra abordar
los problemas en casa en el aula y hacer un seguimiento de los síntomas.

nico. 7 BIBLIOGRAFÍA COMENTADA


; por Dé-
• Orjales, l. (2009), Claves para afrontar la vida con un hijo con TDAH: «Mi cabeza ... es como
si tuviera mil pies». Editorial Pirámide.
1tan con
-rollo del Un libro breve, fácil de leer. En formato de preguntas y respues-
tas pretende aclarar las dudas más frecuentes sobre detección,
·nte. Claves para
etiología, diagnóstico, evolución y pronóstico del TDAH. Plan- afroll1lr la 111111 con
;t ido por tea cuestiones importantes sobre el TDAH en la edad adulta, la ua .., con TDAH
no se ex- relacion entre adopción y las pautas de actuación en estos ca-
sos. Facilita una visión general de la intervención en niños con
TDAH, alternativas de tratamiento, analiza los temores respecto
al tratamiento farmacológico y guía los primeros pasos para el
)ero que diagnóstico y el diseño de la intervención además de pautas
f1H\\flllt
concretas sobre cómo hablar del diagnóstico al niño, la familia
y el colegio.

un diag- • Orjales, l. (2005). Déficit de Atención con Hiperactividad: Manual para padres y educado-
res, 1 P edición. Madrid: CEPE.
1 el DSM- Editado por primera vez en el año 1998, se considera un ma-
nual de referencia de este trastorno. De contenido muy amplio
proporciona una visión de Las implicaciones cognitivas, sociales
y plantea por primera vez las implicaciones emocionales de este
trastorno. Plantea el papel de Los diferentes especialistas en el
tratamiento del trastorno y La mitad de su contenido está dedi-
cado al abordaje de Los problemas más frecuentes con pautas
concretas y materiales para formar a Los padres y profesores en
control de conducta, mejorar hábitos de auto nomía, reforzar
de edad: aprendizajes (caligrafía, ortografía, lentitud y rechazo a La Lectura, d ificultades en La com-
>AH e ini- prensión de instrucciones escritas y problemas de cálculo). Incluye paut as para el con-
trol motriz y relajación y un amplio programa para la mejora de La percepción social, el
1

145 1

1
desarrollo de habilidades proactivas y desarrollo de estrategias para solucionar prob ::-
mas sociales.

• Orjales y Polaino-Lorente, A. (2010). Programas de intervención cognitivo-conductual pe


niños con déficit de atención con hiperactividad. Madrid: CEPE. (11 a Ed.).
Contiene un programa de intervención cognitivo comporta-
mental aplicado por Orjales en el año 1991 con buenos resul-
tados en el marco escolar. Contiene la descripción de las 30 se-
siones que lo componen con instrucciones y material necesario
para aplicar a tres niveles de edad. Resulta muy útil como un
marco de referencia para diseñar programas individualizados
que incluyan: entrenamiento autoinstruccional, en autoevalua-
ción y atribucional, entrenamiento en estrategias de solución
de problemas sociales, técnicas para la mejora del autocontrol
emocional y para la mejora de la autoestima, entre otras.

• Orjales, 1 (2012). TDAH: elegir colegio, afrontar los deberes y prevenir el fracaso esco
Madrid: Pirámide.
Para utilizar en programas de intervención con padres, ayuda a
los padres a comprender las implicaciones en el ámbito escolar
y en desarrollo emocional de los niños con TDAH. Trata de orien-
TDAH
.............,
--·--
tar en la optimización de los recursos, la organización familiar y Elegir CIIIUII.
el desarrollo de habilidades personales para mejorar el modo de ''"'
afrontar los problemas escolares, cómo potenciar el poder tera-
péutico de las actividades extraescolares, estrategias para sobre-

vivir a los deberes y al refuerzo en verano. Marca objetivos con-
cretos de refuerzo de aprendizajes y desarrollo de habilidades
que con frecuencia conducten al fracaso escolar proponiendo I'IR \\11111

pautas de intervención y materiales.

8 SOLUCIONES A LA AUTOEVALUACIÓN

1. A; 2 . C; 3. B; 4 . A; 5. C

146
Tema 8.
ATENCION A LA DIVERSIDAD: MARCO
LEGAL

Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

I. Orjales
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

EL PAPEL DEL PROFESOR EN LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Todo futuro profesor que cursa el Máster de Secundaria debe poder “visualizar” la
amplitud de su papel como profesional más allá del meramente instructivo: como docente y
educador. Con el fin de preparar lo mejor posible en la atención a la diversidad, se extraen
aquellos aspectos de la Orden EDU/849/2010 de 18 de marzo que directamente implican a
todos los docentes
5493 Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, por la que se regula la ordenación de la educación
del alumnado con necesidad de apoyo educativo y se regulan los servicios de orientación educativa
en el ámbito de gestión del Ministerio de Educación, en las ciudades de Ceuta y Melilla (Sec. I. Pág.
31332)

COMO PROFESOR ¿QUÉ ALUMNOS SON MI RESPONSABILIDAD?

Cualquier profesor, sea cual sea la asignatura que imparta debe responsabilizarse de
la buena evolución de todos los alumnos de su clase, tanto de aquellos que aprenden de
forma ordinaria como los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
¿QUIENES SON LOS ALUMNOS CON “NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO
EDUCATIVO?

La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) propone una


modificación limitada del artículo 71 (apartados 1 y 2) de la Ley Orgánica de Educación (LOE)
en la que se incluye por primera vez el TDAH dentro de los alumnos con necesidad específica
de apoyo educativo.

“Los apartados 1 y 2 del artículo 71 quedan redactados de la


siguiente manera:
1. Las Administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el
alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, así como los objetivos
establecidos con carácter general en la presente Ley. Las Administraciones educativas podrán
establecer planes de centros prioritarios para apoyar especialmente a los centros que escolaricen
alumnado en situación de desventaja social.
2. Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los
alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar
necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, TDAH, por sus
altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por
condiciones personales o de historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus
capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el
alumnado.»

LOMCE, BOE, nº 295,10 diciembre 2013, Sec.I, págs.. 97895-6.

2
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Se incluye como “alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo” a


todos los alumnos que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria para
alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y de los objetivos
establecidos para todos los alumnos en general.
Se mencionan explícitamente:
Alumnos con “necesidades educativas especiales “
Dificultades específicas de aprendizaje
TDAH
Altas capacidades intelectuales
Por incorporación tardía al sistema educativo
Aquellos que por sus condiciones o historia requieran apoyos específicos. En este
grupo se incluirían aquellos con carencias en lengua castellana, los que no pueden
asistir regularmente a los centros escolares (por ejemplo por enfermedad o por
vivir en un circo itinerante) y aquellos con desventaja socioeducativa

¿DÓNDE SE ESCOLARIZAN LOS ALUMNOS QUE REQUIEREN ATENCIÓN


ESPECIAL?

En mi aula, imparta la asignatura que imparta voy a tener alumnos con


necesidad específicas de apoyo educativo. Estos alumnos serán escolarizados en los
centros ordinarios, sólo excepcionalmente una parte de los niños con “necesidades
educativas especiales” lo hará en centros específicos.

Artículo 5. Escolarización.
1. “El alumnado con necesidad de apoyo educativo será escolarizado, con carácter general, en
los centros y programas ordinarios, según lo establecido en la normativa vigente que
regula el proceso de admisión de alumnos.
2. En el caso del alumnado que presenta necesidades educativas especiales, sólo cuando se
aprecie, de forma razonada, que sus requerimientos de apoyos y atenciones educativas
específicas derivadas de discapacidad intelectual severa o profunda, plurideficiencias o
trastornos generalizados del desarrollo no puedan ser atendidas en el marco de las
medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios, se propondrá su
escolarización en centros de educación especial o unidades sustitutorias de los mismos.
3. La escolarización del alumnado con necesidad de apoyo educativo comenzará y finalizará
en las edades establecidas por la Ley con carácter general para las diferentes etapas, con
las flexibilizaciones y salvedades contenidas en la misma.
4. No obstante lo anterior, el Ministerio de Educación promoverá la escolarización
preobligatoria de este alumnado con el fin de favorecer su éxito escolar en términos de
eficiencia y equidad, así como para facilitar su socialización y el desarrollo de competencias
que les prepare para los aprendizajes posteriores.
5. Los centros, al finalizar cada etapa educativa, o cuando estos alumnos cambien de centro,
aplicarán los mecanismos de coordinación y de transmisión de información individualizada
establecidos para todo el alumnado. El tutor realizará los informes correspondientes en
coordinación con el profesorado que los atiende y con los servicios de orientación
educativa”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31336)

3
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

¿CUÁL ES MI PARTICIPACIÓN EN EL PLAN DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD?

Como profesor, sea de la especialidad que sea, deberé participar en la


elaboración del PLAN DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD que cada centro diseñará para
atender a estos alumnos.

Artículo 6.Plan de atención a la diversidad.


1. “Los centros docentes elaborarán un plan de atención a la diversidad, que formará parte de
su proyecto educativo, para adecuar la intervención educativa a las necesidades de su
alumnado en el que se incluirán medidas curriculares y organizativas flexibles y adaptadas a
la realidad del centro para la atención integral al alumnado con necesidad de apoyo
educativo que se escolarice en él. También contendrá un plan de acogida para facilitar la
integración social, la resolución de las dificultades que puedan encontrar los miembros
recién llegados a la comunidad educativa, así como su participación e implicación.
………..
5. En la elaboración del plan de atención a la diversidad participará el conjunto de
profesionales del centro, coordinados por el equipo directivo, que tomará en consideración
los contenidos especificados en el Anexo I. La comisión de coordinación pedagógica
organizará y dinamizará el proceso, contemplando las colaboraciones necesarias con los
servicios de orientación educativa, la inspección educativa, la unidad de programas
educativos y el centro de profesores y recursos.
6. El plan de atención a la diversidad estará sujeto a un proceso continuo de seguimiento y
evaluación por parte del centro con el fin de valorar su grado de eficacia y realizar la
adaptación de las medidas existentes o la incorporación de otras nuevas tendentes a la
mayor normalización e inclusión del alumnado”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31337)

¿Qué incluye el PLAN DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD?

El cuadro siguiente resumen lo que se contempla en la ORDEN EDU/849/2010 DE 18 DE


MARZO.

PLAN DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD


Tomado del Capítulo III “Alumnado que presenta necesidades educativas especiales”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31337)

Medidas generales (que Medidas ordinarias Medidas extra- Otras medidas


afectan a la organización (con un alumno o un grupo ordinarias no
general del centro) de alumnos en las aulas) contempladas
en la Orden
organización de los grupos de Prevención y detección de Programas de
alumnos, medidas para las dificultades de diversificación
asegurar la accesibilidad aprendizaje, la aplicación de curricular y los
(acceso a los espacios, al refuerzo y apoyo, la atención programas de
currículo y a los recursos), individualizada, la cualificación
actividades de acogida, adaptación a los diferentes profesional inicial,
promoción de acciones ritmos de aprendizaje, el adaptaciones
dirigidas a la socialización del establecimiento de curriculares
alumnado y a la valoración de diferentes niveles de significativas

4
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

la diversidad, organización de profundización de los destinadas al


los apoyos y actividades de contenidos, el apoyo en el alumnado que
refuerzo, prevención del aula, el desdoblamiento de presenta
absentismo y el abandono grupos y los agrupamientos necesidades
escolar prematuro), la acción flexibles, la selección y educativas
tutorial y orientadora, la aplicación de diversos especiales y la
utilización de los espacios, recursos y estrategias flexibilización del
coordinación entre metodológicas, las periodo de
profesionales del centro o fuera adaptaciones no escolarización
del centro (actuaciones de significativas del currículo, para el alumnado
carácter socioeducativo), la adaptación de materiales con altas
orientación, formación y curriculares, las actividades capacidades
mediación familiar (para la de evaluación de los intelectuales
implicación en el centro y, en aprendizajes adaptados al
caso necesario, su integración alumnado y la optatividad
en el contexto social. prevista en la educación
secundaria obligatoria.

Como profesor deberé participar en la evaluación inicial de todos mis alumnos


con el fin de ayudar a la detección de aquellos que tengan necesidades de apoyo
educativo.
Artículo 4. Detección temprana y atención educativa.
1. El profesorado realizará una evaluación inicial al alumnado escolarizado en el centro, cuyos
resultados permitirán la detección de sus necesidades de apoyo educativo y servirán como referencia
para adoptar las decisiones sobre su atención educativa y realizar la posterior evaluación
psicopedagógica cuando sea necesario.
2. Los servicios de orientación educativa realizarán, en caso necesario, la evaluación
psicopedagógica que se requiera para la detección temprana de las necesidades específicas de apoyo
educativo del alumnado, la adecuada escolarización del mismo, el seguimiento y apoyo de su proceso
educativo, el asesoramiento y el apoyo técnico pedagógico al profesorado, así como la orientación y el
apoyo a las familias para favorecer un óptimo desarrollo de sus hijos.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

De mí y del resto de profesores dependerá que: (1) se identifiquen las


necesidades específicas de estos alumnos en relación a mi asignatura, pero también las
emocionales y sociales y (2) que ayude a identificar los recursos y medidas
complementarias que puedan necesitar para su aprovechamiento en clase. El tutor,
asesorado por el Departamento de Orientación, se encargará de la coordinación de
todos los profesores.

Articulo 4 (cont.)
3. La atención educativa a este alumnado se iniciará desde el momento en que, sea cual
fuere su edad, se produzca la detección de la necesidad específica de apoyo y tendrá por objeto
prevenir y evitar la aparición de secuelas, corregir las mismas en lo posible, y, en general, apoyar y
estimular su proceso de desarrollo y aprendizaje en un contexto de inclusión.
4. La atención educativa, particularmente la que se lleve a cabo en edades anteriores a la
escolarización obligatoria, propiciará, de manera especial, la colaboración de los padres o tutores,
los cuales recibirán el asesoramiento de los servicios correspondientes.
5. La identificación de las necesidades específicas de apoyo educativo del alumnado

5
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

escolarizado, así como la determinación de los recursos y de las medidas complementarias que se
requieran para su atención, se realizarán de modo colegiado por el conjunto de profesores que
atienden al alumno, coordinados por el tutor y con el asesoramiento de los servicios de orientación
educativa, que realizarán la evaluación psicopedagógica cuando se estime necesario y, en todo
caso, en lo previsto en esta Orden.
En el caso de que el alumno no haya estado escolarizado o lo haya estado en otro centro, se
recabará información de los profesionales que, en su caso, lo hayan atendido.
Las decisiones adoptadas se revisarán periódicamente, tomando las medidas pertinentes
para su mejora, que estarán dirigidas a que el alumnado desarrolle la actividad educativa en el
régimen de mayor inclusión posible”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

Como profesor, seré responsable de la aplicación de las medidas generales que


se diseñen para cada uno de mis alumnos con “necesidad de apoyo educativo”.

Articulo 4 (cont.)
6. “El alumnado con necesidad de apoyo educativo será atendido, con carácter general, en
su grupo de referencia, junto con el resto del alumnado, de acuerdo con las medidas organizativas
y curriculares y los recursos previstos en el plan de atención a la diversidad. Previa información a
los padres o tutores legales, con carácter excepcional y con informe favorable de la inspección
educativa, salvo en los casos expresamente establecidos en esta Orden, se podrán adoptar medidas
que permitan, durante periodos reducidos de tiempo, la atención específica de determinados
alumnos en grupos reducidos para proporcionarles una respuesta educativa adaptada a sus
necesidades.
Esta atención estará dirigida, fundamentalmente, a la adquisición de las competencias
básicas necesarias para desarrollar los aprendizajes y los hábitos de trabajo básicos, técnicas de
estudio, estrategias de aprendizaje y al uso de materiales que faciliten continuar el aprendizaje y
acceder al currículo establecido para su grupo de referencia”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

Pero, también dependerá de mí el adoptar las medidas necesarias para orientar


a estos alumnos con el fin de que mejoren su aprovechamiento en mi clase. Seré yo,
también, el responsable de dirigir su aprendizaje y de ofrecerles los apoyos que
necesiten.

Articulo 4 (cont.):
10. “Corresponde a cada profesor, en el ámbito de las áreas de conocimiento o materias
que imparta y en colaboración con el tutor, la orientación, la dirección del aprendizaje y del apoyo
al proceso educativo del alumno, así como la atención individualizada, con el asesoramiento de los
servicios de orientación educativa y con la colaboración de las familias”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

Por lo tanto, si quiero desempeñar bien mi labor y “no volverme loco/a”, me


conviene tener en cuenta a estos alumnos mucho antes de conocer cuántos
corresponderán a mi clase y qué características tendrán. Es decir, desde el mismo
momento de diseñar y preparar mis clases (contenidos, metodología, estrategias,
recursos y materiales).

6
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Articulo 4 (cont.):
7. “El profesorado facilitará que el alumnado con necesidad de apoyo educativo desarrolle
el mismo currículo de su grupo de referencia, coordinando todas las medidas adoptadas y la
colaboración, en su caso, de profesionales externos u otros miembros de la comunidad educativa.
8. Para la atención educativa al alumnado con necesidad de apoyo educativo se crearán
ambientes escolares flexibles y funcionales que favorezcan el logro de objetivos compartidos por el
conjunto de la comunidad educativa, la comunicación, la participación y la vivencia de experiencias
vinculadas a la realidad, que contribuyan a generar un aprendizaje significativo, autónomo,
individualizado, colaborativo y cooperativo, así como a adquirir el compromiso con las tareas y
habilidades y destrezas como la adaptabilidad, la flexibilidad, la comprensión u otras”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

Como profesor también debo pensar que en algún momento tendré que
desempeñar labores, no sólo como profesor, también podrá tocarme ser TUTOR de un
grupo de alumnos.

Y como TUTOR deberé, no sólo responder a mi grupo y en mi asignatura, sino


también COORDINAR a todos los profesores en la planificación, desarrollo y evaluación
de los procesos de enseñanza y aprendizaje de todos los alumnos (incluidos los de
“necesidad especifica de apoyo educativo”), además, de ser el vehículo de
comunicación con las familias (un papel especialmente importante y delicado).

Articulo 4 (cont.):
9. “Corresponde al tutor la coordinación de la planificación, del desarrollo y la evaluación
de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los alumnos adscritos a su grupo de clase,
coordinando, asimismo, y mediando en la relación entre los alumnos, el equipo de profesores
vinculados con su grupo y las familias”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31335)

¿QUÉ SON Y CÓMO SON LAS ADAPTACIONES CURRICULARES?

En algún momento podremos tener que trabajar con un grupo de clase completo o con
algunos alumnos con ADAPTACIONES CURRICULARES. En el cuadro siguiente se resumen lo
que recoge la Ley Orgánica 2/2006 al respecto:

ADAPTACIONES CURRICULARES
“Conforme a lo establecido en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y en la
normativa que la desarrolla, en el marco de la atención a la diversidad del alumnado, podrán
llevarse a cabo adaptaciones en todos o algunos de los elementos del currículo, de acuerdo con
la naturaleza de las necesidades del alumno”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, Articulo 7, pág. 31338)
Se entiende por adaptación curricular “la medida de modificación de
los elementos del currículo a fin de dar respuesta a las necesidades del
DEFINICIÓN
alumnado. En todo caso, la adaptación tendrá como referente los
objetivos y las competencias básicas del currículo que corresponda”

7
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Individuales
CÓMO PUEDEN SER
Grupales

“Se aplicarán preferentemente dentro del grupo de clase y, en aquellos


casos en los que no sea posible, fuera de éste. En el caso de que se
LUGAR DE
requiera apoyo específico, de acuerdo con los recursos asignados al centro,
APLICACIÓN
su organización deberá quedar reflejada en el plan de atención a la
diversidad”

“El profesorado que atienda al alumnado con necesidad de apoyo


educativo realizará, cuando sea necesario, las adaptaciones del currículo
pertinentes para que este alumnado alcance el máximo desarrollo de sus
capacidades y los objetivos y competencias establecidos con carácter
QUIÉN REALIZA LAS general.
ADAPTACIONES El proceso de elaboración, desarrollo y seguimiento de las
adaptaciones curriculares estará coordinado por el profesor tutor, con el
asesoramiento y apoyo de los servicios de orientación educativa. Todo
el profesorado que atiende al alumno se corresponsabilizará de este
proceso”.

1. Partiendo “del análisis del contexto educativo, de las necesidades del


alumno, su participación y aprovechamiento y de la adecuación del
currículo que se está llevando a cabo, para crear, de un modo colegiado,
nuevas condiciones de enseñanza y de aprendizaje y una propuesta
curricular que contemple las medidas necesarias, desde las más
COMO SE REALIZAN generales a las más extraordinarias”
LAS ADAPTACIONES 2. “Incluirán la adecuación de los elementos del currículo, las medidas
organizativas del centro, los recursos y los apoyos complementarios
que deban prestarse al alumnado que presenta necesidad de apoyo
educativo, las estrategias didácticas que favorezcan el proceso de
aprendizaje y la utilización de las tecnologías de la información y la
comunicación, entre otras”
QUIÉN ES EL “Será responsabilidad del profesor del área o materia
RESPONSABLE DE LA correspondiente, pudiendo contar con la colaboración de otros
APLICACIÓN DE LAS profesionales que participan en la atención al alumnado y con el
ADAPTACIONES asesoramiento de los servicios de orientación”

NIVEL QUE PUEDEN ADAPTACIONES NO SIGNIFICATIVAS


TENER ADAPTACIONES SIGNIFICATIVAS

¿Qué implica una adaptación curricular significativa?


Los alumnos con “necesidades educativas especiales” pueden ampliar un año su
escolarización respecto del resto de alumnos. Algunos de estos alumnos podrán requerir
adaptaciones curriculares significativas. En el cuadro que se presenta a continuación se
recogen las características de dichas adaptaciones curriculares significativas de acuerdo con
la Ley Organiza 2/2006, de 3 mayo:

8
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ADAPTACIONES SIGNIFICATIVAS
(Tomado de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, Sec. I, Articulo 7, pág. 31338-40)
¿Cuándo se Cuando “la modificación de los elementos del currículo afecte al grado de consecución
habla de de los objetivos, los contenidos y los aprendizajes imprescindibles que determinan
adaptación las competencias básicas en la etapa, ciclo, grado, curso o nivel correspondiente”
curricular
SIGNIFICATIVA?
Adaptaciones “Se podrán realizar en la educación básica e irán dirigidas al alumnado que
significativas en presenta necesidades educativas especiales que las necesiten. Requerirán una
la ENSEÑANZA evaluación psicopedagógica previa realizada por los servicios de orientación
BÁSICA educativa, con la colaboración del profesorado que atiende al alumnado”.

Adaptaciones “En las etapas postobligatorias se deberán adoptar medidas dirigidas al


significativas en alumnado que presente necesidades educativas especiales que no impliquen
la ENSEÑANZA adaptaciones curriculares significativas, con objeto de facilitar su acceso al
POST- currículo general”.
OBLIGATORIA

Cómo se evalúa “La evaluación de las áreas o materias será responsabilidad compartida del
a un alumno con profesorado que las imparte y, si fuera el caso, en colaboración con el profesorado
adaptación de apoyo”.
significativa “la evaluación se realizará tomando como referente los objetivos y los
criterios de evaluación fijados en las citadas adaptaciones y será realizada por el
equipo docente, oídos los servicios de orientación educativa. De igual manera se
procederá en relación con las decisiones sobre la promoción y titulación del
alumnado”
“El caso del alumnado con integración tardía en el sistema educativo
procedente de otros países o que presente graves carencias de competencia en
la lengua castellana, la evaluación se realizará, con carácter transitorio, a través de
procedimientos e instrumentos que permitan detectar sus capacidades para
acceder en el futuro al currículo que se desarrolla en su grupo de referencia,
independientemente del nivel de competencia curricular en el sistema educativo
de acogida. En el momento en que se incorporen de forma permanente al
referido currículo, será evaluado de acuerdo con lo especificado en el punto 1 de
este apartado”

Como profesor tendré que participar en el DISEÑO de las adaptaciones


curriculares y será mi responsabilidad, no sólo la IMPLEMENTACIÓN de las
adaptaciones curriculares sino también (compartida con el profesor de apoyo si es
necesario), la EVALUACIÓN de las áreas o materias que imparto.

9
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Artículo 8:
…..
3. “Se adjuntará al expediente académico del alumno un documento individual, en el que se incluirán
los datos de identificación del mismo, las propuestas de adaptación significativa del currículo y las
que se hayan realizado para facilitar el acceso a éste, las medidas de apoyo, la colaboración con la
familia, los criterios de evaluación y promoción, los acuerdos tomados al realizar el seguimiento y
los profesionales implicados.
4. El proceso de elaboración, desarrollo y seguimiento de las adaptaciones curriculares significativas
se llevará a cabo teniendo en cuenta las orientaciones contenidas en el Anexo II.
5. La evaluación de las áreas o materias será responsabilidad compartida del profesorado que las
imparte y, si fuera el caso, en colaboración con el profesorado de apoyo”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31338-9)

También deberé adaptar la evaluación de estos alumnos con los requisitos


siguientes.
Artículo 10. Evaluación.
1. “La evaluación de los aprendizajes del alumnado con necesidad de apoyo educativo se
efectuará de acuerdo con lo que se determina en las órdenes por las que se establece el currículo y se
regula la ordenación de las diferentes enseñanzas, así como en las normas que se concretan en sus
respectivas órdenes de evaluación.
2. En el caso del alumnado que presente necesidades educativas especiales, siempre que sea
necesario se adaptaran los instrumentos de evaluación y los tiempos y apoyos que aseguren su
correcta evaluación, de acuerdo con las adaptaciones curriculares que, en su caso, se hayan
establecido.
3. Cuando se hayan llevado a cabo adaptaciones curriculares significativas para el alumnado
que presenta necesidades educativas especiales, y de acuerdo con lo previsto en el artículo 17.4 de la
Orden ECI/2211/2007, de 12 de julio, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de
la educación primaria y en el artículo 21.3 de la Orden ECI/2220/2007, de 12 de julio, por la que se
establece el currículo y se regula la ordenación de la educación secundaria obligatoria, la evaluación
se realizará tomando como referente los objetivos y los criterios de evaluación fijados en las citadas
adaptaciones y será realizada por el equipo docente, oídos los servicios de orientación educativa. De
igual manera se procederá en relación con las decisiones sobre la promoción y titulación del
alumnado”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31340-41)

Y en el caso de los alumnos procedentes de otros países o de aquellos que


presenten carencias graves en la lengua castellana, tendré que evaluarlos, por lo
menos temporalmente de modo que no se vean perjudicados por esta condición.

Artículo 10. Evaluación (cont.)


4. “En el caso del alumnado con integración tardía en el sistema educativo procedente de
otros países o que presente graves carencias de competencia en la lengua castellana, la evaluación se
realizará, con carácter transitorio, a través de procedimientos e instrumentos que permitan detectar
sus capacidades para acceder en el futuro al currículo que se desarrolla en su grupo de referencia,
independientemente del nivel de competencia curricular en el sistema educativo de acogida. En el
momento en que se incorporen de forma permanente al referido currículo, será evaluado de acuerdo
con lo especificado en el punto 1 de este apartado”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31340-41)

10
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

La promoción de mis alumnos con “necesidades educativas especiales”


dependerá de los objetivos y criterios de evaluación fijados en esas adaptaciones
curriculares significativas. En algunos casos estos alumnos podrán permanecer un año
más de lo que se establece como norma general.

Artículo 11. Promoción.


1. “La decisión de promoción se atendrá, respectivamente, a lo dispuesto en el artículo 12 de la
Orden ECI/2211/2007, de 12 de julio, por la que se establece el currículo y se regula la ordenación de
la educación primaria, en el artículo 14 de la Orden ECI/2220/2007, de 12 de julio, por la que se
establece el currículo y se regula la ordenación de la educación secundaria obligatoria y en el artículo
14 de la Orden ESD/1729/2008, de 11 de junio, por la que se regula la ordenación y se establece el
currículo del bachillerato.
2.En el caso del alumnado que presenta necesidades educativas especiales y de acuerdo con lo
previsto en el artículo 17.4 de la Orden ECI/2211/2007, de 12 de julio, y en el artículo 21.3 de la Orden
ECI/2220/2007, de 12 de julio, la promoción tomará como referente los objetivos y criterios de
evaluación fijados en las correspondientes adaptaciones curriculares significativas.
3. La prolongación de la escolarización para el alumnado que presente necesidades educativas
especiales un año más de los establecidos con carácter general para todos los alumnos, a la que se
refieren los artículos anteriormente citados, se realizará de acuerdo con lo especificado en el artículo
16.1 de esta Orden.”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31340-41)

Como tutor tendré que ponerme al día sobre la vía más adecuada para informar
a los padres sobre el progreso de sus hijos.

Artículo 10. Evaluación (cont.)


5. “Los modelos de comunicación elaborados por los centros para informar regularmente a los
padres o tutores legales de los alumnos sobre el proceso educativo de sus hijos y la información
contenida en ellos será adecuada y suficiente, en la medida de lo posible, y se presentará de forma
asequible, observando las medidas de accesibilidad necesarias si el caso lo requiere, con el fin
último de que sea comprensible para del alumnado y sus familias.
6. La información obtenida durante el proceso de evaluación servirá de referencia para introducir
modificaciones en las medidas de atención adoptadas y para ajustarlas a las necesidades
detectadas”

Artículo 14. Participación de los padres.


1. “Los padres o tutores recibirán un asesoramiento individualizado y una información
continuada de todas las decisiones relativas a la escolarización y a los procesos educativos
de sus hijos. Asimismo, participarán en las decisiones que afecten a la referida
escolarización y procesos educativos.
2. En todo caso, se procurará la colaboración de los padres o tutores, tanto en elproceso de
identificación de las necesidades específicas del alumno como en las actuaciones de
carácter preventivo o compensador de las mismas, potenciando el valor educativo y, en su
caso, rehabilitador de las rutinas diarias a desarrollar en el ámbito familiar”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31340)

11
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

¿CÓMO DEBEMOS PROCEDER EN LA ATENCIÓN A LOS ALUMNOS CON


“NECESIDAD ESPECÍFICA DE APOYO EDUCATIVO?

Aunque se contempla a los alumnos con dificultades del aprendizaje y TDAH dentro de
este grupo de alumnos con “necesidades específicas de apoyo educativo” no se ha descrito en
la LOMCE pautas específicas de actuación (lo que por el momento recae en cada comunidad
autónoma)
Sí se ha regulado la atención a los siguientes grupos:
con necesidades educativas especiales
con altas capacidades
de integración tardía en el sistema educativo español,
con carencias en el uso de lengua castellana
aquellos que no pueden asistir de forma regular a los centros docentes
(normalmente por enfermedad)
que se encuentran en desventaja socioeducativa

ALUMNADO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES

A continuación se resumen la información que aparece en el BOE, nº 83, martes 6 de


abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31342-48.

Los alumnos con “necesidades educativas especiales” podrán cursar Educación


Primaria prolongándola un año más de lo habitual y podrán utilizar otro año extra
más para cursar Educación Secundaria siempre que ello favorezca le obtención del
título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.

Alumnado que presenta necesidades educativas especiales


Artículo 16. Alumnado con NEE

“La escolarización en la educación infantil, primaria y secundaria obligatoria.


……
3. La escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales comenzará y
finalizará en las edades establecidas por la Ley para las diferentes etapas. Sin perjuicio de la
permanencia establecida con carácter general, podrá prolongarse un año más la escolarización en la
etapa de educación primaria, siempre que ello favorezca su integración socioeducativa, y otro año
más en la etapa de educación secundaria obligatoria, siempre que favorezca la obtención del título de
Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Para adoptar esta medida se requerirá: informe del
equipo docente que atiende al alumno, coordinado por el profesor tutor; informe de los servicios de
orientación educativa en el que figuren, de manera razonada, los motivos por los que la prolongación
será beneficiosa para el alumno, así como orientaciones sobre las medidas curriculares y
organizativas que se considera que el centro deberá adoptar para la adecuada atención del alumno y
orientaciones dirigidas a la familia y, en su caso, al alumno; documento en el que conste la
conformidad de los padres o representantes legales o del alumno, en el caso de que éste sea mayor
de edad y no esté incapacitado; informe de la inspección educativa sobre la idoneidad de la prórroga
y de las medidas propuestas y en el que se valore si los derechos de los padres o representantes
legales o, en su caso, del alumno han sido respetados. Esta documentación se unirá al expediente
académico del alumno”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31342-48)

12
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Algunos de estos alumnos con “necesidades educativas especiales” podrán


promocionar para realizar estudios de Bachillerato pudiendo matricularse de sólo
parte de las materias y finalizar los estudios hasta dos años después.

Artículo 18. La escolarización en el bachillerato.


1. “Se favorecerá que el alumnado que presenta necesidades educativas especiales pueda
continuar su escolarización de manera adecuada en las enseñanzas de bachillerato.
2. Los servicios de orientación educativa asesorarán a la comisión de coordinación pedagógica y
a los departamentos didácticos con objeto de que el alumnado que presenta necesidades
educativas especiales reciba la atención adecuada contando con los recursos y adaptaciones
didácticas que sean necesarias en cada caso para que pueda alcanzar los objetivos generales
del bachillerato y de cada una de las materias que deba cursar.
3. De acuerdo con lo previsto en el artículo 21.2 de la Orden ESD/1729/2008, de 11 de
junio, por la que se regula la ordenación y se establece el currículo del bachillerato, se podrán
realizar adaptaciones del currículo en la materia de Educación física al alumnado que así lo
requiera, por presentar necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad o por
condiciones personales de salud. Igualmente, se podrán adaptar aquellos elementos del
currículo de las materias comunes, cuyo aprendizaje suponga dificultades considerables al
alumnado con trastornos graves de la comunicación”.
4. Respetando el artículo 15 de la Orden ESD/1729/2008, el alumnado que presente
necesidades educativas especiales podrá elegir, desde el primer curso de bachillerato, a qué
materias de las que conforman el currículo renuncia a matricularse, hasta un máximo de
cuatro, pudiendo permanecer cursando bachillerato durante dos años más que los
establecidos en el artículo 2.2 de dicha Orden”.
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31342-48)

Del mismo modo podrán escolarizarse en Formación Profesional, Enseñanzas


Artísticas, Idiomas o Enseñanzas deportivas.

Otros estudios que pueden cursar alumnos con “necesidades educativas especiales”
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I. Capítulo III, pág. 31342-48)
Enseñanzas de “Artículo 19:
Formación ….
Profesional 4. “En el ámbito de la formación profesional, las acciones formativas para el
alumnado que presenta necesidades educativas especiales derivadas de
discapacidad se desarrollarán de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto
1538/2006, de 15 de diciembre, por el que se establece la ordenación general de
la formación profesional del sistema educativo y cuantas otras se establezcan, en
centros con espacios accesibles y
una oferta formativa adaptada. Asimismo, las enseñanzas y la evaluación se
realizarán
con una metodología que favorezca la accesibilidad. Estos centros se dotarán con
medidas e instrumentos de apoyo y refuerzo para facilitar la información,
orientación y asesoramiento al alumnado y reservarán un porcentaje de las plazas
ofertadas, no inferior al 5%, para alumnado con discapacidad.
3. De acuerdo con lo previsto en el artículo 15.4 del citado Real Decreto
1538/2006, con carácter excepcional, el Ministerio de Educación podrá establecer
convocatorias extraordinarias de evaluación de cada módulo profesional para el
alumnado que presente necesidades educativas especiales y que haya agotado las
cuatro convocatorias establecidas con carácter general”.
4. Los servicios de orientación educativa asesorarán a la comisión de coordinación

13
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

pedagógica y a los departamentos didácticos con objeto de que el alumnado que


presenta necesidades educativas especiales reciba la atención adecuada para que
pueda alcanzar los objetivos generales de la formación profesional y de cada una
de las disciplinas que deba cursar”.

Enseñanzas de Artículo 20:


idiomas 1. “En las enseñanzas de idiomas, de acuerdo con lo especificado en el
artículo 4.5 del Real Decreto 1629/2006, de 29 de diciembre, por el que se fijan
los aspectos básicos del currículo de las enseñanzas de idiomas de régimen
especial reguladas por la LeyOrgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, el
diseño, la administración y la evaluación de las pruebas para la obtención de los
certificados de los niveles intermedio y avanzado por parte del alumnado con
discapacidad se basarán en los principios de igualdad de oportunidades, no
discriminación y compensación de desventajas. Los procedimientos de
evaluación contendrán las medidas que resulten necesarias para su adaptación
a las necesidades especiales de este alumnado
2. Asimismo, se tendrá en cuenta lo dispuesto para el alumnado que
presenta necesidades educativas especiales en las Órdenes por las que se
establecen los currículos y las pruebas correspondientes de las enseñanzas de
los diferentes idiomas”
Enseñanzas Artículo 21. Las enseñanzas artísticas.
Artísticas: música, 1. “En relación con las enseñanzas elementales de música, de
danza, artes conformidad con lo establecido en la disposición adicional única de la
plásticas y diseño Orden ECI/1889/2007, de 19 de junio, por la que se establece el currículo
de las enseñanzas elementales de música y se regula su acceso en los
conservatorios rofesionales de Música de Ceuta y Melilla, la Dirección
General de Evaluación y Cooperación Territorial adoptará las medidas
oportunas para la adaptación del currículo a las necesidades de los
alumnos con discapacidad. En todo caso, dichas adaptaciones deberán
respetar, en lo esencial, los objetivos fijados en dicha Orden.
2. En las enseñanzas profesionales de danza, de acuerdo con la
disposición adicional segunda.2 del Real Decreto 85/2007, de 26 de
enero, por el que se fijan los aspectos básicos del currículo de las
enseñanzas profesionales de danza reguladas por la Ley Orgánica
2/2006, de 3 de mayo, de Educación, el Ministerio de Educación adoptará
las medidas oportunas para la adaptación del currículo a las necesidades
del alumnado con discapacidad.
3. En las enseñanzas profesionales de artes plásticas y diseño, de
acuerdo con lo regulado en la disposición adicional primera del Real
Decreto 596/2007, de 4 de mayo, por el que se establece la ordenación
general de las enseñanzas profesionales de artes plásticas y diseño, se
facilitarán al alumnado con discapacidad los medios y recursos que se
precisen para acceder y cursar las enseñanzas artísticas profesionales de
artes plásticas y diseño.
Asimismo, a la vista de lo contemplado en el artículo 13.2 del mencionado Real
Decreto, los centros que impartan enseñanzas profesionales de artes plásticas y
diseño desarrollarán y completarán los currículos establecidos por el Ministerio
de Educación, mediante la puesta en práctica de su proyecto educativo y la
implementación de programaciones didácticas que tomen en consideración, entre
otras, las necesidades del alumnado, con especial atención a las de quienes
presenten una discapacidad.
Igualmente, teniendo en cuenta lo preceptuado en el artículo 17.1 del citado Real
Decreto, la organización, estructura, contenidos y criterios de evaluación de las

14
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

pruebas de acceso serán determinados por el Ministerio de Educación facilitando


la accesibilidad al alumnado con discapacidad que lo requiera.
Además, a tenor de lo previsto en el artículo 19.5 del referido Real Decreto, el
número máximo de convocatorias para la superación de cada módulo será de
cuatro. Con carácter excepcional, el Ministerio de Educación podrá establecer una
convocatoria extraordinaria
por motivos de discapacidad”.
Enseñanzas Artículo 22:
deportivas “En las enseñanzas deportivas, de conformidad con lo fijado en la disposición
adicional tercera del Real Decreto 1363/2007, de 24 de octubre, por el que se
establece la ordenación general de las enseñanzas deportivas de régimen especial,
las personas con discapacidad accederán a dichas enseñanzas en igualdad de
condiciones con el resto del alumnado, siendo obligación de la Administración
competente llevar a cabo los ajustes razonables para
que este acceso no comporte restricciones injustificadas contrarias al principio de
igualdad de oportunidades y articular el mecanismo necesario para que el
tribunal de las pruebas de acceso de carácter específico pueda valorar si el grado
de la discapacidad y las limitaciones que lleva aparejadas posibilita cursar con
aprovechamiento las enseñanzas, alcanzar las competencias correspondientes al
ciclo de que se trate y ejercer la profesión, al tiempo que adaptará, en su caso, los
requisitos y pruebas de acceso de carácter específico. Además, teniendo en cuenta
lo establecido en el artículo 13.1 del mencionado Real Decreto, los procesos de
evaluación se adecuarán a las adaptaciones de que haya podido
ser objeto el alumnado con discapacidad y se garantizará su accesibilidad a las
pruebas de evaluación”

¿Cómo se organiza la atención a los alumnos con necesidades educativas


especiales en la ESO?

Para aquellos alumnos que pasen a los centros de Educación Secundaria que corresponda
dado el centro de Primaria de procedencia se tomarán las siguientes medidas (Orden
EDU/849/2010, de 18 de marzo, págs. 31332-80)

A través de la evaluación inicial se procederá a la “ detección de sus necesidades de


apoyo educativo y servirán como referencia para adoptar las decisiones sobre su
atención educativa y realizar la posterior evaluación psicopedagógica cuando sea
necesario”
Los servicios de orientación educativa “realizarán, en caso necesario, la evaluación
psicopedagógica que se requiera para la detección temprana de las necesidades
específicas de apoyo educativo del alumnado, la adecuada escolarización del mismo, el
seguimiento y apoyo de su proceso educativo, el asesoramiento y el apoyo técnico
pedagógico al profesorado, así como la orientación y el apoyo a las familias para
favorecer un óptimo desarrollo de sus hijos”.
“La identificación de las necesidades específicas de apoyo educativo del alumnado
escolarizado, así como la determinación de los recursos y de las medidas
complementarias que se requieran para su atención, se realizarán de modo colegiado
por el conjunto de profesores que atienden al alumno, coordinados por el tutor y con el
asesoramiento de los servicios de orientación educativa, que realizarán la evaluación
psicopedagógica cuando se estime necesario”

15
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

“El profesorado facilitará que el alumnado con necesidad de apoyo educativo


desarrolle el mismo currículo de su grupo de referencia, coordinando todas las
medidas adoptadas y la colaboración, en su caso, de profesionales externos u otros
miembros de la comunidad educativa”.
“Corresponde al tutor la coordinación de la planificación, del desarrollo y la
evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los alumnos adscritos a su
grupo de clase, coordinando, asimismo, y mediando en la relación entre los alumnos,
el equipo de profesores vinculados con su grupo y las familias”.
“Corresponde a cada profesor, en el ámbito de las áreas de conocimiento o materias
que imparta y en colaboración con el tutor, la orientación, la dirección del
aprendizaje y del apoyo al proceso educativo del alumno, así como la atención
individualizada, con el asesoramiento de los servicios de orientación educativa y con
la colaboración de las familias”
“Los centros, al finalizar cada etapa educativa, o cuando estos alumnos cambien de
centro, aplicarán los mecanismos de coordinación y de transmisión de información
individualizada establecidos para todo el alumnado. El tutor realizará los informes
correspondientes en coordinación con el profesorado que los atiende y con los
servicios de orientación educativa”.
“En la elaboración del plan de atención a la diversidad participará el conjunto
de profesionales del centro, coordinados por el equipo directivo, que tomará en
consideración los contenidos especificados en el Anexo I. La comisión de
coordinación pedagógica organizará y dinamizará el proceso, contemplando las
colaboraciones necesarias con los servicios de orientación educativa, la inspección
educativa, la unidad de programas educativos y el centro de profesores y recursos”.

ALUMNADO CON ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES

En mi clase puedo encontrarme con alumnos con altas capacidades


intelectuales. En el capítulo IV se regula la actuación con el alumnado con Altas Capacidades
Intelectuales:

ALUMNADO CON ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES


(Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, págs. 31348- 31350)
Medidas 1. Adaptación curricular de profundización o ampliación del currículo
de adaptación que le corresponde por su edad. Cuando mediante evaluación psicopedagógica
se detecte rendimiento excepcional en un número limitado de áreas o materias o
cuando, teniendo un rendimiento global excepcional y continuado,* se detecte
desequilibrio en los ámbitos afectivo, emocional o social.
2. Enriquecimiento de los objetivos y contenidos del curso que
corresponde cursar al alumno por su edad, sin que ello suponga,
necesariamente, el desarrollo de contenidos de cursos siguientes y atendiendo a
los intereses y motivaciones del alumno; la flexibilización de los criterios de
evaluación y la metodología específica que conviene utilizar, teniendo en cuenta
el estilo de aprendizaje del alumno y el contexto escolar, así como medidas para su
desarrollo afectivo, emocional, social y creativo”.
3. Adelantar el inicio de etapas. “Si resultan insuficientes, “se podrá se
podrá flexibilizar, con carácter excepcional, el periodo ordinario de
escolarización, anticipando el inicio de las distintas etapas, ciclos, grados, cursos

16
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

y niveles en los que se organizan las enseñanzas del sistema educativo anteriores
a la universitaria, o reduciendo su duración, previa autorización, mediante
resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial. Esta
flexibilización se adoptará conforme a los criterios establecidos,
respectivamente, en los artículos 7 y 9 del Real Decreto 943/2003, de 18 de julio,
por el que se regulan las condiciones para flexibilizar la duración de los diversos
niveles y etapas del sistema educativo para los alumnos superdotados
intelectualmente, y según el procedimiento establecido al respecto en el artículo
31 de la presente Orden”.
Se adoptará esta medida cuando: “la evaluación psicopedagógica,
acreditadas las altas capacidades intelectuales del alumno, se valore que éste tiene
adquiridos globalmente los objetivos del curso, ciclo, grado, etapa o nivel que le
corresponde cursar por su edad y se prevea que dicha medida es adecuada para el
desarrollo de su equilibrio personal y de su socialización. La adopción de la medida
de flexibilización irá acompañada de un plan de actuación que contemple medidas
específicas para la atención a las necesidades del alumno en el centro o, en su caso,
en colaboración con otras entidades públicas o privadas”
Por otra parte se propone “el tratamiento globalizado e interdisciplinar de
las distintas áreas o materias del currículo agrupamientos con alumnos de cursos
superiores al de su grupo de referencia para el desarrollo de una o varias áreas o
materias del currículo, sean optativas o no, cuando se considere que su rendimiento
en ellas es alto y continuado y, en las mismas, tiene adquiridos los objetivos del curso
en el que está escolarizado”
Qué se ”Se prestarán especial atención a los intereses, motivaciones y expectativas, así
deberá tener en como al desarrollo de la creatividad en este alumnado, atendiendo a sus iniciativas e
cuenta para la incorporándolas al plan de atención a la diversidad, la propuesta curricular y la
adopción de adaptación curricular.”
estas medidas

ALUMNADO CON INTEGRACIÓN TARDÍA EN EL SISTEMA EDUCATIVO


ESPAÑOL
Esta orden también regula las medidas a tomar con el alumnado con integración
tardía en el sistema educativo español.

Alumnado con integración tardía en el sistema educativo español


(Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31350-1)
Escolarización Quienes presenten un desfase en su nivel de competencia curricular de dos o
más años, podrán ser escolarizados en uno o dos cursos inferiores al que
les corresponde por su edad siempre que dicha escolarización les permita
completar el periodo de escolarización obligatoria dentro de los límites de
edad establecidos con carácter general.
Siempre que se prevea que el nivel de competencia curricular del alumno le
permitirá alcanzar los objetivos de la etapa.
En todo caso recibirán medidas de apoyo educativo realizado por maestros
que no sean tutores de un grupo ordinario de alumnos, preferentemente
habilitados para la especialidad de Primaria.

17
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

ALUMNADO CON SE ENCUENTRA EN SITUACIÓN DE DESVENTAJA


SOCIOEDUCATIVA

La orden regula a los alumnos que proceden de medios sociales desfavorecidos y que
acumula retraso por falta de oportunidades de educación, formación, absentismo y pobre o
nulas expectativas educativas por parte de su entorno y también de ellos mismos

Alumnado que se encuentra en situación de desventaja socioeducativa


(Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31352)

¿A quién incluye? “Aquel que, estando escolarizado en educación primaria o en educación


secundaria obligatoria, presente desfase escolar significativo de más de
dos años académicos entre su nivel de competencia curricular y el curso en
el que está escolarizado y tenga dificultades de inserción educativa, debido
a su pertenencia a grupos socialmente desfavorecidos a causa de factores
sociales, económicos o de otra índole”
Esta condición será revisada cada curso escolar
Objetivo de la El objetivo de la evaluación inicial será determinar las medidas de refuerzo y
evaluación inicial las adaptaciones que sean necesarias, conforme a la normativa vigente, así como
establecer las oportunas medidas de apoyo y atención educativa, considerando
los criterios que se establecen en la presente Orden.
¿Quién realiza esta La citada evaluación inicial será realizada por el equipo de profesores que
evaluación? atiende al alumno, coordinados por el tutor, con el asesoramiento de los servicios
de orientación educativa.
¿Dónde se realiza Se realizará dentro de los grupos ordinarios
el apoyo educativo
en ESO?
¿En qué materias? Preferentemente en las materias de Lengua castellana y literatura y de
Matemáticas.
Organización de los El apoyo se realizará mediante las siguientes estrategias organizativas:
apoyos a) Por parte del profesorado del grupo, con las correspondientes
adaptaciones curriculares no significativas.
b) Por parte del profesorado del grupo y con el apoyo de otro
profesor, conjuntamente y dentro del aula ordinaria, con las
correspondientes adaptaciones curriculares no significativas.
c) Por parte del profesorado del grupo y con el apoyo de otro
profesor, en los grupos resultantes de los agrupamientos flexibles que
puedan establecerse en una determinada banda horaria.
d) Recurriendo a desdobles de grupos ordinarios.
Artículo 40. Apoyo educativo en pequeño grupo fuera del aula de
referencia.
“Con carácter excepcional, el alumnado que se encuentre en situación de
desventaja sociodecucativa, podrá recibir atención fuera del aula o en grupos
específicos Para desarrollar actividades específicas relacionadas con la
adquisición o refuerzo de las competencias básicas. Un máximo de 15 horas
sin adaptaciones curriculares significativas ni será coincidente con las
materias de Educación física, Educación plástica y visual, Tecnología y Música
(ni actividades complementarias) Grupos no menos de 12 y con revisión”
Artículo 41.Atención en grupos específicos

18
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

“Excepcionalmente y siempre que así se justifique en su Plan de


Atención a la Diversidad, los centros podrán establecer grupos específicos
de alumnos menores de dieciséis años que se encuentren en situación de
desventaja socioeducativa, que hayan repetido curso al menos una vez a lo
largo de su escolarización obligatoria y que, reuniendo las características
señaladas en el artículo 35 de la presente Orden, presenten graves
dificultades de adaptación en el aula, desmotivación hacia el trabajo escolar y
riesgo de abandono prematuro del sistema educativo. Los destinatarios de
esta medida serán, preferentemente, los alumnos matriculados en los dos
primeros cursos de educación secundaria obligatoria. Entre 10 -15 alumnos
que mantendrán su grupo de referencia (solo asistirán a algunas materias).
Evaluación psicopedagógica previa y revisión frecuente de su inclusión en el
grupo . El alumnado de un grupo específico tendrá un cotutor que realizará
su tarea de forma compartida con el profesor tutor de cada grupo de
referencia de los alumnos. El horario del alumnado de un grupo específico de
alumnos que se encuentren en situación de desventaja socioeducativa incluirá
dos horas semanales de tutoría, una con el tutor del grupo de referencia y otra
con el del grupo específico.”
¿Quién se encarga “El apoyo educativo de los alumnos de educación secundaria obligatoria que
del apoyo? se encuentren en situación de desventaja socioeducativa será realizado por
los profesores que impartan las materias correspondientes y, en el caso de los
grupos a los que se refieren los artículos 40 y 41 de esta Orden, por profesores de
la especialidad correspondiente de los cuerpos docentes que desempeñen sus
funciones en la educación secundaria obligatoria, sin perjuicio de lo
establecido en la Disposición adicional séptima de la Ley Orgánica 2/2006, de
3 de mayo, de Educación”

ALUMNADO CON CARENCIAS EN EL USO DE LA LENGUA CASTELLANA

Esta orden también regula la educación de aquellos alumnos con carencias importantes en
lengua castellana.

Alumnado con carencias en el uso de la lengua castellana


(Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31355-31356)

¿A 1. “El alumnado cuya lengua materna no sea la lengua castellana, que presente
quién se carencias en el uso de ésta última y no se encuentre en la situación descrita en el Artículo
refiere? 35 de la presente Orden, recibirá una atención educativa específica que le permita
adquirir la competencia lingüística necesaria en la lengua castellana que precise para su
desarrollo personal, el desenvolvimiento social y la participación normalizada en el
aprendizaje con
su grupo de referencia. Esta atención se prolongará durante el periodo de tiempo que
sea necesario y se realizará de acuerdo con la metodología propia del aprendizaje y la
enseñanza de una segunda lengua”
¿Quién se “El profesorado desarrollará estrategias de organización de la actividad en el aula y
encargará recursos metodológicos que favorezcan que el alumnado adquiera las competencias
del apoyo? básicas y los contenidos del currículo, teniendo en cuenta que su lengua materna es
diferente a la lengua vehicular del proceso de enseñanza”.
“En alumnos con desdoble en pequeños grupos “los profesores que impartan las
áreas o materias y los que realicen esta atención específica se coordinarán para
preparar la participación del alumno en el aprendizaje del área o materia

19
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

correspondiente. El profesor que preste esta atención específica al alumnado le


proporcionará las estrategias necesarias para realizar las tareas de las áreas o
materias que cursa, y preparará y reforzará la participación y el aprendizaje de las
mismas”
“Cuando un alumno presente desfase curricular grave, además de las referidas
carencias en el uso del castellano, le será de aplicación lo dispuesto en el capítulo
anterior. Los profesores que lo atiendan se coordinarán y colaborarán para diseñar el
plan de actuación conjunto y desarrollarlo de modo que se refuerce el aprendizaje de
la lengua castellana y el desarrollo de hábitos de trabajo básicos, técnicas de estudio,
estrategias de aprendizaje y del uso de materiales didácticos, así como la adquisición de
las competencias básicas”
¿Dónde se La atención a estos alumnos se realizará con carácter general en su grupo de
realizará? referencia.
En caso necesario, de 4º- 6º Primaria y en ESO podrá realizarse en pequeños grupos
fuera del aula ordinaria para favorecer su normalización: (1) compatibilizándola con su
participación en el grupo de referencia, (2) en desdoblamiento en horas coincidentes
con Lengua y Literatura, (3) grupos de no más de 8 alumnos y (4) con adscripción
revisable en función de la evolución

ALUMNADO QUE NO PUEDE ASISTIR DE FORMA REGULAR A LOS CENTROS


DOCENTES

En este apartado se incluyen alumnado con trastornos mentales y alumnado itinerante


como los que viven y viajan con los circos, por ejemplo. Además, existen medidas para los alumnos
hospitalizados o convalecientes en su domicilio por una enfermedad prolongada.

Alumnado hospitalizado o convaleciente en su domicilio por enfermedad prolongada de


modo regular a los centros docentes

“El alumnado que por prescripción facultativa deba permanecer, durante un periodo prolongado
de tiempo, en su domicilio o se halle hospitalizado mantendrá su escolarización en el centro en el que
esté matriculado y recibirá una atención educativa que garantice la continuidad del proceso
educativo y favorezca su reincorporación a su grupo de referencia en el centro”.
Excepcionalmente, si no puede asistir a clase y no puede recibir apoyo en el domicilio podrá
matricularse en la modalidad a distancia

“El profesorado que atienda al citado alumnado, en coordinación con el tutor del grupo del
centro en el que está escolarizado, elaborará un plan de actuación en el que se determinarán, al
menos, los aspectos básicos del currículo de las distintas áreas o materias, las medidas adoptadas y las
actividades a realizar para facilitar su aprendizaje y su desarrollo personal y social”.
Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31356

20
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

¿CÓMO DEBO IMPLICARME EN LA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA DE


ESTOS ALUMNOS?

Mi aportación como profesor resulta fundamental para la evaluación


psicopedagógica de estos alumnos debido a: la cantidad de horas que paso con ellos,
mi experiencia como profesional y las posibilidades que tengo para observar y
conocer a mis alumnos/as. Por tanto debo observar y recoger información lo más
objetiva y sistemática posibles sobre los aspectos que interesan en dicha evaluación.

“La evaluación psicopedagógica es competencia de los servicios de orientación educativa, siendo su


responsable un profesor de la especialidad de orientación educativa de dichos servicios, que
contará con la participación del profesor tutor, del conjunto del profesorado que atiende al
alumno, de la familia y, en su caso, de otros profesionales.”
“La evaluación psicopedagógica habrá de reunir la información del alumno y su contexto escolar,
familiar y social que resulte relevante para ajustar la respuesta educativa a sus necesidades:
a) Del alumno: Características individuales, desarrollo personal y social, historia educativa y
escolar, competencia curricular, estilo de aprendizaje y necesidad específica de apoyo educativo.
Además, en el caso del alumnado con altas capacidades intelectuales, habrá de recoger: Las
condiciones personales en relación con las capacidades que desarrolla el currículo, reflejando, si los
hubiere, los posibles desequilibrios entre los aspectos intelectual y psicomotor, de lenguaje y de
razonamiento y afectivo, emocional e intelectual.
b) Del contexto escolar: Análisis del proyecto educativo y de los aspectos de la organización y de
la intervención educativa que favorecen o dificultan el desarrollo del alumno, de las características
de las relaciones que establece con los profesionales que lo atienden, con sus compañeros en el
contexto del aula y en el centro escolar, teniendo en cuenta las observaciones realizadas y la
información facilitada por el profesorado y otros profesionales que intervengan en la atención
integral del alumno.
c) Del contexto familiar y social: “Características de la familia y de su entorno, expectativas de los
padres, su cooperación con el centro y en el desarrollo del programa de atención educativa, su
inclusión social y los recursos socioculturales que puedan complementar el desarrollo del alumno,
especificando aquellos en los que participa”.
Orden EDU/849/2010, de 18 de marzo, pág. 31359

Nunca debo olvidar que los datos de mis alumnos son confidenciales.

“Artículo 55. Confidencialidad y protección de datos


1. El profesorado y el resto del personal que, en el ejercicio de sus funciones, deban conocer el
contenido del informe de evaluación psicopedagógica, del dictamen de escolarización o de otros
documentos contenidos en el expediente, garantizarán su confidencialidad y quedarán sujetos
al deber de sigilo”.
LOMCE, BOE, nº 295,10 diciembre 2013, Sec.I, pág. 31361

21
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

¿CÓMO SE PROCEDE CUÁNDO UN ALUMNO NECESITA UNA ADAPTACIÓN


CURRICULAR SIGNIFICATIVA?
A continuación se recoge el anexo II del BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I
(pág 31377-79) en el que se recogen las orientaciones para la elaboración, desarrollo y
seguimiento en estos casos.
ANEXO II: Orientaciones para el proceso de elaboración, desarrollo y seguimiento de
las adaptaciones curriculares significativas
(BOE, nº 83, martes 6 de abril de 2010 Sec. I,pág 31377-79)

“El equipo de profesores que detecte que un alumno encuentra dificultades importantes para
participar y progresar en el proceso de enseñanza y aprendizaje y considere que puede necesitar
adaptación curricular significativa solicitará, a través del profesor tutor, que se realice la evaluación
psicopedagógica correspondiente.
Los servicios de orientación educativa realizarán o, en su caso, actualizarán la evaluación
psicopedagógica del alumno, con la participación de todos los profesionales implicados en la atención
al alumno y de la familia.
En el caso de que se detecte que el alumno evaluado presenta necesidades educativas especiales,
todos los profesionales que lo atiendan, coordinados por el tutor, elaborarán y desarrollarán el plan
de actuación individualizado que facilitará al alumno el máximo desarrollo posible de sus
capacidades y la adquisición de las competencias básicas. Dicho plan se recogerá por escrito en el
Documento Individual de Adaptación Curricular (D.I.A.C.),
Para elaborar el D.I.A.C. se realizarán las siguientes actuaciones:

a) El tutor trasladará la información relativa a los datos personales y familiares del alumno,
contenida en el informe psicopedagógico, al D.I.A.C.
b) El equipo de profesionales, asesorado por los servicios de orientación educativa y coordinado
por el tutor, analizará la información contenida en el informe psicopedagógico, completará los
apartados correspondientes del D.I.A.C. y realizará una previsión de recursos para atender a
las necesidades del alumno (ayudas, recursos materiales de acceso, recursos de apoyo y
refuerzo, modificaciones del entorno, etc.).
c) El tutor y el profesional que corresponda de los servicios de orientación educativa definirán las
líneas generales del plan de actuación que elaborará y desarrollará todo el equipo de
profesionales que atiende al alumno.
d) El tutor coordinará la elaboración del plan de actuación siguiendo este proceso:

Análisis del nivel de desarrollo de las competencias y de las capacidades que servirán de
apoyo para realizar los nuevos aprendizajes.
Definición de objetivos, competencias, contenidos y criterios de evaluación que se utilizarán
como referencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje de todas las áreas de
conocimiento o materias.
Selección de recursos y estrategias metodológicas para desarrollar el plan de actuación:

o Recursos de apoyo y refuerzo y su coordinación.


o Estrategias didácticas más adecuadas al estilo de aprendizaje del alumno. Coordinación
de las estrategias metodológicas, incluida la evaluación, utilizadas entodas las áreas o
materias curriculares para el desarrollo de las competencias básicas del alumno.
o Materiales didácticos para favorecer dicho desarrollo.

Orientaciones para la realización de las adaptaciones curriculares de las áreas o materias.


Elección de estrategias para realizar el seguimiento y la evaluación del desarrollo del plan de

22
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

intervención.

e) Cada profesional realizará las adaptaciones curriculares correspondientes a las áreas o


materias que imparte o al ámbito de desarrollo que le corresponda.
f) Una vez realizadas las adaptaciones curriculares de las áreas o ámbitos, el equipo de
profesionales se reunirá para completar el D.I.A.C. y coordinar el desarrollo de las
adaptaciones.

Cada profesor desarrollará la adaptación curricular correspondiente al área o materia que imparta
o al ámbito de desarrollo que le corresponda en colaboración con otros profesionales que prestan
atención al alumno.
El desarrollo de las adaptaciones curriculares conllevará la realización de un seguimiento
continuado, de acuerdo con el plan establecido, que realizará:

a) Cada profesor, para adaptar las condiciones de enseñanza y aprendizaje a las necesidades
que va detectando a través de la observación de la interacción del alumno con el contenido de las áreas
o materias y los materiales curriculares.
b) El equipo de profesionales, al menos una vez al trimestre, para valorar globalmente la adecuación
de los objetivos y el desarrollo de las capacidades. Dicho equipo, además, realizará una evaluación
previa a la sesión de evaluación del grupo ordinario, en la que se analizarán los siguientes aspectos:

Desarrollo individual y social.


Desarrollo académico.
Competencias que más ha desarrollado.
Limitaciones de participación en el aprendizaje que ha encontrado.
Adecuación de los recursos humanos y materiales al estilo de aprendizaje y
necesidades del alumno.
Resultados y observaciones del proceso de evaluación del alumno.

En el caso de que, como resultado del seguimiento realizado, se detecte que el alumno encuentra
dificultades de aprendizaje en las condiciones de enseñanza y aprendizaje que se proponen en la
adaptación, se realizará la revisión y las modificaciones oportunas del documento para garantizar
que dicho alumno puede participar y desarrollar al máximo sus capacidades.
En todo caso, al finalizar cada curso, se valorará el desarrollo de la adaptación curricular con el fin de
que las conclusiones obtenidas sirvan de referente para elaborar la adaptación del curso siguiente”

23
Tema 8.
El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas

Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

I. Orjales, I. Sánchez-Queija, M.T. Martín-Aragoneses, A. Brioso


Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 3
1. VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA LABOR DEL PROFESOR DE SECUNDARIA ..... 6
1.1 EL CENTRO EDUCATIVO ............................................................................... 7
1.2 LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR........................................................ 8
1.3 LAS METAS DE LA INSTRUCCIÓN ............................................................... 10
1.4 LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ALUMNOS................................................. 11
1.5 LAS INTERACCIONES ENTRE IGUALES EN LOS CONTEXTOS EDUCATIVOS:
LA TUTORÍA Y LA COOPERACIÓN .................................................................... 14
2. LA NECESIDAD DE VELAR POR LA SALUD LABORAL ........................................ 16
2.1 Respecto a la manifestación y detección .................................................. 17
2.2 Respecto a la prevención/intervención .................................................... 18
3. EL PROFESOR EN EL AULA: GUÍA DE ACTUACIÓN ........................................... 20
3.1 PLANIFICAR LA ACCIÓN EDUCATIVA ......................................................... 20
3.1.1 Respecto a la materia ......................................................................... 20
3.1.2 Respecto a los materiales................................................................... 21
3.1.3 Respecto a la metodología ................................................................. 22
3.1.4 Respecto a los alumnos ...................................................................... 25
3.2 ADAPTAR LA METODOLOGÍA AL GRUPO Y A LAS PROPIAS POSIBILIDADES:
REESTRUCTURAR EL PLAN INICIAL. ................................................................. 26
4. CÓMO AFRONTAR LAS SITUCIONES PROBLEMA ............................................. 27

2
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

INTRODUCCIÓN
Atendiendo a la información que se recoge en el cuadro 1 (y que ya figuraba en
el tema 6/7) en los Centros Educativos y, por lo tanto, en su práctica profesional como
futuro profesor de la ESO, tendrá que afrontar la formación de alumnos muy
diferentes:
Alumnos sin dificultades y con base académica suficiente para cursar la asignatura
que usted debe impartir.
Alumnos sin dificultades pero que carecen de base académica suficiente para cursar
la asignatura debido, por ejemplo, a que: la tienen pendiente del año anterior, la
aprobaron sin nivel suficiente o son alumnos recién llegados de otros países con
un buen rendimiento pero que no han cursado estos contenidos.
Alumnos con dificultades académicas todavía no diagnosticadas y que, por lo
tanto, no reciben la atención necesaria.
Alumnos con dictamen de Necesidades Educativas Especiales (NEE) que cursan la
asignatura con adaptaciones curriculares
CUADRO 1. ARTÍCULO 26 LOE. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA
(ESO)

1. Los centros elaborarán sus propuestas pedagógicas para esta etapa (secundaria)
desde la consideración de la atención a la diversidad y del acceso de todo el
alumnado a la educación común. Asimismo, arbitrarán métodos que tengan en
cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje de los alumnos, favorezcan la capacidad
de aprender por sí mismos y promueva el trabajo en equipo
4. Corresponde a las Administraciones educativas promover las medidas necesarias
para que la tutoría personal de los alumnos y la orientación educativa,
psicopedagógica y profesional, constituyan un elemento fundamental en la
ordenación de esta etapa.
5. Asimismo, corresponde a las Administraciones educativas regular soluciones
específicas para la atención de aquellos alumnos que manifiesten dificultades
especiales de aprendizaje o de integración en la actividad ordinaria de los centros, de
los alumnos de alta capacidad
LOE (Artículo 26)

3
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Cada uno de estos grupos de alumnos se caracterizará, además, por tener un


nivel de motivación muy distinto tanto hacia los estudios, en general, como hacia su
asignatura, en particular. En este sentido, encontrará alumnos especialmente
motivados por su asignatura pero también alumnos moderadamente desmotivados
(más centrados en otras facetas de su vida que en el estudio), aquellos
extraordinariamente desmotivados, e incluso, un grupo que se comportará como si
sufriera una verdadera “fobia académica” con muy baja tolerancia ante la frustración,
a cualquier pequeño esfuerzo de tipo académico (lo que no se reflejará
necesariamente en otras áreas de su vida) y que mostrará un sinfín de
comportamientos de evitación de este tipo de tareas. Todo ello, claro está, encubierto
tras una imagen bien labrada de “pasota” y “vago” que lucen con orgullo porque es
para ellos algo más aceptable que la imagen, más real, de “no me siento capaz”.

Pues bien, está de enhorabuena, porque todo el paquete es suyo. Al completo.


Por lo tanto y aunque recibirá algún apoyo para aquellos alumnos que figuren como
chicos/as con NEE, es importante que, en el momento de diseñar su asignatura, tenga
presente que debe enfocarla para que pueda abarcar a todo este espectro de alumnos.

Por otra parte, en el mismo tema 6 y 7 incluíamos un cuadro más que recogía
los objetivos de la ESO. Quizá pasó muy por encima de esta información, pero
conviene que como futuro profesor de Secundaria recuerde que su labor docente, en
el marco de su asignatura y con tan amplio espectro de alumnos, no se limita
solamente a los contenidos académicos. En la medida de lo posible sus clases deberán
contribuir a:
a) Ayudar a los alumnos a asumir responsablemente sus deberes, practicar la
tolerancia y la solidadaridad entre las personas y grupos y ejercitarse en el diálogo.
b) Desarrollar y consolidar hábitos de disciplina, estudio y de trabajo (individual y en
equipo).
c) Valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades
entre ellos, rechazando los estereotipos.
d) Ayudarles a fortalecer sus capacidades afectivas, rechazar la violencia, los
prejuicios, y los comportamientos sexistas. Resolver pacíficamente los conflictos.
e) Ayudarles a desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de
información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos.

4
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

f) Formarles para concebir el conocimiento científico como un saber integrado


(estructurado en diferentes disciplinas) ayudándoles a conocer y aplicar los
métodos para identificar los problemas en los diversos campos del conocimiento y
de la experiencia.
g) Fomentar el espíritu emprendedor y la confianza en sí mismo, la participación, el
sentido crítico, la iniciativa personal y la capacidad de aprender a aprender,
planificar, tomar decisiones y asumir responsabilidades.
h) Comprender y expresar con corrección (oralmente y por escrito) textos y mensajes
complejos e iniciarse en el conocimiento, la lectura y el estudio de la literatura.
i) Comprender y expresarse en una o más lenguas extranjeras de manera apropiada.
j) Conocer, valorar y respetar los aspectos básicos de la cultura y la historia propias y
de los demás, así como el patrimonio artístico y cultural.
k) Conocer y aceptar el funcionamiento del propio cuerpo y el de los otros, respetar
las diferencias, afianzar los hábitos de cuidado y salud corporales e incorporar la
educación física y la práctica del deporte para favorecer el desarrollo personal y
social. Conocer y valorar la dimensión humana de la sexualidad en toda su
diversidad.
l) Valorar la salud, el consumo, el cuidado de los seres vivos y el medio ambiente,
contribuyendo a su conservación y mejora.

En el diseño de su asignatura deberá tener en cuenta los objetivos anteriores


valorando en qué medida puede, desde su área, contribuir a su desarrollo,
adaptándolos a cada subgrupo de alumnos y estableciendo las debidas prioridades en
función de sus años de experiencia como docente.
En los siguientes apartados encontrará algunas orientaciones que le ayudarán en
la toma de decisiones y en el diseño de su labor como Profesor de Secundaria. Con ello
trataremos de contribuir a que, con el estudio y la experiencia, pueda ir aumentando
su propio repertorio de respuestas y soluciones posibles a las situaciones más
habituales que pueda encontrarse en el aula y, en especial, ayudarle a desarrollar la
flexibilidad cognitiva suficiente que le permita:
Comprender la complejidad de cada situación poniéndose en el lugar de los demás
(alumnos, padres y de otros profesores).

5
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Analizar las variables que están influyendo en cada momento particular en la


aparición del problema, en su mantenimiento y en las actitudes y reacciones de las
personas implicadas.
Analizar los recursos de que dispone como profesional para enfrentarse, de la
forma más adecuada, a cada situación concreta.
Saber tomar las decisiones más idóneas evaluando los resultados y aprendiendo de
la experiencia.
Saber cómo ajustar las metas, regular su esfuerzo, distribuir su energía, valorar sus
logros, automotivarse, actualizar su formación, y cómo y cuándo pedir ayuda en el
caso de que lo considere necesario.

Recuerde que con su actitud, sus comentarios y su modo de actuar podrá servir
de modelo y fomentar el desarrollo personal de sus alumnos haciendo que:
Trabajen en el conocimiento de sí mismos (autoconcepto académico, personal o
social )
Aumenten su sentido de la autoeficacia. Por ejemplo, ayudándoles a descubrir que
son capaces de afrontar retos académicos y personales que no pensaban y
fomentando el desarrollo de habilidades de afrontamiento adecuadas.
Aprendan a valorarse y aceptarse como son, aumentando su autoestima.
Se sientan más autónomos en el trabajo y más capaces de automotivarse
venciendo sus temores e inseguridades y desarrollando una actitud perseverante y
mejorando su tolerancia ante la frustración.
Dividiremos el capítulo en tres apartados. Una primera parte en la que
reflexionaremos sobre las variables que influyen la labor del profesor de secundaria,
una segunda parte, en la que se resaltará la necesidad de velar por la salud laboral en
el marco de nuestra profesión y, una tercera parte que pretenderá ser una primera
guía de actuación para afrontar nuestra labor los primeros años.

1. VARIABLES QUE INFLUYEN EN LA LABOR DEL PROFESOR DE


SECUNDARIA
Un primer paso para comprender la complejidad de las distintas situaciones de
aprendizaje a las que va a tener que enfrentarse como profesor de Secundaria es tener
presente las variables que influyen en la buena marcha del aula y el buen

6
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

aprovechamiento educativo de sus alumnos. Son muy numerosas las investigaciones


que han tratado de analizar las variables del contexto escolar que más influencia
ejercen sobre el desarrollo psicosocial del adolescente y sobre su proceso de
aprendizaje escolar (Bruning et al. (2002); Miranda, 2005). A continuación revisaremos
algunos aspectos que consideramos relevantes: el centro educativo, las características
del profesor, las metas de la instrucción, las características de los alumnos y las
interacciones entre los iguales.

1.1 EL CENTRO EDUCATIVO

El centro escolar, junto con la familia y los iguales, tiene una influencia decisiva
en la vida de los chicos. No debemos olvidar que los escolares españoles entre los 3 y
los 16 años pasan más de 13.000 horas en los centros educativos. Pero la importancia
de este contexto no reside tanto en el tiempo que los chicos permanecen en él sino en
lo que allí ocurre. Además del marco de referencia para la enseñanza formal o el
aprendizaje de los contenidos curriculares, los centros educativos suponen un
importante contexto de socialización en el que los chicos van a realizar adquisiciones
de gran importancia para su desarrollo integral como personas. Este contexto les
brinda la oportunidad de aprender normas y valores que son propios de su cultura y a
relacionarse con figuras de autoridad diferentes a las que encuentran en sus familias,
de recibir un feedback sobre su saber hacer y comportarse, de interactuar con sus
iguales, de independizarse de la tutela familiar, etc. En definitiva, el colegio o el
instituto, al igual que la familia, es un escenario de aprendizaje, de conocimiento de
uno mismo y del mundo. Son variables vinculadas a este contexto, y por lo tanto a
tener en cuenta: las características del entorno (tipo de centro y población que atiende,
normas del centro, recursos de apoyo que tiene para los profesores…), del aula
concreta que nos ha tocado (un aula de diversificación, el peor grupo de todo 3º de la
ESO, etc.) y de la situación concreta con la que nos encontramos al llegar (un grupo
que tuvo un profesor que no supo controlarlo, un grupo que vivió una situación de
acoso escolar, un grupo al que le toca este año afrontar una prueba de nivel del
Ministerio, etc.). Al final de este documento, en los apartados 3 y 4, encontrará
algunas guías para hacer frente a estas variables.

7
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

1.2 LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR

Los profesores son figuras muy importantes en la vida de los chicos pues, al
igual que los padres y otros familiares cercanos, son adultos de referencia y, por su
influencia, potentes agentes socializadores.
Los profesores, como los padres, han ido construyendo -a partir de sus
experiencias, de sus vivencias y de su formación- teorías, más o menos implícitas,
sobre cómo son los alumnos y sobre los procesos de enseñanza/aprendizaje, que son
las que guían sus prácticas educativas.
Con respecto a las características del profesor se han analizado diversos
aspectos, entre ellos:
Las atribuciones que hacen los profesores sobre el rendimiento de los alumnos.
Estas atribuciones pueden ser conscientes o inconscientes. En este sentido, se ha
observado que los profesores que atribuyen los bajos rendimientos de algunos de
sus alumnos a su falta de esfuerzo tienden, por su parte, a esforzarse e implicarse
menos con el proceso de la enseñanza de estos estudiantes que con aquellos que
consideran que el mal rendimiento es debido a dificultades específicas. Esto
adquiere especial relevancia en la enseñanza en Secundaria y en Bachillerato
porque, a diferencia de lo que sucede con alumnos más pequeños, los
adolescentes suelen preferir esconder sus dificultades tras una actitud de vaguería
y rebeldía, lo que hace más difícil al profesor conocer lo que verdaderamente hay
detrás de esa falta de colaboración.
El estilo educativo de los profesores. Al igual que los estilos educativos de los
padres correlacionan con mayor o menor grado de ajuste de sus hijos e hijas,
también el estilo educativo de los profesores se relaciona con el comportamiento
de sus estudiantes en clase y con su aprendizaje. No es extraño observar que un
mismo grupo de alumnos pueda mantener el silencio durante toda la hora junto a
un profesor, mientras tiran tizas y juegan con otro docente, e incluso, forman
grupos de discusión con otro distinto a los anteriores. Cada profesor debe
plantearse qué tipo de estudiantes desea tener y tratar de conducir a sus alumnos
en ese sentido. Un profesor autoritario y rígido, que impone normas, no escucha a
los estudiantes, ridiculiza las preguntas “poco interesantes” de los alumnos, no
responde a las iniciativas de los mismos, sanciona, castiga, intimida y reprocha
obtendrá alumnos quietos en sus aulas pero que aprenderán de forma limitada los
contenidos, probablemente se limiten a memorizar y reproducir los contenidos en

8
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

el examen, aunque olviden lo memorizado unos días después. Alumnos poco


seguros de sí mismos y con poca o nula autonomía en el aprendizaje. Un profesor
“laissez faire” o permisivo que deja que los estudiantes decidan por sí mismos y
les da libertad para actuar pero que no aporta respuestas a las preguntas, que
tampoco pone límites, ni estructura el aprendizaje, dará lugar a estudiantes que no
sabrán sacarle partido y fruto a su experiencia de autogestión, puesto que tal
autogestión no está dirigida a una meta, no está supervisada por un experto, no se
re-encamina la situación cuando está se desvía del objetivo y no se obtiene
feedback sobre si lo realizado es o no correcto. El profesor democrático, sin
embargo, plantea un abanico de posibilidades a los estudiantes sobre qué escoger
y qué hacer (pero limitado éste a aquellas actividades y procedimientos que
permitirán a los alumnos alcanzar los objetivos que el profesor tiene, frente al
laissez-faire que no tiene tales objetivos), escucha a los estudiantes, aporta
feedback cuando es necesario, establece normas y límites que son explicados y
razonados a los estudiantes (en algunos casos, incluso, consensuados con ellos).
Este profesor ofrecerá feed-back a las respuestas correctas de los estudiantes,
cuando la respuesta sea parcialmente correcta recogerá la parte acertada y la
reformulará para acercarla al conocimiento social aceptado (felicitando al
estudiante que hizo la aportación), ofrecerá ayudas a quienes se equivocaron
dando la oportunidad de volver a ensayar la respuesta y aportará pistas y ayudas a
los que no saben responder, de forma que ellos tengan la experiencia de haber
argumentado una respuesta que, si no es correcta, tampoco es del todo errónea (a
diferencia del profesor permisivo que dejaría al estudiante en su error y el
autoritario daría la respuesta correcta haciendo patente la incorrección del
estudiante errado). Los profesores democráticos serán los que consigan mejores
resultados académicos de sus estudiantes a pesar de que, probablemente su clase
sea más ruidosa que la del profesor autoritario aunque sin la falta de control que
caracteriza a las del profesor permisivo.
Los efectos de diferentes estrategias para manejar el aula. Miranda (2005) cita una
investigación realizada en Noruega en el 2002, en la que participaron 99 profesores
y más de 2000 alumnos. La investigación tenía como objetivo analizar las relaciones
entre el modo en el que el profesor maneja el aula – su competencia al enseñar,
grado de control sobre los alumnos, relaciones que establece con ellos y estilo de
intervención ante los problemas- y, el tipo clima social del aula y la aparición de

9
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

conductas de bullying1. Los investigadores encontraron que la falta de interés del


profesor por sus alumnos, la escasa preparación de las clases y la no intervención
ante los problemas que surgen, generan un mal clima social en el aula y favorece la
aparición de conductas de bullying.
La calidad de las relaciones que los profesores establecen con sus alumnos, lo que
se ha demostrado que es un buen predictor de la adaptación social y emocional de
los chicos (Murria y Greeberg, 2000). Cuanto mejores y más positivas son las
relaciones mayor es el ajuste social y emocional de los alumnos.

1.3 LAS METAS DE LA INSTRUCCIÓN

Los procesos de instrucción escolar pueden orientarse hacia dos objetivos


principales: fomentar el aprendizaje o el rendimiento académico final (conseguir
buenas calificaciones escolares). Dicho en otras palabras, la instrucción puede
centrarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje o en el producto de dicho proceso.
Las investigaciones revelan que cuando la enseñanza tiene como objetivo fomentar el
aprendizaje y el deseo de conocer, se suelen conseguir interacciones más positivas de
los alumnos con el profesorado y los alumnos desarrollan más sentimientos
pertenencia al centro escolar, estrategias más eficaces para afrontar situaciones
problemáticas y una motivación más intrínseca (el hecho de aprender o saber algo se
convierte en algo de por sí gratificante). Por el contrario, la meta de la instrucción
orientada fundamentalmente a los rendimientos escolares, se suele asociar con el
fomento de la competitividad entre los alumnos (estableciéndose diferencias entre los
más hábiles y los más torpes), con la disminución de las interacciones con los
profesores (preguntar o pedir ayuda puede ser interpretado como falta de
competencia) y con el aumento de los problemas de comportamiento en el aula. Es un
hecho frecuente que los alumnos con más dificultades en los aprendizajes tengan un
comportamiento más disruptivo en el aula que sus compañeros más capaces. La
explicación que dan Kaplan, Gheen y Midgley (2002) es que esos chicos exhiben esos
comportamientos inadecuados para enmascarar su falta de competencia, prefieren
que sus compañeros piensen que sus bajos rendimientos obedecen a sus problemas de
comportamiento que a problemas de competencia cognitiva. Pero probablemente

1
Bullying: conducta que provoca daño físico o sufrimiento psíquico, que se produce de forma
intencional y repetida, existiendo una situación de desigualdad.

10
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

influyen otros factores como el peso que tiene sobre la autoestima y el equilibrio
emocional del alumno el haber vivido años repetidos de fracaso o la actitud y
metodología utilizada en el aula. Por ejemplo, no es infrecuente observar que los
profesores más faltos de recursos para motivar y manejar a sus alumnos en el aula
sean los que recurran más a las notas para intentar controlar el comportamiento de
sus alumnos (con exámenes sorpresa o a la amenaza de puntos negativos o
suspensos). Este es el motivo de que asignaturas que deberían fundamentarse en la
práctica como el arte, el deporte o la educación para la ciudadanía, se conviertan en
asignaturas con exámenes teóricos difíciles de aprobar hasta para alumnos
especialmente dotados. Entramos, entonces, en un círculo negativo del que es muy
difícil salir. El alumno negado para las matemáticas no puede destacar en aquellas
asignaturas para las que sí tiene buenas habilidades lo que aumenta su sentimiento de
frustración, la percepción de que todo esfuerzo es inútil y fomenta directamente la
falta de perseverancia y esfuerzo.

1.4 LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ALUMNOS

Las características de la educación formal descritas a lo largo de este apartado


dedicado al contexto escolar permiten tener una visión general de lo ocurre dentro de
las aulas pero no debemos olvidar que los estudiantes que ocuparán nuestras aulas
como futuros maestros de secundaria tienen una característica común: son
adolescentes. Por tanto, realizaremos ahora una revisión necesariamente simple de
cómo interacciona la adolescencia y la educación secundaria basándonos en el texto
de Oliva (1990).
El comienzo de la Educación Secundaria coincide con el inicio de la
adolescencia, pero también con un descenso importante de la motivación hacia el
mundo escolar y el rendimiento académico, además de un aumento considerable de
las faltas a clase o las conductas disruptivas en el aula.
La reducción de los índices de ajuste escolar y el aumento de los indicadores de
desajuste académico en los adolescentes, no parece accidental. Por una parte, y con el
desarrollo puberal, los chicos y chicas están comenzando a experimentar el deseo
sexual lo que hace que estén más preocupados por su atractivo ante el sexo opuesto o
la elección de pareja que de los contenidos académicos. La pubertad implica, además,
cambios físicos que como ya vimos en el tema 4, redundan directamente en la

11
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

autoestima del adolescente por lo que chicos y las chicas están demasiado
preocupados por descubrirse a sí mismos, modificar su autoconcepto y mantener a
flote su autoestima como para preocuparse por los asuntos “más triviales” de la
escuela. Por otra parte, y en este marco de desarrollo, el grupo de amigos cobra una
especial relevancia y el estatus que se ocupa dentro del mismo, comienza a vivirse
como esencial. Por norma general, al grupo le resultan más “interesantes” y
“divertidos” los chicos y chicas “malos” que los que están bien ajustados al contexto
escolar, por lo tanto es fácil que comportamientos como faltar a las clases, fumar o
beber y demostrar control sobre el profesor (desconcertándolo, burlándose o
retándolo directamente) se vean socialmente más reforzados que aquellos que
contribuyan a mantener la imagen de alumno conformista y adaptado (más asociado a
la infancia) o estudioso y responsable (más asociado al rol adulto).
Sin embargo, aunque algunos de estos factores pueden ser causa del desajuste
escolar en la adolescencia, el ser humano es especialmente complejo y las cosas no
siempre son lo que parecen. Nada es blanco o negro. Hablábamos, por ejemplo, de la
influencia del grupo y ésta es muy real, especialmente en la adolescencia, pero esta
influencia no siempre es negativa. En contra de lo que la mayoría pensaríamos, los
estudios revelan que, con mayor frecuencia, la presión del grupo de amigos se dirige
hacia conductas adaptadas que hacia conductas desadaptadas, y aunque “el guay” de
la clase suele ser un “chico malo”, los adolescentes tienen un desarrollo cognitivo y
social lo suficientemente maduro como para saber que “el chico malo” es divertido,
pero que no llegará muy lejos. Así, los estudios revelan en contra del clima de alarma
social reinante, que la mayor parte de los adolescentes beberán alcohol, se
emborracharán algunas veces, llegarán tarde a casa y se saltarán algunas clases (todo
ello acompañado por sus iguales) pero siempre dentro de un límite. La mayoría de
estos adolescentes, con ayuda de su propio autocontrol y la presión e influencia del
grupo de iguales y de los adultos que les aprecian, se convertirán en adultos ajustados.
Pero comprender la etapa adolescente no debe entenderse como dejar al azar
su desarrollo y educación. Deberíamos reflexionar sobre ello detenidamente: los
institutos son centros educativos pero ¿qué hacen los institutos para ayudar a sus
alumnos y alumnas a pasar por esta transición? Y nosostros, los profesores, somos
educadores pero ¿qué hacemos nosotros para ayudarles en este tránsito? ¿Realmente
entendemos los cambios que suponen para ellos?
En primer lugar, el paso de Educación Primaria a Secundaria supone para
muchos de nuestros chicos y chicas un cambio de centro educativo. Y esto se produce
en un momento en el que la amistad es uno de los valores más importantes de los

12
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

chicos y un pilar fundamental de seguridad y estímulo en sus vidas. Sin embargo, el


sistema educativo separa al adolescente de sus compañeros de la infancia y le obliga a
establecer nuevas redes sociales en un momento evolutivo en el que, la inseguridad y
el descenso de la autoestima está documentada. Es decir, los compañeros son
importantes pero obligamos a los adolescentes a dejarlos cuando más lo necesitan y a
construir nuevas relaciones en el momento de mayor vulnerabilidad emocional. No es
muy diferente cuando el cambio de centro se da de los dos primeros cursos de ESO a
los dos últimos.
En segundo lugar, el número de profesores con los que debe aprender a
relacionarse se triplica y el “tutor” deja de ser un referente importante. El tutor de
primaria suele ser aquel que pasa más horas del día con los chicos, suele conocerlos en
el marco de diferentes asignaturas y tener la posibilidad de relacionarse con su familia.
En pro de una enseñanza más especializada, el adolescente tendrá que enfrentarse
ahora a un profesor diferente para cada asignatura, con sus propios métodos,
costumbres, formas de evaluar y características propias. No es extraño que la relación
profesor- alumno se vuelva más distante, en algunos casos más tensa, y no es extraño
encontrar enfrentamientos directos entre unos y otros. En el momento en que
mayores conflictos ocurren en la relación familiar, cuando el adolescente está
desidealizando a los padres y distanciándose de ellos en busca de autonomía física y
emocional, cuando los otros adultos podrían tomar el relevo y convertirse en un buen
referente para ellos, es cuando le hacemos perder todo referente y sumimos al
adolescente en un sinfín de relacionales que no puede por menos que convertirse en
superficiales.
En tercer lugar, aumentan las exigencias del profesor y la competitividad entre
los compañeros. Los profesores de secundaria se preocupan más por el currículum y
menos por la persona. Esto es debido, en parte, al menor tiempo de dedicación que
pueden tener con cada alumno: no es lo mismo tener 25 alumnos durante 20 horas a
la semana que tener 5 clases de 25 alumnos durante 4 horas a la semana (para cuando
terminas de tener una idea de cómo funciona cada uno de tus 125 alumnos ha pasado
prácticamente todo el curso). Pero también a la sensación de que su labor dejará
menos huella en ellos (el profesor siente que pasa poco tiempo con ellos como para
pensar en que pueda modificar la falta de base que tienen algunos, la actitud de
rechazo a la materia o conocerlos e influir sobre su futuro). Pero no sólo el profesor
influye en este sentido, en Secundaria y Bachillerato se fomenta más la competitividad
que la cooperación entre iguales debido a que el nivel es más elevado, más difícil de

13
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

alcanzar y se siguen estándares ajenos al aula y al centro (ej. superar selectividad) que
poco o nada tienen en cuenta las características de los alumnos y las alumnas.
En cuarto lugar, el currículum en la secundaria está más estructurado y es más
exigente, dejando pocas posibilidades de elección a los estudiantes. En el momento en
el que chicos y chicas buscan más autonomía, la escuela se la recorta.
Todos estos factores que hemos enumerado pueden ser la causa de la brusca
caída de calificaciones que se produce en la secundaria, que NO va acompañada de un
descenso en las puntuaciones de desarrollo cognitivo o aptitudes, entrando en un
círculo vicioso de difícil salida: peores calificaciones llevan a un bajo sentimiento de
autoeficacia. El sentimiento de autoeficacia es imprescindible para ser capaz de
enfrentar y resolver con eficiencia las situaciones, así que un sentimiento bajo de
autoeficacia lleva a peores calificaciones.
Por lo tanto, podemos plantearnos como parte de nuestra labor ayudar a los
estudiantes en esta situación de cambio y transición. Por ejemplo, podemos ayudarles
a conocer el centro, sus normas, sus costumbres y, sobre todo, a sus compañeros.
Para ello existen multitud de técnicas de grupo que pueden ayudarnos. Establecer una
forma de trabajo colaborativo o cooperativo también nos ayudará a enfrentar este
objetivo al tiempo que permite un mejor aprendizaje de los estudiantes (recordad el
concepto de Zona de Desarrollo Potencial o Próximo) y ayuda a la integración de todos
los alumnos en el aula. Todos los profesores de secundaria tienen un grupo de tutoría.
Hablad con el orientador y utilizad esas horas para ayudar a los estudiantes en aquellas
cuestiones evolutivas por las que están pasando y que realmente les importan.

1.5 LAS INTERACCIONES ENTRE IGUALES EN LOS CONTEXTOS


EDUCATIVOS: LA TUTORÍA Y LA COOPERACIÓN

El centro educativo es, también, un contexto de desarrollo en el que los chicos


no sólo aprenden del profesor sino que aprenden los unos de los otros. De ahí que el
papel del profesor no deba limitarse a promover el desarrollo de una manera
unidireccional, desde lo que él proporciona a sus alumnos (conocimientos,
estrategias...), sino que debe tener en cuenta que las interacciones entre iguales, entre
compañeros, que también promueven el aprendizaje y por tanto, el desarrollo. Como
dice Bruner: El aprendizaje (sea lo que sea aparte de esto) es un proceso interactivo en
el que las personas aprenden unas de otras y no sencillamente del mostrar y contar”

14
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

(1997, p.39-40) En ese sentido, una de las funciones del profesor es buscar y potenciar
los tipos de interacciones entre iguales que resulten más eficaces para alcanzar
objetivos concretos.
Una línea de investigación importante se ha centrado en estudiar la interacción
entre iguales en el contexto educativo en dos situaciones diferentes: las relaciones de
cooperación y las relaciones de tutoría.
Relaciones de tutoría entre alumnos. Nos referimos al tipo de instrucción que
se da en una díada en la que un chico más competente o “experto” en una
determinada habilidad instruye a otro más inexperto o novato. Se trata de una
relación que se basa en la asimetría en cuanto al grado de competencia. Este
tipo de relaciones tiene efectos positivos en los aprendizajes de ambos
estudiantes. En el caso del estudiante inexperto, que no puede resolver -en
solitario- problemas que con la ayuda de su compañero “experto” puede
solucionar, los efectos positivos de la relación de tutoría pueden explicarse
recurriendo al concepto vygotskiano de zona de desarrollo potencial o
próximo2. Es decir, las habilidades necesarias para la resolución de esos
problemas se encuentran en la zona de desarrollo potencial del chico que con la
ayuda necesaria, la de su compañero, pueden pasar a formar parte de su nivel
de desarrollo actual. Los beneficios que obtiene el compañero “experto” en sus
aprendizajes se pueden explicar, según Melero y Fernández (1995), porque el
alumno tiene que dedicar más tiempo y esfuerzo para dominar aquello que
tiene que enseñar al otro y eso contribuye a que organice mejor sus
conocimientos y a que piense sobre lo que sabe o no sabe. De esa manera, se
favorece el desarrollo de la metacognición (lo que uno sabe acerca de su propio
conocimiento, ver tema 2). En este sentido, saber no implica saber explicar,
saber ponerse en el lugar del otro, en los conocimientos del otro y tener
estrategias para resolver sus dudas.
Relaciones de cooperación entre alumnos. Nos referimos aquí a las relaciones
que pueden establecerse en grupos: (1) que son heterogéneos respecto al nivel
de conocimientos, al género y a los intereses; (2) en los que se distribuyen las
tareas entre los distintos miembros y (3) que obtienen incentivos no por los
logros individuales ni por el resultado final del grupo, sino en función de los
logros de sus miembros (recompensa interdependiente). Las investigaciones

2
Para una revisión de esos conceptos vygotskianos consultar el material complementario del
tema 1: Diversas explicaciones sobre cómo se produce el desarrollo psicológico. Brioso, 2006, p.40-47.

15
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

que se han realizado en los últimos años han puesto de manifiesto el gran
potencial de este tipo de relaciones entre iguales para favorecer el desarrollo
socioafectivo: mejoran las relaciones entre los compañeros, se observan
interacciones más positivas respecto a los menos capacitados, se desarrollan
estrategias para controlar y canalizar la agresividad y aumenta la autoestima de
todos los participantes.
Como profesores podemos tratar de consensuar algunos contenidos con los
estudiantes. Sabemos que el currículum está establecido y qué contenidos hay que
impartir, pero podemos hacer que los alumnos y alumnas participen en la elección
del orden de impartición, metodología a emplear e incluso evaluación. Sin duda os
sorprenderá la elección de evaluación que escogen. Numerosas investigaciones
muestran que las evaluaciones que proponen los estudiantes son más exigentes
que las que proponen los propios docentes.

2. LA NECESIDAD DE VELAR POR LA SALUD LABORAL

Si insistimos tanto en que el profesor debe concienciarse de que no trabaja con


máquinas, que debe implicarse en algo más que instruir y que su labor condicionará las
vidas de muchos de los adolescentes que pasen por sus manos, debemos también
hacer una reflexión sobre cómo enseñar al profesor a formarse, cuidarse y protegerse
emocionalmente para evitar el desgaste que se ha venido a llamar “síndrome del
profesor quemado”.
A lo largo de su vida profesional como profesor deberá hacer frente a
situaciones complejas y difíciles, que en determinadas circunstancias pueden hacer
difícil afrontar el ejercicio de la docencia de una manera adecuada y eficaz. En muchas
ocasiones eso puede conducir al agotamiento emocional, aislamiento laboral y/o vacío
existencial, derivado de sentir que los esfuerzos realizados carecen de sentido. Es lo
que se conoce como malestar docente, crisis de identidad profesional o síndrome de
burnout o ‘del profesor quemado’. El término burnout fue utilizado inicialmente entre
los deportistas de alto rendimiento e introducido en el ámbito laboral, en 1974, por el
psicólogo clínico alemán Herbert Freudenberger para referir la sensación de
agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral, como

16
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

consecuencia del desgaste diario, en personas cuya profesión supone un servicio


directo a los demás.
Según Maslach y Jackson (1981), el origen de este síndrome estaría en una
tensión emocional o estrés prolongado, derivado de los problemas que surgen cuando
se trabaja con otros. Entre las diferentes causas asociadas a la aparición de este
síndrome en el docente se han señalado: conflictos con el alumnado (indisciplina, falta
de respeto, agresividad del alumnado…), agotamiento por la profesión (exceso de
alumnos por clase, heterogeneidad del alumnado, falta de interés y motivación del
alumnado, acumulación de tareas y exceso de carga de trabajo…), conflictos con
compañeros, deficiencias en medios didácticos, metodología pedagógica a utilizar,
conflictos con padres de alumnos, conflictos con autoridades educativas, asignaturas o
niveles indeseados, falta de preparación, conflictos con organismos locales…
(Consejería de Cultura, Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana, 2000;
Federación de Enseñanza de CC.OO., 2004).
Se ha propuesto una estructura tridimensional que caracterizaría a este
síndrome y que ha sido adoptada por diversos modelos explicativos (Gil-Monte, Peiró y
Valcárcel, 1995; Leiter y Maslach, 1988), a pesar de que la relación causal entre tales
dimensiones ha sido sometida a diferentes interpretaciones. Estas tres dimensiones
serían:
- Cansancio emocional, que provoca disminución de la capacidad emocional,
afectiva y de atención a los demás.
- Despersonalización, que se caracteriza por el endurecimiento y la
deshumanización y se acompaña de sentimientos y actitudes cínicas y negativas
hacia las personas con las que se trabaja.
- Reducción de la autorrealización personal, que se manifiesta en la tendencia a
autoevaluarse negativamente.

2.1 RESPECTO A LA MANIFESTACIÓN Y DETECCIÓN


Álvarez-Gallego y Fernández-Ríos (1991) clasifican los diferentes síntomas del
síndrome de burnout en las siguientes cuatro áreas:
1. Síntomas psicosomáticos: fatiga crónica, cefaleas, problemas de sueño, desórdenes
gastrointestinales, dolores musculares…

17
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. Síntomas conductuales: absentismo laboral, incremento de agresividad y


conductas violentas, abuso de drogas…
3. Síntomas emocionales: irritabilidad, distanciamiento afectivo, incapacidad de
concentración, baja autoestima, deseo de abandono del trabajo, ideas depresivas…
4. Síntomas defensivos: negación de emociones, ironía, atención selectiva,
racionalización, desplazamiento de afectos…
También se ha hecho alusión a una disminución de la capacidad cognitiva y de
la creatividad.
En el ámbito concreto de educación, para los docentes, los síntomas se
resumirían en las cuatro dimensiones siguientes (Álvarez-Gallego y Fernández-Ríos,
1991) :
1. Falta de energía y entusiasmo en la enseñanza
2. Disminución del interés por los alumnos
3. Percepción preferente de los alumnos como frustrantes, desmotivados,
indignos…
4. Deseos de dejar la enseñanza por otra ocupación y/o absentismo
Asimismo, parece interesante resumir cuál es la sintomatología percibida por
los docentes en conflicto. En un estudio llevado a cabo por la Consejería de Cultura,
Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana (2000), los docentes manifestaron su
malestar a través de los siguientes seis indicadores: desánimo (71,9%), tensión
(66,7%), irritabilidad (50,4%), temor (41,5), indiferencia (31,9%) y rechazo (29,6%).

2.2 RESPECTO A LA PREVENCIÓN/INTERVENCIÓN


Por todo lo señalado anteriormente, parece más que apropiado, si no
necesario, que el docente, como profesional al servicio de otros, aprenda, desde el
principio, a manejar situaciones conflictivas y a controlar su estrés, tanto dentro como
fuera del aula. Es importante, igualmente, saber identificar síntomas y pedir ayuda.
Existen servicios y programas dirigidos a docentes que se encuentran en estas
situaciones (atención secundaria), como el teléfono del Defensor del profesor, pero la
clave está en la prevención (atención primaria). Por otra parte, diferentes autores
(Cherniss, 1990; Guerrero, 2003) coinciden en la necesidad de un enfoque tanto

18
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

individual o personal como social y organizacional en la prevención y tratamiento del


burnout.
Desde un abordaje individual, el objetivo se dirigiría a obtener algunas
estrategias que permitan aumentar la capacidad de adaptación y de afrontamiento del
docente. Pueden distinguirse diversos tipos de estrategias individuales, que serán
comentadas aquí siguiendo la clasificación propuesta por Guerrero y Rubio (2005):
- Técnicas fisiológicas: se dirigen a reducir la activación fisiológica y el
malestar emocional y físico provocado por el estrés. Ejemplos de estas
técnicas son la relajación física, el control de la respiración y el biofeeback
(Guerrero y Vicente, 2001).
- Técnicas conductuales: su finalidad es la adquisición de un conjunto de
habilidades y competencias que posibiliten el afrontamiento de los
problemas. Las técnicas de control, el entrenamiento asertivo, las técnicas
de solución de problemas y el entrenamiento en habilidades sociales, así
como pequeños descansos durante la jornada laboral, una dieta equilibrada
y la ausencia de excitantes (tabaco, alcohol…) y fármacos psicoactivos
(Peiró, 1992), pueden ayudar a mantener un estado saludable y a regular el
estrés.
- Técnicas cognitivas: se encaminan a mejorar la percepción, la interpretación
y la evaluación de los problemas, además de los recursos personales que se
poseen. Entre estas técnicas se encuentran la desensibilización sistemática,
la detención del pensamiento, la inoculación de estrés, la reestructuración
cognitiva, el control de pensamientos irracionales, la eliminación de
actitudes disfuncionales y la terapia racional emotiva (Guerrero y Vicente,
2001; Rubio, 2003).
Desde un abordaje social, la intervención se encaminaría a evitar situaciones de
aislamiento e impulsar procesos de socialización mediante el trabajo cooperativo.
Asimismo, las propias organizaciones pueden tomar parte en la prevención e
intervención del síndrome de burnout ofreciendo a los docentes herramientas y
formación, tanto inicial como continua, en comunicación, procesos de toma de
decisiones, desempeño eficaz de tareas, trabajo en grupo, desarrollo de habilidades
interpersonales, así como modificando aspectos disfuncionales en la organización, el
ambiente físico, el reparto de turnos… (Guerrero y Rubio, 2005).

19
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

3. EL PROFESOR EN EL AULA: GUÍA DE ACTUACIÓN

En este apartado trataremos de ofrecerle unas pautas de actuación que le


permitan ponerse en marcha en su objetivo de prepararse profesionalmente para su
papel de profesor.

3.1 PLANIFICAR LA ACCIÓN EDUCATIVA

El profesor puede beneficiarse de tener vocación y un don especial para la


docencia (que sin duda existe) pero, del mismo modo que para ser un buen escritor no
basta tener un don especial para la palabra escrita, la labor del profesor requerirá un
trabajo de planificación, organización, flexibilidad y constancia. Comenzaremos por
hacer una reflexión sobre la materia que tenemos que impartir, la metodología a
utilizar y los alumnos a los que va dirigida.

3.1.1 RESPECTO A LA MATERIA

Respecto a la materia, su primer paso será familiarizarse con el nivel de la


materia que deberá impartir. Una dificultad general que encuentran los docentes en
sus primeros años es ajustar su nivel, de especialistas en la materia, al nivel de los
alumnos a quienes deben enseñar y un error, no infrecuente, es el de sentirse
tentados a subir el nivel por encima del que les corresponde exigir a sus alumnos (¿a
quién no le gustaría presumir de alumnos más y mejor preparados?). Sin embargo y
como ya hemos estudiado en anteriores lecciones, el éxito del aprendizaje radica en
que seamos capaces de situar nuestras explicaciones y las tareas que propongamos
en la zona de desarrollo próximo de los diferentes alumnos de nuestra aula. Como
nos encontramos en una fase de planificación y desconocemos cuáles serán las
características del grupo de clase con el que nos tocará trabajar, nos resultará de
utilidad enmarcar nuestras decisiones pensando en tres hipotéticos niveles: nivel
mínimo, medio y avanzado. De este modo podremos comenzar por plantearnos,
dentro de los objetivos de la asignatura y el nivel del curso que debemos impartir,
cuáles serían los objetivos mínimos del curso, los medios y los que podríamos

20
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

considerar para los alumnos más aventajados. Después y partiendo de dichos niveles
podemos:
1. Plantearnos qué contenidos serían prerrequisitos para poder comprender y
alcanzar los contenidos mínimos del curso actual (de cara a preparar material y/o
buscar bibliografía para orientar la formación de aquellos alumnos que no los
adquirieron).
2. Determinar los contenidos que corresponden al nivel medio del grupo.
3. Seleccionar aquellos contenidos que podrían trabajar, de forma lo más autónoma
posible, aquellos alumnos más aventajados.

3.1.2 RESPECTO A LOS MATERIALES

Una vez que tengamos claros los objetivos a alcanzar, el siguiente paso será
estudiar cuáles son los mejores materiales que se pueden utilizar. Como profesor que
se incorpora por primera vez a un centro educativo deberá conocer qué libro es el que
el centro eligió en su momento para su asignatura y valorar en qué medida tiene la
posibilidad de variar los materiales o de utilizarlos de forma flexible. Unos profesores
se encontrarán con total libertad para elegir sus propios materiales mientras que,
otros profesores tendrán que ceñirse más al material recomendado y coordinarse (en
el orden de los temas y en el ritmo a seguir) con los otros profesores que imparten la
misma materia en el mismo curso.
Dependiendo de cuál sea su situación concreta podrá buscar material
complementario (apuntes, videos, ejercicios, prácticas…) y plantearse la posibilidad de
reorganizar la presentación de los temas en función, no sólo de su nivel de dificultad y
en qué medida unos pueden resultar base obligada para los otros, sino también en
función de lo atractivos que resulten para los alumnos. De este modo si tiene que
enfrentarse, por ejemplo, a un grupo altamente desmotivado, con un índice elevado
de fracaso académico o con relaciones muy conflictivas, puede resultarle una
estrategia útil empezar por los temas más atractivos, ya sean por su contenido, porque
tiene la posibilidad de utilizar material complementario más atractivo o porque
permiten la realización de trabajos en grupo o de experimentos. De este modo, con
alumnos menos hostiles al aprendizaje, podrá dedicar mayor esfuerzo durante los
primeros meses a conocer al grupo y a qué éste se familiarice con las normas de
comportamiento y con la dinámica de trabajo de su asignatura.

21
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Una vez elegido el material para el grueso de su grupo de clase, aquel que se
supone alcanza el nivel básico para cursar su asignatura, será necesario que prevea
buscar material para aquellos alumnos con falta de base (buscando apuntes o
ejercicios que se puedan utilizar en paralelo durante el tiempo de clase o que sean
prácticos para los profesores de apoyo, los padres o profesores particulares en su
trabajo individual) y material para los más aventajados. También resulta de utilidad
seleccionar materiales “comodín”, es decir, materiales atractivos que los alumnos
puedan realizar motivados y sin excesiva supervisión en momentos puntuales (por
ejemplo, cuando el profesor falta por una baja) o a diario para aquellos alumnos que
hayan terminado más rápido que sus compañeros el trabajo obligatorio en clase
(independientemente de que estén trabajando con material del nivel bajo, medio o
avanzado). Puede tratarse de simples fotocopias de pasatiempos o retos relacionados
con la asignatura que estarán en la clase a disposición del que haya terminado su
trabajo.

3.1.3 RESPECTO A LA METODOLOGÍA

El profesor deberá reflexionar sobre el mejor método de trabajo para utilizar en


el marco de las características de su asignatura y con alumnos tan diferentes. En este
sentido deberá:
1. Pensar en el modo en que desea enseñar a sus alumnos y en la estructura que le
gustaría que tuvieran sus clases. Por ejemplo: puede plantearse dividir la clase en
dos niveles y explicar a un grupo, mientras el otro trabaja en algo concreto;
trabajar en equipos entrenando a 5 coprofesores o líderes de equipo para que
instruyan a su grupo de cinco compañeros; dedicar media clase a explicar al grupo
y otra media a ejercicios con todos; decidir que dedicará un día a la semana para
que los alumnos resuelvan dudas, revisen sus ejercicios, comenten los errores y
desarrollen estrategias para evitarlos en el futuro; repartir algunos temas para
trabajar con proyectos y por grupos de modo que durante las clases supervise su
proceso de realización, etc.
2. Tomar decisiones sobre los deberes. Podrá plantearse, por ejemplo, no incluir
deberes los dos primeros meses mientras organiza la clase y les motiva a realizar
un trabajo más duro en el aula; decidir que los deberes serán para aquellos que
vayan mal y en función de sus necesidades, para los que no terminen el trabajo en
clase o para los que quieran avanzar más; puede optar por incluirlos para todos

22
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

pero pactando con los que tienen dificultades para que los padres puedan
ajustarlos a sus necesidades. Del mismo modo, el profesor tendrá que decidir qué
peso dará a los deberes en la evaluación final, si los considerará puntuables,
obligatorios pero no puntuables o de realización optativa. Y en el caso de incluirlos,
al programarlos, deberá estimar la duración de los deberes para ajustar la cantidad
y dificultad dentro de unos límites razonables. En este sentido puede resultarle de
utilidad recibir un feedback del tiempo que lleva su realización a una pequeña
muestra de chicos/as de la clase, por ejemplo, un chico de rendimiento medio, otro
sin dificultades pero lento, otro con dificultades y uno aventajado.
3. Tomar decisiones sobre la posibilidad de realizar prácticas o trabajos que, como
en el caso de los deberes, podrán ser obligatorios, voluntarios para subir nota o
para recuperar partes suspensas.
4. Determinar qué y cómo evaluar los conocimientos y procedimientos adquiridos
por los alumnos con respecto a la materia. Del mismo modo que sucede con la
organización de las clases, la metodología o los materiales, sus decisiones estarán
condicionadas por el sistema de evaluación que marque el centro educativo. No
obstante, contará siempre con cierto margen de maniobra por lo que conviene que
reflexione sobre algunas posibilidades. En el caso de que tenga libertad total podrá
decidir si evaluar a los alumnos utilizando exámenes, qué tipo de exámenes (de
desarrollo, tipo test o comentarios de texto, por ejemplo) y con qué frecuencia;
realizar una evaluación continua (teniendo en cuenta la nota del examen final pero
evaluando los conocimientos que ha demostrado tener el alumno a lo largo del
período evaluado); decidir si su evaluación continua se va a convertir en un
”examen perpetuo” al final de cada tema haciendo la media final; si va a utilizar
diferentes formas de evaluación (oral, mediante trabajos o exposiciones
individuales o en grupo, con puntos positivos o negativos que puedan influir en la
nota final, etc.); decidir la forma de recuperar a los que sacan malas notas y la
posibilidad de que suban nota los alumnos más motivados o aquellos que por sus
características tienen tendencia a un trabajo irregular que les perjudica, etc.
Muchas de estas decisiones pueden suponer romper con la actitud de la mayoría
de los profesores que se dejan llevar por la corriente general que castiga a los
alumnos que no son capaces de reflejar un rendimiento continuado y al ritmo que
exige el profesor durante toda la evaluación.
5. Reflexionar sobre el modo de informar a los alumnos y a los padres sobre su
evolución. Como en casos anteriores, el primer paso es familiarizarse tanto con el
sistema de trabajo del centro respecto a la comunicación durante la evaluación

23
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

(tipo y cantidad de reuniones con los padres, utilización de la agenda o la


comunicación mediante correo electrónico, etc.) como sobre los boletines de notas
(códigos que utilizan, posibilidad de realizar anotaciones personalizadas, etc.).
Como nos interesa tener una valoración objetiva del rendimiento del alumno
respecto a los objetivos de clase pero también respecto a su evolución personal, es
interesante reflexionar sobre qué aspectos cualitativos podrían destacarse, y dada
la sobrecarga que suelen tener los profesores de Secundaria no está demás pensar
en el modo de agilizar la transmisión de esas observaciones. Por ejemplo, en
algunos centros existe la posibilidad de personalizar los comentarios de los
boletines de notas mediante un programa informatizado que permite seleccionar
en una lista, las observaciones sobre el rendimiento y la conducta de los alumnos.
Podremos preguntar si el programa es lo suficientemente flexible como para
añadir, si lo considerase necesario, otros comentarios que no se reflejen en dicha
lista (por ejemplo, alusiones al esfuerzo, a las estrategias aprendidas, al trabajo en
equipo, etc.).
6. Determinar las normas de funcionamiento en la clase y el modo de conseguir un
comportamiento adecuado. El profesor deberá familiarizarse con el
funcionamiento del centro respecto a normas, castigos y premios (cuáles están
permitidos, cuáles son habituales, qué se considera una falta grave o leve, qué
medidas extremas se pueden o se deben tomar, qué consecuencias tienen cada
una de las medidas, etc.). En el marco del funcionamiento de su centro en
concreto, será necesario que como profesor reflexione sobre las normas básicas
que considera deberán cumplirse en su clase y el modo en que va a fomentar su
cumplimiento. No podemos, y esto es muy importante, dar por hecho que la labor
del profesor se reduce al de legislador y policía. El profesor es educador y, por lo
tanto, tendrá que asumir que parte del éxito en este apartado dependerá de su
actuación. Viendo esto, además de las normas (acordes al centro) deberá pensar
en el modo de motivar a los alumnos hacia el buen comportamiento (hablando con
ellos individualmente y con frecuencia, tratando de solventar con cada uno las
dificultades, buscando la forma de dar feedback positivo de su evolución con notas
a casa, puntos, el reconocimiento ante otros profesores, etc.); en formas de
motivar y fomentar conductas positivas en grupo (puntos de grupo por objetivos
como la participación en las clase, cumplir con las tareas adjudicadas a cada equipo
de trabajo y que pueden ser canjeables por notas positivas o por actividades
formativas de mayor interés para ellos) y en el modo de extinguir conductas
negativas (ignorando llamadas de atención y atendiendo a conductas

24
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

incompatibles, poniendo puntos negativos, trabajo extra, subsanar el error, etc.).


Una vez que tenga asignado un grupo de clase, es interesante contar, aunque sin
dejarse condicionar demasiado, por la experiencia de otros profesores con ese
grupo y estudiar las sugerencias que tienen para su manejo.

3.1.4 RESPECTO A LOS ALUMNOS

Todas las medidas anteriores deberán ser revisadas en el marco del grupo de
clase que le haya tocado, por lo tanto, resultará muy útil informarse cuanto antes de
las características del grupo:
1. Tratar de recabar información comenzando por: hacerse cuanto antes con la lista
de clase, revisar los informes escolares de años anteriores; hablar con los
profesores del curso pasado, con el orientador y los profesores de apoyo; citar a los
padres de aquellos más problemáticos o con mayor desfase académico e
interesarse por qué cosas creen que necesitan sus hijos para motivarse, trabajar,
recuperar base académica, además de organizar el modo de coordinarse en el
apoyo en casa y en el colegio, etc.
2. Utilizar esa información positivamente tratando de adelantarse a los problemas
con posibles soluciones, evitando expectativas negativas de futuro y trabajando de
forma coordinada con los profesionales que atiendan a los chicos/as con más
dificultades (orientador, profesores de apoyo, profesores particulares,…) Para ello
es necesario informarse de qué profesionales están implicados con qué alumnos y
conocer si existe algún profesional al que dirigirse si se detectan problemas con
algún alumno o alumna en concreto.
3. Informarse, en la medida de lo posible, de cómo es el entorno familiar de los
chicos (evitando caer en la tentación generalizada de considerar a los padres como
la causa y explicación última de los problemas de sus vástagos en el centro) y el
modo de proceder que tiene el centro respecto al contacto con las familias. Por
ejemplo, si hay posibilidad de citar a los padres o si es obligatorio hacerlo (p. ej.
una vez al trimestre), si el centro canaliza las citas únicamente a través del tutor (o
el orientador) o puede hacerlo el profesor directamente, etc.

25
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

3.2 ADAPTAR LA METODOLOGÍA AL GRUPO Y A LAS PROPIAS


POSIBILIDADES: REESTRUCTURAR EL PLAN INICIAL.

Ésta es una parte fundamental para el éxito de su labor como profesor de


Secundaria. Es posible que con toda la información sobre la mesa, necesite hacer
ajustes que le permitan adaptar planificación, organización, objetivos, temporalización
y materiales a las características del grupo. Puede ser que decida comenzar por temas
muy sencillos para poder insistir en el primer trimestre en el modo en que quiere que
trabajen sus alumnos, para motivarlos más, poder dar base a los que no la tienen y
entrenar co-profesores; puede decidir utilizar mucho la repetición rápida de
conceptos básicos a diario para que memoricen mucha de la información y conseguir
reenganchar a los alumnos más desmotivados; programar la realización de 4
actividades de 15 min en lugar de las que al principio tenía pensadas (2 actividades de
30 min.) de modo que asegure que más alumnos siguen el ritmo de la clase; puede ser
que la participación sea tan baja que decida comenzar premiando sin deberes a
aquellos que trabajen en clase; es posible que decida que es necesario comenzar
evaluándoles con exámenes tipo test mientras les proporciona algunas sesiones de
entrenamiento sobre cómo preparar y realizar exámenes de desarrollo; que decida
que los alumnos participen en la confección de los exámenes haciendo que cada
alumno proponga 3 preguntas posibles de examen para cada tema; dar una tarea
especial de trabajo a algunos alumnos muy aventajados con el fin de que hagan una
exposición que sirva para los demás y evaluarles a través de ella, etc.

Pero puede que también considere necesario adaptar lo planificado a su propio


momento personal. Por ejemplo, puede que decida que el plan en principio trazado le
parece demasiado ambicioso para su primer año de docencia y decida aplicar una
décima parte de lo que se propuesto en un principio. Puede ser que decida introducir
las innovaciones que tiene pensadas poco a poco, quizá porque sabe que estará
sometido este curso a un estrés familiar importante que le restará tiempo como para
iniciar proyectos nuevos o porque le parece más prudente iniciar su andadura en el
centro educativo de forma que no llame tanto la atención. En cualquier caso, los
motivos personales deben ser tenidos en cuenta del mismo modo que se tiene al
grupo, al centro educativo o a la materia a impartir.
Y recordando que esta profesión puede ser la más gratificante de las
profesiones o de las que nos someta a mayor estrés, nos gustaría finalizar

26
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

proporcionando algunas pautas dirigidas a favorecer el equilibrio personal y la salud


laboral:
Comuníquese con personas que le aprecien, sepan escucharle y le infundan
una actitud positiva. Evite el aislamiento y sea empático.
Adapte sus expectativas a la realidad personal y laboral.
Organícese y optimice el tiempo para lograr un equilibrio entre áreas vitales
de su vida: familia, amigos, aficiones, descanso y trabajo.
Realice ejercicio físico, incluyendo actividades aeróbicas.
Aprenda a conocer, desarrollar y respetar sus propias emociones.
No descuide su formación, la asistencia a cursos no sólo le proporcionará
ideas nuevas sino que le pondrá en contacto con otros profesionales de su
área positivos y abiertos a aprender.
Sea responsable en su profesión pero asuma sus limitaciones como
educador (habrá sitios y alumnos a los que no pueda llegar)
Fomente y favorezca los intercambios y el buen clima social y organizativo
dentro de su centro de trabajo
Ayude a fomentar un diálogo efectivo entre los diferentes agentes
implicados (a nivel organizacional)

4. CÓMO AFRONTAR LAS SITUCIONES PROBLEMA

Durante su práctica profesional sin duda tendrá que afrontar situaciones problema
muy diversas y en educación desgraciadamente “no hay recetas” que puedan ser
generalizables a todas ellas. No obstante quizá le sirvan de ayuda los siguientes pasos:

1. No prejuzgue, trate de averiguar las causas que han llevado a esa situación
problema. Sea prudente, recoja información objetiva y tómese tiempo para
asesorarse antes de plantearte qué hacer (no se deje llevar por los tópicos, 2+2
no siempre son 4). Si no conoce al alumno pregunte a quien lo conozca, antes
de poner una sanción, por ejemplo, deberá saber si ese comportamiento es
habitual o no, las circunstancias que rodean a la aparición del problema y qué
medidas además de sancionadoras, serían educativas.

27
Tema 8. El profesor ante la diversidad:
resolución de situaciones educativas
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

2. Piense en varias posibilidades de actuación para tener un repertorio mayor de


respuestas si se da el caso de que se desencadene un nuevo conflicto.
3. Si el problema tiende a repetirse, trate de tomar medidas para adelantarse a
una nueva situación. Más que centrarse en resolver el conflicto, ponga más
energía en tomar medidas para evitar su aparición.
4. Planee el modo de favorecer y reforzar conductas incompatibles con aquella
que desea extinguir. Céntrese en este aspecto.
5. Piense el modo de motivar para que las conductas positivas que desea
fomentar se mantengan.

28
PROPUESTAS PARA LA MEJORA DE LA
CALIDAD EDUCATIVA
LOMCE
10 de diciembre de 2013
MODIFICACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA 2/2006, DE
3 DE MAYO, DE EDUCACIÓN
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PUNTO DE PARTIDA
2
Fortalezas del sistema:
España destina 10.094 dólares al año de gasto público por
cada alumno en la educación pública, un 21% más que la
OCDE y la UE. (Panorama de la Educación 2012: Indicadores de
la OCDE).
El gasto público en educación no universitaria se ha
duplicado en la última década: de 18.927 millones en 2000
ha pasado a 36.012 millones en 2010.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PUNTO DE PARTIDA
3
Fortalezas del sistema:
El número de alumnos por profesor es más bajo que en la
OCDE (10,1 en España frente a 13,7 en la OCDE) (Panorama
de la Educación 2012: Indicadores de la OCDE).
El gasto de España en la educación infantil (para las
instituciones públicas) asciende al 0,9% del PIB, en
comparación con la media de la OCDE del 0,5% del PIB
combinado.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Baja tasa titulados en secundaria
4
Tasa de titulados en educación secundaria entre los 25-34 años:
65%, frente al promedio OCDE 82% (Panorama de la Educación
2012: Indicadores de la OCDE).
El porcentaje de población entre 20 y 24 años que ha completado al
menos la educación secundaria superior ha crecido en Europa entre
2000 y 2010, pero en España, además de ser inferior, ha disminuido
(Eurydice/Eurostat Key data on education in Europe 2012):
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Abandono educativo temprano
5
Abandono temprano de la educación y de la formación:
Eurostat 2011: la tasa duplicaba la de la UE (España 26,5%,
UE 13,5%); sólo la supera Malta (33,5%). EPA 2012: 24,9%.
En 2012, la población entre los 15-29 años NI-NI (ni estudia ni
trabaja) se situó en el 22,6% en España (EPA 2012). La media
de la OCDE en 2010 fue del 15,8%, sólo después de Israel
(27,4%). (Panorama de la Educación 2012: Indicadores de la
OCDE).
Objetivo estrategia UE Europa 2020: tasa de abandono
temprano inferior al 10% en la UE, 15% en España.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Paro juvenil y educación
6
EPA 1º trimestre 2013: la tasa de paro juvenil (entre 16 y 24
años) en España se sitúa en el 57,2%. Según EUROSTAT es una
de las más altas de Europa (UE 2012 23,4%), mientras que en
países como Alemania en los que la Formación Profesional tiene
un componente importante en el centro de trabajo era del 8,3%.
Desde 2008, el paro se ha incrementado en 11,4 puntos entre
las personas con estudios de la ESO o inferiores por los 4,6
puntos en los que ha aumentado en el caso de las personas con
educación superior. (Panorama de la Educación 2012: Indicadores
de la OCDE).
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Escasa elección de ciclos de FP
7
Educación secundaria 2ª etapa: en los países europeos de la
OCDE el 52,4% cursa programas profesionales o pre-
profesionales, en España sólo lo hace el 42,9% (el 57,1%
restante cursa enseñanzas de tipo general).
La tasa de graduación en los programas de Formación
Profesional (40,8%) se encuentra a casi quince puntos de
distancia de la media europea (53,5%) (Education at a
Glance, OCDE, 2011).
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Resultados en pruebas internacionales
8
Resultados PISA 2012 (15 años):
Los alumnos españoles de 15 años obtuvieron en el estudio PISA
2012 resultados por debajo de la media de la OCDE:
En comprensión lectora 488 puntos, 8 por debajo de la OCDE.
En Matemáticas 484, 10 por debajo de la media.
En Ciencias 496 mientras que la media de la OCDE alcanzaba
los 501 puntos.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA: Resultados en pruebas internacionales
9
Resultados PIACC 2012 (personas adultas):
También la población de 16 a 65 años obtuvo en el estudio PIACC
2012 resultados por debajo de la media de la OCDE:
En comprensión lectora 252 puntos, 21 por debajo de la media
de la OCDE y 19 por debajo de la media UE.
En Matemáticas 246, 23 por debajo de la media de la OCDE y
22 por debajo de la media UE, el último puesto entre los países
analizados.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA : Falta señalización externa
10
En 24 de los 34 países de la OCDE analizados existe una prueba
externa y estandarizada (PISA, 2010). Según el estudio de
EURYDICE “Pruebas nacionales de evaluación del alumnado en Europa:
objetivos, organización y utilización de los resultados” (2009), 17
países en Europa disponen de pruebas nacionales para la
certificación.
Los test externos y estandarizados mejoran los resultados
académicos de los alumnos entre un 20% y un 40% de la
desviación típica, tanto como si cada alumno hubiese estudiado
medio curso escolar más al llegar a 4º de la ESO (“The Economics of
International Differences in Educational Achievement”, National Bureau
of Economic Research, USA, 2010).
Informe PISA 2009: países que emplean exámenes externos
basados en estándares tienden a tener mejor rendimiento, 16
puntos más que los que no, por termino medio en la OCDE.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA : Escasa autonomía de centros docentes
11
Informe PISA 2009: la autonomía de los centros españoles es
inferior a los promedios de la OCDE (la OCDE señala que una
mayor autonomía se corresponde con mejores resultados educativos).
Los centros educativos en España toman menos decisiones que en
la OCDE y en la UE-21. Esta diferencia es aún más grande en el
caso de la gestión de personal, planificación y estructuras: los centros
educativos españoles prácticamente no tienen ninguna competencia
(Panorama de la Educación 2012: Indicadores de la OCDE).
Porcentaje de decisiones tomadas a nivel de centros
educativos (2011)
100
75 78
80 +3
60

%
40 32 31
24
20 -15 17
-27 4 -24 0
0
Organización de la Gestión de recursos Gestión del Planificación y
instrucción personal estructuras
OCDE España Diferencia (OCDE-España)
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
DEBILIDAD DEL SISTEMA : Bajo nivel en lenguas extranjeras
12
De 14 países europeos, en el primer idioma extranjero España se
sitúa en el puesto nº 10 en el Estudio Europeo de Competencia
Lingüística (2012). España no obtiene los resultados esperados en
inglés si se tiene en cuenta que la enseñanza de esta lengua
comienza a una edad más temprana que en la mayoría de países.
Los peores resultados se obtienen en comprensión oral.
El 28% alcanza al menos un nivel B1 (avanzado, usuario
independiente). Pero la Comisión Europea se plantea fijar en los
Objetivos 2020 de Educación y Formación un nuevo indicador que
consistiría en que los Estados Miembros dispongan de al menos un
50% de alumnado en el nivel B1 o superior en el primer idioma
extranjero.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
OBJETIVOS GENERALES
13
Disminuir la dispersión de requisitos y exigencias del sistema
educativo en todo el territorio
Disminuir tasas de abandono educativo temprano
Aumentar tasas de titulación en secundaria
Mejorar el nivel de conocimientos en áreas prioritarias
Establecer un sistema de señalización claro de los objetivos
Promover la autonomía de los centros docentes
Incorporar y potenciar las Tecnologías de la Información y la
Comunicación
Impulsar y modernizar la Formación Profesional
Mejorar el aprendizaje de lenguas extranjeras
Racionalizar la oferta educativa
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
QUÉ ES LA LOMCE (I)
14
Un conjunto de medidas que pretende mejorar las condiciones
para que todos los alumnos puedan adquirir y expresar sus
talentos y alcanzar su pleno desarrollo personal y
profesional, como soporte de la igualdad de oportunidades.
Un abordaje de los principales problemas detectados en el
sistema educativo español, sobre resultados objetivos de las
evaluaciones realizadas por organismos internacionales, con el
fin de converger hacia los objetivos europeos en educación
de la Estrategia Europa 2020.
Una modificación de la actual LOE (Ley Orgánica de
Educación) equilibrada, sostenible en el tiempo y
consensuada a través de la participación de todos los sectores
políticos, sociales y educativos: la LOMCE aprovecha las
medidas exitosas de la LOE.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
QUÉ ES LA LOMCE (II)
15
Una mirada hacia los sistemas educativos de nuestro entorno,
que sugiere simplificación del currículo, refuerzo de los
conocimientos instrumentales, flexibilización de las trayectorias,
desarrollo de sistemas de evaluación externa censales y
consistentes en el tiempo, mayor autonomía y especialización de
los centros, e incremento de la transparencia de los resultados y
rendición de cuentas.
Una tasa alta de abandono temprano supone de hecho la
exclusión de parte del alumnado, al que el sistema actual no
ofrece mecanismos suficientes para continuar. La LOMCE ofrece un
conjunto flexible de trayectorias en función de las necesidades y
preferencias de las familias y los alumnos; se trata de
posibilidades de elección voluntaria.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Flexibilizar y anticipar elección de itinerarios (I)
16
Países europeos con bajas tasas de abandono educativo
temprano permiten a los alumnos elegir entre formación
académica y aplicada antes de los 16 años:
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA : Flexibilizar y anticipar elección de itinerarios (II)
17
Anticipación de la elección de itinerarios en ESO:
En 3º ESO: elección de materias específicas, y entre
Matemáticas de iniciación a Bachillerato o a FP (no decisiva).
En 4º ESO o curso de iniciación: elección (no decisiva) entre
enseñanzas académicas (iniciación a Bachillerato) o aplicadas
(iniciación a FP).
Al finalizar 4º ESO: evaluación final, podrá hacerse por
enseñanzas académicas (permite acceso a Bachillerato) o
aplicadas (permite acceso a FP de grado medio), o por ambas.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA : Ciclos de Formación Profesional Básica
18
Pasan de 1 año (y un 2º año voluntario) a 2 años: acceso entre
los 15 y los 17 años, tras cursar 3º ESO (excepcionalmente tras
cursar 2º ESO).
Sus objetivos son los de los ciclos formativos de FP, y además
contribuirán específicamente a que los alumnos adquieran o
completen las competencias del aprendizaje permanente.
Educación obligatoria y gratuita.
Títulos:
Título Profesional Básico
Posibilidad de obtener el título de Graduado en ESO tras
realizar la evaluación final por cualquiera de las dos opciones
(académicas o aplicadas)
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Modernizar la Formación Profesional
19
Se facilita el acceso desde ciclos de Formación Profesional
Básica a FP de Grado Medio, y desde FP de Grado Medio
y Bachillerato a Grado Superior: procedimientos de
admisión cuando la demanda supere la oferta educativa.
Ciclos formativos de Grado Medio: las Administraciones
educativas podrán ofertar:
Materias voluntarias para ampliar las competencias
del aprendizaje permanente: Comunicación en lengua
castellana y cooficial; Matemáticas aplicadas;
Comunicación en lengua extranjera
Materias voluntarias orientadas a grado superior:
facilitar tránsito a Ciclos de Grado Superior
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA : Atención personalizada
20
En Primaria:
Evaluación 3º Primaria: detección precoz de dificultades en el
aprendizaje.
Evaluación final: recomienda medidas para ESO, posibilidad
de implantar planes específicos de mejora de centros.
En ESO:
Alumnos con dificultades en el aprendizaje: Programas de
mejora del aprendizaje y el rendimiento en 2º y 3º de ESO.
Consejo orientador al final de cada curso.
Facilitar el tránsito entre Primaria y ESO: las Administraciones
educativas podrán agrupar materias por ámbitos de conocimiento
Evaluaciones adaptadas a las necesidades del alumnado con
necesidades educativas especiales.
TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para refuerzo.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA : Racionalizar la oferta educativa (I)
21
En la actualidad existe un amplio abanico de asignaturas que los
centros han de ofrecer, con resultado final de aumento del coste
económico y exceso de asignaturas en el horario de los
alumnos:
Nº de vías en Bachillerato: 9 en 1º y 11 en 2º.
En 4º ESO hay 3 itinerarios y 56 combinaciones posibles
entre materias de itinerario.
En la actualidad los centros deben ofrecer las materias y
vías salvo nº insuficiente de alumnos a criterio de la
Autoridad educativa.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Racionalizar la oferta educativa (II)
22
Educación Primaria, ESO y Bachillerato: bloques de asignaturas
troncales, especificas, y de libre configuración autonómica:
Troncales: deben ser comunes en todo el territorio. Horario mínimo
(50%). Contenidos regulados por el Gobierno.
Específicas: mayor autonomía a Administraciones educativas y
centros docentes para fijar horarios y contenidos.
De libre configuración autonómica: el mayor nivel de autonomía:
Lengua Cooficial y Literatura, asignaturas de diseño propio, etc..
Evaluación final 4º ESO / 2º Bachillerato:
Asignaturas troncales
Asignaturas específicas
Lengua Cooficial, en paridad con Lengua Castellana
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Racionalizar la oferta educativa (III)
23
Incremento en la autonomía de las Administraciones educativas
y de los centros: fijan la oferta de asignaturas de los bloques de
asignaturas específicas y de especialidad.
Flexibilidad del sistema: permite ajustar la oferta formativa a
la demanda y a la proximidad de facultades, escuelas
universitarias y centros docentes.
Se favorece la especialización de centros en función de los
itinerarios ofrecidos: para atender necesidades específicas y
demandas de las familias.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Señalizar el logro de los objetivos de la etapa (I)
24
Primaria:
Evaluación en 3º de Primaria (interna, diseñada por las
Administraciones educativas): detección precoz de dificultades
en el aprendizaje (expresión y comprensión oral y escrita,
cálculo y resolución de problemas). El equipo docente podrá
adoptar las medidas más adecuadas.
Evaluación final (externa, diseñada por el Gobierno): se
comprobará el grado de adquisición de la competencia en
comunicación lingüística, de la competencia matemática y de las
competencias básicas en ciencia y tecnología, sin efectos
académicos. Se entrega un informe con el resultado obtenido a
familias y centros de Primaria y ESO, se podrán poner en
marcha planes de mejora de centros.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Señalizar el logro de los objetivos de la etapa (II)
25
Evaluación final ESO (externa, diseñada por el Gobierno):
Necesario superarla para obtener título de Graduado en ESO.
Nota final: media de las calificaciones de ESO ponderada al
70%, y de la evaluación final ponderada al 30%. Máximo 2
materias suspensas.
Pruebas diferentes para acceder a Bachillerato o a FP, pero la
elección de itinerario en 4º de ESO no es decisiva: todos los
alumnos se pueden presentar a evaluación por la opción que
decidan, o a ambas opciones en la misma o diferentes ocasiones,
con independencia de la opción cursada en 4º de ESO.
Consejo orientador al finalizar cada curso: el equipo docente
recomendará:
El itinerario más adecuado
Programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento
Ciclos de Formación Profesional Básica
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Señalizar el logro de los objetivos de la etapa (III)
26
Evaluación final Bachillerato (externa, diseñada por el
Gobierno):
Es necesario superarla para obtener el título de Bachiller, y
superar todas las materias de Bachillerato.
Nota final: media de las calificaciones de Bachillerato
ponderada al 60%, y de la evaluación final ponderada al
40%.
Certificado por la superación de todas las materias, sin
superar evaluación final:
Efectos laborales
Efectos académicos para acceso a FP Grado Superior
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Incrementar autonomía de los centros docentes (I)
27
Todos los centros sostenidos con fondos públicos deben rendir
cuentas y justificar la aplicación de fondos públicos.
Consejo escolar garantiza la participación de la comunidad
educativa en el control y gestión de los centros sostenidos con
fondos públicos.
Las Administraciones educativas pueden confiar a los centros la
determinación de horarios y contenidos, dentro de los límites
fijados.
Autonomía para diseñar e implantar métodos pedagógicos
propios.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Incrementar autonomía de los centros docentes (II)
28
Dirección de centros públicos:
Autonomía de gestión para desarrollar acciones de calidad
Selección:
Valoración de la experiencia previa
Mayor protagonismo de las Administraciones educativas
Igualdad de condiciones entre profesores del centro y
externos
Nuevo requisito: certificación acreditativa de haber
superado un curso formativo sobre el desarrollo de la
función directiva
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Incrementar autonomía de los centros docentes (III)
29
Se reconocen plenamente los Bachilleratos internacional y europeo.
Educación diferenciada por sexos: posibilidad de concertar,
siempre que cumpla los requisitos de la Convención relativa a la
lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza, se
justifique la elección de dicho sistema, y se implanten medidas
académicas para favorecer la igualdad.
Acciones de calidad en cooperación Estado-CCAA :
Especialización curricular, funcional, centros bilingües,
formación del profesorado, recursos TIC, mejora del
rendimiento, etc.
Planificación estratégica por objetivos
Supondrán autonomía para la gestión de personal y
económica de los centros
Rendición de cuentas
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Intensificar el uso de las TIC
30
Extensión del concepto de aula en el tiempo y en el espacio:
entornos virtuales de aprendizaje.
Utilización compartida de las plataformas digitales y tecnológicas
del Ministerio por Administraciones educativas, centros docentes,
profesores y alumnos.
Selección de recursos digitales de calidad, y reconocimiento de las
aportaciones de la comunidad educativa que cumplan los requisitos
de calidad establecidos.
Establecimiento de estándares de interoperatividad.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
PROPUESTA: Mejorar el aprendizaje de lenguas extranjeras
31
Habilitación al Gobierno:
Para definir las bases de la educación plurilingüe
Consulta a las CCAA
Metodología:
La lengua castellana o la lengua cooficial sólo se utilizarán como
apoyo en el proceso de aprendizaje de la lengua extranjera.
Se priorizarán la comprensión y la expresión oral.
Expertos:
Incorporación a los centros de expertos con dominio de lenguas
extranjeras, nacionales o extranjeros .
Autonomía de centros:
Especialización del centro, en el marco de las acciones de
calidad.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
OTRAS MEDIDAS (I)
32
Enseñanzas artísticas: se establece expresamente, a todos los efectos,
la equivalencia de los títulos superiores de Música o Danza, de Arte
Dramático, de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, de
Artes Plásticas y de Diseño, con el título universitario de grado.
Se reconoce la autoridad de profesores y equipo directivo: serán
considerados “autoridad pública”.
Planes de convivencia: agilidad de los procedimientos, reconocimiento
de la presunción de veracidad de las declaraciones de profesores y
equipo directivo.
Las Administraciones educativas garantizarán el derecho de los
alumnos a recibir las enseñanzas en castellano y en las demás
lenguas cooficiales en sus respectivos territorios.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
OTRAS MEDIDAS (II)
33
Los resultados de las evaluaciones individualizadas que se
realicen serán puestos en conocimiento de la comunidad educativa
mediante indicadores educativos comunes, teniendo en cuenta
factores socioeconómicos y socioculturales del contexto.
Se profundizará en el aprendizaje y evaluación por
competencias.
Enseñanzas de idiomas: se equiparan los niveles básico,
intermedio y avanzado de las enseñanzas de idiomas a los
niveles A, B y C del Marco Común Europeo de Referencia para
las Lenguas.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
OTRAS MEDIDAS (III)
34
Limitación de la promoción en ESO con 2 asignaturas
suspensas: no deben ser simultáneamente Matemáticas y Lengua
Castellana o Cooficial.
Admisión en Universidades:
Desde Bachillerato: las Universidades pueden establecer
procedimientos de admisión (desaparece la PAU).
Desde FP de grado superior, Enseñanzas artísticas
superiores y Enseñanzas deportivas superiores:
procedimiento de admisión.
Las Universidades podrán acordar la realización conjunta
de todo o parte de los procedimientos de admisión, así como
el reconocimiento mutuo de los resultados.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
OTRAS MEDIDAS (IV)
35
Educación de personas adultas:
Se podrán establecer currículos específicos para la educación
de personas adultas, que conduzcan a la obtención de uno de
los títulos establecidos en la LOE.
Para las personas que superen los diecisiete años de edad, las
Administraciones educativas podrán establecer programas
formativos dirigidos a la obtención del título de Técnico
Profesional Básico.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
CONSULTAS Y REUNIONES (I)
36
Ministerios (Administración General del Estado)
Conferencia Sectorial de Educación (Comunidades Autónomas)
Conferencia General de Política Universitaria
Consejo de Universidades
Consejo Escolar del Estado
Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas
Consejo General de la Formación Profesional
Consejo de Estado
Consejo de Ministros
Otros
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
CONSULTAS Y REUNIONES (II)
37
representantes de asociaciones de padres de alumnos
directores de centros docentes no universitarios
representantes de los estudiantes
representantes sindicales de la enseñanza concertada
mesa de enseñanza pública no universitaria
representantes de centros educativos privados y concertados
profesores de centros docentes no universitarios
profesionales de la educación
asociaciones, plataformas, sociedades, colegios profesionales, centros
calidadeducacion@mecd.es : más de 30.000 aportaciones entre el
11 de julio y el 4 de diciembre
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
CONSULTAS Y REUNIONES (III)
38
Dictamen del Consejo de Estado (18/04/2013):
Valoración positiva de los elementos fundamentales en los que se
basa la reforma (nueva configuración de 4º ESO con carácter
propedéutico, Programas de Mejora del Aprendizaje y del
Rendimiento, Formación Profesional Básica, evaluaciones finales de
etapa, regulación del uso en la enseñanza de la lengua castellana
y las lenguas propias oficiales de las Comunidades Autónomas).
En la tramitación del anteproyecto se ha concedido audiencia a los
sectores interesados en el ámbito de la educación.
El articulo 149.1.1ª, 18ª y 30ª de la Constitución ofrecen cobertura
competencial a la regulación proyectada.
Además, realiza un conjunto de observaciones de carácter técnico y
jurídico que han sido atendidas.
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
CALENDARIO DE IMPLANTACIÓN
39
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
ITINERARIOS ACADÉMICAS-APLICADAS
40
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
EDUCACIÓN PRIMARIA
41
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA 1º - 3º
42
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA 4º
43
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
BACHILLERATO 1º
44
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
BACHILLERATO 2º
45
LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA
FORMACIÓN PROFESIONAL BÁSICA
46
Tema 8.
Guía de acceso a la
documentación sobre la LOMCE

Curso: Desarrollo Psicológico y Aprendizaje

I. Orjales
G. Duque
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

GUÍA DE ACCESO A LA DOCUMENTACIÓN BÁSICA SOBRE LA LOMCE

Todo profesor tiene que estar familiarizado con la legislación referente a sus
funciones.

El siguiente link da acceso a la definición de Alumnado con Necesidad Específica de


Apoyo educativo.
https://www.mecd.gob.es/dam/jcr:09a49003-ec3d-4093-af30-
d715ea35c9fb/lomced-pasoapaso-secundariaybac-diversidad-v51.pdf

2
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, 8/2013 de 9


diciembre)

Se puede acceder a la documentación completa de la LOMCE a través del


siguiente acceso:

https://www.mecd.gob.es/educacion/mc/lomce/lomce/presentacion.html

Propuestas para la mejora de la calidad educativa: Este documento está disponible


para su descarga a través de la plataforma ALF.

3
Tema 8. LOMCE y Alumnado con Necesidad Especifica de apoyo educativo
Curso Desarrollo Psicológico y Aprendizaje en Educación Secundaria

Un tercer link permite el acceso al siguiente documento “Reforma del sistema


educativo español: novedades y calendario de implantación (10/12/2013)”:
https://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/eu/dms/mecd/servicios-al-ciudadano-
mecd/informacion-publica/audiencia-informacion-publica/lomce/20131210-boe/novedades-reforma-
educaci-n-10-12-13/novedades%20reforma%20educaci%C3%B3n%2010-12-13.pdf

El cuarto y último link corresponde al gráfico con los itinerarios educativos:


https://www.mecd.gob.es/educacion/mc/lomce/lomce/itinerarios.html

Potrebbero piacerti anche