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Existe una sutil diferencia, pero fundamental entre ser un intérprete de música

católica o ser un músico católico.

El intérprete de música católica es un individuo que sabe algo de música y que


así como interpreta música secular, también puede interpreta música católica;
sin un compromiso mayor, es decir lo hará bien porque tiene el talento de la
música, sabe cantar o tocar algún instrumento y es capaz de ejecutar una pieza
impregnada de sus emociones, pero más allá de eso, no sucederá nada,
podrían mover los sentimientos de la gente pero esa no es el objetivo, no
queremos usar ni fomentar el sentimentalismo, y pareciera en ocasiones que
estamos acostumbrados a pensar que así es, y si vemos llorar, gritar o danzar
a la gente, entonces creemos que logramos el objetivo y que estamos haciendo
bien las cosas.

El músico católico, es un servidor, para él la música no es tan solo arte, es


más, es una herramienta para salvar almas, es una misión confiada por Dios,
es una excusa para anunciar el evangelio y un arma poderosa para expulsar el
mal y disipar las tinieblas. El músico católico es un artista, pero un artista para
Dios; más aún, este no solamente es músico, sino que lleva una espiritualidad
que lo avala como cristiano, que lo mantiene en el camino correcto y que le
permite anunciar el mensaje de Dios, o sea ser un puente entre Dios y los
hombres, un profeta, y su intención no es hacer llorar a la gente o mover todas
sus emociones sino llevarla a ese encuentro con un Dios vivo.

Ahora, ¿que eres tú?, ¿un músico católico o un intérprete?

El alimento del músico católico No solo para el músico, sino que para todo
cristiano existen ciertos alimentos espirituales que debe consumir con
frecuencia, para mantener una dieta balanceada y así tener la fortaleza y el
vigor que se necesitan para el combate, estos son:

1. Eucaristía: Asistir a misa y comulgar, lo óptimo es todos los días o lo más }

2. Confesión periódica: los católicos verdaderos sabemos que el mismo


Jesucristo instituyo la confesión, -lo que ustedes aten en la tierra quedara atado
en el cielo, lo que desaten, quedará desatado- (Mt 16, 19)

3. Adoración al Santísimo: Este es un momento de intimidad con Dios, que


nos llena el corazón y nos ayuda a creer cada día más en él.

4. Oración Personal: Jesús en varias ocasiones se retiraba a orar en soledad,


la oración personal es el momento en el cual uno entra en contacto con Dios en
privado, para contarle tus cosas, alabarlo, pedirle, leer la palabra, darle gracias
y porque no, si es necesario reclamarle.

5. Oración del Rosario: María es nuestra intercesora, nuestra madre y nuestra


mejor aliada, mantenernos a su lado no cuesta nada, si somos fieles al Rosario
ella siempre será la primera en ayudarnos en los momentos de dificultad y
cuando le queramos pedir algo al Señor de seguro también estará ahí para
interceder por nosotros.

6. Leer la Palabra del Señor: Toma tu Biblia, que esta nunca te falte, llévala
contigo a todas partes y una vez al día como mínimo, encomiéndate a Dios y
pídele que te hable,

7. Cántale al Señor: Cantar es lo que sabes hacer mejor y es el carisma que el


Señor te regaló, úsalo también para cantarle a él en la intimidad, para esto
utiliza cantos en los cuales le digas que le amas, que le alabas; pero no dejes
nunca de hacerlo, Él es feliz escuchándote y cada vez que haces esto él
siempre te bendice, más aún te aseguro que él es tu fan número uno; si no
eres cantante pero eres músico, igualmente, toca tu instrumento para el Señor.

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