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11 Remedios para calmar una mente ansiosa, de

Elisha Goldstein PhD.

En un mal día o una mala semana, (!) cada pequeño incidente tiene el
potencial de distraernos.
Cuando experimentamos ansiedad nos sentimos inquietos, nos “jalamos de
los pelos” y aun cuando contemos con una rutina de meditación, estaremos
demasiado dispersos para realizarla.
Sin embargo, tú puedes lograr una mayor calma y reducir tu ansiedad al
integrar experiencias de calma. La próxima vez que tu cerebro se sienta
“hecho nudo”, intenta aplicar estos 11 remedios para calmar la mente
ansiosa…

1.Trata de ir más despacio.

Cuando estamos ansiosos, TODO se acelera, nuestros pensamientos


vuelan, nuestro corazón late más fuerte, nuestra respiración es más rápida.
Esto nos dificulta el pensar con claridad e impide que tomemos decisiones
saludables. A la primera señal de que las cosas se estén acelerando, trata
de moverte más lentamente y observa que más puedes hacer
intencionalmente para que las cosas fluyan con más lentitud.

2.Conéctate con tus sentidos.

La ansiedad existe en nuestras mentes y con frecuencia se manifiesta en


nuestro cuerpo. Cuando estamos ansiosos, no estamos conectados con el
lugar en el que estamos. Tómate unos momentos para conectarte con tus
cinco sentidos. Te ayudara a regresar al momento presente.

3.Haz algo sencillo con conciencia plena.

La vida está llena de pequeñas tareas: caminar, comer, contestar correos,


trabajar en el jardín, beber agua, cocinar. Cuando estamos ansiosos, nos
sentimos fuera de control. Hacer una pequeña tarea con conciencia plena

Texto traducido con autorización de su autor, Elisha Goldstein PhD, por voluntarios de Ingenium
ABP. 2017
nos ayuda a recordar que tenemos el control sobre lo que elegimos. Elige
una tarea e imagina que es la primera vez que la realizas. ¡Sumérgete en la
riqueza de tu vida!

4. Checa cual es la realidad.

La ansiedad con frecuencia surge del temor que tenemos a eventos que no
han sucedido. Nuestras mentes son muy creativas y poderosas y con
frecuencia nos cuentan historias que no son ciertas. Cuando tengas un
pensamiento catastrófico, pregúntate: “¿es este pensamiento verdadero?”
Muy probablemente tus peores miedos son solo eso, miedos. No son
hechos y no reflejan la realidad de lo que está sucediendo.

5. Libera al crítico.

La ansiedad es dolorosa y se acrecienta cuando se acompaña de


pensamientos de autocrítica. ¿Estos juicios que haces sobre ti mismo, te
hacen sentir más o menos ansioso? La respuesta es casi siempre, más
ansioso. Cuando te des cuenta de que estás cayendo en la auto-crítica, ve
si puedes interrumpirla acercándote a tu corazón y diciendo: “Que yo
aprenda a ser más bondadoso conmigo mismo”

6. Canaliza tu energía de ansiedad.

No toda la ansiedad es negativa. Como muchos de los eventos de nuestra


mente, la ansiedad tiene distintos niveles. Si tu ansiedad no es severa,
puedes canalizar esa energía hacia algo productivo. Si estás esperando con
nerviosismo alguna noticia, actívate – camina con algo de intensidad, limpia
u organiza algo, ¡o trabaja en el jardín!

7. Recuéstate y mira hacia arriba.

Este es un truco muy viejo... una experiencia natural de concientización se


produce cuando simplemente nos recostamos, miramos hacia el cielo, y
vemos las nubes. Experimenta la maravilla de observar como todo viene y
se va de una manera natural.

Texto traducido con autorización de su autor, Elisha Goldstein PhD, por voluntarios de Ingenium
ABP. 2017
8. Escucha.

Como experimento, escoge un día de la semana en el que te propongas


escuchar. Escucha los sonidos que hacen las hojas con el viento, a los
niños jugando, o a alguien hablándote. Cuando hacemos una pausa para
escuchar, nos ponemos nuevamente en contacto con la simpleza de la vida,
y la ansiedad disminuye.

9. La práctica 5 x 5.

En momentos en que la ansiedad es moderada o intensa, la práctica 5 x 5


puede ser muy útil. Repasa cada uno de tus 5 sentidos y menciona 5 cosas
que identifiques con cada uno de ellos. Trata de nombrar 5 cosas que veas,
huelas, sientas, escuches o saborees. Esto te puede ayudar a interrumpir
pensamientos negativos que pudieran estarte provocando ansiedad.

10. Reconoce lo que detona tu ansiedad.

Explora cuales son las cosas o situaciones que te provocan ansiedad.


¿Llegar tarde, hablar en público, situaciones sociales? Si conoces tus
detonantes, te podrás preparar anticipadamente realizando alguna práctica
que te calme. Cuando la mente se siente preparada, estará más tranquila.

11. Desarrolla la paciencia.

La impaciencia es a la ansiedad lo que la paciencia es a la calma y


tranquilidad.
Si deseas ser un maestro de la paciencia, necesitas abordar a la
impaciencia con curiosidad. ¿Cómo se manifiesta ésta en el cuerpo?
¿Puedes dejarla ser? La paciencia no es solo una virtud. Es el camino hacia
la libertad emocional.

Texto traducido con autorización de su autor, Elisha Goldstein PhD, por voluntarios de Ingenium
ABP. 2017

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