A toda la comunidad de la FFyL:

En Diciembre de 2018, al iniciar el periodo de solicitud de ayudantes de profesor, nos enteramos que un nuevo
Lineamiento estaba en operación. Éste no era público y su aprobación en Noviembre tampoco lo había sido, ni
Dirección, ni los Representantes docentes o alumnos que participaron de su aprobación informaron a la
comunidad.

La presión política de docentes, adjuntos y comunidad estudiantil que se organizaron, agilizó la publicación
del documento que regularía nuestra contratación. Entonces nos encontramos con un Lineamiento carente de
diagnóstico, sin ninguna participación de la comunidad implicada y que sólo controla la contratación.

Lo que hoy tenemos es una gran cantidad de ayudantes rechazados que llevan medio semestre laborando, una
gran cantidad de aceptados que desconocen la modalidad de su contrato y aún más, los criterios por los cuales
se definirá si les pagan o no.

¿Se definirá por el número de alumnos en grupo? ¿Por la capacidad del profesor titular? ¿Por "criterios
razonados" que cada Coordinación definirá? Nadie sabe...

¿SÓLO UN AYUDANTE DE "OTRO"?

Nos llaman ayudantes de profesor. Nuestra
actividad innegablemente participa de los procesos
de aprendizaje en el aula (y fuera de ella).
Constituimos un sector primordial para la
Universidad al participar de la labor docente, que
junto con la investigación y la difusión de la cultura
son nada menos que la misión social de nuestra
casa de estudios.
En muchos de los casos, nuestra labor no se limita a
sacar copias, enviar los correos o pasar lista, sino en
mantener un seguimiento más cercano al proceso
de los estudiantes, dando orientación, tutorías y
acompañando las demás dimensiones que
atraviesan la vida académica del estudiante.
Con todo, nuestro rol no termina de reconocerse
institucionalmente. Somos un actor que nada
entre el ser estudiante o docente, sin los derechos
GARANTÍAS ACADÉMICAS:
Credencialización, necesitamos
identificaciones que acrediten nuestra
actividad en la Universidad.
Acceso bibliotecario y de cómputo, préstamo
y consulta de libros y repositorios digitales.
Acceso a los cursos de formación DGAPA y
participación en su elaboración, y no sólo para
los contratados por pago.
Espacios para trabajar. Acceso a la sala de
maestros, un lugar que nos permita el
intercambio. No necesitamos rejas, ni
pizarrones que no se borran sino una sala de
maestros, ampliada y abierta a la comunidad.
Reconocimiento en lo Órganos Colegiados.
Si ya no soy alumno, tampoco soy docente
¿Quién me representa ante Consejo Técnico o

ni de uno, ni del otro. Necesitamos garantías Comité Académico? se requiere ampliar las

materiales mínimas, indispensables para desarrollar figuras de representación

nuestra labor en condiciones dignas; reconocidas

para todas las modalidades de ayudantía (por
efectos de pago, curriculares y servicio social).
1/2 | Marzo 2019
 GARANTÍAS DE CONTRATACIÓN
Contratos en tiempo y forma, no al concluir el
semestre.
Constancias y cartas de recomendación, que
acrediten nuestra participación como ayudantes
de la UNAM
Mecanismos claros y transparentes para el
procesamiento de solicitudes de contratación en
cada modalidad ¡No más discrecionalidad!
Requerimos también una institución democrática:
Cuyos procesos incluyan mecanismos de
participación real de la comunidad, no
consultas a modo.
Políticas basadas en diagnósticos serios,
informando a la comunidad la pretensión de su
realización y contemplando su opinión,
condiciones y necesidades reales antes de
proceder a su aplicación.
Transparencia en la asignación presupuestal y
su distribución. Basta de evasiones, el banco
de horas y su administración ¡deben ser
públicos!
No sólo esto, la institución debe asegurar
condiciones dignas y justas para que la
comunidad pueda construir nuevas formas de ser
y hacer academia. Docentes, Ayudantes,
Alumnos e Investigadores, debemos conjuntar
esfuerzos y activar la discusión para la creación
de un verdadero sistema de formación de
jóvenes docentes, que supere la división gremial
que ha impedido nuestra articulación como
comunidad académica. Un programa integral y
formativo que replantee el sentido de la
Universidad y la educación, no un lineamiento
que regula la contratación y, sólo en el discurso, la
formación.
La precarización de la docencia y la educación
en el país es brutal y ridícula en contraste con su
relevancia. No quitamos el dedo del renglón y
denunciamos toda gestión administrativa que
se vuelva cómplice al implementar políticas de
control (como la homologación de marcos
jurídicos ) y que prontamente promueven el
despojo de los derechos sociales, como es la
educación pública y popular.
Sumamos a estas demandas, las ya históricas y
pendientes, la garantía de acceso, permanencia
y egreso a la educación para todas y todos, un
salario digno y suficiente, subsidio de transporte,
de comida y residencias universitarias. Las
hacemos extensivas a toda la comunidad, sean
INDUSTRY >
docentes, estudiantes, ayudantes o
investigadores. Todo esto, nos plantea la
necesidad de construir una nueva cultura
política en la que los actores fundamentales de la
institución, la comunidad académica en su
conjunto, seamos la base de una universidad
crítica y vinculada a las problemáticas sociales.
Facebook: Adjuntos de la FFyL
¡Por la dignificación de la labor docente!
¡Educación pública y popular!
ASAMBLEA
jueves 14
3 pm
Mascarones
2/2 | Marzo 2019