Construcción

TEMA 9
PROCESOS PREVIOS
Un encofrado es el sistema de moldes temporales o permanentes que se utilizan
para dar forma al hormigón u otros materiales similares como el tapial antes de fraguar.
Sistemas de encofrados
 Sistema tradicional, cuando se elabora en obra utilizando piezas de madera aserrada
y rolliza o contrachapada, es fácil de montar pero de lenta ejecución cuando las
estructuras son grandes. Se usa principalmente en obras de poca o mediana
importancia, donde los costes de mano de obra son menores que los del alquiler de
encofrados modulares. Dada su flexibilidad para producir casi cualquier forma, se
usan bastante en combinación con otros sistemas de encofrado.
 Encofrado modular o sistema normalizado, cuando está conformado de módulos
prefabricados, principalmente de metal o plástico. Su empleo permite rapidez,
precisión y seguridad utilizando herrajes de ensamblaje y otras piezas auxiliares
necesarias. Es muy útil en obras de gran volumen.
 Encofrado deslizante, es un sistema que se utiliza para construcciones de estructuras
verticales u horizontales de sección constante o sensiblemente similares,
permitiendo reutilizar el mismo encofrado a medida que el edificio crece en altura o
extensión. Este encofrado también dispone espacio para andamios, maquinaria, etc.
 Encofrado perdido, se denomina al que no se recupera para posteriores usos,
permaneciendo solidariamente unido al elemento estructural. Puede hacerse con piezas
de material plástico, cartón o material cerámico, y queda por el exterior de la pieza a
moldear, generalmente de hormigón.
Artículo 68. º Procesos previos a la colocación de las armaduras
68.1. Replanteo de la estructura
A medida que se desarrolla el proceso de ejecución de la estructura, el
Constructor velará para que los ejes de los elementos, las cotas y la geometría de las
secciones de cada uno de elementos estructurales, sean conformes con lo establecido en
el proyecto, teniendo para ello en cuenta las tolerancias establecidas en el mismo o, en
su defecto, en el Anejo nº 11 de esta Instrucción.
68.2. Cimbras y apuntalamientos
Antes de su empleo en la obra, el Constructor deberá disponer de un proyecto de
la cimbra en el que, al menos, se contemplen los siguientes aspectos:
− justifique su seguridad, así como limite las deformaciones de la misma antes y
después del hormigonado,
− contenga unos planos que definan completamente la cimbra y sus elementos, y
− contenga un pliego de prescripciones que indique las características que deben
cumplir, en su caso, los perfiles metálicos, los tubos, las grapas, los elementos auxiliares
y cualquier otro elemento que forme parte de la cimbra.
Además, el Constructor deberá disponer de un procedimiento escrito para el
montaje y desmontaje de la cimbra o apuntalamiento, en el que se especifiquen los

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requisitos para su manipulación, ajuste, contraflechas, carga, desenclavamiento y

desmantelamiento. Se comprobará también que, en el que caso que fuera preciso, existe
un procedimiento escrito para la colocación del hormigón, de forma que se logre limitar
las flechas y los asentamientos.
Además, la Dirección Facultativa dispondrá de un certificado, facilitado por el
Constructor y firmado por persona física, en el que se garantice que los elementos
empleados realmente en la construcción de la cimbra cumplen las especificaciones
definidas en el correspondiente pliego de prescripciones técnicas particulares de su
proyecto.
En el caso de hormigón pretensado, las cimbras deberán resistir adecuadamente
la redistribución de cargas que se origina durante el tesado de las armaduras como
consecuencia de la transferencia de los esfuerzos de pretensado al hormigón.
En el caso de estructuras de edificación, las cimbras se realizarán
preferentemente, de acuerdo con lo indicado en EN 12812. Se dispondrán durmientes de
reparto para el apoyo de los puntales, cuando se transmita carga al terreno o a forjados
aligerados y en el caso de dichos durmientes descansen directamente sobre el terreno,
habrá que cerciorase de que no puedan asentar en él. Las cimbras deberán estabilizarse
en las dos direcciones para que el apuntalado sea capaz de resistir los esfuerzos
horizontales que pueden producirse durante la ejecución de los forjados, para lo que
podrán emplearse cualquiera de los siguientes procedimientos:
− Arriostramiento de los puntales en ambas direcciones, por ejemplo con tubos o

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abrazaderas, de forma que el apuntalado sea capaz de resistir los mencionados esfuerzos
horizontales y, al menos, el 2% de las cargas verticales soportadas contando entre ellas
la sobrecarga de construcción,
− Transmisión de los esfuerzos a pilares o muros, en cuyo caso deberá comprobarse que
dichos elementos tienen la capacidad resistente y rigidez suficientes, o
− Disposición de torres de cimbra en ambas direcciones a las distancias adecuadas.
Cuando los forjados tengan un peso propio mayor que 5 kN/m² o cuando la
altura de los puntales sea mayor que 3,5 m, se realizará un estudio detallado de los
apuntalados, que deberá figurar en el proyecto de la estructura.

Encofrado de paneles modulares de estructura metálica y superficie de madera especial fenólica de gran resistencia,
colocados para dar forma al hormigón de una zapata de cimentación.
Para los forjados, las sopandas se colocarán a las distancias indicadas en los
planos de ejecución del forjado de acuerdo con lo indicado en el apartado 59.2.
En los forjados de viguetas armadas se colocarán los apuntalados nivelados con
los apoyos y sobre ellos se colocarán las viguetas. En los forjados de viguetas
pretensadas se colocarán las viguetas ajustando a continuación los apuntalados. Los
puntales deberán poder transmitir la fuerza que reciban y, finalmente, permitir el
desapuntalado con facilidad.
En el caso de puentes, deberá asegurarse que las deformaciones de la cimbra
durante el proceso de hormigonado no afecten de forma negativa a otras partes de la
estructura ejecutadas previamente. Además, el Anejo 24 recoge unas recomendaciones
relativas a elementos auxiliares de obra para la construcción de este tipo de estructuras.
68.3. Encofrados y moldes
Los encofrados y moldes deben ser capaces de resistir las acciones a las que van
a estar sometidos durante el proceso de construcción y deberán tener la rigidez
suficiente para asegurar que se van a satisfacer las tolerancias especificadas en el
proyecto. Además, deberán poder retirarse sin causar sacudidas anormales, ni daños en
el hormigón.

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Con carácter general, deberán presentar al menos las siguientes características:

− Estanqueidad de las juntas entre los paneles de encofrado o en los moldes, previendo
posibles fugas de agua o lechada por las mismas.
− Resistencia adecuada a las presiones del hormigón fresco y a los efectos del método
de compactación,
− Alineación y en su caso, verticalidad de los paneles de encofrado, prestando especial
interés a la continuidad en la verticalidad de los pilares en su cruce con los forjados en
el caso de estructuras de edificación.
− Mantenimiento de la geometría de los paneles de moldes y encofrados, con ausencia
de abolladuras fuera de las tolerancias establecidas en el proyecto o, en su defecto, por
esta Instrucción
− Limpieza de la cara interior de los moldes, evitándose la existencia de cualquier tipo
de residuo propio de las labores de montaje de las armaduras, tales como restos de
alambre, recortes, casquilllos, etc.
− Mantenimiento, en su caso, de las características que permitan texturas específicas en
el acabado del hormigón, como por ejemplo, bajorrelieves, impresiones, etc.
Cuando sea necesario el uso de encofrados dobles o encofrados contra el terreno
natural, como por ejemplo, en tableros de puente de sección cajón, cubiertas laminares,
etc., deberá garantizarse la operatividad de las ventanas por las que esté previsto
efectuar las operaciones posteriores de vertido y compactación del hormigón.
En el caso de elementos pretensados, los encofrados y moldes deberán permitir el
correcto emplazamiento y alojamiento de las armaduras activas, sin merma de la
necesaria estanqueidad.
En elementos de gran longitud, se adoptarán medidas específicas para evitar
movimientos indeseados durante la fase de puesta en obra del hormigón.
En los encofrados susceptibles de movimiento durante la ejecución, como por
ejemplo, en encofrados trepantes o encofrados deslizantes, la Dirección Facultativa

podrá exigir que el Constructor realice una prueba en obra sobre un prototipo, previa a

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su empleo real en la estructura, que permita evaluar el comportamiento durante la fase

de ejecución. Dicho prototipo, a juicio de la Dirección Facultativa, podrá formar parte
de una unidad de obra.
Los encofrados y moldes podrán ser de cualquier material que no perjudique a
las propiedades del hormigón. Cuando sean de madera, deberán humedecerse
previamente para evitar que absorban el agua contenida en el hormigón. Por otra parte,
las piezas de madera se dispondrán de manera que se permita su libre entumecimiento,
sin peligro de que se originen esfuerzos o deformaciones anormales. No podrán
emplearse encofrados de aluminio, salvo que pueda facilitarse a la Dirección Facultativa
un certificado, elaborado por una entidad de control, de que los paneles empleados han
sido sometidos con anterioridad a un tratamiento de protección superficial que evite la
reacción con los álcalis del cemento.
68.4. Productos desencofrantes
El Constructor podrá seleccionar los productos empleados para facilitar el
desencofrado o desmoldeo, salvo indicación expresa de la Dirección Facultativa. Los
productos serán de la naturaleza adecuada y deberán elegirse y aplicarse de manera que
no sean perjudiciales para las propiedades o el aspecto del hormigón, que no afecten a
las armaduras o los encofrados, y que no produzcan efectos perjudiciales para el
medioambiente.
No se permitirá la aplicación de gasóleo, grasa corriente o cualquier otro
producto análogo. Además, no deberán impedir la posterior aplicación de revestimientos
superficiales, ni la posible ejecución de juntas de hormigonado.
Previamente a su aplicación, el Constructor facilitará a la Dirección Facultativa
un certificado, firmado por persona física, que refleje las características del producto
desencofrante que se pretende emplear, así como sus posibles efectos sobre el hormigón
Se aplicarán en capas continuas y uniformes sobre la superficie interna del
encofrado o molde, debiéndose verter el hormigón dentro del período de tiempo en el
que el producto sea efectivo según el certificado al que se refiere el párrafo anterior.
DESENCOFRADOS.- Entre las condiciones que deben reunir los encofrados
indicamos que debían permitir el rápido y fácil desencofrado. El desencofrado consiste
en desmontar el encofrado. En general se debe procurar tener que desclavar lo menos
posible y no tener que demoler, sino desmontar y trasladar. El tiempo que se debe tardar
en desencofrar depende de la resistencia que va adquiriendo el hormigón que es función
del tiempo y de su composición. (Se podría determinar en el laboratorio por ensayos del
hormigón dicha función resistencia-tiempo). Prácticamente, en piezas verticales
sometidas a compresión, como en soportes o pilares, se puede desencofrar a los 3 ó 4
días de haberse hormigonado.
En resumen; los encofrados pueden clasificarse desde varios puntos de vista:
- Atendiendo al material empleado en su construcción:
Encofrados de madera en tablas, tabloncillos y tablones.
Encofrados metálicos.
Encofrados de tableros de contrachapado o aglomerado.
Encofrados especiales de otros materiales.
- Atendiendo a su disposición:

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Encofrados de superficies planas:

Verticales: Muros, cimentaciones.
Horizontales: Placas y forjados.
Inclinados: Escaleras. Cubiertas.
Encofrados lineales:
Soportes.
Vigas.
Encofrados de superficies no planas:
Soportes de sección circular.
Vigas curvas.
- Atendiendo a su funcionalidad:
Encofrados fijos. Para su reutilización necesita ser desmontado
previamente.
Encofrados rodantes o corredizos. Se utilizan en la realización de túneles
Encofrados deslizantes. Tableros fijos impulsados por gatos hidráulicos.
Encofrados trepadores permiten una realización etapa por etapa.
En la realización de los encofrados, debe atenderse a los siguientes principios:
Respecto a su función:
Debe reproducir fielmente en forma y dimensiones, el elemento que se va a
hormigonar.
Respecto a su construcción:
Deben ser resistentes al peso y empujes del hormigón, hasta que éste adquiera
cierta resistencia y también ser indeformables tanto bajo la acción de la carga como en
los cambios de temperatura, humedad, etc. Los límites máximos que pueden alcanzar
los movimientos de los encofrados pueden fijarse en 5mm para los movimientos locales
y la milésima de la luz para los de conjunto. Cuando la luz de un elemento sobrepase los
6m, se recomienda disponer el encofrado de manera que una vez desencofrada y
cargada la pieza, está presente una ligera contraflecha (1/1000 de la luz), para conseguir
un aspecto agradable.
Deben ser estancos, evitando en lo posible las pérdidas de lechada.
Que no sean adherentes al hormigón.
Que permitan el fácil y rápido desencofrado.
Que se puedan montar apoyándose en los elementos de hormigón inferiores ya
construidos anteriormente.
Respecto a la economía de la obra:
Normalizar sus dimensiones para el mejor aprovechamiento de la madera,
utilizando secciones comerciales y procurando que se estropeen lo menos posible para
que puedan ser utilizados varias veces.
Que sean sencillos de construir, simplificando la forma para que la mano de obra
de su construcción no resulte elevada.
Al indicar las condiciones que deben cumplir los encofrados, se ha indicado, que
es preciso que el hormigón no se pegue al encofrado, sobre todo si el paramento ha de
quedar visto. Para evitar dicha adherencia, antes de hormigonar debe aplicarse un

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desencofrante al encofrado. En el comercio existen diferentes productos desencofrantes.

En la práctica se emplea:
- Para encofrados de madera: El agua empapado el encofrado para que éste
no absorba la que lleva el hormigón.
- Para encofrados de madera y metálicos: Una mezcla de gas-oil y estearina,
calentando 1/2 kg de estearina hasta licuarla y disolviéndola en 5 kg de gas-oil.
También se utiliza un papel plástico que se pega a la superficie del encofrado,
obteniéndose además un mejor acabado. Si se emplea jabón negro o aceite lubrificante
usado y filtrado, debe ser lo suficientemente neutro para que no ataque al hormigón o al
acero.
Fundamentalmente todo encofrado debe cumplir las siguientes normas
generales:
1. FORMA. Reproducir el elemento constructivo que se va a hormigonar
2. RESISTENCIA. Resistir el peso y los empujes del hormigón
3. ESTANQUIDAD. Ser estancos, evitando las pérdidas de lechada.
4. INMOVILIDAD. Ser fijos y permanentes.
5. RIGIDEZ. Ser indeformables bajo las acciones de.
6. ADHERENCIA. No ser adherentes al hormigón.
7. SENCILLEZ. Permitir el fácil y rápido montaje y desencofrado.
Aunque generalmente se denomina ENCOFRADO a todo el conjunto de la
construcción auxiliar, en realidad el ENCOFRADO es sólo el molde que da la forma, y
la CIMBRA, el conjunto de apeos que lo sustenta en su posición correcta.
Clasificación.- Los encofrados son muy diferentes según el tipo de obra, calidad
del hormigón, material..., pudiéndose clasificar todos ellos de acuerdo con los siguientes
criterios:
A. Por el tipo de hormigón: VISTOS y PARA REVESTIR.
B. Por el número de usos: RECUPERABLES, PERDIDOS y MIXTOS.
C. Por su forma de uso: DESMONTABLES y DESLIZANTES.
D. Por su superficie: CONTINUOS y DISCONTINUOS.
E. Por sus materiales: DE MADERA, METÁLICOS, DE ESCAYOLA,
DE HORMIGÓN, CERÁMICOS, PLASTICOS,
DE CARTÓN, TEXTILES, DE PIEDRA.
F. Por su forma: DE SUPERFICIES PLANAS, DE PIEZAS PRISMÁTICAS,
DE SUPERFICIES CURVAS.
Para su estudio se agrupan todos estos diferentes tipos de encofrados, atendiendo
en primer lugar a la clasificación por su material.
Encofrados de madera.- En la ejecución «in situ» la mayor parte de los
encofrados se construyen de madera, porque, como dice NERVI: «El encofrado de
madera es verdaderamente insustituible por la calidad y textura que da a la faz del
hormigón». Tales ventajas se concretan fundamentalmente en las siguientes:
1. Protección del hormigón fresco de los cambios térmicos, abrigándole frente a
temperaturas frías, y preservándole del sol directo.
2. La buena estanquidad de sus juntas, producida aun con juntas a tope, por la
hinchazón que sufre la madera al humedecerse.

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3. Efectivo curado de la superficie del hormigón por el agua retenida por la

madera, procedente del propio hormigón, o del regado del encofrado.
4. Posibilidad de conseguir gran variabilidad de texturas, a favor de su estética.
Para la ejecución de encofrados de madera se emplea preferentemente madera de
pino en las siguientes dimensiones:
Tabla ... ..............2,5 x 10cm
Tabloncillo.............5 x 15cm
Tablón ................. .7 x 20cm
Mientras que los puntales suelen ser los rollizos de eucalipto o de chopo, si bien
cada día se impone más la solución de emplear puntales metálicos telescópicos. Para el
mejor aprovechamiento de la madera se debe tender a utilizar las piezas enterizas,
evitando los cortes (el serrucho es el enemigo número uno de la economía de los
encofrados de madera). La preferencia en el empleo de la tabla, el tabloncillo o el tablón
la marcan los esfuerzos a soportar y el número de usos que vaya a tener el encofrado, ya
que después de cada uso se exige limpiar el tablero, que por rozamiento se va
reduciendo de espesor. Salvo casos excepcionales, las tablas se colocan a tope, sin
ensamble al canto, confiando la unión a los clavos, generalmente de 20/40, 31/70 y
38/100, según se trate de clavar tablas, tabloncillos o tablones. Estos clavos son
colocados de acuerdo con las normas señaladas en Carpintería * para las uniones
clavadas, con la única diferencia de que ahora se prefieren las uniones con pocos clavos
y robustos, clavados en paralelo, ya que así se facilita luego el desclavado. Los
encofrados de madera de uso más corriente son los siguientes: Encofrados de
superficies planas horizontales, de superficies planas verticales, de cimentaciones, de
piezas prismáticas (soportes y vigas), de escaleras y de superficies curvas.
Cimbra.- es una estructura auxiliar que sirve para sostener el peso de un arco, o
de otras obras de cantería, durante la fase de construcción.
Durante el proceso de construir arcos y bóvedas se utilizan para sujetar las
dovelas hasta el momento de su terminación, cuando se pone la clave.
También se denomina cimbra a la curvatura interior de un arco o de una bóveda.
En algunos países de la América hispanohablante también se utiliza el término
cimbra para designar a los encofrados, por la semejanza de funciones con estos y,
especialmente, en estructuras auxiliares de grandes arcos de hormigón en puentes.
Tipos de cimbra
 Cimbra corrediza. La que se corre cambiándola de sitio.
 Cimbra de parhillera. La que se usa en las galerías de minas.
 Cimbra de tendido. La empleada en las galerías de mina formada por una
camada horizontal de estemples sobre los cuales se colocan rollizos.
 Cimbra fija. La que tiene uno o más apoyos en el espacio o clavo que hay entre
los estribos o pilas de la bóveda.
 Cimbra mixta. La que siendo en su forma o armazón general recogida, recibe
luego los puntos de apoyo intermedios a los estribos como las fijas.
 Cimbra peraltada. Eje es superior a la mitad de la cuerda del arco que la forma.
 Cimbra rebajada. La altura del eje es menor que la mitad de la cuerda del arco.

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 Cimbra flexible o recogida. La que no tiene apoyo alguno intermedio y solo va a

apoyada en las fábricas de los estribos o pilas
Entre las actuaciones complementarias a una demolición debemos distinguir los:
APUNTALAMIENTOS. -Existen dos grupos:
 Apeos
 Acodalamientos
Apeos.-Entendemos por apeo, la sustentación provisional de elementos

constructivos, cuyas cargas principales son de carácter vertical u oblicuo. Podemos

distinguir dos casos: Apeos verticales y Apeos oblicuos.
Entre los apeos verticales cabe distinguir:
Los apeos de elementos horizontales, se utilizan para descargar los pisos de las
distintas plantas. Consisten en trasladar los esfuerzos verticales a través de un entablado
formado por sopandas, puntales y durmientes, hasta el suelo. Cuando hemos de
descargar un elemento horizontal, es importante que los durmientes y sopandas de las
distintas plantas, coincidan en la misma vertical.
Los puntales serán preferentemente metálicos y telescópicos, no deberán estar
doblados ni golpeados. La distancia entre puntales dependerá fundamentalmente del

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cálculo estático, aunque de manera orientativa, los puntales estarán a una distancia
menor de 1’5m., pero permitirán el paso de personas y carretillas de mano.
En los apeos de superficies horizontales, situaremos líneas de apuntalamiento
en paralelo, con un mínimo de dos líneas por vano, pero siempre después de comprobar
el cálculo estático.
Los apeos de asnillas, que se utilizan fundamentalmente para sustentar muros.
Podemos observar en las figuras anteriores un ejemplo de apeo de asnillas.
Los apuntalamientos oblicuos, suelen utilizarse para sujetar muros, cuando no
sea posible la utilización de asnillas o cuando hay peligro de vuelco. En la imagen
siguiente, puede observarse la colocación de puntales oblicuos, siendo importante, que
observar que el apoyo se va haciendo a distintos niveles.

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Acodalamiento
Entendemos por acodalamiento la sustentación que permite absorber los
esfuerzos horizontales. Los acodalamientos suelen utilizarse generalmente en el
entibado de zanjas y pozos.
También, en edificios contiguos de cascos antiguos, no debemos demoler, sin
acodalar previamente los edificios colindantes. Los acodalamientos entre edificios
deben estudiarse detenidamente, calculando vigas a compresión compuesta.
Generalmente se utilizan vigas de celosía.
ENTIBACIONES
Las entibaciones, son medios de contención generalmente de tierras aunque
algunas veces pueden ser de líquidos o lodos) que tienen un carácter provisional, y se
utilizan para la protección de personas e instalaciones, mientras se efectúan las obras.
Los accidentes por fallo o falta de entibado, son impredecibles, pues el terreno,
en general, es un material anisótropo (no mantiene constantes, ni uniformes sus
características físico-químicas). Como norma general debemos remitirnos a lo
establecido en las normas tecnológicas NTE/ADZ, ADD, ADV y en general todas las
normas NTE de la clase AD...
Resumen de las condiciones a partir de las cuales debemos entibar:
 Cargas cercanas, ya sean de tráfico, como de zapatas de edificios colindantes.

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 La profundidad igual o superior a 1’30 m.

 Terreno inestable, rellenos de echadizos o material poco coherente
 La alternativa a la entibación será la ejecución de taludes
Los distintos tipos de entibación los podemos agrupar en:
1. Sistemas Tradicionales.
2. Sistemas Comerciales.
3. Sistemas Especiales.
LOS SISTEMAS TRADICIONALES: Podemos distinguir entre estos:
 El sistema propuesto por la NTE.
 La Entibación Berlinesa.
LOS SISTEMAS COMERCIALES: Podemos destacar entre ellos:
 Los Blindajes.
 Entibaciones deslizantes
LOS SISTEMAS ESPECIALES: Destacaremos entre ellos:
1. Las tablestacas y ataguías.
2. Consolidaciones del suelo.
3. Las Pantallas
4. La Congelación de suelos.
SISTEMA DE ENTIBACION PROPUESTO POR LA NTE /ADZ
Consiste en la elaboración de tableros formados por tablas de madera, clavadas a

unos tablones verticales llamados cabeceros. La distancia entre cabeceros (M) se

obtiene en las tablas de la norma NTE/ADZ, en función de la carga y del espesor del
tablero y del cabecero, oscilando entre valores de 1 a 2 m. La separación vertical entre
puntales (S) se determina de forma similar, oscilando los valores de 30 a 60 cm. La
dimensión total del tablero deberá ser igual a un múltiplo de M no mayor de 6m de
largo, por una altura igual a (S +15 + D) cm. siendo D el diámetro del codal.
SISTEMA DE ENTIBACIÓN “BERLINESA”

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Este sistema de entibación que como su nombre indica procede de las técnicas
tradicionales mineras de Alemania. Utiliza como cabeceros perfiles de acero laminado
tipo HEB los cuales se introducen previamente a la excavación, con mayor longitud de
la profundidad de la zanja, con lo que se dota al entibado de una estabilidad previa que
facilita el proceso de acodalamiento. Varía con respecto a la NTE, en que no se realiza
con tableros previamente confeccionados, si no que se van montando los tablones de
arriba abajo, según lo permite el ritmo de la máquina que excava. Los tablones se
sujetan al ala de los perfiles con un sistema de cuñas metálicas que recibe el nombre de
cerrojo “Berlinesa”. Conforme se va profundizando, cada cierto nivel se sujetan los
cabeceros con largueros o zunchos longitudinales, del mismo tipo de perfil, las
distancias verticales entre estos largueros varían de uno a dos metros. El acodalamiento
se efectúa entre largueros, con codales telescópicos. La obtención de las dimensiones de
los perfiles y la separación de los codales depende del cálculo estático.
El sistema de entibación Berlinesa, permite mayores profundidades de zanja y
puede soportar mayores cargas que el método propuesto por la NTE.
SISTEMAS COMERCIALES.-
Los procesos de sistemas comerciales, son mejoras tecnológicas de los sistemas
tradicionales, suponen ahorros importantes en mano de obra y su rendimiento es mayor.
Los blindajes son métodos de entibación con procesos, que parecen inspirados
en el método propuesto por la NTE, en los que se sustituye el tablero de madera, por
tableros modulares de acero o aluminio, que llevan sistemas de refuerzo que sustituyen
a los cabeceros. El acodalamiento se efectúa con codales diseñados para el tipo de
tablero o refuerzo y sus procesos de colocación son similares a los estudiados, pero
mucho mas rápidos y seguros.
Las entibaciones deslizantes son métodos más similares a la entibación
Berlinesa, en el que los cabeceros sirven de guías sobre las que se deslizan los tableros

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que suelen ser planchas lisas, los cuales van bajando a medida que se profundiza en la
excavación
ENTIBACIONES ESPECIALES
En este grupo pondremos aquellas entibaciones, cuya utilización sólo es
necesaria en condiciones especiales del terreno. Este tipo de entibaciones puede ser:
 De carácter tradicional, como las tablestacas o ataguías.
 De carácter comercial, donde las soluciones son variadas y propuestas por
casas comerciales bajo sus patentes.
Las tablestacas y ataguías, son sistemas de entibación de carácter tradicional,
que se utilizan en situaciones especiales (lodos y contención de aguas). Aunque en un
principio eran dos sistemas diferentes,
el uso ha ido unificándolos, hasta el
punto que hoy día la evolución de los
métodos constructivos, ha hecho de la
diferencia una cuestión semántica.
Las tablestacas o ataguías que en su
origen eran tablas o troncos de
madera, hoy son planchas de acero o
aluminio, que se introducen
verticalmente y que llevan un sistema de guías que permiten el deslizamiento y la
estanqueidad entre ellas. La ejecución de zanjas con ataguías, se realiza clavando
previamente estas una profundidad suficiente para su sostenimiento, mientras
procedemos a la excavación. El mismo cazo de la retroexcavadora va introduciendo las
tablestacas a medida que se necesita. Los sistemas de ataguías actuales son de tipo
comercial y llevan diseñado el sistema de acodalamiento más adecuado.
Ataguías
En la fotografía adjunta observamos el proceso
de ejecución de zanjas con tablestacas o
ataguías. En la figura podemos observar
esquemáticamente la composición de una
contención por ataguías.
Ejecución de zanjas con ataguías
Existen otros sistemas de entibación
para casos especiales, debidos a la gran
profundidad o amplitud de la excavación o a la
aparición de niveles freáticos importantes,
debemos recurrir a sistemas estructurales o a
consolidaciones de terrenos, por sistemas
patentados por casas muy especializadas.
Estos sistemas suelen consistir en la consolidación del terreno, ejecutada por
inyección química o por inyección de morteros de cemento líquidos.
Si la problemática está relacionada con volúmenes importantes de aguas
subterráneas, se puede proceder a la congelación de las mismas por medio de la
inyección de nitrógeno líquido.

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