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GRUPO Nº 4
CURSO
SEXTO “B”
II. INTRODUCCION
(SAC, 2016) dice que: La forma original de grasas protegidas fueron semillas
enteras tales como: soja, girasol o semilla de algodón. Las grasas no saturadas
y las de cadena corta (ej.: aceites láuricos) suelen ser muy activas en el rumen
aunque pueden administrarse con éxito en grandes cantidades cuando son
semillas enteras o se administran en cantidades muy pequeñas durante el día.
Las semillas de algodón pueden aportar, con toda seguridad, hasta un 15 % de
la dieta completa de un rumiante. Pero (Hernández & Díaz, 2011) aclara que Al
procesarse dichas semillas pueden liberar aceite y hacer que los ingredientes
sean menos adecuados, pero en la actualidad se dispone de productos de soja
de grasa completa extruida por la acción del calor y se están empleando en
dietas para vacas lecheras. No obstante, el valor de alimentación de las grasas
de cadena corta para el rumiante que lacta aún está sujeto a discusión.
III. DESARROLLO
NUTRIENTES BYPASS
(Medina, 2012), reporta que a comienzos de la década del 80 se inician una serie
de cambios muy profundos en los enfoques de la nutrición de vacas lecheras,
como consecuencia de los más altos niveles de producción por vaca que fueron
alcanzando los sistemas productivos del hemisferio norte. El cambio más
significativo comienza con los requerimientos proteicos (reportados hasta
entonces como proteína bruta total en la dieta), incorporando el concepto de
calidad de la proteína en referencia a sus sitios de digestión, esto es: proteína
degradable y no degradable a nivel ruminal. La primera es la que tiene relación
directa con los requerimientos de los microorganismos ruminales y la segunda la
que hace referencia principalmente a la proteína digestible del alimento que llega
intacta al intestino delgado (proteína "pasante" o "by- pass"). Posteriormente,
este concepto inherente a la naturaleza de los sitios de digestión del alimento no
sólo se profundiza sino que además se hace extensivo a otros nutrientes como
las grasas y los carbohidratos. Durante la década del ’90 fueron innumerables
los experimentos que se realizaron con nutriente "bypass", la mayoría de los
cuales fueron desarrollados para los sistemas de alimentación preponderantes
en USA, basados en dietas totales o parcialmente mezcladas con ingredientes
de tipo "secos" (forrajes conservados y concentrados).
(SAC, 2016) Los elevados niveles de producción requieren que los nutrólogos
diseñen estrategias que permitan aumentar la densidad energética de la ración
sin poner en peligro la estabilidad y salud ruminal. Asimismo, este aumento de
producción debe combinarse con una mejora de los índices reproductivos.
(Fenzo, 2013) La grasa By Pass es una grasa protegida (sobre pasante) para la
alimentación de rumiantes, elaborada a partir de ácidos grasos del aceite de
palma. Es una fuente de energía de alta disponibilidad que se absorbe
íntegramente en el duodeno, aportando grande de dosis de energía diaria
principalmente para vacas durante el primer tercio de lactación. (FERNANDEZ,
2012)El empleo de grasas es una opción válida y ampliamente utilizada para
conseguir este objetivo. Sin embargo, no todas las grasas son aprovechadas,
por los rumiantes, con la misma eficiencia, ni tienen los mismos efectos a nivel
productivo y reproductivo. En este sentido, es necesario introducir grasas
altamente digestibles, con elevados niveles de energía, y que contengan ácidos
grasos esenciales y además, deben estar protegidas contra la biohidrogenación
ruminal.
Entre todas las grasas by-pass disponibles en el mercado, las sales de calcio o
jabones (Ca-LCFAs) son destacables, debido a los beneficios que presen- tan,
lo cual, queda reflejado en el uso tan extendido que se hace de ellas a nivel
mundial.
Las Ca-LCFAs son sales insolubles producidas por la reacción del grupo
carboxilo de los LCFAs y los iones calcio (Ca++). Contrariamente a los glicéridos,
los ácidos grasos están asociados a un ion de calcio, en lugar de un esqueleto
de glicerol.
Digestibilidad
(SAC, 2016) Una de las razones por las que se cree que la adición de Ca-LCFAs
a la dieta mejora la digestibilidad de la misma, es que el aumento de ácido oleico
en intestino delgado podría tener un efecto sobre la absorción de otros LCFAs.
Además, la digestión y la absorción de grasa están influenciada por diversos
factores como la composición (o perfil) de los ácidos grasos presentes al
intestino.
Sin duda alguna, las grasas de efecto by-pass permiten satisfacer holgadamente
las necesidades energéticas de los animales con una menor cuota de materia
seca. La elección y el resultado que se obtenga con el empleo de ellas compete
a los profesionales especialistas, pero, en términos generales, cual más, cual
menos, proporciona casi 3 veces el aporte energético del maíz , sin alterar la
fisiología ruminal, sin producir acidez ruminal , sin producir estrés hipercalórico,
tampoco afectan negativamente la flora ruminal.
El periodo después del parto es el momento más crítico para las vacas lecheras.
Existe un producto llamado Magnapac permite incrementar la energía de la dieta
durante el periodo de balance energético negativo, mejora la producción, la
fertilidad y reduce la posibilidad de sufrir enfermedades metabólicas.
Beneficios:
IV. RESUMEN
Las grasas protegidas o by pass son aquellas que por sus características
estructurales y propiedades físicas no pueden ser degradadas o quedar
disponibles en el rumen del animal; por lo cual pasan directamente al abomaso
para que posteriormente puedan ser absorbidas por el intestino.
Sin duda alguna, las grasas de efecto by-pass permiten satisfacer las
necesidades energéticas de los animales con una menos cantidad de materia
seca. Se recomienda proporcionar casi 3 veces el aporte energético de un
alimento para así no alterar la fisiología ruminal, sin producir acidez ruminal sin
producir estrés, tampoco afectan negativamente la flora ruminal.
V. CONCLUSIONES
VI. REFERENCIA